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EL ARTE EN GUATEMALA: EPOCA COLONIAL

LA SOCIEDAD PREHISPÁNICA GUATEMALTECA

Cuando llegaron en 1524 los conquistadores españoles a Centroamérica, el imperio maya estaba
desintegrado. Los quichés y los cakchiqueles estaban por ejercer su dominio sobre todo el
territorio guatemalteco.

Las sociedades guatemaltecas estaban desarrolladas a muy distintos niveles unas de otras: los
pipiles vivían entre las faldas de la Sierra Madre y las costas del Océano Pacifico dedicados a un
próspero comercio; entre la parte central y el norte habitaban los belicosos quekchíes, con varias
ciudades grandes; al oriente de la Sierra Madre vivían varios grupos aislados y muy a la zaga de los
otros habitantes del país.

Las sociedad más desarrolladas eran los grupos quiches, cakchiqueles, zutuhiles y mames, todos
descendientes del tronco maya. Habitaban en los altiplanos de la sierra y en las montañas del
noroeste. Vivian en constantes guerras y sostenían un precario comercio. Sus ciudades estaban
fortificadas y en ellas construían sus edificios dedicados al culto religioso y al deporte.

LA ARQUITECTURA EN GUATEMALA DURANTE LOS SIGLOS XVI Y XVII

Se sabe de coexistencia de estilos que datan de 1524 hasta 1590, estos correspondientes a
distintas épocas, románico, gótico, mudéjar, y algunas variantes de renacimiento, estilos que
prevalecieron en Europa. Existen algunos de estos ejemplos arquitectónicos en las regiones de
Verapaz, Quiché y Huehuetenango.

Otro elemento común a la arquitectura de los años posteriores a la conquista es el de tipo


defensivo con que fueron construidos los monumentos principales: iglesias y conventos eran del
tipo fortaleza, con atrios extensos y rodeados de muros con almenas y merlones. Algunos de estos
ejemplos se encuentran en Santa Catarina Barahona, San Antonio Aguas Calientes, San Pedro las
Huertas, San Cristóbal Totonicapán.

Las iglesias el siglo XVI posiblemente tenían fachadas sencillas que paulatinamente fueron
recubriéndose con diversas ornamentaciones; los interiores eran también sencillos, con gruesos
muros; generalmente constaban de una sola nave y su techumbre era de alforje y artesonado.

LAS PRIMERAS CIUDADES: VICISITUDES Y TRASLADOS

IXIMCHÉ O SANTIAGO

El 25 de julio de 1524, Pedro de Alvarado fundó la primera ciudad que llamó Santiago, en honor a
este apóstol en el sitio que se encontraba Iximché, capital de los cakchiqueles. Sin embargo, las
cruentas e interminables guerras que tuvo que emprender contra los indígenas cakchiqueles y de
otras tribus de la región obligaron a Jorge de Alvarado a trasladar la ciudad a Almolonga, al 22 de
noviembre de 1527
ALMOLONGA

Durante los primeros tiempos de la dominación española, los materiales de construcción utilizados
por los conquistadores fueron los mismos que utilizaban los indígenas, es decir, piedra, barro y
paja. La ciudad de Almolonga fue trazada a la vieja usanza de los españoles en América, calles
paralelas de norte a sur y de este a oeste, en forma de parrilla.

La nueva ciudad fue dispuesta de acuerdo con las ordenanzas de población de ciudades dictadas
por el emperador Carlos I, en 1523, que establecían la construcción repartiéndola por sus plazas,
calles y solares, a cordel y a regla, comenzando desde la plaza mayor y sacando desde ella las
calles a las puertas y caminos principales.

Un solar equivale a un cuarto de manzana.

También se ordenó señalar dos solares para la edificación de una iglesia que se erigiría en honor
del señor Santiago.

Ciudad Vieja o Almolonga, se encuentra en plena ladera de unos de los volcanes, el de Agua. La
vida en el valle de Almolonga fue breve: catorce años. Es posible que las edificaciones de la ciudad
consistieran en ranchos y una que otra edificación formal.

Respecto a la historia cabe recordar que al poco tiempo de haberse fundado la Ciudad de Santiago
de Guatemala en el Valle Iximché (julio 27 de 1,524) por don Pedro de Alvarado y Contreras, quien
dispuso dejar como lugarteniente a su hermano don Jorge Alvarado, en tanto regresaba a España;
y, don Jorge, ante la insurrección general surgida entre los cakchiqueles, dispuso trasladar la
ciudad a otro lugar más adecuado para defenderse de los mismos, seleccionando al efecto el valle
de Quinicilapán (Almolonga), en las faldas del volcán de Agua, traslado que oficialmente tuvo lugar
el 22 de noviembre de 1,527, día en que la iglesia conmemora la festividad de Santa Cecilia, virgen
y mártir; procediéndose a señalar los solares destinados a la iglesia de Santiago Apóstol, bajo cuya
protección quedó asentada la ciudad, el hospital de las Misericordias para pobres y peregrinos,
una capilla y un oratorio bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, otro para la
construcción de una fortaleza, casa de cabildo, cárcel y otros que se estimó necesarios.

