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Yo me quiero reír

como se ríe esta


gente

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 3


Edición

Diputación Foral de Bizkaia


Departamento Foral de Empleo,
Inclusión Social e Igualdad

D. L.: BI-1936-2018
ISBN: 978-84-7752-642-1

4 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír
como se ríe esta
gente
27 historias de personas
usuarias de los servicios
públicos de inclusión de la
Diputación Foral de Bizkaia

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 5


6 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Introducción

Este libro es un ramillete de entrevistas a personas que han sido o que siguen
siendo usuarias de los servicios públicos forales encargados de favorecer la in-
clusión social.

Conviene poner ojos y cara, poner piel y sentimientos, conviene asomarse a las
historias reales –historias vitales– de tanta gente que se nos queda en las orillas
de una sociedad que va demasiado deprisa y mira pocas veces hacia quienes deja
a sus costados. Personas resilientes, resistentes, más de lo que creemos. Perso-
nas que, con la compañía de los servicios públicos, restablecen sus proyectos en
marcos de dignidad.

Entre otras muchas tareas, la Diputación de Bizkaia también se dedica a todo


esto que se refleja en este libro.

En estas páginas se recogen conversaciones con personas reales, transcritas con


austeridad narrativa, tratando de respetar su tono. Se han respetado también al-
gunas expresiones de jerga que utilizaron mientras se animaban, hacían chistes
de su vida, miraban al techo o se emocionaban al borde de la lágrima.

Son historias duras, muy duras, como lo han sido sus realidades. Pero todas tie-
nen un final que merece ser contado porque nos recuerda la auténtica dignidad
humana, lejos de fantasías o de cuentos de hadas. De esos finales, de los de
fantasía o cuentos de hadas, no hay aquí ninguno.

En estas líneas hay pequeñas pero dramáticas historias de personas, con sus
defectos, sus miedos, sus tristezas, su melancolía y, a veces, su rabia por tantos
años perdidos. Personas que se extraviaron de sí mismas y se han recuperado
con la ayuda de una sociedad que cree que ser solidaria y no dejar a nadie en la
cuneta es una obligación moral, humana y también política.

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Estos son sólo algunos casos de los miles que se atienden día tras día en los ser-
vicios públicos. Tan sólo hemos querido presentar una pincelada, ni los mejores,
ni los peores. Reflejan la etapa vital de unas personas que vivieron sus vulnera-
bilidades en ocasiones vinculadas a sus etapas de consumo de sustancias. Las
sustancias estaban ahí, previas, posteriores o concomitantes a otras vulnerabili-
dades... ¿Quién sabe? Es inevitable.

Este libro recoge unos pocos ejemplos, pero hay muchos más. Nuestra voluntad
es seguir recogiéndolos en futuras ediciones ampliadas.

Aquí presentamos solo unos breves ejemplos de personas que se sentaron a con-
versar y hablar. A reflexionar en alto sobre sus vidas y sobre lo que supuso para
ellas sentir la acogida que la sociedad realiza a través de los servicios sociales
públicos. Siempre con los importantes esfuerzos humanos de profesionales de
la intervención social que se entregan cada día a la tarea de dignificar la vida de
miles de ciudadanos y ciudadanas.

Hablamos de esfuerzos económicos que merecen la pena. Dignificar, devolver la


autodeterminación a la persona, redistribuir los recursos, acompañar en la res-
tauración de redes sociales, son tareas imprescindibles en una sociedad solidaria
y decente.

Nada más y nada menos que eso.

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Prólogo
“¿Quiénes son los que sufren?
No sé, pero son míos.
Ven conmigo.”
Pablo Neruda

“Estos versos del gran escritor chileno recogidos en su poema ‘El monte y el río’
podrían ser el resumen de cómo afrontamos la inclusión social desde la Dipu-
tación de Bizkaia, concretamente desde el Departamento de Empleo, Inclusión
Social e Igualdad que dirijo.

Son el resumen de nuestra filosofía que también se ve reflejada en los versos fi-
nales de este mismo poema: “será dura la lucha, / la vida será dura, pero vendrás
conmigo.”. Porque las personas a las que atendemos no han tenido una vida fácil
y, no nos engañemos, tampoco pasa a serlo como por arte de magia a partir de
que llaman a la puerta de Diputación. A veces, ni tan siquiera llaman ni reclaman,
pero sencillamente están y es necesario acercarse hacia ellos y ellas para volver
a restaurar los lazos sociales rotos.

Esta publicación no es un diagnóstico de la exclusión social, ni mucho menos,


pero no puedo dejar de mencionar algunas cuestiones. La crisis económica ha
azotado duro a toda la sociedad, sin ninguna duda, pero no podemos perder el
foco de la realidad; una realidad cruel porque a quien peor se lo ha hecho pasar
es a las personas que ya estaban mal. La crisis ha agravado las situaciones de
exclusión social, dejando sin bienestar ni dignidad a muchas personas que vivían
en los límites de la vulnerabilidad social, quebrando los frágiles equilibrios de
quienes sobrevivían a base de trabajos precarios, entradas y salidas del mercado
laboral, a base de pequeñísimos negocios de barrio que daban lo justo para vivir.
Y son, no lo olvidemos, personas con responsabilidades familiares que a duras

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penas mantenían su economía doméstica, cuyos lazos sociales y familiares se
situaban en la precariedad.

En estas situaciones de crisis tan severas no solo tiemblan los cimientos econó-
micos, tiemblan las estructuras sociales que deben proteger a los miembros de
una sociedad, tiemblan las redes solidarias de familiares y de amistades que no
dan más de sí. Y todo ello quiebra a personas que, desbordadas por una situación
injusta, se convierten a su pesar en los grandes paganos de la crisis.

En este momento de recuperación económica, la mirada solidaria debe, necesa-


riamente, recuperarse también. Es una obligación ética del conjunto de la socie-
dad y una necesidad para configurarnos como sociedades decentes, solidarias y
de justicia social.

Recuperar la mirada solidaria implica saber que, como señala Joaquín García
Roca, la exclusión social es una cualidad del sistema social que nos hemos dado
desde las últimas décadas del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Insisto, es una
cualidad del sistema económico-social, por lo que no es un atributo propio del
sujeto, sino que es propio de un sistema social que integra con dificultades los
distintos ritmos individuales: las diversidades de una sociedad plural en sus iden-
tidades y capacidades, etc., una sociedad que genera desajustes.

Por tanto, la exclusión social no puede interpretarse como una característica pro-
pia del sujeto o como la confluencia de factores de riesgo en colectivos concretos,
sino como factores de riesgo atribuibles a un sistema que cierra las puertas de
entrada a aquellas personas que no parten de las mismas condiciones de salida
que otros miembros de la sociedad. Solemos hablar de igualdad de oportunida-
des, pero las oportunidades de salida suelen ser distintas y nos corresponde a los
poderes públicos igualarlas.

Vivimos tiempos rápidos. Una sociedad precipitada que tiene poco tiempo de re-
flexión y cuyos mensajes se lanzan en 140 caracteres sin posibilidad de matices
ni trazo fino, sin el colorido de la diversidad. Las redes sociales digitales tienen
enormes potencialidades y permiten la difusión de la información y del conoci-
miento en tiempo inmediato, permite que toda persona pueda acceder a cual-
quier información que desee. Es una fantástica herramienta que aún no hemos
aprendido a manejar. Sin embargo, es evidente hay otro gran debate que no voy

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a abrir aquí. Me refiero, por poner ejemplos, a que la inmediatez de la comunica-
ción genera en los departamentos de recursos humanos de las empresas o en la
enseñanza un debate –sin soluciones aún– respecto al mejor modo de incorpo-
rarlos al día a día para que sean utilizados como un potencial de crecimiento y no
como un distractor de las tareas que deben realizarse.

Sí quiero, en concreto, referirme es a cómo afecta esta nueva forma acelerada de


configurar la opinión pública, especialmente en lo que afecta a las instituciones y
entidades que trabajamos por la intervención social, por la inclusión social de las
personas más vulnerables. Las cuestiones importantes de configuración social,
de estructura social, entramado solidario, acaban resolviéndose… en un instante,
en un comentario malicioso o poco edificante que se lanza en redes sociales y
se multiplica hasta el infinito. Algunas voces individuales se basan en juicios de
valor elaborados sin verdadera reflexión, son voces precipitadas e inmediatas que
corren de persona a persona por los medios digitales. Y el problema es que en
esos medios se filtra con dificultad lo cierto de lo falso, equiparando la autoridad
que otorga el conocimiento con el mensaje tosco. Resulta compleja la gestión
de lo público cuando cualquier buena intervención, programa o política pueden
recibir una enmienda a la totalidad de cualquiera de esas voces alejadas del cono-
cimiento. Y esta enmienda puede pecar por exceso o por defecto: en ocasiones se
busca desacreditar la necesaria solidaridad que toda sociedad digna debe tener,
mientras que, en otras, se busca desacreditar la intervención por escasa.

Son los tiempos que nos toca gestionar. Y nos toca hablar con claridad y detalle
de la labor pública en favor de la inclusión. Este libro es una de las herramientas
para este objetivo.

Pese a que no debemos engañarnos, es preciso defender que hay un fondo po-
tente de esperanza en nuestra gestión pública y en los procesos que van com-
pletando todas estas personas. Nuestros programas, nuestros servicios… toda la
intervención pública que desarrollamos en el ámbito de la inclusión social tiene
unos resultados que deben ser conocidos por la opinión pública.

Desde hace tiempo, la exclusión social se define como un fenómeno dinámico y


complejo en el que se entrecruzan factores con pesos distintos y dimensiones
distintas. La mayor parte de las intervenciones que realizamos desde los ser-
vicios sociales especializados de secundaria en la Diputación Foral de Bizkaia

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se sustentan justamente en el posicionamiento analítico de comprender que la
intervención en exclusión social debe trascender del mero economicismo. Como
señalaba Subirats (2008)1, más allá de pensar en los medios de subsistencia, ha-
blamos del colchón social, del entramado de redes de relaciones sociales que se
precisan para desarrollar una vida protegida y autónoma, y:

“requiere armar mecanismos de respuesta de carácter comunitario, que cons-


truyan autonomía, que reconstruyan relaciones, que recreen personas (...) el
factor esencial de la lucha contra la exclusión hoy día, pasa por la reconquista
de los propios destinos vitales por parte de personas o colectivos afectados
por esas dinámicas o procesos de exclusión social.”

Quizás lo que más destaca de la publicación que aquí se presenta es algo que
desde el corpus teórico de la Exclusión social se viene constatando con profusión:
hay acontecimientos en el transcurso vital de las personas que son disparadores
de problemáticas y afectan en tal grado que empujan a las personas a salir del
circuito social y las sitúa en el extrarradio. Esto ocurre cuando los mecanismos de
contención fallan o no son suficientes.

Y aquí sí, aquí toca hablar de algo mucho más delicado y cruel pero no menos
real: la primacía del tener sobre la primacía del ser. Esa es la máxima en la que
se basa la construcción social de las sociedades avanzadas de los siglos XX y
XXI y es la que sitúa a muchas personas en la línea de la vulnerabilidad social,
ante la debilidad de pocos mecanismos de anclaje en una sociedad altamente
competitiva en la que tener (recursos, formación…) delimita la inclusión en los
círculos sociales o su exclusión de los mismos. Dicho de otra manera, la carencia
de competencias que puedan ser valoradas socialmente arroja fuera del sistema
a nutridos grupos de personas que no encuentran vías de pertenencia, tal y como
lo relataba la Fundación Encuentro en su Informe España, 2004.

Por tanto, si queremos revertir en serio y a fondo cuestiones que tienen que ver
con la exclusión social, la labor debe abordarse desde cambios socio-estructurales
y económicos, sin ninguna duda, y ello probablemente no puede realizarse desde
el microcosmos de una administración pública con competencias territoriales.
1
Subirats, J. (2008): La reestructuración del estado del bienestar en Europa. Exclusión social y políticas de
respuesta. En: Laespada, T. (Ed.): Intervención en Exclusión Social y Drogodependencias: Las confluencias
etre políticas sociales y sanitarias. Homenaje al “Abbé Pierre” Bilbao: Universidad de Deusto.

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Decir esto no es lanzar la pelota lejos, ni tan siquiera pasar la pelota al intangible
de “los poderes”. Es más bien reconocer que es necesaria una reflexión social de
fondo que no se está produciendo, más allá de algunas voces autorizadas. Esta
verdad no puede inactivar la posibilidad de hacer cosas y hacerlo con éxito. Cierto
es que las medidas preventivas son mucho más eficaces que las paliativas, pero
cuando toca trabajar en las medidas paliativas, debe hacerse con las garantías
suficientes de éxito, porque en ello va la dignidad de muchas personas.

Con la importantísima, incuestionable y necesaria ayuda de entidades y profesio-


nales del Tercer Sector, invertimos el dinero público en proteger a estas personas,
en no dejarlas abandonadas, solas ni tiradas en cualquier curva del camino. Es
responsabilidad pública no volver la mirada hacia otro lado, ni atribuir la situación
en la que se encuentran a sus variables individuales. Es la administración pública
la responsable de procurar restablecer las redes de protección y la autonomía
que estas personas precisan para volver a ser dueñas de sus propios procesos.

Y sí, aquí debo decir que el historial de intervenciones, acompañamientos y pres-


taciones, y esto se puede afirmar desde la evidencia, muestra que existen mu-
chas historias de superación con protagonistas que han podido revertir sus si-
tuaciones de exclusión social gracias a la intervención de los servicios públicos de
inclusión. Apostar por los servicios que prestan atención de quienes peor lo pasan
es una inversión social sin ninguna duda. Nunca es un gasto, es una inversión: en
dignidad, en decencia, inversión en el potencial que las personas tenemos para
la construcción social. Y si esto no convence porque vivimos en tiempos econo-
micistas, déjenme decir que también en resultados económicos es inversión y no
gasto. Las personas comienzan a recuperar sus vidas y sus redes sociales e ini-
cian un proceso de cambio de tal grado que resulta mucho menos oneroso para
el conjunto social. También en este lenguaje es inversión y no gasto.

Podríamos poner muchos, muchos ejemplos que facilitasen lo que describo aquí,
pero han sido cogido unos pocos, al azar, algunos de los que han querido hablar y
dedicar un rato a charlar con la persona que les entrevistaba.

Este libro nos trae algunos de estos casos.

Digámoslo sin complejos: mucha gente ha contado con el apoyo de los servicios
de Diputación y gracias a ella han podido salir adelante. Por eso es tan impor-

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tante defender nuestro sistema social de protección, la inversión y el liderazgo
público en este ámbito. Y tenemos que sentir satisfacción del trabajo realizado.
Invertimos esfuerzos y ello garantiza que nuestra sociedad, a través de sus ins-
tituciones, mira hacia quienes han quedado orillados. Es cierto que no todo son
logros y que a pesar de los mecanismos de protección existentes, no se llega a
todas las personas ni a todas las situaciones. Pero se trata de no acomodarse con
los resultados, hay que seguir innovando y buscando vías de acceso a quienes se
encuentran más alejados de la protección social; es un imperativo no quedarse
conformes y mirar siempre en lo que queda por hacer para centrarse en las per-
sonas usuarias.

Tenemos que seguir trabajando para la autonomía e inclusión comunitaria de


todas las personas vulnerables. Nuestra mirada está en la exclusión social más
grave, aquella que impide a las personas vivir en dignidad, con una mirada muy
especial puesta en las mujeres, más castigadas por las relaciones de poder, jerar-
quía y violencia. Acercarnos a las mujeres exige intervenciones distintas a las que
se han estado realizando. Exige poner una mirada feminista para que podamos
acertar en el modo de intervenir.

Y tenemos que favorecer la transformación de la realidad de estas personas,


para que, más pronto que tarde, logren una vida autónoma e independiente del
apoyo de la administración o de las entidades del Tercer Sector de la inclusión
social. Esa es la meta, conscientes de que los ritmos son distintos y que habrá
personas con procesos serán largos y complejos, lo que exigirá modular los recur-
sos a sus posibilidades y disponibilidades.

Y mientras tanto, merece la pena detenerse a conocer las historias de vida re-
cogidas en este libro, porque como una vez le oí decir a Pedro Meca, dominico
y fundador de “Compagnons de la nuit” (Compañeros de la noche) en París, “la
primera plaza del ser humano es ser humano (...), reconocer al ser humano su
plaza de hombre, hacerle sitio en la sociedad” porque estas personas son de las
tuyas, de las mías, de las nuestras. “Ven conmigo”.

M.Teresa Laespada
Diputada Foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad
DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA

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Las ayudas llegan: Relatos de
fraternidad e inclusión
Por Pau Marí-Klose

El infortunio de la pobreza
«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos» reza
el primer artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Se trata de
una de las proclamas más mundialmente conocidas, que consagra la aspiración
a que todos los seres humanos puedan ser objeto de mismo respeto y conside-
ración, sea cual sea su sexo, lugar de nacimiento, su raza o su origen social. En
el preámbulo se concibe como un “ideal común, por el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse”.

Pero, como decía Abraham Lincoln, los seres humanos nacen iguales y ésta es la
última vez que lo son. Es dudoso incluso que sean iguales en ese momento. Como
pone de relieve abundante investigación sociomédica, los niños nacen marcados
por las experiencias vividas por la gestante durante el embarazo, que pueden in-
cidir de manera significativa en el desarrollo del feto y los riesgos del parto.1 Tras
el nacimiento, todo son diferencias. Buena parte de nuestros itinerarios vitales
(educativos, laborales, sentimentales) vienen condicionados por el perfil socioeco-
nómico de la familia que te ha tocado en suerte. Y digo bien, “tocado en suerte”.
Nacer en una familia rica o en una pobre, en una familia con recursos educativos
y capital cultural o en otra que no ha tenido la oportunidad de acumular estos
activos, es —y permítanme la licencia metafórica— resultado de una lotería.

Las vidas descritas en Yo me quiero reír como se ríe esta gente recogen expe-
riencias marcadas por el infortunio. Muchas veces el infortunio de haberse criado
1
Barker, D. (1998) Mothers, Babies and Health in Later Life. Edimburgo: Churchill Livingstone.

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en hogares que sufren distintas formas de exclusión social, expuestos a climas
tóxicos y relaciones abusivas. Otros itinerarios parten de entornos poco o nada
problemáticos, pero aparecen salpicados por episodios disruptivos, ya sea en la
infancia o la adolescencia o en etapas de la vida adulta: un maltrato, una enfer-
medad, un divorcio, una adicción.

Se trata, evidentemente, de personas que se encontraron ante encrucijadas


vitales y tomaron decisiones autodestructivas, malograron opciones para vivir
una vida mejor, desaprovecharon ventanas de oportunidad para escapar a la
exclusión. Negarlo sería absurdo e improductivo. En las historias de este libro un
inquisidor externo quizás destacaría graves equivocaciones, momentos en que
la voluntad flaqueó y faltó determinación, o se fueron al traste expectativas de
mejora. ¿Quién no se ha encontrado ante encrucijadas vitales en que adivina no
haber tomado la decisión adecuada? La diferencia es que muchas de las deci-
siones erróneas que tomaron los protagonistas de las historias que se exponen
en este trabajo se tomaron en condiciones de “libertad limitada” —provocada por
el deterioro socio-psicológico que produce la exclusión— y elevado riesgo —como
resultado del efecto multiplicador sobre la exclusión que tiene la acumulación de
diversas situaciones de adversidad—.

Sufrir situaciones de pobreza y exclusión es una experiencia extremadamente


dura, con graves consecuencias sobre el bienestar material, pero que sobre todo
pasa factura a nivel mental. Diversos estudios han evidenciado que las expe-
riencias de estrés se acentúan en situaciones de privación, lo que redunda en
incrementos de secreción de determinadas hormonas —cortisol y adrenalina—
provocando cambios del metabolismo que, cuando se prolongan, aumentan el
riesgo de sufrir distintas afectaciones sobre la salud física.2 Otros estudios han
relacionado la falta de autoestima asociada a la pérdida de estatus o los sen-
timientos de inferioridad con la probabilidad de mostrar actitudes agresivas o
incurrir en actividades criminales.3

Por otra parte, las situaciones de estrés, angustia y temor a los que abocan las ex-
periencias de pobreza tienen un efecto todavía más perverso. Empujan a actuar
irracionalmente, lo que puede perpetuar situaciones de desventaja. Es la tesis de
2
Marmot, Michael (2015) The Health Gap. The Challenges of an Unequal World. Londres: Bloomsbury
3
Faris, Robert and Diane Felmlee (2011). “Status Struggles: Network Centrality and Gender Segregation in
Same- and Cross-Gender Aggression.” American Sociological Review 76(1):48-73.

