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Los sistemas de pensiones tienen como propósito que los trabajadores tengan, al

momento del retiro (ya sea por invalidez, vejez, cesantía por edad avanzada)
recursos que les permitan alcanzar ciertos niveles de consumo. Estos planes
también protegen los dependientes económicos del trabajador en caso de que
muera.

En México, existen diversos tipos den pensiones: públicos y privados. Los planes
públicos son los administrados por los sistemas de seguridad social a nivel federal,
por ejemplo, el de los trabajadores afiliados al IMSS o al ISSSTE. La Ley del Seguro
Social sufrió cambios debido a que en sus inicios operaba como un sistema de
reparto, de contribuciones definidas y cuentas individuales administradas por las
afores. Sin embargo, no se adecuaron los sistemas de pensiones estatales y del
issste, representando un importante desequilibrio entre el valor presente de los
ingresos y el de los beneficios. Además, existen muchos sistemas de jubilación
como los estatales, del ejército, paraestatales, incluso los trabajadores del propio
IMSS, que tiene un sistema independiente de pensión. De lo anterior, resulta que
no sean justas las pensiones para los trabajadores. Existen personas que trabajan
los mismo años, con la misma edad y con el mismo salario, que pueden tener
diferencias muy grandes de pensiones al final de su vida laboral. En nuestro país,
el régimen privado puede ser iniciativa de un patrón, negociación colectiva o por el
mismo trbajador. El régimen público no alcanza para cubrir las demandas de las
necesidades de los trabajadores, por su parte, el régimen privado exige ciertas
condiciones para obtener los beneficios. Generalmente, la cotización es más alta.
Muchos trabajadores, patrones o colectivos, toman usan las pensiones privadas
para complementar las deficiencias del régimen público y puedan gozar de una
pensión más alta al momento del retiro.
Chile fue el primer país latinoamericano que reforma su sistema de reparto para
convertirlo en uno llamado de capitalización (mediante el manejo de cuentas
individuales). Este esquema es más eficiente que el de reparto en la medida en que
individualiza las cuentas de los trabajadores y deja que sean éstos los que deciden
cuando jubilarse y con cuanto pensionarse.
Asimismo, este esquema le pone límites al gobierno para no tomar ya
arbitrariamente el dinero de los trabajadores. Pero el esquema de capitalización
no crea riqueza si es el gobierno el único ente en el que los trabajadores pueden
invertir (más que inversión es sólo un préstamo al gobierno por el cual se recibe
pago de intereses). Para que un sistema de capitalización funcione plenamente es
necesario que el trabajador tenga plena libertad para decidir en qué empresas
invertir (con ayuda de expertos en inversiones claro está).
Un esquema de retiro que haga que los trabajadores participen en la acumulación
y democratización del capital es el que más crea riqueza. Para entender las
bondades de este esquema, recordemos que el consumo actual de los
trabajadores en activo y de los jubilados depende de la producción actual. Por
tanto, la privatización de las pensiones puede ayudar a financiar el consumo de los
futuros jubilados en la medida en que haga posible el aumento futuro de los
niveles de producción.

Existen ventajas del régimen privado:


Los regímenes privados pueden proteger a un colectivo.
Tienen la flexibilidad para satisfacer las necesidades.
Pueden ser más eficaces para la gestión en materia de prestaciones gracias a que
el incentivo genera competencia.
Se financian por la capitalización.
Sin embargo también hay desventajas:
Perdiguen fines lucrativos.
Cobertura ilimitada
Están expuestos a riesgos de mercado.
Cambiar frecuentemente de régimen de protección debido a la movilidad
profesional.
En definitiva, en un contexto de presiones sobre los sistemas públicos de pensiones,
es previsible que los planes privados ganen importancia como fuente
complementaria de ingresos durante la jubilación. En este sentido, medidas como
los incentivos fiscales, la creación automática de planes privados personales o la
educación financiera pueden ayudar a concienciar a los hogares de la necesidad de
planificar adecuadamente la jubilación de acuerdo a sus prioridades y sus
necesidades.

Ventajas Desventajas
 Los regímenes privados pueden  Persiguen fines lucrativos.
proteger a un colectivo.  Cobertura ilimitada
 Tienen la flexibilidad para satisfacer las  Están expuestos a riesgos
necesidades. de mercado.
 Pueden ser más eficaces para la  Cambiar frecuentemente
gestión en materia de prestaciones de régimen de protección
gracias a que el incentivo genera
competencia.
 Se financian por la capitalización. debido a la movilidad
profesional.

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