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ARTÍCULOS ACADÉMICOS
ENSAYOS
RESEÑA
tidades y configuraciones posibles de reconocer – y sobre lo cual hay que referir para dar
cuenta y para identificar qué de nuevo hay en ese neo. Y en lo que precede, encontramos ras-
gos incrustados en las culturas políticas y en las instituciones, como la incidencia de la reli-
gión, la forma de pensar las ciudadanías, los tipos de sujetos que se reconocen en la historia,
entre otros. Sin pretender hacer una genealogía de los términos antedichos: derecha, libera-
lismo, conservadurismo, sí podemos aproximarnos a ver al menos cuatro momentos signifi-
cativos dentro del mundo moderno y contemporáneo para pensarlos.
El primero, referido a las experiencias de los siglos XVII y XVIII, donde reconocemos en
sus orígenes al liberalismo – o lo que a posteriori se denominó así – en la figura de John Lo-
cke y al conservadurismo en la figura de Edmund Burke. Encontramos al liberalismo como
perspectiva política e ideológica ligada sustancialmente a los derechos de los individuos
(iusnaturalismo), a la autonomía individual respecto del Estado, a la idea de un Estado míni-
mo y regulador de los derechos preexistentes, al progreso económico y social, al acoplamien-
to de los cambios productivos, tecnológicos y a la emergencia de la burguesía y la moderniza-
ción. Frente a un conservadurismo político e ideológico reactivo a los cambios, custodio del
status quo y los privilegios, menos afecto a los cambios de las instituciones, afincado en las
tradiciones, y hasta contrario al individuo burgués, representante en algún punto de la ruina
moral, por el resquebrajamiento de las instituciones y el relajamiento de los valores. En todos
estos sentidos el conservadurismo se presenta como movimiento nostálgico del orden social
heredado, que se encuentra en peligro o perdido, por ejemplo en la típica caricatura del bur-
gués advenedizo e inculto, poco afecto a las tradiciones culturales y religiosas, etc.
En un segundo momento, nos encontramos un debate hacia finales del siglo XIX y princi-
pios del siglo XX, donde liberales y conservadores no encuentran puntos en común para re-
solver el problema de la sociedad de masas, los derechos y la democracia. Brevemente dicho,
el liberalismo se quiebra en sus principios frente a la situación y demandas de la clase obrera,
las luchas por el sufragio universal, el avance de las masas como actor político en la escena
pública y la disputa de los nacionalismos y partidos políticos de masas respecto del poder po-
lítico. En ese escenario, una parte del poder estatal jaqueado y sus teóricos, avanzan hacia
arreglos institucionales proclives a cierta democratización (sufragio, derechos laborales, re-
formas políticas), y otra parte se repliega hacia la versión conservadora, por la amenaza a
aquellas libertades liberales. Ese repliegue está impregnado de elementos no democráticos,
como la idea sintetizada en la expresión “no puede constituirse ningún buen gobierno desde
las masas irracionales”, pasando por la restricción del voto a los no propietarios, mujeres, no
alfabetizados, etc. y la versión de que la democracia facilitaría una “tiranía de la mayoría” –
como dirá Tocqueville – y con ello la contribución a disolver el Estado liberal moderno, con
todas las penurias que ello significaba para las clases propietarias y gobernantes.
Un tercer momento, es coincidente con el reordenamiento del sistema mundo de la pos-
guerra hasta finales de los ´70, donde autores como Claus Offe (1992) desarrollaron las tesis
del pacto entre capital y trabajo, resumido en la expresión Estado de Bienestar Keynesiano.
Pero la reestructuración del capitalismo a nivel mundial, posterior al resquebrajamiento de
estos Estados, la crisis de la OPEP, el stock de mercaderías sin circular y las fuertes críticas al
gasto fiscal, llevan a la experiencia de los neoconservadurismos. La variante neoconservadora
surge y se consolida de la mano de las figuras de Thatcher y Mayor en Gran Bretaña, y luego
de Reagan en EEUU, pero se expande rápidamente a otras regiones: Francia, Australia, Lati-
noamérica o la propia URSS/Rusia.
Una cuarta variante contemporánea, donde, frente a lo que había sido un cambo de ciclo y
el presunto “requiem para el neoliberalismo” (tal como lo denominó Atilio Borón) a comien-
Mg. Andrea Bolcatto
zos del siglo XX, se produjo una revuelta y/o revisión de las experiencias de los ochenta, ex-
presado en el tiempo de las derechas, y en este punto, pensamos fundamentalmente en y des-
de América Latina y la región.
Si retomamos los aspectos centrales para comenzar a pensar, es preciso decir que desde
los ‘70 del siglo XX en adelante, se planteó un escenario de transformaciones radicales a nivel
mundial y regional. El autor antes mencionado (Offe) describió el acuerdo constitucional e
institucional que emergió a partir de la segunda posguerra como el “consenso pos-
totalitario”, que modificaba sustancialmente la caracterización de la modernidad política.
Fundamentalmente el orden social y económico posterior a la Segunda Guerra Mundial se
basaría en mixturas de aspectos del liberalismo y de la democracia en las sociedades capita-
listas, formalizadas en experiencias como la de los Estados Sociales o Estados de Bienestar,
con mayor precisión, siguiendo al autor antedicho, del “Estado de Bienestar Keynesiano”,
que dominaría las sociedades capitalistas occidentales entre 1945-1975. En términos de la
representación política, dicho consenso se corporizó en el esquema de la democracia político
representativa y mediatizada por los partidos políticos1. Pero uno de los grandes problemas
fue que luego de la crisis de los ´70, en el marco de la reestructuración del capitalismo a nivel
mundial, ese acuerdo o paradigma de desmoronó. Así, distintos autores caracterizaron la eta-
pa como la caída de la matriz Estado-céntrica, o la caída del viejo paradigma, para pensar los
fenómenos políticos y el consecuente resquebrajamiento de las instituciones políticas que se
desprendía de dicha matriz: por ejemplo la centralidad de los partidos políticos y sindicatos
como medidores de la ciudadanía y como agrupamientos fuertemente identitarios de lo so-
cial.
En América Latina se produce un proceso paradojal, ya que por un lado los años ‘80 cons-
tituyen un momento de recuperación y consolidación de la institucionalidad democrática, y
por otro coincide con el creciente deterioro de las capacidades de articulación y representa-
ción de intereses de los partidos, debido a los aspectos antes mencionados: crisis de la matriz
Estado-céntrica, déficit de la función gubernativa, fracaso de las capacidades de promover la
inclusión social, hiato entre grandes promesas y logros de gestión, impugnación de la políti-
ca, metamorfosis de las modalidades de representación política2.
Las consecuencias de todo este reordenamiento estatal y conceptual sobre la política han
sido muchas y variadas, entre las que podemos destacar: el cuestionamiento a las instancias
generales de representación y coordinación de lo político-social, el descentramiento de la po-
lítica, la fragmentación de las identidades colectivas, la caída y el vaciamiento de las funcio-
nes de las viejas instituciones y la metamorfosis de las estructuras tradicionales (Estado, par-
tidos políticos e instancias de poder de la sociedad)3. En especial, la crisis de representación –
o sus mutaciones – y de legitimidad habilitó la emergencia de nuevos actores sociales y polí-
ticos que avanzaron en la escena pública, como los nuevos movimientos sociales, las ONGs y
otras formas de asociativismo. En particular, la confluencia de estos nuevos actores, convi-
viendo con los tradicionales, fueron una constante en América Latina en las últimas décadas,
aunque identificando momentos contra sistémicos y de resistencia (por ejemplo, respecto de
las dictaduras y gobiernos neoliberales de los ´80) y momentos de articulación político-
estatal, que permitieron tanto el avance como la resignificación de nuevos derechos civiles,
sociales, políticos y culturales.
En los años ‘90, coincidiendo con el neoconservadurismo aludido con anterioridad, los go-
1Ver C. Offe (1992) Partidos políticos y nuevos movimientos sociales, Cap. VII, Ed. Sistema.
2 Cfr. Bernand Manin “Metamorfosis de la representación”
3 Desde distintos puntos de vista podemos citar los aportes de Norbet Lechner en “¿Por qué la política ya no es lo que fue?”,
Ulrick Beck, en “La invención de lo político”, Claude Lefort, en “Democracia y representación”, entre muchos otros.
Prólogo
biernos de Carlos Menem en Argentina (1989-1999), Carlos Andrés Pérez en Venezuela (1988
-1992), Jaime Paz Zamora en Bolivia (1989-1993), Fernando Collor de Mello en Brasil (1990-
1993) y Alberto Fujimori en Perú (1990-2000), en general, cubrieron la etapa neoliberal-
conservadora en la región. A este período complejo le sucede la oleada nacional, popular,
progresista o populista según las adjetivaciones valiosas o disvaliosas que se tomen, que en-
globa al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela (1999-2013), de Néstor Kirchner (2003-
2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en Argentina, Lula da Silva (2003-
2011) y Dilma Rouseff (2011-2016) en Brasil, Tabaré Vázquez (2005-2010) y José Mujica,
(2010-2015) en Uruguay, Evo Morales en Bolivia (2006-), Rafael Correa, en Ecuador (2007-
2017) e intermitencias de Michelle Bachellet (2006-2010 y 2014-2018) en Chile. El “ciclo
progresista” en general toma como inicio a 1999, aludiendo a la figura de Chávez y el 2018 a
la salida de Bachellet, aún perdurando Evo Morales en la jefatura de Estado, lo que nos lleva
a asumir la complejidad de denominar a éstos “ciclos”.
Este breve repaso nos permite contextualizar y fijar elementos necesarios para pensar de
mejor modo el escenario contemporáneo. Distintos autores entienden de diferentes modos al
período actual. Por ejemplo, Gerónimo de la Sierra4 entiende que se han configurado crisis
políticas importantes en varios países con gobiernos “progresistas” estos lustros pasados.
Todos los países son “Latinoamérica” dice Sierra, pero constituidos por sociedades diferen-
tes, sistemas socio-políticos distintos, construcciones de ciudadanía diversa, estructuras so-
ciales, de clases y fracciones distintas, y por un rol del Estado con grandes diferencias. Así, la
importancia continental, geo-estratégica de Brasil no puede equipararse a la de Honduras, o
la centralidad de una economía primarizada pero con un recurso económico-estratégico fun-
damental para el mundo como la reserva de petróleo en Venezuela, hace al país muy relevan-
te y frágil a la vez. Por tanto, el impacto continental por los cambios de gobierno en Argenti-
na, Brasil o Venezuela no son iguales que los casos de Uruguay, Perú o Bolivia. Por otro lado,
como señalamos al comienzo, hubo una creciente irrupción de sectores plebeyos, en tanto
actores subordinados o marginados, que entran a la escena pública como movimientos socia-
les, toman la palabra, se organizan y constituyen identidad y cambios; masas populares, in-
dios, negros, mestizos, mulatos, que interpelan a los dirigentes progresistas. Buena parte de
estas interpelaciones y de nuestras comillas para decir ciclos “progresistas” refieren a que las
demandas de muchos sectores tensan más la matriz capitalista que lo que las propias expe-
riencias de gobierno realizaron o están dispuestas a tensar, ya que el progresismo no coincide
necesariamente con la izquierda anticapitalista, sino con perfiles matizados, donde pueden
convivir proyectos de reformas, socialdemocracia, centro-izquierda y variaciones humanita-
rias o inclusivas del capitalismo.
Otro autor, Fabricio Pereira Da Silva afirma que asistimos a un momento de retraimiento
o salida de la experiencia denominada “marea rosada latinoamericana” (siguiendo a Paniz-
za), o Atilio Borón nos indica que estamos ante “experiencias posneoliberales”. Las mismas
disidencias sobre la adjetivación de los procesos regionales que han ido en general desde
1999 a 2018, nos advierten sobre la situación analítica compleja y problemática a la que asis-
timos, que se traslada al problema de designar al momento actual como el “giro” en la región
latinoamericana: ¿Hay un giro? ¿Giro hacia adónde? ¿Giro desde qué hacia qué? En forma
general, las democracias de la región asisten a procesos de migración – en todo o en parte –
4 Gerónimo de la Sierra (2017), “Introducción”, en Los progresismos en la encrucijada. Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y
Venezuela, Montevideo, Universidad de la República, pp. 7-11.
5 Pérez Liñán, Aníbal, “Instituciones, coaliciones callejeras e inestabilidad política: perspectivas teóricas sobre las crisis presi-
denciales”, en América Latina hoy. Revista de Ciencias Sociales Vol. 49, Agosto 2008, pp. 105-126, Universidad de Salaman-
ca.
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toral). Este peligroso argumento conservador, nos ubica en el hecho que cobran más centrali-
dad todos los grupos de poder – endógenos y exógenos – a quienes definen en el ejercicio in-
tereses corporativos variables, que van definiendo los apoyos del ejercicio de gobierno frente
a la demanda popular, generando una legitimidad que denominamos opaca o difusa. Sobre
este problema, entre otros, se montan los denominados golpes parlamentarios o golpes insti-
tucionales, modalidad del neogolpismo que no es aislada, sino que encuentra una lógica de
poder estratégico en la región, de acuerdo a los alineamientos de las naciones con las políti-
cas hegemónicas del gobierno de los EE.UU. De todos modos, este papel de los parlamentos
que hacen oscilante a la democracia y la representación y que pone en jaque a la legitimidad
de los procesos políticos de la región, no puede explicarse sólo por la variante exógena, sino
que hay que detenerse sobre problemas políticos particulares que pudieron servir al resque-
brajamiento de los principios democráticos y a la fuerte convulsión de los Estados de Dere-
cho, por ejemplo la fragilidad del sistema de partidos políticos o coaliciones de gobierno.
Como las FF.AA. están subordinadas al poder civil pero no se ven amenazadas porque el
gobierno está hegemonizado por las nuevas derechas, se echan a rodar nuevos formatos des-
tituyentes graduales, donde los grupos civiles empiezan a tomar fuerza a través de resolucio-
nes aparentemente institucionales, tendientes a frenar procesos contrarios a la hegemonía
continental y a los intereses de los grandes poderes corporativos. Los golpes de Estado en
Haití 2004, Honduras 2009, Paraguay 2012 y Brasil 2016, así como los intentos en Venezue-
la 2002, Bolivia 2008 y Ecuador 2010 dan cuenta de esta novedad.
A todos estos mecanismos y características, debemos sumar que una de las modalidades
del universo de las derechas está vinculada a la derecha nacionalista, contraria al libre co-
mercio, la diversidad social y cultural, la inmigración, y en consecuencia expresadas en políti-
cas de seguridad más conservadoras, duras y represivas.
En este sentido, sería más oportuno afirmar que experiencias como la de Argentina tiende
más a constituir una variante de la derecha conservadora (respecto de lo social, cultural e in-
migratorio) y liberal, desde el costado del capital especulador, financiero y destructor de la
producción nacional.
La marca ideológica conservadora se fortalece cuando observamos el componente moral,
reaccionario, racista y autoritario de estas experiencias, de modo que la presencia del conser-
vadurismo moral e ideológico aleja las prácticas liberales y, más aún, la esperanza depositada
por parte de ese liberalismo en la “derecha democrática y moderna”.
A esta altura en necesario decir que los elementos neoconservadores de estas experiencias
recogen elementos estructurales de las derechas tradicionales como: la responsabilización del
individuo, el borramiento de los conflictos de clase y la solidaridad, el rol mínimo del Estado
no intervencionista en lo económico y lo social, el mantenimiento de las desigualdades, el eli-
tismo político social y cultural, la lógica de la mercantilización, la desregulación y políticas
pro mercado, la construcción de enemigos como estrategias de poder (el populismo, los rojos
comunistas, la corrupción), la violencia institucional y el socavamiento del Estado de Dere-
cho. Quizás lo novedoso de las derechas neoconservadoras estaría dado por la construcción
de un lenguaje de la pospolítica, el ascenso por la vía electoral, la construcción de hegemo-
nías culturales – con vigencia del neoliberalismo – en espacios donde se construyen sentidos
y representaciones, la enunciación de constituir experiencias de desideologización, el uso de
nuevos canales de comunicación, el apego a la democracia procedimental o competencia
electoral.