Janos de Szpecsy, en su obra: Santiago de los Caballeros de Guatemala, en Almolonga publicada en


1,953; sitúa el Valle de Almolonga, conocido también con el nombre de Quinicilapán hacia el
oriente de la actual Ciudad Vieja, precisamente en el actual barrio de San Miguel Escobar, después
de los estudios y excavaciones realizados en ese sector, como el lugar donde don Jorge de
Alvarado asentó la Ciudad de Santiago de Guatemala, y por la orientación que presenta la actual
iglesia de San Miguel, es casi seguro que fue allí donde el primer obispo de Guatemala Licenciado
don Francisco Marroquín, construyera la primera iglesia dedicada al apóstol Santiago, patrono de
la ciudad, y que el papa Paulo III, por bula pontificia de 18 de diciembre de 1,534, fechada en
Roma, otorgará la categoría de Ciudad a la Villa de Santiago de Guatemala y a su iglesia la
jerarquía de S.I. Catedral, bajo la advocación del apóstol Santiago; Como sabemos, apenas
transcurridos 15 años de haberse asentado la metrópoli del reino (Santiago de Guatemala) en el
valle de Quinicilapán (Almolonga), acaeció la terrible inundación del 11 de Septiembre de 1,541
que, descendió del volcán de Agua o volcán Hunapú destruyendo la ciudad y donde pereció doña
Beatriz de la Cueva, gobernadora del reino el séquito de sus doncellas y numerosos vecinos.
Atemorizados los sobrevivientes a esa tragedia decidieron buscar un nuevo paraje más alejado del
volcán, y, siendo gobernadores interinos del reino, el obispo de Guatemala, Licenciado Francisco
Marroquín, y don Francisco de la Cueva, acordaron asentar la Ciudad de Santiago de Guatemala
(hoy Antigua Guatemala) en el valle de Panchoy, el 22 de Octubre de 1,541 y, en forma oficial el 10
de marzo de 1543, cuando el citado valle de Cabildo celebra su primera sesión en el mismo.
Ciudad Vieja, desde mediados del siglo XIX, ostentaba la categoría de cabecera municipal del
departamento de Sacatepéquez.
LA PINTURA EN GUATEMALA DURANTE LA COLONIA

Durante la época colonial, florecieron las Bellas Artes en el Reino de Guatemala. En especial fue
famosa la escultura guatemalteca; se exportaba a la Nueva España, Sudamérica y España por su
gran calidad y belleza.

La pintura logró también considerable desarrollo y fueron varios los pintores, generalmente
autodidactas, que sobresalieron.

Al igual que las otras artes de la época, la pintura acusaba un fuerte impacto religioso en su
temática. Las primeras pinturas del siglo XVI se ejecutaron para decorar iglesias y conventos con
considerable influencia de los pintores mexicanos.

Los pintores guatemaltecos comenzaron a distinguirse con un sello personal en el siglo XVII. Entre
ellos destacó Pedro de Liendo quien ejecutó las pinturas para varios retablos famosos.

En el mismo siglo destacaron los tres pintores Montúfar de una misma genealogía. El fundador,
Francisco de Montúfar ejecutó varias obras, entre ellas posiblemente el discutido retrato de Sor
Juana de Maldonado y Paz.

Su hijo Antonio de Montúfar fue famoso por la ejecución de un ciclo pictórico de La Pasión para la
Iglesia de El Calvario en Santiago de Guatemala (hoy La Antigua), y a su hijo Francisco Antonio de
Montúfar se le atribuye el retrato del Santo Hermano Pedro de Betancur que se conserva en el
Museo de la Iglesia de San Francisco El Grande en La Antigua. Esta pintura, que ilustra el presente
artículo, se considera el verdadero retrato del Santo, con gran apego a la apariencia física que tuvo
en vida.

La figura descollante en el siglo XVIII fue sin duda Tomás de Merlo, considerado la personalidad
más destacada de la pintura barroca de Guatemala. Su paleta se caracteriza por ricos tonos
primarios como el rojo, blanco y azul, con una abundante gama de ocres.

José Martí describió su obra así: “Original para inventar, osado para componer, hábil para colocar,
alejar y acercar, dar perspectivas; oscuro en el color, seguro en el dibujo…”

Tomás de Merlo ejecutó una serie pictórica de once cuadros de gran formato de La Pasión, para
decorar El Calvario antigüeño, en sustitución de los de la misma temática pintados por Antonio de
Montúfar que fueron destruidos por los terremotos de 1717.

Estas pinturas de Merlo se conservan en el Museo de Arte Colonial de La Antigua y seis de ellas
aún en El Calvario. El autor ha dirigido durante más de once años los proyectos para su
restauración con fondos de ADESCA.

Otros pintores guatemaltecos famosos del siglo XVIII fueron Pedro de Alvarado Mazariegos,
Alfonso Álvarez de Urrutia, Manuel España, José de Valladares y finalmente Juan José Rosales,
considerado el último pintor barroco de Guatemala.
ARQUITECTURA COLONIAL
Luego de la marcha del reino de Guatemala de los principales personajes antagónicos, que
protagonizaron los acontecimientos del traslado de la ciudad, (el arzobispo Cortés y Larraz se
marchó a México luego de varios problemas y Don Martín de Mayorga fue nombrado virrey de la
Nueva España), de alguna forma emergieron las condiciones que facilitaron su traslado.

