Sunteți pe pagina 1din 4

Agua: ¿Un recurso complementario para el desarrollo o un

recurso para suplir necesidades básicas?


Brandon Enrique Montoya Puerto

Loa conflictos socio ambientales nacen de la disputa de un recurso natural por partes
interesadas completamente contrarias en el planteamiento de su uso. En Colombia se
ha plasmado que el futuro económico del país está supeditado a la inversión
extranjera por tanto se venido impulsando el desarrollo de proyectos de gran calado y
su mayoría extractivitas, que pretenden dejar al gobierno regalías y con ello lograr la
gestión y el desarrollo de los territorios, por ejemplo podemos encontrar en estos
casos la mina a cuelo abierto de carbón Cerrejón, la mina de ferroníquel Cerro matoso,
las minas de carbón de la Drummond, en Buriticá la mina más grande para la
extracción del oro en el país proyecto de Continental Gold, entre otros., por lo general
las actividades extractivas están sujetas a la modificación de las condiciones del
territorio donde se desarrollan lo que durante su funcionamiento genera impactos
ambientales y con el tiempo pasivos ambientales, que a su vez, son la causa de
conflictos de orden socio-ambiental por el uso de los recursos. Estos conflicto se
generan debido a que las condiciones de estos no son las apropiadas para el por
ejemplo por la calidad del agua, este parámetro físico-químico u microbiológico limita
el uso del agua ya que dependiendo de sus condiciones no será apta para el consumo
o para regar cultivos, de la calidad del aire, lo que desarrolla enfermedades
respiratorias en las poblaciones a las que se exponen o la tenencia de las tierras, por
el hecho de garantizar o no un mínimo de supervivencia, estos problemas por citar
algunos luego repercuten en poblaciones aledañas ya que las poblaciones que
enfrentan estos conflictos están condenadas abandonar sus tierras lo que genera
presión en otros lugares por lo general las ciudades en sus zonas periféricas. El caso
que voy a tratar como conflicto socio-ambiental alrededor del agua es el del páramo de
Santurbán, un conflicto socio-ambiental que se ha desarrollado entre las comunidades
de Santander y Norte de Santander, y las partes interesadas en proyectos de
extracción de oro, la discusión principal se centra entre el derecho al agua y el
proyecto de extracción que cabe resaltar que es un proyecto de interés público. El
conflicto tuvo inicio aproximadamente a finales de 2011, cuando se reveló el interés
por la explotación de oro, lo que generó descontento en la población puesto que se
dijo que esta actividad afectaría el liquido vital, que abastece 2.000.000 de habitantes
en Santander y Norte de Santander (Basto, 2017), desde aquella fecha se ha venido
desarrollando la disputa entre el agua o el oro, sin siquiera haber iniciado el proyecto y
la manera prevista por los empresarios para su desarrollo. Recuerdo que en aquel
entonces estaba haciendo mi pregrado y para un encuentro de semilleros de la
universidad de Pamplona tomamos el tema como referente, lo que hicimos fue hacer
un análisis de información sobre los efectos de la minería a gran escala en los
recursos naturales y encontramos que en la mayoría de investigaciones se concluía
que los impactos de dicha actividad son irreversibles, algo así como los del fracking,
entre ellos logramos identificar la contaminación del suelo por infiltración de
contaminantes, por tanto la contaminación de acuíferos subterráneos, la
contaminación de fuentes superficiales por arrastre de contaminantes y otras
sustancias debidas a la escorrentía superficial que se genera sobre el suelo removido,
la generación de contaminantes atmosféricos por la evaporación de sustancias en las
piscinas donde se retienen los lixiviados para su tratamiento y un uso elevado de agua
para la obtención de oro (Duque, 2011), luego de haber mostrado el análisis de la
investigación los asistentes mostraron su descontento frente a la situación que se
venía desarrollando, ya que son consientes que tanto a nivel nacional y como a nivel
mundial existe un grueso de proyecto, que han sido exitosos pero otros no, y esa cifra
no ha sido una cuestión de azar, esta depende la normativa de los países, de los
términos de referencia para la aprobación del proyecto y posteriormente su ejecución.
El problema principal para el desarrollo de estos conflictos es el hecho que los actones
no se logren entender entre si, a lo que me refiero es que el asusto alrededor de este
conflicto socio ambiental deben ser identificados actores directos e indirectos, lo que
puede hacerse según escalas por ejemplo la identificación de los mismos se puede
hacer a nivel nacional, donde los actores directos son todos aquellos que se benefician
de las aguas del páramo de Santurbán desde su nacimiento hasta la desembocadura
en el mar, también el gobierno que intentará gestionar el territorio colombiano con los
recursos que allí se generen o ese es el objetivo, los actores indirectos son todos
aquellos que se encuentren dentro del territorio y que se verán beneficiados de las
regalías que deja el proyecto, y los que han impulsado estos proyectos según su visión
de desarrollo, ahora a nivel internacional se tiene que son las empresas dispuestas a
invertir en Colombia que no precisamente consumen el agua del paramo o son
colombianos pero que simplemente ven una oportunidad de inversión, sabiendo que
este tipo de proyectos pertenece a un mercado fluctuante pero rentable, ya que, este
mineral es utilizado en la industria tecnológica por sus propiedades físicas y químicas.
Ahora a este punto cabe reconocer que estas empresas tienen un interés netamente
económico, no contemplan el desarrollo y beneficio de la población o los cambios que
se ven a introducir en estas y su entorno, llevando a mi opinión personal no es
necesitan “consultar” con las poblaciones, ya que para eso tienen un gobierno
representativo que debe encargarse de dicha gestión, que los representa y puede dar
el aval para llevar a cabo el manejo del territorio de interés poniéndolo a disposición de
la empresa según los parámetros estipulados en la legislación (términos de
referencia), se supone que el desarrollo de dicho proyecto beneficiará a los pobladores
aún así estos no pueden influir de manera directa en la aprobación o no del proyecto.
Si bien Colombia a nivel mundial es reconocido como una potencia en diversidad,
recursos hídricos, paisajes esplendidos, entre otras cualidades., no es tan cierto
puesto que los problemas se agudizan en el país luego de el acuerdo de paz y la poca
presencia del gobierno colombiano en el resto del territorio (fuera de algunas ciudades
ni siquiera departamentos), podemos ver como los ríos los secan a causa de la
minería ilegal, como los bosques están siendo talados para expandir sus tierras y tener
cabezas de ganado, como los suelos y los cauces los contaminan por voladuras en las
líneas del oleoducto y como se gestionan mal los recursos naturales ubicados en
ecosistemas estratégicos que tiene la nación. Aún así el territorio da abasto para tal
manejo pero estamos llegando al punto de agotar las fuentes renovables por lo que se
ven amenazadas algunas poblaciones por condiciones geográficas, dinámicas
sociales de crecimiento y los efectos que pueden generar nuevos proyectos de
desarrollo, este el caso de Bucaramanga como se evidencia en la siguiente imagen del
estudio nacional del agua (2018) que se encuentra entre las zonas con características
moderadas de aridez.
Imagen 1 Zonas áridas según el estudio nacional del agua 2018 fuente:
http://www.ideam.gov.co/documents/24277/76321271/Cartilla+ENA+2018+WEB+actualizada.pdf/ba3
53c39-b15d-4a76-8ed4-3814c4c35239