6 Sanahuja,
José Antonio, “Las nuevas derechas latinoamericanas frente a una globalización en crisis”, en Nueva Sociedad
275, Mayo-Junio 2018, en www.nuso.org
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Respecto del segundo punto sobre las políticas económicas, según en análisis de José Sa-
nahuja6, desde 2013, emergen cuatro factores de vulnerabilidad estructural en los países lati-
noamericanos: 1) caída de los precios de la materias primas y el ciclo de los commodities, ma-
yor apertura financiera; 2) aumento de las tasas de interés, fuerte aumento de deuda corpo-
rativa, crisis financiera global (vulnerabilidad externa); 3) deteriorioro de las balanzas fisca-
les (dependencia de bienes primarios y recesión); 4) estancamiento de los avances sociales
(caída del empleo, de coberturas de salud, sociales, previsionales, etc.).
El autor enfatiza en cómo los cambios de ciclo en la segunda década del siglo XXI resitúan
la dinámica globalización VS regionalismos. Toma como ejemplo a Argentina, Brasil, Colom-
bia y México como los países que adoptan medidas económicas supuestamente
“desideologizadas” y “pragmáticas”, con apertura económica, bilateralismo refractario, pro-
moción del sector privado, inversión extranjera directa, reinstalando las instituciones de cré-
dito, OCDE y alineadas a la agenda de seguridad de EEUU para América Latina. Con la salve-
dad de México, que luego del proceso electoral de 2018 vira en su orientación con Andrés
Manuel López Obrador, los ejemplos de la progresiva desvinculación de Argentina (Mauricio
Macri), Brasil (Jair Bolsonaro) y Colombia (Juan Manuel Santos) a la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR),
manteniendo el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) con acercamiento a los bloques de
Libre Comercio o Alianza del Pacífico (AP) han estado a la orden del día, es decir: la seguri-
dad y el comercio constituyen el núcleo de la agenda común.
Sin embargo, ese giro a la derecha en virtud de “abrirse al mundo”, con políticas liberales y
pragmáticas no han tenido sustento por el cierre que propone EE.UU. con Donald Trump
que no favorece este orden internacional liberal y coaliciones favorables. De modo que las
apuestas de las nuevas derechas latinoamericanas por la globalización parecen estar disocia-
das de los principales procesos que atraviesan la estructura internacional. A esa fractura se le
suman los fracasos frente a temas como la corrupción, la diversidad sexual, el descontento
social, fortaleciendo el núcleo reaccionario y conservador de sus políticas.
A partir de lo expuesto ¿Es posible postular las deficiencias de la legitimidad popular en la
acción del parlamento? ¿Hay un nuevo modo de dar cuenta del par orden-conflicto inherente
a lo político? ¿Cómo se construye poder público-estatal en los países de América Latina?
¿Qué actores endógenos y/o exógenos están jugando en la formulación de las democracias?
¿Hacia qué tipo de democracias vamos?
Habíamos mencionado que uno de los aspectos novedosos de las derechas estaba vincula-
do a las comunicaciones, a los medios y a las empresas. Siguiendo a Noam Chomsky, la cons-
trucción del poder político, los valores, normas y acciones que se intentan legitimar, no ocu-
rren en un vacío sino en un modo de constitución de la sociedad y en los discursos hegemóni-
cos que ponen en disputan esos valores y normas. El autor asigna una importancia sustantiva
a los medios de comunicación, como fuente de información, desinformación, ocultamiento o
manipulación. Así, podemos sostener que gran parte de la circulación de dichos valores o dis-
valores se montan en complejas estructuras que vehiculizan y/o articulan modos de pensa-
miento y criterios de validez política. Adquieren aquí más o menos robustez la forma en la
que operan estos medios, para conformar esas hegemonías culturales y para pretender una
cristalización de los valores conservadores antedichos (la moral religiosa, las tradiciones, lo
reaccionario, la intolerancia, el desprecio, el racismo).
Otro problema es que aquel consenso acerca del respeto a la libertad individual, a las mi-
norías, a las diversidades y pluralidades, se ha resquebrajado con el advenimiento de demo-
cracias frágiles, escenarios de incertidumbre, caída de la autonomía de lo político, y por el
Prólogo
avance de las políticas conservadoras. Éstas políticas en sus valores y acciones estatales ha-
cen recrudecer las persecuciones, las ejecuciones sumarias, los desplazamientos internos a
nativos y migrantes, los acuerdos bilaterales y regionales de fuerzas de seguridad, el papel –
que se discute en la región – de las fuerzas armadas; los inciertos equilibrios de poder de los
actores democráticos, los movimientos espejo que despliegan los Estados hacia los movi-
mientos sociales y el debilitamiento de la función de los parlamentos, ajenos a las voluntades
populares.
En conjunto, estas prácticas políticas y la forma de pensar lo político contribuyen a un de-
bilitamiento de los Estados de Derecho y de la propia democracia, en lo formal y sustancial,
de allí que la derecha democrática quede en entredicho.
En nuestro país, el discurso político hegemónico no hubiese podido consolidarse sin apo-
yarse en los aspectos reaccionarios, individualistas y meritocráticos, para así justificar un sin
número de acciones fuertemente conservadoras y altamente preocupantes al momento de
considerar los procesos como realmente democráticos. Hacemos referencia, por ejemplo, a
cómo la nueva derecha se monta sobre capas de la cultura de elite pero también de la cultura
popular empalizando – a nuestro entender – con disvalores democráticos, a la vez que cons-
truyendo respecto de las movilizaciones o acciones colectivas un contra-discurso fuertemente
agresivo y denostativo en operaciones que podríamos llamar de “movimientos espejo”. Ejem-
plos de estos “movimientos espejo” son a nuestro entender, la caracterización denostativa
que el Estado, a través del gobierno argentino y otros actores de influencia en la opinión pú-
blica, tuvo y tiene hacia otros actores y/o movimientos colectivos como: a) los movimientos
feministas, que han crecido en volumen y movilización, y la derecha construye como movi-
mientos violentos, sustentados por “feminazas”, mujeres poco aseadas, lesbianas, etc.; b) los
movimientos de derechos humanos y sus papeles potentes en las democracias de la región, a
éstos se los suele denostar con la expresión “el negocio de los derechos humanos”, los
DD.HH. deben ser de todos, etc.; c) los movimientos de pueblos originarios, su fortalecimien-
to y reconocimiento, a los que se los (des)califica como ilegales, violentos, vagos, etc. En to-
dos estos casos, por un lado emerge la potencia organizativa, democrática y contestataria de
los movimientos, que dinamiza la democratización; al que se le opone en este movimiento
espejo un conjunto de acciones discursivas y de hecho de tipo denostativas, descalificatorias
y persecutorias.
Entendemos que el conjunto de cuestiones que hemos descrito no hacen sino lesionar el
núcleo mismo de la legitimidad política y las democracias, parafraseando a Weber, en su ori-
gen, desarrollo y efectos. Por eso, la reflexión teórico-política, y de las ciencias sociales en ge-
neral, tiene un desafío y compromiso potente que nos debe interpelar, para contribuir con
análisis certeros a la interpretación sobre las amenazas antidemocráticas y para contribuir al
cambio de este statu quo.
Las razones por las cuales la derecha triunfó en cada nación son locales. Es decir, va-
rían según el país. En el caso de Colombia, por ejemplo, hay una continuidad de la derecha a
lo largo de un período. Por el contrario, en Brasil fue más bien una interrupción de ciclo que
incluyó un golpe de palacio. Lo que si veo es que en varios países -más no en Argentina- con-
vergen dos vertientes. Por un lado una derecha conservadora, centrada sobre todo en valores
Entrevista al Dr. Sergio Morresi
relacionados a la familia, lo moral, la puesta en valor de la idea de nación y las fuerzas arma-
das. Lo que llamaríamos la derecha nacionalista, conservadora y reaccionaria. Por otro lado,
converge lo que llamamos derecha liberal. Esto implica planes económicos muy cercanos al
neoliberalismo. Sin embargo, esta confluencia entre una derecha más ideológica y una dere-
cha del tipo económico neoliberal es distinta en el caso argentino. El PRO viene llevando ade-
lante una agenda que, si bien coquetea con estas ideas -por ejemplo en la política de seguri-
dad- también impulsó el debate por el aborto. Ahí no vemos esa confluencia. Al mismo tiem-
po, me parece que esto tampoco estaría sucediendo en Chile. En este caso, el liderazgo de Pi-
ñera es más pragmático y similar al de Macri en Argentina. Habrá que ver cómo esto evolu-
ciona. Primero hay que ver si es un ciclo o si fue apenas el resultado de unas pocas elecciones
en algunos pocos países. Varios ya habían tenido gobiernos de derecha, como Chile o Colom-
bia. Pasa lo opuesto en México, que viene de gobiernos de derecha y llega un gobierno de iz-
quierda o centro izquierda. Siempre esas ideas u oleadas ocultan tanto como revelan, habría
que ser cuidadosos.
En buena medida tiene que ver con la terrible experiencia que significó la dictadura
de 1976. La derecha más reaccionaria y nacionalista quedó desprestigiada por el terrorismo
de estado y por la derrota de Malvinas. La sociedad leyó a la dictadura como un fracaso abso-
luto. No sólo como un fracaso de los militares, que fueron enjuiciados y encarcelados, sino de
toda su visión política. Todo ese sector, si bien tuvo una recuperación en los 80 con el MO-
DIN de Aldo Rico, terminó de ser expulsado de la política durante el kirchnerismo. Hoy sería
difícil pensar en que se recupere, si bien hay líderes políticos como Olmedo en Salta que vuel-
ven a poner esa posición en agenda, lo hacen de manera un poco caricaturizada y marginal.
Lo cierto es que no parece haber un correlato entre esa agenda y la que propone el oficialis-
mo. No obstante, hay que admitir que hay ciertos acercamientos con algunas propuestas. Un
ejemplo es la cuestión de securitización, entendida como volver policiales asuntos sociales.
No, nuevamente una herencia de los años 70. “La izquierda” por el nombre de iz-
quierda no tiene un arraigo fuerte en nuestro país. Si uno escucha al presidente no lo escucha
hablar en contra de la izquierda. Habla en contra del populismo, de la corrupción, algo muy
vago, muy vaporoso. Son pocos los actores del gobierno que se plantean abiertamente como
anti-izquierdistas. Y claramente, en Argentina, esto no forma parte del discurso oficial, como
si lo hace en Colombia o Brasil. En estos países, las ideas de populismo, socialismo, comunis-
mo internacional, Cuba, Venezuela son todas una misma cosa: la amenaza marxista. Esa idea
acá no tiene asidero. Se podría decir que Bullrich habló de terrorismo internacional cuando
reprimió a los mapuches, pero no es parte del discurso general.
Entrevista a l Dr. Sergio Morresi
El PRO es pro-mercado, lo dijo el propio Macri cuando fundó el partido pero una co-
sa es la facción, o el partido PRO propiamente dicho, y otra cosa es la alianza que gobierna.
Esta alianza, no es toda pro-mercado, o al menos no del mismo modo. Lo que veo es que, por
un lado, se están acentuando algunas políticas públicas que ya existían. Como por ejemplo
mantener cierto nivel de consumo, que antes se financiaba con deuda pública y ahora se fi-
nancia a través de deuda privada. Buena parte de los créditos que el Estado está otorgando
tienen que ver con colocar dinero en los consumidores al precio de endeudarlos. Ya no es una
deuda del Estado que se financiaba con la venta de bonos, sino más bien una deuda de los
ciudadanos con relación al Estado mediado por organismos internacionales de crédito. Esto
genera cierto potencial de consumo, aun en un momento de crisis. Por otro lado, se acentúan
características que no son propiamente económicas. Para ser electos priorizaron una alianza
con la UCR que acentuó una veta antiperonista. Esta veta, estaba presente ya mucho tiempo
antes en PRO, pero que no era tan fuerte. Sin embargo ahora, se profundiza porque el go-
bierno carece de éxitos económicos para mostrar. No tuvo éxito ni siquiera en aquellas di-
mensiones según las cuales él mismo pidió ser evaluado. Recostarse sobre lo identitario im-
plica claramente un refuerzo de ese no-populismo y ese elitismo, que insisto, ya venía desde
el comienzo.
- Con un empresariado alejado, una clase media afectada por la crisis económi-
ca, economistas y periodistas que no pueden dar buenas noticias: ¿Qué sectores
le quedan al gobierno en su núcleo duro?
Entrevista al Dr. Sergio Morresi
Yo creo que le quedan todos los núcleos duros. No imagino que ninguno se esté ba-
jando. Es un gobierno en funcionamiento. Si bien su continuidad hace un año y medio se
consideraba casi asegurada, y hoy está puesta en duda, no veo que estemos asistiendo a un
desgranamiento de un gobierno que pierde sectores. Lo que estamos viendo ahora es cómo
una parte de la alianza, el partido radical, se está despegando en las elecciones provinciales
que se fueron adelantando durante el año. Esta es una facción que nunca se sintió cómoda
con la alianza. En el caso de los sectores más cercanos a la izquierda, esta facción empuja pa-
ra dejar esta alianza; pero también están los radicales más centristas, que quieren ampliar la
alianza con el objetivo de que el PRO comparta más el poder. El objetivo es ampliar a secto-
res del peronismo la oferta electoral para octubre. ¿Qué horizonte de posibilidad tiene eso?
Teniendo en cuenta lo que hasta ahora viene siendo el comportamiento de la mesa chica del
PRO, yo diría que poco. Es cierto que esa mesa se puede ampliar, pero hasta ahora nunca se
amplió. Cada vez que hay una crisis política o económica se dice que se van a sumar radica-
les, peronistas, a fulanito, a menganito. Pero las decisiones se siguen tomando entre un grupo
muy pequeño de dirigentes cercanos a Macri, Peña, Lopetegui, y algunos más. A veces irán
otros pero no de manera constante.
Ahora, esa idea de austeridad pública se construye en base a la austeridad de los sec-
tores que no son las clases populares, como el sentido común parece suponer, sino más bien
las clases medias, que son la base sobre las que el PRO se armó. Esto hace muy problemático
su desarrollo, ya que está minando el consumo de sus propios votantes.
Para este gobierno, la austeridad es un valor moral, que se sostiene en frases como
“no hay que gastar lo que no se tiene”, o “Argentina es un país pobre”. Si uno mira el PBI per
cápita argentino o el IDH nadie diría que es un país pobre. Obviamente no es uno súper desa-
rrollado. Pero, este convencimiento constante de que es un país pobre, que hay que ser auste-
ros y resignarse a que no todos pueden ser ricos, no resiste análisis. Eso forma parte de una
sociodicea del fracaso del proyecto, la forma de explicar por qué no tuvo éxito ninguno de los
emprendimientos económicos que llevó adelante el gobierno: “Bueno, esto no es culpa de lo
que hicimos ni de las políticas públicas que aplicamos, sino que es un país subdesarrollado,
con poco mercado, con gente que no trabaja lo suficiente y que gasta demasiado”. Es la ma-
nera de explicarse a sí mismo y a la sociedad su propio fracaso.
- El jefe de gabinete Marcos Peña siempre hablo de un partido del siglo XXI: pos
ideológico y pragmático. Sin embargo, en una entrevista reciente, afirmo que
estas elecciones “más que una batalla por el bolsillo, van a ser una batalla por el
alma de la Argentina" ¿Qué opinas sobre esto?
En algún punto, mucha de la gente que está en el PRO siente efectivamente están
dando una batalla moral. Piensan que detrás del populismo, el kirchnerismo y varios “ismos”
hay atraso, corrupción y sobre todo algo antidemocrático que ellos vendrían a resolver con su
planteo de republica liberal. Una república que funciona normalmente, obedece las normas,
dice la verdad y no es corrupta. Eso tiene mucho de cruzada moral y claramente es una herra-
mienta electoral mentirosa, primero porque ante cualquiera de los casos de corrupción de
este gobierno se les vuelve más problemático mantener esa visión angelical sobre el partido
de gobierno. Muchos de los escándalos de los últimos meses han impactado. Por ejemplo el
Entrevista al Dr. Sergio Morresi
de Dalessio y los espías, que supuestamente formaría parte de lo que hacen “los otros”. La
fundación Pensar había propuesto eliminar la SIDE, propuesta que nunca se llevó adelante.
