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BALANTIDIUM COLI

CARACTERISTICAS GENERALES

 Balantidium coli
Tamaño: 50 µm. Mayor que un huevo de Ascaris.Forma: oval, con un polo más
redondo que el otro.
 Cilios: cubierto por cilios pequeños, que se mueven.
 Núcleo: asemeja la forma de un riñón junto a otro núcleo pequeño y redondo.
 "Boca": un citostoma, especie de boca que se abre y se cierra dando entrada a
diversos materiales.
 Movilidad: se desplaza con rapidez en una dirección, a veces se mueve en
círculos

Balantidium coli es un protozoario perteneciente al filo Ciliophora, considerado como


uno de los protozoarios más grandes que existen. Descrito por primera vez en año de
1857 por Malmsten, tiene ciertas características peculiares que lo convierten en un
organismo muy útil para aquellos especialistas que llevan a cabo estudios sobre la
biología de los protozoarios.

Es una infección producida por el protozoario ciliado Balantidium coli, capaz de


infectar, además de humanos, a cerdos, primates y otros animales. A pesar de que es
cosmopolita, no está bien definida su prevalencia, aunque se ha asociado a la presencia
de animales. Es importante considerar la cercanía de humanos con animales, por
ejemplo, aquellas personas que trabajan en zoológicos, rancherías, el campo, etc. La
infección intestinal hace de la balantidiasis una parasitosis en la cual influye la higiene,
pues se transmite por un mecanismo fecal-oral; cabe aclarar que hay otras enfermedades
que son parecidas a esta infección.

Balantidium coli presenta dos fases en su ciclo de vida : trofozoito y quiste.El


trofozoito mide 80 a 150 micras de largo por 60 a 120 micras de ancho.Los cilios , igual
que los flagelos de protozoarios .cada cilio se origina de una estructura básica que
contiene acidos nucleicos y es denominada cinetosoma , cada uno se interconecta
mediante fibrillas llamadas cinetodesma.Los cilios se distribuyen en hileras que les
sirven al microorganismo para desplazarse y facilitan la ingetion de alimentos y como
organelos táctiles.
Otras estructuras cruciales para comprender la naturaleza del parasito son sus vacuolas,
que pueden ser contráctiles o digestivas. Las primeras son unidades membranosas con
túbulos que recogen las sustancias de desecho el parasito presentes en su citoplasma y
que lo inflan al almacenarlas, cuando el saco central se llena de desechos, entonces el
túbulo cercano a la superficie que la célula permite que por allí se expulsen hacia el
exterior de la célula. Solo presentan una o dos vacuolas contráctiles y siempre ubicadas
junto a la membrana plasmática. Las vacuolas alimenticias pueden ser fagocíticas si
ingieren partículas grandes y pinocíticas, si se consumen partículas pequeñas y solubles.
Además, el ciliado tiene numerosos tipos de lisosomas, primarios y secundarios. Los
primeros se originan en el retículo endoplasmatico y los segundos son resultado de la
fusión de los primeros con los fagosomas.otras vacuolas importantes son los
peroxisomas.en la región posterior hay una abertura llamada citopigio, que hace la
función dl ano de los animales. Posee dos nucleos : un macronucleo que posee la
información genética para regular las funciones del parasito,cuya forma semejante un
frijol, y un micronucleo esférico, localizado en la parte media junto al macronucleo,su
función es almacenar informcion genética para la reproducción del parasito.

Es importante mencionar que, durante el enquistamiento, los cilios no desaparecen ni se


retraen, como los flagelados que se enquistan. El quiste es viable a temperatura
ambiental durante uno o más días.

CICLO BIOLÓGICO

Los quistes son el estado responsable de la transmisión de la balantidiasis. El hospedero


generalmente adquiere los quistes mediante la ingestión de agua o alimentos
contaminados, estos quistes ingeridos llegan al intestino delgado y luego se alojan en el
intestino grueso, viene posteriormente el proceso de desenquistamiento, que ocurre al
disolverse la pared y liberarse los trofozoitos que colonizan el intestino grueso.

Los trofozoitos permanecen en el lumen del intestino grueso de animales y humanos,


donde se multiplican por fisión binaria transversa duran la cual puede ocurrir
conjugación.

