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1.

-EL HIJO PRÒDIGO


Y el Maestro narró otra parábola. “Un hombre tenía dos hijos. El menor pidió la
propiedad que le correspondía y el padre repartió la herencia. El hijo menor
viajó a un país lejano y lo gastó todo. Llegó la escasez y, en la miseria, trabajó
criando cerdos.

“Arrepentido -siguió Jesús-, decidió volver donde su padre, trabajar para él. Y, al
verlo, el padre le tuvo compasión. Ya juntos, el hijo suplicó: Padre, pequé contra
Dios y contra ti, no merezco ser tu hijo. Pero el viejo, feliz, lo vistió, preparó un
banquete y organizó una fiesta. El hijo mayor, al volver del campo, le reprochó
agasajar a quien gastó su dinero en prostitutas. Y el padre le dijo: Tú lo tienes
todo de mí, pero ahora debemos estar felices, porque tu hermano estaba
muerto y ha vuelto a la vida”

EXPLICACIÓN: El Padre representa a Dios: a pesar de que nos alejemos de él, de que obremos mal,
de que pequemos y de que no lo tengamos siempre presente, Él tiene un corazón bondadoso que
en cada ocasión nos dará la bienvenida y nos acogerá cuando le necesitemos

2.-PARÁBOLA DEL SEMBRADOR


Sobre una barca en un lago, Jesús narro a una multitud esta
hermosa parábolas:
“A un sembrador se le cayeron unos granos en el camino y las
aves se los comieron, otros cayeron en las piedras, germinaron
con algo de tierra, pero el sol los calcinó; otros cayeron entre
espinos, que terminaron por ahogarlos, pero los que llegaron a
la buena tierra, produjeron en cien, sesenta y treinta por uno.
El que tenga oídos, que entienda”
Y con similar relato, lo explicó así: “Los granos del camino son
quienes dijeron entenderme, pero alguien les arrancó mi
lección del corazón, los que cayeron en las piedras, su fe duró muy poco; los del espino se dejaron
llevar por la riqueza aparente... Sólo los de la tierra b uena han oído la Palabra, en esas medidas”

EXPLICACIÓN: Así como la semilla, son las personas que creen por un tiempo que al momento de
un cambio pierden la fe, caen en las tentaciones y abandonan el evangelio. Nunca se debe perder la
Fe sea cual sea el cambio que se presente, siempre se debe seguir afianzándola y alimentándola
para crecer en el camino de Dios.
Confía en ti mismo y tu fe en Dios y no te dejes influenciar por las preocupaciones y engaños que te
pueda ofrecer el mundo.

3.-PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO


Cuentan las sagradas escrituras de la biblia en el libro de San
Lucas: capítulo 10, que un día muy caluroso un hombre salió de
la ciudad de Jerusalén a la ciudad de Jericó, para ello tenía que
cruzar por el desierto. Empezó su travesía que en un inicio se
veía muy interesante pero luego que tenía horas de hacer el
viaje en su camello, empezó a preocuparse, ya se sentía muy
agobiado por el inmenso calor y los fuertes vientos.

¿Quién se iba a imaginar que en el desierto alguien se


encontraría con delincuentes? de pronto aparecieron unos malvados hombres que esperaban al
primero que pasara por allí, mientras ellos se escondían detrás de unas rocas. Al ver al hombre, se
le fueron encima con todo golpeándolo brutalmente hasta dejarlo mal herido. El hombre tendido
en el piso vio que se llevaban a su camello, sin poder hacer nada.

Luego paso un hombre, quien miro con indiferencia al hombre que se hallaba herido y tendido en la
arena caliente, quien pidiendo auxilio solo encontró el rechazo en lugar de ayuda, aunque no por
mucho tiempo. Pronto pasaría otro hombre que tenía muchos conocimientos, quien al verlo parece
que más preocupado por sus cosas prefirió también continuar su camino.

El sol quemaba demasiado y el herido ya no podía más, sin embargo un Samaritano que pasaba al
verlo bajo de su camello y corrió a atenderlo muy compadecido, sabía que debía ayudar, así que lo
subió al camello y el continuo su camino pero a pie, de rato en rato se aseguraba que su
acompañante estuviera bien hasta que llegaran a su destino. Al poco tiempo encontraron un lugar
donde descansar y una vez que el Samaritano se aseguró que el hombre herido estuviera bien,
partió a su destino bajo la promesa que regresaría a pagar más por los gastos ocasionados, cuando
retornara de su viaje.

EXPLICACIÓN: Dios espera que todos ayudemos a nuestros semejantes y que no seamos
indiferentes a las necesidades y dolor ajenos sin importar quien sea la persona ni de donde es.

4.-LA HIGUERA SIN FRUTO


Tenía un hombre una higuera plantada en su viña y vino a buscar fruto en
ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a
buscar fruto en esta higuera y no lo hallo; córtala, ¿para qué inutilizarla
también la tierra? Él entonces, respondiendo, le dijo: “Señor, déjala todavía
este año hasta que yo cave alrededor de ella y la abone. Y si diere fruto,
bien; y si no, la cortarás después”.

EXPLICACIÓN: La higuera estéril simboliza un pueblo que se apartó de DIOS y


que no desea llevar frutos y que Siempre hay una oportunidad para que el pecador se redima, para
que aquel árbol estéril tenga lugar en el Paraíso de Dios.

5.- LA PARÁBOLA DEL GRANO DE MOSTAZA


Y Jesús, luego, les dijo: El Reino de los Cielos es semejante al grano de
mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo, la cual – en verdad –
es la más pequeña de todas las semillas; pero, cuando creció, fue la mayor de
las hortalizas y se hizo árbol, de tal manera que vinieron las aves del cielo e
hicieron nidos en sus ramas.

