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http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000978.

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Cólicos y llanto
Es el llanto en un bebé que dura más de tres horas al día y que no es causado por un problema de salud. Un
cólico ocurre en casi todos los bebés en grados variables. Casi todos los bebés pasan por un período en el que
son quisquillosos o melindrosos.

Causas
Aproximadamente 1 de cada 5 bebés lloran por un tiempo suficiente como para que se considere cólico. El
momento varía, pero el cólico por lo regular afecta a los bebés comenzando a aproximadamente las 3 semanas
de vida y alcanza su punto máximo en alguna parte entre las 4 y las 6 semanas de edad.

El llanto asociado con cólico generalmente ocurre al final del día. Los bebés con cólico tienden a estar
anormalmente sensibles a la estimulación. Algunos bebés tienen más molestia a raíz de los gases intestinales.
Algunos lloran de hambre, otros por sobrealimentarse. Algunos no pueden tolerar ciertos alimentos o proteínas
en la leche materna o la leche maternizada. El miedo, la frustración o incluso la excitación pueden llevar a
síntomas de cólicos. Cuando otras personas alrededor del bebé están preocupadas, ansiosas o deprimidas, los
bebés pueden llorar más.

El cólico finalmente desaparece. Los síntomas empiezan a mejorar después de aproximadamente 6 semanas y
generalmente desaparecen a las 12 semanas. Si su bebé todavía tiene cólicos a las 12 semanas de edad, usted
debe consultar con un médico para descartar otra afección, como el reflujo.

Síntomas
El cólico casi siempre se inicia a la misma hora cada día. Los bebés con cólico son más melindrosos en las
noches.

Los síntomas de cólico a menudo se inician de manera repentina. Las manos de los bebés pueden estar
empuñadas, las piernas encogidas y el vientre puede parecer hinchado. El episodio puede durar minutos u horas
y generalmente termina cuando el bebé cae exhausto o cuando defeca o pasa el gas.

A pesar del dolor abdominal obvio, los bebés que sufren de cólico comen bien y suben de peso normalmente.

Pruebas y exámenes
El médico a menudo puede diagnosticar el cólico haciendo preguntas acerca de la historia clínica y los síntomas
del bebé, incluyendo la duración del llanto.

El médico llevará a cabo un examen físico para descartar otros problemas como una hernia, una intususcepción
u otros problemas médicos. Se pueden necesitar exámenes adicionales si el diagnóstico no es claro.

Tratamiento
Ayudar a un bebé con cólico implica identificar y evitar las cosas que desencadenan los episodios de llanto. En
lo posible, también es importante aprender qué es lo que más reconforta a su bebé.
Posibles desencadenantes del cólico:

 Los alimentos: los alimentos que se pasan a través de la leche materna pueden afectar a su hijo. Si usted
está amamantando, evite estimulantes tales como la cafeína y el chocolate. Trate de evitar los productos
lácteos y las nueces durante unas semanas, ya que éstos pueden estar causando reacciones alérgicas en el
bebé. Las personas escuchan con frecuencia que las madres lactantes deben evitar el brócoli, el repollo,
los frijoles y otros alimentos productores de gases. Sin embargo, no hay mucha evidencia de que estos
alimentos sean un factor.
 La leche maternizada: Algunos bebés pueden ser sensibles a las proteínas en la leche maternizada.
Cambiarles la leche puede ser importante para algunos bebés.
 Medicamentos: los medicamentos que se pasan a través de la leche materna también pueden hacer que
un bebé llore. Si usted está amamantando, hable con su médico acerca de los medicamentos que toma.
 Alimentación: Evite sobrealimentar al bebé o alimentarlo demasiado rápido. Si una alimentación con
biberón toma menos de 20 minutos, el agujero en el pezón o tetina puede ser demasiado grande.

CONSEJOS PARA RECONFORTAR AL BEBÉ

Lo que reconforta a un niño puede no calmar a otro. A algunos bebés les gusta que los envuelvan en una cobija
caliente y otros prefieren estar libres. Intente muchas cosas diferentes y preste atención a lo que aparentemente
funciona, incluso así sea solo un poquito.

 Cargar a su hijo es muy útil. Mientras más horas se cargue a un bebé, aun temprano en el día, menor será
el tiempo en que esté melindroso en la noche. Esto no malcriará a su hijo. Las mochilas portabebé que se
usan en el cuerpo pueden ser una gran forma de mantener a su bebé apretado.
 Meza suavemente a su bebé. Mecer es muy reconfortante y puede ayudarle al bebé a eliminar los gases.
Cuando los bebés lloran, tragan más aire. Esto crea más gases y quizás más dolor de estómago, lo cual
causa más llanto. Este ciclo puede ser difícil de romper. Una mecedora infantil es una buena alternativa
para bebés de al menos 3 semanas de vida que pueden sostener su cabeza erguida.
 Cantarle canciones de cuna a los bebés puede ser muy reconfortante.
 Cargue a su bebé en posición vertical, ya que esto ayuda al movimiento de los gases y disminuye la
acidez. Asimismo, una toalla caliente o una botella con agua caliente en el abdomen puede ser calmante.
 Algunos bebés prefieren estar acostados boca abajo, cuando están despiertos, mientras alguien les da un
masaje en la espalda. Nunca ponga a un bebé a dormir boca abajo. Los bebés que duermen sobre su
estómago tienen un riesgo más alto de sufrir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
 Ofrézcale a su bebé un chupete. Algunos bebés están felices únicamente cuando están chupando algo.
 Si usted amamanta, podría reducir el cólico al permitirle al bebé terminar con la primera mama antes de
ofrecerle la segunda. La concentración de la leche materna cambia durante una alimentación. Al
principio, la leche es baja en calorías y grasa, pero la leche al final del vaciado de cada mama, llamada
calostro, es más rica y algunas veces más calmante. Si el bebé aún parece estar incómodo o está
comiendo demasiado, entonces se le puede ofrecer solo un seno (con la frecuencia deseada) durante un
período de 2 a 3 horas. Esto podríadarle al bebé más leche calostro.
 Algunos niños parecen estar más calmados cuando se les da una vuelta en automóvil. Si esto le ayuda a
su bebé, pregúntele al pediatra acerca de un dispositivo que imita el movimiento y sonido de un
automóvil.
 Los ruidos "blancos" pueden calmar a algunos bebés. Usted puede comprar máquinas de ruidos blancos
o ensayar con el sonido de un ventilador, una aspiradora, una lavadora de ropa o de platos.
 Las gotas de simeticona que se venden con receta pueden ayudar a reducir los gases. El cuerpo no
absorbe este medicamento y es seguro para los bebés. El médico puede prescribir medicamentos más
fuertes si el bebé tiene cólico intenso.

Expectativas (pronóstico)
Un bebé generalmente supera el cólico hacia los tres o cuatro meses de edad.

Posibles complicaciones
Por lo general, no hay complicación alguna.

