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La Dicotomía de la Prueba

La dicotomía de la prueba consiste en los actos de investigación o


diligencias realizadas en la fase preparatoria del proceso penal que no tendrán
valor probatorio alguno, hasta tanto no sean ofertados o promovidos en la
acusación fiscal por parte del Ministerio Público, y estos por supuesto hayan sido
admitidos en la fase intermedia y practicados en el juicio oral.

En principio, se debe diferenciar los actos de investigación y actos de


prueba. Los primeros, son aquellos actos realizados en la etapa de investigación
preliminar que tienen como objetivo primordial, recabar todos los elementos de
información que permitan establecer la existencia del hecho, y la individualización
e identificación de los presuntos responsables de la comisión del mismo (Por
ejemplo, la inspección técnica, práctica de reconocimientos médico legales,
experticias toxicológica, protocolo de autopsia, entrevista a testigos, experticia
tricológica), que posteriormente serán promovidos, admitidos e incorporados a
través de medios de prueba al juicio oral. Estos actos de investigación se
caracterizan por ser actos unilaterales que no están sometidos al control de las
partes y deben ser practicados durante la fase preparatoria del proceso. Los actos
de prueba, en cambio, son la acreditación de esos actos de investigación,
previamente incorporados mediante los medios de prueba, que son desarrollados
en el juicio oral, y cumplen con el fin de la actividad probatoria y de esa manera
crear convicción. A diferencia de los actos de investigación, los actos de prueba si
exigen la existencia del control, la contradicción y la intervención de dicha prueba
por parte del órgano judicial.

Por tanto, al momento en que se inicia el proceso penal, el Fiscal del


Ministerio Público, tendrá su primer acercamiento al hecho penalmente relevante
que presuntamente ocurrió, lo que implica el desenvolvimiento del aparato
investigativo a los fines de resguardar todos aquellos elementos activos y pasivos
que puedan permitir la reconstrucción procesal de la situación fáctica generadora
del conflicto penal.

Es por ello, que cobra un valor primordial la forma y el modo en que el


Ministerio Público asume el contacto con la investigación, profundizando de forma
responsable sobre una de las características de riesgo que impregnan la actividad
probatoria, la cual es la Dicotomía de la Prueba.

De esa manera, debe analizar los riesgos presentes por dicotomía de la


prueba, comenzando por los actos de investigación realizados en la fase
preparatoria del proceso, los cuales están caracterizados por ser actos unilaterales
dictados por parte del Ministerio Público, las unidades criminalísticas adscritas a él
o el Órgano de Policía de Investigaciones Científicas, Penales y criminalísticas. En
principio estos actos de investigación no están sometidos al control de la víctima o
la defensa del imputado que como partes, solo podrán solicitar el Control Judicial
cuando el criterio fiscal se aparte o supere lo expresamente señalado por la
Constitución y la ley.

Se tiene entonces, que en la fase preparatoria del proceso penal, los actos
de investigación tienen como objetivo principal, recabar todos los elementos de
información que permitan establecer los elementos de convicción, activos y
pasivos relacionados con el hecho que se está investigando, y la individualización
e identificación de los presuntos responsables y participes de su comisión, dentro
de los cuales se encuentran: la inspección técnica, allanamientos, intervenciones
telefónicas, práctica de reconocimientos médico legales, experticias toxicológicas,
protocolo de autopsia, entrevista a testigos, experticia de vaciado a elementos
informáticos, entre otras actividades probatorias que seguramente arrojará
elementos de convicción que desde su obtención, pasando por su ofrecimiento y
admisión en la fase intermedia, hasta su recepción en la fase del juicio
pretenderán crear la convicción de probar en la mente del juez en el juicio.

Es así como los actos de prueba, constituyen la acreditación suficiente de


los actos investigativos, también considerados como informativos, previamente
incorporados mediante los medios de prueba rendidos en el Juicio, en
cumplimiento con el fin legal que establece la actividad probatoria.

Por consiguiente, el carácter de la dicotomía de la prueba en el proceso


penal acusatorio, constituye la transformación del contenido de los elementos de
convicción en pruebas, que afecta su esencia propiamente dichas, estableciendo
consecuencias o características que diferencian la actividad probatoria en el
proceso penal.

Por todo ello, se puede decir que se busca la purificación, depuración y la


separación de los actos de pruebas, que llegaran al juicio oral, orientada sobre la
necesidad, pertinencia, utilidad y legalidad del elemento aportado. Esto quiere
decir que las partes deben promover las pruebas en la oportunidad procesal que
les confiere la ley y estas ser admitidas para su práctica en el juicio oral,
deduciéndose que no podrán ser valoradas o incorporadas al debate oral, las que
sean promovidas extemporáneamente, fuera del lapso legal, que sean
impertinentes o que su obtención haya sido contraria expresamente a la ley.

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