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Cómo

“fabricar” un hijo de
CALIDAD TOTAL

Ciencia de la reproducción humana

DR. MARIO GARCÍA VARELA


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como la distribución de ejemplares
mediante alquiler o préstamo públicos.

Portada e ilustraciones realizadas por el autor.

1ª edición
Impreso en / Printed in
DEDICATORIA

A todas las “fábricas de niños” del siglo XXI; por su valor.

Con profunda admiración, a los miles de investigadores en cuyos estudios se


fundamenta el presente trabajo, por su dedicación y maravilloso talento.

A mi familia, que cimenta y motiva mis acciones.


La información contenida en este libro tiene sustento en los estudios realizados
por miles de investigadores como lo confirma la amplia bibliografía que se
ofrece. Se insiste una y otra vez en que el respeto al genoma humano, resultado
de millones de años de evolución, es la única manera de tener salud y de fabricar
hijos de calidad.
Se recomienda que, quien va a fabricar un ser humano, busque apoyo en un
profesional de la salud de mente abierta, dispuesto a poner en duda lo que
aprendió en la escuela; dispuesto a poner en duda lo que le enseñó la industria;
dispuesto a “aprender” qué es realmente la biología humana; dispuesto a revisar
cada uno de los temas que a la futura madre causen incertidumbre. Seguramente,
ese diálogo médico-paciente conducirá a la toma correcta de decisiones que
culminará con la fabricación de un ser humano de calidad 100.
La intención del autor es solo ofrecer información, basada en la más sólida
evidencia científica, de cómo fabricar descendientes de alta calidad, pero no
pretende ser sustituto del consejo médico. Por el contrario, se aconseja que esta
información sea compartida con el médico tratante. El autor y el editor declinan
toda responsabilidad con respecto al uso de la información contenida en el
presente libro.
ÍNDICE
Prólogo
Introducción
La calidad en la fabricación de un ser humano.

1 Etapa De La Preconcepción
Busca una pareja con buenos genes
¿Qué edad deben tener los fabricantes?
¿En qué estación del año debes iniciar la fabricación de tu hijo?
¿En qué altitud debes fabricar a tu hijo?
Factores que afectan la calidad del semen
Los teléfonos celulares y la calidad del semen
El uso de Laptop y la calidad del semen
La grasa abdominal y la calidad del semen
Las grasas dietéticas y la calidad del semen
Los ftalatos y la calidad del semen
Los parabenos y la calidad del semen
El bisfenol A y la calidad del semen
La contaminación atmosférica y la calidad del semen
Las patatas fritas y la calidad del semen
Otros factores que afectan la calidad del semen
Infertilidad masculina
Infertilidad femenina
Fecundación “in vitro”
Espaciamiento entre los embarazos
Preparación de la fábrica de humanos
a) Estructura de la fábrica de humanos
b) La estructura del futuro padre
c) La limpieza de la fábrica de humanos antes del embarazo
d) Estado nutricional antes del embarazo
2 Fecundación
Genes buenos o genes malos
¿Será varón, será mujer?
3 El Embarazo
Nuestra vida intrauterina
Nutrición materna durante el embarazo
Nuestra dieta ancestral
Los ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales y la inteligencia
Los ácidos grasos y el comportamiento
Los ácidos grasos omega-6 y la inteligencia del niño
Los ácidos grasos trans y la inteligencia del producto
Los ácidos grasos trans y la obesidad del niño
Consumo de pescado y la duración del embarazo
El consumo de salmón durante el embarazo y la calidad de la leche materna
Los alimentos marinos y la ansiedad materna
Los ácidos grasos omega 3 y la depresión post-parto
El ácido docosahexaenoico y la función visual del niño
Consumo de pescado y enfermedades alérgicas
Los ácidos grasos esenciales y la obesidad
Los ácidos grasos omega-6 y la obesidad infantil
Los ácidos grasos esenciales y la salud ósea de tu hijo
La vitamina D y la reproducción humana
La vitamina D y el resultado del embarazo
La vitamina D y el sistema nervioso del niño
La vitamina D y el autismo
La deficiencia de vitamina D y el riesgo de esquizofrenia en la descendencia
La vitamina D y la diabetes tipo 1 en el niño
La vitamina D y el desarrollo del esqueleto del hijo
La vitamina D y la obesidad del descendiente
La vitamina D y el desarrollo muscular de la descendencia
La vitamina D y la caries dental de los niños
La vitamina D y los trastornos de la alimentación
La vitamina D y el riesgo de esclerosis múltiple en la descendencia
La deficiencia de vitamina D durante la gestación y aterosclerosis en la
descendencia
Vitamina D y cáncer de piel en el hijo
Dosis recomendada de vitamina D
Los micronutrientes y el desarrollo del producto
Vitamina B 12
Ácido fólico
Vitamina A
Colina
Zinc
Calcio
Hierro
Yodo
La obesidad materna y su influencia en la calidad del producto
Comida chatarra durante el embarazo
El consumo de soja durante el embarazo
El origen fetal de las enfermedades del adulto
La nutrición materna y la presión arterial del hijo
Limpieza de la fábrica: la inmundicia química en la vida moderna
La polución en el hogar
La edad del plástico
Los plásticos y los ftalatos
Los ftalatos en productos de cuidado personal
Los ftalatos en productos de belleza
El tipo de alimentos y los ftalatos
Los ftalatos trasudan de las botellas de plástico
Ftalatos en los medicamentos
Ftalatos en el polvo de la casa
Los ftalatos y el sistema nervioso fetal
Ftalatos y autismo
Ftalatos y el Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención
Exposición “in útero” a los ftalatos y comportamiento
Los químicos ambientales y el aparato reproductor del feto
El sexo cerebral del producto
Los tóxicos del medio ambiente y la orientación sexual
El bisfenol A
El bisfenol A en estudios con animales
Efectos del bisfenol A en humanos
El bisfenol A y el desarrollo del cerebro fetal
Los pesticidas
Metales pesados y embarazo
Los hidrocarburos policíclicos aromáticos
Los parabenos
Bifenilos policlorinados
Bifenilos polibromados
Tabaquismo materno
Consumo materno de alcohol
La cafeína
Uso de drogas recreacionales durante el embarazo
Uso de medicamentos durante el embarazo
Exposición materna a tóxicos ambientales y cáncer.
Exposición materna a campos electromagnéticos
Contaminación del aire y daño fetal
Efecto de las áreas verdes
Mascotas en casa durante el embarazo
Ruido y embarazo: sus efectos
Ejercicio y embarazo
El trabajo como factor de riesgo durante el embarazo
Luz y oscuridad durante el embarazo
La armonía en la fábrica de humanos
El estrés prenatal feminiza al feto varón
El estrés prenatal masculiniza al feto hembra
Música en el embarazo
Ultrasonido y autismo
4 El Nacimiento
Cesárea y la función pulmonar del recién nacido
Cesárea y los niveles de glucosa en el recién nacido
Cesárea y anemia en el niño
La cesárea y la flora intestinal del niño
Efectos de la cesárea sobre la lactancia
Cesárea y enfermedades alérgicas en el niño
Cesárea y riesgo de infecciones respiratorias en el niño
Cesárea y riesgo de diabetes tipo 1
Operación cesárea y obesidad infantil
Cesárea y esclerosis múltiple
Cesárea y riesgo de muerte fetal en el siguiente embarazo
La anestesia epidural y el comportamiento del recién nacido
El recién nacido y la vernix caseosa
5 La Lactancia
Etapas de la lactancia
Componentes nutricionales de la leche humana
La leche humana tiene vida
Las células madre de la leche humana
Comunidad bacteriana de la leche humana
Macronutrientes de la leche humana
Las proteínas de la leche humana
Los péptidos antimicrobianos y la inmunidad
Las membranas de los glóbulos de grasa
Las grasas de la leche humana
Carbohidratos de la leche humana
Micronutrientes en la leche humana
Componentes bioactivos de la leche humana
Factores de crecimiento
Hormonas de la leche humana
Dieta materna, composición de la leche y desarrollo infantil
La leche humana calma el dolor
Factores que afectan la producción de leche
Beneficios de la alimentación natural para el bebé
Lactancia materna y cociente intelectual del niño
La leche materna protege del autismo
Lactancia materna y Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención
Lactancia materna y agudeza visual del niño
Lactancia materna y el desarrollo motor del niño
Lactancia materna y el sistema inmune del niño
Lactancia materna y otitis
Lactancia materna y el riesgo de hospitalizaciones
Síndrome de Muerte Súbita Infantil
Lactancia materna y diabetes tipo 1
Lactancia materna y Diabetes tipo 2
La lactancia materna y las infecciones gastrointestinales
Lactancia materna y enterocolitis necrosante
Lactancia materna y enfermedades alérgicas
Lactancia materna y enfermedad celiaca
Lactancia materna y enfermedad inflamatoria crónica del intestino
Lactancia materna y obesidad en la descendencia
Lactancia materna y colesterol en la edad adulta
Lactancia materna y aterosclerosis en la edad adulta
Lactancia materna e hipertensión en los descendientes
Lactancia y enfermedad cardiovascular
Lactancia materna y la forma del cuerpo
Lactancia materna y desarrollo facial
Lactancia materna y desarrollo mandibular
Lactancia materna y la respiración del niño
La leche materna y la calidad del sueño infantil
La leche materna y el desarrollo del lenguaje
Lactancia materna y cánceres en la niñez
La contaminación de la leche materna
El uso del biberón
Hábitos no nutritivos de succión
Tabaquismo materno durante la lactancia
Beneficios de la lactancia para la madre
Duración de la lactancia
Fórmulas infantiles
Las fórmulas enriquecidas con ácidos grasos de cadena larga
La leche de vaca
Leche orgánica
Leche cruda o leche pasteurizada
¿ Qué es la leche real?
La leche de soja
6 Infancia y Adolescencia
Nutrición en la infancia y adolescencia
Tóxicos ambientales y el desarrollo del niño
Contaminación del aire y neurodesarrollo.
Acetaminofén (paracetamol) y autismo
El uso de antibióticos en la infancia y la enfermedad de Crohn
La hipótesis de la higiene
Nuestros amigos los gusanos

Conclusión
Apéndice 1: Circuncisión
Apéndice 2: Herencia Epigenética Transgeneracional
Referencias
PRÓLOGO
Este libro es una magnífica guía y contiene importantes recomendaciones para
los futuros padres en busca de hijos sanos, orientándolos y motivándolos a
adquirir un estilo de vida saludable antes, durante y posterior al embarazo.
La información aquí mencionada está respaldada por la ciencia y promueve
un cambio de actitud preventiva que no solo se verá reflejado en sus hijos sino
incluso en futuras generaciones. Consideramos también que es un excelente
apoyo para los padres que desean involucrase en la creación de hijos de calidad,
ya que desafortunadamente la mayoría de los médicos no nos tomamos el tiempo
de explicar a profundidad las recomendaciones aquí mencionadas las cuales
serán trascendentes en el desarrollo de un nuevo ser humano.
Las recomendaciones hacia lactancia, cesárea o parto y la elección del padre
hacen objetivo un conocimiento pocas veces analizado ya que habitualmente
vamos por la vida de una manera subjetiva, sin detenernos a observar que la
mayoría de las ocasiones nos dejamos llevar solo por el corazón y los
sentimientos o por el otro extremo, por el cerebro y razonamiento. A esta batalla
eterna lo único que pone fin es el equilibrio, por lo que este libro complementará
la parte de razonamiento objetivo y por medio de tu intuición elijas tu muy
individualizado punto intermedio.
Dra. Edith Návar Vizcarra, Ginecología y Obstetricia, Biología De La
Reproducción.
Dra. Sirelda Návar Vizcarra, Medicina Interna, Geriatría y Longevidad
Saludable.
INTRODUCCIÓN
Este libro es una colección de información científica actual que contiene
consejos prácticos que te ayudarán a fabricar un hijo con altos estándares de
calidad. Los conocimientos relevantes de cómo hacerlo no están disponibles en
los consultorios médicos como lo demuestra el hecho de que la mayor parte de
los humanos nacidos en las últimas décadas tienen defectos de fabricación que
puedes comprobar.
Estos defectos se ven por igual tanto en las familias de altos ingresos como
en las familias pobres. Si te fijas, notarás que la mayor parte de los niños y
jóvenes no tienen una estructura física adecuada: unos son angostos y alargados;
otros obesos. En muchos la forma de su cara no es la ideal: en lugar de ser un
óvalo tiene forma de cono de nieve. En la punta inferior, la mandíbula pequeña y
estrecha contiene dientes apiñados y torcidos por falta de espacio. No me
extraña, conozco bien esas caras; las estadísticas de algunos países hablan de que
la frecuencia de apiñamiento dental es de más del 60% en los jóvenes.
En una gran proporción de estos niños, los huesos malares, que dan forma a
los pómulos y son símbolo de excelencia en el desarrollo, no resaltan; el tercio
medio de su cara aparece aplanado. Algunos usan anteojos, porque no hubo la
materia prima suficiente (ácidos grasos) para un desarrollo visual normal. Son
productos mal fabricados; me aterroriza pensar cómo van a ser los hijos de estas
criaturas cuando les llegue su turno ser padres.
Tal vez ya te has percatado de que los hijos son menos robustos que sus
padres y que el hermano menor es más angosto y alargado que el hermano
mayor.
Seguramente también te has dado cuenta de que muchas mujeres
embarazadas usan artículos de belleza. Su médico no les advirtió que pocas
horas después de aplicarse el maquillaje, la crema, la mascarilla, el esmalte de
uñas o el perfume, aparecen en su sangre unas sustancias químicas llamadas
ftalatos que pueden dañar de forma permanente el feto que llevan dentro. Dichas
sustancias se absorben a través del estrato córneo (la capa más externa de la
piel), y también a través de las uñas; pasan a la placenta y luego al feto pudiendo
afectar su desarrollo y dañar, de forma permanente, su sistema nervioso con
consecuencias desastrosas (autismo, bajo cociente intelectual, síndrome de
hiperactividad con déficit de atención, trastornos del comportamiento, sexo
cerebral diferente al sexo genético, etc.) ¿Te vas enterando cómo la industria
agrede, inmisericorde, la biología humana aún desde su mismísimo comienzo?
Al mismo tiempo que se altera el medioambiente por las acciones del
hombre este pierde cualidades en cada generación (degenera). Ha tenido poca
influencia el hecho de que estemos viviendo la maravillosa etapa de la Biología
Molecular que es el estudio de la estructura, composición y función de las
moléculas importantes para la biología humana. Con la tecnología actual no se
“supone”, como antes, que tal o cual fenómeno biológico sucede: ahora es
posible “ver” exactamente qué pasa, cómo es la estructura de las moléculas, qué
átomos las forman, qué cambios sufren, con qué otras moléculas reaccionan y de
qué manera se produce la enfermedad cuando se va en contra del diseño humano
resultado de millones de años de evolución.
Con la tecnología moderna es posible saber, por ejemplo, qué sustancias
absorbe tu piel si usaste suavizante para telas al lavar tu ropa, qué fórmula tienen
esas sustancias, qué concentración de ellas hay en tu sangre, en tu saliva y en tu
orina y qué daño pueden producir al embrión o al feto si estás embarazada.
Con la tecnología actual (Imagen de Resonancia Magnética, Tomografía
Axial Computarizada, etc.) es posible saber también que los cerebros no son
iguales: el cerebro masculino es diferente al cerebro femenino; un cerebro de un
hombre homosexual es estructuralmente semejante a un cerebro de mujer y un
cerebro de una mujer homosexual tiene la forma de un cerebro de hombre.
Con esta tecnología podemos también observar que la corteza cerebral de un
niño alimentado con fórmula artificial es más delgada que la corteza cerebral de
un niño alimentado con pecho materno, lo que explica el por qué este último es
más inteligente. Estamos viviendo una asombrosa etapa de desarrollo
tecnológico que nos permite afirmar que el efecto pernicioso de ir contra la
evolución es inexorable.
Tal vez te preguntes ¿por qué en la actualidad es necesario un instructivo
para fabricar un hijo de calidad total? Te lo diré fríamente: el panorama no es
muy alentador. Veamos algunos ejemplos: analizando moldes dentales se
encontró que los humanos nacidos de los años noventa en adelante mostraron
mandíbulas más pequeñas que los nacidos en los años cincuenta. Los dientes no
caben en esas mandíbulas y se empalman y se tuercen. Desde luego que ahí
están los ortodoncistas listos para colocar lo que un joven llamó “el grotesco
adorno de los brackets”. Sin embargo, la acción del médico no va a corregir la
arquitectura de esa cara, no va a restaurar la harmonía y la belleza en ese rostro,
no puede hacer una completa remodelación; solamente va a alinear los dientes,
lo que equivale a poner un parche. punto.
Otros ejemplos para que veas con suficiente precisión lo que está pasando:
las tasas de suicidios, depresión, manía y ansiedad se han ido elevando
continuamente con cada generación estudiada mientras que el autismo, la
discapacidad del desarrollo del sistema nervioso que tiene más alto crecimiento,
aumenta del 10-17% cada año en Estados Unidos de acuerdo a la Sociedad de
Autismo de América. Aproximadamente el 70% de los niños con autismo
muestran deficiencia mental. El Síndrome de Hiperactividad con Déficit de
atención tiene ya una prevalencia de más del 40% en los niños, y el 70% de estos
aún padecen el síndrome en la edad adulta. En Brasil se encontró que el 17% de
los niños estudiados presentaron más de un trastorno psiquiátrico.
Otros datos, para que te enteres por dónde vamos: la incidencia de cáncer de
próstata se ha triplicado en los últimos 30 años, la incidencia de cáncer de pecho
en la mujer se incrementó el 57% en el mismo periodo y la frecuencia del cáncer
testicular ha aumentado a nivel global formidablemente (es 2-3 veces más alta
que hace 30-40 años). Muchos de estos cánceres se programan durante la vida
intrauterina a causa de la exposición a químicos tóxicos que abundan en el
ambiente actual.
Las enfermedades metabólicas, cuyo origen puede empezar “in útero”,
también muestran lo suyo: la incidencia de la diabetes tipo 2 se ha incrementado
más de 6 veces en los últimos cincuenta años y la prevalencia de la obesidad en
Estados Unidos paso del 13.4% al 35.1% en el mismo periodo.
¿Qué tan hostil es el ambiente donde vas a fabricar a tu hijo? Echemos una
ojeada a algunos datos para que empieces a ver el panorama más claro. En los
últimos 60 años los científicos fabricaron más de 140.000 sustancias químicas
nuevas. De esas sustancias, 212 fueron detectadas en la sangre y orina de miles
de personas evaluadas entre los años 1999 y 2004 por el Centro para el Control y
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Más recientemente, el
Environmental Working Group (EWG) encontró hasta 414 químicos acumulados
en los tejidos de los humanos de todas las edades.
Fíjate en esto: un adulto utiliza en promedio 116 sustancias químicas
diariamente en productos de cuidado personal. El siguiente dato seguramente te
causará pánico: el mismo EWG investigó la presencia de contaminantes en la
sangre del cordón umbilical de 10 recién nacidos y encontró que ésta contenía un
promedio de 287 sustancias químicas industriales. Dicho hallazgo debe parecerte
alarmante si tienes en cuenta que cada célula del feto humano es alimentada con
esa sangre llena de sustancias tóxicas lo que puede acarrear consecuencias
gravísimas y permanentes para el producto como veremos más adelante. Intento
transmitirte mi certeza de que la fauna humana se enfrenta con la contaminación
industrial justo al comenzar su vida intrauterina, cuando cada futuro humano es
solo un puñado de células. La fábrica de niños –cuerpo materno- está llena de
porquerías.
Quisiera que entendieras que, hoy en día, “fabricar” un hijo con altos
estándares de calidad es un extraordinario desafío. No siempre fue así; el hombre
y los demás seres vivos que habitan el planeta fueron moldeados y cincelados
por su entorno físico a través de un largo proceso evolutivo. El humano es
producto de aquel mundo natural de las plantas y de los animales, de los suelos,
de las aguas, del aire y del sol que le precedió en millones de años. El cambio
que ha sufrido en apenas unas décadas el ambiente natural, con el que el humano
ha llevado una compleja relación, es simplemente brutal.
No quiero decir con esto que en un pasado remoto todo fuera dicha; tampoco
estoy insinuando que todos los seres humanos que nacieron mucho antes que
nosotros tuvieran una salud radiante y un desarrollo físico esplendoroso. Sin
duda, en todas las épocas hubo algunos medios ideales para la procreación donde
la forma de vida, acorde con la pureza y sencillez de la naturaleza, permitía una
descendencia de gran belleza física y aspecto saludable; hubo también, es
comprensible, momentos trágicos en que las condiciones no fueron nada
propicias para generar descendientes de calidad: los cambios climáticos, las
epidemias, las sequías, las hambrunas, las guerras, las amenazas de los
depredadores y hasta el corto espacio entre un embarazo y el siguiente
seguramente impidieron que muchos humanos llegaran a tener un alto grado de
excelencia. Estamos viviendo otra de esas etapas trágicas: el mundo lleno de
inmundicia, el mundo de plástico, el mundo de los alimentos falsos; el mundo
del estrés extremo, el mundo del engaño.
Antes, la salud dependía del armonioso equilibrio del hombre con su medio
con el que estaba prácticamente fundido. El genoma, que tiene toda la
información hereditaria de una persona, encajaba a la perfección en ese
medioambiente natural dado que fue ese medioambiente el que le dio forma a lo
largo de millones de años. Ahora, nuestro genoma, que es prácticamente el
mismo genoma de nuestros antepasados, no “encaja” en el medioambiente en
que vivimos porque este ha cambiado.
Nos podemos comunicar con nuestro genoma únicamente por medio de los
nutrientes que lo configuraron en esa prolongada evolución y también por medio
del sol y de la oscuridad que se suceden, como siempre, en forma interminable.
Ese es el idioma que entiende; si exponemos nuestro genoma a una sustancia
sintética extraña para él, es como si le habláramos en otro idioma. Entonces, su
desconcierto puede hacerlo reaccionar de tal forma que nos causa enfermedad.
Vivimos ahora en un medioambiente que ha sido alterado a tal grado que nos
corrompe y amenaza; para minimizar ese peligro, precisamos tener pleno
conocimiento de los cambios que, en un desatino formidable, ha hecho el
hombre a ese medio primigenio.
El ser humano se construye mediante la interacción de la información
genética con el medioambiente. Los genes contienen esa información en el ácido
desoxirribonucléico (DNA). Sin embargo, las instrucciones genéticas están
diseñadas para funcionar en un medioambiente que ya no existe, por lo menos
para una gran parte de los humanos.
Para ti, como para la mayoría de las personas el proyecto “hijo” tiene una
importancia capital. Primero, porque lo amarás inmensamente mientras vivas (y
sufrirás por él). Segundo, porque él es una extensión de tu misma vida: es tu
misma sangre y tus mismos genes que son al mismo tiempo los genes de tus
padres, de tus abuelos, de tus bisabuelos y de muchos de tus antepasados.
Las consecuencias potencialmente catastróficas de fabricar un hijo
defectuoso residen en el hecho irrefutable de que las fallas no son corregibles; o
se fabrica bien a la primera o defectuoso quedará de por vida. En este proceso no
interviene la magia ni el mito ni la buena voluntad. Pensar, por ejemplo, que la
industria médica va a reparar el daño es falso e ilusorio; lo más que hará el
médico, mientras vanidoso acaricia el estetoscopio que cuelga de su cuello, será
inspeccionar el producto y hacer saber a los consternados padres la áspera, ruda
y cruel realidad de que tienen un hijo con defectos irreparables.
Como podrás imaginar, los padres de un producto de mala calidad están
destinados a una vida menos plena y de mayor sufrimiento y, si los defectos de
fabricación son graves, a una prolongada tragedia.
Pero, ¿cómo puedes fabricar un hijo de calidad total? La respuesta está en el
conocimiento. Este libro será un puente de comunicación entre tú y la ciencia
verdadera que emana de los datos experimentales. Este trabajo, realizado en
muchos años, recopila la sabiduría y la opinión de miles de expertos
investigadores y pensadores del mundo científico. Estoy seguro de que tu
incursión en este asombroso territorio, donde la moneda circulante es la verdad,
será una experiencia fascinante que te ayudará a elaborar un nuevo concepto de
lo que es fabricar un hijo en el mundo moderno.
El siguiente paso es actuar; si haces un esfuerzo total y persistente, la
recompensa será lograr una alta calidad en la manufactura. Tendrás un hijo
robusto, atractivo e inteligente, dotado con un sistema inmune poderoso. Tu
amado hijo que te dará un millón de satisfacciones.
La calidad de tus nietos y bisnietos también depende de ti porque hay
algunos factores que pueden dañar la descendencia por varias generaciones. Si tu
hijo es expuesto a productos tóxicos durante su vida intrauterina, sus hijos,
nietos y bisnietos pueden padecer, irremediablemente, diversas enfermedades.
Por ejemplo: si durante el embarazo te expones al DDT, insecticida que aún se
usa en algunas partes del mundo, estarás transmitiendo el riesgo de que tus
nietos y bisnietos padezcan obesidad, aunque ellos nunca se expongan a este
químico tóxico. Esto es lo que se conoce como “herencia epigenética
transgeneracional” que estudiaremos en un capítulo del apéndice.

La calidad en la fabricación de un ser humano.


El ser humano es un producto de extrema complejidad. Por eso, es necesario que
comiences por diseñar una “planeación de la calidad”. Esta planeación es un
proceso en el que se define qué hacer y cómo hacerlo para cumplir con las metas
de calidad. La calidad es perfección, es hacerlo bien a la primera; es superioridad
y excelencia; es simplemente que el producto no presente fallas. La calidad se
reconoce en cualquier parte. En el caso de la fabricación de un ser humano no se
permite el rediseño ni la remodelación: mucho menos el desecho. Si se fabricó
bien: ¡qué bueno!; si se fabricó mal: es para siempre.
Estoy seguro que has oído hablar de la calidad: buena calidad, calidad total,
alta calidad, control de calidad, etc. Kaoru Ishikawa (Japón 1915-1989), experto
en control de calidad, dijo: “La calidad empieza con la educación y termina con
la educación”. Es mi objetivo exponerte, con una claridad sin precedentes, los
conocimientos necesarios para que puedas lograr esa calidad. Abordo el tema
con la autoridad que dimana no solo del trabajo de miles de investigadores
alrededor del mundo, sino también de la lógica: ¿Por qué sacar al niño cortando
el abdomen y la matriz si la vagina es el conducto diseñado por la evolución para
que nazcan los bebés? ¿Por qué alimentar a los niños con el polvo contenido en
una lata si la evolución diseñó la secreción de la glándula mamaria para ese fin?
¿Por qué evitar la radiación solar si somos animales diurnos y los rayos solares
son imprescindibles para que nuestra piel fabrique la vitamina D, hormona
importantísima para el correcto desarrollo y funcionamiento de muchos sistemas
de nuestro organismo?
Para estudiar la reproducción humana, he dividido arbitrariamente el proceso
de fabricación de un ser humano en varias etapas. Si se cometen errores en
alguna de ellas, el daño es irreparable: 1) Etapa de la pre-concepción. 2) La
fecundación. 3) El embarazo. 4) El nacimiento. 5) La lactancia y 6) Infancia y
adolescencia.
1
ETAPA DE LA PRECONCEPCIÓN

Busca una pareja con buenos genes


Un individuo es, a fin de cuentas, el resultado de los eventos positivos o
negativos que le han sucedido a lo largo de su vida. Un evento positivo es, sin
duda, recibir una excelente carga genética al momento de la concepción. En este
sentido, es entendible el esfuerzo instintivo de animales y humanos de buscar
una pareja que represente “buenos genes” para su descendencia. Los buenos
genes se dan a conocer por medio de señales que tanto los animales como los
humanos buscan entre las posibles parejas.
En el reino animal, las hembras buscan al macho dominante el cual es un
macho joven y fuerte que ha desplazado, en ocasiones después de feroces
batallas, a otros machos jóvenes y, por supuesto, a los machos débiles y viejos.
Por otro lado, en su intento instintivo de lograr buena descendencia, los machos
prefieren a las hembras jóvenes de apariencia saludable.
En el escenario humano, las mujeres prefieren a los hombres con notable
masculinidad en la cara, simetría facial (la igualdad del lado derecho de la cara
con el izquierdo) y amplia relación hombro-cadera, esto es, hombros anchos y
cadera angosta. Estos datos proporcionan información de excelente capacidad
reproductiva y alta calidad genética.
Por su parte, los hombres (incluso los hombres congénitamente ciegos)
prefieren a las mujeres con cintura pequeña y cadera grande. Por medio de
imágenes de Resonancia Magnética Funcional, los científicos observaron que
cuando los hombres ven una figura de mujer con estas características, se activan
centros cerebrales que estimulan el deseo y el acercamiento hacia el sexo
femenino 1 . Pero, ¿qué importancia puede tener para la evolución –te
preguntarásel que una mujer tenga cintura pequeña y cadera grande? Tiene
mucha importancia; te lo explico: las nalgas y los muslos tienen almacenes de
grasa formada por dos ácidos grasos esenciales para la formación del sistema
nervioso y del sistema visual. Estos ácidos grasos, de los que hablaré tanto en
este libro, constituyen el 20% de la materia seca de las células nerviosas y son el
ácido docosahexaenoico (ADH) y el ácido araquidónico (AA).
Como resultado de millones de años de evolución, el hombre instintivamente
selecciona como parejas preferentemente a mujeres con abundantes almacenes
de grasa en las nalgas y en los muslos para garantizar a sus descendientes
suficiente “alimento cerebral” formado por estos ácidos. Así, sus hijos podrán
tener un óptimo desarrollo de su sistema nervioso lo que equivale a mayor
inteligencia. En cambio, la grasa abdominal y visceral (la que se encuentra
recubriendo órganos internos) contiene escasas cantidades de estos ácidos
grasos.
Además, es importante señalar que las mujeres que tienen cintura chica y
cadera grande tienen mayor probabilidad de embarazarse y de dar a luz sin
problemas y un menor riesgo de padecer ciertas enfermedades entre las que
podemos mencionar los problemas cardiovasculares, la depresión y varios tipos
de cáncer. Se ha establecido 0.7 como la relación cintura-cadera ideal. Por
ejemplo: si una mujer tiene 63 centímetros de perímetro de cintura y 90
centímetros de perímetro de cadera, tendrá la relación correcta porque
dividiendo 63 entre 90 resulta 0.7.
Debes seleccionar la mejor pareja usando otras señales aparte de la forma
corporal: belleza (dado que quieres tener un hijo hermoso), simpatía, nobleza,
muestras de inteligencia, logros académicos, logros económicos, no adicciones,
etc. Así, como el sembrador elige los mejores granos (semillas), tú vas a
seleccionar los mejores genes para hacer un hijo maravilloso.
Puntos clave:

Busca inteligentemente un buen padre para tu hijo. Es el primer paso


importante en el proceso de fabricación.

¿Qué edad deben tener los fabricantes?


Cuando alguien pretende fabricar algo: una bicicleta, un avión, un telescopio o
cualquier otro artículo, tal vez la edad del fabricante no incida de manera
importante en la calidad del producto. Lo contrario sucede cuando se trata de
fabricar un humano; en este caso la edad de los fabricantes sí es importante
porque puede influenciar el riesgo de enfermedades en la descendencia, las
cuales se pueden presentar desde la niñez o, algunas veces, hacerse manifiestas
hasta que el individuo llega a la edad adulta.
En el mundo animal el problema de la edad se soluciona por selección: los
machos jóvenes desplazan a los machos viejos mediante la lucha y llegan a ser
dominantes; los machos dominantes, a su vez, prefieren a las hembras jóvenes y
saludables. Por su parte, las hembras prefieren intuitivamente a los machos
dominantes en su instintivo afán de procrear una descendencia superior.
En el escenario humano no siempre sucede así: hay machos viejos que tienen
poder (político, económico, poder de convencimiento, etc.) que los hace
dominantes a los ojos de algunas mujeres. Estos viejos “dominantes” desde el
punto de vista social a menudo eligen hembras mucho más jóvenes. Veamos de
qué manera influye la edad en la calidad de un producto humano.
Muchos trabajos de investigación reportan que los varones de edad avanzada
eyaculan un mayor porcentaje de espermatozoides con ácido desoxirribonucleico
defectuoso. El ácido desoxirribonucleico abreviado como ADN contiene las
instrucciones genéticas necesarias para la formación, desarrollo, funcionamiento
y reparación de todos los organismos vivos y es responsable de la transmisión
hereditaria. El ADN está formado por hebras dobles; la ruptura de estas hebras
se conoce como fragmentación. Hay varias técnicas directas e indirectas para
observar este fenómeno (TUNEL, ISNT, COMET, SCD y muchas más). Las
hebras llevan la información genética; si se rompen, esta información puede
sufrir alteraciones.
A partir de los 35 años de edad, la calidad del semen comienza a disminuir y
los individuos mayores de 40 años ya presentan un aumento en la fragmentación
de su ADN espermático, así como una disminución de la movilidad de sus
espermatozoides y de su capacidad para sobrevivir 2 . En los estudios se encontró
que el porcentaje de esperma con daño en el ADN fue mucho más alto en
hombres de 36 a 57 años de edad que en hombres de 20 a 35 años 3 . Esto tiene
consecuencias, por ejemplo: los padres viejos producen descendencia con más
riesgo de padecer diabetes, cáncer, enfermedades autoinmunes (lupus
eritematoso) y trastornos del desarrollo del sistema nervioso 4 .
Conforme el padre envejece, aumenta el riesgo de aborto involuntario debido
a anormalidades genéticas del embrión a causa de mutaciones (alteraciones en la
información genética) que sufre el ADN espermático. Además, los hombres
mayores están en más alto riesgo de engendrar hijos con alguno de los siguientes
trastornos genéticos: la acondroplasia, que es una causa común de enanismo; el
síndrome de Apert, caracterizado por deformaciones en el cráneo, cara, manos y
pies y el síndrome de Marfán que afecta el esqueleto, pulmones, ojos, corazón y
vasos sanguíneos.
Se encontró también asociación entre la edad paterna avanzada y varios
defectos del nacimiento que incluyen: paladar hendido, hidrocefalia, defectos del
tubo neural, cataratas congénitas, fístulas traqueo-esofágicas, hipospadias
(apertura de la parte inferior del pene) y defectos congénitos del corazón.
El desarrollo del sistema nervioso también se ve afectado por la edad
paterna. Por ejemplo: la edad avanzada del padre al momento de la concepción
es un importante factor de riesgo para que la descendencia sufra esquizofrenia 5 .
Otro padecimiento que se relaciona con la avanzada edad paterna es el autismo.
Los trastornos del espectro autista (ASD) son alteraciones del desarrollo del
sistema nervioso que incluyen daños en las relaciones sociales, en el
comportamiento y en la capacidad de comunicación; a menudo se acompañan de
anormalidades en la función intelectual, en el aprendizaje y en la atención. La
descendencia de hombres de 50 años de edad o mayores, tiene 2.2 más
probabilidades de sufrir autismo que la descendencia de hombres de 29 años o
menos 6 –7 .
No solamente es la avanzada edad materna la que influye en el riesgo de
tener descendientes con trastornos del espectro autista 8 , la frecuencia de los
trastornos del espectro autista aumenta también cuando el padre tiene más de 40
años de edad 9 .
El trastorno bipolar, conocido anteriormente como trastorno maniaco
depresivo, afecta a uno de cada 100 adultos; quien lo padece tiene severos
cambios del estado de ánimo que pueden durar semanas o meses y consisten en
periodos de depresión intensa y desesperanza alternados con periodos de
felicidad extrema o manía. La descendencia de padres de más de 50 años de
edad tiene casi tres veces más probabilidades de presentar trastorno bipolar
comparada con la descendencia de padres de 30-34 años 10 –11 .
Los niños nacidos de padres viejos están en alto riesgo de desarrollar
problemas psicopatológicos severos. En un estudio realizado en Estocolmo,
Suecia se encontró una asociación entre la avanzada edad paterna y las tasas de
condena por violencia criminal en la descendencia 12 . Además, comparados con
la descendencia de padres de 25-29 años, la prevalencia de pobre
funcionamiento social se incrementó tanto en la descendencia de padres de
menos de 20 años, como en la de padres de 45 años o más.
Los efectos nocivos de la edad paterna avanzada pueden ser
transgeneracionales. Esto significa que pueden “saltar” a través de varias
generaciones; por ejemplo: se encontró que los hombres que tuvieron una hija o
un hijo cuando tenían 50 años o más, aumentaron sus probabilidades de tener un
nieto autista, comparados con los hombres que tuvieron hijos cuando su edad era
de 20-24 años 13 .
También se comprobó que mientras más viejo es el padre, hay mayor
frecuencia de síndrome de Down en la descendencia 14 .
En el extremo inferior, los jóvenes de menos de 20 años de edad tienen más
alta probabilidad de tener descendencia con anormalidades del tubo neural que
incluyen defectos congénitos de la médula y el cerebro tales como la espina
bífida y la anencefalia; esta última se caracteriza por ausencia total o parcial del
cerebro, cráneo y cuero cabelludo.
Se encontraron asociaciones entre la edad paterna muy joven y la presencia
de hipospadias en la descendencia. En las hipospadias, la apertura del tubo que
lleva la orina de la vejiga al exterior no se encuentra en la punta del pene sino en
cualquier otro lugar desde la punta del pene hasta el escroto.
También hay una relación entre la edad paterna muy joven y defectos
cardiacos, así como de gastrosquisis que es la presencia en la pared abdominal
de una apertura que permite que los intestinos y otras vísceras se desarrollen
fuera del abdomen del feto 15 . La edad paterna muy joven se ha culpado,
además, de mayor frecuencia de riñón poliquístico y síndrome de Down 16 .
En el lado femenino encontramos que conforme aumenta la edad, aumentan
las anormalidades del ácido desoxirribonucleico (ADN) del óvulo lo que
incrementa el riesgo de aborto espontáneo y pérdida de la implantación del
embrión en la pared del útero. La avanzada edad materna también afecta el
desarrollo del sistema nervioso fetal. Por ejemplo: las madres de más de 40 años
tienen más riesgo de dar a luz a niños con trastornos del espectro autista (18.63
casos por cada 1000 nacimientos) 8 –17 . También se relaciona la edad materna
avanzada al momento del parto con mayor frecuencia de diabetes tipo 1 en la
descendencia; por cada 5 años que se incremente la edad materna después de los
30 años, los hijos tienen un 10% más riesgo de diabetes tipo 1 18 .
La edad materna avanzada también está relacionada con una baja puntuación
en el desarrollo del sistema nervioso, según evaluaciones realizadas en niños a
los 6 meses de edad en las áreas de relaciones sociales, comunicación,
motricidad gruesa, motricidad fina y solución de problemas. Según este estudio
hecho en Noruega, cuando la madre tiene hasta 30 años de edad los hijos tienen
una puntuación normal. Ya a los 31 años, las posibilidades de baja puntuación se
incrementan en forma significativa 19 .
Tanto la avanzada edad paterna como la avanzada edad materna ejercen
efectos negativos sobre la puntuación de cociente intelectual (IQ) de la
descendencia: en un estudio llevado a cabo en la Universidad de Columbia, N.Y.,
se constató que aquellos adolescentes hijos de padres viejos tenían puntuaciones
de IQ inferiores a las de los hijos de padres jóvenes 20 .
Los adolescentes varones hijos de madres de 40 años o más tuvieron más
probabilidades de tener pobres interrelaciones sociales 21 .
Los investigadores también descubrieron que la descendencia de padres de
menos de 20 años mostró una tendencia hacia menor capacidad cognitiva que
incluye los siguientes procesos: procesamiento del lenguaje, memoria,
aprendizaje, razonamiento, atención, toma de decisiones y resolución de
problemas 22 .
Las madres muy jóvenes ponen en riesgo la calidad del producto. Por
ejemplo: madres jóvenes que todavía están creciendo dan a luz a niños con
menor peso corporal. El crecimiento materno se puede conocer haciendo
mediciones de la longitud pie-rodilla durante la gestación; si durante el
embarazo estas dimensiones aún están aumentando significa que la madre no ha
terminado de crecer.
En la última parte del embarazo las madres acumulan grandes cantidades de
grasa en brazos y espalda (sitio subescapular). Sin embargo, las madres que aún
no terminan su crecimiento guardan esos almacenes de grasa para su propio
desarrollo que aún no termina y le niegan al feto la oportunidad de disponer de
estos factores esenciales para su adecuada formación 23 .
Puntos clave:

Debes tener entre 25 y 35 años de edad al momento de empezar a fabricar


tu hijo. Recuerda que los expertos recomiendan no tener hijos más allá de
los 35 años de edad, pero también no antes de los 23.
El padre de tu hijo debe tener de 20 a 29 años al momento de la concepción;
esta es la edad ideal paterna para la procreación.

¿En qué estación del año debes iniciar la fabricación de tu hijo?


Es prioridad de este manual de instrucciones que no falte ninguna consideración;
es necesario no dejar escapar nada; cualquier detalle es importante para definir la
calidad de un producto humano. Aprendiste ya dos aspectos básicos que son la
elección del socio indispensable para llevar a cabo el proyecto y la edad
conveniente que deben tener cada uno de los padres. Otro aspecto importante
que debes considerar es qué estación del año es la más propicia para comenzar la
fabricación de tu hijo: concebirlo durante las estaciones poco soleadas puede
tener graves y permanentes repercusiones.
El ser humano evolucionó durante un periodo de entre uno y dos millones de
años en la soleada franja tropical del Este de África: nuestros ancestros,
expuestos sin ropa a los rayos solares la mayor parte del día, sintetizaban en su
piel abundante vitamina D. Vivir donde no hay suficiente radiación solar o
protegerse de los rayos solares pasando la mayor parte del día en interiores o
cubriendo el cuerpo con ropa o con bloqueadores solares es un comportamiento
que contraría a la evolución y puede traer malas consecuencias para tu salud y,
especialmente, para la fabricación de tu hijo.
Los descendientes de madres que no reciben suficiente radiación solar
durante la primera etapa del embarazo son más proclives a sufrir enfermedades.
Los primeros 3 meses parecen ser críticos para el desarrollo del feto; si la madre
recibe poca radiación solar durante este periodo, sus niveles de vitamina D serán
deficientes y eso afectará la calidad del producto.
La escasa exposición materna a la radiación solar puede estar implicada en el
origen de enfermedades mediadas por el sistema inmune; los factores
estacionales actúan incluso antes del nacimiento. De acuerdo con la hipótesis del
“Origen Fetal de las Enfermedades”, postulada por el Dr. David J. Baker, las
influencias del medioambiente conducen a cambios en la estructura y en la
función de los tejidos del embrión (nombre que recibe el producto hasta la
octava semana del desarrollo) y del feto (nombre que recibe el producto después
de la octava semana y hasta el nacimiento). Estos cambios son capaces de
programar enfermedades que se pueden hacer evidentes desde los primeros años
de vida o bien hasta que el producto alcanza la edad adulta o la vejez.
Las alteraciones del sistema inmune en respuesta a los cambios estacionales
son el origen de muchas enfermedades: esclerosis múltiple, artritis reumatoide,
lupus eritematoso sistémico, enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa y diabetes
tipo 1 24 –25 –26 . Dichos cambios estacionales definen la longitud del día y la
cantidad de luz que un organismo diurno recibe. Debes recordar que la duración
del día va cambiando en el transcurso del año, siendo de más de 12 horas en
primavera y verano y de menos de 12 horas en otoño e invierno.
Se hizo un estudio para tratar de saber si la duración del día durante los tres
primeros meses de gestación estaba asociada con la fibroplasia retrolental,
enfermedad de la retina que se puede presentar en niños prematuros y es una
causa importante de ceguera. El resultado fue que una menor longitud del día
durante los primeros tres meses de la gestación estaba asociada con un mayor
riesgo de esta retinopatía severa 27 .
Otro estudio realizado en Taiwán con 104.455 niños de entre 7 y 15 años de
edad, mostró que aquellos concebidos en los meses de noviembre, diciembre y
enero (meses de poca radiación solar) tuvieron mayor riesgo de padecer asma
bronquial 28 . Por el contrario, los meses más soleados confieren ventajas para la
descendencia, como lo demuestra otro estudio en el cual se encontró que los
niños concebidos del 21 de marzo al 21 de septiembre fueron significativamente
más largos al nacer y a los 7 años fueron más robustos, más altos y tuvieron
mayor circunferencia cefálica. Estos niños mostraron, además, mejor desarrollo
cognitivo (inteligencia) que los concebidos en los otros meses del año 29 . Todo
esto está relacionado con el hecho de que, en determinados meses del año, las
concentraciones en sangre de vitamina D son mayores debido a que la piel recibe
más radiación solar.
Las concentraciones de vitamina D en la sangre materna durante el primer
trimestre del embarazo determinan la cantidad de “receptores” para esta vitamina
que tendrá cada tejido del cuerpo fetal. Es lógico, ¿para qué se van a formar
abundantes receptores si la vitamina D es escasa? Esto es importantísimo porque
después de esos tres meses el número de receptores no aumenta aun cuando las
concentraciones maternas de vitamina D mejoren.
Cada parte del proceso de fabricación de un humano sucede en un lapso
preciso de tiempo; una vez transcurrido ese tiempo, no se vuelve atrás. ¿Qué
importancia tienen esos receptores? Te explico: las hormonas (la vitamina D es
una de ellas) solo ejercen sus funciones en presencia de sus respectivos
receptores. Los receptores son proteínas especiales que se encuentran tanto en el
núcleo como en la superficie de las células y son indispensables para que las
hormonas actúen. Por ejemplo, si durante el primer trimestre del embarazo se
“siembran” pocos receptores para la vitamina D en el esqueleto fetal, ésta no
podrá realizar con eficiencia su trabajo que consiste en la formación y
mineralización de los huesos. ¿Consecuencias? Los huesos de esa persona serán
delgados y poco resistentes durante toda su vida.
Como dije ante, después del primer trimestre de embarazo el número de
receptores en los tejidos del feto no aumenta, aunque el producto empiece a
recibir abundante vitamina D; tampoco aumenta después del nacimiento. Los
huesos delgados y con pocos minerales (calcio) son poco resistentes y no son
aptos para cargar bastante masa muscular; por eso, bajas concentraciones de
vitamina D en la sangre materna durante el primer trimestre del embarazo
determinan que el producto sea enclenque de por vida independientemente de la
nutrición que reciba después del nacimiento y de las rutinas de entrenamiento
físico a que se someta.
Lo contrario ocurre cuando hay buenas concentraciones de vitamina D en la
sangre materna durante las primeras etapas del desarrollo intrauterino. En ese
caso, se forman abundantes receptores para la vitamina D en el esqueleto y al
llegar la pubertad, como por encanto, el esqueleto del varón se forra de músculos
y la hembra, por su parte, adquiere (debido a que en su pelvis se sembraron
muchos receptores) una cadera con abundante musculatura. El número de
receptores para la vitamina D tiene influencia en el desarrollo de muchos otros
órganos del cuerpo humano como veremos en su oportunidad.
Los adultos muestran variaciones estacionales en el contenido mineral de sus
huesos, siendo este menor en invierno que en verano. El contenido mineral
depende en parte de las concentraciones de vitamina D y estas, a su vez,
dependen del grado de exposición de la piel al sol. La vitamina D se forma en la
piel por la acción de la luz ultravioleta B de los rayos solares (UVB) sobre el 7-
dihidroxicolesterol de la piel. Una mujer que se embaraza en invierno tiene
menos minerales en sus huesos que una que se embaraza en verano porque la
vitamina D provoca un incremento en la absorción de calcio a nivel intestinal.
Es evidente que los individuos robustos están en vías de extinción; puedes
confirmar esto observando cualquier familia. Los padres son más anchos que los
hijos; el primer hijo es más robusto que el último. El esqueleto es el mayor
almacén de minerales en los mamíferos. Es en los huesos donde está la principal
reserva de calcio (98%) y de fósforo (85%). Cuando nace el primer hijo,
“saquea” gran parte de las reservas de minerales de la madre. Si no hay un aporte
dietético óptimo de nutrientes y una exposición solar adecuada que permita la
síntesis de suficiente vitamina D en la piel materna, el siguiente hijo tendrá
menos minerales en sus huesos, sobre todo si no hay suficiente espaciamiento
entre un embarazo y el siguiente.
La presencia de adecuadas concentraciones sanguíneas de vitamina D es
indispensable para que el calcio se absorba a nivel intestinal, pero una vez
alcanzada la edad adulta, el esqueleto no aumenta ni disminuye su tamaño, aun
cuando haya suficiente vitamina D.
Las concentraciones de vitamina D en la mujer embarazada están en relación
con la densidad mineral ósea de la descendencia, la cual mide la cantidad de
calcio y otros minerales que hay en el esqueleto. La deficiencia materna de
vitamina D afecta la calidad del esqueleto de la descendencia no solo durante la
niñez, sino que se extiende hasta la edad adulta y aún más allá: hasta la vejez.
Esto fue constatado en un estudio realizado en Dinamarca: los investigadores
recolectaron información de fracturas de cadera en hombres y mujeres de 65 a
95 años de edad en un periodo de 9 años. Encontraron que, tanto en hombres
como en mujeres, el riesgo de fractura de cadera fue menor en sujetos
concebidos en los días soleados de abril, mayo y junio. Este estudio sugiere que
la disponibilidad de vitamina D en el primer trimestre de vida intrauterina puede
tener un impacto duradero sobre la salud ósea y sobre el riesgo de que la
descendencia sufra fracturas por osteoporosis en la edad avanzada 30 . En
consecuencia, si no recibes suficiente radiación solar en tu piel durante los
primeros meses del embarazo, tu hijo va a sufrir, irremediablemente,
osteoporosis y fracturas cuando sea anciano. ¿No te parece sorprendente?
En otro estudio, utilizando un absorciómetro de fotones, se midió el
contenido de minerales en uno de los huesos del brazo de 55 recién nacidos
sanos: los niños concebidos en invierno tuvieron 12% menor cantidad de
minerales en sus huesos que los concebidos en verano 31 .
Pronto verás que vitamina D es una hormona imprescindible para el
desarrollo del sistema nervioso. Si durante el primer trimestre del embarazo la
madre es deficiente en vitamina D, en el cerebro del feto se “siembran” pocos
receptores y ésta vitamina no va a ejercer plenamente su importante papel en el
desarrollo de la inteligencia. Esto tiene repercusiones en el comportamiento
como veremos a continuación.
En un estudio de población hecho en California con más de seis millones de
niños participantes nacidos entre 1990 y 2002 se encontró el siguiente resultado:
los niños que fueron concebidos en diciembre, enero, febrero y marzo (meses
poco soleados) tuvieron más alto riesgo de desarrollar autismo que los
concebidos en julio 32 .
Como seguramente sabes, el suicidio es otro problema grave: es la décima
causa principal de muerte en el mundo; esto significa más de un millón de
muertes cada año. Durante las últimas décadas, la tasa de suicidios se ha
incrementado el 60% y este incremento es más pronunciado en los jóvenes. Se
encontró que hay un exceso desproporcionado de suicidios entre las personas
concebidas en los meses menos soleados 33 .
En otro estudio hecho en Oulu, Finlandia del norte, se descubrió que las
personas esquizofrénicas concebidas en otoño (menos radiación solar en ese
país) están más predispuestas al suicidio 34 . Por medio de un nuevo método de
resonancia magnética conocido como “Imágenes con Tensor de Difusión” (TDI),
los científicos observaron que los pacientes esquizofrénicos concebidos en
invierno presentaron alteraciones en la estructura microscópica de la materia
blanca de su corteza cerebral 35 . El TDI es una herramienta de imagenología que
permite observar la composición microscópica y la arquitectura de los tejidos
cerebrales.
Los receptores para la vitamina D están diseminados en todo el organismo.
Por lo tanto, muchos otros órganos son influenciados por la estacionalidad. Por
ejemplo, el riesgo de padecer enfermedad celiaca a partir de los 18 años de edad
es más alto en aquellos individuos concebidos en invierno. La enfermedad
celiaca ocurre en aproximadamente el 1-2% de la población occidental y es
caracterizada por inflamación del intestino delgado y atrofia (pérdida de la
función) de las vellosidades intestinales 36 .
Se realizó otra investigación en la población del norte de Finlandia para
tratar de saber si existe una asociación entre la estación del año en que sea
concebida una persona y los hábitos de fumar. Hubo un exceso de grandes
fumadores (aquellos que reportaron que fumaban más de 10 cigarrillos al día)
entre los varones de 31 años de edad concebidos en invierno en comparación con
los concebidos en primavera.
En otros estudios se comprobó que las mujeres concebidas durante meses
extremadamente fríos tienen menor índice de masa corporal que es la relación
entre el peso y la estatura elevada al cuadrado mientras que las mujeres
concebidas durante meses demasiado calientes tienen mayor riesgo de
desarrollar hipertensión y los hombres concebidos en los meses en que las
temperaturas son excesivamente cálidas tienen menor índice de masa corporal 37
.
La exposición a bajas temperaturas se refleja en bajo peso al nacer por lo que
se recomienda que las mujeres que viven en clima frío se mantengan bien
abrigadas durante el embarazo 38 .
Otro estudio realizado en Japón puso de manifiesto que el riesgo de morir
por una hemorragia cerebral (subaracnoidea) fue el 10% más alta entre aquellos
individuos concebidos en invierno, en comparación con los concebidos en
verano 39 .
Han sido bien documentados los efectos del mes en que se es concebido y las
enfermedades mediadas por el sistema inmune como la esclerosis múltiple 40 y la
diabetes tipo 1. En países como el Reino Unido, la susceptibilidad a diferentes
padecimientos mediados por el sistema inmune como artritis reumatoide, lupus
eritematoso diseminado, enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa está en
relación con la cantidad de radiación ultravioleta B que recibe la madre y con sus
concentraciones sanguíneas de vitamina D resultantes de esa exposición.
Se aconseja que los primeros meses del embarazo transcurran en los meses
más soleados del año. De no ser así, se recomienda suplementar la dieta con
vitamina D de acuerdo con la dosificación especificada en el capítulo
correspondiente a esta vitamina. Los peces de agua fría como el salmón, aparte
de contener abundantes ácidos grasos de cadena larga como el ácido
docosahexaenoico y el ácido araquidónico, también son ricos en vitamina D.
Las poblaciones humanas que viven alejadas del trópico, aun cuando no
reciben suficiente radiación solar, pueden tener hijos de exuberante desarrollo
físico y un desarrollo intelectual normal; esto se debe a que obtienen la vitamina
D de alimentos marinos.
Puntos clave:

La concepción de tu hijo debe realizarse en los meses más soleados del año.
Es necesario que expongas tu cuerpo desnudo a suficiente radiación solar.
Eso será un gesto tierno y generoso para tu hijo. Basta con 15 minutos de
exposición solar diaria con el cuerpo desnudo en el lapso comprendido
entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde para que tu piel produzca
suficiente vitamina D.
La ropa impide la producción de vitamina D.
No es conveniente que uses bloqueadores solares: impiden la síntesis de
vitamina D.
El sol que recibas no debe pasar a través de cristales, hules o plásticos.
También puedes obtener vitamina D comiendo abundantes peces grasos
como el salmón.
Aunque no se asimila de manera eficiente por vía digestiva, tienes la opción
de tomar suplementos de vitamina D3 (colecalciferol).

¿En qué altitud debes fabricar a tu hijo?


El nivel de oxígeno dentro del útero es importante durante el embarazo porque
afecta el desarrollo de la placenta y del feto. La evolución del hombre, que duró
millones de años, se dio en zonas tropicales situadas a nivel del mar donde la
concentración de oxígeno en el aire es de 20.9%; solo después emigró a zonas
más elevadas. Conforme avanza la altura la concentración de oxígeno
disminuye. La residencia materna en poblaciones situadas a grandes alturas tiene
efectos negativos sobre el crecimiento fetal cuyo peso disminuye 100 gramos
por cada 1000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Ahora voy a recordarte cómo empieza la vida de un ser humano. El
espermatozoide se une con el óvulo (fecundación) en la trompa uterina o trompa
de Falopio; existen dos de estos conductos y cada uno de ellos conecta un ovario
con uno de los extremos superiores del útero. Las trompas de Falopio están
recubiertas internamente por una membrana mucosa con pliegues y millones de
vellosidades llamadas cilios. Estos cilios vibran cientos de veces por segundo
para llevar al óvulo recién expulsado por el ovario a través de la trompa a
reunirse con el espermatozoide. Una vez fecundado, el óvulo recibe el nombre
de embrión y avanza en dirección al útero ayudado por los movimientos ciliares.
Entra en el útero el día 2-3 de la concepción. El embrión permanece en el útero
otros tres días más antes de anclarse (implantación) entre el séptimo y el octavo
día después de la fecundación.
El medio ambiente uterino está en comunicación continua con la cavidad
abdominal; por lo tanto, tiene una baja concentración de oxígeno. La
oxigenación del medio ambiente uterino es mayor al nivel del mar que a grandes
alturas.
Puntos clave:

Es conveniente que fabriques tu hijo al nivel del mar o a poca altura sobre
el nivel del mar. Las grandes alturas significan pobre oxigenación para la
placenta y para tu criatura.

Factores que afectan la calidad del semen


Aun cuando es dentro de tu cuerpo donde se fabricará tu bebé, no eres la única
responsable del éxito reproductivo. El futuro padre tiene la básica función de
enviar esperma de calidad a fecundar el óvulo y hay muchos factores que pueden
afectar esa calidad.
Los espermatozoides existen con el propósito fundamental de transportar
información genética la cual se transmite de generación en generación en las
moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN).
Los espermatozoides son pequeñas células generadas por los testículos del
varón en los túbulos seminíferos. Estos últimos son pequeños conductos
enrollados de aproximadamente 30-60 centímetros de longitud. Los dos
testículos contienen algo así como un millar de estos túbulos que son capaces de
generar unos 1000 espermatozoides por segundo a partir de las llamadas células
germinales.
Debes tener presente que el desarrollo de cada espermatozoide dura de 64 a
74 días. Si durante ese periodo el espermatozoide que va a fecundar a tu óvulo
recibe algún daño (exposición a alcohol, humo del cigarro, sustancias químicas
contenidas en artículos de cuidado personal, etc.), se puede alterar su
información genética y esto afectará la calidad del embrión, como veremos más
adelante.
En una eyaculación normal se depositan unos 250 millones de
espermatozoides en la vagina de la mujer. Tal vez pienses que son demasiados
espermatozoides ya que solo uno de ellos está destinado a fecundar el óvulo. Sin
embargo, muchos de ellos no tendrán forma normal, otros serán inmóviles y
otros morirán en el camino.
Aparte de la edad, muchos otros factores pueden afectar la calidad del
semen. Hosco y agresivo, el medio ambiente en el que está inmerso el humano
moderno puede dañar esta célula: si esto llega a suceder, el proyecto “hijo”
tendrá un mal comienzo. ¿Qué pasa si la información que viene codificada en el
ADN se fragmenta? Para hacerlo más gráfico, imagina que se va a construir un
edificio y que se encarga a un arquitecto (el futuro padre) el diseño de la mitad
del plano arquitectónico y a una arquitecta (la futura madre) la elaboración de la
otra mitad. Supón, también, que el día que el constructor recibe los planos el
arquitecto se presenta con su correspondiente parte del plano arquitectónico
hecho pedazos. ¿Qué fallas presentará el edificio? Las consecuencias son
impredecibles.
Lo mismo pasa si el ácido desoxirribonucleico (ADN) que va empaquetado
en el espermatozoide llega fragmentado. Antes de empezar el proceso de
multiplicación, el óvulo trata de hacer una reparación del ADN que porta el
espermatozoide; la calidad del producto dependerá, en parte, de qué tan perfecta
sea esa reparación. Los espermatozoides que tienen fragmentado el ADN son
capaces de fecundar al óvulo, pero el desarrollo del embrión puede sufrir daños
irreversibles 41 .
Existen mecanismos para reparar el genoma de todas las células del cuerpo
humano y esa actividad reparadora es de capital importancia en el momento de
la concepción y durante el desarrollo del embrión 42 .
El macho humano tiene otras dos responsabilidades aparte de mandar semen
de calidad a fecundar el óvulo. Estas son: a) Asegurar el aporte suficiente de
materia prima (nutrientes) necesaria para la fabricación del producto (esto
significa que en el hogar debe haber abundantes alimentos reales: carne,
alimentos de origen marino, leche, frutas, legumbres, etc.), y b) Ser factor
determinante de harmonía y tranquilidad. La fábrica de humanos debe ser un
escenario de amor libre de estrés porque la liberación de cantidades exageradas
de hormonas del estrés (cortisol) en el organismo materno es nociva para el
producto, tema que estudiaremos más adelante. Te invito a conocer qué factores
pueden dañar el semen que fecundará tu óvulo para que, con sincero entusiasmo,
establezcas una serie de normas para evitarlo.

Los teléfonos celulares y la calidad del semen


En la era moderna es difícil imaginar a un ser humano sin un teléfono celular en
la mano, en la cintura o pegado a la oreja. La exposición de los testículos
humanos a la radiación electromagnética de radiofrecuencia emitida por estos
aparatos disminuye la calidad del semen porque afecta la forma y la movilidad
de los espermatozoides y porque fragmenta el ADN y promueve la oxidación 43
–44 .

Cargar el teléfono celular en la bolsa del pantalón o fijo en el cinturón


expone los testículos a radiación móvil de alta frecuencia que puede causar
infertilidad. Usar el teléfono móvil por tiempo prolongado puede producir
fragmentación del ADN del esperma, especialmente cuando se carga en el
bolsillo del pantalón 45 ; puede, además, aumentar la oxidación y disminuir la
vitalidad y la movilidad del espermatozoide 46 .
La fragmentación del ADN del esperma está relacionada con daño en la
fertilización, pobre desarrollo del embrión, altas tasas de aborto involuntario y
aumento en la incidencia de enfermedades incluyendo cáncer de la infancia.
Las ondas electromagnéticas de radiofrecuencia emitidas por los teléfonos
celulares causan estrés oxidativo porque incrementan la actividad de los
radicales libres en las células. Los radicales libres son moléculas muy reactivas
derivadas del metabolismo del oxígeno que pueden dañar las membranas de las
células y promover cáncer testicular y cerebral 47 .
Puntos clave:

El hombre cuyo semen va a fecundar tu óvulo debe mantener su teléfono


celular alejado de sus testículos.

El uso de Laptop y la calidad del semen


Mantener una computadora Laptop con conexión inalámbrica a internet cerca de
los testículos puede ocasionar fragmentación del ADN del esperma y disminuir
su movilidad 48 . Se ha comprobado que trabajar con una Laptop sobre las
piernas tan solo 15 minutos, produce una elevación de la temperatura del
testículo como resultado de la exposición al calor del dispositivo y también
como resultado de la posición (estar sentado); esto puede dañar la producción y
calidad del esperma, lo cual es específicamente importante en los hombres
jóvenes.
Puntos clave:

El hombre cuyo semen fecundará tu óvulo no debe usar su Laptop sobre sus
piernas cerca de sus testículos. Puede usar computadoras con unidad central
de procesamiento (CPU) que se encuentre lejos de los testículos para evitar
la fragmentación del ADN del esperma. Vigílalo.
Recuerda que el espermatozoide puede durar hasta 74 días antes de ser
eyaculado; por lo tanto, es durante ese periodo que deben tomarse
precauciones para no dañarlo

La grasa abdominal y la calidad del semen


La acumulación de tejido graso en la región abdominal está asociada con estrés
oxidativo. El estrés oxidativo es causado por un desequilibrio entre los radicales
libres que producen oxidación y los antioxidantes que hay en las células. El
estrés oxidativo es uno de los mecanismos principales para explicar el daño del
esperma en los hombres obesos. Además, la grasa abdominal puede promover la
fragmentación del ADN del esperma. En un estudio hecho en Francia se observó
que después de cambiar el estilo de vida para reducir la grasa abdominal,
disminuyó la fragmentación del ADN en los espermatozoides 49 . En otros
estudios se ha comprobado que el daño al ADN espermático es mayor en los
grupos de personas obesas 50 –51 –52 .
Los hombres obesos tienen bajos niveles de testosterona (la hormona
masculina) y elevados niveles circulantes de estrógenos (hormonas femeninas)
en la sangre. Esta alteración en la relación que debe haber entre la testosterona y
los estrógenos daña la producción espermática. Por otro lado, los hombres
obesos pueden tener acumulación de grasa alrededor de los vasos del escroto
(bolsa que contiene el testículo) como se ha comprobado haciendo estudios
histológicos de cadáveres de sujetos obesos infértiles. Esta grasa dificulta el
enfriamiento testicular y puede conducir a infertilidad 53 .
Puntos clave:

El hombre cuyo semen fecundará tu óvulo debe tener una estructura


corporal adecuada. No debe ser obeso.

Las grasas dietéticas y la calidad del semen


El hombre evolucionó junto a los mares, ríos, lagos y pantanos con una dieta que
contenía aproximadamente la misma cantidad de grasas omega-6 que de grasas
omega-3. Esta proporción de 1:1 de los ácidos grasos poli-insaturados es la
adecuada porque las membranas de las células necesitan cantidades iguales de
ambos para tener una arquitectura normal. Las modernas tendencias dietéticas
han modificado esta relación; ahora, es posible encontrar en las poblaciones
humanas occidentales relaciones omega-6 a omega-3 de 10:1 y en ocasiones
hasta de 25:1.
Los ácidos grasos omega-6 provienen de los granos. En la actualidad, el
ganado sometido a cría intensiva no tiene acceso a la hierba fresca y es
alimentado con concentrados a base de granos ricos en omega-6. La carne y la
leche de estos animales contiene abundantes omega-6 pero escasos omega-3. Lo
mismo sucede con la carne y los huevos de aves alimentadas con granos.
Además, el consumo de aceites vegetales extraídos de granos ha sido un factor
determinante del desequilibrio de los omegas dado que estos aceites contienen
abundante omega-6.
Con una dieta que contenga cantidades equivalentes de omega-6: omega-3,
el esperma tendrá una composición adecuada de ácidos grasos, lo que dará a su
membrana la fluidez que necesita para tener buena movilidad. Facilitará también
la fusión de la membrana espermática con la membrana del óvulo durante la
fertilización.
El consumo durante varios meses de pescados que contienen abundantes
grasas omega-3 como el salmón, las sardinas, el atún albacora y la caballa, así
como de huevos de gallinas alimentadas con omega-3 y de leche de vacas que
viven comiendo pasto es recomendado para nivelar la proporción de omega-6,
omega-3. Cuando hay adecuado consumo de grasas omega-3 mejora la forma de
los espermatozoides 54 . Al mismo tiempo, es necesario disminuir la ingesta de
ácidos grasos omega-6 como el ácido linoleico contenido en los aceites vegetales
obtenidos de maíz, girasol, cártamo, colza y otros granos. Un exceso de aceites
omega-6 vuelve rígida la membrana del espermatozoide. También se comprobó
que un exceso de ácidos grasos saturados disminuye su movilidad. Los ácidos
grasos saturados se encuentran principalmente en las grasas animales (excepto
en el pescado y mariscos) y en los quesos cremosos 55 .
Los ácidos grasos trans son otra amenaza para el esperma humano: se
encuentran en margarinas, mantecas vegetales y alimentos comercialmente
preparados. Solo pequeñas cantidades se encuentran en las carnes y en los
productos lácteos. Los ácidos grasos trans están presentes en el esperma humano
y afectan negativamente la concentración de espermatozoides 56 .
Puntos clave:

Vigila la alimentación del futuro padre para equilibrar la proporción de


omega-6 y omega-3 evitando los aceites vegetales provenientes de granos y
aumentando el consumo de omega-3 proveniente de fuentes acuáticas.
La grasas trans están prohibidas porque dañan el esperma; por lo tanto,
prohíbe el consumo de margarinas y mantecas vegetales y todos los
productos elaborados con estas grasas.

Los ftalatos y la calidad del semen


Los ftalatos son líquidos incoloros, inodoros e insípidos que se empezaron a
producir en los años 1920. Sin embargo, fue a partir de 1950 en que hizo su
aparición el PVC (policloruro de vinilo), cuando estos químicos comenzaron a
usarse en cantidades descomunales. Cuando se añaden a los plásticos, los
ftalatos permiten que las largas moléculas de PVC se deslicen unas sobre otras:
mientras más ftalatos tenga un plástico, mayor será su flexibilidad. Por ejemplo,
los juguetes sexuales contienen entre el 40% y el 80% del peso total del
producto.
Los ftalatos representan una de las familias de químicos de más grande
producción: más de 6 millones de toneladas son usadas en el mundo cada año.
Los humanos están expuestos a los ftalatos por múltiples rutas. La exposición
puede ser por vía oral al consumir alimentos, agua y otros líquidos
contaminados. Otra ruta es la absorción a través de la piel después de la
aplicación de cosméticos y otros productos de cuidado personal.
Los ftalatos pueden ingresar al cuerpo también por inhalación, dado que se
volatilizan de los plásticos, del espray para el pelo y de cualquier producto que
los contiene. También pasan al organismo de los equipos de plástico usados con
propósitos médicos tales como bolsas para sangre, bolsas para líquidos de
diálisis y tubería.
Debido a que los ftalatos no se unen químicamente a los plásticos, migran
fácilmente a los alimentos que están en contacto con ellos. Por ejemplo: en un
estudio que hicieron en una fábrica de alimentos encontraron que el pollo, antes
de ser manipulado con guantes desechables y empacado, contenía 0.08
miligramos por kilo de di(2-ethylhexyl) ftalato (DEHP) y después de cocinarlo y
empacarlo el contenido de esta sustancia subió a 16.9 miligramos por kilo.
Debes saber que mismos guantes de PVC usados por los manejadores de
alimentos contienen hasta 41% de ftalatos 57 .
Los ftalatos de alto peso molecular se usan para hacer vinilo flexible que a su
vez se utiliza para fabricar pisos, recubrimiento de paredes, asientos de carros,
calzado, ropa, guantes, aislamiento de cables, piel artificial y discos compactos.
También se utilizan estos químicos como excipientes para lograr la
liberación prolongada en algunos productos farmacéuticos 58 . Los excipientes
son los ingredientes inactivos que forman parte de un medicamento aparte de la
sustancia activa. En un estudio se encontró que 50 fármacos que se venden con
prescripción médica, 40 fármacos que se venden sin prescripción médica y 26
suplementos dietéticos contienen ftalatos como excipientes 59 . La ingesta de
productos medicinales que contienen ftalatos es una fuente importante de
exposición a estos químicos.
Los ftalatos trasudan de las botellas transparentes hechas de tereftalato de
polietileno (PET) hacia los líquidos que son envasados en ellas. Cuando los
productos son ácidos (soda, vinagre), la velocidad de migración se incrementa 60
. Fuentes importantes de ftalatos son el agua embotellada y la soda porque estos
químicos escapan del plástico y contaminan el líquido contenido en la botella. 61
.
El ADN del espermatozoide puede fragmentarse si hay concentraciones
elevadas de ftalatos en el organismo masculino. Los hombres con altas
concentraciones de monoetilhexil ftalato (MEHP) en orina presentan daño en
una alta proporción del ADN espermático 62 . Altos niveles de monoetil ftalato
(MEP) también están asociados con aumento en el daño del ADN del esperma.
Los hombres que usan colonia o loción después de afeitarse tienen altos niveles
de monoetil ftalato en orina, lo que refleja altas concentraciones de éste químico
en la sangre; por increíble que te parezca, un hombre que se aplica colonia o
loción después de afeitarse está dañando (fragmentando) el ADN de sus
espermatozoides 63 .
Es posible reducir la exposición a estos químicos tóxicos por medio de
cambios en la dieta. Los alimentos empacados en plástico y los líquidos
envasados en botellas de plástico no deben entrar a tu hogar. Además, el futuro
padre debe evitar el uso artículos de cuidado personal como: fragancias,
aerosoles, geles para el cabello, champús y cremas. El tema de los ftalatos será
tratado más extensamente más adelante.
Puntos clave:

Los ftalatos dañan el esperma.


El futuro padre no debe usar artículos de cuidado personal, excepto el jabón
sin color y sin aroma.
Vigila que el futuro padre no consuma líquidos o alimentos que tengan
contacto con plásticos.
Trata de “De-plastificar” tu hogar. Esto significa eliminar en lo posible los
plásticos (bolsas de hule, cortinas de hule, vajillas de plástico, etc.).

Los parabenos y la calidad del semen


Los parabenes o parebenos son productos sintéticos comúnmente usados como
conservadores por su efecto antimicrobiano en cosméticos, productos
farmacéuticos, productos alimenticios y bebidas. La necesidad de tener
productos de consumo libres de gérmenes y con larga vida de anaquel ha llevado
al uso extendido de estos químicos. Los parabenos ahora están contaminando los
ríos, el agua potable y el suelo destinado a la agricultura, así como el aire y el
polvo del interior de nuestros hogares.
Hay evidencias recientes de que la exposición a estos químicos puede estar
ligada a: cáncer de pecho, alteraciones en la función de la glándula tiroides y
obesidad. Los estudios realizados, tanto en animales como en humanos, reportan
que los parabenes se absorben fácilmente a través de la piel. Además, las
personas también están potencialmente expuestas a estos químicos vía ingestión
e inhalación. Muchos productos contienen parabenos incluyendo: jabones para
las manos, bloqueadores solares, lociones para el cuerpo, lociones y limpiadores
faciales, algunas pastas dentales y enjuagues bucales, antiperspirantes, así como
productos para el cabello: acondicionadores, champús, geles y aerosoles.
Se ha encontrado una asociación entre las concentraciones urinarias de butil
paraben (BP) y daño al ADN del esperma 64 .
Puntos clave:

El futuro padre no debe usar artículos de belleza: cremas, lociones,


perfumes, gel para el cabello, etc.
No debe usar tampoco, como dije antes, artículos de cuidado personal a
excepción de simple jabón sin color y sin aroma.

El bisfenol A y la calidad del semen


El bisfenol A es un químico con alto volumen de producción usado en la
manufactura de plásticos de policarbonato destinados a fabricar múltiples
productos: biberones, botellas para almacenar líquidos y resinas epoxi que se
usan para recubrir las latas metálicas que contienen alimentos y bebidas. El
consumo de alimentos y bebidas en botellas de plástico de policarbonato y de
productos enlatados incrementa las concentraciones de bisfenol A en sangre y
orina.
Los investigadores encontraron bisfenol A en el 98% en las muestras de
orina de hombres jóvenes y también en una proporción similar en la sangre
humana de la población general 65 . El consumo de bebidas envasadas en botellas
de policarbonato durante una semana produce un incremento del 69% en las
concentraciones urinarias de bisfenol A 66 y el consumo diario de una porción de
sopa enlatada durante 5 días causó un incremento de más del 100% en las
concentraciones urinarias de bisfenol A. Altos niveles de bisfenol A se
encontraron en alimentos enlatados como: cereales, sopa, pescado, frijoles,
comidas rápidas y pan 67 .
En un estudio, el consumo de soda y de alimentos preparados fuera de casa
se relacionó con más altos niveles de bisfenol A en sangre. El bisfenol A migra
de las botellas hechas con policarbonato al líquido contenido dentro de la
botella. A mayor temperatura, mayor migración y mientras más tiempo
permanezca el líquido dentro de la botella mayor será su contaminación 68 . El
uso de tazas de plástico incrementa la ingestión de bisfenol A resultando en un
aumento en los niveles urinarios de esta sustancia 69 . Las películas de
estiramiento que se usan para empacar alimentos contienen bisfenol A que migra
y contamina los productos alimenticios, contribuyendo significativamente a la
ingestión de este producto tóxico 70 .
La concentración en la sangre de bisfenol A está asociada con una
disminución en los niveles de las hormonas sexuales masculinas
(androstenediona y testosterona) 71 . En estudios animales (ratas), la
administración de bisfenol A a los machos adultos causó disminución
significativa de la cuenta espermática al frenar la producción de espermas 72 .
Las concentraciones urinarias de bisfenol A han sido relacionadas con daño
al ADN del esperma 73 y los hombres con más altos niveles de bisfenol A en
orina tienen menor porcentaje de espermatozoides móviles comparados con
aquellos con menores niveles 74 . Las concentraciones de bisfenol A en orina
están directamente relacionadas con disminución de la concentración del
esperma, disminución de la cuenta total de esperma y menor vitalidad del
esperma y de su habilidad para moverse.
En humanos también se ha encontrado relación entre elevadas
concentraciones de bisfenol A y función sexual alterada manifestada por
disminución en el deseo sexual, dificultades en la erección, menor fuerza en la
eyaculación e insatisfacción con la vida sexual 75 . En el capítulo de los plásticos
será tratado extensamente el tema de los ftalatos, del bisfenol A y de otros
químicos agresivos a la reproducción humana.
Puntos clave:

Para cuidar el esperma, el futuro padre debe evitar los productos enlatados.
También deberá descartar los alimentos y líquidos envasados en
contenedores de plástico.