Las familias se encontraban repartidas en ambas ciudades, las que al final decidieron el traslado,
se encontraban, una parte, habitando en La Antigua Guatemala que en su mayoría eran las
mujeres e hijos y en la Nueva Guatemala se encontraban los hombres encargados de la
construcción. Además estaban todos los indios que se trajeron para tal menester.

Con el traslado de las instituciones reales y las del ayuntamiento, los comerciantes tuvieron que
trasladarse también, ya que estos dependían directamente de los trámites que por medio de éstas
debían realizar para hacer sus negocios, los que a la fecha se encontraban bastante maltratados,
primero, por el terremoto y, luego, por el mismo traslado.

Estas instituciones, se encontraban funcionando en ranchos provisionales o en pequeñas casas


alquiladas, mientras veían que lentamente se iban construyendo los edificios que servirían para
efectuar sus funciones.

Los edificios reales fueron hechos con fondos de la cuarta parte de los ingresos de alcabala
donados por el rey, los del ayuntamiento por una pequeña donación del impuesto ya dicho y por
los fondos de propios, de piso de plaza y de matanza de reses que percibía el ayuntamiento y las
obras religiosas por las donaciones reales de las otras tres cuartas partes del impuesto
correspondiente que el rey donó y por los mismos diezmos que le correspondían.

La ubicación del Real Palacio se modificó ya en la nueva ciudad y cambió hacia el frente de la
catedral, mientras que en el lugar que ocupaba en la antigua ciudad, se colocó el complejo de
vivienda y comercio perteneciente al famoso Marqués de Aycinena, quizá como prebenda por ser
uno de los regidores del ayuntamiento que primero se trasladaron o, por el peso que su gran
fortuna hacia sobre el ánimo de las autoridades o, por el gran poder político que su familia ejercía
y ejerció por mucho tiempo en Guatemala.

En general cuando ocurrieron los acontecimientos que generaron la independencia de España, la


ciudad todavía tenía un aspecto deshabitado, muchas de sus calles se mantenían aún sin
empedrado y con vegetación en sus inmediaciones, muchos solares aún se encontraban vacíos y
muchas de las obras reales y de la iglesia, como la Catedral, aún no se habían terminado de
construir.

ESTILO ARQUITECTÓNICO

El trazo de la ciudad conservó el orden colonial, mas en la arquitectura de edificios públicos y


eclesiásticos ya no predominó el tradicional estilo barroco colonial, dándose paso a la influencia
neoclásica.
Para la construcción de edificios públicos, limitada por falta de fondos y de mano de obra, se
utilizaron parte de los escombros de Santiago. Debido a estas limitaciones se construyeron
edificios uniformes de una sola planta, cuyo único adorno eran los portales con forma de arco
sobre la fachada de los mismos.

TRADICIONALMENTE, EL DISEÑO DE LAS CASAS CONTABA CON TRES PATIOS.

El primer patio servía de espacio ornamental, mientras que el segundo y tercero componían las
huertas para alimentar a las familias y acomodar los servicios. Además de hortalizas, los habitantes
acostumbraban mantener gallinas y árboles frutales en los traspatios, especialmente cítricos y
aguacatales.

En Guatemala han existido 4 estilos arquitectónicos que han influenciado en las construcciones
siendo estos el Neoclásico, Art Noveau, Art decó y Moderno.

Pero la importancia de los estilos arquitectónicos que ofrece el Centro Histórico es de alta
relevancia.

REPUBLICANO:

Este estilo se puede ver en casas particulares de la ciudad de Guatemala, el centro histórico por
excelencia y no en edificios públicos. Como comparación, el estilo colonial en la Antigua se refiere
a casas particulares y no edificios públicos o religiosos. En el caso de las iglesias de la Antigua el
estilo barroco el que prevalece, aunque con variaciones.

En plano interior, el estilo republicano tradicional tiene como entrada un amplio zaguán, grandes
corredores alrededor de un patio, el cual se divide en dos por un amplio comedor, formando dos
patios, el principal con un jardín y el traspatio donde existe una pila grande, generalmente el
cuarto de la servidumbre queda en el mismo lugar.

NEOCLASICO:

Cuando se trasladó la capital de la Antigua al Valle de la Ermita, la ciudad de Guatemala, el estilo


que prevalecía era el neoclásico. Este estilo se caracteriza por el uso de fachadas sobrias con
columnas clásicas al estilo grecorromano.

Casi todas las principales iglesias del centro son de este estilo: San Francisco, Santo Domingo y su
convento, 12 avenida y 11 calle, la Iglesia del Carmen, 8ª. avenida y 10 calle, esquina. La
Recolección, la Catedral, entre las principales.

EDIFICIOS PÚBLICOS:

El Paraninfo, 2ª avenida y 13 calle, z 1, el MUSAC, 9ª avenida y 10 calle, el interior es colonial.