Cuándo contactar a un profesional médico


Llame al pediatra si su bebé está llorando mucho. Es importante descartar otras afecciones más serias.

Llame al pediatra inmediatamente si:

 Hay un cambio repentino en el patrón de llanto o de comportamiento del bebé.


 El bebé que llora también tiene fiebre, vómitos fuertes, diarrea, heces sanguinolentas u otros problemas
estomacales.

No le dé miedo buscar ayuda inmediatamente si se siente abrumada o tiene pensamientos de hacerle daño a su
bebé.

Prevención
Es probable que el bebé tenga un período de melindres sin importar cualquier tipo de prevención.

No obstante, las buenas técnicas de alimentación y la identificación de los desencadenantes pueden ser útiles. Si
usted está amamantando, hablar con un asesor en lactancia puede servirle.

Aprenda qué es lo que reconforta al bebé antes de que se pueda desarrollar el cólico. Conocer qué calma al bebé
puede ayudar a evitar que el período de melindres se vuelva más intenso.

Nombres alternativos
Cólico infantil

Referencias
Herman M, Le A. The crying infant. Emerg Med Clin North Am. 2007 Nov;25(4):1137-59, vii.
This article uses information by permission from Alan Greene, M.D., © Greene Ink, Inc.

Actualizado: 8/2/2011
Versión en inglés revisada por: Neil K. Kaneshiro, MD, MHA, Clinical Assistant Professor of Pediatrics,
University of Washington School of Medicine. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director,
A.D.A.M., Inc.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

http://guiadelactanciamaterna.wordpress.com/difficultades-bebe/colico-en-el-bebe-amamantado/

Cólico en el bebé amamantado


Todos los bebés lloran pero el término cólico se utiliza para describir el llanto persistente
de un bebé sin saber por qué y que continua a pesar del consuelo de sus padres. Suele
ocurrir a últimas horas de la tarde. Comunmente se suele considerar cólico si el bebé llora
por lo menos tres horas al día, por lo menos tres días a la semana y por una duración
mínima de tres semanas (definición de Wessel 1954). El cólico suele afectar al 5-20% de
los bebés. Suele empezar a la edad de 2-3 semanas y suele detenerse sobre las 12-16
semanas aunque a veces dura más. Según el Dr Jack Newman, para que se considere
cólico, el bebé tiene que aumentar de peso y estar sano.

No existe un tratamiento para el cólico totalmente eficaz. Aunque algunos medicamentos


y estrategias de comportamiento parecen funcionar, ésto suele ser a corto plazo. Ninguno
de los medicamentos que se han probado en ensayos clínicos han demostrado ser beneficiosos del todo.

¿Cuáles son los signos y síntomas del cólico?

 Edad entre 0-4 meses - El cólico del lactante suele ser más común en bebés de esta edad.
 El bebé se lleva las rodillas hacia el vientre – Éste es uno de los signos principales del cólico, junto con
los puños cerrados y la expresión de agonía en el bebé. Estos bebés suelen chillar mucho.
 Patrón de llanto regular (ej, al final de la tarde) – El cólico suele ocurrir hacia las últimas horas de la
tarde. Sin embargo, si el bebé solo llora sin mostrar los otros signos descritos anteriormente (llevar las
rodillas hacial el vientre, etc) puede que sea el llanto normal de la tarde/noche.
 Períodos prolongados de llanto – Esto puede indicar cólico sobre todo si va acompañado de otros
signos.
 Heces verdes y aguadas – Esto normalmente indica un desequilibrio entre la leche inicial y la leche final
de la toma (conocido también como “Síndrome de exceso de oferta”). Esto ocurre si el bebé toma mucha
cantidad de leche inicial y no cantidad suficiente de la leche del final. La leche inicial se digiere más
rapidamente (debido a su bajo contenido en grasas y calorías) causando que el bebé tenga hambre muy
pronto – y entonces hace otra toma de leche baja en calorías. Durante el curso del día, el bebé toma más
leche de lo debido y, por tanto, más lactosa de la que su sistema digestivo puede tolerar. La lactosa
estimula al intestino a mover la leche de forma más rápida lo que causa heces verdes y aguadas y cólico
en el bebé. Esto suele ser debido a un mal agarre o a que la madre cambia al bebé al segundo pecho sin
dejarle terminar la leche del primero. A pesar de que la madre tiene mucha leche, el bebé a menudo
pierde peso. Para evitar este problema hay que corregir el agarre y dejar que el bebé termine el primer
pecho primero. Las cacas verdes también pueden ser debido a que el bebé es sensible a una sustancia
que él o su mamá están tomando (una comida, medicación etc).
 Cuerpo tenso - También puede ser un signo de cólico.
 Puños cerrados – Normalmente este signo suele considerarse cólico cuando el bebétambién levanta sus
rodillas y llora de forma inconsolable.
 Abdomen distendido - También es un signo de cólico porque el abdomen del bebé está lleno de gases
que le causan dolor.
 El bebé está irritable durante su manejo – Esto, en conjunto con los otros signos descritos
anteriormente, puede ser debido al cólico. Sin embargo, puede indicar la presencia de una enfermedad
como infección de oídos, infección vírica o incluso estreñimiento. Si tu bebé está irritable durante su
manejo (es decir, cuando le intentas dar de comer, cambiar el pañal, etc) pero no muestra otros signos de
cólico puede ser aconsejable que lo lleves al pediatra.
 Signos que NO se dan durante el cólico – Además de lo mencionado anteriormente (bebé irritable),
deberías consultar a tu pediatra si tu bebé tiene fiebre, no tiene tono muscular y está pálido, tiene un
salpullido en el cuerpo (lo cual puede indicar una enfermedad como la meningitis), vómito, diarrea o
sangre en las heces.

¿Cuál puede ser la causa del cólico?

A pesar de 40 años de investigación sobre el cólico no podemos asegurar a ciencia cierta cuál es la causa del
cólico del lactante. Muchas veces el cólico se va de forma espontánea lo cual hace que la investigación sean
más difícil de llevar a cabo y de interpretar.