Lo que demuestra que el mal manejo de un proyecto de extracción de cualquier


magnitud pone en riesgo el abastecimiento del agua de la población, ya que este
remueve la cobertura vegetal (que es la que permite la captación de agua de la
atmósfera y la infiltración de la misma) y además su principal insumos es el agua
según Cañon y Mojica (2017): “El estudio realizado por Tapia (citado en Cabrera y
Fierro, 2013) determinó que para una extracción promedio de 0.94 gramos por
tonelada de oro extraído se emplean entre 0.5 a 1 m3 de agua por tonelada de material
procesado”, lo que se traduce que el riesgo de la aprobación del proyecto es el de
dejar a las poblaciones que se benefician del agua sien el recurso, a menos que este
muestre una solución a la demanda de agua según el crecimiento proyectado por el
DANE en los municipios beneficiaros en los departamentos de Norte de Santander y
Santander, lo que tendría que contemplar además las actividades que se desarrollan
aguas abajo para reconocer la magnitud del impacto para no llegar a la resolución
regular de este tipo de conflictos que puede expresar en dos variantes “por un lado es
no se preocupe hágalo que yo me desplazo o me jodo en alguien más“ lo que quiere
decir que aguas abajo si no se desplazan buscarán la forma de captar el agua de otros
afluentes y acuíferos (es el típico caso del trasvase de cuenca) poniendo en jaque al
resto de poblaciones que aunque no son agentes directos las decisiones de aprobar el
proyecto los afectan y como el bien colectivo prima sobre el particular entonces como
una comunidad de campesinos compite por el uso del agua en caso de trasvase con
una ciudad como Bucaramanga. A este punto se ha dicho y se ha declarado por parte
de los defensores del proyecto y por parte de los defensores de los derechos de los
ciudadanos que Vetas y California no deberían estar ahí y todas las opiniones van
asociadas con el típico “¿por qué ellos sí y por qué nosotros no?” y “es que es
tradición”, bueno la verdad es que esta tradición contamina el recurso en cuestión y
obedece a prácticas que se desarrollan en ecosistemas estratégicos y están
prohibidas, por lo tanto estas actividades deben cesar y las poblaciones deben ser
reasentadas, pero la voluntad de solucionar este problema cada vez es más difícil ya
que en estas poblaciones se han presentado problemas de orden público debido a la
intervención del gobierno. Por tanto se llega a la conclusión que mientras no se
gestione, se planee y se solucionen los conflictos sociales que derivan en ambientales
estos llegan a convertirse en un efecto bola de nieve y por tanto la decisión que
esperan ambos actores es la delimitación del páramo, para que no se metan con los
recursos que usan, pero la solución debe ir enfocada a beneficiar ambas partes para
uso del recurso siempre y cuando se desarrollen las actividades de forma sustentable
y que el uso de una no afecte a la otra.

Bibliografía
Basto, S. (2017). El conflicto socio ambiental del páramo de Santurbán. Un análisis bioético con
enfoque de ecología política. Revista Colombiana de Bioética , 9-24.

Cañon, M., & Mojica, Y. (2017). El oro o el agua, el caso del páramo de Santurbán. Revista
Cuestionar , 105-119.

Duque, M. (24 de Enero de 2011). CENSAT Agua Viva. Recuperado el 18 de Mayo de 2019, de
CENSAT Agua Viva: https://censat.org/es/noticias/mineria-en-el-paramo-de-santurban-no-
viable

IDEAM. (2018). Reporte de avance del estudio nacional del agua . Bogotá.

S-ar putea să vă placă și