Son herramientas discursivas. Están librando una batalla cultural por una nueva argentina
en la cual el populismo no tenga lugar. Entendiendo por populismo no sólo lo que entende-
mos generalmente, sino buena parte de lo que se entiende fuera de argentina como izquierda.
Lo que les preocupa es la idea de un liderazgo fuerte, del desafío a las instituciones, pero
también las tendencias igualitaristas. Ellos engloban en el populismo características genera-
les del populismo de izquierda y derecha, pero también gran parte del ideario de izquierda, y
es esa la batalla que están dando.
Esto reforzaría la idea que había establecido Juan Carlos Torre en el año 2003, cuan-
do sostuvo que la crisis de representación que impactó en el sistema político argentino lo ha-
cía mucho más en los partidos no peronistas, que los peronistas. Si nuevamente una alianza o
gobierno de coalición no peronista vuelve a fracasar seguramente se refuerce la idea de que
sólo un peronista puede llevar adelante programas de gobierno más ambiciosos. Al hablar de
fracaso no refiero solamente a una buena performance socioeconómica, sino también a que
los intentos de permanencia o reelección de los no peronistas queden frustrados. ¿Qué suce-
dería con el PRO? Va a depender del resto de las elecciones. En la ciudad de Buenos Aires to-
do da a pensar que la reelección es más fácil. Hay que ver qué sucede en algunas otras pro-
vincias donde, si bien gobierna el radicalismo, lo ha hecho en armonía con el PRO. Claro
ejemplo el caso de Jujuy. Pero uno tendería a pensar que fracasado el proyecto de reelección
el PRO tendría a replegarse y a volver a una situación en la cual volvería a intentar a crecer,
pero quedaría muy impactad. Esto sería una oportunidad para el radicalismo de repensarse y
reposicionarse. Recientemente, con el triunfo del PRO, Juan Carlos Torre revisó su posición.
En esta oportunidad había pensado que finalmente la crisis de representación había llegado
también al peronismo. Más allá de que el PRO pierda las elecciones, habría que ver el desem-
peño inmediato del próximo gobierno, analizando sobre todo su capacidad de recomponerse
o no.
El discurso de Carlos Pagni en el ciclo ascendente de
Cambiemos (2015-2017)*
Lic. Ernesto Roland
Maestrando en Partidos Políticos (CEA-UNC);
Doctorando en Historia (UNC)
Becario Doctoral del Conicet / IDH-UNC
choloroland@gmail.com
En este artículo analizaremos el discurso de In this article we will analyze the discourse of
uno de los principales analistas políticos del one of the main political analysts of the newspa-
diario La Nación, Carlos Pagni, durante el ciclo per La Nación, Carlos Pagni, during the upward
ascendente de la Alianza Cambiemos (2015- cycle of the Alianza Cambiemos (2015-2017).
2017). Para ello emplearemos el marco catego- For this we will use the categorical framework of
rial de Eliseo Verón, orientado al análisis del Eliseo Verón, oriented to discourse analysis. As
discurso. Como veremos, Pagni define una serie we will see, Pagni defines a series of legitimate
de actores políticos legítimos y sus modalidades political actors and their interaction/
de interacción/cooperación, excluyendo a otros. cooperation modalities, excluding others. In his
En su discurso, el juego político legítimo resulta speech, the legitimate political game is led by the
protagonizado por el oficialismo de Cambiemos ruling party of Cambiemos and a Peronist oppo-
y una oposición peronista distante del sition distant from "populism" and close to a
“populismo” y cercana a una “normalización” neoliberal "normalization" of the Argentine eco-
neoliberal de la economía argentina. La aplica- nomy. The application of the Veronian model to
ción del modelo veroniano a este caso particu- this particular case allows us to reflect on the
lar, permite reflexionar acerca de los procesos processes of construction of hegemony, unders-
de construcción de hegemonía, entendida, al tood, in the manner of Mark Angenot, in socio-
modo de Mark Angenot, en términos socio- discursive terms.
discursivos.
INTRODUCCIÓN
Los resultados del balotaje nacional del 22 de Noviembre del 2015 concedieron el triunfo a
la Alianza Cambiemos, ungiendo como primer mandatario de la Argentina a Mauricio Macri.
La coalición electoral triunfante se compuso de tres partidos políticos: Propuesta Republicana
(PRO), Unión Cívica Radical (UCR) y Coalición Cívica (CC). A partir de la victoria sobre su
adversario -la coalición electoral peronista Frente Para la Victoria (FPV)- comenzó el ciclo
ascendente de Cambiemos, coronado en las elecciones de medio término de Octubre del 2017.
En esa oportunidad, la fuerza liderada por Macri se posicionó como primera minoría
nacional, ante un peronismo dividido en diversas vertientes1. El ordenamiento de la gestión
del nuevo oficialismo mostró un predominio marcado del PRO, el partido liderado por el
* Este trabajo se enmarca en el Seminario “Análisis del Discurso Político” de la Maestría en Partidos Políticos del Centro de
Estudios Avanzados– UNC (profesoras a cargo: Dra. María Teresa Dalmasso y Dra. Fabiana Martínez, dictado en Marzo del
2018 )
Eje temático: Análisis político
nuevo presidente. El ciclo ascendente del macrismo, el bienio 2015-2017, contó de un fuerte
apoyo de los principales medios de comunicación, enfrentados con el anterior gobierno
nacional, fundamentalmente a partir del conflicto del 2008 entre dicha administración y las
patronales agropecuarias (Pucciarelli y Castellani, 2017: 24-31)2. En ese sentido, dos actores
mediáticos resultaron claves: el Grupo Clarín y La Nación.
Uno de los principales editorialistas del diario La Nación, Carlos Pagni, cobró
protagonismo en el soporte televisivo, a través de su programa Odisea Argentina. Este
comenzó a trasmitirse en el canal Todo Noticias (TN), propiedad del Grupo Clarín, a
mediados del 2013, con la participación del futuro ministro de Hacienda de Cambiemos,
Nicolás Dujovne, amigo personal y confidente de Pagni3 4. Luego el programa pasó a La
Nación +, el nuevo canal televisivo de La Nación, en Marzo del 2017. Su vinculación con
Dujovne y su cercanía a la política oficialista torna a los editoriales de Pagni un objeto de
particular interés para el análisis del discurso del ciclo político 2015-20175. Como
observaremos, Pagni se mueve en una frontera lábil entre el periodismo y la política.
Creemos que sus editoriales son un importante soporte significante en el ciclo ascendente de
la Alianza Cambiemos 6 7.
MARCO TEÓRICO
En la perspectiva Eliseo Verón, lo discursivo no constituye una suerte de epifenómeno o
superestructura que reflejaría tendencias “estructurales” u “objetivas” de la sociedad (Verón,
1978; 1987a). Tampoco representa lo opuesto a la acción, como se desprende de cierto
sentido común que opone el “decir” al “hacer”. Para nuestro autor lo discursivo es
constitutivo de lo real. Ello significa que toda realidad social es construida a partir de
determinados mecanismos significantes. La existencia misma de “hechos”, “procesos”,
“fuerzas políticas” e “instituciones” es inseparable de la producción discursiva de sentido que
efectúan los agentes sociales. El autor propone analizar la producción de sentido desde un
1 En la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista y principal distrito electoral del país, el peronismo encaró la
contienda fragmentado en tres vertientes: la kirchnerista Unidad Ciudadana (UC), el Partido Justicialista Bonaerense (PJB) y
el Frente Renovador (FR). De este modo, el peronismo bonaerense presentó una lista identificada con el kirchnerismo, mien-
tras otras dos listas intentaron distanciarse de dicha filiación. A su vez, los peronismos provinciales tendieron a adoptar una
posición “pro gobernabilidad” en sus pronunciamientos públicos, con la excepción del peronismo de San Luis que optó por la
confrontación con el oficialismo nacional. Sin embargo, dentro de los peronismos provinciales identificados con el discurso
de la gobernabilidad se observaron matices, ya que algunos acentuaron su cercanía con el oficialismo nacional, como los pe-
ronismos de Córdoba y Salta, mientras que otros tomaron mayor distancia, como el peronismo de San Juan.
2 Entre los analistas políticos existe cierto consenso acerca del deterioro de la gestión oficialista a partir de la reforma de régi-
men previsional de Diciembre del 2017 y, sobre todo, desde la crisis cambiaria y financiera iniciada en Marzo del 2018 y la
posterior decisión de pedir una línea crediticia al Fondo Monetario Internacional (FMI). En base a ello, puede decirse que la
dinámica política del segundo tramo del mandato de Macri se modificó sustancialmente.
3 Véase el reportaje a Carlos Pagni realizado por La Nación (Pagni, 03/03/2018).
4 Dujovne resultó fortalecido tras la crisis financiera y cambiaria anteriormente referida, ya que pasó a liderar las negociacio-
nes con el FMI y a coordinar el trabajo de nueve ministerios: Finanzas, Interior, Trabajo, Energía, Transporte, Agroindustria,
Producción, Modernización y Turismo.
5 A su vez, el analista político Jorge Asis observó el entreveramiento de La Nación con el Poder Judicial, a partir de la existen-
cia de una “mesa de operadores judiciales” en la que participaría un hombre de primera línea del medio de comunicación
fundado por Mitre (Asis, 03/05/2018).
6 En el análisis utilizaremos el tiempo pasado ya que daremos cuenta del ciclo 2015-2017. Evidentemente la eficacia del pro-
yecto macrista de una nueva hegemonía, del que como veremos forma parte el discurso de Pagni, es algo aún no resuelto y
cuyo análisis excede este trabajo.
7 La relevancia del periodismo en la política moderna ha sido destacada por Max Weber (2007 [1919]), uno de los padres de
la sociología moderna. A su vez, en relación a los últimos lustros se ha observado que la confianza que la ciudadanía dejó de
depositar en los partidos políticos se ha trasladado, en cierta medida, a los medios masivos de comunicación (Dalmasso,
2015: 9).
“El discurso de Carlos Pagni en el ciclo ascendente de Cambiemos (2015-2017)”
Lic. Ernesto Roland
discriminar dos niveles de análisis. Por un lado, el relativo a las entidades del imaginario.
Allí podemos encontrar colectivos de identificación, colectivos de identificación ampliados,
meta-colectivos singulares, formas nominalizadas para ritmar argumentos y formas
nominales con poder explicativo. Aquí nos interesa en particular los meta-colectivos
singulares, ya que ello nos traslada al ámbito de la relación entre el enunciador y los
destinatarios. Cuando el discurso postula una entidad de este tipo intenta abarcar a un “otro”
más amplio que el prodestinatario y el paradestinatario. En rigor, el meta-colectivo singular
puede incluir al prodestinatario y al paradestinatario en un “nosotros” más amplio. Por otra
parte, el plano del enunciado presenta un segundo nivel de análisis, el de sus componentes.
Ello nos ubica en la relación entre la enunciación y el enunciado, ya que los componentes
definen el modo en el que el enunciador construye su red de relaciones con las entidades del
imaginario. Se pueden distinguir cuatro componentes: descriptivo, didáctico, prescriptivo y
programático. Aquí nos interesan en particular los componentes descriptivo y didáctico,
ambos ligados a la instancia del saber. El primero de ellos se presenta cuando el enunciador
efectúa la constatación de una situación específica. Ello muchas veces implica la invención de
una temporalidad, a partir de delimitar una situación pasada respecto de una situación
presente. Por otra parte, el componente didáctico se presenta cuando el enunciador presenta
un principio general que formaría parte de una verdad universal. En el componente didáctico
se suele ocultar la subjetividad del enunciador, ya que los principios expuestos forman parte
de una suerte de verdad intemporal, ajena a contaminaciones parciales.
Las categorías de análisis sobre la enunciación y el enunciado resultan sumamente
productivas para explicar el modo en que las prácticas discursivas construyen lazos sociales,
instando a cumplir ciertas pautas de comportamiento a ciertos actores –a través de una
cooperación discursiva no exenta de conflictos- y excluyendo a otros actores. En esta
dirección, creemos que el análisis de un dispositivo enunciativo particular y de las entidades
del imaginario y de los componentes del enunciado nos introduce en la problemática de la
hegemonía pensada en términos socio-discursivos. En esa dirección, Marc Angenot (2010)
señala que el discurso social detenta una dimensión axiológica, ya que produce y fija
legitimidades al definir los actores y las prácticas que forman parte de un status quo
deseable. A su vez, el discurso social tiene una dimensión pragmática ya que busca que sus
destinatarios acepten y deseen un evento presente o futuro o admitan la necesidad de
determinado curso de acción. De este modo, se pueden analizar las modalidades mediante las
cuales el discurso social produce hegemonía, entendida, desde el punto de vista socio-
discursivo, como la imposición eficaz de determinadas “ideas de época”, y de parámetros
narrativos y argumentativos sobre los cuales los agentes inscriben sus prácticas sociales. Una
formación discursiva hegemónica implica la generalización de estos elementos en los campos
discursivos más relevantes. Puede decirse que una hegemonía -o un proyecto de hegemonía-,
delimita un escenario de actores legítimos, estableciendo sus prácticas y modos de
interacción, y excluye a otros actores y a las prácticas a ellos ligadas.
CORPUS E HIPÓTESIS
Metodológicamente, nos remitiremos a la relación condiciones de producción del discurso
-discurso, explorando el dispositivo de enunciación, los diversos destinatarios allí
construidos, la entidad del imaginario dominante y los componentes del enunciado. Para
ello, analizaremos un conjunto de cuatro editoriales de Carlos Pagni en el programa Odisea
“El discurso de Carlos Pagni en el ciclo ascendente de Cambiemos (2015-2017)”
Lic. Ernesto Roland
Argentina: "El derrumbe populista" (Pagni, 07-12-2015), "Macri y el PJ" (Pagni, 03/10/16),
"La traición de Aníbal" (Pagni, 20/11/17) y "El contraste entre Macri y Cristina" (Pagni,
11/12/17). El corpus ha sido seleccionado por dos motivos. Por un lado, temporalmente
recorre el ciclo ascendente de Cambiemos, por lo que presenta, como veremos, cierta
continuidad en términos de las expectativas que el enunciador deposita en el nuevo
oficialismo nacional y en una parte de la oposición peronista. Por otro lado, estas cuatro
editoriales se focalizan tanto en la dinámica interna del peronismo, como en su relación con
el nuevo oficialismo nacional. Ello permite explorar nuestra hipótesis, a saber: en la
definición de los destinatarios de su discurso, Pagni, en tanto enunciador, espera que tanto el
prodestinatario como el paradestinatario establezcan relaciones de cooperación, orientadas a
estabilizar un sistema político de democracia representativa que modele una economía de
libre mercado. Ello supone dejar atrás una representación política “populista” y una
economía regulada en clave neokeynesiana, atributos que el editorialista proyecta en el
contradestinatario. Para contribuir a configurar esta nueva dinámica política Pagni construye
un meta-colectivo singular -“la Argentina”- al cual le atribuye la necesidad de atravesar una
“normalización” de su funcionamiento económico que dé lugar a una serie de reformas
modernizantes. Estas tendrían por objeto dotar de una mayor fluidez a la vinculación entre la
economía argentina y el mercado mundial, incorporando a nivel doméstico los parámetros de
competencia de mercado dominantes en el capitalismo occidental. Como veremos, las
intervenciones de Pagni convergen con el discurso del nuevo oficialismo nacional en torno al
carácter y las implicancias de la nueva política económica y en relación a la importancia
atribuida a la “ética pública” y el “saneamiento institucional”. En tal sentido su discurso
otorga legitimidad al proyecto de poder de Cambiemos, pero al emplear un componente
descriptivo y didáctico, Pagni logra auto-representarse como un analista político que
“describe” y “explica” las tendencias “objetivas” de la realidad.