La contaminación atmosférica y la calidad del semen


La contaminación atmosférica es tóxica para el esperma y está relacionada con
una disminución en el tamaño de los espermatozoides y con un alto porcentaje
de espermatozoides deformes. Además, la polución ambiental incrementa la
fragmentación del ADN del esperma humano 76 . Así mismo, se comprobó que la
tasa de aborto espontáneo es aproximadamente el doble si más del 30% del
esperma de un hombre muestra fragmentación. La incidencia de aborto
espontáneo puede manifestar una estacionalidad que depende de la cantidad de
smog y de contaminación ambiental.
Puntos clave:

La polución atmosférica daña el ADN del esperma.


Se recomienda vivir en un ambiente no contaminado durante le etapa
reproductiva.

Las patatas fritas y la calidad del semen


Las patatas (papas) fritas contienen acrilamida, sustancia tóxica y cancerígena
que puede alterar el conteo y la forma de los espermatozoides. Además, la
acrilamida y uno de sus derivados, la glicidamida, se unen al ADN del
espermatozoide causándole daño irreparable. El espermatozoide con su ADN
dañado puede fecundar al óvulo aumentando la predisposición a enfermedades
como el cáncer. Este efecto pernicioso puede propagarse a lo largo de múltiples
generaciones 77 . La acrilamida puede alterar el conteo y la forma de los
espermatozoides.
Puntos clave:

Aconseja a tu esposo que no coma patatas fritas para que su semen sea
saludable.

Otros factores que afectan la calidad del semen


Los hombres que fuman producen semen de mala calidad y en menor volumen.
Además, es un semen que contiene menor cantidad de espermatozoides por
mililitro y un gran porcentaje de estas células tiene poca movilidad por lo
difícilmente pueden fecundar al óvulo. Así mismo, fumar produce fragmentación
del ADN y daño oxidativo del esperma 78 –79 –80 y está relacionado con la
aparición de cánceres en la descendencia.
Tomar alcohol produce fragmentación del ADN y alteraciones hormonales
con disminución de la testosterona (hormona masculina) y aumento de los
estrógenos (que son hormonas principalmente de tipo femenino) 81 . Bajos
niveles de testosterona son suficientes para producir fragmentación del ADN
espermático 82 .
Los hombres jóvenes que trabajan con insecticidas en aerosol sin la
protección adecuada muestran también altos niveles de fragmentación del ADN
del esperma 83 .
El descenso del testículo al interior del escroto normalmente ocurre en los
niños al nacer y la falla en el descenso testicular resulta en ausencia de
espermatozoides durante la juventud y en la edad adulta; esto se debe a que el
testículo debe estar 3-4 grados centígrados por debajo de la temperatura corporal
para producir espermatozoides. Por lo tanto, cualquier cosa que impida la
pérdida de calor de la bolsa que contiene el testículo (escroto) puede alterar la
temperatura de este y, a su vez, cualquier elevación de la temperatura testicular
puede afectar el proceso de fabricación de esperma. El ADN del esperma se
puede dañar por el calor y mientras más prolongado sea el tiempo que dure la
elevación del calor, mayor será el efecto dañino sobre la producción espermática.
En las últimas décadas las ocupaciones sedentarias han aumentado y están
asociadas con elevación de la temperatura testicular. Pasar horas sentado en el
trabajo o en casa viendo televisión impide que el aire circule fácilmente
alrededor del escroto; por esta razón, el enfriamiento es menos eficiente. Este
efecto se agrava si se usan calzoncillos o pantalones ajustados. El resultado es
una disminución en el conteo de espermatozoides (normal de 40-150 millones de
espermatozoides por mililitro). Por el contrario, la actividad física mejora el
conteo 84 .
Las personas que por su trabajo pasan largo tiempo sentados (choferes, por
ejemplo) tienen semen de mala calidad con alto porcentaje de espermatozoides
deformes 85 .
La pérdida escrotal de calor se ve afectada por las enfermedades febriles
como la gripe y por la exposición a fuentes externas de calor ocupacionales
(trabajadores de la fundición, soldadores, panaderos) o recreativas (baños
calientes, saunas). Estas elevaciones testiculares de calor pueden llevar a la
muerte de las células, a daño en el ADN e infertilidad.
Algunos metales son tóxicos para la reproducción humana: los trabajadores
con altos niveles de plomo en su sangre tienen índice elevado de daño del ADN
espermático, mientras que la intoxicación aguda con hierro o cadmio también
conduce a daño oxidativo del ADN del esperma. Una fragmentación del ADN
espermático superior al 20% produce esterilidad.
Las personas que consumen soja tienen baja concentración de espermas lo
que dificulta su fertilidad. Esto se debe a que la soja contiene fitoestrógenos que
son compuestos de las plantas que tienen una estructura semejante a la del
estradiol que es la hormona sexual femenina. Los principales grupos de
fitoestrógenos son los siguientes: lignanos, isoflavones, flavones, coumestantes y
estilbenos 86 .
Se han detectado receptores para la vitamina D en los testículos, la próstata y
espermatozoides humanos. La vitamina D tiene un papel importante en la
producción de espermatozoides (espermatogénesis) y en su maduración, así
como en el funcionamiento de los testículos. Adecuados niveles de vitamina D
(resultado de recibir luz solar abundante con la piel desnuda) tienen efecto
benéfico en la calidad del semen porque mejoran la movilidad de los
espermatozoides 87 –88 y pueden, además, incrementar los niveles de testosterona
89 .
El consumo elevado de bebidas endulzadas con azúcar daña la movilidad del
esperma 90 , en tanto que alto consumo de pescado, pollo, frutas, granos enteros y
legumbres mejora la calidad del semen 91 .
La exposición a campos magnéticos daña la calidad del semen. En un estudio
realizado en Oakland CA los científicos colocaron un medidor a cada uno de los
participantes para determinar la exposición diaria a campos magnéticos.
Aquellos que tuvieron más alta exposición mostraron forma anormal y baja
movilidad en sus espermatozoides 92 .
Las drogas dañan el esperma. Por ejemplo, la cocaína se une al
espermatozoide y éste puede transportarla al interior del óvulo; este mecanismo
puede estar involucrado en un desarrollo anormal de la descendencia. Por otro
lado, la marihuana daña la producción, la maduración y la movilidad de los
espermatozoides.
El uso de esteroides anabólicos por atletas, levantadores de pesas y
fisicoculturistas, puede tener efectos adversos sobre los niveles hormonales y
sobre la producción espermática.
La obesidad paterna puede ir acompañada de bajas concentraciones de las
hormonas masculinas y daño en la estructura y función de los espermatozoides
lo que puede programar obesidad y otras enfermedades metabólicas en la
descendencia 93 .
Finalmente, conviene afirmar que el estrés daña la calidad del semen.
Puntos clave:

Adecuados niveles de vitamina D benefician al semen. Tu esposo debe


recibir radiación solar suficiente en su piel desnuda y consumir alimentos
de origen marino: salmón, por ejemplo.
También sugiérele que evite el cigarro, el alcohol, la mariguana, la cocaína
y otras drogas, así como la exposición a insecticidas.
Además, deberá usar ropa holgada, no estar mucho tiempo sentado y no
exponer su cuerpo a baños calientes y saunas porque dañan su esperma.
Hazle saber que el ejercicio mejora la calidad del semen mientras que el
estrés la empeora.

Infertilidad masculina
La infertilidad es la incapacidad para concebir después de relaciones sexuales
frecuentes y sin protección por más de un año. Puede deberse a problemas en el
hombre, en la mujer o en ambos. La esterilidad, por su parte, es la incapacidad
de llevar a término un embarazo y tener un hijo vivo. La prevalencia de la
esterilidad es alta en muchos países y afecta a una de cada 7 parejas siendo la
causa más común la infertilidad masculina presente en el 5% de los hombres.
Muchos factores pueden ser causa de infertilidad y uno de ellos es la baja cuenta
espermática.
En Europa, por ejemplo, se encontró que del 15-20% de los hombres de 18-
25 años de edad tienen menos de 20 millones de espermatozoides por mililitro y
aproximadamente el 40% de ellos tiene menos de 40 millones 94 . Puedo también
señalar que otro factor que afecta la fertilidad son los espermatozoides
defectuosos.
Muchos hombres infértiles producen suficientes espermatozoides como para
lograr la fertilización, pero la mayor parte de estos tiene defectos que impiden
que la concepción se realice. Se ha culpado a la fragmentación del ADN del
espermatozoide de la baja fertilidad y de consecuencias negativas como:
desarrollo defectuoso del embrión, alta frecuencia de aborto involuntario y un
aumento en la incidencia de enfermedades en la descendencia incluyendo
cánceres.
Te causará honda impresión saber que el espermatozoide humano está en
peligro: numerosas investigaciones dejan muy claro que la salud reproductiva
masculina se ha deteriorado en las últimas décadas. Estudios recientes revelaron
que de 1938 a 1990 la concentración de espermas bajó de 113 millones/mililitro
a 66 millones/mililitro mientras que la cantidad de esperma en cada eyaculación
descendió de 3.40 a 2.75 mililitros. Es importante señalar también que aumentó
el número de espermatozoides con forma anormal y baja movilidad 95 .
Otra señal de disminución de la masculinidad, aunada a la baja concentración
de espermas y al bajo volumen de semen es que los hombres de 65 años
examinados en el 2003 tuvieron concentraciones menores de testosterona en
comparación con los hombres de la misma edad examinados en 1988. En tan
solo 15 años se observó ese descenso que va aparejado con una disminución de
la fertilidad. Además, las bajas concentraciones de testosterona están
relacionadas con muchas enfermedades incluyendo: diabetes, obesidad
abdominal, síndrome metabólico, alteración de los lípidos, disminución de la
masa ósea y de la masa muscular, litiasis renal, depresión y disminución de la
calidad de vida 96 .
¡Asómbrate! los testículos actuales son más pequeños. En un estudio hecho
en Finlandia, se comparó el peso de testículos de autopsias realizadas en 1981
con el peso de testículos de autopsias hechas en 1991 y se reportó una
disminución del 11% en el peso testicular 97 . Estos cambios llevan a una
disminución de la masculinidad y se deben en parte a la contaminación química
del ambiente.
Diversos tóxicos que hay en el medioambiente han mostrado afectar la
producción de esperma que lleva a baja cuenta espermática y baja calidad del
semen. Estos tóxicos pueden incrementar el estrés oxidativo en los testículos al
estimular la producción de excesivas cantidades de especies reactivas de oxígeno
(ERO) que dañan las proteínas, los lípidos y los carbohidratos de los espermas y
fragmentan el ADN.
Los aspectos nutricionales inciden también en la baja de la masculinidad. Por
ejemplo: la cantidad de ácidos grasos esenciales ingeridos en la dieta afecta la
fertilidad. Los pacientes infértiles tienen una relación anormalmente alta de
omega-6-omega-3, esto es, exceso de omega-6 y deficiencia de omega-3 98 .
A su vez, la grasa abdominal es un indicador de estrés oxidativo que parece
estar involucrado en la disminución de la calidad del semen. Hombres de parejas
con baja fertilidad sometidos durante 6 meses a un programa de pérdida de grasa
abdominal por medio de asesoría dietética y ejercicio, perdieron grasa abdominal
y al mismo tiempo disminuyó su tasa de fragmentación del ADN espermático.
También hubo recuperación de los perfiles metabólicos con disminución de los
triglicéridos y el colesterol y mejoría en los perfiles hormonales con aumento de
la testosterona. Además, todas las esposas quedaron embarazadas y todas
llevaron a término su embarazo.
Otros compuestos que afectan también la fertilidad masculina son los
fitoestrógenos como los isoflavones, compuestos que se encuentran
principalmente en el frijol de soja y en los productos derivados de la soja. Estos
compuestos tienen actividad estrogénica (funcionan como hormonas femeninas).
Un estudio conducido en la Escuela de Salud Pública de Harvard puso en claro
que los hombres asiáticos que consumen muchos productos de la soja tienen
testículos con menor peso y más baja concentración de esperma 86 .
Numerosas drogas de prescripción pueden producir infertilidad en hombres;
entre ellas: la sulfasalazina utilizada para el tratamiento de los trastornos del
intestino irritable, algunas drogas anti-epilépticas como la carbamazepina y el
valproato y la Cimetidina usada como anti-ulceroso.
Puntos clave:

La masculinidad va en descenso: menor concentración de esperma, niveles


más bajos de testosterona, testículos más pequeños.
Adecuadas concentraciones de vitamina D y ácidos grasos esenciales de
cadena larga omega-3 benefician la fertilidad masculina.
Numerosos químicos ambientales como el bisfenol A dañan la fertilidad.
La grasa abdominal produce oxidación y daña la fertilidad.
Los alimentos a base de soja contienen fitoestrógenos, sustancias que
funcionan como hormonas femeninas y dañan la fertilidad masculina.

Infertilidad femenina
En la mujer, muchos factores pueden ser causa de infertilidad, uno de ellos es la
edad. El punto de máxima fertilidad de una mujer es a los 20 años de edad.
Después de los 35 años y especialmente después de los 40, es más difícil que una
mujer se embarace. El hecho de embarazarse no significa que haya éxito
reproductivo, si tomamos en cuenta que solamente el 30% de las concepciones
(unión óvulo y espermatozoide) llegan a generar un niño vivo; el 30% se pierde
antes de implantarse en el útero, otro 30% se pierde después de la implantación,
pero sin dar síntomas, y 10% son abortos involuntarios que presentan dolor y
sangrado uterino.
La radiación solar es un factor importante para la fertilidad femenina. Los
humanos somos animales diurnos programados por la evolución para vivir
durante el día en el exterior recibiendo luz solar; esto es importante porque,
como ya se ha dicho, la vitamina D se sintetiza en la piel bajo el efecto de la luz
solar.
La vitamina D es una hormona que ejerce un gran número de efectos en todo
el organismo. Antes se creía que solo regulaba el metabolismo del calcio y la
salud de los huesos; sin embargo, abundante investigación reciente indica que
tiene múltiples efectos sobre una variedad de sistemas orgánicos incluyendo el
sistema reproductivo. Se han encontrado receptores para la vitamina D en el
músculo uterino, en el recubrimiento interno del útero (endometrio), en el cuello
del útero y en los tejidos de la glándula mamaria. Concentraciones adecuadas de
vitamina D en la sangre materna son necesarias para la ovulación y la deficiencia
de vitamina D es un obstáculo para el éxito reproductivo.
Otro factor que afecta las posibilidades de concebir es el tipo de grasas de la
dieta. Por ejemplo, alta ingesta de ácidos grasos omega-3 (comer salmón) mejora
las posibilidades de concebir, mientras que una dieta alta en grasas trans (grasa
vegetal hidrogenada, margarina) impide la ovulación (la expulsión del óvulo por
el ovario) 99 .
La obesidad es otro factor adverso para la procreación, debido a que
promueve un estado de oxidación en todo el organismo; esta oxidación acelera el
envejecimiento del óvulo una vez que este ha sido expulsado por el ovario. La
oxidación se da por medio de las especies reactivas de oxígeno (ROS) que se
forman continuamente por las reacciones bioquímicas que se llevan a cabo en
todas las células del organismo. Mientras que el oxígeno en niveles normales es
necesario para que las células vivan, un exceso de éste en forma de especies
reactivas puede dañar el óvulo y comprometer la reproducción. La obesidad
produce trastornos menstruales, impide la ovulación y la fecundación del óvulo
por el espermatozoide e incrementa la frecuencia de abortos involuntarios.
La distribución de la grasa en el cuerpo de la mujer parece tener más relación
con la fertilidad que la obesidad misma. Por ejemplo, se encontró que un
incremento de 0.1 unidades en la relación cintura- cadera hace que disminuya el
30% la posibilidad de concebir por cada ciclo menstrual. Se ha considerado .7
como la relación ideal entre el perímetro de la cintura en relación con el
perímetro de la cadera; por ejemplo, si una mujer tiene 63 centímetros de cintura
y 90 centímetros de cadera, estará en la proporción correcta porque si dividimos
63 entre 90 nos dará 0.7. Sin embargo, si esa mujer aumenta su perímetro de la
cintura a 72 centímetros, habrá incrementado su relación cintura- cadera en 0.1
unidades, porque si dividimos 72 entre 90 resultará 0.8 que equivale a un
aumento de 0.1 unidades 100 . Lo primero que debe hacer una mujer que intenta
embarazarse es reducir la grasa de su abdomen porque esta genera oxidación
sistémica que daña el óvulo e impide la implantación del embrión 101 . Por otro
lado, las mujeres muy delgadas también tienen menos posibilidades de concebir.
El actual aumento en casos de infertilidad puede estar influenciado por la
presencia en nuestro ambiente de múltiples químicos hormonalmente activos.
Por ejemplo, las mujeres que trabajan en la agricultura (en el campo o en
invernaderos) y que están expuestas continuamente a pesticidas tienen un alto
riesgo de infertilidad. También tienen alto riesgo de infertilidad las personas que
consumen mucha cafeína.
Los compuestos del cigarro pueden dañar el proceso reproductivo afectando
directamente al embrión. Varios componentes del cigarro han sido identificados
en el embrión cuando apenas está formado por unas cuantas células y también en
el endometrio (recubrimiento en forma de esponja que tapiza el interior del
útero); esto demuestra que en una mujer que fuma, el embrión comienza su
desarrollo en un ambiente tóxico. Los tóxicos del cigarro afectan el
funcionamiento de los ovarios y la síntesis de las hormonas esteroides
(estrógenos y progesterona) que sostienen el embarazo.
Las sustancias tóxicas del cigarro también impiden el correcto
funcionamiento de las trompas de Falopio que, mediante los movimientos
ciliares y la contracción muscular, deben transportar con éxito al embrión rumbo
a su sitio de implantación en el endometrio uterino. Esta transportación
defectuosa del embrión explica la alta tasa de embarazo ectópico (fuera de lugar)
que se observa en las embarazadas fumadoras.
Los tóxicos del cigarro impiden la vascularización del endometrio la cual es
importante para dotar este tejido de abundante sangre, preparándolo para
alimentar al embrión cuando éste se implante entre el séptimo y el octavo día
después de la fecundación. Los componentes del cigarro también impiden la
relajación del músculo uterino necesaria para favorecer la implantación. Estos
efectos conducen a una falla en la implantación y a un aumento en el riesgo de
aborto involuntario 102 .
Existen otros compuestos químicos sintetizados por el hombre que afectan la
salud reproductiva. En un estudio se encontró que mujeres con altos niveles de
bisfenol A en sangre, cuando fueron sometidas a fertilización in vitro,
presentaron falla en la implantación del embrión; esto significa que el óvulo fue
fecundado exitosamente, pero no se “ancló” en el endometrio para empezar a
nutrirse y murió. Si una mujer consume alimentos o líquidos enlatados puede
sufrir esterilidad 103 porque el bisfenol A produce degeneración del óvulo y
disminuye su sobrevivencia 104 .
En más del 80% de mujeres estériles se encontraron altos niveles de bisfenol
A en la orina, los mismos que se relacionaron con un ovario más pequeño y con
disminución del número de folículos que son las unidades básicas de la biología
reproductiva femenina encargadas de nutrir y madurar al ovocito (precursor
inmaduro del óvulo) y de liberarlo en el momento adecuado.
Las concentraciones en sangre de bisfenol A están también relacionadas con
el aumento en la probabilidad de infertilidad producida por endometriosis,
ovario poliquístico y abortos involuntarios recurrentes.
La actividad física y la alta ingesta de ácidos grasos omega-3 (salmón, atún)
favorecen la fertilidad femenina, mientras que la fertilización de los óvulos
disminuye cuando aumenta el estrés materno.
Otro factor que favorece la fertilidad es la oscuridad. La melatonina es una
hormona que se produce principalmente en la glándula pineal. La producción de
melatonina se estimula en la oscuridad. En la noche, cuando el ojo detecta
obscuridad, manda una señal a la glándula pineal para que ésta produzca
melatonina. Si se enciende una luz, el ojo manda una señal para que se
interrumpa la producción de esta hormona. Por su gran capacidad antioxidante,
la melatonina es protectora del óvulo, por lo tanto, dormir en oscuridad completa
para que se produzca suficiente melatonina beneficia la fertilidad.
El uso regular de suplementos que contengan multivitaminas puede
disminuir el riesgo de infertilidad producidas por trastornos en la ovulación 105 .
Puntos clave:
Sol, salmón, ejercicio, obscuridad completa en la noche y una vida sin
estrés mejoran tu fertilidad.
La cafeína, el alcohol, los insecticidas y los químicos industriales como el
bisfenol A son enemigos de tu fertilidad.

Fecundación “in vitro”


La fecundación in vitro es la unión del óvulo con el espermatozoide en un plato
de laboratorio. El huevo fertilizado se cultiva de 2-6 días en un medio de
crecimiento, luego se implanta en el mismo útero o en el útero de otra mujer con
la intención de establecer un embarazo exitoso. Los niños concebidos in vitro
tienen un riesgo notablemente mayor de presentar defectos congénitos. Además,
comparada con la concepción espontánea, la fertilización “in vitro” se encontró
asociada con un incremento notable en el riesgo de autismo y de retraso mental
en la descendencia 106 .
Puntos clave:

Es preferible que elijas la concepción espontánea y no la asistida.

Espaciamiento entre los embarazos


Las reservas de nutrientes se agotan en la madre con cada embarazo y es
necesario un espacio de tiempo prudente entre un embarazo y el siguiente para
garantizar óptimo aporte nutricional al segundo hijo. En el pasado, este
espaciamiento entre uno y otro embarazo se lograba de manera natural por
medio de la lactancia prolongada que duraba varios años. Los intervalos cortos
entre un embarazo y el siguiente ejercen efectos a largo plazo sobre el estado
nutricional de los niños (desnutrición crónica). Esto se puede comprobar
relacionando los datos antropométricos (mediciones corporales) con los
intervalos entre ambos embarazos 107
Además, los intervalos cortos (de 18 meses o menos) entre un embarazo y el
siguiente están relacionados con: mayor riesgo de mortalidad en el recién nacido
108 , incremento en el riesgo de parto prematuro, menor tamaño en relación con

la edad gestacional y bajo peso al nacer 109 . Está perfectamente bien establecido
también que después de un periodo corto entre un embarazo y el siguiente, el
producto del segundo embarazo es más angosto y más escuálido que el del
primer embarazo, sobre todo si no hay una excelente nutrición materna y si la
piel de la madre no recibe suficiente de radiación solar.
Desgraciadamente, y como era de esperarse, un corto intervalo entre las
gestaciones puede afectar también el desarrollo del sistema nervioso. Los niños
nacidos después de un corto intervalo entre los embarazos están en mayor riesgo
de desarrollar autismo en comparación con el hermano anterior y el riesgo
aumenta cuando los embarazos son separados por menos de un año 110 . También
se encontró asociación entre el corto intervalo entre el nacimiento de dos
hermanos y el riesgo de esquizofrenia del segundo hermano.
Las mujeres que tienen un parto con un intervalo de menos de 12 meses con
el parto anterior, tienen 3 veces más posibilidades de presentar depresión post-
parto causada por el agotamiento extremo de los ácidos grasos
docosahexaenoico y araquidónico 111 que son el alimento cerebral.
Se ha establecido que el intervalo óptimo entre los nacimientos es de 36-56
meses 112 .
Puntos clave:

Si ya tienes un hijo y quieres fabricar otro, debes esperar al menos 3 años


para permitir que tu cuerpo se recargue de nutrientes.

Preparación de la fábrica de humanos


La fábrica de humanos (el organismo materno) como la fábrica de cualquier otro
producto debe estar preparada antes de comenzar el proceso de fabricación
(embarazo). Esta preparación incluye: tener la estructura adecuada, estar limpia
de porquería y tener abundante materia prima (nutrientes).

a) Estructura de la fábrica de humanos


El cuerpo materno debe estar en buena forma antes de la concepción. Un cuerpo
demasiado escuálido difícilmente ofrecerá la abundancia de nutrientes que
necesita un feto para su desarrollo; por otro lado, un cuerpo obeso es un mal
principio para fabricar un hijo: pronto verás por qué.
En Estados Unidos, más del 30% de las mujeres en edad reproductiva son
obesas y un cuerpo materno obeso predice resultados inconvenientes para la
descendencia. Estudios realizados tanto en humanos como en animales
demuestran que la obesidad materna antes del embarazo incrementa el riesgo de
que la descendencia sufra trastornos cardiovasculares y obesidad 113 . Los hijos
de madres obesas también tienen más riesgo de sufrir malformaciones
congénitas tales como defectos cardiacos y espina bífida 114 que es una
malformación congénita que ocurre cuando la columna vertebral del bebé no se
forma normalmente.
Otros estudios han puesto en evidencia que la exagerada circunferencia de la
cintura de la madre es un factor para que su hijo padezca el síndrome metabólico
caracterizado por un grupo de condiciones que incluyen: aumento de la presión
sanguínea, alto nivel de glucosa en sangre, niveles anormales de colesterol y
exceso de grasa alrededor de la cintura; esto trae como consecuencia mayor
riesgo de enfermedad cardiaca, accidente vascular cerebral y diabetes.
Las mujeres embarazadas que son obesas tienen bajas concentraciones de
vitamina D en su sangre porque esta vitamina es soluble en las grasas y se diluye
en su abundante grasa corporal. Esto es grave dado que, como ya sabes, la madre
debe mantener adecuadas concentraciones de vitamina D no solo en su cuerpo,
sino también en el organismo fetal en desarrollo. Está deficiencia de vitamina D
está asociada con menor peso del producto en relación con la edad del embarazo
115 .

En estudios hechos en animales (ratas), se ha comprobado que es la excesiva


acumulación de grasa en la madre antes del embarazo la que induce resistencia a
la insulina y obesidad en la descendencia y no el hecho de que durante el
embarazo la madre consuma una cantidad excesiva de grasas. La insulina es una
hormona producida por el páncreas que ayuda a que las células utilicen la
glucosa como energía. La resistencia a la insulina significa que las células no
responden a esta hormona, aunque el páncreas la produzca en cantidad
suficiente. La resistencia a la insulina a menudo va acompañada de otros
trastornos: diabetes, presión alta, colesterol alto y enfermedad del corazón.
También se comprobó que los niños de madres que son obesas antes del
embarazo presentan con frecuencia sibilancias (ruidos respiratorios que aparecen
en enfermedades obstructivas como el asma y bronquitis) 116 .
El estado de la fábrica de humanos antes de la concepción afecta también el
desarrollo del sistema nervioso porque la obesidad promueve un estado de
oxidación en el organismo materno y esta oxidación es agresiva para el cerebro
del feto. La gordura materna antes del embarazo ha sido ligada con problemas
del comportamiento, con función intelectual disminuida en la descendencia y
con los principales síntomas del trastorno de hiperactividad con déficit de
atención. Los hijos de madres que son obesas antes del embarazo o que han
ganado excesivo peso durante la gestación tienen el doble riesgo de presentar
síntomas de hiperactividad con déficit de atención que los hijos de madres no
obesas 117 .
La Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos realizó un estudio con
niños de escuela primaria y descubrió que los niños de madres que son obesas
antes del embarazo calificaron 3 puntos abajo en lectura de reconocimiento y dos
puntos abajo en matemáticas 118 . En otro estudio, los niños de mujeres que eran
obesas antes del embarazo tuvieron un cociente intelectual (IQ)
aproximadamente 5 unidades menos que los niños de madres que tuvieron un
índice de masa corporal normal antes del embarazo 119 . El índice de masa
corporal (IMC) es el resultado de dividir el peso en kilogramos entre la estatura
elevada al cuadrado. Se considera normal un IMC de 18.5-24.99.
Muchos tóxicos que hay en el ambiente son extremadamente solubles en la
grasa como por ejemplo los compuestos organoclorados persistentes que
incluyen varios pesticidas y los bifenilos policlorinados. Como es fácil entender,
las mujeres obesas pueden acumular grandes cantidades de sustancias tóxicas en
su grasa y enviarlas a su feto durante el embarazo y, después del nacimiento, a su
bebé por medio de la leche 120 .
Puntos clave:

Antes de embarazarte debes estar en tu peso ideal. Si estás obesa, dañas la


calidad de tu futuro hijo.
Tu hijo será más inteligente si tu peso es el adecuado antes de concebirlo.

b) La estructura del futuro padre


La obesidad del futuro padre antes de la concepción daña el ADN del esperma
alterando su estructura molecular. Esto tiene como resultado un incremento en la
incidencia de obesidad y trastornos metabólicos en la descendencia. Se ha
comprobado que un programa de dieta y ejercicio que mejore las condiciones
físicas del padre antes de la concepción, tiene efectos benéficos en la integridad
del esperma que favorecen el estado de salud de la descendencia 121 .

Puntos clave
Un padre con su peso normal es lo ideal para garantizarte un hijo de óptima
calidad.

c) La limpieza de la fábrica de humanos antes del embarazo


Como bien sabes, en los tiempos de la abuela de tu abuela, no había “porquería
química” en los organismos de las mujeres embarazadas. En la actualidad,
incluso los ecosistemas marinos que rodean el polo norte de la tierra, conocidos
como Ártico, están altamente contaminados con pesticidas y metales pesados.
Gran diversidad de estas sustancias químicas ha sido identificada en la grasa de
algunos mamíferos como la foca y el delfín, así como en multitud de peces.
Hagamos un somero estudio del panorama actual para que entiendas qué es lo
que ensucia la fábrica de humanos.
El bisfenol A fue inventado en 1891, los bifenilos policlorinados en 1929; el
DDT empezó a ser usado en 1938 y no obstante que hace 30 años se prohibió la
fabricación y uso de este insecticida a nivel mundial, en el 2006 la Organización
Mundial de la Salud volvió a promover su uso en interiores para controlar el
mosquito vector de la malaria.
Actualmente, el uso de DDT a nivel global es de 5.000 toneladas por año
siendo el principal consumidor la India. Los efectos tóxicos de la exposición
directa al DDT incluyen: anormalidades en el desarrollo, enfermedad del sistema
nervioso, cáncer, diabetes y obesidad. Además, el DDT puede ser causa del
desarrollo transgeneracional de enfermedades; esto significa que esta sustancia
química puede promover enfermedades no solamente en los individuos
expuestos, sino también en sucesivas generaciones nunca expuestas directamente
al pesticida. Entre estas enfermedades se encuentran: la obesidad, enfermedad
renal, testicular y ovárica, así como trastornos del sistema nervioso. La
transmisión transgeneracional será estudiada en un capítulo del apéndice.
Al terminar la segunda guerra mundial, las fábricas que se dedicaban a hacer
armamento comenzaron a fabricar insecticidas. El desarrollo de la industria
química condujo a la creación de nuevas sustancias tóxicas que no existían de
manera natural en el medioambiente. Muchos de estos compuestos son solubles
en las grasas, penetran fácilmente al interior de las células vivas y se acumulan
en los tejidos y en los órganos afectando la salud del hombre y de los animales.
Algunos de estos compuestos tienen una estructura química muy semejante a
la de las hormonas de nuestro cuerpo y pueden imitar o impedir el efecto de
estas y alterar el funcionamiento de nuestros sistemas orgánicos. Por esta razón
han recibido el nombre de perturbadores endocrinos (endocrine disruptors).
Estos compuestos químicos pueden atravesar la placenta y llegar al feto por la
sangre del cordón umbilical. Una vez en el feto, pueden dañar de manera
permanente su cerebro en desarrollo.
Entre los perturbadores endocrinos se encuentran los ftalatos que pueden
contaminar los alimentos, siendo los alimentos empacados la principal fuente de
exposición humana a estos químicos. No solamente los alimentos contienen
ftalatos: una gran variedad de cosméticos contiene dibutil ftalato y dietil ftalato,
que pueden cruzar la piel después de la aplicación y llegar a la sangre materna.
Las mujeres que tienen altos niveles de monoetilexil ftalato medidos antes de la
concepción tienen mayor riesgo de perder su embarazo que las mujeres con
menores niveles 122 .
Otra sustancia tóxica es el bisfenol A que migra de las botellas de plástico
hacia los líquidos que estas contienen y de la laca que recubre el interior de las
latas. Dado que el bisfenol A se encontró en el 99% de las muestras de orina
materna durante el embarazo, parece difícil imaginar organismos de mujeres
embarazadas sin ese químico tóxico circulando por todos sus fluidos corporales.
Antes de embarazarte, debes cerrar la puerta de tu casa a la industria. Esto
significa que dejarás de aplicarte cremas, lociones, talcos, champús, enjuagues,
perfumes, esmalte de uñas y maquillaje. Basta con que laves tu cuerpo con un
jabón sencillo sin color y sin aroma tratando de enjuagar rápidamente para que
las sustancias que contiene el jabón permanezcan el menor tiempo posible en
contacto con tu piel. Cerrar la puerta a la industria significa también comer solo
alimentos naturales no envasados ni procesados.
El estilo de vida, aun antes del embarazo, a menudo incide en el resultado del
mismo. Por ejemplo, un alto consumo de cafeína antes de la concepción
incrementa la frecuencia de aborto espontáneo y este efecto está relacionado con
la dosis 123 .
Los anticonceptivos orales son otra amenaza para la fabricación de un
humano de calidad. Son sustancias sintéticas creadas para imitar el efecto de las
hormonas naturales del organismo femenino. Con frecuencia, la mujer que está
bajo tratamiento con anticonceptivos no se percata de que está embarazada y
continúa tomándolos. El etinilestradiol es uno de los componentes de los
anticonceptivos y es un perturbador del funcionamiento de tus glándulas que
también puede afectar el desarrollo del sistema nervioso del feto y es
considerado un peligroso factor para que se desencadene el autismo en la
descendencia.
Puntos clave:

Antes de embarazarte, debes estar “limpia” de sustancias tóxicas.


Lo único que aplicarás en tu piel es agua y jabón.
Solamente comerás alimentos naturales no procesados, no envasados y no
embotellados.
En tu casa no habrá insecticidas ni aromatizantes, desinfectantes ni otras
sustancias químicas industriales.
Tu casa debe estar libre de polvo. Se encontró que el polvo de la casa
contiene ftalatos.

d) Estado nutricional antes del embarazo


Tu estado nutricional antes de la fecundación tiene tanta importancia para el
desarrollo de tu hijo como tu nutrición durante el embarazo y la lactancia. Los
alimentos reales que el hombre ha comido durante miles de años son los que
deben preparar tu cuerpo para alimentar a tu hijo: nuestros antepasados tomaban
leche cruda de vacas y de otros bovinos que pastaban libres bajo el sol; comían
pescados de mares, ríos y lagos; carne de animales de caza y de animales
domésticos que vivían en el campo y huevos de aves de corral que forrajeaban
comiendo de todo, desde hierba hasta insectos y gusanos.
Abandona para siempre los productos chatarra, los líquidos embotellados, los
alimentos envasados, enlatados y procesados, el pan cargado de grasas malas y
los alimentos azucarados. Busca lo natural: leche orgánica certificada, vegetales
frescos, carne, pescados y mariscos. Más sobre nutrición en el capítulo del
embarazo.
Puntos clave:

Prepara tu cuerpo con una excelente nutrición desde por lo menos 6 meses
antes del embarazo. Tu hijo debe encontrar almacenados todos los
elementos que necesita para formar cada uno de sus órganos.
2
FECUNDACIÓN

Definición: la concepción o fecundación es el proceso mediante el cual el


gameto masculino o espermatozoide y el gameto femenino u óvulo se fusionan
para crear un nuevo individuo. El objetivo básico de la fecundación es la
combinación de la carga genética del espermatozoide con los genes que alberga
el óvulo.

Genes buenos o genes malos


Podemos afirmar que uno de los eventos más decisivos de nuestra vida es el
momento en que nuestros padres se seleccionan uno al otro como pareja, porque
de eso depende la cantidad de buenos y/o malos genes que vamos a heredar de
ambos. También de eso depende la calidad de los genes que vamos a dejar en
herencia a nuestros hijos, nietos y bisnietos. Esto es de fundamental importancia
porque el humano es resultado de la interacción de su carga genética con el
medio ambiente. Empezar la vida con una excelente carga genética es ya una
parte importante del éxito reproductivo.

¿Será varón, será mujer?


El momento de la fertilización es el punto en que nosotros heredamos de nuestro
padre ya sea un cromosoma X o un cromosoma Y que nos determina a vivir una
vida femenina o masculina, ambas profundamente diferentes.
3
EL EMBARAZO

Nuestra vida intrauterina


La calidad de vida de un ser humano dentro del hotel uterino es cuestión de
suerte. Algunos viven apenas 22 semanas y todavía no completamente
desarrollados tienen que abandonar su tibio refugio. Otros, por su parte, se dan el
lujo de permanecer ahí durante 42 semanas o más. También es cuestión de suerte
la atención que recibe cada humano dentro del hotel uterino. ¿Hay suficiente
comida? ¿Hay suficiente oxígeno? ¿Está libre de tóxicos como tabaco, drogas y
alcohol? ¿Es un ambiente terriblemente oxidante porque la madre es obesa?
¿Está contaminado con bacterias y virus? ¿Está saturado de hormonas del estrés?
El medio ambiente en el que pasará tu hijo esa primera etapa de su vida -
etapa prenatal o intrauterina- es crucial para su desarrollo porque determina, de
manera permanente, su calidad. Mal empieza la vida el que se desarrolla en un
ambiente uterino adverso.
Nuestra vida inicia como una pequeña partícula de una sola célula que
contiene el genoma preparado para la replicación. La replicación es el
mecanismo que permite al ADN duplicarse. Durante la replicación, las dos
hebras de ADN se separan y cada una de ellas sirve de plantilla para la síntesis
de una nueva cadena. Por medio de este proceso, la información genética puede
mantenerse a lo largo de incontables generaciones de células. Esta es la base de
la herencia del material genético contenido en los cromosomas de cada célula y
cuyo conjunto recibe el nombre de genoma.
El genoma tiene que ser replicado con gran fidelidad millones de veces desde
la primera célula inicial (que contiene la información genética del
espermatozoide y del óvulo), pasando por la etapa embrionaria (primeras 8
semanas de vida intrauterina), la etapa fetal (de la novena semana de vida
intrauterina hasta el nacimiento), la niñez y la pubertad hasta llegar a la edad
adulta. Aun después tiene que replicarse millones de veces para reponer las
células muertas y las células que se pierden por el desgaste.
La vida de un individuo empieza en el momento de la fecundación que se
lleva a cabo en el tercio distal de la trompa de Falopio, tubo de 10-18
centímetros de largo que se extiende de cada ovario hasta el útero. Antes de la
fecundación, el óvulo secreta sustancias solubles que atraen al espermatozoide,
luego, ambos se unen formando una sola célula. Veintidós horas después de la
fecundación ocurre la primera división celular dando origen a un embrión de dos
células; tres días después de la fecundación el embrión ha sufrido una segunda
división y ya tiene 4 células. La división celular prosigue y 4-6 días después de
la fecundación se forma el blastocisto que es una colección de entre 70-100
células con una cavidad interior llena de líquido. Luego, el embrión se adhiere a
la pared posterior del útero, penetra en ella y empieza a nutrirse de la mucosa
(endometrio), recubrimiento interior de ese órgano. En este momento da
comienzo el embarazo.
Las normas de fabricación de un humano establecen que la fábrica de
humanos (cuerpo materno) debe: a) Tener abundante materia prima (nutrientes),
b) Estar limpia (libre de tóxicos ambientales) y c) Tener harmonía interior (libre
de estrés). Si no se respetan estas normas, se está fallando en la planificación de
la calidad del producto. El capítulo siguiente trata de la primera norma
relacionada con la materia prima.

Nutrición materna durante el embarazo


La mala nutrición materna provoca alteraciones celulares, moleculares,
metabólicas, del sistema nervioso, del sistema endocrino y de la fisiología en
general que resultan en enfermedad en etapas posteriores de la vida.
He dejado claro que una óptima nutrición materna antes de la concepción es
de fundamental importancia para asegurar un medioambiente rico en nutrientes
para la etapa inicial del embarazo porque el almacenamiento de nutrientes no
sucede de manera instantánea en el momento en que estos se ingieren, sino que
es un proceso lento que tarda meses. El embrión, invitado especialísimo a vivir
durante aproximadamente 40 semanas en el hotel uterino, debe encontrar la mesa
espléndidamente servida. Cuando se piensa en la extraordinaria rapidez con que
sucede la reproducción celular en el embrión, es fácil entender que es obligatorio
que la fábrica de humanos tenga un almacenamiento copioso de materia prima
de alta calidad disponible para alimentarlo.
Entre el séptimo y el octavo día después de la concepción, el embrión se
ancla en el endometrio, esponja equipada con una abundante red de vasos
sanguíneos. Se entierra en él y comienza a alimentarse de la sangre de este
tejido. Una vez instalado en su provisional vivienda, el embrión analiza
sistemáticamente qué es lo que tiene a su disposición, esto es, detecta la
concentración de los diferentes nutrientes que se encuentran en la sangre
materna, misma que refleja fielmente tanto la calidad de la dieta materna como
la cantidad de nutrientes almacenados en los tejidos de la madre desde antes de
la concepción. Terminado ese análisis, y basándose en la información obtenida,
el embrión “programa” las características que tendrá cada uno de sus órganos y
sistemas. Muchas de estas características, como la estructura corporal, el
metabolismo y el diseño de su cerebro acompañarán al descendiente hasta el día
de su muerte.
Si bien es cierto que una dieta equilibrada y saludable es conveniente durante
todas las etapas de la vida, durante el embarazo adquiere importancia capital
porque debe proporcionar suficiente energía y nutrientes para satisfacer los
requerimientos usuales de la madre y del feto en desarrollo y debe permitir,
además, que la madre mantenga sus propios almacenes de nutrientes para cuando
llegue la etapa de la lactancia.
Durante el embarazo, la mala nutrición materna daña la placentación. Se
entiende por placentación la formación y crecimiento de la placenta dentro del
útero. La mala nutrición materna puede alterar el tamaño y la forma de la
placenta y reducir la intensidad del flujo sanguíneo, lo que significa menos
nutrientes y menos oxígeno para el feto. Por el contrario, el consumo durante el
embarazo de algunos nutrientes como los ácidos grasos omega-3 de cadena larga
(salmón) tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios asociados con mejor
crecimiento placentario y fetal.
Se sabe con certeza que el consumo de abundantes hidratos de carbono
(azúcares) en etapas tempranas del embarazo frena el crecimiento placentario y
está asociado con bajo peso tanto del producto como de la placenta, sobre todo
cuando va acompañado de una baja ingesta de proteínas provenientes de
productos lácteos, pescados y carne en la última parte del embarazo. Este efecto
podría tener consecuencias a largo plazo para los riesgos de la descendencia de
padecer enfermedad cardiovascular.
La nutrición materna durante el embarazo afecta la composición corporal del
producto. Por ejemplo: midiendo la grasa abdominal en fetos por medio de
ultrasonido a las 19, 30 y 36 semanas de embarazo, se encontró que hay mayor
acumulación de grasa abdominal en el feto cuando la madre ingiere una dieta
pobre en proteínas. Además, la deficiente nutrición materna conduce a la
acumulación excesiva de grasas en el hígado del hijo y eleva el riesgo de
obesidad que se hará manifiesta al llegar la juventud 124 .
La nutrición materna durante la gestación define el número de células madre
que tendrá cada órgano del feto. Las células madre o células troncales (stem
cells) son células que tienen la capacidad de convertirse en muchos tipos
distintos de células en el organismo. Aparte de construir, forman parte de un
sistema reparador ya que pueden diferenciarse para formar el tipo de células de
cada órgano. Por ejemplo, un número adecuado de células madre en el tejido
muscular no solamente determina el volumen de la masa muscular, sino que es
clave para el mantenimiento de esa masa muscular a través de la edad 125 .
Cuando la madre recibe mala nutrición durante el embarazo y la lactancia, se
modifica tanto el número como la actividad de las células madre dando lugar a
que el hijo tenga una composición corporal alterada que incluye reducción en el
volumen de masa muscular y un incremento en la obesidad a expensas de masa
grasa. Así, un número reducido de células madre debido a la mala nutrición
materna puede causar reducción permanente de la masa muscular y aumentar el
riesgo de diabetes en la descendencia.
Los problemas metabólicos maternos como la obesidad, la ganancia
exagerada de peso durante el embarazo, la hipertensión y la diabetes, ponen en
mayor riesgo a la descendencia de padecer autismo y baja puntuación en el
aprendizaje del lenguaje expresivo 126 –127 .
El consumo materno de leche está asociado con mayor ganancia de peso del
feto. Este efecto se debe a las proteínas que contiene la leche más que a las
grasas o hidratos de carbono 128 , mientras que una alimentación materna alta en
grasas puede programar obesidad en la descendencia que persistirá
independientemente de la nutrición que reciba después del nacimiento 129 .
Las adolescentes embarazadas que consumen dietas con gran cantidad de
azúcar pueden tener partos prematuros o niños con peso menor que el
correspondiente a la edad del embarazo 130 .
Los experimentos en animales muestran que la sal es también importante en
el desarrollo del producto. Se comprobó que la descendencia femenina de ratas
alimentadas con una dieta baja en sal presenta altos índices de obesidad
comparada con la descendencia de ratas alimentadas durante el embarazo con
una dieta normal en sal. Además, la restricción de sal durante el embarazo redujo
el peso al nacer tanto de machos como hembras 131 . En ratas también se observó
que la restricción de proteínas en la madre conduce a bajo peso al nacer en la
descendencia y al desarrollo de diabetes 132 . Esto es lo que se conoce como la
Teoría de los Orígenes Fetales de la Enfermedad de los Adultos, propuesta por
David Baker.
Esta teoría, que ha sido apoyada por muchos estudios en todo el mundo,
establece que los factores medioambientales particularmente la nutrición, actúan
durante la vida intrauterina para programar resultados desfavorables en la vida
adulta de la descendencia.
Los descendientes de madres bien nutridas están programados para vivir en
la abundancia; por el contrario, los hijos de madres mal nutridas tienen menor
tamaño al nacer y poseen un sistema metabólico adaptado a la escasez; su madre
los programó para vivir en un mundo de “pobreza” porque es el mundo en que
ella vivió (desde el punto de vista nutricional) su embarazo.
Cuando el hijo de una madre que durante el embarazo tuvo una nutrición
deficiente, se enfrenta a un mundo de abundancia alimentaria, aparecen las
enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares 133 . Esto es lo que se conoce como el “fenotipo ahorrador”. Los
individuos que nacen con este fenotipo a consecuencia de la escasa nutrición
materna, están programados para ahorrar energía previendo periodos de escasez
como los que vivieron dentro del útero. Este ahorro de energía lo hacen
almacenando la mayor cantidad de grasa. Los bebes que tienen más bajo peso al
nacer debido a una deficiente nutrición materna, tienen las más altas tasas de
mortalidad por enfermedades cardiovasculares cuando llegan a la edad adulta.
Los hijos de madres que sufrieron hambruna durante los tres últimos meses
de su embarazo debido a la segunda guerra mundial, fueron diseñados para vivir
en la escasez porque se programó en ellos una pobre capacidad para metabolizar
grandes cantidades de azúcar. Si estos individuos crecieron en un medioambiente
con abundante comida, tuvieron un gran riesgo de desarrollar diabetes 134 .
Por el contrario, las personas que se desarrollaron en un ambiente uterino
nutricionalmente rico, soportan mal los periodos prolongados de hambruna.
Durante la guerra, los prisioneros de estructura robusta no soportaron la grave
restricción de alimentos y murieron primero mientras que algunos individuos de
pequeño tamaño lograron sobrevivir.
Un estado de nutrición fetal deficiente tiene efectos profundos sobre la
formación de los órganos, sobre el crecimiento y sobre la programación fetal y
ha sido asociada con efectos sobre el desarrollo a corto y a largo plazo y con la
aparición de enfermedades en la niñez y en la edad adulta 135 .
Además, la mala nutrición materna impide la transferencia de factores
inmunes de calidad; primero, a través de la placenta en la etapa previa al
nacimiento, y, después del nacimiento, a través de la glándula mamaria. El
desarrollo defectuoso del sistema inmune puede incrementar el riesgo de
enfermedades que incluyen trastornos del desarrollo del sistema nervioso.
Puntos clave:

Es necesario que, a lo largo de todo el embarazo, consumas alimentos de


excelente calidad nutricional. Esto determinará no solo la excelente forma
de tu hijo, sino también la eficacia de su funcionamiento y la presencia o
ausencia de enfermedades relacionadas con el metabolismo.

Nuestra dieta ancestral


Desde el punto de vista nutricional no se puede establecer con claridad hacia
dónde debemos ir sin saber de dónde venimos. Las evidencias muestran que la
evolución del homo sapiens tuvo lugar en los ecosistemas del África Oriental 136
. En lo que se conoce como cinturón tropical de África habitaron, durante
millones de años, nuestros ancestros primates alimentándose de hojas y frutos
del bosque cuya abundante vegetación era mantenida por la humedad que
llegaba arrastrada por los vientos procedentes del Océano Indico y del Océano
Atlántico. Eran totalmente vegetarianos y es fácil imaginar su existencia
placentera saltando de un árbol a otro en busca de hojas y frutos, relativamente a
salvo de depredadores.
En ese lugar, hace aproximadamente 30 millones de años, hubo un cambio
impresionante en el hábitat: al separarse dos placas tectónicas (placas enormes
que forman la corteza terrestre) se formó una gran depresión rodeada de
montañas conocida como Gran Valle del Rift.
La ruptura del continente africano, producida por el Gran Valle de Rift,
condujo a que el lado este del continente se tornara más seco. Esto llevó a la
progresiva desaparición de la densa selva tropical y la aparición de la sabana
poblada de pequeños arbustos. Nuestros ancestros más directos perdieron su
hermosa zona arbolada e instintivamente optaron por buscar un ambiente menos
agresivo porque en la sabana recién formada abundaban carnívoros depredadores
y otros herbívoros que competían con ellos por el alimento. Escogieron vivir en
las márgenes de ríos, lagos y pantanos o en la orilla del mar. Es en estos sitios
donde se han descubierto la mayor parte de sus restos y herramientas.
El Gran Valle del Rift ofreció un ecosistema con abundante “alimento
cerebral”. Las diversas especies de peces que se encuentran en los lagos del
Valle de Rift contienen alta proporción de los ácidos grasos esenciales para la
formación del cerebro humano: el ácido docosahexaenoico y ácido araquidónico
137 .

El consumo constante de peces, así como de moluscos, crustáceos y otras


especies lacustres de las márgenes de los lagos fue el factor que disparó el
crecimiento cerebral desde que nos separamos de un ancestro común con el
chimpancé y el bonobobo, hace entre 5.8 y 7.1 millones de años. El Homo
sapiens no hubiera evolucionado en la sabana porque la expansión del cerebro
humano requiere fuentes abundantes de ácido docosahexaenoico que solo se
encuentran en los ambientes lacustres y marinos 138 –139 .
Como veremos en el siguiente capítulo, las grasas que provienen de
ambientes acuáticos no tienen sustitutos y deben formar parte de la dieta materna
desde antes de la concepción, durante el embarazo y durante la lactancia; son
también elementos básicos durante la niñez y la adolescencia; durante la adultez
y la senescencia.
Los cambios hechos a aquella dieta ancestral son la causa de múltiples
padecimientos y de la degeneración del hombre moderno. Estos son: aumento en
la ingesta de carbohidratos a expensas de disminución en la ingesta de proteínas,
aumento en la ingesta de ácidos grasos omega-6, principalmente el ácido
linoleico procedente de aceites refinados obtenidos de semillas, aumento en la
ingesta de ácidos grasos trans producidos industrialmente, aumento en la ingesta
de carbohidratos refinados, disminución en la ingesta de ácidos grasos esenciales
de cadena larga (como aquellos contenidos en los peces grasos), disminución en
la ingesta de micronutrientes como la vitamina D, el magnesio y el zinc,
aumento en la ingesta de productos alimenticios productores de acidez (carnes
de ganado alimentado con grano) a expensas de disminución de alimentos
productores de alcalinidad (frutas y vegetales) y aumento en la ingesta de sodio
y disminución en la ingesta de potasio.
Todos estos cambios inducen un estado pre-inflamatorio que fácilmente
progresa a un estado de inflamación crónica de bajo grado que afecta
virtualmente todos los órganos y sistemas, empezando en el momento de la
concepción o posiblemente antes afectando la formación del óvulo y del
espermatozoide.
Puntos clave:

El sistema nutricional que formó al genoma humano a lo largo de millones


de años es el único adecuado para que fabriques un hijo de calidad, dado
que nuestro genoma no puede, en cuestión de décadas, adaptarse a los
alimentos falsos que ofrece la industria.

Los ácidos grasos esenciales


Trataré de explicarte de la manera más simple posible el tema de los ácidos
grasos que son las unidades que forman la estructura de las grasas o lípidos y
han sido importantísimos para la supervivencia a través de la evolución porque
son almacenes de energía. Cambiar el tipo de grasas que durante millones de
años han servido para alimentar incontables generaciones de homínidos primero
y luego de humanos, así como cambiar la proporción natural de grasas omega-6
a grasas omega-3 es una ofensa al genoma humano, ofensa que se paga con
degeneración, enfermedad y sufrimiento.
El organismo humano puede sintetizar muchos ácidos grasos, sin embargo,
aquellos que no puede sintetizar reciben el nombre de ácidos grasos esenciales y
deben obtenerse de la dieta. Existen dos ácidos grasos esenciales: el ácido
linoleico (AL) que pertenece a la fila de los omega-6, y el ácido alfa linolénico
(AAL) que es un ácido graso omega-3. Estos ácidos grasos son precursores de
otros dos importantísimos ácidos grasos: el ácido linoleico es metabolizado a
ácido araquidónico (AA) mientras que el ácido alfa linolénico puede ser
metabolizado primero a ácido eicosapentaenoico (AEP) y posteriormente a ácido
docosahexaenoico (ADH).
Fuentes importantes de ácido linoleico son nueces, cacahuates, pistaches,
semillas de calabaza y almendras, así como los aceites de semillas de algodón,
maíz, sésamo, girasol, cártamo y soja. El ácido alfa linolénico se encuentra en
las hojas verdes y en las nueces, así como en las semillas de linaza, mostaza,
colza, y frijol de soja. Alimentos ricos en ácido araquidónico son: yema de
huevo, vísceras y carne muscular de animales terrestres y peces tropicales. Los
alimentos más ricos en ácido docosahexaenoico y su precursor el ácido
eicosapentaenoico son los pescados grasos de aguas frías y/o profundas,
popularmente llamados pescados azules: salmón, atún, caballa, arenque,
merlango, sardina y anchoa, así como los mariscos, por ejemplo: las ostras y los
mejillones. Los peces y mariscos obtienen los ácidos grasos poli-insaturados del
plancton marino que tiene la capacidad de sintetizarlos en grandes cantidades.
El ser humano ha evolucionó consumiendo aproximadamente cantidades
iguales de ácidos grasos omega-6 y omega-3. Durante el siglo pasado este
balance cambió a favor de los ácidos grasos omega-6. La agricultura, la
revolución industrial y las invenciones mecánicas (sembradoras) han llevado a
un dramático incremento en la disponibilidad de aceite de semillas ricos en
ácidos grasos omega-6 (ácido linoleico). La domesticación del ganado y de las
aves de corral resultó en un cambio en la alimentación de estos animales de una
dieta basada en hierba, rica en omega-3, a una dieta basada en granos, rica en
omega-6. El ácido linoleico de las semillas es transformado por el ganado y las
aves de corral en ácido araquidónico (omega-6). Por lo tanto, el ácido
araquidónico es la principal grasa encontrada en la carne usada como alimento
en las culturas occidentales.
Lo contrario sucede en la carne de caza de animales salvajes; esta contiene
aproximadamente la misma cantidad de ácido docosahexaenoico y de ácido
araquidónico semejando el contenido de las fuentes de carne de la dieta
paleolítica. Cuando el ganado se alimenta con una dieta de pasto hay un
incremento de 2.3 veces más ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en sus
carnes comparado con el ganado alimentado con una dieta basada en maíz
ensilado 140 .
Las grasas no solamente sirven para dar energía al cuerpo, sino que son
necesarias en la dieta para que las vitaminas A, D, E y K puedan ser absorbidas
de los alimentos. También son importantes para producir las prostaglandinas que
regulan muchos procesos corporales como, por ejemplo: la inflamación y la
coagulación de la sangre.
Las grasas mantienen la estructura y la función de las membranas de cada
una de las células del cuerpo humano y forman parte del cerebro y de los
nervios. Los ácidos grasos araquidónico y docosahexaenoico son importantes
para la reproducción porque se requieren para el crecimiento de las glándulas
mamarias, de la placenta, del útero y del feto. Estos ácidos grasos protegen
contra el cáncer de pecho dado que modulan el tiempo de comienzo de la
pubertad, el desarrollo de las glándulas mamarias y su composición grasa 141 .
Tanto el ácido araquidónico como el ácido docosahexaenoico son parte
predominante de los lípidos que constituyen las membranas de las células del
cerebro y de todos los tejidos nerviosos. El desarrollo y funcionamiento normal
del cerebro dependen, de manera importante, de suficiente cantidad de estos
ácidos grasos ya que el cerebro humano no puede fabricar ni el ácido
araquidónico ni el ácido docosahexaenoico a partir de sus precursores (ácido
linoleico y ácido alfa linolénico).
Se ha encontrado que solo el 5% del ácido alfa linolénico ingerido se
convierte en ácido eicosapentaenoico y que la conversión de ácido alfa
linolénico en ácido docosahexaenoico es aún más pequeña: en niños del orden de
1% y solo cerca de 0.5% del ácido alfa linolénico dietético es convertido a ácido
docosahexaenoico en los adultos normales que ingieren una dieta
occidentalizada. Esto es preocupante sobre todo para los individuos que no
consumen peces grasos y para los vegetarianos, dado que el ácido
docosahexaenoico es necesario para el desarrollo del cerebro y de la retina 142 .
Aunque los mamíferos tienen las enzimas necesarias para transformar el
ácido linoleico en ácido araquidónico, y el ácido alfa linolénico en ácido
eicosapentaenoico (precursor del ácido docosahexaenoico), los estudios hechos
en humanos revelan que esas vías metabólicas son muy ineficientes como lo
demuestra el hecho de que incluso el consumo de grandes cantidades de ácido
alfa linolénico elevan muy poco las concentraciones sanguíneas de ácido
docosahexaenoico 143 . No debe extrañarte esto considerando que, desde hace
unos 2 millones de años, nuestros ancestros comenzaron a ingerir alimentos de
origen lacustre que contenían estos ácidos grasos ya preformados 144 .
Los niveles dietéticos de ácido docosahexaenoico son hasta 100 veces más
altos en peces marinos o mariscos que en carnes de animales terrestres
considerando pesos equivalentes. El consumo de dos porciones de salmón (150
g. c/u) por semana durante el embarazo incrementa de manera notable los
niveles de ácido eicosapenetaenoico (EPA) y de ácido docosahexaenoico (ADH),
tanto en la sangre materna como en la sangre del cordón umbilical 146 .
Evita el consumo de peces que viven en aguas contaminadas con mercurio,
metal tóxico para el feto. La exposición a mercurio durante el embarazo ha sido
relacionada con defectos del tubo neural, deformaciones del cráneo y cara y
retardo en el crecimiento. El mercurio puede atravesar la placenta y dañar el
cerebro del feto 147 .
La presencia de abundantes ácidos grasos esenciales durante el periodo final
del crecimiento del feto y durante los primeros 5 años de vida fuera del útero es
un factor esencial para el desarrollo óptimo del cerebro. El 90% de la ganancia
de peso observada en el feto en la última etapa del embarazo es grasa. Un recién
nacido a término tiene cerca del 13% de su peso total en forma de grasa que
equivale a unos 500 gramos; esta grasa se encuentra principalmente debajo de la
piel. La madre envía a su hijo con esta reserva de grasa al momento de
nacimiento con el objeto de garantizar un aporte seguro de ácidos grasos
esenciales para el desarrollo de su cerebro, que pasa de 400 gramos de peso al
momento del nacimiento a 1.100 gramos a los 2 años de edad.
Una gran proporción del ácido docosahexaenoico se acumula en el feto
durante el último trimestre del embarazo; sin embargo, los bebés prematuros no
alcanzan a acumular suficiente grasa lo que puede frenar su desarrollo
neurológico. Esto se refleja en un menor volumen cerebral cuando se compara
con el cerebro de niños nacidos a término.
La grasa desempeña una doble función:

a) La producción de cetonas necesarias para la síntesis de compuestos


energéticos. Durante la fase más activa de crecimiento fetal, el cerebro
humano utiliza alrededor del 70% de la cantidad total de energía que
recibe de la madre; después del nacimiento, este porcentaje cae a 60% y
un adulto cuyo cerebro pesa 1,400 gramos utiliza el 23% de la energía
que consume en el funcionamiento de su cerebro.
b) Proporcionar los ácidos grasos docosahexaenoico y araquidónico para la
construcción de las membranas de las células que forman el cerebro.

¿Sabías que cuando hablamos de cerebro humano estamos hablando de un


órgano que tiene alrededor de 100 mil millones de neuronas y más de 100.000
kilómetros de interconexiones? Cada neurona tiene un cuerpo de donde emergen
múltiples ramificaciones llamadas dendritas y, unido al cuerpo, una prolongación
cilíndrica llamada axón (Fig. 1 ). La carencia de ácidos grasos esenciales impide
que se produzcan suficientes neuronas y limita, además, la ramificación
(arborización) de las dendritas y su inter-conexión (sinapsis) con otras neuronas.
Esto se traduce, simplemente, en menor inteligencia.
Cerca del 60% de la materia seca de nuestro cerebro está formada de lípidos,
siendo los más abundantes el ácido docosahexaenoico (ADH) y el ácido
araquidónico (AA); la acumulación de estos ácidos grasos en el Sistema
Nervioso Central es muy rápida durante los 9 meses de la gestación y durante los
primeros 9 meses de vida fuera del útero y la carencia de estos nutrientes durante
el embarazo, la niñez y la juventud es una fuente potencial de problemas serios
para el proyecto de fabricación de un humano, sobre todo considerando que los
trastornos del desarrollo del sistema nervioso son permanentes.
La infancia, la niñez y la adolescencia son tiempos de rápida maduración
neuronal y de exuberante arborización o ramificación neuronal, así como del
desarrollo de millones de interconexiones entre las neuronas y de expansión de
la materia gris.
Todos estos fenómenos dependen de la acumulación de ácido
docosahexaenoico en el cerebro.
Se ha visto que un incremento en la ingesta de ácido alfa linolénico durante
el embarazo no aumenta los niveles de ácido docosahexaenoico ni en la madre ni
en la circulación fetal por lo que son indispensables las fuentes de ácido
docosahexaenoico preformado; es decir: los alimentos de origen marino.
Dada la enorme importancia de una abundante dotación de ácidos grasos
esenciales para el desarrollo cerebral, la placenta concentra y transfiere al feto
más ácido docosahexaenoico y más ácido araquidónico que ácido alfa linoleico y
linolénico. Si las reservas de ácidos araquidónico y docosahexaenoico en la
madre son bajas, hace esa transferencia incluso a expensas de los ácidos grasos
que hay en su cerebro. Literalmente la madre “exprime” su propio cerebro para
cumplir con el mandato que le ordena la evolución: fabricar el mejor producto;
un humano inteligente.
Un espacio demasiado corto entre un embarazo y otro impide que la madre
recupere sus almacenes de ácidos grasos esenciales. Si consideramos que el 95%
de las mujeres embarazadas sufren deficiencia de ácidos grasos esenciales
estarás de acuerdo conmigo en que, si esto no cambia, peligra la inteligencia de
las futuras generaciones.
Puntos clave:

Si comes alimentos de origen marino durante el embarazo tendrás un hijo


muy inteligente.
Amplio lapso de tiempo entre un embarazo y el siguiente = hijo más
inteligente.

Los ácidos grasos esenciales y la inteligencia


Si diriges la mirada a las estadísticas sobre problemas del desarrollo cerebral, la
imagen te resultará perturbadora: el Síndrome de Hiperactividad con Déficit de
Atención (ADHD) ha aumentado el 33% entre 1997 y 2008; los trastornos del
Espectro Autista (ASD) han aumentado el 289.5% en el mismo periodo. En
algunos países (Reino Unido, por ejemplo), el costo de atención a los pacientes
con trastornos cerebrales ha superado ya al costo combinado de las
enfermedades del corazón y del cáncer. Debes ingerir suficiente ácido
araquidónico y suficiente ácido docosahexaenoico preformados y evitar las
grasas perjudiciales (trans) fabricadas por la industria para que el cerebro de tu
hijo se forme correctamente y no se trastorne su desarrollo cognitivo.
El desarrollo cognitivo es un conjunto complejo de funciones que incluyen:
el pensamiento, la memoria, el aprendizaje, la atención y la percepción. Es
influenciado por múltiples factores incluyendo la nutrición. Un desarrollo
cognitivo óptimo es importante para lograr alto nivel educativo. Más educación
significa mejores trabajos, ingresos más altos, próspera posición
socioeconómica, acceso a mejores cuidados de salud, más posibilidad de
vivienda digna, mejor estilo de vida, mejor nutrición y, todo esto junto, significa
una vida mejor 148 .
El ácido docosahexaenoico se encuentra en altas concentraciones en el
sistema nervioso central, especialmente en la materia gris del cerebro y en los
fotorreceptores de la retina y es esencial para el desarrollo óptimo de estas
regiones. Cuando las membranas celulares tienen altos niveles de ácido
docosahexaenoico y de ácido araquidónico, son más delgadas, más elásticas y
más permeables. Estudios recientes indican que la deficiencia de estos ácidos
grasos conduce a una disminución en el tamaño promedio del cuerpo de cada
neurona; neuronas más pequeñas significan menos inteligencia.
Las grasas saturadas, por el contrario, confieren rigidez a las membranas
celulares. Se ha comprobado que la incorporación de ácido docosahexaenoico a
la dieta desplaza los ácidos grasos saturados de las membranas celulares
disminuyendo su rigidez.
La ingesta materna de ácidos grasos durante el embarazo es el determinante
principal de las reservas de ácidos grasos del niño al nacer. Un alto porcentaje de
mujeres embarazadas no tienen suficiente ácido docosahexaenoico para
garantizar el aprendizaje y la función visual de sus niños. Este ácido es necesario
para el desarrollo del sistema nervioso o neurodesarrollo que conduce a la
formación de una extensa red neuronal. Cuando hablamos de neurodesarrollo,
nos referimos a un proceso que tiene varias fases:

a) Durante la fase de multiplicación neuronal, la región germinal del cerebro


produce una gran cantidad de neuronas a partir de las células madre y de
las células progenitoras. La proliferación neuronal ocurre en el lapso de
tiempo comprendido entre las semanas 8-25 del desarrollo fetal.
Se estima que un cerebro humano tiene aproximadamente cien mil
millones de neuronas. Cualquier factor que dañe la multiplicación
neuronal determinará que el cerebro del producto tenga
(permanentemente) un número reducido de neuronas. Dentro de los
factores importantes que limitan la proliferación neuronal podemos
mencionar la “siembra” de pocos receptores para la vitamina D en el
cerebro debida a deficiencia materna de vitamina D, la deficiencia de los
ácidos grasos esenciales docosahexaenoico y araquidónico, y la presencia
de tóxicos ambientales como el bisfenol A.
b) Las neuronas migran del centro hacia la periferia para formar con sus
cuerpos y dendritas la sustancia gris y con sus axones la sustancia blanca
de la corteza cerebral. La migración ocurre de la semana 8 a la semana
34 del desarrollo fetal.
c) A continuación viene el proceso de arborización o ramificación, que
consiste en que del cuerpo neuronal brotan infinidad de ramas llamadas
dendritas.
d) La interconexión de unas neuronas con otras por medio de sinapsis para
formar una extensa red neuronal.
e) Y, finalmente, la mielinización que consiste en que el eje largo de las
fibras nerviosas (axón) se cubre con una sustancia grasa blancuzca, lo
que le da el nombre de materia blanca a la parte del cerebro ocupada por
las fibras nerviosas o axones. El proceso de mielinización comienza
alrededor de la semana 24 del desarrollo intrauterino y se extiende por
varios años a lo largo de la adolescencia, permitiendo el aislamiento de
circuitos y mejorando la velocidad de la conducción nerviosa. La mielina
viene a ser a las fibras nerviosas lo que el recubrimiento de plástico a los
cables de cobre que conducen la electricidad en nuestra casa. La materia
gris, por su parte, está formada por los cuerpos de las células nerviosas
(neuronas) ubicados en la periferia (Figs. 2 y 3 ).

Tanto en primates como en humanos, la falta de acumulación de los ácidos


grasos docosahexaenoico y araquidónico en la corteza cerebral fetal está
asociada con nacimiento prematuro. Esto es importante porque los niños y
adolescentes que nacieron prematuros exhiben deficiencias en el desarrollo de su
sistema nervioso principalmente en el ámbito de la atención y están en alto
riesgo de sufrir trastorno de hiperactividad con déficit de atención, así como de
padecer esquizofrenia 149 . Esto es resultado de una deficiente acumulación de
los ácidos grasos docosahexaenoico y araquidónico en el cerebro.
Los niños y adolescentes nacidos antes de tiempo presentan deficiente
maduración de la materia gris de la corteza cerebral que está formada
principalmente por los cuerpos neuronales y un 40% de su peso está constituido
por lípidos.
En presencia de concentraciones adecuadas de ácido docosahexaenoico y de
ácido araquidónico, las membranas de las neuronas son más delgadas y más
elásticas; esto favorece la arborización, esto es, la formación de ramas con las
que se conectan entre sí.
La niñez y la juventud son fuentes potenciales de problemas serios para el
proyecto de fabricación de un humano, sobre todo considerando que los
trastornos del desarrollo del sistema nervioso son permanentes.
La fase de multiplicación neuronal se ve afectada por la deficiente reserva de
ácido araquidónico y de ácido docosahexaenoico, los cuales constituyen lo que
se conoce como “alimento cerebral”.
Cuando un embrión detecta bajos niveles disponibles de estos ácidos grasos,
programa (lógicamente) la fabricación de un cerebro con escasas neuronas. Esto
lo hace para no “quedar corto” de estos nutrientes durante el proceso del
neurodesarrollo. La escasez de neuronas equivale a deficiente desarrollo
cognitivo (pobre capacidad de aprendizaje) y visual.
Cuando hay deficiencia de ácido docosahexaenoico, los ácidos grasos
omega-6 ocupan su lugar en las membranas de las neuronas; esto es incorrecto
porque sus propiedades funcionales son muy diferentes. Los investigadores han
llegado a la conclusión de que la proporción ideal de ácidos grasos omega-6:
omega-3 debe ser de 2.3 a 1 (dos puntos tres a uno) para garantizar la elasticidad
de las membranas de las células nerviosas y su abundante ramificación e
interconexión con otras neuronas.
Las madres con embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.) o las que dejan
poco espacio entre un embarazo y el siguiente, tienen niveles anormalmente
bajos de ácido docosahexaenoico los cuales disminuyen aún más en cada
embarazo. Esto se comprueba por el bajo contenido de ADH encontrado en la
sangre del cordón umbilical de sus hijos al momento del nacimiento 150 .
Durante el último trimestre del embarazo y durante los primeros meses de
vida extra uterina, hay una aceleración del crecimiento cerebral y un aumento en
la acumulación de los ácidos grasos docosahexaenoico y araquidónico en el
cerebro.
El 70% de las células del cerebro se desarrollan durante el tercer trimestre
del embarazo y en este periodo el feto acumula cerca de 67 miligramos por día
de ácido docosahexaenoico proveniente de la madre 151 .
Hay argumentos sólidos para recomendar una ingesta adecuada de ácidos
grasos docosahexaenoico y araquidónico preformados durante el periodo de
gestación para garantizar el óptimo desarrollo del cerebro fetal.
Los hijos de mujeres embarazadas que recibieron un suplemento de 10
mililitros diarios de aceite de hígado de bacalao a partir de la semana 18 del
embarazo y hasta 3 meses después del parto, calificaron más alto en las
puntuaciones de procesamiento mental evaluado a los 4 años de edad,
comparados con los hijos de madres que recibieron aceite de maíz. Esto indica
que la ingesta de ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga durante el
embarazo y la lactancia puede aumentar el cociente intelectual (IQ) de los niños
152 .

Tanto el ácido docosahexaenoico como el ácido araquidónico son


indispensables para el crecimiento de las neuronas, como lo comprueba un
estudio realizado en ratas en el que se encontró que aquellas que fueron
sometidas durante tres generaciones a dietas deficientes en ácido
docosahexaenoico mostraron una disminución permanente en el tamaño de las
neuronas del cerebro 153 .
Por el contrario, en otro estudio realizado en el Centro de Investigación de
Neurociencias de Irán los investigadores constataron que, alimentando ratas con
una dieta que contenía 6% de nueces durante el embarazo y la lactancia, al llegar
a la edad adulta sus cachorros mostraron mayor capacidad de aprendizaje y más
buena memoria (evaluados con el Laberinto acuático de Morris) que los hijos de
madres con dieta normal. Las nueces son ricas en estos ácidos grasos esenciales.

La incorporación y metabolismo de los ácidos grasos esenciales omega-3 en


el cerebro en desarrollo depende de la composición grasa de la dieta. El
desequilibrio de los ácidos grasos omega-6 en relación con los ácidos grasos
omega-3 afecta el desarrollo del sistema nervioso. La ingesta durante el
embarazo de ácidos grasos en una alta relación omega-6: omega-3 (esto es,
mucho omega-6 y poco omega-3) ejerce influencia negativa sobre el desarrollo
del cerebro, como se comprobó al evaluar el desarrollo del lenguaje de niños a
los 2 años de edad 154 .
Se ha observado que las concentraciones de ácido docosahexaenoico y ácido
araquidónico en la sangre del cordón umbilical reflejan las concentraciones de
estos ácidos grasos en el cerebro del niño.
Altos niveles de ácido docosahexaenoico (ADH) en la sangre materna al
momento del nacimiento están relacionados con mayores niveles de atención en
los niños evaluados en el segundo año de edad. Los niños con más altos niveles
de DHA en el cordón umbilical al nacer tuvieron mejor funcionamiento de la
memoria en la edad escolar 156 y mejores resultados neurológicos a la edad de
5.5 años 157 .
El consumo de alimentos marinos durante el embarazo de menos de 340
gramos por semana fue asociado con un incremento al riesgo de que sus niños
puntuaran bajo en el cociente de inteligencia verbal comparados con los niños de
las madres que consumieron más de 340 gramos por semana. La baja ingesta de
mariscos fue también asociada con el riesgo de malos resultados en la capacidad
de comunicarse, en el comportamiento pro-social (comportamiento social que
beneficia a otras personas), motricidad fina (movimientos que requieren un alto
grado de control y precisión) y con bajas puntuaciones en el desempeño social
(llevarse bien con otros y con la sociedad como un todo) 158 . La recomendación
diaria de ácido docosahexaenoico durante el embarazo varía de 200-300 mg/día.
Los pescados y mariscos son la fuente más importante de ácidos grasos omega-3
que son necesarios para el óptimo desarrollo del sistema nervioso.
No obstante que se recomienda el consumo de pescado durante el embarazo,
se ha demostrado que la ingesta de atún enlatado eleva el riesgo de tener un niño
con bajo peso en relación con su edad gestacional 159 . Debes tener en cuenta los
alimentos enlatados contienen bisfenol A, químico sintético que procede del
recubrimiento interno de la lata; este químico tóxico tiene efecto estrogénico, es
decir, funciona como hormona femenina.
Los niños cuyas madres han comido peces grasos durante etapas tempranas
del embarazo tuvieron un riesgo reducido de hiperactividad y un cociente
intelectual verbal 7.55 puntos arriba que los hijos de madres que no comieron
este tipo de alimentos durante la gestación 160 .
Varios trastornos psiquiátricos han sido relacionados con el metabolismo
anormal de los ácidos grasos esenciales. Bajos niveles de ADH al momento del
nacimiento pueden tener efectos negativos a largo plazo en el comportamiento
tales como depresión y ansiedad que se presentan ya desde la adolescencia o
hasta la edad adulta 161 –162 .
Puntos clave:

El consumo de alimentos del mar como pescados, mariscos y algas marinas


constituye la fuente principal de ácidos grasos de la familia 3, que son los
más escasos (ácido docosahexaenoico y su precursor, el ácido
eicosapentaenoico).
Los alimentos marinos constituyen la materia prima esencial para que
fabriques un hijo de inteligencia brillante.
No olvides comer nueces durante el embarazo y la lactancia: contienen
excelentes grasas para el desarrollo cerebral de tu hijo.

