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1.

Spinoza

1.1. ¿Cuál es el problema fundamental que piensa el autor?

Un gran problema al que se ve enfrentado Spinoza es a los límites subyacentes en los convencionalismos y a
los límites de la ortodoxia. Frente al espíritu libre que lo guía, estos límites, a saber; las normativas de la
comunidad judía, el racionalismo cartesiano y las prescripciones de los distintos poderes institucionales, le
perturban a nivel existencial, es decir, a nivel pasional. Puesto que, en estas restricciones, en estos esquematismos,
ve una especie de represión real a las verdaderas potencias de la criatura, y por tanto son, tal como los vive en su
contexto social, también impedimento para une genuina libertad en el orden comunitario.
Spinoza había detectado un problema que parecía oculto, entre el obedecer y el conocer. La religión, por su
poder podría mandar obedecer a sus fieles, juicios y comprensiones equivocadas de la realidad, de tal manera que
por obediencia muchos no se atrevían a explorar los límites del conocimiento establecidos en esa época.
- ¿Por qué los hombres luchan por su esclavitud como si se tratase de su libertad?
- ¿Por qué es tan difícil soportar la libertad?
- ¿Cómo calma la angustia la conciencia?
Se pueden ver en el primer libro de la ética, 3 ilusiones problemáticas que muestra Spinoza:

a. Ilusión de las causas finales: la conciencia toma los efectos por las causas, entonces confunde realmente
que es lo bueno, y con un pretendido conocimiento cabal de Dios calma su conciencia. Es una conciencia
que actúa por un premio o un galardón basado en un “conocimiento de Dios” y no por una verdadera
libertad que se ocupa del otro.

b. Ilusión de los decretos libres: Dios como causa primera por medio de la conciencia, entonces tiene un
poder y dominio sobre el cuerpo, o lo debe tener, Dios mediante decretos libres decreta un mundo que
sea servido para su gloria y para sus castigos.

c. Ilusión teológica: Cuando ya la conciencia no pueda comprender la realidad, o algunos acontecimientos,


entonces invoca a un Dios voluntarioso, dotado de entendimiento y que es capaz de dar prescripciones.

1) En cuanto que ensena que nosotros obramos por el solo beneplácito de Dios y que somos participes de la
divina naturaleza, y tanto más cuanto más perfectas acciones realizamos y cuanto más y más entendemos a Dios.
Así, pues, esta doctrina, aparte de traer al ánimo una quietud completa, tiene el valor de enseñarnos en que
consiste nuestra suma felicidad o beatitud, a saber, en el solo conocimiento de Dios, por el cual | somos
inducidos a hacer tan solo aquello que el amor y la piedad nos aconsejan. Por donde entendemos claramente
cuanto se alejan de la verdadera valoración de la virtud aquellos que, por su virtud y optimas acciones, como
por la máxima esclavitud, esperan ser galardonados por Dios con los máximos premios; como si la misma virtud
y el servicio de Dios no fuera la misma felicidad y la suma libertad.
2) En cuanto que enseña como debemos comportarnos con las cosas de la fortuna, o sea, las cosas que no están
en nuestra potestad, es decir, que no se siguen de nuestra naturaleza, a saber: esperar y soportar con ánimo
igual las dos caras de la fortuna, puesto que todas ellas se siguen del decreto eterno de Dios con la misma
necesidad con que de la esencia del triángulo se sigue que sus tres ángulos son iguales a dos rectos.

Es decir no buscar una explicación en Dios, que porque somos pecadores entonces él nos castiga.

3) Esta doctrina contribuye a la vida social, en cuanto que enseña a no odiar a nadie, ni despreciar, ni burlarse,
ni irritarse, ni envidiar a nadie. En cuanto que ensena, además, a que cada uno se contente con lo suyo y auxilie
al prójimo, no por una misericordia mujeril, parcialidad o superstición, sino por la sola guía de la razón, según
lo exijan el tiempo y el asunto, como mostrare en la cuarta parte’.