Sobre la misma avenida está el Edificio del Congreso, también neoclásico.
LA ESCULTURA COLONIAL DE GUATEMALA:
La escultura colonial Guatemalteca, es considerada una de las mejores de América Hispana,
superando en belleza y técnica a la de Perú y México. (Claro hay sus excepciones)
Esto gracias a que la Iglesia Católica de la Colonia, trajo maestros muy reputados de España, los
cuales dejaron una hermosa galería de obras, pero también sentaron cátedra, y como se deduce
del producto la semilla cayó en tierra fértil.

En la Guatemala Colonial, la gente era muy devota (no había mucho para entretenerse), y las
familias empezaron a llevar a sus casas la devoción que se instruía en las iglesias. De esa cuenta
hasta la época Liberal de Justo Rufino Barrios, ( Antiguo Presidente de Guatemala en 1871) hubo
gran cantidad de artesanos escultores, pues cada hogar debía tener al menos dos elementos
imprescindibles, uno era el misterio de navidad, ( José , María y el niño Jesús) que en la época de la
colonia, pues eran de estilo barroco, policromadas y estofadas en oro y plata además de ser
de "bulto" como les llamamos acá (talla completa sin movimiento),y el otro elemento era el
crucificado; esto continuó durante el traslado de la Antigua Guatemala, hacia la Nueva Guatemala
De La Asunción, que así se llama nuestra ciudad capital. Era tal la demanda de imágenes que hasta
había barrios de escultores de imágenes, como el barrio de San José, donde vivían una gran
cantidad de ebanistas y talladores de madera.

Con la llegada de la revolución liberal de Justo Rufino Barrios (1871), mucho de los tesoros de la
iglesia se perdieron, pues es sabido que el ejército entraba caballo a los templos a derribar,
quemar y desbaratar todo aquello que significó el dominio de la iglesia católica en nuestro país,
incluyendo la expulsión de las órdenes domínicas franciscanas y demás, muchas piezas fueron a
parar a manos privadas , otras fueron robadas y vendidas en el extranjero y muchísimas se
perdieron para siempre.

Sin embargo la fe del guatemalteco estaba muy enraizada, y siempre cada hogar tenía sus
imágenes. Ya que por un tiempo las ocultaban de toda persona que fuera de carácter militar y del
Gobierno de ese entonces. Con el cambio de época vinieron nuevos aires y el barroco se enterró y
quedo al mando de Martín De Mayorga capitán general de Guatemala y luego virrey de México,
quien ordenó "quemar todo esas imágenes y oro de los templos, dando paso al neoclasicismo
sobre el cual se construyó la nueva Guatemala.

Así también nuestros artesanos evolucionaron, y por cuestión de modas, los misterios empezaron
a hacerse para vestir es decir con goznes en brazos y piernas, que es lo que actualmente está en
uso y muy pocas imágenes rescatadas de familias que conservaron las imágenes que para esa
época serian ya antigua y aún más ahora.

Persiste en Guatemala muchos artesanos y escultores, que se muestra desde la artesanía típica
(Artesanía de personas indígenas) que son rústicos en madera y barro pero muy bellos, y los hay
del tipo clásico. Como todo lo bueno tiene un final, en Guatemala, por razón de la economía y la
guerra, muchos campesinos y pensadores emigraron a Estados Unidos, y al regresar traían las
costumbres del Norte, es decir se volvieron protestantes, el siglo XIX éramos 99.9% católicos, en
siglo XX 65%, en siglo XXI 55% protestantes 45% católicos. Lo que es más preocupante es que aquí
se han venido a asentar las sectas súper ortodoxas protestantes, es decir aquellas que ordenan a
sus fieles quemar las imágenes de los paganos, desterrar sus costumbres (que incluye no comer ni
celebrar ciertas fechas, como el día de todos los santos, que se festeja comiendo una ensalada con
embutidos que llamamos "Fiambre", el bacalao de cuaresma y otras) ; Yo he visto "conversos" de
familias pudientes quemar en grandes hogueras muchas imágenes del barroco heredadas por
generaciones, es triste para los que aun profesamos la regiolidad Católica, ya que nuestras
costumbres no es Adorar a las imágenes , ya que nosotros las miramos y veneramos como una
representación del suceso Católico, (Jesús , María y otros) , por lo cual muchas Familias que
cambian de religión se desasen de estas Esculturas.

Hoy En día, el Arte de las Esculturas Antiguas es, muy poca, ya que prácticamente las personas
que quedan aún con este don de ser Escultores, son Restauradores de Imágenes Antiguas, por lo
cual ya son muy pocos y la mayoría vive aún en La Antigua Guatemala.
PERSONAJES IMPORTANTES DE LA COLONIA
La vida cultural durante la colonización de Guatemala

La Iglesia Católica fue el elemento más importante en la vida cultural de la colonia, y estuvo
vinculada no sólo a las costumbres y a las formas populares de vida, sino también a las artes
plásticas, la literatura, los centros de beneficencia y la educación. Las escuelas de primeras letras
surgieron impulsadas por el obispo FRANCISCO MARROQUÍN, quien fundó una para niñas criollas y
otra para niñas mestizas. También las Órdenes religiosas crearon escuelas de primeras letras para
indígenas, en las que algunos hijos de los principales aprendieron, además del catecismo, a leer,
escribir, cantar y tocar algún instrumento musical. Algunos de estos indígenas fueron los que
después escribieron, en sus lenguas, sus títulos y crónicas (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

En los beaterios y conventos se preparaba a las hijas de los españoles y criollos, para la vida
matrimonial o para la monacal.