Los ácidos grasos y el comportamiento


Las concentraciones de ácidos grasos en la sangre del cordón umbilical del
recién nacido tienen relación con el comportamiento del niño. Los niños que al
nacer tienen en la sangre del cordón umbilical adecuados niveles de los ácidos
grasos esenciales de cadena larga (docosahexaenoico y araquidónico), ocasionan
menos problemas por dificultades en su comportamiento según evaluaciones
realizadas a los 10 años de edad por medio de un cuestionario contestado por sus
padres. Un adecuado suministro de estos ácidos grasos al feto en desarrollo es
esencial también para evitar problemas emocionales y síndrome de
hiperactividad con déficit de atención en la descendencia 163 .
Puntos clave:

El comportamiento de tu hijo no depende, como pudiera creerse,


exclusivamente de la educación que reciba: depende también, de manera
importante, de un desarrollo correcto de su sistema nervioso que culmine en
la formación de una eficiente red neuronal; éste, a su vez, depende de la
ingesta materna de abundante alimento cerebral (ácido docosahexaenoico y
ácido araquidónico) durante las etapas de la preconcepción, embarazo y
lactancia. Te hago una formal invitación a que empieces a comer salmón.

Los ácidos grasos omega-6 y la inteligencia del niño


Lo mismo que los ácidos grasos esenciales omega-3, los ácidos grasos esenciales
omega-6 como el ácido araquidónico, también son indispensables para la salud
porque el cuerpo humano no puede producirlos. Ya he dicho que la dieta con la
que el humano evolucionó contenía los ácidos grasos omega-6 y omega-3 en una
relación de 1 a 1. Sin embargo, cuando el omega-6 se consume en forma
excesiva produce inflamación y contribuye al desarrollo de enfermedades. En
una dieta típica norteamericana, la cantidad de ácidos grasos omega-6 puede ser
11 a 30 veces mayor que la cantidad de ácidos grasos omega-3. Una dieta
materna con abundantes ácidos grasos omega-6 impide la acumulación de ácido
docosahexaenoico en el cerebro, lo que a su vez conduce a un pobre desarrollo
cerebral afectando la inteligencia del producto 164 .
Puntos clave:

Debes consumir más alimentos marinos ricos en ácido docosahexaenoico


(omega 3) y limitar el consumo de aceites provenientes de granos, leche de
vacas alimentadas con granos, carne de animales alimentados con granos y
huevos de gallinas alimentadas con granos porque estos productos son ricos
en ácido linolénico (omega- 6). Solamente así lograrás un balance adecuado
de estos ácidos grasos necesario para que tu hijo tenga una inteligencia
sorprendente.

Los ácidos grasos trans y la inteligencia del producto


En 1902, el químico alemán Wilhelm Normann patentó un método para
hidrogenar los aceites líquidos y transformarlos en la materia sólida conocida
como manteca vegetal; antes de eso, las grasas dietéticas eran principalmente la
mantequilla, el sebo de res y la manteca de puerco. Después de la hidrogenación,
la manteca vegetal empezó a desplazar a las grasas animales; la manteca vegetal
con saborizantes y colorantes recibió el nombre de margarina que en la
actualidad se usa más que la mantequilla por su bajo precio.
Las mantecas vegetales contienen grasas trans que son grasas insaturadas que
no existen en la naturaleza en cantidades importantes; son grasas creadas
artificialmente por la industria. Las grasas que existen de manera natural están
en una configuración sis. Las grasas vegetales hidrogenadas son grasas trans
porque dos átomos de hidrógeno están colocados de manera diferente. Dado que
las grasas trans no se fabrican en el cuerpo humano, el contenido de estas grasas
en el cordón umbilical refleja fielmente la ingesta materna.
Las mantecas vegetales formadas por grasas trans se encuentran en las pastas
y productos horneados como: galletas, muffins, pasteles, empanadas, pan,
comida rápida, palomitas de maíz y patatas fritas. Las margarinas son también
grasas trans con colorantes y saborizantes.
Las grasas trans cruzan la barrera placentaria y son transferidas al feto; se
han encontrado niveles semejantes en la sangre del feto que en la sangre de su
madre. Las grasas trans bloquean la transferencia de los aceites esenciales
omega-3 al feto y perturban el metabolismo de estos aceites. Además, cuando las
grasas trans se incorporan a las membranas celulares, alteran sus propiedades.
Se demostró que los niños que tienen grasas trans en el cordón umbilical al
momento del nacimiento tienen un pobre desarrollo de su sistema nervioso,
según muestran las valoraciones realizadas a los 18 meses de edad 165 .
Los ácidos grasos trans pueden afectar el crecimiento y el desarrollo fetal al
interferir directamente con el metabolismo de los ácidos grasos esenciales,
dañando las estructuras de las membranas y las estructuras celulares. También
pueden perjudicar de manera indirecta porque limitan el ingreso de ácidos grasos
sis en la madre y en el niño 166 . Los ácidos grasos trans son transportados a
través de la placenta o secretados en la leche humana en proporciones que
dependen de la ingesta materna de estos ácidos. Esto confirma la necesidad
imperiosa de eliminar la ingesta de ácidos grasos trans producidos
industrialmente y de incrementar el ingreso de ácidos grasos omega-3 167 .
Puntos clave:

Para ti, las mantecas vegetales y las margarinas están totalmente prohibidas
durante el embarazo y la lactancia. Vale decir que durante cualquier etapa
de tu vida porque no pertenecen a la evolución y son sumamente dañinas.

Los ácidos grasos trans y la obesidad del niño


El alto consumo durante el embarazo de aceites hidrogenados ricos en grasas
trans, puede causar ya sea un crecimiento exagerado del feto o bien una
reducción del peso corporal medido al momento del nacimiento. Ambas
condiciones pueden traer consecuencias adversas en etapas avanzadas de la vida,
incluyendo obesidad (a expensas de grasa blanca) y diabetes 168 –169 .
Puntos clave:

Si consumes mantecas vegetales y margarinas durante el embarazo estarás


programando que tu hijo sufra obesidad permanente y que tenga un alto
riesgo de padecer diabetes.
No olvides que los productos de panadería son fabricados con manteca
vegetal rico en grasas trans: debes evitar consumirlos.

Consumo de pescado y la duración del embarazo


En el mundo un niño de cada 10 nace prematuramente y las complicaciones
directas de nacer antes de tiempo son responsables de la muerte de un millón de
niños cada año 170 . Se ha comprobado que las mujeres que comen pescado más
de una vez a la semana tienen menor riesgo de dar a luz a un niño prematuro que
las que rara vez comen pescado. Además, las mujeres que comen más pescado (3
veces por semana) dan a luz a recién nacidos con peso superior 171 –172 –173 .
Los niveles de ácido araquidónico han mostrado una correlación positiva con
el peso corporal al nacer. Los efectos promotores del crecimiento del ácido
araquidónico pueden estar relacionados con su función estructural en la
membrana celular; no obstante, el consumo de ácido linoleico (precursor del
ácido araquidónico) no causa incremento en el peso corporal, mientras que el
consumo de ácido alfa linolénico condujo a una disminución del peso corporal
174 . Por eso es necesario, como te he explicado antes, el consumo de los ácidos
grasos preformados tanto de la serie 6 (ácido araquidónico) como de la serie 3
(ácido docosahexaenoico) a partir de alimentos de fuentes marinas.
En un estudio se encontró que la administración de de 600 mg. de ácido
docosahexaenoico por día durante la segunda mitad del embarazo resultó en una
mayor concentración de este en los glóbulos rojos de la sangre materna y en los
glóbulos rojos del cordón umbilical del recién nacido, así como en una mayor
duración de la gestación, mayor peso al nacer y mayor circunferencia cefálica
(que se refleja en más capacidad intelectual 175 .
Puntos clave:

Si comes pescado la duración de tu embarazo será normal, tu hijo tendrá un


peso adecuado al nacer y será súper inteligente.
Elige de preferencia el salmón como importante fuente de ácido
docosahexaenoico.

El consumo de salmón durante el embarazo y la calidad de la


leche materna
El consumo de dos porciones de salmón por semana durante todo el embarazo
modifica la composición que tendrá la leche materna porque mejora las reservas
de ácidos grasos esenciales en el cuerpo de la madre. La leche de las personas
sometidas a este régimen alimentario tuvo altas proporciones de ácido
eicosapentaenoico (80%), ácido docosapentaenoico (30%) y ácido
docosahexaenoico (90%). Este tipo de alimentación mejora el suministro de
estos importantes ácidos grasos para el lactante recién nacido durante las
primeras etapas de la lactancia, favoreciendo el desarrollo de su sistema nervioso
176 .

Puntos clave:

Si consumes salmón durante tu embarazo y durante la lactancia, producirás


una leche con abundante “alimento cerebral”. Esto equivale, simplemente, a
fabricar un hijo de inteligencia superior.

Los alimentos marinos y la ansiedad materna


El estado de estrés durante el embarazo tiene efectos dañinos sobre el producto.
Las hormonas del estrés en cantidades excesivas pueden acortar la duración del
embarazo y dañar el sistema nervioso del niño disminuyendo el volumen de la
materia gris de su cerebro. Además, el cerebro de un producto masculino puede
feminizarse en forma permanente bajo la influencia de altas concentraciones de
hormonas del estrés. Las mujeres que tienen una baja ingesta de pescados y
mariscos durante el embarazo tienen mayor posibilidad de sufrir excesiva
ansiedad comparadas con aquellas que consumen mayores cantidades de estos
alimentos 177 .
Puntos clave:

Si consumes alimentos marinos tendrás mucha tranquilidad y tu hijo será,


simplemente, ¡genial!

Los ácidos grasos omega 3 y la depresión post-parto


La depresión postparto es un problema que afecta al 10-15% de las mujeres en el
periodo inmediato al nacimiento. Se ha encontrado que las madres que
consumen pocos alimentos marinos durante el embarazo tienen bajo el índice
omega y mayor riesgo de sufrir depresión post parto. Este índice es el porcentaje
de ácido eicosapentaenoico y de ácido docosahexaenoico respecto a la cantidad
total de los ácidos grasos presentes en la membrana de los glóbulos rojos. Un
índice omega superior a 7.5 se considera aceptable. El riesgo de depresión
postparto se ve afectado también por una mala relación de ácidos grasos omega-
6: omega-3 cuando hay un exceso de los ácidos grasos de la serie omega-6 178 .
Puntos clave:

Tu hijo “robará” los ácidos grasos de tu cerebro dejándolo en extrema


pobreza a menos que, durante tu embarazo, consumas salmón y otros
pescados grasos ricos en el alimento funcional “anti depresión”: el ácido
docosahexaenoico.

El ácido docosahexaenoico y la función visual del niño


Durante el tercer trimestre de la gestación hay una acumulación de ácido
docosahexaenoico y de su precursor, el ácido eicosapentaenoico, en las
membranas nerviosas de las neuronas de la retina. Los infantes cuyas madres
recibieron suplemento de ácido docosahexaenoico durante el embarazo
desempeñaron significativamente mejor en agudeza visual a los 4 meses
postparto 179 . La administración de suplementos que contienen ácido
docosahexaenoico durante el embarazo, por medio de aceite de pescado, tiene un
efecto positivo sobre la función visual del niño evaluada en la edad escolar.
Puntos clave:

Una alimentación rica en ácido docosahexaenoico durante tu embarazo es


indispensable para evitar consultas con el oculista y la necesidad de que tu
hijo use gafas.

Consumo de pescado y enfermedades alérgicas


En las últimas décadas se ha visto un incremento en la prevalencia de asma,
eczema y rinitis alérgica en los países desarrollados. Esto se debe a una
reducción en el consumo de grasa animal y un incremento en el consumo de
margarinas y aceites vegetales que contienen ácidos grasos poliinsaturados
omega-6 (el ácido linoleico). El ácido linoleico es precursor del ácido
araquidónico, el cual estimula la producción de inmunoglobulina E que
promueve las alergias. En cambio, el ácido eicosapentaenoico de los alimentos
marinos tiene un efecto opuesto e impide la sensibilización alérgica 180 . Tanto el
ácido docosahexaenoico como su precursor el ácido eicosapentaenoico, ambos
provenientes del pescado, tienen efecto antiinflamatorio porque modifican el
contenido graso de las membranas celulares e impiden la oxidación.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el asma puede tener
sus raíces en el medio ambiente intrauterino. En estudios hechos con gran
número de mujeres embarazadas (casi 30.000), se comprobó que el consumo de
pescado durante el embarazo protege a la descendencia contra el asma durante
los primeros 7 años de vida 181 .
En otro estudio se observó que la tasa de riesgo de asma alérgica se redujo el
87% en los hijos de mujeres embarazadas que recibieron cápsulas con aceite de
pescado desde la semana 30 de gestación hasta el día del parto 182 . Un
suplemento de 400 mg. diarios de ácido docosahexaenoico a partir de la semana
18 de gestación a mujeres con una historia de alergia disminuyó la incidencia de
síntomas respiratorios en sus niños 183 .
La suplementación materna con aceite de pescado, en caso de que su
alimentación sea pobre en pescados y mariscos, puede servir para reducir la
prevalencia y la gravedad de varios trastornos alérgicos en el niño como: fiebre
del heno, asma, dermatitis atópica y eczema. Este efecto protector persiste hasta
la adolescencia 184 .
Puntos clave:

Los aceites de origen marino son la mejor forma de mantener a tu hijo


alejado del alergólogo.

Los ácidos grasos esenciales y la obesidad


En estudios hechos en animales se comprobó que una dieta materna que incluya
peces grasos reduce el riesgo de obesidad en la descendencia, siendo esta más
benéfica que la dieta con carne de vacuno 185 . En humanos, las madres que
consumen alimentos ricos en ácido docosahexaenoico durante la segunda mitad
del embarazo tienen niños con ventajas respecto al peso (no obesidad) y mejor
sensibilidad a la insulina 186 . En un estudio se encontró que una mayor
concentración de ácidos grasos esenciales omega-3 tanto en la sangre materna
como en la sangre fetal está relacionada con menor adiposidad (gordura) en los
niños evaluados a los 3 años de edad 187 .
Puntos clave:

Baja concentración de ácido docosahexaenoico en tu cuerpo “programa”


que tu hijo sea obeso y que siga siendo obeso en la edad adulta. Come peces
grasos y tu hijo será ¡escultural!

Los ácidos grasos omega-6 y la obesidad infantil


No solamente la cantidad total de calorías que contiene la dieta materna es
importante, sino también los constituyentes individuales de esa dieta. Por
ejemplo, altos niveles de ácidos grasos omega-6 en la sangre materna estimulan
un aumento de masa grasa en la descendencia, mientras que altos niveles
plasmáticos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 están asociados con un
aumento de la masa magra, constituida esta por: músculos, órganos internos y
huesos. Por lo tanto, niveles elevados de ácidos grasos omega-6 (ácido linoleico)
en la madre conducen a la obesidad infantil 188 .
Puntos clave:

Los aceites extraídos de granos, así como los alimentos que provienen de
animales alimentados con granos, son ricos en ácidos grasos omega-6.
Evítalos porque su consumo excesivo durante el embarazo puede programar
que tu hijo sea obeso durante toda su vida.
Los ácidos grasos esenciales y la salud ósea de tu hijo
El suministro de algunos nutrientes durante la vida fetal y neonatal tiene
importantes efectos sobre la descendencia que persisten durante la edad adulta.
Una dieta materna, durante el embarazo y la lactancia, que contenga una correcta
relación de ácidos grasos omega-6: omega-3 promueve la formación de huesos
con alto contenido mineral y mayor diámetro. Durante la etapa fetal y los
primeros meses de vida extrauterina se programa la robustez del esqueleto,
misma que persistirá en la edad adulta. Los mecanismos reguladores de la
formación ósea se programan en etapas tempranas de la vida (etapa fetal y etapa
de la lactancia) y no se compensan con la introducción de una dieta estándar
después del destete, según se ha comprobado en estudios animales 189 .
Cuando en la dieta materna hay excesivos ácidos grasos omega-6 y pocos
omega-3, los niños nacidos a término tienen huesos más delgados y con menos
minerales según se desprende de mediciones hechas por medio de
absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA) en niños de 8 años de edad
190 –191 .

En otro estudio se comprobó que las concentraciones de ácidos grasos


esenciales en plasma materno medidas a las 37 semanas de embarazo, se
relacionan con las medidas de mineral óseo en los niños a los 4 años de edad 192 .
Puntos clave:

Aparte de la vitamina D, tu hijo necesita los ácidos grasos esenciales


docosahexaenoico y araquidónico en una proporción correcta para formar
un esqueleto fuerte; de lo contrario, tendrás un hijo angosto, alargado y
enclenque.

La vitamina D y la reproducción humana


La vitamina D no es solamente una vitamina sino una hormona; se han
encontrado receptores para la vitamina D en 36 órganos del cuerpo humano,
incluyendo múltiples áreas del cerebro 193 . Esta hormona es un elemento
sumamente importante en la fabricación de humanos.
La vitamina D (la vitamina del sol) ha sido producida en este planeta por el
fitoplancton marino durante más de 500 millones de años. Cuando la vida
comenzó, los primeros organismos aprovecharon las ventajas de la luz solar y la
usaron como fuente de energía para sintetizar carbohidratos (azúcares). Al
mismo tiempo, tuvieron la necesidad de elaborar un protector solar que
absorbiera la radiación ultravioleta (UVB) del sol para minimizar el daño que
ésta pudiera ejercer en algunas moléculas (ácidos ribonucleicos y
desoxirribonucleico). Ese factor de protección solar es el ergosterol que, cuando
se expone a la luz solar, absorbe la radiación ultravioleta B y se transforma en
ergocalciferol o vitamina D2.
La evolución de los humanos tuvo lugar cerca del ecuador, en la franja
tropical que se encuentra situada entre el trópico de Cáncer y el trópico de
Capricornio. En esta latitud, durante millones de años, nuestros ancestros
vivieron recibiendo abundante luz solar la mayor parte del año; este hecho
programó nuestro organismo para que la fuente principal de la vitamina D sea la
que se sintetiza en la piel cuando esta es expuesta a la radiación solar. Menos del
10% de la vitamina D que requerimos proviene de fuentes dietéticas.
En los humanos, la síntesis de vitamina D ocurre cuando la radiación
ultravioleta B (UVB) del sol actúa sobre el 7-dehidrocolesterol que se encuentra
en las células de la piel transformándolo en colecalciferol o vitamina D3. La
mayor parte de la vitamina D se encuentra en la circulación en forma de 25-
hidroxivitamina D, abreviada 25 (OH)D, que se origina de la vitamina D3 y es
necesaria para mantener saludables los sistemas inmune, reproductor, muscular,
esquelético y nervioso.
El efecto de la luz solar sobre la síntesis de vitamina D en la piel de los
humanos depende de muchos factores:

a) La latitud. Es la distancia angular que hay de la línea del ecuador a


cualquier punto en la superficie terrestre. Si una persona vive en la franja
intertropical comprendida entre los 23 grados al norte y los 23 grados al
sur del ecuador, tiene la posibilidad de recibir abundante luz solar la
mayor parte del año. Tal es el caso de los masai que viven en Kenia y en
Tanzania quienes, a pesar de su piel oscura, tienen altas concentraciones
de vitamina D en su sangre (46 nanogramos por mililitro o aún más).
Por el contrario, mientras más alejado del ecuador viva una persona,
ya sea hacia el norte o hacia el sur, menos radiación solar recibe en su
piel porque el ángulo cenit del sol aumenta y la síntesis de vitamina D
disminuye dando como resultado pobres niveles sanguíneos, en algunos
casos de apenas 15 ng/ml. En invierno, viviendo en una latitud arriba o
debajo de los 33 grados, muy poca o ninguna vitamina D puede
producirse en la piel por la exposición solar.
La gente que vive muy al norte o muy al sur del ecuador no puede
fabricar vitamina D hasta por 6 meses al año; sin embargo, muchos
grupos humanos que viven en esas latitudes han sido capaces de
satisfacer sus requerimientos de vitamina D comiendo alimentos ricos en
esa vitamina como grasa de foca, pescados grasos como el salmón,
hígado de oso polar y grasa de ballena.
b) La hora del día. La cantidad de radiación solar B que llega a un
determinado lugar depende el ángulo cenit del sol. Temprano en la
mañana o al final de la tarde, el ángulo cenit del sol es más oblicuo (en
forma similar a la luz solar de invierno) y como resultado, poca vitamina
D puede producirse en la piel antes de las 10 de la mañana y después de
las 6 de la tarde aún en tiempo de verano.
C) La estación del año. Se ha observado un efecto estacional sobre las
concentraciones de vitamina D en la sangre materna siendo estas más
elevadas en verano. En invierno, la cantidad de radiación solar disminuye
mientras que en verano aumenta. Es por eso que se recomienda que la
concepción de un ser humano sea durante el verano para garantizar que la
piel materna sintetice suficiente vitamina D durante el primer trimestre
del embarazo.
d) La altitud sobre el nivel del mar ejerce influencia sustancial en la cantidad
de radiación ultravioleta B (UVB) que penetra en la piel expuesta al sol.
Solamente cerca del 1% de la radiación solar ultravioleta B alcanza a
llegar a la superficie de la tierra aún en verano y al mediodía, porque la
capa de ozono de la estratosfera absorbe eficientemente el 99%. A mayor
altitud, es más corta la distancia que tiene que recorrer la radiación a
través de la capa de ozono; como resultado, la piel puede sintetizar más
vitamina D a mayores alturas.
e) La presencia de nubes impide el paso de la radiación ultravioleta B. Los
humanos que viven en lugares con abundantes nubes gran parte del año
están en riesgo de padecer deficiencia de vitamina D.
f) La polución ambiental con óxido nitroso y ozono que se observa en las
ciudades industriales es otro factor que impide la síntesis de vitamina D
en la piel.
g) El grado de pigmentación de la piel afecta la síntesis de vitamina D.
Después de salir del Valle del Rift y conforme los humanos se
desplazaron gradualmente hacia el norte o hacia el sur del ecuador, su
piel se fue haciendo más y más clara para permitir el paso de los rayos
solares y la síntesis de vitamina D. El problema de la deficiencia de
vitamina D se da cuando una persona de piel oscura repentinamente
emigra a lugares donde hay poca radiación solar. Eso explica por qué el
42% de las mujeres afroamericanas tienen concentraciones séricas de
menos de 15 ng/ml. La mujer embarazada de piel oscura debe recibir más
radiación solar que la persona de piel blanca para garantizar la síntesis de
suficiente vitamina D.
h) La amplitud de la superficie de la piel expuesta a la luz solar determina la
cantidad de vitamina D que se sintetiza: a mayor superficie expuesta,
mayor cantidad se produce. La regla de los nueves ayuda a estimar qué
porcentaje de piel está expuesta a los rayos solares y, en consecuencia,
qué cantidad de vitamina D se sintetiza: la cara equivale a un 9% de la
superficie corporal total; cada brazo, 9%; cada pierna, 18%; el abdomen,
18%, y la espalda, 18%.
i) Un cambio en el estilo de vida también afecta la cantidad de vitamina D
que se sintetiza en la piel. Las personas que pasan del 80-90% del tiempo
en interiores (trabajo, casa, escuela) o en un vehículo, sintetizan poca
vitamina D porque cuando la luz solar que llega a la piel pasa a través de
cristal, plexiglás o plástico, no se produce vitamina D. Además, en
algunas ciudades los altos edificios proyectan sombra durante la mayor
parte del día impidiendo la exposición cutánea a las radiaciones solares.
j) El uso de bloqueadores solares que deviene de la preocupación del
potencial efecto carcinogénico de la luz solar es otra causa de deficiencia
de vitamina D. Sin embargo, los bloqueadores solares que absorben casi
completamente la radiación solar B son virtualmente transparentes a la
radiación ultravioleta A que constituye del 90-95% de la energía
ultravioleta del espectro solar. Por esto, el uso de bloqueadores solares
puede aumentar el riesgo de cáncer de piel (melanoma y carcinoma de
células basales) en lugar de proteger contra esos cánceres. Desde los años
setenta y ochenta, cuando los bloqueadores solares con elevados factores
de protección empezaron a ser ampliamente usados, las tendencias y la
incidencia de mortalidad por cáncer de piel (melanoma) van en aumento
194 –195 .
k) La edad es otro factor que interviene en la eficiencia de la piel humana
para sintetizar la vitamina D. En la piel de los adultos viejos, la
concentración del 7-dehidrocolesterol (precursor de la vitamina D3) es
menor que en los jóvenes. Los adultos jóvenes (20-30 años) incrementan
sus niveles sanguíneos de vitamina D 3 hasta tres veces más que los
adultos mayores (62-80 años) cuando se exponen a la misma cantidad de
luz ultravioleta B.
l) La ropa absorbe la mayor cantidad de la radiación solar e impide la síntesis
de vitamina D en la piel. Las personas que por motivos culturales o
religiosos cubren gran parte de su piel con ropa, están en riesgo de sufrir
deficiencia de vitamina D.

La exposición prolongada a los rayos solares no conduce nunca a intoxicación


por vitamina D porque los mismos rayos solares degradan cualquier exceso de
vitamina D transformándola en muchos productos, algunos de los cuales ejercen
en la piel efectos anti-tumorales 196 . En cambio, sí puede sufrir intoxicación si
toma dosis excesiva de vitamina D.
La misma radiación ultravioleta B que produce la vitamina D también causa
daños que pueden resultar en cáncer de piel en mucha gente. Por esta razón, las
radiaciones ultravioleta B son clasificadas como un carcinógeno de clase 1 por la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Se sabe que la radiación ultravioleta
es responsable de más del 90% de los casos de cáncer de piel en humanos a
través de mecanismos bien definidos que incluyen: la inflamación, el daño al
ácido desoxirribonucleico a través de la producción de especies reactivas de
oxígeno (ROS) y de óxido nítrico, los cambios en los genes y la supresión
inmune (disminución de la vigilancia inmune de la piel).
Estos daños se presentan sobre todo después de quemaduras solares graves.
La exposición del cuerpo desnudo a los rayos solares durante cortos periodos de
tiempo (15-30 minutos) diariamente es poco probable que origine un cáncer.
Además, la piel tiene como respuestas adaptativas a los rayos ultravioleta el
aumento del grosor de la epidermis y el aumento de la pigmentación. La misma
vitamina D protege las células de la piel de las radiaciones ultravioleta.
Lo que incrementa el riesgo de cáncer de piel es una exposición infrecuente
al sol con quemaduras dolorosas, como las de fines de semana o de días festivos
(efecto vacacional), y no una dosis fraccionada de exposición diaria.
La deficiencia de vitamina D es más frecuente en las mujeres que en los
hombres y en las mujeres de piel oscura que en las mujeres de piel blanca. La
deficiencia de vitamina D es muy frecuente en las mujeres embarazadas, según
reportes provenientes de todo el mundo 197 .
En algunas comunidades europeas, especialmente en invierno cuando la luz
solar es escasa, las mujeres embarazadas pueden recibir luz ultravioleta B en
clínicas por medio de lámparas especiales. Hasta los encargados de los
zoológicos saben que la luz solar es indispensable y han colocado lámparas de
luz ultravioleta B para que los reptiles mantenidos en el interior sinteticen su
vitamina D.
Si una exposición sensata al sol no es posible, y no hay un ingreso dietético
suficiente de vitamina D, la única alternativa para la mujer embarazada es la
ingesta de (4,000 IU/día) vitamina D3. Las fuentes dietéticas de la vitamina D3 o
colecalciferol se encuentra en los pescados grasos como el salmón, el atún y la
caballa, en el hígado de ternera, en los productos lácteos, en la carne de animales
domésticos que viven a campo abierto recibiendo luz solar y comiendo pasto y
en la carne de animales de caza.
Es necesario distinguir la vitamina D3 o colecalciferol de la vitamina D2 o
ergocalciferol. La vitamina D3 es la que se produce en la piel de los animales y
del hombre por efecto de las radiaciones ultravioleta B sobre el 7-
dehidrocolesterol. La vitamina D2, en cambio, es producida en las plantas por
acción de los rayos solares sobre el ergosterol. Los investigadores afirman que la
vitamina D2 no es tan activa biológicamente como la vitamina D3 y que la
vitamina D2 tiene una potencia de menos de la tercera parte que la vitamina D 3
para elevar las concentraciones sanguíneas de 25-(OH)D. Además, la vitamina
D2 es poco estable y se descompone fácilmente, sobre todo cuando se expone a
cambios de temperatura o humedad. Por el contrario, la vitamina D3 es más
estable y menos tóxica que la vitamina D2 198 .
La mayor parte de los investigadores están de acuerdo en la siguiente
clasificación del estado de vitamina D en suero sanguíneo: suficiencia más de 30
ng/ml (nanogramos por mililitro), insuficiencia de 20-29.9 ng/ml y deficiencia
menos de 20 ng/ml.
Analizando la relación entre los niveles en sangre de vitamina D y la
mortalidad por cualquier causa se encontró que concentraciones en suero de 30
ng/ml o más estuvieron asociadas con menor mortalidad por cualquier causa que
concentraciones menores a 30 ng/ml 199 . La exposición a la radiación solar está
asociada con riesgo reducido de cáncer de pecho, colon, recto, útero, ovario,
vulva, vejiga, próstata, estómago, riñón, esófago, páncreas, pulmón, endometrio,
linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin 200 ; es decir, las personas que por su
trabajo están expuestas más tiempo a los rayos solares tienen menos riesgo de
padecer estos cánceres. Los fabricantes de bloqueadores solares deberían
especificar que, aplicándose sus productos, el riesgo de cáncer de piel disminuye
(aunque esto es falso), pero el riesgo de padecer los 14 cánceres mencionados
aumenta.
La vitamina D3 lleva a cabo la regulación del sistema inmune y ofrece
protección contra los padecimientos auto inmunes como la esclerosis múltiple, la
diabetes tipo 1, la enfermedad inflamatoria del intestino, la enfermedad de Crohn
y la artritis reumatoide. Además, por efecto de la radiación solar la piel produce
endorfinas que aumentan la sensación de bienestar, alivian el dolor, promueven
relajación y aceleran la curación de heridas. Es importante señalar también que
mientras más señales luminosas de la radiación solar reciba el ojo, mayor
cantidad de melatonina produce la glándula pineal durante la noche; de esta
manera, la luz solar controla el ritmo circadiano.
El incremento en las concentraciones de vitamina D en la sangre logrado con
la exposición a las radiaciones solares es a menudo más efectivo que ingerir
1000 unidades de vitamina D 3 diariamente. Por ejemplo, un baño de sol de
cuerpo entero durante el verano de menos de 30 minutos puede producir más de
20.000 unidades de vitamina D en una persona de piel clara. Siempre se debe
proteger la cara dado que ésta proporciona poca vitamina D y es el área más
expuesta al sol y más propensa a daño y a cáncer de la piel debido a la
exposición frecuente a la luz solar.
Puntos clave:

Aun cuando la industria de los bloqueadores solares proclama que la luz del
sol es peligrosa, ésta es indispensable para la síntesis de vitamina D.
La industria de los bloqueadores solares, al impedir con sus productos la
síntesis de vitamina D en los humanos, les incrementa el riesgo de padecer
14 diferentes tipos de cáncer.
El cáncer de piel ha aumentado en los países donde se usan más
bloqueadores solares.
Mantener nuestra piel sin radiación solar es un comportamiento contrario a
la evolución.
Si tu piel no recibe suficiente radiación solar es necesario que consumas
alimentos ricos en vitamina D o que tomes suplementos de vitamina D en
las dosis que se darán más adelante.
Es imposible que fabriques un humano de calidad sin concentraciones
adecuadas de vitamina D.

La vitamina D y el resultado del embarazo


La presencia de receptores para la vitamina D en los ovarios, útero, placenta y
testículos, indica que la vitamina D ejerce un papel regulador en la fisiología de
la reproducción humana. La vitamina D ejerce una acción antibacteriana y anti-
inflamatoria en el órgano placentario, protegiendo de esta forma el embarazo.
La deficiencia de vitamina D puede ser un factor de riesgo para la pérdida
recurrente del embarazo 201 así como para la aparición de la preeclampsia 202 ,
enfermedad caracterizada por presión arterial elevada, aumento de proteínas en
la orina y ganancia excesiva de peso.
Bajos niveles de vitamina D durante el embarazo pueden aumentar el riesgo
de tener un niño pequeño en relación con la edad del embarazo.
En la madre, la deficiencia de vitamina D está asociada con mayor riesgo de
desarrollar resistencia a la insulina y diabetes mellitus gestacional 203 –204 , así
como de sufrir infecciones vaginales 205 .
El pobre rendimiento muscular es un síntoma bien establecido de deficiencia
de vitamina D; es por eso que la deficiencia de vitamina D está asociada con
mayor probabilidad de operación cesárea debida a insuficiente fuerza muscular
para expulsar el producto 206 . Las mujeres obesas transfieren menos vitamina D
a la descendencia que las mujeres que tienen un peso normal porque la vitamina
D se diluye en los abundantes almacenes de grasa del cuerpo materno. Es más
probable encontrar niveles normales de vitamina D en la sangre del cordón
umbilical de los recién nacidos de madres con peso normal que en los hijos de
madres obesas. Aun cuando una madre obesa tenga concentraciones normales de
vitamina D en su sangre, la sangre del cordón umbilical puede mostrar
deficiencia 207 .
Bajas concentraciones de vitamina D en la sangre materna o en la sangre del
recién nacido están asociadas con mayor incidencia de infección neonatal precoz
208 . Finalmente, bajos niveles de vitamina D durante el embarazo constituyen un

factor de riesgo para el desarrollo de síntomas de depresión después del parto 209
.
Puntos clave:

Si no tienes suficiente vitamina D en tu cuerpo, puedes sufrir preeclampsia,


diabetes e infecciones.
También estás en mayor riesgo de necesitar cesárea para que nazca tu hijo:
¡Asoléate!

La vitamina D y el sistema nervioso del niño


La tendencia durante las últimas décadas a reducir la exposición corporal a los
rayos solares ha traído como resultado que la mayor parte de las mujeres en edad
reproductiva sufran deficiencia de vitamina D. Esto tiene efectos significativos
para el desarrollo del sistema nervioso de la descendencia y puede afectar el
bienestar, no solo del feto en desarrollo, sino de varias generaciones futuras.
El desarrollo del sistema nervioso es un proceso que se inicia en el momento
de la concepción y se extiende a lo largo de toda la vida. Nacemos con un
cerebro que pesa alrededor de 350 gramos y contiene alrededor de 100.000
millones de neuronas, cada una capaz de conectarse con otros miles de neuronas
en lo que se conoce como red neuronal.
Si durante los primeros 3 meses de embarazo las concentraciones de
vitamina D en la circulación materna son bajas, se “sembrarán” pocos receptores
para la vitamina D en el cerebro fetal. Esto es de suma importancia si
consideramos: primero, que el número de receptores que se establece durante
este periodo de desarrollo no aumenta en etapas futuras; segundo, que para que
un órgano responda al estímulo de una hormona necesita tener abundantes
receptores para esa hormona. Un cerebro con pocos receptores será incapaz de
responder a la acción de la vitamina D y esa incapacidad es permanente.
La vitamina D favorece el desarrollo del sistema nervioso que, según te
expliqué anteriormente, consiste en la multiplicación de las neuronas, migración
de las neuronas del centro a la periferia para formar la corteza cerebral, la
arborización neuronal, la interconexión entre unas neuronas y otras y la
mielinización de los axones para formar la materia blanca. La calidad de este
desarrollo define la inteligencia del producto.
Los investigadores comprobaron que la circunferencia de la cabeza del
producto aumenta conforme aumentan los niveles de vitamina D medidos en
sangre materna a las 26 semanas de gestación 210 . La circunferencia de la cabeza
está relacionada con la inteligencia; a mayor circunferencia corresponde mayor
cociente intelectual.
La insuficiencia materna de vitamina D durante el embarazo, medida a las 18
semanas de gestación, está asociada significativamente con trastornos del
lenguaje evaluado a los 5 y 10 años con el Peabody Picture Vocabulary Test
(PPVT).
Los estudios en animales confirman que ratas nacidas de madres deficientes
en vitamina D3 mostraron profundas alteraciones en el cerebro vistas con el
microscopio. Al analizar su corteza cerebral después del nacimiento, se encontró
que era proporcionalmente más delgada comparada con la corteza de ratas de
madres no deficientes en esta vitamina 211 .
En otro estudio se constató que los hijos de madres con altas concentraciones
sanguíneas de vitamina D medidas durante el embarazo tuvieron mejor
puntuación en el desarrollo mental y psicomotor cuando fueron evaluados a los
14 meses de edad 212 .
Puntos clave:

Mientras más sol reciba tu piel desnuda, tu hijo será más inteligente.
Aumentarás puntos al cociente intelectual de tu hijo por cada kilo de
salmón que comas.

La vitamina D y el autismo
El autismo es un trastorno del desarrollo del sistema nervioso caracterizado por
daño en la interacción social y en la comunicación verbal y no verbal y por
comportamientos restringidos y repetitivos. En Estados Unidos, de acuerdo con
el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 1
de cada 68 niños es diagnosticado como autista y la prevalencia va en aumento
anual de entre el 10-17%, generando costos enormes al sistema médico del país.
Se calculó que el costo de mantener a un individuo con trastorno del espectro
autista durante su periodo de vida es de aproximadamente 2.4 millones de
dólares en Estados Unidos y de 2.2 millones de dólares en el Reino Unido. Los
principales componentes del costo para el cuidado de los niños fueron los
servicios de educación especial y la pérdida de productividad paterna. Los
adultos autistas, por su parte, ocasionan gastos en el apoyo de vivienda y por la
pérdida de productividad individual.
Los genetistas no han podido encontrar una mutación genética común que
cause el autismo. Hay quienes han propuesto una nueva teoría para el
componente genético del autismo que involucra el sistema de la vitamina D. Se
descubrió que los niveles de vitamina D en los niños autistas son en gran medida
heredados; esto significa que todos los componentes del sistema de la vitamina
D están bajo control genético. Estos componentes son las enzimas que
transforman la vitamina D en su forma activa (calcitrol), el número de receptores
que tiene cada órgano incluyendo el cerebro, la proteína transportadora de la
vitamina D encargada de llevarla a todos los tejidos del cuerpo y las enzimas
encargadas de su metabolismo final.
Si al nacer el niño la madre lo alimenta con su leche también deficiente en
vitamina D y al destete lo alimenta con cereal y jugos de fruta en lugar de darle
peces grasos de aguas frías, se habrá concretado la tragedia: un niño autista en
casa. Se trata de un niño que tuvo la desventura de formar pocos receptores de la
vitamina D en su cerebro, lo que afectará en forma permanente su
comportamiento y la calidad de vida de sus padres 213 .
Otra de las acciones de la vitamina D es proteger las membranas celulares y
el ácido desoxirribonucleico (ADN) de los ataques del estrés oxidativo, algo
fundamental para la estabilidad del genoma. Es incuestionable, además, que la
vitamina D tiene potentes acciones anti-inflamatorias y es reguladora del sistema
inmune. El autismo se considera una enfermedad auto-inmune porque tanto en
los fetos como en los niños autistas se han identificado varios auto-anticuerpos
(anticuerpos que dañan el propio cuerpo) en el cerebro.
Los estudios muestran que la prevalencia de autismo en Estados Unidos está
inversamente correlacionada con las dosis de radiación solar ultravioleta
recibida. En este país, las radiaciones ultra violeta del sol son más fuertes de
marzo a octubre que en enero 214 . Las tasas de autismo son mayores en aquellos
lugares con más precipitación pluvial y cielos más nublados 215 . Un estudio
reportó que hay una relación entre la prevalencia de autismo en los niños
americanos de 6-17 años y los bajos niveles de vitamina D materna durante el
embarazo.
Dado que la vitamina D desempeña un papel importante en el desarrollo del
esqueleto, si los niños autistas son resultado de deficiente vitamina D deben, en
consecuencia, presentar trastornos en el desarrollo óseo. Eso es lo que demuestra
un estudio: los niños autistas tienen reducción del espesor del hueso cortical, que
es el hueso compacto del esqueleto 216 .
Los niños con trastorno del espectro autista tienen niveles en sangre de
vitamina D significativamente más bajos que los niños saludables. La deficiencia
de vitamina D durante el embarazo y la niñez temprana puede ser un factor que
produce el autismo 216 –218 . El incremento espantoso en la frecuencia de autismo
corresponde al creciente consejo médico de evitar el sol. Los fabricantes de
bloqueadores solares, hambrientos de ganancias, aspiran a que todos los
humanos usen diariamente sus productos; para eso proclaman a viva voz que el
sol es dañino. El médico siempre sumiso, obedece y difunde el siniestro mensaje
contrariando, ni más ni menos, que a la propia evolución.
Puntos clave:

Días soleados y comer rico salmón=menos probabilidades de que tengas un


hijo autista.

La deficiencia de vitamina D y el riesgo de esquizofrenia en la


descendencia
Bajos niveles de vitamina D en el cuerpo materno durante el embarazo pueden
tener un efecto adverso en el desarrollo del cerebro fetal, llevando a la
descendencia afectada a un riesgo aumentado de sufrir esquizofrenia en la edad
adulta.

La vitamina D y la diabetes tipo 1 en el niño


Además de los efectos que la vitamina D ejerce sobre el esqueleto y sobre el
control del calcio, tiene también potentes propiedades moduladoras del sistema
inmune. La diabetes tipo 1 es una enfermedad auto-inmune que resulta de la
destrucción de las células beta localizadas en los islotes de Langerhans de la
glándula pancreática. Estas células son las encargadas de producir la insulina. La
destrucción de las células beta a menudo comienza en la infancia y continúa por
meses o años. La diabetes tipo 1 representa el 90% de los casos de diabetes en
niños y adolescentes y su máxima incidencia ocurre en la pubertad. Usualmente
la enfermedad se diagnostica antes de los 30 años cuando ya se han destruido
aproximadamente el 80% de las células beta.
La incidencia de la diabetes tipo 1 se ha incrementado en todo el mundo y
recientemente se ha inculpado el papel de la vitamina D en la génesis de esta y
otras enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la artritis
reumatoide, la esclerodermia y la psoriasis.
Se comprobó un incremento en la prevalencia de la diabetes tipo 1 en
aquellas latitudes donde la exposición solar es reducida 219 . Por ejemplo, en
Australia, que es un país situado en el hemisferio sur, la prevalencia de diabetes
tipo 1 es hasta 3 veces mayor en la parte sur de este país (donde la radiación
solar es menor) que en la parte norte. Adecuados niveles maternos de vitamina D
durante el embarazo ejercen un efecto protector contra la aparición de diabetes
tipo 1 en la descendencia 220 . Se observó que si una madre toma aceite de
hígado de bacalao (rico en vitamina D) durante el embarazo, el riesgo de
diabetes tipo 1 en su descendencia se reduce 221 .
En muestras de sangre tomadas en la última etapa del embarazo se comprobó
que bajas concentraciones de vitamina D están relacionadas con una tendencia
de más del doble de que la descendencia desarrolle diabetes tipo 1 antes de los
15 años, en comparación con la descendencia de madres con niveles altos de esta
vitamina 222 .
Puntos clave:

Es mejor para ti asolearte y comer salmón que recibir más adelante la triste
noticia de que tu hijo está enfermo (y estará enfermo toda su vida) de
diabetes tipo 1.

La vitamina D y el desarrollo del esqueleto del hijo


El esqueleto fue diseñado por la evolución para proporcionar anclaje a los
músculos, proteger los órganos internos y la médula ósea y ser un depósito de
minerales. Las radiaciones ultravioleta B (UVB) del sol son un factor clave en la
programación del desarrollo óseo.
La vitamina D, particularmente en etapas tempranas del embarazo, ejerce el
papel fundamental de estimular el desarrollo del esqueleto fetal 223 . El contenido
de minerales de los huesos durante la infancia y la edad adulta depende de la
exposición de la madre a las radiaciones solares durante el embarazo 224 . Esto se
debe, como te dije antes, a que las concentraciones de vitamina D en el cuerpo
materno durante los primeros meses del embarazo determinan el número de
receptores para la vitamina D que se “siembran” en los huesos fetales.
La fabricación de un producto con un cuerpo admirable empieza con la
existencia de concentraciones adecuadas de vitamina D en el organismo
materno. Esto define de manera inalterable la excelencia física: la belleza; la
fortaleza.
Si en un hueso hay pocos receptores, ese hueso será delgado y tendrá (para
siempre) escasos minerales. Como te he dicho, la acumulación de minerales en
los huesos depende de dos factores: en primer lugar, del número de receptores
para la vitamina D; en segundo lugar, de las concentraciones de vitamina D en la
sangre. La escasez de receptores ejerce efectos a largo plazo sobre el
subsecuente desarrollo óseo del niño; si tiene escasos receptores, será un
individuo enclenque (toda su vida) porque los huesos con pocos minerales son
poco resistentes y nunca van a cargar abundante masa muscular. Sería absurdo
que un hueso poco resistente se cargara de músculos porque con un esfuerzo
grande se fracturaría.
Además, la escasez de receptores (ya especifiqué que es permanente) se
manifestará en forma de osteoporosis en la edad adulta y en la vejez. Estos
cambios son irreversibles: pocos receptores para la vitamina D “programan” una
estructura corporal enjuta (que no se modifica ni con dieta ni con entrenamiento
físico) y, en la adultez, la presencia de osteoporosis y alto riesgo de fracturas.
Los estudios en animales confirman lo anterior: los descendientes de ratas
deficientes en vitamina D durante el embarazo muestran alteraciones en la
estructura y en la osificación de los huesos confirmada por medio de tomografía
microcomputarizada 225 .
En humanos, por medio de absorciometría de rayos X, los científicos
comprobaron que la deficiencia de vitamina D, medida durante el embarazo, está
asociada a menor masa ósea (densidad mineral ósea) en la descendencia,
evaluada a los 20 años de edad 226 .
En las madres que tienen concentraciones adecuadas de vitamina D durante
el embarazo por los efectos de la luz solar o por la dieta, el crecimiento fetal es
normal, así como la acumulación de minerales en el esqueleto del producto. Un
niño cuya madre tuvo pobres concentraciones de vitamina D durante el
embarazo no mejora la arquitectura de su esqueleto, aunque después del
nacimiento se le administre vitamina D suficiente 227 ; repito: si no hay
suficientes receptores para la vitamina D, esta no ejercerá sus funciones, aún
cuando se administre en grandes cantidades después del primer trimestre de
embarazo.
La vitamina D incrementa la eficiencia del intestino para absorber calcio de
un 10-15% a un 30-40% y para absorber fósforo de un 50-60% a un 80%. Al
mismo tiempo incrementa la reabsorción de calcio por el riñón. Cuando los
niveles de vitamina D son menores de 30 ng/ml, hay una disminución
significativa en la absorción de calcio.
El estado de nutrición materna durante el embarazo determina la masa ósea
de la descendencia y en consecuencia su robustez. Los huesos de niños de 9 años
evaluados por medio de absorciometría de rayos X de energía dual tuvieron más
tamaño y mayor densidad mineral ósea si sus madres se alimentaron durante el
embarazo con gran cantidad de alimentos naturales y pocos alimentos
procesados 228 .
Las deficiencias nutricionales en la vida intrauterina pueden tener
consecuencias permanentes aún cuando se mejore el estado nutricional del niño
después del nacimiento; en consecuencia, un crecimiento deficiente durante el
periodo fetal está asociado con menor masa ósea en el adulto y un aumento en el
riesgo de fracturas.
Está bien documentada la relación entre la estación del año en que ocurre el
nacimiento y el crecimiento longitudinal in útero; la estatura y el peso están
relacionados con el mes en que se nace y con otros factores como la localización
geográfica, el clima y la nutrición materna.
La estatura, la robustez y el desarrollo del sistema nervioso pueden ser
influenciados por factores físicos medioambientales como la acción de los rayos
solares durante el periodo del embarazo. La exposición prenatal a la luz solar es,
sin duda, uno de los determinantes más significativos de la estatura de los
descendientes.
También es importante la radiación solar durante las primeras etapas de la
infancia. El niño que es llevado a la escuela en coche, que permanece varias
horas dentro del salón y que regresa a casa a estar encerrado viendo la televisión
o absorto en sus videojuegos, prácticamente no sintetiza cantidades importantes
de vitamina D en su piel. Todos los niños deben jugar al aire libre recibiendo
abundante luz solar.
El peso al nacer está directamente relacionado con el contenido mineral óseo.
El volumen del fémur fetal, valorado por ultrasonido en 3D, es predictivo de la
tasa de crecimiento y del peso al nacer. La altura de la madre y la concentración
sanguínea de vitamina D tienen un efecto potencial en la mineralización de los
huesos del feto mientras que la obesidad materna ejerce un efecto negativo 229
–223 .

La vitamina D y el calcio son necesarios para mineralizar el esqueleto fetal.


El número de receptores para la vitamina D determinan el grado de
mineralización del esqueleto a lo largo de la vida y éste, a su vez, determina el
número de fibras musculares que tendrá el individuo. Después del nacimiento las
fibras musculares no aumentan en número. Es por eso que una persona cuyo
esqueleto no tuvo una óptima mineralización durante su vida fetal nunca va a ser
robusta: simplemente a ese esqueleto se le asignaron (en el momento de su
fabricación) escasas fibras musculares porque las fibras musculares se asignan
en función del grado de mineralización del esqueleto fetal.
La ingesta materna de leche, grasa y magnesio durante el tercer trimestre del
embarazo, favorece la densidad mineral ósea del hijo, según evaluaciones
realizadas a los 16 años por densitometría ósea 230 . Por medio de ultrasonido, los
científicos confirmaron que el diámetro del fémur del feto está directamente
relacionado con las concentraciones de vitamina D que hay en la sangre materna.
El diámetro del fémur, hueso del muslo que es el más largo, fuerte y voluminoso
del cuerpo humano, 231 predice la robustez del producto, robustez que lo
acompañará durante toda la vida.
La deficiencia de vitamina D materna durante el embarazo puede ser una
amenaza para la vida del recién nacido porque debilita los huesos del cráneo y
aumenta el riesgo de daño al cerebro durante el nacimiento.
Las niñas que nacen con deficiencia de vitamina D tienen una salida pélvica
(estrecho inferior) reducida y una pelvis plana que puede ser un factor de riesgo
para que al llegar a su edad reproductiva necesiten cesárea para dar a luz. Por
otro lado, estas niñas, al llegar la adolescencia, no tendrán la fortuna de lucir una
cadera atractiva porque los bajos niveles de vitamina D durante la vida fetal
condicionaron la siembra de pocos receptores para la vitamina D en su pelvis; a
su vez, la escasez de receptores llevó a deficiente mineralización que restringe la
cantidad de músculo glúteo que va a cargar esa pelvis. El estilo de vida moderno,
que consiste en evitar el sol, es el responsable de que las abuelas tengan la pelvis
más ancha que sus hijas, que sus hijas tengan la pelvis más ancha que sus nietas
y así sucesivamente.
Cuando el embrión detecta que hay bajos niveles de vitamina D en sangre,
diseña la construcción de una osamenta raquítica porque niveles insuficientes de
esta vitamina significan deficiente absorción de calcio y fósforo en el intestino
materno. Es simple y fácil de entender que sería absurdo planear la fabricación
de un esqueleto robusto si, a primera vista, no se encuentra la suficiente materia
prima, en este caso: vitamina D y minerales. Si, por el contrario, el embrión
encuentra niveles adecuados de vitamina D, programará una osamenta recia que
se manifestará en un descendiente con cuerpo atlético.
El músculo esquelético constituye normalmente del 40-50% de la masa
corporal y es el sitio principal para la utilización de los ácidos grasos y de la
glucosa: a mayor número de fibras musculares corresponde mayor gasto de
energía, aun en estado de reposo 232 . Es por eso que la etapa fetal de desarrollo
es crucial para definir la susceptibilidad del producto de padecer obesidad y
diabetes dado que después del nacimiento no aumenta el número de fibras
musculares establecido durante esta etapa.
Si durante la etapa fetal se asignan a ese feto pocas fibras musculares, el
metabolismo de la glucosa se altera y se programan de esta manera “in útero” la
obesidad, la resistencia a la insulina y la distribución de grasa corporal de futuras
generaciones.
En cada generación los cuerpos se hacen más angostos; esto afecta también a
la voz. Por ejemplo, se ha observado que los individuos con voz de tenor están
desapareciendo del planeta. ¿La explicación? La estructura laríngea de un cuerpo
angosto no favorece el desempeño del canto.
El diseño del esqueleto es para siempre porque en el humano adulto el
tamaño del esqueleto no aumenta ni disminuye. Un adulto con esqueleto
formado por huesos delgados no se transforma en un individuo robusto ni con
buena nutrición ni con ejercicio. Así también, un adulto con esqueleto robusto
seguirá siendo robusto, aunque se limite su ingesta alimentaria por periodos
prolongados: robusto nace y robusto muere.
La robustez que tendrá un adulto se puede predecir midiendo durante la
niñez el perímetro de la muñeca y del tobillo. Por ejemplo: un niño no obeso que
a los 4 años tiene un perímetro de la muñeca de 14 centímetros y un perímetro
del tobillo de 17 centímetros, va a ser un adulto robusto.
Puntos clave:

Si recibes suficiente radiación solar y una alimentación a base de alimentos


naturales que incluya pescados grasos como el salmón, tu hijo tendrá una
estupenda estructura corporal.

La vitamina D y la obesidad del descendiente


El bajo nivel de vitamina D se ha relacionado con la gordura. Los científicos
midieron los niveles de vitamina D en la sangre de 977 mujeres embarazadas a
las 34 semanas de gestación; luego, calcularon la masa magra y la masa grasa de
sus descendientes a la edad de 4 y 6 años por medio de absorciometría dual de
rayos-X. El resultado fue que, bajas concentraciones de vitamina D en la sangre
materna, estuvieron relacionadas con mayor masa grasa en sus hijos. La masa
magra está compuesta de todo aquello en el cuerpo que no es grasa: los órganos,
la sangre, los huesos, los músculos y la piel. Si la piel de la madre no recibe
suficientes radiaciones durante la gestación, se programa la obesidad permanente
de su descendencia 233 .

La vitamina D y el desarrollo muscular de la descendencia


También la fuerza muscular de los hijos se programa durante el embarazo.
Cuando hay deficiencia de vitamina D en la sangre materna se “siembran” pocos
receptores para la vitamina D en el tejido muscular del feto y, en consecuencia,
se forman pocas fibras musculares. Cuando se los investigadores estudiaron la
asociación entre las concentraciones de vitamina D en plasma materno a las 34
semanas de embarazo y la fuerza muscular de sus bebés a los 4 años de edad
llegaron a la conclusión de que a mayores niveles de vitamina D en la sangre
materna más fuerza muscular tuvieron sus hijos. Esto confirma que la exposición
intrauterina a adecuadas concentraciones de vitamina D puede influenciar de
manera definitiva y permanente el desarrollo muscular del hijo 234 .

La vitamina D y la caries dental de los niños


Bajos niveles maternos de vitamina D medidos antes del nacimiento están
asociados significativamente con el desarrollo de caries temprana en los bebés,
según evaluaciones realizadas al año de edad 235 . La “siembra” de escasos
receptores para la vitamina D en los tejidos dentales condiciona poca resistencia
dental a la caries que persistirá a lo largo de toda la vida.

La vitamina D y los trastornos de la alimentación


Los trastornos de la alimentación son frecuentes en los jóvenes. Deficiente
vitamina D en la sangre materna medida a los 18 meses de embarazo, predicen la
aparición de trastornos de la alimentación (bulimia nerviosa) en la descendencia
femenina, hecho comprobado con evaluaciones realizadas a los 14, 17 y 20 años
de edad 236 .

La vitamina D y el riesgo de esclerosis múltiple en la descendencia


La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta el cerebro y la médula
espinal; es resultado del daño sobre la vaina de mielina, que es la cubierta
protectora que envuelve las neuronas. La baja exposición materna a las
radiaciones ultravioletas B durante el primer trimestre del embarazo está
asociada con un mayor riesgo subsecuente de esclerosis múltiple en la
descendencia.

La deficiencia de vitamina D durante la gestación y aterosclerosis


en la descendencia
Si durante la etapa fetal una madre es deficiente en vitamina D, en las arterias
coronarias del producto (arterias del corazón) se “siembran” pocos receptores
para la vitamina D. Esto conduce a que el hijo presente aterosclerosis al llegar a
la edad adulta, enfermedad caracterizada por el depósito de sustancias grasas en
las paredes de las arterias. Mientras menos receptores para la vitamina D existan
en sus arterias, más grave será la aterosclerosis. Después del nacimiento no hay
forma de aumentar el número de receptores; quedó establecido desde las
primeras etapas de la fabricación del humano. La aterosclerosis es un riesgo de
infarto del corazón.

Vitamina D y cáncer de piel en el hijo


La deficiencia de vitamina D durante el embarazo condiciona que en la piel del
producto se “siembren” pocos receptores para la vitamina D. Una piel con pocos
receptores es poco resistente a la acción de los rayos ultravioleta. La
señalización de la vitamina D en la piel suprime la formación de tumores en la
epidermis inducida por la radiación ultravioleta del sol. Para que la señalización
de la vitamina D sea captada en la piel es necesaria la presencia de abundantes
receptores. Fabricar un producto con pocos receptores para la vitamina D es
fabricar un producto vulnerable y con alto riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Entiende bien esto: los receptores para la vitamina D protegen contra el cáncer
de piel y no hay forma de aumentar el número de receptores después del
nacimiento; este queda definido durante los primeros meses del embarazo.
El cáncer de piel es raro en las poblaciones que viven recibiendo abundante
radiación solar como los trabajadores del campo. Esto se debe a que las madres
(que lógicamente tienen altas concentraciones de vitamina D) fabrican hijos con
abundantes receptores para esta vitamina. Lo contrario sucede con una madre de
la ciudad que permanece confinada en la casa o en la oficina y es deficiente en
vitamina D. En ese caso, ella fabrica un hijo con pocos receptores para la
vitamina D en su piel quien tendrá un riesgo aumentado de desarrollar cáncer.
Por un lado, los requerimientos de vitamina D del cuerpo humano se
satisfacen principalmente por la fotosíntesis en la piel inducida por la radiación
solar ultravioleta B. Por otro lado, la radiación solar es el factor de riesgo
medioambiental más importante para el desarrollo de cáncer de piel tipo no-
melanoma. Si la piel de un producto tuviera suficientes receptores para la
vitamina D, sería inmune a los efectos dañinos de la radiación solar que solo
ejercería su acción benéfica en la epidermis que es la fabricación de la vitamina
D3 237 –238 .
La frecuencia de cáncer de piel va en alarmante aumento en todo el mundo.
Es fácil predecir que esa tendencia seguirá al alza si tomamos en cuenta que más
de la mitad de las mujeres embarazadas es deficiente en vitamina D y están
fabricando humanos con pocos receptores para la vitamina D en su piel. Se
necesitan abundantes receptores para proteger la piel contra la formación del
cáncer de piel tanto melanoma como no-melanoma.
La exposición del cuerpo sin ropa al sol por cortos periodos de tiempo (5-10
minutos) es poco probable que origine cáncer de piel, mientras que las
quemaduras dolorosas por exposición al sol antes de los 20 años de edad han
sido asociadas con un incremento en el riesgo de todos los tipos de cáncer de
piel. La exposición crónica al sol durante todo el periodo de vida está asociada
con un menor riesgo de melanoma maligno 239 . Es menos probable que este tipo
de cáncer ocurra en adultos que desarrollan ocupaciones en el exterior con
amplia exposición a la luz solar. Además, la incidencia de melanoma es mayor
en el tronco que en las áreas más comúnmente expuestas al sol como la cara y
los brazos. La exposición breve y regular a la luz solar suprime el crecimiento de
las células malignas del melanoma 240 .

Dosis recomendada de vitamina D


Ya te expliqué que la vitamina D debe sintetizarse en la piel bajo el efecto de las
radiaciones solares porque eso es lo normal desde el punto de vista evolutivo.
Cuando las condiciones climáticas o la latitud no lo permitan, es obligado el
suplemento bajo las siguientes normas: las mujeres embarazadas deben tomar
4.000 unidades internacionales de vitamina D 3 diariamente. Los niños durante
el primer año de vida deben recibir un suplemento diario de 400-1000 UI (hasta
2.000 unidades es seguro), niños y adolescentes entre 1 y 18 años un suplemento
diario de 600-1000 UI (hasta 4.000 es seguro) y adultos de más de 18 años un
suplemento diario de 1500-2000 IU (hasta 10,000 es seguro) para prevenir la
deficiencia de vitamina D, de acuerdo con la Sociedad de Endocrinología de
Estados Unidos.
Se recomienda una dieta saludable con gran variedad de frutas y verduras,
granos enteros y productos lácteos. Otras fuentes de vitamina D son los pescados
grasos como el salmón, las carnes magras, pollo, huevos, nueces y productos
lácteos.
Puntos clave:

Sol y salmón son la clave para que tengas niveles óptimos de vitamina D en
tu sangre.
Si no hay abundante sol, es útil que tomes un suplemento de vitamina D 3
de acuerdo a las dosis recomendadas.

Los micronutrientes y el desarrollo del producto


El medioambiente del Gran Valle de Rift donde se dio la evolución humana es
una zona de intensa actividad volcánica por lo que sus suelos son ricos en
minerales. La fábrica de humanos debe poseer reserva suficiente de estos
micronutrientes necesarios para la procreación y el desarrollo.
Aparte de los ácidos grasos omega-3, los humanos y otros seres necesitamos
a lo largo de la vida una serie de nutrientes que desarrollan una amplia gama de
funciones fisiológicas. Estos nutrientes son necesarios en pequeñas cantidades
por lo que se conocen como micronutrientes. La lista de micronutrientes es
bastante larga e incluye:

Ácidos orgánicos: ácido acético, láctico, málico, cítrico, colina y taurina.


Minerales: yodo, boro, cobalto, hierro, selenio, manganeso, zinc,
molibdeno, cromo, fluoruro y cobre.
Vitaminas: vitaminas del complejo B, colina, vitaminas A, C, D, K y
carotenoides.

Los micronutrientes y el desarrollo del producto


Existe una conexión firme entre una ingesta completa en nutrientes y el éxito en
la fabricación de un humano. Una dieta completa que incluya abundantes
micronutrientes es indispensable para el desarrollo de la inteligencia del niño. El
crecimiento de la corteza cerebral durante los últimos dos millones de años
estuvo fuertemente relacionado con la abundancia de ácidos grasos esenciales y
de vitamina D en el oriente africano. Otros nutrientes son también indispensables
para el desarrollo cognitivo del niño. La cognición es el conjunto de funciones
mentales superiores que están a cargo del cerebro tales como el aprendizaje, la
memoria, el pensamiento, la atención y la percepción.

Vitamina B 12
La dieta macrobiótica consiste en cereales integrales, frutas, legumbres,
hortalizas, algas, derivados de la soja (miso y tamari), te verde, ciruelas
umeboshi, pequeñas cantidades de algas marinas, nueces, semillas y alimentos
fermentados. Esta dieta y la dieta del veganismo poseen muy bajo contenido de
cianocobalamina (vitamina B12). La principal fuente de cianocobalamina son los
productos animales.
Se ha observado que niños nacidos de madres vegetarianas, veganas o que
llevan una dieta macrobiótica presentan alteraciones en el desarrollo cognitivo
(inteligencia) por deficiencia de vitamina B 12. Los signos y síntomas anormales
encontrados en estos niños incluyen: apatía, movimientos involuntarios de los
músculos, atrofia cerebral y falta de mielinización de las células nerviosas.
Como ya expliqué previamente, la mielinización consiste en la formación de
mielina que es una sustancia blanca y grasosa que cubre las células nerviosas y
forma una capa aislante. La mielina es necesaria para la conducción de los
impulsos nerviosos entre las neuronas; adicionalmente, protege estas de la
degeneración.
Bajos niveles maternos de vitamina B12 durante el embarazo llevan al
producto a sufrir daño en la memoria a corto plazo y en la capacidad de sostener
la atención, según evaluaciones realizadas a los 9 años de edad 241 .
En un estudio se encontró que los adolescentes macrobióticos tenían
deficiencia de vitamina B 12 y de ácido fólico y, al practicarles pruebas
psicológicas, mostraron daño en el desempeño cognitivo, mismo que puede tener
consecuencias que se pueden observar aún en etapas posteriores de la vida 242 .
La restricción materna de vitamina B12 y de ácido fólico está relacionada
también con un incremento en la cantidad de grasa visceral (gordura) de la
descendencia y con resistencia a la insulina, que no se corrige aun cuando en la
etapa escolar se suministren estos elementos 243 .

Ácido fólico
El ácido fólico y otras vitaminas del complejo B pueden ser fundamentales para
el desarrollo del sistema inmune fetal. Esta vitamina se encuentra en las vísceras
de animales, en las verduras de hoja verde, en los frutos secos y granos enteros y
en la levadura de cerveza. Si no hay una alimentación adecuada con estos
nutrientes, se recomiendan los suplementos del ácido fólico de preferencia desde
un mes antes de la concepción porque tienen un efecto preventivo sobre los
defectos del tubo neural. El ácido fólico es importante para la proliferación
celular, para la reparación de las células del sistema nervioso central y para el
desarrollo del sistema inmune.
El uso de suplementos del ácido fólico está asociado con menor riesgo en el
retardo en el lenguaje en niños evaluados a los 3 años de edad 244 . La
administración de ácido fólico en el periodo periconcepcional (alrededor de la
concepción) previene la mayor proporción (90%) de los defectos del tubo neural
y el 40% de los defectos congénitos del corazón 245 . Altas concentraciones de
ácido fólico en sangre maternal fueron asociadas con mejor desempeño
cognitivo (inteligencia) evaluado a la edad de 9-10 años. La ingesta materna de
ácido fólico durante el embarazo y la lactancia disminuye el riesgo de que el
niño desarrolle autismo 246 –247 .
La suplementación materna con ácido fólico o con ácido fólico + zinc +
hierro reduce el riesgo de disfunción renal y de síndrome metabólico en la
descendencia, mejora el crecimiento lineal y reduce la adiposidad periférica
(gordura) en niños. Las fórmulas con múltiples micronutrientes fallaron en
beneficiar el crecimiento 248 . Por otro lado, el uso de multivitaminas fue
asociado con un incremento modesto de muerte fetal temprana 249 .
Debido a que el folato no se almacena en el cuerpo en grandes cantidades,
cada embarazo agota las reservas maternas de folato las cuales tardan por lo
menos un año en recuperarse. Se ha establecido la deficiencia de folato durante
el embarazo como una causa de esquizofrenia en la descendencia 250 .
Se recomienda que todas las mujeres en edad fértil tomen un suplemento de
ácido fólico de 400-800 microgramos (μg) diariamente de preferencia desde un
mes antes de la concepción. Esta medida ha ocasionado una disminución en la
frecuencia de espina bífida, que es un efecto o abertura en una o más vértebras
de la parte baja de la espalda, y de anencefalia que es una malformación cerebral
congénita caracterizada por la ausencia parcial o total del cerebro, cráneo y cuero
cabelludo.
Puntos clave:

Seguramente tu médico te prescribirá ácido fólico; esto es algo que hacen


de manera rutinaria.

Vitamina A
La vitamina A es un nutriente esencial liposoluble (soluble en las grasas) que se
requiere para la formación de muchos órganos y tejidos. También es
imprescindible para el desarrollo de la inmunidad específica a cargo de los
linfocitos B y de los linfocitos T.
La deficiencia de vitamina A durante el embarazo puede causar disminución
(permanente) en el número de nefronas en la descendencia y subsecuentemente
enfermedad renal e hipertensión. La nefrona es la unidad funcional del riñón
encargada de filtrar las sustancias de desecho de la sangre para eliminarlas a
través de la orina. Un número escaso de nefronas está ligado a mayor riesgo de
hipertensión arterial, de insuficiencia renal y necesidad de diálisis 251 .
La deficiencia de vitamina A también puede causar intolerancia a la glucosa,
lo que puede ser factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, así como
una disminución en el número de células del sistema inmune (linfocitos de la
pared intestinal) y, en consecuencia, mayor susceptibilidad a infecciones.
Además, la ingesta limitada de vitamina A durante el embarazo incrementa el
riesgo de hernia diafragmática congénita en la descendencia 252 .
La vitamina A es un factor esencial para el neurodesarrollo porque promueve
la expresión y la regulación genética, así como la correcta proliferación y
migración neuronal. La deficiencia de vitamina A durante el segundo trimestre
del embarazo incrementa más de tres veces el riesgo de que la descendencia
desarrolle esquizofrenia en la edad adulta 253 .
Las fuentes dietéticas de vitamina A incluyen huevos, queso y yogur, así
como las frutas y verduras amarillas y anaranjadas: espinacas, brócoli,
zanahoria, mango, papaya, melón, col rizada y calabaza.

Colina
La colina es un nutriente que pertenece al grupo de las vitaminas B; se encuentra
en alimentos de origen animal (huevos, hígado de ternera) así como en alimentos
de origen vegetal como la soja y el germen de trigo. Es precursor del
neurotransmisor acetil colina y desempeña un papel fundamental en el desarrollo
del sistema nervioso central 254 . La deficiencia materna de colina durante las
etapas tempranas de la gestación afecta la función cognitiva (inteligencia) de la
descendencia. Alta ingesta de colina durante la gestación se ha encontrado
asociada con mejor memoria visual de los niños evaluados a los 7 años de edad
255 . La memoria visual es la capacidad de recordar caras e imágenes.

La colina está presente como un componente natural en muchos alimentos;


principalmente en: huevos, peces, legumbres (soja), nueces y en los órganos de
los animales.

Zinc
La deficiencia de zinc es un problema importante que afecta al 40% de la
población mundial. De acuerdo con estudios realizados por científicos de la
Universidad de Harvard, las concentraciones atmosféricas elevadas de dióxido
de carbono (CO2 ), resultado de la quema de combustibles de carbono, producen
disminución del contenido de zinc y otros nutrientes en los cultivos alimenticios
y son causa importante de la deficiencia de zinc a nivel global 256 . El zinc es un
factor necesario para que más de 200 enzimas realicen múltiples actividades
metabólicas incluyendo la síntesis de proteínas y de ácidos nucleicos (ADN y
RNA). Sin éste no se realizan estas actividades enzimáticas.
La deficiencia de zinc durante el embarazo restringe el crecimiento fetal
incrementando el riesgo de que el producto presente bajo peso al nacer. Esto es
importante dado que, de acuerdo a lo establecido por el Dr. Baker y
colaboradores, el retardo en el crecimiento fetal está altamente correlacionada
con alto riesgo de el producto sufra enfermedades metabólicas (obesidad,
diabetes) y no metabólicas (hipertensión, enfermedad cardiovascular) al llegar a
la edad adulta 257 .
La deficiencia materna de zinc durante el embarazo se ha relacionado
también con parto prematuro, aborto, muerte fetal y defectos del tubo neural.
El zinc es un nutriente esencial para la formación del cerebro, sobre todo en
la etapa de migración neuronal, e indispensable para la correcta conformación de
la inteligencia. Su deficiencia está relacionada con alteraciones en la estructura y
la función del cerebro y con el síndrome del espectro autista. Más del 50% de los
niños autistas de 3 años de edad tienen deficiencia de zinc 258 .
La restricción de zinc durante el embarazo puede contribuir a presión arterial
elevada y lesiones en el riñón del producto cuando este llegue a la edad adulta.
Entre los daños renales se encuentra una disminución en el número y el tamaño
de las nefronas, que son las unidades funcionales del riñón. Al haber pocas
nefronas, disminuye la tasa de filtración glomerular. Esto puede ocasionar
hipertensión arterial. Adicionalmente, la deficiencia intrauterina de zinc puede
contribuir a una disminución en la sensibilidad a la insulina y a un aumento en la
ganancia de peso en la edad adulta.
Muchos alimentos son ricos en zinc, entre ellos: ostras, salmón, semillas de
calabaza, semillas de ajonjolí, chocolate negro, camarones, semillas de sandía,
garbanzos, cangrejos, yema de huevo, langosta, espinaca, cordero, linaza, carne
de cerdo, arroz integral y levadura de cerveza. No se recomienda en la actualidad
el uso de suplementos de zinc en el embarazo excepto en áreas donde las
deficiencias de zinc son comunes.

Calcio
La ingesta inadecuada de calcio durante el embarazo puede programar
hipertensión, resistencia a la insulina y obesidad en la descendencia. Los
alimentos de origen animal como la leche, huevo y pescados contienen calcio.
Entre los vegetales ricos en calcio están las espinacas, col rizada, cebolla, berros
y brócoli.

Hierro
La deficiencia de hierro es común tanto en los países en vías de desarrollo como
en los países desarrollados. Afecta el 30% de las mujeres embarazadas y su
descendencia. Los hijos de madres con anemia presentan disminución en el
desempeño de pruebas mentales y psicomotoras. El hierro es necesario para
asegurar la oxigenación y para proporcionar energía al tejido cerebral. Se ha
encontrado deficiencia de hierro en niños con el Síndrome de Déficit de
Atención.
El hierro se asimila mejor de fuentes de origen animal. Contienen hierro los
pescados, mariscos, cereales integrales, yema de huevo y vísceras. El hierro de
origen vegetal se aprovecha mal en el organismo porque estos contienen
sustancias que dificultan su absorción: el ácido fítico (se encuentra en lentejas,
garbanzos y cereales integrales), el ácido oxálico (presente en espinacas, acelgas,
coles, espárragos y chocolate) y los taninos (café, te).

Yodo
La principal causa de retardo mental en todo el mundo es la deficiencia de yodo.
Las hormonas tiroideas juegan un papel esencial en el desarrollo del sistema
nervioso central durante la vida fetal y durante los primeros años de vida fuera
del útero; el yodo es un micronutriente necesario para la producción de estas
hormonas por la glándula tiroides.
La mayor parte de yodo que hay en el mundo se encuentra en el océano. Los
humanos que viven en zonas alejadas del mar donde hay poco yodo en la corteza
terrestre pueden presentar deficiencia de este elemento químico. En estas áreas,
se recomienda la ingesta de sal yodada para cumplir la ingesta diaria
recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) DE 250 μg/día.
Entre las fuentes naturales de yodo están los productos de mar como las
algas y algunos peces como el bacalao, el róbalo, la lubina, la perca de mar y el
abadejo, así como las plantas que crecen en suelos ricos en yodo.
Las bajas concentraciones de hormona tiroidea en la madre, debida a una
deficiencia de yodo, resultan en una reducción crítica de las fuentes de hormona
tiroidea disponible para el cerebro fetal en desarrollo. Los niños nacidos de
madres con hipotiroidismo (bajos niveles de hormonas tiroideas) durante el
embarazo tienen menores niveles de cociente intelectual (IQ) 259 . Investigadores
de la Universidad de Messina, Italia, descubrieron que el 68.5% de los hijos de
madres que viven en un área deficiente de yodo fueron diagnosticados con
Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención (ADHD) mientras que
ninguno de los hijos de las madres que viven en áreas de suficiente yodo fue
diagnosticado con ese síndrome 260 .
La deficiencia de yodo durante la primera mitad del embarazo puede ser
causa de autismo en la descendencia. 50 niños autistas y sus madres fueron
estudiados y comparados con otros 50 niños no autistas y sus madres: se
encontró que 54% de los niños autistas y 58% de sus madres eran deficientes en
yodo, mientras que ningún niño y ninguna madre del grupo no autista tenían esta
deficiencia 261 .
La deficiencia severa de yodo durante el embarazo incrementa la tasa de
aborto espontáneo, reduce el peso al nacer, incrementa la mortalidad infantil y
puede causar cretinismo en los niños, caracterizado este por: enanismo,
deficiencia mental, rasgos faciales toscos, piel seca y engrosada y voz ronca. En
áreas de deficiencia severa de yodo, la madre debe recibir suplementos de yodo
desde antes del embarazo o en el embarazo temprano para prevenir el daño fetal.
Esto puede mejorar el desempeño cognitivo de su descendencia.