Sin embargo hay varias teorías sobre las causas del cólico. Éstas son:

 Desequilibrio entre la leche inicial y la leche del final de la toma – El Dr Mike Woolridge (profesor de
lactancia de la Universidad de Leeds) y la enfermera Chloe Fisher (enfermera del John Radcliffe
Hospital en Oxford) publicaron en el Lancet en 1988 un artículo en el que decían que una posible causa
del cólico en el lactante es un exceso de consumo de la leche inicial de la toma. Ésta es una descripción
de cómo cambia la composición de la leche durante una toma: “Tan maravilloso como el sistema de
producción de leche es el cambio en la composición de la leche a lo largo de cada toma, algo que
ninguna leche artificial para niños puede imitar. La leche inicial que el niño obtiene tan pronto se
agarra al pezón se parece mucho a la leche desnatada. Satisface al niño inicialmente, es alta en
volumen y baja en grasa y en calorías. A medida que la toma progresa, el contenido en grasa va
aumentando y la leche correspondiente se parece más a la leche entera. Finalmente, hacia el final de la
toma, la leche es rica en grasas, alta en calorías y baja en volumen. La leche final se parece a un rico
postre cremoso. La concentración en lactosa (el azúcar de la leche) es relativamente constante a lo
largo de la toma.” (Melissa Vickers, Leaven 1995). Woolridge y Fisher creen que si el bebé toma mucha
cantidad de leche inicial y no cantidad suficiente de la leche del final, la leche inicial se digiere más
rapidamente (debido a su bajo contenido en grasas y calorías) causando que el bebé tenga hambre muy
pronto – y entonces hace otra toma baja en calorías. Durante el curso del día, el bebé toma más leche de
lo debido y, por tanto, más lactosa de la que su sistema digestivo puede tolerar. Esto causa una
fermentación en el intestino lo cual causa dolor y otros síntomas asociados con el cólico en el lactante
(como por ejemplo deposiciones verdes y aguadas). Hay dos razones por las que esto ocurre: una porque
la madre cambia de pecho demasiado pronto (sin esperar a que el bebé se quite por sí solo) o porque el
bebé no está bien agarrado al pecho (y no puede extraer la leche de forma eficaz). Las dos razones son
fáciles de solucionar: la madre debe asegurarse que el bebé esté bien agarrado al pecho y debe dejar que
el bebé se quite por sí solo antes de ofrecerle el segundo pecho. Si el bebé se queda dormido muy al
principio de la toma (puede que no sea debido a que está satisfecho), entonces la madre puede intentar
compresiones del pecho para animar al bebé a que tome más leche, pero siempre debe dejarle que tome
toda la leche de ese pecho.
 La madre produce demasiada leche – Esto se suele deber a lo mencionado en el apartado anterior. Si el
bebé no termina la leche del pecho, tendrá hambre más pronto (ésto puede ser debido a que se pasa al
segundo pecho muy pronto o porque el bebé no está bien agarrado). La madre lo pone al pecho de nuevo
pero si no termina la leche tendrá hambre otra vez. Estas tomas frecuentes hace que la madre produzca
mucha leche y entonces el bebé acaba tomando mucho volumen pero nunca llega a la leche del final. El
problema es que el bebé no suele engordar y tiene cólico. La madre entonces piensa que no tiene leche
suficiente y le acaba dando al bebé un biberón. Otros problemas que puede presentar la madre (junto con
el exceso de leche) son pezones doloridos y congestión del pecho. Para que esto se solucione la madre
debe poner al bebé al pecho de forma correcta y dejar que termine el primer pecho primero.
 Bajada de la leche con mucha presión - Si tu leche baja con mucha presión puede incomodar al bebé y
hacerlo irritable. Esto se puede confundir con cólico. Si esto ocurre, puedes intentar extraer leche de
forma manual hasta que ésta salga con menos presión y entonces puedes poner el bebé al pecho, puedes
quitar el bebé del pecho durante la bajada de la leche o puedes intentar dar de mamar acostadas sobre tu
espalda y con el bebé encima (así la gravedad evitará que la leche salga de forma muy fuerte).
 Proteínas extrañas en la leche de la madre - La más común es la leche de vaca. El Dr Jack Newman
cree que ésto no es necesariamente malo para el bebé porque puede ayudar al bebé a desensibilizarse de
la proteína de la leche. Sin embargo, si sospechas que tu consumo de lácteos le está provocando
molestias a tu bebé puedes intentar eliminarlos de tu dieta. Si haces eso, debe esperar un par de semanas
porque a veces la proteína permanece en la leche durante un tiempo. Ésto no significa que el bebé tiene
alergia o es intolerante a la lactosa.
 El bebé reacciona a algo que toma la madre – La cafeína (presente en el café, té, chocolate y bebidas de
cola) puede causar cólico en el bebé. Ciertos alimentos pueden causar flatulencia en el bebé (como por
ejemplo coliflor, repollo, cebolla, etc). Puedes probar a reducir o eliminar la cafeína de tu dieta y otros
alimentos que pueden afectar al bebé. Sin embargo, se debe hacer de uno en uno durante 1-2 semanas y
debes asegurarte de continuar con una dieta sana y equilibrada. Para ello, quizás, deberías consultar a tu
médico o a un experto en nutrición.
 El tabaco puede causar cólico en algunos bebés – Si fumas, deberías dejar de fumar. Se dice que los
niveles de nicotina que se encuentran el la leche materna son más altos si fumas que si usas parches de
nicotina. Si no puedes dejar de fumar, entonces deberías reducir la cantidad de cigarrillos diarios porque
cuantos menos fumas menos nicotina le llegará al bebé. También deberías fumar fuera de casa y justo
después de una toma (para reducir la cantidad de nicotina que le alcance al bebé a través de la leche).
 Gases – A veces los bebés pueden tragar burbujas de aire pequeñas durante el llanto o una toma lo que
puede causar gases y/o cólico. Si este es el caso, la madre debe asegurarse de que haya un buen agarre
para que el bebé no tome tanto aire al succionar.
 El sistema digestivo del bebé es inmaduro – El Dr Mike Woolridge cree que debido a que su sistema
digestivo es inmaduro, éste no puede ayudar al bebé a regular su llanto una vez empieza. A los 3 meses
el cólico suele desaparecer porque el sistema digestivo o el sistema nervioso maduran. A veces el cólico
empeora porque la madre (o el padre) piensa que el bebé tiene hambre y le da de comer. Esta leche extra
hace que al bebé le empeore el cólico. Si ninguna de las opciones mencionadas anteriormente es posible,
se debe considerar que éste es la causa del cólico. Si este es el caso, lo único que puedes hacer es esperar
a que se vaya por sí mismo. Sin embargo puedes intentar las sugerencias mencionadas para reconfortar
al bebé.

¿Existe tratamiento para el cólico?


Aunque hay medicamentos que pueden ayudar como la Simeticona (o Dimeticona), algunas madres deciden
intentar medicinas homeopáticas u otros tipos de terapias como la terapia craneosacral. Sin embargo, aunque
pueden ayudar, todavía no se ha encontrado un tratamiento que sea 100% eficaz. Además si decides utilizar un
medicamento, deberías consultar primero con tu pediatra.

Lo que a lo mejor debes aceptar es que puede que ningún tratamiento ayude al bebé y que tendrá el cólico hasta
que se le vaya por sí solo. Sin embargo, puedes intentar algunas medidas para reconfortar al bebé.

Medidas para reconfortar al bebé.

