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Datos curiosos
Ubicación
El Museo Nacional de Historia se encuentra ubicadoen la 9.ª calle 9-
70 zona 1 del Centro Histórico en la ciudad de Guatemala.
Una de las salas más visitadas
es la de la Independencia.
CIUDAD DE GUATEMALA- “La historia es un incesante volver a
empezar”, dijo en su momento el historiador ateniense Tucídides
(460-396 a. C.), y de esa forma nos ayuda a recrear los
acontecimientos más relevantes de Guatemala la colección del
Museo Nacional de Historia.
El edificio está ubicado en la 9a. calle y 10a. avenida, zona 1, y fue
construido entre 1894 y 1896. Fue uno de los inmuebles que
quedó en pie tras los terremotos de 1917 y 1918. Se erigió con el
objetivo de acoger al Registro de la Propiedad Inmueble.
De estilo renacentista francés, se salvó de ser demolido después del
movimiento telúrico de 1976, y se logró que se asignara al Museo
Nacional de Historia, en 1981. La restauración tardó 28 años, de
1984 al 2012, ya que estaba severamente deteriorado. En 1996 fue
declarado patrimonio cultural de la Nación.
Viaje en el tiempo
Recorrer los pasillos del Museo es como caminar hacia el pasado,
de manera cronológica y amena, cuando la historia no queda
encerrada en libros.
Son objetos, como pinturas, esculturas, muebles y enseres
personales de personajes los que la narran el pasado. Unas 11 mil
personas al año, en promedio, disfrutan de este viaje a través del
tiempo.
La visita comienza en la Sala Introductoria, sigue en la de Vida
Colonial, Proceso de Independencia, Declaratoria de Independencia,
Anexión a México, Federalismo en Centroamérica, Período
Conservador y finaliza con la sala de la Revolución y Reforma Liberal
(1871-1944), y de la Revolución de 1944.
Los objetos que más llaman la atención son el vestido de Dolores
Bedoya de Molina, esposa del prócer Pedro Molina, que data del
siglo XIX, así como la escenificación de la firma de Independencia.
Se puede admirar la única colección pictórica de los Próceres, creada
por Rafael Beltranena en el siglo XIX, refirió el director y cronista de
la ciudad, Miguel Álvarez.
Entre las piezas más valiosas está un cáliz plateresco del siglo XVI,
los 12 escudos oficiales que se han creado en el país en distintas
épocas, dos jarrones que la reina Victoria le obsequió a Rafael
Carrera, la silla del líder indígena del siglo XIX Atanasio Tzul, así
como la partitura y letra originales del Himno Nacional, y escudos e
inscripciones en piedra de antiguas edificaciones de la ciudad del
siglo XVIII.
Los objetos personales ayudan a comprender cómo se vivía en
esas épocas, como los muebles del despacho presidencial de
Jorge Ubico, así como su silla de montar, con detalles en plata, el
mobiliario y mapa mundi de Juan José Arévalo, y la batuta de
Germán Alcántara —autor del vals Flor del café—.
En el sótano, que guardó documentos de propiedades inmuebles,
se pueden ver exposiciones como la del Mapa en Relieve, el Cerrito
del Carmen y de la vida y obra de personalidades del arte y la cultura
del país.
Se comenzará próximamente la remodelación del edificio, así como
del guion museográfico, rotulación e iluminación.
Servicios -Otros atractivos del Museo-
Se puede consultar su biblioteca, donde hay 10 mil ejemplares,
incluidas obras únicas del siglo XVIII, así como actas municipales de
siglos anteriores.
Tiene fototeca y filmoteca. Los temas más vistos son la Revolución
de 1944, Juan José Arévalo y Jorge Ubico.
En el museo se brinda asesoría para tesis o investigaciones.
El recinto está abierto de lunes a viernes, de 9 a 17 horas, y sábado
y domingo, de 9 a 12 y de 13 a 16 horas. Ingreso: público en general,
Q5; estudiantes, gratis.
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El edificio, que data de 1896, fue construido por un español a pedido del
presidente de Guatemala, José María Reyna Barrios, para Registro de la
Propiedad Inmueble.
Ha soportado, desde entonces, el paso de dos terremotos, cientos de
sismos, esmog, suciedad, abandono, vandalismo y hasta protestas
estudiantiles y populares.
Durante el gobierno de Álvaro Colom lo quisieron utilizar como sede del
programa de ayuda social, pero no lo lograron.
La jardinera perdida
Mariano Gálvez, quien gobernó de 1831 a 1838, favoreció que la cultura
del país se expandiera y que muchos extranjeros, ansiosos de hacer vida y
dinero. La colonia belga fue una de esas afortunadas, aunque no prosperó
en Santo Tomás de Castilla, Izabal. Tampoco Gálvez logró en su totalidad
su objetivo reformista, aunque sí favoreció la libertad religiosa.
El valor del objeto es más contextual y político que histórico, debido a que