La obesidad materna y su influencia en la calidad del producto


La obesidad afecta casi a la tercera parte de las mujeres embarazadas y puede
causar muchas complicaciones en el feto que incluyen: defectos del tubo neural,
espina bífida, anomalías cardiovasculares, labio y paladar hendido, atresia ano
rectal, hidrocefalia, malformaciones por reducción de extremidades 262 –263 ,
enfermedad grasa del páncreas 264 e hígado graso no alcohólico 265 .
La obesidad está bien caracterizada como un estado de inflamación
sistémica, es decir, es una inflamación que afecta a todo el organismo. Esta
inflamación puede ser transmitida al cerebro de la descendencia, especialmente
al hipocampo que es un componente principal del cerebro de los humanos y
otros vertebrados.
El hipocampo desarrolla múltiples funciones: en primer lugar, el hipocampo
tiene un efecto inhibitorio; los animales con daño en el hipocampo tienden a ser
hiperactivos. En segundo lugar, el hipocampo está relacionado con la memoria;
pacientes que han sufrido daño en el hipocampo presentan amnesia
(imposibilidad de recordar). Por último, el hipocampo está relacionado con el
espacio y puede considerarse como un mapa o representación a nivel mental del
entorno del medioambiente. Los animales con el hipocampo dañado tienen
pérdida de la memoria espacial. Sin un hipocampo completamente funcional, los
humanos no saben dónde han estado ni cómo llegar a donde van. En cambio, los
taxistas, que tienen que aprender un gran número de lugares y las rutas más
directas entre ellos, tienen un hipocampo más grande que el público en general.
Si la madre es obesa, el daño al hipocampo del feto producido por el estado
sistémico de oxidación materno puede afectar de manera permanente su
inteligencia 266 . Brillantes hallazgos científicos muestran, además, que la
obesidad materna incrementa el riesgo de tener un hijo hiperactivo 267 o un hijo
con síndrome de Down 268 .
El medio ambiente nutricional intrauterino determina la programación fetal y
ésta influye en la composición corporal que tendrá la descendencia no solamente
durante la niñez, sino también en la edad adulta. Los hijos de madres obesas o
diabéticas tienen un porcentaje más alto de grasa corporal que persiste en la edad
adulta; han sido “programados” in útero para almacenar y conservar la grasa.
Además, la descendencia de madres que experimentaron diabetes durante el
embarazo tienen 7 veces más riesgo de padecer esquizofrenia.
Los hijos de madres que ganaron peso excesivo durante el embarazo tuvieron
mayor masa grasa al nacer, de acuerdo a evaluaciones realizadas a los 6 años de
edad, mientras que una ganancia apropiada de peso durante el embarazo está
relacionada con menores niveles de adiposidad (gordura) en la descendencia 269 .
Los descendientes de madres obesas y/o diabéticas son más propensos a
desarrollar obesidad, hipertensión, resistencia a la insulina y diabetes. También
se ha demostrado que pueden tener exagerado apetito de forma permanente.
Las primeras evidencias de la programación intrauterina de la obesidad por
deficiente nutrición fetal vinieron, de la hambruna holandesa (1944-1945). De
300.000 jóvenes de 20 años que entraron al servicio militar, aquellos cuyas
madres vivieron en las áreas afectadas por la hambruna durante las primeras
etapas del embarazo, tuvieron un riesgo aumentado de obesidad en comparación
con aquellos cuyas madres vivieron en áreas no afectadas por la hambruna.
El bajo peso al nacer está relacionado con mayor obesidad que persiste en la
edad adulta, mientras que un peso normal al nacer está relacionado con mayor
cantidad de masa magra o masa sin grasa. El bajo peso al nacer está relacionado,
sobre todo en mujeres, con poco perímetro de cadera y mucho perímetro de
cintura. Esto es lo que se conoce como obesidad troncal, central o abdominal que
conlleva un alto riesgo de enfermedades como, por ejemplo: resistencia a la
insulina y diabetes.
Los fetos de madres obesas desarrollan resistencia a la insulina “in útero” y
tienen el doble de posibilidades de padecer el síndrome metabólico ya desde los
11 años, comparados con los recién nacidos de madres no obesas. Esto indica
que el daño permanente al sistema metabólico se da antes del nacimiento 270 .
Actualmente hay una prevalencia creciente de niños con sobrepeso y
obesidad. El riesgo de los niños de tener sobrepeso es más alto si ambos padres
son obesos 271 .
La excesiva ingesta materna de grasa y azúcar está asociada con mayor
riesgo de obesidad y diabetes tipo 2 en la descendencia. Una de las principales
razones fisiológicas para explicar esta asociación es que el consumo materno
excesivo de “alimentos sabrosos” altera el desarrollo del sistema regulador del
apetito en el feto y programa las preferencias alimentarias que tendrá el niño,
predisponiéndolo a la ganancia de peso, a la obesidad y al riesgo aumentado de
diabetes tipo 2 272 .
Por otro lado, las madres que son obesas al momento de la concepción, o
aquellas que tienen una excesiva ganancia de peso durante el embarazo, pueden
tener una flora intestinal anormal conformada por bacterias con capacidad para
almacenar enormes cantidades de energía a partir de los alimentos. Los niños de
estas madres adquieren una flora intestinal alterada compuesta principalmente
por bacteroides, clostridium y estafilococos, los cuales, aparte de que pueden
causar infecciones, favorecen la obesidad. Por el contrario, los hijos de madres
que tienen peso normal al momento de la concepción y una ganancia de peso
normal durante el embarazo, tienen una flora intestinal compuesta
principalmente de bifidobacterias (bacterias buenas) 273 .
Las bifidobacterias, también llamadas probióticos, son uno de los principales
géneros de bacterias intestinales que residen en el colon y pueden ejercer una
amplia gama de efectos benéficos para la salud que incluyen: la regulación de la
homeostasis (equilibrio) microbiana del intestino, la inhibición de bacterias
peligrosas y dañinas que infectan la mucosa del intestino, la regulación de las
respuestas inmunes tanto locales como sistémicas (de todo el organismo), la
producción de vitaminas y un efecto anti cancerígeno. Ayudan, además, a
convertir un gran número de compuestos de la dieta en moléculas con actividad
biológica.
La obesidad materna no solo ejerce efectos adversos en el producto sino
contra la propia madre en forma de hipertensión arterial, diabetes gestacional,
accidentes tromboembólicos y operación cesárea; todo esto conlleva un alto
costo de cuidado prenatal en estas mujeres.
Puntos clave:

Es importante que vigiles tu peso durante el embarazo para poder fabricar


un humano de calidad equipado con una flora intestinal amigable.

Comida chatarra durante el embarazo


Se ha comprobado en animales que los descendientes de ratas sometidas a una
dieta de alimento chatarra prefieren consumir alimento chatarra durante toda su
vida en lugar de alimento nutritivo. Esto se debe a que, durante su vida
intrauterina, se produjeron cambios permanentes en los sistemas de recompensa
de su sistema nervioso central, que aumentan el hábito subsecuente a consumir
en exceso alimentos agradables al paladar 274 .
Los sistemas de recompensa son centros localizados en el sistema nervioso
central regulados por neurotransmisores, que permiten al individuo adoptar
comportamientos en respuesta a hechos placenteros. Comer comida chatarra es
un hecho placentero que se vuelve adicción; esa adicción se establece durante el
embarazo y persiste después del nacimiento.
En estudios en animales se comprobó que la descendencia de ratas
alimentadas con dieta chatarra rica en grasas, azúcar y sal, al final de la
adolescencia desarrollaron, aparte de notable obesidad, elevación de la glucosa,
insulina, colesterol y triglicéridos. Por el contrario, las ratas alimentadas con una
dieta equilibrada durante el embarazo dieron a luz descendencia que no presentó
ninguna de estas alteraciones y, aun cuando sus cachorros tuvieron libre acceso a
alimento chatarra, prefirieron comer alimento natural 275 .
En ratas también se vio que los descendientes de madres que recibieron
alimento chatarra durante el embarazo y la lactancia desarrollan la enfermedad
de hígado graso no alcohólico.
La descendencia adulta de madres alimentadas durante el embarazo con
comida chatarra exhibe adiposidad (gordura) y atrofia (consunción) muscular
con disminución de la fuerza, independientemente de la dieta que lleven después
del destete. Esta disminución en la fuerza muscular puede limitar la habilidad del
individuo para ejercitarse durante la adolescencia y durante la edad adulta lo que
favorece aún más la obesidad 276 .
La dieta materna con alimento chatarra durante el embarazo predispone a los
hijos a padecer obesidad, aunque después del nacimiento ellos no consuman
alimento chatarra. Esta obesidad se debe a que sus células grasas (adipocitos)
crecen demasiado con el alimento chatarra; estas células voluminosas persisten
hasta más allá de la adolescencia exponiendo el producto a que sufra, durante la
edad adulta, enfermedades metabólicas como la diabetes 277 .
Una dieta materna con comida chatarra puede ser perjudicial para la salud de
las arterias de su descendencia. La exposición del feto a las grasas trans
(manteca vegetal, margarina) o a una excesiva cantidad de ácidos grasos omega-
6, fructosa, sacarosa (azúcar de mesa) y sal puede aumentar el riesgo de
problemas cardiacos y metabólicos al llegar a la edad adulta 278 .
He dicho ya que la obesidad materna condena al feto a vivir en un ambiente
tremendamente oxidativo mismo que condiciona que las células madres
mesenquimatosas tuerzan su camino y, en lugar de transformarse en fibras
musculares, se transformen en células grasas (adipocitos) responsables de la
obesidad infantil. La obesidad infantil muy probablemente persiste en la edad
adulta y está relacionada con alta incidencia de diabetes tipo 2, artritis, cáncer y
enfermedad cardiaca.
Muchos alimentos chatarra contienen acrilamida, sustancia cancerígena y
tóxica para el sistema nervioso. La acrilamida se forma en muchos alimentos
ricos en carbohidratos que se fríen o se hornean a altas temperaturas; se
encuentra por ejemplo en papas (patatas) fritas, galletas y en los cereales usados
para el desayuno. En el organismo, la acrilamida y uno de sus metabolitos, la
glicidamida, se unen químicamente con las proteínas y con el ácido
desoxirribonucléico (ADN), formando compuestos peligrosos que pueden dañar
al feto. En la sangre del cordón umbilical de hijos de embarazadas que consumen
abundantes alimentos crujientes como los mencionados, se encontraron altas
concentraciones de estos compuestos y su presencia se ha relacionado con bajo
peso al nacer 279 y con menor circunferencia de la cabeza 280 .
Puntos clave:

Debes entender que si comes alimento chatarra (con altos niveles de grasas,
sal, condimentos, azúcares y aditivos alimentarios) durante el embarazo
estarás programándole “hambre permanente” de comida chatarra a tu hijo.
La comida chatarra le programará también, irremediablemente,
enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Tu hijo nunca será robusto si durante tu embarazo comes este tipo de
basura.
Las patatas fritas, galletas y cereales para el desayuno contienen acrilamida,
sustancia tóxica que puede dañar a tu feto en forma permanente.

El consumo de soja durante el embarazo


Los productos de soja son componentes sustanciales de la mayoría de las dietas
vegetarianas. Las mujeres veganas o vegetarianas recurren al consumo de
alimentos a base de soya o soja como fuente de proteínas. Sin embargo, la soja
contiene flavonoides como la genisteina y la daidzeina, que son sustancias con
una estructura química semejante a la de los estrógenos (hormonas femeninas).
La placenta permite la transferencia de estas sustancias de la madre al feto; la
ingestión de soja incrementa la concentración de estos fitoestrógenos en el
líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical de fetos tanto masculinos
como femeninos.
Los fitoestrógenos de la soja pueden alterar el desarrollo del sistema
reproductivo masculino. Las mujeres que son vegetarianas durante el embarazo
tienen mayor probabilidad de dar nacimiento a un niño con hipospadias (la
abertura del pene se encuentra más atrás), lo que indica “feminización” del tracto
reproductivo masculino 281 .
Por otro lado, la genisteina y la daidzeina de la soja pueden impedir la
síntesis de la hormona tiroidea, causando hipotiroidismo que resulta en una baja
disponibilidad de hormona tiroidea (T3) en el cerebro fetal. Si esto sucede
durante el periodo de migración neuronal (8-34 semanas de embarazo), se
producen cambios en la arquitectura cerebral que conducen al autismo. Otras
plantas, por su alto contenido de flavonoides, también causan hipotiroidismo:
repollo, coliflor y la semilla de linaza 282 .

El origen fetal de las enfermedades del adulto


Las alteraciones en el crecimiento fetal por una nutrición deficiente están
relacionadas con la aparición, en la edad adulta, de enfermedades crónicas como
la diabetes tipo 2, trastornos de los lípidos (colesterol y triglicéridos elevados),
hipertensión, accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular. Desde
épocas del cazador-recolector, cuando había escasez de alimento durante el
embarazo, se programaban descendientes con un patrón de comportamiento
“ahorrador”, es decir, un descendiente que trata de atesorar o ahorrar energía (en
forma de grasa) lo más posible para eventuales días de carencia alimentaria; es
lo que se conoce como “fenotipo ahorrador”.
Cuando un feto está sometido a nutrición deficiente, nace con un sistema
metabólico programado para funcionar con poco alimento. Si después de nacer
se mantiene en un medioambiente de relativa escasez, todo marcha bien. El
problema aparece cuando ese organismo, programado para la usura, encuentra
abundancia, se atiborra de todo lo que está al alcance de su mano y empieza a
almacenar (crecimiento compensatorio). Esto, conocido como Hipótesis de
Baker, formulada por el investigador británico David Baker, explica por qué el
producto con bajo peso al nacer (nutrición fetal deficiente) tiene una
disminución de la expectativa de vida y riesgo excesivo de padecer
enfermedades degenerativas 283 .
Por otro lado, la presencia de anormales cantidades de hormonas del estrés y
de tóxicos ambientales puede ser factor de programación fetal de enfermedades
que se manifiestan en la edad adulta por medio de la epigenética que son
cambios en la expresión de los genes sin modificaciones en la secuencia del
ácido desoxirribonucleico (ADN).
Puntos clave:

Si tu nutrición es deficiente durante el embarazo, expondrás a tu hijo a


sufrir enfermedades cuando sea adulto y a tener una menor expectativa de
vida.
El estrés y la polución ambiental durante el embarazo también incidirán en
la salud futura de tu hijo. ¡Aliméntate súper bien y vive tranquila!

La nutrición materna y la presión arterial del hijo


Bajas reservas de energía en la madre durante el embarazo pueden determinar
que su hijo padezca hipertensión (presión alta) cuando llegue a la adolescencia.
Una dieta desequilibrada alta en proteínas y baja en hidratos de carbono en la
última parte del embarazo, está relacionada con elevación anormal de la presión
arterial de la descendencia cuando llegue a la edad adulta. Esto se debe a que
esta dieta representa estrés para la madre. El estrés programa el eje formado por
el hipotálamo, la glándula pituitaria y las glándulas suprarrenales del hijo para
que produzca excesivas cantidades de cortisol durante toda la vida. El cortisol es
una hormona del estrés que produce elevación de la presión arterial 284 .
Una dieta con excesiva cantidad de sal o con escasa cantidad de sal durante
el embarazo puede programar que se formen pocos glomérulos en el riñón del
feto. El glomérulo es la unidad funcional del riñón donde se filtra la sangre para
limpiarla de impurezas que luego se eliminan por la orina. El glomérulo está
formado por una red de vasos capilares rodeada por una envoltura externa en
forma de cápsula. La sangre llega a estos capilares y expulsa hacia la cápsula las
sustancias de desecho que luego pasan a la vejiga y de ahí al exterior en forma
de orina.
En los humanos, el escaso número de glomérulos está relacionado con
hipertensión, enfermedad renal y enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
Tanto la cantidad excesivamente alta como la cantidad excesivamente baja de
cloruro de sodio (sal de mesa) en la dieta durante el embarazo reduce el número
final de glomérulos en la descendencia, aumentando el riesgo de hipertensión
(presión arterial alta) en la edad adulta 285 .
Estudios en ratas han comprobado que cuando son alimentadas con dietas
altas en sal durante el embarazo, dan lugar a descendencia que tiene las paredes
de sus arterias más gruesas que la descendencia de ratas alimentadas con dieta
normal en sal 286 . Este engrosamiento conduce a hipertensión porque las arterias
se vuelven menos elásticas. El riesgo se vuelve mayor si al engrosamiento
agregamos un número reducido de glomérulos. Estas alteraciones son
permanentes: se programa (dentro del útero) un hijo sentenciado a ser hipertenso
de por vida.
Puntos clave:
Una dieta equilibrada durante tu embarazo es imprescindible para evitar la
programación de enfermedades que padecerá tu hijo cuando llegue a la
edad adulta. Una vez programadas no hay posibilidad de revertir ese
destino. ¿Te das una idea de lo que está en juego?

Limpieza de la fábrica: la inmundicia química en la vida moderna


Cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, en los años 40, comenzó el uso
de una amplia variedad de químicos sintéticos. A partir de entonces, los humanos
fueron acumulando cantidades progresivas de estos productos en sus cuerpos.
La primera generación de descendientes expuestos “in útero” a los nuevos
químicos sintéticos nació en los años cincuenta. Veinte años después, estos
humanos estaban teniendo sus propios hijos; fue a partir de entonces que se
incrementó de manera sorprendente la frecuencia de ciertos padecimientos que
antes eran raros. Ya para 1990, enfermedades como los cánceres y la diabetes, la
hiperactividad con déficit de atención, los suicidios, el autismo y la delincuencia
juvenil habían aumentado en forma escandalosa.
La fabricación de un ser humano es un proceso ininterrumpido desde la
producción de los gametos (óvulo y espermatozoide), seguido por la
fertilización, el desarrollo intrauterino y el desarrollo post-natal hasta los 18 años
de edad cuando ha terminado la maduración sexual y la ramificación de las
neuronas y la interconexión de unas con otras han diseñado la red neuronal. El
proceso es especialmente vulnerable a la perturbación causada por sustancias
extrañas nocivas a la biología humana. Algunas de estas sustancias existen en la
naturaleza y otras han sido producidas por el hombre. Fabricar un producto de
excelente calidad en un ambiente lleno de suciedad química es harto complicado
como pronto verás.
El sistema endócrino humano que controla y coordina muchas funciones
corporales está formado por el páncreas, la hipófisis, la tiroides, las glándulas
suprarrenales, la glándula pineal y los órganos reproductores masculinos y
femeninos y puede descontrolarse ante la presencia de tóxicos ambientales.
Es disparatado imaginar que algún humano esté a salvo de la contaminación
dado que algunas de estas sustancias se han encontrado incluso en muestras
tomadas en regiones muy remotas del planeta. Tal es el caso de los compuestos
orgánicos persistentes como los organoclorados, entre los que se encuentra el
DDT y un grupo de químicos industriales llamados bifenilos policlorinados.
Estos productos tóxicos se encuentran en altas concentraciones en la grasa de
osos polares en Groenlandia del norte y son responsables de cambios en la
composición de los huesos observada en estos animales que incluye reducción
en la densidad mineral ósea 287 . Los osos polares ya tienen menos minerales en
sus huesos (sufren osteoporosis) porque hasta su lejana morada ha llegado la
peste química. ¡Nada más deprimente!
Si la blanca pureza del ártico ha sido envenenada: ¿qué se puede esperar de
las urbes saturadas de humanos y de coches, de chimeneas humeantes y
montañas de basura?

La polución en el hogar
Los estudios muestran que las personas están expuestas a múltiples sustancias
tóxicas en el interior del hogar provenientes de los materiales usados en la
construcción de la casa, así como de una enorme variedad de productos de
consumo. Los contaminantes en el hogar ejercen efectos dañinos sobre la salud y
se han clasificados como “perturbadores endocrinos” (algunos los llaman
disruptores endocrinos) porque tienen la habilidad de interferir con el sistema
hormonal de nuestro cuerpo.
Cada día entendemos mejor que los ambientes interiores contribuyen de
manera importante a la exposición humana de una amplia variedad de
contaminantes. La mayoría de las casas tienen una gran diversidad de
compuestos químicos; las concentraciones de algunos químicos tóxicos son, a
menudo, mayores en el interior del hogar que en el exterior y pueden ser más
dañinas a la salud, debido a que la gente pasa hasta un 90% de su tiempo en
interiores. Esto es más grave en ambientes herméticos con poca ventilación
porque la contaminación queda atrapada dentro. Los ftalatos, por ejemplo, son
omnipresentes en el medioambiente del hogar con concentraciones mucho más
altas en las regiones urbanas que en las rurales.
Se han detectado más de 100 compuestos químicos en el aire residencial
incluyendo algunos que dejaron de producirse como el DDT prohibido en 1972
(aunque ya se está usando nuevamente) y los bifenilos policlorinados, prohibidos
en 1970. Estas sustancias aún permanecen en el aire y en el polvo, así como en la
sangre de los que han habitado por largo tiempo las casas monitoreadas.
Los químicos encontrados en el interior penetran a las casas en el aire y en el
polvo del exterior o son introducidos en productos de consumo como aerosoles,
productos de belleza, productos de cuidado personal, artículos de limpieza,
insecticidas y antimicrobianos.
Ciertamente es difícil para los compradores elegir el producto adecuado
porque algunos productos no tienen una lista completa de los ingredientes. Otros
tienen nombres equivalentes o son listados en forma abreviada y es difícil
determinar qué ingredientes están presentes en muchos de estos artículos. La
solución es no comprarlos: no llevarlos a casa.
El desarrollo de la industria química ha llevado al descubrimiento de nuevas
sustancias que no existían de manera natural en el medio ambiente donde
durante millones de años evolucionó el ser humano. La procedencia de las
sustancias químicas encontradas en el aire del interior, en el polvo del hogar y en
la sangre y orina de sus moradores es múltiple:

Bifenilos policlorados usados en equipo eléctrico, pinturas y revestimiento


de superficies.
Retardadores de flama usados en muebles, electrónicos, tapicería y textiles.
Pesticidas usados en mascotas, en el control de insectos y en el
mantenimiento de céspedes,
Ftalatos usados en vinyl, plásticos y fragancias.
Parabenos usados como agentes antimicrobianos y como preservadores en
productos como: gelatinas, confituras, jarabes, bebidas y alimentos
horneados o en productos comerciales que incluyen: cremas, desodorantes,
champús, aerosoles para el pelo lociones y bloqueadores solares 288 .

Las concentraciones de todos estos químicos en el aire y en el polvo de un hogar


están siempre en relación directa con las concentraciones encontradas en la
sangre y en la orina de las personas que lo habitan. Solamente viviendo en un
hogar limpio, la mujer embarazada puede ofrecer a su bebé la posibilidad de un
desarrollo normal.
Puntos clave:

Hogar limpio no significa hogar aseado con sustancias químicas; hogar


limpio significa precisamente una casa libre de sustancias químicas.
Cualquier sustancia que no existía en los tiempos de tu bisabuela,
simplemente no debe entrar a tu casa.
Tu hogar debe mantenerse siempre libre de polvo porque éste contiene
multitud de sustancias tóxicas.

La edad del plástico


La historia humana se ha dividido en varios periodos: la edad de piedra, que se
extiende desde hace 2.85 millones de años hasta hace unos 12.000 años. A ésta
le siguió la edad de los metales: primero la edad de cobre, luego la edad de
bronce y finalmente la edad de hierro. El periodo actual de la historia humana ha
recibido el nombre de “la edad del plástico”.
Después de la introducción de los materiales plásticos en los años 40, la
producción global de plástico creció rápidamente. De la extracción mundial de
petróleo, el 4.5% se destina a la fabricación de plásticos; otro 4.5% es usado para
producir la energía necesaria para su fabricación. La industria de los plásticos ha
crecido en Estados Unidos a una tasa del 6-12% anual y está creciendo
actualmente a una tasa del 40% en los países en desarrollo.
La producción global de plásticos supera ya los 300 millones de toneladas al
año. Los plásticos son una espada de dos filos: por un lado, ofrecen
considerables beneficios a la humanidad porque son materiales ligeros, baratos,
resistentes, durables y muy versátiles que se usan en múltiples aplicaciones
incluyendo dispositivos médicos. Por otro lado, los plásticos están causando
serios efectos a la vida salvaje y a la salud humana. De manera específica se
puede afirmar que los plásticos son enemigos de la reproducción.
Los plásticos se fragmentan formando microplásticos. Los microplásticos
son trozos pequeños de plástico que miden menos de 5 milímetros y provienen
de la degradación de fragmentos de mayor tamaño.
Nuestros océanos sirven como sumideros para los materiales plásticos. En un
kilómetro cuadrado de superficie oceánica existen hasta 200.000 micro plásticos.
Actualmente es posible encontrar concentraciones máximas de microplásticos de
hasta 100 partículas por cada litro de agua marina. La contaminación por
plástico seguirá en aumento. Aun si la producción plástica se detuviera en este
momento, la polución plástica persistirá por siglos dado que los materiales
plásticos tardan entre 100 y 1000 años en degradarse.
La contaminación por micro-plásticos se ha extendido a lo largo de los
océanos y mares del mundo, habiendo llegado hasta los abismos marinos
situados en profundidades de 3.000-6.000 metros. Millones de animales marinos
mueren diariamente por la ingestión de plástico. Se sabe que el 44% de especies
aves marinas ingieren plástico. Los plásticos duros se degradan en el mar, donde
producen gran cantidad de ftalatos y bisfenol A.

Los plásticos y los ftalatos


El peligro de los plásticos para la salud y la reproducción humana radica en los
aditivos que se agregan para hacerlos más flexibles. Estos aditivos se conocen
como plastificantes; los ftalatos y el bisfenol A pertenecen a este grupo de
químicos y serán tratados en forma separada.
Los ftalatos, de los que ya he hablado antes, se encuentran en una gran
variedad de productos que incluyen: insecticidas, lubricantes, adhesivos,
plásticos automotrices, materiales para construcción, repelentes de insectos,
muebles del hogar, pesticidas, pinturas, materiales de limpieza, repelentes de
insectos, productos farmacéuticos, suplementos nutricionales, bolsas de plástico
y empaques para alimentos. También se encuentran en juguetes inflables,
mordederas, chupetes y figuras blandas. Los juguetes para niños contienen del
20% al 50% del peso total del producto.
Los ftalatos se usan también para fabricar los más de 500 millones de pares
de guantes desechables que se usan cada año en el examen médico y en la
cirugía. Estos químicos tóxicos son omnipresentes en el medioambiente del
hogar con concentraciones más altas en las regiones urbanas que en las
poblaciones rurales.
Los ftalatos no se mezclan químicamente con el plástico que los contiene,
por lo que migran o trasudan hacia el medioambiente contaminando el aire, el
agua y los alimentos. Pueden entrar al organismo humano por inhalación, por
ingestión, por absorción dérmica (debido a que son altamente solubles en la
grasa) o por vía intravenosa cuando se inyectan líquidos contenidos en bolsas de
plástico o a través de tuberías plásticas. Una vez dentro del organismo circulan
por la sangre llegando a todos los tejidos incluyendo la matriz, la placenta y el
feto. Después de la exposición, los ftalatos son metabolizados y excretados en la
orina y en las heces.
Los ftalatos y los productos de su metabolismo han sido medidos en muchos
órganos como la placenta y en muchos fluidos del organismo, incluyendo:
sangre, saliva, orina, líquido seminal y líquido amniótico (fluido claro y
amarillento que envuelve y protege al feto en el útero). Sin embargo, el examen
de orina es el método preferido para determinar las concentraciones de ftalatos
en humanos.
Para estimar el grado de exposición del feto a los ftalatos se examinan
muestras de orina materna recolectadas durante el embarazo y posteriormente se
hace un estudio de los resultados de esos embarazos evaluando la calidad de la
descendencia para comprobar el efecto pernicioso que causan estos químicos a la
reproducción humana.
El polvo de la casa es una fuente importante de ingesta e inhalación de
ftalatos. Después de la instalación de pisos de vinilo en una residencia se
encontró que aumentó enormemente el contenido de ftalatos en el polvo.
Además, se comprobó que los niños experimentaron una exposición de 2-10
veces mayor que los adultos dado que permanecen mucho tiempo al nivel del
suelo y a que tienen la costumbre de llevarse objetos a la boca. La ropa absorbe
gran cantidad de contaminantes; los ftalatos se acumulan en la ropa que está
colgada en los armarios y se absorben por la piel en cantidades importantes
cuando esa ropa se usa.
Una muestra de aire tomada de una casa es suficiente para valorar la cantidad
de ftalatos a que están expuestos los moradores. En un estudio hecho en Nueva
York, se analizó el aire de los hogares donde vivían 40 mujeres en edad
reproductiva: se encontraron ftalatos en el 100% de todas las muestras de aire
analizadas y las concentraciones de estos ftalatos en el aire correspondieron a las
concentraciones de estos químicos en la orina de las mujeres embarazadas que
habitaban las residencias estudiadas 289 .
Desde los finales de 1960 ha sido documentado el escurrimiento de ftalatos
de los dispositivos médicos fabricados con PVC y su acumulación en los tejidos
humanos incluyendo la sangre. Entre los artículos de plástico usados en los
hospitales que liberan ftalatos se encuentran los siguientes: bolsas para sangre,
bolsas que contienen líquidos, tubería de plástico usada en la terapia intravenosa
y en el equipo para entubación endotraqueal. En un estudio se encontró que el
contenido de ftalatos de los tubos endotraqueales bajó del 6-12.5% después de su
uso. Se ha reportado que los pacientes sometidos a diálisis reciben un promedio
de 12 gramos de ftalatos al año. Los niños expuestos al uso intensivo de
dispositivos médicos que contienen ftalatos muestran niveles elevados de estos
químicos en sangre.
Puntos clave:

No debes permitir la entrada a tu hogar de productos plásticos como: bolsas


de hule, vajillas de plástico, cortinas, etc. De-plastificar al 100% un hogar
es imposible: el cableado eléctrico está forrado de plástico, el refrigerador
tiene empaque de plástico en las puertas y la televisión es de plástico; no
obstante, hasta donde sea posible, se deben eliminar los plásticos.
Evita consumir alimentos envasados y líquidos embotellados porque
seguramente están contaminados con ftalatos.
Únicamente debes comer alimentos naturales preparados en casa.

Los ftalatos en productos de cuidado personal


Se han encontrado ftalatos en una alta proporción (28-71%) en los productos de
cuidado personal, siendo estos una fuente importante de exposición a muchas
sustancias químicas tóxicas dado que se usan en estrecho contacto con el cuerpo
humano. La información completa relacionada con el uso de productos de
cuidado personal es crucial para implementar una estrategia que permita que tu
cuerpo esté libre de contaminación química durante todo el embarazo.
No es solamente el humano el que está sufriendo este tipo de contaminación;
los ftalatos, procedentes de los productos de cuidado personal, se encuentran en
concentraciones elevadas en las aguas de ríos y lagos, constituyendo una
amenaza a la salud de la vida salvaje, especialmente para los animales que viven
en las orillas.
Los ftalatos son químicos multifuncionales usados en muchas aplicaciones.
Se ha permitido poner cantidades ilimitadas de ftalatos en muchos productos de
cuidado personal sin exigir estudios previos de los efectos adversos que estos
ocasionan al organismo humano ni el etiquetado de los productos con el
contenido específico de cada químico. La identificación de productos de cuidado
personal, que contribuyen a la carga de ftalatos del cuerpo, es un paso importante
para limpiar la fábrica de humanos.
Los ftalatos se usan en los productos de cuidado personal para fijar el color y
la fragancia y pueden trasudar, migrar o evaporarse de estos productos y penetrar
al organismo por múltiples rutas. Los ftalatos se encuentran en cremas para la
piel, fragancias, champús, geles y jabones. Por ejemplo, el uso de colonia o de
loción 48 horas antes de la toma de una muestra de orina está relacionado con
elevadas concentraciones de ftalatos en la orina estudiada lo que refleja altas
concentraciones en sangre de estos químicos tóxicos.
Puntos clave:

Utiliza únicamente jabón simple para el aseo de tu cuerpo. Evita cualquier


otro producto de cuidado personal porque los ftalatos que contiene pasarán
a la sangre que nutrirá a tu hijo afectando en forma permanente su
desarrollo.

Los ftalatos en productos de belleza


La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos realizó un
estudio y encontró ftalatos en el 100% de todas las fragancias, en el 78% de
todos los desodorantes, en el 67% de todos los esmaltes de uñas y en el 44% de
todas las lociones para manos y cuerpo. Hablando de productos para el cabello
encontró ftalatos en el 78% de todas las lacas, en el 57% de todas las espumas y
en el 86% de todos los geles.
La piel no es una membrana impermeable; por el contrario, cualquier
producto que se aplique en la piel o en las uñas se absorbe y pasa a la circulación
sanguínea y de ahí, a través de la placenta, al feto poniendo en peligro la
delicada formación de cada sistema, en especial del sistema nervioso con graves
consecuencias permanentes o irreversibles.
En un estudio realizado en Rochester con mujeres mayores de 18 años se
determinaron las concentraciones de ftalatos entre las semanas 22 y 24 del
embarazo. Las que reportaron uso de maquillaje la mayor parte de los días de la
semana tuvieron mayores concentraciones de ftalatos en sangre comparadas con
las que no usaron. También tuvieron altas concentraciones de ftalatos aquellas
que 48 horas antes del examen usaron colonia, sombra de ojos, lápiz de ojos,
mascarilla, bloqueadores solares, nutrientes para el cabello, gel de baño o aceite
de baño 290 . Todos los artículos de belleza que contienen fragancias son fuente
importante de exposición a ftalatos. El uso de productos de limpieza, suavizante
para telas y ambientador de aire también llevó a altos niveles urinarios de
ftalatos 291 .
Los ftalatos se usan como solventes en la fabricación de muchos productos
cosméticos como emolientes (dan a la piel sensación de suavidad), humectantes
y antiespumantes en los aerosoles. En el caso del perfume, la absorción a través
de la piel puede llegar a ser mayor que la absorción por inhalación 292 .
Los ftalatos se utilizan también para impedir el agrietamiento y la fragilidad
de los esmaltes para las uñas. Dos horas después de retirar el esmalte de uñas
con quitaesmalte o dos horas después de la aplicación de esmalte de uñas, son
suficientes para que aparezcan elevadas concentraciones de ftalatos en orina lo
que refleja, como te expliqué antes, altas concentraciones de este químico tóxico
en sangre.
Puntos clave:

Evita usar los productos de belleza que ofrece la industria porque son una
amenaza para la calidad de tu hijo. Lucirás más hermosa sin toda esa
suciedad química en su cuerpo.

El tipo de alimentos y los ftalatos


Diversos estudios revelan que los alimentos procesados y empacados contienen
niveles mucho más elevados de ftalatos que los alimentos naturales. Al analizar
la relación entre diferentes grupos de alimentos y las concentraciones urinarias
de ftalatos en mujeres durante el primer trimestre del embarazo, se encontró que
aquellas que nunca o rara vez compraban productos orgánicos, tenían
concentraciones mayores de ftalatos comparadas con las que siempre o a
menudo compraban ese tipo de productos.
Las embarazadas que no consumen alimentos empacados o frutas y verduras
congeladas tienen menores concentraciones de ftalatos en sangre; estos químicos
están presentes en las cintas transportadoras y en los empaques y contaminan los
alimentos. Además, los guantes usados en el manejo de alimentos pueden
contener hasta un 41% de ftalatos y son fuente importante de contaminación.
En un estudio llevado a cabo por el Instituto Primavera Silenciosa, un grupo
de 20 participantes dejaron de comer su dieta habitual durante 3 días; durante ese
tiempo ingirieron solo alimentos frescos que no habían sido enlatados ni
empacados en plástico; el resultado fue que sus concentraciones de ftalatos
bajaron a menos de la mitad. Luego que volvieron a su dieta habitual, los niveles
de ftalatos retornaron a sus niveles previos al estudio. Esto sugiere que una parte
importante del ingreso de ftalatos al organismo proviene de alimentos
empacados 293 .
Puntos clave:

Di NO a los productos empacados para garantizar un desarrollo


esplendoroso de tu hijo.

Los ftalatos trasudan de las botellas de plástico


El consumo de agua embotellada se ha incrementado globalmente en las últimas
décadas. La mayor parte de las personas consideran que el agua embotellada es
mejor que el agua del grifo. Las botellas de plástico hechas de cloruro de
polivinilo (PVC), tereftalato de polietileno (PET) o policarbonato se usan en
todo el mundo para vender agua y otros productos.
El tereftalato de polietileno, conocido como PET por sus siglas en inglés, es
un plástico que se usa en forma intensiva y se fabrica a partir de los
hidrocarburos del petróleo. Es el principal ingrediente de la mayor parte de los
contenedores de plástico transparente usados en todo el mundo para vender agua
embotellada, bebidas gaseosas, bebidas deportivas y condimentos tales como
aderezos para ensalada y vinagre. Las botellas de PET son usadas también para
el empaque de productos cosméticos como champús, cremas y tintes para el
cabello.
Se han encontrado ftalatos en aguas minerales carbonatadas envasadas en
botellas de PET 294 . En un estudio realizado en Italia, se encontró que la
concentración de ftalatos fue 20 veces mayor en agua mineral embotellada en
PET que en la embotellada en cristal 295 .
El tiempo de almacenamiento, así como la exposición al calor o a la luz del
sol, son factores que afectan las concentraciones de ftalatos en los líquidos
envasados en plástico. Se han reportado altos niveles de ftalatos en muestras de
agua almacenada en recipientes de plástico durante 10 semanas. La acidez del
producto es otro factor que acelera la migración de ftalatos de las botellas de
plástico hacia el material contenido en su interior, de manera que las bebidas
gaseosas son un licuado de ftalatos.
Puntos clave:

Di NO al consumo de líquidos y alimentos envasados en plástico; tu hijo te


lo agradecerá.

Ftalatos en los medicamentos


Algunos medicamentos son fuente potencial de exposición a ftalatos en mujeres
en edad fértil. Se conoce como ingrediente inactivo o excipiente, cualquier otro
componente que no sea el ingrediente activo de un producto farmacéutico. Los
ftalatos se usan como excipientes para hacer el recubrimiento de medicamentos
orales, incluyendo aquellos de liberación prolongada que se diseñan para ser
absorbidos en el intestino grueso. Entre ellos se encuentra la mesalamina, usada
para tratar colitis ulcerosa, algunos laxantes y el omeprazol, utilizado para tratar
úlcera gástrica y reflujo 296 .
Puntos clave:

Durante el embarazo trata de no usar medicamentos. Muchos de ellos dañan


a los bebés y ni siquiera han sido estudiados sus nefastos efectos.

Ftalatos en el polvo de la casa


El polvo de la casa es otro medio de exposición a ftalatos. Se ha encontrado que
las concentraciones de ftalatos en la sangre de las personas que habitan una casa
(especialmente los niños) están en relación directa con la cantidad de ftalatos que
hay en el polvo y en el aire de esa casa. Como ya he mencionado, las
concentraciones de ftalatos en sangre se reflejan en los niveles de estos químicos
en la orina ya que es la orina el medio de eliminación que usa el cuerpo humano
para deshacerse de estos tóxicos
Los pisos de cloruro de polivinilo (PVC) contienen ftalatos. Cuando una
habitación tiene piso de PVC, los que duermen en ella muestran elevadas
concentraciones de estas sustancias en sangre y en orina. Los ftalatos se usan
también en la fabricación de cortinas de plástico para baños y fácilmente migran
del plástico y saturan el aire y el polvo de la casa.
Puntos clave:

El polvo se acumula donde menos lo piensas, por ejemplo, en el borde


superior de las puertas. Limpia de polvo periódicamente tu casa, eso
equivaldrá a mantener limpia tu sangre de ftalatos y a fabricar un hijo de
calidad.

Los ftalatos y el sistema nervioso fetal


El cerebro humano es la estructura más compleja en el universo conocido. El
proceso de fabricación de esta extraordinaria maravilla puede ser también uno de
los más frágiles en la naturaleza. A medida que los científicos aprenden más
acerca de las interacciones entre el medio ambiente y el cerebro en desarrollo, la
lista de agentes peligrosos aumenta en forma escalofriante.
Por exposición prenatal entendemos, la totalidad de los factores a que está
expuesto el producto desde el momento de la concepción hasta el parto; también
la denominamos exposición “in útero”. La exposición prenatal a los
perturbadores endócrinos tiene el potencial de dañar el desarrollo temprano del
cerebro afectando el cociente intelectual (IQ).
El cociente intelectual de los humanos puede estar influenciado por factores
genéticos, por la calidad de vida intrauterina, por factores nutricionales,
familiares y sociales, así como por factores medioambientales tales como el tipo
de casa, la proximidad de fábricas o de autopistas, la calidad del aire y del agua y
la exposición a químicos tóxicos y al humo del tabaco.
Los ftalatos abundan en el medio ambiente. En Estados Unidos, por ejemplo,
del 99 al 100% de mujeres embarazadas tienen altas concentraciones de ftalatos
en sangre y en orina 297 . Se ha demostrado que los ftalatos se transfieren de la
madre al feto y se han encontrado estos compuestos en el líquido amniótico, que
rodea y protege al feto dentro de la cavidad uterina, así como en la sangre fetal.
Los ftalatos pueden dañar el desarrollo del sistema nervioso del feto por dos
mecanismos diferentes: en primer lugar, es bien sabido que la placenta regula la
transferencia de nutrientes y de sustancias extrañas entre la madre y el feto; las
alteraciones en esta función placentaria, por lo tanto, puede causar efectos
adversos sobre el feto en desarrollo. Se ha demostrado que los ftalatos pueden
interferir con el suministro al feto de ácidos grasos esenciales (docosahexaenoico
y araquidónico) a través de la placenta.
Los ftalatos afectan tanto la transferencia placentaria de ácidos grasos al feto
como la distribución de estos ácidos grasos en él. Por ejemplo: en ratas tratadas
con ftalatos se encontró una reducida transferencia de ácido docosahexaenoico y
de ácido araquidónico de la sangre materna al feto, comprobada por las altas
concentraciones de estos ácidos grasos en la sangre materna en comparación con
los bajos niveles encontrados en la sangre fetal. Al mismo tiempo, se observó
una notable disminución de estos ácidos grasos en los principales órganos del
feto: del 70% en el corazón y en el intestino, y del 50% en el cerebro y en el
hígado 298 .
Es importante recordar que los ácidos grasos mencionados juegan múltiples e
importantísimos roles en el desarrollo del sistema nervioso. Los ácidos grasos
docosahexaenoico y araquidónico forman parte de las membranas celulares,
participan en el almacenamiento de energía y son precursores de moléculas de
señalización que funcionan tanto en el interior como en el exterior de las células.
La transferencia eficiente de estos ácidos grasos es de vital importancia para el
desarrollo normal de las funciones visuales y cerebrales.
En segundo lugar, los ftalatos interfieren con el sistema de la hormona
tiroidea. Esta hormona, producida por la glándula tiroides ubicada en el cuello,
es esencial para el desarrollo del cerebro, del corazón y de otros órganos durante
periodos críticos del embarazo. Los ftalatos afectan la función tiroidea por varios
mecanismos:

Inhiben la captación de yodo por las células de la glándula tiroidea. El yodo


es imprescindible para que la glándula fabrique las hormonas tiroideas.
Se unen a las proteínas transportadoras de las hormonas tiroideas,
impidiendo que estas sean llevadas a todas las células del organismo.
Se ensamblan a los receptores para la hormona tiroidea, impidiendo que
esta lo haga.

Bajos niveles de hormona tiroidea dañan el desarrollo del feto a lo largo de todo
el embarazo, pero especialmente durante la primera mitad de la gestación cuando
la madre es la única fuente de hormona tiroidea disponible para el cerebro en
desarrollo.
Una levísima reducción en las concentraciones de la hormona tiroidea en la
sangre materna puede dañar el desarrollo intelectual del producto. Por ejemplo:
los niños de madres que durante el embarazo tuvieron un promedio de tiroxina
libre de 9.1 partes por trillón (PPT) lograron una puntuación en cociente
intelectual (IQ) 4 puntos más alta que los niños de las madres con tiroxina libre
de 7.5 PPT. Esa levísima disminución de 1.6 partes por trillón de la hormona
tiroidea significó que los niños, evaluados entre 7 y 9 años de edad tuvieran
menor puntuación en: inteligencia, atención, lenguaje, habilidad para leer,
capacidad visual y desempeño escolar 259 .
Los ftalatos afectan el funcionamiento de la glándula tiroides haciendo que
descienda la concentración en sangre de la hormona tiroidea que esta glándula
produce; a mayor concentración de ftalatos en la sangre materna, menor cantidad
de hormona tiroidea circulante. En un estudio realizado en Taiwán, se encontró
que los niveles de ftalatos en suero y en orina recolectados durante el segundo
trimestre de embarazo se correlacionaron negativamente con los niveles de
hormona tiroidea (más ftalatos= menos hormona tiroidea) dejando al feto sin
suficiente hormona disponible para su crecimiento y, en especial, para el
desarrollo de su sistema nervioso 299 .
La carencia de suficiente hormona tiroidea puede causar efectos adversos al
feto en desarrollo y posiblemente el resultado de esta agresión solo se hace
patente en etapas posteriores de la vida. Por ejemplo, la deficiencia de hormona
tiroidea en la madre incrementa cuatro veces el riesgo de autismo en la
descendencia.
Los ftalatos son una amenaza real y persistente al desarrollo del sistema
nervioso como lo demuestra un estudio realizado con 84 bebés recién nacidos: se
encontraron ftalatos ni más ni menos que en el 88.1% de las muestras de sangre
tomadas del cordón umbilical.
El funcionamiento adecuado de la glándula tiroidea materna y de la glándula
tiroidea fetal es de vital importancia para asegurar que el desarrollo intelectual y
psicológico del feto progrese debidamente. Al inicio del embarazo, el desarrollo
cerebral fetal depende solo de la hormona tiroidea producida por la madre, dado
que la glándula tiroidea fetal no comienza a producir la hormona sino hasta
aproximadamente las 10 semanas de gestación. La carencia de suficiente
hormona tiroidea, tanto durante la vida fetal como durante los primeros años
después del nacimiento, puede afectar la arquitectura y la organización de la
corteza cerebral.
Cuando los hijos de ratas embarazadas a las que se les indujo hipotiroidismo
(bajos niveles de hormona tiroidea), fueron sacrificados y su cerebro examinado
al microscopio, se encontró que la sustancia gris del cerebro contenía menos
cuerpos neuronales. ¿Cuál es la causa de esto? Primero: la proliferación de
neuronas se limita cuando no hay suficiente hormona tiroidea y segundo:
muchas neuronas no alcanzaron a migrar completamente desde el centro hasta la
periferia y sus cuerpos se quedaron varados en una capa del cerebro que no les
corresponde; atascadas en la materia blanca, en una posición aberrante. Ver
figura 3 .
En las ratas, el periodo de gran actividad de multiplicación de las neuronas y
de la migración de los cuerpos neuronales hacia la corteza cerebral ocurre entre
los días 14-16 del embarazo 300 , mientras que en los humanos, el periodo de
mayor migración de neuronas del centro hacia la periferia para formar la corteza
cerebral ocurre de la 8-24 semanas de desarrollo fetal 301 : La migración
incompleta resulta en una conectividad dañada y en un funcionamiento
defectuoso de los circuitos nerviosos de la red neuronal de la corteza cerebral.
La corteza cerebral es el recubrimiento externo del cerebro y constituye
aproximadamente el 80% de éste; es la parte del cerebro que permite al humano
las extraordinarias funciones cognitivas superiores que incluyen: lenguaje,
percepción, atención, memoria, pensamiento consciente, acciones dirigidas,
inteligencia y sentimientos.
Puntos clave:

Di NO a los ftalatos. Estos impiden la llegada al cerebro del alimento


cerebral básico para el desarrollo del sistema nervioso de tu hijo: el tantas
veces nombrado ácido docosahexaenoico y ácido araquidónico.
Además, los ftalatos afectan tu glándula tiroides y, por este mecanismo,
dañan el desarrollo cerebral y la inteligencia de tu bebé.
Plásticos en casa= niño menos inteligente y con problemas de
comportamiento.

Ftalatos y autismo
El autismo es la discapacidad del desarrollo del sistema nervioso con más rápido
crecimiento y es considerado ya una epidemia. De 1990 a 2010, la tasa de
autismo aumentó el 30%. Según el Centro para Control y Prevención de
enfermedades, (CDC) en Estados Unidos en 1970 había un caso diagnosticado
de autismo por cada 2.500 niños de 8 años; en 2010, la cifra asciende a uno por
cada 68 niños 302 . Estos datos reflejan un crecimiento formidable en la
prevalencia de esta enfermedad y, por desgracia, este ascenso aún no termina.
Los síntomas del autismo aparecen típicamente antes de los 3 años de edad y
esta discapacidad acompaña a la persona durante toda la vida. Se le llama
también trastorno del espectro autista porque las personas que lo padecen
presentan una amplia variedad de síntomas. El autismo es una de las
enfermedades más difíciles que puede enfrentar una familia; “es desgarrador”;
dice la madre de un niño autista; “ha desquiciado completamente nuestra
existencia”; dice otra.
Hasta hora, la comunidad científica no tiene nada que ofrecer a estos
pacientes porque los resultados del tratamiento son desalentadores: programas
terapéuticos de arte, terapia del habla, terapia ocupacional, sesiones de oxígeno
en una cámara presurizada para tratar la inflamación y aumentar la irrigación
sanguínea del cerebro, quelación intravenosa para eliminar metales del cuerpo,
vitaminas, hierbas, dietas especiales y rezos; todo intentan los padres en su
desesperación por aliviar a su hijo.
El autismo se caracteriza por una función anormal en la interacción social,
dificultades en la comunicación y patrones de comportamiento repetitivo. Los
autistas perciben el mundo como un lugar amenazante, sintiendo miedo a cada
momento; atrapados en interminables conductas repetitivas, no se percatan que
las personas se comunican entre ellas. Tampoco saben que los ojos, los rostros y
las voces transmiten mensajes; por eso les es imposible conectarse con otras
personas. Tienen problemas con el lenguaje y directamente nunca hablan.
Tampoco obedecen instrucciones y su habilidad para socializar con otros está
dañada. Consideran a las otras personas como herramientas u objetos.
Los jóvenes autistas son reactivos e impulsivos emocionalmente y no
mantienen el autocontrol. Si no obtienen lo que quieren es el fin del mundo y
pueden tener auténticos ataques de furia.
El tamaño del cerebro en el autismo es ligeramente reducido al nacer y
aumenta dramáticamente durante el primer año de vida. Al cumplir su primer
año es posible comprobar, por medio de la Resonancia Magnética Nuclear
(NMR), que su cerebro es mayor que el promedio de su edad. Alrededor del 20%
de los pacientes con autismo tienen cabeza muy grande, sin embargo, no todas
las partes del cerebro crecen rápidamente, solo algunas lo hacen. Aunque hay un
aumento en el número de neuronas en algunas áreas del cerebro, estas células
nerviosas están reducidas de tamaño. También se observa una deficiente
migración de neuronas a su destino previsto.
Hasta el 40% de los pacientes autistas padecen epilepsia y el 70% tienen
retardo mental mientras que otros pueden estar dentro del promedio o tener una
habilidad por encima de la normal.
Las causas precisas del autismo se desconocen; sabemos que el autismo
viene de familia y los científicos continúan en la búsqueda de los genes
culpables que, interactuando entre sí y con el medio ambiente, producen la
enfermedad.
Los trastornos del espectro autista (ASDs) están en constante aumento de
frecuencia, por lo que se cree que hay factores en el medio ambiente
responsables de ese incremento; la exposición tanto antes del nacimiento como
después del nacimiento a algunos químicos tóxicos puede ser la responsable de
la actual epidemia de autismo.
Los siguientes factores se han relacionado con el autismo: tabaquismo
materno, sexo masculino, problemas económicos en la familia y deficiente
ventilación en la casa.
Los ftalatos, debido a su uso extensivo y a su persistencia, se presentan como
interesantes candidatos a ser factores de riesgo para el autismo. Estos químicos
pueden ser transferidos de la madre al feto y dañar su desarrollo cerebral.
Se ha reportado que una gran proporción de niños con autismo tienen pisos
de cloruro de polivinilo (PVC) en su habitación y en la habitación de sus padres,
en comparación con niños sin autismo. El piso de PVC es una fuente importante
de ftalatos en el aire del interior del hogar. También el asma y la prevalencia de
alergias están asociadas con las concentraciones de ftalatos en el polvo
sedimentado en la recámara de los niños 303 .
He dejado establecido ya, primero, que las altas concentraciones de ftalatos
en sangre materna producen un descenso en la producción de hormona tiroidea y
segundo, que esta hormona es indispensable para el desarrollo normal de la
arquitectura del cerebro. Es posible afirmar que el sistema tiroideo es el
“constructor del cerebro”. La deficiencia materna de hormona tiroidea, conocida
como hipotiroidismo, aun siendo transitoria, puede aumentar 4 veces el riesgo de
tener un niño autista 304 –305 .
Las características estructurales de los cerebros autistas se deben a un
proceso defectuoso que ocurre en etapa temprana del desarrollo (primera mitad
del embarazo) y estas características anatómicas anormales son permanentes e
irreversibles. Por eso es imprescindible que elimines todas las posibles fuentes
de ftalatos en el ambiente donde vas a “fabricar” a tu hijo hermoso.
Los ftalatos no son los únicos químicos tóxicos que interfieren con la
producción, transporte y metabolismo de la hormona tiroidea. Se sabe que más
de 100 sustancias agreden el sistema de la hormona tiroidea. Entre estos se
encuentran: plomo, selenio, bifenilos polibrominados, insecticidas, mercurio,
cloruro de cadmio y fenobarbital 306 .
Dado que cada día se sintetizan nuevas sustancias químicas, es posible
pensar que el riesgo de daño al sistema de nuestras glándulas seguirá latente.
Aparte del daño al desarrollo del sistema nervioso, la escasez de hormona
tiroidea puede dañar el desarrollo de otros órganos, así como el ojo y el oído.

Ftalatos y el Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención


El Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención (ADHD) se debe a un
mal funcionamiento de la corteza cerebral y tiene su origen en la interrelación
entre factores genéticos, sociales y medioambientales. Se inicia en la edad
infantil y persiste durante la adolescencia y la edad adulta. A nivel mundial, 8-12
niños de cada 100 padecen este síndrome, pero su prevalencia se ha
incrementado a una tasa promedio del 3% por año desde 1997, mencionándose
en la actualidad cifras tan altas como del 40% en algunas poblaciones.
Los problemas de comportamiento en este síndrome se han asociado con
alteraciones localizadas principalmente en el tejido nervioso de la corteza
cerebral. Los niños y adolescentes que padecen el síndrome presentan una
reducción (diagnosticada por Resonancia Magnética Nuclear de Alta
Resolución) de la cantidad de materia gris y de materia blanca en la corteza
cerebral y también una disminución del volumen cerebral total y del volumen del
cerebelo, órgano encargado de que los movimientos sean coordinados y
uniformes 307 –308 .
Los síntomas principales del síndrome de hiperactividad con déficit de
atención son:

Hiperactividad: se manifiesta por un exceso de movimiento en situaciones


en que es inapropiado. Tienen gran dificultad para permanecer quietos
cuando las circunstancias así lo requieren (en la escuela, en la mesa a la
hora de comer); hablan en exceso y hacen mucho ruido innecesariamente.
Falta de atención: tienen dificultad para mantener la atención por un
periodo de tiempo. En la escuela parecen no escuchar; no obedecen órdenes
ni instrucciones y van cambiando de tareas sin llegar a terminar ninguna. Se
distraen fácilmente ante cualquier estímulo insignificante y no pueden
seguir el hilo de una conversación.
Impulsividad: se manifiesta por la impaciencia; no pueden esperar su turno,
dan respuestas anticipadas antes de que se hayan completado las preguntas
e interrumpen con frecuencia a los demás. La impulsividad en los
adolescentes los puede llevar a situaciones de riesgo (drogadicción,
actividad sexual precoz, accidentes).

Los pacientes con el síndrome de hiperactividad y déficit de atención presentan


más dificultades de aprendizaje que el resto de la población y, como resultado, su
rendimiento académico es bajo.
Estudios en animales han reportado que los ftalatos producen síntomas de
hiperactividad e impulsividad sorprendentemente similares a los que presentan
los niños que padecen este síndrome. En estudios en humanos, las
concentraciones de ftalatos en la orina recolectada durante el tercer trimestre del
embarazo estuvieron directamente relacionadas con la presencia del síndrome en
los descendientes, demostrando que este tipo de sustancias químicas daña en
forma permanente la corteza cerebral del producto 309 .

Exposición “in útero” a los ftalatos y comportamiento


Para saber el efecto nocivo que ejercen los ftalatos en el desarrollo del sistema
nervioso del feto, los investigadores tomaron muestras de orina a 404 mujeres
entre las semanas 25 y 40 del embarazo y determinaron las concentraciones de
ftalatos en estas muestras. Los recién nacidos fueron evaluados dentro de los
primeros 5 días de edad; los hijos de madres con menores concentraciones de
ftalatos tuvieron puntuaciones más altas en el estado de alerta y en su habilidad
para responder a estímulos auditivos y visuales 310 .
En otros estudios, se observó que los hijos de madres con concentraciones
elevadas de ftalatos durante el embarazo manifestaron peores comportamientos
relacionados con: robo, problemas de conducta, depresión, agresión, problemas
de atención, decir maldiciones, provocar incendios, destruir, consumo de alcohol
y drogas por menores de edad y renuencia a respetar las reglas y las leyes. Otras
conductas típicas de adolescentes como la delincuencia y el vandalismo han sido
relacionadas también con la exposición a ftalatos durante la vida intrauterina 311
–312 .
Los estudios han demostrado que la exposición a ftalatos antes del
nacimiento puede dañar el desarrollo mental y motor de los niños, así como su
capacidad para relacionarse socialmente 313 . También, la exposición prenatal a
ftalatos incrementó los problemas de internalización que incluyen: ansiedad,
depresión, sensación de soledad, pobre autoestima, disminución en el progreso
académico, tristeza y comportamientos o pensamientos suicidas 314 .
Puntos clave:

Altas concentraciones de ftalatos en tu sangre durante el embarazo eliminan


la posibilidad de fabricar un producto mentalmente sano; punto.

Los químicos ambientales y el aparato reproductor del feto


Se ha demostrado que un gran número de productos químicos tienen efectos
perturbadores en el desarrollo del aparato reproductor tanto masculino como
femenino. Estos químicos, diseminados ampliamente en el medio ambiente
incluyen: químicos sintéticos usados en solventes y lubricantes, químicos usados
en plásticos (envases y botellas de plástico) y en lacas usadas para recubrir las
latas de alimentos, parabenes utilizados como antibacterianos en cosméticos,
antitranspirantes, alimentos, bebidas y productos farmacéuticos y químicos
pesticidas y fungicidas. Estas sustancias imitan la función de los estrógenos.
Los estrógenos son hormonas de tipo femenino producidas por los ovarios,
por la placenta durante el embarazo y por las glándulas suprarrenales. Los
ftalatos, el bisfenol A, los parabenos y otros compuestos que estudiaremos más
adelante tienen una estructura química que semeja la estructura de los
estrógenos, lo que les confiere la capacidad de funcionar como si fueran
hormonas femeninas. Estos compuestos han recibido el nombre de estrógenos
ambientales o xenoestrógenos (lo que significa estrógenos extraños) y pueden
ser sintéticos (fabricados por el nombre) o naturales como las que se encuentran
en la soja.
La semejanza en la estructura química que tienen los xenoestrógenos con los
estrógenos les permite imitar o modificar la acción de las hormonas femeninas y
bloquear la producción o el efecto de las hormonas masculinas (testosterona),
induciendo así un desarrollo reproductivo anormal. La producción masiva de
químicos con actividad estrogénica ligada a grandes intereses económicos, está
dañando la función reproductiva y el comportamiento de varias especies entre
ellas los humanos.
Los ftalatos y otros xenoestrógenos se encuentran ampliamente diseminados
en nuestros alimentos, en el aire, en el agua y en el polvo y ahora en el cuerpo de
cualquier persona, lo que indica que animales y humanos estamos inmersos en
una densa mezcla de sustancias que funcionan como hormonas femeninas; vale
decir: en una inmensa alberca de lodo feminizante. En un estudio se comprobó
que más de 500 plásticos analizados, disponibles en el comercio, liberaron
sustancias con actividad estrogénica, esto es, con actividad semejante a la de las
hormonas femeninas.
Los ftalatos tienen efectos contrarios a los de las hormonas masculinas como
la testosterona. El desarrollo del sistema reproductivo es vulnerable a estos
químicos.
Estas sustancias pueden causar efectos “transgeneracionales” a través de
mecanismos conocidos como “programación epigenética”. Transgeneracional
significa que el daño aparece en los descendientes no expuestos al químico
agresor. Por ejemplo, si la abuela fue expuesta a contaminantes, el nieto y sus
descendientes pueden sufrir las consecuencias aun cuando nunca se expongan a
ellos.
Los fetos, los recién nacidos y los jóvenes son especialmente sensibles,
incluso a muy bajas dosis de químicos sintéticos con actividad estrogénica
(feminizante), y pueden sufrir muchos problemas relacionados con la salud
reproductiva como por ejemplo: pubertad precoz, aumento en la frecuencia de
cáncer de pecho y de cáncer de ovario en las hembras y en los machos, la
aparición de malformaciones en los genitales, feminización del cerebro e
incremento en las tasas de cáncer de testículo y de próstata.
En múltiples estudios hechos con animales de experimentación se ha
comprobado que si las madres se exponen a ftalatos, sus descendientes machos
muestran anormalidades reproductivas caracterizadas por malformaciones tanto
de los genitales internos (vesículas seminales, próstata) como de los genitales
externos: hipospadias (el meato urinario se encuentra en la cara ventral del
pene), criptorquidia (los testículos no descienden a la bolsa escrotal y se quedan
en la cavidad abdominal), micropene (pene anormalmente pequeño), distancia
anogenital acortada (la distancia entre el ano y los genitales), reducido peso
testicular, así como severa reducción en la producción de esperma 315 . El efecto
combinado de varios xenoestrógenos a la vez incrementa el riesgo de
malformaciones del aparato genitourinario.
En los humanos, la exposición prenatal a ftalatos está asociada con
disminución en el tamaño del pene en niños recién nacidos, así como con una
distancia anogenital acortada 316 ; ambas dimensiones son irreparables y
acompañarán al individuo durante toda su existencia. Tanto en humanos como
animales, se usa la distancia anogenital para valorar el grado de masculinización
o feminización del aparato reproductor, resultado del efecto de las hormonas
durante la vida intrauterina. En los seres humanos machos, la distancia
anogenital se mide del centro del ano al escroto (bolsa de piel que contiene los
testículos), mientras que en la hembra se mide del centro del ano a la vagina.
Se dice que la distancia anogenital es dimórfica, esto significa que tiene
longitud diferente en cada sexo: es aproximadamente dos veces más larga en los
machos que en las hembras. Al medirla, los investigadores se dan cuenta si el
proceso de masculinización por efecto de las hormonas masculinas (testosterona,
androsterona, androstenediona) fue exitoso. Los humanos varones recién nacidos
tienen una distancia anogenital de aproximadamente 22 milímetros, en tanto que
en las niñas el promedio es de 11 milímetros. En el adulto varón, la distancia
anogenital promedio es de 52 milímetros y a mayor distancia anogenital, menor
riesgo de padecer cáncer de próstata.
Una distancia anogenital acortada en un recién nacido varón es indicativa de
que el proceso de masculinización fue perturbado; la distancia anogenital es un
marcador de masculinización y una distancia anogenital acortada indica
feminización de las estructuras reproductoras. Jóvenes sometidos a cirugía por
hipospadias o testículo no descendido mostraron distancias anogenitales más
cortas comparados con los muchachos sin estas malformaciones 317 .
La distancia anogenital acortada del recién nacido persiste en la adultez y
predice el éxito o el fracaso reproductivo. Los hombres infértiles tienen
distancias anogenitales más pequeñas que los hombres fértiles 318 .
Varios miembros de la familia de los ftalatos tienen propiedades
antiandrogénicas, esto es, bloquean la producción de testosterona por el testículo
fetal. La exposición a estos contaminantes en etapas tempranas del embarazo
puede afectar el desarrollo sexual.
En animales de experimentación, se usaron dos de los ftalatos más
abundantes (dietil hexil ftalato y diisononil ftalato) para determinar los efectos
de la exposición in útero y durante la lactancia a estos químicos sobre el
desarrollo del sistema urogenital (sistema urinario y genital) y sobre el
comportamiento sexual. Los efectos encontrados en la descendencia masculina
incluyeron distancia anogenital reducida y malformaciones del aparato genital.
Además, los machos mostraron poco interés en las hembras manifestado por una
disminución o ausencia del comportamiento copulatorio.
Las concentraciones de ftalatos en la orina de mujeres embarazadas (9-11
semanas de embarazo) estuvieron directamente relacionadas con distancia
anogenital acortada en los niños, lo que es motivo de preocupación dado que la
distancia anogenital está relacionada con malformaciones genitales, pobre
calidad del semen 319 y daño en la función reproductiva en adultos varones 320 .
En las placentas de madres de niños con malformaciones del sistema urinario
y del sistema genital se encontraron concentraciones elevadas de estrógenos
ambientales (xenoestrógenos) en comparación con las placentas de madres de
niños sanos 321 .
En un estudio realizado en México con 87 recién nacidos se encontraron los
siguientes resultados: el peso promedio fue de 3.01 kg., la circunferencia de la
cabeza 34.2 centímetros, la distancia anogenital en varones 21 milímetros y en
hembras 11 milímetros 322 . En otro estudio se encontró una longitud del pene en
recién nacidos de 3.10 a 3.75 centímetros 323

El sexo cerebral del producto


Los ftalatos perturban los procesos regulados por las hormonas que producen
nuestras glándulas y afectan el desarrollo de los órganos genitales causando
malformaciones. Además, pueden afectar la diferenciación sexual programando
un sexo cerebral distinto al sexo genético; ¿el resultado de esto?: un
descendiente varón con cerebro feminizado o un descendiente hembra con
cerebro masculinizado. Es preciso que te explique un poco lo que es la
diferenciación sexual antes de seguir adelante.
La diferenciación sexual empieza cuando un espermatozoide X o un
espermatozoide Y fertiliza al óvulo que siempre aporta un cromosoma X. Si el
espermatozoide que fecunda al óvulo tiene un cromosoma X, el resultado será la
fórmula XX que corresponde a una hembra; si el espermatozoide que fecunda al
óvulo tiene un cromosoma Y, el resultado será una fórmula XY que corresponde
a un producto macho.
Si la fórmula cromosómica del producto es XX, no se formarán los
testículos, no habrá producción de testosterona y por lo tanto se formarán
órganos sexuales femeninos. Si por el contrario la fórmula cromosómica es XY,
se formarán los testículos fetales y empezarán a producir testosterona cuya
función será producir la virilización; esto es, la formación de órganos sexuales
masculinos y la formación de un cerebro masculino.
Debes recordar que el sexo es la clasificación de los seres vivos de acuerdo a
sus órganos reproductivos determinados por la fórmula genética antes
mencionada. En cambio, el género u orientación sexual es la imagen que tiene
una persona de sí misma como macho o como hembra, es decir, la convicción de
pertenecer al género masculino o al género femenino. Tanto el sexo como la
orientación sexual se programan y organizan en las estructuras cerebrales
durante la vida intrauterina.
En los humanos, la programación de la masculinización de los órganos
sexuales ocurre entre el periodo de la 8-14 semanas de gestación, mientras que la
diferenciación sexual del cerebro ocurre más adelante: durante la segunda mitad
del embarazo. Aunque ambos eventos son independientes, se dan en forma
sucesiva o secuencial y son causados por la testosterona, hormona masculina que
se produce en los testículos fetales a partir de la semana 8 y hasta la semana
número 37 de la gestación. Si no hay testosterona, de manera automática se
forman órganos genitales femeninos.
Es fácil entender que el grado de masculinización de los genitales puede no
reflejar el grado de masculinización del cerebro. Se puede fabricar un producto
con órganos sexuales masculinos normales, pero con cerebro femenino o
viceversa. La presencia en la sangre materna de sustancias químicas que
perturban el funcionamiento testicular durante el primer trimestre del embarazo
conduce a la “feminización” de los órganos genitales en un producto varón. Por
otro lado, si en la sangre materna hay elevadas concentraciones de estas
sustancias durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, que es el periodo
crítico para el desarrollo del sistema nervioso, es posible que el cerebro del
producto varón resulte feminizado.

Los tóxicos del medio ambiente y la orientación sexual


En el comienzo del siglo XX, el médico austriaco de origen judío Sigmund
Freud, considerado el padre del psicoanálisis, aseguraba que las relaciones
familiares anormales eran responsables de que los niños se desarrollaran en una
orientación homosexual; decía, además, que la homosexualidad debería ser
curada por medio del psicoanálisis. Ahora sabemos que algunos eventos que
suceden durante la vida prenatal son los que determinan que una persona crezca
para ser heterosexual o gay y que la gente gay no tiene ninguna enfermedad que
deba ser tratada, como aseguraba el señor Freud. Es decir, los investigadores no
han encontrado evidencia de que el medio ambiente social o familiar en el que se
desarrolla el niño después del nacimiento tenga algún efecto sobre la orientación
sexual 324 .
El sexo cerebral es el resultado de un juego hormonal; las hormonas definen
la estructura cerebral y sus funciones; esta, a su vez, determina que la
orientación sexual sea homosexual, heterosexual o bisexual. Los investigadores
pueden hacer, en modelos animales, un cerebro tan masculino o tan femenino
como ellos quieran justamente controlando la cantidad de testosterona que llega
al cerebro en desarrollo.
Cualquier sustancia que perturbe la producción o la acción de la testosterona
puede obstaculizar el proceso de virilización de un producto genéticamente
masculino o puede causar virilización en un producto genéticamente femenino.
La feminización ocurre cuando el cerebro se expone a altas concentraciones
de estrógenos producidos por la placenta y por la madre. Sin embargo,
concentraciones demasiado elevadas de estrógenos naturales o de estrógenos
sintéticos (xenoestrógenos) pueden también masculinizar un cerebro femenino.
Cuando un producto se fabrica con un sexo cerebral diferente al sexo
genético, se le está privando de la oportunidad de tener una plena realización
(encontrar pareja adecuada, reproducción, sobrevivencia de la especie). Esto
resulta del hecho innegable de que la persona genéticamente masculina con sexo
cerebral feminizado buscará instintivamente como pareja un individuo
enteramente masculino; éste, a su vez, precisamente por su marcada
masculinidad buscará como pareja una persona completamente femenina. Lo
opuesto también es cierto: una persona genéticamente femenina pero virilizada
buscará como pareja una persona muy femenina la cual, debido a su misma
feminidad, preferirá como pareja una persona marcadamente masculina.
Estos razonamientos sirven para avalar la conveniencia de fabricar un
producto con sexo cerebral igual al sexo genético, sobre todo teniendo en
consideración que tanto la masculinización como la feminización de las
estructuras cerebrales es irreversible. Los cambios hormonales inducidos por los
tóxicos ambientales durante periodos críticos del desarrollo del cerebro
conducen a un comportamiento sexual que no corresponde al sexo genético,
fenómeno observado incluso en especies no humanas en las cuales se observa el
apareamiento entre animales del mismo sexo.
Los comportamientos relacionados con el sexo son influenciados por las
hormonas solamente durante los periodos sensibles del desarrollo temprano del
cerebro cuando éste se está diferenciando. Por ejemplo, la administración de
testosterona (hormona masculina) a una rata hembra adulta no activa el
comportamiento copulatorio típico del macho, es decir: en la edad adulta no es
posible masculinizar un cerebro que quedó feminizado durante la etapa fetal de
desarrollo. La administración de estrógenos (hormona femenina) a ratas adultas
macho tampoco activa las conductas receptivas típicas de la hembra (lordosis).
Las técnicas actuales como la Imagen por Resonancia Magnética (MRI) y la
observación de tejidos por medio del microscopio electrónico nos permiten
explorar (ver) las estructuras cerebrales y comprobar que el cerebro es
sexualmente dimórfico, es decir, la forma de un cerebro masculino (o
masculinizado) es diferente a la de un cerebro femenino (o feminizado).
Para empezar, podemos afirmar que el cerebro del hombre es el 8-10% más
grande que el de la mujer. Además, se ha comprobado que un núcleo cerebral
llamado Núcleo Intersticial del Hipotálamo Anterior (INAH) tiene un volumen
1.9 veces más grande en los hombres que en las mujeres y contiene 2.3 veces
más células. Sin embargo, en hombres homosexuales este núcleo es más
pequeño que en hombres heterosexuales, igualándose en tamaño al núcleo
femenino 325 . Otra parte del cerebro denominada cuerpo calloso es más grande
en los individuos homosexuales diestros que en los heterosexuales y las mujeres
muestran mayor grosor en algunas áreas de la corteza cerebral que los hombres
326 .

Los investigadores han estudiado el comportamiento de las personas con


sexo genético masculino que han sido feminizadas durante la vida intrauterina y
el comportamiento de las personas con sexo genético femenino que han sido
masculinizadas antes del nacimiento valiéndose de modelos de preferencia de
juguetes. El juego con juguetes es un comportamiento que muestra diferencias
de acuerdo al sexo: normalmente los niños prefieren juguetes de tipo masculino
(vehículos con ruedas, armas) mientras que las niñas prefieren juguetes de tipo
femenino (muñecas y animales de peluche).
Las niñas con Hiperplasia Suprarrenal Congénita están expuestas a altos
niveles de andrógenos (hormonas masculinas) durante la vida fetal y su cerebro
sufre masculinización. Estas niñas prefieren los juguetes típicamente masculinos
y los deportes rudos al aire libre, comportamiento que resulta de los efectos
directos de los andrógenos (testosterona) en el cerebro en desarrollo y no de una
influencia social puesto que han sido educadas como hembras 327 –328 . Te
explicaré más adelante que el estrés materno puede también masculinizar un
producto femenino.
Como se ha descrito, la exposición materna a ftalatos hace que disminuya la
producción de testosterona por los testículos fetales y esto lleva a una incompleta
masculinización del tracto genital (distancia anogenital acortada, testículo no
descendido, pene de pequeño tamaño, etc.). El mismo proceso puede afectar la
diferenciación sexual del cerebro y el comportamiento.
Midiendo la concentración de ftalatos en la orina de mujeres embarazadas se
encontró que, mientras más elevados niveles mostraron de estos químicos, el
comportamiento de juego de sus hijos varones evaluado de los 4-7 años fue
menos masculino 320 : estos niños manifestaron preferencia por juguetes propios
de niñas como, por ejemplo: muñecas con cobija y biberón, juego de jarra con
cuatro tazas, un peine y un espejo.
El mismo comportamiento se observa en animales: normalmente los monos
machos muestran las mismas preferencias que los niños por el juego rudo y por
juguetes propios de niños, mientras que las hembras manifiestan mayor interés
en cuidar a los cachorros y prefieren los juguetes propios de las niñas 329 . Sin
embargo, si se administran ftalatos a los monos machos su comportamiento de
juego se feminiza y buscan las muñecas para jugar.
Aparte de los genes y de los factores que impiden la masculinización
(estrógenos ambientales, estrés materno), el tener hermanos mayores puede ser
riesgo de homosexualidad en el varón humano. Se sabe que por lo menos 14%
de los hombres gais deben su orientación sexual a que tienen varios hermanos
que nacieron antes que ellos. Explicación: durante el parto, es inevitable la
mezcla de sangre fetal con la sangre materna. El sistema inmune de la madre
embarazada de producto masculino se encuentra repentinamente con proteínas
completamente extrañas que han sido creadas por instrucciones del cromosoma
masculino (cromosoma Y). Algunas madres (no todas) establecen una batalla
inmune contra esas proteínas masculinas. En cada embarazo de producto
masculino se incrementará esa respuesta inmune y cada hijo varón que engendre
recibirá un ataque cada vez más feroz contra su masculinidad, afectando su
cerebro de tal manera que crecerá para ser gay 330 –331 –332 .
Puntos clave:

Los ftalatos feminizan el cerebro del feto masculino y masculinizan el


cerebro del feto femenino. Si tienes altas concentraciones de ftalatos en tu
cuerpo durante el embarazo, también tendrás más posibilidades de tener un
hijo homosexual.