DESARROLLO
En "El derrumbe populista" (07-12-2015) Pagni interpreta la ausencia de Cristina
Fernández en el acto de entrega de bastón y banda presidencial a Macri en la asunción
presidencial, como un punto de inflexión que marcaría “una nueva de época”8. En un registro
afín a la filosofía política, el editorialista apunta que el episodio referido “simboliza” el eclipse
de una concepción populista de la democracia entendida como “gobierno de las mayorías”,
encarnada en la figura de Cristina Fernández. Ello explicaría que la ex presidenta no pueda
“tolerar la alternancia en el poder”. A contrapelo, la emergencia del macrismo expresaría una
concepción pluralista de la democracia, en tanto “respeto de los derechos de las minorías”.
Desde este editorial Pagni comienza a delinear al kirchnerismo como la versión populista del
peronismo en el nuevo ciclo político. De este modo, esta fuerza política pasa a ser un
contradestinatario en su discurso, en la medida en que no espera de ella cooperación con el
nuevo oficialismo. Como veremos, en sus sucesivas editoriales Pagni se esfuerza por marginar
y reducir el papel del kirchnerismo en el escenario político, por excluirlo del juego
interpartidario.
Pero la importancia de este editorial radica en que allí Pagni configura otro interlocutor
dentro del peronismo, un paradestinatario de su discurso. Según el editorialista el “promedio
8 Todas las palabras y expresiones entrecomilladas son tomadas textualmente de las fuentes citadas.
Eje temático: Análisis político
9 Acercamiento que se afianza al atribuir al kirchnerismo la falta de resolución de los dos “grandes ejes” mencionados, cuyo
origen estaría en la crisis del 2001.
10 La idea de “reinsertar a la Argentina en el mundo” formó parte de la plataforma electoral de Cambiemos, redactada para las
elecciones presidenciales del 2015 (Cambiemos, 2015), y fue recurrentemente empleada por el presidente y las primeras lí-
neas del gobierno.
“El discurso de Carlos Pagni en el ciclo ascendente de Cambiemos (2015-2017)”
Lic. Ernesto Roland
la agenda americana. Siguen los sucesos raros. (…) Pero en la Argentina a la rareza
la estamos viviendo desde hace 15 años, con el derrumbe de un sistema político
que había dominado la escena desde 1983. Es imposible entender la aparición del
PRO sin entender ese cambio, esa ruptura, ese malestar, entre el electorado de la
clase media y la política en general, y la representación tradicional de la política.
En esa atmósfera creció una planta llamada Macri. Esto determina una cantidad de
problemas dentro del oficialismo. (…) ¿Cuáles son esas tensiones? La aparición de
un partido nuevo que pretende interpretar la política de otra manera y que lo va
logrando, que no solamente se agota a otro marketing sino a otra relación entre la
política y el electorado y que por esa genética novedosa, impugna el orden anterior.
Ese partido nuevo, el PRO, convive con aquello que vendría a remplazar, el
radicalismo, que es casi el arquetipo de un partido tradicional organizado según
los cánones que indican los manuales de la primera mitad del siglo XX, y que
pretendió a lo largo de su historia una representación de la clase media que hoy
pide para sí el macrismo. (Pagni, 03/10/16).”
La reciente crisis sistema político argentino opera como condición de producción del
discurso pagnista sobre el macrismo. Como observamos, en su discurso ello tiene
implicancias al interior del oficialismo, en la medida en que se establece una disputa entre el
PRO y el radicalismo por representar a las capas medias. Esta lectura supone que la crisis de
representatividad del 2001 afectó diferencialmente a los partidos políticos mayoritarios 11. Si
el PJ pudo re-armarse desde una impronta “populista” con eje en la provincia de Buenos
Aires, la UCR comenzó un lento declive que permitió la emergencia del PRO. Ahora bien,
Cambiemos, conducido por el PRO tiene “una agenda de reformas” que puede impulsar a
condición de negociar con una fracción del PJ distanciado de la experiencia kirhcnerista, es
decir con el paradestinatario del discurso pagnista. Ello determina la dinámica oficialismo-
oposición:
“Hay dos sectores de la economía cruciales para la reforma económica que
espera la Argentina, donde los problemas se identifican con el PJ. Uno el gasto
público. (…) Subió 38% en las provincias el gasto corriente este año, casi todo es
gasto en personal. ¿Le va a seguir dando recursos el gobierno nacional a la
provincias sin exigirle un pacto fiscal? ¿Cuánto va a seguir pesando el esquema
federal en la dimensión del Estado, que es una de las grandes limitaciones que
tiene la Argentina, sobre todo después de la etapa kirhcnerista, para crecer? (…) El
otro tema donde está instalado en PJ se llama productividad, ahí están los
gremios. (Pagni, 03/10/16).”
Allí el peronismo no kirhcnerista se muestra como un actor proclive a negociar para poder
impulsar ambas reformas: tributaria y laboral. La primera refiere al viejo motivo del “Estado
elefantiásico” instalado en la década de los ochenta (Beltrán, 2006). De este modo, Pagni re-
actualiza el diagnóstico neoliberal sobre la centralidad del problema inflacionario y su origen
en el déficit fiscal del Estado y la emisión monetaria. A su vez, la alta presión tributaria, que
demandaría el sostenimiento del Estado, desincentivaría la inversión privada. En esta
tesitura el “peronismo racional” de las provincias puede y debe asumir la necesidad de una
11 Estainterpretación de la crisis del 2001 centrada en su impacto diferencial en los partidos mayoritarios, puede encontrarse
en trabajos académicos como el del historiador Juan Carlos Torre (2017).
Eje temático: Análisis político
rebaja “gradual” del gasto público lo suficientemente amplia como para reducir el déficit
fiscal y, simultáneamente, rebajar los impuestos al sector empresario. En relación a la
segunda reforma, también se reactualiza un viejo motivo de las reformas pro mercado,
referido a la baja en los salarios y las contribuciones patronales y a la organización de
acuerdos paritarios que ponderen la productividad laboral como variable de remuneración
salarial. Estas medidas persiguen el objetivo de incentivar inversiones en emprendimientos
como el yacimiento de Vaca Muerta. Para legitimar ambas reformas Pagni construye un
meta-colectivo –“la Argentina”- al cual le atribuye la necesidad de las reformas referidas
para “volver a crecer”. Tanto el prodestinatario –Cambiemos- como el paradestinatario –el
PJ no kirhcnerista- tienen la misión de realizar dicha tarea.
Ahora bien, ¿Qué incentivos tiene el peronismo político y sindical para colaborar con estas
reformas? En, "La traición de Aníbal" (20/11/17) Pagni emplea el componente didáctico, ya
que presenta una suerte de doctrina universal acerca de “la política y los recursos públicos”
que le permite interpelar al paradestinatario justicialista desde una convergencia discursiva
con el oficialismo; ya que Pagni y Cambiemos coinciden en diagnosticar una “herencia
recibida” en rededor de “la calidad de la política” y el “entramado institucional”12:
“Estamos, de un modo u otro, enfrentados durante todo este tiempo ante un
problema central de la política, de la Argentina, de cualquier sociedad que esté
discutiendo la vida pública: los recursos. Le entramos a este tema por distintas
ventanas. Habitualmente estuvimos hablando durante todos estos años de
recursos, cuando hablamos de corrupción. ¿Cuál es el destino de los fondos
públicos? Como existe una forma, la corrupción de privatizar fondos destinados a
lo público, que terminan en manos de empresarios y políticos corruptos. (Pagni,
20/11/17).”
En esta dirección, la corrupción encarnada en el kirchnerismo pone ante los pejotistas
ante un dilema, sobre el que Pagni sugiere una salida. A partir de una carta de Aníbal
Fernández a Cristina Fernández, Pagni observa cierta línea de conducta de un peronismo que
“quiere cambiar de piel”: el desligarse del kirchnerismo en tanto monopolio de la corrupción
política. De este modo, su discurso suscribe al clivaje instalado por el gobierno nacional que
tiende a asociar corrupción pública con una única fuerza política y sugiere que el peronismo
no kirchnerista o ex kirchnerista también lo haga y no en función a convicciones de orden
ético sino por mera racionalidad pragmática. De este modo, se le abre al peronismo no
kirchnerista, en tanto “oposición racional”, una vía de adecuación a un valor central en el
proyecto de poder de Cambiemos: la ética pública13.
Como observamos, los ejes del proyecto político del que participa de manera oblicua Pagni
son dos, un nuevo modelo económico pro mercado y la ética pública. ¿Tienen estos ejes el
mismo peso relativo? ¿O alguno de ellos predomina? ¿Sostiene tenazmente el editorialista
que Mauricio Macri es el abanderado del “saneamiento institucional” de la Argentina? ¿O
una restauración gradual del neoliberalismo, que instrumenta valores sociales aceptados, es
la vía realista y pragmática de transitar la “Odisea Argentina” y desembarcar en la patria
deseada? En "El contraste entre Macri y Cristina" (11/12/17) tenemos la respuesta:
CONCLUSIONES
Eje temático: Análisis político
En este trabajo analizamos el discurso de Carlos Pagni durante el ciclo ascendente del
macrismo (2015-2017). Haciendo uso del marco categorial de Eliseo Verón, dimos cuenta de
la construcción discursiva de destinatarios de este discurso. También notamos como a esos
destinatarios se les asignó un papel específico en la arena política. Resultó significativo el
hecho de que el contradestinatario, el peronismo kirchnerista, fuera marginado de la
dinámica comunicativa. Ello implicó la tentativa de marginar políticas asociadas a dicho
actor, en particular aquellas que se asocian a una política económica neokeynesiana y una
geopolítica distante de los centros de poder occidental. Desde la marginación del
kirchnerismo, el discurso pagnista convocó a su paradestinatario, el peronismo no
kirchnerista, a ocupar el papel de una oposición alineada con la nueva orientación económica
y geopolítica que impulsa el macrismo. La posibilidad de desligase de la corrupción asociada
al kirchnerismo fue el incentivo propuesto por Pagni para estos peronistas más cercanos al
macrismo que al kirchnerismo.
Evidentemente las intervenciones pagnistas se articulan y convergen con muchas otras,
tanto de periodistas como de políticos. Aquí pudimos notar su cercanía al discurso oficialista,
en tanto este analista político parte de un mismo diagnóstico sobre la realidad del país y
sobre el rumbo que debe adoptar y otorga centralidad a la agenda de la ética pública. Esta
convergencia se produce sin asumir una identificación oficialista, ya que Pagni logra auto-
presentarse como un analista político que “describe” y “explica” la realidad partir del uso del
componente descriptivo y didáctico y apelando a un meta-colectivo ampliado –la Argentina-
sobre el que proyecta la necesidad de una serie de reformas.
La aplicación del modelo veroniano a este caso particular permite reflexionar acerca de los
procesos de construcción de hegemonía, entendida, al modo de Mark Angenot, en términos
socio-discursivos. En sentido, puede notarse que el intento de incorporar a una parte del
espectro político peronista –político y sindical- en una nueva orientación socio-económica
del país, requiere fijar legitimidades en torno a las políticas públicas tanto del ciclo político
kirchnerista como respecto del nuevo periodo abierto tras la asunción de Macri. Al definir un
curso deseable y realizable de reformas socio-económicas, se deslegitima, simultáneamente,
un curso alternativo encarnado en la anterior gestión. Puede pensarse que una
reconstrucción del mapa político de estas características puede ser exitosa en la medida en
que engarce con un curso de acción práctico que permita al actor interpelado -en términos
analíticos el paradestinatario del discurso- adaptarse a un nuevo marco político,
incorporando sus parámetros narrativos y argumentativos. En tal sentido un peronismo
aggiornado debería, según el discurso aquí analizado, rechazar la experiencia krichnerista
desde las coordenadas de una agenda impuesta mayormente por el oficialismo y los medios
de comunicación dominantes. Para que ello se produzca parce ser determinante el respaldo
de la población a la nueva gestión. Si ello no fuera, así resulta esperable que en el segundo
tramo de la gestión de Cambiemos no se consolide la dinámica comunicativa aquí analizada.
BIBLIOGRAFÍA
ANGENOT, Marc (2010): El discurso social. Los límites históricos de lo pensable y lo
decible, Siglo XXI, Buenos Aires.
ARFUCH, Leonor (1987): “El juego de la política, análisis de la campaña de Luder/
Alfonsín”, en VERON, Eliseo y otros, El discurso político. Lenguajes y acontecimientos,
Hachette, Buenos Aires.
“El discurso de Carlos Pagni en el ciclo ascendente de Cambiemos (2015-2017)”
Lic. Ernesto Roland
La presente ponencia consta del análisis de la The current paper deals with the press confe-
conferencia de prensa emitida por el actual Pre- rence given by the current president Mauricio
sidente Mauricio Macri el día 19 de diciembre Macri on December 19th, 2017 and analyses it
del año 2017 desde el método de análisis socio- using the sociologic-linguistic discourse method
lógico-lingüístico del discurso (ASLD). La emi- (SLDM). The broadcast was made in the context
sión se realizó en el contexto de la aprobación of the passing of the Social Security Reform that
de la Ley de Reforma Previsional, la cual impli- implies modifications on the new Retirement
ca modificaciones en el nuevo índice de Movili- Mobility index. The paper includes a general
dad Jubilatoria. En el trabajo se realizará una analysis on the different discourse tools identi-
descripción general de diferentes herramientas fied during the first four minutes of the confe-
discursivas identificadas durante los primeros 4 rence. The audiovisual material will be taken as
minutos. Se tomará como fuente el formato au- the main source and the transcriptions of expla-
diovisual y la transcripción de fragmentos ilus- natory fragments as empiric material. The main
trativos como material empírico. El objetivo objective is to identify in the discourse referen-
será identificar en el discurso aquellas referen- ces towards the ones that were found responsi-
cias hacia quienes se caracterizaron como los ble of scheming the violent situations during the
encargados de orquestar la violencia durante las protests that were held during the debate in the
diferentes manifestaciones llevadas a cabo en el House of Representatives. Moreover, and explo-
marco del debate en la Cámara de Diputados. ratory analysis will be carried out combining
Además, se llevará a cabo un análisis explorato- methodological and theoretical tools from the
rio combinando herramientas metodólogas y fields of Sociology and Linguistics, citing authors
teóricas tanto de la lingüística como de la socio- from SLDM, Discourse Analysis and political
logía, retomando autores del ASLD, el Análisis sociology and using different categories from
del Discurso y la sociología política, utilizando these fields.
diferentes categorías de estos campos.
INTRODUCCIÓN
* Trabajo enmarcado en el CAI+D: “Orígenes de la polarización social y política en la Argentina reciente. Aproximaciones
desde la política nacional y provincial (2003-2011)”, vigente en la FHUC-UNL desde el año 2017, dirigido por Gabriel Obra-
dovich y Pamela Sosa.
Eje temático: Sociología política
OBJETIVOS
El objetivo del escrito es desarrollar un primer ejercicio de aplicación del método del
ASLD. Para ello se utilizarán diferentes categorías y conceptos, se reflexionará sobre cómo el
macrismo construyó la figura de un enemigo interno, refiriéndose a éstos como los
encargados de orquestar la violencia durante las manifestaciones desarrolladas en el marco
del debate por la Ley de Reforma Previsional en la Cámara de Diputados.
Además, se propondrá una reflexión sobre la dimensión política del discurso donde, se
identificará algunos elementos que aparecen de manera implícita, vinculados a la concepción
de sociedad que mantiene el emisor, junto con sus representaciones3 sobre cómo debería
estar organizada y dónde se ubican los actores y el propio emisor, en la jerarquía social.
Asimismo, se debatirá sobre el fenómeno de “la grieta” y la reactualización de fuerzas
discursivas y confrontaciones históricas que se presentan en el discurso del presidente.