Hay varias medidas que se pueden llevar para intentar reconfortar a un bebé que sufre de cólico:

 Muchas veces el bebé con cólico quiere succionar ya que le alivia y


le reconforta. También, cuando el bebé succiona hace que tenga
movimientos peristálticos desde su garganta hasta el intestino, lo
cual le ayuda a hacer deposiciones o a deshacerse de sus gases. Sin
embargo, si pones tu bebé al pecho y éste está lleno de leche, le
puede causar más problemas que ayudarle. Lo que puedes hacer es
ofrecerle el pecho que esté más vacío. Darle un chupete no es
aconsejable porque puede afectar la lactancia.
 Otra cosa que puedes intentar es mecer al bebé o andar con el bebé
(incorporado) en brazos on en un portabebés. Un portabebés tiene la ventaja de dejar las manos libres a
la madre o el padre para hacer otras cosas. Puedes usar una bosa de agua caliente (pero que no esté
demasiado caliente) sobre su abdomen.
 A los bebés les gusta sonidos contínuos y rítmicos como por ejemplo, la lavadora o la aspiradora.
También, lo puedes llevar a dar un paseo en coche lo cual aporta el sonido y mecerá al bebé al mismo
tiempo.
 Música suave puede reconfortar al bebé.
 También puedes intentar darle un baño con agua templada. Lo cual le ayuda a relajarse.

Recuerda, el cólico es algo que es pasajero y normalmente no le causará ningún daño físico al bebé. Sin
embargo, sí que le incomoda y, si no hay ningún tratamiento que le ayude, las medidas sugeridas en este artículo
pueden funcionar. Intenta averiguar la causa del cólico pero si no hay causa aparente no te desanimes, que al
final se acabará resolviendo.

Para más información puedes visitar las siguientes páginas:

Termina el primer pecho primero. Por Melissa Vickers. 1995. Este artículo, aunque todavía está al día habla de
los senos lactíferos (que se encuentran unos 2 cm detrás del pezón y se consideran los reservorios de la leche).
Actualmente, se reconoce que los conductos de la leche son iguales por toda la mama y los senos lactíferos no
existen).

Cólicos en el bebé amamantado. Jack Newman. Nuevo Comienzo, 15 (2). 2003

Llanto, cólico del lactante. Asociación Española de Pediatría.

Cólicos del lactante. Asociación Española de Pediatría. 2001

© Guía de Lactancia Materna. 2011


http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol15_2_03.html

Información Especial

Cólicos en el bebé amamantado


Por Jack Newman, MD, FRCPC

Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 15


Numero 2 Año 2003
Los cólicos son uno de los misterios de la naturaleza. Nadie sabe verdaderamente qué son aunque cada uno tiene una pequeña
idea al respecto. Habitualmente, los períodos de llanto comienzan cuando el lactante tiene de dos a tres semanas, se producen
sobre todo en la noche y finalizan sobre los tres meses o a veces más tarde. Cuando el bebé llora, es inconsolable, pero si es
cargado, mecido o paseado en carro, puede calmarse temporalmente. Para que uno diga que es un «bebé con cólicos», el
lactante debe tener una ganancia de peso normal y buena salud. La definición de los cólicos se ha extendido casi a todos los
«comportamientos molestos» y los llantos de un bebé; lo que no es forzosamente un error, ya que no se sabe verdaderamente
qué son los cólicos. No existe tratamiento contra los cólicos; muchos medicamentos y estrategias han sido ensayadas, sin
resultados probados.

Todo el mundo conoce el caso de un bebé con cólicos que usando un método dado se ha «curado». Se sabe también que casi
todos las soluciones parecen funcionar, al menos temporalmente.

Aparte de los cólicos, pueden reconocerse en cualquier bebé amamantado con ganancia de peso normal y buena salud, tres
causas que pueden ponerlo irritable.

 Dos senos por amamantada.


La leche materna cambia durante una misma toma. La cantidad de grasa producida por cada seno aumenta a
medida que la amamantada avanza. Si el bebé es colocado en el segundo seno muy pronto y antes de que haya
tomado la leche grasosa del final de la lactada del primer seno, él recibirá menos calorías de las que hubiera
podido recibir si hubiera vaciado ese primer seno; entonces, pedirá el seno más frecuentemente, y si toma una
gran cantidad de leche en compensación por la reducida cantidad de calorías, existe el riesgo de que devuelva el
alimento. Como la leche así ingerida es relativamente menos grasosa, el estómago se vacía rápidamente y una
gran cantidad de azúcar (lactosa) llega al intestino. La enzima que digiere la lactosa, la lactasa, no es suficiente
para esta tarea y el bebé puede presentar algunos síntomas de la intolerancia a la lactosa, o sea, tener gases,
llorar y tener deposiciones verdosas en chorro. Esto mismo, puede producirse mientras come.

Estos bebés no son intolerantes a la lactosa, aunque parecen serlo. Y por lo mismo no es una razón para dar
leche artificial sin lactosa. Simplemente, las madres deben estar mejor informadas con respecto a la lactancia.
Que se debe hacer?

a) No contabilizar el tiempo de succión. Madres en todo el mundo amamantan con éxito sin saber la hora. Los
problemas de lactancia son más frecuentes en las sociedades donde todo el mundo tiene un reloj.

b) Ofrecer el primer seno tanto tiempo como sea necesario para permitir al bebe succionar y tragar hasta que él
mismo lo suelte o se duerma. Si el bebé succiona solamente durante un corto período, la madre puede utilizar la
técnica de compresión del seno para que el continúe succionando eficazmente. Algunos bebé pueden estar en el
seno durante dos horas sin alimentarse, habiendo succionado solo algunos minutos. En este caso, la leche
tomada puede ser relativamente baja en grasa. Si después de haber terminado de succionar el primer seno el
lactante aún tiene hambre, se puede ofrecer el segundo seno a continuación.

c) En la siguiente comida, la madre puede comenzar por el último seno y proceder de la misma manera.

d) Los senos de la madre se adaptan rápidamente a este método sin ocasionar ninguna congestión ni
desequilibrio.

e) Ninguna regla obliga a la madre a ofrecer los dos senos en cada comida, como tampoco a ofrecer un seno
cada vez. Es conveniente dejar al bebé vaciar el primer lado, si es preciso estimulándolo a tragar por más
tiempo por medio de la técnica de compresión del seno; pero si a pesar de esto, él quiere más, entonces ofrecerle
el otro seno.

f) En ciertos casos puede ser útil alimentar al bebé con el mismo seno por más de una comida seguida, antes de
ofrecer el segundo seno de la misma manera.

g) El problema puede agravarse si el bebé no se prende bien al seno. La buena toma del seno es la clave de una
lactancia fácil.

 El reflejo de eyección fuerte.