4) Finalmente, esta doctrina ayuda también no poco a la sociedad común, en cuanto que enseña de qué forma
deben ser gobernados y dirigidos los ciudadanos, a saber, no para que presten un servicio sino para que hagan
libremente lo que es mejor. Y con esto he concluido lo que me había propuesto en este escolio y pongo fin a esta
segunda parte, en la que pienso haber explicado con suficiente detalle y, en cuanto la dificultad del asunto lo
permite, con claridad, la naturaleza del alma humana y sus propiedades, y haber aportado ideas de las que
pueden concluirse muchas cosas excelentes, sumamente útiles y necesarias de conocer, como constara en parte
por lo que sigue.

Sujeto: Aristocracia comercial


Monopolios económicos

1.2. Clave de lectura: Razón

¿Qué función cumple la razón en este autor?

“1.°) a partir de cosas singulares que nos son representadas por los sentidos de forma mutilada, confusa y sin
orden al entendimiento (ver 2/29c); y por eso he solido calificar tales percepciones de conocimiento por
experiencia vaga.
2.°) A partir de signos, como, por ejemplo, que al oír o leer ciertas palabras, recordamos las cosas y formamos
de ellas algunas ideas semejantes a aquellas con que solemos imaginarlas (ver 2¡18e), A estos dos modos de
contemplar las cosas los llamare en adelante conocimiento de primer género, opinión o imaginación.
3.°) A partir, en fin, de que tenemos nociones comunes* e ideas adecuadas de las propiedades de las cosas
(ver2/38c, 2/39c y 2/40); y a este le llamare razón y conocimiento de segundo género. Además de estos dos,
géneros* de conocimiento existe, como mostrare a continuación, un tercero, al que llamaremos ciencia intuitiva.
Y este género de conocimiento procede de la idea adecuada de la esencia formal de algunos atributos de Dios al
conocimiento adecuado de la esencia de las cosas [.]”(E,II, esc 2)

“…De ahí que dieron por sentado que los juicios de los Dioses superan con mucho la capacidad humana; y esta
causa hubiera bastado para que la verdad se ocultara por siempre al género humano, si las Matemáticas*, que
no versan sobre los fines, sino tan solo sobre las esencias y las propiedades de las figuras, no hubieran mostrado
a los hombres otra norma de la verdad. Y, aparte de las Matemáticas, aún pueden apuntarse otras causas (que es
superfluo enumerar aquí) por las que fue posible conseguir que los hombres hayan descubierto estos prejuicios |
comunes y hayan sido conducidos al verdadero conocimiento de las cosas.” (E,I, ap [d])

Lo que reprocha aquí Spinoza, es la baja capacidad crítica en la recepción de una doctrina. En este sentido,
una verdadera racionalidad, es capaz de desmantelar aquello que queda oculto en lo manifestado como verdadero,
o divino. Por eso cita a las matemáticas, puesto que ellas en sí son la posibilidad de una lógica rigurosa para una
razón integra.

“ Los modos del pensar*, como el amor, el deseo o cualesquiera de los designados con el nombre de afectos del
ánimo, no se dan, a menos que | en el mismo individuo se dé la idea de la cosa amada, deseada, etc. En cambio,
la idea se puede dar, aunque no se dé ningún otro modo del pensar.” (E, II, ax 3)

“El pensamiento es un atributo de Dios.” (E, II, p 1)

“Spinoza fue de los primeros en presentar su filosofía como un sistema en el que todos los problemas –morales,
metafísicos, políticos– podían ser deducidos a partir de los axiomas y premisas de la pura razón solamente”
(Smith, pág. 44)

“Es propio de la naturaleza de la razón percibir las cosas bajo alguna especie de eternidad*.
Demostración: En efecto, es propio de la naturaleza de la razón contemplar las cosas como necesarias y no
como contingentes (por la prop. precedente). Y esta necesidad de las cosas (por 2/41) la percibe con verdad, esto
es (l/ax6), tal como es en si. Ahora bien (por 1/36), esta necesidad de las cosas es la misma necesidad de la
naturaleza eterna de Dios* Luego es propio de la naturaleza de la razón contemplar las cosas bajo esta especie
de eternidad. Añádase a ello que los fundamentos de la razón son nociones (por 2/38), que explican aquello que
es común a todas las cosas y que (por 2/37) no explican la esencia de ninguna cosa singular; y, por tanto, deben
ser concebidas no en relacion alguna con el tiempo, sino bajo alguna especie de eternidad. |” (E, II, cor 44.2)

