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A partir de la banalidad del mal a la complicidad de la indiferencia: Los efectos sobre las relaciones
intergrupales

Stefano Passini
c / o Departamento de Ciencias de la Educación, Via Filippo Re, 6, 40126, Bolonia, Italia

información del artículo abstracto

Historia del artículo: Como el análisis de con intergrupo histórica Florida TIC ha mostrado, el apoyo a las políticas desiguales no se transmite con sólo una
Recibido el 27 de noviembre de 2.015 mil obediencia acrítica a las autoridades, sino también por una indiferencia hacia otros grupos sociales. La indiferencia de otros incluso pueden
Recibido en forma 18 revisadas pueden 2 017
tener un papel de complicidad en el apoyo a las políticas discriminatorias y despertar con intergrupo Florida TIC a la par con la obediencia a la
autoridad identi fi ed por la tesis banalidad-ofevil. En el presente manuscrito, el objetivo es quitar fi ne tanta indiferencia y considerar qué variables
2017: ha aceptado 21 de mayo de
socio-psicológicos fomentar su ascenso, las consecuencias para la dinámica entre los grupos, así como los factores que contraste y apoyar las
relaciones intergrupales tolerantes y constructivas. En particular, las personas indiferentes se caracterizan por valores conservadores, formas
menos evidentes de sumisión a la autoridad y actitudes perjudiciales sutiles. Por otro lado, la asunción de la responsabilidad social, una moral
palabras clave:
incluyente y una relación más crítico y constructivo con la autoridad son todos los factores relevantes en contraste tanta indiferencia entre los
Indiferencia obediencia
desobediencia Moral grupos.
Responsabilidad
exclusión
© 2017 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.

Los que conocieron no habló; los que no conozco no hacer preguntas; los que no recibieron investigado ( Staub, 1999 ). Como Lang (2014) señalado, el papel de la psicología social en la

hacer preguntas sin respuestas; y así, de esta manera, el ciudadano medio alemán ganó y comprensión de las dinámicas que conducen a intergrupales con Florida TIC o que puede promover

defendió su ignorancia. ( Levi, 1965 , pag. 381) Lo contrario del amor no es el odio, sino la una convivencia tolerante sigue siendo relevante hoy en día. De hecho, vivimos en una época en que

indiferencia. Lo contrario de arte no es la fealdad, sino la indiferencia. Lo contrario de la fe no es
una herejía, sino la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia. ( Wiesel,
1960 )
El tema de las relaciones entre los grupos y los efectos del contacto intergrupal en el fomento de
tolerancia vs. actitudes y comportamientos intolerantes es uno de los temas clásicos y más
estudiados en la psicología social ( Marrón & Gaertner, 2001 ). De hecho, desde los trágicos
acontecimientos que caracterizaron la dominación fascista y nazi en Europa durante el fi parte primera
del siglo pasado y los siguientes poderes políticos despóticos similares responsables del asesinato
en masa (por ejemplo, la China de Mao Zedong), los estudiosos han tratado de entender qué
dinámicas intergrupales llevaron a niveles tan altos de intolerancia hacia las minorías ( Miller, 1999 ).
En particular, theway personas relacionadas con las autoridades y las razones por las que siguieron
a estas autoridades, incluso cuando se impartieron órdenes inmorales y poco éticas fue
muchos países en el mundo están tratando con el fenómeno de la migración y las medidas
adoptadas para hacer frente a veces divisiones de combustible y la intolerancia. Por ejemplo, en
2015 el primer ministro de Hungría decidió erigir una valla de alambre de púas afilados para evitar
que los inmigrantes entren en su país y esta medida fue recibido por una oleada de apoyo público.
Por otro lado, en 2013 el Alcalde de la isla italiana de Lampedusa (donde muchos migrantes mueren
cada año intentando llegar a Europa) ha luchado contra el “ silencio de Europa ” 1 y sus políticas
exclusivas de la inmigración, renovando un llamamiento a favor de los derechos de inmigración.
Sin embargo, la dinámica que sustenta con intergrupo Florida TIC o la convivencia constructiva
no sólo implican a los que se oponen activamente a la inmigración o los que en lugar de bienvenida y
ofrecer ayuda a los refugiados y los migrantes. La psicología social ha centrado su análisis hecho a
menudo acaba en una concepción bipolar de comportamientos individuales dentro de las sociedades
que enfrenta a la intolerancia flagrante hacia el altruismo y la tolerancia. Como Campbell y
Christopher (1996a) han señalado, con el fin de ir más allá de una retórica bipolar estrecha acerca

1 http://www.fairplanet.org/story/europes-shame-mayor-of-lampedusacriticizes-the-eu-for-its-immigration-policies-and-treatment-of-m

Dirección de correo electrónico: s.passini@unibo.it . .