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una línea de investigación que acumula cada vez mayor evidencia. A la hora de
procesar información y tomar decisiones, los seres humanos tenemos a nuestra
disposición un «ancho de banda» limitado. Estamos en condiciones de atender
unos cuantos problemas a la vez, pero llegado un punto somos incapaces de dar
más de sí. El «ancho de banda» disponible solo nos permite gestionar un número
limitado de preocupaciones, y su acumulación descontrolada erosiona nuestras
capacidades cognitivas, restándonos eficiencia en la toma de decisiones.4

Alguien con pocas preocupaciones inmediatas puede procesar una cantidad con-
siderable de información y tomar decisiones óptimas con miras al presente y al
futuro. Alguien que afronta una situación de estrés provocada por sus circuns-
tancias materiales —pobreza— o sociales —como por ejemplo gestionar cuidados
de un dependiente sin ayuda—, debe concentrar todo su «ancho de banda» en
dar respuesta a los problemas a los que se ve abocado de manera inmediata —
como lograr poner un plato en la mesa, pagar recibos para que no le corten la
luz, encontrar un empleo compatible con la administración de cuidados—. No
está en condiciones de pensar cabalmente sobre el futuro, las consecuencias de
muchas de sus acciones, ni diseñar una “hoja de ruta” para salir de la situación
en que se encuentra. Algunos experimentos han puesto de manifiesto que su
cociente de inteligencia se resiente y su capacidad de control ejecutivo sobre su
impulsividad disminuye.5

Las personas que se encuentran en situaciones de pobreza y desvalimiento son


también más proclives a utilizar “atajos cognitivos” para dar sentido a las cosas
que les ocurren. Tienen mayor predisposición, por ejemplo, a otorgar valor a
explicaciones conspiranóicas o atribuir sus fracasos a dinámicas incontrolables.
Esta inclinación puede convertirlos en presas fáciles de creencias esotéricas.6 7
4
Mullainathan, Sendhil y Eldar Shafir (2013). Scarcity. Why Having too Little Means so Much. Nueva York:
Time Books.
5
Mani, A., S. Mullainathan, E. Shafir y J. Zhao (2013). “Poverty impedes cognitve function”, Science Vol. 341,
Issue 6149, pp. 976-980.
6
Payne, Keith (2017). The Broken Ladder. How Inequality Changes the Way We Think, Live and Die. Lon-
dres: Widenfeld & Nicolson.
7
El politólogo español Julio Embid ha acuñado el término “Economía de la Miseria Ajena” para referirse a
las distintas actividades económicas que, en el curso de la crisis, han capitalizado nuevas necesidades de
las clases más desfavorecidas. Entre ellas, ocupan un lugar destacado las empresas de esoterismo, brujería
y videncia que ofrecen explicaciones y consuelo para la “mala fortuna” que supuestamente estaría detrás de
la sucesión de adversidades que aquejan a estos segmentos vulnerables (en Los hijos del hormigón ¿Cómo
vivimos en la periferia sur de Madrid? Barcelona, La Lluvia, 2016)

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Un segundo factor de agravamiento de los problemas relacionados con la po-
breza u otras formas de adversidad es el carácter acumulativo de muchos de
ellos. La exclusión social tiene un carácter multidimensional. Abarca diversas
caras de la vulnerabilidad y la limitación: vulnerabilidad económica (falta de in-
gresos, privación de ciertos bienes y servicios básicos, dificultades para afrontar
pagos); vulnerabilidad laboral (precariedad contractual, falta de oportunidades
de promoción, riesgo de sufrir un accidente laboral); déficits de integración social
(aislamiento, falta de apoyo afectivo); falta de acceso al bienestar público (a la
sanidad, la vivienda, los Servicios Sociales); y restricciones a la participación social
y política. Estas “exclusiones” raramente se presentan solas. Muchas veces se
presentan interrelacionadas y se refuerzan mutuamente.

Es una ilustración del llamado efecto Mateo, en referencia a un pasaje bíblico del
Evangelio (Mateo 25:29) en el que se habla de la acumulación de recursos en ma-
nos de los que ya tienen: “al que más tiene, más se le dará; y al que menos tenga,
todavía el poco que tenga se le quitará”. Según este principio, aplicado por prime-
ra vez por el sociólogo norteamericano Robert Merton al estudio de las ciencias
sociales, las ventajas y desventajas sociales tienden a consolidarse de manera
que la brecha inicial entre los más afortunados (gracias a su capacidad, recursos
disponibles o estatus social) y los menos afortunados tiende a ensancharse con
el paso del tiempo. Los problemas nunca vienen solos, y cuando se presentan
conjuntamente acentúan las dificultades existentes, creando otros de nuevos.

En este sentido, la pobreza no es solo una experiencia individual. Las estadísti-


cas contabilizan personas y hogares que viven con ingresos que los sitúan bajo
el umbral de la pobreza, sufren ciertas formas de privación (objetiva o subjeti-
va) y afrontan las consecuencias de esas experiencias (educativas, sanitarias, de
oportunidades laborales, etc.). La investigación sociológica nos ha relatado con
crudeza los sinsabores de esas experiencias. Pero la pobreza es también una
experiencia colectiva. Las familias más desfavorecidas suelen residir en entornos
donde las situaciones de privación están extendidas, cuando no son endémicas.
Sus hijos acuden a escuelas donde el porcentaje de alumnos que provienen de
hogares en situaciones desfavorecidas es muy elevado. Generalmente utilizan
servicios públicos frecuentados por usuarios con su mismo perfil social. Esas con-
centraciones refuerzan efectos acumulativos.

El incremento de la concentración de individuos y familias con ciertas caracte-

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rísticas sociales puede provocar, de forma endógena, aumentos sucesivos de la
población de estos perfiles, como consecuencia de la “salida” de otros grupos que
prefieren convivir con individuos de su perfil social. Es lo que se conoce como
“fuga” de las clases medias (middle class flight). Procesos como éstos pueden
privar a estos entornos urbanos de los sectores más proclives a vigilar el funcio-
namiento de los servicios públicos (escuelas, centros sanitarios, transporte) y que
se sienten más capacitados para exigir a sus responsables y a las autoridades
políticas intervenciones para corregir anomalías inaceptables desde criterios y
estándares comunes. También priva a los jóvenes de ciertos arquetipos sociales
que pueden tener una influencia socializadora. La desaparición de las clases me-
dias erosiona actitudes, aspiraciones y patrones de comportamiento prevalentes
en entornos de clase media. Esas orientaciones son interiorizadas mediante pro-
cesos de imitación (no siempre conscientes) y legitiman, por ejemplo, actitudes
de compromiso con valores escolares.

Fraternidad e inclusión
Ante todas estas evidencias, podemos decir junto a Honoré Balzac, que la igual-
dad es quizás un derecho, pero no hay poder humano capaz de convertirla en un
hecho. Eso no significa que estemos condenados al inmovilismo o la impotencia.
La clave también está en el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, en una cláusula que generalmente tiende a ignorarse. Recuerden «To-
dos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos», frase
que se remata con la cláusula: «y , dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros». La fraternidad (o lo
que ha venido ha venido a llamarse más comúnmente solidaridad), aunque no
pueda convertir la igualdad en una realidad plena, es combustible para moderar
las expresiones de desigualdad que producen inevitablemente los mercados. Y la
fraternidad, en el mundo desarrollado, la encarna, por encima de cualquier otra
institución, el Estado de Bienestar.

Nacer en país u otro también tiene efectos decisivos en la vida de las personas,
sobre todo si han tenido el infortunio de nacer además en una familia pobre. Las
personas que han nacido en países ricos, con Estados de Bienestar generosos y
redistributivos tienen una probabilidad más alta de mantener su nivel de renta
cuando afrontan riesgos sociales comunes (como la pérdida de trabajo, la mater-
nidad o la ancianidad) o más ocasionales (como la viudedad, un accidente de tra-
bajo o un divorcio). Si atraviesan una situación de precariedad económica, tienen

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una probabilidad más elevada de ser socorridas y recibir apoyo para reintegrarse
a una vida normalizada.

La asociación entre gasto social como porcentaje del Producto Interior Bruto y
tasas de pobreza es bastante clara. Los niveles de pobreza y exclusión tienden
a ser más bajos en los países que dedican más recursos a las políticas sociales.
Por ejemplo, los países escandinavos (Suecia, Finlandia, Dinamarca), así como
los países de Europa continental (como Francia o Bélgica) presentan niveles de
gasto social público altos y tasas de pobreza bajas. Por el contrario, buena parte
de los países anglosajones (Irlanda, Canada y Estados Unidos), los países del sur
de Europa o los países no occidentales de la OCDE (México, Corea del Sur, Turquía)
tienden a situarse en el extremo contrario. El volumen de rentas monetarias
transferidas mediante políticas de bienestar está correlacionada con el impacto
redistributivo de esas políticas. Por otra parte, la financiación pública de los prin-
cipales programas de provisión de servicios —la sanidad, la educación, la atención
a la dependencia— transfiere “fraternalmente” recursos (recabados mayormente
en hogares con mayores niveles de ingresos) a hogares más desfavorecidos, para
los cuáles representaría una carga enorme procurárselos a precios de mercado.

Pero más allá de la asociación bivariada entre gasto y pobreza, hay dimensiones
específicas de los Estados de Bienestar que resultan clave para corregir las situa-
ciones de mayor adversidad y exclusión. No todos los Estados de Bienestar han
estado diseñados adecuadamente para hacerles frente. En muchos países, las
principales políticas de aseguramiento (prestaciones de desempleo, prestaciones
por enfermedad o discapacidad, pensiones) no están deliberadamente conce-
bidas para combatir la pobreza o la exclusión, sino para garantizar el manteni-
miento de ingresos cuando individuos con carreras laborales relativamente es-
tables se encuentran en situaciones de riesgo (desempleo, enfermedad o vejez).

Para corregir estas situaciones de mayor exclusión que afectan a colectivos in-
fraprotegidos por las políticas de bienestar centrales son particularmente impor-
tantes los programas de rentas mínimas y de lucha contra la exclusión social.
A nivel europeo, los trabajos de Kenneth Nelson han puesto de relieve que el
nivel de las prestaciones asistenciales otorgadas a colectivos de bajos ingresos
tras una comprobación de medios —rentas mínimas, cheques para el pago de
vivienda, rentas infantiles y créditos fiscales— está relacionado con los niveles de

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privación material.8 En los países donde estas prestaciones son más generosas,
la probabilidad de que los ciudadanos indiquen que se encuentran en situación
de privación material es más baja, a igualdad de otras condiciones. Este efecto
es especialmente intenso para poblaciones vulnerables – madres solas, personas
con bajo nivel educativo, desempleados—.

En el País Vasco, Luis Sanzo ha puesto de manifiesto que el acceso a este tipo de
ingresos resulta determinante en la lucha contra la pobreza grave. Según datos
de la Encuesta de Condiciones de Vida (que en realidad subestiman el impacto
de estas prestaciones), un 27,8% de las personas que aún se mantenían bajo
el umbral de pobreza grave consiguen superar el riesgo gracias a los ingresos
asistenciales.9 Otro estudio centrado en el País Vasco, de Sara de la Rica y Lucía
Gorjón (2017), permite concluir que la Renta de Garantía de Ingresos del País Vas-
co, además de limitar el alcance de la pobreza extrema y de la exclusión social,
que es para lo que está diseñada, no parece provocar retraso en la salida hacia
un empleo.10 En todo caso, las bajas tasas de salida se deben a la composición del
colectivo receptor de esta ayuda, fundamentalmente a su bajo nivel educativo,
así como a su larguísima experiencia de desempleo. Las medidas de activación
proporcionadas por el Servicio Público de Empleo pueden mejorar las probabilida-
des de que estas personas vuelvan al mercado laboral.

Volver a trabajar es una aspiración prioritaria de muchos de los protagonistas


de las narrativas de esta obra. Esa aspiración la expresan explícitamente Paco,
Koldo, David G., Saido o Endika, tras acumular cicatrices en una vida marcada por
la adversidad social, el infortunio y muchas veces la adicción o el paso por insti-
tuciones penitenciarias. Otros ponen por delante recobrar vínculos primarios con
familia y amigos, poder ofrecerles aquello que durante los años de marginalidad
y exclusión no pudieron brindarles. Una constante es la voluntad de ser útiles en
sus entornos sociales. Esa voluntad de inclusión es el mejor legado de esa fuer-
za que lo hace posible: la fraternidad. O como dice Miren M., en su historia, “las
ayudas llegan”.
8
Nelson, Kenneth (2012) : “Counteracting material deprivation. The role of social assistance in Europe”,
Journal of European Social Policy, 22, 148-163.
9
Sanzo, Luis (2017), El mito de la igualdad: El diferente protección social ante la pobreza grave, https://
hungrygrass.org/2017/11/14/el-mito-de-la-igualdad-2-la-diferente-proteccion-territorial-ante-la-pobre-
za-grave-luis-sanzo/
10
De la Rica, Sara y Sara Gorjón “Assessing the Impact of a Minimum Income Scheme in the Basque Coun-
try”, Discussion Paper 10867, IZA Institute of Labor Economics.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 25


Esas ayudas son las rentas monetarias y los programas de inserción y activación
de lo que comúnmente se conoce como Estado del Bienestar. Pero detrás de todo
este engranaje, se adivinan también vidas, las de los profesionales que dedican
energía y entusiasmo a hacer llegar esas ayudas a los más vulnerables. Este libro
nos asoma a la dureza de la experiencias de quienes “nacen libres e iguales”, pero
dejan de serlo, esclavizados por sus circunstancias y encadenados a las conse-
cuencias de malas decisiones. Pero en el trasfondo se adivinan, casi desdibujadas,
otras vidas, vidas dedicadas al servicio a los demás. En el texto no aparecen ni sus
nombres ni detalles sobre su biografía. Pero sin ellos este libro no podría haber
sido escrito. Los relatos no habrían fluido hacia los derroteros esperanzadores
que se perfilan en el horizonte. Sirvan mis últimas palabras para homenajear a
esos héroes y heroínas anónimos.

26 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 27
28 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Eugenio
52 años. Bermeo

Solo quedamos
vivos 5 de los 17

De mi generación murieron
casi todos. Se murió tanta gente
en Bermeo que incluso faltaron
marineros para embarcar.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 29


30 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
D
esde los 14 años ya estaba eso porque le pedía mucho dinero del
embarcado. Empecé como que le había entregado de mi sala-
‘txo’, pero pronto me pasaron rio. Me decía: "Hijo, ya sé para qué lo
a marinero; era mucho más quieres, ¿vas a andar otra vez con esa
joven que los demás y por eso tuve porquería?". "Ama, es que lo necesito",
oportunidad de sacarme los títulos le insistía yo. Mi madre se ablandaba
náuticos también muy pronto (mecá- y me daba el dinero que podía. Cuan-
nico, submarinista, etc.). Solía llevar do los barcos paran en los meses de
el timón y marcar los rumbos, así que descanso, solo cobras el desempleo y
enseguida tuve más responsabilidad y entonces salía con menos dinero, pero
más dinero que el resto de los mari- seguía consumiendo.
neros.
Precisamente entonces fue cuando La crisis
empezaron los problemas. En tres o Un día que vine a Bilbao, a Otxarkoaga,
cuatro meses ganabas entre tres y tendría unos 19 años, tuve una sobre-
cuatro millones de pesetas y aún más dosis y me quedé sin conocimiento.
siendo de los de puente, que ganabas Me llevaron al hospital de Galdakao y
más que un marinero. Eran muchos allí me sacaron de la muerte. He lle-
millones y, cuando llegábamos a tierra, gado a pensar que de verdad estuve
era habitual ver gente que venía de muerto, porque tengo la imagen de un
Bilbao al parque de Bermeo a vender cura dándome la extremaunción, con
heroína. Los marineros acudían allí a mi madre al fondo en una esquina, llo-
comprar, era lo normal. A mí me asus- rando. Es una imagen tan viva que aún
taba, porque las jeringuillas siempre la recuerdo. Desde entonces no volví a
me han dado miedo, aun hoy, pero al consumir y dejé también el alcohol.
final el ambiente te empuja y acabas Entonces se compartían las jeringui-
probando; en mi caso recuerdo que fue llas. No teníamos ni idea y empezó el
un día de borrachera en la playa a base tema del SIDA. El mayor de mis amigos
de licor 43. A partir de entonces empe- murió con 21 años. Solo quedamos vi-
cé a consumir. Y después, cuando íba- vos cinco de los 17 de la cuadrilla. De
mos al norte, algunas veces también mi generación murieron casi todos. Se
traíamos heroína y cocaína, metidas murió tanta gente en Bermeo que in-
en plástico y entre el pescado, para cluso faltaron marineros para embar-
que no la detectaran los perros. car. Yo he tenido hepatitis C pero no
me he sentido mal, afortunadamente,
"Ama, dame dinero" ni he sufrido síntomas que me impidie-
Mi madre ya sospechaba que iba con sen trabajar. También soy portador del

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 31


VIH, aunque ahora tengo la carga viral que no se hacía tanto caso a esto, pero
indetectable. Con el SIDA es cuando la pasaba. En mi casa desde luego.
sociedad empezó a tomarse en serio Un día llegué a casa de navegar y en
el tema y es cuando se vieron más las la cocina encontré un rastro de sangre
ayudas. La gente se moría. que iba hasta la habitación de mi ma-
dre, que estaba tapada con la manta
Tenerife hasta la cabeza. "Ama, ¿qué te pasa?
Entonces decidí marcharme y empe- —Había un plato de comida en el suelo,
zar de nuevo. Me fui a Tenerife y me roto, con toda la comida desperdigada
embarqué allí. Cuando terminé de na- por el suelo—, ¿qué ha pasado?". "Nada,
vegar busqué trabajo en los anuncios que ha venido tu padre y me ha empe-
de prensa y encontré uno como agen- zado a insultar, ha tirado las cosas y
te comercial, vendiendo libros. En ese me ha dado una paliza", entonces se
trabajo es donde conocí a mi mujer. destapó y tenía la cara destrozada, los
Nos casamos y tuvimos una hija. labios partidos, las costillas moradas…
La familia de mi mujer trabajaba en y sangraba por sus partes de las pata-
restaurantes en la playa de Las Tere- das que le había pegado. "¿Dónde ha
sitas y me puse a trabajar con ellos. ido ese cabrón?", le pregunté. "Al bar,
Ganaba bien, unas 150.000 pesetas, con los amigos", me respondió.
más otras 50.000 en propinas. Allí me fui; estaba presumiendo de
Al final nos separamos después de una su hazaña. "¿Por qué les has pegado
discusión que tuvimos y como conse- a mi madre?", le grité. Y se me pone
cuencia me entró una depresión. Estu- el tío todo chulo: "Esa puta se lo me-
ve muy mal. Yo recordaba lo que había recía", me dijo riéndose. Tuvimos una
pasado en mi casa y no quería que mi pelea gorda y acabé detenido después
hija viviese nada parecido. Mi mujer de romper medio bar. Desde aquel día
estaba enferma y a la niña la crio mi no volvió a tocar a mi madre. Ahora es
suegra. Hace cuatro años se casó y es ella quien le cambia los pañales. Salí
la última vez que la he visto. Sigue vi- en libertad, supongo que el jefe de la
viendo en Tenerife. policía de entonces hizo la vista gor-
da porque sabía lo que había pasado,
En casa aunque no tuviera una denuncia.
A mí me habían criado mis tíos. Mi pa- Nunca he roto la relación con mi ma-
dre es alcohólico. Ahora tiene 86. Mi dre, ni siquiera en los peores momen-
madre tiene 74 y le cuida. Le recuerdo tos. Aquí me ayudan y hago relación
toda la vida bebiendo y, además, era con otras personas. Hago recados y
un maltratador. Eran otros tiempos en ayudo en lo que se puede, además tra-

32 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


bajamos haciendo cajas y nos dan algo
de dinero. Me ponen de ejemplo, je je,
y a veces me sacan en reportajes y en
la tele.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 33


34 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Raimundo
57 años. Ondarroa

Si no me hubieran
ayudado igual
estaría como el
hermano
Yo me daba cuenta de que
estaba mal. Veía que ya no valía
para seguir en la mar.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 35


36 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
stuve en la mar desde los 15 a damos solos. La madre era la que lle-
los 49 años. Era marinero pes- vaba todo. Se notó mucho.
cador. En Ondarroa. La mitad Con el tiempo yo me daba cuenta de
del dinero que ganaba se lo que estaba mal. Veía que ya no valía
daba a la ama. La otra mitad me la para seguir en la mar. Es duro y yo ya
quedaba yo… y esa mitad la gastaba no aguantaba.
en drogas. Estuve enganchado desde Después, cuando se murió el hermano
los 30 años, ya un poco tarde para lo de sobredosis, también empecé a dar-
que hicieron otros. No bebía mucho, me cuenta de que iba yo por el mismo
era más de droga que de beber. camino, así que hay un momento en
que digo yo: "¡Hasta aquí hemos llega-
La heroína y el SIDA do!".
Mi hermano mayor se libró por la edad,
cuando él era joven no había llegado la La salida
droga todavía, pero a mi otro hermano Fui dejando poco a poco la droga y
y a mí nos tocó de lleno aquella época. empecé con la metadona, en Durango,
Había mucha ignorancia, todavía no se donde me llevó la asistencia social de
sabía nada de los peligros y se inter- Ondarroa. Me ayudaron y me arregla-
cambiaban las agujas. De ahí vino todo ron los papeles para jubilarme después
después. La gente moría de sobredosis de los años que había estado traba-
y otros más tarde de SIDA. Murió un jando. Eran exigentes conmigo. Me in-
montón de gente. De mi generación ternaron y eran… todo a rajatabla. Si
casi todos. no me hubieran ayudado igual estaría
Después de que llegase el SIDA se em- como el hermano.
pezaron a preocupar más que con la No he vuelto al pueblo porque me da
droga y la gente empezó a concien- miedo verme en el ambiente de en-
ciarse. Avisaban a la gente. Cuando tonces. Aunque, la verdad, son más los
empezó la heroína la gente se empe- recuerdos y la pena por los amigos que
zó a encontrar muertos en los váteres se murieron y todo… no creo que que-
por sobredosis y empezaron ahí los ba- de nadie de los de entonces.
res a protestar, también. Era cuando
entró el Heavy Metal, toda la música
americana y de ingleses.

La ama
Mi madre murió cuando yo tenía 47
años y estuve mal, muy mal. Nos que-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 37


38 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Paco
49 años. Huelva

Yo no creí que
estas cosas iban a
funcionar. Creí que
iba de nuevo a la calle
Éramos tres, pero al pequeño lo
mató un camión y nos quedamos
solos mi hermano mayor y yo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 39


40 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Y
o tuve problemas con el alco- justo para comer.
hol, no con las drogas. Aunque Éramos tres, pero al pequeño lo mató
el alcohol es una droga y muy un camión aquí en Elgoibar y nos que-
dura. damos solos mi hermano mayor y yo.
De chavales vivíamos bien. Mi padre Con el alcohol yo siempre me ponía
era estibador portuario y ganaba bas- violento con la policía y así que me
tante bien, aunque bebía mucho y detuvieron varias veces hasta que me
hasta tuvo una fase de delirium tre- metieron preso en Mondragón, 14 me-
mens en el manicomio. Cuando murió ses, por reincidente.
yo tenía 15 años y a mi madre le quedó Te vas notando que vas a peor todos
una buena viudedad. Vivíamos en casa los días. Allí en Mondragón nos empe-
y teníamos una vida ordenada. zaron a ayudar en Cáritas. Nos busca-
ban trabajitos, limpiando locales… y así
Solos ganábamos un dinerito. Pero yo seguía
Pero cuando tenía 20 años murió mi bebiendo los fines de semana. Tam-
madre. Ninguno trabajábamos y es- bién estuvimos en Pasajes bastantes
tábamos de alquiler. Estuvimos siete meses.
meses en la casa, hasta que nos des-
ahuciaron y mis dos hermanos y yo La ayuda
nos tiramos a la calle, a buscarnos la En realidad seguíamos rulando. En
vida. Nos fuimos a Sevilla a la aven- 2013 nos vinimos para Bilbao. Era la
tura. No conocíamos nada ni a nadie. Aste Nagusia y cuando terminó fuimos
Luego a Cádiz, más tarde a Málaga, a la asistenta social para que nos diera
Almería, Murcia, Alicante, Valencia… ayuda. Nos dio una tarjeta comedor de
siempre rulando por ahí. un mes y un albergue para tres días.
Yo bebía desde los quince años en que Después estuvimos en la calle y final-
había muerto mi padre pero, cuando mente abrieron el albergue invernal de
vivía con mi madre, era diferente. Des- Mazarredo y me metí allí. Lo llevaba
pués de morir ella me tiré unos cuan- gente de Bizitegi; fue así como con-
tos años bebiendo todos los días, me tacté con ellos y donde empezaron a
pasaba los días to enmonao. ayudarme. Después del invierno nos
llevaron a un albergue permanente.
En la calle Comencé a recuperar mi vida. Me he
Vivíamos como buenamente se podía: tirado once años sin documentación.
de braceros en el campo, pidiéndole a Me quité del alcohol poco a poco y por
los curas, pidiendo por la calle… la ma- eso no lo pasé tan mal. Si eres crónico
yor parte se iba en priva, el resto, lo ya no te quitas.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 41


Ahora estoy estupendamente. Ayudo
aquí en la asociación, pero mi objetivo
es vivir de mi curro. Yo no creí que es-
tas cosas iban a funcionar. Creí que iba
de nuevo a la calle.
Mantengo la relación con mi hermano,
que está bastante mal. Él también está
en un piso de Bizitegi pero es diabético
y en la calle no se podía cuidar porque,
claro, comes lo que pillas. Él tampoco
bebe ya, pero está en las últimas.

