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Conjunto de derechos universales que cada individuo puede exigir por formar parte de la especie
humana y que priman sobre cualquier ley.
Derechos universales
Fundamentación Doctrinal
NO SE PUEDEN PERDER O TRANSMITIR
Son aquellos que surgen de los ordenamientos jurídicos.
Implican la posibilidad de exigir una conducta concreta (de hacer o no hacer).
Se reconocen a todos los seres
humanos sin distinción alguna
No pueden darse una separación entre los mismos y la naturaleza humana.
La razón de ser de los derechos humanos se encuentra en el hombre mismo.
Iusnaturalismo Positivismo Jurídico
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada en 1948 por la Asamblea General
de las Naciones Unidas, y en sus 30 artículos recoge los derechos fundamentales que todo ser
humano tiene desde el momento de su nacimiento. Los derechos positivos o jurídicos son los que
se OTORGAN a los seres humanos y están plasmados en las leyes. En la corriente positivista se
reconocen los derechos humanos en los textos jurídicos, estatales, nacionales o internacionales.
Ambas corrientes se complementan y no se excluyen, ya que los derechos humanos encuentran su
fundamento en la persona humana, pero se reconocen y protegen en los cuerpos jurídicos.
Los derechos positivos o jurídicos son los que se OTORGAN a los seres humanos y están plasmados
en las leyes. En la corriente positivista se reconocen los derechos humanos en los textos jurídicos,
estatales, nacionales o internacionales. Ambas corrientes se complementan y no se excluyen , ya
que los derechos humanos encuentran su fundamento en la persona humana , pero se reconocen
y protegen en los cuerpos jurídicos .
Ante todo, los derechos humanos cumplen una finalidad que es sancionar las arbitrariedades de
las autoridades hacia los gobernados. Es decir, que cuando una autoridad abusa de su poder en
perjudico de un individuo, es donde se observa una clara vulneración a los derechos humanos, así
mismo, tienen como finalidad salvaguardad la integridad humana de la persona y que ésta no se
vea menoscabada.
Es así, que un derecho humano, desde una interpretación jurídica, se dice que es “ius naturalista”
ya que se ubica al derecho humano desde un punto de vista natural, que es ese derecho con el
que cuenta todo ser humano desde su nacimiento, mismo derecho debe ser respetado en
cualquier parte de la esfera territorial, es decir, un individuo que reside en un determinado país se
le verán respetados estos derechos humanos en el país en el que se encuentre.
Derecho a la protección contra la explotación
Si trabajas, tienes derecho a hacerlo en las condiciones más adecuadas. Esto significa, por
una parte, que el trabajo no puede suponer peligro alguno para tu salud o para tu
desarrollo físico, mental, espiritual o social. También significa, por otra, que el hecho de
trabajar no puede impedir que asistas a la escuela.
Los Estados deberán tomar todas las medidas necesarias para impedir que participes en
cualquier actividad sexual ilegal, que seas explotado en la prostitución o en actividades
relacionadas con la pornografía infantil.
Además de estos tres niveles de obligaciones en el plano nacional, los Estados también
tienen obligaciones en este campo a nivel internacional. En cuanto a la aplicación de los
derechos económicos, sociales y culturales, por ejemplo, los estados deben cooperar y ser
solidarios con los países que tienen dificultades para cumplir sus compromisos en virtud
de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los derechos humanos y el
Pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales. En cuanto a las
actividades de las empresas transnacionales, los Estados deben regular sus actividades
(obligación de proteger) a fin de que no se violen los derechos humanos de las personas
dentro de su jurisdicción, ni en la de otros países y de para prever sanciones por las
violaciones cometidos por estas entidades.
Obligaciones de la Sociedad
Algunos de los derechos y obligaciones de los ciudadanos más importantes son la libertad
de asociación y expresión, la propiedad privada y el derecho a la vivienda y trabajo. El
derecho es la facultad y obligación que surge del Estado hacia una persona, o de sus
relaciones con respecto a otras.
Para vivir en sociedad es necesario respetar las normas de convivencia que nos permiten
construir un universo compartido con las personas que nos rodean. Esas normas se
construyen desde una cultura compartida y varían de unos lugares a otros dependiendo
de los valores de cada comunidad. Vamos a reflexionar sobre ello. Muchas de las normas
morales que seguimos en nuestra vida cotidiana están basadas en valores que tienen
importancia para nosotros. Algunos filósofos y pedagogos, como Fernando González Lucini
o Adela Cortina, que han analizado el tema de las normas, la ética y la educación en
valores, nos dicen que las actitudes que tomamos responden a unas normas de conducta
que decidimos seguir y que están guiadas por nuestros valores.
La génesis del valor humano se desprende del vocablo latín aestimable que le da
significación etimológica al término primeramente sin significación filosófica. Pero con el
proceso de generalización del pensamiento humano, que tiene lugar en los principales
países de Europa, adquiere su interpretación filosófica. Aunque es sólo en el siglo XX
cuando comienza a utilizarse el término axiología (del griego axia, valor y logos, estudio).
Prácticas de los valores para una convivencia pacífica.
Frente a las múltiples amenazas que dificultan una convivencia social pacífica, respetuosa
con la dignidad de las personas, con el bien común y con los derechos humanos
(terrorismo, insolidaridad, maltrato, violencia, etc.), el sistema educativo ha de promover
alternativas positivas. Escuela y familia, medios de difusión y agentes sociales deben
ayudarse mutuamente al respecto.
Para comenzar, la redacción de los Acuerdos adolece de sexismo en el lenguaje, lo cual importaría
poco si no supiera, por mi amor a la palabra, que un lenguaje que no nos nombra nos hace
invisibles. Ya hace mucho que Wittgenstein dijo que lo que no se nombraba no existía. Decir
“todas y todos” trasciende la corrección política; en nuestro idioma es una cuestión que
representa, incluso, un cambio neurológico fundamental. Si se nos nombra, nos nombramos,
somos parte de algo, adquirimos una identidad específica y, por lo tanto, se reconocen nuestras
particulares necesidades y derechos.
A pesar de este vacío en la redacción de los acuerdos de paz, hay menciones expresas de las
mujeres en el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas; en el Acuerdo para el
Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Conflicto; en el Acuerdo sobre Aspectos
Socioeconómicos y Situación Agraria; y en el Acuerdo sobre el Fortalecimiento del Poder Civil y el
Papel del Ejército en una Sociedad Democrática.
Pese a algunos avances hacia la paridad de género en ciertas áreas, como la educación y la
representación política, persisten muchos retos. El ritmo en la reducción de la desigualdad es
inaceptablemente lento. Por ejemplo, las mujeres siguen ganando menos que los hombres y se
enfrentan a problemas en el acceso a servicios de salud esenciales, en particular la atención
sanitaria en materia sexual y reproductiva.
Cada día, más de 40 000 niñas se casan antes de cumplir 18 años,[1] las complicaciones
relacionadas con el embarazo y el parto son aún la segunda causa de muerte entre las chicas de 15
a 19 años[2] y se estima que unos 120 millones de niñas en todo el mundo han sido víctimas de
violación u otros actos sexuales forzados en algún momento de su vida.[3]