http://dx.doi.org/10.1016/j.newideapsych.2017.05.002
0732-118X / © 2017 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.
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los motivos humanos y sus consecuencias (véase Campbell y Christopher, 1996b ), Muchas otras
posturas y comportamientos pueden ser reconocidos entre estos dos “ extremas. ” Una de estas
posiciones distintas pueden identi fi ed en una postura indiferente hacia con intergrupo Florida ictos y
tensiones. Por ejemplo, a pesar de la indignación que surge entre ambas instituciones políticas y la
población en general después de cada tragedia de los migrantes en el mar Mediterráneo, los centros
de detención de inmigrantes pronto volver a ser olvidado lugares, invisible para la mayoría de la
gente. Del mismo modo, la violación casi diaria de los derechos humanos que afecta a algunas
minorías en muchos países (por ejemplo, Italia) también desaparece del debate público. Bauman
(1989)
subrayaron que la indiferencia y el silencio de la población, y no sólo sus actitudes obedientes hacia
las demandas de autoridad, son factores importantes que contribuyen a perpetrar abusos graves. En
este sentido, es importante tener en cuenta el efecto que tal indiferencia tiene el despertar con
intergrupo Florida Las TIC y el apoyo a las políticas discriminatorias e intolerantes. En el presente
manuscrito, el objetivo es quitar fi ne tal indiferencia y tener en cuenta las variables socio-psicológicas
que fomentan esta despreocupación por el destino de los otros grupos, las consecuencias para la
dinámica entre los grupos, así como los factores que pueden en cambio contrastar con tanta
indiferencia, y promover relaciones tolerantes y constructivas entre los grupos sociales.
1. simpatizantes, disidentes, y transeúntes
Dentro de la psicología social, la reacción de la gente a una petición aparentemente inmoral y
antidemocrático expedido por una autoridad se ha analizado principalmente como que incluye tres
modalidades diferentes. En primer lugar, los individuos pueden cumplir con los requerimientos de la
autoridad y comportarse de acuerdo con su solicitud. Esta obediencia puede ser activo, en el sentido
que va junto con una fi rm convicción de la rectitud de las políticas y comportamientos de la autoridad,
o pasiva, por el cual los individuos siguen a la autoridad debido a un conformismo sumiso a sus
prescripciones. En este último caso, los estudiosos se han centrado en el
“ banalidad del mal ” como el concepto que explica el comportamiento de estas personas. En segundo
lugar, las personas pueden oponerse a la petición y desobedecer a la autoridad. Es decir, se pueden
reconocer la ilegitimidad de las solicitudes de las autoridades y decidir no seguir o incluso de
oponerse a su conducta. El comportamiento de estas personas ha sido estudiada en términos del
concepto de “ ordinario de la bondad ”( Rochat y Modigliani, 1995 ). En tercer lugar, las personas
pueden actuar simplemente como espectadores pasivos, fingiendo no estar involucrado en tales
circunstancias. En este caso, el comportamiento de estas personas fue menos estudiado por la
literatura. Sin embargo, como Haslam y Reicher (2007) señalado,
con el fin de la tiranía a triunfar, no es suficiente para que los Eichmann de este mundo para ser
más brutal. También es esencial que los demás, incluidos los que originalmente menos extremo,
ir junto con ellos mi o al menos que no realizan sabotajes activa o se resisten a ellos. (P. 620)
1.1. La banalidad del mal
Desde el surgimiento y el gran atractivo de los partidos extremistas y explícitamente xenófobos
en Europa como consecuencia de la fi primer worldwar (es decir, el fascismo en Italia y el nazismo en
Alemania) y en la contabilización de los trágicos acontecimientos que se han producido hasta el final
de la segunda guerra mundial, la psicología social ha estudiado el impacto de las ideologías
autoritarias en las personas y los efectos de la obediencia acrítica a la autoridad en el apoyo o
incluso perpetrar los llamados crímenes de obediencia ( Kelman y Hamilton, 1989 ). Esta degeneración
de la relación de autoridad ha sido analizado en términos de dos enfoques principales: un enfoque en
la personalidad y de actitud rasgos ( Adorno,
Frenkel-Brunswik, Levinson, y Sanford, 1950 ) Y un enfoque en los factores de situación ( Bauman,
1989; Milgram, 1974 ). De hecho, hasta que los estudiosos 1960 habían tratado de analizar lo que
ellos denominan “ la personalidad autoritaria ” o “ la mente nazi ” en el supuesto de que debe haber una
especificación fi c y la personalidad psicológica problemática a la gente explainwhy ideologías
followdestructive ( Overy, 2014 ). En su lugar, después de la Arendt (1963) y Milgram ' s (1.974) análisis
de la obediencia a la autoridad destructiva, la atención se desplazó de individuos patológicos
hipotéticas a las personas normales y en el Florida influencia de los factores de situación sobre ellos.
Hannah Arendt desarrolló su banalidad del mal-tesis a partir del análisis de la prueba del nazi
Adolf Eichmann Teniente Coronel en Jerusalén en 1961 mi 1962. Arendt (1963) declararon que los
trágicos sucesos que ocurren durante el nazismo no deben ser explicadas por una especie de
disposición biológica hacia comportamientos crueles. La gente de hecho pueden cometer malas
acciones obedeciendo a una autoridad cuando el significado de este tipo de acciones se vuelve
banal, en el sentido de que se conviertan en algo bastante normal y sin consecuencias. Como bien
se sabe, la tesis de la banalidad del mal-de-encontró su aire empírica fi confirmación de Milgram
(1974) experimento sobre obediencia a la autoridad
fi cifras. En la condición en la cual el clásico “ Profesor ” puede escuchar las quejas de la “ Aprendiz, ” Milgram
descubrió que el 65% de los participantes siguió administrando choques con él. Milgram explica los
resultados con la observación de que cuando las personas se dan órdenes de una autoridad, tienden
a introducir una “ estado agénticos ” inwhich suspenden su propio juicio y restricción moral y transfieren
el sentido de la responsabilidad de sus acciones a la autoridad fi gura ( Haslam y Reicher, 2007 ).
Vale la pena señalar que muchos de los estudios basados ​en la perspectiva banalityof-mal han
tendido a pasar por alto tanto la personalidad de los actores involucrados ( Berkowitz, 1999 ), Así
como el contexto social alrededor de los autores ( Staub, 2014 ). identi fi de cationes con grupos
antidemocráticos e ideologías se, por ejemplo, un punto crucial para permitir que el mal a ser
perpetrado o soportado implacablemente. Como
Haslam y Reicher (2007) señalado, esto es ejemplificado fi cado por el hecho de que las posiciones de
Eichmann con respecto a los judíos se hicieron más severas, ya que identifica enhancedhis fi cationwith
theNazimovement. En la generación de odio y discriminación, de la forma en que fi ne nosotros
mismos y nuestro grupo interno es de hecho tan crucial como nuestra categorización del grupo
externo ( Reicher, Haslam, y Rath, 2008 ). En este sentido, los actos represivos se ven reforzadas por
el hecho de que los autores identifican activamente con un sistema que promueva actos viciosos
como ser virtuoso ( Haslam
y Reicher, 2012a ). Un proceso utilizado por los líderes para hacer que los individuos activos en lugar
de participantes pasivos de la tiranía y la dominación sobre otros grupos sociales ( Haslam, Reicher,
y Birney, 2014 ). Otro punto relevante en el apoyo a los crímenes de la obediencia es de hecho el
desarrollo de los sistemas de creencias que suspenden los principios morales comúnmente
aplicados. Es decir, el desarrollo de las ideologías destructivas, que “ crear universos morales
cerrados en los que lo irracional de repente se vuelve racional, lo inmoral se convierte de repente
moral ”( Overy, 2011 , pag. 663). La socialización y la educación a una moral banalidad-de-mal serían,
en este sentido, crear un universo moral por el cual las normas morales y estándares comunes que
rigen cómo deben comportarse las personas se dejan de lado. Overy (2014)
afirmó que esto no ocurre debido a la obediencia ciega, pero debido a cambios en la estructura de