42 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 43
44 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Imanol
60 años. Bilbao

Hablas de otra forma


y también te hablan
de otra manera

No veía el alcohol como una droga.


Mis amigos tampoco. Era la única
diversión que teníamos.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 45


46 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
N
osotros éramos una familia mí el que me trae de comer es Zaca-
más de Andra Mari. Mi padre rías", le dije. Me gane un buen bofetón.
era marino, de máquinas, Era un crío, le conocía, claro, pero no
y nunca estaba en casa. Yo era como un padre.
estudiaba en una academia, en Arabe- Una vez le pegó una órdiga al corazón
lla, pero hacía un poquitín lo que me y se tuvo que quedar en casa. No quie-
daba la gana. El último año estudié re decir que no le quisieras, pero era
oficialía pero primero de maestría no más estricto y en esa época me cogió
lo hice porque empecé con bobadas a un poco de manía porque yo era muy
los 18 años. No veía el alcohol como rebelde. No nos llevamos bien, la ver-
una droga. Mis amigos tampoco. Era dad.
la única diversión que teníamos, o la En la mili también bebía mucho. Estu-
que habíamos aprendido a tener, pero ve en Valencia. Te dejaban salir en fa-
tampoco nos metíamos en líos. De dro- llas hasta las 11 y yo llegaba ¡con una
gas, nada. Solo alcohol. La verdad es tajada…! Llegaba tarde y… "¿De dónde
que no me han ofrecido nunca droga y viene usted?... es más de la hora". Yo,
tampoco he ido a por ella. borracho perdido, le digo al chusquero:
"Ya lo sé. Lo que pasa es que usted es
El marino un cabrón y le jode que se va a tener
Mi padre venía a casa una vez al año, que quedar aquí mientras que yo me
como mucho dos. Yo, no es que me lle- voy a ir". El tío me dice: "No voy a te-
vase mal con él, pero no le tenía como ner mucho en cuenta lo que has dicho.
padre. Cuando venía nos íbamos de va- Coge el colchón". Me pasé en el cala-
caciones a Galicia y yo, contento, por- bozo una semana. Me faltaban quince
que dejaba de ir a estudiar: "¡Cuando días para coger la blanca.
viene ese, vamos de vacaciones!". Pero A los 18 empiezo a perder el control
era alguien que yo no asociaba con un con el alcohol. Te lías con quien no tie-
padre. Ahora me doy cuenta, pero en- nes que liarte y no tuve más que un
tonces… trabajo estable en una imprenta, en
Siendo muy niño yo solía ir a la tien- dos tandas de 6 meses.
da a traer recados, pero cuando había
que hacer compra grande era el de la La caída
tienda el que nos traía el pedido. Se El hecho de dejar de beber fue por una
llamaba Zacarías. Recuerdo que era yo caída que tuve al salir borracho de un
pequeño, vino de Italia mi padre y le bar, a los 21 años. Me caí una noche en
dije: "¿Usted quién es?". "Soy tu padre", un hueco en la puerta del bar que no
me dijo. "No, usted no es mi padre. A tenía barandilla. Fue una caída mala

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 47


mala y me dieron 40 puntos. Te joroba y aprendí a cocinar algunas cosas y
que tenga que ser por eso; porque te luego mi hermana me decía en casa:
pasa algo. "¿Qué habéis hecho hoy?". "Pues esto o
Me operaron, me curaron y estuve en aquello", le contestaba y, al día siguien-
silla de ruedas un mes. Con rehabilita- te, me venía con la compra para que lo
ción y eso. Al darme el alta el médico, hiciese yo en casa. Yo me quejaba y re-
me llama a la consulta y me dice: "Has moloneaba, je je. Pero al final lo hacía.
tenido que estar mucho tiempo en silla Ellos y los de Bizitegi me ayudaron. Me
de ruedas, ¿sabes por qué?". "Ya imagi- llevaron a un centro que tienen en Re-
no —le dije—, por la caída". Me contes- kalde, para que vayas haciéndote, para
tó: "Por el alcohol. Ahora vas a andar, que vayas teniendo amigos, te dan cla-
pero la próxima vez que vayas borra- ses... luego ya vienes aquí al taller.
cho, como te rompas la otra cadera te Ahora estoy muy bien. Soy yo y ya no
quedas en silla de ruedas para toda tu estoy todo el tiempo pensando en el
puta vida, ¿entiendes?". alcohol. No tengo problemas con la
Fue ese momento cuando vi que ha- gente en absoluto.
bía que parar, pero no fue de golpe.
Fui alcohólico hasta los 30. Me dijeron
que fuese a Alcohólicos Anónimos y
fui, pero a regañadientes: "¡Que yo no
voy!", decía, pero al final fui, eso sí, ¡con
una castaña! Pero es que están acos-
tumbrados a que haya quien va a sí la
primera vez.
Tampoco quería ir al psiquiatra. "Yo ahí
no voy que ahí van los locos", decía,
pero al final me da ánimo. Me viene
bien.

La familia
Mi familia siempre me atendió. Nunca
he perdido contacto. Cuando estuve en
silla de ruedas mi hermano y hermana
estaban pendientes de mí. Ahora vivo
con ellos.
He estudiado algo de cocina con Lanbi-
de. Cada día hacíamos una receta

48 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 49
50 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
José Ignacio
59 años. Barakaldo

Estás en un mundo
en el que solo ves
lo que te interesa,
que es la droga
Empecé por el hachís y el siguiente paso
fue empezar a consumir heroína, que ha
sido mi problema de toda mi vida. Con
intervalos de consumo y de rehabilitación,
he estado enganchado desde los 23 años.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 51


52 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
mpecé a consumir drogas des- les iba muy bien, así que yo no tenía
pués de la mili, que hice en Va- muchas dificultades para conseguir
lencia. Vivía con mi padre y mi dinero. Ahora miro atrás y me doy
madre en Barakaldo, con toda cuenta de que he gastado muchísimos
normalidad. Terminé el bachillerato millones.
elemental que es como se llamaba an- Al terminar la mili salía con una mujer
tes. Hice electricista en los Salesianos y y fue el consumo lo que nos separó. Me
soy delineante proyectista que estudié quería y tuvo mucha paciencia conmi-
después en una academia. También ha go, se merecía una vida mejor que la
trabajado, primero en una calderería que le estaba dando yo. Ella estaba
en Zorroza y luego en Altos Hornos. enamoradísima. Un día nos fuimos de
Vivíamos el ambiente juvenil de los vacaciones con mis padres y yo anda-
70´s y todos queríamos experimen- ba con el mono, pidiéndole todos los
tar sensaciones nuevas, parecía que días dinero a mi madre, que me dijo:
estaba en el ambiente. Empecé por el "¿Para qué quieres tanto dinero todos
hachís y el siguiente paso fue empe- los días?". Fue entonces cuando les dije
zar a consumir heroína, que ha sido mi que consumía y decidieron ingresarme
problema de toda mi vida. Con inter- en un centro de rehabilitación. Mis pa-
valos de consumo y de rehabilitación, dres nunca me abandonaron. Vinieron
he estado enganchado desde los 23 a verme incluso a Bélgica. En realidad
años, aunque llevo ya bastantes años a mi familia les he hecho mucho daño
sin consumir. pero nunca los he perdido. Aquella mu-
jer me aguantó también mucho. No
La droga o la vida sé lo que será ahora de ella pero sí sé
Yo he estado consumiendo muchos que perdió conmigo muchos años de
años, pero el problema de las drogas su vida.
es que te van comiendo la vida sin
date cuenta, primero pasas el tiempo Altibajos
buscando el dinero para comprarlas, He estado de bastantes centros de
luego buscando quién te las venda y rehabilitación y he hecho varios trata-
luego consumiéndolas, y así día tras mientos, pero la heroína atrae mucho.
día, año tras año. Estás en un mundo La sensación de placer y bienestar es
que solo ves lo que te interesa, que es fuerte y muy engañosa porque no es
la droga. Y eso que yo no tenía muchos ni placer ni bienestar, es una tontería,
problemas de dinero. Mi padre trabaja- porque en cuanto se pasa el efecto, es-
ba en General Eléctrica y ganaba bien, tás muy jodido con el síndrome de abs-
además puso un negocio con mi tío y tinencia. Por eso, si no tienes mucha

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 53


fuerza de voluntad casi todo el mundo
vuelve.
Es cierto que hasta que no tocas fon-
do no sales. En el primer momento me
empujaron mis padres. Después tuve
un coma hepático y a partir de en-
tonces lo he intentado muchas veces,
estás un año sin consumir, luego vuel-
ves… somos gente con muchos altiba-
jos. Ese es el problema que tenemos.
Yo sé que soy un adicto y estoy tra-
tando ya de no consumir. Llevo años
sin hacerlo y vengo aquí, a este centro
de día, tres días o cuatro a la semana.
Estoy bien, pero venir me ayuda. No
tengo miedo, pero sé que hay que te-
ner precaución y estar siempre alerta
porque, si te descuidas, se puede caer
el castillo de naipes y tienes que volver
a empezar otra vez.

54 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 55
56 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
David G. Alonso
45 años. Bilbao

Mi meta es volver
a ser lo que era

Todo aquello se rompió de


golpe. Mi mujer murió de cáncer.
Me deprimí muchísimo y volví a
consumir. Me intenté suicidar.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 57


58 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
M
i familia de vida normal Los buenos tiempos
nada. Tenían clubes noc- No siempre he estado con la droga.
turnos y siempre se han Tuve una temporada muy buena con
movido en ese mundo. En mi última pareja, con la que estuve
casa se consumía coca y no había per- 10 años. Los dos trabajábamos y ha-
cepción alguna de peligro. Para mi fa- cíamos una vida normal. Entonces
milia la única droga mala era la heroí- fue cuando me saqué los títulos de
na. Estaba en el ambiente familiar así vigilante de seguridad y de escolta y
que yo empiezo en casa con 14 años ese tiempo fue el mejor de mi vida, no
con la coca. El caballo vino después. consumí nada. No podía hacerlo por mi
Mi plan era salir de fiesta los viernes trabajo y no lo hacía. Pero todo aquello
y acabar el domingo. Sin parar. Pro- se rompió de golpe. Mi mujer murió de
bamos la heroína precisamente para cáncer. Me deprimí muchísimo y volví
poder dormir en aquellos fines de se- a consumir. Me intenté suicidar de mil
mana eternos. Caímos todos. Luego maneras. Hasta me tiré de un puente
vino el consumo de éxtasis, etc. Entre —se toca la pierna ortopédica— tengo
parones y tal, estuve enganchado a bastantes lesiones.
las drogas 20 años. Mucho tiempo.
Cuando se dio cuenta mi madre de Dos años de espera
que yo consumía heroína se alarmó Ahora podría trabajar de vigilante,
muchísimo: "¡Esto no! ¡Esto no! ¡Con la comprobando cámaras y así. Mi dis-
coca no pasa nada pero esto es lo peor capacidad me da acceso a trabajos
del mundo…!". protegidos. Pero lo que pasa es que
En fin, que me manda a un a un cen- antes del intento de suicidio, delinquí
tro privado de rehabilitación, tendría para consumir. No estuve nunca en
yo 19 años. Salí peor de lo que entré la cárcel, pero sí tengo antecedentes,
porque allí consumíamos todos: no- claro, y salen cuando se comprueba,
sotros, los educadores, los monitores, así que y hasta dentro de dos años, en
todos. Fue muy mal. Me tiré años con que quedarán definitivamente borra-
pesadillas… dos, no puedo volver a trabajar, y eso
Después volví con mi familia pero más que en las empresas en que estuve me
tarde ya perdí el contacto. Mi madre tenían bien considerado y he tenido
creía que me ayudaba, pero no me alguna oferta; pero si acepto saldrían
ayudaba porque la droga la tenía ahí, los antecedentes así que prefiero em-
delante. Con mi familia no tengo aho- pezar cuando ya tenga el expediente
ra relación, solo con mi hermano, aun- limpio.
que algo distante. Volveré a trabajar

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 59


Ahora vivo solo en un piso. Agradezco
mogollón la ayuda porque no hubiera
podido hacer nada; pero mi meta es
volver a ser lo que era. Yo lo que quie-
ro es trabajar y volveré a hacerlo. Sin
duda.

60 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 61
62 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Miren M.
51 años. Leioa

Me veía durmiendo
en un cartón

Es el peor momento de mi
vida. Veo que lo perdido todo,
que ya no tengo nada.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 63


64 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
D
esde pequeña mi rol familiar jones sentimentales llenitos de carga.
era ser la columna vertebral Con la ayuda de mi hermana fui por
de la casa. Era como un prin- primera vez a una comunidad tera-
cipio establecido en mi fami- péutica pero a los pocos meses vuelvo
lia que yo era quien me hacía cargo de a beber. Mi consumo es mucho peor
todos ellos. Somos cinco hermanos y entonces, había empezado con el apo-
una de mis dos hermanas tiene esqui- yo de mi hermana pero, como fracasé,
zofrenia. Yo soy la que se ocupaba de me cerraron las puertas. Mi familia me
todo. Era mi papel familiar. echa entonces de casa y mi marido me
Luego me caso, tengo una niña, pero quita a la cría. Me veo en la calle. Es el
mi matrimonio es un drama. Me he peor momento de mi vida. Veo que lo
independizado pero descubro que mi he perdido todo, que ya no tengo nada.
punto débil es mi dependencia emo- Me veía durmiendo en un cartón. Ese
cional. Se me empiezan a juntar cosas era mi futuro.
en la vida que me van deteriorando.
Yo no sé entonces gestionar las cargas La decisión
emocionales y, de repente, me veo con Entonces decido ir al psiquiatra para
la necesidad de desahogarme y em- que me ingresen, me pongan en tra-
piezo a beber a escondidas. Bebo en tamiento y volver a una comunidad
soledad. Como muchas mujeres que terapéutica. Yo no tenía ingresos pero
he visto. Empiezas con la tontería de la asistencia social me ayudó y fue esa
tomar en casa y… vez cuando hice un buen tratamiento.
Yo creo que ahí fue donde trabajé lo
El brick de vino que dentro de mí me hacía beber.
Cuando murió mi padre no lo superé, Yo estoy muy agradecida a los servi-
por esa misma dependencia, y volví cios que me ayudaron tanto. Para mí
a beber. Después me separé y volví a son parte de mi familia. Hasta 15 días
casa de mi madre con mi hija, pero se- antes de mi alta terapéutica yo no sa-
guía consumiendo. Me hacía cargo de bía si iba a ir a vivir a la calle o no. Ellos
mi madre con cáncer de huesos, de mi se ocuparon de todo y finalmente fui a
hermana esquizofrénica y de mi hija. un piso de los servicios sociales.
Cuando acababa de atenderlo todo me Empezó la normalidad. Ya no bebía y
metía dos bricks de vino, me acosta- volvieron a dejarme ver a mi hija, re-
ba con la moña y luego me levantaba tomé el contacto con mi hermana y
como podía, a recoger a la niña como mi madre. Me hacían un seguimiento
una madre más. Detrás de aquello ha- pero, como yo quería recuperarme, no
bía un armario con un montón de ca- me resultó tan difícil.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 65


Mi hija tiene ahora 11 años. Vive con su que doy pero no sintiendo, como antes,
padre y la relación nunca se ha perdi- que si no hacía algo…
do. En los peores momentos teníamos También he retomado relaciones ante-
puntos de encuentro. Yo me rebelaba riores y he hecho nuevas. Por supuesto
contra los límites del proceso, porque he evitado algunas que eran tóxicas.
me sentía bien, pero son exigentes y Ahora sé gestionar todo esto. Yo sé
ahora me doy cuenta de que estaban dónde pedir ayuda, me siento ubicada,
protegiendo a mi hija. Para mí fue un en el sitio.
calvario pero ahora lo agradezco. Me
ayudaron mis terapias, mi comunidad. Ayudar a los demás
Si no hubiera indagado en todo esto Siento que tengo una deuda y quiero
seguiría consumiendo. estar colaborando en ayudas socia-
les para devolver todo lo que me han
La hija recuperada dado. Estoy haciendo un curso socio
La relación que tengo con su padre sanitario con buenas notas porque he
es ahora una relación civilizada. La decidido que mi vida va a ir dedicada a
cría está genial conmigo. Ella conoce ayudar a los demás.
mi problema desde el principio y lo Tengo que decirles a los que están
lleva muy bien. Tiene herramientas hundidos que hay salida y que se pue-
para manejar la situación. Es una niña de, y que hay más manos de las que
madura, que sabe llevar un pequeño pensamos. He visto que todos los or-
debate verbal y me pone de ejemplo. ganismos y las personas que me han
Estoy muy orgullosa de ella. ayudado ponen toda la carne en el
Después murió mi madre y volví a ha- asador. Hay compañeros que los he
cerme cargo de las cosas de casa, pero visto recuperarse y están haciendo
ya de otro modo. Ahora conocía ya procesos muy buenos. Las ayudas lle-
dónde podía tropezar o no. Todas las gan, la escucha llega.
herramientas que adquirí en la tera- El fracaso no es que tengas problemas,
pia, con un apoyo tremendo de psicó- sino que no puedas pedir ayuda.
logos y de educadores, me permitieron
volver a hacerme cargo de la situación,
pero de otra forma. Se me acepta de
nuevo.
Voy de visita y a hacer las cosas de
mi hermana, mantengo la ayuda pero
desde la independencia emocional.
Ahora soy consciente de esos cuidados

66 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 67
68 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Josefa
43 años. Granada

Me he tirado nueve
años viviendo debajo
de un puente

Tenía que levantarme a las


cinco de la mañana para dar de
comer a mis hijas antes de que
él viniese a quitarme el dinero.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 69


70 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Y
o a él no lo quería —Josefa es que levantarme a las cinco de la ma-
gitana. Se casa (la casan) en ñana para darles de comer antes de
Guadix, a los nueve años de que él viniese a quitarme el dinero. La
edad—, pero me dice mi her- comida la escondía yo.
mano: "Tú te tienes que casar con este También empezó a exigir a los del in-
niño porque este niño es de aquí. No vernadero que le dieran el dinero a él
te vas a ir con un forastero". Le dije y no a mí. Que se lo dieran, que se lo
que está enganchado en la droga y me dieran, hasta que pegó al del inverna-
pegó un guantazo y me dijo que me dero y entonces a mí me echaron del
tenía que casar con él. trabajo. "Si tu marido no se recupera,
Tengo cinco hijas a las que no he vis- hija mía, lo llevas muy mal", recuerdo
to desde hace muchos años. Yo quiero que me dijeron.
ver a mis hijas y lo estoy pasando muy Un día me cortó el pelo, se lio a gol-
mal. pes conmigo y perdí el conocimiento.
Mi marido no hacía más que pegarme No podía respirar de los golpes. Me in-
y maltratarme. Me cortó la cara con ternaron en un hospital y estuve allí
una navaja —tiene una cicatriz bien 18 días. Al salir me enteré de que me
visible en el mentón—. Él consumía habían quitado las niñas porque él ha-
droga y también robaba. Siempre con bía firmado los papeles mientras yo
la china encima. Yo pensaba: "Me van estaba trabajando en Almería. Cogió
a quitar cualquier día las niñas y voy a mi carnet, mis papeles, vendió la cue-
tener más problemas todavía con este va en 30.000 pesetas y entregó a las
hombre". niñas en un colegio. A mí me arranca-
Desde los ocho años yo trabajaba en ron el corazón. El dinero lo gastó en la
los invernaderos de Almería y cuando droga y volvió a pegarme y a sacarme
tuve las niñas no podía llegar a tiempo una navaja. También se pegaba con la
para recogerlas del colegio. Yo, con- asistenta social y con la policía de allí.
fiando en él, pero él no iba. Y allí esta-
ban las niñas, esperando en la puerta Tierra por medio
hasta que yo llegase. Por eso me las Al final me separé. Estuve en la cár-
quitaron. cel de Granada, donde conocí a unas
chicas de aquí. Por eso me vine a Bil-
Antes de que venga tu padre bao. No conocía nada de recursos ni de
Mi marido no valía para nada. Cuando nada. Me he tirado nueve años vivien-
yo estaba trabajando venía a coger el do de bajo de un puente. En la calle
dinero que ganaba en los invernaderos también me pegaban y me quitaban
para dar de comer a mis hijas. Tenía el dinero. Un día estuvieron a punto de

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 71


violarme entre varios, pero conmigo
no pudieron. También mi marido vino
una vez a Bilbao y me puso una navaja
en la cara. Ahora tengo una sentencia
de alejamiento de 300 metros. Me ha
amenazado, pero no le tengo miedo.