“El orden y la conexión de las ideas es el mismo que el orden y la conexión de las cosas” (E, II, p 7)

“… que todo lo que puede ser percibido por el entendimiento infinito como constitutivo de la esencia de la
sustancia, todo eso pertenece solo a la única sustancia; y que, por consiguiente, la sustancia pensante y la
sustancia extensa es una y la misma sustancia, que es comprendida ora bajo este ora bajo aquel atributo. Y así,
también un modo de la extensión y la idea de ese modo es una y la misma cosa, pero expresada en dos modos;
cosa que algunos hebreos parecen haber visto como a través de una niebla, ya que afirman que Dios, el
entendimiento de Dios y las cosas por el entendidas son una y la misma cosa. Por ejemplo, un círculo que existe
en la naturaleza y la idea de ese círculo existente, que también existe en Dios, es una y la misma cosa, que se
explica por diversos atributos. Y, por consiguiente, ya concibamos la naturaleza bajo el atributo de la extensión,
ya bajo el atributo del pensamiento, ya bajo cualquier otro atributo, encontraremos uno y el mismo orden, o sea,
una y la misma conexión de causas, es decir, que se siguen las mismas cosas en el uno y en el otro.” (E, II, esc 7)

“De aquí se sigue que la esencia del hombre está constituida por ciertas modificaciones de los atributos de
Dios.” (E, II, cor 10)

“Vamos más allá de la Razón como facultad de las nociones comunes o sistema de las verdades eternas que
conciernen a la existencia, y entramos en el entendimiento intuitivo como sistema de las verdades de esencia (a
veces denominado conciencia, porque es allí solamente donde las ideas se desarrollan o se reflejan en nosotros
tal como son en Dios, y nos hacen sentir que somos eternos).” (Deleuze, 117)

1.3. Clave de lectura: Progreso

¿Cuál fue el camino y método que creó el autor para superar el problema?
“A aquellos, en cambio, que preguntan por qué Dios no creo a todos los hombres de tal forma que solo se
guiaran por el uso de la razón, les respondo simplemente que porque no le falto materia para crear todas las
cosas, desde el grado supremo de perfección hasta el ínfimo; o, hablando con más propiedad, porque las leyes de
la naturaleza fueron tan amplias que bastaban para producir todo cuanto puede ser concebido por un
entendimiento infinito, como he demostrado en la 1/16.” (E,I, ap [i])

“La idea de todo aquello que aumenta o disminuye, ayuda o reprime la potencia de actuar de nuestro cuerpo,
aumenta o disminuye, ayuda o reprime la potencia de pensar de nuestra alma.” (E,III, p 11)

a. La mejor sociedad por lo tanto es aquella que permite a la criatura pensar libremente. Aquella que da
recursos a la potencia de cada hombre, aquella que es capaz de incrementar la potencia de cada criatura.
Es una sociedad que entonces, no permite la posibilidad de pensar en el deber obedecer a un canon o a un
Estado, una naturaleza que ya no se siente vigilada. Que actúa por pura libertad y no por obediencia o
desobediencia. Ahora bien, esta libertad no significa una individualidad que pretende hacer lo que quiere
cuando quiere, en efecto, como es parte fundamental de la sustancia, de Dios de la cual todos somos
participes, entonces confiere una conciencia de comunidad (desde la afectación propia) en relación con
las propias actitudes y conductas.

b. El camino para poder concebir en la vida la Potencia del espíritu y la Potencia del cuerpo es lo
fundamental, pero sólo se podrá transitar e incrementar la potencia del espíritu si se piensa y actúa más
allá de la conciencia (una conciencia sujeta a una moral), es decir en el plano de la libertad del modo de la
sustancia que soy. A su vez, sólo se podrá transitar e incrementar la potencia del cuerpo si se piensa más
allá del conocimiento, es decir, si se toma en cuenta que las pasiones, los sentimientos y la sensibilidad ya
no es algo puramente negativo y que nos aleja de la verdad, sino que una energía capaz de movernos
hacia la plenitud misma de nuestro ser.