referencia moral promovido por el contexto social que rodea a las personas. Así, “ ciego ” obediencia
está lejos de ser inconsciente y en su lugar debe considerarse determinado por la mutua en Florida uir
entre las disposiciones y experiencias de la personalidad con el contexto alrededor del individuo.
1.2. Ordinario de la bondad
Como algunos estudiosos (por ejemplo, Haslam y Reicher, 2012b; Passini y Morselli, 2009 ) Han
señalado, los estudios en psicología social
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han tendido principalmente a centrarse en los aspectos destructivos de la obediencia, olvidando que
reconocido tres “ ordinario ” moral dicta que la gente puede utilizar para contrastar las demandas
mientras que muchas personas se ajustaban a las autoridades totalitarias, muchos otros de fi ellos ed. Haslam
y Reicher (2012)
argumenta que este proceso de considerar la opresión y la resistencia simplemente recuerda con
vistas a una psicología social clásica sesgo de la conformidad
( Moscovici, 1976 ), Que es una tendencia a centrarse sólo en cómo se reproduce el status quo y no
en la forma en que esto puede ser cambiado. Por otra parte, si los estudios sobre la banalidad del
mal han demostrado que en determinadas situaciones (donde se toma la opresión por sentado) la
gente fácilmente cumplir con las exigencias de la autoridad, “ la cuestión crítica ya no es quien va
junto con la brutalidad (y por qué), sino más bien por qué ciertos individuos son lo suficientemente
excepcional para oponerse a ella ”( Haslam y Reicher, 2007 , pag. 621). los fi primer análisis sistemático
de los equipos de rescate durante el Tercer Reich se centró en la personalidad como la fuerza motriz
fundamental de su comportamiento ( Monroe, 2008 ). En cierto modo, en antítesis con La personalidad
autoritaria, La Personalidad Altruista por Oliner y Oliner (1992)
analizadas qué características personales distinguen los equipos de rescate por el uso de entrevistas
a los equipos de rescate, que no son los equipos de rescate, y rescataron a los sobrevivientes. Para
los dos autores, los equipos de rescate, en particular, caracterizadas por una visión del mundo de fi ne
como extensividad, que es el desarrollo de una identidad amplio e inclusivo que se extiende
progresivamente a una humanidad compartida ( Monroe, 2008 ). Como Batson, Ahmad, y las
poblaciones (2011) han señalado, la participación inicial en las actividades de rescate con frecuencia
comenzó con la preocupación por especí fi c individuos (a menudo conocido anteriormente), que
posteriormente dieron lugar a nuevas actividades de rescate y a una preocupación por la justicia y los
derechos humanos que se extendía más allá de los límites de la preocupación empática inicial. Esto
está en consonancia con el análisis de las autobiografías de los disidentes civiles reconocidos, tales
como Martin Luther King, Gandhi y Nelson Mandela. Como Morselli y Passini (2010) han demostrado,
la desobediencia civil se basa en un sentido de responsabilidad social mi es decir, la percepción de
que otras personas dependen de nosotros mi y en la extensión de tal sentido de la responsabilidad
por exponencialmente llegando a más y más personas y grupos sociales. UN universal sentimiento de
responsabilidad social basada en actitudes de inclusión moral, es decir la extensión de la justicia
social a los grupos que previamente habían sido excluidos del ámbito de la justicia ( Passini y Villano,
2013 ). Estos estudios ponen de manifiesto que más del carácter subjetivo de los equipos de rescate,
lo que era realmente pertinente se rescatadores ' percepciones de sí mismos en relación con los
demás. “ Para los equipos de rescate, los límites de esta clasificación fi sistema de cationes [distinción
ingroup-grupo afuera] eran amplio e inclusivo, incluyendo toda la humanidad ”( Monroe, 2008 , pag.
704). Tal amplitud recuerda los tres niveles concéntricos de creciente abstracción por el cual de fi NE
mismos postulados por la teoría de la auto-categorización ( Turner, Hogg, Oakes, Reicher, y Wetherell,
1987 ) Y que conecte el concepto de sí mismo con los procesos de grupo y entre grupos: esto es,
personal, endogrupo-exogrupo, y la auto-categorización humana. Cuanto más usamos de una
categoría superior a de fi ne nosotros mismos, más vamos a considerar a los demás como parte de la
entidad que nos importaba (véase Leonardelli y Toh, 2015 ).
desobedientes a los participantes de Milgram, Rochat y Modigliani (1995)
inmorales de una autoridad ( Einwohner, 2014 ): (1) no se debe imponer la voluntad de uno en otro; (2)
uno es responsable de lo que uno hace a otro; y (3) uno siempre es libre de elegir no obedecer las
demandas perjudiciales. Esto es: el respeto al otro, la responsabilidad personal y la libertad de
elección. Como con fi confirmación de
Morselli y Passini de (2010) análisis, el tema de la responsabilidad es, pues, una pieza clave en la
caracterización de las personas que fueron capaces de oponerse a las demandas perjudiciales
autoridades tanto como el cambio de la responsabilidad hacia la autoridad es el mecanismo detrás
de la banalidad del mal ( Burger, 2014 ). Rochat y Blass (2014) Recientemente argumentaron que por
desafiar las demandas malévolas de autoridad relación de uno con la víctima y el momento de las
respuestas de uno son elementos relevantes. Sin embargo,
con el fin de transformar tal
acto compasivo y altruista hacia peoplewithwhomwe están en una relación personal con una acción
de desobediencia civil, Passini y Morselli (2009 , ver también Passini 2012 ) Han argumentado que la
extensión de dicha relación para incluir a todos los miembros del grupo externo y la asunción de una
responsabilidad social dirigido a todo el mundo es esencial también.
El tema de la responsabilidad es central a otra interesante análisis de las dinámicas
interpersonales e intergrupales allá “ bueno ”
y “ malo ” comportamiento. En particular, la noción de difusión de la responsabilidad caracteriza a
aquellos que no toman postura o acción, pero sólo se comporta como espectadores pasivos.
1.3. espectadores pasivos
Es bastante difícil de explicar horri fi c acontecimientos del holocausto tales o violación de los
derechos humanos de algunos grupos sociales en general con sólo teniendo en cuenta que obedece
o que de fi ES demandas de autoridad. Crímenes de obediencia también ocurren porque otras
personas no toman directamente encima de cualquier postura, a favor o en contra de las demandas
de una autoridad. En este sentido, algunos investigadores (por ejemplo, Monroe, 2008; Staub, 2014 )
Han analizado la en Florida influencia de espectadores pasivos en nonobstructing o incluso alentar a
los autores. Cuando la mayoría de la gente ignora la miseria de otras personas, que proporcionan
apoyo indirecto o tácita de las condiciones que engendraron tal desgracia ( Monroe, 2008 ). La
comprensión de las políticas destructivas y antidemocráticos de hecho requiere la consideración de
la complicidad potencial de las personas presentes en el aumento progresivo de maltrato a los
grupos minoritarios, ya que permiten a los autores a considerar sus acciones como aceptables e
incluso la derecha ( Staub, 2014 ). Dado su papel fundamental en la justificación y en someways de
apoyo con intergrupo Florida Las TIC y la violencia, el análisis de las razones por las que algunas
personas actúan como transeúntes se vuelve relevante. El experimento clásico de andDarley Latan e
(1970) , Inspiredby el caso de Kitty Genovese en 1964 (un caso de asesinato que ha alcanzado una
cierta notoriedad en el que el delito supuestamente había sido visto o escuchado por muchos
witnesseswho no llamar a la policía 2 ), demostrado el llamado efecto espectador, por el que las
personas en una multitud son menos propensos a ayudar a alguien en necesidad thanwhen creen
que son los únicos que pueden intervenir (ver Levine, 2012 ). Este efecto es bastante persistente y
cotidiana como ejemplifica fi cado por los noticiarios artículos sobre las víctimas de crímenes o
accidentes que no recibieron ningún tipo de ayuda, a pesar de la presencia de muchos

