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INTRODUCCION
Actualmente no existe ningún método para la selección de este tamaño, tomándose como
única referencia la experiencia del usuario.
Los principales modelos de turbulencia se agrupan en tres familias. Las primeras son las
ecuaciones de Navier-Stokes (RANS) promediadas por Reynolds obtenidas mediante
ecuaciones de movimiento promediadas en el tiempo sobre una coordenada en la que el
flujo medio no varía. El segundo es la simulación de grandes remolinos (LES, por sus siglas
en inglés) que resuelve el movimiento de flujo a gran escala mientras se aproximan a los
movimientos a pequeña escala. El tercero es la Simulación Numérica Directa (DNS), en la
que se resuelven las ecuaciones de Navier-Stokes para todas las escalas de movimiento de
flujo turbulento, aumentando la precisión y el tiempo requerido para el cálculo
La mayoría de los modelos de la familia RANS usan 𝑘 (energía cinética turbulenta) y 𝑒 (tasa
de disipación de energía turbulenta) como base para la simulación. La diferencia entre
cada uno de los modelos de la familia radica en cómo se toman las aproximaciones para
las correlaciones desconocidas. Hay tres métodos para abordar el problema de la
turbulencia en la familia RANS: Reynolds Stress Models (RSM), Algebraic Stress Models
(ASM) y Eddy Viscosity Models (EVM). En este último método, hay modelos de cero, una o
dos ecuaciones, que se refieren al número de ED adicionales necesarios para cerrar el
problema turbulento.
También dentro de los modelos RANS podemos encontrar k-epsilón, k-Omega, SST, SAS
SST, etc.
Otra versión del modelo fue llamada "realizable" por Shih en 1995. Satisface ciertas
limitaciones en el término de tensiones normales ya que la aproximación de Boussinesq y
la definición de viscosidad turbulenta se combinan para obtener una expresión del estrés
normal de Reynolds en el flujo incompresible. De esta forma, se introduce una nueva
definición en la que algunos coeficientes que se han considerado constantes ya no son
constantes.
Donde:
𝜌: es la densidad del fluido
𝜌𝑢𝐿1 𝑢𝐿 𝑢: es la velocidad media del fluido
𝑅𝑒 = =
𝜇 𝜈 𝐿: es el largo característico
𝜇: es la viscosidad dinámica del fluido
𝜈: es la viscosidad cinemática del fluido
El número de Reynolds es un índice de la turbulencia del fluido. Se obtiene como la
relación entre las fuerzas inerciales y las viscosas:
El número de Reynolds también puede interpretarse como la relación entre las máximas y
las mínimas escalas longitudinales o tamaños de los remolinos, desde los más grandes a
los más pequeños.
Este coeficiente se define como la relación entre la energia cinética 𝑢2 y la escala temporal
𝑟/𝑢, siendo 𝑟 la longitud entre las diferentes escalas:
𝑢2 𝑢3
𝜀= 𝑟 =
𝑟
𝑢
A lo largo de la cascada de remolinos los números de Reynolds van desde 𝑅𝑒𝑡 hasta
valores cercanos a la unidad. Este límite (𝑅𝑒 = 1) define la escala más pequeña que
puede encontrarse en el flujo turbulento y es precisamente la escala de Kolmogorov de la
longitud (𝜂𝑘 ).
1
𝜈3 4
𝜂𝑘 = ( )
𝜀
Existen también escalas de Kolmogorov en el tiempo y para la velocidad, definidas como:
1
𝜈 2 1
𝜏𝑘 = ( ) ; 𝜐𝑘 = (𝜈𝜀)4
𝜀
𝑢3
𝑙𝑡 𝜀 3
= 1 = 𝑅𝑒𝑡 4
𝜂𝑘
𝜈3 4
( )
𝜀
𝑓 = 𝑓̅ + 𝑓 ′
Los modelos RANS se basan en la promediación de las ecuaciones del fluido, para lo
cual todas las magnitudes se sustituyen por la suma de su valor medio y una componente
fluctuacional (7). Después de promediarlas se obtienen términos adicionales que
requieren la adición de otras ecuaciones para cerrar el sistema. Se presentan dos
variantes principales de promediacion: la de Reynolds y la de Favre. Esta última emplea
magnitudes promediadas por unidad de masa, de tal forma que (7) se transforma en:
𝑓 = 𝑓̃ + 𝑓 ′′
̅̅̅̅
𝜌𝑓
Donde: 𝑓̃ = 𝜌̅ es la magnitud promediada por unidad
másica
En todos los casos la dificultad para el cierre del sistema de ecuaciones se deriva de la
elección de ecuaciones para representar el tensor de tensiones 𝜏𝑖𝑗 que representa las
tensiones turbulentas de Reynolds. Para ello se emplea la asunción propuesta por
Boussinesq según la cual:
2
𝜏𝑖𝑗 = 𝜇𝑡 (2𝑆𝑖𝑗 − 𝛿𝑖𝑗 (∇. 𝑢̅̃ ))
3
El método más sencillo para hallar 𝜇𝑡 es emplear un modelo que no precise del cálculo de
ninguna ecuación adicional. Esta es la base del modelo de longitud mezclada de Prandtl
que establece un enlace entre 𝜇𝑡 y el gradiente de velocidad a través de una expresión
algebraica.