MATERIALES Y MÉTODOS
A partir del análisis de contenido, se describirán diferentes herramientas argumentativas
identificadas durante los primeros 4 minutos de exposición. El material empírico, será el
formato audiovisual4 de la conferencia de prensa, transcribiendo algunos fragmentos
5 “Cualquier tipo de producción discursiva puede constituir un corpus (…) cualquier enunciado gráfico, o transcrito, haya sido
producido gráficamente o no” (Iñiguez Rueda, 2003, pp. 104)
6 Además, estas reflexiones se sirven de información secundaria como artículos periodísticos de interés, omitidos en el pre-
sente artículo.
7 Lectura realizada por el sociólogo Ignacio Ramírez en el ensayo: http://www.revistaanfibia.com/ensayo/todo-triunfo-
evapora-en-diciembre/
Eje temático: Sociología política
Argentina que soñamos, pero esa violencia que vimos, claramente orquestada, la vamos a
enfrentar junto a la Justicia para entender quiénes son y quiénes han sido los responsables
porque no fue algo espontáneo, realmente en la Argentina de hoy se vive un clima de paz, en
la Argentina de hoy hay esperanza sobre el futuro” (0:22).
En este fragmento, Macri se refiere a un “nosotros” inclusivo que se adjudicará el papel de
víctima de aquella violencia de la que son responsables “otros” diferenciados. El subrayado
permite identificar los “roles semánticos” presentes en el discurso. Los cuales son definidos
por E. Meccia (2017) desde: “(…) el papel relacional (…) adjudicado a quienes el discurso dice
que forman parte de un drama social particular” (Meccia, 2017:8)
Esta herramienta, permite señalar a los actores puestos en escena dentro del escenario
propuesto en la enunciación e identificar el papel que se les confiere a cada uno. Van Dijk
(1999), desde el enfoque del análisis crítico del discurso político (ACD), propone la
interrelación entre el proceso y la acción política considerando que: “(…) texto y contexto se
definen mutuamente el uno del otro (…)” (Van Dijk, 1999:15).
En el Discurso Político, se presenta una polarización semántica que está vinculada a la
dimensión contextual. Así, las oposiciones y polarizaciones presentadas en la dimensión
discursiva tienen correspondencia con una polarización ideológica dentro de la dinámica
política.
Este principio de caracterización discursiva que establece la estrategia de polarización,
indica los límites y fronteras ideológicas en el que, desde evaluaciones o apreciaciones, se
determinan quienes pertenecen al “ellos” y al “nosotros” y quienes están dentro o fuera del
auditorio al que se dirige el emisor.
En este sentido, Van Dijk (1999) también define que, en política: “Las evaluaciones son
característicamente polarizadas: mientras NOSOTROS somos democráticos, ELLOS no lo
son y en tanto NUESTROS soldados, o aquellos quienes comparten nuestra causa, son
combatientes de la libertad, los de los OTROS son obviamente terroristas (…)” (Van Dijk,
1999:45).
8 Estas reflexiones, se enmarcan dentro de los debates establecidos en el CAI+D: “Orígenes de la polarización social y polí-
tica en la Argentina reciente. Aproximaciones desde la política nacional y provincial (2003-2011)”, vigente en la FHUC-
UNL desde el año 2017, dirigido por Gabriel Obradovich y Pamela Sosa
9 Referencia a hechos tales como: http://www.lanacion.com.ar/2057461-una-grieta-llamada-santiago-maldonado/ http://
www.perfil.com/politica/la-detencion-de-milagro-sala-y-la-perpetuacion-de-la-grieta-0116-0086.phtml/ http://
www.perfil.com/politica/jones-huala-la-ram-es-una-organizacion-de-autodefensa-no-terrorista.phtml
10 Véase:Meccia, Ernesto; “No me discuta: Migración reciente en Argentina y medios de comunicación desde el análisis so-
ciológico-lingüístico del discurso”; en Remelcs, vol. 7, no. 1, UNLP; La Plata; 2017
“¿Quiénes son los encargados de orquestar la violencia? ”
Luisina Sánchez Romero
adoptada por Maingueneau (2002) permite reflexionar sobre la manera en que el presidente
construye y proyecta una imagen de sí, como parte de una estrategia de presentación hacia el
auditorio que se dirige. En relación con la idea de “grieta”, Macri construye una presentación
de sí diferenciándose fuertemente de la ex presidenta Cristina Fernández.
Es decir, rompe con el estilo en el que los ex presidentes argentinos, en general, han
construido la presentación de su persona o su ethos. Intentando diferenciarse de los modos
de Cristina Fernández, Macri construye su imagen como una persona calma, paciente,
conciliadora y receptiva, desde modos y gestos que demuestren una idea de disposición al
diálogo.
Así, Macri adopta estrategias que le permiten diferenciarse de la “pesada herencia”,
profundizando las confrontaciones vinculadas a “la grieta”. Otra estrategia posible, es
reactualizar fuerzas discursivas previas que le permiten al presidente reforzar su discurso. En
este sentido, cobra importancia la noción de instanciación que es definida como aquella
operación o estrategia discursiva en la que el hablante re-contextualiza elementos del pasado
en el discurso presente.
De este modo, el discurso del presidente dialoga con otras fuerzas discursivas. Al afirmar la
existencia de una violencia que está orquestada, identifica a los sectores que son el “ellos” en
la confrontación y polarización semántica que se presenta. Hace referencia, de manera
implícita, a aquellos sectores sociales asociados al: populismo, los sectores populares, los
“zurdos”, etc. Es decir, expone una polarización semántica que se vincula con las
confrontaciones históricas basadas en la idea del pueblo y el anti pueblo. Las cuales, se
reactualizaron en diferentes momentos de la memoria reciente de nuestro país. La noción de
“grieta”, entonces, se inserta en esa oposición que constituyó históricamente la dinámica
política argentina.
Por lo tanto, el emisor reactualiza, de forma implícita, confrontaciones históricas que
constituyeron un “ellos” y un “nosotros” en las relaciones del campo político argentino. Aquí,
la definición de populismo11 presente en “Notas sobre la democracia, la representación y
algunos problemas conexos” es ilustrativa, la cual presenta: “(…) por un lado, la definición de
un límite, de una frontera (y la designación de un enemigo “más allá” de esa frontera) y, por
el otro lado, una vocación hegemónica “más acá” de esa frontera” (Rinesi y Vommaro,
2007:462).
Sin embargo, los autores plantean la necesidad de: “(…) un cierto momento “polémico”,
dicotomizante, (…) de antagonismo: de señalamiento de una frontera y de un “más acá” y un
“más allá” de esa frontera y un cierto momento “sistémico “, de articulación, de construcción
de un “nosotros”, de una construcción de una identidad colectiva que pueda verosímilmente
aspirar a encarnar los valores de “lo universal” (…)” (Rinesi y Vommaro, 2007:463)
adopta Elvira Narvaja de Arnaux, intentando encontrar una unidad político-ideológica entre
discursos de diferentes presidentes latinoamericanos.
Esta noción, habilita la reflexión sobre el sustento, la matriz ideológica, o el marco
interpretativo de lo social que subyacen en las afirmaciones del presidente. Narvaja de
Arnaux define esta categoría tanto como: “(…) un espacio de regularidades generador de
discursividad como a un molde que permite dar forma discursiva a datos diversos e, incluso,
funcionar como grilla interpretativa de lo social” (Narvaja de Arnaux, 2008:42).
Considerando que la conferencia de prensa fue emitida luego de la sanción de una
normativa que forma parte de las políticas públicas, económicas, educativas y de salud
llevadas adelante por el gobierno, la iniciativa de la Ley por la Reforma Previsional puede
considerarse como un componente programático propio de una matriz ideológica neoliberal.
Es decir, la matriz ideológica discursiva que sustenta el discurso del presidente contiene
elementos propios de la ideología neoliberal. En relación con la bibliografía dedicada a esta
temática12, José Natanson define al gobierno de Cambiemos como: “(…) una nueva derecha:
democrática, dispuesta a marcar diferencias económicas con la derecha noventista, y
socialmente no inclusiva pero sí compasiva” (Natanson, 2017:3).
Este autor, sostiene la idea de un neoliberalismo macrista, que se caracteriza por ser: “(…)
desregulador, aperturista, anti-industrialista y, por supuesto, socialmente regresivo, pero no
privatizador ni anti-estatista” (Natanson, 2017:4). Con lo cual, considerando las diferencias
con la corriente neoliberal ortodoxa, es posible identificar al macrismo con una matriz
ideológica neoliberal.
Irene Vasilachis (2016), abonará a esta definición, comparando al actual presidente con el
mandatario Carlos Menem, afirmando que el primero sostiene: “(…) vocablos propios de la
narrativa del progreso del discurso neoliberal como “transparencia”, “transformación”,
“crecimiento” (Faircloug, 2000) a las que agrega, además, “modernización”,
“oportunidades”, “competitividad” (Vasilachis, 2016:471).
Juego de oposiciones
Por otra parte, la conferencia de prensa continua con la afirmación del presidente: “Pero
lo bueno es que hoy estamos para decir que a pesar de todo lo que hicieron nosotros
demostramos que la Democracia funciona en la Argentina. Tuvimos 17hs de sesión donde
14hs habló la oposición, con lo cual se pudo expresar dando todos sus puntos de vista y
después se votó” (1:00).
Nuevamente, la referencia al nosotros inclusivo y la estrategia de polarización, presenta la
idea de una oposición que mantiene más de un punto de vista y que está compuesta por
diferentes sectores. Donde Macri se incluirá en aquel “nosotros” que habría permitido a,
aquellos identificados como “la oposición”, que pudieran explayarse debido a una suerte de
concesión permitida por el macrismo.
Irene Vasilachis (2016) establecerá: “En los textos de Macri, como en los de los anteriores
mandatarios, las comparaciones por oposición (…) constituyen la estrategia argumentativa
más relevante. Los presidentes delinean su identidad por oposición combinando su
12 Véase
también Morresi, Sergio (2017): “¿Cómo fue posible? Apuntes sobre la prehistoria y presente del partido PRO”, en
Arredondo y Borón (comps.), “Clases medias argentinas. Modelo para armar”; pp: 67-85; Editorial Luxemburg; Buenos Ai-
res.
“¿Quiénes son los encargados de orquestar la violencia? ”
Luisina Sánchez Romero
De este modo el ideal de sociedad, de política y de individuo que esta implícito en los
discursos del presidente, correspondea una matriz neoliberal, donde se resalta la figura del
individuo y el esfuerzo meritocrático. En este sentido, el presidente sostiene que es necesario:
“(…) poner su mejor esfuerzo, de hacer su aporte, como yo les digo, su pequeño granito de
arena, y dando pequeños pasos todos los días” (3:58), destacando la figura del individuo
personalizado, por sobre la idea de una noción de colectivo.
En este sentido, Natanson continua la explicación sobre el timbreo, afirmando que éste:
“(…) apunta a la particularidad de cada persona: la singularidad de su problema concreto
prevalece sobre su condición de clase o filiación política, que es lo que al fin y al cabo lo que
hermana a los individuos en una identidad común y lo que, en última instancia, los construye
como iguales (…)” (Natanson, 2017:5).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Considerando que: “(…) el lenguaje no está en la cabeza, sino que existe en el mundo (…)
es visto más como una forma de construcción que como una descripción de nosotros/as
mismos/as y de nuestro mundo” (Íñiguez Rueda, 2003:114), es posible concluir que las
estrategias como el uso de roles semánticos, polaridades o juego de oposiciones en el discurso
de Macri se traducen en el establecimiento de fronteras ideológicas y construcciones
identitarias, que aparecen como elementos constitutivos de la dinámica del campo político,
manifestados, en este caso, en la dimensión del lenguaje.
De este modo, como ejercicio de aplicación y primer acercamiento a la temática, se
establecieron diferentes reflexiones que son posibles de profundizar en ocasiones futuras. Sin
embargo, algunos de los principales hallazgos se vinculan con la concepción de sociedad
identificada en el discurso del presidente, la cual responde a una matriz ideológica neoliberal
en la que se inscribe la propuesta política de Cambiemos.
Donde la noción adoptada por Natanson de “neoliberalismo macrista” sirve para pensar
las distinciones y diferencias con la matriz originaria neoliberal. Siendo que el presidente
utiliza la estrategia de reactualizar construcciones discursivas autorizadas, con el fin de
generar mayor adhesión hacia un auditorio que se siente interpelado por la referencia a una
concepción individual del sujeto y a una sociedad de supuesta “igualdad”.
En este sentido, se propuso trascender lo expuesto en términos lingüísticos y reflexionar
sobre las representaciones respecto a la sociedad y los individuos que la componen, así como
a la ideología que sustenta las políticas empleadas durante los últimos dos años de
presidencia de la Coalición Cambiemos.
Esta vinculación, supone tanto un hallazgo como una fortaleza del análisis, ya que
posibilita una comprensión de la dinámica del campo político desde la dimensión del
lenguaje.
CONCLUSIONES
Así, el artículo intentó reflexionar sobre la capacidad del lenguaje de crear efectos sobre la
realidad, vinculando la dimensión discursiva con la dimensión política. Para ello se
analizaron los primeros minutos de la conferencia de prensa desde la aplicación de las
herramientas del ASLD, considerando como indicador, la implementación de una política
pública como la Reforma Previsional.
“¿Quiénes son los encargados de orquestar la violencia? ”
Luisina Sánchez Romero
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Cambiemos, las derechas y el problema de la hegemonía
en la coyuntura argentina
Desde que la coalición Cambiemos gobierna The Since Cambiemos governs in Argentina, it
en Argentina se ha discutido si representa o no has been discussed whether or not it represents
una “nueva derecha” y si es capaz de construir a "new right" and whether it is capable of buil-
hegemonía. En este ensayo pretendemos abrir ding hegemony. In this essay we intend to open
esas discusiones desde una perspectiva princi- these discussions from a mainly theoretical pers-
palmente teórica, intentando precisar qué pue- pective, trying to specify what can be understood
de entenderse por “derechas” en la actualidad y by "rights" at the present and what for hege-
qué por hegemonía. Si se renuevan las pregun- mony. If the questions are renewed by the link
tas por la vinculación entre “derechas” y hege- between “rights" and hegemonies, this implies
monías, sostenemos, esto implica reflexionar reflecting also on the ideological content of these
también sobre el contenido ideológico de esas orientations. Hence, the exposition will be gui-
orientaciones. De allí que la exposición estará ded by a central lane: what does it imply to think
guiada por un carril central: ¿qué implica pen- the current rights in terms of hegemony? , from
sar las “derechas” actuales en términos de hege- dominant classes to leading classes?
monía?, ¿de clases dominantes a clases dirigen-
tes?
acabadas, nos interesa poner a jugar un conjunto de preguntas desde algunos supuestos
teóricos que creemos relevantes.
Partamos del siguiente interrogante: ¿qué supone enunciar “nuevas derechas”? Sobre esa
idea va a reflexionar críticamente Ansaldi, esgrimiendo que la denominación implica
“palabras sin sujeto”. En una línea que sostendrá respecto a todos los prefijos al estilo “neo”,
argumenta que los estudios que los utilizan se preocupan más por las formas de las acciones
que por los contenidos de los sujetos que las encarnan y, por eso, son estudios de coyuntura
desvinculados de las estructuras. Entonces no es lo mismo hablar de “nuevas derechas” que
de “lo que tienen de nuevo las derechas” (Ansaldi, 2017: 5). Las derechas, más que una
doctrina concreta, indican posiciones político-culturales que funcionan como identificación
para distintos sectores de la sociedad, siempre son en perspectiva a algún otro (izquierdas,
por ejemplo) y por lo tanto deben ser históricamente situadas. Por eso Giordano (2014: 49)
aseverará: “derechas refieren siempre a una posición de contenidos variables históricamente
y en función de los contenidos asumidos por la posición contraria”. Entonces “derecha” no
designa sujetos políticos ni primarios (ciudadanos, pueblo), ni secundarios (partidos,
sindicatos), sino posicionamientos políticos que llevan implícitos supuestos respecto al
mundo social, a los actores que en él participan, a los modos y lógicas de la acción social y a
los horizontes de orden social deseables.