En el Monasterio de San Jerónimo, de la Orden de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora,


estuvo recluida la poetisa Sor JUANA DE MALDONADO (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

Los centros de educación superior fueron el Seminario Tridentino, que se dedicó desde el siglo XVI
a la formación de curas seculares, y los Colegios Mayores, adscritos a conventos, en los que se
impartía enseñanza superior para los hijos de las familias españolas.

Los principales fueron los de Santo Tomás y Santo Domingo, de los dominicos; San
Buenaventura, de los franciscanos; San Jerónimo, de los mercedarios; y San Lucas y San
Francisco de Borja, de los jesuitas (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

El 31 de enero de 1676, el Rey Carlos II aprobó los estatutos de la Universidad de San Carlos, la
que se instaló en el Colegio Mayor de Santo Tomás de Aquino. Las primeras cátedras que se
ofrecieron en esta Universidad fueron las de Leyes, Medicina, Teología, Filosofía y Lengua
Guatemalteca -cakchiquel-. Entre los profesores había frailes de Órdenes religiosas; por ejemplo,
de la Compañía de Jesús. Estos religiosos fueron expulsados de Guatemala y de toda América en
1767. Uno de los que tuvo que abandonar el país fue el poeta guatemalteco RAFAEL LANDÍVAR,
autor de la obra Rusticatio Mexicana, en la que describe escenas de la vida rural de México y
Guatemala (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

La actividad académica más notable de la época colonial fue la relacionada con la Historia, la que
está representada por varios cronistas. Algunos de ellos nacieron en Guatemala, en tanto que
otros llegaron de España, pero hicieron del terruño guatemalteco su nueva patria. Son dignos de
mencionar BERNAL DÍAS DÍAZ DEL CASTILLO, quien murió en Guatemala, en 1584. También el
fraile dominico ANTONIO DE REMESAL -cronista del siglo XVII-, el cronista criollo FRANCISCO
ANTONIO DE FUENTES Y GUZMÁN -quien vivió de 1642 a 1699 y es el autor de la Recordación
Florida, el franciscano FRANCISCO VÁSQUEZ, el dominico FRANCISCO XIMÉNEZ -quién descubrió
el Popol Vuh, del cual hizo la primera traducción al español-, el sacerdote DOMINGO JUARROS -
autor del Compendio de la Historia de la ciudad de Guatemala-.

Dentro de las obras de carácter histórico, escritas durante la colonia y publicadas hasta en los
siglos XIX y XX aparecen el Popol Vuh y el Memorial de Sololá, crónicas y títulos indígenas,
redactados en lenguas vernáculas (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

La primera imprenta llegó a Guatemala en 1660, y la trajo el Obispo PAYO ENRÍQUEZ DE RIVERA,
quien la adquirió en México. Con ella vino el primer impresor que hubo en Guatemala: JOSÉ DE
PINEDA IBARRA. El primer libro publicado, obra del obispo citado, fue Explicatio Apologetica.
Desde entonces, nunca dejaron de existir imprentas en Guatemala. La mayoría de las
publicaciones era de carácter religioso, pero también las hubo de naturaleza científica. El primer
periódico, La Gazeta de Guatemala, se editó en 1729, y fue una publicación de corta vida. Volvió a
editarse, en la Nueva Guatemala de la Asunción, en 1797 (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

MARTÍN DE ZULETA, FRANCISCO DE PERALTA Y PEDRO RODRÍGUEZ. En los años siguientes llegaron
frailes de las Órdenes religiosas: mercedarios, franciscanos, dominicos. A la de éstos últimos
pertenecía BARTOLOMÉ DE LAS CASAS -conocido defensor de los indios-, LUIS DE CÁNCER, PEDRO
DE ANGULO y RODRIGO DE LADRADA, quienes participaron después en la conquista pacífica de
Verapaz (Diccionario Histórico Biográfico,

En cuanto a las artes plásticas, las obras de arte más notables, heredadas de la época colonial,
están representadas por los monumentales edificios de la Antigua Guatemala -Sacatepéquez- y de
la Nueva Guatemala de la Asunción. Muchos han sobrevivido a los terremotos y en ellos se puede
apreciar la fuerza artística de los arquitectos coloniales. También sorprenden las muestras de
esculturas religiosas, retablos, pinturas y obras de orfebrería, que se salvaron de los elementos y
del tiempo. Ejemplo de estas obras de arte se aprecian en viejas iglesias de Guatemala, en museos
y colecciones particulares. En la antigua ciudad de Santiago de Guatemala, las más notables
construcciones se realizaron entre los siglos XVII y XVIII, cuando predominaba el estilo barroco
(Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
(1484/08/24 - 1566/07/17)

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

RELIGIOSO ESPAÑOL

Nació el 24 de agosto de 1484 en Sevilla. Hijo de un panadero de apellido Peñalosa y su mujer de


apellido Casaús (castellanizado en Las Casas).