Por lo tanto, en lugar de centrarse en la excepcionalidad de los individuos, las entrevistas con
los equipos de rescate subrayan la normalidad de proceso de que se trate para el bienestar de otros
miembros del grupo social. En este sentido, algunos estudios han hecho hincapié en la forma en que
es más correcto para pasar de una “ exclusivo ” a una “ inclusivo ” visión del heroísmo y la democracia ( Zimbardo,
Breckenridge, y Moghaddam, 2013 ): Es decir, de una que glori fi es el papel de excepcional y bastante
“ raro ” Los líderes heroicos a uno que considera el heroísmo como una característica de la vida social
y cotidiana como algo que puede ser ful fi llenada por “ ordinario ” los ciudadanos. Los estudiosos han
identificado fi ed esta justicia más común y nada excepcional en referencia a las nociones contraparte 2 Como Levine (2012) ha señalado, la estimación de The New York Times acerca de la falta de acción de 37 o 38

a la banalidad del mal, como “ banalidad del heroísmo ” personas se contradice con las pruebas. De hecho, la muerte de la mujer ocurrió después de dos ataques del asesino.
los fi una primera fue presenciado por varias personas de las ventanas, algunos de los cuales gritaban o llamaron a la
policía (como evidencia clara de la intervención). El segundo ataque fatal en lugar no fue presenciado por nadie. Sin
embargo, el episodio y la leyenda de los 38 testigos todavía se consideran relevantes para la psicología social, ya que
inspira a muchos estudios sobre espectadores pasivos y funciona como una parábola moderna.
( Zimbardo et al., 2013 ) o “ ordinario de la bondad ”( Rochat y Modigliani, 1995 ). En particular, mediante
el análisis de las reacciones de
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transeúntes capaces de proporcionar la misma ( van Bommel, van Prooijen, Elffers, y Van Lange,
contemporáneas más afectadas por la invisibilidad de una forma gradual y progresiva de los
2012 ). Varios procesos psicológicos se identificaron fi ed como una explicación del efecto espectador ( Latan
e & Darley, 1970 ). En primer lugar, la gente no intervienen porque el comportamiento inactivo de las
otras personas presentes se puede interpretar como una evidencia de que no se requiere ninguna
ayuda (es decir, en la vida social Florida uencia). De hecho, en la DE fi Ning un evento como un individuo
de emergencia a menudo consideran las reacciones de otras personas (de Levine, 2012 ). En
segundo lugar, las personas se sienten menos personal responsable como que atribuyen la
responsabilidad de intervenir a los demás transeúntes. Este aspecto es de fi ne como difusión de la
responsabilidad, por lo que la responsabilidad de la intervención y la culpa de no tomar medidas se
comparte con los demás ( Greitemeyer y Mügge, 2013 ). Al igual que en muchos casos las personas
deben interpretar inequívocamente un evento como una emergencia (y por lo tanto no hay ninguna
ambigüedad debido a otras reacciones), este proceso es fundamental en la explicación de los
espectadores inacción. Vale la pena señalar que la difusión de la responsabilidad es un proceso que
caracteriza a ambos transeúntes y los autores que pueden considerar a sí mismos sólo como
a. De hecho, la indiferencia es un término que puede tener diferentes significados dependiendo de su
engranajes inocentes en un giantmachine ( Monroe, 2008 ). En tercer lugar, una transformación moral ( Staub,
2014 ) Puede ocurrir, por el cual los espectadores suspenden sus principios morales deshumanizando
a las víctimas o haciéndolos invisibles. Como Monroe (2008) señalado, los acontecimientos históricos
han demostrado que los espectadores no se opusieron a la represión del sistema político, ya que se
referencia a una condición de ser indiferente en lo que se refiere a los problemas que afectan a otros
vio reforzada por la deslegitimación del sistema de la “ otro. ” Esta creencia frommoral desconexión ( Bandura,
1999 ) Andmoral exclusionof las víctimas ( Opotow, 1990 ) Es un proceso psicológico fundamental para
los responsables de promulgar acciones destructivas y es lo contrario de que la inclusión moral que
caracteriza a la normalidad de la bondad.
Todos estos factores ponen de manifiesto que la inacción de los espectadores no se ha de
considerar tan pasiva. Como Staub (2014) ha sugerido, distanciándose de las víctimas, los testigos ' pasividad
Tajfel y Turner, 1979 ). Tal indiferencia intergrupo se manifieste en diversas formas, desde una total
se acerca a una especie de complicidad. Los sobrevivientes, así como los estudiosos han observado
en efecto que los espectadores con frecuencia fingir ignorancia a eludir su responsabilidad, que vive
en una zona de penumbra y contumaces, protectora entre saber y no saber ( Monroe, 2008 ).
2. La complicidad de indiferencia
Los estudios sobre el efecto espectador subrayan el papel crucial de la inacción y revelan que
consciente (es decir, cuando las personas deciden activamente de no intervenir) o menos consciente
(donde las víctimas son en cierto modo invisible al sistema o una cierta ambigüedad que existe
acerca de si una situación requiere de una intervención despreocupación) para que otros pueden
tener efectos perjudiciales para las futuras relaciones entre los grupos, así como el apoyo a las
políticas desiguales y antidemocráticos. De hecho, ese apoyo no se transmite simplemente por
deferencia y obediencia, sino también por una falta de interés y una indiferencia hacia el destino de
los demás. Durante la Alemania nazi,
la inmensa mayoría prefiere cerrar los ojos y taparse los oídos, pero fi ante todo a amordazar la
boca. destructionwas en masa no acompañados por el alboroto de las emociones, pero el
silencio de muerte de despreocupación. No fue regocijo público, pero la indiferencia del público
que se convirtió en un filamento de refuerzo en la soga apretando inexorablemente alrededor de
cientos de miles de cuellos. ( Bauman, 1989 , pag. 75)
De acuerdo a Bauman (1989) , ideologías fascistas y nazis 3 También han logrado mediante el
uso de medidas perjudiciales más sutiles desarrollado para apoyar la segregación y separación física
y la
3 Aunque Bauman centró su análisis en el régimen nazi, todas estas consideraciones pueden aplicarse a todas las
siguientes ideologías antidemocráticas y despóticos y los sistemas políticos.
lenta desaparición de las minorías de la vida cotidiana. Esto también ocurre en las sociedades
inmigrantes y minorías ( Dovidio y Gaertner, 2004 ) Y donde una cierta difusión de la responsabilidad