¿Cómo pensar desde allí la experiencia de “derechas” que representa el gobierno de
Cambiemos en Argentina? Para inscribir el hecho a nivel regional y en un proceso histórico
de mediana duración, nos parece importante una idea del texto de Giordano que citamos
previamente: es preciso entender el fenómeno en una periodización que arranca en la década
del ochenta, cuando se produce en la región la revalorización de la democracia representativa,
sea tanto por las transiciones iniciadas desde las salidas de las dictaduras como por el cambio
de estrategia imperialista de los Estados Unidos. En ese sentido las derechas han sostenido, al
menos discursivamente, la defensa de la estabilidad institucional (Giordano, 2014: 55).
Entonces dentro del amplio juego de la democracia liberal representativa parecen las
derechas inscribir sus prácticas desde los ochenta, a partir de la apelación al discurso
consensualista o pospolítico, que pretende significar un orden social construido desde el
rechazo al conflicto como fundante de su constitución.
En Argentina la crisis social, económica y política de 2001 representa, entre otras tantas
cosas, una puesta en jaque del poder de representatividad de los dos partidos históricamente
mayoritarios, el peronismo y el radicalismo. Autores como Bohoslavsky y Morresi (2016)
sostienen que este proceso de ruptura del bipartidismo argentino, que se venía gestando
desde la recuperación de la democracia en 1983, encuentra en la crisis de 2001 junto con su
colapso un escenario habilitante para el surgimiento de nuevas estructuras y liderazgos de
“derechas”, ya sea fragmentando a aquellos partidos o reposicionando en nuevas coaliciones a
los dirigentes históricamente agrupados en ellos. El PRO, fuerza hegemónica dentro de la
actual coalición Cambiemos, surge en 2005 (con el nombre de “Compromiso para el cambio”,
en 2008 pasa a llamarse “Propuesta Republicana”) en la ciudad de Buenos Aires como un
“partido posideológico, con una estrategia flexible y pragmática, que busca construir
consensos de gobernabilidad para llevar a cabo su proyecto político” (Vommaro, 2017a: 5).
Señalan Bohoslavsky y Morresi que los sectores que se incorporan al nuevo partido tienen dos
afluentes principales: 1) políticos/as de trayectoria, fundamentalmente de la UCR; 2)
aquellos/as que, sin un recorrido partidario, habían construido su experticia en
“Cambiemos, las derechas y el problema de la hegemonía en la coyuntura argentina”
Lic. Montali Guido
capital), la fracción hegemónica (con sus intelectuales orgánicos) la constituyen las empresas
extranjeras (especialmente de producción y distribución de energía) y los bancos
transnacionales, siendo esta última actividad la que aporta mayor cantidad de funcionarios/
as. En conjunto, la fracción hegemónica representa el 78% dentro del “bloque de poder” y
cerca del 30% del total. Por su parte, las representaciones indirectas del capital (auxiliares de
la sociedad civil: cámaras empresariales, fundaciones y consultoras, estudios jurídicos,
contables y financistas) aportan el 33,7% de funcionarios/as, siendo especialmente relevantes
los/as que provienen de las cámaras empresariales con el 12,5% (CIFRA-FLACSO, 2016: 15).
Señala el documento que esta nueva composición del bloque de poder modifica aquella que
había conducido el modelo de acumulación por valorización financiera entre 1976 y 2001:
mientras entonces la fracción hegemónica la constituían los grupos económicos locales
(industriales, agropecuarios y financieros) la actual preponderancia del capital extranjero es
inédita, no porque no fuera relevante en aquella composición, sino porque no era la que
conducía el Estado.
García Delgado y Gradín también presentan esta dimensión como característica fundante
de la coalición Cambiemos en lo que denominan un “neoliberalismo tardío” (sobre el final del
texto nos referiremos a esta adjetivación):
“El principal denominador es el sujeto empresarial como actor principal de las
coaliciones de gobierno, involucrado directamente y sin mediaciones, a la gestión
de lo público (…) Lo cierto es que quienes hasta ayer conducían, en la vida privada,
áreas principales de la actividad económica, pasaron hoy a regularla desde el
Estado” (García Delgado y Gradín, 2017: 24).
Que este grupo proveniente del sector empresarial ocupe esas posiciones es, sin embargo,
moderado en su implicancia en términos de “origen” en la toma de decisiones por autores
como Vommaro:
“La incorporación al gobierno de CEO provenientes de grandes corporaciones,
lejos de ser necesariamente parte de un sesgo hacia el polo del shock, es
consistente con esta línea (la del gradualismo): se trata de especialistas en
procesos, cuyo prestigio profesional está ligado a «hacer que las cosas ocurran», en
palabras de un funcionario entrevistado, sin que el contenido de esas cosas sea un
asunto que esté bajo su órbita. Al contrario, las definiciones políticas las sigue
dando la «mesa chica», de la que están ausentes tanto la mayor parte de esos CEO
como los economistas ortodoxos”. (Vommaro, 2017b: 6).
La discusión sobre el vínculo entre la presencia de CEOs en el gobierno y su capacidad
efectiva para tomar definiciones políticas queda así abierta por Vommaro, pero lo que nadie
ha cuestionado es la primera de las dimensiones, que sí puede postularse como una novedad
de Cambiemos. Con esa novedad, para nosotros la pregunta política fundamental es por la
construcción de hegemonía. Castellani (2016) va a postularla directamente en estos términos:
“¿la clase dominante se convierte en dirigente?” La autora también sostendrá que las
improntas refundacionales de Cambiemos son la ocupación de ministerios por parte de
empresarios/as y la reorientación de la intervención estatal a favor del gran capital. Entonces
en esta coyuntura la pregunta es si esa clase dominante tiene la capacidad de trasladar su
dominio económico a una dirección político-cultural de la sociedad. Si queremos
preguntarnos cómo leer ese proceso creemos que una de las vías posibles (no única, ni
“Cambiemos, las derechas y el problema de la hegemonía en la coyuntura argentina”
Lic. Montali Guido
pueda haber “agrupamientos” pero sí que estos sean el pilar desde donde se construye el
hecho político. El “pensamiento positivo” es el antagonista del “pensamiento crítico”,
siempre atorado en la crítica de lo existente. Con la cercanía y la positividad se configura un
escenario del no conflicto, un escenario pospolítico. De allí la idea del futuro como el tiempo
sin memoria social: si el pasado es un nudo conflictivo en las sociedades entonces para qué
detenerse en él.
Ahora el ex-ministro de Educación y actual senador nacional, Esteban Bullrich, en el
Coloquio Idea del 2016: “el sistema educativo no sirve más, está diseñado para hacer
chorizos, una máquina de hacer chorizos, todos iguales”3, o en el mismo año en el panel “La
construcción del capital humano para el futuro” del Foro de Inversiones y Negocios:
“tenemos que educar a los niños y niñas del sistema educativo argentino para que hagan dos
cosas: o sean los que generan empleos, que crean empleos, que le aportan al mundo esos
empleos, o crear argentinos y argentinas que sean capaces de vivir en la incertidumbre y
disfrutarla, de entender que no saber lo que viene es un valor porque nos hace a nosotros
capaces de construir un futuro”4. ¿Por qué el individuo debería resolver por sí mismo esas
incertidumbres que son del orden social? ¿Cómo es posible que el Estado se disponga a
formar sujetos preparados para la “incertidumbre” sin que ello no signifique desentenderse
de lo que, en los discursos modernos, entendíamos como derechos?
Vommaro ha lanzado otra pregunta que nos parece relevante al respecto: “¿Cómo avanzar,
desde el poder del Estado, a la nueva sociedad a la que quiere llevarnos el gobierno de
Cambiemos?” (Vommaro, 2017: 183) En otro texto, el propio autor contribuye a responder:
“PRO se construye en torno a un ethos que tiene al emprendedorismo como
uno de sus valores centrales. Su proyecto de sociedad, modesto en definiciones,
tiene uno de sus pilares en la idea de favorecer las energías creativas de
emprendedores privados y sociales. El Estado debe estar a su servicio. Las
políticas públicas tienen que favorecer su desarrollo. Los managers del mundo
privado y los profesionales del mundo de las ONG´s encontraron en PRO una
plataforma para intervenir en política” (Vommaro, 2017b: 184).
Entendemos que “la nueva sociedad a la que quiere llevarnos” o el “proyecto de sociedad”
pueden ser interpretadas a partir de una lectura teórica que contemple las dimensiones de
una construcción hegemónica. Dar algunas precisiones sobre esa lectura es lo que
intentaremos en el próximo apartado.
intelectual y moral”. Esta dirección y la ideología que la cimienta son elementos activos en la
constitución de un bloque histórico, que designa el movimiento orgánico o unidad entre
estructura y superestructura. El pensador italiano señala al respecto:
“si la hegemonía es ético-política, no puede dejar de ser también económica, no
puede menos que estar basada en la función decisiva que el grupo dirigente ejerce
en el núcleo rector de la actividad económica” (Gramsci, 2004: 402).
En un sistema hegemónico la clase fundamental a nivel estructural dirige la sociedad por el
consenso que obtiene a partir de la dirección de la sociedad civil, lo que supone la difusión de
su concepción del mundo sobre el conjunto de la sociedad. Entonces la clase dirigente está en
una situación preeminente en un doble nivel: a nivel estructural porque es fundamental en lo
económico y a nivel superestructural por la dirección ideológica. Las clases aliadas a la clase
fundamental tienen un lugar secundario en ambos niveles del bloque histórico y conforman la
base social de la hegemonía, mientras que habrá clases subalternas que serán excluidas.
Entonces el análisis de la hegemonía en su dimensión de clase lleva a distinguir, por lo menos,
tres grupos sociales en un bloque histórico: 1- la clase fundamental que dirige el sistema
hegemónico, 2- los grupos aliados o auxiliares que sirven como base social de la hegemonía, 3
- excluidas del sistema hegemónico, las clases subalternas (Portelli, 1977: 89). Para situar
estas referencias teóricas en el tema que nos interesa, podemos seguir el esquema según el
cual a determinado patrón de acumulación del capital corresponde un bloque de poder que
articula distintas fracciones del capital, siendo una de ellas la que ejerce la hegemonía, con la
participación determinante de sus intelectuales orgánicos. El documento de CIFRA-FLACSO
que citamos en el apartado anterior trabaja desde esta perspectiva conceptual cuando se
refiere a la constitución del “bloque de poder” hegemonizado por la fracción del capital
financiero, recurriendo a la reconstrucción y el análisis de trayectorias de los funcionarios de
Cambiemos (sus intelectuales orgánicos). Trayectorias que, además de contemplar
participaciones en distintas empresas, incluyen sus estudios universitarios: si bien en el grado
muestran predominancia de la educación pública (dato que no puede leerse sin considerar el
peso de la tradición universitaria pública en Argentina), en el posgrado no sólo que la balanza
se inclina hacia las universidades privadas sino que fundamentalmente hacia universidades
del exterior, con el 48% de los casos, y preponderantemente representados en los cargos de
mayor jerarquía.
Ahora bien, para realizar análisis en términos de hegemonía no basta con reconstruir las
posiciones y las trayectorias estructurales de las clases dominantes. El propio Gramsci da
cuenta de ello preocupándose especialmente por estudiar los complejos mecanismos
superestructurales para analizar las formas de dominación. Por eso sostendrá que la
pretensión de situar todo movimiento político e ideológico como expresión de la estructura
tiene que ser combatido en la teoría como un “infantilismo primitivo” (Gramsci, 2004: 276-
277). Así, la posibilidad de comprender el pasaje de clases dominantes a clases dirigentes, al
poner el acento en la producción de hegemonía, tiene un componente insoslayable en la
dimensión, precisamente, de su producción. Tal como sostuviera Williams (2009) la
hegemonía se produce, lo que supone para nosotros llevar la idea de modo de producción al
análisis hegemónico. Esto es, considerar las actividades prácticas de las fuerzas políticas en su
tentativa de producir determinadas orientaciones sociales. Gramsci denominaba “ideologías
históricamente orgánicas” a aquellas que son claves para una cierta estructura porque con
ellas se solidifica la posición dirigente de las clases dominantes. Así, las producciones
Eje temático: Teoría y Filosofía Política
ideológicas no pueden ser pensadas como reflejo de otra cosa, sino que son activas,
constituyen prácticas concretas con condiciones e intenciones variables. De nuevo con Laclau
y Mouffe:
“la ideología no se identifica para Gramsci con un sistema de ideas o con la falsa
conciencia de los actores sociales, sino que es un todo orgánico y relacional,
encarnado en aparatos e instituciones, que suelda en torno a ciertos principios
articulatorios básicos la unidad de un bloque histórico” (Laclau y Mouffe, 2015:
101).
Frossini (2007) sostendrá que para Gramsci la potencia de las ideologías está en su
“capacidad para convencer y mover las fuerzas sociales, es decir, darles una dirección política
determinada”. La unidad entre estructura y superestructura por ello tiene lugar en el terreno
de las ideologías, de las prácticas políticas, de las voluntades organizadas. Esto sugiere
avizorar la producción ideológica como parte del proceso de producción de significaciones
sociales de modo siempre activo y en lucha. Las ideologías como concepciones del mundo y
sus diferentes grados (desde el sistemático de los grandes pensadores hasta los fragmentarios
y poco articulados del sentido común y el folklore, junto con las especificidades de las tareas
intelectuales que se asumen en cada uno de esos niveles) son el cúmulo de teorización y
análisis histórico gramsciano que le permiten desarrollar su teoría del orden social. Claro que
en Gramsci eso no se presenta ni como bloque estable ni como forma abstracta: el
sostenimiento de la hegemonía es un laborioso escenario de trabajo en el plano político-
cultural donde intervienen las voluntades organizadas.
Recapitulando entonces, el “formato de institucionalización capitalista” es una
herramienta analítica posible para leer el modo en el que los principales puestos ministeriales
del gobierno nacional argentino están siendo comandados por representantes del “bloque de
poder” dirigido por la fracción del capital financiero. Lo que equivale a decir que las clases
dominantes en términos estructurales ocupan esos cargos prácticamente sin
“intermediarios”. ¿Eso supone que podamos traducir este proceso en marcha en términos de
hegemonía? Si insistimos en no confundir hechos puntuales con procesos de construcción de
significaciones sociales de más largo alcance tendríamos que calibrar el lente teórico para
responder. Si las “derechas” son posiciones e identificaciones políticas relacionales entonces
no debiéramos descuidar el análisis de la dimensión ideológica que preconizan, porque allí
están contenidas las concepciones y los valores sobre los que se fundan sus premisas y
supuestos sobre el mundo social. Esto lejos está de querer desdibujar la dimensión
estructural de nuestras interpretaciones, sino simplemente pretende reconocer algunas
particularidades en las proyecciones culturales y políticas de las derechas actuales
suponiendo que allí hay elementos valiosos en el proceso en que las clases dominantes
pueden devenir dirigentes. Es decir, en su proceso de constitución hegemónica. García
Delgado y Gradín afirman algo que remite a nuestro planteo:
“Es importante en la construcción del nuevo imaginario legitimante del
Neoliberalismo tardío, el discurso político new age, pospolítico, individualista,
emprendedor. En la era de la comunicación, la llegada personalizada, informal,
digital, es decir, el remplazo del paradigma representativo por el comunicacional,
es parte de lo que explica las posibilidades de dar esta ´batalla cultural´ (…)
(Apunta) a la fragmentación del demos, en tanto referente empírico del poder
“Cambiemos, las derechas y el problema de la hegemonía en la coyuntura argentina”
Lic. Montali Guido
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Cambiemos y el liberalismo: Elementos para el análisis del
vínculo del gobierno argentino con el pensamiento liberal
Nicolás Fava
Especialista en Derechos Humanos y Estudios
Críticos del Derecho (CLACSO)
Estudiante avanzado de Derecho (UBA)
favanicolas@gmail.com
INTRODUCCIÓN
Cambiemos es una novedad en el sistema político argentino. Desde que Mauricio Macri
asumió la presidencia de la nación los analistas han intentado definir ideológicamente su
administración. Se la ha calificado como tecnócrata, neoliberal, populista, de derecha,
autoritaria, progresista y de izquierda. La caracterización no es fácil, porque su identidad
política está constituida por componentes de diversas tradiciones; y porque el ejercicio de la
definición implica un posicionamiento enmarcado en una estrategia de poder.
