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¿QUÉ QUIERE DECIR SER CIUDADANO?

HISTORIAS, CONCEPCIONES ACTUALES Y CIUDADANÍA EN MÉXICO

¿QUÉ QUIERE DECIR SER CIUDADANO?


Ser ciudadano es más que el simple hecho tener la mayoría de edad, de haber
nacido en este país y poder votar en las elecciones para elegir a nuestros
representantes en el gobierno, o poder ejercer plenamente lo que conocemos como
derechos y deberes ciudadanos tales como obtener el INE, contraer matrimonio
civil, poder trasladarnos libremente por el territorio nacional, etc. Es sentirse parte
de una estructura social y política, y sobre todo, asumir responsabilidades y
obligaciones en la construcción de la sociedad.
La ciudadanía es poder, entendido como la facultad de realizar actividades con
plena autonomía, tomando decisiones responsables en el contexto social actual.
Asimismo, es la capacidad de las personas para asumir compromisos en un
ambiente social y político con el que nos identificamos al sentirnos parte de él,
logrando convivir. Todos somos titulares de poder por lo tanto podemos influir e
intervenir en la toma de decisiones en diversos espacios de nuestra vida. La
ciudadanía se ejerce a través de la participación en los diferentes espacios en los
que nos desenvolvemos, en la familia, en el colegio, en el trabajo, en el barrio, etc.
¿Cómo? Opinando sobre temas que atañen al entorno en el que se desenvuelven,
tomando decisiones en beneficio de la sociedad o que impliquen una mejora de la
calidad humana, etc.

HISTORIA
Todas las nociones, incluida la de “ciudadanía”, son productos históricos que como
tales evolucionan con el tiempo, cambian progresivamente de significado, pero, al
mismo tiempo, conservan un significado básico.
El concepto básico de “ciudadano” es el de pertenecer a una comunidad, a un grupo
social. A lo largo de la historia, este concepto va transformándose según el
ciudadano va ganando derechos. Evoluciona desde siervo hasta ciudadano
propiamente dicho, pasando por súbdito.
Como se puede observar, progresivamente se ha ido modificando la sociedad con
el paso del tiempo. El siervo era casi como un esclavo al servicio de un señor feudal.
El súbdito ya no obedece a alguien tan concreto, sino al rey o Estado. Finalmente,
el ciudadano es una persona que, aunque también tiene que cumplir con una serie
de deberes, no está sometida a nada y posee ciertos derechos tanto civiles como
políticos.
El término “ciudadano”, en la actualidad, es utilizado para nombrar al individuo
sujeto de derechos políticos. Esto quiere decir que el ciudadano interviene en la vida
política de su comunidad al ejercer dichos derechos. La ciudadanía también implica
una serie de deberes y obligaciones. En la antigüedad, la ciudad era la unidad
política más importante. Por eso hoy, con el Estado como unidad política principal,
se sigue nombrando a los sujetos de derechos políticos como ciudadanos. Este uso
del concepto trasciende, en definitiva, el hecho de vivir en una ciudad. Una persona
que vive en una población rural será ciudadana en tanto cuente con derechos
políticos. En el sentido inverso, un habitante de una zona urbana con dichos
derechos vulnerados no puede considerarse como un ciudadano pleno.
La noción de ser ciudadano contribuye al desarrollo de la identidad y al sentido de
pertenencia a una comunidad. La persona debe ejercer su ciudadanía con
responsabilidad, exigiendo respeto por sus derechos y, a la vez, cumpliendo con
sus obligaciones. De este modo se construye una sociedad democrática y más
justa.
Edad Antigua Grecia
La ciudadanía tiene dos características fundamentales: pertenece sólo a una élite y
representa un vínculo de carácter religioso. El primero de dichos requisitos se
evidencia en la Constitución de Atenas La plena ciudadanía se le daba a los que
tenían su armamento de hoplitas...El Consejo lo forman cuatrocientos uno de los
ciudadanos del pleno derecho a quienes toca en suerte
Antigua Roma
A diferencia de Grecia, la ciudadanía en Roma no constituía una comunidad
cerrada, sino que se convirtió en un fenómeno universal, dado que, en el año 212,
Caracalla la otorgó a todos los hombres libres del Imperio
Edad Media
El corporativismo y las relaciones feudales diluyeron el concepto de ciudadanía y
las personas en general difuminaban su personalidad en los gremios y en los
feudos. Sólo los señores y los maestros tenían autonomía personal y posible
protagonismo. Se experimenta la aparición del concepto de imperium. Bajo el
dominio del rey, la noción de comunidad políticamente organizada cede frente al
poder de esa figura.
El Renacimiento
Las llamadas "repúblicas'' del Renacimiento no son, de ningún modo, democráticas.
En ellas, todas las personas que hoy tenemos la costumbre de agrupar bajo el
nombre de "pueblo", es decir, obreros, artesanos, pequeños comerciantes,
campesinos y algunos profesionales, quedan fuera del ámbito de la toma de
decisiones.
Edad Moderna
La importancia que se le da al concepto de “ciudadano” aparece en la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional
Francesa el 27 de agosto de 1789.
Época Actual
La adquisición de estos derechos siguió una secuencia temporal: Siglo XVIII: se
adquirieron los derechos civiles que incluyen los derechos que garantizan las
libertades básicas, tales como igualdad ante la ley y el derecho a la protección de
la propiedad. Siglo XIX: los derechos a participar en los procesos políticos. Siglo
XX: los derechos sociales adquieren igual status que los derechos civiles y políticos.