EXPLICACIÓN: La fe en Cristo ha crecido a través de la historia y hoy es


inmensa, cobijando cada vez a más fieles cuyas almas llegan al cielo.

6.- EL RICO INSENSATO – LUCAS: 12, 16-21


Además, les refirió una parábola diciendo: La heredad de un hombre rico
había producido mucho.
Y él pensaba dentro de sí, preguntándose: “¿Qué haré?, no tengo dónde
guardar mis frutos. Esto haré – se respondió – derribaré mis graneros y los
edificaré mayores y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes, y diré a mi
alma:

Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate,


come, bebe, regocíjate” Pero Dios le advirtió: Necio, esta noche vienen a
pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?... Así es el que hace
para sí tesoro, y no es rico en Dios.

EXPLICACIÓN: El Maestro fustiga al que enriquece su patrimonio y se olvida de cuidar su alma, lo


más preciado en su Reino, el Reino de los Cielos.

7.- LA PARÁBOLA DE LA RED


Jesús prosiguió relatando parábolas: El Reino de los Cielos es semejante a una red que, echada en el
mar, recoge toda clase de peces y, una vez llena, la sacan a la orilla y, sentados, recogen lo bueno
en cestas y lo malo echan fuera… Así será al final: saldrán los ángeles y
apartarán a los malos entre los justos y los echarán al horno de fuego en
donde será el lloro y el crujir de dientes.

EXPLICACIÓN: El Hijo del Hombre advierte sobre su inminente retorno y


sobre cómo – cuando llegue el momento – sus ángeles rescatarán a los
justos y echarán al fuego a los malvados.

8.- LOS DOS DEUDORES


Contó el Nazareno: Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía
quinientos denarios y el otro, cincuenta, y, no teniendo ellos con qué
pagar, perdonó a ambos. Dime, entonces, ¿Cuál de ellos lo amará más? -
Aquel – respondió Simón – a quien perdonó más. - Rectamente has
juzgado – dijo Jesús – ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste
agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrima s y los ha
enjugado con sus cabellos…
No me diste beso; pero esta, desde que entré, no ha cesado de besar
mis pies…
No ungiste mi cabeza con aceite; sin embargo, esta los ha ungido con
perfume…
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados porque amó mucho; mas al que se
le perdona poco, poco ama.

EXPLICACIÓN: Dios ayudará a quien reconoce sus pecados y da muestras de estar arrepentido. Si es
perdonado, su amor por el Redentor crecerá.

9.- LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS


Dijo el Mesías:
Porque mi Reino es como aquel Hombre que, al alejarse,
llamó a sus siervos y les dio sus bienes.
A uno dio cinco talentos; a otros, dos; y a otro, uno; a cada
uno conforme a su capacidad, y, luego, se marchó. El que
recibió cinco talentos fue y los negoció, y ganó otros cinco.
Asimismo, el que había recibido dos ganó otros dos… Pero
el que había recibido uno fue y cavó en la tierra y escondió
el dinero del señor. Años después, retornó el señor y
arregló cuentas. Así, llegó el que había recibido cinco
talentos, trajo otros cinco y expresó: “Señor, cinco talentos me diste; aquí tienes, he ganado otros
cinco”. Y su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré:
entra en el gozo del señor”. Llegó también el que recibió dos talentos y manifestó: “Señor, dos
talentos me diste; aquí tienes, he ganado otros dos sobre ellos”.
Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en
mi gozo” Pero al llegar, el que recibió un talento declaró: “Señor, te conocía que eres hombre duro,
que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste, por lo cual tuve miedo y fui y
enterré tu talento aquí tienes lo que es tuyo”. Y su señor le dijo: “Siervo malo y negligente, sabías
que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debiste dar mi dinero a los
banqueros y, al volver, hubiera recibido lo mío con los interese. Quitadle, pues, el talento y dadlo al
que tiene diez. Porque al que tiene le será dado y tendrá más, y al que no tiene aun lo que tiene le
será quitado… Y al siervo inúti l echadle en las tinieblas, allí será el lloro y el crujir de dientes.”

EXPLICACIÓN: quien se compromete con Jesús – para entrar en su Reino – debe dar todo de sí y
mucho más, ya que recibirá de acuerdo a lo que ha concedido. No cabe la mezquindad. El buen
cristiano debe dar más amor, más compresión y más bondad, pues dando se recibes; si perdona, a
él también se le perdona.
10.- LA PARÁBOLA DE LA OVEJA PERDIDA.
Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había
perdido. ¿Qué os parece? – les preguntó el Salvador – Si un hombre
tiene cien ovejas y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y
nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y si
acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por
aquella que por las noventa y nueve que no se descarriaron. No es la
voluntad de mi Padre, que está en los cielos, que se piedra uno de
estos pequeños.

EXPLICACIÓN: Dios no quiere que sus hijos se pierdan; pero, si uno de


ellos se extravía (peca), Él lo hallará y, si decide encaminarse, lo
ayudará.

11.- LA PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO


Continuó el Redentor: Además, el Reino de los Cielos es semejante
a un tesoro escondido un campo, el cual un hombre halla y lo
esconde de nuevo, y, gozoso, por ello, va y vende todo lo que
tiene y compra aquel campo.

EXPLICACIÓN: Jesús quiere que su gente aprecie su Reino; por


eso, lo compara con un tesoro al que uno debe dar todo de sí para
cuidarlo y retenerlo.

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