La ayuda
No sabía ni lo que era un albergue.
Nunca he robado. No he estado me-
tida en drogas, pero me enganché al
alcohol. Me di cuenta de que los tem-
blores que yo tenía eran del alcohol.
De la calle fue de donde me recogieron
los de Bizitegi. Ellos me han ayudado a
quitarme de la calle y del alcohol —lle-
va ocho años sin beber—, me han he-
cho los papeles, las consultas de mé-
dicos… han luchado por mí. Ellos son
mi familia. Lo que ha hecho esta gente
conmigo no lo hace nadie. Cuando me
han ingresado en Basurto han estado
allí los primeros. Y he tenido catorce
ingresos en el hospital.
Ahora me toca a mí, tengo una me-
dicación que me ayuda a controlar mi
vida pero a veces pierdo en conoci-
miento y no puedo trabajar. Gracias a
la RGI y el complemento de la vivienda
he podido vivir y alquilar el piso donde
estoy ahora.
Salvo por los de Bizitegi estoy muy
sola. Lo que más quiero es volver a ver
a mis hijas, la mayor me va cumplir 21
años.

72 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 73
74 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Koldo
52 años. Bilbao

Tenía trabajo y todo,


pero lo perdí

Me ingresaron en Escuza y me
dijeron que tenía esquizofrenia
paranoide y también VIH, que me
quedaban tres meses de vida.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 75


76 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Y
o vivía con mi familia. Todo cos que me voy a morir de viejo.
normal. Mi padre era trabaja- En el último ingreso en Zamudio es-
dor de la metalúrgica en Eran- taba descontrolado, llevaba una vida
dio. Empecé a fumar porros totalmente desorganizada, hará de
con trece o catorce años y heroína y eso cinco años: comía cuando quería,
cocaína empezaría con dieciocho, die- dormía a mi bola, consumía, dejaba de
cinueve. Allí surgió el problema. tomar la medicación… Allí me comentó
La mili la hice en Estella, en cazado- una asistenta social cual era mi pro-
res de montaña. Aguantábamos en el blema: las drogas sobre todo. Que iría
monte hasta 20 bajo cero. Nos pilló un a Bizitegi, que me iba a ir bien, me dijo.
invierno durísimo que nevó hasta en Yo para entonces ya sabía que la dro-
Bilbao. Cuando venía a Bilbao sí consu- ga era un problema pero no creía que
mía, pero allí no había droga. fuese el problema principal de mi vida.
Mi familia al principio me aguantaba. Allí me di cuenta de que sí, a cuenta de
Sobre todo mi madre. Volvía y tenía los profesionales que me atendieron.
la puerta abierta. Aunque he sido la Entonces supe que tenía que parar.
oveja negra de la familia y veían mal
que me drogara, mis hermanos, que La vida recuperada
son deportistas y ni fuman, ni beben Llevo ya dos años y medio sin consu-
ni han tomado drogas… siempre me mir. Ahora mi vida está organizada,
han respetado un poco porque, como hago las labores de casa, cocino… Vivo
soy el mayor, era el que les cuidaba de con mi aita que tiene 80 años. Mi ama
pequeños. tiene ELA y está en una residencia. Con
mi aita me llevo bien y entre los dos
Sin trabajo salimos adelante. Me llevo bien ahora
Yo tenía trabajo y todo, pero lo perdí. con toda la familia. Con mis cuñadas
Entonces se me dio un vuelco la cabe- perfectamente y la esquizofrenia la
za y… empecé a consumir más y más tengo totalmente controlada con la
todavía. A los 25 años me dio un brote medicación que no dejo de tomar.
psicótico porque consumía drogas y Ahora me veo como un adolescente.
también estimulantes. Me ingresaron Me gustaría encontrar un trabajo. Hice
en Escuza y me dijeron que tenía es- FP mecánica, aunque tendría que reci-
quizofrenia paranoide y también VIH, clarme totalmente y ahora estoy ha-
que me quedaban tres meses de vida. ciendo cursos de Lanbide, sobre todo
Tuve suerte que llegó la medicación de informática.
antiretroviral. Ahora que tomo la me-
dicación bien, je je, me dicen los médi-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 77


78 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Yo me quiero reír como se ríe esta gente 79
80 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Dioni
54 años. Bilbao

Mi alcohol ha sido
siempre la cerveza.
No he bebido
otra cosa
Lo peor es cuando estas en la calle.
De día porque ves gente, pero de
noche… tienes que estar con los dos
ojos abiertos, es imposible dormir. No
tienes higiene, vas hecho una mierda.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 81


82 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
É
ramos cuatro hermanos. Uno cohol, porque tenía mucho cuidado de
ha fallecido recientemente. Vi- no beber los domingos por la tarde, ni
víamos en San Francisco y yo entre semana. Me ponía ciego los fines
iba a las escuelas de la plaza de semana pero el lunes llegaba bien.
del Corazón de María. Me metieron a
una academia para hacer las tareas La crisis
del colegio y la directora me invitó a A los 22 años tuve una pancreatitis y
aprender mecanografía. Me gustó tan- estuve tres meses ingresado. Me dijo el
to, tanto que con 14 años salí de la doctor: "La próxima vez igual no llegas
academia porque encontré trabajo de a tiempo". Ya no volví a trabajar, tam-
oficinista. Era una empresa de textiles, poco había trabajo. A raíz de fallecer
ropa, etc. mi madre las cosas se fueron torcien-
Empecé a tener dinero y a hacer vida do todavía más. Mi padre me presiona-
por ahí. Mi alcohol ha sido siempre la ba y un día se mosqueó del todo y me
cerveza. No he bebido otra cosa que encontré las maletas en la puerta.
cerveza. He sido alcohólico de cerve-
za. Toda la vida tomando cerveza. Ni La calle
copas, ni vino. Solo algún Pico Plata Estuve un par de años viviendo en la
y el rosly después de comer. El resto calle hasta que vinieron dos educado-
cerveza. res y me metieron en el albergue de
Mazarredo. Cuando estás en la calle es
Sin trabajo lo peor. De día porque ves gente, pero
Yo ya notaba que cada vez bebía más. de noche tienes que estar con los dos
Al ir al servicio militar en Colmenar ojos abiertos, es imposible dormir. No
Viejo y en Fuencarral perdí el trabajo tienes higiene, vas hecho una mierda.
y ahí fue cuando empezó mi problema Después de Mazarredo vine a la asocia-
de alcohólico. ción, hace unos cinco años. Ahora vivo
Cuando volví ya empecé a darle a la en un albergue en Rekalde y tengo mi
cerveza en cantidad. Mi padre me dijo vida organizada. Después de lo que he
que me buscaría la vida y empecé a pasado ahora estoy en la gloria, pro-
subir sacos de patatas en el mercado tegido, tranquilo. Ahora me encuentro
de La Ribera aunque más tarde me seguro, me he tropezado con gente
pasé a Mercabilbao, que pagaban me- buena, estoy ayudado y arropado.
jor. Hacía pedidos por el Casco Viejo, Con mi familia he vuelto a recuperar
llevaba cajas de pescado y otros pero el contacto, como si no hubiera pasa-
le seguía dando a la cerveza. Sin em- do nada. Al principio nos veíamos por
bargo, el trabajo no lo perdí por el al- la calle y luego fueron ellos quienes

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 83


vinieron. No tengo relación ni mala ni
buena. Hacemos una charla, damos
una vueltita y ya. Uno de mis herma-
nos vive con el padre y los otros están
casados.

84 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 85
86 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Juantxu
55 años. Bilbao

A mí quien me ha
rehabilitado es la
psicóloga de aquí

Era la época del Torete y las pelis


de perros callejeros, las veíamos y era
lo que hacíamos. Me dedicaba a robar
124’s y 1430’s, los coches de la época. Y
motos también, muchas motos.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 87


88 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
É
ramos cuatro hermanos, dos bló con un amigo de una empresa de
chicas y dos chicos. Una familia las que nutrían a Altos Hornos, donde
normal, con el padre trabaja- trabajaba él, y así fue como entré en
dor, mi madre era ama de casa. un taller de calderería con 14 años.
Yo desde los 12 empiezo a ser un poco Aprendí. Me empezó a gustar la solda-
rebelde, hacía piras al cole y me metía dura, la calderería y me llevaron a una
en problemas. Íbamos a El Corte Inglés academia en Bilbao para que aprende-
a robar bolígrafos y cosas así. Tuve ría interpretación de planos. Lo pagaba
algunas detenciones de los vigilantes la empresa.
y luego, para pagar lo que te habían Allí estuve bien pero, bueno, aunque
pillado robando y que no se enteraran era el pinche y tal, me quería hacer
los padres, pues robabas de nuevo. como mis compañeros mayores y to-
maba café, copa y puro, luego los fines
Perros callejeros de semana ya cogía mis borracheras.
Más tarde empecé a robar cervezas en Estuve trabajando 15 años en aquella
los camiones y desde muy joven em- empresa. Pero finalmente cerró con la
pecé a consumir alcohol, alguna bo- reconversión.
rrachera ya cogíamos. Con trece años
también pasé por el Tribunal Tutelar Consumiendo
de Menores del Campo Volantín por- Con 15 años probé los porros compar-
que les robábamos a los chavales del tidos. Ahí anduve, alternando alcohol
barrio, por aquello me asignaron a un y porros, hasta que hacia los 17 em-
centro en la Calle del Cristo donde me pecé a pincharme. Era como ahora lo
llevaba mi madre todos los días. del botellón pero con la heroína. Com-
Era la época del Torete y las pelis de partiendo la droga y las jeringuillas. No
perros callejeros, las veíamos y era lo teníamos ningún tipo de información.
que hacíamos. Me dedicaba a robar Encima yo, como trabajaba, tenía un
124’s y 1430’s, los coches de la épo- poco más de dinero que los demás.
ca. Y motos también, muchas motos. Consumía más que nada los fines de
Tuve una detención de la Guardia Civil semana, y aunque yo tenía fortaleza
en Galdakao y fue mi padre y me sacó porque era joven, me veía los lunes
a mí y a dos amigos míos, porque éra- que iba mal porque el trabajo de cal-
mos menores. derería es duro, así que a los 18 ví que
tenía que dejarlo y dejé la heroína por
Trabajando mi cuenta. Sin ayuda. También cambié
Estudié calderería en Elorrieta pero de cuadrilla. Mis amigos de la cuadrilla
también allí hacía piras. Mi padre ha- que dejé andaban en “Sarajevo” como

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 89


llamábamos a San Francisco. Todos es- che más gordo que he pillado en he-
tán ahora criando malvas, tanto chicos roína. Con la plata consumía casi cinco
como chicas. gramos de heroína al día.
Los chicos de la cuadrilla nueva tra- La pasta la sacaba haciendo trapicheo
bajaban. De chapista, mecánico, en de droga, robos, vendiendo metadona,
recambios y con esos empecé el chi- atracos con navaja y capucha… tam-
quiteo y cubalibres, todos los fines de bién hacíamos robos con fuerza, re-
semana sin ir a comer a casa y tal. ventando persianas. Luego vendíamos
Entonces empecé a mezclar el alco- el producto. También robábamos per-
hol con cocaína los fines de semana y fumes, que nos encargaban las putas.
también algunos otros días. Tuve un accidente grave de coche.
Luego se me fue la cabeza de nuevo y Estuve tres meses en el hospital, con
empecé a pincharme. Ya no tenía in- tres vértebras fracturadas. Iba bebido
gresos y seguía enganchado, así que a pillar cocaína, pero tuve suerte y no
me puse a delinquir. He atracado su- hubo atestado así que el seguro, que
permercados, farmacias, robos con tenía a todo riesgo, me pagó y con
violencia… luego, cuando me veía muy aquel dinero me enganché más toda-
enganchado aquí solía buscar algún vía.
trabajo en empresas de montajes para
desaparecer de Bilbao, pero lo que ha- Por fin, la cárcel
cía era trasladar el problema a otro Cuando entre en la cárcel iba tranqui-
sitio porque, en cuanto estaba una se- lo, porque de mis amigos casi todos
mana en el sitio ese, ya me lo pedía el han empezado a chupar cárcel desde
cuerpo y empezaba a buscar droga por los 16 años o antes. Yo empecé tar-
ahí y lo que hacía era consumir tam- de, supongo que porque, como tenía
bién allí. No había solución. trabajo, eran un poco más blandos
conmigo. Aunque en realidad ya había
Fumarse chinos cumplido una condena de tres meses
Hubo un momento en que ya empeza- en una cárcel militar en Canarias por
ron a darme sobredosis, una tras otra. una pelea entre reclutas, que le corté
Cada vez que me pinchaba me des- la cara a uno con una botella.
pertaba en la ambulancia. Me asusté y Al entrar finalmente en prisión esta-
dejé de pincharme pero empecé a fu- ba superenganchado, tuve que tomar
mar la heroína en chinos —quemada y metadona y todo. Siempre estaba en
esnifada desde un papel de aluminio—. módulos conflictivos y allí siempre ha-
Le cogí menos miedo que a la aguja, bía heroína y porros. Me las arreglaba
¿sabes? Creo que aquel fue el engan- para consumir, pedía a la familia dine-

90 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


ro o incluso ingresos en cuentas de los Todavía yendo a firmar o llevando la
que me suministraban. pulsera. Este año me han dado ya la
La familia siempre me ha apoyado. total de suspensión de condenas.
Siempre he tenido el vínculo, se preo-
cupaban por mí, aunque yo engañaba La rehabilitación
a mi madre y le mentía para que me También soy alcohólico. Cuando bebo
mandara dinero así que en la celda me transformo, no soy Juantxu. Ahora
empecé a ver que aquello no podía ser, he dejado ya de beber, estoy aquí con
que no podía tener siempre empeñada una psicóloga en proceso de rehabilita-
tarjeta con el dinero que me mandaba ción y lo llevo muy bien. De hecho aho-
la familia. ra sé que el alcohol es lo que me lleva a
otros consumos. Cuando tomo alcohol
La decisión de salir no tengo voluntad y enseguida busco
Me di cuenta de que tenía que salir heroína, coca o anfetaminas. Si no lle-
del módulo conflictivo. Hablé con uno ga a ser por esta gente, cuando hubie-
de los sicólogos de la cárcel y con una se salido de la cárcel hubiera vuelto a
trabajadora social. "Quiero cambiar de la vida de antes. Veo a algunos amigos
vida", les dije. Empecé a pedir activida- de entonces que están consumidos.
des. Primero de limpieza, sin remune- Llevo mucho tiempo sin beber. A mí
rar, pero así conseguía un módulo de quien me ha rehabilitado es la psicó-
semirespeto para salir del conflictivo loga de aquí. He salido del alcoholismo,
donde había estado. Desde luego había de la droga y estoy muy agradecido.
mucho que limpiar porque allí la gente Sigo viniendo aunque he terminado.
está sin civilizar, te tiraban las bande- Duermo mejor, me encuentro poco a
jas de comida en el suelo del comedor. poco mejor, vas viendo que con casi
Y encima te hacías enemigos. cualquier cosa eres feliz. Ahora me voy
Pero conseguí que me pasaran a un al monte, voy con la bici, doy paseos,
módulo en el que había una gente más me he hecho el carnet del IMD, ayer
sociable. Ahí lo fui dejando poquito a mismo me fui al centro Azkuna a na-
poco. El siguiente paso fue hacerme dar.
interno de apoyo. Pasábamos una o Tengo una minusvalía del 45% a raíz
dos noches con los presos que venían del accidente y he estado trabajan-
a juicios desde otras cárceles. Para eso do, pero una operación que tuve que
nos dieron una formación, para que hacerme interrumpió el contrato. Me
aprendiésemos a relacionarnos y evi- he reciclado en un curso para actuali-
tar que se metieran en problemas o zar los conocimientos que ya tenía de
se suicidaran. Salí en febrero de 2014. calderería pero me dijeron nada más

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 91


verme trabajar: "Se nota que tú ya has
estado en eso". Así que me dieron el
certificado de aptitud sin necesidad de
prácticas. Ahora lo que quiero es vol-
ver a trabajar, en cuanto me vuelvan a
operar definitivamente, porque ahora
ando pendiente de que me llamen en
cualquier momento.

Voy a más
El alcoholismo y la droga no los puedes
matar pero lo puedes maniatar. Estoy
haciendo amistades en el polideporti-
vo. Gente que no son tóxicos, como las
relaciones que tenía antes. Todos en el
barrio me dicen que estoy fenomenal,
me entran las señoras de la vecindad
que antes me rehuían y a mí eso me
motiva mucho. Ahora hablas normal,
no agresivo. Poco a poquito voy a más.
Vivo con los padres. Mi madre está
muy contenta. Tengo un sobrino tra-
bajando que suele dejarle su crio a mi
madre y yo ando con ellos, controlando
al pequeño, que tiene dos años y me-
dio, para no se escape, que se echa a
correr el chavalito. Me he encariñado
con el niño y él conmigo.

92 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 93
94 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Asier
40 años. Bilbao

Yo quiero reírme
como se ríen
estas personas

A los quince me echaron del colegio.


Yo he sido alcohólico y drogadicto,
de todo. A los 18, cuando fui a la mili,
estaba alcoholizado perdido ya. Todos
los días estaba arrestado.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 95


96 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
M
e crie con mi madre, mi abue- nariz quebrada— son de caídas por es-
la y mis dos hermanos. Soy el tar borracho.
pequeño. No me acuerdo de Nunca perdí del todo el contacto con
mi padre en casa pero sé que el trabajo, no me he atrevido a dejar el
era alcohólico, no reconocido pero alco- curro para robar. A lo sumo algún tra-
hólico. Alguna vez venía a vernos, pero picheo. Consumía y luego me deprimía.
nunca tuvimos relación. Sin embargo, no tenía sensación de es-
tar enganchado.
Probarlo todo Hombre, tiras para adelante, tiras, pero
A los doce años empecé a beber. A los eso no es vivir. Pierdes relaciones, senti-
catorce ya bebía todos los días, había mientos, porque el alcohol y las drogas
probado todas las drogas que existían: te los anula. No sabes querer, ni llorar…
la heroína, la cocaína, el speed… Ahora mismo amigos ya no tengo. Siem-
A los quince me echaron del colegio. Yo pre voy solo. Nunca monté una familia.
he sido alcohólico y drogadicto, de todo. Prefería la droga a ligar o la vida social.
A los 18, cuando fui a la mili, estaba Perdí mi adolescencia, mi juventud. Era
alcoholizado perdido ya. Todos los días muy tímido con las mujeres.
estaba arrestado. Fue en la mili, entre Gracias a Dios no he perdido relación
arresto y arresto, cuando saqué el gra- con mi madre. Sigo viviendo con ella y la
duado, de milagro lo tengo. tengo en un pedestal. Mi hermano tam-
No he sido vago, siempre he trabaja- bién tuvo problemas, pero ya lleva más
do. Tengo diez años cotizados y otros tiempo que yo sin consumir.
muchos sin cotizar, porque los trabajos
tampoco eran muy buenos. Trabajaba Rehabilitación y cárcel
en lo que pillaba. Fui a la cárcel porque tuve una pelea
cuando consumía y, como tenía más
No es vivir cosas, me condenaron. Me veía que iba
Estuve trabajando de camarero tres de culo y cuesta abajo. Pero como tar-
años y una noche que había estado tra- dé tres años en entrar en prisión tuve
bajando dos turnos seguidos para cubrir tiempo de dejarlo y al entrar me había
a un compañero me cogí una borrache- rehabilitado ya.
ra… y esa noche la preparé. A la vez Desde antes de la pelea cuando iba a
que el alcohol mezclé con otras drogas, ver a mi hermano, que había entrado
tomé de todo ese día. Así que me caí en Alcohólicos Anónimos, yo le veía muy
y me partí la mandíbula. Estuve día y bien: "¡Qué bien estás tío!", le decía yo.
medio de crisis. Todas las cicatrices que "Tendrías que probarlo", me decía. Has-
tengo en la cara —tiene cicatrices y la ta me dio el teléfono pero yo no llama-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 97


ba. Hasta que pasó la movida de la pe- ro de que aquello me iba a salir bien.
lea, vi que no podía ser y llamé. Porque Me presenté voluntariamente cuando
yo siempre que he consumido heroína me convocaron y estuve cinco meses
o cualquier cosa ha sido entrando por dentro, cinco meses en régimen abier-
el alcohol. to, yendo a dormir y tres meses con la
El primer día que fui llegué con un res- pulsera. No le pensaba dejar a mi madre
acón que… de hecho había quedado con que me fuese a ver porque no se llevara
un amigo para irnos después de Alco- un disgusto. Pero una vez dentro me vi
hólicos Anónimos a tomar unas cerve- tan bien que, al segundo día, le llamé y
zas, ¡fíjate! Antes de entrar fue curioso le dije que viniera cuando quisiera. He
porque oía risas, ja ja ja, y yo pensando: tenido suerte. Si no llego a entrar limpio
"Con lo mal que lo estoy pasando: yo me no sé lo que hubiera pasado.
quiero reír como se ríe esta gente". En- Necesitaban gente en enfermería y me
tré y vi gente bien vestida, mayor, me- apunté sin dudar. Hay gente que no
nos mayor, de todo. Me quedé parado en quiere porque en la enfermería estás en
la puerta hasta que vino uno y le dije: una cárcel dentro de una cárcel porque
"Creo que me he confundido". Me dijo: de la enfermería no puedes salir. Nunca
"No te has confundido". Y entré asusta- he estado en módulos conflictivos. De
do, sudando. Y todos los días me decía hecho, me dieron el segundo grado por
a mí mismo: "¡Cuándo la vas a preparar, ser preso de apoyo en enfermería.
Asier!". Hacía mucho gimnasio en la cárcel. Y
Me costó tiempo entrar a un bar a to- cuidaba de los presos que entraban, me
marme un café. Luego busqué ayuda cuidaba de su medicación y les hacía
con una trabajadora social, antes de bromas. A alguno que era bastante ma-
entrar en la cárcel ya empecé en algu- yor le decía: "¡Tío, que vas a ser el abuelo
nas instituciones de ayudas. Empiezo a preferido, que has estado en el talego!
conocer una vida fuera del alcohol y veo ¡Que vas a tener batallas que contar!".
que no está tan mal. Así que cuando en-
tré en la cárcel había tenido dos años y Quiero un perro
medio de plazo y ya estaba limpio. Hace Ahora solo tengo que ir dos veces al
poco he dejado una relación con un ami- mes a firmar pero, si estás trabajando
go porque era violento. Tengo muy claro ¿qué le dices al jefe? ¿Qué tienes que
que es lo que no quiero que es volver a ir dos veces al mes al médico? Yo lo
consumir. Yo cuando dejé el alcohol lo que quiero es trabajar. Estar tranquilo.
demás vino detrás, el alcohol era lo que Y quiero una familia porque lo más im-
me llevaba a las demás drogas. portante es la familia. A mí la mía nun-
Cuando entré en la cárcel estaba segu- ca me ha abandonado. Quiero una casa,

98 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


un perro. Tener las preocupaciones de que mis únicos recuerdos buenos son
una persona de 40 años. Quiero empe- los que me vienen de la niñez, al pasar
zar a ser una persona. Lo que nunca he por el colegio y ver las ventanas…
sido. Aquí en Zubiko me han ayudado Llevo 49 meses sobrio. Ni he tomado co-
muchísimo. ¿Ves este tatuaje? —Asier caína ni heroína, ni nada de eso. Ahora
tiene un tatuaje que dice “You´ll never me fío de mí mismo. Puedo ir a cual-
walk alone”, cuya traducción podría ser quier lado y sé que no pasa nada.
“Nunca caminarás solo” —, pues es por
gente como esta. Con la gente con la
que vas es con la que conoces. Si dejas
la mierda del alcohol y la droga empie-
zas a conocer gente buena, como esta.
Desde que he dejado de beber y las
drogas he vuelto a ir al monte
que siempre me había encan-
tado, en el colegio estuve en
un club de montañeros. Íba-
mos lloviera, nevara, todos
los fines de semana, pero
luego la droga te lo para
todo.