c. Ya no hay una res cogita y una res extensa de manera separada, sino que existe un paralelismo, una
unidad entre alma y cuerpo, en el que ninguna de las dos tiene jerarquía por sobre la otra. Esto representa
una inmensa ruptura con todo lo que se estaba pensando en el momento, entre los racionalistas y los
empiristas.

d. Dios, ya no es objeto de nuestro conocimiento, no es un Dios moral que prescribe normas, sino que es
una única sustancia con infinitos atributos, y cada uno de nosotros es una modificación de esos atributos,
por lo tanto ontológicamente ya sólo por el hecho de existir estamos comunicados en Dios.

e. No habría Bien y Mal. Sólo malo y bueno, en este sentido, malo sería aquello que anula, resta o reprime
nuestra potencia y buena sería aquello que expande y libera la potencia de la criatura.
f. Hay un reemplazo de la moral, de los valores trascendentes por una ética de la potencia y libertad de los
modos de ser de la existencia.

Clave de lectura: Utopía


1.4. ¿Como se da la situación final que propone el autor? ¿Cuál es la respuesta que da al problema?

2. Kant

2.1. ¿Cuál es el problema fundamental que piensa el autor?

Kant se encuentra frente a vertiginosos cambios sociales en su época, una ilustración que ha galopado fuerte,
influenciando desde Francia con grandes cambios políticos y sociales, a su vez, se encuentra comprometido con la
causa de una fuerte exigencia científica de rigurosidad lógica, que atraviesa su siglo. El gran problema que ve es
la difícil tarea de conciliar al dogmatismo (racionalismo) y al escepticismo (empirismo), puesto que unos se
denuncian a otros, y así la verdadera razón no logra ver la luz.

“En las primeras páginas de La crítica de la razón pura, Kant describe el campo de la metafísica como un
campo de batalla. Uno de los que se sumaron al combate era David Hume. Hume debilitó la razón al afirmar que
nuestras creencias sobre el mundo no se basan en la razón, en la estructura lógica del pensamiento, sino en
ciertos hábitos de la mente como las de comparación y asociación. La causalidad, por ejemplo, no es algo que la
razón descubre en el mundo sino que es producto de asociar dos cosas que suceden de forma contigua, una como
causa y la otra como efecto. Si Hume tiene razón, por así decirlo, entonces no sólo la religión carece de una base
racional, sino la propia moralidad también. El mundo, según su empirismo, sólo nos dice lo que es el caso, más
no lo que debería ser.” (McNabb, CRP1-5)

“De acuerdo con los ideales de la Ilustración, Rousseau defendía la autonomía y la libertad, sin embargo,
negaba que pudieran ser frutos de la razón. Como vimos en mi serie de vídeos sobre Rousseau, la razón es un
instrumento calculador que crea divisiones y jerarquías artificiales que sólo sirven para disolver los lazos
sociales y a esclavizar al hombre en un espejismo de individualidad y competencia. Rousseau responde a este
problema planteando una sociedad basada en la voluntad general, la cual la posibilita no la razón sino el
sentimiento humano.” (McNabb, CRP1-6)

Kant es un convencido de que la razón tiene que decir algo al respecto de las ideas más importantes que
pueden involucrar al sujeto, la libertad, la idea de Dios, y la inmortalidad del alma. A su vez, su espíritu científico
lo lleva a denotar que el saber de la metafísica es muy débil y no se puede sostener por meras especulaciones sino
que tiene que encontrar fundamentos mucho más sólidos en una razón articulada lógicamente al modo de las
ciencias exactas. Por lo tanto se propondrá buscar las condiciones de posibilidad y los límites de la razón para
pensar los problemas más importantes que afectan a la humanidad.
1781/1787 se publica la CRP.
2.2. Clave de lectura: Razón

¿Qué función cumple la razón en este autor?