Cursó estudios en Sevilla y Valladolid. A los 19 años, con su padre, acompañó a Cristóbal Colónen
su segundo viaje a América. Ingresó en la Orden de Santo Domingo. De vuelta a La Española, en
1502, para trabajar en la conversión de los indígenas, fue ordenado sacerdote.

Allí conoció bien el sistema de las encomiendas territoriales, que los conquistadores aplicaron a
su antojo. Resultado de aquellas prácticas fue la esclavización de los indígenas y la despoblación
de sus tierras. A fin de poner término a las anormalidades a que daba lugar el reparto de los
indios, regresó a España, donde convenció al cardenal Cisneros para que enviase a La Española
una comisión con el fin de investigar sobre los hechos y abusos denunciados. Las intrigas y la
ineficacia de esta comisión hicieron que fracasara su gestión y Las Casas volvió de nuevo a España
a adopción de las más enérgicas medidas para la protección de los indígenas.

El Gobierno adoptó, por fin, las ideas que había concebido para prevenir los males que
denunciaba. Solicitó a Carlos V la concesión del territorio que se extiende a lo largo de la costa,
desde el golfo de Paria hasta la frontera occidental de esta provincia, hoy conocida como Santa
Marta. Propuso formar una colonia compuesta de cultivadores, artesanos y eclesiásticos
esperando civilizar en el plazo de dos años 10.000 indios e instruirlos en las artes útiles para poder
sacar de su arte y de su industria 15.000 ducados de renta para la Corona de Castilla.
Se firmaron las Capitulaciones y se hizo a la mar en 1520. La empresa fracasó por lo que se refugió
en un convento de dominicos de Santo Domingo donde se consagró a la obra de las misiones y dio
comienzo a su "Historia general de las Indias" (1552-61). Hizo un nuevo viaje a España (1539),
encargado de una misión de su Orden y con objeto también de obtener, de nuevo, apoyo y ayuda
para los indios. Carlos V le prometió que los indios serían tratados como súbditos y no como
esclavos.

En 1544, embarcó por quinta vez hacia América negándose a dar la comunión a los españoles que
después de promulgadas la nuevas leyes siguieron teniendo en la esclavitud a sus colonos
indígenas. En 1545 fue nombrado Obispo de Chiapas, en México, cuya diócesis regentó hasta
1547, fecha en la que de nuevo volvió a España, cuando estaba a punto de aparecer la obra de
Ginés Sepúlveda en la que hacía consideraciones sobre la guerra justa, sus causas y condiciones, y
juzgando como tal a la que se había desarrollado contra los indios en América.

Los dos autores se enfrentaron en Valladolid, en donde Las Casas defendió la tesis del carácter
exclusivamente espiritual de la donación y la legitimidad de la soberanía de los indios. Con la obra
de Las Casas dará comienzo la leyenda negra de la conquista de América.

Bartolomé de Las Casas falleció el 17 de julio de 1566 en Madrid.

Obras

Historia de la destrucción de las Indias


De único vocationis modo, conocida en español como Del único modo de atraer a todos los
pueblos a la verdadera religión
Brevísima relación de la destrucción de las Indias
Los dieciséis remedios para la reformación de las Indias
Apologética historia sumaria
De thesauris
Treinta proposiciones muy jurídicas
FRANCISCO MARROQUÍN (1499 - 1563)

Obispo Francisco Marroquín


(1499 Toranzo Santander, España - 1563 Santiago de los Caballeros Guatemala)

Nace en España, llegó del viejo continente a la Nueva España, México y en Guatemala fue
presentado al Cabildo de Santiago -Iximché-, el 3 de Junio de 1530, con treinta años de edad,
licenciado en teología, educado en una época de inquietudes espirituales y científicas emanadas
de las expediciones navales que culminaron con el descubrimiento de América.

Inició su misión como párroco espiritual con el que resguardó la caridad y la concordia en un
mundo desprovisto de ellas. Fue nombrado "protector de indios" , con quienes se identificó al
estudiar su idioma, costumbres y elevó su voz demandando a la conciencia del Emperador y los
Reyes españoles contra la esclavitud. Desde su cargo eclesiástico fue nombrado primer obispo
consagrado en América 1537, con el compromiso de instituir la ciudad y erigir la iglesia en catedral
para cristianizar a los moradores.

Por la destrucción de Santiago y muerte de Doña Beatriz de la Cueva, es nombrado Gobernador y


por su extensa labor civil se le conoció como consejero real, fundador de pueblo y ciudad,
edificador de hospitales, hospicios, procurador educativo, institucionalizó la escuela de primeras
letras e inició las gestiones para establecer los estudios superiores a través de una universidad,
concretada 128 años después de su primer carta de solicitud al rey -1545- ; concretada en la que
hoy conocemos como Universidad de San Carlos de Guatemala, USAC. En resumen un humanista y
civilizador, propositivo, lleno de fe, fortaleza y perseverancia que desde su arribo no dejó de ver
por Guatemala, hasta el Viernes Santo 9 de Abril de 1563, día de su muerte.
FRAY PAYO ENRÍQUEZ DE RIVERA