Cinco días para primavera


Un día de estos en que iba
por el monte por arriba
de San Adrián oyendo la
radio con los cascos,
dijeron: "Quedan cin-
co días para prima-
vera". Me alegré…
y dije: "¡Mira que
resulta que me ale-
gra esto!". Porque antes
todo me daba igual, mien-
tras tuviera para alcohol y
drogas. A veces pienso que
estoy regresando a la niñez,

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 99


100 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Saido Queta
30 años. Guinea Bissau

A mí no me gusta
que me ayuden, yo lo
que quiero es trabajar

Empezó la rueda de detenciones: me


pillan, me sueltan, me pillan me sueltan,
hasta que al final voy a la cárcel. Primero
estuve en Martutene. Tenía 20 años.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 101


102 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Y
o vivía en Alemania. Estaba cárcel sentí una sensación de libertad
estudiando, vivía con toda nor- que no he olvidado nunca. Es extraño
malidad con unos familiares y pero así fue.
con 17 años me fui a ver a mi Una tarde hablando con un chico de
familia en Portugal. A la vuelta pasé por Gambia me dijo: "Chico, si tú en la ca-
aquí para ver a mis primos y a mis ami- lle vendes droga y aquí vendes droga,
gos y me convencieron para quedarme, ¿cuándo vas a dejar de vender droga?".
porque aquí había fiesta y tenían droga Yo le dije: "Si salgo no voy a volver a
con la que trapicheaban. Fui tonto, me vender droga más". Me contestó: "No
quedé, y lo pagué. me engañes. Es mentira, si sigues ven-
Muy tonto, porque mi hermano en Por- diendo droga aquí dentro saldrás y la
tugal no sabía nada de mí hasta que venderás. Si quieres dejarlo hazlo aquí,
un mes después le llamé y de dije que si la dejas aquí, sales limpio".
estaba en Bilbao. Se enfadó, claro. Pero Seguimos hablando y me vino un ma-
yo me quedé. Conocí la droga aquí. No rroquí y me leyó un versículo del Corán
había visto heroína con mis ojos hasta que significa “Estás haciendo algo que
llegar a Bilbao. te parece bien pero que no está bien”.
Meterme en la droga es lo peor que he Ese fue el momento. Entonces me puse
hecho en mi vida. Una vez que te me- a pensar, me fui a cenar, me metí a la
tes es un callejón sin salida. Vendíamos celda y le dije al compañero: no voy ven-
y consumíamos a la vez. Creo que no der más la droga. Llevaba entonces seis
he sido drogodependiente, pero no ves meses en la cárcel. Estaba preventivo.
nada más que la droga. La droga te qui-
ta humanidad, te quita solidaridad. Lle- Monterroso
gué a tener el objetivo de ser la persona Me cambiaron de Martutene a Lugo, a
que más droga vendía, ni siquiera que- la cárcel de Monterroso. Ya no vendía
ría ser rico. Era como una competición. droga. Hacía cosas para tener la cabeza
ocupada. Empecé a trabajar en la cár-
Martutene cel y a hacer cursos dentro: soldadura,
Empezó la rueda de detenciones: me pi- albañilería, auxiliar de enfermería, etc.
llan, me sueltan, me pillan me sueltan, hasta que ya en mi primer año en Mon-
hasta que al final voy a la cárcel. Prime- terroso pedí trabajo dentro de la cárcel
ro estuve en Martutene. Tenía 20 años. y poco a poco me fui convirtiendo en
Al ingresar ya llevaba droga y después la persona que solucionaba los proble-
la vendía dentro y luego seguí metién- mas. Cuando hacía falta alguien, yo ahí
dola y vendiendo dentro. Pero también estaba.
paso algo extraño: el día que entré en la Empecé en el economato de la cárcel,

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 103


cuatro meses, en cocina, ocho meses. hora de salida. Se quedó asombrado. Yo
Un día me vino el subdirector y me le dije que necesitaba el trabajo y que
propuso ir a enfermería. Creían que no le agradecía tanto si me lo daba como
iba a aceptar porque en la enfermería si no, pero que no le podía ocultar la
se cobraba menos que en la cocina y, verdad. El jefe se ofreció a recogerme
además, no se podía salir. Pero tener en Basauri hasta que en la cárcel me
oportunidades era importante para mí. permitieron salir antes. Llevo ya cuatro
Recuerdo que un funcionario me dijo: meses y muy bien.
"Saido, tú eres un tapafuegos en esta Vivo en un piso compartido y trabajo
cárcel", je je. en construcción haciendo de todo. Lle-
Un día pedí hablar con el psicólogo y le vo ocho meses en régimen abierto. Mi
dije que quería tener alguna actividad futuro… está en manos de Dios pero soy
fuera para poder pedir el tercer grado. una persona optimista. Lo mejor está
Tenía el problema de que mi gente, la por llegar.
que me podía ayudar, estaba en Bilbao
y no podía tener un tercer grado si te-
nía que venir aquí a alguna actividad y
regresar a Lugo porque no puedes llegar
tarde. Finalmente me recomendaron
la asociación Zubia y ellos mismos me
ayudaron a conseguir el tercer grado
comunicando a la cárcel de Monterroso
que tenía una actividad aquí en Bilbao y
así fue como me trasladaron a Basauri.

Trabajo
Una de las cosas que hacía aquí era
colaborar con el Banco de Alimentos y
allí conocí a una persona que me pre-
guntó si quería trabajar. Le dije que sí,
por supuesto, y al poco me llamaron. El
problema fue que tuve que ir y negociar
la hora de entrada porque me resultaba
muy difícil salir de Basauri a una hora
que me permitiera llegar al trabajo, le
dije al jefe que yo las noches las pasaba
en la cárcel y que no podía escoger la

104 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 105
106 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Endika
24 años. Barakaldo

Estoy relajado. Quiero


trabajar. El año que
viene quiero terminar
la ESO y hacer una FP
A los trece años robaba motos.
Entonces fue cuando probé la coca por
primera vez. Pero hasta los 17 no me
enganché. A partir de los 21 ya empecé
con el cristal pero nunca consumí caballo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 107


108 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
mpecé a vivir en pisos y hoga- tonces fue cuando probé la coca por
res de la Diputación a los siete primera vez. Pero hasta los 17 no me
años, desde la separación de enganché. A partir de los 21 ya empecé
mis padres. Estuve en muchos con el cristal pero nunca consumí ca-
y mis hermanos también. Somos seis, ballo. Cuando salía de los centros ven-
pero a mí me separaron de ellos, por- día y consumía cristal.
que estuvieron en otros pisos.
Luego parece que mis padres volvieron A prisión
juntos y regresé con ellos un tiempo Acabo en prisión por conducir sin car-
pero entonces la lie yo, cogía dinero, net y por otros delitos: peleas con res-
con once años me escapaba de casa y ponsabilidad civil, robos con fuerza,
me volvieron a meter en pisos de Dipu- robos de motos… Estuve en Basauri y
tación. La verdad es que donde iba la bastante puteado porque me conside-
liaba, pegaba a los profesores, seguía raron con riesgo de fuga. En la cárcel
faltando a clase… Cuando yo tenía vendía droga y tuve algunas peleas
doce o trece años mi familia se separó porque allí te tienes que hacer respe-
definitivamente y ya no volví con ellos. tar; si no cobras la droga, luego te vie-
Me pasaron a otro centro más prepa- nen todos.
rado, semiabierto, porque en el piso La verdad es que las cosas que hay
había atacado a un chaval. Estuve seis para la gente en la cárcel están muy
ó siete meses. Poco a poco se fueron bien. Desde allí me puse en contacto
acumulando denuncias y finalmente con Zubia, que ayuda a la gente que
acabé en un centro cerrado de meno- sale.
res por un robo. Estuve allí seis meses
y salí con 16 años. Era durísimo. Más Carretillero
que la cárcel, te cacheaban contra la Ahora estoy en tercer grado. Llevo ya
pared a cada paso y no podías hacer un año limpio. He hecho mucho depor-
nada. Ahora sé que ya no se puede te también. Pero cuando termine todo,
ni fumar pero entonces tenías los ci- que está a punto, quiero seguir con
garros racionados. Ni tampoco tenías esta gente que me ayudan a ordenar-
tele, solo podías leer, te gustase o no. me. He hecho bastantes cursos aquí,
Allí fue donde dejé la coca. de carretillero, grúa puente. Me ayuda-
Después me pasaron a otro hogar, ron con los cursos y con el trabajo ac-
donde hice fontanería y climatización. tual. En la empresa donde estoy ahora
Pero me escapaba para ver a mi ma- he estado de carretillero y reponedor y
dre. ahora me han hecho jefe de grupo. El
A los trece años robaba motos. En- año que viene quiero terminar la ESO

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 109


y hacer una FP de chapa y mecaniza-
do. Además de sacarme el carnet de
conducir.
Ahora sí que estoy con mi madre. Es-
toy relajado. Quiero trabajar porque he
visto que te puedes ganar la vida mu-
cho mejor trabajando.

110 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 111
112 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Leticia
24 años, Camerún

Me gusta el trabajo
de camarera de
piso y me veo en él
en el futuro
Tuve que salir de casa de mi tía cuando cumplí
18 años. No tenía ningún familiar más al que
recurrir. El novio de una amiga me aconsejó acudir
a un centro de acogida. Gracias al apoyo de Lagun
Artean, he estudiado hostelería y he trabajado de
camarera. Quisiera trabajar en hoteles, formar una
familia y verme bien en la vida.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 113


114 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
S
oy de Camerún, de la ciudad de tema de estudios como en el de buscar
Douala. Cuando tenía 15 años trabajo. Me siento a gusto cuando es-
vine a Lleida, donde mi padre toy con ellos y les agradezco lo mucho
trabajaba en una fábrica. Mien- que han hecho por mí; porque estaba
tras viví con él empecé a aprender cas- sola, no tenía a nadie y han sido como
tellano, poco a poco viendo películas, mi familia. Me han tratado bien, he co-
novelas y noticias por televisión. Me metido errores, como todo el mundo,
acordé de que en la escuela, en Ca- y me han corregido. Sigo manteniendo
merún, podías elegir estudiar alemán contacto con la asociación y a las ami-
o español y yo, ajena a lo que iba a ser gas que he visto que han necesitado
mi vida, escogí alemán porque el es- ayuda les he recomendado que acu-
pañol me parecía entonces muy difícil. dan a ella.
Mi padre se trasladó a Francia a tra-
bajar y pidió a mi tía que me cuidara. Estudiar más
Al de poco, mi tía se trasladó y nos vi- Había hecho la ESO pero quería estu-
nimos a Bilbao. Viví tres años con ella, diar más. Empecé acudiendo al centro
justo hasta que cumplí los 18, cuando de día de Lagun Artean, donde hacía-
decidió que tenía que dejar su casa. mos muchas actividades educativas.
No tenía otros familiares a los que re- Le expliqué al responsable que tenía
currir. Había perdido contacto con mi interés en hacer una Formación Pro-
padre en Francia y solo pude contar fesional y me ayudó a apuntarme en
con la ayuda de algunas amigas. Fue la Escuela de Hostelería de Leioa para
el novio de una de ellas, que había es- cursar un grado medio, en la especia-
tado en mi misma situación cuando lidad de camarera de restauración.
llegó a España, el que me aconsejó que Tenía los papeles en regla y puede ma-
fuera a un centro de acogida como en tricularme con normalidad. El día que
su momento hizo él. Me dio el teléfono salieron las listas de admitidos en la
de Lagun Artean, llamé y me citaron. Escuela fue una gran alegría, porque
Gracias a ellos pude estar una semana además de estar en las listas de admi-
en el centro de día pero, como no tenía tidas me enteré de que podía entrar
adónde ir si salía del centro, le expli- en el piso.
qué la situación al responsable y pude Al acabar el grado medio de Hostelería
quedarme once meses en un piso de la hice las prácticas en el Palacio Euskal-
Diputación. Ahora vivo en Erandio, en duna. Me llamaban para trabajar de
una habitación de alquiler. vez en cuando, cuando tenían cócteles
En Lagun Artean me han ayudado para empresas y congresos. Después
mucho para salir adelante, tanto en el he realizado un curso de camarera de

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 115


piso y pronto haré el periodo de prácti-
cas si antes no me llaman para traba-
jar en un hotel de lujo donde me han
propuesto hacer unas pruebas. A ver
si me contratan. Creo que estoy pre-
parada.

Verme bien
Me gusta el empleo de camarera de
piso. De momento haré las prácticas y
ya se verá dónde acabaré trabajando.
Como también hablo francés, tendré
más oportunidades. En Lagun Artean
me enseñaron también a hacer bús-
quedas de empleo y lo que tengo claro
es que iré donde sea necesario y me
esforzaré para buscarme la vida, tener
un trabajo y una familia y verme bien.

116 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 117
118 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
María
54 años, Alcañiz, (Teruel)

Con 50 años, pude


salir de la calle y
volver a ganarme
la vida
Decidí con mi pareja, que es de aquí, venir a
Bilbao, donde ya habíamos estado antes trabajando,
porque me encanta la forma de ser de este pueblo.
Cuando entré en el albergue le dije al psicólogo:
“Yo quiero salir del agujero de la pobreza”.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 119


120 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
N
ací en Alcañiz y, con dos a la calle y me quedé en el paro. En
años, mis padres me inter- esa empresa solo cotizaban por media
naron en un colegio de mon- jornada, aunque trabajábamos a jor-
jas en Lleida hasta que tuve nada completa así que el paro que me
ocho, lo recuerdo porque cuando hice quedó era tan bajo que no me llegaba
la primera comunión ya estaba fuera. para pagar los gastos. Tuve que dejar
Había querido escaparme varias veces la habitación en la que vivía de alquiler
y, en vista de eso, mi abuela me sacó e irme a un albergue.
del colegio y fui a casa de mis padres, Cobraba muy poco, me quedaban dos
que en ese tiempo también vivían en meses de paro y estaba en un alber-
Lleida. Fue entonces cuando conocí a gue con mi pareja, que tampoco tenía
mi padre. De mi madre, solo guarda- trabajo. Vi entonces claro que lo mejor
ba algún recuerdo de cuando era más era no seguir en Barcelona y trasla-
chiquita. Poco antes de los once años, darnos a Bilbao, donde ya habíamos
me trasladé con mi familia a Barcelona estado trabajando una temporada.
y allí he vivido hasta que vine a Bilbao. Él es de Basauri y cuando falleció su
Vivíamos en uno de los barrios más madre vinimos a organizar el funeral y
bonitos: San Cosme y San Damián, al a arreglar los papeles del testamento.
lado del aeropuerto. En el primer cur- Fue entonces cuando conocí Bilbao, re-
so del instituto vi que no aprendía y, cuerdo que llegamos en plenas fiestas
como no éramos precisamente ricos, y me encantó su gente porque veía
les dije a mis padres que en lugar de que me trataba de otra manera. En
estudiar quería trabajar. Mis padres esa temporada, yo estuve trabajando
eran de los que decían “¡O estudias o en un bar y él, en una panadería.
trabajas, pero aquí no estás sin hacer Con aquel buen recuerdo de Bilbao,
nada!” y, al día siguiente, me metieron seguíamos en Barcelona, pasando di-
de camarera en un bar del barrio. ficultades. El dueño de un restaurante
Cuando tenía 17 años, mi madre mu- nos ofreció trabajo a los dos pero, al fi-
rió, me peleé con mi padre y me largué nal, nos tomó el pelo: estuvimos cuatro
a una pensión de Barcelona. Busqué meses trabajando y solo nos pagó el
trabajo y entré de camarera en un primero. Después, cerró el negocio. Nos
restaurante enorme de Barcelona. Me vimos mal. No teníamos un duro y pe-
gustaba aquel empleo y en él estuve dimos ayuda a la asistencia social para
muchos años hasta que se acabó. Des- poder dormir un mes en un albergue,
pués, encontré trabajo en una empre- ya que al mes siguiente yo empezaba
sa de limpieza, pero empezó a no an- en aquel trabajo de limpieza y enton-
dar bien y pronto echaron al personal ces podríamos alquilar algo de nuevo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 121


Pero en Barcelona, tenías que estar través de un psicólogo del centro, nos
enfermo para que te ayudaran. Como dejaron volver al albergue de Diputa-
estaba sana, me dijeron que sentían ción.
mucho no poder ayudarme. Cuando entré de nuevo en el alber-
Con el trabajo de limpieza pasó lo que gue, le dije a mi pareja y también al
he contado, que cerró la empresa. Mi psicólogo: “¡Yo quiero salir del agujero!”.
compañero, que estuvo trabajando No tenía nada, pero en Lagun Artean
de guarda de seguridad en una obra, me dieron la ayuda que en otros sitios
también se había quedado en el paro no me habían prestado. Empezaron
al terminarse. ayudándome a renovar el carnet de
Seguir en Barcelona, estando los dos identidad y los papeles de la Seguri-
desempleados, era cada vez más difícil. dad Social, porque en la calle me los
Volví a pensar en Bilbao y, en vista de habían quitado. También me robaron
la situación que teníamos y del buen el móvil y otras cosas. Vivir en la calle
recuerdo que guardaba de la tempo- es peligroso, lo pasas mal. Tienes que
rada que estuvimos aquí, una noche le acostarte después que todo el mundo
dije completamente decidida a mi pa- y levantarte antes que nadie y menos
reja: “¡O te vienes conmigo a Bilbao o mal que yo he tenido la suerte de te-
me voy sola!”. Me respondió que en Bil- ner pareja… si puedes salir de la calle,
bao la situación tampoco sería buena lo mejor es que salgas. El problema es
porque la crisis estaba en todos los la- que sin ayuda es difícil porque cuando
dos, pero le contesté que para estar en vas a buscar trabajo se nota que estás
Barcelona como estábamos era mejor durmiendo en la calle, la gente te mira
ir a Bilbao, donde la gente había visto mal y las entrevistas es complicado
que te trataba de diferente manera y hacerlas bien.
me gustaba más. Respecto al albergue, para poder con-
tinuar en él, tienes que estar o estu-
Vivir en la calle diando o trabajando porque Diputación
Al llegar a Bilbao, fuimos a un sitio de sin hacer nada no te consiente, tienes
la Diputación donde te facilitan la en- que hacer algo para pagarte lo que te
trada en un albergue y nos enviaron tengas que pagar. Mi pareja, otro chi-
por tres días al de Lagun Artean. No co y yo nos apuntamos a un curso de
sabíamos bien cómo eran las normas Lanbide para trabajar en residencias.
de estancia así que cuando pasaron Aprobé y estuve atendiendo a per-
unos días, que además cayeron en fin sonas discapacitadas en sus propios
de semana, nos tuvimos que ir y estu- pisos durante dos años y pico. Luego
vimos viviendo en la calle hasta que, a pasé una temporada sin trabajo y uno

122 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


de los educadores me propuso hacer más que a ellos, a mi pareja y a su hija.
un cursillo específico de asistencia en En Lagun Artean me han informado,
hogares. Recuerdo que le bromeaba me han ayudado a buscar trabajo y
diciéndole que no era normal que a los siguen apoyándome en muchas co-
cincuenta tuviera que estar estudian- sas. Yo sé que puedo contar con ellos
do tanto. El curso lo hice en el Instituto porque siempre me han dicho: “María,
San Nicolás de Barakaldo y lo aprobé ésta es tu segunda casa”. Estando en
con unas notas que no las sacaba ni Lagun Artean he conocido, además,
cuando era niña. Creo que me fue tan a mis dos mejores amigas. Yo no me
bien porque me gusta ese trabajo de corto un pelo a la hora de decir que
atención a las personas. Además, hice he salido de Lagun Artean; el jefe de
amistad con dos compañeras de allí y mi empresa actual lo sabe y conoce la
seguimos viéndonos. asociación. Tampoco escondo que he
Ahora estoy contratada en una empre- dormido en la calle varias veces y no
sa de asistencia a personas dependien- me olvido de que igual podrían no ser
tes en su domicilio. Mi idea es seguir las últimas, aunque mejor que Dios no
en este trabajo porque me encanta. lo quiera. ¿Por qué lo tengo que escon-
He trabajado en distintas localidades, derlo si no es ninguna vergüenza? Es
en pisos de distintas zonas de Bilbao, un problema que he tenido con la crisis
en Getxo y en Basauri. Como hago su- y punto.
plencias, me destinan a más sitios. Lo Hay gente que después de haber tra-
único malo es que te cuesta hacerte al bajado toda su vida, y de haber tenido
trato de nuevas personas porque hay luego que acoger a sus hijos y nietos,
que empezar de cero con cada una. ha perdido su vivienda por no poder
Mi pareja me ha apoyado en todo y pagar la hipoteca y ha acabado tam-
seguimos juntos. Él también ha estu- bién en la calle. A veces recuerdo que
diado para residencias y está apunta- en Barcelona vi una señora mayor que
do en mi empresa, lo que pasa es que me dio mucha pena: estaba pidiendo
no suelen llamar a chicos en nuestro con la cara tapada, porque a lo mejor
trabajo; pero él está activo y hace tra- la conocían en el barrio. Me dio la im-
bajos cuando le salen. Ahora vivimos presión de que era la primera vez que
en el barrio de Arangoiti en un piso al- lo hacía. Me dijo que le habían quita-
quilado por habitaciones. do el piso y pedía dinero para dar de
comer a sus hijos y nietos. Pues, lo
Importancia de la ayuda mismo que le había pasado a esa se-
La gente de Lagun Artean es mi gran ñora me pasó a mí. Por eso digo, sin
familia; en mi vida no tengo a nadie ninguna vergüenza, que he vivido en

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 123


la calle y también que, gracias a Lagun
Artean, he podido salir de ella.