Kant discurriendo sobre su nuevo programa crítico acerca de la razón humana que el intenta investigar, cree que sus
pretensiones no son tan altas, o al menos no tan complejas como las de algunos filósofos de la época que
tienen pretensiones para el muy difíciles de alcanzar que según él ya no estarían dentro de la Metafísica
(ya que en su programa estarían todas las cuestiones de la Metafísica), o estarían tratadas de una forma muy distinta:

“Pues él se compromete a ensanchar el conocimiento humano por sobre todos los límites de la experiencia
posible, ante lo cual yo humildemente confieso que eso sobrepasa enteramente mi poder; y en lugar de lo cual yo
solamente me ocupo de la razón misma y de su pensar puro, cuyo conocimiento minucioso no tengo que
buscarlo muy lejos de mí, porque lo encuentro en mí mismo; de lo cual, además, ya la lógica común me da el
ejemplo de que todas sus acciones simples se pueden enumerar de manera completa y sistemática; sólo que aquí
se plantea la pregunta de cuánto puedo esperar alcanzar con ella, si me son sustraídos toda materia y todo
auxilio de la experiencia.” (Kant, CRP Prol 1ed p.8-9)

Luego en la razón hay que investigar cuales son los límites y las condiciones de posibilidad para que ella sea pura, es decir para que existan
principios universales y que no sean producto causal de otro concepto. Las condiciones de posibilidad para pensar la metafísica tienen que enmarcarse en un
programa con rigurosidad científica, que no es lo mismo que una rigurosidad empírica.

“No entiendo por ésta una crítica de los libros y de los sistemas, sino la de la facultad de la razón en general, en
lo tocante a todos los conocimientos por los cuales ella pueda esforzarse independientemente de toda
experiencia:; por tanto, la decisión acerca de la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general, y la
determinación, tanto de sus fuentes, como del alcance y de los límites de ella; pero todo a partir de principios.”
(Kant, CRP p.7 CRP Prol 1ed)

Razón especulativa (dialéctica transcendental)

a. “La razón nunca se refiere directamente a un objeto, sino sólo al entendimiento y, por medio de éste, a su
propio uso empírico. La razón no produce, pues, conceptos (de objetos), sino que simplemente los ordena
y les da aquella unidad que pueden tener al ser ampliados al máximo, es decir, en relación con la
totalidad de las series, totalidad que no constituye el objetivo del entendimiento. Este sólo apunta a
aquella conexión en virtud de la cual se producen en todas partes, de acuerdo con conceptos, las series
de condiciones. Así, pues, el verdadero objeto de la razón no es más que el entendimiento y su adecuada
aplicación al objeto. Así como el entendimiento unifica por medio de conceptos la diversidad del objeto,
así unifica la razón, por su parte, la diversidad de los conceptos por medio de ideas, ya que pone cierta
unidad colectiva como fin de los actos del entendimiento, actos que, en otro caso, sólo se ocupan de la
unidad distributiva.” [Apéndice A, LA DIALÉCTICA TRASCENDENTAL, Pág.388]

b. “Un concepto a priori no puede ser empleado con seguridad si no se ha efectuado antes su deducción
trascendental. Las ideas de la razón pura no admiten una deducción semejante a la de las categorías.
Pero, si queremos que posean por lo menos alguna validez objetiva, aunque sea indeterminada, y que no
representen meros productos mentales vacíos (entia rationis ratiocinantis), tiene que ser posible efectuar
una deducción de las mismas, aunque sea muy distinta, por supuesto, de la que puede realizarse con las
categorías.” [EL OBJETIVO FINAL DE LA DIALÉCTICA, Pág.400]