El periodista Jorge Fontevecchia se pregunta si Cambiemos es "un animal nuevo en el
zoológico" y, en ese caso, "de qué otras especies evolucionó"1. Una de las corrientes de ideas
1 Fontevecchia,
Jorge (19-11-2017): "Cambiemos y su fobia a la historia". Diario Perfil. Disponible en:
http://www.perfil.com/columnistas/cambiemos-y-su-fobia-a-la-historia.phtml [Fecha de consulta, 17/06/018]
Eje temático: Análisis político
que está en el "ADN" del gobierno, como en la arquitectura institucional del Estado
argentino es el pensamiento liberal. Indagaremos sobre los rasgos liberales de Cambiemos,
empezando por precisar qué entendemos por liberalismo y los problemas que su definición
acarrea para evaluar el grado de subsunción de la praxis política de la alianza gobernante a
los principios y valores de ese ideario, a partir de expresiones gubernamentales como
declaraciones verbales, manifestaciones institucionales, gestos y prácticas, tomando como
referencia autores del liberalismo clásico y la mirada de diversos intelectuales
contemporáneos. Para, finalmente, preguntarnos: ¿puede ser considerado liberal el
gobierno de Cambiemos?
Responder exhaustivamente requeriría un trabajo extenso, que las reflexiones de este
ensayo no se proponen agotar, sino introducir y explorar. Aun considerando el análisis de
diversas fuentes, el trabajo quedará abierto, ya que el liberalismo no consiste en un conjunto
de pautas taxativas que se puedan checkear de una lista, sino en un discurso amplio, no
exento de contradicciones, expuesto a discusiones y yuxtapuesto a otras corrientes de ideas.
Analizar la coherencia de una práctica gubernamental con un discurso político filosófico
excede la tarea de una transposición mecánica o un relevamiento de la textualidad. Ya que
hablamos de liberalismo como un corpus de ideas y valores y no solo de palabras o
consignas es importante reconstruir el sentido de este aparato conceptual en la realidad
específica.
"(...) un análisis político que no cierre, sino que abra la mirada con la cual
comprender estos fenómenos no puede reducirse a la descripción de los datos
institucionales, electorales o jurídicos existentes. Ha de ser, en cambio, una
propuesta de lectura e interpretación de una suma de elementos muy diferentes
que interactúan en un escenario determinado. Estos elementos se presentan, a
menudo, desordenados, fragmentados y solapados, de tal manera que la realidad
puede parecer un conjunto abigarrado y caótico, o el resultado de decisiones
conspirativas de grupos o individuos. El análisis político, más que proponer un
sentido, debe ser capaz de interpretar los sentidos en construcción y
competencia" (Errejón Galván, 2011: 3)
Discurso y realidad, si se admite tal distinción, son dos campos de la naturaleza humana
sujetos a interpretaciones. Puede que sobre ninguno de ellos, en cualquier tema, mediante
investigación alguna, logremos un consenso definitivo. El interés que motiva este ensayo es
arrojar luz sobre un punto particular de la actualidad argentina. Lo más trascendente que
nos podemos proponer es aportar una reflexión que enriquezca la perspectiva de quien
leyere, abriendo la posibilidad de un estudio profundizado a partir del abordaje propuesto.
2 Si bien a veces se pasa por alto, el liberalismo tuvo también un importante primer impulso por parte de los teólogos espa-
ñoles de la escuela de Salamanca, como Francisco Suarez, Francisco de Vittoria y Juan de Mariana. Ver: Martínez Morán, N
(2003): "Aportaciones de la Escuela de Salamanca en el reconocimiento de los Derechos Humanos", en Cuadernos Sala-
mantinos de Filosofía N° 30 (p.p. 491-520), Universidad Pontificia de Salamanca. Disponible en: http://summa.upsa.es/
high.raw?id=0000001201&name=00000001.original.pdf&attachmen [Fecha de consulta, 17/06/018]
3 Diversas perspectivas críticas sobre cómo las propuestas económicas del liberalismo trascendieron sus aspectos políticos y
filosóficos, y sobre la transmutación del liberalismo económico en neoliberalismo pueden encontrarse en Foucault (2007),
Eje temático: Análisis político
estas contradicciones.4
Rosler (2016: 13) cita a Derek Parfit, quien dividió a los historiadores de la filosofía en
arqueólogos y profanadores, distinguiendo entre quienes intentan entender el pasado en sí
mismo, bajo sus circunstancias, y a las ideas con sus aplicaciones específicas, y los que
toman ideas del pasado para darle un uso diferente. Con la historia del ideario liberal se ha
incurrido frecuentemente en la "profanación". Pero aunque rescatemos el liberalismo como
arqueólogos, difícilmente llegaremos a conclusiones definitivas sobre su carácter progresivo
o reaccionario. Para Bobbio (1989: 11), por ejemplo, sin liberalismo no habrían Derechos
Humanos, sin Estado liberal no habrían libertades públicas ni protección frente a los abusos
del poder. Otros, como Adamovsky, señalan que aunque el liberalismo aportó a la limitación
del poder absoluto de los monarcas, su rol histórico fue el de contrarrestar las ideas
igualitaristas radicales de la Ilustración5. Así es que si fuéramos arqueólogos y el liberalismo
una vasija antigua, podríamos describirla, decir que fue bella considerándola con el criterio
estético original, o que es bella aún, pero no sabremos precisamente qué depositaron sus
antiguos usuarios en ella, ni podremos ponernos de acuerdo sobre qué uso deberíamos darle
hoy.
Es difícil encontrar pensadores importantes que se definan como liberales a secas.
Muchos se han visto en la necesidad de hacer precisiones respecto de la tradición liberal
proponiendo reformulaciones, lo que ha llevado a la necesidad de adjetivar su liberalismo, o
anteponerle un sustantivo. Liberalismo igualitario, liberalismo de izquierda o socialismo
liberal son algunos de los conceptos que han surgido así. Sus representantes más
destacados: John Rawls, Ronald Dworkin y Amartya Sen (Quispe Ponce, 2015).
Por otra parte, el liberalismo impregna tanto la arquitectura institucional de los Estados
modernos, que es imposible incluso para otras tradiciones soslayar el ideario liberal en la
búsqueda de una filosofía política. Hasta quienes pretenden enfrentarse al liberalismo
precisan recurrir a su acervo histórico y discursivo. Existe, por tanto, una forma de
reivindicación del liberalismo que lo discute para superarlo, sin desconocerlo e incluso
recuperándolo de sus transformaciones. Trabajos de Domench (2004), Fernández Liria
(2010), o Mouffe (2014) podrían encuadrar en esta tesitura.
Por último, la deriva "liberal libertaria" de la Escuela Austríaca y la Sociedad de Mont
Pelerin, con economistas como Hayek o Mises, es la impulsora de lo que hoy se conoce como
neoliberalismo, cuyo bastión principal pasó a estar luego en la Escuela de Economía de
Chicago, con exponentes como Stigler y Friedman, entre otros, comúnmente llamados
Chicago Boys6.
4 Para una lectura crítica que pone de relieve estas contradicciones de origen en el pensamiento liberal, véase las obras Con-
trahistoria del liberalismo, de Losurdo (2005); o La teoría política del individualismo posesivo, de Mcpherson (2005).
5 Adamovsky, E (Sin fecha): "Liberalismo y violencia de Estado, notas sobre un contrato clandestino", en La tecla Ñ. Disponi-
ble en: http://lateclaene.wixsite.com/la-tecla-ene/ezequiel-adamosvsky [Fecha de consulta, 17/06/018]
6 Este tipo de perspectivas podrían ser considerarlas teóricamente fuera del corpus liberal clásico, por atender casi con ex-
clusividad a sus postulados económicos. Pero es preciso reconocer que existen conexiones relevantes entre distintos enfo-
ques de la diversa deriva liberal libertaria y el neoliberalismo con el liberalismo clásico, así como tajantes distinciones y di-
versas formulaciones histórico-políticas. Baste mencionar, por ejemplo, que tanto Hayek como Friedman dieron su apoyo
explícito a la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, de quien Friedman llegó incluso a ser asesor económico (Toussaint,
2012: 45).
“Cambiemos y el liberalismo”
Nicolás Fava
7 Si bien la noticia de la incorporación de PRO a la Unión Internacional Demócrata fue profusamente difundida en medios
periodísticos argentinos, existen pocos registros oficiales por parte de ambas organizaciones que den fe de este hecho. Más
desarrollado estaría el vínculo entre las organizaciones juveniles de ambas instituciones, lo que se puede constatar en los
sitios web y canales de Youtube de las respectivas agrupaciones de jóvenes. No obstante, en la página de Facebook de Unión
Demócrata Internacional puede verse una escueta publicación en la que Internacional Democrat Union felicita a PRO por su
incorporación. Ver en: International Democrat Union (20-01-2017) "Felicidades a PRO argentina por unirse..." (Estado de
Facebook). Disponible en: https://www.facebook.com/InternationalDemocratUnion/posts/1329559107105744 [Fecha de
consulta, 15/08/018]
“Cambiemos y el liberalismo”
Nicolás Fava
14 Barry,
Alejandrina (15/04/2018): "Flores: la policía de Rodríguez Larreta golpeó y detuvo a trabajadores senegaleses", en
La Izquierda Diario. Disponible en: https://laizquierdadiario.com/http-www-laizquierdadiario-com-Flores-la-Policia-de-
Rodriguez-Larreta-golpea-y-detiene-a-trabajadores-senegaleses [Fecha de consulta, 15/08/018]
15 Corte Suprema de Justicia de la Nación (15 de abril de 2014) C. 486. XLIII. "Camaronera Patagónica S.A. c/ Ministerio de
Economía y otros s/ amparo", en Centro de Información Judicial. Disponible en: http://www.cij.gov.ar/nota-13220-La-
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sulta, 15/08/018]
16 Ámbito Financiero (26/02/2018). "En la era Macri, la emisión de deuda ya supera los u$s 132.000 millones". Disponible
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sulta, 15/08/018]
“Cambiemos y el liberalismo”
Nicolás Fava
17 Rey,A (27-10-2002): "A los recolectores de basura los vamos a sacar de la calle", en diario La Nación. Recuperado de:
https://www.lanacion.com.ar/425929-a-los-recolectores-informales-de-basura-los-vamos-a-sacar-de-la-calle [Fecha de
consulta, 15/08/018]
18 Días antes al cambio de gobierno en 2015 se votó en el Congreso de la Nación un proyecto de Ley que entre sus aspectos
fundamentales establecía la gratuidad de la educación superior, antes solo consagrada a través de un Decreto. Los congresa-
les de PRO votaron homogéneamente en contra. El proyecto, sin embargo, logró ser aprobado.
19 UBAEconómicas (13/11/2014): "ECON 2014. ING Mauricio Macri" (Archivo de video). Disponible en: https://
www.youtube.com/watch?v=vZuTe8nvo6U [Fecha de consulta, 15/08/018]
20 Rotary Club de Buenos Aires (30/05/2018): "María Eugenia Vidal disertó en el Rotary Club de Buenos Aires" (Archivo de
video). Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=xq5IbkdhMgs&t [Fecha de consulta, 20/06/018]
21 EstebanBullrich (15/09/2016): "Construyendo el capital humano para el futuro" (Archivo de video). Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=H1Nh0HSGIGc&t=805s [Fecha de consulta, 20/06/018]
Eje temático: Análisis político
para ustedes."22
La concentración del sector infocomunicacional propiciada por el gobierno en materia de
regulación de las telecomunicaciones como amenaza de censura indirecta (Becerra, 2015) y
la ampliación del Estado partir de la creación de cinco ministerios23 son otros de los aspectos
de la gestión de Cambiemos que deberían pasar por el tamiz de una crítica liberal
consecuente y tenerse en cuenta en un análisis conglobado de la tendencia política del
gobierno.
La posición de diversos especialistas e intelectuales –en un sentido amplio– respecto del
liberalismo de Cambiemos es igualmente contradictoria. Ya sea que se trate de personas
oficialistas o afines al gobierno como de críticos u opositores, ya sea que realicen del
liberalismo una valoración positiva o negativa. Podemos encontrar en la pluralidad de voces
que intervienen en el debate público consideraciones diversas, que podríamos clasificar en
cuatro grupos en base a dos variables: su posición respecto del liberalismo, y su posición
respecto del gobierno de Cambiemos.
Entre los que elogian, apoyan o defienden al gobierno, Federico Pinedo, Marcos Peña, o
Pablo Gerchunoff, se destacan por precisar que no se trata de un gobierno liberal. Pero
también, con distintos matices, apoyan al gobierno Ricardo Alfonsín24, Elisa Carrió o
Fernando Iglesias, que sí lo considerarían liberal. Mientras que dentro de los opositores o
críticos del gobierno encontramos una pluralidad ideológica que va desde el economista José
Luis Espert, a juristas como Roberto Gargarella y Raúl Zaffaroni, quienes no dudan en
caracterizar al gobierno como no liberal, aunque en diferentes sentidos; y también a
personas que sí catalogarían al gobierno de Cambiemos como liberal, pero realizando con
ello una crítica de oposición. Tal es el caso de Beatriz Sarlo, Julio Bárbaro, o Rafael Bielsa.
CONCLUSIÓN
Comenzamos esta indagación con la sospecha de que difícilmente pueda considerarse
liberal al gobierno de Cambiemos. Una interpretación del liberalismo es imprescindible para
una crítica del orden político actual, para una revisión de las limitaciones de esas mismas
ideas, y para someter al escrutinio intelectual a quienes las enarbolan como un mascarón
discursivo para encubrir la búsqueda de intereses menos prestigiados.
Desde John Locke y Adam Smith, el liberalismo como sistema de ideas no estuvo exento
de contradicciones y contuvo en su interior proposiciones ajenas a lo que podríamos
considerar en nuestros días un compromiso genuino con el desenvolvimiento de la libertad
plena de todas las personas. Podría precisarse que ni Locke en términos políticos fue tan
liberal, ni Smith en los términos económicos en que lo rememoran sus apologistas actuales.
Si el gobierno de Cambiemos se inspira en ideas relacionadas a estos pensadores, de
seguro no son las más progresivas. Y si entendemos que el liberalismo es una corriente de
22 Ministerio de Educación de la Nación Argentina (22/11/2016): "Esteban Bullrich en la 22ª conferencia de la Unión Indus-
trial" (Archivo de video). Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=H3gcgEfCFzU [Fecha de consulta, 20/06/018]
23Al momento de la última revisión de este artículo, después de haber aumentado los ministerios, el Presidente de la Nación
decidió finalmente eliminar 10 de ellos, degradándolos a Secretarías.
24Si bien Ricardo Alfonsín, como miembro de unos de los partidos de la coalición o alianza gobernante apoyó al gobierno en
sus primeros años, en 2018 comenzó a distanciarse discursivamente cada vez más, desde un apoyo crítico a una posición
crítica y más distante.
“Cambiemos y el liberalismo”
Nicolás Fava
pensamiento que surge en la historia de la lucha de los "sin poder" frente a los detentadores
del mismo, no podemos decir que el gobierno analizado se inscriba en un ideario
auténticamente liberal. Pero en cambio si tomamos el liberalismo clásico con sus luces y sus
sombras bien podríamos entender que el gobierno de Cambiemos es un fiel continuador de
dicha doctrina. La respuesta entonces no la encontraremos en un estudio teórico, sino a
partir de la constatación de una concreta táctica discursiva en el marco de un determinado
proyecto político, que asuma valorativamente una interpretación del liberalismo.
Vulgarmente se suele dar por sentado que el espacio político liderado por Macri es liberal
desde el punto de vista económico pero se ajustaría menos al encuadramiento dentro del
liberalismo político, puesto que se trata de una fuerza pro-mercado que propone un
programa de inclusión social tan limitado que redundaría en el incremento de distintos tipos
de prácticas autoritarias o represivas ante la conflictividad social que genera la desigualdad.