Un bebé que recibe demasiada leche rápidamente, puede volverse irritable en el seno y, algunas veces, ser
considerado como un «bebé con cólicos». Dentro de este tipo de casos, el bebé tiene una ganancia de peso muy
buena. Normalmente, algunos segundos o minutos después de haber comenzado a succionar, comienza a toser,
se ahoga y parece querer apartarse del seno. Si se suelta repentinamente, la leche sigue saliendo. En seguida, el
bebé puede solicitar el seno repetidamente pero se muestra caprichoso y todo se repite nuevamente. El bebé se
mostrará irritado cuando el reflejo de salida de la leche es muy fuerte e impaciente cuando es débil. Las lactadas
se vuelven una experiencia frustrante tanto para la medre como para el bebé. En algunos casos raros, un bebé
puede llegar a rehusar el seno después de algunas semanas (a menudo cerca de los tres meses). ¿Que se puede
hacer?

a) Si aún no se ha hecho, ensayar a ofrecer un solo seno en cada comida. En ciertos casos se debe ofrecer el
mismo seno por dos o tres lactadas antes de ofrecer el otro. En caso de congestión del seno no utilizado,
extraerse únicamente la leche que alivie la incomodidad.

b) Dar el seno antes de que el bebé esté hambriento. No demorar las lactadas dando agua o chupos (un bebé
amamantado no tiene necesidad de complementos de agua, incluso cuando la temperatura es alta). Poner el bebé
al seno desde el momento en que el muestre señales de hambre. Si está aún adormecido, tanto mejor. Un bebé
hambriento se tirará sobre el seno provocando un reflejo de eyección aún más fuerte.

c) Si es posible, escoger un lugar tranquilo para amamantar. La música fuerte, la luz enceguecedora y mucho
movimiento, no son propicios para una amamantada satisfactoria.

d) Amamantar acostada a veces puede ayudar mucho. La gravedad disminuye el flujo de leche. Si la posición
acostada sobre el lado no ayuda, ensayar acostarse sobre la espalda y amamantar al bebe sobre sí.

e) Si no hay afán, sacar un poco de leche antes de amamantar (más o menos una onza o 30 ml.).
f) Además de no querer una salida rápida de la leche, el bebé puede impacientarse si el «chorro» es demasiado
débil. Si éste parece ser el caso, ensayar la técnica de la compresión del seno, para conservar un buen flujo de
salida.

g) El problema puede agravarse si el lactante no se prende bien al seno. La buena toma del seno es la clave de
una lactancia fácil.

h) A veces una pezonera puede ayudar, utilizada como última instancia después de que no haya dado resultado
el seguimiento hecho por una persona competente.

j) Como último recurso, más que dar leches preparadas, extraer su leche y dársela al bebé en biberón.

 Proteínas extrañas en la leche materna.


Se sabe que ciertas proteínas presentes en el régimen alimenticio de la madre pueden ser excretadas en la leche
materna y afectar al bebé. Parece que la más extendida es aquella de la leche de vaca. Otras proteínas pueden
también ser excretadas en la leche materna. Su presencia, lo mismo que de las otras sustancias, no es una cosa
mala en si. Es por eso que en el tratamiento de los bebés con cólicos, se manda a la madre suspender el
consumo de productos lácteos: leche, queso, yogurt, helado y todo aquello que contiene leche. Cuando la
proteína de la leche es modificada (desnaturalizada), por ejemplo por la cocción, no debería tener ningún
problema.

La intolerancia a la proteína de la leche no tiene ninguna relación con la intolerancia a la lactosa. Si una madre
es ella misma intolerante a la lactosa, debería también amamantar a su bebé. ¿Qué se puede hacer?

a) Evitar todo producto lácteo durante 7 a 10 días.

b) Si no ha habido ningún cambio, consumir de nuevo productos lácteos.

c) Si ha habido mejora, retomar gradualmente este consumo, si los productos lácteos hacen parte de su régimen
alimenticio habitual. La madre no tiene necesidad de tomar, ella misma, leche para producir leche materna.
Ciertos bebés no toleran ningún producto lácteo dentro de la alimentación de su madre. La mayor parte lo
toleran un poco. La madre aprenderá qué cantidad de productos lácteos puede consumir ella sin que repercuta
en su bebé.

d) Si la cantidad de calcio absorbido por la madre es insuficiente al suspender la lácteos, ella puede encontrarlo
en otros productos no lácteos. Una semana sin productos lácteos no plantea ningún problema. En efecto, se ha
constatado que la lactancia protege a la madre contra la osteoporosis incluso si ella no toma suplementos de
calcio y el bebe recibe todo lo que él tiene necesidad.

e) No se deben eliminar demasiados alimentos a la vez. Todo el mundo conoce una madre cuyo bebé se ha
portado mejor desde que ella ha dejado de comer brócoli, carne de res, bananos, cebollas, etc. La madre podría
terminar por no comer sino arroz blanco! Nuestras dietas alimenticias son demasiado complejas para poder
saber exactamente qué afecta al bebé. Con paciencia y tiempo se solucionarán las cosas; pero la leche de tarro
no es la solución. Por otro lado, el bebé podría estar mejor si se le diera leche materna en biberón, gracias a la
regularidad de la salida de la leche.

Con un bebé con cólico los días y las noches pueden parecer interminables; pero las semanas pasan
rápidamente, sobre todo con un bebé pequeño.
Jack Newman es pediatra responsable de una consulta de lactancia en Toronto, Canadá. El artículo fue
publicado en la LLLettre N°58 de enero-marzo/2003, de la Liga de La Leche de Francia y traducido por Juanita
Cuéllar en mayo de 2003.

Entre los alimentos que contienen calcio y no son lácteos están el brócoli, las habas, las zanahorias, las
nueces y el chocolate, entre otros.

La compresión del seno


El objetivo de la compresión del seno es ayudar a la leche a salir cuando la succión del bebé no es
suficientemente eficaz o cuando el bebé no recibe suficiente leche. Esta compresión provoca el reflejo de
eyección de la leche y permite a menudo obtener un flujo de leche más abundante. Este método puede ser útil
para:

 Los bebés que no ganan suficiente peso


 Los bebés que sufres de cólicos
 Los bebés que quieren lactar muy a menudo y/o por largo tiempo
 Alentar a succionar a los bebés que se duermen rápidamente al seno
 Las madres que tienen los pezones adoloridos
 Las madres que sufren frecuentemente de mastitis o de canales lactíferos obstruidos.

Esta técnica no es útil si la lactancia va bien. Cuando todo va bien, la madre debe dejar a su bebé “terminar” el
primer seno y enseguida ofrecer el otro seno, si el bebe manifiesta quererlo.

¿Cómo saber que el bebé “ha terminado” un seno? Cuando él no traga más leche, hace movimientos de
succión rápidos y no hay degluciones. Puede ser útil saber que:

 Un bebé que está bien colocado en el seno obtendrá la leche más fácilmente que uno que está mal colocado.
Un bebé que está mal colocado no obtendrá leche sino en el momento en que el flujo de leche es abundante.
Una cierta cantidad de madres logran lactar más o menos sin problemas, a pesar de una mala posición del bebe
al seno, debido a que tienen una abundante secreción de leche.
 Durante las primeras 3 a 6 semanas, un buen número de bebés se duerme al seno si la leche fluye lentamente,
así ellos no hayan obtenido suficiente leche. Pasado este período ellos podrán mostrarse intranquilos en el seno
si la leche no es abundante y sale en poca cantidad.
 Desafortunadamente, esto revela que muchos bebés son mal colocados al seno. Si la secreción de la leche
materna es abundante, el bebé tendrá un crecimiento ponderal satisfactorio, pero la madre deberá pagar el
precio: pezones adoloridos, bebé con “cólicos”, bebé continuamente en el seno….