i. “La razón, en cambio, no se contenta con una experiencia particular, sino que busca el fondo
incondicionado de toda posible experiencia. Pasa a considerar la experiencia en su totalidad, pero el
problema para Kant es que una totalidad absoluta nunca puede darse en la experiencia. Ninguna
experiencia nuestra es incondicionada, por lo que estos conceptos de la razón no pueden aplicarse
en la experiencia. Debido a esta peculiaridad, Kant no los llama conceptos, sino ideas. En la última
gran sección del libro, la Dialéctica trascendental, Kant pone límites al alcance de la razón y por lo
tanto a la tradición racionalista. La primera parte de la Dialéctica se llama “Los paralogismos de la
razón pura” y se ocupa de la cuestión del alma. En la Estética trascendental, Kant dijo que el yo que
podemos conocer es el yo empírico tal y cómo aparece a la sensibilidad bajo la forma del tiempo. En
distintos momentos podemos estar conscientes de percibir algo, tener hambre, sentir tristeza, etc., en
fin, una serie de estados mentales.” (McNabb ,9-1)

ii. “La segunda idea de la razón es la de la totalidad del cosmos como la causa o condición primordial
que está la cabeza de todas las secuencias causales en nuestra experiencia. El problema para Kant
es que el intento de postular y hablar del cosmos en su totalidad crea antinomias, es decir,
proposiciones contrarias, una tesis y una antítesis, las dos de las cuales pueden probarse como
verdaderas, lo cual es absurdo. Cualquier pensamiento que produzca contradicciones de este tipo no
debería tomarse en serio. Como en el caso anterior, hay 4 antinomias, correspondiendo a las 4
formas de juicios que mencionamos, pero vamos a fijarnos nada más en la primera. La tesis y
antítesis de esta antinomia son: Tesis: El mundo tiene un comienzo en el tiempo y con respecto al
espacio está encerrado también en límites. Antítesis: El mundo no tiene comienzo ni límites en el
espacio, sino que es infinito, tanto en el tiempo como en el espacio.” (McNabb ,9-2)

iii. “La tercera idea de la razón pura es la de Dios. Si te acuerdas, la razón llega a esa idea en el
contexto de los silogismos disyuntivos. En estos silogismos, cualidades mutuamente exclusivas se
predican de un sujeto, como las de ser macho o hembra. El predicado “macho” está condicionado
por su contrario, “hembra”. Lo que la razón busca es la condición de no sólo estos dos predicados,
sino de todo posible predicado, el sistema o agregado de todo lo que puede predicarse. Esta suma o
totalidad sería una condición incondicionada. Esta condición no es un mero agregado empírico, sino
lo que podría caracterizarse como una plenitud, una realidad suprema que sea la fuente de todas las
perfecciones en el mundo empírico, parecido a la noción de la Idea del Bien en la ontología de
Platón. Se trata del ser más perfecto y real, en una palabra: Dios. Dios es la unidad incondicionada
de todo predicado posible. Obviamente, la razón no encuentra este ser en el mundo fenoménico y
empírico, sino que lo infiere como una condición última.” (McNabb, 9-4)

“En efecto, con la tercera antinomia de la “Dialéctica” de la razón pura se demostró que en la búsqueda de
una causa primera, la razón cae en contradicción tanto si admite una causa primera cuanto si admite que
toda causa remite a una causa precedente.” (Kant, CRPr pág.LX)

Razón Práctica

“somos voluntades racionales” (Taylor, 18)

“Si se admite que la razón pura puede contener en sí un fundamento práctico, es decir, que basta para la
determinación de la voluntad, | entonces hay leyes prácticas; si no se admite, todos los principios prácticos serán
únicamente máximas. En la voluntad patológicamente influida de un ser racional se puede encontrar un conflicto
de las máximas con las leyes prácticas reconocidas por él mismo.” (Kant, CRPr pág.19)

“En el conocimiento práctico, es decir, en aquel que sólo se ocupa de los fundamentos determinantes de la
voluntad, los principios que uno se hace no son ya por ello leyes a las cuales uno se halle inevitablemente sujeto,
porque la razón en el uso práctico se ocupa del sujeto, es decir, de la facultad de desear y la regla se puede
orientar de diversos modos por la disposición particular de esta facultad” (Kant, CRPr pág.20)

“La razón pura es por sí sola práctica y da (al hombre) una ley universal que llamamos ley moral.” (Kant, CRPr
pág.36)

