Filosofía de la Educación: TP N° 1 | Viviana Araya

La Filosofía de la Educación como “filosofía y educación”

Al decir Filosofía de la Educación, no significa que el término Filosofía sea más

importante que Educación, son dos disciplinas en constante articulación y tensión,
y donde debemos hacer hincapié, es justamente en los límites, en los bordes, en el
entre-medio de las dos disciplinas.
Filosofía es una cosa y Educación es otra. La Filosofía es la madre de todas las
ciencias y cuestiona siempre y va hasta los límites mismos, avanza hasta donde la
razón no puede llegar.
La Filosofía de la Educación es una rama de la Filosofía.
Hacer Filosofía de la Educación no significa repetir lo que afirmaron los filósofos en
otras épocas.
Como dice Silvio Gallo, la Filosofía de la Educación debe tener su atención hacia el
mundo y el tiempo presente, hacia los pequeños detalles que resultan de los
grandes eventos.
Toda práctica educativa y filosófica, debe ser pensada con historicidad, debe ser
pensada históricamente, buscando la problematización de la Filosofía de la
Educación, junto al desafío de pensar y analizar, desde varios puntos de vista, los
modos y mecanismos de subjetivación que están en el campo de la educación. Pero
no se puede esbozar una definición concreta de lo que es la Filosofía.

La Filosofía en la currícula de las ciencias de la educación

Ante el planteo de que, si la Filosofía de la Educación es necesaria para la formación

en Ciencias de la Educación y que aportes trae, Michel Fabre, sostiene que es
conveniente primero aclarar algunas características de la filosofía para luego
entender la necesidad de la Filosofía de la Educación.
Ellas son:
✓ La Filosofía no es un cuerpo de saberes, sino una problemática
✓ Es una interrogación
✓ Es un preguntar radical
✓ El pensar filosófico es existencial
✓ Toda interrogación es racional
Fabre afirma que la filosofía no es tarea solo de los especialistas, porque si las
interrogaciones son racionales, es decir, se hacen basándose en la razón, entonces
son tareas de todos.
De allí va surgiendo que la Filosofía de la Educación es la conjunción, es la unión
de Filosofía y de Educación, de pensamiento y de experiencia, de pensamiento y
de acción.
Fabre sigue sosteniendo que cuando un docente se interroga sobre el porqué
enseñar, para que lo hace, que pretende cuando evalúa, que quiere decir cuándo
cree formar, lo que hace es filosofar.

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De modo que Filosofía y Educación están estrechamente vinculadas. Desde el

comienzo la educación fue una preocupación de la filosofía y la filosofía se ocupó
de la educación, así apareció ya en la civilización griega.
Por ello, Walter Kohan (filósofo argentino) dice que la Filosofía de la Educación es
una práctica histórica y filosófica, donde se enseña y se practica la filosofía al mismo
tiempo.
El pensamiento es de la filosofía. La acción es de la educación.
Pero al ser una conjunción, una unión (Filosofía y Educación) entonces toda filosofía
es también práctica, es acción, y toda educación es reflexiva, es pensamiento.
Porque la educación debe ser reflexiva. Por lo tanto, la Filosofía de la Educación no
es una mera reflexión sobre los problemas educacionales ni es un inventario de los
fundamentos de la educación. Es un quehacer conceptual y creador que involucra
a la Filosofía y a la Educación.
Por eso Gallo dice que educar implica reflexionar sobre la práctica educativa.

Pensamiento y experiencia

Gallo plantea que la Filosofía de la Educación no puede ser pensada como una
reflexión sobre la educación, sino que debe estar comprometida en y con los
problemas de la educación, debe crear conceptos y abordar los problemas
educacionales, debe posibilitar que desde adentro del campo problemático de la
educación se produzca lo nuevo, pero no desde una función individual sino desde
una construcción colectiva.
Por ello Gallo critica la perspectiva tradicional que sitúa a la filosofía del lado del
pensamiento, del lado de la teoría y a la educación del lado de la práctica, del lado
de la experiencia.
Y propone concebir una filosofía y una educación que sean conjuntamente
pensamiento y experiencia.

Kohan: considera a la Filosofía de la Educación, como práctica filosófica y como

práctica teórica, cuya función es de resistencia y de liberación.