El B. coli es el único protozoario que sufre el fenómeno de conjugación, el cual consiste


en que dos trofozoitos ponen en contacto su citosoma, desaparecen sus núcleos e
intercambian el material nuclear. Al terminar su unión se rejuvenecen, esto los hace
únicos entre los parásitos del hombre. Estos son arrastrados por el tránsito intestinal al
mismo tiempo que van cambiando de morfología, es decir, se transforma en quistes.
Algunos trofozoitos invaden la pared del colon y se multiplican. Otros regresan al
lumen y se desintegran. Los quistes maduros son transmitidos por las heces.

MECANISMO PATOGÉNICO

Son mecánicos y líticos, en el primero posee gran movilidad por sus cilios y al ser un
parasito muy grande choca con la pared intestinal, estimulando el parasitismo de tal
forma que no hay tiempo para que se reabsorba el agua y las heces se eliminan liquidas
(diarrea).

A nivel lítico, en Balantidium coli se ha demostrado la presencia de hialuronidasa. La


rápida adaptación y reproducción del parásito favorecen la aparición de síntomas,
puesto que hay más parásitos infectantes. Es posible que otras enzimas contribuyan a
destruir tejidos. También se observa gran eliminación de moco y, si las lesiones llegan a
vasos sanguíneos, entonces aparece diarrea con moco y sangre (disentería). Balantidium
coli ulcera la mucosa intestinal de manera intensa. Las úlceras son planas y redondas,
con aspecto aftoso y tamaño variable. Esto se explica porque, a diferencia de
Entamoeba histolytica, el ciliado es muy grande y no penetra con facilidad en los vasos
sanguíneos, pero causa sangrado; además, es de cuello ancho y con bordes. Las
hemorragias se deben a la invasión vascular, con bordes edematizados. En la lesión hay
escasa infiltración de neutrófilos, linfocitos y eosinófilos. El parásito permanece de
manera indefinida, ya que hay gran cantidad de bacterias para alimentarse.

Si Balantidium coli es muy virulento, tiene la capacidad de atravesar la pared intestinal


y provocar peritonitis, o también puede cruzar pulmón, hígado, ganglios mesentéricos y
apéndice.

Se ha demostrado que los trofozoítos de cepas se adaptan y reproducen con mayor


rapidez y generan más síntomas. Desde luego, el huésped tiene función importante para
que se manifieste la balantidiasis. Entre las condiciones de los humanos que promueven
la parasitación se encuentran hipocondrio o aclorhidria gástrica, infección crónica,
desnutrición, alcoholismo y dieta del huésped rica en carbohidratos y pobre en
proteínas.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Existen algunos factores que favorecen la infección por Balantidium coli, como son el
estado nutricional del paciente, aclorhidria, alcoholismo o cualquier enfermedad
crónica, así como la flora bacteriana intestinal y la carga parasitaria.

En la balantidiasis existen tres formas clínicas:

1. Asintomática. Se reconoce con más frecuencia en pacientes psiquiátricos y


hospitales.

2. Crónica. La diarrea alterna con estreñimiento y las heces muestran moco sin
sangre; hay náuseas, vómito, anorexia, cefalea y astenia.

3. Aguda. Se identifican disentería y múltiples deposiciones de sangre y pus,


acompañadas de náuseas, dolor abdominal, tenesmo y pérdida de peso, pujo,
úlceras, fiebres, malestar general, deshidratación y postración.

En forma fulminante ocurren deshidratación, deterioro del estado general y la muerte.


En los lugares donde existe más balantidiasis predominan las formas asintomática y
crónica.

En ocasiones se informa: abdomen agudo quirúrgico por perforación, apendicitis aguda


que produce la muerte del paciente, colitis crónica, poliposis inflamatoria de recto y
sigmoides, masa intrapulmonar.

Se estima que los casos fatales representan 30% de los pacientes infectados. La
disentería puede ocasionar choque y la muerte.

Las condiciones que hacen más vulnerable al paciente infectado son alcoholismo,
desnutrición, enfermedades crónicas e inmunodeficiencias. Muchas de tales
manifestaciones están acompañadas por pérdida de peso, tenesmo y heces con sangre.

En el intestino se presentan hemorragia y perforación debido a una enzima proteolítica


presente en el parásito. Lo anterior favorece la formación de abscesos, ulceración y
perforación del intestino, con lo que se presenta una patogenia similar a las infecciones
por Entamoeba histolityca.

Se ha demostrado que secreta cisteína, serina, ácido aspártico y metaloproteasas, las


cuales penetran en las paredes y tejidos subyacentes del intestino.
Las perforaciones y las hemorragias de B. coli son consideradas de consecuencia
fulminante, pues estadísticamente conducen a una tasa de defunción de 30%; en estos
casos fatales se ha asociado a sepsis secundaria por infección del intestino.