que se refiere a la negación de derechos de las minorías está enmascarado por declaraciones como “
hay otras prioridades para este país ” o “ no podemos hacer nada para resolver estos problemas. ” Por
todas estas razones, la indiferencia y la falta de preocupación por los demás pueden tener un papel
de complicidad en el apoyo a las políticas autoritarias y antidemocráticas a la par con la obediencia a
la autoridad identi fi ed por la banalidad del mal. Esto está en línea con Lozowick (2002) quien ha
propuesto que la indiferencia es la fi en primer lugar entre los cuatro tipos de mal, de fi Ning como la
capacidad de vivir la propia vida sin tener en cuenta el sufrimiento de los demás.
Es fi antes que nada relevante para especificar qué tipo de indiferencia este manuscrito se refiere
contexto de uso, tales como un sentimiento personal de apatía hacia la propia vida o de una
abstracción de los demás fi nalizado a la comisión de la violencia contra ellos (véase Zamperini, 2013 ).
En este manuscrito, la indiferencia es de fi nida, centrándose en una dimensión intergrupo, en
grupos sociales. La referencia a la dimensión intergrupo hace hincapié en que este es un modo de
pensar indiferente o el comportamiento de uno o más individuos hacia los miembros del grupo
externo que emerge de centrándose en el nivel intergrupo (determinado es decir, por la propia y la
pertenencia a grupos de la otra persona por medio de los cuales el otro es visto no como una
persona sino como miembro de un grupo social) y no en las diferencias interpersonales (es decir,
determinadas por las características individuales y las relaciones interpersonales entre las personas,
ver
indiferencia explícita para las necesidades de otros, a un desinterés más implícita ejemplifica fi cado
por una prioridad dada a las necesidades del grupo interno sobre los de otros grupos sociales, hasta
el punto de que éste simplemente no están considerados.
Detrás de esta especie de indiferencia, existe un comportamiento activo y no sólo la inercia.
Como Zamperini (2013) ha señalado, incluso si el lenguaje que trivializa la indiferencia es a menudo
un lenguaje privativo (es decir, falta de pensamiento, emoción y acción), la indiferencia es más bien
una forma de pensar y actuar en el mundo. En las siguientes secciones, lo que conduce a la
indiferencia intergrupales, así como los factores que pueden proteger de ella, son examinados.
2.1. Un camino a la indiferencia
Como su de fi nición sugiere, la indiferencia intergrupo se genera tanto por un (menos consciente)
dejar de lado y con vistas de otros grupos sociales y por una indiferencia (más activo) selectiva hacia
algunos grupos sociales y su exclusión de la esfera de la justicia social y la preocupación moral.
Teniendo en cuenta cómo algunas variables psicológicas sociales pueden favorecer el aumento de
esta indiferencia, el desinterés por las necesidades de otros es fi ante todo favorecido por una
percepción de no ser responsables de su condición o situación. Dado que los estudios sobre el
efecto espectador han mostrado, la difusión de la responsabilidad tiene de hecho un gran efecto en la
reducción de la probabilidad de una intervención o incluso una preocupación en la situación de otra
persona. Esta pérdida o cambio en la responsabilidad pueden seguir una más indirecta (por ejemplo,
teniendo en cuenta a nosotros mismos como incapaces o incapaz de hacer algo) o una más directa
(por ejemplo, suponiendo que otras personas tratar con él) elección.
En segundo lugar, la vistas y la ignorancia de otros grupos sociales se ve facilitada por su
desaparición progresiva e invisibilidad promovido por el sistema político y social. Bauman (1989) observado
que si la difusión de la responsabilidad tiene un efecto sobre el retroceso de las preocupaciones
morales y la eliminación de las elecciones morales conscientes, lo que hace víctimas
psicológicamente invisible tiene efectos similares en una escala más impresionante. La exclusión
progresiva y desaparición de los Judios de factores sociales
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la vida en la Alemania nazi, efectivamente, reforzar la supresión progresiva de sus derechos civiles y
humanos y su invisibilidad llevó a una aprobación tácita y cómplice por la población. Qué Bauman
(1989)
Delaware fi ne como “ la producción social de la invisibilidad moral ”( pag. 24) era
“ uno de los más decisivos entre los factores responsables de la escalada de los costos humanos de
la guerra moderna ”( pag. 25). Este invisibilitymay lograrse mediante la representación o bien la acción
(como en la condición experimento de la Milgram el cual un compañero administrado choques y
92,5% de los participantes obedecidas) o de la víctima (como en la condición experimento de la
Milgram en que la víctima no era visible ni audible y casi todos los participantes obedecidas) invisible.
Esto es lo que Milgram (1974) denominado distancia psicológica
en relación con la lejanía de las consecuencias de las propias acciones. Tal invisibilidad era esencial
para que el mal se convierten en banales, pero también fue fundamental para la producción de
indiferencia y despreocupación hacia el destino de otros grupos sociales. Lo mismo puede ocurrir en
las sociedades multiétnicas contemporáneas, donde los extranjeros se convierten en invisibles y esto
lleva al grupo interno no percibirlas como algo distinto sociales fi (cifras Stichweh, 1997 ).
En tercer lugar, la indiferencia hacia el destino de otros grupos sociales es promovido por una
progresiva exclusión de estos grupos desde el círculo de preocupación moral. Este punto está
conectado a los anteriores, como la difusión y el desplazamiento de la responsabilidad y la
invisibilidad de las víctimas son de hecho “ técnicas ” excluir a los grupos sociales de la propia
comunidad moral ( Opotow, 1990 ). exclusión moral se produce cuando se ven individuos o grupos
sociales fuera del límite inwhich valores morales, la justicia, y se aplican consideraciones de equidad.
Los que están fuera del alcance de la justicia o de la llamada comunidad moral ( Staub, 1989 ) Por lo
tanto, se perciben como no merecedores de los derechos y de los recursos y las metas como
elegibles de la explotación, la violencia y la desigualdad ( Opotow de 2011 ). Por ejemplo, la exclusión
moral era funcional a la visión implacable de los nazis del mundo donde