“Aquella independencia es | la libertad en sentido negativo; en cambio, esta legislación propia de la razón pura
y, como tal, práctica, es la libertad en sentido positivo. Por consiguiente, la ley moral no expresa nada más que
la autonomía de la razón pura práctica, es decir, de la libertad; y esta misma es la condición formal de todas las
máximas, única condición bajo la cual éstas pueden armonizar con la ley práctica suprema.” (Kant, CRPr
pág.39)

“Esta analítica muestra que la razón pura puede ser práctica, i.e., puede determinar por sí misma la voluntad,
independientemente de todo elemento empírico y lo demuestra por un hecho en el cual la razón pura realmente
se revela en nosotros en la práctica, a saber, la autonomía en el principio moral mediante el cual la voluntad
determina la acción.” (Kant, CRPr pág.49)

“Si comparamos ahora con esto la “Analítica” de la Crítica de la razón pura especulativa, veremos un
notable contraste entre una y otra. En aquélla no eran los principios sino la intuición sensible pura (espacio y
tiempo) el primer dato que hacía posible el conocimiento a priori y sólo para los objetos de los sentidos. Los
principios sintéticos derivados de meros conceptos sin intuiciones eran imposibles, más bien los conceptos sólo
podían existir en relación con la intuición, que era sensible, y por lo tanto también sólo en relación con los
objetos de una experiencia posible, porque solamente los conceptos del intelecto, unidos con esta intuición,
hacen posible el conocimiento que llamamos experiencia. Fuera de los objetos de la experiencia, es decir,
considerando a las cosas como noúmenos, fue negado, con pleno derecho, todo conocimiento positivo a la razón
especulativa. Sin embargo, ésta hizo bastante para salvaguardar el concepto de noúmeno, es decir, la posibilidad
e incluso la necesidad de pensarlos, y para salvar ante toda objeción, por ejemplo, la suposición de la libertad,
considerada negativamente, como totalmente compatible con aquellos principios y limitaciones de la razón pura
teórica, // pero sin dar a conocer ninguna determinación ni ampliación de tales objetos, al excluir más bien toda
visión de ellos.
| Al contrario, la ley moral, aunque no da ninguna visión, proporciona, empero, un hecho absolutamente
inexplicable con todos los datos del mundo de los sentidos y con toda la extensión del uso teórico de nuestra
razón, un hecho que señala un mundo del entendimiento puro y que incluso lo determina de una manera positiva
y nos hace conocer algo de él, a saber, una ley.
Esta ley debe proporcionar al mundo de los sentidos, como naturaleza sensible (en lo que se refiere a los
seres racionales), la forma de un mundo del entendimiento, es decir, de una naturaleza suprasensible, pero sin
interferir en el mecanismo de la primera. Ahora bien, la naturaleza, en el sentido más general, es la existencia de
las cosas sometidas a leyes. La naturaleza sensible de los seres racionales en general es la existencia de éstos
sometidos a leyes empíricamente condicionadas, por lo tanto, es heteronomía para la razón. En cambio, la
naturaleza suprasensible de estos mismos seres es su existencia según leyes que son independientes de toda
condición empírica y que, por lo tanto, pertenecen a la autonomía de la razón pura.” (Kant, CRPr pág.49-50)