Cabe mencionar que B. coli puede encontrarse en sitios extraintestinales como el


apéndice, y en raras ocasiones en el hígado y el tracto genitourinario, produciendo
infecciones en vagina, útero y vejiga, así como en la extensión directa del área
rectovaginal. Las infecciones de los pulmones pueden llegar a producir necrosis.

Diagnóstico

La balanticliasis requiere un diagnóstico clínico diferencial con entidades que produzcan colitis
o disentería, principalmente la amebiasis, tricocefalosis aguda, disentería bacilar y colitis
ulcerativa. El diagnóstico se comprueba por el examen ele materias fecales, al observar los
trofozoítos móviles al examen directo, principalmente en heces diarreicas, o los quistes en las
materias fecales no diarreicas, en exámenes directos o por concentración. La
rectosigmoidoscopia permite observar las lesiones y obtener muestra para examen
parasitológico. Este parásito crece bien en los medios de cultivo utilizados para t'. histolytica, lo
cual puede tener utilidad para completar el diagnóstico. Las coloraciones, principalmente la de
hematoxilina férrica, sirven para hacer un estudio morfológico más detallado. No se emplean
pruebas inmunológicas para el diagnóstico.

Tratamiento

La tetraciclina se recomienda a la dosis de 500 mg, cuatro veces al día en adultos; de 40 a 50


mg/kg/día en niños mayores de ocho años, repartidos en cuatro dosis y durante diez días, pero
está contraindicada en nil1os menores de esa edad. Se conocen estudios favorables con
derivados ni troimidazólicos a las dosis empleadas para amebiasis.

PREVENCIÓN

Para evitar esta infección se requiere seguir las reglas de higiene personal, ya que el
agua potable tiene la cantidad de cloro necesaria para la eliminación de este
microorganismo, aunque se ha observado que no se elimina al quiste del Balantidium.

Es necesario lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, pero sobre todo
de inmediato después de la manipulación de animales, principalmente cerdos, primates
y roedores. Debe omitirse al máximo el contacto con animales (cerdo y primates), para
lo cual los trabajadores de los rastros y zoológicos deben usar el equipo necesario para
protegerse: batas, guantes, cubre bocas, cofias o gorros. Es necesario que la gente que
vive en poblados pequeños observe condiciones sanitarias adecuadas para la crianza de
los cerdos, no permitiendo que éstos estén cerca o en los alrededores de los ríos, ya que
pueden defecar y contaminar las aguas que abastecen poblados o municipios.
Asimismo, los trabajadores de poblaciones pequeñas o zoológicos deben solicitar
estudios coproparasitoscópicos para descartar la enfermedad. Hay que recordar que este
parásito puede causar disentería, un problema que puede ser grave. Es importante la
eliminación adecuada de las heces y evitar la defecación a ras del suelo. La gente que se
dedica a la crianza de cerdos debe tomar en cuenta separar el hábitat de estos animales
de las zonas donde habita el hombre. La fuente de agua de consumo para los humanos
debe estar aislada del lugar donde se encuentren los cerdos. Se encomienda hervir el
agua para consumo. Es importante que en las escuelas se indiquen a los niños las
medidas higiénicas adecuadas. Una mejor infraestructura sanitaria evitará los riesgos de
infección, así como el control sanitario para la crianza de cerdos. Es relevante
mencionar que, al estar presente en aguas residuales, puede encontrarse en el lodo, en
forma de quistes.

EPIDEMIOLOGIA

B.coli es el único protozoo ciliado que infecta al humano. Existen otra especies
(alrededor de 50) en cerdos, ratas, cobayos, peces, perros y anfibios.

La balantidiasis es una parasitosis zoonotica, con una prevalencia aproximada del 0.02-
1 %.

La infección se adquiere principalmente por fecalismo-contaminación del agua y


alimentos con quistes.

La distribución geográfica de esta parasitosis no ha sido bien definida, la mayor


prevalencia se presenta en áreas tropicales y subtropicales. El clima tropical y húmedo y
la deficiencia en el saneamiento ambiental favorecen la infección.

Los factores de riesgo asociados, ya mencionados, son, entre otros, el contacto con
cerdos o sus excretas, desnutrición, alcoholismo, aclorhidria e inmunodepresión. Se le
ha asociado con poli parasitismo y brotes epidémicos en prisiones, orfanatos y
hospitales mentales.