para excluir a los Judios del universo de obligación que sólo era necesario para privarlos de la
pertenencia a la comunidad nación y el estado alemán. [ ...] En este sentido, para hacer que la
humanidad de las víctimas invisibles, se necesita simplemente para desalojarlos del universo de
obligación. ( Bauman, 1989 , pag. 27)
exclusión moral también puede ser alimentada por la deshumanización de las víctimas o
representándolos como una amenaza o un enemigo. La deshumanización es un proceso psicológico
que puede servir para justificar la exclusión de los grupos externos de consideración moral por
despectivamente se refieren a ellos como animales o “ menos humanos ”( Haslam, 2006 ). En este
sentido, la expulsión de los Judios fromNazi Alemania o los tutsis de Ruanda también pasa a través
de la conjunción analogía entre estos grupos y los piojos y cucarachas y el trasplante de genocidio
en el universo lingüístico de “ auto-limpieza ” y “ la higiene política ”
( Bauman, 1989; Speltini y Passini, 2014 ). Como ha señalado Staub (1999) , La devaluación de ciertos
grupos sociales (como los Judios en Alemania, los armenios en Turquía, o los tutsis en Ruanda) a
menudo se convierte en parte de una cultura. Paralelamente a este proceso, la deslegitimación de un
sistema de la “ otros ” a través de la etiqueta de “ enemigo ”
debilita la resistencia de las personas a la represión política, justificada fi ed como necesarios para
hacer frente a su amenaza ( Monroe, 2008 ). Por lo tanto, moralmente excluidos los demás está
conectado y anima a su invisibilidad, la promoción de una indiferencia hacia aquellas políticas que
atentan contra sus derechos. Después de todo, cada uno tiene lo que podría llamarse una
perspectiva ética, pero la forma en que las personas consideran la amplitud del concepto de sí
mismo (ya sea restrictiva o expandido) y del alcance de la justicia (ya sea inclusivo o exclusivo)
desempeña un papel fundamental en favorecer cooperativa vs. relaciones discriminatorias entre
grupos.
37
2.2. Las características de las personas indiferentes
Lo que caracteriza a una persona que es indiferente hacia otros grupos que se refiere a las
variables psicológicas sociales? ¿Cuál es su / su relación con otras personas y el sistema social y
política? En una investigación realizada por Passini (2017a) en algunos proyectos de ley relacionados
con las políticas arbitrarias hacia las minorías, el autor centra onwhat caracteriza a los participantes
que respondan con una actitud indiferente a ellos, en comparación con aquellos individuos que
aprueba o desaprueba ellos. Los resultados muestran que, incluso si los ciudadanos indiferentes no
son explícitamente agresiva hacia los grupos externos, que conceden gran importancia a la sumisa
actitud a la autoridad, a los valores conservadores y actitudes perjudiciales y utilizan procesos de
exclusión moral, similar a aquellas personas que apoyan abiertamente a tales políticas.
En primer lugar, según lo sugerido por los procesos psicológicos que subyacen a la llamada
complicidad de la indiferencia visto en el párrafo anterior, las personas indiferentes a otros grupos
sociales deben caracterizarse por una escasa sentido de responsabilidad social y una tendencia a
excluir moralmente grupos externos, similares a los que exigir su ética y principios a las autoridades y
sin crítica obedecer a ellos. Por lo tanto, las personas indiferentes tienden a tener un sentido estricto
de la responsabilidad por el cual los grupos sociales que no se perciben dentro de la comunidad
moral no se consideran para merecer los mismos principios de la justicia y con frecuencia se pasan
por alto.
En segundo lugar, las personas indiferentes pueden describirse considerando qué valores son
una prioridad en su visión del mundo. Los valores se dè fi ne como objetivos generales,
trans-situacional que varían en importancia y sirven como un principio rector en la propia vida ( Schwartz,
1992 ). Ellos son un espejo de la forma en que las personas perciben e interpretan la sociedad a su
alrededor, así como de las actitudes y acciones que realizan en la vida cotidiana ( Knafo, Roccas, y
Sagiv, 2011 ). Ya que tienden no oponerse a las demandas autoridades con sus actitudes y
comportamientos de desapego y desinterés, gente indiferente deben caracterizarse por valores de
conservación y preservación del propio grupo y en particular las de conformismo (es decir, el
cumplimiento de las normas y la restricción de las acciones que violen expectativas sociales) y la
seguridad (es decir, la seguridad y la estabilidad de la sociedad). Por otra parte, tal como sugieren
los procesos de exclusión morales, que deben tender a la atención y bene fi t las personas con las que
tienen una relación personal todos los días, mientras que deberían tender a olvidar o ignorar los
física y psicológicamente más distante. Esta preocupación por los demás asimétrica recuerda la
distinción entre los valores de la benevolencia y universalismo, por el cual “ Los valores de
benevolencia se aplican principalmente a los que están cerca de nosotros. [ ...] los valores
universalistas, presumiblemente, se aplican a toda la especie humana ”( Schwartz, 2007 , pag. 713).
En este sentido, Intergroup gente indiferente pueden expresar preocupación por los demás (y no son
generalmente apáticos e inmoral), pero sólo para aquellas personas con las que están en una
relación personal y amable. Por lo tanto, se refieren a una auto-categorización restringida en la que
los comportamientos de ayuda y la solidaridad son sólo dirigidos a los miembros del grupo interno. Monroe
(2008)
mostraron que los espectadores y seguidores nazis colocaron tanto más valor a la comunidad y
utilizan distinciones endogrupo / exogrupo, donde los equipos de rescate concedido importancia a
valores más amplios e inclusivos como el “ santidad de la vida. ”
En tercer lugar, la relación con la autoridad y el sistema político por personas indiferentes deben
caracterizarse por una cierta sumisión autoritaria, aunque menos directa y explícita que la expresada
por la gente más aquiescente. Al no oponerse a las demandas destructivos e inmorales de autoridad,
la indiferencia de hecho puede considerarse como otra manera de obedecer y someterse a un
sistema político degenerada ( Bauman, 1989 ). Teniendo en cuenta la distinción entre la sumisión a las
autoridades establecidas (comunicación autoritaria) y las actitudes agresivas hacia los desviados
según
38 S. Passini / Nuevas Ideas en Psicología 47 (2017) 33 mi 40