Como hemos visto, según el posicionamiento político que se adopte, del privilegio que se
haga de algunas propuestas del liberalismo sobre otras, se podría poner patas para arriba
este argumento.
De todo lo expuesto, en términos generales se podría deducir que conviven y se equilibran
contingentemente dos almas dentro de Cambiemos: un alma liberal encarnada
principalmente por sus cuadros económicos que se expresa en políticas económicas
ortodoxas, pro mercado, y de ajuste, con fuerte relación con los sectores financieros de la
economía y que admite cierta progresividad en el plano de las libertades civiles; y otra
conservadora, encarnada por algunos cuadros políticos vinculados a la política social, con
fuerte vinculación con la Iglesia, que contrapesa en el plano económico la liberalización con
la gestión de medidas de tipo asistencial hacia los sectores más desaventajados, mientras
mantiene una actitud más reaccionaria en otros aspectos de la vida social como los derechos
sexuales y reproductivos.
El liberalismo de Cambiemos es en varios sentidos un liberalismo limitado. Efectivamente
existe una clara tendencia del gobierno a privilegiar el impulso de libertades económicas por
sobre libertades políticas, lo que se da además con un claro sesgo de clase, pues se ven más
favorecidos de estas disposiciones económicas principalmente los sectores más concentrados
de la economía. Este liberalismo limitado sigue entendiendo como objeto de la limitación
política al poder del Estado y esto lo acerca de un modo anacrónico al liberalismo
decimonónico, ya que se han producido en nuestras sociedades innumerables cambios desde
entonces, como por ejemplo el establecimiento del Estado social, a partir de la Revolución
Mexicana en adelante. El liberalismo primigenio se enfrentó al Estado de las monarquías
absolutistas, mientras que el enemigo del neo-liberalismo es ahora el Estado social
(Monedero, 2012). El Estado ya no es un poder de cuya limitación derive necesariamente
más libertad y existen actualmente otros poderes fácticos que ni el discurso ni la práctica de
Cambiemos apuntan a cuestionar o limitar.
La aparición de Cambiemos en el escenario político de Argentina ha revitalizado la
discusión acerca del liberalismo. La trascendencia mediática que han adquirido en el debate
público nacional intelectuales que se identifican abiertamente como defensores del
liberalismo (principalmente economistas como Espert o Milei), así como un conjunto de
demandas transversales al sistema de partidos vinculadas con la protección de libertades
civiles y la garantización de derechos como la interrupción voluntaria del embarazo, el
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explicador/aborto-como-voto-la-camara-baja-analisis-por-genero-bloque-y-provincia/
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Toussaint, Eric (2012): Neoliberalismo; Breve historia del infierno. Capital Intelectual,
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Varnagy, Tomás (2000): "El pensamiento político de John Locke y el surgimiento del
liberalismo", en Boron, Atilio (comp.), La filosofía política moderna (p.p. 15-50). Consejo
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Zaffaroni, E. Raúl (31-01-2018): "Carta del Dr. Eugenio R. Zaffaroni al Secretario de
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___________ (2015): El derecho Latinoamericano en la fase superior del colonialismo.
Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires.
“La venganza de los huérfanos. Las elecciones nacionales y subnacionales
de 2015 en Argentina” Julieta Lenarduzzi y Sebastian Mauro (compiladores), Uni-
versidad Nacional de Buenos Aires, 2017, 532 páginas.
interpartidarios. Por otra parte, distribuyen posiciones entre los actores intervinientes. En
ese sentido, resulta menester dar cuenta de sus especificidades y preguntarse por la
configuración de las complejas redes partidarias de cada contexto.
El libro se estructura en cinco partes que contienen veintisiete capítulos y un anexo final
que brinda los resultados electorales -no consignados- en el corpus del libro.
La primera parte se compone de dos capítulos, referidos a las elecciones de nivel nacional.
La segunda parte del libro abarca los capítulos 3 al 8. Su análisis se centra en las provincias
donde se produjeron cambios partidarios de sus gobiernos. La tercera parte del libro se
conforma de los capítulos 9 al 16. El apartado reflexiona sobre los casos donde se prosiguió
la continuidad de los oficialismos. Se trata de provincias en donde los oficialismos se
impusieron por márgenes ínfimos de votos. A su vez, se incluyen casos donde los oficialismos
se impusieron frente a una oposición activa y competitiva. La cuarta parte abarca los
capítulos del 17 al 25, dedicados a los casos donde los oficialismos lograron reelegirse frente
a opciones poco competitivas. Se resalta el peso de los liderazgos personalistas, de las
trayectorias de los partidos o alianzas que, se convirtieron en supermayoritarios, y de los
impactos de los marcos normativos. La quinta parte del libro se divide en dos capítulos
dedicados a las arenas subnacionales donde sólo se eligieron cargos de nivel nacional.
El libro representa tanto un insumo de consulta como una invitación para ampliar en el
desarrollo de nuevas perspectivas sobre los estudios electorales, las identidades partidarias y
la política subnacional. Cada artículo condensa el proceso electoral del año 2015 en
Argentina a través de la reconstrucción de las características que conforman la estructura del
sistema de gobierno y la competencia partidaria de cada distrito. El sistema de gobierno se
analiza bajo las dimensiones que hacen al poder legislativo, y el sistema electoral para el
poder ejecutivo y legislativo, la división administrativa y los principales medios de
comunicación. En segundo lugar, la estructura de la competencia partidaria, contempla a los
partidos que accedieron a la gobernación, los partidos con representación parlamentaria, y
las trayectorias de la competencia en elecciones ejecutivas y legislativas.
El libro encuentra su originalidad en dar cuenta sobre la pluralidad de actores, las
identidades políticas y las lógicas en los niveles subnacionales. Los mecanismos por los
cuales los partidos se organizan y conforman alianzas a nivel nacional. La
instrumentalización de los marcos electorales y, los ensayos de estrategias de
encapsulamiento de los electorados o distribución del poder político en el mediano plazo.
A modo de crítica, se podría mencionar la ausencia de un capítulo final que aborde una
reflexión y balance general sobre el mapa electoral argentino, dando cuenta de posibles
puntos de comparación entre las distintas lógicas provinciales en el marco de la coyuntura
electoral nacional. Una síntesis global permitiría cristalizar de manera sistemática e integral
el momento clave en la evolución de la morfología de las redes partidarias, la distribución del
poder institucional y la conformación de alianzas electorales donde se juega la identidad de
las organizaciones partidarias.
Para concluir, el libro resultará significativo para quienes tengan el interés de comprender
las transformaciones en la morfología de las alianzas, liderazgos, disputas y tensiones de la
competencia electoral que dio como resultado el retorno de los “huérfanos de la política de
partidos”, tras más de una década dominada por la retórica plebeya.
Libro “La venganza de los huérfanos. Las elecciones nacionales y subnacionales de 2015 en Argentina”
Lic. Leonela Infante
BIBLIOGRAFÍA
Mauro, Sebastián (2012), “La fragmentación de las solidaridades políticas en las
democracias contemporáneas: procesos de identificación y diferenciación”, en Foro Interno.
Anuario de Teoría Política, 11, Madrid, Servicio de Publicaciones de la Universidad
Complutense de Madrid.
BASES Y CONDICIONES
Se admitirán trabajos escritos en idioma español. Los trabajos presentados deberán
contar con una redacción precisa, clara y poseer rigurosidad conceptual. No serán
admitidos aquellos trabajos que no se ajusten a las disposiciones establecidas. El Comité
Editorial se reserva la decisión acerca de la publicación de los artículos en formato digital
y/o impreso.
La revista es libre, gratuita y de acceso abierto. Los usuarios pueden leer, descargar,
copiar, distribuir, imprimir, buscar o vincular los textos completos de los artículos; o
utilizarlos para cualquier otro propósito legal sin pedir permiso previo del editor o del
autor, siempre que sea reconocida la autoría del texto original y se utilice con fines no
comerciales.
PLAZOS
Los trabajos deberán ser enviados en el plazo establecido en la convocatoria que
figurarán en el sitio web de la revista (www.revistapoltikon.com.ar/convocatoria).
TEMÁTICA
Los trabajos deben enmarcarse en alguna de las siguientes áreas de estudio:
TIPOS DE TEXTO
Se admitirán cuatro tipos de escritos: artículos académicos, avances de investigación,
ensayos y reseñas bibliográficas.
Artículos académicos y Ensayos
La extensión máxima será de 50.000 caracteres con espacios (aproximadamente 20
páginas en interlineado 1,5). Deben ir acompañados de un resumen en español y en inglés,
de no más de 200 palabras, y contar con 4 palabras claves, en español e inglés.
Avances de investigación
La extensión máxima será de 15.000 caracteres con espacios (aproximadamente 6 páginas
en interlineado 1,5). Deben ir acompañados de un resumen en español e inglés, de no más
de 200 palabras, y contar con 4 palabras claves en español e inglés.
Reseñas bibliográficas
La extensión máxima será de 8.000 caracteres con espacios (aproximadamente 3 páginas
en interlineado 1,5). Deben ir acompañados de la respectiva cita bibliográfica del texto
reseñado siguiendo las mismas pautas que se establecen en la Sección 2.4 Formato de
presentación de los escritos.
FORMATO DE PRESENTACIÓN DE LOS ESCRITOS
- Se recibirán trabajos en formato .doc o .docx (Microsoft Word) y en formato .odf
(Open Office) en página A4, tipografía Georgia 12 o su equivalente para formato Open
Office, interlineado 1.15 pto.
- Todo el escrito debe tener Alineación Justificada. No debe tener encabezados ni pie
de páginas, como tampoco numeración de las hojas
- El título del trabajo debe tener como máximo 90 caracteres con espacios, y
presentarse en tipografía Georgia 14, fuente Negrita.
- Los subtítulos al interior del texto (por ejemplo: Introducción, Desarrollo,
Conclusiones, Bibliografía) tendrán fuente Georgia 12, fuente Negrita.
- En el cuerpo del texto, no se admiten sangrías ni espacio entre párrafos.
- Las notas al pie se presentarán en fuente Georgia 9, interlineado 1 pto.
- Los cuadros, mapas, diagramas, gráficos y tablas deben presentarse con sus
respectivos títulos identificatorios (Georgia 11, negrita), y mención a las fuentes (Georgia
9). Todos deben estar numerados con el sistema arábigo (Ej. Tabla 1., etc.). Además de
incluirse en el cuerpo del trabajo, deben ser enviados de forma separada en formato .jpg.
- Los nombres de los/as autores/as y las referencias institucionales no deberán constar
al interior de estos documentos, sino que serán explicitados únicamente en el correo
electrónico en el que los mismos estén adjuntos.
- El Comité Editorial valorará el uso de lenguaje inclusivo y no sexista (aunque no se
permite el uso de “@”, “e” y “x”).
- Los textos utilizarán el formato de referencias bibliográficas APA. En el cuerpo del
texto la referencia figurará de manera abreviada, utilizando la notación apellido del autor,
año y página escrito entre paréntesis. Ej.: (Mann, 1991: 58). En cambio, al final del trabajo
deberá figurar la cita completa junto con el resto de la bibliografía, ordenada
alfabéticamente. Cuando haya más de un artículo por autor el nombre del mismo deberá
reemplazarse por once (11) guiones bajos (__________) seguidos del año entre
paréntesis. En los casos en que haya obras del mismo año en un mismo autor, estas
deberán estar acompañadas de una letra a continuación del año que permita su
identificación en el cuerpo del texto. Ej. GARCÍA, Luis (1989a) "La..."; GARCÍA, Luis
(1898b) “El…”, etc. A continuación, se detallan ejemplos con las especificaciones para
cada formato:
Artículos: SK OCPOL, Theda (1989): “El Estado regresa al primer plano”, en Zona
Abierta, Enero-Marzo, Madrid, pp. 71 – 122.
Artículos de revista digital: ANDER EGG, Gu iller m o (2017): “Las brechas
entre el discurso y la práctica de la participación: cinco aportes para la reflexión", en
Revista De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales, Vol. 6 Número 8
(Enero-Julio). Disponible en: http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/
depracticasydiscursos/article/view/11543/10235 [Fecha de consulta, 17/12/2017]
Libros: POULANTZAS, Nicos (1979): Estado , Po der y So cialism o , Siglo XXI
Editores, Buenos Aires.
Capítulos de libro: RICOEUR, Pau l (1995): “La construcción de la Trama”, en
Tiempo y Narración. Tomo I, Siglo XXI Editores, México.
Capítulos de libro compilado: REGUILLO, Rossana (2006): “Políticas de la mirada.
Hacia una antropología de las pasiones contemporáneas”, en Inés Dussel y Daniel Gutiérrez
(comps.), Educar la mirada. Políticas y pedagogías de la imagen, Manantial/FLACSO/OSDE,
Buenos Aires, pp. 59-74.
Fuentes de Internet: CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
ARGENTINA (10/11/2010): Proyecto de Ley. Régimen para el reconocimiento y respeto a
la identidad de género. Expediente N°8126-D-2010. Disponible en: http://
www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=8126-D-2010
[Fecha de consulta, 20/11/2014]
AUTORÍA
Podrán enviar sus escritos estudiantes, graduados/as, docentes e investigadores/as de
Ciencias Sociales de Argentina y del exterior que comprendan sus estudios en las pautas
aquí establecidas.
La autoría debe limitarse a aquellas personas que han hecho una contribución
significativa a la concepción, diseño, ejecución o interpretación del trabajo. Cada autor/a
debe haber tomado parte en el trabajo de manera suficiente como para responsabilizarse
públicamente del contenido.
PROCESO DE EVALUACIÓN
Desde el momento de recepción de los trabajos hasta la publicación de la revista, el
Comité Editorial se compromete a mantener informado/a a cada autor/a sobre la
evolución del proceso de evaluación a través del correo electrónico consignado,
trasmitiendo los veredictos de cada etapa y los plazos para completar las solicitudes
correspondientes.
Para su aprobación e ingreso a la publicación final, los trabajos serán sometidos a una
doble evaluación. En primer lugar, los artículos serán evaluados por el Comité Editorial en
los aspectos referidos a la Sección 2.4 Formato de presentación de los escritos.
De ser aceptados, los textos serán evaluados por especialistas externos/as a la
institución editora, según la temática correspondiente, quienes conformarán el Comité
Evaluador Externo integrado por docentes e investigadores/as.
A través de un sistema de arbitraje entre pares ciego, se asegura la evaluación de la
calidad científica y académica de los trabajos, en función de los criterios propuestos por la
editora.
Recibidas las sugerencias de los evaluadores, el Comité Editorial toma la decisión de
rechazar, solicitar cambios en el trabajo o aceptarlo directamente para su publicación.
Se estima en 30 días la primera etapa y un promedio de 60 a 90 días para la segunda
instancia de evaluación externa, durante el cual y a posteriori la identidad de autores y
evaluadores es resguardada.
PROPIEDAD INTELECTUAL
Se considerarán sólo aquellos trabajos que no hayan sido publicados antes en otra
Editorial o publicación académica, en cualquier formato.
Los autores disponen de la propiedad intelectual de los artículos que se publiquen a su
nombre; es decir podrán disponer libremente de los artículos una vez publicados con la
única condición de citar a la revista y tomando en consideración que la revista aboga por
un acceso abierto sin fines comerciales.
POLÍTICA DE PLAGIO
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científica, e implementa sus políticas internas bajo estas directivas.
El Comité Editorial seleccionará a los/as revisores/as bajo criterios de imparcialidad y
profesionalidad, a fin de asegurar evaluaciones justas y de calidad.
La revisión por pares puede detectar indicios de mala conducta en la investigación. En
estos casos, los/as revisores/as plantearán sus dudas y, de ser confirmadas, se
considerarán como una falta grave, lo que supondrá razón suficiente para desestimar el
trabajo para su publicación. Se prevé, no obstante, una instancia de réplica de los/as
autores/as.
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específicas de detección de plagio: Plagium, Duplichecker y Plagiarisma. Este tipo de
software de libre acceso será utilizado a fin de garantizar la originalidad de las
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