Cabe mencionar que existen reportes de pacientes provenientes de zonas urbanas y


periurbanas, sin contacto con cerdos.
CASO CLÍNICO

En el año 2000, los doctores María Cano Rosales, Juan Medina Flores y Joaquín
Narváez Soto publicaron un caso fatal de balantidiasis de una niña de dos años y cuatro
meses, que ingresó al hospital con 15 días de evolución caracterizada por fiebre,
deposiciones semilíquidas con moco, al inicio sin sangre, pero a los pocos días con
rastros de sangre. Se realizó examen coproparasitoscópico que mostró Balantidium coli
y se dio inicio al tratamiento por siete días con medicamento que desconoce el familiar;
la paciente tuvo náuseas, por lo que recibió cotrimoxazol. Fue hospitalizada con el
diagnóstico de infección del tracto urinario y recibió tratamiento con amikacina; cursó
con vómitos y deposiciones líquidas con sangre, pero los familiares solicitaron la alta
voluntaria. La paciente nació con ano imperforado con fístula rectovaginal, colostomía a
los tres meses, anoplastia a los seis meses y segunda anoplastia por estenosis a los 12
meses. No tuvo contacto con cerdos. Al examen físico se observó abdomen rha (+),
blando, depresible, hígado 2 cm, colostomía a doble boca funcional en hemiabdomen
izquierdo, así como tono muscular disminuido, sin signos meníngeos ni focales. El
hallazgo anatomopatológico mostró segmento de intestino delgado de 12 cm de longitud
por 2 cm de espesor. Otros datos fueron los siguientes: serosa congestiva con áreas de
exudado fibrinoso; mucosa necrótica, ulcerada, hemorrágica; pared intestinal
edematosa. Al microscopio los cortes muestran íleon con mucosa necrótica, ulcerada, en
forma de matraz, hemorrágica y supurada. En los bordes de las áreas necróticas y
ulceradas de la mucosa hubo presencia de quistes y trofozoítos de Balantidium coli. Los
quistes tenían formas ovaladas, estructura compacta con uno o dos micronúcleos; los
trofozoítos presentaron macronúcleos redondos, ovales o arriñonados; la membrana
parasitaria era gruesa y ciliada. El diagnóstico fue balantidiasis e ileítis ulceronecrótica.
El tratamiento que recibió fue parenteral con ampicilina y amikacina para la sepsis, y
metronidazol por vía oral para la balantidiasis. Al no haber mejoría, al sexto día se
amplió la cobertura antibiótica con ceftazidima, amikacina y tetraciclina, además de
transfusión de plasma, albúmina, infusión de dopamina y vitamina K. Cursó afebril, con
pobre tolerancia oral, vómitos y diarreas, además de deshidratación a pesar de
fluidoterapia. Al quinto día presentó fiebre, dolor y distensión abdominal, rha
disminuidos; se colocó una sonda nasogástrica (sng) a gravedad (fue descartado un
cuadro quirúrgico) y se manejó como íleo metabólico. Al sexto día la paciente estaba
somnolienta, con respiración acidótica, movilización de secreciones y drenaje bilioso.
Al séptimo día fue enviada a la sala de operaciones (sop) por obstrucción intestinal,
hallándose bridas y adherencias peritoneales con lesión isquémica ulcerativa a 30 cm de
la válvula ileocecal, por lo que fue sometida a ileostomía. Pasó a la Unidad de cuidados
intensivos (uci) con choque séptico, evolución desfavorable y necrosis parcial de la
ileostomía. La paciente se observó quejumbrosa, con distensión abdominal e ileostomía
no funcional; fue intubada por distrés respiratorio y a los 15 días de hospitalización pasó
de nuevo a sop por obstrucción intestinal, hallándose perforación del cabo distal del
íleon y peritonitis. Presentó bradicardia severa en sop y se le realizó masaje cardiaco.
Regresó a uci y falleció tras cuatro horas en el posoperatorio. No se realizó necropsia.
BIBLIOGRAFÍA
PARASITOLOGÍA MEDICA BECERRIL
https://www.studocu.com/en/document/universidad-autonoma-del-estado-de-
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Deberé, R. (2018). Balantidiosis: Algunas notas históricas y epidemiológicas en


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Gállego Berenguer, J. (2007). Manual de Parasitología: Morfología y Biología de


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