autoridades establecidas (la agresión autoritaria, véase Altemeyer, 1996 ), Las personas deben ser
indiferentes menos caracterizan por actitudes agresivas y despectivos flagrantes que son autores.
Sin embargo, ambos deberían han interiorizado algunos aspectos de la autoridad con la que se
identifican y utilizan como guía para la acción y la inacción ( Haslam y Reicher, 2007 ). Por otra parte,
es de destacar que su indiferencia puede caracterizar como latente agresiva
Si la mayoría de los alemanes no eran fanáticos o “ paranoico ” antisemitas, eran “ templado, ”“ latente,
” o pasiva antisemitas, para quien los Judios se había convertido en una “ despersonalizada, ” entidad
abstracta, y ajeno allá de la empatía humana y el “ Cuestión judía ” un tema legítimo de la
solución que merece la política de estado. ( Bauman, 1989 , pag. 26)

individuos ( Passini, 2017B ). Es decir, en caso de una percepción de una amenaza social, las
personas indiferentes podrían cambiar su inacción intomore comportamientos hostiles y agresivos
directos, apoyando las acciones violentas hacia las minorías y los grupos externos. “ Los individuos 2.3. Fuera de la indiferencia
con tendencias hyperauthoritarian pueden actuar como ' traviesas '( Staub, 1989 ) Que sólo llegan a ser
movilizado y energizado cuando el grupo sanciones opresión ”( Haslam y Reicher, 2007 , pag. 620). Todas estas características de la llamada indiferencia intergrupo tienen como consecuencia las
Considerando el fi cinco pasos que permiten el desarrollo de los actos de inhumanidad extrema y el relaciones intergrupales preocupaciones. De hecho, haciendo caso omiso de los miembros del grupo
odio colectivo (véase Reicher et al., 2008 ), La etapa de la exclusión de especi fi grupos C del grupo externo o considerando otras prioridades más de la extensión de los derechos, las personas
interno (ii) y la percepción del grupo externo como un peligro para la existencia del grupo interno (iii) indiferentes apoyan la exclusión moral de algunos grupos que fomentan las relaciones entre los
es esencial en la transformación de la gente inactiva indiferentes (que no incluyen pero no denigran grupos intolerantes y jerárquicos. Por lo tanto, es importante centrarse en aquellos factores
explícitamente los otros) en cómplices más activos de con intergrupo Florida TIC. whichmay contrastar el aumento de la indiferencia entre los grupos. En primer lugar, en lo que
respecta a la relación con las otras personas y grupos sociales, una asunción de responsabilidad
social y de un amplio concepto de sí mismo y la moralidad no excluyente son todos los factores
relevantes para la promoción constructiva interactionwith ellos. Florida Las TIC y los crímenes de la
obediencia y la indiferencia. La responsabilidad social es en este sentido en oposición a una especie
de responsabilidad overindividualistic por medio de los cuales las personas únicamente persiguen
El paso de bene retirar fi TS a la hostilidad activa contra outgroups mapas, nos sugieren, en el
sus propios intereses y no se sienta responsable de las consecuencias de sus acciones sobre los
paso de excluir a otros del grupo interno a interpretar como una amenaza para el grupo interno. ( Reicher
demás. En este sentido, puede ser pertinente considerar dos nociones identificar una responsabilidad
et al., 2008 , pag. 1331) [ ...] Una vez afuera amenaza ha sido añadido a la categoría de exclusión,
que va más allá del propio pro personal inmediata de uno fi t: los conceptos de responsabilidad
se hace posible ver la destrucción del grupo externo como un acto de defensa propia en lugar de
verticales ( Jonas, 1984 ) Y generatividad ( Erikson, 1950 ). los fi identi primeros fi es una responsabilidad
un acto de agresión. Como se ha demostrado en otros contextos, esto ayuda a superar las
de las propias acciones en relación con el futuro de tal manera, ya que de fi define un sentido de la
normas de la no violencia y facilita la participación de los que inicialmente se opuso beligerancia
responsabilidad de un mundo por venir y para las generaciones futuras desconocidas. El segundo
en actos de hostilidad colectiva. (P. 1333)
describe un sentido de responsabilidad para la comunidad ampliada y las generaciones futuras (ver Morselli,
2013; Morselli y Passini, 2015A ).