Cullen: considera educación como práctica social discursiva, es una práctica

socializadora cuya finalidad está relacionada con los cambiantes contextos
históricos. La razón de educar es un movimiento de constante búsqueda y una
confrontación de ideas que permanentemente deben ser repensadas en relación a
los marcos éticos-políticos en los que se desarrollan.
Los dos autores no dejan de lado el concepto de historicidad, es decir, se refieren
al carácter histórico de toda práctica filosófica y educativa.

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La Filosofía de la Educación en debate: ¿práctica o teoría?, ¿sujeción o

resistencia/liberación?

Para Kohan, su preocupación es destacar que la Filosofía de la Educación es un

campo problemático que hay que debatir y revisar. Este autor no viene a definir que
es la Filosofía de la Educación (conceptos, problemáticas, finalidades) ni a decir
cuál es la verdadera Filosofía de la Educación, sino que viene a afirmar que se trata
de un espacio de saber especifico relacionado con la enseñanza de la filosofía, a la
que considera como una propuesta de reflexión y de experiencia.
Considerar a la Filosofía de la Educación como un espacio de reflexión y
experiencia, es para Kohan, permitir abrir la Filosofía de la Educación al debate y
también permitir pensar que el campo de la Filosofía de la Educación está
relacionado con la práctica educativa.
Por eso dice que la Filosofía de la Educación es una práctica filosófica, una práctica
filosófica histórica, una práctica teórica y una práctica de resistencia y liberación.
Este autor sostiene que la Filosofía de la Educación es una práctica filosófica, que
debe ser entendida como un espacio reflexivo y problematizado, donde se enseña
y se practica filosofía, en un determinado contexto histórico por eso se habla de
historicidad. Es que la reflexión y la búsqueda de respuesta a ciertos problemas
educativos se hace de forma contextualizada y no se debe permanecer atrapado en
la historia sin identificar y desarrollar una reflexión acorde a las problemáticas
contemporáneas; de modo contrario, se limitan los caminos a recorrer, se reducen
las alternativas, disminuyen las posibilidades de pensar los actuales problemas de
la educación.
Así Kohan define a la Filosofía de la Educación como una práctica filosófica-histórica
pero también como una práctica teórica, teniendo en cuenta la filosofía de Marx que
concibe el concepto de praxis como práctica política, junto a la noción de liberación
y a las ideas de Carr, que afirma que no se trata de entender la teoría y la práctica
como oposición, ni como que la práctica depende de la teoría. Se trata de
comprender la práctica educativa como una forma de investigación, relacionada con
el conocimiento práctico y la liberación.
Es decir, Kohan considera que ver a la Filosofía de la Educación como una práctica
teórica es descubrir, exponer y valorar las ideas y saberes que aparecen en las
prácticas educativas.
Como práctica de resistencia y liberación, en relación a la educación, se trata de
liberarnos a nosotros mismos de aquello que somos, se trata de pensar en nuestra
libertad, lo que implica identificar el tipo de sujeto que la educación actual forma y
proveer un espacio de posibilidades para pensar otra educación que construya otros
sujetos. O sea, según Kohan, la Filosofía de la Educación tiene 2 funciones: por un
lado ayudar a comprender las prácticas educacionales contemporáneas y, por otro
lado, liberarnos de todo lo que nos sujeta en esas prácticas, entendiendo el termino
liberación como proceso colectivo de creación y libertad.

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La Filosofía de la Educación un campo problemático

Para Cullen, las razones de educar deben ser pensadas y reflexionadas, no están
dadas de una vez y para siempre porque no hay una sola razón de educar, sino
muchas.
Propone una Filosofía de la Educación dedicada a los problemas éticos de la tarea
de educar y se preocupa por los fines de la educación y la acción de quien educa.
La sociedad está organizada racionalmente y progresa constantemente, en donde
la educación es la encargada de construir un orden social y dar lugar a que el sujeto
tenga libertad de acción. El autor afirma que se trata de problematizar la educación
desde varios puntos de vista: la educación como práctica para socializar, la
educación de la razón, o la transmisión de un conocimiento dado. Por eso se dice
que no hay una sola razón para educar.
Cullen dice que la educación es un fenómeno discursivo, social, complejo y cultural.
Es una práctica en un espacio público común.
En síntesis, los dos autores citados, sienten la necesidad de analizar qué tipo de
subjetividad somos y remarcan el carácter productivo de subjetividad que tiene la
educación.