El bisfenol A
El bisfenol A fue sintetizado por primera vez en 1891 pero fue identificado como
un estrógeno sintético o xenoestrógeno hasta 1930. A partir de 1950 comenzó su
producción masiva para emplearlo en la fabricación de policarbonato plástico
usado en productos como: biberones, contenedores de alimentos y bebidas,
lentes de anteojos, dispositivos médicos, discos compactos y discos versátiles
digitales (DVD). Se usa también para fabricar resinas epoxy, estas últimas
forman parte del recubrimiento interno de latas de bebidas y alimentos.
El bisfenol A se agrega también como aditivo a diversos tipos de plástico
como el cloruro de polivinilo (PVC) utilizado para fabricar tubería médica y
juguetes y al tereftalato de polietileno (PET) con el que se fabrican las botellas
de soda y agua mineral.
Actualmente se usan más de 5 millones de toneladas de bisfenol A para
producir plástico de policarbonato ante la creciente demanda de las industrias
productoras de bienes de consumo, de los fabricantes de dispositivos médicos,
de la industria de la construcción y de la industria automotriz. Otros 1.4 millones
de toneladas de bisfenol A se usaron para fabricar resinas epoxi con las que se
recubre las latas que contienen bebidas y alimentos para preservarlas de la
oxidación y de la corrosión.
El bisfenol A es uno de los químicos que más se producen a nivel mundial y
se encuentra en la mayor parte de productos enlatados, en los plásticos, en el aire
de interiores, en el polvo del hogar, en el suelo, en el agua y en los desechos
industriales. También está presente en algunos selladores dentales y en los
recibos de papel de impresión térmica.
El bisfenol A se combina con bromo o cloro para hacer retardantes de flama;
el más usado es el tetrabromobisfenol con una producción global de más de
60.000 toneladas por año. Los retardantes de flama tienen la propiedad de
reducir la inflamabilidad de productos plásticos (electrónicos y muebles) y
textiles (ropa). Dado que no se une químicamente a los plásticos, el bisfenol A
migra o trasuda de todos estos artículos hacia el medio ambiente y contamina
aire, agua, polvo y alimentos.
El bisfenol A tiene una estructura química similar a la hormona femenina
estradiol, lo que lo convierte en un perturbador del sistema endocrino con
capacidad para dañar los sistemas reproductivos masculino y femenino, para
producir alteraciones en el comportamiento y actuar como carcinógeno. La
mayor parte de los humanos tienen niveles detectables de esta sustancia en la
sangre y en la orina. Los niños tienen niveles más altos que los adultos porque
tienen menor capacidad para eliminarlo. En la mayor parte de tejidos humanos
está presente el bisfenol A, con la más alta concentración en la grasa seguida por
el hígado y el cerebro.
La principal fuente de exposición al bisfenol A es la ingestión, pero también
se absorbe por la piel y se inhala con el aire contaminado de polvo. El bisfenol A
trasuda de las botellas de policarbonato hacia el agua y otras bebidas contenidas
en ellas. Los alimentos enlatados y empacados en policarbonato contienen
bisfenol A 333
Las latas usadas como contenedores de alimentos y bebidas están protegidas
de la oxidación y de la corrosión por un recubrimiento interior de resinas epoxy;
el bisfenol A es uno de los componentes de esas resinas y escurre hacia el
contenido de la lata. Las altas temperaturas y la exposición a sustancias ácidas
incrementan esa migración. Después de que las latas son sometidas a
esterilización en autoclave a altas temperaturas, usualmente son almacenadas por
semanas, meses o años antes de ser vendidas; durante ese periodo de tiempo se
puede incrementar la acumulación de bisfenol A en los alimentos y bebidas.
El bisfenol A se usa también para hacer películas de estiramiento para
empacar alimentos: estas películas pueden ser importantes como fuente de
contaminación de los alimentos con este químico tóxico70 .
Los individuos que consumen soda, lonches escolares y alimentos
preparados fuera de casa tienen altas concentraciones de bisfenol A en orina 334 y
se comprobó que beber líquidos envasados en botellas de policarbonato por una
semana, incrementó los niveles urinarios de bisfenol A al 66%66 , en tanto que el
consumo de sopa enlatada durante 5 días consecutivos elevó las concentraciones
de bisfenol A en los participantes en más del 1000%, en comparación con los
participantes que consumieron sopa fresca 335 .
El hecho de consumir alimentos frescos, no enlatados o empacados en
plástico, hace que los niveles de bisfenol A en orina desciendan en forma
significativa. Los investigadores encontraron que más del 75% de los productos
alimenticios analizados en Estados Unidos y en China contenían bisfenol A.
Las personas que utilizan vajillas de cerámica tienen concentraciones
significativamente menores de bisfenol A en orina que aquellas que usan tazas
de plástico o que toman líquidos en botellas de plástico. Los recipientes de
plástico también liberan bisfenol A hacia la sopa caliente que se sirve en ellos.
El bisfenol A se absorbe a través de la piel después de usar desinfectante para
manos. Después de aplicarlo, el bisfenol A contamina los alimentos que se
toman con las manos, es ingerido, se absorbe en el estómago y en el intestino y
llega a la circulación para luego ser eliminado por la orina 336 .
La tinta de las impresoras contiene bisfenol A; también algunos productos de
papel, particularmente los papeles térmicos (recibos) en los que el bisfenol A es
usado para desarrollar color. El bisfenol A funciona como una especie de tinta
invisible que se hace visible en el papel en respuesta a la presión y al calor. En
los recibos, el bisfenol A no está unido químicamente al papel; está libre y es
capaz de contaminar la piel, los billetes y otros objetos.
En Europa se utilizan 1.6 millones de kilos de bisfenol A para fabricar
recibos de papel térmico como los que te dan en cualquier tienda. Los
investigadores comprobaron que con el hecho de sostener con los dedos un
recibo durante 10 segundos se transfieren a la piel 2.5 microgramos de bisfenol
A y si se frota el recibo la cantidad que se absorbe aumenta enormemente.
Además, los recibos de impresión térmica pueden contaminar los billetes si se
guardan junto con ellos en la cartera. Se encontró bisfenol A en todos los billetes
analizados de 21 países 337 .
Las cajeras pueden tener mucho más altas concentraciones de bisfenol A en
orina que las personas dedicadas a otras ocupaciones porque la mayor parte de
los recibos usados en las tiendas contienen éste químico. Un recibo de papel
térmico puede contener hasta el 2.2% de su peso total de bisfenol A. Una cajera
puede tener concentraciones tan altas de bisfenol A como una persona que
consume grandes cantidades de alimentos enlatados.
Aunque los recibos de impresión térmica contienen las más altas
concentraciones de bisfenol A, otros productos de papel también contienen este
químico: servilletas de papel, periódicos, revistas, cajas de cartón, toallas de
papel, tarjetas, notas de los bancos, filtros de cigarrillos y papel para envolver
alimentos 338 . Muchas toneladas de bisfenol A procedentes del papel higiénico
contaminado van a parar a las aguas residuales en todo el mundo contribuyendo
a la feminización de la vida salvaje.
El bisfenol A tiene función estrogénica, es decir, funciona como hormona
femenina; al mismo tiempo bloquea la acción normal de las hormonas
masculinas e impide el funcionamiento de la hormona tiroidea. La exposición
“in útero” a altas concentraciones de bisfenol A se ha relacionado con: obesidad,
diabetes, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares, trastornos
reproductivos, cambios en el desarrollo de la glándula mamaria y de la próstata
(que pueden predisponer al cáncer), daño hepático, perturbación en la
diferenciación sexual del cerebro, trastornos del comportamiento y, en las
hembras, pubertad precoz y ovario poliquístico.
Todos los fetos estudiados y la mayor parte de las mujeres embarazadas
tienen cantidades medibles de bisfenol A en su cuerpo. Esto es preocupante no
solo por ellas, sino también porque en sus fetos en desarrollo el bisfenol A puede
producir efectos a corto y a largo plazo, estos últimos a través de “mecanismos
epigenéticos” que serán estudiados más adelante.
Con el hecho de embarazarse, los niveles de bisfenol A aumentan (hasta el
26% en un estudio) porque durante el embarazo la eliminación de este tóxico se
hace más lenta 339 . El bisfenol A cruza la placenta y se encontró en
concentraciones 5 veces mayores en el líquido amniótico (donde el bebé flota
mientras está en el útero) obtenido durante las semanas 15-18 del embarazo que
en otros líquidos corporales como la sangre materna y la sangre del cordón
umbilical65 .
La presencia de bisfenol A en los tejidos placentarios puede causar efectos
dañinos que conducen a resultados adversos del embarazo como, por ejemplo:
pérdida del embarazo, parto prematuro, preeclampsia y reducción del
crecimiento.
Puntos clave:

Di NO a todos los alimentos envasados. Tu feto se vería seriamente


afectado estando inmerso en un medio saturado de bisfenol A puede dañar
su inteligencia o invertir su sexo cerebral.

El bisfenol A en estudios con animales


El efecto dañino de los tóxicos ambientales como el bisfenol A se comprueba
haciendo experimentos con animales y observando lo que pasa cuando el medio
ambiente en que viven está contaminado con esta sustancia tóxica. El bisfenol A
trasuda de los productos de desecho que se arrojan a los vertederos y alcanza las
aguas subterráneas contaminando los ríos, las corrientes de agua del subsuelo y
el agua de beber representando una amenaza para la vida salvaje acuática.
El bisfenol A es más denso que el agua por lo que termina en los sedimentos.
En contacto con el aire, el bisfenol A se degrada en pocos días mientras que en
ausencia del aire no se degrada o se degrada muy lentamente. El bisfenol A y
otros químicos como la atrazina funcionan como hormonas femeninas
(estrógenos) y se comprobó que feminizan peces, anfibios, reptiles, aves y
mamíferos impactando negativamente su fertilidad.
Además, el bisfenol A funciona como un anti-andrógeno, es decir, impide o
bloquea los efectos biológicos promovidos por la hormona masculina
(testosterona). Este bloqueo a la acción hormonal es particularmente importante
durante la etapa de desarrollo fetal porque daña la formación del tracto genital
masculino y, en forma permanente, el desarrollo normal de la corteza cerebral 340
. Tanto los estrógenos como la testosterona estimulan la formación de
conexiones entre las neuronas, mientras que el bisfenol A impide esta acción. La
alteración durante el desarrollo de la arquitectura normal del cerebro lleva a estas
crías a sufrir un incremento en la ansiedad, en la agresividad y en la
hiperactividad.
El bisfenol A feminiza el cerebro de los descendientes machos y masculiniza
el de las hembras. Una parte del cerebro, conocida como Área Preóptica del
Hipotálamo Anterior (POAH), contiene más células en las hembras que en los
machos. Este núcleo es responsable del control del ciclo menstrual, de la
ovulación y del crecimiento del folículo ovárico que contiene el óvulo. La
administración de bisfenol A a ratas machos durante dos días después del
nacimiento causó un aumento en el número de células en este núcleo,
igualándolo al núcleo de las hembras.
Se ha demostrado en roedores que la exposición fetal a las mismas dosis de
bisfenol A que comúnmente se hallan en el medio ambiente en que vivimos,
afecta el hígado, el riñón, el páncreas, el cerebro, el tejido adiposo, y el aparato
reproductivo.
Ratas expuestas durante su vida fetal a bajas dosis de bisfenol A presentaron
alteraciones en la arquitectura de la glándula mamaria y el 33% de ellas
desarrollaron cáncer de pecho cuando alcanzaron la edad adulta 341 –342 –343 –344
–345 –346 . Así mismo, estas alteraciones se observaron en primates no humanos
347 .
En los fetos machos, la exposición in útero al bisfenol A puede programar el
crecimiento exagerado de la glándula mamaria (ginecomastia) que se manifiesta
en la edad adulta, así como el crecimiento exagerado de la próstata 348 , mientras
que en las descendientes hembras se encontró peso reducido de la vagina 349 .
También se encontró que los animales machos expuestos a altas
concentraciones de bisfenol A durante la vida fetal producen menos testosterona
y fabrican menos esperma que los animales no expuestos y este daño en la
fertilidad puede transmitirse a varias generaciones subsecuentes, aunque no se
expongan al bisfenol A 350 .
Se ha comprobado en estudios con animales que el bisfenol A y otros
estrógenos del medio ambiente pueden producir alteraciones profundas en la
glándula prostática que incrementan el riesgo posterior de padecer cáncer 351 .
Ratones expuestos al bisfenol A durante su vida intrauterina y durante la
lactancia mostraron disminución en el peso del cerebro, riñones y testículos 352 ,
un aumento del 33% del colesterol total, los triglicéridos aumentaron el 34% y el
peso de tejido graso el 59% 353 .
Los estudios en animales de laboratorio también muestran que la exposición
in útero al bisfenol A perturba los efectos de la hormona tiroidea necesarios para
el desarrollo del sistema nervioso 354 . Esto se refleja en un comportamiento
anormal: los animales tratados exhiben más ansiedad, hiperactividad y
agresividad. Las hembras tienen un comportamiento maternal inhibido que se
manifiesta en el hecho de que pasan menos tiempo cuidando y alimentando a sus
crías. El bisfenol A perturba el aprendizaje y daña la memoria. Los
investigadores verifican esto viendo que los animales expuestos a este químico
tardan más tiempo en escapar de un laberinto que los no expuestos.
En roedores, la descendencia de hembras expuestas a bajas dosis de bisfenol
A durante el embarazo exhibió un aumento exagerado de peso corporal que se
hizo notorio poco después del nacimiento y continuó durante la edad adulta 355 ;
esto es lo que se conoce como la programación fetal de la obesidad.
Efectos del bisfenol A en humanos
Las concentraciones de bisfenol A encontrados en la gente de hoy en día son
mayores que las concentraciones que producen efectos dañinos en animales de
laboratorio. En particular, el feto humano es incapaz de metabolizar con
eficiencia este tóxico que pasa de la sangre materna a la placenta y se acumula
en los tejidos fetales.
El bisfenol tiene actividad estrogénica porque se une a los receptores
estrogénicos ya que su estructura química es muy semejante a la de las hormonas
femeninas (estrógenos). En los humanos, la exposición al bisfenol A durante el
embarazo puede causar cambios en el sistema inmune de la descendencia que
aceleran la aparición espontánea de diabetes tipo 1 356 , enfermedad autoinmune
cuya frecuencia va en constante aumento.
El bisfenol A actúa como hormona femenina y puede afectar el desarrollo
genital masculino. El feto masculino se feminiza cuando está expuesto durante el
embarazo al bisfenol A. Por ejemplo, los hijos varones de madres que por su
ocupación (cajeras, por ejemplo) están expuestas a bisfenol A, nacen con una
distancia anogenital acortada (feminizada); mientras más altos son los niveles de
exposición, mayor es el acortamiento 357 . La distancia anogenital acortada
predice, al llegar a la edad adulta, baja fertilidad y mayor incidencia de cáncer de
próstata.
En las niñas, la exposición a bisfenol A durante la etapa fetal altera la
arquitectura de la glándula mamaria predisponiendo al cáncer, e impidiendo,
cuando esas niñas estén en edad reproductiva, la lactancia de sus bebés.

El bisfenol A y el desarrollo del cerebro fetal


El cerebro en desarrollo es notablemente sensible a las agresiones del medio
ambiente. La exposición al bisfenol A durante la vida fetal puede producir
efectos persistentes en la estructura del cerebro que pueden tardar años en ser
reconocidos. El bisfenol A altera el sistema nervioso del feto interfiriendo con la
formación del sexo cerebral y afectando los procesos de aprendizaje, memoria y
comportamiento con resultados catastróficos que tienen un impacto enorme
sobre la familia y la sociedad. Los niños que nacen afectados tienen altos índices
de enfermedad mental y suicidio y una tendencia elevada a ser adictos a las
drogas y a la criminalidad cuando llegan a la adultez. Fabricar hijos con un
cerebro saludable y paz mental es un reto singular; sin un conocimiento preciso
de cómo se desarrolla el cerebro humano, la dificultad se agiganta. El desarrollo
del sistema nervioso, ya estudiado en el capítulo de la vitamina D es un tema
fascinante y conviene volver a repasar en qué consiste.
Entre la segunda y la tercera semana de la concepción, aparece en el embrión
un engrosamiento conocido como placa neural, formado por células nerviosas.
Los bordes de esta placa sobresalen y se pliegan formando el llamado tubo
neural que formará el sistema nervioso. Las células nerviosas migran hacia sitios
específicos para formar cada parte del cerebro y de la médula espinal. Dicha
migración alcanza su máxima intensidad entre las semanas 12-20 y se completa,
en gran parte, a las 26-29 semanas del desarrollo. La migración incorrecta puede
tener profundas consecuencias en el desarrollo de la arquitectura cerebral. Al
completar su migración, las neuronas se ramifican tremendamente y extienden
sus prolongaciones para interconectarse unas con otras y unir entre sí las
diferentes regiones cerebrales.
Cada neurona tiene un cuerpo del que salen miles de pequeñas ramas
llamadas dendritas y una prolongación larga llamada axón. De cada dendrita
brotan miles de espinas que servirán para la interconexión (sinapsis) de unas
neuronas con otras; a través de estas conexiones pasarán los impulsos nerviosos
y se formará una red neuronal formada por aproximadamente 100.000 millones
de neuronas. La velocidad a que se conectan las neuronas alcanza su máxima
expresión a las 34 semanas de embarazo cuando se realizan unas 40.000 nuevas
conexiones cada segundo, lo que resulta en un cerebro con aproximadamente
100 billones de interconexiones 358 .
Las hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) impulsan la formación de
interconexiones entre las células del cerebro. El bisfenol A impide el 70-100%
de las interconexiones inducidas por estas hormonas lo que puede traer
consecuencias significativas como: deterioro cognitivo (conocimiento, atención,
lenguaje, razonamiento, solución de problemas, toma de decisiones, etc.),
depresión y esquizofrenia. El bisfenol A no solamente impide que se conecten
entre sí las neuronas, sino que hace que desaparezcan conexiones que ya estaban
establecidas como lo demuestra el hecho de que ratas tratadas con bisfenol A
exhiben disminución en el número de conexiones.
El bisfenol A no permite que el cerebro responda normalmente a la acción de
las hormonas que promueven la interconexión de unas neuronas con otras. El
resultado es una alteración de la forma y la función del cerebro. Por otro lado, el
bisfenol A perturba la acción de la hormona tiroidea que, como hemos estudiado
ya, es imprescindible para el desarrollo del sistema nervioso 359 .
Altos niveles de bisfenol A en orina, medidos durante el embarazo, han sido
asociados con pobre control emocional en los niños evaluados a los 1, 2 y 3 años
de edad 360 y con problemas de internalización, reportados tanto por sus madres
como por sus maestros. Estos incluyen depresión, aislamiento social, ansiedad,
soledad, tristeza, pobre autoestima, disminución en el progreso académico,
comportamientos o pensamientos suicidas y otros síntomas físicos inexplicables
361 .
Puntos clave:

La arquitectura cerebral de tu hijo modulará el comportamiento a lo largo


de su vida.
El bisfenol A desbarata ésa arquitectura. Fácil de entender; ¿no?

Los pesticidas
La exposición de los humanos a los pesticidas es un tema complejo porque
involucra muchos compuestos de estructura química diferente, mismos que
pueden penetrar al organismo por la respiración, a través de la piel o por
absorción intestinal después de ingerir alimentos contaminados. Los pesticidas
son sustancias usadas para controlar plagas (herbicidas, fungicidas, insecticidas,
rodenticidas). Una vez que se aplican, se dispersan en el aire, en el agua y en el
suelo. El hombre puede estar expuesto a los pesticidas por su trabajo
(agricultura, floristería, jardinería), por el uso doméstico de insecticidas, por el
uso de antiparasitarios en humanos y en mascotas o por la inhalación de
pesticidas volatilizados en el ambiente.
La exposición a los pesticidas durante el embarazo se está convirtiendo en un
importante problema de salud pública porque puede afectar el desarrollo del feto.
La mayor parte de los hogares en el mundo tienen almacenado algún tipo de
pesticida. La exposición a pesticidas en el interior del hogar es de considerable
magnitud: en algunos estudios, un alto porcentaje de mujeres (85%) reportaron
el uso de algún tipo de plaguicida en el hogar durante el embarazo y estas
sustancias tóxicas se detectaron en el 97.7-100% de las muestras de aire del
hogar y en el 39-70% de las muestras de sangre recogidas tanto de las madres
como de sus bebés al momento del nacimiento 362 .
Varias semanas después de una sola aplicación de un pesticida en el hogar
aún se detectan residuos de mismo y es posible que, sobre todo los niños,
alcancen niveles extremadamente peligrosos de estos químicos en su sangre por
inhalación de polvo mientras gatean o juegan en el piso.
Los pesticidas se ingieren con alimentos contaminados; por ejemplo: con el
hecho de sustituir las dietas convencionales por dietas orgánicas se logró
disminuir hasta niveles no detectables los insecticidas Malatión y Clorpirifós en
un grupo de niños estudiados 363 . En los cultivos orgánicos no se utilizan
pesticidas químicos.
Algunos insecticidas perturban el crecimiento fetal; los hijos de madres
expuestas durante el embarazo a altos niveles residenciales de ciertos
insecticidas (Clorpirifós, Diazinón) pesaron en promedio 215 gramos menos que
los hijos de madres no expuestas 314 . Otros insecticidas como el Malatión
acortan la duración del embarazo 364 .
Se ha confirmado que los pesticidas son tóxicos para el desarrollo del
sistema nervioso. Los pesticidas organofosforados (Malatión, Paratión, Paratión
metílico, Clorpirifós, Diazinón, Fosmet, etc.) tienen amplios usos domésticos
para el control de plagas en plantas del interior y en jardinería residencial. La
presencia de metabolitos de Malatión y Clorpirifós en la orina materna durante el
embarazo está relacionada con problemas de desarrollo mental en la
descendencia, de acuerdo a evaluaciones realizadas a los 2 años de edad 365 ;
también está relacionada con un déficit de 7.0 puntos en el cociente intelectual
(IQ) según mediciones realizadas en los niños a la edad de 7 años 366 .
La residencia materna cerca de un área agrícola donde se aplican pesticidas
puede estar asociada con trastorno del espectro autista en la descendencia 367 y
con defectos del tubo neural 368 .
La exposición prenatal a pesticidas como el Clorpirifós se encontró asociada
con una pequeña pero significativa reducción de la circunferencia de la cabeza.
Esto es importante porque se sabe que una cabeza de tamaño pequeño predice
una subsecuente disminución en inteligencia 369 .
Se ha comprobado en ratas que la exposición al Clorpirifós antes del
nacimiento o en los primeros días de vida postnatal altera las características de
algunas áreas del cerebro anterior involucradas en la función cognitiva
reduciendo el número de neuronas, así como el número ramificaciones e
interconexiones 370 .
Algunos pesticidas tienen efectos estrogénicos y al mismo tiempo funcionan
como antagonistas de las hormonas masculinas; las mujeres que por su trabajo
están expuestas a pesticidas tienen riesgo elevado de tener un hijo con
criptorquidia, que es el descenso incompleto de uno o de los dos testículos a
través del canal inguinal 371 , con menor volumen testicular evaluado por
ultrasonido a la edad de 11 años y con longitud del pene más corta 372 . También
hay mayor riesgo de que las niñas presenten desarrollo precoz de la glándula
mamaria 373 .
Los pesticidas organoclorados que incluyen el DDT, los bifenilos
policlorinados y el clordano perturban la programación embrionaria y el
desarrollo de las gónadas durante la vida fetal causando lo que se conoce como
el síndrome de disgenesia testicular. Este síndrome está caracterizado por
testículo no descendido, hipospadias, baja fertilidad y tumor testicular de células
germinales.
La loción Kwell, utilizada para combatir la sarna y el champú Kwell, usado
para combatir los piojos contienen lindano. El lindano es tóxico para el sistema
nervioso y la exposición al lindano durante el embarazo causa defectos de
nacimiento y cáncer en la descendencia. La exposición paterna a pesticidas en el
trabajo cerca del día de la concepción incrementa el riesgo de tumores cerebrales
y leucemia en la descendencia 374 .
Se han estudiado otros pesticidas que tienen efectos perturbadores cuando
están dentro del cuerpo de la mujer embarazada como, por ejemplo: el
metoxicloro, usado contra moscas, mosquitos, cucarachas y una gran variedad de
otros insectos y la permetrina, sustancia sintética utilizada en todo el mundo
como insecticida y acaricida y como repelente de insectos y piojos.
El vinclozolin es un fungicida utilizado en las frutas y verduras y en el
césped de los campos de golf. En roedores se ha demostrado que la exposición a
este químico durante el embarazo promovió la transmisión transgeneracional de
enfermedades que inician en la edad adulta. Aún la tercera generación de
animales no expuestos directamente al químico tóxico presentó enfermedades
como: defectos en el testículo, en los espermatozoides, en la próstata y en el
riñón en los machos y ovario poliquístico en las hembras.
En los humanos, la exposición in útero a este químico daña la fertilidad
masculina no solo del descendiente expuesto sino en los hombres que nacerán
tres o más generaciones adelante. Esta es la ya mencionada herencia
transgeneracional de enfermedades que inician en la edad adulta. Cuando una
madre embarazada se expone al vinclozolin, hasta cuatro generaciones de
descendientes sufren un aumento en la prevalencia de tumores, enfermedad del
riñón y enfermedad de la próstata.
La dioxina es un químico ambiental persistente que se encuentra en el medio
ambiente en todo el mundo y se acumula en la cadena alimentaria,
principalmente en el tejido graso de los animales. Más del 90% de la exposición
humana se debe al consumo de alimentos cárnicos, pescados, mariscos y
productos lácteos contaminados.
Puntos clave:

Vivir cerca de campos agrícolas donde se usan pesticidas pone en riesgo la


calidad de tu hijo.
No debe haber en tu hogar insecticidas durante tu embarazo y, de ser
posible, durante todo tu periodo de vida.
Metales pesados y embarazo
Los metales pesados como el cadmio, plomo, arsénico y mercurio tienen
capacidad de perturbar el sistema endócrino. Por ejemplo, en roedores se ha
observado que el cadmio tiene como efectos estrogénicos (feminizantes) la
proliferación de tejido uterino y de tejido mamario. Por otro lado, la exposición
al plomo durante el desarrollo ha mostrado, en diferentes estudios, que causa
daños en la inteligencia y en el comportamiento de los niños, cambios que
persisten en la edad adulta; se han relacionado altos niveles de plomo detectados
en el pelo de los niños con el síndrome de hiperactividad con déficit de atención
y con otros problemas del comportamiento.
El arsénico es un metaloide que se encuentra comúnmente en el agua de
beber; es un potente tóxico que puede atravesar la placenta, dañar el crecimiento
y aumentar la mortalidad fetal e infantil. La presencia de arsénico en el agua
potable es un problema de salud pública a nivel global y se ha relacionado con:
menor peso al nacer, duración más corta del embarazo y menor longitud del
recién nacido 375 .
El consumo materno de pescado contaminado con mercurio se ha
relacionado con resultados pobres en las pruebas de desempeño cognitivo a la
edad de 3 años 376 .
Se han encontrado altas concentraciones de metales pesados en la sangre,
orina, pelo, dientes y cerebro de los niños que padecen el trastorno del espectro
autista.

Los hidrocarburos policíclicos aromáticos


Los hidrocarburos policíclicos aromáticos son sustancias químicas que se
forman durante la combustión incompleta de petróleo, gasolina, gas, carbón,
madera, basura y otros materiales orgánicos. Son exageradamente solubles en las
grasas y han mostrado propiedades tóxicas y cancerígenas; existen más de 100
de estos compuestos químicos.
La exposición prenatal a los hidrocarburos policíclicos aromáticos, estimada
por monitoreo del aire o por la medición de benzopireno (un representativo de
estos compuestos) en la sangre materna y en la sangre del cordón umbilical, fue
relacionada con síntomas de ansiedad y depresión, con problemas de atención en
niños evaluados a la edad de 6-7 años 377 y con el Trastorno de Hiperactividad
con Déficit de Atención (ADHD) 378 .
El feto en desarrollo es especialmente vulnerable a los agentes tóxicos para
el sistema nervioso como los hidrocarburos policíclicos aromáticos liberados al
aire ambiental por la combustión de combustibles fósiles y otras materias
orgánicas. La exposición durante el embarazo a aire contaminado con
hidrocarburos policíclicos aromáticos está asociada con menor cociente
intelectual (IQ) en la descendencia 379 .
Uno de los hidrocarburos policíclicos aromáticos conocido como
benzopireno se forma en algunos alimentos (frutos secos, chorizo, salchichas y
especias) por el proceso de secado a altas temperaturas y en la elaboración de
carnes a la parrilla y de productos horneados como: pizzas, pan de horno de leña,
secado de café, etc. La exposición de los humanos al benzopireno es por
ingestión de alimentos y agua contaminados y por inhalación de partículas en el
aire ambiental. El benzopireno es un conocido carcinógeno y se comprobó en
ratas que daña el desarrollo del cerebro del feto originando una deficiencia en la
actividad de las neuronas de la corteza cerebral.
Puntos clave:

Tú, fábrica de niños, debes vivir alejada de autopistas porque los


hidrocarburos policíclicos aromáticos abundan en el humo de los escapes de
los automotores.
También debes evitar el consumir carnes a la parrilla y otros productos
cocinados con leña o carbón vegetal tales como pizzas porque contienen
benzopireno.

Los parabenos
Los parabenos, de los que he hablado ya, son compuestos sintéticos ampliamente
utilizados como conservadores por sus propiedades fungicidas y bactericidas. Se
añaden a productos farmacéuticos (medicamentos), así como a cosméticos y
múltiples productos de cuidado personal usados en niños y adultos como:
champús, cremas hidratantes, lociones para las manos, lociones para el cuerpo,
bronceadores, bloqueadores solares, lápices labiales, lociones faciales,
limpiadores faciales, rímel, jabón para las manos, acondicionadores, aerosoles y
geles. También se usan como ingredientes en algunas pastas dentales.
A partir de 1930, se usan también como aditivos en la conservación de
alimentos tales como: conservas, salsas de mesa, aderezos, jaleas, ensaladas,
jugos, refrescos, repostería y pastelería. Por su efecto anti-hongos, los parabenos
se usan ampliamente para fabricar productos de papel como cajas de cartón,
billetes, volantes y toallitas sanitarias.
Se han detectado parabenos en los ríos, en el suelo agrícola, en las aguas
residuales, en el agua de beber, así como en el polvo y en el aire del interior del
hogar.
Los cosméticos representan la ruta de exposición predominante dado que los
parabenos se absorben fácilmente en la piel. El metilparabeno es el agente más
comúnmente usado; el lápiz labial contiene la más alta concentración de
parabenos. Mientras más productos de cuidado personal use una persona, más
elevadas concentraciones de parabenos tiene en su sangre.
Los parabenos pasan a través de la placenta hacia el feto y a veces las
concentraciones de estos químicos son más elevadas en el feto que en la madre,
lo que sugiere que éste tiene menor capacidad para eliminarlos. También se han
encontrado concentraciones de parabenos incluso más altas en el líquido
amniótico que en la sangre materna.
Los parabenos, por su efecto estrogénico, han sido relacionados con defectos
en el tracto reproductivo masculino y con cáncer de pecho. Además, los
parabenos promueven la adiposidad (formación de tejido graso en el cuerpo).
Puntos clave:

Lo dicho antes: no debes usar artículos de cuidado personal aparte del


simple jabón.
Absolutamente prohibido usar artículos de belleza.
Absolutamente prohibido consumir alimentos procesados, embotellados y
enlatados porque pueden contener parabenos como conservadores.
A tus hijos no se les apliques ningún producto de los que ofrece la industria
(cremas, lociones, talcos, champús, etc.) porque su piel absorbe parabenos.
Jabón neutro a la hora del baño es suficiente para mantener limpia su piel.

Bifenilos policlorinados
Los bifenilos policlorinados son compuestos ampliamente usados como
retardadores de flama; se aplican a una amplia variedad de textiles, a diversos
materiales de construcción, a los transformadores y al equipo electrónico,
incluyendo televisiones y computadoras.
Dado que estos químicos no se unen químicamente a los materiales que los
contienen, se liberan al medio ambiente. La concentración de bifenilos
policlorinados en la sangre, en la leche y en los tejidos humanos ha aumentado
considerablemente en los últimos 30 años; la misma tendencia se observa en los
mamíferos y aves marinas.
La exposición in útero a bifenilos policlorinados está asociada con baja
calidad del semen y bajos niveles de hormonas reproductivas (testosterona)
medidos cuando la descendencia llega a la edad adulta. Se encontró relación
entre los niveles de bifenilos policlorinados en el calostro con mayor
probabilidad de testículo no descendido (criptorquidia congénita) en los recién
nacidos 380 .
La exposición a mezclas de varios compuestos tóxicos puede contribuir a
mayores daños al sistema reproductivo y nervioso que la exposición a un solo
químico. Esto es conocido como el “efecto mezcla”, y complica aún más la
investigación del papel de los perturbadores endocrinos en el éxito reproductivo.

Bifenilos polibromados
Los bifenilos polibromados, así como los éteres de bifenilos polibromados, son
compuestos químicos que se encuentran en el plástico de una variedad de
artículos de consumo: monitores de computadoras, televisores, telas y espumas
plásticas. Se usan como retardadores de flama y son mezcla de hasta 209
componentes individuales. En un estudio, altos niveles de estos químicos en el
cordón umbilical se relacionaron con baja puntuación en las pruebas de
desarrollo físico y mental en las evaluaciones realizadas a los 12, 48 y 72 meses
de edad 381 .

Tabaquismo materno
El tabaquismo materno puede afectar gravemente la salud reproductiva. Aparte
de la nicotina y el monóxido de carbono, el cigarro contiene más de 7.000
constituyentes químicos y aditivos, incluyendo agentes productores de cáncer,
hidrocarburos policíclicos aromáticos y metales pesados tóxicos. La mayor parte
de estos componentes pueden cruzar la barrera placentaria y ocasionar al feto
daños que pueden perdurar durante toda su vida.
Durante las últimas décadas, la prevalencia del tabaquismo entre las mujeres
en edad reproductiva se ha incrementado y varía dependiendo de la edad y del
nivel educacional. Por ejemplo, se estimó que, en el Reino Unido, la prevalencia
de tabaquismo en mujeres embarazadas menores de 20 años es de 45% mientras
que en Nueva York se encontró que el 39% de las mujeres embarazadas fuman
un promedio de 10 cigarrillos al día.
Se sabe que el consumo habitual de cigarrillos está asociado con alto riesgo
de infertilidad femenina y con resultados adversos del embarazo como: aborto
espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer.
Las mujeres que fuman desde un mes antes de la concepción hasta el final
del primer trimestre del embarazo son más propensas a tener hijos con defectos
congénitos de corazón que aquellas que no fumaron durante este periodo de
tiempo 382 .
Las hijas de mujeres que fuman durante el embarazo tienen mayor
posibilidad de sufrir retardo en la primera menstruación 383 .
El tabaquismo materno durante el embarazo está asociado también con
múltiples deformaciones en la descendencia como: pie zambo, ausencia o
insuficiente desarrollo de manos y pies, malformaciones de brazos y piernas y
anomalías digitales entre las que se encuentran ausencia de dedos, dedos
fusionados o excesivo número de dedos (dedos supernumerarios).
El tabaquismo materno también está relacionado con deformidades del
cráneo, labio leporino, paladar hendido y ausencia de ojos, así como con
defectos congénitos en la faringe, esófago, intestino delgado, colon, conductos
biliares, vesícula biliar, hígado, órganos genitales, vejiga urinaria, riñones, uréter
y uretra. Otros efectos son aumento en el riesgo de criptorquidia (testículo no
descendido) y de estrabismo (los músculos del ojo no trabajan en armonía y
mientras que un ojo mira un objeto, el otro se desvía en una dirección diferente).
Usando imágenes de resonancia magnética en niños de 6-8 años expuestos
prenatalmente al humo del cigarro, se encontró que presentaron disminución en
el volumen total del cerebro y disminución en el volumen de sustancia gris; estos
cambios están relacionados con problemas afectivos (depresión, ansiedad,
trastorno bipolar) 384 .
El tabaquismo durante etapas tempranas del embarazo es causa de un
incremento en el riesgo de autismo en la descendencia como lo demostró un
estudio realizado con 700.000 niños de 11 estados de la Unión Americana.
También se encontró relación entre el tabaquismo materno y un incremento en el
riesgo de nacimiento por cesárea 385 .
La exposición a contaminantes del cigarro, evaluada en muestras de sangre
tomadas del cordón umbilical, fue relacionada con problemas de conducta en
niños de edad escolar reportados por el maestro del salón de clases, y con alta
prevalencia del Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención (ADHD)
386 .
Las mujeres que no fuman deben evitar el humo de otros fumadores
(tabaquismo pasivo o humo de segunda mano). Los hijos de madres expuestas
durante el embarazo a humo de otras personas están en riesgo de sufrir retraso en
el desarrollo del sistema nervioso 387 , Síndrome de Hiperactividad con Déficit
de Atención y mayor riesgo de ser diagnosticados con alguna enfermedad
psiquiátrica como: trastornos del comportamiento, trastornos emocionales o
adicción a sustancias psicoactivas cuando llegan a la edad adulta 388 .
La aspiración de humo de segunda mano también está relacionada con:

a) Trastornos de internalización caracterizados por: aislamiento social,


sentimiento de tristeza, sentimiento de no ser amado, no querer hablar ni
interactuar con otros, sentimiento de soledad o de culpa, nerviosismo o
irritabilidad, miedo y dificultad para concentrarse.
b) Trastornos de externalización, caracterizados por: agresión física,
destrucción de propiedad ajena, huir de casa, romper las reglas, bajo
desempeño escolar, depresión, dependencia, alcoholismo en edad
temprana, delincuencia, abuso de drogas 389 –390 .

El tabaquismo materno o la exposición materna a humo del cigarro de segunda


mano, están relacionados con daño auditivo de la descendencia, que se
manifiesta por pérdida auditiva para los sonidos de alta frecuencia detectada en
la adolescencia 391 .
El tabaquismo materno durante el embarazo está asociado con mayor índice
de masa corporal (obesidad), testículos más pequeños y baja cuenta espermática
en los descendientes varones 392 , así como con acumulación de grasa dentro del
abdomen durante la adolescencia 393 .
Las mujeres que fuman producen calostro con menos capacidad antioxidante
que las que no fuman 394 .
Los niños nacidos de madres fumadoras tienen altos niveles de ácido
linoleico (LA) y de ácido alfa linolénico y bajos niveles de ácido araquidónico y
de ácido docosahexaenoico, comparados con los hijos de madres no fumadoras.
Esta deficiencia en la concentración de ácidos grasos de cadena larga puede traer
serias consecuencias para el desarrollo del sistema nervioso y el comportamiento
de los infantes 395 . Al mismo tiempo, la leche de madres que fumaron al menos
5 cigarrillos al día fue más pobre en ácido docosahexaenoico que la leche de
madres no fumadoras. Como ya se ha dicho, este ácido es indispensable para el
correcto desarrollo cerebral 396 .
Otras consecuencias de la exposición in útero al humo del cigarro son:
disminución del crecimiento pulmonar, aumento en la incidencia de
enfermedades del tracto respiratorio, otitis media, asma, síndrome de muerte
súbita del lactante y aumento en la tasa de tabaquismo en la adolescencia.
Puntos clave:

No debes fumar.
Aléjate de los fumadores; respirar humo de segunda mano es dañino para tu
bebé.

Consumo materno de alcohol


El alcohol es un conocido teratógeno, esto es: una sustancia capaz de dañar el
feto en desarrollo y causar defectos congénitos. La exposición prenatal al alcohol
puede producir alteraciones graves y permanentes para el producto las cuales se
engloban en el llamado Síndrome de Alcoholismo Fetal que es un trastorno
permanente causado por la exposición del embrión y del feto al alcohol ingerido
por la madre durante el periodo de gestación y por la exposición del bebé al
alcohol durante la lactancia. El síndrome de alcoholismo fetal es una de las
causas más comunes de retardo mental.
Aunque la mayor parte de las mujeres reducen el consumo de alcohol al
darse cuenta de que están embarazadas, muchas no se percatan que están
embarazadas y continúan tomando alcohol durante las primeras semanas de la
gestación (las semanas más críticas). Los científicos afirman que incluso una
pequeña cantidad de alcohol puede dañar al feto.
El Síndrome de Alcoholismo Fetal está caracterizado, en primer lugar, por un
cúmulo de rasgos faciales: cabeza pequeña, puente nasal bajo, aberturas oculares
pequeñas, perfil plano de la parte media de la cara, surco naso-labial liso, nariz
corta, quijadas pequeñas y labio superior delgado y rojo.
En segundo lugar, hay un retardo en el crecimiento prenatal y postnatal: los
niños nacen pequeños y permanecen pequeños por lo menos hasta la pubertad.
Finalmente, los niños que padecen este síndrome tienen funcionamiento
defectuoso del sistema nervioso central con microcefalia (cabeza muy pequeña)
y trastornos de conducta (hiperactividad, retardo mental). Por medio de
Resonancia Magnética Nuclear es posible comprobar que hay una reducción en
el tamaño del cerebro y del cerebelo en estos niños y disminución o ausencia del
cuerpo calloso, que es un haz de fibras nerviosas que sirve como vía de
comunicación entre ambos hemisferios cerebrales.
El daño al desarrollo neurológico se puede manifestar en retraso para
aprender a hablar, incapacidad de aprendizaje, trastorno de hiperactividad con
déficit de atención, bajo cociente intelectual, mala memoria, retraso mental,
problemas de comportamiento (niño inadaptado, tendencia a cometer delitos),
dificultades para socializar con otros niños, poca coordinación y limitada
capacidad para controlar los impulsos. Así mismo, hay una relación entre la
exposición prenatal al alcohol y el riesgo de padecer depresión.
Por otro lado, las mujeres embarazadas que toman más de 3 bebidas
alcohólicas por semana durante el primer trimestre, tienen mayor riesgo de
aborto espontáneo; el riesgo es más alto durante las primeras 10 semanas de
embarazo.
La exposición in útero al alcohol se ha relacionado también con varias
alteraciones como defectos del tubo neural, atresia (falta) del esófago, fístula
traqueoesofágica (comunicación entre la tráquea y el esófago) y defectos
cardiacos.
Los estudios hechos en animales demuestran que la exposición prenatal al
alcohol perturba el desarrollo del sistema visual. En humanos, la exposición
prenatal al alcohol se ha relacionado con pobre agudeza visual diagnosticada en
la infancia 397 .
Puntos clave:

El consumo de alcohol no es parte de la evolución de los humanos. No


debes consumir alcohol durante todo el embarazo y la lactancia.

La cafeína
La mayor parte de los humanos consumen bebidas y alimentos que contienen
cafeína. La cafeína es un alcaloide que actúa como estimulante leve del sistema
nervioso central y se encuentra en muchas bebidas incluyendo: café, té, refrescos
de cola y chocolate. Muchos medicamentos que se venden sin receta contienen
cafeína; por ejemplo: tabletas antigripales, antialérgicos, diuréticos y analgésicos
para el dolor de cabeza. Te hago notar que la cafeína pasa fácilmente a través de
la placenta y se encuentra también en la leche materna.
Los efectos de la cafeína sobre el desarrollo embrionario y fetal han sido
comprobados por muchos investigadores tanto en animales como en humanos.
Muchos productos que contienen cafeína se consumen a temperaturas cercanas a
los 60 grados centígrados y las altas temperaturas incrementan el efecto de la
droga.
La cafeína durante el embarazo trastorna el desarrollo del tejido óseo: a un
grupo de ratas embarazadas se les administró cafeína disuelta en agua caliente
(46˚C) a través de un tubo inserto en el estómago, mientras que a otro grupo se
le administró solamente agua a la misma temperatura. Los descendientes de las
ratas que recibieron la cafeína presentaron deterioro en la mineralización ósea
(disminución significativa del contenido de calcio en los huesos) confirmada por
rayos X, así como múltiples malformaciones 398 . Tomar cafeína a alta
temperatura puede tener efectos adversos severos sobre el feto.
El consumo materno de cafeína durante el embarazo está relacionado con un
incremento del 87% de obesidad en la descendencia y, de manera particular, con
obesidad de tipo persistente 399 .
Puntos clave:

Olvídate del café y de todos los productos que contienen cafeína.

Uso de drogas recreacionales durante el embarazo


El consumo de sustancias psicoactivas se ha incrementado. Las estimaciones
más recientes señalan que en Estados Unidos más del 5% de las mujeres
embarazadas reportan el uso reciente de drogas ilícitas. A nivel mundial, del 3-
10% de las mujeres embarazadas usan Cannabis sativa (marihuana). El uso
materno de Cannabis sativa ha sido asociado con reducción en el crecimiento
fetal y aborto espontáneo. También afecta el desarrollo del sistema nervioso de la
descendencia conduciendo a déficit cognitivo en la infancia y en la adolescencia,
pobre desempeño escolar, incremento en la impulsividad, trastornos de conducta,
síndrome de hiperactividad con déficit de atención, ansiedad, depresión y una
sensibilidad aumentada al uso de drogas en etapas posteriores de la vida
(juventud y edad adulta).
La cocaína es otra droga cuyo uso durante el embarazo se ha relacionado con
parto prematuro, pre-eclampsia, retraso en el crecimiento fetal (bajo peso al
nacer, corta estatura, circunferencia de la cabeza más pequeña). La descendencia
sufre también alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso que se traducen
en déficit cognitivo. Este incluye: pobre desarrollo del lenguaje, dificultad en el
aprendizaje y en el razonamiento, mala memoria, problemas de comportamiento
y un aumento en la posibilidad de uso de tabaco, marihuana o cualquier otra
droga cuando llegan a la edad de 15 años.
En roedores se ha comprobado que la exposición “in útero” a la cocaína
produce modificaciones en la arquitectura cerebral de la descendencia. En los
humanos, la exposición fetal a la cocaína altera también la estructura cerebral
produciendo disminución en el volumen de la materia gris del cerebro y una
circunferencia de la cabeza más pequeña; ambos efectos persisten en la
adolescencia y afectan el comportamiento.
Puntos clave:

Definitivamente di NO a las drogas recreacionales durante el periodo de


fabricación de tu maravilloso hijo y durante la lactancia. Mejor: no las uses
nunca.

Uso de medicamentos durante el embarazo


Es común que las mujeres embarazadas usen medicamentos que se venden sin
receta. Muchos de estos medicamentos no han sido sometidos a pruebas de
seguridad en estudios controlados por razones éticas, que impiden someter a una
madre y al producto a exposiciones arriesgadas.
Es bien sabido que algunos medicamentos causan efectos adversos al feto y
se ha estimado que el 10% o más de los defectos de nacimiento son resultado de
la exposición materna a estas drogas.
Tanto en estudios animales como en humanos se ha observado que los
salicilatos (aspirina) reducen el peso al nacer de la descendencia, prolongan la
duración del embarazo y del parto, incrementan la pérdida de sangre durante el
parto y aumentan la mortalidad infantil. Además, los recién nacidos pueden
sufrir hemorragias por tener altos niveles de salicilatos en su sangre 400 .
El consumo materno de aspirina, pseudoefedrina y acetaminofén está
relacionado con mayor riesgo de gastrosquisis en la descendencia 401 . Este es un
defecto en la pared abdominal: los intestinos del bebé sobresalen de su cuerpo a
través de una abertura a un lado del ombligo. También pueden sobresalir otros
órganos como el estómago y el hígado.
El uso de algunos descongestionantes por vía oral o intranasal durante el
embarazo está relacionado con defectos congénitos: la fenilefrina está
relacionada con defectos cardiacos; la fenilpropanolamina, con defectos del
oído. La misma propanolamina causa también estenosis pilórica (engrosamiento
de los músculos de la válvula que separa el estómago del intestino delgado) que
impide el paso del contenido del estómago y provoca vómitos explosivos.
El acetaminofén es una droga muy comúnmente usada como analgésico y
antipirético. De acuerdo con la Administración de Drogas y Alimentos de
Estados Unidos (FDA), las ventas de acetaminofén (paracetamol, tylenol) en
1982 fueron de aproximadamente 400 millones de dólares; para el 2008 las
ventas anuales se habían elevado a 2.6 billones de dólares. Curiosamente, esta
tendencia al uso elevado de paracetamol coincide con un aumento en la
incidencia de autismo. Se encontró relación entre el consumo materno de
paracetamol y entre la administración de paracetamol al recién nacido (por
ejemplo, para calmar el dolor de la circuncisión) y la frecuencia de autismo
infantil 402 .
Algunos analgésicos leves como el paracetamol, el ácido salicílico y los anti-
inflamatorios no esteroides (ibuprofeno, indometacina) muestran efectos anti-
androgénicos, esto es, impiden la producción, transporte o acción de las
hormonas masculinas (testosterona, androsterona, androstenediona) En un grupo
de mujeres danesas, el consumo de analgésicos leves durante el embarazo
incrementó la frecuencia de criptorquidia (testículo no descendido) en sus
descendientes varones. Además, es cierto que el uso simultáneo de varios
analgésicos leves incrementa este efecto feminizante.
El uso durante el embarazo de antiinflamatorios no esteroides como el
diclofenaco, ibuprofén y naproxén puede inducir retardo en el crecimiento
intrauterino, defectos cardiacos, falla renal en el feto, embarazo prolongado y un
incremento en la prevalencia de hemorragia cerebral en el recién nacido 403 .
Los medicamentos usados durante el embarazo para controlar el reflujo
gastroesofágico y la úlcera gástrica, como el omeprazol y el pantoprazol, están
relacionados con incremento en el riesgo de asma en infantes antes de los 7 años
de edad 404 .
Los beta-bloqueadores como el propanolol son usados para tratar trastornos
del ritmo cardiaco e hipertensión. Su uso durante el embarazo se ha relacionado
con defectos cardiovasculares, labio y paladar hendido y defectos del tubo neural
en los hijos 405 .
La flora intestinal (que incluye bacterias y lombrices) ejerce una influencia
crucial en el desarrollo y la estructura del sistema inmune tanto de la madre
como del producto. El tratamiento anti-helmíntico (para eliminar las lombrices)
durante el embarazo con albendazole incrementa el riesgo de alergia en la
infancia, mientras que el hecho de que la madre tenga lombrices durante el
embarazo, protege al producto contra eczema y sibilancias 406 . También el
producto cuya madre alberga lombrices en su intestino durante el embarazo tiene
menos susceptibilidad de padecer enfermedades inflamatorias tales como las
enfermedades metabólicas (obesidad, diabetes, etc.) 407 .
Las lombrices son parte de la evolución, modulan el sistema inmune y son
ahora usadas infestando el tracto gastrointestinal de los pacientes, como agentes
antiaalérgicos y anti-inflamatorios 408 . Más acerca de las lombrices en el
capítulo correspondiente.
El uso de antibióticos durante cualquier etapa del embarazo está relacionado
con un incremento en el riesgo de que el producto sufra asma durante los
primeros años de vida 409 . También el uso de antibióticos durante el embarazo
para tratar infecciones comunes o episodios febriles es un factor de riesgo para
autismo en la descendencia 410 . Además, la exposición materna a amoxicilina
durante la etapa temprana de la gestación incrementó el riesgo de labio y paladar
hendido en el producto 411 .
El uso de antibióticos durante el embarazo se ha relacionado también con
mayor riesgo de eczema durante los primeros años de vida. Esta enfermedad se
caracteriza por lesiones inflamatorias diversas (enrojecimiento, vesículas,
pápulas, exudación) acompañadas de constante comezón 412 . Los antibióticos no
forman parte del proceso evolutivo; son, por lo tanto, capaces de dañar la calidad
del producto.
Varios millones de personas que usan anticonceptivos orales se embarazan
accidentalmente porque olvidan tomar la píldora. A menudo duran meses
tomando la píldora hasta que el embarazo no deseado se descubre. La exposición
del feto masculino a estos estrógenos puede conducirlo a alteraciones de la
próstata que elevan el riesgo de cáncer en la edad adulta.
Los diuréticos que se prescriben para tratar la hipertensión en la mujer
embarazada, pueden disminuir el volumen del plasma y, por este mecanismo,
perturbar el desarrollo del sistema nervioso del feto. Los niños de madres
hipertensas tratadas con diuréticos durante el embarazo tienen riesgo elevado de
desarrollar esquizofrenia en etapas posteriores de la vida.
El consumo materno de antidepresivos durante la gestación se ha relacionado
con un riesgo doble de que el niño desarrolle autismo 413 .
Puntos clave:

Los medicamentos sintéticos son sustancias químicas completamente ajenas


al desarrollo evolutivo de los humanos. Siempre que sea posible trata de
evitarlos. No olvides lo que dije antes: los medicamentos son responsables
de 10% o más de los defectos de nacimiento.

Exposición materna a tóxicos ambientales y cáncer.


La frecuencia de cáncer de pecho, de próstata y de útero ha aumentado
progresivamente desde 1975 en la mayor parte de los países. Se atribuye esta
tendencia a múltiples factores que incluyen la exposición durante la vida fetal a
sustancias químicas que alteran el desarrollo del sistema endócrino. Es lo que se
conoce como “origen fetal del cáncer”.
La exposición materna, desde antes de la concepción hasta el momento del
nacimiento a una gran variedad de plásticos, pinturas y solventes, está
relacionada con alto riesgo de Leucemia Linfoblástica Aguda en la
descendencia.
Hay una tendencia hacia el desarrollo temprano de los pechos en las
muchachas adolescentes por el efecto de los químicos estrogénicos que hay en el
ambiente como el bisfenol A y los ftalatos. Este desarrollo prematuro predispone
al cáncer de pecho, cuya incidencia se ha incrementado el 40% durante las
últimas tres décadas y es la causa más común de muerte en mujeres.
Cuando el desarrollo de las glándulas mamarias es correcto, ambas son del
mismo tamaño. Por el contrario, la desigualdad (asimetría) en el tamaño de los
pechos, resultado de agresiones durante el desarrollo fetal, predice mayor riesgo
de cáncer de pecho en la edad adulta 414 .

Exposición materna a campos electromagnéticos


Los campos electromagnéticos son áreas de energía que rodean a los dispositivos
eléctricos y, aunque son invisibles al ojo humano, están presentes en todas partes
en nuestro medio ambiente. Los campos eléctricos son creados por diferencias
en voltajes; mientras más alto es el voltaje, más fuerte será el campo eléctrico
resultante. Por su parte, los campos magnéticos se crean cuando la corriente
eléctrica fluye: mientras más fuerte fluye la corriente eléctrica, más fuerte es el
campo magnético que se crea.
Por efecto de las tormentas se producen campos eléctricos en la atmósfera
como consecuencia de la acumulación de cargas eléctricas. La tierra tiene un
campo magnético que es el que mueve las agujas de una brújula y les sirve a los
peces y aves para orientarse en sus migraciones. La atmósfera y el planeta tierra
son fuentes naturales de campos electromagnéticos.
Las ondas electromagnéticas no necesitan un medio material para
propagarse, viajan a la velocidad de la luz (300.000 km. por segundo) y tienen
frecuencia (número de oscilaciones por segundo) y longitud (distancia entre una
onda y la siguiente); mientras más alta es la frecuencia, menor es la longitud de
una onda.
El problema está en que, además de las fuentes naturales de ondas
electromagnéticas, el hombre ha creado fuentes artificiales que ahora son una
amenaza para la salud. Las ondas electromagnéticas constituyen el llamado
smog electromagnético que rodea a cada habitante del planeta y que empezó a
desarrollarse hace un siglo con el tendido de las redes eléctricas en las ciudades.
Los campos electromagnéticos pueden ser de baja frecuencia, como los
producidos por la red de suministro eléctrico, por los aparatos eléctricos y por las
pantallas de computadora. Pueden ser de frecuencia intermedia como los
producidos por dispositivos antirrobo, o de frecuencias altas (radiofrecuencias)
producidos por la radio, la televisión, las antenas de radares, las antenas de
radiodifusión, los teléfonos celulares y los hornos de microondas.
Usando aparatos para medir la exposición a campos electromagnéticos
durante el embarazo se comprobó que aquellas mujeres que estaban expuestas a
campos de mayor intensidad tuvieron mayor riesgo de sufrir aborto involuntario
415 . En otro estudio, 733 mujeres llevaron un medidor de campos

electromagnéticos durante el embarazo y se constató que altos niveles de


magnetismo se relacionaron con mayor riesgo de obesidad en la descendencia
(particularmente con obesidad de tipo permanente) evaluada a los 13 años de
edad 416 .
También se comprobó que la exposición materna a altos niveles de campos
magnéticos se relacionó con un riesgo 3.5 veces mayor de asma en los hijos 417 ,
mientras que la exposición a campos electromagnéticos por el uso de cobijas
eléctricas durante el embarazo condujo a un incremento en la frecuencia de
anomalías congénitas del tracto urinario en la descendencia 418 .
Los recientes avances en la tecnología de los teléfonos celulares permiten su
uso para otras tareas diferentes de la función básica del teléfono que es la
comunicación. Un sinnúmero de aplicaciones conduce al uso casi permanente
del teléfono celular, arriesgando a los usuarios a los efectos potencialmente
peligrosos de la exposición a las ondas de radiofrecuencia, las cuales afectan al
organismo de formas diferentes.
El uso de teléfono celular durante el embarazo incrementa el riesgo de aborto
espontáneo 419 y puede afectar el desarrollo del sistema nervioso como lo
demuestra un estudio realizado en 13.000 niños, en el cual se encontró que el uso
de teléfonos celulares durante el embarazo está asociado con problemas de
comportamiento; problemas emocionales y de hiperactividad, en niños
evaluados la edad de 7 años 420 .
Puntos clave:

No fabriques tu hijo cerca de estaciones de radares, antenas de


radiodifusión, estaciones base de telefonía móvil y líneas importantes de
transmisión de energía eléctrica.
¿Podrías olvidarte del teléfono celular durante tu embarazo? Gracias.

Contaminación del aire y daño fetal


La contaminación del aire es la introducción en la atmósfera de una mezcla
compleja de sustancias que pueden alterar el ecosistema con consecuencias
adversas para los seres vivos. Los contaminantes pueden ser de origen natural
como por ejemplo la ceniza de una erupción volcánica, o pueden ser producidos
por el hombre como el monóxido de carbono que contienen los gases del escape
de los vehículos de motor. Los contaminantes pueden ser partículas sólidas,
gases o gotas de líquido.
Varias áreas urbanas en todo el mundo no tienen buena calidad del aire,
especialmente las grandes urbes denominadas megaciudades (ciudades con más
de 10 millones de personas).
El aire contaminado contiene muchas sustancias tóxicas que llegan hasta el
cerebro y pueden afectar el desarrollo y la función del sistema nervioso. Entre
estas se encuentran algunos metales (plomo, mercurio, antimonio, arsénico,
manganeso y cadmio), ozono, monóxido de carbono, hidrocarburos policíclicos
aromáticos, tricloroetileno, cloruro de vinilo, estireno y partículas de diesel.
Cuando respiramos, las partículas ultrafinas (nano partículas) atraviesan la
mucosa nasal, bronquial y pulmonar y llegan hasta la sangre; de ahí, por medio
de la circulación, van a todos los órganos incluyendo hígado, bazo, corazón,
riñones y cerebro donde se depositan y ejercen sus efectos dañinos.
La contaminación del aire causa inflamación y oxidación del tejido nervioso,
daño en el sistema vascular del cerebro y degeneración de las neuronas 421 . La
ubicación residencial durante el periodo perinatal (que comienza a las 20
semanas de embarazo y termina 28 días después del parto) puede influir en el
resultado del proyecto hijo; millones de niños en las ciudades contaminadas
muestran efectos perjudiciales en su cerebro producidos por la polución
atmosférica 422 .
En algunos países se registra anualmente la calidad del aire en cada área
poblacional. En Estados Unidos, por ejemplo, la Agencia de Protección
Ambiental (EPA) realiza la Valoración Nacional de la Toxicidad del Aire en cada
condado. Usando esta información, los investigadores encontraron una
significativa asociación entre las áreas más contaminadas y la frecuencia de
autismo, siendo los contaminantes más fuertemente asociados los siguientes:
diesel, plomo, manganeso, mercurio, cloruro de metileno, níquel 423 y monóxido
de carbono.
El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro e incoloro; el 90% del
monóxido de carbono que se respira en las ciudades proviene de los gases de los
vehículos de motor. El monóxido de carbono es venenoso y los niños,
simplemente porque son más pequeños, son más vulnerables a sus efectos
tóxicos. La oxigenación de cada célula del cuerpo humano se lleva a cabo por
medio de la hemoglobina de la sangre; esta capta el oxígeno en cada respiración
convirtiéndose en oxihemoglobina. La oxihemoglobina transporta el oxígeno a
cada célula. El monóxido de carbono tiene la habilidad de unirse a la
hemoglobina más fácilmente que el oxígeno formando la carboxihemoglobina,
impidiendo así que se lleve a cabo el transporte de oxígeno.
En las mujeres embarazadas, la exposición al monóxido de carbono, ya sea
proveniente del humo del cigarro o de la contaminación ambiental, reduce la
cantidad de oxígeno que es transportado al feto. Aún más, el monóxido de
carbono cruza la placenta y se une a la hemoglobina fetal y es eliminado más
lentamente de la sangre fetal donde alcanza concentraciones 10-15% más altas
que en la sangre materna.
La exposición durante el embarazo a contaminantes procedentes del tráfico
vehicular puede alterar en la madre la tolerancia a la glucosa conduciendo a
cifras elevadas de la misma 424 . Esto es importante porque se sabe que el
metabolismo moderadamente anormal de la glucosa durante el embarazo está
asociado con riesgo mayor de criptorquidia (testículo no descendido) 425 y de
autismo en la descendencia 426 . Usando codornices, los investigadores
encontraron que el desarrollo fetal en un ambiente alto en glucosa daña la
neurogénesis que es la producción de las neuronas.
Por otra parte, la exposición prenatal a la polución del aire produce
inflamación del sistema nervioso (neuro inflamación), lo que puede programar a
la descendencia a sufrir obesidad en la edad adulta 427 .
La residencia de la madre cerca de autopistas (menos de 300 metros) es un
factor de riesgo para la fabricación exitosa de un hijo. Los estudios demuestran
que la residencia materna cerca de autopistas o carreteras importantes durante el
embarazo (sobre todo en el tercer trimestre) está directamente relacionada con
mayor frecuencia de autismo en la descendencia 428 –429 –430 . En el Condado de
Los Ángeles, California, por ejemplo, se encontró relación entre la exposición
durante el embarazo a polución originada por el tráfico vehicular y el riesgo de
autismo 431 .
Los contaminantes procedentes del tráfico vehicular relacionados con el
autismo incluyen: el ozono, el óxido nítrico, el dióxido de nitrógeno y la materia
particulada. La materia particulada en suspensión se refiere a partículas de
diferentes tamaños presentes en la atmósfera, tanto en estado sólido en forma de
partículas, como en estado líquido en forma de gotas (gases, polvo, aerosoles,
humo).
Puntos clave:

No vivas tu embarazo en una ciudad con altos niveles de polución; no es


lugar apropiado para establecer una fábrica de humanos.
Ubica tu hogar lejos de autopistas.

Efecto de las áreas verdes


La mitad de la población mundial vive en áreas urbanas. Residir cerca de
abundantes espacios verdes tiene efectos benéficos sobre los resultados el
embarazo, posiblemente por reducir la exposición a ruido excesivo, al calor
excesivo y a los contaminantes del aire. Además, el verdor contribuye a mejorar
la salud física y mental (menos estrés y depresión). La vegetación abundante
(medida por observación satelital) está relacionada con mayor peso al nacer y
mayor circunferencia de la cabeza, así como con menor riesgo de tener un bebé
más pequeño en relación con la edad del embarazo y menor riesgo de parto
prematuro 432 .
Puntos clave:
En relación con la evolución, el escenario urbano es un medio ambiente
“anormal”. El verdor proporciona la sensación de armonía con el entorno;
ya lo dijo el poeta: “ya de solo llegar a tanto verde, empiezan a aflojar los
nudos interiores”. Vive tu embarazo en un ambiente con vegetación
abundante y tu hijo será un genio.

Mascotas en casa durante el embarazo


Las madres que durante el embarazo tienen mascotas (gatos o perros) en el
interior de la casa, dan a luz a niños con un sistema inmune vigoroso que los
protege de padecer atopia (asma, fiebre del heno, sinusitis y dermatitis atópica).
Todas estas enfermedades son mediadas por la inmunoglobulina E; los niños de
madres que durante el embarazo convivieron con mascotas tuvieron niveles más
bajos de esta inmunoglobulina en la sangre del cordón umbilical, en
comparación con los hijos de madres que no tuvieron mascotas, según
mediciones realizadas al momento del nacimiento 433 . Altas concentraciones de
inmunoglobulina E en la sangre del cordón umbilical están asociadas con mayor
riesgo de desarrollar trastornos alérgicos. La presencia de mascotas en casa
durante el embarazo favorece el desarrollo del sistema inmune y empieza a
operar incluso antes del nacimiento.
Puntos clave:

Bienvenidas sean las mascotas a colaborar en el diseño de un poderosísimo


sistema inmune para tu amado hijo.

Ruido y embarazo: sus efectos


El ser humano evolucionó en un ambiente relativamente silencioso, a excepción
del ruido del rayo (trueno) que revienta por la descarga eléctrica durante la
tormenta, del ruido que produce el choque de las olas del mar contra el
acantilado, del silbido del viento o del graznido de algún somormujo en celo;
más recientemente, tal vez, del ocasional sonido hueco de la percusión de los
tambores que acompañan a las danzas rituales en medio de la selva.
Se llama ruido a cualquier sonido indeseable, especialmente si es un sonido
fuerte. Vivimos ahora en un mundo increíblemente ruidoso: jets que despegan,
jets que aterrizan, helicópteros que ronronean, el persistente zumbido de la
autopista, camionetas con altavoces “propagandeando” ofertas, el rugido infernal
de los taladros neumáticos, la estruendosa música del vecino, el ajetreo de la
cocina, la bocina del taxi, el campaneo de la iglesia invitando a los fieles, el
ladrido de tantos y tantos perros, la cortadora de césped y mil hacedores de ruido
más.
La actual exposición sin precedente al ruido ocupacional y medioambiental
está afectando a millones de seres humanos. Hay evidencia de que el ruido
produce: discapacidad auditiva, irritación, disminución en el desempeño escolar,
hipertensión, enfermedad coronaria (infarto) y trastornos del sueño. El ruido
activa la liberación de las hormonas del estrés (adrenalina y noradrenalina)
porque la evolución programó a los seres humanos para considerar los sonidos
fuertes como posibles peligros (el rugido de un león, por ejemplo). ¿Qué efecto
negativo ejercen estas hormonas en el feto? En animales de experimentación
(ratas y conejillos de Indias) la infusión de noradrenalina reduce el flujo de
sangre en útero y placenta el 24-46% lo que significa menos oxígeno y
nutrientes para el feto.
El sonido viaja del medio ambiente exterior y pasa a través de los tejidos, del
gas y de los líquidos del abdomen materno hasta llegar al feto. Por otro lado, el
medio ambiente intrauterino de la madre contiene un número potencial de
fuentes de sonido: el latido cardiaco materno, el ruido del sistema digestivo y la
voz materna. Los fetos pueden escuchar los sonidos del exterior durante el
último trimestre del embarazo.
No es un ambiente ruidoso el sitio ideal para “establecer” la fábrica de
humanos, como verás a continuación. Se han realizado estudios en animales para
comprobar el efecto nocivo del ruido. Cachorros de ratas sometidas a ruido
durante el embarazo presentaron retardo en el crecimiento y, al examinar su
cerebro al microscopio, se encontró disminución en la neurogénesis (producción
de neuronas) en el hipocampo y adelgazamiento de la corteza cerebral. También
se observó en estos cachorros, deterioro en la capacidad de aprendizaje espacial.
Por el contrario, la exposición a música suave durante el embarazo causó en los
cachorros el efecto contrario; incremento en la neurogénesis (aumento en el
número de neuronas) y mejora en la capacidad de aprendizaje espacial 434 –435 .
Los humanos expuestos in útero a ruido excesivo, cuando llegan a los 40-50
años de edad, muestran una reducida sensibilidad a los sonidos, especialmente a
los sonidos de frecuencias altas en comparación con individuos de edad
semejante que no fueron expuestos a ruido excesivo durante su vida intrauterina.
Esto demuestra que la exposición a ruido excesivo (ruido ocupacional, por
ejemplo) afecta tanto la función como la estructura del oído interno fetal,
principalmente durante el periodo crítico del tercer trimestre de la gestación.
La exposición al ruido durante el embarazo reduce el peso al nacer de 15 a
23 gramos por cada 6 decibelios (dB). Además, las madres tienen mayor riesgo
de padecer hipertensión durante el embarazo, así como de dar a luz a niños con
malformaciones congénitas.
Puntos clave:

Música suave (clásica) en lugar de ruido es lo que necesitas tú, fábrica de


niños, para dar a luz a un producto sorprendente de calidad total.

Ejercicio y embarazo
El ejercicio físico favorece el desarrollo del sistema nervioso porque incrementa
la actividad del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF). Este factor es
importante para la correcta configuración de la red neuronal. Las investigaciones
tanto en animales como en humanos demostraron que los hijos de madres que se
ejercitan regularmente durante el embarazo tienen mejor inteligencia
(desempeño cognitivo) que los hijos de madres que no hacen ejercicio 436 .
Puntos clave:

¡Vamos, camina!; de preferencia en un bosque lejos del ruido y la


contaminación. Tu hijo, además de ser encantador, será súper inteligente.

El trabajo como factor de riesgo durante el embarazo


Las mujeres que trabajan están expuestas a múltiples factores que pueden afectar
el resultado del embarazo o la salud de la descendencia. Por ejemplo, trabajar en
invernaderos donde se usan pesticidas puede afectar la fertilidad y elevar el
riesgo materno de aborto involuntario y cáncer de pecho. En el hijo, puede
producir alta frecuencia de defectos congénitos y de muerte súbita infantil.
Trabajar en bares y juegos de azar, en fábricas de plásticos automotrices, en
fábricas enlatadoras de alimentos o donde se manejan metales, incrementa
también el riesgo de cáncer de pecho. Las trabajadoras de limpieza en seco,
expuestas al percloroetileno, pueden sufrir aborto espontáneo.
Otros factores de riesgo laboral son: la exposición al ruido o vibraciones,
estar largo tiempo de pie (parto prematuro), levantar cosas pesadas (aborto
espontáneo, dolor pélvico, parto prematuro) y exponerse a sustancias químicas
dañinas tales como solventes y agentes de limpieza (aborto espontáneo,
malformaciones congénitas, parto prematuro y bajo peso al nacer).
Puntos clave:

No todos los trabajos son perjudiciales en el proyecto de fabricación de un


humano. Algunos deben evitarse, por ejemplo, aquellos en los que se
manejen sustancias peligrosas.
Si trabajas y estás embarazada, mereces consideraciones especiales:
mayores periodos de descanso, actividades más ligeras y ambiente
amigable.

Luz y oscuridad durante el embarazo


La vida se engendró en la madre tierra gracias al semen del padre sol (los rayos
solares). Sin la energía solar, que las primeras bacterias comenzaron a
aprovechar desde el primer momento de su existencia (hace 3.500 millones de
años), la vida en el planeta simplemente no existiría. Desde entonces, todos los
seres vivos, unicelulares o pluricelulares, están sujetos a ciclos que regulan no
solo su comportamiento, sino también la actividad de sus glándulas.
En el cinturón tropical de África oriental, los homínidos evolucionaron
expuestos a periodos de luz y obscuridad que resultan de la rotación de la tierra
alrededor de su eje. La alternancia de luz y oscuridad implementó en los seres
vivos ritmos biológicos conocidos como ritmos circadianos (del latín “circa”,
que significa alrededor o aproximadamente y “diez” que significa día), que
duran aproximadamente 24 horas. Estos ritmos biológicos son conducidos por
un reloj circadiano que está presente en animales, plantas, hongos y bacterias. El
reloj circadiano les permite adaptarse a las características cambiantes de su
entorno (por ejemplo: variación en el ciclo diario de luz) para sobrevivir y
reproducirse exitosamente, coordinando la mayor parte de sus funciones
orgánicas (actividad, sueño, temperatura, producción de hormonas) con los
cambios diarios y estacionales del ciclo día-noche.
Un día los humanos, sin darse cuenta, empezaron a contrariar al padre sol y a
la madre tierra iluminando la noche. Hay evidencia de que los Australopithecus
ya intentaban controlar el fuego; estos primates homínidos habitaron África
desde hace algo más de 4 millones de años hasta hace aproximadamente 2
millones de años. Posteriormente, el Homo erectus empezó a utilizar el fuego en
grutas y cavernas hace alrededor de 500.000 años. Hace unos 2.700 años las
lámparas de bronce y cerámica empezaron a sustituir las fogatas y las antorchas;
después, las velas de cera fueron el sistema de iluminación más comúnmente
usado hasta que Tomás Alba Edison patentó su bombilla incandescente de
filamento de carbono (1880).
Es poco probable que en sus cavernas los pre-humanos mantuvieran el fuego
toda la noche (por el humo y la necesidad de estar alimentando la fogata) o que
los humanos iluminaran sus aposentos con velas toda la noche (por el humo y
por el gasto innecesario de la cera). La alternancia del día y la noche
condicionaban a nuestros ancestros a desarrollar sus actividades durante las
horas de luz mientras que el reposo se realizaba durante las horas de obscuridad.
Aquellos métodos antiguos de iluminación (fogatas, antorchas, velas,
lámparas de petróleo) producían una luz tan débil como para alterar en forma
significativa el ritmo circadiano. En cambio, las lámparas incandescentes
primero, y las modernas lámparas fluorescentes actuales, producen la llamada
“polución luminosa” que desquicia los sistemas orgánicos de los seres vivos; se
terminaron las noches de completa obscuridad.
La obscuridad en la noche está desapareciendo conforme avanza la polución
luminosa; las noches brillantes impactan negativamente la ecología de la vida
salvaje y la fisiología humana. La iluminación eléctrica artificial, aun siendo
tenue, puede producir efectos dañinos en la regulación de los ritmos circadianos;
actualmente, las noches son iluminadas en exceso mientras que durante el día se
vive principalmente en interiores, comportamiento inconveniente dado que la
exposición a la luz solar es absolutamente indispensable para la síntesis cutánea
de vitamina D.
A pesar del impacto positivo de la luz artificial en la comodidad humana, la
luz en la noche (por el trabajo o por momentos de ocio o de placer) desorganiza
nuestro sistema circadiano; los estudios muestran que esta desorganización está
asociada con un aumento en la incidencia de obesidad, diabetes, enfermedad
cardiovascular, daño cognitivo, envejecimiento prematuro y algunos tipos de
cáncer. Además, la luz solar es diferente a la luz artificial: mientras que la luz
natural proporciona iluminación de 2.000-100,000 luxes, la iluminación del
interior de una oficina tiene apenas unos 500 luxes.
A través de la evolución la mayor parte de los seres vivos han adquirido un
sistema de sincronización que gobierna su fisiología en forma rítmica de acuerdo
a los cambios de luz y obscuridad. Los ritmos circadianos del organismo son
generados y ajustados diariamente por el núcleo supraquiasmático localizado en
una parte del cerebro (hipotálamo) en respuesta al ciclo de luz-obscuridad. Este
núcleo está formado por aproximadamente 15.000 neuronas y funciona como un
marcapasos maestro o director de orquesta, el cual, por medio de señales
químicas y nerviosas regula todos los ritmos circadianos en el metabolismo, en
la fisiología y en el comportamiento.
La luz solar no solamente nos permite generar imágenes de nuestro medio
ambiente (ver), sino también, por medio de un grupo de células especializadas
que hay en la retina (células ganglionares retinales), nos permite sincronizar el
reloj circadiano de nuestro organismo con la luz del día. La retina, situada en la
parte posterior del ojo, percibe el estímulo luminoso y transmite esta
información al núcleo supraquiasmático por medio de una prolongación de fibras
nerviosas; el núcleo supraquiasmático, por su parte, está conectado por medio de
fibras nerviosas con la mayor parte de los órganos (hígado, páncreas, glándula
tiroides y corazón) a los que gobierna, activando o silenciando los diferentes
tejidos a las diferentes horas del día dependiendo de su función.
Cuando llega la noche, el núcleo supraquiasmático recibe una señal de la
retina del ojo avisándole que se ha ido la luz y este, a su vez, ordena a una
pequeña glándula situada en lo profundo del cerebro (glándula pineal) que
empiece a producir melatonina (la molécula de la obscuridad).
La melatonina es un poderoso antioxidante con potentes capacidades para
eliminar los radicales libres. Esta hormona se forma durante la noche (solamente
si hay obscuridad) a partir del triptófano, que es un aminoácido que forma parte
de las proteínas procedentes de la leche, huevos, carne, granos y frijol. El
triptófano se absorbe en el tubo digestivo y, ya en la circulación, llega al cerebro
donde es transformado en serotonina y luego en melatonina.
La melatonina también se produce en los ovarios y en la placenta. Siendo la
placenta un sitio donde se producen excesivos radicales libres, la melatonina
mitiga el daño que estos radicales causan tanto a la placenta como al feto. Que la
madre tenga ritmos circadianos estables es importante también porque su reloj
circadiano, por medio de la melatonina, programa el desarrollo del núcleo
supraquiasmático del feto. La perturbación en la madre de los ciclos de la
melatonina ejerce consecuencias negativas sobre la maduración del núcleo
supraquiasmático fetal, lo que puede conducir a problemas psicológicos y a
problemas del comportamiento que se hacen patentes durante la niñez.
Para no perturbar el ciclo de la melatonina durante el embarazo, se debe
evitar el trabajo por turnos y la exposición a la luz durante la noche; aún la luz
tenue puede afectar los ritmos circadianos 437 . También se deben evitar durante
la noche el internet, el celular, el correo electrónico, los videojuegos y la
televisión porque bloquean la producción de melatonina durante varias horas.
La melatonina, además, aumenta el efecto de la oxitocina, hormona
producida por la hipófisis que tiene la capacidad de facilitar el parto vaginal. La
razón por la que la mayor parte de los partos ocurren en la noche es que,
normalmente, los niveles de melatonina son más altos durante el periodo de
obscuridad y es en este tiempo cuando, trabajando en armonía con la oxitocina,
la melatonina incrementa la fuerza de las contracciones uterinas. En este
contexto, la oscuridad es un factor que favorece el parto vaginal, mientras que la
iluminación durante el parto es un factor que aumenta el riesgo de que el
nacimiento se realice por cesárea.
La melatonina regula la producción de cortisol por la glándula suprarrenal
fetal; esta hormona es necesaria para la maduración de los órganos del feto y
para una preparación exitosa necesaria para enfrentar la transición de la vida
fetal a la vida extrauterina; también es necesaria la melatonina para la
producción de tejido adiposo pardo usado por el recién nacido para la
producción de calor. La exposición materna durante el embarazo a la luz durante
la noche inhibe la producción de melatonina y con ello, la producción de
abundante tejido adiposo pardo, inclinando la balanza hacia la producción de
tejido adiposo blanco, poco eficiente para producir energía.
Las personas que realizan trabajos por turnos tienen bajas concentraciones de
vitamina D en sangre, porque duermen durante el día que es cuando en la piel,
por efecto de las radiaciones UVB del sol, se sintetiza la vitamina D.
El trabajo por turnos y el trabajo nocturno están asociados con aumento en la
frecuencia de aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer.
La ingesta de alimentos ricos en triptófano (pescado, carne, leche, huevos,
nueces) y la exposición a la luz solar durante el día pueden incrementar la
producción de melatonina durante la noche, bajo la influencia de la obscuridad y
mejorar la calidad del sueño 438 –439 .
Puntos clave:

Respeta la evolución: recibe abundante luz solar durante el día y obscuridad


completa durante la noche.