Por otra parte, como ha señalado Passini y Morselli (2010) , es

Cabe señalar que un cumplimiento pasiva a las demandas de autoridad no surge como un riesgo
para la democracia explícita cuando las personas son indiferentes y se ajustan a una sociedad que
avanza procedimientos democráticos. Sin embargo, se convierte en un riesgo cuando estas
sociedades presentaron demandas injustas y sesgadas. Esta observación sugiere que una
identificación total y pasiva fi cación evenwith una sociedad democrática puede ser un peligro para su
condición democrática.
Cuarto y conectado con el punto anterior, la indiferencia intergrupo puede ocultar actitudes
prejuiciosas y discriminatorias más sutiles e implícitas. En efecto, si las personas que siguen
manifiestamente exigencias intolerantes de autoridad a menudo expresan prejuicio abierto hacia los
grupos externos y las minorías, las personas indiferentes pueden no apoyar explícitamente las
actitudes perjudiciales (hasta que ven a los demás como una amenaza explícita) pero pueden
albergar sutilmente ellos. Como algunos autores (véase Dovidio y Gaertner, 2004 ) Han señalado,
desde “ pasado de moda ” perjuicio se ha vuelto más socialmente inaceptable, actitudes y
comportamientos discriminatorios han cambiado recientemente de flagrante a formas más sutiles. Es
decir, que han cambiado su cara en las expresiones modernas de sesgo que expresan las mismas
creencias discriminatorias, pero de manera más indirecta. Por ejemplo, no prestando especial
atención a o considerar otras cuestiones más importantes que oponerse a las políticas parciales
contra los derechos civiles outgroups' son otras formas de respaldo y de soporte medidas
perjudiciales y discriminatorias. Por otra parte, las personas a menudo consideran que los grupos
ajenos a sí mismos como responsables de no resolver sus problemas (por ejemplo, a través del
trabajo duro o la adaptación a la cultura dominante) y este cambio de la responsabilidad sobre ellos
se esconde una sutil forma de prejuicio ( Costello Hodson, 2011 ; Passini y Morselli, 2016 ). Después de
y Baumeister, 2014 ), Cuando son percibidas como legítimas en la medida en que fomentan las
todo, la aprobación de medidas políticas represivas con frecuencia se ve favorecida por la in Florida influencia
en y la manipulación de los ciudadanos pasivos cuyas pasiones son maleables y convencional ( Monroe,
2008 ).
Del mismo modo, los procesos de inclusión moral implican la aplicación de la justicia social para
todos los grupos sociales y un énfasis en la igualdad de justicia y el bienestar universal. Es decir, la
extensión de la comunidad moral incluir aquellos grupos que anteriormente habían sido excluidos,
como los grupos oprimidos y marginados por la sociedad ( Opotow, 1990 ). En este sentido, un
prolongado compartían identi sociales fi cación que incluye otros grupos sociales dentro de la propia
comunidad debe llevar a la gente a los actos de solidaridad y ayuda hacia ellos ( Reicher et al., 2008 ).
En segundo lugar, es importante considerar la relación entre el individuo y el sistema político.
Como algunos autores ( Ent y Baumeister, 2014; Kelman y Hamilton, 1989; Passini y Morselli, 2009 )
Han reportado, conductas destructivas por las autoridades no llaman por socavar la importancia de la
obediencia a la autoridad. En efecto, Milgram (1974) ya había subrayado que algunos niveles de
obediencia a la autoridad son esenciales para la existencia de cada comunidad social. En este
sentido, es útil distinguir entre una constructiva y una obediencia destructiva. Dos procesos visto
antes ayuda a diferenciarlos ( Passini y Morselli, 2009 ): Es decir, la conciencia y la auto-cuenta de la
responsabilidad de la acción ordenada y la inclusión (o la exclusión) de los objetivos de la acción
ordenada. la vida comunitaria y cultural requiere la gente a obedecer a las autoridades legítimas ( Ent
políticas de igualdad e inclusivas. La cuestión de la legitimidad de hecho es esencial para
comprender la relación entre los ciudadanos y la
 S. Passini / Nuevas Ideas en Psicología 47 (2017) 33 mi 40
sistema político. En los sistemas democráticos la relación entre los ciudadanos y las instituciones no
se basa en el poder, sino en la legitimidad: es decir, personas que están en Florida influenciadas por y
aceptar las demandas de las instituciones porque creen que las políticas y las reglas son de alguna
Moghaddam (2012) señaló, la defensa de los derechos de las minorías es un componente
manera apropiada y debe ser seguido ( Zelditch de 2001 ). En particular, Kelman y Hamilton (1989) considera
que la atribución de legitimidad por la gente se procesa al menos en dos niveles: la legitimidad de la
demandante (es decir, la persona que hace la demanda) y la legitimidad de la reclamación en sí. Los
dos autores se centran en algunas diferencias individuales en la evaluación de esas legitimidades
distinguiendo tres orientaciones de los ciudadanos vis a-vis el sistema político: en reglas, roles, y la
orientación de valor. ciudadanos basado en normas conciben su tarea como seguir las reglas y
respetando las exigencias de la autoridad. ciudadanos orientada en roles conciben como después de
sus obligaciones de conducta. ciudadanos orientada al valor conciben como tomar parte activa en la
formulación, evaluación y cuestionar las políticas nacionales. En cuanto a la cuestión de la
legitimidad, los ciudadanos tanto por reglas y roles orientados tienden a centrarse en la legitimidad
de la reclamante, en detrimento de la evaluación de la reclamación. Por el contrario, los ciudadanos
orientados al valor tienden a centrarse en la legitimidad de la reclamación, sin perjuicio de la
reclamante ( Passini y Morselli, 2013 ). Es decir, que siguen las exigencias de la autoridad si y sólo si
ven themas no violen los valores fundamentales y universales de una sociedad justa y equitativa ( Morselli
y Passini, 2015b ). La indiferencia de otros grupos sociales, por lo tanto puede ser socavada por la
activación de una orientación de valores, mediante el cual los ciudadanos estimulan un papel
consciente y responsable en su relación con el sistema político y las políticas dictadas por la misma. “ Una
orientación de valores prosociales que consiste en una visión positiva de los seres humanos, la
preocupación por el bienestar demás, y un sentimiento de responsabilidad hacia los demás bienestar
[así como] tomar medidas cuando su país se desvía de los valores humanos ”( Staub, 2014 , Pp. 508 mi 9)
está de hecho conectado a una relación constructiva con autoridad.
Por último, la reducción del desarrollo de la indiferencia hacia otros grupos sociales pasa por el
papel relevante de la educación y socialización. Como Staub (2014) señaló, una educación basada en
el valor atribuido al bienestar de otras personas y de una responsabilidad por ello son fundamentales
en el desarrollo de las relaciones intergrupales tolerantes e incluyentes.
La socialización y la experiencia pueden generar preocupación el cuidado y moral, [ ...] pueden
desarrollar valores, y la capacidad de utilizar el propio juicio, uno de conciencia crítica, por lo que
la gente puede resistir los efectos nocivos en Florida uencia del DIF fi condiciones sociales de culto
y personas de autoridad. ( Staub, 2014 , pag. 511)
3 Conclusiones
En conclusión, la investigación futura debe considerar que la dinámica entre los grupos no
implican sólo a aquellas personas que obedecer o desobedecer a la autoridad. Las personas que
aparentemente no ocupan una posición ante las políticas de la autoridad debe ser considerado así.
Esta indiferencia realmente juega un papel esencial en la defensa de las políticas discriminatorias y
desiguales y en la reducción de la oposición hacia ellos. En este sentido, esta indiferencia se
considera que tienen un papel en el apoyo cómplice con intergrupo Florida TIC y las políticas
despectivos. Por lo tanto, será útil volver a leer la investigación sobre las dinámicas intergrupales a la
luz de la vista de la indiferencia como un determinante social de estas dinámicas.
Además, como se Levine (2012) ha señalado, dado el enfoque general de la literatura
socio-psicológico en lo negativo en Florida influencia de los grupos sobre el comportamiento individual,
poca investigación se ha hecho en lugar de analizar los posibles efectos positivos de los grupos en la
promoción de intervención de los espectadores. En este sentido, se hace muy importante para la
psicología social, especialmente en sus aspectos de aplicaciones
39
en la promoción de la tolerancia intergrupal, para considerar las facetas de esta indiferencia
intergrupo e identificar los factores que ponen en contraste y las que conducen a una mayor atención
a las minorías sociales. Como
absolutamente esencial de la democracia, como la tolerancia y la protección de los derechos de las
minorías es una de las diferencias más importantes entre democracia y dictadura. En este sentido, la
protección de los valores democráticos va a través de la transformación de la indiferencia hacia los
grupos externos en una preocupación activa. Desde una cultura de obediencia constructiva es
esencial para el funcionamiento de cualquier sociedad ( Ent y Baumeister, 2014 ), Una relación crítica
y activa de cada individuo con la autoridad basada en una participación responsable en la
formulación, evaluación y cuestionar su política es de hecho necesario: es decir, una ética de la
intervención activa y desobediencia, cuando su país se desvía de los valores humanos ( Morselli
y Passini, 2012; Staub, 2014 ).
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