La compresión del seno ayuda a que la leche salga cuando el bebé no tiene una succión muy eficaz, y
permite obtener más leche y a la vez obtener la leche del final de la lactada, la cual es rica en grasa.
¿Cómo hacer en la práctica ? 1.- Tomar al bebé con un brazo

2.- Tener el seno con la otra mano, pulgar en un lado y los otros dedos del otro lado del seno, lejos de la areola
(mano en forma de C

3.- Vigilar la manera en que el bebé succiona. Cuando el bebé tiene movimientos de succión amplios, con
frecuentes movimientos de deglución (1 a 3 movimientos de succión por uno de deglución) está obteniendo
suficiente leche

4.- Cuando el bebé se pone a “chupar” y sus movimientos de succión se vuelven rápidos y superficiales y no
traga nada o casi nada de leche, la madre comprimirá su seno (movimiento de “ordeño”) lejos de la areola. El
flujo de leche deberá volverse abundante y el bebé recomenzará a ingerir leche. Este gesto no debe ser doloroso
ni debe hacerse sobre la areola.

5.- Continuar comprimiendo el seno hasta el momento en que el bebé no trague más leche; entonces la madre
parará de “ordeñar” su seno (para descansar y permitir a la leche salir libremente). Posiblemente, el bebé parará
de succionar pero volverá a comenzar si la leche sale. Si el bebé continúa lactando cuando la madre ha parado
de comprimir su seno, ella podrá esperar un momento antes de recomenzar a comprimir el seno.

6.- Cuando el bebé comienza a succionar, debe recibir y tragar la leche. Si éste no es el caso, comenzar de
nuevo a comprimir el seno.

7.- Continuar así en el primer seno hasta el momento donde el bebé no pase más leche aunque reciba la ayuda
de la compresión. En el caso donde un nuevo reflejo de eyección viniera, dejarlo succionar algunos minutos
aunque no tome nada; pero si no hay nuevo reflejo de salida de la leche, quitar al bebé del seno.

8.- Colocar al bebé en el otro seno si parece desearlo. Repetir, entonces, el proceso.

9.- Es posible también, si la madre lo desea, cambiar de seno para mayores tomas durante una misma lactada
(superalternancia)

10. Trabajar en el mejoramiento de la colocación al seno y/o de la succión del bebé.

Este método aquí descrito da buenos resultados a muchas madres. Se puede continuar la compresión siempre y
cuando sea cómodo para la madre y en tanto que el bebé trague la leche regularmente. Pero si una madre
encuentra alguna cosa que funciona mejor para ella, no debe dudar en hacerlo; lo principal es que el bebé
obtenga suficiente leche cuando él lacta (movimientos de succión amplios y lentos, con degluciones frecuentes).
Por otra parte, ésta maniobra no es forzosamente necesaria en cada lactada y cuando el bebé se vuelva más
eficaz al seno, la madre no tendrá más la necesidad de utilizarla.

Ultima modificación realizada el 12 de febrero de 2008 por mmm

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Cólicos del Recién Nacido


¿Qué es?
Accesos de llanto intenso o inconsolable, dolor abdominal e irritabilidad repentina que afectan al lactante entre
el primer y el cuarto mes de vida.

Los cólicos son una condición relativamente común, la cual afecta a cerca del 20% de todos los bebés recién
nacidos.

¿Cuáles son los síntomas?


Suelen acompañarse de distensión abdominal, encogimiento de piernas, enrojecimiento facial, palidez alrededor
de la boca, pies fríos, puños cerrados... El llanto es diferente al de cuando tiene hambre o al de sentirse solo.
Normalmente el bebé comienza a llorar al atardecer y su llanto cesa en la madrugada pero también puede
presentarse a cualquier hora del día.

Puede tener una duración de 2-30 minutos aproximadamente, el llanto es inconsolable y nada de lo que hagas
parece calmarlo. En general este cuadro comienza a aparecer en la tercera semana de nacido, pero algunos bebés
lo presentan en los primeros días de vida.

A pesar de este llanto persistente, estos bebés no tienen ningún síntoma aparente de enfermedad.

Por lo general la situación se resuelve antes de los cuatro meses de edad.

Esto lo diferencia a los cólicos de los bebés de más edad que generalmente se deben a la ingestión de nuevos
alimentos.

Algo característico de estos cólicos es que se presentan poco después de la alimentación (al pecho o con
biberón), con un llanto brusco y rabioso como de dolor, y muchas veces se puede escuchar el sonido del
intestino acompañado de la eliminación de gases, con lo que termina el dolor.

La madre interpreta esto como hambre, dado que el niño busca y chupetea como si la tuviera, y lo coloca al
pecho, lo que no hace más que aumentar el dolor.

Recordemos que el niño no tiene otra forma de expresarse que el buscar y llorar, ante cualquier estímulo, y en
este caso es el cólico lo que lo provoca y no el hambre.

Como el niño continúa llorando la madre interpreta que no tiene leche y ofrece leche artificial, iniciando la
disminución del estímulo de succión y pérdida del círculo virtuoso de la lactancia materna.

¿Es un problema serio?


Tranquilízate, no es un problema serio. Tu bebé, aunque aparentemente sufre, tiene buena salud y su
crecimiento y desarrollo se realizarán de manera normal. Es importante asegurarse de que la causa del llanto no
tiene otro origen más serio.

El diagnóstico de cólico es uno de exclusión, lo que significa que usualmente se descartan otras causas antes de
decidir que el bebé padece de cólicos. Es importante que ustedes como padres notifiquen a su médico para que
éste pueda evaluar y descartar cualquier problema anatómico, infeccioso, tóxico o de otra índole que pudiese
explicar el cólico.

Diagnóstico
Los pediatras generalmente aplican la regla de tres para diagnosticar a un bebé con cólico:

 Un bebé que llora por más de tres horas al día

 Cuando menos tres veces por semana


 Dentro de los primeros tres meses de vida

¿Cuál es la causa?
No existe ninguna causa clara que pueda explicar este llanto inconsolable que experimentan estos bebés, pero si
hay teorías que en conjunto catalogan al cólico como algo multifactorial: exceso de gas intestinal o de
movimientos intestinales, sobrealimentación, hipersensibilidad a componentes de la dieta, problemas en la
relación paterno-filial, "niños llorones",... En cualquier caso, es un cuadro benigno y transitorio, siendo rara su
persistencia más allá de los 3 meses de edad.