La armonía en la fábrica de humanos


Una fábrica de automóviles tiene un director general (CEO) que es el
responsable de los buenos resultados de la producción ejerciendo su mandato
sobre los diferentes jefes departamentales. Estos, a su vez, son responsables del
actuar de los trabajadores de menor rango. La armonía entre todos estos actores
es imprescindible para el logro de la calidad.
La fábrica de humanos funciona de manera semejante: hay un director
general que se llama hipotálamo, formado por más de 40 núcleos de sustancia
gris. Con un peso de apenas unos 4 gramos, es la región más importante del
cerebro porque coordina el sistema nervioso (autónomo y neuroendocrino) y es
esencial para la sobrevivencia y la reproducción exitosa.
El hipotálamo controla la temperatura corporal, la ingesta de agua y
alimentos, el hambre y la sed, el comportamiento sexual y la reproducción, el
ritmo circadiano (sueño-vigilia), las funciones vegetativas (respiración, función
cardiovascular, función digestiva), los mecanismos de la emoción y el
funcionamiento de la glándula hipófisis.
La hipófisis o glándula pituitaria es una sub-directora que, por medio de
mensajes hormonales y eléctricos, recibe órdenes del director general
(hipotálamo). La hipófisis libera diferentes hormonas entre las que se encuentra
la hormona adrenocorticotropa (ACTH) que estimula las glándulas suprarrenales
(situadas encima de los riñones). La parte externa de las glándulas suprarrenales
se llama corteza y produce cortisol, aldosterona y testosterona, mientras que la
parte media se llama médula y produce adrenalina y noradrenalina.
Esta breve descripción tiene por objeto facilitar el entendimiento de lo que es
el estrés, ligado a nuestro instinto de sobrevivencia. El instinto del estrés se
desarrolló en tiempos remotos de la humanidad y fue factor clave para la
sobrevivencia en un mundo lleno de depredadores y amenazas naturales. El
estrés es regulado por el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), esto es,
una vía de comunicación permanente por medio de la cual el hipotálamo da
órdenes a la hipófisis para que esta mande la orden química a la glándula
suprarrenal de que produzca los glucocorticoides que son las hormonas del estrés
(cortisol, adrenalina y noradrenalina).
El cortisol modifica el metabolismo de los hidratos de carbono, de las
proteínas y de las grasas para liberar grandes cantidades de glucosa y proveer
rápidamente de energía al organismo ante una situación de emergencia. La
adrenalina, por su parte, produce aumento del ritmo cardiaco y de la respiración,
estrecha los vasos sanguíneos, aumenta la velocidad con que circula la sangre y
dilata los bronquios permitiendo mayor entrada de aire a los pulmones. La
noradrenalina produce un incremento directo en la frecuencia cardiaca,
aumentando la irrigación sanguínea muscular y la oxigenación del cerebro, eleva
los niveles de glucosa en sangre y por tanto la cantidad de energía disponible y
actúa en el cerebro para preparar los mecanismos de lucha o huida.
Los glucocorticoides en cantidades moderadas son indispensables para el
desarrollo fetal. Solamente diez días antes del parto las concentraciones
sanguíneas de cortisol en la sangre fetal aumentan dramáticamente y esta oleada
de glucocorticoides es vital para completar el desarrollo de muchos sistemas
orgánicos del feto como el hígado, el pulmón, los riñones, el cerebro y el sistema
endócrino; también es necesaria para preparar al feto para afrontar el estrés del
nacimiento.
El estrés materno prenatal puede conducir a niveles anormalmente elevados
de glucocorticoides que pueden causar modificaciones permanentes al eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal del feto y por este mecanismo alterar los
comportamientos relacionados con el estrés. Los glucocorticoides son
indispensables para el desarrollo cerebral normal, pero, en cantidades excesivas,
pueden afectar la forma y la función del cerebro y del sistema endócrino. El
exceso de glucocorticoides puede producir una reducción del volumen del
hipocampo, centro nervioso que desempeña un papel crucial en el aprendizaje y
la memoria.
El estado de ánimo de la madre puede afectar el cerebro fetal resultando en
un retraso del desarrollo motor y de la inteligencia y en una capacidad limitada
para adaptarse a situaciones estresantes. Algunas manifestaciones del daño
ocasionado por el estrés materno solo se perciben cuando el producto alcanza la
edad adulta.
Los mamíferos tienen la habilidad de programar la función del sistema
hipotálamo-hipófisis-adrenal del feto y con ella el comportamiento de la
descendencia. Esto es fácil de entender: si una mujer embarazada está expuesta a
un ambiente adverso (trabajo, problemas maritales, divorcio, problemas con los
hijos, carencias, prisas, desastres naturales, guerras), programa en forma
automática el sistema hipotálamo-hipófisis-adrenal de su feto para que produzca
grandes cantidades de hormonas del estrés que le permitan sobrevivir en un
ambiente extrauterino que se presume es hostil. Aunque después del parto el
niño viva en un ambiente amigable, ante cualquier situación no grave, sus
glándulas suprarrenales producirán enormes cantidades de hormonas del estrés
porque así fue programado.
Los efectos de la programación pueden ser evidentes en generaciones
subsecuentes y la transmisión de estos cambios puede ser tanto por la línea
paterna o por la línea materna.
El grado de ansiedad o estrés se valora determinando los niveles de cortisol
en la saliva tanto de la madre durante el embarazo como del niño después del
nacimiento. Los hijos de madres que sufren estrés o ansiedad durante el
embarazo tienen más altos niveles de cortisol (medidos en la saliva) el primer
día de escuela que los hijos de madres sin estrés prenatal 440 . Estos niveles
exagerados de cortisol persisten en la adolescencia.
La alteración in útero de la regulación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal
puede afectar de manera permanente al hijo porque sus tejidos van a estar
expuestos a excesivas cantidades de hormonas del estrés producidas por sus
propias glándulas. En adultos, por ejemplo, la elevación crónica de los niveles de
cortisol en sangre se ha asociado con: altos niveles de colesterol, aumento en la
incidencia de diabetes, aterosclerosis, depresión, daño cognitivo y disminución
de la eficiencia del sistema inmune.
La ansiedad materna en el tercer trimestre del embarazo causa disminución
en la circulación del cerebro fetal, como demostraron estudios con Ultrasonido
Doppler del Índice de Pulsatilidad de la Arteria Umbilical y de la Arteria
Cerebral Media del feto. El Índice de Pulsatilidad muestra la velocidad a que
circula la sangre en los grandes vasos 441 .
La ansiedad materna durante el embarazo produce desregulación del eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal que se manifestó en síntomas depresivos en
adolescentes femeninas evaluadas a los 14-15 años de edad.
El estrés antes del nacimiento está asociado con mayor riesgo de parto
prematuro y menor peso al nacer, ambos relacionados con resistencia a la
insulina y con un riesgo elevado de diabetes 442 . El mecanismo que explica el
nacimiento prematuro relacionado con el estrés materno es el siguiente: cuando
la placenta detecta estrés (altos niveles de cortisol en sangre), aumenta su
producción de hormona liberadora de la corticotropina. Esta produce activación
del músculo uterino y la salida del feto de un ambiente presumiblemente
pernicioso. Al mismo tiempo, el feto ajusta su sistema nervioso para asegurar la
sobrevivencia en un ambiente que –según le comunicó su madre por medio de
mensajes químicos- es nocivo.
Los investigadores encontraron que adultos jóvenes cuyas madres tuvieron
eventos estresantes durante el embarazo presentaron resistencia a la insulina 443
(lo que conduce a padecer diabetes). También comprobaron que niños de 6 a 9
años de edad cuyas madres tuvieron altos niveles de ansiedad durante el segundo
trimestre del embarazo presentaron disminución del volumen de la materia gris
del cerebro cuando se evaluó su desarrollo neurológico por medio de tomografía
axial computarizada 444 .
La exposición fetal a depresión materna a las 25 semanas de gestación fue
asociada con un adelgazamiento de 19% en la corteza cerebral, el cual se
relaciona con problemas de externalización (peleas, maldiciones, robos,
destrucción de propiedad, escaparse de casa, renuencia a seguir las reglas,
alcoholismo temprano) en niños preadolescentes 445 .
La exposición del feto a niveles altos de hormonas del estrés retarda la
maduración del sistema nervioso fetal, perturba la regulación de las emociones,
causa disminución en el volumen de aquellas partes del cerebro relacionadas con
la memoria y el aprendizaje, daña el desempeño cognitivo durante la infancia,
altera la respuesta al estrés y aumenta el comportamiento temeroso del niño 446 .
La hipófisis de una mujer embarazada sometida a estrés produce la hormona
liberadora de la corticotropina que va a actuar sobre la glándula suprarrenal
haciendo que esta libere las hormonas del estrés. Aun cuando la exposición in
útero a elevados niveles de hormonas del estrés produce disminución en el
tamaño corporal, los niveles de hormona liberadora de la corticotropina están
directamente asociados con un incremento en la obesidad central en niños de 3
años 447 .
Los investigadores han usado los desastres naturales para estudiar el efecto
del estrés prenatal sobre el desarrollo fetal y los resultados del embarazo. Por
ejemplo, los hijos de madres embarazadas durante una severa tormenta de nieve
en Quebec en 1998, presentaron mayor incidencia de rasgos de autismo cuando
fueron evaluados a la edad de 6.5 años de edad 448 mientras que niñas evaluadas
a los 12 años de edad presentaron mayor incidencia de sibilancias, asma y
necesidad de medicamentos a base de corticosteroides 449 . La evidencia muestra
que el estrés materno prenatal es un factor relevante en la programación de la
función inmune del niño.
La prevalencia de autismo aumenta después de la exposición prenatal a
huracanes y tormentas tropicales 450 . Según otro estudio, la descendencia de
mujeres expuestas a una tormenta de nieve poco antes o durante la primera parte
del embarazo presentó disminución en la circunferencia de la cabeza 451 .
El estrés prenatal puede contribuir al riesgo de obesidad en etapas posteriores
de la vida; los hijos de madres que presentaron duelo por la muerte de un
familiar cercano desde un año antes del embarazo hasta el nacimiento del niño
tuvieron una prevalencia mayor de obesidad (más notable después de los 10 años
de edad) comparados con los hijos de madres no expuestas a ese tipo de estrés.
El efecto fue más notable cuando la muerte ocurrió durante los 6 meses previos
al embarazo 452 . También se ha documentado que la exposición fetal a duelo
materno durante la etapa de preconcepción y durante el embarazo incrementa el
riesgo de la descendencia de desarrollar diabetes tipo 2 durante la niñez o en la
adultez temprana 453 .
El estrés severo causado por duelo materno está relacionado con un aumento
en el riesgo de cáncer en la descendencia, especialmente cáncer de hígado y
linfoma no Hodgkin 454 .
La exposición prenatal a duelo por la muerte de un familiar cercano también
está asociada con más alto riesgo de hijos con labio y/o paladar hendido 455 ,
trastorno de hiperactividad con déficit de atención 456 , bajo cociente intelectual
(IQ) evaluado a los 18 años de edad 457 , mayor riesgo de padecer esquizofrenia
en la edad adulta 458 y autismo 459 .
En estudios animales se encontró que un exceso de hormonas del estrés
(cortisol) durante el desarrollo fetal produce disminución en el número de
células beta del páncreas encargadas de producir la insulina y una alteración en
la programación de los comportamientos alimentarios traducida en hambre
exagerada. En este sentido, el estrés prenatal está asociado con la aparición del
síndrome metabólico 460 .
Todo el tracto gastrointestinal, pero sobre todo el colon, está habitado por
millones de micro-organismos. Este ecosistema intestinal o microbiota intestinal
contiene bacterias, algunas con efectos potencialmente benéficos para la salud y
otras con posibles efectos dañinos. Dependiendo de qué tipo de micro-
organismos dominen, se tendrá una microbiota intestinal sana o enferma. Los
hijos de madres con altos niveles de estrés durante el embarazo desarrollaron una
microbiota con abundantes bacterias patógenas, que son bacterias que causan
enfermedades (Escherichia, Serratia y Endobacter) y relativamente pocas
bacterias ácido-lácticas y lactobacilos que son protectoras; también se
observaron señales de inflamación. La colonización del intestino por bacterias
“malas” también se relacionó con síntomas gastrointestinales y reacciones
alérgicas en los recién nacidos reportados por sus madres 461 .
Puntos clave:

Durante tu embarazo relájate; busca ambientes amigables, canta, se feliz.


¡qué maravilloso hijo tendrás!

El estrés prenatal feminiza al feto varón


Roedores machos sometidos a estrés durante su vida intrauterina mostraron
disminución del peso de los testículos y poco interés en las hembras, así como
acercamiento a otros machos adoptando una posición para la cópula propia de
las hembras. Estas son muestras de feminización del comportamiento sexual, es
decir: el macho responde sexualmente como una hembra.
Usando un cuestionario psicométrico confiable (Pre-School Activities
Inventory) para evaluar el comportamiento de juego en niños de edad pre-escolar
(4.9 años), se encontró que los varones sometidos a estrés durante el embarazo
prefirieron los juegos típicos de las niñas (muñecas, utensilios de cocina,
peluches) 462 .
La distancia del ano a los genitales, como te expliqué antes, es un marcador
comúnmente usado de la exposición prenatal a la hormona masculina
(testosterona): a mayor exposición, mayor distancia anogenital; también te dije
que normalmente esta distancia es aproximadamente el doble en los machos que
en las hembras. Se ha encontrado que los niños expuestos in útero a más eventos
estresantes presentan una distancia anogenital más corta (feminizada) que los
niños expuestos a pocos eventos estresantes en útero 463 . No hay que olvidar que
una corta distancia ano-genital se relaciona con pobre calidad del semen durante
la edad adulta.
Puntos clave:

¡Cuidado con el estrés! Puede feminizar el cerebro de tu hijo varón. En tal


caso, tendrás un hijo homosexual.

El estrés prenatal masculiniza al feto hembra


En conejillos de indias, la exposición prenatal a estrés causó masculinización
permanente del comportamiento sexual de las hembras (las hembras responden
sexualmente montando a otras hembras, haciendo el papel de machos). En
humanos, las hijas de madres expuestas a estrés por el desastre de Chernobyl
ocurrido en 1986 presentaron concentraciones elevadas de testosterona (la
hormona masculina) cuando fueron evaluadas a la edad de 14 años 464 . Se ha
encontrado que las niñas expuestas in útero a más eventos estresantes presentan
una distancia ano-genital significativamente más larga (masculinizada) que las
niñas expuestas a pocos eventos estresantes en útero 463 .
Usando el mismo cuestionario psicométrico (Pre-School Activities
Inventory), se encontró que las niñas sometidas a estrés prenatal exhibieron un
comportamiento de juego más inclinado hacia lo masculino (juego rudo y
preferencia de juguetes típicamente masculinos como camiones, luchadores,
carros).
Puntos clave:

¡Cuidado con el estrés! Puede masculinizar el cerebro de tu hija. En tal


caso, tendrás una hija homosexual.

Música en el embarazo
Has aprendido ya que el medio ambiente prenatal es de importancia crucial para
el desarrollo del cerebro y de las capacidades cognitivas. Los hijos de madres
primigestas de 19-29 años de edad expuestas a una hora diaria de música
grabada a partir de la semana 20 de embarazo, se desempeñaron
significativamente mejor en las pruebas de valoración neonatal que los hijos de
mujeres que no escucharon música 465 . Así mismo, la terapia musical durante el
parto vaginal reduce la ansiedad y el dolor.

Ultrasonido y autismo
Durante las últimas dos décadas la incidencia de autismo se ha incrementado
notablemente en forma paralela con el incremento en el uso de ultrasonido en las
exploraciones obstétricas. El ultrasonido es una vibración mecánica de alta
frecuencia que puede agitar violentamente las neuronas cuando van migrando en
forma ordenada del centro hacia la periferia del cerebro (ver figura 2 ). No
olvides que son aproximadamente cien mil millones de neuronas las que van a
formar la corteza cerebral de tu hijo y es fácil imaginar que se puede alterar su
orden con estas vibraciones. Los siguientes datos ponen de manifiesto que es
posible que exista una relación entre el uso de ultrasonido y problemas del
desarrollo del sistema nervioso:

a) En humanos, se ha encontrado relación entre la exposición a ultrasonido


durante el embarazo y no ser diestro. Hay alta prevalencia de zurdera en
los niños autistas 466 .
b) En ratas se ha observado que después de la exposición a ultrasonido en la
etapa de migración neuronal, un número significativo de neuronas no
logran llegar a la posición correcta y se quedan varadas a medio camino
467 (ver figura 3 ).
c) Los ratones expuestos in útero a ultrasonido diagnóstico muestran
alteraciones en el comportamiento, son menos sociales e hiperactivos 468 .
Puntos clave:

El ultrasonido puede causar daños irreparables.


Si tu médico insiste en exponer tu bebé a las ondas sonoras del ultrasonido
como medio diagnóstico, ruégale que sea por el tiempo más corto posible,
con la menor intensidad necesaria para lograr un diagnóstico preciso, el
menor número de veces en cada embarazo y que sea realizado por un
profesional experto.
Recuerda que antes no existía el ultrasonido y no es indispensable para
fabricar hijos de alta calidad.
4
EL NACIMIENTO

El embarazo termina con el parto o nacimiento, que es la salida del bebé de la


cavidad uterina. El nacimiento es obligatoriamente un hecho estresante porque
para la madre significa dolor, esfuerzo e incertidumbre. Para el feto significa
pasar a un medio ambiente totalmente diferente. Mientras que dentro del hotel
uterino éste permanece toda la gestación en un medio acuático estéril, recibiendo
continuamente nutrientes y oxígeno de la placenta a través del cordón umbilical
y a una temperatura cómoda y estable, fuera del ambiente uterino el recién
nacido necesita oxigenar sus tejidos por medio de la respiración y tiene que
buscar el alimento succionándolo del pecho de su madre en condiciones
climáticas no siempre óptimas.
La forma natural de nacer, diseñada por la evolución, es por vía vaginal. La
otra forma de nacer se llama cesárea y es una operación quirúrgica que consiste
en hacer una incisión en la pared abdominal y en la pared del útero para extraer
el o los productos y la placenta.
La tasa de cesáreas ha ido en aumento sin razones médicas justificadas.
La Organización Mundial de la Salud considera que una tasa del 5-15% de
operación cesárea es la óptima para salvar vidas; sin embargo, esta cifra se ha
rebasado con mucho en todo el mundo, incluso en países pobres. En Estados
Unidos, por ejemplo, la tercera parte de los nacimientos es por cesárea; en China
se acerca al 60%; en otros países la tasa es aún mayor; por ejemplo, en algunas
clínicas privadas de Brasil llega al 77.2%. De acuerdo con estos datos, solo un
pequeño número de cesáreas se realiza por indicaciones obstétricas precisas,
cuando no hay absolutamente nada que se pueda hacer para salvar el embarazo.
Sin embargo, muy frecuentemente la operación cesárea es innecesaria. Un gran
porcentaje de mujeres eligen la cesárea, como medio de dar a luz, por temor a
sufrir los dolores de parto.
Lo cierto es que la evolución programó el nacimiento acompañado de dolor
porque ese dolor es necesario: dolor significa estrés, estrés significa liberación
de hormonas del estrés (cortisol, adrenalina, noradrenalina, dopamina) por las
glándulas suprarrenales de la madre; el feto necesita esas hormonas para
completar su maduración y enfrentar el tránsito a un medio extrauterino
totalmente diferente del hogar uterino.
La operación cesárea, que no deja de ser peligrosa, a menudo es promovida
por los prestadores de servicio (médicos y clínicas) como indolora, segura y más
saludable que el parto por vía vaginal, falsedad que ha traído como consecuencia
que más de la mitad de las mujeres eligen la operación cesárea como medio de
dar a luz.
Para el médico y la clínica, la cesárea es más rentable económicamente,
como lo demuestra el hecho de que en muchos países la tasa de cesárea es el
doble o triple en los hospitales privados que en los hospitales públicos;
expresiones tales como “Lo que más nos interesa es el bienestar de su hijo” o
“Hay sufrimiento fetal y es necesario extraerlo inmediatamente” son comunes en
el medio hospitalario y tienen como fin crear miedo en la madre para que acepte
la cirugía. Por otro lado, es más cómodo trabajar los 26 minutos que dura una
cesárea a esperar varias horas o a veces varios días a se produzca el nacimiento
por vía vaginal. La cesárea es un modo anormal de dar a luz y, como verás a
continuación, puede tener graves y permanentes repercusiones sobre la salud
materna y sobre el desarrollo del producto.
A pesar de los avances en técnicas quirúrgicas y anestesia, la cesárea sigue
siendo una operación delicada que involucra ciertos riesgos y complicaciones,
así como consecuencias a largo plazo tanto para la madre como para el niño.
Comparada con el parto vaginal espontáneo, la cesárea está asociada con un
aumento tres veces mayor en el riesgo de muerte materna, hemorragias,
adherencias post-operatorias, hernias en el sitio de la incisión, dolores de cabeza
posteriores a la punción espinal para la aplicación de la anestesia y estrés post-
traumático.
Las posibles complicaciones durante la operación incluyen la impactación de
la cabeza fetal en la pelvis (lo que dificulta la extracción del producto),
laceraciones uterinas con hemorragia, lesiones de la vejiga urinaria o de los
conductos urinarios (ureteros), necesidad de histerectomía y/o transfusión
sanguínea, lesiones al feto y complicaciones relacionadas con la anestesia 469 .
Las complicaciones postoperatorias más frecuentes son la infección de la
herida, la endometritis y la trombosis venosa pélvica. Las lesiones al producto
durante la cesárea ocurren en el 1.1% de los casos e incluyen heridas
superficiales producidas por el bisturí, cefalohematomas (acumulación de sangre
ubicada debajo del cuero cabelludo), fracturas del cráneo o de otros huesos con
lesión nerviosa y parálisis del nervio facial. Los niños nacidos por cesárea tienen
condiciones generales (tono muscular, esfuerzo respiratorio, frecuencia cardiaca,
reflejos y color de piel) menos favorables que los nacidos por vía vaginal,
principalmente debido a la anestesia.
Después de una cesárea, hay de 2-5% más probabilidad de que en el
siguiente embarazo se presente alguna de las siguientes complicaciones
relacionadas con la placenta:
-Placenta previa: la placenta no está situada en el fondo del útero sino en la
parte más baja de la matriz, cubriendo totalmente o parcialmente el orificio que
comunica con el cuello uterino. La placenta previa produce sangrado vaginal
súbito e intenso y casi todas las mujeres con placenta previa necesitan una
cesárea. La operación cesárea para el primer nacimiento está asociada con un
aumento del 47% en el riesgo de placenta previa y del 40% de aumento en el
riesgo de placenta abrupta en el siguiente embarazo 470 ; la placenta abrupta es la
separación prematura de la placenta de la pared uterina que se acompaña de
dolor abdominal y sangrado vía vaginal.

Placenta acreta: la placenta está adherida con bastante profundidad al útero.


Placenta increta: la placenta se adhiere aún más profundamente a la pared
uterina.
Placenta percreta: la placenta se adhiere, crece y atraviesa la pared del útero
y va a adherirse a otros órganos vecinos como la vejiga. Tanto la placenta
acreta como la placenta increta y la percreta, se tratan por cesárea seguida
inmediatamente de histerectomía.

Después de una cesárea, es muy probable que los siguientes embarazos tengan
que ser resueltos también por cesárea. Además, después de una cesárea las
posibilidades de un nuevo embarazo disminuyen en el 9%.
El modo natural, diseñado por millones de años de evolución, es dar a luz
por vía vaginal porque la cesárea puede traer consecuencias a largo plazo para el
producto y para la madre. La cesárea innecesaria es una agresión de la industria
médica al proyecto de fabricar hijos.
Puntos clave:

La evolución diseñó el modo de nacimiento por vía vaginal; burlarse de la


evolución se paga caro. Busca un médico de absoluta confianza y
honestidad a toda prueba. Sigue leyendo para descubras el daño que una
cesárea innecesaria puede causarte a ti y a tu hijo.

Cesárea y la función pulmonar del recién nacido


La función pulmonar es muy diferente en los niños que nacen por cesárea si los
comparamos con niños que nacen por vía vaginal. Medida a los 30 minutos y a
las 2 horas después del nacimiento, la función pulmonar fue más eficiente en los
niños nacidos por vía vaginal que en los nacidos por cesárea, ya sea esta
efectuada bajo anestesia general o bajo anestesia epidural. La pobre función
pulmonar en los niños nacidos por cesárea se debe a un retardo en la absorción
del líquido amniótico que queda dentro del pulmón después del nacimiento.
Dicho retardo se debe a la carencia de unas sustancias llamadas catecolaminas
(adrenalina, noradrenalina y dopamina) que se producen en el organismo
materno por efecto del dolor que causa el parto por vía vaginal. Tanto en las
madres que dan a luz por vía vaginal como en sus hijos, hay altos niveles de
catecolaminas en sangre, mientras que en los nacidos por cesárea los niveles son
mínimos 471 . Los niños nacidos por cesárea tienen alta frecuencia respiratoria
como una medida de emergencia para asegurar la correcta oxigenación de la
sangre en sus pulmones aún encharcados con líquido amniótico.

Cesárea y los niveles de glucosa en el recién nacido


Los niños nacidos por cesárea presentan bajos niveles de glucosa en sangre (70.3
mg/Dl en promedio) en comparación con los que nacen por vía vaginal (81.3 en
promedio). El dolor del trabajo de parto es necesario para que el organismo
materno produzca cantidad suficiente de hormonas del estrés (las catecolaminas
mencionadas antes) que necesita el niño para mantener adecuados niveles de
glucosa en sangre, esenciales para soportar el trauma del nacimiento y favorecer
la adaptación del bebé al medio extrauterino.

Cesárea y anemia en el niño


La madre guarda en su placenta una invaluable cantidad de sangre que
transfundirá a su bebé en el momento del nacimiento. El trabajo de parto que
acompaña al nacimiento por vía vaginal es necesario para que la placenta
“exprima” totalmente su contenido de sangre y beneficie al recién nacido con esa
valiosa transfusión. Se estima que un recién nacido tiene un volumen de sangre
de 78 mililitros por cada kilo de peso; esto equivale a aproximadamente 273
mililitros en un niño con 3,500 gramos de peso. Si el nacimiento es por vía
vaginal y si se retrasa 5 minutos la ligadura del cordón, la transfusión sanguínea
placentaria puede ser de 166 mililitros para un bebé de ese peso, elevando su
contenido total de sangre a 439 mililitros.
Por el contrario, los niños que nacen por cesárea reciben una transfusión
placentaria muy reducida porque la placenta no vacía su contenido de sangre en
forma completa aun cuando el cirujano deliberadamente tarde varios minutos en
pinzar el cordón. Estos niños tienen cuenta más baja de glóbulos rojos y menores
cifras de hemoglobina que los nacidos por vía vaginal, según comprueban las
determinaciones hechas tanto en la sangre del cordón umbilical como en la
sangre periférica del niño al nacer. Por esta razón, los niños que nacen por
cesárea están en mayor riesgo de sufrir anemia por deficiencia de hierro durante
la infancia 472 .

La cesárea y la flora intestinal del niño


El tracto gastrointestinal del humano alberga un ecosistema de la más alta
complejidad que recibe el nombre de microbiota intestinal o flora intestinal.
Formado por algo así como 100 trillones de células que representan hasta 1.150
cepas diferentes, este conglomerado celular ha recibido el nombre de “órgano
microbio”. En un individuo adulto, el órgano microbio tiene un peso semejante
el del hígado (1.000- 1.500 gramos) y se compara con éste órgano en el número
de reacciones y transformaciones bioquímicas en las cuales participa. Hablemos
del órgano microbio y de qué manera éste se daña si el nacimiento es por
cesárea.
Una parte de la comunidad microbiana que conforma el “órgano microbio”
reside permanentemente adherida a la mucosa intestinal formada por una sola
capa de células; se denominan “microbios autóctonos” y realizan importantes
funciones que incluyen: la protección contra agentes dañinos, la estimulación del
desarrollo y maduración del sistema inmune después del nacimiento, el
intercambio de nutrientes, la digestión de alimentos fibrosos y el
almacenamiento de nutrientes. La otra parte está formada por huéspedes
transitorios que se expulsan con el bolo fecal.
Los humanos y todos los demás mamíferos estamos hechos de nuestros
propios genes y de los genes de los microorganismos que forman nuestro órgano
microbio. Al momento del nacimiento, la madre “instala” el órgano microbio de
su bebé usando microbios “buenos” de su tracto vaginal siguiendo el diseño
impuesto por la evolución.
Hemos coexistido con los microbios, hemos evolucionado juntos; los
microbios forman parte integral de nosotros. Mientras que los humanos
ofrecemos a estos microbios un hogar estable y rico en nutrientes donde pueden
prosperar, ellos nos benefician contribuyendo a nuestra economía nutricional y
jugando un papel crítico en nuestra resistencia a microorganismos dañinos.
La flora intestinal, que no solamente está formada por bacterias sino también
por otros microorganismos como, por ejemplo, arqueas, protozoarios, nematodos
(gusanos) y virus, es indispensable para el desarrollo del tejido linfoide que es
una parte del sistema inmune corporal importante para proteger el organismo de
la infección y de cuerpos extraños. Es importante también para fortificar la pared
intestinal ya que promueve la maduración celular y la formación de una extensa
red vascular que facilita el transporte de los glóbulos blancos especializados en
la defensa inmune. Es, además, fundamental para la digestión, degradando
carbohidratos no digeribles como la pectina, la celulosa y el almidón.
La microbiota se considera como un órgano esencial para la síntesis de
algunos nutrientes como las vitaminas del complejo B, la vitamina K y los
ácidos grasos de cadena corta. Es también indispensable para mejorar la
movilidad y la función del tracto gastrointestinal, la digestión, la absorción de
nutrientes, la inhibición de microbios malos y la producción de poliaminas,
sustancias necesarias para la reparación de la mucosa del estómago e intestino.
Hay una intensa comunicación entre el intestino y el cerebro. La microbiota
intestinal produce muchos componentes (neuroactivos) que pueden afectar el
modo en que se comunican unas neuronas con otras. Entre estos compuestos
figuran aminoácidos y neurotransmisores como serotonina, histamina y
dopamina usados como agentes que transmiten señales al sistema nervioso.
Además de sintetizar neurotransmisores o sus precursores, la microbiota produce
otros químicos con capacidad de regular el desarrollo del sistema nervioso.
La fermentación de la fibra por las bacterias intestinales es la principal fuente
de ácidos grasos de cadena corta como el ácido butírico, el ácido propiónico y el
ácido acético, los cuales actúan sobre la función cerebral y están implicados en
la modulación del comportamiento social.
De esta forma, la microbiota intestinal ha moldeado la evolución y el
desarrollo del cerebro en los mamíferos y puede intervenir en la regulación de la
ansiedad, del estado de ánimo, la cognición y el dolor.
Factores como los antibióticos, el estrés físico o mental, las alteraciones en
los movimientos intestinales y algunos componentes de la dieta pueden alterar la
flora intestinal dañando con ello su función reguladora del sistema inmune.
Se pensaba que el feto, bajo condiciones normales, vivía en un ambiente
carente de bacterias; evidencias recientes demuestran que la transmisión de
ciertos microbios de la madre al hijo ocurre dentro del útero. Sin embargo, esta
transmisión ocasional no define la flora intestinal que tendrá el recién nacido.
Al momento del nacimiento, ocurre la maravillosa “siembra” inicial de
bacterias procedentes de la flora vaginal y rectal de la madre, siendo esas
bacterias las primeras en invadir el antes estéril (o relativamente estéril)
organismo del recién nacido.
En los bebés nacidos por vía vaginal, las “buenas” bacterias procedentes de
la vagina materna estimulan los glóbulos blancos y otros componentes del
sistema inmune; el desarrollo normal de la inmunidad del recién nacido depende
de esa “siembra” procedente de la madre. En niños nacidos por cesárea, en
cambio, las “buenas” bacterias, que normalmente se encuentran en el canal
vaginal y en el recto de la madre, están ausentes; su flora intestinal está formada
por bacterias malas que proceden del quirófano, de las cunas del hospital, de la
ropa y de las manos de doctores y enfermeras. Esas malas bacterias colonizan el
sistema gastrointestinal del niño poniendo en peligro su sistema inmune, lo que
explica la evidente asociación de la operación cesárea con la obesidad y con
múltiples padecimientos autoinmunes: diabetes tipo 1, enfermedad de Crohn,
esclerosis múltiple y toda una gama de enfermedades alérgicas como asma,
rinitis alérgica y dermatitis atópica.
Mientras que los bebés nacidos por vía vaginal adquieren una flora intestinal
que semeja la flora de la vagina de su madre conformada principalmente por
Bifidobacterias (Lactobacilos), Bacteroides, Escherichia coli, Prevotella y
Sneathia, los niños nacidos por cesárea muestran cambios permanentes en la
flora intestinal y albergan una comunidad bacteriana semejante a la que se
encuentra en la superficie de la piel caracterizada por la ausencia de
Bifidobacterias y dominada por Estafilococos, Corynebacterium, C. difficile y
Propionibacterium 473 . Esto explica por qué niños nacidos por cesárea son más
susceptibles a infecciones que los nacidos por vía vaginal. Por ejemplo, del 64-
82% de niños con infecciones de la piel causadas por Estafilococus aureus
resistentes a la meticilina ocurrió en recién nacidos dados a luz por cesárea.
No menos importante es el hecho de que la microbiota normal del recién
nacido modula el desarrollo del cerebro y determina el comportamiento del
adulto. Por ejemplo, analizando la flora intestinal de niños autistas se
encontraron diferentes especies de Clostridium y otras bacterias que no
aparecieron en la flora de niños sanos 474 .
Puntos clave:

La cesárea es un mal comienzo para que tu hijo debute en su vida fuera de


tu matriz.
Tu flora vaginal es, ni más ni menos, que una bendición que das a tu hijo al
momento de nacer, misma que, aparte de protegerlo contra muchas
enfermedades, va a modular su sistema nervioso para hacerlo más
inteligente.

Efectos de la cesárea sobre la lactancia


La operación cesárea es el principal factor de riesgo para que el recién nacido no
empiece a succionar calostro durante los primeros 60 minutos de vida fuera del
útero. Esto reviste suma importancia si se considera que el 22% de las muertes
de recién nacidos se pueden salvar si la lactancia materna comienza dentro de la
primera hora después del nacimiento 475 . Los hijos nacidos por cesárea disponen
de menor cantidad de leche durante los primeros 5 días de vida que los hijos
nacidos por vía vaginal. Además, el peso que pierden después del nacimiento se
recupera más rápidamente en los niños nacidos por vía natural que en los
nacidos por cesárea 476 .
Las mujeres que dan a luz por vía vaginal producen un calostro más rico en
proteínas que el calostro que secretan las mujeres que dan a luz por cesárea. Esto
se debe a la actividad hormonal inducida por el dolor del trabajo de parto y por
las contracciones uterinas. Las altas concentraciones de proteínas en el calostro
juegan un papel importante en el desarrollo de importantes capacidades
fisiológicas en el recién nacido; además, el volumen de leche transferido a los
niños extraídos por cesárea durante la primera semana de vida extrauterina es
mucho menor que la que reciben los niños nacidos por parto vaginal normal 476 .
El calostro de madres que dan a luz por vía vaginal contiene mayores
propiedades antioxidantes que el de madres que fueron sometidas a cesárea,
mientras que el calostro de las madres que dieron a luz por cesárea bajo anestesia
general presentó mayor estado de oxidación 477 .
Puntos clave:

El calostro de tu leche es la segunda bendición que tu hijo recibirá de ti


después del nacimiento por vía vaginal. Además, producirás más leche y de
mejor calidad que las mujeres que son sometidas a cesárea.

Cesárea y enfermedades alérgicas en el niño


El factor más importante para que se dispare el desarrollo del sistema inmune
(sistema de defensas) del recién nacido es la exposición a los microbios
vaginales maternos al momento del nacimiento. Una flora intestinal maligna,
como la que adquieren los niños nacidos por cesárea, puede incrementar la
susceptibilidad a trastornos alérgicos. El nacimiento por cesárea impide que el
recién nacido entre en contacto con los microbios del tracto vaginal materno (las
buenas bacterias) alterando la colonización de su intestino, lo que a su vez
trastorna el desarrollo del sistema inmune predisponiéndolo a sufrir
enfermedades alérgicas. Las buenas bacterias estimulan los glóbulos blancos de
la sangre y otros componentes del sistema inmune. El sistema inmune
experimenta el mayor crecimiento durante la infancia y dicho crecimiento está
muy relacionado con el tipo de microbios que colonizan el tracto gastrointestinal
del niño, que a su vez depende del tipo de microbios “sembrados” durante el
parto vaginal.
El momento del nacimiento, la lactancia y la primera infancia, son los
periodos más importantes en el desarrollo de la flora intestinal, misma que
modula el desarrollo del sistema inmune. Los niños nacidos por cesárea tienen
dos veces más probabilidades de sufrir rinitis alérgica 478 y el 20% más riesgo de
padecer asma, de ser hospitalizados por asma y de desarrollar alergia alimentaria
479 .
Tanto el nacimiento por cesárea como la carencia de hermanos mayores están
asociados con eczema (dermatitis atópica) porque estos niños muestran un
exagerado porcentaje de bacterias malas (Clostridium) en su flora intestinal y
escasa presencia de bacterias buenas (Escherichia coli, Bacteroides y
Bifidobacterias) 480 . Además, la composición de la flora intestinal de los niños
que padecen alergia es semejante a la de los niños nacidos por cesárea lo que
comprueba que alergia y flora intestinal están relacionadas.
La enfermedad celiaca es una enfermedad inmune en la que los pacientes no
pueden consumir gluten (presente en el trigo, avena, centeno, cebada) porque les
daña su intestino. El nacimiento por cesárea conlleva un considerable
incremento en la probabilidad de padecer enfermedad celiaca 481 y enfermedad
inflamatoria crónica del intestino 482 en comparación con el nacimiento por vía
vaginal. Esta es otra asociación entre la inmunidad y las alteraciones de la flora
intestinal debida a la ausencia de contacto con los microbios del canal vaginal.
Puntos clave:

La mejor forma de evitar que tu hijo tenga que estar visitando al alergólogo
es que nazca por vía vaginal.

Cesárea y riesgo de infecciones respiratorias en el niño


Comparados con los niños nacidos por vía vaginal, los niños nacidos por cesárea
tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias serias 483 . Esto se debe
a que su sistema inmune es deficiente. Entonces se hace un círculo vicioso: el
niño se enferma del aparato respiratorio; el doctor le prescribe antibióticos; los
antibióticos dañan su flora intestinal; la flora intestinal dañada debilita el sistema
de defensas (sistema inmune); la enfermedad se agrava; el niño puede morir;
punto final.
Cesárea y riesgo de diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que resulta de la destrucción
de las células beta del páncreas que son las encargadas de producir insulina. En
países desarrollados la incidencia de la diabetes tipo 1 ha aumentado
notablemente durante las últimas décadas. La operación cesárea está relacionada
con un incremento del 20% en el riesgo de diabetes tipo 1 en la descendencia 484
.
Se comprobó, además, que la flora bacteriana de los niños que nacen por
cesárea es semejante a la flora intestinal de los individuos diabéticos 485 .
Puntos clave:

No permitas que por una cesárea innecesaria condenen a tu hijo a una


enfermedad incurable como es la diabetes tipo 1 ó diabetes juvenil. Esta
enfermedad debe ser controlada con inyecciones diarias de insulina; ¡Y con
el miedo que tienen los niños a las inyecciones!

Operación cesárea y obesidad infantil


La prevalencia de obesidad ha aumentado a nivel mundial durante las últimas
décadas; las últimas investigaciones culpan, en parte, al tipo de microorganismos
que viven dentro de nosotros. Algunos individuos albergan en su intestino una
flora muy eficiente para extraer y almacenar la energía de la dieta y por ese solo
hecho están en más alto riesgo de ser obesos. Por ejemplo: las personas obesas
tienen abundantes bacterias malas (Firmicutes) en su tracto gastrointestinal,
mientras que su proporción relativa de bacterias buenas (Bacteroides) es
reducida en comparación con las personas delgadas.
Los niños nacidos por cesárea adquieren una flora intestinal “incorrecta” que
los hace propensos a la obesidad porque incrementa la absorción y el
almacenamiento de la energía (en forma de grasa). Los niños obesos albergan en
su intestino mayor proporción de bacterias malas (Estafilococo áureo) en
comparación con los niños de peso normal, los cuales tienen mayor cantidad de
bacterias buenas (bifidobacterias) 486 .
La microbiota del intestino es un factor importante que afecta la recolección
de energía a partir de la dieta y su almacenamiento en forma de grasa
predominantemente en región abdominal. Las personas obesas tienen menos
bacterias buenas (Bacteroides) y más bacterias malas (Firmicutes) en su
intestino. La proporción de bacterias buenas aumenta cuando se pierde peso por
medio de dietas bajas en calorías.
Las personas que nacen por cesárea tienen mayor riesgo de sobrepeso y
obesidad central cuando llegan a la juventud o a la edad adulta en relación con
aquellas personas que nacen por vía vaginal 487 –488 –489 .
Puntos clave:

La obesidad es fuente de múltiples padecimientos e incontable sufrimiento.


Da a tu hijo la oportunidad de recibir microbios buenos al momento de
nacer para evitarle esta enfermedad.

Cesárea y esclerosis múltiple


La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria en la cual está dañado el
recubrimiento aislante (mielina) de las células nerviosas del cerebro y de la
médula espinal. Este daño perturba la comunicación entre las diferentes regiones
del sistema nervioso manifestándose en múltiples signos y síntomas que
incluyen: problemas físicos, problemas mentales y, algunas veces, trastornos
psiquiátricos. Las personas nacidas por operación cesárea tienen de 2 a 3 veces
más riesgo de sufrir esclerosis múltiple que las nacidas por vía vaginal 490 –491 .
Puntos clave:

La esclerosis múltiple es otra enfermedad que hasta el momento no tiene


cura. De nuevo, es criminal sentenciar a un ser humano a vivir enfermo
durante toda su existencia solo por practicar una cesárea innecesaria.
¡Cuídate! Elige un médico honesto que haga todo lo posible por que tu hijo
nazca por vía vaginal, ¡convéncelo!, ¡enséñale estas páginas!

Cesárea y riesgo de muerte fetal en el siguiente embarazo


Comparado con el parto vaginal, el parto por cesárea incrementa el riesgo de
muerte fetal en el siguiente embarazo en el 23% 492 .

La anestesia epidural y el comportamiento del recién nacido


La anestesia epidural es un método muy usado para aliviar el dolor durante el
nacimiento, sea este por vía vaginal o por cesárea; consiste en inyectar un
anestésico a través de un catéter en el espacio epidural que está justo afuera de la
membrana que rodea la médula espinal. El anestésico aplicado a la madre llega
también al feto como se puede comprobar analizando la sangre del cordón
umbilical. A mayor nivel de anestesia encontrado en el cordón umbilical se
observó una significativa disminución de las habilidades visuales y del estado de
alerta durante las primeras 6 semanas de vida extrauterina. El cerebro todavía
inmaduro del recién nacido es extremadamente sensible a los efectos de
cualquier droga 493 .

El recién nacido y la vernix caseosa


La vernix caseosa es una película fabricada por el feto humano que recubre
progresivamente la superficie de su piel durante el último trimestre del
embarazo; está compuesta de proteínas (10%), grasas (10%) alta proporción de
agua (80%) y abundantes células que provienen de su piel.
La vernix caseosa actúa como una crema protectora que impermeabiliza el
feto mientras está sumergido en el líquido amniótico. La vernix contiene
proteínas, péptidos y lípidos que poseen propiedades antibacterianas muy
importantes para evitar la invasión microbiana al momento del nacimiento.
Conforme avanza el embarazo, el líquido amniótico se pone turbio porque
contiene mayor cantidad del vernix que se desprende de la piel fetal. El feto
continuamente traga líquido amniótico; esto es de particular importancia porque
la vernix caseosa contiene glutamina, un aminoácido clave para el desarrollo del
intestino; es indispensable para la rápida proliferación de algunas células del
epitelio intestinal (la capa celular más superficial del intestino) y de los linfocitos
que son una parte importante del sistema inmunológico.
Durante el parto, la vernix caseosa funciona como un lubricante que
minimiza la fricción del cuerpo fetal a su paso por el canal uterino facilitando el
nacimiento. Al mismo tiempo, funciona como una cubierta antimicrobiana
contra el medio ambiente del tracto genital materno, el cual contiene abundantes
bacterias.
La vernix caseosa facilita la formación de un manto ácido contribuyendo así
a una óptima colonización bacteriana de la piel después del nacimiento. La
vernix caseosa debe ser conservada y permitir que se desprenda de manera
natural lo que ocurre usualmente alrededor del quinto día, excepto en los
pliegues cutáneos, donde tarda cinco días más en separarse. Esto sirve para
prevenir la hipotermia (temperatura anormalmente baja del cuerpo del recién
nacido).
La vernix modula la adaptación progresiva del recién nacido durante las
primeras horas después del parto impidiendo la deshidratación (la vernix pierde
agua muy lentamente) y disminuyendo el PH de la piel (haciéndola más ácida)
para que ésta se colonice con “buenas” bacterias.
La vernix caseosa tiene propiedades antioxidantes porque contiene vitamina
E y melatonina y desempeña un papel directo en la defensa de la piel contra las
infecciones. Tiene además la capacidad de curar las heridas de la piel de la
madre que pudieran resultar del trabajo de parto. Por este poder curativo, se ha
usado exitosamente para tratar úlceras tróficas en las extremidades inferiores de
adultos, para eliminar infecciones bacterianas de en casos de dermatitis atópica y
para curar quemaduras de la piel.
La vernix tiene propiedades limpiadoras, pero, a diferencia de los jabones
comerciales, es capaz de proporcionar grasas que ejercen relevantes funciones en
la superficie de la piel por sus efectos humectantes, antioxidantes y anti
infecciosos, todas importantes para la integridad de la superficie cutánea.
Al momento de nacer, el bebé muestra agitación y llora cuando se percata de
que está en un medio ambiente extraño y no familiar, sin embargo, recupera la
calma al percibir los olores procedentes de los líquidos maternos: líquido
amniótico, calostro y leche. Al nacer, la piel del bebé, cubierta de vernix, está
embebida en líquido amniótico el cual contiene 8 ácidos grasos que ejercen
efectos ansiolíticos (calmantes) semejantes a los producidos por las drogas
ansiolíticas como el Diazepam; este efecto calmante del líquido amniótico
funciona también durante el desarrollo intrauterino 494 y es necesario para
aminorar el estrés producido por el nacimiento 495 .
También se observó que el líquido amniótico estimula el apetito del recién
nacido, efecto que se manifiesta en reacciones faciales y movimientos en busca
del pecho materno 496 .
La eliminación de la vernix caseosa no es necesaria por razones de higiene;
por el contrario, la vernix promueve la curación de heridas y proporciona
protección antibacteriana. Además, el líquido amniótico que empapa la piel del
bebé (cubierta de vernix) contiene señales químicas odoríferas con efecto
calmante que le aminoran la angustia de la separación momentánea del cuerpo
materno. Niños separados de su madre lloran menos cuando se les permite oler
líquido amniótico en comparación con aquellos no expuestos a éste.
Adicionalmente, el líquido amniótico ejerce un efecto de atracción. Por ejemplo,
la mayor parte de los niños elijen tomar un pecho con el pezón y la areola
humedecidos con líquido amniótico que uno no humedecido 497 .
Vale la pena comentar que el aprendizaje olfatorio de los niños se da en un
breve periodo sensible de tiempo. Por ejemplo, los niños expuestos a un agente
odorífero durante los 4-37 minutos después del nacimiento son capaces de
responder varios días después con una orientación de la cabeza hacia el mismo
olor y no hacia otro olor no familiar. Por el contrario, los niños expuestos por
primera vez al estímulo oloroso 12 horas después del parto no retuvieron en la
memoria el olor y no reaccionaron orientando la cabeza hacia el olor expuesto
varios días después 498 .
Es importante que el niño se adhiera al pecho de su madre inmediatamente
después de nacer con su vernix caseosa húmeda de líquido amniótico porque el
aprendizaje olfatorio es particularmente eficiente inmediatamente después del
nacimiento. Este reconocimiento temprano de los olores maternos es un factor
importante para el desarrollo del vínculo materno-infantil. Los niños alimentados
con fórmula se sienten más atraídos por el olor del líquido amniótico y de la
leche materna que por el olor de la fórmula.
Los olores constituyen una vía de comunicación entre la madre y el hijo. Por
ejemplo, los bebés dejan de llorar cuando se les presenta un cojín de pecho o
cualquier otra prenda usada por su madre, pero no se calman cuando se les
presenta una prenda materna limpia 499 . Estas señales odoríferas también
contribuyen a mejorar en el lactante la calidad del sueño.
El olor del líquido amniótico y el olor de la leche provocan en el niño el
reflejo de sujetar el pezón con los labios y succionar preparándolo para la
alimentación. Por otra parte, la percepción tanto materna como paterna de los
olores de su bebé produce cambios electrofisiológicos y neuroquímicos en su
cerebro que favorecen el apego y el comportamiento protector.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dejar intacta la
vernix en la superficie de la piel del recién nacido. Además, la eliminación
vigorosa de la vernix a menudo tiene como resultado enrojecimiento y daño en
la piel con riesgo de infección.
Puntos clave:

En cuanto nazca tu hijo, abrázalo y con su vernix caseosa íntegra y


empapada de líquido amniótico ponlo en contacto con tu pecho. Así, tu
cuerpo se impregnará de líquido amniótico tal y como sucedió durante
millones de años. Tu bebé, percibiendo el familiar aroma y el rítmico son de
tu latido cardiaco no se sentirá desamparado.
No permitas que la enfermera te entregue tu hijo bien bañado como
acostumbran ahora. La remoción de la vernix caseosa es otra agresión
contra la evolución: si está pegada a la piel del bebé es porque ahí debe
estar hasta que se desprenda por sí sola.
5
LA LACTANCIA

La lactancia es el periodo de vida en que el ser se alimenta fundamentalmente a


base de leche. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS),
todos los niños tienen derecho a recibir una alimentación con leche materna
como medio inigualable de proporcionar un alimento ideal indispensable para
una salud óptima y un crecimiento y desarrollo saludables. Por su parte, las
mujeres tienen derecho a amamantar, a recibir educación sobre la lactancia
materna y al pago de la licencia de maternidad.
Los estudios antropológicos nos muestran que la lactancia infantil ha estado
llena de prejuicios y tabúes. Por ejemplo, en la mayor parte de las tribus salvajes
la madre dejaba pasar varios días antes de amamantar al bebé en la creencia de
que el calostro era perjudicial; durante ese tiempo, que podía ser de uno hasta de
9 días, la madre alimentaba al niño con agua con azúcar o con cualquier otro
líquido. Por el contrario, en otras tribus, como la de los maoríes, las madres
empezaban a amamantar inmediatamente después del parto. La duración del
periodo de lactancia era otra variable que dependía también de la tribu. Los
hotentotes, grupo étnico del sureste africano amamantaban solo unos meses; los
armenios durante uno o dos años, los groenlandeses por tres o cuatro años, los
hawaianos por 5 años y los esquimales por 7 años.
Aunque algunas tribus consideraban la leche de una madre extraña como
peligrosa para el niño, las nodrizas se han usado desde tiempos históricos
inmemorables. Como sustituto de la lactancia materna se han usado también
leches de diferentes animales: vacas, ovejas, cabras, etc. Las fórmulas infantiles,
que serán estudiadas en un capítulo posterior, tienen un origen más reciente; son
ampliamente usadas y han contribuido al desarrollo de varias enfermedades
comunes de la infancia incluyendo: diabetes, atopia, obesidad y trastornos del
desarrollo del sistema nervioso.
La leche materna debe ser el alimento exclusivo durante los primeros 6
meses de vida y debe continuarse una vez iniciada la alimentación
complementaria por lo menos hasta la edad de 2 ó 3 años, o de preferencia,
durante todo el tiempo que dure la producción de leche por la glándula mamaria.
Es fácil entender eso desde el punto de vista evolutivo: si la glándula mamaria
fue diseñada por la larguísima evolución para producir leche durante más de dos
años es porque el lactante la requiere durante todo ese tiempo. ¿Sabes cómo fue
la evolución de la glándula mamaria?
Los mamíferos son animales vertebrados de sangre caliente que alimentan a
sus crías con leche producida por sus glándulas mamarias. El ser humano es un
mamífero. La leche se originó como una secreción de un cúmulo de glándulas
sudoríparas y folículos pilosos modificados, situados en la piel del abdomen de
los sinápsidos hace aproximadamente 310 millones de años.
Los sinápsidos ponían huevos cubiertos por un cascarón apergaminado muy
sensible a la desecación; para conservar la humedad, dependían de las
secreciones de esas glándulas situadas en el abdomen materno. El cascarón
poroso de los huevos les permitía captar secreciones del útero durante su vida
intrauterina; posteriormente, durante la incubación del huevo, el cascarón recibía
secreciones de las glándulas abdominales, que ejercían tres funciones a la vez:
proporcionar humedad, proveer nutrientes y actuar como agentes
antimicrobianos.
Al salir del cascarón, los cachorros lamían las secreciones de aquellas
glándulas mamarias primitivas y así obtenían grasas, proteínas y un tipo de
azúcares simples conocidas como oligosacáridos que desempeñaron luego una
doble función: promover el crecimiento de bacterias buenas (bifidobacterias) en
el tracto intestinal y servir como agentes antimicrobianos; la succión dio forma a
la glándula mamaria.
Mucho tiempo antes de que surgieran los mamíferos, ya existía esta leche
rica en nutrientes y en agentes antibacterianos. Los sinápsidos luego se
diferenciaron en dos grandes líneas evolutivas, una que culmina en los
mamíferos y la de los saurópsidos que culmina en los reptiles actuales. Los
mamíferos aparecen cuando en los sinápsidos se forma un paladar que separa la
vía respiratoria de la vía digestiva y permite respirar mientras se succiona el
alimento.
Esta brevísima descripción de la glándula mamaria tiene por objeto
explicarte, que la leche producida por un órgano tan complejo diseñado por esa
prolongada evolución no debe sustituirse por ningún producto lácteo como los
que ofrece la industria con el visto bueno de la industria médica. Solamente la
ignorancia permite este crimen que afecta de manera permanente tanto a la
madre como al producto como verás a continuación.
Durante la vida intrauterina, la comunicación del feto con su madre es a
través del cordón umbilical que lo conecta con la placenta, órgano en forma de
disco que al final del embarazo mide unos 25 centímetros de diámetro y 2.5
centímetros de grosor. Después del nacimiento, la comunicación materno-fetal se
realiza a través de un órgano de forma similar a la placenta que es el pecho
materno; dicha comunicación se establece cada vez que el bebé succiona del
pezón de su madre.
Además, durante la lactancia, la madre y el bebé establecen un amoroso
diálogo: ella lo toma entre sus brazos, lo abraza junto a su pecho, lo mira
directamente a los ojos y le habla. Es una relación enriquecedora para ambos que
involucra los 5 sentidos (gusto, vista, oído, olfato y tacto).
Al nacer, el niño es inexperto en ese mundo desconocido. Los reflejos del
recién nacido le permiten la conexión con su madre y le garantizan la
sobrevivencia. Señales odoríferas procedentes de las glándulas de Montgomery
localizadas en la región de la areola y del pezón y otras que emanan de la leche
materna, son fundamentales para establecer el vínculo madre-hijo. Guiado por el
olor (el pezón y la areola que lo rodea son órganos aromáticos), el bebé
comienza a buscar hasta que logra atrapar el pezón. Se ha comprobado que si el
pezón y la areola se empapan con líquido amniótico la atracción aromática es
aún más fuerte. El calostro tiene su propia gama de olores y el olor de la leche
humana es más atractivo para los recién nacidos que el olor de las fórmulas
infantiles.
Mientras el bebé se está amamantando no puede respirar por la boca, lo que
lo obliga a hacerlo por la nariz; esto contribuye al aprendizaje de la respiración
nasal al mismo tiempo que promueve la expansión de las vías aéreas nasales.
Los movimientos mandibulares hacia adelante y hacia atrás que ocurren
durante la succión son importantes porque estimulan el desarrollo de los
músculos masticadores que empezarán a ser utilizados al llegar la primera
dentición. Además, estos movimientos, que ponen en juego todos los músculos,
estimulan el crecimiento y remodelación de la mandíbula. El amamantamiento
permite que se establezca una sincronización precisa entre la succión, la
deglución y la respiración que evita que el niño se atragante. Esta sincronización
no es tan perfecta en los niños alimentados con leche industrial.
El recién nacido tiene urgente necesidad de recibir transferencia de líquidos,
nutrientes y energía. La lactancia materna durante la primera hora de vida es
importantísima para reducir la mortalidad neonatal. El calostro de la leche ofrece
al lactante la conveniencia de disponer en forma inmediata de nutrientes,
antioxidantes, bacterias amigas, inmunidad pasiva, péptidos bioactivos, enzimas
y hormonas. Los pechos de su madre serán, en lo sucesivo, la conexión necesaria
e imprescindible para avanzar en el proceso de desarrollo y maduración y en la
“educación” de su sistema inmune.
La leche materna funciona, a manera de idioma, como un sistema de
comunicación; vale decir: como un diálogo intenso entre el sistema inmune de la
madre y el sistema inmune del hijo y sirve para continuar el proceso evolutivo
protegiendo al bebé contra las infecciones, reduciendo la inflamación,
promoviendo el desarrollo intestinal, el desarrollo del sistema inmune y el
desarrollo de la inteligencia del niño.

Etapas de la lactancia
Durante los primeros 5 días después del parto, la glándula mamaria produce
calostro en pequeñas cantidades (100 ml. Por día); durante los siguientes 5-15
días se produce una leche de transición y de los 15 días en adelante se produce la
leche madura.

Componentes nutricionales de la leche humana


La leche humana es una combinación única de proteínas, carbohidratos, lípidos,
anticuerpos, factores de crecimiento, factores inmunes, hormonas, enzimas,
vitaminas, minerales y células vivas que aseguran el adecuado desarrollo del
infante. La leche humana nutre, protege contra las infecciones, reduce la
inflamación, promueve el establecimiento de una comunidad adecuada de
microbios intestinales (microbiota o flora intestinal) y con ello el desarrollo del
sistema inmune. Finalmente, estimula el desarrollo de la inteligencia. Algunos
de los componentes nutricionales de la leche son sintetizados por los lactocitos,
que son las células secretoras de la glándula mamaria, utilizando los nutrientes
que se encuentran en la sangre de su madre. Otros componentes tienen su origen
en la dieta o proceden de las reservas maternas de nutrientes.

La leche humana tiene vida


La leche humana es de naturaleza celular. La concentración de células en la
leche humana tiene una amplia variación desde 1.000 a 800.000 células por
milímetro cúbico. Estas incluyen monocitos, linfocitos, neutrófilos, lactocitos y
macrófagos. En cada succión, el lactante ingiere millones de células procedentes
de la madre las cuales desempeñan funciones específicas de protección contra
microorganismos dañinos y de estimulación del desarrollo del sistema inmune
infantil todavía inmaduro en el momento del nacimiento. Por medio de la leche,
la madre manda estas células como agentes de seguridad para salvaguardar a su
bebé de cualquier agresión y como ingenieros especializados en diseñarle un
sistema inmune fuerte y eficiente.
Células conocidas como linfocitos B han migrado de la mucosa intestinal de
la madre hacia la glándula mamaria donde producen la inmunoglobulina A. Esta
inmunoglobulina es la clase predominante de anticuerpo presente en la sangre y
en las secreciones de las mucosas del organismo como son: saliva, lágrimas,
calostro, leche, secreciones del aparato respiratorio, del aparato genitourinario y
del aparato gastrointestinal. Recuerda que las mucosas son la puerta de entrada
favorita para la mayor parte de los agentes infecciosos y que el periodo neonatal
es particularmente crítico en este aspecto.
Las inmunoglobulinas se han desarrollado a través de la evolución para
asegurar la transferencia de inmunidad de la madre a la descendencia actuando
como primera línea de defensa contra agentes dañinos (bacterias, virus,
sustancias extrañas), identificándolos primero y luego impidiendo que se instalen
en las mucosas y penetren a la sangre del niño.
Iniciar la lactancia materna inmediatamente después del parto tiene como
resultado dotar al niño de una excelente defensa contra los microorganismos que
normalmente encuentra en su nuevo hábitat fuera de la matriz. Además, las
inmunoglobulinas son necesarias para el desarrollo de un sistema inmune que no
solamente resulte eficiente para proteger al niño de infecciones, sino que
también sea un sistema inmune tolerante lo que ayudará a evitar las respuestas
alérgicas a algunos alimentos y las enfermedades autoinmunes como la diabetes
tipo 1.
Otro tipo de células que colonizan la glándula mamaria durante la lactancia
son los linfocitos T. Estos se desarrollan en la médula ósea de la madre y
después de madurar en el timo, están listos para integrarse al sistema de defensas
del organismo. Los linfocitos T, a diferencia de los linfocitos B, no producen
anticuerpos, sino que atacan directamente los elementos extraños como virus,
hongos y bacterias; actúan, además, como reguladores del sistema inmune.
En el organismo materno hay un grupo de linfocitos conocido como
linfocitos T de memoria; son células que ya han pasado por la experiencia de
enfrentarse a un agente agresor; guardan en su memoria durante años esa
experiencia y tienen, además, la capacidad de responder rápidamente cuando se
encuentran de nuevo con el mismo microorganismo. Por medio de esas células T
de memoria que la madre transfiere al bebé durante la lactancia, le está
comunicando su “experiencia inmunológica”. Eso de ninguna manera se puede
esperar de una lata de fórmula artificial.
Aparte de los linfocitos B y de los linfocitos T, otras células presentes en la
leche procedentes de la sangre materna sirven para prevenir infecciones de la
glándula mamaria y del tracto gastrointestinal del niño. Estas son:
Macrófagos: su nombre significa “gran comedor”, su función principal es
engullir todos los cuerpos extraños que se introducen en el organismo como
bacterias y sustancias de desecho de los tejidos.
Neutrófilos: son células de consistencia gelatinosa, lo que les permite
atravesar fácilmente las paredes de los vasos sanguíneos y llegar a los
tejidos donde contribuyen a la destrucción de hongos y bacterias.
Basófilos: son responsables del inicio de la respuesta alérgica.

Mientras que la madre y el bebé estén saludables, la leche humana contiene un


bajo nivel de glóbulos blancos. Sin embargo, si la madre detecta a través de la
boca del bebé que este sufre alguna infección, como respuesta inmediata el
número de glóbulos blancos en la leche materna aumenta enormemente para
volver a sus niveles normales cuando la infección desaparece 500 . Este tipo de
interacción inmunológica que existe entre madre e hijo no se da, desde luego,
entre el niño y una lata de fórmula artificial.

Las células madre de la leche humana


Las células madre, conocidas en inglés como stem cells (células tronco), son
células que tienen la capacidad de auto renovarse y diferenciarse en todos los
tipos celulares del cuerpo. Se encuentran en todos los órganos e intervienen en la
regeneración o reparación de los tejidos dañados. La misma glándula mamaria
experimenta una significativa remodelación durante el embarazo y la lactancia
impulsada por la proliferación controlada de sus células madre. Estas células
madre multipotentes provienen de la médula ósea y del tejido adiposo materno y
pueden ser reprogramadas para formar muchos tipos de tejidos y así reponer las
células que se van muriendo o que han sido dañadas 501 . Por medio de estas
células, la madre brinda la oportunidad a su hijo de desarrollarse y regenerarse.
Eso tampoco se puede esperar de una lata de fórmula artificial.

Comunidad bacteriana de la leche humana


La leche humana es un líquido vivo que proporciona al bebé un suministro
constante de bacterias buenas conocidas como probióticos. Estos probióticos
permanecen vivos y activos en el intestino del lactante; tienen potentes
propiedades anti-inflamatorias, contribuyen al equilibrio de la flora intestinal,
mejoran el metabolismo y la eficiencia digestiva y modulan el sistema inmune.
Algunos pueden aparecer vivos en el excremento del infante después de
atravesar el tracto gastrointestinal mientras que otros se adhieren a la mucosa
intestinal para protegerla y estimular la maduración del sistema inmune.
Se comprobó que el intestino materno, el intestino del lactante y la leche
materna comparten el mismo tipo de bacterias. Esto se debe a que algunas
bacterias del excremento materno cruzan el epitelio de la pared intestinal y por
medio de la circulación sanguínea llegan a la leche materna (la llamada vía
entero-mamaria), donde contribuyen a la colonización del intestino del bebé y a
la maduración de su sistema inmune 502 .
Más de 200 especies diferentes de bacterias se han aislado de la leche
humana de mujeres saludables que incluyen: bifidobacterias, bacterias ácido-
lácticas, estreptococos y estafilococos 503 . El origen de estas bacterias es
diverso: algunas bacterias que habitan el intestino materno pueden pasar a la
circulación y por esta ruta llegar a la glándula mamaria para de ahí ser
excretadas con la leche, otras provienen de las glándulas de la areola del pezón,
de la piel del pecho materno o de la boca del bebé.
La comunidad bacteriana presente en la leche humana es indispensable para
la programación de un sistema inmune infantil que responda adecuadamente a la
presencia de bacterias buenas, bacterias malas y factores diversos contenidos en
los alimentos. La exposición del lactante a una leche materna rica en bacterias
puede ser un factor contribuyente a las diferencias que existen en la flora
intestinal entre los niños que reciben lactancia materna y los que son alimentados
con fórmula láctea. Esta diferencia puede afectar muchos procesos fisiológicos
del hijo como, por ejemplo: las heces de niños alimentados con pecho contienen
abundantes bacterias buenas (bifidobacterias) y pocas bacterias malas
(enterobacterias); -algo así como 1,000 bifidobacterias por cada enterobacteria-
comparadas con las heces de niños alimentados con fórmula artificial
Numerosos beneficios a la salud se han asociado con las bifidobacterias
incluyendo: la modulación del sistema inmune, la producción de vitaminas, la
reducción de infecciones gastrointestinales, el alivio de los síntomas de
dermatitis atópica, la protección contra infecciones por virus y contra la
intolerancia a la lactosa en niños y adultos.
Otras bacterias que se encuentran en menor cantidad en las heces de niños
alimentados con pecho son los estreptococos, mientras que el excremento de
niños alimentados con fórmula contiene principalmente bacterias malas
(estafilococos Clostridium y Escherichia coli). Por otro lado, las heces de niños
alimentados con leche materna son más ácidas que las heces de niños
alimentados con fórmula y este medio ambiente ácido en el intestino es muy
favorable para el crecimiento de bifidobacterias, en tanto que impide el
crecimiento de bacterias potencialmente dañinas tales como las enterobacterias.
La lactancia materna protege contra las enfermedades gastrointestinales y
respiratorias y disminuye el riesgo de obesidad. Las fórmulas lácteas con las que
la industria sustituye la leche materna no contienen estas bacterias y aunque se
han agregado probióticos a algunas fórmulas destinados a proporcionar algunos
beneficios, estas bacterias son de una sola especie y a una dosis diferente
comparada con la de la leche humana.

Macronutrientes de la leche humana


Los macronutrientes (macro significa grande) son nutrientes que aportan calorías
y se necesitan en grandes cantidades porque son necesarios para el crecimiento,
el metabolismo y otras funciones. Existen tres categorías de macronutrientes que
son: proteínas, carbohidratos, y grasas.

Las proteínas de la leche humana


La leche humana contiene una amplia variedad de proteínas (aproximadamente
976) que, cuando son digeridas, proporcionan una fuente bien equilibrada de
aminoácidos necesarios para el rápido crecimiento del lactante. Todas las
proteínas de la leche son sintetizadas por la glándula mamaria a excepción de
unas pocas como la seroalbúmina que procede de la circulación materna.
Algunas proteínas son relativamente resistentes a la digestión y permanecen
intactas en al tracto gastrointestinal del niño, donde pueden ejercer numerosas
actividades benéficas. Estas incluyen: mejoramiento de la función inmune,
defensa contra bacterias, virus y levaduras y estimulación del desarrollo del
intestino y sus funciones. Entre estas proteínas se encuentran inmunoglobulinas,
lactoperoxidasas, lactoalbúminas y caseínas.
Otras proteínas de la leche humana tienen actividad antimicrobiana: las
inmunoglobulinas o anticuerpos que se encuentran tanto en el calostro como en
la leche de transición y en la leche madura, son las mismas que se encuentran en
las secreciones mucosas de la madre; pasan de la mucosa intestinal a la glándula
mamaria a través de la ya mencionada “vía enteromamaria”. Esto le permite al
inmaduro sistema inmune del recién nacido ser fortalecido por la experiencia
inmune adquirida por la madre como resultado de su exposición a un infinito
número de agresores. En la leche humana se encuentran inmunoglobulinas
efectivas contra bacterias dañinas (Escherichia coli, Streptococcus pneumoniae,
Salmonella, Clostridium difficile, Vibrio chólera y Haemophilus influenciae),
contra algunos virus y contra un tipo de hongo llamado Cándida albicans.
Existen proteínas en la leche humana que ayudan a la absorción y digestión
de nutrientes: la lipasa (ayuda a la digestión de las grasas), la amilasa (ayuda a la
digestión de carbohidratos complejos), la beta caseína (ayuda a la absorción de
calcio), la lactoferrina (ayuda a la captación de hierro por las células del
intestino) y la haptocorrina (ayuda en la captación de vitamina B12 por la
mucosa intestinal).
El calostro y la leche humana contienen lactoferrina, que representa del 15-
20% del total del contenido proteico y es una proteína crucial para el desarrollo
producida por la glándula mamaria. La lactoferrina es un agente multifuncional
que desempeña diversas actividades biológicas:

a) Tiene efecto prebiótico, esto es, estimula la multiplicación, el crecimiento


y la actividad de las buenas bacterias como los lactobacilos y las
bifidobacterias, controlando así la composición de la flora intestinal. Los
lactobacilos y las bifidobacterias provocan mayor acidez en la luz del
intestino lo cual es favorable porque impide el desarrollo de bacterias
malas tales como: E. coli, Enterobacter, Bacteroides, Enterococos y
Campylobacter. Los lactobacilos y las bifidobacterias también producen
algunas vitaminas, promueven el desarrollo de inmunoglobulinas
protectoras al mismo tiempo que incrementan las células del sistema
inmune (células NK, linfocitos T y macrófagos) 504 . Por el contrario, los
niños alimentados con fórmula desarrollan una microflora dañina
compuesta por Escherichia coli, Enterococo, Bacteroides y Enterobacter.
b) Ejerce potentes propiedades anti-inflamatorias inhibiendo la actividad de
especies reactivas de oxígeno, del óxido nítrico y de ciertas sustancias
(citoquinas) que promueven la inflamación 505 .
c) Estimula la proliferación y diferenciación de las células del intestino, así
como de los folículos linfáticos encargados de cumplir una importante
función en la defensa del cuerpo contra las infecciones.
d) Juega un papel importante en la absorción de nutrientes como los
azúcares.
e) Desempeña diversas actividades biológicas en la función inmune y en la
proliferación y diferenciación celular, ambas importantes para el
desarrollo de la mucosa intestinal. La lactoferrina, a diferencia de la
caseína, es particularmente resistente a la digestión en el tracto
gastrointestinal. Sin embargo, cuando se llega a fraccionar, produce
sustancias (péptidos) que también ejercen potente actividad
antibacteriana.
f) Es un factor importante en la regulación de la formación del esqueleto. De
manera directa, estimula las células formadoras de hueso (osteoblastos),
incrementando de este modo el crecimiento y desarrollo corporal 506 .
También activa los condrocitos que son las células encargadas de
producir cartílago, el cual está compuesto de colágeno y proteoglicanos.
El cartílago es una estructura de soporte que permite la movilidad a las
articulaciones.
g) Estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos necesarios para llevar
los abundantes nutrientes que necesita el hueso para su constante
crecimiento y remodelación.

Los péptidos antimicrobianos y la inmunidad


Los péptidos son moléculas formadas por pocos aminoácidos a diferencia de las
proteínas que están formadas por más de 100 aminoácidos. Los péptidos de la
leche humana (catelicidinas, defensinas), son sustancias con capacidad de
exterminar directamente los microbios o de inhibir su crecimiento. Además, los
péptidos de la leche humana modulan la respuesta inmune y la inflamación y
promueven la cicatrización de heridas. El calostro de la leche humana se usa con
éxito en la prevención y tratamiento de la conjuntivitis del recién nacido,
complicación que puede, incluso, producir ceguera. El calostro ejerce su función
por medio de los péptidos antimicrobianos que contiene y es una opción sin
costo y sin peligros potenciales ni efectos secundarios para prevenir la
conjuntivitis neonatal 507 .

Las membranas de los glóbulos de grasa


Las membranas de los glóbulos de grasa de la leche son las envolturas que
rodean las pequeñas gotas de lípidos (triacil glicerol) durante su secreción en la
luz de los alveolos de la glándula mamaria. Los alveolos son pequeñas bolsitas
recubiertas en su interior por las células epiteliales que secretan la leche. Los
alveolos contienen fibras musculares que al contraerse mandan la leche hacia el
pezón y de ahí a la boca del bebé. Las células epiteliales “envuelven” con una
membrana (formada por tres capas) las gotitas de grasa al momento de
expulsarlas a la luz alveolar. Las membranas de los glóbulos de grasa de la leche
están formadas por una mezcla compleja de proteínas, enzimas y fosfolípidos.
Las proteínas desempeñan un papel importante en varios procesos celulares y en
los mecanismos de defensa del recién nacido.
Los fosfolípidos (lípidos que contienen fósforo) son los constituyentes
básicos de las membranas celulares. Los principales fosfolípidos de la leche
humana son los glicerofosfolípidos y los esfingolípidos. Los fosfolípidos ejercen
efectos benéficos para la salud: regulan el estrés, inhiben las células cancerosas,
transportan algunas vitaminas (vitamina E) y algunas hormonas (melatonina),
ejercen acción contra bacterias intestinales malas y poseen efectos anti-
inflamatorios.
Los fosfolípidos forman parte de la funda de mielina que forra los axones,
que son las prolongaciones de las neuronas especializadas en conducir el
impulso nervioso desde el cuerpo celular hacia otras neuronas. La mielinización,
como se ha dicho, es importante para el desarrollo del cerebro humano y de la
inteligencia y comienza entre las semanas 11-14 del embarazo. El proceso de
mielinización se da de la siguiente manera: el 20% en el vientre materno, el 60%
durante los primeros 6 meses de vida, el 10% de los 6 a los 30 años y el último
10% después de los 30 años de edad.
Las membranas de los glóbulos de grasa son muy resistentes a la acción de
las enzimas digestivas gastrointestinales. Los glóbulos de grasa son más grandes
en el calostro que en la leche de transición y que en la leche madura y contrastan
con el pequeño tamaño de los glóbulos de grasa de las fórmulas que han sido
sometidas al proceso de homogenización.
La homogenización de la leche es un procedimiento que consiste en hacerla
pasar a presión a través de pequeñas boquillas, con lo que el tamaño de los
glóbulos de grasa se reduce hasta el grado en el que la crema no se separa.
Durante la homogenización, los glóbulos de grasa se rompen y se altera su
estructura microscópica. Esto hace que la leche pierda su valor funcional. Los
glóbulos de grasa de la leche fueron diseñados por la evolución no solo para
suministrar grasa al lactante; los glóbulos de grasa de la leche son estructuras
complejas que desempeñan múltiples funciones. Las alteraciones que hace la
industria a los productos lácteos (fórmulas artificiales) como la pasteurización y
la homogenización tienen importante impacto negativo desde el punto de vista
nutricional.