124 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 125
126 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Anas
28 años, Marruecos

He acabado
Ingeniería Mecánica
y me gustaría
trabajar aquí
Llegué con 17 años con el objetivo de salir
adelante y ayudar a mi familia. No sabía el idioma
ni tenía a nadie a quien recurrir. Pasé por centros
de menores y de acogida y pude seguir estudiando.
Me he titulado en Ingeniería Mecánica, he hecho las
prácticas y espero poder trabajar en ello.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 127


128 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
n Marruecos es muy complica- Bilbao. Llegué, también solo, a la esta-
do hacer estudios superiores si ción de autobuses, sin tener a nadie a
no tienes dinero. La enseñanza quien recurrir, con hambre y sin ropa
inicial es pública, pero cuando adecuada porque ya era noviembre y
pasas el bachillerato, ya es muy difí- hacía frío. Me habían dicho que por ser
cil seguir estudiando. En mi zona, por menor podía ir a pedir ayuda a la Poli-
ejemplo, tienes que irte a vivir a Agadir cía Nacional y me dirigí a la comisaría
o a Marraquech y el coste económico de Indautxu. Estuve con ellos unas tres
es elevado porque debes pasar bas- horas para hacer la ficha, me hicieron
tantes años estudiando y luego, aun- huellas y fotos. Yo no sabía castellano
que hayas realizado estudios y tengas y no había quién supiera francés. Al
diplomas, tampoco hay trabajo. Mis final, pude entenderme un poco con
amigos que han acabado carreras si- ellos en inglés, que había estudiado
guen estando sin trabajo y, al final, si dos años. Luego, me llevaron al centro
no consigues salir del país los estudios de menores de Amorebieta. Cuando
de poco te valen. En vista de ese pa- íbamos hacia allí yo pensaba que me
norama y de que a la gente que ha llevaban realmente al aeropuerto para
pasado a Europa le va mejor, decidí retornarme. Estuve un mes en ese
marcharme con el objetivo principal centro de menores y, al no estar acos-
de trabajar, salir adelante y ayudar a tumbrado al frío, lo pasé mal. Después,
mi familia. Pensé que tenía que dar el me trasladaron a otro centro de me-
paso de irme antes de ser mayor de nores que está en Artzentales, donde
edad porque si lo hacía con más edad estuve otros cinco meses.
igual no me aceptaban o me resultaba Me tiraba todo el día estudiando un li-
muy complicado obtener los papeles. bro de español que me compré y escri-
Con casi 17 años, solo, llegué en un biendo frases. Hablaba a diario con los
barco a Málaga. No sabía español y educadores y preguntaba a los vigilan-
era difícil comunicarme con la gente tes que estaban allí cómo se decían las
en francés o en inglés. Vi unos ma- cosas. Cuando salí del centro ya sabía
rroquíes que estaban trabajando en manejarme con el idioma y, al cumplir
la calle y les pregunté si me podían 18 años me incluyeron en el Programa
ayudar. Hablaron por teléfono con Hemen de la Diputación que atiende a
mis padres, quienes contactaron con jóvenes inmigrantes que salen de los
unos paisanos que viven en Barcelona centros de menores. Luego, me envia-
y me trasladé allí en autobús. Estuve ron a Lagun Artean, donde en princi-
en Barcelona una semana y esos co- pio te acogen una semana. Después,
nocidos de mi familia me enviaron a según cómo sea tu situación, pueden

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 129


alargarte la estancia y así fue en mi el mismo centro. Al acabarlo, como te-
caso. Los de Hemen hablaron con los nía nota suficiente, decidí entrar en la
de Lagun Artean y, primero, decidieron universidad, donde he aprobado Inge-
darme un mes más de estancia y, lue- niería Mecánica. También he hecho las
go, otro mes. Llegó un momento en el prácticas en una empresa y me queda
que yo decidí decirles a los de Lagun finalizar el trabajo fin de grado. Ahora
Artean que quería quedarme con ellos. quiero hacer el máster para completar
Trasladé todo mi expediente a Lagun los estudios y poder optar a trabajos
Artean, donde estuve seis meses más de mayor cualificación.
y luego me llevaron a un piso de la Di-
putación. Futuro laboral
Inicié un curso de pastelería en un cen- En las prácticas he comprobado que
tro de iniciación profesional del barrio me gusta el mundo laboral de la Inge-
de Uribarri, ya que eran los estudios niería Mecánica y desearía quedarme
que había para personas que, como a trabajar en esta zona, donde hay
yo, todavía no dominaban el castella- muchas industrias. Estoy mirando
no. Me pareció interesante para rela- cómo solicitar la doble nacionalidad,
cionarme y conocer mejor el idioma y pero no sé cuánto puede tardar. Exigen
estuve a gusto porque estudiaba ma- llevar diez años viviendo aquí y apro-
temáticas y física. Luego, a través de bar dos exámenes: uno de nivel básico
Lanbide me ayudaron a hacer un cur- de castellano A2 y otro de conocimien-
so de Mecánica del Automóvil de cinco tos culturales. Me he apuntado a esos
meses que hice en Barakaldo mientras exámenes, aunque no sé si al final po-
seguía estudiando en Lagun Artean dré convalidarlos con los estudios que
con profesores voluntarios. hago.
En Marruecos había hecho la ESO y les También tengo en la cabeza ayudar a
dije a esos profesores que quería sa- mi familia porque hasta ahora, al es-
carme el graduado de aquí. Me decían tar estudiando, no he podido hacerlo.
que solo quedaban dos meses para Cuando tenga trabajo lo haré. Mis pa-
los exámenes y que no había tiempo dres están allí con mi hermana y han
para prepararlos bien. Era marzo y los tenido que arreglárselas solos. Mi pa-
exámenes eran el 20 de mayo, pero yo dre no tiene trabajo, consigue algún
insistí en que quería sacar ese título dinero con la compraventa y nuestra
así que hice los exámenes y conseguí casa no tiene terreno para cultivar.
aprobarlos. Luego hice un grado medio Tengo otro hermano trabajando en
de mecanizado de dos años en Sale- Francia que les ayuda, pero a mí tam-
sianos y, después, el grado superior en bién me gustaría poder hacerlo y que

130 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


me visitaran de vez en cuando. En el kera, el básico, y tengo pensado inten-
caso de que no pueda iniciar este año tar sacar el B1 y, luego, el B2, porque
el máster, trataré de trabajar en algu- también me gusta mucho estudiar
na empresa y, el próximo, pensaré de idiomas.
nuevo en el máster.
Para llegar hasta donde he llegado, la
ayuda de Lagun Artean ha sido muy
importante. Estuve con ellos casi cin-
co años, desde los 18 hasta los 23, su-
mado la estancia en el albergue y el
tiempo que pasé en los pisos de aco-
gida de la Diputación. Después, cuan-
do he tenido más ayudas, me han
facilitado el alquiler de una ha-
bitación. Desde hace cerca de
cinco años vivo ya de mane-
ra independiente en un piso
de alquiler compartido en
Barakaldo que pago con
la ayuda de la RGI del Go-
bierno Vasco.
Su apoyo también ha sido
fundamental para inte-
grarme en la sociedad
vasca. Me gusta el modo
de vida de aquí, tengo
cuadrilla de gente de
aquí con la que he
estudiado. Siempre
estamos juntos y
me siento uno más.
Hacemos salidas al
monte, vamos de fiesta
y me siento integrado en
esta sociedad como otros
jóvenes de mi edad. He
aprobado el nivel A2 de eus-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 131


132 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Ainhoa
47 años, Arrigorriaga

Ver la felicidad de tu
familia cuando has
salido de la droga es
lo que más vale
Empecé a fumar porros con diez años,
empujada por los problemas que había en mi
casa. Luego pasé a la heroína y a la cocaína. Acudí
a centros de ayuda y he salido de la dependencia.
Pensaba que no lo iba a lograr, pero ahora sé que
quien quiere, con apoyo, lo consigue.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 133


134 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
D
esde que nacimos hemos vi- 21 kilos. Mi marido fue también eva-
vido en casa malas situacio- diéndose de prestar atención tanto a
nes. Mi padre era alcohólico su madre, que requería unos cuidados
y maltratador y yo, supongo continuos durante todo el día, como
que para evadirme de los problemas, a nuestro hijo y esas labores acaba-
empecé con diez u once años a fumar ron recayendo todas en mí. En esa
porros. Luego pasé a los ‘tripis’, cocaí- situación, volví al consumo de porros
na y heroína, así hasta los 20 años. y pastillas, pero mi marido, aunque lo
Viviendo con mis padres me quedé sabía y veía cómo estaba, tampoco se
embarazada y, con 21 años, me fui a preocupó.
vivir a Barakaldo con el que luego se- Atendí a mi suegra con todo el amor
ría mi marido. Yo quería irme de casa del mundo porque la verdad es que
porque ya no podía más. Mi padre se era muy buena persona y me quedó
metía más conmigo que con mi her- mucho de ella. Cada vez que recuerdo
mano porque me había encarado va- lo que me dijo poco antes de morir se
rias veces con él. Mi hermano no sé me ponen los pelos de punta. Me pre-
si se daba cuenta o no de muchas de guntó: “¿Ainhoa, he sido buena suegra
las cosas que hacía mi padre porque para ti?”; y le respondí: “Has sido mi
tenía un sueño muy profundo, pero segunda madre”. Entonces yo le dije:
aun así ha tenido que ir al psicólogo “¿He sido buena nuera?”; y me contes-
desde pequeño. Recuerdo que muchas tó: “Has sido la hija que no he tenido”.
veces, cuando empezaba el lío en casa, El mismo día del funeral de mi suegra,
mi madre me decía: “Sal a la calle y, cuando regresamos a casa, mi marido
cuando te llame, vuelves”. Eso podía me dijo: “Siéntate”. Y, a continuación,
suponer estar dos o tres horas de ma- me espetó: “Esto se ha acabado”. O sea,
drugada en la calle. que estaba esperando a que falleciera
Durante el embarazo, y hasta que mi su madre para separarse. Me quedé
hijo tuvo entre dos y tres años, no blanca porque no lo esperaba. Al día
consumí nada, pero después empecé siguiente fui al juzgado, pedí un abo-
de nuevo a fumar porros porque la re- gado de oficio y presenté la demanda
lación con mi marido se complicó. Mi de divorcio. Él no lo había hecho por-
suegra cayó enferma cuando mi hijo que lo que quería era, simplemente,
era pequeño y mi marido y yo nos vi- separarse y que me fuera de la casa,
mos solos para atenderla porque los que era suya por herencia. Como no se
familiares de él no se hicieron cargo. esperaba que yo reaccionara presen-
Los únicos que nos ayudaron fueron tando la demanda de divorcio, cuando
mis familiares. Me acuerdo de que bajé le llegó se enfadó y teníamos broncas

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 135


muy a menudo. Mi abogado me dijo seguir viviendo a mi manera y dejaron
que no me marchara hasta que saliera de hablarme. Estuve casi tres meses
el juicio para no perder derechos y que, en el albergue de Elejabarri. Allí, como
luego, podría quedarme en la casa si mi familia ya no me controlaba, seguí
me asignaban la custodia de mi hijo, consumiendo marihuana y pastillas.
pero, como era un lugar con tan malos
recuerdos, no quise seguir viviendo allí. Restablecimiento
En ese periodo de tiempo de la separa- El centro Zubietxe supo la situación en
ción, como estaba bastante fastidiada, la que me encontraba e ingresé gra-
empecé otra vez a consumir pastillas cias a ellos en un piso de reinserción.
y porros. El juez dictó que la custodia Llegué a Zubietxe con 38 años y estuve
era compartida pero dada la situación en ese piso año y medio. Consumí un
mía, el niño quedó viviendo con su pa- par de veces, en las que me castigaron
dre. a pasar una semana en una pensión.
Así que, con 35 años, volví a casa de La segunda vez, estaba pasando una
mis padres y empecé a acudir a la Fun- crisis fuerte y un educador se implicó
dación Etorkintza para tratar mi adic- muchísimo para recuperarme. No sé
ción, pero no conseguí superarla. En cómo se lo agradeceré. Logró que res-
una ocasión, tuvieron que llevarme in- tableciera la relación con mis padres
consciente a Cruces y, en otra, empecé y, a raíz de ello y de seguir en trata-
con unos espasmos tan grandes que miento en Zubietxe, empecé a dejar de
me dejaban agarrotada y no podían consumir.
ni tomarme la tensión. En vista de mi En una excursión a Madrid ese educa-
situación, me dijeron que ingresara en dor se dio cuenta también de que me
una comunidad terapéutica, un centro llevaba muy bien con una compañera
especializado que está en Gordexola, y nos propuso que compartiéramos
donde te aplican unas normas muy uno de los pisos de paso que la Funda-
rígidas. ción Eguzkilore tiene para ver cómo te
Para entonces mi padre había logrado, desenvuelves viviendo de manera in-
con tratamiento, dejar atrás su alcoho- dependiente. Lo hicimos y ha resulta-
lismo y me impulsó también a entrar. do que estamos de maravilla. Tenemos
Estuve seis meses y medio en Gorde- planes de seguir compartiendo piso en
xola pero ya no aguantaba más allí. El el futuro ya por nuestra cuenta y es-
psicólogo y mis padres me decían que tamos muy ilusionadas en encontrar
estuviera hasta ocho meses y medio, un buen alquiler, aunque esté difícil.
pero yo no quise y decidí marcharme. Donde vaya yo, ella viene conmigo, y
Entonces, pensaron que lo que quería también al revés.

136 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Seguimos, de todas formas, vinculadas mucho superar los recuerdos asocia-
con Zubietxe, donde acudimos cada 15 dos a esos lugares. De todas formas, el
días y donde se interesan por nuestra que quiere y tiene gente que le apoya,
situación. Venimos a recoger la me- sale adelante. Aconsejo a las personas
dicación. La mía la controlan en este que se encuentren en situación de de-
centro y en Auzolan, que es un módulo pendencia de las drogas que busquen
donde te hacen analíticas y donde ten- centros de ayuda y que se mentalicen
go el psicólogo y la psiquiatra. Yo me para salir de ella. Yo, llegó un momen-
siento ya mejor y me están empezan- to en el que me dije: “Lo primero por
do a reducir las pastillas. mí, y luego por mi hijo, tengo que sa-
Llevo trabajando desde que me empa- lir adelante y que no me termine esta
rejé y, debido a las tareas de esfuerzo mierda”.
físico que he realizado, tengo seis her- Mi padre me suele decir ahora: “Hija, da
nias discales. He estado en un montón gusto ahora hablar contigo. Ahora ra-
de trabajos: en una pastelería, en una zonas; antes nada, estabas a lo tuyo”.
panadería, en limpieza de bares... El Cuando estás dentro de la adicción no
cuidado de mi suegra también afectó te enteras de que vives, eres un zombi
a mi espalda porque estaba encamada totalmente pendiente de la siguiente
y yo era la que tenía que moverla para toma. Estás a ver dónde consigues di-
atenderla. Me han dicho los médicos nero para poder ‘pillar’ porque luego te
que no puedo seguir haciendo esos empieza a entrar el ‘mono’ y, ¡buff!, no
trabajos de esfuerzo. Ahora me tienen quiero volver a pasar por eso ni loca. Sé
que hacer una resonancia de toda la que la adicción es muy fuerte y yo lle-
espalda. También cuido a mi compañe- gué a pensar que no iba a salir de ella,
ra porque tuvo un accidente de tráfico pero lo que he comprobado es que, con
y, además tiene cáncer y, por supues- los medios de apoyo que hay, el que
to, estoy pendiente de la salud de mis quiere consigue salir.
padres. Ahora me valoro porque siento que, por
Estoy muy agradecida a la gente de mi experiencia de vida, puedo aportar
Zubietxe. La ayuda que te prestan es cosas útiles a los demás. He colabora-
eficaz y, si pones de tu parte, sales do con Zubietxe en un encuentro que
adelante. Para ello, conviene apartar hubo en Madrid con gente de centros
a la gente negativa de tu vida. Yo me de otras ciudades y fue una experien-
he apartado de ese tipo de personas cia muy bonita. Hoy es el día en el que
porque son perjudiciales para hacer me miro en el espejo y me veo bien,
una vida sana. También evito ciertos cuando antes ni siquiera me miraba,
sitios donde hay tráfico porque cuesta y aún me alegro más cuando veo con-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 137


tentos a mis familiares conmigo. Solo
por compartir esa felicidad con ellos
merece la pena todo lo que tengas que
esforzarte, para mí eso es lo que más
vale.

138 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 139
140 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Isabel
40 años, Angola

Si caes en el alcohol,
lo primero es saber
buscar ayuda

Desde los ocho años sufrí abusos y estuve


dos veces a punto de quitarme la vida. Con 25
años tuve mi primer hijo. La relación no fue bien
y, para tratar de olvidar los problemas, caí en el
alcoholismo. Llegué a pesar cuarenta y pico kilos
pero, con ayuda, encontré el camino de salida.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 141


142 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
n mi familia éramos nueve her- me del internado y me llevó a su casa. A
manas y la costumbre en África es mi cuñado le pareció bien que dejara el
que las pequeñas vayan a vivir con internado porque pensaba que, aunque
las que se van casando para que, estuviera en San Sebastián, de ese modo
mientras estudian, les ayuden a cuidar de recuperaba control sobre mí. Sin embargo,
los niños y de la casa. Por eso, cuando te- para mi futuro fue una decisión desastro-
nía seis años, mis padres me enviaron a sa, porque supuso que abandonara los es-
vivir con una de mis hermanas casadas. tudios cuando estaba a punto de sacarme
Su marido vino aquí a buscar un trabajo el título de Auxiliar de clínica y ya había
mejor y, al de un tiempo, mi hermana de- hecho las prácticas en el Hospital de la
cidió también que nos viniéramos. Llegué Cruz Roja.
con ella a Bilbao en octubre del año 1990, En casa de mi hermana de San Sebastián
casi con quince años. Entré en el colegio pronto vi que, si me quedaba mucho tiem-
del barrio de San Francisco, donde me po allí, volvería a pasar lo mismo que ha-
enseñaron muy bien y acabé la ESO. Re- bía sucedido en casa de mi otra hermana
cuerdo que tuve mucho apoyo de mi tuto- de Bilbao. Estuve unos seis meses y, antes
ra, que veía cómo muchos días llegaba a de que pasara nada, me fui a casa de una
clase con la cara marcada e hinchada. Fue amiga. Luego, me lancé en Donostia a ga-
como una madre para mí. narme la vida sola, alquilé una habitación
Desde los ocho años, sufrí en casa abu- y dejé los estudios porque no podía con
sos y maltrato por parte de mi cuñado. Él todo. Iba a cuidar niños y ancianos a ca-
bebía mucho y me tenía en su casa como sas particulares y, las noches de los fines
si fuera su segunda mujer. Yo estuve dos de semana, trabajaba en discotecas. Tuve
veces a punto de quitarme la vida porque ofertas de mucho dinero para meterme
nadie creía lo que me estaba pasando. en la prostitución, pero no las acepté. Es
Hasta que, para huir de esas agresiones, verdad que pueden ser muy tentadoras
decidí, gracias a la información que me cuando te encuentras en una mala situa-
facilitó una amiga, ingresar en el interna- ción y te ves con el agua al cuello, pero si
do de Artxanda de las Hermanas Oblatas, tienes bien la cabeza y te sientas a pensar
donde empecé a estudiar Auxiliar de clíni- las cosas en frío, encuentras otros cami-
ca. Mi cuñado no quería que me fuera y, nos para salir adelante.
al ver que había entrado en el internado, Un día vine a Bilbao a visitar a unas ami-
me dijo: “Tú no te vas a librar de mi”. Con gas, conocí a un chico del que me enamo-
mentiras, hizo ver a la familia que yo an- ré y volví a vivir en Bilbao, pero esta vez
daba por malos caminos y, como yo aún sola. No llegué a casarme con ese chico,
era menor de edad, otra de mis herma- aunque cursamos por carta a nuestros
nas, que vive en Donostia, decidió sacar- padres la tradicional petición de mano

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 143


africana. Cuando tenía 25 años, tuve el bien emocionalmente para cuidarlos. La
primer hijo con él, una niña que ahora tie- niña está en un centro de la Diputación y
ne 15 años; luego, un aborto y, después, el niño, que ahora tiene nueve años, está
un niño que nació a los seis meses de en una familia de acogida.
embarazo con un peso de 500 gramos. La En 2010, la Diputación me envió al centro
relación fue deteriorándose y acabamos Zubietxe de Ollargan-La Peña. Allí me reo-
separándonos. Él tenía una furgoneta y rientaron bien la vida; seguía yendo a ver
hacía mudanzas y trabajos esporádicos. a mis hijos, retomé los estudios y saqué el
Salía de casa por la mañana y no se hacía título de Auxiliar de geriatría. Al salir del
responsable de nada de la vida familiar. A centro fui a vivir con unas amigas. Mi pri-
los africanos les gusta tener a las mujeres mera pareja me propuso volver. Lo inten-
en casa, mientras ellos salen y vuelven a tamos, pero vi que era imposible porque
la hora que les da la gana. También nues- nada había cambiado. Traté de recuperar
tras madres y hermanas nos han enseña- la relación con la familia, pero tampoco
do que cuando te casas tienes que estar cuajó porque arrastraba problemas con
en casa para tu marido. Siempre estaba ellos y otra vez volví a caer en el alcohol.
sola en casa y esa vida me llevó poco a
poco a beber; al principio, era cerveza y, Decisión firme
luego, cuando ya dependes mucho, te da Viví en un piso en la calle Zabala pero per-
igual qué tipo de bebida sea. dí la ayuda social que percibía y lo tuve
Cuando bebía, dejaba de pensar, me olvi- que dejar porque no podía pagar el alqui-
daba de todo y me quedaba dormida, pero ler. En enero de 2016 fui al albergue Eleja-
al día siguiente los problemas regresaban. barri, donde estuve tres o cuatro meses, y
Vas acostumbrándote a volver a beber solicité apoyo a la Diputación. Me enviaron
para seguir olvidando, pero, con el tiempo, al piso de acogida Askarri que gestiona la
tu cuerpo empieza a cambiar, te pide más Asociación Askabide. Era la segunda vez
alcohol y tiembla si no lo bebes. Llegué a que ingresaba en este centro, que ya me
pesar cuarenta y pico kilos. Cuando bebía atendió en 2010, y me enviaron a tratar
apenas comía. Ahora, con mi peso normal mi adicción al centro Auzolan que está en
recuperado, mucha gente que me conocía la Calle Dos de Mayo. Ahora, llevo año y
me ve en la calle y no se cree que soy yo. pico bien y todos los fines de semana y
Tras separarme, estuve una temporada festivos voy al piso de acogida en la Calle
en un centro de Sartu en la zona de Za- Cortes a recibir tratamiento.
balburu, en el que acogían mujeres con Siento que la decisión que he tomado de
niños, pero llegó un momento, en el año no depender del alcohol y tener una vida
2009, en el que la Diputación se hizo car- estable es firme. Además, he encontrado
go de mis dos hijos porque yo no estaba una nueva pareja con la que me va bien,