(SEVILLA, ESPAÑA 1622- ALCALÁ DE HENARES, ESPAÑA 1684)


P/ 1673 – 1680

Hijo bastardo de un comandante militar de Andalucía, Fray Payo fue nombrado en pliego secreto,
virrey sustituto de Pedro Nuño Colón de Portugal. A la muerte de éste, Fray Payo impulsó las obras
públicas, no sólo de la ciudad de México, sino de muchas plazas que lo requerían con las milicias
de voluntarios de la costa de Barlovento. Hizo que los ingleses abandonaran Coatzacoalcos y
Laguna de Términos. Levantó más de veinte puentes de cal y canto sobre los canales que había en
México; inició la reconstrucción de la iglesia de San Agustín y fundó la villa Paso del Norte en 1677,
hoy Ciudad Juárez. Tras donar lo que era de su propiedad a un asilo de huérfanos, y regalar su
biblioteca al Oratorio de San Felipe Neri, se retiró a España, donde vivió en el convento de San
Agustín en Alcalá de Henares hasta su muerte.
QUIRIO CATAÑO

Durante la Época Colonial Quirio Cataño destacó como uno de los más grandes escultores del
Reino de Guatemala. Llegó procedente de Portugal más o menos en el año 1580, año en el que
contrajo matrimonio con Catarina de Mazariegos. De este matrimonio nació una niña a quien
bautizaron con el nombre de Rosa. También hay indicios que procrearon en el año 1581 un niño al
que llamó Jerónimo, éste fue clérigo y murió antes que sus padres, fue enterrado en la Catedral
Metropolitana de Guatemala.

Algunos especialistas coinciden en afirmar que su formación artística debió hacerse en Portugal o
Italia, entre los años 1556 y 1575. Su taller estaba instalado en la “Calle de los Pasos” o del “Vía
Crucis”, allí se daba cita un grupo de artistas que trabajaban cada uno en su especialidad. El taller
de Quirio Cataño, a fines del siglo XVI era uno de los más grandes y mejor organizados de la Ciudad
de Santiago, allí llegaban peticiones de distintos lugares para poder contar con alguna de las obras
que elaboraba el extraordinario Quirio Cataño. Hoy en día se cree que muy probablemente Quirio
Cataño era el encargado de una escuela de oficios y artes que giraba alrededor de su persona y
que ha hecho posible que muchas imágenes gocen también de su autoría.

Sin lugar a dudas su obra más famosa fue el Crucifijo que esculpió para el pueblo de Esquipulas y
que 400 años después continúa siendo el símbolo de toda una nación que se reúne alrededor del
misterio de la muerte y resurrección de su Redentor. Se atribuyen también a dicho escultor otras
imágenes de gran valor artístico como el Crucifijo de la Escuela de Cristo, el “Cristo del Perdón”
venerado en la Iglesia Catedral de Antigua Guatemala y la imagen de “Jesús con la Cruz a Cuestas”
que estuvo en la Escuela de Cristo y hoy en día se venera en la Parroquia de la Cruz del Milagro en
ciudad de Guatemala.

Se cree que su muerte fue entre el 26 de marzo y el 20 de agosto de 1622 y se encuentra


sepultado en la Catedral de Guatemala junto a su hijo.
RAFAEL LANDIVAR Y CABALLERO
(1731/10/31 - 1793/09/27)

Rafael Landivar y Caballero

Poeta guatemalteco

Nació el 31 de octubre de 1731, en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

Cursó estudios en el Colegio de San Borja. Catedrático en el colegio de San Borja y en


1760rector del mismo colegio. En 1749 se radica en México para seguir la carrera sacerdotal.

Cantó su primera misa en la iglesia de Tepozotlán, México, el 7 de julio de 1755. El 2 de febrero de


1765 profesó en la Compañía de Jesús. Por orden de Carlos III del 27 de marzo de 1767, es
expulsado de Guatemala al igual que todos los jesuitas de España y de ultramar, se dirige rumbo al
puerto de Omoa, para continuar su viaje hacia Bolonia, Italia.

Su obra más destacada fue la "Rusticatio Mexicana" publicada en Módena en 1781 y


posteriormente en Bolonia y en Leipzing en 1782, en su tercera edición.

Rafael Landivar falleció en Bolonia, el 27 de septiembre de 1793. Sus restos fueron repatriados por
el gobierno de Guatemala y colocados en un monumento funerario en la Antigua Guatemala.
HERMANO PEDRO DE SAN JOSÉ BETANCURT
(1626-1667)

El Beato Pedro de San José Betancur nace en Vilaflor de Tenerife el 21 de marzo de 1626 y muere
en Guatemala el 25 de abril de 1667. La distancia en el tiempo no opaca la luz que emana de su
figura y que ha iluminado tanto a Tenerife como a toda la América Central desde aquellos remotos
días de la Colonia.

El Beato Pedro de San José Betancur supo leer el Evangelio con los ojos de los humildes y vivió
intensamente los Misterios de Belén y de la Cruz, los cuales orientaron todo su pensamiento y
acción de caridad. Hijo de pastores y agricultores, tuvo la gracia de ser educado por sus padres
profundamente cristianos; a los 23 años abandonó su nativa Tenerife y, después de 2 años, llegó a
Guatemala, tierra que la Providencia había asignado para su apostolado misionero.