La ciudadanía implica la ¿Que es la ciudadania tanto


conformación de espacios públicos en Mexico como ORGANIGRAMA
para el debate, la reflexión y la internacionalmente?
propuesta, a las que dan forma y
vida.

La ciudadanía es un concepto La ciudadanía apela a un Hablar de ciudadanía implica


que adquirió centralidad en sentido de igualdad, de situarnos dentro de una
el debate público superación de las diferencias democracia amplia y fuerte.
internacional. de toda índole por la vía de
los derechos.

La mayoría de los textos que En los países desarrollados la


En México el interés por la tratan el tema de la recuperación del concepto de
ciudadanía es ligado al ciudadanía lo hacen desde la ciudadanía es una reacción a
proceso de construcción de la perspectiva de los derechos la crisis del llamado estado de
democracia electoral. políticos. bienestar.

Thomas Janoski define la ciudadanía Nacionalidad antecede a la idea de


El concepto liberal de como “la membresía pasiva y activa ciudadanía como ejercicio de
ciudadanía se funda en el de individuos en un Estado-nación derechos en pertenencia, una
individuo. con ciertos derechos universales y pertenencia adscriptiva que resulta
obligaciones en un dado nivel de del hecho de nacer en un lugar
igualdad”. determinado.
¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA?
CONCEPCIONES ACTUALES Y LA DEMOCRACIA EN MÉXICO.

¿Qué es la democracia?
Término referido para designar a una de las formas de gobierno en que puede
ejercerse el poder político del y para el pueblo.
Es un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder
no radica en una sola persona, sino que se distribuye entre todos los ciudadanos.
Por lo tanto, las decisiones se toman según la opinión de la mayoría.
Historia
El concepto conocido en español como democracia tiene sus bases en el antiguo
griego y se forma al combinar los vocablos demos (que se traduce como “pueblo”)
y kratós (que puede entenderse como “poder” y “gobierno”). La noción comenzó a
ser empleada en el siglo V A.C., en Atenas.
La democracia griega se caracterizó por estar conformada por una Asamblea que
era el centro del poder ejecutivo, legislativo y judicial.
En la toma de decisiones de la Asamblea participaban todos los ciudadanos a los
que se convocaba alrededor de 40 veces al año.
Los requisitos para ser ciudadano eran:
 Tener más de 18 años
 Servicio militar de 2 años.
 Ser hijo de padres atenienses.
El Consejo de los Quinientos estaba formado por cincuenta representantes de cada
una de las 10 tribus originales que conformaba el Ática y todo hombre libre podía
formar parte.
Inicio de la democracia en México

Comenzó en 1824 con gran inexperiencia.

Los ciudadanos solo elegían a un miembro del Congreso.

El Congreso designaba al presidente y vicepresidente.

Candidatos rivales paralizaban el ejercicio del poder.

En 1953 se decretó el voto de las mujeres.