144 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


he tenido otra niña y no quiero perderme logrado salir de la droga y que tampoco
su niñez, a diferencia de lo que me ocurrió acuden a centros de ese tipo, que es don-
con mis hijos mayores. Me lo he tomado de pueden recibir ayuda.
en serio porque, además, en 2016, en solo Hoy en día tengo claro que el alcohol es
un mes, perdí dos hermanas que vivían en algo prohibido para mí. Si quiero vivir, no
África y me afectó mucho. puedo hacer sufrir a la gente que me ro-
A mis otros hijos los veo. La niña, que está dea y tengo que mirar por ellos.
en tercero de la ESO, viene de jueves a lu-
nes y con mi hijo y su familia de acogida
quedo en un Punto de encuentro en Deus-
to. Tengo pensado hacer algún curso en
cuanto la pequeña vaya a la guardería y,
si puedo, volver a trabajar. Conviene
que la gente que ha tenido proble-
mas con el alcohol o las drogas
tenga la mente ocupada para
que sea más difícil volver a
caer en la tentación. Lo que
tengo claro es que, si volvie-
ra a beber, que Dios no lo
quiera, acudiría sin dudarlo
a Askabide. A las personas
que puedan estar en una
situación de dependencia o
marginalidad y que quie-
ren rehacer su vida les
aconsejo que vayan a
centros especializa-
dos, porque en ellos
van a encontrar un
nuevo camino. Para
mí han sido de muchí-
sima ayuda. Si vuelves a
recaer lo que tienes que ha-
cer es buscar ayuda. Me da
pena ver chicas que han sido
compañeras de piso, que no han

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 145


146 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Celine
48 años, Camerún

Después de un viaje
de cinco años hasta
Marruecos, agradezco
a Dios mi vida aquí
Mi vida en Camerún se complicó cuando
enviudé. Tenía 40 años y cuatro hijos y decidí venir
sola a Europa. Llegué a España en patera hace tres
años. Espero encontrar trabajo y poder reunirme
con mis hijos. Llevo ocho años sin verlos y esa
separación está siendo lo más duro de mi vida.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 147


148 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
N
ací en Camerún, donde viví con un paisano que me explicó cómo
hasta que mi marido falleció se hacen las cosas aquí y que me reco-
en un accidente de tráfico. mendó que acudiese a Zubietxe.
Yo tenía entonces 40 años y Doy gracias a Dios por haber conoci-
cuatro hijos y la vida se me puso muy do Zubietxe, porque en este centro he
difícil. Por un lado, tenía grandes difi- encontrado la gente más maravillosa.
cultades económicas porque no hay Cuando llegué no tenía nada y me apo-
trabajo y, por otro, debía hacer fren- yaron en todo. Me dieron habitación en
te a un problema social, porque allí la un piso de acogida y me atendieron
gente no ve bien que estés viuda. desde el Centro de día Hazkuntza. Me
Al verme en esa situación, decidí viajar orientaron y me acompañaron a hacer
a Europa para buscarme un porvenir los papeles y el pasaporte, me apunta-
y poder ayudar a mi familia. Quería ron en la Escuela de adultos de Ollar-
venir a España porque me gusta esta gan, aprendí el idioma y me dirigieron
lengua, me encanta. En la escuela, en al centro de Sartu de Arabella, donde
Camerún, se estudia en francés, pero he hecho cursillos de cocina, costura y
además se enseña alemán, español e de limpieza. En Zubietxe se han porta-
inglés. do muy bien conmigo, muchísimo, me
Hace ocho años, inicié el viaje desde encanta cómo me han tratado. Ahora
Camerún hasta Marruecos a través del me siguen orientando y estoy conten-
desierto. Dejé a mi hija mayor al cargo ta porque me apoyan en todo lo que
de sus tres hermanos. Salí sola en un necesito. Con ellos no me siento sola,
coche que contraté y que por el cami- siento que tengo una familia.
no fue recogiendo a otras personas. El Ahora vivo en otro piso de acogida que
viaje hasta Marruecos duró cinco años. está en Txurdinaga. Estamos dos per-
No quiero echar la vista atrás para sonas por habitación y nos organiza-
acordarme de ese viaje. mos nosotras mismas las actividades
Hace tres años que embarqué en una de cada día. Una vez por semana viene
patera que nos llevó a la costa españo- un educador de Zubietxe para com-
la. Recuerdo que estuvimos unas doce probar cómo van las cosas. La relación
horas en el mar, desde las cuatro de la con las compañeras es buena y todo
mañana hasta las cuatro de la tarde, va bien en el piso.
por suerte la patera resistió la travesía.
Después estuve en Granada unos cua- Son mi familia aquí
tro meses y por recomendación de una No tengo trabajo todavía y tampo-
amiga vine a Bilbao. Cuando llegué, en co cobro ayudas sociales, solo tengo
la Plaza San Francisco me encontré el apoyo de Zubietxe. Me siento muy

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 149


bien, estoy como con mi familia y no
me falta nada. Sé que siempre me van
a tratar bien y me van a ayudar a re-
solver los problemas que me surjan.
Mi hija mayor tiene ahora 23 años y
cuida a los hermanos pequeños en Ca-
merún. En el futuro, si tengo trabajo,
solicitaré el reagrupamiento familiar
con mis hijos porque llevo fuera ya
ocho años y esa separación ha sido lo
más duro de mi vida. Por eso, mi ob-
jetivo futuro es conseguir un contrato
de trabajo para poder traer a mis hijos.
Ahora sigo yendo a la escuela de adul-
tos y en enero voy a empezar un curso
de Auxiliar de geriatría de seis meses
para cuidar a personas mayores. Me
han orientado también en Zubietxe
para que lo haga. No sé si al terminar-
lo encontraré trabajo o no. Para mí, lo
más importante es hacerlo bien.
Soy católica y todos los domingos voy
a la Parroquia del Corazón de María,
en la calle San Francisco. Me gusta ir
a la iglesia, me da fuerza para seguir
luchando en la vida y para agradecer a
Dios haber encontrado aquí esta gen-
te buena en la que puedo confiar para
hacer una nueva vida. Con su ayuda,
espero que mejoren las cosas en el fu-
turo.

150 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 151
152 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Begoña
56 años, Bilbao

He dejado atrás la
heroína, la prostitución
y el alcohol y he
conseguido una vida
independiente
En la adolescencia empecé a tontear con las
drogas, me enganché a la heroína y me fui de casa. Me
separé de mi exmarido, que era traficante, y recurrí
a la prostitución para seguir consumiendo. Logré
desengancharme, pero volví a la prostitución y caí en el
alcohol. Con apoyo, he salido y hoy tengo un trabajo fijo

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 153


154 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
N
ací en 1961, en Bilbao. Procedo Encontré un trabajo temporal de auxiliar
de una familia de clase media, administrativo en la Fundación EDE y me
normal, en la que no había pro- incorporé de nuevo al mundo laboral. En
blemas gordos. En la adolescen- la época en la que salía con mi exmarido
cia, con 16 o 17 años, empecé a tontear había acabado la FP II de Administrativo y
con las drogas. En aquel tiempo, los años gané unas oposiciones de acceso al INEM.
ochenta, era algo que estaba a la orden Mi primer trabajo fue en el INEM, pero al
del día. Nunca recibí malos tratos de mi estar como estaba, acabé dejándolo. Yo
familia, jamás me levantaron la mano. he conocido las dos vidas: la normal y la
Con 18 años conocí al que luego sería mi mala.
exmarido, que era traficante. Después, los trabajos que encontraba
Con 19 años me fui de casa. Yo ya no eran de limpiadora y, aunque ya no esta-
aceptaba las normas y un día mi padre ba enganchada, no me llegaba el dinero
me dijo: “En esta casa, o se hace lo que que ganaba. Volví a marcharme de casa
yo diga o te vas”. Y me fui, sin más, pero de mis padres, dejé allí otra vez a los niños
no a la calle, porque yo ya tenía con quien y me metí, de forma particular, en un piso
irme. Tuve dos hijos con mi exmarido. de prostitución en Bilbao, donde también
Después me engañó y me marché con vivía. Cada vez que me he ido de casa de
los niños a casa de mis padres, pero claro, mis padres he dejado de tener trato con
con muchas mentiras y engaños. Con 28 ellos. Mi familia ha sido bastante estricta
o 29 años, a raíz de separarme de mi ma- conmigo y eso era lo que no me gustaba.
rido, entré en la prostitución. Yo les decía Viviendo en Bilbao, he llegado a estar diez
que no me drogaba y que trabajaba cui- años sin ver a mi familia.
dando niños pero, en realidad, como esta- Cuando estaba en el piso, empecé a cono-
ba enganchada a la heroína y necesitaba cer a dos o tres personas de Askabide que
dinero, me iba a Las Cortes a prostituirme pasaban una vez al mes, más o menos, a
en la calle. Mis padres se dieron cuenta dejar folletos y preservativos por los pisos
de la realidad y me volvieron a decir: “O en los que saben que se ejerce la pros-
aceptas nuestras normas o te vas”. Y, de titución. Estuve años en el piso y, con el
nuevo, me fui. tiempo, el trabajo fue decayendo porque
Mas tarde perdí la custodia de mis hijos, me hacía mayor, no es que tuviera gran-
se los dieron a mis padres en régimen des lujos ni nada, pero empecé a beber
de acogimiento familiar. Al cabo de un y, con el tiempo, todos los días tenía que
tiempo, volví a casa porque estaba muy beber. Lo hacía por aburrimiento, no para
mal de salud y me dijeron: “O entras en soportar el trabajo. Yo nunca he llevado
Proyecto Hombre o aquí no tienes nada mal el ejercicio de la prostitución como
que hacer”. Esa vez sí hice caso y fui a tal; lo consideraba un trabajo, sin más, ni
Proyecto Hombre con 33 años. Así fue degradante, ni denigrante y lo sigo viendo
como logré acabar con mi dependencia así. Siempre que no haya mafias o tra-
de la heroína. ta de por medio, yo no veo mal que haya

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 155


quien decida ejercer la prostitución. Yo den una decisión firme. Iba a entrar en
siempre la he ejercido voluntariamente. un piso de emergencia con unos horarios
Durante un tiempo no me fijé en la in- y un régimen de estancia. También me
formación de los folletos de Askabide, pusieron como condición que fuera a un
pero poco a poco lo fui haciendo porque módulo psicosocial para que me trataran
iba viendo que tendría que cambiar de el alcoholismo, porque últimamente, aun-
vida. No tenía dónde ir. Tenía 46 años y que no llegaba a emborracharme, bebía
me preguntaba: “¿Adónde voy ahora?”. todos los días.
Además, pensaba que podía tener alguna Me presenté en la sede de Askabide con
causa judicial pendiente de cuando viví las maletas y me llevaron directamente al
con mi exmarido de la que no me habría módulo psicosocial para que me viera un
enterado porque nadie sabía dónde vivía. psicólogo, quien, ese mismo día, me puso
No me atrevía ni a renovar el DNI por si un tratamiento con Colme, que son unas
pudiera ser detenida. Así que mi vida se gotas con las que, si vuelves a beber, te
redujo al trabajo y al piso, nada más, mi pones malísima. Estuve seis meses en un
mente empezó a pensar de forma nega- piso de acogida de La Peña, donde estaba
tiva y creía que igual podía haber algu- todo muy controlado, y seguí en trata-
na acusación contra mí sobre tráfico de miento. Luego, en Juan de Garay, abrieron
drogas, cuando yo nunca he cometido un piso hogar, en el que estuve algo más
delitos. Además, no estaba empadronada de un año, el tiempo máximo que puedes
en ningún sitio. Gracias a Dios, siempre quedarte. En ese periodo, te van guardan-
he tenido buena salud y no me ha hecho do el dinero que percibes de la RGI para
falta ir al médico más que alguna vez a dártelo todo junto cuando sales y, de ese
urgencias. modo, puedas desenvolverte mejor ya por
tu cuenta. Coincidí al entrar con una chi-
Cambio de vida ca de Camerún con la que compartí habi-
Un día me decidí a conocer Askabide, les tación todo el tiempo. Como nos llevamos
expuse mi caso y me acuerdo que me die- bien, al salir hemos alquilado entre las
ron 20 euros para que me hiciera fotos y dos el piso en el que ahora vivimos. Tra-
fuera a renovarme el DNI. Si me detenían bajamos las dos en la limpieza, ella hace
o tenía algún problema, me dijeron que oficinas y casas y yo un polideportivo,
les llamara, pero no hizo falta porque me además de domicilios particulares.
renovaron el DNI sin ninguna dificultad. Al Estando en el piso de La Peña, me apun-
cabo de unos meses, en el año 2008, les té en Lan Ekintza a un curso de limpieza
llamé para que me dieran una cita porque y, durante las prácticas, trabajé con una
ya había decidido dejar de prostituirme. gran empresa de servicios en la limpie-
Me hicieron una entrevista y me dijeron: za de edificios públicos. Después de las
“Vuelve la semana que viene con tus co- prácticas la empresa me hizo contratos
sas y despídete, porque si entras aquí no de sustituciones para la limpieza de al-
vas a tener contacto con nadie”. Te pi- gunas escuelas y otros edificios. Luego,

156 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


me apunté en otro curso de Lan Ekintza he buscado trabajo, porque prefiero es-
e hice las prácticas con otra empresa del tar activa que en casa cobrando la RGI,
sector. Con esta empresa, empecé en la aunque reciba el mismo dinero. Mi mun-
limpieza de polideportivos y, después de do, además, se ha vuelto a abrir, conozco
hacer las prácticas, me siguieron con- gente y me relaciono. No le pido mucho
tratando. Ahora, tengo un trabajo fijo a más al futuro. Estoy muy tranquila y ojalá
jornada parcial del 60% y, además, limpio el resto de mi vida sea como es ahora.
casas por mi cuenta.
La valoración que hago de la labor de As-
kabide conmigo es inmejorable porque he
estado atendida en todos los aspectos y
he recibido el apoyo que he necesitado.
Ha hecho un trabajo muy personaliza-
do. Mi historia, por ejemplo, no tenía
nada que ver con la de mi amiga
de Camerún, a la que trajeron
engañada y que también ha
reconducido su vida gracias a
Askabide. A cada una nos han
tratado de manera distinta,
según nuestras circunstan-
cias, y las dos estamos hoy
en día muy agradecidas.
Por ese agradecimiento, yo
estoy dispuesta a colaborar
con Askabide en lo que me
pidan.
Ahora estoy muy tranqui-
la. No tengo problemas,
aparte de los norma-
les; llego a fin de mes
justita, pero llego. Es-
toy en un piso com-
partido porque mi
sueldo no me da para
alquilar un piso. Ahora no
recibo ayudas; cuando las
he necesitado, las he per-
cibido; pero en el momento
en el que me he podido valer,

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 157


158 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Juliet
34 años, Nigeria

Vine a trabajar en
casa de un conocido
y me vendieron
para meterme en la
prostitución
Un paisano conocido arregló los papeles para que
contrajéramos matrimonio en Nigeria y así pudiera viajar con
visado. Me prometió acogerme en su casa de Bilbao para que
ayudara en la crianza de su hijo recién nacido pero me vendió
a su hermana, que me metió en la prostitución para que pagara
la ‘deuda’ por el viaje. La Policía les detuvo y salí de ese ‘trabajo’.
Hoy estoy feliz con mi pareja y mis dos hijos.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 159


160 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
E
n mi país, Nigeria, yo estaba bien Madrid. Entré en España como persona
con mi familia. Mi padre tenía casada que había sido invitada a venir
algún dinero y podía permitirse por su marido. Al llegar, el hombre que
tener varias mujeres. Cuando me trajo me dijo que había cambia-
terminé mis estudios de Secundaria, do de idea y que me mandaría a vivir
quería ir a la Universidad, pero mi pa- con su hermana. Le dije que no estaba
dre decía que no podía pagármela. En- cumpliendo lo que habíamos hablado y
tonces, decidí aprender peluquería para empezó a poner excusas para hacerme
ganarme la vida con ese oficio. ver que su mujer no podía atenderme,
Un amigo de mi padre quiso ayudarme cuando se suponía que era yo la que
a llegar a Europa para mejorar mi futu- había venido para cuidarla. Solo quería
ro. Yo también deseaba venir a España, que aceptase irme a vivir con su herma-
donde ya vivía una de mis hermanas, na, que se dedicaba a colocar mujeres
para ver si podía lograr otra forma de en el mundo de la prostitución. Me dijo
vida. Ese amigo de mi padre pidió a su que en realidad iba a vivir con ella y que
hermano, que vivía en Bilbao y que ya iba a trabajar en la prostitución para
tenía permiso de residencia, que me pagar la deuda.
acogiera en su casa. Me dijo que la mu- Un día de 2008, llegué en autobús a Du-
jer con la que vivía en Bilbao acababa de rango, a casa de aquella mujer. Escuché
dar a luz pero que no sabía cuidar bien cómo le decía al hombre: “Está encima
al hijo y que me acogería en su casa de la mesa”. Con el tiempo supe que se
para ayudar en la crianza. refería al dinero con el que ella me ha-
Para que yo hiciera el viaje con un vi- bía comprado.
sado, ideó que contrajéramos matrimo-
nio en Nigeria y me hizo un pasaporte. Reza y tendrás suerte
Acepté casarme. Simplemente, estaba Aquella mujer me dijo que en noviembre
feliz porque iba a conocer otro país e empezaría a trabajar, que rezara y que
iba a ver si podía salir adelante por mí tendría suerte. En noviembre me envió
misma. Cuando ya estaban todos los a un club de León. Estuve un tiempo
papeles arreglados para que viniera desconcertada porque no sabía cómo
aquí, me dijo: “Vamos a hablar del pre- funcionaba el mundo de la prostitución.
cio”. Yo le respondí: “¿El precio?”. Enton- Ella me llama todos los días y me decía
ces me dijo que traer gente a España que trabajase y no hablara con nadie. Al
se paga con dinero. Le recordé que se de un mes me dijo que volviera a casa
había comprometido a ayudarme, pero pero que tenía que pagarle por la ha-
insistió en que por los gastos del viaje bitación y la comida. Entonces le pre-
y de la estancia en su casa tendría que gunté: “¿Qué me estás diciendo?” Y me
entregarle 40.000 euros. contestó: “Tú tienes que callar, no me
Llegué a España en septiembre de 2008. respondas así”. Me dijo, también, que
Hice el viaje en avión desde Lagos hasta me había comprado alguna ropa que

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 161


le había costado mucho dinero y que lo habían hecho con más chicas ante-
antes que empezar a pagar los 40.000 riormente y que habían ganado mucho
euros tenía que darle dinero a ella. dinero. La Policía me preguntó si quería
Después, me envió otro mes a un club seguir trabajando en la prostitución y
de Burgos. Cuando volví de nuevo a su yo les dije que no. El trabajo en el club
casa me dijo que debía entregarle todo no me gustaba y no era fácil para mí; mi
el dinero por el alquiler de diciembre y cuerpo no es para el dinero. No quería
por nueva ropa que me había compra- gastar mi tiempo en la prostitución y
do. En enero de 2009 me mandó a un decidí firmemente que no quería volver
club de Tordesillas. Allí estuve traba- a trabajar en ella.
jando hasta abril y el dinero que saca- Me dijeron que iba a volver a vivir en Bil-
ba cada mes tenía que ingresarlo en la bao, en una casa hogar de acogida. No
cuenta bancaria de esta mujer. tenía dinero para pagar el billete porque
En el viaje de vuelta, la Policía me de- acababa de hacer el último ingreso en
tuvo. Me preguntó a dónde me dirigía la cuenta de aquellas personas. La Poli-
y al día siguiente, me soltaron. Cuando cía me pagó el viaje en tren y me dirigió
llegué a Durango, la mujer estaba ner- al centro Askabide. Luego, ingresé en el
viosa porque me hubiese detenido la piso de acogida de La Peña. Estuve en
Policía. Me quedé una semana y luego tratamiento psicológico, fui a aprender
regresé al mismo club de Tordesillas. castellano a la Escuela de adultos de La
Era el mes de septiembre de 2009. Un Peña. En enero de 2010 me mandaron a
día envié dinero a mi familia porque mi otro piso de acogida. Seguí estudiando
hermano estaba enfermo y a la mujer e hice cursos de computadoras. En el
no le pareció bien. Me dijo que ese di- piso, cuando pensaba en lo que me ha-
nero no era mío porque ella me había bía pasado entraba en crisis y me ponía
comprado. a gritar. También recibí allí la noticia del
fallecimiento de mi hermano mayor y
Arrestos me puse peor. No pude ir al funeral a Ni-
El día 23 de septiembre llegó la Policía geria porque allí tampoco tengo amigos,
Nacional al club buscándome. Los agen- todo el mundo me ha rechazado hasta
tes me enseñaron unos papeles y me hoy porque piensan que yo denuncié
preguntaron si reconocía a las personas a los que me trajeron para que fueran
que me mostraban en ellos. La Policía arrestados. Esa es la versión que ellos se
había descubierto la trama de prosti- ha dedicado a propagar.
tución que tenían el hombre que me En el juicio, la mujer que me había ‘com-
trajo y su hermana y los había arresta- prado’ fue condenada y ha estado dos
do. Me llevó la Policía a la comisaría de años y medio en la cárcel, pero sigue
Valladolid a declarar. Estaba nerviosa y molestándome. Fue a Nigeria a denun-
llorando. Me dijeron que no tuviera mie- ciarme y después, desde que ella ha
do, que lo que habían hecho conmigo vuelto aquí, se dedica a hablar mal de