“Así se puede comprender por qué en toda la facultad de la razón, solamente la facultad práctica puede ser
aquella que nos ayude a salir del mundo de los sentidos y nos proporcione conocimientos de un orden y una
conexión suprasensibles, los cuales, sin embargo, por eso mismo, sólo pueden ser extendidos cuanto es necesario
para el punto de vista práctico puro.” (Kant, CRPr pág.126)
“La aspiración al bien supremo, necesaria por el respeto a la ley moral, y la presuposición que se deriva de
la realidad objetiva de este bien conduce, por lo tanto, mediante los postulados de la razón práctica, a conceptos
que la razón especulativa podía expresar como problemas, pero que no podía resolver. Así pues: 1) conduce a un
problema (el de la inmortalidad) en // cuya solución la razón especulativa no podía hacer más que paralogismos,
porque le faltaba la característica de la persistencia para completar, para la representación real de una
sustancia, el concepto psicológico de un sujeto último, atribuido necesariamente al alma en la conciencia de sí,
lo cual se lleva a cabo por la razón práctica mediante el postulado de una duración necesaria para la
adecuación de la ley moral con el bien supremo como fin completo de la razón práctica; 2) conduce a un
problema del cual la razón especulativa no contenía sino una antinomia89 y cuya solución ella sólo podía fundar
en un concepto que podía ser pensado problemáticamente pero no demostrado o determinado por ella en su
realidad objetiva, i.e., la idea cosmológica | de un mundo inteligible y la conciencia de nuestra existencia en él,
mediante el postulado de la libertad (cuya realidad demuestra la razón práctica mediante la ley moral, y con ella
demuestra al mismo tiempo la ley de un mundo inteligible que la razón especulativa sólo podía señalar, sin poder
determinar el concepto); 3) a lo que la razón especulativa podía pensar pero tenía que dejar indeterminado
como mero ideal trascendental, a saber, al concepto teológico del ser originario, le confiere sentido (desde el
punto de vista práctico, i.e., como una condición de la posibilidad del objeto de una voluntad determinada
mediante aquella ley) como principio superior del bien supremo en un mundo inteligible, por medio de una
legislación moral que tiene poder en ese mundo.” (Kant, CRPr pág.158)

2.3. Clave de lectura: Progreso

¿Cuál fue el camino y método que creó el autor para superar el problema?

- Giro copernicano
- Totalidad
- “Definicion de una sibjetividad moral radicalmente libre” (Taylor, 18)
- Vida moral es equivalente a libertad
-

3. Hegel

3.1. ¿Cuál es el problema fundamental que piensa el autor?

Fichte (fundamentos para la filosofía: 1. libertad y subjetividad (idealismo subjetivo: todo es sujeto) o 2.
Sustancia y objetividad… se decide por el punto 1 en su filosofía)

“Para los intelectuales alemanes jóvenes, y algunos ya no tan jóvenes del decenio de 1790, estas dos ideas,
expresión y libertad radical, adquirieron una fuerza enorme. Nació parcialmente, sin duda, de los cambios de la
sociedad alemana que hacían sentir con mayor agudeza lo necesario de una nueva identidad. Pero la fuerza se
multiplicó muchas veces por la sensación de que el antiguo orden estaba descomponiéndose y de que otro nuevo
estaba naciendo, surgido de la repercusión de la Revolución francesa. El hecho de que esta Revolución
comenzara, después del Terror, a provocar sentimientos ambivalentes y aun hostilidad entre quienes fueran sus
admiradores, no hizo nada por aplacar esta sensación de apremio.” (Taylor, 22-23)

“Para Hegel, las ramas del saber sufren una crisis de disparidad, puesto que las disciplinas se han encargado de
dividirlas para su aprehensión teórica. Mas en la práctica, el problema de los absolutos entra en juego, pues es
difícil intertextualizar conceptos.” (Wikipedia)

La esperanza era que los hombres llegaran a unir ambos ideales, libertad radical y plenitud expresiva. Por causa
de las afinidades antes mencionadas, fue casi inevitable que si una de ellas fue profunda y poderosamente
sentida, también lo fuera la otra. Los miembros de la generación más vieja podían mantenerse apartados de uno
o de otro; así, Herder nunca se entusiasmó por el giro crítico del pensamiento de Kant; (Taylor, 23)

1807 se publica la fenomenología del espíritu

“La fenomenología del espíritu no parte del saber absoluto, pero conduce necesariamente a él. Desde entonces
puede el pensamiento situarse en la inmediatez de lo Absoluto mismo, ser ciencia de la Idea absoluta. Esta
ciencia procede a su vez dialécticamente; el proceso de sucesivas afirmaciones y negaciones que condujo de la
certidumbre sensible al saber absoluto es el mismo proceso que sirve a la filosofía para manifestar la Idea. En
su ser en sí, la Idea absoluta es el tema de la Lógica. En su ser fuera de sí, la Idea absoluta es el tema de la
Filosofía de la Naturaleza.” (Wikipedia)

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