Concepciones actuales de la democracia en México
La democracia es un sistema que implica no solo el respeto de los derechos
humanos básicos, sino además el ejercicio de las libertades civiles, la igualdad de
oportunidades y la participación de los ciudadanos en la elección de los gobiernos.
De acuerdo a un estudio del Índice de Desarrollo Democrático de América Latina,
el pasado año, 19 de los 32 estados de México no alcanzaron un puntaje suficiente
en diversos indicadores democráticos.
De acuerdo al locutor Toño Esquinca, actualmente se tienen las siguientes ideas de
la democracia en México:

Al preguntar cómo describirían al país en términos democráticos, el 2 por ciento


señaló que México es una democracia plena, 16 por ciento dijo que es una
democracia con pequeños problemas, 50 por ciento apuntó que se trata de
democracia con grandes problemas y el 16 por ciento afirmó que México no es una
democracia.
LA EQUIDAD Y LA JUSTICIA SOCIAL EN EL CONTEXTO NACIONAL

“Justicia es dar a cada quien lo suyo, dar a cada quien lo que merece”
-Ulpiano
Cada país la ha aplicado como ha considerado procedente, usando diversos
métodos y sistemas de acuerdo a las características políticas de cada país.

La Equidad
En el sistema judicial mexicano puede percibirse su existencia en las normas
escritas que pretenden igualar las condiciones de los que son desiguales por
naturaleza. Por la trascendencia que ha tenido la Equidad para la dignidad de todo
ser humano, es de destacarse que en el sistema judicial mexicano puede percibirse
su existencia en las normas escritas que pretenden igualar las condiciones de los
que son desiguales por naturaleza; sin embargo, al momento de aplicar la Equidad,
es decir, de impartir justicia por los encargados de hacerlo, muchas veces no se
hace con apego a la ley, bien por omitir la ley existente o bien por la indolencia de
quienes las aplican, esto debido a que el criterio del encargado de procurar o
administrar la justicia, se ve influenciado por distintas percepciones o presiones
políticas.