Las grasas de la leche humana


Las grasas y los ácidos grasos esenciales de la leche humana son una fuente
básica de energía y funcionan también como vehículo de absorción y transporte
de las vitaminas solubles en ellas (A, D, E y K). Las grasas de la leche humana
provienen de tres fuentes: la grasa de la dieta materna, los ácidos grasos
movilizados de los almacenes de tejido adiposo materno y la síntesis de nuevas
grasas en la glándula mamaria a partir de la glucosa y otros precursores.
Los ácidos grasos de cadena larga, son nutrientes esenciales que se necesitan
para el desarrollo óptimo del cerebro y de la retina (membrana ubicada dentro
del ojo encargada de recibir las imágenes). Grandes cantidades del ácido
docosahexaenoico se acumula en la materia gris del cerebro y en la retina;
cuando hay bajas concentraciones de éste ácido graso en estos tejidos, se
presenta disminución en la capacidad visual y deficiente desarrollo cerebral.
Los ácidos araquidónico y docosahexaenoico que contiene la leche humana,
provienen de movilización de grasas de los depósitos del cuerpo, de las grasas
ingeridas en la dieta o de la síntesis a partir de ácido linoleico y ácido alfa-
linolénico respectivamente. Las grasas de las nalgas y de los muslos tienen una
función especializada durante el embarazo y la lactancia porque son ricas en
estos ácidos grasos indispensables para el óptimo desarrollo visual y cerebral. La
movilización de estas grasas es obligada para equilibrar las fluctuaciones de
estos ácidos grasos en la dieta materna.
La grasa es el macronutriente que más variaciones presenta en la leche
materna: la última leche del día contiene de 2-3 veces más grasa que la primera.
Dado que el contenido de grasa en la leche varía en relación con la dieta
materna, éste ha experimentado una desviación anormal en el mundo moderno;
el consumo excesivo de ácidos grasos omega-6 en las modernas dietas
occidentales es catastrófico porque estos desplazan al ácido docosahexaenoico
de las membranas celulares. Éste ácido desempeña un papel integral en la
evolución de la inteligencia humana.
Mientras que en las dietas tradicionales de los cazadores-recolectores la
relación de ácidos grasos omega-6: omega-3 era de 1:1, ahora la relación puede
ser tan alta como 25 de omega-6 por uno de omega-3 508 .
Esto se refleja en el contenido graso de la leche humana; la mayor parte de
las mujeres en Norteamérica secretan una leche deficiente en ácido
docosahexaenoico (ADH). Es por esto que se aconseja que aquellas mujeres que
tengan baja ingesta de pescados de agua fría (salmón, atún, caballa, sardinas),
reciban un suplemento de ADH preformado de 1 gramo diario.
La leche humana puede contener alta concentración de grasas trans,
provenientes de la dieta materna. Las grasas trans, como ya sabes, se originan
por hidrogenación de los aceites para hacerlos más estables y sólidos (manteca
vegetal). Las principales fuentes dietéticas de grasas trans son los productos de
panadería, bocadillos, alimentos preparados, comidas rápidas y margarinas. En
Estados Unidos y Canadá, el 12-18% de los ácidos grasos de la leche humana
son ácidos grasos trans. Los ácidos grasos trans afectan el crecimiento y el
desarrollo porque interfieren con el metabolismo de las grasas buenas, ya en
forma directa, alterando las estructuras de las membranas celulares, ya en forma
indirecta, al reducir la ingesta materna o del lactante de ácidos grasos esenciales.
Una cantidad excesiva de ácidos grasos omega-6 y la presencia de grasas trans
en la leche humana puede perturbar seriamente el proyecto de fabricación de tu
hijo.
Carbohidratos de la leche humana
Los principales carbohidratos de la leche humana son la lactosa y los
oligosacáridos. La lactosa es el carbohidrato más abundante en la leche humana.
Es un disacárido, lo que significa que está formado por dos moléculas: la glucosa
y la galactosa. La galactosa se transforma en glucosa en el hígado, de tal forma
que una molécula de lactosa da origen a dos moléculas de glucosa. La glucosa es
la principal fuente de energía en la mayor parte de las células del organismo.
Una parte de la galactosa de la leche humana puede ser usada también por el
lactante para fabricar moléculas que son componentes esenciales de la mielina
que recubre las neuronas, factor esencial para la transmisión rápida y eficiente de
impulsos nerviosos entre unas neuronas y otras.
Los oligosacáridos son potentes moléculas sintetizadas exclusivamente en la
glándula mamaria durante la lactancia. No se digieren en la parte alta del
intestino del niño y llegan intactos al colon donde desempeñan importantes
funciones no nutricionales, como la protección del infante contra enfermedades.
Se han identificado más de 130 oligosacáridos diferentes. Los oligosacáridos son
componentes importantes del sistema inmune de la leche materna porque
impiden que las bacterias malas como la Escherichia coli y Campylobacter
pylori se unan a la mucosa intestinal. Los oligosacáridos tienen también efecto
prebiótico, es decir, estimulan la colonización y el crecimiento de bacterias
buenas para la salud (bifidobacterias y lactobacilos), contribuyendo a establecer
una flora intestinal normal. Este efecto prebiótico tiene aplicación directa para la
prevención de enfermedades graves como la enterocolitis necrosante,
enfermedad común y devastadora en los niños prematuros.
Una pequeña parte de los oligosacáridos de la leche humana puede
absorberse en el intestino donde ayudan a modular el sistema inmune reduciendo
las reacciones alérgicas. Otros oligosacáridos se absorben intactos en la pared
intestinal y aparecen en la orina de los niños alimentados con leche materna,
(pero no en los niños alimentados con fórmulas lácteas) y sirven para impedir la
adherencia de microbios dañinos en las vías urinarias 509 . Las fórmulas
infantiles contienen solo mínimas cantidades de los oligosacáridos menos
complejos.
Algunos hidratos de carbono de la leche humana se unen a las grasas para
formar glicolípidos y a las proteínas para formar glicoproteínas. Son
glicoproteínas varias hormonas, los anticuerpos, diversas enzimas y factores de
crecimiento.

Micronutrientes en la leche humana


Los micronutrientes que se encuentran en la leche humana incluyen vitaminas A,
B1, B2, B6, B12, colina, selenio y yodo. Otro micronutriente es la vitamina K,
extremadamente baja en la leche humana, por lo que se recomienda inyectar esta
vitamina al recién nacido para evitar la enfermedad hemorrágica. También la
vitamina D está presente en la leche humana pero solo en pequeñas cantidades,
sobre todo debido a la reducida exposición materna a los rayos solares,
comportamiento común en las poblaciones urbanas.

Componentes bioactivos de la leche humana


Los componentes bioactivos son sustancias que modulan los procesos biológicos
afectando las funciones corporales y, en última instancia, el desarrollo y la salud.
Los componentes bioactivos de la leche humana proceden de varias fuentes:
algunos son producidos por la glándula mamaria; otros, por las células
contenidas en la leche y finalmente otros proceden de la sangre materna. Entre
los componentes bioactivos de la leche humana podemos citar los siguientes:

Factores de crecimiento
La leche humana contiene numerosos factores de crecimiento que ejercen
amplios efectos en el desarrollo del tracto intestinal, del sistema nervioso, del
sistema endócrino (nuestras glándulas) y en el desarrollo de las arterias y venas
de todo el cuerpo. Entre ellos se encuentran los siguientes:

a) Factor de crecimiento epidérmico: se encuentra tanto en el líquido


amniótico como en la leche materna y es indispensable para la
maduración de la mucosa intestinal del bebé. El factor de crecimiento
epidérmico es altamente resistente a la acidez del estómago y a la acción
de las enzimas digestivas, lo que le permite pasar a través del estómago
hasta el intestino donde ejerce su acción benéfica estimulando la
maduración y la curación de la mucosa. El factor de crecimiento
epidérmico también desempeña un papel importante en la maduración y
reparación de los tejidos de la boca, esófago y estómago.
b) Factor de crecimiento neuronal: la leche materna contiene factores de
crecimiento que estimulan el desarrollo del sistema nervioso del
intestino. El intestino del recién nacido tiene un sistema nervioso
inmaduro que requiere la activación de factores de crecimiento para su
desarrollo. Los factores de crecimiento neuronal de la leche materna
incrementan la sobrevivencia y la proliferación de las células nerviosas
del intestino.
c) Factor de crecimiento similar a la insulina: se encuentra en más altas
concentraciones en el calostro y estimula el crecimiento de todos los
tejidos.
d) Factor de crecimiento del endotelio vascular. El endotelio es la capa de
células que tapiza el interior de los vasos sanguíneos. La leche contiene
el factor de crecimiento del endotelio vascular que contribuye al
desarrollo de la extensa red de arterias y venas del intestino.
e) Eritropoyetina: es una hormona que estimula el sistema de encargado de la
formación de la sangre. Activa la generación de glóbulos rojos, ayudando
a prevenir la anemia en el recién nacido.

Hormonas de la leche humana


La leche contiene hormonas; algunas de estas son sintetizadas por la glándula
mamaria; otras las produce la madre en sus glándulas, pasan luego a la sangre y
de la sangre materna pasan a la leche. El contenido hormonal de la leche es
cambiante y se adapta a las necesidades específicas de los bebés en cada etapa
del desarrollo. Por medio de la leche, la madre envía sus hormonas para ayudar a
su hijo a crecer saludable, estableciendo lo que podríamos llamar un “diálogo
hormonal”.
La calcitonina y la somatostatina son hormonas reguladoras del crecimiento.
La adiponectina y la resistina son reguladoras del metabolismo 510 . La grelina
modula el crecimiento del lactante durante los primeros meses de vida fuera de
la matriz 511 . La leptina protege a los infantes de una ganancia excesiva de peso.
Los niños alimentados con pecho tienen mayores concentraciones de leptina 512 ;
esto explica, en parte, el porqué tienen menor riesgo de obesidad que los niños
alimentados con fórmula 513 . El cortisol ayuda al metabolismo de grasas,
proteínas e hidratos de carbono. La hormona tiroidea regula el metabolismo, así
como la síntesis de proteínas, grasas y carbohidratos; además, ayuda a regular el
crecimiento de los huesos largos y es esencial para la maduración de la red
neuronal responsable de la inteligencia.
La progesterona es un protector del sistema nervioso: estimula y protege las
conexiones entre las neuronas y la mielinización; a través de esto mejora la
memoria y la habilidad cognitiva (inteligencia) 514 . La eritropoyetina estimula la
producción de glóbulos rojos en la médula ósea, impidiendo la anemia.
La leche humana también contiene prostaglandinas, que son mediadores
celulares que actúan sobre diferentes sistemas del organismo incluyendo el
sistema nervioso, músculo liso, sangre y sistema reproductor. Las
prostaglandinas regulan diversas funciones como la presión de la sangre, la
coagulación y la inflamación. Resisten la acción de los jugos gástricos y ejercen
un efecto protector sobre las células epiteliales del inmaduro sistema
gastrointestinal del recién nacido.
Otra hormona importante que contiene la leche humana es la insulina, que
permite a las células utilizar la glucosa como fuente de energía.
La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal siguiendo un
ritmo circadiano; esto es, se producen altos niveles en la noche (solo si hay
obscuridad completa) e inapreciables niveles durante el día. En la leche humana,
las concentraciones de esta hormona siguen el mismo patrón: son altos durante la
noche y apenas detectables durante el día. Aparte de su potente efecto
antioxidante, la melatonina ejerce un efecto sedante mejorando el sueño del
lactante y reduciendo la frecuencia e intensidad de los cólicos infantiles. La
madre lactando debe permanecer en obscuridad completa durante toda la noche
para que su glándula pineal produzca suficiente melatonina que, al ser secretada
en la leche, producirá efectos benéficos para el bebé 515 .

Dieta materna, composición de la leche y desarrollo infantil


El contenido de nutrientes de la leche depende de la alimentación materna.
Durante las etapas tempranas del desarrollo posteriores al nacimiento, el cerebro
del niño es muy vulnerable al estado nutricional de la madre. La deficiencia de
algunos nutrientes puede perturbar su desarrollo de manera tal que la
recuperación posterior es imposible aun cuando se establezca una excelente
nutrición. Algunos nutrientes son importantes para el desarrollo neurológico,
entre ellos: la vitamina A, la vitamina B6, la vitamina B12, la vitamina D, el
selenio, el yodo y el ácido fólico.
De manera importante, los ácidos grasos esenciales impactan el
neurodesarrollo del bebé. El cerebro de un recién nacido pesa 360 gramos y llega
a pesar 925 gramos al año de edad. Este impresionante incremento en peso es,
principalmente, a expensas de sustancia gris, formada ésta por los cuerpos
neuronales y por las dendritas. Antes del nacimiento, el ácido docosahexaenoico
es necesario para la proliferación de las neuronas (neurogénesis) y para proteger
el cerebro del estrés oxidativo. Después del nacimiento, el suministro adecuado
de ácido docosahexaenoico por medio de la leche materna, permite la formación
de 40.000 sinapsis (comunicaciones inter-neuronales) cada segundo. Las sinapsis
son ricas en ácido docosahexaenoico y éste es indispensable para la expansión
estructural de las redes neuronales fundamentales para la memoria y el
aprendizaje.
Los peces y mariscos contienen más altas cantidades de ácido
docosahexaenoico que las carnes y aves de corral. La nutrición con proteínas de
origen animal es importante para determinar la cantidad de ácido
docosahexaenoico excretada en la leche materna. El 10% de los ácidos grasos
del cerebro humano consiste en ácido docosahexaenoico, mientras que más del
50% son ácidos grasos saturados. La leche de mujeres veganas o vegetarianas
contiene menos del 0.1% de ácido docosahexaenoico, cantidad insuficiente para
un correcto desarrollo del sistema nervioso del niño.
También es importante un balance adecuado de la relación entre los ácidos
grasos omega-6 y omega-3 en la dieta materna, porque se refleja en el contenido
de ácidos grasos de la leche.
Según se ha comprobado en estudios animales, la adecuada proporción de los
ácidos grasos omega-6: omega-3 es conveniente para el crecimiento del tejido
adiposo y para mantener adecuados niveles de leptina en el infante 516 . Esta es
una hormona producida por las células grasas cuya función es disminuir el
apetito cuando hay demasiadas células grasas o células grasas de gran tamaño.
De esta forma, la leche materna regula la ingesta de calorías e impide la
obesidad infantil.
Los hijos de madres que consumen pocos alimentos marinos tienen bajo
cociente intelectual (IQ) verbal en comparación con los hijos de madres que
consumen más de estos alimentos, lo que se explica por su alto contenido de
ácido docosahexaenoico, conocido también como “alimento cerebral”.
El consumo de huevos de gallinas alimentadas con dietas enriquecidas con
ácidos grasos poliinsaturados omega-3 por las madres que están lactando, mejora
la concentración de estos en la leche sin alterar los niveles de colesterol 517 .
Estos ácidos grasos esenciales protegen contra la aparición de diabetes tipo 1 en
la descendencia 518 , mientras que el consumo de carne roja procesada y de
aceites vegetales está asociado con un riesgo aumentado de diabetes tipo 1 en los
infantes.
El consumo materno de ácidos trans (margarinas, manteca vegetal) durante la
lactancia está relacionado con un aumento en el riesgo de asma en la
descendencia 519 .
Puntos clave:

La calidad de la leche que vas a producir depende de tu nutrición.


Mejora la calidad de tu leche comiendo alimentos ricos en ácido
docosahexaenoico. El más recomendado es el salmón.
Las grasas trans están prohibidas porque pasan a la leche.
La leche humana calma el dolor
La punción en el talón es un procedimiento que consiste en pinchar el talón del
bebé para recoger una pequeña muestra de sangre con el objeto de hacer pruebas
de detección de enfermedades como: hipotiroidismo, fenilcetonuria,
galactosemia y enfermedad de células falciformes. En un experimento para
evaluar la angustia producida por la punción en el talón, a un grupo de niños se
les permitió oler leche de su madre y a otro grupo no. Los del primer grupo
manifestaron menos angustia y llanto y sus concentraciones de cortisol (la
hormona del estrés) fueron inferiores que los del segundo grupo 520 . Esto
demuestra que la leche humana posee efecto analgésico.

Factores que afectan la producción de leche


Numerosos factores pueden alterar la lactogénesis, que es el proceso por el cual
las glándulas mamarias empiezan a secretar leche. Por el lado materno: el
número de hijos, si el nacimiento es por vía vaginal o por cesárea, la obesidad, el
tabaquismo, las anormalidades del pecho o del pezón, cirugías previas, el estado
de salud o enfermedad, la ansiedad, el uso de medicamentos, la experiencia
previa en la lactancia, la motivación para lactar y los impedimentos laborales.
El estrés materno sea físico (dolor, cansancio) o emocional (ansiedad) puede
interferir con la liberación de la oxitocina, hormona producida en el hipotálamo,
la cual es responsable del reflejo de secreción de la leche. La sensación de
succión del bebé en el pezón se transmite a través de los nervios espinales al
hipotálamo de la madre; el hipotálamo, a su vez, produce la oxitocina y la envía
para ser almacenada en la hipófisis posterior. Desde ahí, esta hormona se libera
en ráfagas intermitentes activando la secreción de la leche. La ansiedad materna
puede ser un riesgo para la iniciación de la lactancia, para el uso exclusivo de la
lactancia para alimentar al niño y para la continuación prolongada de la lactancia
521 .

Por el lado del bebé, el peso al nacer, la edad del embarazo, el estado de
alerta, la habilidad para orientarse hacia el pecho materno y la habilidad para
succionar. El estrés que experimenta el recién nacido durante el trabajo de parto
puede ocasionar que esté demasiado débil o somnoliento para prenderse al pecho
y succionar con eficiencia. Si la leche del pecho no es exprimida en forma
adecuada, esto puede dañar la producción de leche.

Beneficios de la alimentación natural para el bebé


La alimentación natural, diseñada por millones de años de evolución, ejerce
profunda influencia en el desarrollo del niño y no hay fórmula artificial que
iguale este potencial. Debes recordar que el cerebro de los homínidos y su
inteligencia crecieron de manera impresionante durante los últimos 2 millones de
años, cuando empezaron a explotar fuentes alimentarias de los ecosistemas
acuáticos ricas en ácidos grasos esenciales. La leche humana contiene esos
ácidos grasos esenciales sin los cuales el desarrollo cerebral es deficiente.
Al nacer, el cerebro del niño tiene un volumen de 400 mililitros y aumenta a
aproximadamente a 1.100 mililitros a los 2 años de edad. Este tremendo
crecimiento requiere abundante suministro de nutrientes, especialmente de
ácidos grasos esenciales que constituyen el 60% del tejido cerebral. El ácido
docosahexaenoico es de particular importancia porque forma parte de las
membranas celulares, interviene en la extensión de las neuronas, modula la
transmisión de los impulsos nerviosos entre una neurona y otra e impide el estrés
oxidativo. Por su parte el ácido araquidónico es fundamental para preservar la
relación de ácidos grasos omega-6: omega-3.

Lactancia materna y cociente intelectual del niño


El cociente intelectual o coeficiente intelectual, conocido también por sus siglas
en inglés como IQ (intelligence quotient), es una puntuación que resulta de
algunas pruebas estandarizadas para medir la inteligencia, tales como la Escala
Wechsler de Inteligencia para Adultos y la Escala Wechsler de Inteligencia para
niños. El valor central del IQ es de 100 con una desviación estándar de 15 puntos
mayor o menor, lo que significa una inteligencia media. Aproximadamente dos
terceras partes de la población mundial puntúa un IQ entre 85 y 115.
Aunque el test de IQ se usa para valorar la inteligencia, este examen puede
no reflejar fielmente la inteligencia de un humano en los tres componentes
cognitivos principales que son: memoria a corto plazo, razonamiento y habilidad
verbal. Es por esto que, cuando se trata de evaluar el desarrollo del sistema
nervioso, se toman en cuenta otros factores: el volumen cerebral, el grosor de la
sustancia gris y el grosor de la sustancia blanca de la corteza cerebral.
Las puntuaciones de IQ se usan para predecir el logro educacional: los niños
con más altas puntuaciones en los test de inteligencia aprenden más lo que les
enseñan en la escuela que sus compañeros con más bajas puntuaciones. Las
puntuaciones de IQ predicen también el desempeño laboral; por ejemplo: en los
trabajos en que se requieren empleados altamente calificados, un bajo IQ es una
barrera para un adecuado desempeño. Se ha encontrado, además, que el IQ tiene
un efecto sustancial sobre el ingreso.
Ganar o perder un solo punto en IQ es importante, sobre todo considerando
que estamos viviendo la economía del conocimiento. Actualmente existe una
colosal competencia por el empleo; al mismo tiempo, los países desarrollados
tratan de “capturar” los cerebros más capaces porque saben que el conocimiento
significa dinero.
El IQ es también un factor importante en el comportamiento: se sabe que,
independientemente de la raza, las personas con un IQ de entre 70 y 90 tienen
más altas tasas de criminalidad que aquellas con un IQ por abajo o por arriba de
este rango.
Numerosos estudios relacionan la lactancia materna con más alta puntuación
en los test de desarrollo del cerebro y cognición. Por ejemplo: de 17.000 niños
saludables que recibieron lactancia materna exclusiva, 13.889 fueron seguidos
hasta la edad de 6.5 años y sometidos a pruebas de inteligencia. Comparados con
un grupo de niños alimentados con fórmula, los niños alimentados con pecho
puntuaron 5.9 arriba en la escala de IQ. Además, las calificaciones académicas
en lectura y escritura fueron significativamente más altas en el grupo que recibió
lactancia materna 522 –523 .
Los niños alimentados con pecho tienen una puntuación más alta en los test
de capacidad visual y mental que los alimentados con fórmula. Esta diferencia
está relacionada con una mayor concentración de ácido docosahexaenoico
encontrada tanto en los glóbulos rojos de la sangre (eritrocitos) como en la
corteza cerebral (medida por cromatografía) de estos niños 524 . Por el contrario,
numerosos estudios han mostrado que los niños alimentados con fórmula tienen
disminución en la concentración de ácido docosahexaenoico y de ácido
araquidónico en plasma y en los eritrocitos, comparados con los niños
alimentados con leche materna.
Los niños alimentados con fórmula reciben mucho menos colesterol que los
alimentados con leche materna. Altos niveles de colesterol son esenciales para la
maduración cerebral del niño porque el colesterol es un componente esencial de
las vainas de mielina que recubren las neuronas 525 .
El efecto ventajoso de la lactancia materna al neurodesarrollo del niño es
más notable en niños prematuros. El IQ fue evaluado a la edad de 7.5-8 años de
edad por medio de la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños (WISC) en 300
niños nacidos prematuramente: los niños alimentados con leche materna
obtuvieron 8.3 puntos de ventaja en IQ sobre los alimentados con fórmula 526 .
Un estudio de 50 adolescentes nacidos prematuros mostró que la lactancia
materna ejerció una influencia favorable no solamente sobre el IQ, sino también
sobre el volumen cerebral total, el volumen de materia blanca y el volumen de
materia gris, evaluados por medio de Imagen por Resonancia Magnética (MRI).
Esto indica que algunos componentes de la leche materna benefician el
desarrollo del sistema nervioso del niño 527 .
El aumento en la inteligencia está directamente relacionado con el
incremento en volumen tanto de la materia blanca como de la materia gris del
cerebro, según se comprobó con técnicas de neuroimagen (tomografía
computarizada, resonancia magnética nuclear) 528 . Niños de 10 meses a 4 años
de edad alimentados exclusivamente con lactancia materna mostraron mayor
desarrollo de la materia blanca en algunas regiones del cerebro que los
alimentados con fórmula 529 .
Es importante señalar que el efecto benéfico de la lactancia prolongada sobre
la inteligencia del niño es mayor si la madre consume 2 o más porciones de
pescado semanalmente que si consume menos de 2 porciones. Esto,
indudablemente, tiene relación con el aporte de ácido docosahexaenoico que se
encuentra en abundancia en pescados y mariscos 530 .
Se cree que los niños alimentados con leche materna alcanzan mayor
desarrollo cognitivo porque tienen significativamente más altas concentraciones
del factor neurotrópico derivado del cerebro (BDNF) que los niños alimentados
con fórmula. Este factor es una proteína clave durante los procesos de
aprendizaje y de memoria dado que estimula el crecimiento, la supervivencia y
diferenciación de las neuronas; además, promueve la creación de nuevas
neuronas a partir de las células madre 531 .
Los efectos que ejerce la lactancia materna sobre la inteligencia persisten en
la edad adulta; 2.280 hombres nacidos entre 1959 y 1961 fueron evaluados con
la Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos (WAIS) a la edad de 27 años:
aquellos que recibieron lactancia materna por menos de un mes obtuvieron una
puntuación de 99.4, mientras que los que recibieron leche materna por más de 9
meses obtuvieron un puntaje de 104.0 532 . En resumen, los sujetos alimentados
con leche maternal por 12 meses o más tienen mayor cociente intelectual,
alcanzan más años de estudio y tienen ingresos mayores a la edad de 30 años que
los alimentados con lactancia artificial 533 .
Puntos clave:

No tengo que insistir mucho: sé que prefieres tener un hijo inteligente y no


dudo que le ofrecerás el indiscutible beneficio de tu leche durante varios
años, sobre todo cuando te des cuenta del fraude que son las leches
infantiles comerciales.

La leche materna protege del autismo


El autismo aparece como resultado de la pérdida del recubrimiento de mielina en
las neuronas del cerebro; este recubrimiento es indispensable para la transmisión
de los impulsos nerviosos. Dado que la mielinización de los axones neuronales
depende de un aporte suficiente de ácidos grasos esenciales (docosahexaenoico y
araquidónico), la leche humana, rica en estos ácidos grasos, previene la aparición
del autismo. Las poblaciones donde la lactancia materna es menos frecuente
tienen más altas tasas de autismo 534 .
Por otra parte, la mielinización también depende de un adecuado suministro
del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF) que abunda en la leche
humana; la leche humana puede impedir la aparición del autismo al aumentar los
niveles del factor de crecimiento similar a la insulina antes de que los nervios se
dañen de manera irreversible 535 . Los siguientes factores impiden la aparición
del autismo: la ingesta de calostro, la lactancia materna prolongada, la amplia
separación entre un embarazo y el siguiente y evitar la alimentación con biberón
536 .

Lactancia materna y Síndrome de Hiperactividad con Déficit de


Atención
La incidencia del Síndrome de Hiperactividad con Déficit de Atención aumenta
año tras año en todo el mundo y es un trastorno del comportamiento que tiene
alto impacto social y familiar, afectando también el desempeño académico. Se
cree que tanto el autismo como el síndrome de hiperactividad tienen un mismo
mecanismo de origen: la deficiente acumulación de ácido docosahexaenoico y la
deficiencia del factor de crecimiento similar a la insulina durante las etapas
tempranas del desarrollo postnatal.
Como te he explicado, estas sustancias son necesarias para que se lleve a
cabo la extensión de las prolongaciones nerviosas, la conectividad o sinapsis
entre ellas, la formación y resistencia del recubrimiento de mielina de los axones
neuronales y la formación de los circuitos nerviosos o redes neuronales.
Mientras más prolongada es la lactancia materna, menor es la incidencia de este
síndrome en todas las poblaciones estudiadas 537 .
Puntos clave:

La inteligencia se protege por medio de la lactancia materna prolongada por


varios años, no por una breve lactancia de 6 meses como lo pregona la
industria de las fórmulas artificiales.
Da a tu primoroso hijo ese regalo: ¿estás de acuerdo?

Lactancia materna y agudeza visual del niño


Los ácidos grasos docosahexaenoico (DHA) y araquidónico (AA) son
especialmente abundantes en la retina, parte fundamental del sistema visual. La
leche materna, rica en estos ácidos grasos, contribuye al desarrollo de la agudeza
visual del niño. Se ha comprobado que la concentración de ácido
docosahexaenoico en los glóbulos rojos de la sangre se relaciona con la agudeza
visual en niños nacidos a término alimentados con leche materna 538 .
Puntos clave:

Leche materna igual a niño sin anteojos. Fácil: ¿no?

Lactancia materna y el desarrollo motor del niño


El desarrollo motor refleja la habilidad del niño para controlar y dirigir los
movimientos musculares voluntarios. El número de movimientos observados en
niños de 3 meses de edad está en relación con las concentraciones de ácido
docosahexaenoico en sus glóbulos rojos. De ahí la importancia de la lactancia
materna por su alto contenido de éste ácido graso en el desarrollo motor del niño
539 .

Lactancia materna y el sistema inmune del niño


El timo es un órgano pequeño localizado en la parte superior del pecho por
debajo del esternón. El timo ayuda a madurar un tipo de glóbulos blancos que
protegen al niño contra infecciones; dentro del timo maduran las células T o
linfocitos T, parte importante del sistema inmune. El timo es más activo en el
periodo neonatal y antes de la adolescencia. Los niños alimentados con leche
materna tienen un timo más grande que los alimentados con fórmula por lo que
se piensa que hay uno o varios componentes en la leche humana que estimulan el
crecimiento y desarrollo de esta glándula. Uno de esos factores es la interleucina
7 que, después de ser ingerida en la leche materna, cruza la barrera intestinal,
pasa al torrente sanguíneo y modula el desarrollo de los linfocitos T,
incrementando su producción y sobrevivencia 540 . Se ha encontrado que los
niños que tienen un timo pequeño a los 6 meses de edad tienen más alta
mortalidad 541 .

Lactancia materna y otitis


La otitis es una infección del oído. La lactancia materna exclusiva puede reducir
el riesgo de otitis el 50% mientras que la lactancia combinada de leche materna y
fórmulas comerciales la reduce solo el 23% en relación con la frecuencia de la
enfermedad en niños que no reciben absolutamente nada de leche materna 542 .
Lactancia materna y el riesgo de hospitalizaciones
El riesgo de hospitalizaciones por enfermedades del tracto respiratorio inferior se
reduce el 72% en niños alimentados exclusivamente con pecho, mientras que las
hospitalizaciones por diarrea se reducen el 53% con lactancia materna exclusiva
y el 31% con lactancia mixta (leche materna y fórmula comercial) 543 . Los niños
que no fueron alimentados exclusivamente con pecho materno por lo menos
durante 6-8 meses tienen mayor riesgo de sufrir fiebre, infecciones del tracto
urinario, otitis media, asma, diabetes y caries dental.

Síndrome de Muerte Súbita Infantil


El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SIDS) conocido también como
“muerte de cuna” es la muerte súbita e inexplicable de un bebé menor de un año
de edad. Usualmente ocurre durante el sueño y su causa es desconocida, aunque
se sabe que el tabaquismo de los padres aumenta el riesgo, así como dormir
acostado sobre el vientre (boca abajo) 544 . La lactancia materna está asociada
con una reducción del 36% en el riesgo de muerte súbita del lactante. El efecto
protector es más fuerte cuando la lactancia es exclusivamente con leche materna
545 . En otros estudios, la reducción en el riesgo de muerte súbita del lactante fue

del 50% 546 .

Lactancia materna y diabetes tipo 1


La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune caracterizada por la
destrucción de las células beta del páncreas, lo que conduce a una deficiencia
absoluta de insulina. Esta enfermedad se presenta con más frecuencia en niños y
jóvenes por lo que se le conoce también como diabetes infantojuvenil, diabetes
juvenil o diabetes dependiente de la insulina. Es, hasta el momento, una
enfermedad incurable y la administración de insulina en estos pacientes es
obligatoria dado que su páncreas no la produce.
Las tasas de incidencia de diabetes tipo 1 de inicio en la infancia han
aumentado en todo el planeta, particularmente en niños menores. Se ha
reportado una reducción de hasta el 30% en la incidencia de diabetes tipo 1 en
los niños alimentados exclusivamente con leche materna por lo menos durante
los primeros 6 meses de vida, evitando la exposición del niño a las proteínas de
la leche de vaca. Se piensa que la exposición del niño a una beta lactoglobulina
de la leche de vaca durante los primeros 6 meses de vida es uno de los
mecanismos responsables del desarrollo de la diabetes tipo 1. Al estar en
contacto con la beta globulina de la leche de vaca, el sistema inmune del infante
produce anticuerpos contra esa proteína los que, en forma cruzada, van a destruir
las células beta del páncreas.
Otro mecanismo parece ser la insulina bovina que contienen las fórmulas: en
un estudio realizado en tres hospitales de Finlandia con 1.113 infantes se
comprobó que niños genéticamente predispuestos a desarrollar diabetes tipo 1,
cuando fueron alimentados con una fórmula a base de suero de vaca al que se le
eliminó la insulina, presentaron un riesgo menor de adquirir la enfermedad 547 .
La leche humana contiene insulina. El contenido de insulina es más elevado
en el calostro y desciende gradualmente durante las primeras semanas después
del parto. La insulina que recibe el lactante durante el amamantamiento
promueve la maduración de las células de la mucosa intestinal y modula la
permeabilidad de la pared del intestino, impidiendo el paso de grandes moléculas
(albúmina, beta-caseína) presentes en el suero de la leche de vaca, las cuales
pueden despertar autoinmunidad. La lactancia materna exclusiva durante los
primeros 6 meses de vida ejerce un efecto protector en la prevención de la
diabetes tipo 1 en el infante, debido a que la leche materna contiene insulina 548 .
Las fórmulas lácteas, por el contrario, contienen cantidades apenas
detectables de insulina, una parte de la cual es inactiva. Cualquiera sabe que la
insulina necesita mantenerse en refrigeración para que no se inactive y las
fórmulas infantiles pasan semanas, meses o años a la temperatura ambiente antes
de ser consumidas. La insulina bovina que permanece activa en las fórmulas
comerciales, como se dijo antes, aumenta el riesgo de diabetes tipo 1 en la
descendencia. La lactancia materna exclusiva y la introducción tardía (después
de 6 meses de edad) de alimentos sólidos (trigo, por ejemplo) se relacionan con
una reducción del 40% en la incidencia de diabetes tipo 1 549 .
Puntos clave:

La diabetes tipo 1 es incurable.


Los humanos diagnosticados con esta enfermedad tienen un periodo de vida
más corto que los que no la padecen.
No niegues la lactancia materna prolongada a tu hijo. ¡Ánimo!

Lactancia materna y Diabetes tipo 2


El aumento en la prevalencia de la diabetes tipo 2 o diabetes del adulto puede
estar en relación con la simultánea reducción en la lactancia materna. La leche
materna proporciona un suministro adecuado de ácidos grasos esenciales (gama
linolénico, araquidónico, eicosapentaenoico, docosahexaenoico) indispensables
para que en el cerebro infantil se forme un número suficiente de receptores para
la insulina; estos receptores son necesarios para mantener un metabolismo
normal de la glucosa 550 .
Además, los niños alimentados con leche materna tienen niveles
significativamente más altos de ácido docosahexaenoico en sus músculos que los
alimentados con fórmulas comerciales. Las altas concentraciones de este ácido
graso en los músculos están asociadas con menores concentraciones de glucosa
en ayunas, mientras que bajas concentraciones de ácido docosahexaenoico y
otros ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en el tejido muscular están
asociadas con resistencia a la insulina.
Las concentraciones de insulina son menores en niños y adultos no
diabéticos que fueron alimentados con leche materna que en los que fueron
alimentados con fórmulas comerciales. Los altos niveles de insulina pueden
llevar al desarrollo temprano de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 552 .
Los estudios muestran que los niños obesos alimentados con fórmula fueron
más resistentes a la insulina que los niños obesos alimentados con pecho
materno. Los niños alimentados con fórmula aumentaron su secreción de
insulina para compensar su resistencia a esta hormona.
Puntos clave:

La diabetes tipo 2 es también una enfermedad incurable; solamente se


controla. Si la lactancia materna produce disminución en el riesgo de que
ésta enfermedad se presente en tu hijo: ¿no crees que vale la pena
amamantarlos y dejar que las latas de fórmula se enrancien en los estantes
del supermercado?

La lactancia materna y las infecciones gastrointestinales


Cualquier tipo de lactancia materna (exclusiva o mixta) está asociada con una
reducción del 64% en la incidencia de infecciones gastrointestinales; tal efecto
dura hasta 2 meses después de suspender la lactancia con pecho. El efecto
protector de la leche materna se anula cuando esta se pasteuriza o se calienta. Se
han reportado brotes de infecciones (Pseudomona aeruginosa) en unidades de
cuidado intensivo neonatal causados por contaminación de los bancos de leche
humana pasteurizada. Los productos lácteos pasteurizados han sido el origen de
numerosos brotes de salmonelosis y otras infecciones. La leche humana debe
consumirse cruda porque así fue como la diseñó la evolución.

Lactancia materna y enterocolitis necrosante


La enterocolitis necrosante es una enfermedad que aparece en los recién nacidos,
especialmente en los prematuros. Se caracteriza por una inflamación que causa
la muerte y desprendimiento del revestimiento de la pared intestinal evidenciada
por sangre en las heces y distensión abdominal. Los niños que se alimentan
exclusivamente con leche maternal tienen una reducción del 58% en la
incidencia de enterocolitis necrosante 553 .

Lactancia materna y enfermedades alérgicas


El riesgo de enfermedades alérgicas como el asma, la dermatitis atópica y el
eczema disminuye el 42% en niños que reciben lactancia materna exclusiva al
menos durante 4 meses 554 .

Lactancia materna y enfermedad celiaca


La enfermedad celiaca es un padecimiento del sistema inmune en la cual los
pacientes no pueden consumir gluten porque daña su intestino delgado. El gluten
es una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno, la cebada y la avena.
Hay una reducción del 52% en el riesgo de desarrollar enfermedad celiaca en los
niños alimentados con leche materna y este efecto protector se incrementa con la
duración de la lactancia materna exclusiva 555 .

Lactancia materna y enfermedad inflamatoria crónica del


intestino
La enfermedad inflamatoria crónica intestinal abarca una serie de problemas que
afectan al intestino, caracterizados por inflamación crónica. La enfermedad de
Crohn y la colitis ulcerosa pertenecen a esta categoría. La lactancia materna está
asociada con una reducción del 31% en el riesgo de enfermedad inflamatoria
intestinal de la infancia. Se piensa que el efecto protector de la leche humana
radica en su efecto modulador del sistema inmune del niño mediado por la
óptima colonización del intestino con una flora intestinal benéfica que no
reciben los niños alimentados con fórmulas infantiles artificiales 556 –557 .

Lactancia materna y obesidad en la descendencia


El sobrepeso y la obesidad son una amenaza seria para la salud de los niños
porque están asociados con riesgos, tanto inmediatos como a largo plazo, de que
los niños y jóvenes obesos se conviertan en obesos en la edad adulta sufriendo,
en consecuencia, las correspondientes complicaciones. Algunas de estas
complicaciones que antes se pensaba que eran solo de los adultos se ven en la
actualidad cada día con más frecuencia en niños; estas son: presión alta, hígado
graso no alcohólico, síntomas tempranos de endurecimiento de las arterias,
trastornos respiratorios durante el sueño y resistencia a la insulina que
posteriormente se traducirá en diabetes. A esto hay que agregar los problemas
psicológicos relacionados con la obesidad como la baja autoestima y la
depresión.
La epidemia de obesidad infantil de la era moderna puede ser el factor
causante de la disminución en la esperanza de vida; uno se percata de que los
jóvenes de ahora viven menos saludables lo que puede incidir en que vivan una
vida más corta que la de sus padres.
Ya se han mencionado otros factores de riesgo para la obesidad infantil: la
obesidad materna antes de la concepción, ganancia excesiva de peso, tabaquismo
materno y bajas concentraciones de vitamina D durante el embarazo.
El riesgo de obesidad tanto en adolescentes como en adultos disminuye el
15-30% si de niños reciben lactancia materna en comparación con los que
reciben fórmulas comerciales. Se ha calculado que cada mes de lactancia
materna está asociado con una disminución del 4% en el riesgo de obesidad.
Además, los adultos que recibieron lactancia materna tuvieron mayores
concentraciones de lipoproteínas de alta densidad (HDL), que son las que
transportan el colesterol desde los tejidos del cuerpo hacia el hígado y tienen un
carácter protector contra las enfermedades cardiovasculares 558 . Se cree que los
efectos benéficos de la leche materna para prevenir la obesidad de la
descendencia se deben a su contenido hormonal: tu, por medio de las hormonas
de tu leche, modulas el sistema metabólico de tu lindo bebé evitándole la
obesidad.
La leche humana contiene leptina; una parte de esta es producida por las
células epiteliales de la glándula mamaria; la otra proviene de la sangre materna
y pasa a la glándula mamaria y de ahí a los glóbulos de grasa de la leche. La
leptina desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los circuitos
nerviosos que regulan la ingesta de alimentos y la obesidad 559 . Los niveles de
leptina son más altos en los niños alimentados con leche materna que en los
alimentados con fórmula. La leptina, secretada por las células de grasa, actúa a
nivel cerebral (hipotálamo) frenando la producción de sustancias que estimulan
el apetito; al mismo tiempo, estimulan la producción de sustancias que quitan el
hambre. Se establece así un sistema de control: al haber mucha grasa, se produce
mucha leptina y esta sirve de señal para que se quite el apetito. La leptina está
relacionada con la composición corporal del niño durante los primeros meses de
vida.
La leche humana también contiene otras hormonas que regulan el
metabolismo y la ganancia de peso en el lactante impidiendo la obesidad. Entre
ellas se encuentran la adiponectina 560 , la resistina, la grelina, la obestatina y el
factor de crecimiento semejante a la insulina.
Los niños que reciben pecho al menos durante 24 meses tienen menos
probabilidades de ser obesos que los alimentados con leche materna menos de 12
meses 561 . Además, la lactancia materna modula la forma del cuerpo reduciendo
la circunferencia de la cintura y aumentando la circunferencia de la cadera.
Puntos clave:

Durante las primeras etapas de la vida se programa la obesidad. Después es


muy difícil recobrar el peso normal, aun con dietas estrictas y ejercicios
agotadores.
La leche de tus pechos, con sus hormonas, va a regular el metabolismo de
tu hijo evitándole la obesidad; sin duda, tendrás un hijo tremendamente
atractivo. ¡felicidades!

Lactancia materna y colesterol en la edad adulta


Las concentraciones sanguíneas de colesterol total en el adulto fueron menores
en los individuos que durante la lactancia recibieron leche materna
exclusivamente que en los que recibieron fórmula comercial 562 –563 .

Lactancia materna y aterosclerosis en la edad adulta


La aterosclerosis es una enfermedad en la cual se deposita una placa dentro de
las arterias produciendo estrechez, la que a su vez limita o reduce el paso de la
sangre. La aterosclerosis puede causar graves problemas como infarto cardiaco,
accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias) e incluso la muerte. La
lactancia materna está asociada con menor riesgo en la descendencia de padecer
aterosclerosis en la vida adulta. Los participantes en un estudio nacidos de 1937
a 1939 que fueron alimentados con pecho materno, al ser examinados a los 65
años de edad, mostraron menor engrosamiento en las paredes de las arterias que
los que fueron alimentados con fórmula 564 .

Lactancia materna e hipertensión en los descendientes


La hipertensión o presión arterial alta es una enfermedad caracterizada por un
incremento continuo en las cifras de presión sanguínea en las arterias. La
hipertensión crónica es el factor de riesgo más importante para desarrollar
enfermedades renales, cardiovasculares y cerebrovasculares.
Los niños que reciben lactancia materna prolongada tienen menor presión
arterial que los alimentados con fórmulas comerciales. Esto es importante
porque la presión arterial elevada durante la niñez continúa elevada en la edad
adulta 565 –566 .

Lactancia y enfermedad cardiovascular


Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan el corazón y los
vasos sanguíneos (arterias y venas). Cuando afectan el corazón, pueden
manifestarse como angina de pecho o, en forma más grave, como infarto del
miocardio debido a la obstrucción de las arterias coronarias que nutren el
músculo cardiaco. Cuando afectan los vasos sanguíneos de otras áreas, pueden
dañar órganos como el cerebro (accidente cerebrovascular), los miembros
inferiores (trombosis venosa) o los riñones (insuficiencia renal).
La lactancia exclusiva con leche materna ejerce un efecto protector contra
algunos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en la edad adulta. En
un estudio hecho con sujetos de aproximadamente 50 años de edad se encontró,
en una prueba de tolerancia a la glucosa, que los que fueron alimentados con
fórmula tenían mayor concentración de glucosa en sangre que los alimentados
con leche materna. No solamente la glucosa estaba alterada, también tenían altas
concentraciones de colesterol unido a proteínas de baja densidad (LDL) o
colesterol malo que está asociado fuertemente con el desarrollo de enfermedad
aterosclerótica, caracterizada esta por acumulación de material graso en la pared
de los vasos sanguíneos. Al mismo tiempo se encontró que los alimentados con
fórmula tenían bajas concentraciones de colesterol asociado a lipoproteínas de
alta densidad (HDL), conocido también como colesterol bueno porque se
considera que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares 567 .
Adolescentes que fueron alimentados con leche materna mostraron menores
concentraciones de proteína C reactiva que los alimentados con fórmulas
comerciales. La proteína C reactiva se ha usado durante décadas como un
marcador de la inflamación. Recientemente es considerado como un marcador
de riesgo coronario y se utiliza para predecir el desarrollo de problemas
cardiovasculares a futuro (infarto cardiaco).

Lactancia materna y la forma del cuerpo


La forma del cuerpo no solamente es importante desde el punto de vista de la
belleza; también es importante porque una desproporción en la relación de las
piernas con el tronco puede traer serias consecuencias para la salud.
La longitud de las piernas (pie + pierna + muslo) es indicador de la calidad
del medio ambiente en el que vivió el niño durante las diferentes fases de su
desarrollo. Un medio ambiente rico en nutrientes durante la infancia determina
mayor longitud de las piernas en relación con la longitud del tronco. La longitud
de las piernas y su relación con la estatura total es importante en la percepción
de la belleza humana. Piernas largas y un tronco corto son considerados signos
de salud y fertilidad mientras que la corta longitud de las piernas se ha asociado
con mayor riesgo de enfermedad.
Los dos componentes de la estatura, que son la longitud de las piernas y la
longitud del tronco, se modifican de acuerdo a factores medioambientales.
Dentro de los factores favorables que propician mayor longitud de las piernas
están estatura de los padres, la lactancia materna y alto nivel socioeconómico.
Los factores desfavorables que conducen a piernas cortas incluyen: tabaquismo
materno durante el embarazo, ausencia de lactancia materna, enfermedad seria y
factores estresantes (divorcio de los padres, por ejemplo) 568 .
La niñez temprana (3-6 años) es el periodo de más rápido crecimiento de las
piernas, mientras que el crecimiento del tronco es más rápido después de la
infancia y antes de la pubertad. De ahí la importancia de la leche materna para
definir, de manera permanente, la proporción de la longitud de las piernas en
relación con la longitud del tronco que tendrá el individuo durante toda su vida;
es la longitud de las piernas y no la longitud del tronco el componente de la
estatura asociado con la leche materna.
Comparados con los niños alimentados con fórmula, los amamantados con
leche materna fueron más altos en la infancia y en la edad adulta. La estatura
está asociada con mayor salud y esperanza de vida 569 . La corta estatura y la
corta longitud de las piernas están asociadas con mayor porcentaje de grasa
corporal. Así mismo, la baja relación entre la longitud de las piernas (piernas
cortas) y la estatura (tronco largo) se relaciona con resistencia a la insulina y
diabetes 570 –571 .
El hueso es un órgano endócrino, es decir, un órgano que produce hormonas.
Las células que forman el hueso, conocidas como osteoblastos, producen una
hormona que se llama osteocalcina; por medio de la osteocalcina, el hueso
regula el metabolismo energético afectando la masa grasa y, de manera
específica, el metabolismo de la glucosa 572 . Siendo el fémur el hueso más largo
y más fuerte de todos los huesos del esqueleto humano, es explicable la relación
que existe entre un fémur de corta longitud y mayor riesgo de diabetes. Las
personas con fémur más largo tienen más altos niveles sanguíneos de
osteocalcina y menor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
La alimentación con fórmulas comerciales conduce a un estado de privación
de nutrientes esenciales que a su vez se refleja en piernas cortas. Las piernas
cortas, resultado de la existencia limitada de nutrientes en la niñez temprana está
en relación con todos los trastornos metabólicos que conducen a la diabetes:
adiposidad, hiperinsulinismo y resistencia a la insulina.
Tanto en hombres como en mujeres, el riesgo de mortalidad por enfermedad
coronaria (infarto cardiaco) aumenta conforme disminuye la longitud de las
piernas, según mediciones realizadas antes de los 8 años de edad 573 .
En resumen, la cortedad de las piernas se correlaciona con disminución en la
función de las células beta del páncreas, disminución a la sensibilidad a la
insulina (resistencia a la insulina) y mayor riesgo de obesidad y diabetes y
enfermedades del corazón.
Puntos clave:

Niño alimentado con fórmulas comerciales = niño con piernas cortas.


Un cuerpo bello con una buena proporción de la longitud de las piernas solo
se logra con lactancia materna.
La forma del cuerpo, definida durante la niñez temprana, es para siempre.
La forma corporal ideal con piernas largas y tronco corto protege de
múltiples enfermedades.
No se justifica que prives a tu hijo de la oportunidad de poseer un cuerpo
escultural y un organismo sano negándole lo que evolutivamente le
pertenece: la leche de su madre. Elige ésta como opción para alimentarlo:
¿de acuerdo?

Lactancia materna y desarrollo facial


La belleza de un individuo empieza con la lactancia materna. Aunque la belleza
está significativamente sujeta a factores genéticos, es posible afirmar que,
independientemente de que los padres sean muy atractivos o poco atractivos,
cualquier cara con un desarrollo harmónico es bella. Por otra parte, padres
atractivos pueden fabricar hijos con rostros no tan bellos debido a que los rasgos
impresos en los genes han sufrido modificaciones por el impacto que ejercen
factores ambientales sobre el desarrollo de los huesos y de los tejidos blandos de
la cara. Uno de esos factores es la ausencia de amamantamiento.
Hay un acuerdo general de los observadores acerca de quién es atractivo y
quien no lo es, sin importar edad, raza, sexo y otros factores; la belleza no deja
de ser importante al fabricar un producto si tenemos en consideración que:

1.- Las personas atractivas son valoradas más positivamente por los demás
que las personas poco atractivas y son consideradas más nobles,
interesantes y triunfadoras. Adicionalmente, también son consideradas
más fértiles, como lo demuestra el hecho de que las mujeres atractivas
tienen el 16% más hijos que las no atractivas y los hombres atractivos el
13% más hijos que los no atractivos 574 .
2.- Las personas atractivas reciben, en nuestra sociedad, un mejor trato que
las menos atractivas: en la escuela reciben más apoyo, mejores
calificaciones y menos castigos; en el trabajo gozan de puestos más
elevados, mejores salarios y ascensos más rápidos 575 .
3.- Las personas atractivas, tanto adultos como niños, muestran
comportamientos más positivos que las no atractivas 576 .
4.- Dado que el ser humano es un individuo social, las experiencias impactan
su autoestima. El atractivo físico es uno de los factores principales que
influyen en esas experiencias. Se ha demostrado que, perfeccionando un
rasgo físico, mejora la actitud, cambia la personalidad y se incrementa la
autoestima. Esto acarrea, de paso, ventajas en las relaciones
interpersonales y en un desempeño más positivo que, a la vez, conlleva
una mejor calidad de vida.

La cara de un individuo deja ver su calidad biológica y es una señal importante


en la elección de pareja. Usando imágenes de resonancia magnética nuclear, los
investigadores comprobaron que si alguien observa una cara atractiva
(sonriendo), se activan áreas específicas de la corteza cerebral que incentivan el
acercamiento 577 . Otra ventaja más es que cuando encuentran pareja, las
personas atractivas tienen el control de la relación y de la mayor parte de las
decisiones.
La lactancia materna es un factor clave para que el producto desarrolle
proporciones faciales ideales. En primer lugar, los nutrientes y minerales de la
leche materna son fácilmente absorbidos por el intestino del lactante y esto
favorece el desarrollo de todos los huesos del esqueleto, incluyendo los de la
cara. En segundo lugar, los investigadores han descubierto que la mecánica del
amamantamiento difiere de la mecánica de la alimentación con biberón. En cada
caso, diferentes músculos intervienen de manera más activa y esto tiene un
impacto trascendental sobre el crecimiento de los maxilares, sobre el desarrollo
de los arcos mandibulares y sobre la estructura e imagen facial.
Figura 4. Los rostros angostos y alargados (izquierda) son poco atractivos.

El biberón únicamente induce el movimiento de dos músculos (buccinador


que se encuentra en la mejilla y orbicular de la boca ubicado alrededor del
orificio bucal) sin estimular otros músculos (pterigoideo, masetero, temporal,
genihioideo, milohioideo). El trabajo excesivo del músculo orbicular puede
afectar el crecimiento del cráneo y de la cara produciendo maxilares (superior e
inferior) demasiado angostos que no ofrecen lugar suficiente para que se anclen
los dientes y no forman bastante espacio dentro de la boca para que la lengua se
acomode.
Los movimientos musculares, que se presentan durante el amamantamiento,
estimulan el cierre labial adecuado y favorecen la posición correcta de la lengua
cuando la boca está en reposo. La actividad de los labios, mejillas y lengua son
factores que guían el crecimiento mandibular y favorecen el contacto correcto de
los dientes del arco superior con los del arco inferior, relación conocida como
oclusión. El desarrollo harmónico de los huesos del esqueleto del cráneo y de la
cara se da únicamente con la lactancia materna y no con la alimentación con
biberón.
La forma de la cara presenta variaciones según la raza. Sin embargo, las
medidas han cambiado durante las últimas décadas, mostrando un aumento en la
longitud (distancia entre la raíz del pelo y el punto más bajo del mentón) y una
disminución en la anchura que es la distancia entre los dos pómulos.
Simultáneamente, la cabeza se ha alargado y se ha hecho más angosta.
Los niños que reciben lactancia materna tienen menos alargada la cabeza que
los que reciben lactancia artificial. En estos últimos, además, la mandíbula o
maxilar inferior se desplaza hacia atrás, movimiento conocido como retrusión
mandibular.
Las caras angostas y alargadas son menos atractivas porque los pómulos
juegan un papel clave en la belleza del rostro. Fig. 4 . Los pómulos marcados
dan un aspecto de elegancia y sensualidad porque reflejan excelente desarrollo
óseo el cual a su vez depende de óptimo estado nutricional tanto durante la etapa
pre-natal como durante los primeros años de vida.
Esa es la razón por la que, desde hace mucho tiempo las mujeres, para
parecer más atractivas desde el punto de vista reproductivo, aplican un poco de
rubor en los pómulos para que resalten más a la vista de posibles parejas.
Sin embargo, pómulos poco marcados hacen que el semblante se vea
achatado o aplanado; en este caso, la aplicación de maquillaje contribuye a hacer
más notable ese defecto.
En la mujer, los pómulos bien marcados generalmente van acompañados de
caderas anchas y bien desarrolladas. Tanto los pómulos como la mandíbula y los
huesos de la cadera están formados principalmente por tejido óseo esponjoso;
este tipo de tejido es particularmente sensible al estado nutricional y no se
desarrolla adecuadamente sin una alimentación óptima. En los hombres, como se
dijo antes, cejas, pómulos y mandíbulas prominentes son señales de excelencia
reproductiva.
La simetría es otro rasgo asociado con alta calidad física y buena carga
genética mientras que la asimetría o desigualdad de ambos lados predice mayor
susceptibilidad a las enfermedades. Simetría significa que el lado derecho y el
lado izquierdo son iguales. La simetría facial es indicadora de fecundidad y
sobrevivencia; de excelencia nutricional y capacidad reproductiva.
Las caras simétricas son más atractivas y, evolutivamente, la simetría ha sido
un rasgo clave en la elección de pareja. La lactancia materna favorece la simetría
del rostro.
La lactancia materna es el factor principal que influye en el desarrollo de los
órganos y tejidos que nos permiten comer, hablar, masticar, deglutir, sonreír,
respirar, besar y succionar. Una lactancia materna muy breve no es suficiente
para que se lleve a cabo un desarrollo harmónico mandibular indispensable para
adquirir una cara con bellas proporciones.
En niños examinados durante la lactancia (por medio de electromiografía), se
comprobó que la actividad de los músculos masticadores (músculos maseteros)
se redujo significativamente en los alimentados con biberón en comparación con
los que fueron alimentados con pecho 578 . También se encontró que la actividad
de los músculos masticadores fue mayor en los niños alimentados con taza que
en los alimentados con biberón, lo que sugiere que la alimentación con taza es
todavía mejor, que la alimentación con biberón cuando la lactancia materna es
imposible 579 .
Los niños alimentados con pecho al menos durante un año tienen
puntuaciones más altas en la función masticatoria que los alimentados con
fórmula, de acuerdo a una evaluación hecha en niños de edad preescolar 580 .
Esto es importante porque la función muscular es la que diseña, modula y forma
la arquitectura del esqueleto de la cara.
El mecanismo del amamantamiento comienza con el reflejo de búsqueda; el
niño mueve su cara hacia el pecho de su madre al mismo tiempo que abre la
boca y saca la lengua; luego atrapa con la boca el pezón y la areola. La areola
debe ser sujetada en forma adecuada para que el movimiento de las estructuras
de la boca sea correcto durante la lactancia. Al agarrar la areola con la boca, se
dispara el reflejo de succión y comienzan los movimientos de la lengua y de la
mandíbula. La lengua se adhiere alrededor de la areola donde se localizan
múltiples espacios llenos de leche; la ordeña o exprime y forma un canal. La
leche entonces ocupa el espacio entre la lengua y el paladar. A continuación, la
lengua del niño se eleva hasta el paladar y expulsa la leche hacia la faringe.
Durante la succión, la lengua y la mandíbula realizan movimientos
sincronizados hacia adelante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo. Al mismo
tiempo, los labios, las mejillas y la faringe participan en esta función.
El amamantamiento es un movimiento complejo muy diferente al de la
simple succión de un biberón y es un factor clave para el aprendizaje de la
respiración nasal; durante este, el niño cierra completamente los labios alrededor
del pezón para succionar y esto impide que respire por la boca; si abriera la boca
para respirar, el pezón se soltaría. Este aprendizaje es necesario para el desarrollo
de las vías respiratorias nasales. Sin la presión del aire que pasa por la nariz, esta
vía respiratoria no se desarrolla completamente y queda estrecha, lo que obliga a
los niños a respirar por la boca. Los niños alimentados con biberón tienen mayor
incidencia de respiración bucal que los alimentados con pecho materno.
Se ha reportado que la respiración bucal tiene una prevalencia de más del
50% en niños. La lactancia materna permite un excelente crecimiento
maxilofacial propiciando de este modo la respiración nasal. El uso del biberón,
aun en los niños que reciben lactancia materna, interfiere con el correcto
desarrollo de la cara.
Los niños que respiran por la boca desarrollan caras estrechas y alargadas,
mandíbulas pequeñas, paladares elevados, maloclusión dental y rasgos faciales
poco atractivos como el perfil facial clase II, consistente en que el maxilar
superior (dientes y mandíbula) se proyecta más hacia adelante que el maxilar
inferior o como el perfil facial clase III en el que el maxilar inferior se desplaza
mucho más adelante que el superior.
Los niños que tienen un espacio nasofaríngeo pequeño, que obstruye el paso
del aire, respiran por la boca y no duermen bien durante la noche. Esto puede
afectar adversamente su crecimiento y su desempeño académico.
Se ha observado también que en los individuos que respiran por la boca, el
seno maxilar tiene un volumen más pequeño que en los que respiran por la nariz.
El seno maxilar es una cavidad que se localiza en el hueso maxilar (mandíbula
superior) a cada lado de las fosas nasales y por debajo de la órbita ocular. Un
seno maxilar pequeño contribuye al aplanamiento (poco estético) del tercio
medio de la cara.

Figura 5. Dibujo a lápiz que muestra que la forma de la cara paterna es un óvalo,
mientras que el hijo muestra un pico inferior que corresponde a una mandíbula
poco desarrollada, la que a su vez condiciona una cara poco atractiva.

Figura 6. La mandíbula del hermano mayor es amplia, en contraste con la mini-


mandíbula del hermano menor que desfigura su rostro y lo hace poco atractivo.
Figura 7. Él nació primero y aprovechó los abundantes nutrientes que tenía
almacenados su madre: su cara es ancha. Su hermana, en cambio, nació después
y encontró los almacenes vacíos: es poco atractiva porque su cara es angosta y
alargada.

Figura 8. Ella tiene una cara hermosa. En cambio, el bebé de la derecha ya


muestra una mandíbula muy pequeña que deforma su rostro.
Figura 9. El uso generalizado de brackets refleja un desarrollo mandibular
inadecuado en las nuevas generaciones. Nótese la mandíbula demasiado angosta.

El destete temprano puede interrumpir el adecuado desarrollo de los órganos


bucales y afectar las funciones de masticación, deglución, respiración y
articulación de los sonidos del habla.
La forma de la cara está cambiando de una generación a otra. El padre tiene
la cara más ancha y ambos maxilares más desarrollados que el hijo. Fig. 5 ; el
hermano mayor tiene la cara más ancha que el hermano menor, sobre todo
cuando este último no recibió lactancia materna prolongada y también cuando el
intervalo entre un embarazo y el siguiente fue demasiado corto. Figs. 6 y 7 .
Puntos clave:

Da hermosura a tu hijo con lactancia materna prolongada. Luego,


simplemente, ¡presúmelo!

Lactancia materna y desarrollo mandibular


La lactancia materna es indispensable para el crecimiento harmónico de la cara
del niño; cuando un niño no es alimentado con leche materna al menos durante
dos años, se produce el “Síndrome de Malposición Dental” en el cual los dientes
se apiñan, se empalman o se tuercen porque la mandíbula no se desarrolló lo
suficiente para darles espacio. Una mandíbula subdesarrollada afecta la
estructura general de la cara de una manera permanente: afea; desfigura.
Por medio de mediciones mensuales de las mandíbulas y maxilares de niños
durante los primeros 6 meses de vida, los investigadores demostraron claramente
que el crecimiento mandibular (en longitud, ancho, altura y profundidad) es
mayor en los niños alimentados con lactancia materna exclusiva que en los niños
alimentados con lactancia mixta o con lactancia artificial. La forma de los arcos
dentales se modula mediante las fuerzas ejercidas por los músculos de la lengua,
labios y mejilla. El amamantamiento juega un papel crucial en el desarrollo
mandibular y maxilar y, en consecuencia, en la función masticatoria.
En los países desarrollados, más del 90% de los niños presentan apiñamiento
dental. La desproporción entre el tamaño de los arcos dentales (donde van
anclados los dientes) y las piezas dentarias se acompaña de cambios estéticos
permanentes que se traducen en una estructura facial poco atractiva que no se
corrige con aparatos ortopédicos ya que estos no modifican la forma de la cara
sino solamente mejoran la alineación de las piezas dentales a veces extrayendo
una parte de ellas.
Los niños nacidos en las últimas décadas tienen, como he dicho antes,
mandíbulas más pequeñas que los nacidos antes, como se comprobó al hacer
mediciones de moldes dentales de sujetos nacidos en los años cincuenta y de
sujetos nacidos en los años noventa 581 . Esto explica el gran riesgo que tienen
los niños contemporáneos de desarrollar maloclusiones. Un alto porcentaje de
oclusiones normales se encuentra en los niños alimentados con pecho materno.
El apiñamiento dental (dientes empalmados) se debe a que los arcos dentales
son más pequeños y no a que los dientes son más grandes. Los sujetos que
presentan apiñamiento dental tienen las piezas dentarias del mismo tamaño que
los que no muestran apiñamiento. Sin embargo, sus maxilares son más chicos 582
. La anchura absoluta del arco dental es lo que determina si un arco dental es
apiñado o no.
El amamantamiento tiene un efecto positivo en el desarrollo de los
maxilares. Los niños que tuvieron lactancia materna presentaron un crecimiento
mandibular mayor que los alimentados con fórmulas comerciales.
La maloclusión es la razón más común para visitar al ortodoncista y consiste
en una mala alineación de los dientes y un contacto irregular de los dientes del
maxilarsuperior con los dientes del maxilar inferior o mandíbula. La lactancia
materna prolongada (al menos 2 años), es imprescindible para una adecuada
configuración de los arcos dentales y para una oclusión correcta.
Esta debe ser complementada a partir de los 6 meses con una dieta blanda y a
partir de los 12 meses con una dieta dura con el fin de iniciar el proceso
masticatorio que será clave para el adecuado crecimiento y desarrollo posterior
del cráneo y de la cara.
Aparte del apiñamiento dental, otros tipos de maloclusión se presentan con
más frecuencia e intensidad en los niños alimentados con fórmulas comerciales
que en los alimentados con pecho materno. Entre ellos están los siguientes.

Mordida cruzada. En la oclusión normal, todos los dientes del arco superior
o maxilar hacen contacto por delante o por fuera del maxilar inferior. Se
define como mordida cruzada anterior cuando los delanteros de arriba se
encuentran por detrás de los dientes de abajo y mordida cruzada posterior
cuando los dientes traseros del maxilar superior se encuentran por dentro de
los dientes del maxilar inferior. La ausencia de lactancia materna o el uso de
lactancia materna por menos de un año, así como el uso regular de chupete
entre la edad de 12 meses y los 4 años son factores de riesgo para que se
presente mordida cruzada 583 . Los niños alimentados con lactancia materna
durante más de un año tienen 20 veces menos riesgo de desarrollar mordida
cruzada posterior que los nunca amamantados 584 .
Mordida abierta anterior. Es una maloclusión que consiste en que, al cerrar
la boca, no hay contacto entre los dientes anteriores del maxilar superior
con los del maxilar inferior. Los niños alimentados con pecho materno
durante un año (evitando totalmente el uso de biberones y pezones
artificiales) están en mucho menos riesgo de tener mordida abierta que
aquellos alimentados con biberón 585 .
La sobremordida es una condición en la que la mandíbula superior se
extiende más allá de la mandíbula inferior y los dientes superiores se
superponen sobre los dientes inferiores.

Puntos clave:

No dejes que tu hijo caiga en manos del ortodoncista. Tus glándulas


mamarias lo salvarán con una lactancia prolongada.
Regálale un rostro magestuoso: es para siempre.

Lactancia materna y la respiración del niño


Los niños que se alimentan de manera natural con pecho materno tienen mayor
posibilidad de llegar a ser respiradores nasales (que respiran por la nariz),
mientras que los niños que no reciben lactancia materna, o los que la reciben por
muy poco tiempo, desarrollan la postura de labios entreabiertos y respiran por la
boca. Los niños que respiran por la boca duermen más inquietos y roncan más
que los que respiran por la nariz. Además, su región nasal aparece deprimida,
rasgo considerado como poco estético.

La leche materna y la calidad del sueño infantil


La melatonina es una hormona secretada por la glándula pineal en los adultos,
pero no en los niños. Las concentraciones sanguíneas de melatonina en la madre
muestran un ritmo circadiano, esto es, aumentan de nivel en la noche (solamente
si hay obscuridad completa) y disminuyen con la luz del día. Las mediciones de
esta hormona en la leche humana realizadas cada 2 horas muestran ese mismo
ritmo circadiano.
La melatonina ejerce varias funciones en el lactante, entre las que se
encuentran las siguientes: induce el aprendizaje del ritmo circadiano, ejerce un
efecto hipnótico mejorando así la calidad del sueño y tiene efecto relajante sobre
la musculatura del tracto gastrointestinal, reduciendo la frecuencia y la
intensidad del cólico infantil. Las variaciones en los niveles de melatonina en la
leche materna permiten que los niños alimentados exclusivamente con pecho
sufran menos ataques de cólicos, sean menos irritables y tengan un sueño
nocturno más tranquilo y más prolongado 586 .
La lactancia materna, además, disminuye el riesgo del ronquido habitual y de
otros problemas respiratorios ya que ejerce un efecto favorable en el desarrollo
de las estructuras de la boca y de la faringe, impidiendo trastornos del sueño
debidos a causas respiratorias 587 . Aunque aparentemente poco importantes, los
trastornos respiratorios del sueño han sido asociados con hiperactividad, déficit
de atención y somnolencia durante el día 588 .
Es importante hacer notar que la presencia de ronquidos intensos y
frecuentes durante los primeros 6 años de vida se ha relacionado con bajo
desempeño académico evaluado entre las edades de 13 y 14 años 589 . Esto
significa que los ronquidos afectan de manera permanente el desarrollo de la
inteligencia.
Puntos clave:

Tu leche contiene escasas cantidades de melatonina durante el día para


permitir el estado de alerta en tu niño.
Si duermes en obscuridad completa, tu leche contendrá mayor cantidad de
melatonina durante la noche, misma que servirá a tu hijo como reparadora,
como antioxidante y para promover en él un sueño tranquilo.
Las latas de fórmula artificial no perciben (lógicamente) si es de día o es de
noche; aunque se dieran cuenta, no podrían modificar su contenido de
melatonina de acuerdo a las horas de luz y obscuridad. La industria no pudo
hasta ahora, ni podrá nunca, fabricar algo igual a la leche de tus glándulas
mamarias.

La leche materna y el desarrollo del lenguaje


En los primeros meses de vida, la succión vigorosa y rítmica del
amamantamiento modula el desarrollo de los órganos del habla. Labios, lengua,
mandíbula, maxilar, mejillas, paladar duro, paladar blando, piso de la boca,
músculos de la boca, cavidad bucal, pasaje aéreo nasal, faringe y laringe,
funcionan como un todo harmónico constituyendo el aparato del habla.
La fluidez en el habla depende también del neurodesarrollo y este, a su vez,
de la dieta en la primera infancia. La leche de las madres bien alimentadas
contiene la cantidad y proporción precisa de los ácidos grasos necesarios para
formar el cerebro. Ya te he dicho que los ácidos grasos docosahexaenoico y
araquidónico son los más importantes en el neurodesarrollo de los mamíferos y
se encuentran tanto en la sustancia gris como en la sustancia blanca del cerebro,
incluyendo la mielina. Un sistema neurológico óptimo sumado a un adecuado
desarrollo de los órganos que intervienen en el habla son requisitos
indispensables para esa función. Se ha encontrado que la lactancia materna está
asociada con una mejor calidad del habla y con mayor habilidad para la lectura
590 .
Los niños alimentados exclusivamente con pecho por 6 meses o más puntúan
4 puntos arriba en las pruebas que valoran el desarrollo del lenguaje 591 .
Además, la lactancia prolongada protege contra la aparición de tartamudeo
permanente que puede ser una incapacidad frustrante 592 .
Se comprobó, por medio de estudios electrofisiológicos, que los niños
alimentados con pecho procesan el habla de manera más eficiente que los niños
alimentados con fórmulas enriquecidas con ácidos grasos poliinsaturados. Esto
confiere una ventaja para su desarrollo lingüístico y cognitivo a los niños
alimentados con pecho materno en comparación a los niños alimentados con
fórmulas enriquecidas 593 .
Puntos clave:

Si no deseas tener un hijo tartamudo, dale lactancia prolongada


Con eso, cuando empiece a hablar, su hermosa voz te enloquecerá de
felicidad.

Lactancia materna y cánceres en la niñez


Las investigaciones sugieren que la lactancia materna disminuye el riesgo de
cáncer infantil. Se estudió la asociación entre la lactancia materna exclusiva y el
cáncer pediátrico: 187 niños de 6 meses de edad o mayores con cáncer pediátrico
se compararon con 187 niños control; el resultado fue que la lactancia materna
protege al niño del riesgo de desarrollar cáncer; la protección aumentó con la
duración de la lactancia materna exclusiva 594 .
La leucemia es el cáncer más frecuente en la niñez; es una enfermedad
maligna que provoca un aumento descontrolado de glóbulos blancos (leucocitos)
en la médula ósea. La lactancia materna por 6 meses o más reduce el 20% el
riesgo de Leucemia Linfocítica y el 15% el riesgo de leucemia mieloide 595 –596 ;
además, protege contra la leucemia aguda infantil y los linfomas 597 –598 .
Puntos clave:

No pongas en riesgo a tu maravilloso hijo de padecer cáncer: ¡acércalo a tu


pecho¡¡ámalo ¡
¡Deja que las latas de leche artificial caduquen en los estantes de tiendas y
farmacias esperando padres ignorantes o inconscientes que las compren!
La contaminación de la leche materna
La leche materna puede contener múltiples sustancias tóxicas que afectan el
desarrollo del niño. Por ejemplo, los ftalatos procedentes de los plásticos pueden
encontrarse en la leche humana. Una madre lactando que no se ha de-
plastificado, esto es, que no ha cambiado su modo de vida para evitar la
contaminación proveniente de los plásticos y que no ha eliminado hasta lo
posible los plásticos de su hogar puede tener altas concentraciones de ftalatos en
su sangre y su leche puede contener estos químicos tóxicos. Los ftalatos dañan
las células de Leydig que son las encargadas de producir la principal hormona
masculina que es la testosterona. Los niños alimentados con leche materna que
contiene ftalatos tienen bajas concentraciones de testosterona cuando han sido
evaluados a la edad de 3 meses 599 .
Los bebés varones expuestos a leche materna contaminada con ftalatos
muestran incompleta virilización, como resultado de que también durante su
vida intrauterina estuvieron expuestos a altas concentraciones sanguíneas de
estos perturbadores endócrinos.

El uso del biberón


Los biberones están hechos de material más rígido que el tejido mamario. Tanto
su forma como su consistencia son características que propician que, dentro de la
cavidad bucal, se formen presiones no fisiológicas que pueden impedir el
crecimiento transversal del paladar y, en consecuencia, causar un alineamiento
inapropiado de los dientes. La introducción temprana del biberón es seguida por
el uso prolongado del chupete ¿Consecuencias? Mordida abierta y mordida
cruzada.
La tonicidad inadecuada de los músculos buccinador y orbicular de la boca,
así como la incorrecta posición de la lengua durante la succión del biberón,
perturba el balance dinámico entre labios, lengua y mejillas, lo que conduce a un
desarrollo alterado de los maxilares. La alimentación exclusiva con biberón
puede estar relacionada con el desarrollo de maloclusiones de origen esquelético
dada la carencia del estímulo muscular adecuado para el desarrollo natural
mandibular que proporciona el amamantamiento. Como te dije antes, los niños
alimentados con biberón tienen 9 veces más riesgo de sufrir mordida abierta
anterior que los alimentados exclusivamente con pecho por más de 12 meses.
La alimentación exclusiva con biberón ha aumentado en las últimas décadas
y es uno de los factores causales del desarrollo de maloclusiones tanto en la
dentición primaria o decidua como en la dentición mixta. Por medio de
telerradiografías se comprobó que los dientes incisivos superiores de individuos
alimentados con biberón sobresalen hacia adelante y sus arcos mandibulares son
más angostos.
La lactancia exclusiva por un periodo menor a 6 meses, la introducción
temprana del biberón, el uso del chupete y otros hábitos no nutritivos de succión
como morderse las uñas o cualquier otro objeto que no sea la areola y el pezón,
están relacionados con mayor incidencia del Síndrome de Hiperactividad con
Déficit de Atención. Por otro lado, la alimentación prolongada con biberón a la
hora de dormir se ha relacionado con síntomas de enfermedad respiratoria
crónica en los niños 600 .
Los niños que tienen hábitos de succión no nutritivos como el uso del
chupete o el chuparse los dedos, tienen retraso en el desarrollo de la cavidad oral
y tres veces más riesgo de desarrollar trastornos del habla, mientras que el uso
tardío del biberón hasta después de los 9 meses de edad protege contra este tipo
de trastornos 601 .
Los biberones, los chupones y las mordederas que no están fabricados con
plásticos libres de ftalatos son una fuente importante de ingesta de estos
productos químicos tóxicos.
Puntos clave:

Los ortodoncistas no corrigen la arquitectura facial, ni restauran la belleza


que se pierde entre botellas de plástico, mordederas y chupetes. Da pecho a
tu hijo durante varios años y evita que caiga en manos de esos doctores.