Influencia hormonal: Dentro del útero el intestino del niño debe estar paralizado, para no eliminar
deposiciones (meconio) que podría el feto aspirar y producirle neumonitis. Esto se logra por la influencia de las
hormonas maternas que inhiben por completo la movilidad intestinal. Una vez que la sangre materna no llega al
niño por haberse cortado el cordón durante el parto, el intestino se libera de esta influencia hormonal, e inicia un
período de movilidad normal y que en algunos niños se transforma en hiperreactividad intestinal (el intestino se
mueve más de lo normal).

Esto provocará dolores o cólicos del lactante que se presentan desde la 2a semana de vida y que duran hasta el
2° mes.

Forma de alimentación cuando el bebé se alimenta con leche materna: Otra posible causa de cólicos de
bebé amamantados, es que toman mucha “leche de frente” (leche de frente es cuando no se vacía bien el primer
pecho antes de ofrecerle el segundo, cuando la mamá tiene mucha producción de leche, cuando tiene un reflejo
de bajada leche fuerte o cuando se duerme en el pecho sin haber tomado suficiente leche) lo cual les causa
gases, esto porque la leche de frente tiene mucha lactosa; por lo cual no está ingiriendo la leche de atrás que
contiene las grasas y proteínas. Esto provoca que se dificulte la absorción en el intestino.

Adaptación mutua: Los cólicos pueden estar relacionados con la adaptación que tienen que hacer tanto los
padres como el recién nacido. Obviamente los bebés no pueden hablar, pero hasta que aprenden, una forma de
comunicarse con los adultos es a través del llanto. Los padres tienen que aprender a interpretar las razones por
las cuales su bebé llora, y saber qué hacer para contentarlo. ¿Tiene hambre el bebé? ¿Está mojado? ¿Tiene frío?
¿Tiene calor? ¿Está cansado? ¿Está aburrido? Un bebé llorará por estas razones, así como también por otros
problemas, y los padres deben tratar de determinar qué está provocando la tensión del bebé, a menudo
utilizando el sistema de prueba y error. Los padres primerizos, especialmente, pueden tener problemas para
interpretar las señales de su bebé y para responder adecuadamente. El bebé puede continuar llorando
simplemente porque no se han satisfecho sus necesidades.

Temperamento y adaptación al mundo: Los recién nacidos también tienen que adaptarse al mundo en el que
van a vivir. No todos los bebés tienen el mismo temperamento. Algunos se adaptan a las luces, los ruidos fuertes
y los demás estímulos que los rodean sin ningún problema, mientras que otros no pueden adaptarse tan
fácilmente. Al igual que los adultos, algunos bebés tienen muy buena disposición y otros son impacientes. El
llanto puede ser una forma en la que el bebé desahoga sus sentimientos a medida que se va adaptando al mundo.
Se ha observado que los bebés lloran durante un período específico cada día, a medida que se van
acostumbrando al mundo, y a medida que sus padres van aprendiendo a interpretar sus necesidades.
Sensibilidad excesiva a los gases: Otra posible razón del llanto excesivo en los bebés podría deberse a una
sensibilidad excesiva a los gases del intestino. La cantidad normal de gases que se produce a medida que se
digieren los alimentos puede provocar más molestias en algunos bebés que en otros. Si un bebé que tiene
cólicos parece producir más gases que otros bebés, esto probablemente se deba a que traga más aire al llorar
durante períodos prolongados.

Alergia a la leche: Es poco frecuente que la causa de un cólico sea una verdadera alergia a la leche. Sin
embargo, algunos bebés puede ser más sensibles a las fórmulas basadas en leche de vaca. El médico de su hijo
le recomendará cambiar la fórmula basada en leche de vaca por la fórmula basada en leche de soja para ver si
esto ayuda a aliviar los síntomas de los cólicos.

Otras posibles causas del desarrollo de cólicos incluyen:


Un sistema nervioso inmaduro. Si su sistema nervioso aún no estuviera completamente desarrollado, el bebé
aún no tendría la posibilidad de dejar de llorar espontáneamente.

Tomando en cuenta a las mamás, se ha descubierto que las mujeres que fuman mientras están embarazadas,
tienen un extenso trabajo de parto, necesitan la administración de una epidural, o requieren el uso de fórceps
durante el trabajo de parto, son más propensas a dar a luz bebés que sufran de cólicos.

¿Tiene algún tratamiento?


No hay ningún medicamento que elimine el problema, pero sí existen recomendaciones para afrontar estos
episodios con menos angustia. Lo fundamental es mantener la tranquilidad para que el niño no empeore al
percibir un ambiente crispado en la familia.

El médico puede recomendar cambios de fórmula de leche fresca o de soya a uso de leche predigerida. En caso
de madres lactantes no se le descontinúa la leche materna si no que la madre elimina ciertos alimentos que
podrían estar afectando al bebé como por ejemplo leche fresca, el maní, el repollo y otros alimentos.

¿Qué puedo hacer por mi bebé en caso de cólicos?


Aprender a interpretar el llanto de tu bebé puede ser de utilidad para tratar el cólico. Lleva algún tiempo que los
padres y los bebés se acostumbren uno al otro.

Recuerda, los bebés llorarán durante un período determinado cada día bajo circunstancias normales.

Si tu médico le ha diagnosticado cólico a tu bebé, puedes intentar lo siguiente:

 Lo primero, es asegurarte de que el bebé realmente no llora por hambre.

 No lo obligues a alimentarse si no está interesado en el biberón o en el pecho.

 Alimenta a tu bebé en un lugar tranquilo y en el que te encuentres relajada.

 Hazlo con el bebé erguido y no acostado.

 Si estuvieras dándole fórmula a tu bebé, deberías considerar –siempre aconsejada por tu pediatra-
cambiar de fórmula. El hecho de cambiar de una fórmula basada en leche de vaca a una basada en leche
de soya podría ser una posibilidad, ya que muchos bebés presentan problemas digestivos para procesar
la lactosa contenida en la leche.

 Si estuvieras amamantando, tu dieta podría ser crucial. Hablando en términos generales, deberías tratar
de dejar de consumir habas, frijoles, cebollas, ajo, chabacanos, col, brócolis, coliflores, aguacate,
comidas especiadas y cafeína, ya que se ha descubierto que estos alimentos y bebidas son los principales
alimentos que irritan el sensible sistema digestivo de los bebés recién nacidos. Con el paso del tiempo y
de manera gradual, podrías ir reintroduciendo estos alimentos a tu dieta para ver si alguno de ellos es la
causa particular de este problema. Por otro lado, también deberías tratar de dejar de ingerir alimentos y
bebidas que contengan leche de vaca, ya que la lactosa contenida en esta clase de leche podría provocar
que tu bebé recién nacido tuviera algunos problemas para digerir la leche materna. Trata de que tu
alimentación sea orgánica.