Sociedad Actual
Es innegable que en nuestra sociedad actual, existe una alta incidencia delictiva, lo
que es totalmente opuesto al concepto de bien común pues lo deseable por la
sociedad es la seguridad y tranquilidad de la comunidad. Ello a su vez se traduce
en que en la sociedad existe una grave carencia de educación principalmente y una
crisis de moralidad que torna hostil la realidad actual.
Todo individuo que sea causante de un daño social debe ser investigado en su caso
procesado, no sin darle la oportunidad de defenderse en un juicio público y probar
su inocencia, y no haciéndolo el Estado en uso de Ius Puniendi de considerarlo
responsable del delito cometido, deberá recluirlo para que sea reeducado,
reordenado, reorientado de tal forma que no sea dañino a futuro e improductivo
para la sociedad, esto para lograr el bien común.
El concepto de Equidad es aplicable tanto para las personas que han delinquido
como producto de su incivilización, cuanto para las personas cuya misión es la de
procurar y administrar justicia, así como para los encargados de readaptar al
delincuente.
Es importante destacar que no todas las personas recluidas son delincuentes, ya
que es de todos conocido que existen incontables casos de personas que se
encuentran privadas de su libertad en razón de que judicialmente han sido
declaradas culpables por no haber contado con una adecuada defensa, y por venir
a llenar las estadísticas necesarias en una sociedad que vive una realidad que no
existe.
La Equidad puede entonces ser definida como la aplicación de los valores y
principios que rigen una sociedad dentro del marco de justicia en una sociedad
moralmente madura.
La Justicia cuya misión es la aplicación del Derecho y tiene como herramienta
principal a la Equidad, que conlleva a un Estado de Derecho justo y respetuoso de
las garantías individuales, cuyo fin principal es salvaguardar la integridad del
individuo frente a actos de sus semejantes y la conservación del orden social. Se
dice que las leyes hechas por los seres humanos se basan en la voluntad de la
mayoría que se expresa a través del legislador, lo cual las hace equitativas para la
sociedad o bien común.
La Equidad expresa la idea de una concepción de Justicia basada en la igualdad
anterior a la ley y en el respeto a los derechos de cada ser humano. La Equidad
entendida así, se origina en el deseo de dar a cada uno lo que le corresponde, al
reconocer los derechos de cada persona. El Derecho contempla y supone a la
Equidad como requisito para lograr la Justicia.
En México, la aplicación de la justicia actual, dista mucho de serlo; pues cualquier
letrado que hable de justicia debe considerar que dicho término es equiparable al
de igualdad, al de equidad, entre las partes contendientes en toda problemática
jurídica y más aún, tratándose del Derecho Penal; nuestros grandes procesalistas
siempre han destacado en la enseñanza del Derecho Procesal Penal, el famoso
triángulo procesal, en cuya cúspide se encuentra el juzgador, sea Juez o
Magistrado, y en las partes inferiores de dicho triángulo, se ubican de un lado el
Ministerio Público, parte acusadora y el ofendido, y en la otra, el defensor y el
acusado. Ante tal enseñanza, los que se inician en el estudio del Derecho Procesal
Penal, consideramos que todo es equitativo, preclaro, justo y que la justicia es el
valor más alto al cual todo ser humano debe aspirar, debiendo existir una completa
confianza en las autoridades encargadas de impartirla.
En el ámbito penal, vemos que la institución encargada de la persecución del delito
y del delincuente lo es el Ministerio Público, creación del Estado Mexicano, a raíz
del constituyente del 1917 que desplazó al Juez Penal encargado de perseguir los
delitos, juzgarlos y ejecutar las penas que a éstos correspondieron; la institución
del Ministerio Público es de origen francés y fue incluida en nuestra Carta Magna
por el Constituyente de Querétaro, siendo su fundamento el artículo 21 de nuestra
Constitución.
A través del tiempo y de las múltiples reformas que han sufrido los Códigos Penales
y los Códigos de Procedimientos Penales del Distrito Federal, y de los diversos
Estados de la República, hemos visto como las Procuradurías Generales de
Justicia de las diversas entidades federativas, así como la Procuraduría General de
la República, se han ido transformado en verdaderas instituciones especializadas
en perseguir al delincuente, dotadas de los adelantos técnicos más sofisticados y
de un destacado grupo de servicios periciales e investigadores, para estar en
aptitud de perseguir y combatir al delito y al delincuente, creyendo que con esto se
abatirá el aumento de la delincuencia y la criminalidad, sin embargo, para que exista
un verdadero estado de derecho, así como se debe eficientar la procuración de
justicia a no dudarlo, deben eficientarse también las instituciones públicas
encargadas de la defensa de los derechos del imputado, lo que lamentablemente
no ocurre en nuestras grandes ciudades, puesto que hemos mejorado día a día el
aparato burocrático de acusación, y lamentablemente los gobiernos estatales y
federales en su afán de modernizar sus Procuradurías, se han olvidado de la
defensa del inculpado, y por consiguiente han omitido dotar con los mismos
elementos técnicos con los que cuentan las Procuradurías Generales de Justicia
de los Estados.
Su función primordial, que consiste en procurar justicia aplicando el Derecho Penal
desde la forma más humanística que pueda existir, realizando una exhaustiva
investigación de cada uno de los hechos denunciados posiblemente constitutivos
de delito, y determinar con certeza jurídica si la persona considerada como probable
responsable, fue verdaderamente el autor del delito denunciado, debiendo existir
pruebas y datos suficientes en la indagatoria, para que la institución del Ministerio
Público este en aptitud de ejercitar la acción penal e iniciar el funcionamiento del
aparato judicial (poder judicial), con lo cual se pone en marcha la aplicación del
derecho de más dañosidad social que existe, que lo es, a no dudarlo el Derecho
Penal.
Al referirnos a la dañosidad social que conlleva la aplicación del derecho penal, lo
hacemos en la reflexión de que el derecho penal no solamente castiga al infractor
de la ley, que de hecho merece una punibilidad por los delitos cometidos, que
innegablemente dañaron o lesionaron alguna parte de la sociedad.
La moderna institución del Ministerio Público, no cumple cabalmente con los
principios de actuación a que le obliga la Constitución y que son el de Estricta
Legalidad, el de Constitucionalidad de la Ley, y el de Buena Fe, hemos observado
que cada día que pasa, en su actuación cotidiana, la institución ministerial ha
dejado de aplicar dichos principios; y en su afán por perseguir al delincuente y al
delito, e incrementar las estadísticas de personas que son puestas a disposición de
un juez penal, en forma cotidiana viola un sin número de garantías constitucionales
en perjuicio del acusado, siendo una de las más importantes el derecho
constitucional que tiene todo inculpado a tener una defensa adecuada.
El Ministerio Público investigador labora en las agencias investigadoras del
Ministerio Público ubicadas en todo el territorio del Distrito Federal, y que manejan
averiguación previa con detenido, que a saber son 72 agencias, las cuales como
es de todos conocido laboran tres turnos de 24 por 48 horas con un personal
integrado por el titular del turno y tres o cuatro secretarios del Ministerio Público
según las necesidades del servicio, así como el apoyo total e incondicional de la
policía judicial ahora llamada policía de investigación, y de un cuerpo de peritos que
abarcan todas las ramas del saber humano.
Una de las violaciones más recurridas por la autoridad ministerial es la violación de
la garantía de adecuada defensa, pues basta observar que las agencias del
Ministerio Público dependientes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal, que trabaja con detenido, y como ya se mencionó llegan al número de 72,
y por otra parte la defensoría Pública de Oficio, dependiente de la Consejería
Jurídica del Distrito Federal, cuenta únicamente con 56 defensores en el primer
turno, 57 defensores en el segundo turno, 59 en el tercer turno, debiéndose
mencionar, que en cada turno laboran 12 defensores de oficio con horario especial
que es de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y que por lo tanto no cubren las 24 horas
que labora el Ministerio Público.
Esta importante función ha sido descuidada por el gobierno del Distrito Federal a
no asignar más presupuesto a la Defensoría Pública de Oficio, en detrimento y
violación de la garantía constitucional que exige que todo acusado tenga derecho
a una adecuada defensa, y para tratar de justificar la falta de defensores públicos
de oficio, que presten sus servicios en forma gratuita y asesoren a los indiciados en
las averiguaciones previas que la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal inicie con detenido, y que en su gran mayoría no cuentan con el dinero
suficiente para contratar los servicios profesionales de un abogado defensor
particular, en forma invariable los agentes del Ministerio Público de la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal, y de los Estados, que se encuentran
integrando las averiguaciones previas con detenido en el turno de 24 hrs. de trabajo
por 48 hrs. de descanso, nombran como abogados defensores de los inculpados
que se encuentran detenidos, a algún familiar o amigo del inculpado, que lo
acompañe en ese momento, considerándolos como persona de confianza,
personas que casi siempre carecen de estudios profesionales, y que en ocasiones
apenas terminaron sus estudios primarios.
Resulta de vital importancia, que toda persona que se ve involucrada en algún
problema jurídico penal, y es presentada ante el Ministerio Público, cuente de
inmediato con un asesoramiento integral de un defensor, consistente en hacerle
saber al inculpado los derechos que en su favor le confiere la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, y no como en la realidad sucede que el detenido.
LA FORMACIÓN DEL SUJETO POLÍTICO

