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Cómo podar y cosechar lavanda

2 métodos:Podar y cosechar lavandaSecar y utilizar la lavanda

La lavanda es una bonita planta con flores que crece en forma de arbustos frondosos, aumentando progresivamente
de tamaño cada año. Un arbusto totalmente desarrollado producirá 7 u 8 ramos de lavanda, que se pueden secar y
utilizar tanto para cocinar como para hacer bolsitas aromáticas y otras manualidades. Podar y cosechar lavanda de
la forma adecuada garantizará la longevidad de esta planta que, con suerte, puede llegar a producir flores durante
décadas. Lee este artículo para aprender a podar y a cosechar lavanda correctamente.

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Método 1 de 2: Podar y cosechar lavanda

1.

Poda y cosecha la planta cuando florezca. Podar lavanda es prácticamente lo mismo que cosecharla;
consiste en eliminar los tallos florecidos de la planta. De esta forma, favorecerás el crecimiento de las
raíces, mantendrás la planta sana y obtendrás entre 1 y 8 ramos de flores frescas de lavanda. La lavanda se
debe podar justo cuando las flores acaban de empezar a abrirse en primavera. Este es el momento en el que
la planta está más hermosa y su fragancia es más intensa.[1]
o Vigila la lavanda al comienzo de la primavera para podarla en el momento exacto en que las flores
se abran.
o Si podas la lavanda en primavera, la planta tendrá más tiempo para producir flores suficientes para
una segunda cosecha.

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2.

Reúne las flores de lavanda formando un ramo. Reúne suficientes tallos con las manos como para
formar un puñado. Cada manojo será un ramo de lavanda. Los tallos son bastante duros, así que puedes
cogerlos de cualquier parte del arbusto sin preocuparte de dañarlo.

o Durante su primer año de vida, lo normal es que un arbusto de lavanda produzca solo las flores
necesarias para formar uno o dos ramos.
o Los arbustos de lavanda alcanzan la madurez total al tercer año de vida, durante el cual puede
producir de 8 a 10 ramos.
3.

Corta la lavanda unos centímetros por encima del tallo principal. Si examinas el arbusto de lavanda,
verás que se ancla al suelo a través de un robusto tallo leñoso sobre el cual crecen los tallos verdes. Si
cortas el tallo leñoso, probablemente dañarás la planta. Deja espacio suficiente cortando los tallos verdes a
unos 5 cm (2 pulgadas) del tallo principal.

o La mejor herramienta para cortar lavanda es un cuchillo para podar. Esta herramienta es de hoja
curva como una guadaña y con borde serrado. Si no tienes uno a mano, unas tijeras de podar
también te servirán.
o Si utilizas un cuchillo de podar, sierra el tallo de la lavanda y tira de él hacia ti para terminar de
cortarlo.
o Continúa podando la lavanda hasta que hayas cortado todos los tallos y el arbusto haya quedado con
una forma limpia y redondeada.
o Poda la planta una vez que el rocío se haya secado pero antes de que, debido al calor del sol, los
aceites esenciales se hayan evaporado (deben mantenerse intactos para producir un aroma intenso en
tu casa).
4.

Corta los tallos de la lavanda por orden de florecimiento. La primera cosecha tendrá lugar al comienzo
del ciclo de la flor. Dado que el arbusto continuará produciendo flores a lo largo de la temporada, sigue
podándolo cuando sea necesario. Las variedades de lavanda más pequeñas tenderán a florecer en forma de
parches, y se deben cosechar por orden temporal para favorecer el nuevo florecimiento. Por lo general, la
lavanda se comportará como cualquier otra planta con flores; si se podan a tiempo, a partir de la base de la
flor, producirán flores nuevas, generando más de una cosecha al año.

o Los nuevos brotes deberían estar listos para cosecharlos en un periodo de entre dos semanas y un
mes. Cuando la producción de nuevas flores empiece a frenarse (en un mes aproximadamente), haz
una cosecha final.
5.

Elimina las hojas muertas. Corta cualquier tallo deteriorado, con hebras y otros problemas típicos de las
plantas. En realidad, tendrás que podar constantemente para cosechar, pero a veces es necesario hacerlo
para eliminar tallos y hojas antiestéticos al final de cada temporada. No cortes el tallo leñoso.

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Método 2 de 2: Secar y utilizar la lavanda


1.

Seca la lavanda en ramos o en rejillas. Puedes colgar los ramos bocabajo para que se sequen en un lugar
fresco y oscuro de tu casa, o secarlos al exterior en rejillas expuestas al sol. El segundo método afectará al
color de la lavanda seca, ya que la luz del sol aclarará la tonalidad de las flores.
2.

Guarda la lavanda en un lugar fresco y oscuro. Guardando la lavanda en un lugar protegido del sol y del
calor conseguirás que dure el mayor tiempo posible.
3.

Elimina los tallos si quieres. La variedad pequeña de lavanda es la que mejor resultado final garantiza; sin
embargo, requiere un proceso adicional tras el secado. Para separar las flores de los tallos, extiende la
lavanda entre dos láminas de contrachapado 30.48 x 60.96 cm (1' x 2'). Machaca los tallos entre las dos
láminas y tira de ellos. Echa la lavanda machacada en un tamiz para separar las flores.
4.

Utiliza la lavanda para cocinar y para hacer manualidades. Ha llegado el momento de darle uso a la
lavanda. Puedes colocar los tallos secos en jarrones para decorar tu casa, utilizar las flores para hacer
bolsitas aromáticas, o hacer deliciosas golosinas con tu cosecha. Aquí tienes unas cuantas ideas:

o Haz jabón de lavanda.


o Añade unas cuantas cucharadas de lavanda a la masa para hacer galletas de azúcar con aroma de
lavanda.
o Haz aceite de lavanda para inundar tu casa con una maravillosa fragancia floral.

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Consejos
 Los nuevos brotes aparecerán durante la primavera. No riegues la planta en exceso. La lavanda debe crecer
expuesta directamente a la luz del sol. Cuando empiecen a aparecer ramas y brotes nuevos, la luz directa
sobre las zonas podadas durante el último otoño favorecerá el florecimiento.
 Los trozos que hayas cortado pueden servir como esquejes. Si los colocas en una bandeja de cultivo con
tierra y los riegas de vez en cuando, lo normal es que crezcan.

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