𝑑𝑢
𝜇𝑡 = 𝜌̅ 𝑙𝑚𝑖𝑛 2 | |
𝑑𝑦
siendo 𝑙𝑚𝑖𝑛 una longitud de mezcla que se calcula según la geometría del flujo. Existen
otros modelos más complejos de cero ecuaciones que se basan en este, como el modelo
de Baldwin-Lomax y el modelo de Cebeci-Smith.
Existen diferentes modelos que emplean una ecuación para calcular 𝜇𝑡 , el modelo de
Baldwin-Barth, el modelo de Spalart-Allmaras, el modelo de Prandtl-Kolmogorov,
etc. El modelo de Prandtl-Kolmogorov incorpora una ecuación de dependencia de 𝜇𝑡 con
la energía cinética 𝑘 al sistema de ecuaciones de gobierno del fluido.
𝜇𝑡 = 𝜌̅ 𝐶𝜇 𝑙𝑝𝑘 √𝑘
Donde: 𝐶𝜇 es una constante y 𝑙𝑝𝑘 es una longitud que se calcula mediante diferentes
formulaciones existentes.
Modelos de dos ecuaciones
Los modelos de dos ecuaciones son os más empleados dentro de los modelos RANS para
el MSCI. Existen diferentes modelos dentro de este apartado, siendo los más conocidos el
modelo 𝑘 − 𝜀 y el modelo 𝑘 − 𝜔.
𝑘2
𝜇𝑡 = 𝜌̅ 𝐶𝜇
𝜀
𝑘
𝜇𝑡 = 𝜌̅
𝜔
El modelo LES se basa en un filtrado espacial de las ecuaciones de gobierno del fluido
de tal manera que se resuelven computándose las grandes escalas (el movimiento
turbulento de grandes remolinos), mientras que para escalas más pequeñas se asume un
modelo que permite considerar de forma aproximada su influencia en la variación general
de los parámetros del flujo.
Es el modelo más conocido y popular debido a su sencillez. Fue propuesto por Smago-
rinsky en 1963 y emplea un filtrado espacial rectangular, modelando los pequeños
remolinos con expresiones que permiten el cálculo aproximado de los coeficientes de
viscosidad, de conductividad térmica y de disipación.
𝜇𝐿𝐸𝑆 𝑐𝑝 𝜇𝐿𝐸𝑆
𝜇𝐿𝐸𝑆 = 𝜌(𝐶𝑆 ∆)2 |𝑆̅|; 𝑘𝐿𝐸𝑆 = ; (𝜌𝐷)𝑙,𝐿𝐸𝑆 =
𝑃𝑟 𝑆𝑐
Este modelo está basado en el anterior, asumiendo que los coeficientes de las escalas
modeladas son idénticos a los de las calculadas. Este submodelo es poco disipativo y por
ello no se emplea casi nunca de forma independiente. No obstante, su empleo conjunto
con el submodelo de Smagorinsky reduce las inexactitudes provocadas por la
incertidumbre del coef. 𝐶𝑠 .
El problema principal del modelo DNS es que el tamaño de las celdas para la solución
de los remolinos en todas las escalas de existencia debe ser tan pequeño que la potencia
computacional existente limita las dimensiones de los escenarios de incendios a los cuales
puede actualmente aplicarse.
Comparación entre Modelos
Después de Arquímedes pasaron más de 1600 años antes de que se produjera el siguiente
avance científico significativo, este avance fue debido al gran genio italiano Leonardo Da
Vinci, que aportó la primera ecuación de la conservación de masa o ecuación de continuidad
y desarrolló múltiples sistemas y mecanismos hidráulicos y aerodinámicos.
En 1755 se produjo un avance significativo debido al matemático suizo Leonard Euler, este
discípulo de J. Bernoulli es considerado como uno de los fundadores de la hidrodinámica,
pues fue quien primero dedujo las ecuaciones de movimiento de los fluidos, las llamadas
ecuaciones de Euler. “Sin embargo, las descripciones matemáticas del comportamiento de
los fluidos solo ganaron fuerza en el siglo XIX, mediante las ecuaciones de Navier - Stokes,
a partir de los trabajos pioneros de los franceses Claude Navier (1822), Simeon Poisson
(1829) y del inglés George Stokes (1845).”
Las leyes que rigen el movimiento de una partícula fluida son conocidas desde mediados
del siglo XIX. Son las denominadas ecuaciones de Navier–Stokes.