Apenas desembarcado en el Nuevo Mundo, una grave enfermedad lo puso en contacto directo
con los más pobres y desheredados. Recuperada inesperadamente la salud, quiso consagrar su
vida a Dios realizando los estudios eclesiásticos pero, al no poder hacerlo, profesó como terciario
en el Convento de San Francisco, en la actual La Antigua Guatemala, con un bien determinado
programa de revivir la experiencia de Jesús de Nazaret en la humildad, la pobreza, la penitencia y
el servicio a los pobres.

En un primer momento realizó su programa como custodio y sacristán de la Ermita del Santo
Calvario, cercana al convento franciscano, que se convierte en el centro irradiador de su caridad.
Visitó hospitales, cárceles, las casas de los pobres; los emigrantes sin trabajo, los adolescentes
descarriados, sin instrucción y ya entregados a los vicios, para quienes logró realizar una primera
fundación para acoger a los pequeños vagabundos blancos, mestizos y negros. Atendió la
instrucción religiosa y civil con criterios todavía hoy calificados como modernos.

Construyó un oratorio, una escuela, una enfermería, una posada para sacerdotes que se
encontraban de paso por la ciudad y para estudiantes universitarios, necesitados de alojamiento
seguro y económico. Recordando la pobreza de la primera posada de Jesús en la tierra, llamó a su
obra «Belén».
Otros terciarios lo imitaron, compartiendo con el Beato penitencia, oración y actividad caritativa:
la vida comunitaria tomó forma cuando el Beato escribió un reglamento, que fue adoptado
también por las mujeres que atendían a la educación de los niños; estaba surgiendo aquello que
más tarde debería tener su desarrollo natural: la Orden de los Bethlemitas y de las Bethlemitas,
aun cuando éstas sólo obtuvieron el reconocimiento de la Santa Sede más tarde.

El Beato Hermano Pedro se adelantó a los tiempos con métodos pedagógicos nuevos y estableció
servicios sociales no imaginables en su época, como el hospital para convalecientes. Sus escritos
espirituales son de una agudeza y profundidad inigualables.

Muere apenas a los 41 años el que en vida era llamado «Madre de Guatemala». A más de tres
siglos de distancia, la memoria del «hombre que fue caridad» es sentida grandemente, viva y
concreta, en su nativa Tenerife, en Guatemala y en todos los lugares donde se conoce su obra. El
Hermano Pedro fue Beatificado solemnemente por Vuestra Santidad el 22 de junio de 1980, en un
acontecimiento de incalculable valor pastoral y eclesial para Guatemala y para toda América.

BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO


Conquistador y cronista español (Medina del Campo, Valladolid, h. 1492 - Guatemala, h. 1585).
Desde joven se decidió por la carrera de las armas y debido a su afán de aventuras, hacia 1514 se
embarcó a América viajando sucesivamente con las expediciones de Pedro Arias de Ávila (a Darién,
o sea Centroamérica), Francisco Hernández de Córdoba (a Yucatán) y Juan de Grijalva (a Tabasco).
Casado con Angelina Díaz, tuvo un hijo llamado Diego.

Bernal Díaz Del Castillo

Por tres años estuvo al servicio de Diego Velázquez en Cuba hasta que se le incluyó en la
expedición de Hernán Cortés. Desde el 18 de febrero de 1519 fue soldado de las huestes de Pedro
de Alvarado, por lo que participó en la conquista del imperio mexica. Fue testigo presencial de la
prisión y muerte de los tlahtoanis Moctezuma y Cuitláhuac, vivió la llamada «Noche Triste» y peleó
por la toma de México-Tenochtitlán.

Al concluir ésta, se unió a la expedición de Gonzalo de Sandoval hacia Coatzacoalcos y llegó a ser
regidor de la villa del Espíritu Santo. Después participó en la conquista de Chiapas y, en 1524,
partió con Hernán Cortés a la conquista de las Hibueras (Honduras), que resultó un fracaso, por lo
que regresó por tierra a la ciudad de México.
Tras una prolongada estancia en esa ciudad, viajó en 1539 a España para reclamar sus derechos
por haber participado en la conquista de México, pero sólo obtuvo un corregimiento en el
Soconusco. Inconforme, continuó buscando una recompensa por parte de la corona española, por
lo que hizo varios viajes entre España y América, hasta que decidió establecerse con su familia
definitivamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

Ahí llegó a sus manos el libro Historia General de las Indias escrito por el capellán de Cortés,
Francisco López de Gómara. Éste, sin haber estado en México, hizo una descripción de la
Conquista en la que enaltecía la figura de don Hernán, a quien le atribuyó todo el mérito de la
Conquista. Molesto por esta interpretación, Díaz del Castillo escribió su propia versión en la
crónica titulada Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, en la que, con sencillez,
hizo un extenso relato épico en el que resaltó el papel de los soldados españoles y reconoció con
respeto la defensa heroica de los indígenas. Díaz del Castillo murió en Guatemala en 1585 y su
obra no fue publicada hasta 1632.

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