El sujeto político, tal como ha sido concebido desde la filosofía política, reúne
varias características, entre estas:
• I. La búsqueda incesante de la justicia
• II. El fortalecimiento del sujeto individual, pero de cara a lo colectivo, en la
búsqueda del reconocimiento del otro, del “nosotros”.
• III. La protección de los derechos fundamentales.
• IV. El restablecimiento de los derechos en caso de vulneración de estos.
El sujeto político definido como un hombre de convicciones, ideales, con capacidad
reflexiva y critica, que posea el misterio del carisma, y sobre todo con un gran
sentido de servicio social, en pro del bien común, encauzado en la construcción de
ciudadanías y sociedades conscientes y dueñas de sus propias realidades.
Si ese sujeto político tiene la capacidad de convencer o hacer pensar a los demás
que es posible tal construcción, es inevitable pensar que está presente en ese
contexto un tipo se sujeto político que se define como líder.
EL SUJETO POLÍTICO EN EL MODELO LIBERAL
La teoría política de John Rawls (1921 – 2002) hace parte de la tradición liberal
cuyos antecedentes los encontramos en Locke y Kant. Este filósofo estadounidense
es el máximo representante contemporáneo de esta tradición.
Para este autor la justicia es primordial, “la justicia es la primera virtud de las
instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”
En la teoría de Rawls el sujeto político tiene unas condiciones o atributos:
• Poseer una noción de justicia:
• Rawls determina que para que una teoría de la justicia sea aceptable debe
reunir cinco condiciones básicas:
I. Sus principios han de ser generales, II. Universales, III. Han de tener carácter
público, IV. Han de imponer una ordenación en los casos conflictivos, y V. han de
tener carácter definitivo. Los sujetos deben ser seres racionales y razonables.
Condiciones que debe cumplir la sociedad
1. Contar con unas instituciones justas: Para esto es necesario que exista un
aparato normativo que permita mantener, entre otros, el orden, la seguridad o la
salud pública, que promueva el interés común.
2. El principio de participación: Este principio demanda que todos los ciudadanos
tengan igualdad de derechos para participar en el proceso que determina la manera
como se establece su propio aparato normativo.
3. Una Constitución Política: Es esencial una Constitución Política que establezca
los mismos derechos para todos de poder participar en las cuestiones públicas y
que se tomen medidas para mantener el valor de estas libertades.
4. La libertad política: La libertad política no debe ser perseguida para satisfacer
la búsqueda individual de poder. Formar parte de la vida política de una sociedad
le permite al individuo la posibilidad de establecer cómo han de ser estructuradas
las condiciones sociales básicas.

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