remedios más arraigados en la cultura popular. La mezcla del vinagre blanco con el alcohol en partes iguales forma una combinación que, derramada en gotas, previene la otitis en los casos menos severos. Además, la mezcla resulta útil para frenar la aparición de hongos y bacterias que provocan la otitis externa. 2. Gárgaras para los resfríos El estudio demostró que los voluntarios que, por pedido de los autores, realizaban a diarios gárgaras con agua de la canilla tenían menos posibilidades de contraer infecciones por vías respiratorias como catarros o gripes.
3. Jengibre para las náuseas
Las náuseas son, quizás, la principal
molestia que atraviesan las mujeres durante los 9 meses que dura el embarazo. La Universidad de Exeter, Inglaterra, comparó los síntomas entre las voluntarias que empleaban un placebo y aquellas que tomaban jengibre. Tras el cruzamiento de datos, concluyeron que consumir un gramo de raíz de jengibre ayuda a aliviar las náuseas no solo inducidas por el embarazo, sino también las surgidas por el efecto de la quimioterapia en los pacientes con cáncer.
4. Miel para la tos
La propia Organización Mundial de la Salud recomienda su
ingesta con fines curativos en niños. A su vez, en 2012 se siguió a 300 niños que habían enfermado para determinar su efectividad. Una vez concluido el estudio, se reveló que el consumo de 10 gramos de miel antes de dormir registró menos tos y mejor sueño que aquellos que habían tomado placebo.
5. Cinta adhesiva para las verrugas
El método médico y, por ende, confiable indicaba que
congelar la verruga la hacía desaparecer. La criogenización, sin embargo, tan solo logra un 60% de efectividad. En 2002, se realizó un estudio que determinó que el 85% de los tratados con cinta adhesiva -preferentemente la que se usa con fines sanitarios- se libró de las molestas formaciones en la piel. Agua de linaza: es una fuente rica de ácidos grasos omega 3, fibra y antioxidantes los cuales regulan la digestión y el metabolismo. También es ideal para bajar de peso, a la vez que depura el estómago.
Necesitarás 1 cucharada de linaza (10g) y un vaso con agua (200 mil
aproximadamente). Coloca la cucharada de linaza a reposar toda la noche en el vaso con agua, al día siguiente cuélala y toma el agua espesa durante 7 días seguidos. Si te gusta, puedes agregarle un poco de limón.
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Infusión de orégano: tiene la capacidad de calmar la
pesadez estomacal y depurar los desechos del estómago. Puedes tomarla antes de dormir.
Necesitarás 1 cucharadita de orégano (5g) y 1 taza de
agua (250 ml). Agrega la cucharada de orégano en una taza hirviendo y déjalo en reposo durante 10 minutos, luego cuélala y consúmela, repite el tratamiento durante 1 semana.
Infusión de diente de león con manzanilla: por su capacidad de calmar la
inflamación y los síntomas asociados con la indigestión. Además si la ingieres regularmente estimula la eliminación de toxinas y regula el tránsito intestinal que controla el estreñimiento.
Necesitarás 1 cucharada de diente de león (5g), 1 cucharada de flores de
manzanilla (5 g) 1 taza de agua (250 ml): cuando el agua esté hirviendo agrégale las hierbas en las cantidades señaladas previamente. Deja reposar 5 o 10 minutos y consúmela. Puedes tomarla hasta tres veces al día.