Los bebés que desarrollan cólicos tienden a acumular muchos gases.


Intenta nuevas posiciones para alimentar al bebé y nuevos biberones que contribuyan a reducir la cantidad de
aire que tu bebé traga mientras está siendo alimentado.

Ayúdalo a que eructe más seguido durante la alimentación y no lo acuestes inmediatamente después de la
misma, sino mantenlo en brazos meciéndolo a un ritmo regular y mientras caminas lentamente.

Arrullar al bebé meciéndolo puede calmarle cuando esté llorando. Lo puedes mecer en los brazos, en la
cuna o en una sillita tipo columpio (cuando ya controlen la cabeza). Cántale y háblale despacito. Ofrécele
objetos interesantes para que mire de diferentes formas, texturas y tamaños.

Trata de bañar a tu bebé a la noche, muévelo y juega con él antes de la toma nocturna.

El chupón ayuda, con la succión se relaja su estómago y le ayudará a sentirse mejor.

Un paseo en coche, o en su carriola, el ruido constante y monótono de los electrodomésticos y la música suave
pueden lograr que se calme.

Cambia de técnicas para sacar los gases: masajea a tu bebé. Colócalo tumbado boca arriba y sin el pañal y
desliza tus manos por su abdomen en sentido circular, cántale y háblale despacio. Posteriormente, se flexionan
las piernas del bebé hasta que sus rodillas contacten con el abdomen, comprimiéndolo. Estos ejercicios se
repetirán varias veces. Le ayudará para expulsar gases.

Para ayudar al movimiento de gases y disminuir la acidez, es conveniente que cargues a tu bebé en posición
vertical. Le ayudará a expulsar los gases que le están molestando. Permite que mire hacia delante, a los bebés
les gusta tener diferentes vistas del mundo.

Tómalo en brazos y abrázalo. Los bebés no se malcrían por recibir demasiada atención. Sin embargo, pueden
tener problemas más adelante si se les ignora y no se satisfacen sus necesidades cuando son bebés.

Si aún así el dolor no cede pregúntale a tu médico si puedes darle algún analgésico. Los antiespasmódicos
deben usarse como último recurso ya que si se dan en forma seguida pueden causar constipación
(estreñimiento) y aumentar los dolores abdominales.

Consejos Básicos
Es necesario que esta difícil tarea de reconfortar al bebé sea tanto de la mamá como del papá, para que los dos
puedan tener momentos de descanso.

Si sientes que la situación te está causando demasiado estrés, deja al bebé con otra persona y toma un descanso.

Mucha paciencia, tener un bebé con cólicos es una experiencia desgastante para cualquier madre y padre pero
deben entender que esto pasará.

Cuándo llamar al médico

A pesar de que tener un bebé que padezca de cólicos es relativamente normal, aún existen circunstancias en las
cuales sería una gran idea buscar la ayuda de tu pediatra. Para descartar la posibilidad de que algo más le esté
sucediendo, deberás asegurarte de lo siguiente:

Que el bebé no llora porque tiene hambre, porque está cansado, o porque se siente incómodo por estar
demasiado abrigado o demasiado desabrigado.

Ésto podría sonar bastante obvio, pero es importante asegurarte de estar abrazando a tu bebé la cantidad de
veces que sea necesario. ¡Los bebés recién nacidos simplemente no pueden quejarse por obtener demasiada
atención y afecto, es por ello que debería sacar provecho de esta oportunidad y llenar a tu bebé de mimos y de
abrazos!

Como precaución, también deberías comprobar que tu bebé no esté llorando porque se siente incómodo a causa
de alguna erupción o rozadura causada por el pañal o por otro tipo de problema común.

Si decides llamar a tu médico, asegúrate de tener todos los detalles listos. Es muy importante saber cuándo llora
el bebé, cuándo come y cuándo duerme. También debería estar atenta al patrón de sus evacuaciones intestinales.
Ésto ayudará a su doctor a confirmar si no hay algunos otros factores a tener en cuenta.

¡Ojo! No debes olvidar jamás llamar a tu médico si, aparte del llanto tu bebé tiene fiebre, vómitos, diarrea,
extreñimiento, u otro síntoma. Ni los padres ni el bebé tienen la culpa de los cólicos

Cuando los llantos del bebé te pongan nerviosa, lo primero es buscar la tranquilidad y un ambiente silencioso.
Un bebé con cólico tiende a estar sensible a la estimulación de cualquier tipo. Si las personas a su alrededor
están preocupadas, ansiosas, "de los nervios", los bebés pueden llorar aún más.

Ayudar a un bebé con cólico es una cuestión de experimentación y observación. Si tienes suerte e identificas a
un desencadenante, puedes eliminarlo enseguida. Si no es así, debes aprender cuáles son las medidas más
reconfortantes para tu bebé.

Cada niño "funciona" de distinta manera. A algunos les encantan estar envueltos en una mantita, sentirse
calentitos; otros prefieren estar libres. De todas formas se debe intentar diferentes recursos, observar su
reacción, y a partir de ahí, adoptar o descartar la medida.

No te sientas culpable si experimentas sentimientos de frustración; el hecho de ser mamá o papá de un bebé que
sufre de cólicos puede llegar a transformarse en una experiencia sumamente estresante. Tolerar el llanto
constante de su bebé por extensos períodos de tiempo podría fácilmente destrozar los nervios de cualquier
persona. Además, tal y como sucede con todos los padres, su reacción natural será ayudar a su bebé y el hecho
de no saber cómo hacerlo, podría ser extremadamente frustrante.
Esta es la razón por la cual es tan importante pedir ayuda antes de que pierdas el control de todo; pídele a tu
pareja, a alguna amiga/o, a un vecino, o a un familiar que cuide de tu bebé recién nacido por algunas horas, y de
esta manera tu podrás relajarte un poco. Incluso, tomarte media hora al día para darse un baño relajante o para
dar una caminata enérgica podría ser lo que necesitas para volver a centrarte y recuperar tus fuerzas.

Tomar estos descansos les ayudará a llevar este tiempo con paciencia, perseverancia y buen humor.

Preguntas Frecuentes
¿Cómo me puedo dar cuenta de si mi bebé tiene cólicos?:

Algunos de los signos más comunes de los cólicos en bebés saludables y apropiadamente alimentados son:

 Tu bebé puede llorar al menos tres horas por día, tres o cuatro días por semana.

 Todo este llanto excesivo comenzó después de la segunda semana de vida y continuará hasta los tres o
cuatro meses.

 Le cuesta trabajo dormir y/o está frecuentemente estreñido.

Un bebé recién nacido que padece cólicos llorará y tenderá a mantener sus bracitos y sus piernitas firmemente
pegadas a su cuerpo. Por otra parte, su rostro se enrojecerá y podría llegar a despedir muchos gases.

El llanto tenderá a empeorar por las noches, si se lo comparara con otras horas del día.

Infogen.org.mx

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