EJE X:
EJE Y:
EJE Z:
𝒈: Fuerza de gravedad
El problema es que desconocemos una solución general para ese tipo de sistemas de
ecuaciones, que los matemáticos llamamos no lineal de segundo orden.
El ejemplo más socorrido es el agua (viscosidad muy pequeña), aunque otros fluidos
habituales en nuestro quehacer diario, bajo condiciones normales de presión y
temperatura, se comportan como newtonianos, como el aire, algunos aceites, etc. Fluidos
no newtonianos serían los geles, el pegamento, la miel o la sangre, por citar algunos de los
más comunes. Para los fluidos newtonianos, si representáramos gráficamente la relación
entre la fuerza ejercida (en un eje de coordenadas) y la velocidad de deformación del fluido
(en el otro eje) nos aparece una línea recta (dicho de otro modo, esa relación es lineal), por
lo que se trata de los fluidos más sencillos de describir.
En los años treinta del siglo pasado, el matemático francés Jean Leray avanzó en el intento
de resolución demostrando que existen soluciones (otra cosa es encontrarlas) y son únicas,
pero solamente localmente (en el entorno de un punto), definiendo conceptos que se
aproximen a la solución (soluciones débiles) y probando su existencia, entre otras cosas.
Muchos especialistas han venido trabajando en el tema desde su propuesta.
El perfil de velocidades
El flujo de un fluido
El cálculo de potencias de los fluidos en sus movimientos
Las presiones dependientes
𝜕 ∫∩ 𝜌𝑑 ∩
𝜕𝑡
⃗⃗⃗ 𝑛⃗)𝑑𝑆
𝜌(𝑣.
Por convenio. 𝑛⃗, está definida hacia afuera del volumen de control. De esta forma
consideraremos como flujo entrante si el producto (𝑣 . 𝑛
⃗ ) sea negativo, y positivo cuando
el flujo salga del volumen de control.
El flujo difusivo es cero, debido a que no es posible Ia difusión del momento en un fluido en
reposo.
Fuerzas de volumen: son Ias que actúan directamente sobre Ia masa del
volumen. Por ejemplo, Ia fuerza de Ia gravedad de coriolis. Centrifuga e incluso
debidas al campo electromagnético.
Fuerza de superficie: son las que actúan directamente sobre Ia superficie que
delimita el volumen de control. Estas fuerzas provienen de dos posibles fuentes: la
distribución de presiones (impuesta por el fluido que rodea al volumen de control)
y Ias tensiones normales y tangenciales (resultantes de Ia interacción del fluido con
Ia superficies que delimitan el mismo)
Por lo tanto, si se suma todas las contribuciones de acuerdo con el principio general de
conservación se obtiene Ia siguiente expresión:
𝜕
∫ 𝜌𝑣𝑑 ∩ + ∮ 𝜌𝑣 (𝑣. 𝑛⃗) 𝑑𝑆 = ∫ 𝜌𝑓 𝑑 ∩ − ∮ 𝑝𝑛⃗𝑑𝑆 + ∮ (𝜏̅. 𝑛⃗). 𝑑𝑆
𝜕𝑡 ∩ 𝜕∩ ∩ 𝜕∩ 𝜕∩
𝜕
⃗⃗⃗𝑒 . 𝑣 + 𝑞̇ ℎ )𝑑 ∩ + ∮ 𝑘(∇𝑇. 𝑛⃗)𝑑𝑆 + ∮ (𝜏̅. 𝑣). 𝑛⃗𝑑𝑆
∫ 𝜌𝐸𝑑 ∩ + ∮ 𝜌𝐸( 𝑣 . 𝑛⃗)𝑑 = ∫ (𝜌𝑓
𝜕𝑡 ∩ 𝜕∩ ∩ 𝜕∩ 𝜕∩
FORMA INTEGRAL
𝜕
∫ 𝑊⃗⃗⃗ 𝑑 ∩ + ∮ ( 𝐹𝐶 − 𝐹𝑉 )𝑑𝑆 = ∫ 𝑄⃗𝑑∩
𝜕𝑡 ∩ 𝜕∩ ∩
Por este motivo, debemos añadir al sistema dos ecuaciones, que serán las relaciones
termodinámicas entre las variables de estado. (Como por ejemplo Ia presión en función de
Ia densidad y Ia temperatura) y Ia energía interna o la entalpía en función de la presión y Ia
temperatura.
BIBLIOGRAFIA
L. Prandtl, “Investigations on turbulent flow", Zeitschrift fur angewandte
Mathematik und Mechanik, Vol. 5, p. 136, (1925).
B.S. Baldwin y T.J. Barth, “A one-equation turbulence transport model for high
Reynolds number wall-bounded flows", NASA TM 102847, (1990).
J.A. Capote, D. Alvear, O.V. Abreu, M. Lazaro y P. Espina “Influencia del modelo de
turbulencia y del refinamiento de la discretización espacial en la exactitud de las
simulaciones computacionales de incendios”