Hábitos no nutritivos de succión


Los comportamientos de succión se pueden clasificar en nutritivos, cuando
satisfacen necesidades nutricionales, y en no nutritivos, cuando solo satisfacen
necesidades psicológicas. Dentro de los hábitos nutritivos de succión nutritivos
están la lactancia materna y la alimentación con biberón o bien una combinación
de ambos. Los hábitos no nutritivos de succión consisten en que el niño chupa
objetos diferentes al seno materno o al biberón. Estos pueden ser el dedo pulgar,
otros dedos de la mano, los nudillos, el pie, chupones, juguetes, ropa y cualquier
otro artículo.
Estudios realizados en miles de niños muestran que aquellos que no gozaron
de lactancia materna o que recibieron lactancia materna de poca duración,
exhibieron más alta prevalencia de hábitos de succión no nutritivos 602 . Esto
tiene una explicación: el tibio pecho materno ejerce un positivo efecto
psicológico en el infante, le proporciona sensación de seguridad y satisface su
necesidad instintiva de chupar. Los niños que reciben lactancia materna
prolongada están menos interesados en satisfacer sus necesidades afectivas con
hábitos de succión no nutritivos.
Los niños con una historia de hábitos no nutritivos de succión tienen el doble
de riesgo de desarrollar maloclusión; estos hábitos están asociados también con
un riesgo cuádruple de mordida abierta. Tanto los niños alimentados con biberón
como aquellos con hábitos no nutritivos de succión tienen un porcentaje elevado
de mordida cruzada posterior 603 , de protrusión dental (el diente se desplaza
hacia adelante) y de maxilares angostos. La succión del dedo pulgar causa una
reducción considerable de la anchura intercanina (distancia entre los dientes
caninos o colmillos).
La lactancia materna es el estímulo ideal para el desarrollo fisiológico de los
componentes óseo y muscular del complejo craneofacial formado por las
mandíbulas, los arcos dentales, la lengua y los músculos de la cara. Los hábitos
no nutritivos de succión, cuando se mantienen por tiempo prolongado, trastornan
la forma, la función y la estética de estas estructuras.
El uso del chupete ocasiona cambios en los arcos dentales diferentes a los
producidos por el efecto de chuparse los dedos. Estos cambios producen
alteraciones en el contacto de los dientes superiores con los inferiores como
mordida cruzada posterior y sobremordida, los cuales persisten aún cuando se
suspenda el hábito 604 .
Los niños que usan chupón tienen doble riesgo de sufrir otitis media y el
riesgo se incrementa aún más si recibe lactancia artificial con biberón 605 .

Tabaquismo materno durante la lactancia


La leche de una madre que fuma contiene componentes peligrosos para el
lactante tales como cianuro, arsénico, DDT, plomo, monóxido de carbono,
dióxido de carbono, benceno y nicotina. La madre que fuma tiene niveles más
bajos de la hormona prolactina y, consecuentemente, produce menos cantidad de
leche que la madre que no fuma. Además, los componentes del cigarro cambian
la composición y el sabor de la leche.
La nicotina de la leche produce alteraciones en la calidad del sueño infantil,
mayor riesgo de deficiencia de yodo e hipotiroidismo, reducción en el número de
células beta pancreáticas responsables de la producción de insulina y obesidad
infantil.

Beneficios de la lactancia para la madre


Lactar a sus hijos proporciona a las madres incontables beneficios:
a) Contribuye a aumentar el espacio entre los nacimientos: mientras más
dura la lactancia, mayor es el periodo de anovulación y, por lo tanto, más
largo el periodo de infertilidad 606 .
b) Disminuye el riesgo de sangrado después del parto al estimular la
contracción uterina.
c) Reduce la pérdida sanguínea menstrual a lo largo de la vida.
d) Las mujeres que han lactado a sus hijos muestran una tendencia hacia
menor riesgo de diabetes mellitus tipo 2 que las que nunca lactaron a sus
hijos porque la lactancia mejora la sensibilidad a la insulina. Mientras
mayor es el tiempo de lactancia, menor es el riesgo de diabetes tipo 2 607 .
e) Las mujeres que amamantan a sus hijos por primera vez entre la edad de
20-24 años tienen el 30% menos riesgo de cáncer de pecho en
comparación con las que nunca amamantaron 608 –611 .
f) La lactancia reduce el riesgo de que la madre sufra de cáncer de ovario.
g) La lactancia materna disminuye el riesgo de padecer osteoporosis y, por lo
tanto, de sufrir fracturas de la columna vertebral y de la cadera en la
etapa posterior a la menopausia 612 .
h) La lactancia materna reduce la adiposidad (grasa) abdominal. Medida con
tomografía computarizada, se comprobó que en las mujeres que
amamantaron a cada hijo durante 3 meses o más, acumulan menos grasa
abdominal que las mujeres que nunca amamantaron. En consecuencia,
las que no amamantaron están en riesgo mayor de síndrome metabólico,
diabetes y enfermedad cardiovascular 613 –614 .
I) Las mujeres que no amamantan a sus hijos tienen más riesgo de
calcificación de la arteria aorta y de las arterias coronarias que las que
amamantan a sus niños al menos durante 3 meses. Estos cambios
vasculares están asociados con la aparición futura de enfermedad
cardiovascular 615 .
j) Dar pecho al primer hijo por 6 meses o más protege a las mujeres de
desarrollar hipertensión. Las que no amamantan tienen mayor posibilidad
de desarrollar esta enfermedad 616 .
k) Las mujeres que a lo largo de su vida han amamantado a sus hijos por un
total de 2 años o más, tienen menor riesgo de sufrir enfermedad
cardiovascular (infarto del miocardio) comparadas con las madres que
nunca dieron pecho a sus hijos 617 .
l) Durante el embarazo, se acumula grasa visceral y aumentan los
triglicéridos y la resistencia a la insulina. La lactancia materna
prolongada reajusta esas alteraciones protegiendo a la madre de la
enfermedad metabólica 618 .
m) La lactancia protege a la madre de sufrir depresión post parto. Si en lugar
de alimentar a su hijo con pecho lo alimenta con biberón,
inconscientemente, la mente materna asocia esta relativa “separación”
con la muerte del infante. Está ampliamente documentado que la pérdida
de un hijo desencadena la depresión, sobre todo en la madre 619 .
Puntos clave:

Es absolutamente irresponsable que los médicos aún prescriban lactancia


artificial después de los daños que ésta produce a la madre y al hijo. La
industria es una cosa; la ciencia verdadera es otra.
Respeta tu biología y tu historia evolutiva y las recompensas serán enormes.

Duración de la lactancia
Los humanos somos animales, mamíferos y primates. Las hembras humanas
fueron diseñadas por la evolución para amamantar a sus hijos por años, no por
meses. Los chimpancés amamantan a sus crías durante 4 o 5 años y, a lo largo
del mundo, incluyendo Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña muchos niños
son alimentados con pecho por más de dos años y en algunos casos hasta los 7
años. Las glándulas mamarias de la hembra humana están diseñadas para
amamantar cada cría durante varios años.
Es absurdo que millones de años de evolución diseñaran glándulas mamarias
capaces de producir leche durante varios años sin que esa leche sea necesaria
para las crías. La industria (industria médica incluida) está en franca
contradicción con la lógica de la evolución y ha ocasionado un daño enorme al
ser humano. El tiempo que dure produciendo leche la glándula mamaria es el
tiempo que debe durar la lactancia.

Fórmulas infantiles
Antes del advenimiento de las fórmulas infantiles, los niños que no podían ser
amamantados por su madre eran alimentados con leche de animales o por una
nodriza. Una nodriza es una mujer que alimenta a otro niño que no es el que dio
a luz. En sus inicios, la nodriza satisfacía una necesidad imperiosa de amamantar
a un recién nacido de una madre enferma o incapacitada para amamantar o a un
niño cuya madre había muerto. Después, el uso de una nodriza dejó de ser un
asunto de necesidad para transformarse en un asunto de complacencia, una
especie de lujo que se daba especialmente entre las clases altas de la sociedad;
durante algún tiempo, contratar una nodriza era bien visto, mientras que
amamantar a un hijo se consideraba a como algo pasado de moda o como algo
perteneciente a las bajas clases sociales.
Desde tiempos antiguos, las leches de algunos animales (vacas, oveja, asnos,
cerdos, camellos, yeguas) se usaron como substitutos de la leche materna como
lo demuestran diversos artículos encontrados hechos de barro, cerámica, madera,
plata o cuernos de animales. A mediados del siglo XIX se crearon los primeros
biberones. A principios del siglo XX los biberones modernos y la alimentación
artificial comenzaron a desplazar a la alimentación natural. Al mismo tiempo, la
industria comenzó a buscar fórmulas alternativas para sustituir la leche materna.
En 1865, el químico Justus Von Liebig patentó y comercializó la primera
fórmula artificial, inicialmente en forma líquida y luego en forma de polvo. Esta
leche, proclamada como el alimento perfecto para el lactante, consistía en leche
de vaca, harina de trigo, harina de malta y bicarbonato de potasio. Otras
versiones de fórmula infantil fueron inmediatamente comercializadas por la
compañía Nestlé, fabricadas con leche de vaca, crema, azúcar y agua. En 1810
se inventó una técnica para esterilizar alimentos en envases cerrados y en 1885
la leche evaporada o condensada. Esta última llegó a ser la más elogiada por los
pediatras de 1930 a 1940, promocionada como el sustituto más adecuado de la
leche materna. En 1929 se comenzó a comercializar la primera fórmula no láctea
hecha con harina de soja. Estas primeras fórmulas carecían de nutrientes vitales
como vitaminas y ácidos grasos esenciales.
Las compañías fabricantes de fórmulas comenzaron a hacer publicidad a los
médicos y, con ellos como aliados, lograron que la lactancia materna declinara
marcadamente. A pesar de las altas tasas de enfermedad y muerte ya para 1950
la mitad de los bebés americanos eran alimentados con fórmulas artificiales; esa
cifra se elevó al 75% para 1970. A partir de 1988, la industria de los lácteos
comenzó una intensa campaña de publicidad dirigida directamente al público,
señalando sus productos como maravillosos y seguros y relegando los senos de
la mujer a desempeñar el único papel de objetos eróticos para el hombre. El
resultado fue un descenso universal en la lactancia materna de una tasa del 90%
en el siglo XX a una tasa de aproximadamente el 42% en el siglo XXI.
En su tenaz intento de seguir sustituyendo la lactancia materna por sus
fórmulas, las compañías de los lácteos modifican, agregan o quitan componentes
a las fórmulas tratando de mantenerse en el mercado. Sin embargo, el hecho de
remplazar la lactancia materna por sus fórmulas sigue produciendo graves
efectos nocivos, algunos de ellos permanentes.
No se puede cambiar un ápice el diseño realizado pacientemente por la
evolución sin tener resultados catastróficos. La historia de las fórmulas infantiles
es una historia de muerte, enfermedad y degeneración, por una parte, y de
acumulación de capitales enormes por la otra. Desde su inicio, la fabricación de
fórmulas infantiles ha sido un proceso de ensayo y error; las compañías han
mentido una y otra vez.
Las fórmulas infantiles pueden estar contaminadas por bacterias. En Nueva
Zelanda, por ejemplo, un bebé prematuro murió después de ser alimentado con
una fórmula láctea contaminada con una bacteria de la meningitis (Enterobacter
sakazakii). También pueden estar contaminadas con aluminio, cadmio, plomo,
cobalto, níquel y con altos niveles de fluoruro, este último proveniente del agua
usada por los fabricantes durante el proceso. Otros de los contaminantes
encontrados de manera regular en las fórmulas son el sulfuro de cobre, usado
como insecticida y la melamina, químico sintético usado en la fabricación de
resinas y plásticos.
Las fórmulas infantiles pueden estar contaminadas también con ftalatos y
bisfenol A. En un estudio de 22 fórmulas líquidas y 28 fórmulas en polvo se
encontraron ftalatos y bisfenol A en todas las muestras, independientemente del
tipo de envases en que se venden y de si son líquido o polvo 620 .
El arsénico es otro contaminante; los estudios han mostrado que la leche
materna tiene concentraciones relativamente bajas de este contaminante, aun en
los lugares donde el agua potable tiene altos niveles de arsénico. En un estudio,
los niños alimentados exclusivamente con fórmula artificial tuvieron niveles
urinarios de arsénico 7.5 veces más altos que los niños alimentados
exclusivamente con pecho materno 621 .
Solamente los fabricantes saben qué contiene su producto; se amparan bajo
el llamado “secreto comercial” que les da derecho a ocultar las fórmulas, los
procesos de fabricación y el diseño de un producto. De esta forma, el contenido
de una fórmula láctea puede variar de lote a lote, dependiendo de la
disponibilidad y del precio de cada uno de los ingredientes.
Las fórmulas infantiles deben ser usadas únicamente como una medida de
emergencia para evitar que un bebé muera de inanición cuando su madre esté
incapacitada para alimentarlo con su pecho. Los anuncios publicitarios que
pregonan que el contenido de las fórmulas artificiales es virtualmente idéntico al
de la leche materna deben ser ignorados. También debe ignorarse la
recomendación que dan algunos médicos de amamantar solo durante 6 meses; la
industria productora de leche artificial se beneficia de este consejo porque puede
vender sus productos durante varios años del desarrollo infantil. Por su parte, las
madres deben buscar un médico que recomiende la lactancia materna y retirarse
de aquel que, plenamente domesticado por la industria y sin ningún fundamento
científico serio, insista en la lactancia artificial.
Las ganancias de las compañías procesadoras de lácteos se incrementan al
parejo de la desnutrición y degeneración de los infantes. Esto ha provocado la
integración de grupos como el Boicot Nestlé, lanzado en los Estados Unidos en
1977 contra la compañía Nestlé con base en Suiza ante su agresivo mercadeo de
sus sustitutos de la leche materna. Actualmente este movimiento es coordinado
por al Comité Internacional de Boicot contra la Nestlé.

Las fórmulas enriquecidas con ácidos grasos de cadena larga


La leche humana contiene los ácidos grasos esenciales de cadena larga
docosahexaenoico y araquidónico los cuales promueven el crecimiento de los
axones y de las dendritas a partir del cuerpo neuronal. Se ha comprobado que
neuronas cultivadas en un medio enriquecido con ácido docosahexaenoico,
desarrollan mayor número de ramas (dendritas) por cada neurona y, además, las
ramas son de mayor longitud. En cambio, animales con deficiencia en ácido
docosahexaenoico tienen neuronas con axones más cortos y dendritas menos
abundantes y de menor longitud. El efecto del ácido docosahexaenoico es
principalmente en el hipocampo, región del cerebro asociada con el aprendizaje
y la memoria 622 .
Apabulladas ante la evidencia de que los ácidos grasos esenciales de cadena
larga de la leche materna son indispensables para el óptimo desarrollo cerebral y
visual, las compañías fabricantes de fórmulas infantiles decidieron agregar estos
ácidos grasos a las fórmulas lácteas apenas en el 2002.
Aclaro que las compañías de lácteos infantiles “mintieron” durante 137
largos años al asegurar que sus fórmulas artificiales eran idénticas a la leche
humana. Y recalco “mintieron” porque durante todo ese tiempo sus productos
carecían de ácidos grasos esenciales. Ahora estas mismas compañías afirman
que esos ácidos grasos son indispensables para el desarrollo visual y cerebral;
esto lo hacen sencillamente porque ya encontraron una compañía que los fabrica
sintéticamente. Por supuesto que, al agregar estos ácidos grasos a sus fórmulas,
incrementaron su costo en más del 25%. Lucro y más lucro; mentiras y más
mentiras.
Sin embargo, hay algo triste y decepcionante en todo esto: los ácidos grasos
sintéticos usados para suplementar las fórmulas infantiles no son, de ninguna
manera, iguales a los que produce la glándula mamaria.
Martek Bioscience Corporation es la compañía propietaria de las patentes del
ácido docosahexaenoico (Dhasco) y del ácido araquidónico (Arasco); estos son
los aceites sintéticos que se usan en el 98% de las fórmulas infantiles y en un
sinnúmero de alimentos. Veamos ahora en qué consiste este truco.
El proceso de obtención de estos aceites comienza con la fermentación de
algas y hongos; luego, por medio del hexano, que es un solvente neurotóxico
derivado del petróleo, se extrae el aceite. Este se blanquea y desodoriza antes de
transformarlo en polvo.
Las investigaciones no han confirmado efectos benéficos de suplementar las
fórmulas lácteas infantiles con estos ácidos grasos sintéticos ni en el desarrollo
del sistema nervioso ni en el desarrollo de la agudeza visual. No hay, pues,
evidencia científica para recomendar la suplementación rutinaria de las fórmulas
lácteas con estos aceites sintéticos porque no son funcionalmente iguales a los
ácidos grasos que produce la glándula mamaria 623 –624 . La autoridad de la
Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) rechazó la petición de Mead
Johnson de poner publicidad en los envases de fórmulas infantiles relacionada
con los supuestos efectos de estos ácidos grasos sintéticos sobre el desarrollo
visual y cerebral.
Además, el ácido docosahexaenoico, principal componente de los
fosfolípidos que forman las membranas de las células del cerebro y de la retina,
es sumamente susceptible a la oxidación. Durante el amamantamiento, el ácido
docosahexaenoico contenido en la leche materna pasa en forma inmediata y
directa del pecho materno a la boca del niño y prácticamente no está en contacto
con el aire. En cambio, el ácido docosahexaenoico (Dhasco) que se agrega a las
fórmulas infantiles permanece meses o años dentro de la lata antes de ser
ingerido. El otro problema es que los ácidos grasos de origen vegetal se oxidan
fácilmente aun cuando ya se hayan incorporado a las membranas de las células,
debido a una perturbación del sistema antioxidante, proceso conocido como
peroxidación lipídica. Estos efectos indeseables no se presentan con la lactancia
materna dado que la leche humana es sumamente rica en antioxidantes.
Los niños alimentados con fórmulas infantiles suplementadas con ácidos
grasos sintéticos no mejoraron su función neurológica, según las evaluaciones
hechas a los 9 años de edad. Por el contrario, los niños que recibieron estas
fórmulas tuvieron puntuaciones más bajas en la memoria verbal y en la función
ejecutiva que los niños que recibieron fórmulas sin estos suplementos. En el
mismo estudio, la lactancia materna fue asociada con mejor desempeño en las
pruebas de cociente intelectual (IQ).
La gran mayoría de los estudios clínicos confirma que agregar ácido
docosahexaenoico y ácido araquidónico sintéticos a las fórmulas infantiles no
beneficia ni el desarrollo del sistema visual ni el desarrollo del sistema cerebral.
Millones de años de evolución han creado el alimento perfecto para el bebé
compuesto por miles de nutrientes que trabajan en sinergia perfecta y cambian
en su composición no solamente cada día, sino cada hora o cada minuto
dependiendo de las necesidades del niño, mismas que la madre conoce a través
de la estrecha relación del amamantamiento. Muchos componentes de la leche
humana aún no se conocen. La leche materna es insustituible, lo demás es
engaño y lucro descarado de voraces fabricantes (Mead Johnson, Abbott
Laboratories) avalados por médicos perfectamente domesticados.
Los niños alimentados con pecho materno tienen mejores resultados en el
desarrollo neurológico que los alimentados con fórmula, aun cuando esta
contenga suplementos de ácido docosahexaenoico y ácido araquidónico
sintéticos 625 .
Por otro lado, las fórmulas suplementadas con ácido araquidónico y ácido
docosahexaenoico sintéticos pueden ocasionar efectos adversos tales como dolor
abdominal, vómito, exceso de gases, insomnio, deshidratación y pérdida de peso,
síntomas que desaparecen instantáneamente al reemplazar este alimento por
fórmulas carentes de estos ácidos grasos. Con frecuencia, el médico confunde la
intolerancia a estos ácidos grasos con intolerancia a la lactosa o a alguna
proteína de la leche, lo que lo lleva a prescribir fórmula artificial a base de soja,
otro producto totalmente ajeno al proceso evolutivo del humano.
También se ha reportado Síndrome de Muerte Súbita del Lactante,
infecciones invasivas (septicemia), enterocolitis necrosante, ictericia y apnea en
los niños alimentados con fórmula que contiene ambos aditivos.

La leche de vaca
Es difícil imaginar los últimos 10.000 años de la historia humana sin vacas. Ellas
han sido proveedoras de abundantes cantidades de carne, leche, piel y estiércol,
este último usado como fertilizante. La ventaja conferida por la leche de bovinos
a la supervivencia de los humanos es innegable. Sin embargo, la leche
consumida por los humanos durante este periodo era completamente diferente a
la imitación de leche que está actualmente a la venta en los estantes de los
centros comerciales.
Para empezar, es conveniente precisar que la leche es el líquido blanco
producido por la glándula mamaria de los ovinos que viven en libertad y se
alimentan de hierba fresca. Cualquier cambio en estas dos condiciones (libertad
y alimento) produce alteraciones en la composición química de la leche. Si a esto
se agrega el proceso de pasteurización que elimina las enzimas, hormonas y
bacterias benéficas, el resultado es catastrófico. La industria (siempre la
industria) se ha encargado de transformar un producto nutricionalmente perfecto
en un producto adulterado que lo único que tiene de semejanza con el original
es, tal vez, el color blanco.
La vaca es un animal herbívoro y un rumiante y su alimentación natural es a
base de pastos y hierbas. La leche es una secreción natural diseñada por millones
de años de evolución y su contenido nutricional varía de acuerdo al tipo de
alimento que come el animal, así como en relación con su estado de salud y con
la cantidad de luz solar que recibe.
La esperanza de vida natural de una vaca que vive al aire libre alimentándose
de pasto y hierba natural es de 20 años. En contraste, en las granjas industriales
su vida es cortísima y va de los 5 a los 6 años.
Las vacas, aunque su piel está cubierta de pelo, sintetizan la vitamina D3
bajo la influencia de los rayos solares. Las granjas industriales modernas
albergan miles de vacas que se mantienen confinadas en pequeños cubículos
enrejados y con pisos de cemento. Cuando se mantienen bajo techo y no reciben
la luz directa del sol, la síntesis de vitamina D3 no se lleva a cabo y su leche es
deficiente en esta vitamina. La industria procesadora de leche agrega vitamina
D2 o ergocalciferol en cantidades que nadie conoce. Sin embargo, el
ergocalciferol no es igual a la vitamina D3 o colecalciferol que se sintetiza en la
piel por efecto de los rayos solares.
La leche industrial puede contener sustancias tóxicas como la aflatoxina,
responsable de producir daño renal y cáncer terminal de hígado; esta sustancia se
produce cuando los alimentos para el ganado a base de maíz y otros granos se
enmohecen: si las vacas consumen ese alimento contaminado, la aflatoxina pasa
a la leche. Lógicamente esto no sucede con el ganado de pastoreo.
Las vacas confinadas en encierro sufren laminitis (inflamación de capas
sensibles de tejido dentro de la pezuña), mastitis (infección de la glándula
mamaria) y otras infecciones que obligan al uso generalizado de antibióticos
como la penicilina y las sulfonamidas; todas estas sustancias se han detectado en
la leche comercial. El amplio uso de antibióticos en las vacas prisioneras en
establos tiene relación con la aparición en los humanos de brotes masivos de
salmonelosis resistente a los antibióticos a causa de ingerir leche pasteurizada
contaminada.
La leche comercial puede contener la Hormona de Crecimiento
Recombinante fabricada por Monsanto. Esta hormona se inyecta cada semana a
las vacas para forzarlas a producir más leche que la que sus cuerpos producen
normalmente. Las vacas que reciben esta hormona tienen mayor incidencia de
mastitis y otras infecciones. La presencia de Hormona de Crecimiento en la
sangre de las vacas estimula la producción del Factor de Crecimiento Semejante
a la insulina. Este factor no se destruye con el proceso de pasteurización ni
durante la digestión de la leche y se ha relacionado en humanos con cáncer de
colon, cáncer de pecho y cáncer de próstata.
Leche orgánica
La leche orgánica es aquella producida por vacas a las que se les da un trato
digno (vaca feliz) y se les permite pastar durante la mayor parte del año; esta
alimentación se complementa con un forraje o piensos compuestos de
certificación orgánica. La leche orgánica no contiene restos de herbicidas,
pesticidas, fertilizantes, hormonas o antibióticos.
Ya he mencionado que, de acuerdo a los estudios antropológicos, los
humanos evolucionaron en una dieta en que la relación de ácidos grasos omega-
6: omega-3 era de aproximadamente 1:1. Las dietas occidentales han modificado
esta relación a extremos insospechados de hasta 21 de omega-6 por 1 de omega-
3. Este desequilibrio es causa de muchas de las enfermedades crónico-
degenerativas del hombre moderno. Las preocupaciones que esto genera han
estimulado la investigación de cómo mejorar el perfil de ácidos grasos en los
alimentos incluyendo la leche.
Como he precisado antes, Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga
(docosahexaenoico y eicosapentaenoico) son importantísimos para el desarrollo
cerebral y el comportamiento, especialmente en los niños. El desequilibrio de la
relación de omegas-6 a omegas-3 está relacionado con trastornos del sistema
nervioso como: trastorno de hiperactividad con déficit de atención, dislexia
(trastorno del aprendizaje de la lectura y escritura) y autismo. La leche de vacas
alimentadas con granos, que es la que predomina en los estantes de los
supermercados, contiene abundantes ácidos grasos poliinsaturados omega-6
mismos que contribuyen al desbalance mencionado.
Los investigadores concluyen que la máxima relación de omega-6 a omega-3
debe ser de 2.3 a 1. Con esta relación se incrementa la conversión de ácido alfa
linolénico (de cadena corta) en los ácidos grasos esenciales de cadena larga:
eicosapentaenoico y docosahexaenoico 626 .
Las vacas que consumen cantidades significativas de hierba producen leche
con mucha más alta concentración de ácidos grasos omega-3 y menos
concentración de grasas saturadas que las que se alimentan con granos,
especialmente con maíz. El consumo de leche de vacas alimentadas con hierba
fresca disminuye el riesgo de enfermedades coronarias a la mitad en relación con
el consumo de leche de vacas alimentadas con granos 627 .
La leche orgánica contiene 25% menos omega-6 y 62% más omega-3 que la
leche convencional. Al mismo tiempo, la leche orgánica tiene mayor
concentración de antioxidantes (alfa-tocoferol y beta-caroteno) que la leche
convencional. Además, el contenido de ácido palmitoleico es 12% más alto en la
leche orgánica. El ácido palmitoleico es un ácido graso que se encuentra en la
grasa de la leche y su consumo está relacionado con menor resistencia a la
insulina, menor concentración de insulina en ayunas y menor riesgo de diabetes.
También está asociado con presión arterial más baja, menores concentraciones
sanguíneas de triglicéridos y menor riesgo de enfermedades coronarias 628 .

Leche cruda o leche pasteurizada


Durante millones de años los cachorros de los mamíferos, apenas naciendo, se
han prendido de las ubres maternas sucias de tierra y excremento. Esto no ha
significado ninguna amenaza para su salud; la leche, también conocida como
“sangre blanca” fue diseñada evolutivamente para eliminar las bacterias malas y
para permitir el desarrollo de las bacterias buenas (bifidobacterias y
lactobacilos).
La leche cruda impide el crecimiento de una gran variedad de bacterias
dañinas (patógenas), sin embargo, cuando se somete al calor, se transforma en un
excelente caldo de cultivo que favorece el crecimiento de bacterias peligrosas. El
calor daña los componentes que forman este imponente sistema de nutrición.
Entre estos componentes se encuentran las llamadas “inhibinas”, como la
lactoferrina y la lactoperoxidasa.
La lactoperoxidasa es una enzima que se encuentra en todas las secreciones
de los mamíferos (leche, lágrimas, saliva) y tiene la capacidad de destruir las
bacterias malas inhibiendo las enzimas de las membranas bacterianas. La otra
enzima antimicrobiana que contiene la leche es la lactoferrina, que tiene
propiedades antibacterianas, antihongos, antivirales y antitumorales. La
lactoferrina actúa como antibacteriana robando el hierro de las bacterias malas y
transportándolo a través de la pared intestinal al torrente sanguíneo. También
tiene efecto antiviral y antitumoral. Además, la lactoferrina estimula el
crecimiento óseo y el desarrollo del sistema inmune 629 .
La leche de vaca, a semejanza de la sangre, contiene glóbulos blancos como
los linfocitos B que producen anticuerpos, los macrófagos que devoran bacterias
extrañas y estimulan el sistema inmune y los linfocitos T que coordinan la
respuesta inmune.
Otros componentes de la leche cruda sirven para destruir bacterias malas y
para fortalecer el sistema inmune. Estos incluyen polisacáridos, oligosacáridos,
ácidos grasos, lisozimas, fibronectina, hormonas y factores de crecimiento; entre
estos últimos, el factor bifidus que impulsa el crecimiento de Lactobacillus
bifidus, bacteria benéfica y necesaria en la flora intestinal. Cuando se agregan
bacterias malas (Salmonella, E. coli, Listeria monocytogenes) a la leche cruda,
estas desaparecen en una semana. La pasteurización aniquila todos estos factores
protectores inactivando las células, los anticuerpos, las enzimas, los ácidos
grasos y las bacterias benéficas.
Las epidemias causadas por leche contaminada han tenido su origen en leche
pasteurizada y no en la leche cruda. La leche cruda tiene su propio mecanismo
para eliminar bacterias dañinas.
La pasteurización conduce a una pérdida de la vitamina C aumentando el
riesgo de escorbuto; origina también pérdida en la solubilidad del calcio y del
fósforo y la pérdida de altos porcentajes de vitaminas del complejo B.
Adicionalmente, la pasteurización inhibe la correcta absorción del calcio, hierro
y otros minerales

¿Qué es la leche real?


La leche real es la leche cruda con toda su grasa proveniente de animales sanos
que viven en libertad alimentándose de pasto. Numerosos grupos humanos en el
mundo gozan de excelente salud y tienen un desarrollo corporal impresionante
consumiendo la leche cruda de sus animales. En varios estados de la Unión
Americana (California, Connecticut, Maine, Washington, Carolina del Sur y
Pennsylvania) está permitida la venta de leche cruda certificada.
La mayor parte de los países del mundo permiten al ciudadano elegir si toma
leche cruda o no. La venta de leche cruda se permite en la mayor parte de los
países de la Unión Europea, tanto en tiendas, monitoreada bacteriológicamente
por las autoridades, como en las granjas. Máquinas que expenden leche cruda
han proliferado en Italia y en gran parte de Europa en los últimos años. Se
pueden encontrar frigoríficos de acero inoxidable en los estacionamientos de los
centros comerciales y en vehículos móviles. Se calcula que solo en Italia existen
1.300 de esas máquinas.
En Canadá, el mercado negro para la leche cruda sigue creciendo, aun
cuando el granjero que vende leche cruda puede enfrentar multas hasta de
250.000 dólares y hasta 3 años de prisión. Algunas personas viajan más de 200
kilómetros para comprar su leche cruda ilegalmente porque conocen su enorme
valor nutricional.
La multimillonaria industria de la leche, insaciable de ganancias, es el
principal opositor contra la venta de leche cruda en las granjas. El resultado es
que, de acuerdo a la ley en muchos países, solamente el dueño de las vacas y sus
hijos pueden tomar la leche cruda que producen sus animales.
La leche real es un alimento funcional ya que representa una fuente
importante de proteínas de alta calidad, así como de calcio. Además, contiene
factores que promueven el crecimiento. La leche real forma huesos faciales bien
desarrollados y excelente estructura corporal e impide el desarrollo de caries
dental. La leche cruda certificada es un alimento perfecto especialmente para los
niños en crecimiento porque beneficia el comportamiento, da energía, protege de
infecciones y cura de alergias y asma.
En los lugares donde no hay leche cruda certificada a la venta, las personas
que quieran gozar de sus maravillosas cualidades pueden desplazarse a las
poblaciones rurales cercanas a la ciudad para comprarla. Un médico veterinario
puede hacer las pruebas correspondientes para asegurar que las vacas están libres
de alguna enfermedad contagiosa como la brucelosis y la tuberculosis. El
esfuerzo por conseguir leche cruda de animales sanos se verá recompensado en
un excelente desarrollo físico y mental de la descendencia.

La leche de soja
Las fórmulas basadas en soja han estado disponibles durante aproximadamente
un siglo. A pesar de que estos productos tienen pocas indicaciones para su uso,
en Estados Unidos representan casi el 25% del mercado de las fórmulas. Las
pocas indicaciones incluyen niños con galactosemia y niños con deficiencia
hereditaria de lactasa, condición sumamente rara. Las fórmulas a base de soja
contienen fitoestrógenos que son compuestos que existen en las plantas con una
estructura y una función semejantes a las de la hormona femenina estradiol.
La exposición temprana a productos de soja puede alterar el comportamiento
en niñas; en un estudio se encontró que las niñas alimentadas con fórmula a base
de soja exhibieron un comportamiento de juego menos femenino. Un exceso de
sustancias con actividad estrogénica puede masculinizar un cerebro femenino o
feminizar un cerebro masculino (homosexualidad).
También se ha comprobado que el bisfenol A, presente prácticamente en la
sangre de todos los humanos, incrementa el efecto de los fitoestrógenos, lo que
puede acentuar el peligro de que se presenten enfermedades relacionadas con los
estrógenos, incluyendo el cáncer de pecho 631 .
6
INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Nutrición en la infancia y adolescencia


El desarrollo del sistema nervioso del humano continúa durante la niñez y la
adolescencia. La dieta durante estos periodos afecta la estructura del cerebro
(sustancia gris y sustancia blanca) así como la inteligencia. Por ejemplo, niños
que participan en programas de desayunos escolares muestran mejor desempeño
académico y el resultado varía de acuerdo al contenido de nutrientes y con el
índice glicémico de los alimentos. Conviene recordar que el índice glicémico
mide qué tanto eleva la glucosa en sangre un alimento. Los alimentos con bajo
índice glicémico aseguran aporte constante de glucosa a las neuronas y
favorecen el crecimiento de la sustancia gris y de la sustancia blanca ambas
responsables de la inteligencia y del comportamiento.
En un estudio, un grupo de niños alimentados con arroz (bajo índice
glicémico) durante el desayuno, cuando fue estudiado con técnicas de
neuroimagen presentó volúmenes de materia gris significativamente mayores en
algunas áreas del cerebro que los alimentados con pan (alto índice glicémico).
Además, también puntuaron más alto en el test de cociente intelectual (IQ) 632 .
Los niños que desayunan alimentos con alto índice glicémico (cereales
azucarados y postres), presentan hipoglucemia reactiva, es decir, bajos niveles de
glucosa en sangre. ¿Cómo se da este fenómeno? Te explico: cuando el páncreas
detecta elevación enorme de los niveles de glucosa como resultado de comer
alimentos azucarados, produce gran cantidad de insulina para estabilizar la
glucosa en sangre. Esto tiene un efecto de rebote que se manifiesta en un
descenso de las concentraciones de glucosa por debajo de los límites normales,
fenómeno conocido como hipoglucemia reactiva.
Durante el periodo que dura la hipoglucemia, se detiene el desarrollo del
sistema nervioso. Al no haber glucosa (combustible) dejan de construirse las
carreteras de la compleja red neuronal: se suspende la reproducción de las
neuronas, las neuronas ya formadas dejan de producir sus ramas (dendritas)
dejan de conectarse (sinapsis) con otras neuronas. Esto tiene como resultado
áreas de corteza cerebral más delgadas lo que equivale a menos inteligencia.
Además, durante las crisis de hipoglucemia se produce somnolencia y dificultad
para poner atención.
Un desayuno nutritivo sin cereales azucarados que tenga como base huevos
orgánicos o salmón puede traer como recompensa un niño más inteligente, más
atento y con mejores resultados académicos.
Durante la infancia y la adolescencia ocurren grandes cambios biológicos
que exigen los más altos requerimientos nutricionales que en cualquier otra etapa
de la vida. Usando imágenes de resonancia magnética, los investigadores han
podido constatar que, durante estos periodos del desarrollo, hay grandes cambios
anatómicos con incremento en el volumen de materia blanca en todo el cerebro e
incremento en el volumen de materia gris en algunas regiones cerebrales
específicas.
Ha quedado claro que el ácido docosahexaenoico es importante para el
desarrollo cerebral y visual del recién nacido. A los 6 meses de edad, cuando se
comienza a reforzar la lactancia materna con la alimentación complementaria, es
conveniente la introducción de alimentos ricos en ácido docosahexaenoico. La
yema de huevo proveniente de animales alimentados con ácido
docosahexaenóico ha mostrado mejorar el desarrollo del sistema nervioso y, en
especial, se ha constatado que estimula la maduración de la agudeza visual 633 .
La adolescencia es una etapa de la vida especialmente importante para el
desarrollo del cerebro porque hay un creciente número de conexiones
neuronales; es durante este tiempo cuando se completa la mielinización.
Presionado por la publicidad y un tanto alejado de la vigilancia paterna, el
adolescente con frecuencia elige alimentos poco saludables. No almorzar, comer
y cenar con regularidad y el consumo de una dieta pobre (refrescos endulzados
con azúcar, patatas fritas, pizzas, hamburguesas, chocolates, dulces, hot dogs)
está asociado con problemas de aprendizaje (en matemáticas, por ejemplo) 634 .
El consumo de pescado también es de vital importancia para el desarrollo del
cerebro que comienza en la vida intrauterina y continúa a lo largo de la niñez y
de la adolescencia. Comer pescado se refleja en el desempeño académico. Los
adolescentes que consumen pescado más de una vez a la semana obtienen
mejores calificaciones que los que no lo consumen 635 .
Otro nutriente sustancial para el infante es la vitamina D. Si durante la
gestación, la madre tiene niveles óptimos de vitamina D, la sangre del cordón
umbilical también tendrá buenas concentraciones de ésta. Después del
nacimiento, por medio de su leche, la madre sigue suministrando la vitamina D
que el niño necesita para su desarrollo. Cuando la madre es deficiente en
vitamina D el panorama es diferente y el niño puede presentar deficiencia. Si a
esto se suma que el niño no recibe suficiente radiación solar, está indicada la
suplementación de vitamina D (2,000 unidades internacionales diariamente).
Esto puede reducir el riesgo del niño de desarrollar diabetes tipo 1 636 .
La deficiencia de zinc puede alterar el desarrollo cognitivo afectando el
pensamiento, la memoria, el aprendizaje, la percepción y la atención. El zinc es
esencial para la neurogénesis (reproducción de las neuronas), para la migración
neuronal y para la formación de neurocircuitos por medio de las sinapsis
(conexión entre unas neuronas con otras o entre las neuronas y las células de las
glándulas o entre las neuronas y las células musculares) 637 . Entre las fuentes
dietéticas importantes por su contenido de zinc se encuentran las carnes de res,
cerdo, cordero y pescado. Otras fuentes importantes son las nueces, las
legumbres y la levadura.
La deficiencia de hierro puede afectar la atención, la inteligencia, las
emociones, el comportamiento y las habilidades motrices 638 ; además, la
deficiencia de hierro durante el embarazo y la lactancia incrementa el riesgo de
que el bebé desarrolle síndrome del espectro autista, síndrome de hiperactividad
con déficit de atención 639 y trastornos del sueño 640 .
Mientras que una alimentación saludable desde el nacimiento hasta la
adolescencia favorece el desempeño cognitivo, la dieta occidental pone en riesgo
a los adolescentes de padecer el síndrome de hiperactividad con déficit de
atención, afectando el desempeño escolar 641 .
Puntos clave:

Tu hijo no es un producto terminado cuando nace ni cuando tiene 6 años.


La fabricación de un ser humano termina alrededor de los 20 años.
El desayuno nutritivo es clave para fomentar su desarrollo cerebral.
El alimento chatarra frena desarrollo de su inteligencia.
Un desayuno azucarado conduce a la formación corteza cerebral más
delgada lo que significa menos inteligencia.
La ingesta de azúcar causa falta de atención y somnolencia.

Tóxicos ambientales y el desarrollo del niño


Los tóxicos que afectan el desarrollo durante la vida intrauterina causan también
efectos devastadores en la salud del niño y del adolescente. Tal es el caso de los
ftalatos, usados como plastificantes y aditivos en muchos productos de consumo.
Los niños pueden absorber los ftalatos del polvo de la casa, y especialmente a
través de la piel cuando la madre les aplica productos para el cuidado del bebé.
Recientemente se hizo un estudio en 163 niños de edad entre 2 y 36 meses y
se encontró que todos estaban expuestos a ftalatos y el 80% de ellos a 7 o más
ftalatos diferentes. Los niveles de ftalatos están en relación directa con el
número de productos de cuidado infantil aplicados por sus madres. La
exposición del niño a lociones, cremas, talcos y champús produce elevación en
los nivele sanguíneos de varios ftalatos evidenciada por la presencia de sus
residuos en orina 642 .
Otra fuente importante de ftalatos son los pisos de PVC. Las residencias que
tienen pisos de PVC tienen alta concentración de ftalatos en el aire del interior y,
como ya dije antes, estos químicos se han relacionado con asma y Síndrome del
Espectro Autista en niños.
Los recién nacidos que pasan tiempo en Unidades de Cuidados Intensivos
Neonatales pueden recibir altas cargas de ftalatos que migran de los dispositivos
de PVC usados como bolsas de sangre, bolsas que contienen electrolitos, equipo
plástico usado en la entubación endotraqueal y tubería de plástico usada en la
alimentación intravenosa 643 –644 .
En la orina de los niños con Síndrome del Espectro Autista se han
encontrado concentraciones elevadas de algunos metabolitos de los ftalatos, lo
que sugiere la posibilidad de que estos tóxicos trastornen el desarrollo del
cerebro en la etapa postnatal y causen esta enfermedad 645 .
En niños obesos de entre 6 y 8 años de edad, se ha encontrado una relación
entre las concentraciones urinarias de ftalatos y el índice de masa corporal y la
circunferencia de cintura, lo que significa que la exposición a altos niveles de
ftalatos en la niñez conduce a obesidad 646 .
En otro estudio con niños de 6-19 años de edad se encontró que altos niveles
de ftalatos se relacionan con la presencia de hipertensión arterial (presión arterial
elevada) 647 , y en sujetos de 12-19 años, con aumento en la resistencia a la
insulina que se presenta usualmente antes de que se inicie la diabetes 648 .
También se ha encontrado relación entre elevadas concentraciones de
metabolitos de ftalatos en orina y mayor frecuencia de Síndrome de
Hiperactividad con Déficit de Atención 649 , baja puntuación en las pruebas de
inteligencia (IQ) 650 y capacidad limitada para el aprendizaje.
El bisfenol A es otro tóxico que afecta el desarrollo del sistema nervioso
después del nacimiento. En niños de 8-11 años de edad se encontró que altas
concentraciones en sangre de bisfenol A se relacionaron con problemas de
comportamiento y con baja capacidad de aprendizaje 651 mientras que altos
niveles de bisfenol A en orina fueron relacionados con problemas de
hiperactividad, depresión, ansiedad y falta de atención en niños y niñas de 7 años
de edad.
Altas concentraciones de plomo en sangre han sido asociadas con el
Síndrome de Hiperactividad con Déficit de atención y con bajo cociente
intelectual en niños de 8-11 años 652 y la exposición a arsénico (medido en orina)
proveniente del agua potable está relacionada con reducción en la capacidad
intelectual en niños evaluados a la edad de 6 años 653 .
El manganeso es un elemento traza y su ingestión en pequeñas cantidades es
necesario para conservar la salud. Sin embargo, elevada concentración de
manganeso en el agua puede ser tóxico para el sistema nervioso infantil según se
observó en un estudio realizado en niños de 10 años de edad. Altos niveles de
manganeso detectados en orina fueron relacionados con una disminución de la
función intelectual 654 .
El humo de segunda mano es tóxico para el sistema nervioso del niño y
puede afectar la función neuromotora, que abarca coordinación visual,
movimientos finos, balance y fuerza 655 . La exposición ambiental al humo del
tabaco, evaluada por medio de la determinación de cotinina (un metabolito de la
nicotina) en orina, produce disminución en la puntuación de Cociente Intelectual
Verbal (VIQ), según un estudio realizado con 996 niños de 8-11 años de edad 656
.
Los niños expuestos durante los primeros años de vida al humo del cigarro
por tabaquismo materno tienen mayor riesgo de desarrollar obesidad 657 , retardo
en el crecimiento (corta estatura) 658 , leucemia 659 y, al llegar a la edad adulta,
mayor riesgo de desarrollar placas ateroscleróticas en las arterias carótidas, que
son el principal suministro de sangre al cerebro 660 .
Puntos clave:

Un ambiente, hasta donde sea posible, libre de químicos tóxicos es deseable


durante la niñez y adolescencia de tu hijo porque los daños que estos
producen son irreversibles.
No debes aplicar a tu hijo champús, cremas, lociones, talcos y cualquier
otro producto que contenga sustancias químicas sintéticas porque estas se
absorben o se inhalan y son tóxicas para el desarrollo
Como ya te expliqué, los plásticos liberan ftalatos; es necesario que
elimines, hasta donde sea posible, los plásticos en tu hogar.
Elimina de tu hogar los alimentos enlatados; contienen elevadas cantidades
de bisfenol.
Es indispensable ofrecer a tu hijo un hogar libre de humo de cigarro.

Contaminación del aire y neurodesarrollo.


Recordatorio: después de la proliferación neuronal que se da entre el segundo y
cuarto mes de vida intrauterina, las neuronas viajan desde las zonas centrales
hacia la periferia para formar la corteza cerebral. Luego viene un complejo
proceso de organización que comienza en el sexto mes de vida intrauterina y
continúa durante varios años después del nacimiento y consiste en la
arborización de las dendritas (ramificaciones de las neuronas), en la formación
de millones de circuitos por medio de las sinapsis (conexiones entre una neurona
y otra) y en la mielinización (formación de la vaina de mielina alrededor de los
axones necesaria para la transmisión de los impulsos nerviosos).
Después del nacimiento, el neurodesarrollo depende básicamente de dos
factores: a) De la leche materna, producto insustituible por su contenido
nutricional: b) Del apego, que es la tremenda influencia que ejerce el contacto
madre-hijo en el desarrollo psicomotor. Las experiencias del apego modulan las
conexiones cerebrales que definen al individuo. La falta de estos dos requisitos
condena al hijo a tener menos conexiones neuronales y, en consecuencia, menos
inteligencia.
Como ya expliqué, el proceso de mielinización se da: el 20% durante la vida
intrauterina, 60% durante los primeros 6 años de vida postnatal, 10% de los 6 a
los 25 años, y el último 10% de los 25 años hasta la muerte. Podemos afirmar
que por lo menos hasta los 20 años de edad, el cerebro humano se encuentra en
desarrollo permanente el cual puede ser dañado por múltiples factores
medioambientales.
Saber todo lo anterior te servirá para entender por qué es importante un
medioambiente adecuado para que tu hijo continúe con el desarrollo normal de
su sistema nervioso después del nacimiento. El aire que respiramos puede
contener un sinnúmero de sustancias tóxicas que interfieren con este desarrollo.
Los contaminantes del aire exterior incluyen partículas ultrafinas, ozono, óxido
de nitrógeno, plomo, dióxidos de azufre, monóxido de carbono e hidrocarburos
policíclicos aromáticos. Una gran parte de los contaminantes provienen de la
quema de combustibles fósiles.
Las partículas ultrafinas, cuya fuente principal son los escapes de los
automotores, son especialmente dañinas porque tienen la capacidad de atravesar
los pulmones y viajar hasta el tejido cerebral. En las autopsias de residentes de
megaciudades (ciudades con más de 10 millones de habitantes), tanto en
humanos (niños que mueren en accidentes) como en animales (perros, por
ejemplo), se han encontrado partículas ultrafinas en su corteza cerebral 661 .
Los niños que viven en las grandes ciudades tienen diferencias significativas
en los volúmenes de materia blanca de la corteza cerebral en comparación con
los que viven en ciudades menos pobladas. Los contaminantes penetran al
cerebro a través de las mucosas nasal, traqueobronquial y pulmonar; una vez ahí,
producen inflamación crónica y alteran su arquitectura.
Las partículas ultrafinas de carbón, carbón negro u hollín que resultan de la
combustión incompleta de fósiles, tienen efectos degenerativos sobre el cerebro.
Niños residentes en lugares con alta concentración de hollín en el aire mostraron
disminución en la capacidad cognitiva de acuerdo a evaluaciones de la
inteligencia verbal y no verbal 662 .
El plomo es otro contaminante del aire que puede afectar el cerebro en
desarrollo. Los niños con altas concentraciones de plomo en la sangre, cuando
llegan a adultos, presentan reducción en el volumen cerebral, comprobada ésta
por medio de imágenes de resonancia magnética. Una de las áreas más afectadas
es la materia gris de la región frontal que está relacionada con las funciones
ejecutivas, con la regulación del estado de ánimo y con la toma de decisiones 663
.
También se ha demostrado la asociación de la exposición prenatal y postnatal
a altos niveles de plomo y conducta delictiva (incluyendo el uso de mariguana),
así como de altas concentraciones de plomo en sangre y comportamientos
antisociales en adolescentes 664 .
Así mismo, la exposición medioambiental al plomo está relacionada con
trastornos de conducta, disminución de la capacidad intelectual y bajo
rendimiento escolar 665 .
Los niños que asisten a escuelas ubicadas cerca de carreteras muy transitadas
tienen menor crecimiento en el desarrollo cognitivo que los que asisten a
escuelas con menos contaminación, según un estudio con 2.715 niños de 7-10
años de edad 666 . También se ha comprobado que los niños que viven a menos
de 400 metros de autopistas durante el primer año de vida, tienen mayores
puntuaciones de hiperactividad (evaluada a los 7 años) que los niños que viven a
más de 1.500 metros. Esto es debido a la mala calidad del aire relacionada con el
tráfico, misma que se corrobora por el examen de muestras de aire tomadas en el
hogar 667 .
La exposición durante el primer año de vida a contaminación del aire
relacionada con el tráfico se ha asociado con mayor prevalencia de autismo. La
población rural está menos expuesta a aire contaminado que la población urbana.
Esto tiene consecuencias: en un estudio realizado con 969 niños de edad escolar
(9-17 años) residentes en la ciudad se encontró el Síndrome de Hiperactividad
con Déficit de Atención en el 11% de ellos, mientras que solo el 2.7% de un
grupo de 850 niños de la misma edad residentes en áreas rurales presentó el
síndrome 668 .
La agresividad infantil, la delincuencia de los jóvenes y los actos violentos
de los adultos han ido en constante aumento. Identificar los factores de riesgo es
un primer paso importante para prevenir la violencia, que es uno de los
principales problemas sociales. Se ha encontrado relación entre la contaminación
atmosférica procedente del tráfico (especialmente de manganeso, mercurio y
materia particulada) y conducta delictiva o actividad criminal. El estudio se
refiere especialmente a partículas de entre 2.5 y 10 micras (micra es la
millonésima parte de un metro) 669 .
Esto concuerda con un estudio en el cual se analizó el pelo de prisioneros
para determinar la concentración de manganeso; se encontraron niveles más
altos de manganeso en sujetos encarcelados por comportamiento violento que en
los de comportamiento no violento. ¿Hasta qué punto sería un acto de justicia
exonerar a un criminal que tiene en su cabello altos niveles de manganeso o
mercurio o a aquel que durante su niñez estuvo expuesto a este contaminante?
Puntos clave:

Las grandes metrópolis altamente contaminadas no son el lugar ideal para


que tu hijo pase los primeros 20 años de su vida
¿Crees tú que el bárbaro deterioro del medio ambiente debe frenarse por el
bien de las generaciones futuras?

Acetaminofén (paracetamol) y autismo


El aterrador incremento en la incidencia de autismo comenzó en 1980 cuando el
acetaminofén se comenzó a prescribir a los niños y jóvenes para tratar el dolor y
la fiebre desplazando a la aspirina a la que se culpó de causar el síndrome de
Reye. Este síndrome apareció en 1950 y desapareció en 1980 tanto en aquellos
países donde se prescribía la aspirina como en los países donde aún se sigue
usando. Actualmente se cree que el síndrome de Reye se debió a una mutación
viral que desapareció espontáneamente y que la aspirina no fue la causa del
problema. Todo parece indicar que solo se trató de una treta comercial para
retirar un producto patentado en Alemania (aspirina) y favorecer un producto
patentado en Estados Unidos (acetaminofén). En este momento se culpa al
acetaminofén de la epidemia de autismo que día a día se incrementa.
El acetaminofén actúa incrementando los niveles de endocanabinoides y
activando los receptores donde estos actúan. Los endocanabinoides son
sustancias fabricadas por el propio organismo que tienen una actividad
semejante a la de mariguana (Cannabis sativa). Al actuar sobre el sistema de los
endocanabinoides, el acetaminofén interrumpe el desarrollo normal del cerebro,
incrementando el riesgo de que se desencadene el autismo 670 –671 . La culpa del
acetaminofén en el desarrollo del autismo la corroboran con los estudios que
demuestran que el consumo materno de acetaminofén durante la gestación fue
correlacionado con alta prevalencia de autismo en la descendencia402 .

El uso de antibióticos en la infancia y la enfermedad de Crohn


La enfermedad de Crohn es un padecimiento de tipo autoinmune por el cual el
sistema inmunitario del individuo ataca a su propio intestino produciendo
inflamación. Los factores que perturban la colonización normal del intestino por
bacterias amigables pueden incrementar el riesgo de esta enfermedad. Es
necesario entender que los antibióticos agreden una parte importante de nuestro
organismo, el órgano microbio, cuya función se ha explicado ya en capítulos
anteriores.
Se ha encontrado una asociación entre el uso de antibióticos durante los
primeros 5 años de vida y mayor riesgo de que se presente la enfermedad de
Crohn 672 porque los antibióticos modifican la microflora intestinal que
desempeña un papel clave en el desarrollo de la inmunidad.
Puntos clave:

Los antibióticos sintéticos tampoco forman parte de la evolución, alteran la


flora intestinal y son por lo tanto dañinos para el ser humano, en especial
durante sus primeros años de vida.

La hipótesis de la higiene
A lo largo de este trabajo he recalcado una y otra vez que aquello que no formó
parte de la evolución humana es perjudicial para el desarrollo y la salud: la
higiene no formó parte de esta evolución. La higiene, predominante en los ricos
países industrializados, se ha convertido en un colosal enemigo del humano
porque desajusta el sistema inmune que se edifica, precisamente, sobre nuestra
relación ancestral con microorganismos y gusanos que, durante todo el periodo
evolutivo, han influido en el desarrollo, la regulación, la maduración, la
estimulación y la supresión del sistema inmune. Desde esta perspectiva, el ser
humano es resultado de un complejo proceso de convivencia con el ecosistema
que lo rodea. El bioma humano nos construyó, y si nos separamos de él, nuestro
sistema inmune se despeña; si lo dañamos, nos estamos dañando a nosotros
mismos.
Ya hemos visto, en el capítulo del nacimiento, cómo la forma de nacer (parto
vaginal o por cesárea) determina el tipo de bioma que adquiere el recién nacido:
los niños que nacen por vía vaginal adquieren una microbiota que semeja a la
microbiota de la vagina y del recto de su madre (Lactobacilos, Prebotella,
Sneathia), los nacidos por cesárea adquieren una microbiota semejante a la que
habita la piel de su madre (Estafilococos, Corinebacterium, Propionibacterium),
o sencillamente adquieren una microbiota compuesta de las bacterias de las
manos de los trabajadores del hospital, o de los muebles del hospital, o de la
ropa de la cama del hospital.
La hipótesis de la “higiene”, también conocida como la hipótesis de los
“Viejos Amigos”, sugiere que nuestro organismo necesita exponerse a estas
formas de vida porque ambos (nuestro organismo por un lado y las bacterias,
virus y gusanos por el otro) diseñan nuestro sistema inmune el que, a su vez,
modula el desarrollo del sistema nervioso.
El sistema inmune, lo mismo que el cerebro, “aprende” del medio ambiente;
para aprender necesita exponerse, no aislarse. Los individuos que habitan en las
grandes ciudades tienen una flora intestinal mucho menos variada (15-30%
menos) que los que habitan en zonas rurales 673 . Estos últimos están dotados de
un sistema inmune más equilibrado; mientras que los primeros, los que viven en
la ciudad, tienen un sistema inmune que con frecuencia se vuelve contra el
propio organismo (enfermedades autoinmunes) o reacciona en forma exagerada
(enfermedades alérgicas). Esa regulación defectuosa del sistema inmune puede
persistir durante la edad adulta.
La idea, inculcada por la industria médica, de que nuestros cuerpos son
estériles y de que cuando nos invade una bacteria aparece la enfermedad, es una
tontería. Mientras más diversa sea nuestra flora, más resistente y más preciso
será nuestro sistema inmune. Cada lágrima o cada gota de saliva, así como cada
centímetro cuadrado de nuestra piel, contiene millones de bacterias. Cada boca
humana, aun después del cepillado con pasta dental, contiene más de 100
millones de bacterias; la esterilidad es un mito.
Las sociedades industrializadas se enfrentan a un desmedido incremento en
la tasa de enfermedades tanto alérgicas como autoinmunes e inflamatorias cuyo
origen tiene que ver con la pobre diversidad de la flora intestinal. Los niños de
ciudad pueden tener una incidencia de enfermedades alérgicas hasta del 40%.
Por el contrario, se ha comprobado que los niños expuestos durante los primeros
años de vida a establos o al consumo de leche cruda de granja desarrollan
resistencia contra asma, fiebre del heno y atopia (sensibilidad exagerada ante
alérgenos ambientales) 674 .
La comunidad microbiana contenida en el polvo de un hogar se ve impactada
por la presencia de mascotas. El polvo de un hogar con mascotas contiene una
comunidad bacteriana más rica y diversa comparada con el polvo de una casa
donde no habitan mascotas. Los estudios epidemiológicos reportan que el
contacto con animales proporciona protección contra el desarrollo de
enfermedades alérgicas. Por ejemplo, permitir a los gatos entrar a la recámara
del niño desde el primer año de vida y durante la etapa preescolar le confiere
protección contra el desarrollo de asma infantil 675 .
En un estudio, las muestras de excremento de los niños que convivieron con
mascotas mostraron abundantes bacterias del género Bifidobacterium longum,
que es una bacteria probiótica no dañina. Estos niños no mostraron ningún
ataque de asma durante los dos años que duró la observación. Por otra parte, los
niños que no convivieron con mascotas tuvieron abundante Bifidobacterium
brevis. Bifidobacterium longum ejerce efectos benéficos sobre la inmunidad
tanto sistémica como intestinal, mientras que Bifidobacterium brevis tiene poco
efecto en el sistema inmune 676 –677 .
Durante millones de años la flora intestinal humana (bioma) se enriqueció de
la flora intestinal de los animales que existían en su medio ambiente. Tomar agua
de un arroyo visitado diariamente por muchos animales, los que además de
saciar su sed vaciaban en él su excremento y su orina, permitía a nuestros
ancestros ingerir una enorme variedad de bacterias. La misma fauna de ríos,
lagos y mares arroja su excremento y su baba al agua donde nada y cualquier
animal que beba esa agua recibe una enorme diversidad bacteriológica.
Evolutivamente la flora intestinal del humano se ha enriquecido durante
miles de años de convivencia con múltiples especies animales (perros, gatos,
aves, animales de pastoreo). Una flora con gran diversidad bacteriana promete
un sistema inmune eficaz. Es lógico suponer que la flora intestinal del niño se
enriquece también a expensas de la flora de sus padres o hermanos. Por ejemplo,
en un estudio se comprobó que los hijos de padres que chupan el chupete para
limpiarlo después de que este cae al suelo, tienen menos riesgo de desarrollar
alergia (asma, eczema) que los hijos de padres que no tienen ese
comportamiento. Los microbios de la saliva de los niños cuyos padres chupan el
chupón para limpiarlo, son diferentes a los que alberga la saliva de los niños
cuyos padres no tienen esa costumbre; los microbios transferidos al niño por la
saliva paterna estimulan y fortalecen su sistema inmune 678 .
El tamaño de la hermandad (número de hermanos), el orden de nacimiento y
el mayor número de hermanos mayores también protegen de la atopia
(sensibilidad exagerada ante alérgenos ambientales 679 ).
En este contexto, la higiene (altos estándares de limpieza) aparece como
factor desestabilizador del sistema inmune y algunos proponen la reconstrucción
de la flora intestinal (unos 10 billones de bacterias de unas 1.000 cepas
diferentes, innumerables virus y diversos gusanos), como una solución viable
para frenar la grotesca epidemia de enfermedades alérgicas y autoinmunes 680 .
Nuestra flora intestinal es un aliado, digiere nuestra comida, fabrica
vitaminas, modula nuestro sistema inmune y el desarrollo de nuestro cerebro. El
agotamiento de esta flora (antibióticos, antiparasitarios, dieta inadecuada) es una
de las causas de la elevación explosiva en la incidencia de las enfermedades no
contagiosas que asolan a los países industrializados. La flora intestinal merece
respeto. La administración de antibióticos durante el primer año de vida es un
factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad inflamatoria crónica del
intestino (enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa) que se hará manifiesta en
etapas posteriores de la vida 681 .
Puntos clave:

La limpieza exagerada no forma parte del proceso evolutivo de los


humanos. Un organismo superior se construye teniendo como aliados a los
microbios que habitan el medio ambiente.
Sean bienvenidas las mascotas a colaborar con su flora bacteriana a la
formación de un excelente sistema inmune en tu hijo. Por favor, deja ya de
ser “extremadamente higiénica”.

Nuestros amigos los gusanos


Los gusanos han habitado siempre en el intestino de los humanos y de los
mamíferos tanto domésticos como silvestres; forman parte de la evolución y son
“verdaderos maestros” en modular el sistema inmune a través de la producción
de proteínas específicas. Los humanos que albergan lombrices en su intestino
tienen un sistema inmune mucho menos reactivo (agresivo) que los que viven sin
lombrices. La integridad y funcionalidad del sistema inmune de los humanos
depende de los gusanos.
La presencia prolongada de gusanos (helmintos) en el intestino provoca la
elevación de citocinas anti-inflamatorias que protegen de la alergia. Los
pacientes que padecen de esclerosis múltiple (enfermedad del sistema nervioso
que afecta el cerebro y la médula espinal) y que portan gusanos en su intestino,
presentan menor número de ataques agudos, mínima incapacidad y pocos
cambios en las imágenes de Resonancia Magnética comparados con los
pacientes no infectados 682 .
En la actualidad, se está usando la terapia con gusanos (triquina del cerdo o
Trichuris suis, Necator americano y Anquilostoma) para modular la respuesta
inmune y tratar enfermedades como la fiebre del heno, la enfermedad de Crohn,
la colitis ulcerativa y la esclerosis múltiple 683 . Los parásitos y sus huevos son
las nuevas armas que se están usando contra los trastornos autoinmunes.
Las prácticas higiénicas y el uso de antibióticos de amplio espectro y
antiparasitarios pueden desestabilizar la función inmune y en consecuencia ser
responsables del grosero incremento en la incidencia de asma, atopia y
enfermedades inflamatorias. El tratamiento con antihelmínticos durante el
embarazo no ha mostrado mejorar el estado de anemia materno y, por el
contrario, la administración de antiparasitarios (Albendazol, Praziquantel) a las
madres aumenta la incidencia de eczema infantil 684 .
Los antiparasitarios pueden también contribuir al aumento de la incidencia
del autismo, considerado como una enfermedad del sistema inmunológico
desajustado por la cultura moderna. Mientras que en Estados Unidos en 1970
había un autista por cada 2500 individuos, en la actualidad hay uno por cada 68
si se incluyen niños y niñas y uno por cada 42 tomando en cuenta solo los
varones. Se ha relacionado el alarmante incremento en la tasa de autismo con el
trastorno en la inmunidad ocasionado por las modificaciones que la flora
intestinal humana ha sufrido como resultado de las agresiones de la fabricación
química.
El sistema inmune juega un papel importante en el desarrollo del sistema
nervioso regulando la proliferación neuronal, la ramificación de las dendritas y
la formación de circuitos nerviosos por medio de las sinapsis (conexiones). En el
autismo aparece una variedad de anormalidades del sistema inmune que incluyen
la presencia de auto anticuerpos, algunos dirigidos directamente contra el
cerebro.
Hay una permanente comunicación bidireccional entre nuestro sistema
nervioso central (cerebro y médula espinal) y nuestra comunidad microbiana
intestinal (biota) que se lleva a cabo por medio de los nervios, de las hormonas y
por medio del sistema inmune. Es lo que se llama “eje intestino cerebro”.
Puntos clave:

Los gusanos forman parte de la evolución de los mamíferos y muchos de


ellos proporcionan beneficios innegables al sistema inmune humano.
CONCLUSIÓN
Llegamos al final. Logramos armar (yo como escritor, tú como lectora) las
piezas –antes entremezcladas- de un rompecabezas muy complejo como es el
reto de fabricar un hijo de calidad 100 en el actual escenario grotesco y lleno de
riesgos. La industria amenaza de mil maneras el proyecto; su terquedad es
insufrible; su bárbara ambición, insaciable. A veces dan ganas de dar un golpazo
al mundo civilizado que apesta y refundirse en lo impenetrable de la selva para
comenzar de nuevo. ¿En qué terminará todo esto? Finalmente, el humano no
resultó ser tan “sapiens”: corrompe la nave donde viaja, ensucia todo y la salud
humana le parece una poquedad.
Traer un nuevo ser a morar entre nosotros emociona y alegra: al mismo
tiempo sorprende, desconcierta, asusta. No obstante, ahora no estás inerme;
ahora tienes el conocimiento; ahora sabes qué hacer y qué no hacer. Ahora
reconoces tu fragilidad ante un medioambiente que amenaza el proceso de
fabricación de tu hijo desde antes de la concepción hasta que él llegue a los 20
años. Ahora puedes evitar esos riesgos que son muchos y están ocultos, como
duendes siniestros que se entrecruzan en tu camino a cada paso.
¡Te felicito! Terminaste con éxito tu preparación; cumpliste con tu
responsabilidad; dejaste la cómoda pasividad para buscar información; lo que
aprendiste será el andamiaje que sostendrá tu proyecto “hijo”. Ahora conoces
mejor tu cuerpo, el medio ambiente, los ritmos del sol, las moléculas que nos
forman y el lodazal de químicos tóxicos en que nadamos.
Ahora puedes discernir qué es cierto y qué es falso del parloteo interminable
de los que te “venden” algo; ahora vas a desconfiar de todo (de la industria,
sobre todo, que busca tu dinero a toda costa).
Nada sería más gratificante para mí que observar un día la fotografía de tu
hijo o hija con su hermosa cara en forma de óvalo y pómulos salientes y su
atlético y envidiable cuerpo. Nada sería mejor que enterarme que es un ser
maravilloso, centrado, cariñoso, de buen comportamiento y excelente
desempeño en la escuela.
Visita mi sitio web www.hijocalidadtotal.com para que estés al tanto de los
últimos descubrimientos científicos relacionados con la procreación
Queda mucho por hacer: es obligación de todos trabajar arduamente para
reconstruir nuestro planeta y frenar su deterioro, mismo que queramos o no,
afectará la calidad de vida de cada nuevo ser que sea fabricado. ¿Dónde vamos a
colocar a nuestros amados hijos, a nuestros nietos y bisnietos?
Si alguien me preguntara qué sentido le encuentro a mi vida contestaría:
dejar un mundo mejor para los que vienen. ¿No lo crees así?
APÉNDICE 1: CIRCUNCISIÓN
La circuncisión es un procedimiento que se practica hace más de 15.000 años.
En algunos países desde hace más de medio siglo la circuncisión indiscriminada
y rutinaria ha estado presente. Millones de niños han sido circuncidados con el
pretexto de que el prepucio es responsable del cáncer cervicouterino. Esto
devino de la suposición de que la mujer judía, cuyo marido ha sido circuncidado
por causas religiosas, tiene menos incidencia de este cáncer. Escrupulosos
trabajos de investigación echaron por tierra dicho argumento.
La circuncisión innecesaria, junto con la cesárea innecesaria y la sustitución
de la leche materna por las fórmulas comerciales, son agresiones de la industria
médica al “proyecto hijo”. Me parece particularmente increíble que los médicos,
hasta ahora, no hayan propuesto la mastectomía rutinaria a todas las niñas recién
nacidas para evitarles morir de cáncer de pecho en la etapa de la menopausia. No
sería descabellado si tomamos en cuenta lo siguiente

Primero: que la industria de los lácteos propaga desde hace más de un siglo
que tiene el sustituto ideal de la leche materna (falso).
Segundo: la industria de los plásticos no tendrá ningún problema para
desarrollar prótesis de plástico de diferente formas, tamaños y colores para
ser usadas en el tórax de acuerdo a las diferentes etapas del desarrollo
femenino.

La amputación del prepucio es otra falta de respeto a la evolución. Si está ahí es


precisamente porque ahí debe estar y no es un error de la evolución que deba
corregir un cirujano.
El prepucio no es precisamente un trozo de piel; es un músculo cilíndrico
que ejerce una presión sobre el cuerpo del pene formado por el cuerpo esponjoso
y los cuerpos cavernosos. Esta presión es necesaria para el alargamiento del pene
y también para el aumento de volumen de la cabeza del pene. La falta de
prepucio puede ser causa de deterioro en la función eréctil y de impotencia
sexual (dificultades para alcanzar el orgasmo); esto se debe a que, durante la
intervención, se elimina gran cantidad de tejido erógeno que existe en el
prepucio. Además, sin su natural protección, el glande queda expuesto al roce
constante que origina lo que se llama queratinización (transformación de las
células de la piel en un tejido córneo o duro). La queratinización con el paso del
tiempo hace que el pene se vuelva insensible y aparezca la incapacidad para
alcanzar el orgasmo.
Las complicaciones, aparte del daño en el desarrollo psicosexual, van desde
las leves y fácilmente controlables como la hemorragia, hasta las graves como
pene hundido, necesidad de amputar el glande (cabeza del pene), obstrucción
uretral, falla renal aguda, pielonefritis, infecciones graves y raramente la muerte.
En un amplio estudio realizado con 342.877 niños se encontró que los
circuncidados tuvieron más riesgo de desarrollar autismo antes de los 10 años
que los no circuncidados. La situación se vuelve más complicada si tenemos en
consideración que el uso de acetaminofén para calmar el dolor de la circuncisión
puede disparar el desarrollo de autismo porque activa un sistema de
intercomunicación celular (sistema endocanabinoide) interfiriendo así con el
desarrollo normal del cerebro. Por otro lado, también se ha observado que los
circuncidados son más propensos a desarrollar trastornos de hiperactividad.
Estados Unidos es, entre las naciones industrializadas, el país que tiene más
altas tasas de circuncisión infantil y, al mismo tiempo, el que tiene tasas más
altas de transmisión heterosexual del virus de la inmunodeficiencia humana. Por
lo tanto, tampoco se puede argumentar que la protección contra el SIDA es una
razón válida para realizar la circuncisión.
La circuncisión sin una necesidad médica precisa es un error y la religión no
es excusa para mutilar el pene de un niño. El auge de este procedimiento en
Occidente se debe a que circuncidar significa ganar dinero. Es necesario prohibir
la circuncisión a favor de los derechos de los niños. La circuncisión no es
moralmente permisible y en algunos países, incluso, hay leyes para castigar esta
mutilación.
APÉNDICE 2: HERENCIA EPIGENÉTICA
TRANSGENERACIONAL
Tanto la forma como la función y el comportamiento de los organismos se
transmiten de generación en generación a través de la información genética
contenida en los cromosomas. Un cromosoma es una hebra que contiene largas
cadenas de moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN) formadas por muchos
genes. Cada gen es un segmento corto de ADN que contiene la instrucción para
que se fabrique una proteína o un ácido nucleico. Hay aproximadamente 30.000
genes en cada célula del cuerpo. El conjunto de genes pertenecientes a una
misma especie se define como genoma.
El genoma tiene una estructura relativamente estable, sin embargo, diversos
factores ambientales pueden silenciar o activar genes en el espermatozoide o en
el óvulo sin modificar su estructura, es decir, sin producir cambios en la
secuencia del ADN. Estos cambios (marcas) pueden persistir por más de una
generación. Se trata de modificaciones químicas en los genes sin que haya una
mutación en el ADN y se conocen como “marcas epigenéticas”.
Nacemos con las marcas epigenéticas que nos han impreso nuestros
ascendientes: padres, abuelos, bisabuelos e incluso tatarabuelos y nadie puede
vivir sin esas marcas heredadas. Mientras que los genes son el resultado de la
historia de la evolución, nuestro comportamiento, nuestra salud o enfermedad es
el resultado de la expresión de nuestros genes y la expresión de nuestros genes se
modifica por las marcas epigenéticas.
Las marcas que heredamos son resultado de la exposición de los genes de
nuestros ascendientes a diversos factores medioambientales tales como el tipo de
nutrición, el hambre, el estrés y el efecto de tóxicos ambientales. Dichos factores
medioambientales pueden activar o desactivar los interruptores de
encendido/apagado en los genes de los óvulos y espermatozoides o en los genes
del feto en desarrollo y con ello, modificar la expresión del código genético.
Muchos genes se pueden activar o desactivar por modificaciones químicas
que le ocurren al ADN. Las modificaciones más frecuentes (mecanismos
epigenéticos) que afectan el ADN sin modificar su secuencia básica son adición
de grupos químicos externos (por ejemplo, la adición del grupo metilo CH3 ) y la
modificación química de las proteínas (histonas) que enrollan el ADN dentro de
la célula (por ejemplo, por la adición de grupos acetil CH3 CO). Por medio de
estas modificaciones epigenéticas heredables, la expresión de los genes se activa
o se apaga influenciando la susceptibilidad de la descendencia a sufrir
enfermedades durante todo el periodo de vida.
Muchos factores del medio ambiente pueden producir modificaciones
epigenéticas heredables a varias generaciones. Por ejemplo, individuos
expuestos a malnutrición y estrés durante las etapas tempranas de su desarrollo
embrionario exhibieron un riesgo aumentado de padecer enfermedades
metabólicas, cardiovasculares y mentales (esquizofrenia).
Después del nacimiento, las experiencias adversas pueden imprimir cambios
epigenéticos que persisten toda la vida. Por ejemplo, ratas que recibieron pocos
cuidados maternos en los primeros días de vida desarrollaron una respuesta
exagerada al estrés que persistió en la edad adulta.
Numerosos contaminantes que se encuentran en el medio ambiente pueden
causar perturbaciones epigenéticas. Los metales pesados tales como el níquel, el
cadmio y el arsénico pueden alterar los patrones normales de metilación y
acetilación conduciendo a diferentes enfermedades como cáncer, trastornos del
sistema nervioso y padecimientos autoinmunes.
De manera particular, interesa en este capítulo estudiar los efectos de algunos
perturbadores del sistema endocrino que pueden afectar el control epigenético y
causar efectos que pueden transmitirse por varias generaciones si la exposición
ocurrió durante la etapa prenatal o en los primeros meses de vida. La
importancia de estos perturbadores deriva de dos hechos fundamentales:
primero, que se encuentran ampliamente diseminados en el medio ambiente
moderno, y segundo, que una madre embarazada expuesta a estos químicos está
programando no solo enfermedades a su hijo o hija, sino también a sus nietos,
bisnietos y tal vez tataranietos.
En ratas, se comprobó que tanto el bisfenol A como los ftalatos pueden
promover herencia epigenética transgeneracional de enfermedades de los ovarios
(disminución del peso, ovario poliquístico), de los testículos (cambios en la
arquitectura), de la próstata (cambios en la arquitectura), así como de obesidad
hasta la tercera generación de la descendencia [685].
También se detectó la aparición de tumores en glándula mamaria, hígado,
pulmón, bazo, vejiga urinaria, piel y cerebelo y, con menos frecuencia en los
animales de la tercera generación, la presencia de ceguera, cataratas,
degeneración del hígado (cirrosis) y convulsiones.
El Dicloro Difenil Tricloroetano (DDT) es otro de los factores tóxicos
medioambientales que ha mostrado promover la herencia epigenética
transgeneracional. Más del 50% de los descendientes de la tercera generación de
ratas expuestas durante el embarazo al DDT desarrollaron obesidad.
Otros contaminantes medioambientales que han mostrado promover herencia
epigenética transgeneracional de enfermedades son la dioxina, el metoxicloro y
el vinclozolin, fungicida de uso común.
Es imposible exponer, de manera premeditada, a seres humanos a estos
agresores medioambientales para ver sus efectos transgeneracionales. Es por eso
que se usan estudios en animales.
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El número PMID (PubMed identifier) que aparece en cada referencia permite el
acceso inmediato al artículo en PUBMED.

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