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Todas las culturas tienen su tradición oral, la nuestra, nos es la excepción. Los
cuentos del Tío Lino son únicos en su especie no solo porque Lino León, personaje
de carne y hueso, del distrito de Cosiete, provincia de Contumazá deja volar su
imaginación y fantasía sino porque en su cuentos podemos degustar del habla
campesina con frases y palabras propias de este dialecto y con ese humor fino con
el cual termina de solucionar los problemas que enfrenta en su vida cotidiana como
hombre de campo ligado a la agricultura y a la granja, arriero.
Don Andrés Zevallos ha recopilado la tradición oral de Lino León bajo el título de
Lo Cuentos del Tío Lino de los cuales nos ocuparemos hoy. Detengámonos a
espectar las imágenes que a través de la palabra oral nos transportan al habla de
este personaje quien narra sucesos marcados de imaginación con su característico
humor en el desenlace de los cuentos.
Según lo expresado por E. Benveniste: «La lengua reproduce la realidad. Esto hay
que entenderlo de la manera más literal: la realidad es producida de nuevo por
mediación del lenguaje. El que habla hace renacer por su discurso el
acontecimiento y la experiencia del acontecimiento. El que oye capta primero el
discurso y a través de este discurso el acontecimiento reproducido» [Benveniste,
1966: 26]. Aquí en los cuentos podemos apreciar esto pero con su belleza propia.
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Empecemos este periplo por cada uno de Los cuentos del Tío Lino
Empecemos este periplo por cada uno de los Cuentos del Tío Lino
A) SU ESTRUCTURA FORMAL. Están elaborados con la estructura clásica del
cuento. Poseen inicio, nudo y desenlace, brevedad e imaginación.
En La Chancaca pa la chicha:
En el inicio del cuento está la ubicación temporal donde se insertan los sucesos
del cuento: La Fiesta del Patrón San Mateo.
También apreciamos que, en todos los cuentos, el personaje principal es el Tío
Lino junto a su mujer, la Tía Chuspe.
Luego, como diría el Tío Lino, dasito se presenta el nudo (problema) se acerca el
21 y la Tía Chuspe le pidió la chancaca pa la chicha, y él no tiene tiempo para ir a
Membrillar para comprarlo.
Aquí juega un rol importante la imaginación para la resolución del problema
propia del Tío Lino, así gracias a la avispa que amarró a la punta de un ovillo fino
esta lo lleva donde el cerro Cunantén, lugar en el que encuentra el panal llenecito
de miel “queestaba colgao diuna peña dese cerro, lo jaló y lo llevó paque la
Tía endulce la chicha, que salió buenaza”.
B) EL LENGUAJE:
Podemos apreciar que don Andrés Zevallos ha podido captar y registrar el habla
regional de los pobladores de Cosiete, de los contumacinos y cajamarquinos en
general. Hay presencia también de expresiones y vocabulario de un castellano
arcaico:
“El Tío Lino se fue a traer su caballo. Busque y busque estuvo pero no parecía
por ningún lao.
En eso vido unos shingos….”
- Regionalismos:
En el cuento El Foforofo: “pero el gallo ni noticias”, ( no aparecía por ningún
lugar)
En El Toro bravo y el Río Manchay: “Fue que el Tío Lino tuvo que ir a echar
de menos a su ganao”
“El Tío Lino había pasao todita la mañana andando de sol a sol…”
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Ahí estuvieron dos días comiendo bobo; cuando silenció afuera, sacó sus
mulas y ¡Patas pa qué te quiero!
A la entrada de Ascope se apeó y ahí nomá comenzó a vender sogas.
Las onomatopeyas:
Una de las cuales es motivo del título de uno de los cuentos: El foforofo
Las imágenes:
Visuales:
“... cuando en Las Huertas se topó con uno que le dijo que los chilenos estaba
ahicito nomás. ¿Quiago?, dijo … Eneseo vio unos bobos grandotes en una chaccra
corrió y con su machete abrió un hueco en el más grande, por ahí metió a tola
peara y desde adentro tapó el hueco
Ahí estuvieron dos días comiendo bobo; cuando silenció afuera, sacó sus mulas
y. ¡Patas pa qué te quiero!
Las hipérboles:
“Cuando silenció, el Tío Lino sacó la cabeza por la chimenea de la escopeta, pero
así que el toro lo vio, arrancó la embestida. El Tío le dijo: ¡Huisa torito! Y se metió;
ahí nomá volvió a asomar por la boca del cañón…”
Símil e hipérbole
“Ay taitito San Mateo, aquí sí me mató este, ¿quiago? … y ahí no más le vino la
idea; se encaramó al chorro como si fuera soga y trepó rápido pensando: ya lo
fregué. Cuando acabó de subir se asomó al precipicio a miralo y vio quel toro
también subía braceando por el chorro”
Los pavos:
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Cuando llegó el día, la tía columbró desde Nondón un humito por Sauzal y a lo
lejos se oyó al Tío Lino llamando a los pavos : Tuuuc …tuuuc … tuuuc, igualito
como cuando les botaba grano en el patio de la casa. Los pavos se quedaron
oyéndolo, golgolearon, y entón la Tía Chuspe los arreó al precipicio; ahí nomá
agarraron vuelo en parvada y su sombra corría por el campo como de nube. Cuando
pasaron por Cascas los casquinos salieron de sus casas y se espantaron con la
sombra y el ruido; desde ese día se quedaron pálidos hasta hoy.
“ Ya estaban entrando al pueblo por el Kike y los últimos cuyes tuavía estaban
asomando por Las Alverjas. Eneso salió un perrazo bravo que los acabó de
espantar; unos se metieron por las pircas y otros se fueron por los cerros, orejeando
porónde venía el perro; ahí fue que les creceiron las orejas y desde entón hay
conejos en el campo.
El otro día venía el Tío Lino de Cosiete a Contumazá, cuando a la entrada le salió
otro perro bravo que ni tiempo le dio pa agarrar una piedra. Ya que luiba a morder,
cuando el Tío diapuros le metió la mano por la bocaza abierta hasta adentrazo,
luagarró del rabo y lo aventó por el aire. Con la fuerza el perro se volteó como talega,
quedando el pelo padentro y el llushpe pafuera. Diahí hay perros calatos.