162 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


mí a todos nuestros paisanos para que niños y personas mayores. Ahora, al te-
vuelva a la prostitución y le pague más ner que atender a dos hijos pequeños,
dinero. He tenido que enfrentarme cara mi orientadora laboral me ha dicho que
a cara con ella y con la gente y adver- no conviene que trabaje hasta que crez-
tirles de que, si no me dejan en paz, les can un poco. Estoy feliz, tengo ganas de
denunciaré. llevar a mis hijos a todos los sitios que
A través de Facebook, en 2011 conocí quieran. Llevarles a jugar un partido
un chico que vive en Madrid. En agosto de fútbol es motivo suficiente que me
me dejaron marcharme del piso y me sienta con-
entregaron el dinero de la RGI que me tenta.
habían ayudado a ahorrar para empe-
zar una nueva vida. Conseguí alquilar
una habitación en un piso compartido
en Barakaldo y continué los estu-
dios. En enero de 2012 se celebró
el último juicio de mi caso y ese
mismo día tuve una falta. El
chico con el que salía me dijo
que siguiera adelante con el
embarazo y el 22 de sep-
tiembre de 2012 nació mi
primer hijo. He seguido con
ese chico y hemos tenido
luego otro hijo. Él vive aho-
ra en Madrid pero nuestra
relación es buena, ejerce de
padre y envía dinero para
los niños.
Sigo viviendo en el piso
de Barakaldo y hago
una vida tranquila.
He seguido hacien-
do cursos. Después
del de computado-
ras, he hecho uno de
camarera de piso para
trabajar en hoteles y otro
de guarderías. También he
trabajado en casas particu-
lares, limpiando y cuidando

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 163


164 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Mari
51 años, Basauri

Si no te dejas ayudar,
las drogas o los malos
tratos no te llevan más
que a hospitales, a la
cárcel o a la muerte
Estuve 25 años con mi novio y luego marido, pero el
matrimonio se vino abajo porque ambos caímos en las drogas.
Después de varias recaídas y de sufrir diversas agresiones, he
conseguido, con ayuda, recuperar mi vida. Ahora colaboro
con varios centros en la labor de transmitir a las personas
adictas que deben dejarse ayudar para salir del pozo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 165


166 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
A
unque seguía amando a mi ma- el autobús. Mi situación era mala, la vida
rido, con el que había estado 25 en mi domicilio se había vuelto tóxica
años, tuve que divorciarme a para mí, según mi psiquiatra, ya que tan-
causa de la adicción a las drogas to mi exmarido como yo consumíamos.
que ambos teníamos. Yo había empeza- Por el asesoramiento de mi psiquiatra y
do con los porros, luego entré en la co- de una trabajadora social ingresé en un
caína y, como era muy cara, me pasé al piso de acogida para someterme a tra-
‘speed’. Me crié en Basauri. A los 14 años tamiento de mi adicción. Tomé esa deci-
fui a vivir con mis abuelos porque mi pa- sión por el bien de nuestra hija, de él y de
dre era un maltratador; luego estuve en mí, a pesar de que jamás hubo una falta
casa de mi tía. Con esa edad, empecé a de respeto y de que nos queríamos. Se-
salir con mi novio, con el que me casé pararte enamorada es terrible, pero en
a los 27. El matrimonio duró hasta que nuestra situación pensé que era lo mejor
tuve 40, cuando mi psiquiatra, con el que para todos. Nos separamos sin dejar que
estaba tomando medicación para dejar las cosas llegaran a más y así evitamos
el consumo, me recomendó salir del do- que nuestra hija, que ya tenía entonces
micilio e ingresar en un piso de acogida nueve años, pudiera sufrir situaciones
de alta protección para recibir terapia, que, lamentablemente, suelen producir-
porque me encontraba muy mal. se en separaciones más traumáticas.
Durante el matrimonio tuvimos una hija, Mi exmarido y mis suegros fueron quie-
que en el momento de la separación te- nes se ocuparon de mi hija. Cuando in-
nía nueve años. Al final de mi matrimo- gresé no contaba con nadie más que con
nio mi dependencia era tal que ya me ellos. He tenido unos suegros maravillo-
metía rayas hasta cuando iba a salir con sos. Jamás me prohibieron verla y siem-
mis amigos o a pasear. También me dio pre estuvieron de acuerdo en que podría
por gastar dinero en las máquinas. Todo recogerla en cuanto me repusiera. En mi
conducía a mi autodestrucción y llegué exmarido sigo teniendo un amigo para
a un punto en el que ya no pude más; toda mi vida. Él dejó las drogas dos años
saqué fuerza no sé de dónde, hablé con después. Aun estando separados, hemos
mis suegros y les dije la verdad: “Me voy dado a nuestra hija una educación de
a un sitio en el que me ayuden a salir de mutuo acuerdo que ha sido lo mejor que
la droga y os dejo a mi hija”. A ella le con- hemos podido hacer, por lo que estoy
té en una carta lo que pasaba y se me ha muy orgullosa. Hoy en día mi hija es una
quedado grabado en la memoria lo que estudiante de 21 años, sana.
me contestó: “Mamá, ven cuando estés En el primer piso de acogida estuve seis
bien”. Así lo hice año y medio después. o siete meses. Después fui a una comu-
En el año 2005 inicié el camino de mi re- nidad terapéutica en el Centro residen-
cuperación. Hasta entonces, yo no sabía cial de tratamiento de adicciones de Kor-
salir sola de casa e iba todos los sitios tezubi de la Fundación Etorkintza, donde
con mi exmarido. No sabía ni cómo coger pasé ocho meses. Recuerdo que tenía un

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 167


miedo atroz al momento de abandonar bido de esos centros, colaboro con ellos
aquel centro porque en él me sentía pro- en diversas actividades y participo en
tegida. encuentros con personas que se encuen-
Mi psicólogo me dijo que me iba a buscar tran en situaciones parecidas a las que
el mejor sitio para mí y, en efecto, me yo viví para transmitirles que es posible
trajeron al piso de acogida de la Asocia- salir de pozos muy profundos.
ción Zubietxe. Ha sido lo mejor que me Estoy orgullosa de haber tomado la deci-
ha pasado. Poco a poco fui aprendiendo sión de dejar atrás la droga y, por si pue-
a tener mis salidas pautadas y a gestio- de servir de ejemplo, trato de transmitir
nar mi propio dinero. También seguía a la gente esa voluntad de salir adelante.
viendo a mi hija. Pienso que las personas necesitan ver
Pero cuando llevaba cuatro o cinco me- una mano amiga y agarrarse a ella para
ses en ese piso de acogida cometí un levantarse.
error: conocí a alguien y me fui a vivir Ahora estoy emocionalmente estable,
con él y con mi hija. En un principio, era tengo pareja y hacemos una vida nor-
un hombre maravilloso del que me ena- mal. Trabajo y no salgo mucho porque
moré locamente, pero al cabo de un año me encanta leer y me gusta estudiar.
empezaron a pasar cosas graves en la Antes, cuando consumía, me sobraban
convivencia. Él se pinchaba y yo no era casi todas las horas del día, era un infier-
capaz de ver las consecuencias porque no; pero hace mucho que me encuentro
tenía una venda en los ojos. El deterioro ocupadísima.
de la relación estalló en 2012 con mi in- Agradecimiento por la ayuda
greso en coma en el hospital y el suyo en Zubietxe siempre ha estado al tanto
prisión por malos tratos y violación. de mí allá donde haya ido y seguirá al
A raíz de aquello recaigo en la adicción y tanto, así que no tengo más que agra-
tuve que mandar de nuevo a mi hija con decimiento hacia ellos, son como mi fa-
mis suegros y mi exmarido. Estaba sola milia. Ahora soy voluntaria de Zubietxe,
y quería morirme. Regresé a Zubietxe en colaboro en todo lo que puedo y seguiré
pésimas condiciones y volví a recaer una haciéndolo. También en Etorkintza me
vez más hasta que me mandaron a la han ayudado a quererme y a valorarme,
comunidad terapéutica Gizakia de Gor- a recuperar mi dignidad y mis principios.
dexola. No podía estar en la calle porque Me decían que tengo un potencial enor-
iba a acabar muerta en cualquier esqui- me para ayudar, pero para eso, primero
na. tienes que quererte y he tardado mu-
chos años en darme cuenta. Hoy en día,
Camino de recuperación estoy explotando ese potencial. También
Ahora estoy integrada en un grupo de estoy en un grupo de Narcóticos Anóni-
Narcóticos Anónimos que refuerza mi mos y soy voluntaria de Caritas y de la
voluntad de no volver a caer. Además, en Cruz Roja.
agradecimiento a la ayuda que he reci- Lo que me llena es poder ayudar a perso-

168 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


nas que están en la situación que yo es- vienen bien para mantener mi propia
tuve para que puedan salir adelante. Hay mentalización. En todos estos años me
que rendirse a la evidencia de lo que te he dado cuenta de que mi prioridad en
está pasando y, después, dejarse ayudar. la vida es mantener mi recuperación y,
Si yo no hubiera hecho eso, tengo claro para ello, siento la necesidad de llevar un
que ya no estaría viva; porque la adicción mensaje de esperanza a otras personas
a las drogas o los malos tratos es así, no que están sufriendo.
lleva a otra cosa más que a hospitales,
la cárcel o la muerte. Hay que concien-
ciarse, antes que nada, de que se padece
una adicción, aunque el consumo solo se
realice los fines de semana, y de que es
para toda la vida porque no tiene cura;
pero también de que si se sigue un
tratamiento puedes recuperar tu
vida. Lo más importante, a cual-
quier sitio que vayas, es que si
no te dejas ayudar no pueden
hacer nada por ti. Primero
tienes que rendirte ante lo
que te está pasando y des-
pués dejarte ayudar. Si no
haces esas dos cosas, estás
perdida.
Me ha costado mucho
tiempo llegar a quererme,
comprenderme y perdo-
narme, pero al final ese
camino me ha llevado
a disfrutar ya desde
hace años de una
vida autónoma,
sana y que me llena.
Ahora, además, ten-
go una nueva oferta
de trabajo. En el futuro
me veo colaborando en
labores comunitarias y en
Narcóticos Anónimos, ya que
esas actividades también me

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 169


170 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Hassan
56 años, Marruecos

Después de once años,


estoy consiguiendo
asentar mi vida
laboral aquí
Me hice carpintero a base de acumular experiencia de
trabajo desde los 14 años. He sido responsable de equipos
y he tenido mi propio taller en Marruecos. Buscando
mejorar, vine en 2007 a trabajar en la agricultura y pasé
ocho años muy malos. Ahora, estoy bien.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 171


172 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
M
i historia arranca en Casa- tubre de 2007. Trabajé durante dos
blanca. Con 14 años, decidí meses y luego regresé a mi país. Vine
dejar de estudiar y entré en después en varias ocasiones, normal-
un taller de carpintería. El mente a las temporadas de recogida
jefe me puso a lijar y me pagaba 50 o cosecha. Cuando acababan no solía
céntimos a la semana. Estuve en mu- encontrar más trabajo.
chos talleres y, como me gusta mucho Muchas veces dormí en la calle y en
el oficio, logré aprender rápido y ha- albergues en las zonas de Almería,
cerme un profesional de la carpintería. Murcia o Zaragoza. En 2010, llegué al
Con 17 años fui al Ejército, en el tiempo albergue de Vitoria como paso previo
de la Guerra del Sáhara. Después, es- para viajar por primera vez a Bilbao,
tuve cuatro años en Libia, trabajando donde vine porque quería encontrar
como responsable en una empresa un trabajo estable.
de carpintería y más adelante estu- A Bilbao llegué por primera vez andan-
ve otros cuatro años con el mismo do desde Vitoria: 78 kilómetros. El bi-
empleo en Túnez. En Libia tenía a mi llete costaba cinco euros y pico, pero
cargo cuarenta personas y en Túnez, no tenía ese dinero. Estuve tres días
catorce. andando. Al llegar a Bilbao, empecé a
Llegó un momento en el que pensé buscar trabajo y dormí siete noches
que sería mejor trabajar en mi país en el alberge de Elejabarri. No sabía
para poder estar junto a mi familia. hablar castellano, pero una mujer que
Tengo mujer y tres hijos. Decidí alquilar hablaba mi idioma me vio en la calle
un local para montar un taller, donde mientras miraba el mapa de las ofici-
tuve tres personas trabajando conmi- nas donde entregar mi curriculum. Ella
go que al comienzo no sabían bien el tenía un pequeño taller de carpintería
oficio, así que les enseñé. Siempre he y, al conocer mi oficio, me dijo que po-
sido exigente. Durante 12 años no me día ofrecerme trabajo y un lugar don-
faltó trabajo. de dormir. Estuve seis meses en aquel
Tenía tres hermanos trabajando en Es- taller. En ese tiempo arreglé mi permi-
paña. Les había enviado una fotocopia so de residencia.
de mi pasaporte por si se enteraban Luego fui a Zaragoza a la recogida de
de oportunidades de trabajo que sir- la cereza. Doce días dormí en la calle
vieran para mejorar la vida de mi fa- en espera de conseguir trabajo y, al
milia. Pensé que ir a España a trabajar final, me contrataron. He estado tra-
por temporadas en la agricultura me- bajando para el mismo propietario los
joraría mi situación económica. seis años siguientes, hasta 2016. Me
Conseguí el primer contrato en oc- gané su confianza y un mes antes

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 173


de que empezara cada temporada de Durante el curso, que duró cinco me-
recogida, me llamaba para que fuera ses, los responsables de Emaus pu-
preparando la labor. dieron comprobar que Hassan es una
persona respetuosa y con capacidad
Peldaño a peldaño de trabajo y, gracias a Dios, decidieron
En octubre de 2015 vine de nuevo a contratarme para que trabajara en el
Bilbao con la idea de buscar un trabajo programa que tienen de recogida de
más estable, porque los ocho años que muebles usados.
llevaba viniendo a España a trabajar Me hicieron un contrato de un año que
en el campo no habían sido buenos termina en noviembre y espero, si ten-
para mí. Me planteé entonces mi futu- go suerte, que me contraten un año
ro como si se tratara de subir una es- más para poder traer a mi mujer con-
calera. Pensé en ir peldaño a peldaño, migo. Tengo el paro, pero el paro para
sin rendirme nunca, hasta disponer de mí no vale nada si mi mujer está le-
un trabajo y una vivienda, la situación jos. Trabajo siete horas seguidas por la
en la que ahora me encuentro. Duran- mañana durante dos semanas y otras
te año y medio dormí en una chabola tantas por la tarde las dos semanas
que yo mismo construí en una ladera siguientes. Ellos saben que soy respon-
cercana a la playa. sable en el trabajo y yo estoy contento
Conocí el Centro Sortarazi y estuve un de trabajar con Emaus.
año acudiendo a él. Cumplía los hora- Siempre estoy pensando en el futuro
rios de comidas y el régimen de limpie- para salir adelante. Tengo ya 56 años,
za y lavandería que tienen establecido. pero no paro. Al disponer ahora de un
Además, iba a las actividades de ma- contrato de trabajo, me he sacado el
ñana y tarde que organizan, sin fallar permiso de residencia de larga dura-
nunca. De forma que, aunque dormía ción en toda la UE. Me pidieron, ade-
en una chabola, tenía una vida ordena- más, que presentara un certificado de
da y siempre estaba limpio y bien ves- penales de los once años que llevo aquí
tido. Nunca tuve problemas con nadie y estoy orgulloso de que el mío está
cuando dormía en la chabola. limpio, sin ninguna sanción.
Estando en Sortarazi trabajé con un Gracias a Sortarazi, que fueron los
arquitecto en la reforma del centro primeros que me ayudaron, yo ahora
Aterki. Luego, también a través de Sor- estoy bien. Estoy trabajando, vivo de
tarazi, empecé un curso de formación alquiler en un piso en Basauri y he
en reparación y mantenimiento de las podido traer a mi hijo menor de edad.
bicicletas de préstamo público del ser- Estoy haciéndole los papeles y le he
vicio municipal. matriculado en un colegio de Deusto

174 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


para que pueda aprender castellano.
Falta ahora mi mujer. Para ello, hace
falta que disponga un año más de con-
trato de trabajo porque cumplo las de-
más condiciones y ya he entregado en
Extranjería el contrato de alquiler del
piso, los papeles de matrimonio y fo-
tocopias de los pasaportes de ambos.
Si saliera todo bien, pediré permiso a
la empresa para ir al consulado de Es-
paña en mi país para que ella pueda
venir aquí conmigo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 175


176 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Elena
51 años, Ondarroa

Con 30 años, el médico


me dijo: “O dejas la
calle o te mueres”
Desde los 18 años hasta los 30 he vivido en la calle,
salvo periodos en los que trabajaba. Empecé a tontear
con las drogas en la adolescencia y acabé enganchada a la
heroína. Tuve hepatitis, desarrollé anticuerpos del VIH y
padecí una toxoplasmosis que me dejó paralizado medio
cuerpo. Ahora, con una situación de vida ya estable, hago
voluntariado para transmitir mi experiencia.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 177


178 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
M
i padre era camionero de era más manejable teniéndonos allí.
transporte internacional, Empecé a rebelarme totalmente. Si las
estaba continuamente fue- monjas me ‘cascaban’, me escapaba.
ra y era mi madre quien Si al volver me pegaban otra vez, me
llevaba todas las cosas de casa. So- volvía a escapar. Con nueve años ya
mos tres hermanas. La pequeña nació fumaba y con 13 me quería ir de casa.
con una enfermedad rara. Necesitaba Mi pequeña venganza hacia las mon-
mucha ayuda y mi madre iba con ella jas y hacia mi madre era que sacaba
cinco días a Eibar a rehabilitación para buenas notas.
que aprendiera a andar y todos los sá-
bados a Bilbao, a logopedia. Mi madre Caída en la heroína
necesitaba ayuda para criarnos y le pi- Con 14 años empecé en el instituto de
dió a mi padre que pasara a trabajar Ondarroa. Hacía una vida rebelde por-
en un tipo de transporte más próximo, que quería irme de casa. Mi madre y
pero él se negó porque pensaba que yo ya no hablábamos, ladrábamos. Con
lo que hacía falta era el dinero y en el 14 años empecé a fumar porros y con
transporte internacional se ganaba 15 y 16 me iba de casa de viernes a lu-
más. nes y me metía alguna raya. Mi madre
Yo era un poco trasto con mi herma- tenía miedo de lo que pudiera pasar-
na y mi madre temía que, mientras me, pero su reacción era siempre vio-
acudía a los médicos con la pequeña, lenta. Ella bebía mucho y eso le daba
las dos mayores tuviéramos algún más agresividad. Me dejó de pegar con
accidente mientras jugábamos en la 16 años porque me vio en la cara que
calle durante sus ausencias. Estaba, le iba a devolver. En segundo de BUP
además, muy frustrada con su vida y, perdí la escolaridad porque dejé de ir
tal vez por eso, nos maltrataba, des- a las clases. Entonces, mi madre me
de insultarnos hasta darnos palizas de internó en un colegio. Lo que ella no
dejarnos la espalda hinchada. sabía era que allí había gente metida
Al final nos metió internas en un co- ya en el mundo de la marginación, al
legio de monjas de Cantabria. Fue ho- que yo todavía no había llegado. En ese
rrible, lo pasamos muy mal, desde los colegio me llevaba bien con la ‘peña’ y
ocho años que teníamos al entrar has- fue donde empecé con la heroína. Cogí
ta los catorce. Odiaba a mi madre por- una hepatitis B que me contagió un
que sentía que nos había abandonado. chico porque tuve relaciones a los 16.
Los fines de semana éramos las únicas Estuve convaleciente hasta poco antes
alumnas que nos quedábamos en el de cumplir los 18 y un día me fui de
colegio porque la vida para mi madre casa. Nunca me he arrepentido de esa

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 179


decisión. vía a empezar. Pero cuando dejé a mi
Entre los 18 y los 30 años estuve en pareja me abandoné totalmente por-
la calle, quitando algunos periodos en que, además, me decían que, al tener
los que trabajé. Me gustaba mucho anticuerpos, me quedaba poca vida.
moverme y he recorrido España. En Fue el final de un periodo de mi vida.
esos años estuve sola el mayor tiempo, Estaba delgadísima, pesaba 38 kilos, y
aunque también tuve alguna pareja. se me quedó medio cuerpo paralizado
Pasé momentos muy buenos porque por una toxoplasmosis cerebral. Ade-
conocí mucha gente, pero también me más de estar enganchada a la heroí-
agredieron bastantes veces y me viola- na, padecía cirrosis y hepatitis y había
ron en dos ocasiones. Tuve que traba- desarrollado anticuerpos del VIH. En
jar también en la calle para costearme aquel tiempo, la medicina estimaba
la adicción a la heroína. que a las personas en mi situación
En uno de esos periodos que trabajé lo les quedaban unos cinco años de vida.
hice en una empresa que formé con Entonces pensaba como quien dice:
cuatro chicos. Hacíamos serigrafías en “¡Bah! muero matando”.
camisetas destinadas a seguidores de Estando en Granada sufrí la toxoplas-
grupos musicales. Fuimos los primeros mosis. Ingresé en el hospital y el mé-
en Euskadi en hacer una cuatricromía. dico, al ver mi estado, me dijo: “Elena:
Tenía 24 años y estuve dos allí. Salía o dejas la calle o te mueres, y no te
con uno de los chicos del trabajo y no doy garantías de que dejándola vivas”.
me pinchaba, aunque sí tomaba tripis. Estaba tan débil que permanecí cinco
Una conocida me ofreció ‘caballo’ y me días en la cama sin moverme y empe-
enredé otra vez y, en vez de decírselo a zaron a formarse llagas en mi cuerpo.
mi pareja para que me ayudara a des- Después, el médico me dirigió al al-
engancharme, no le dije nada porque bergue y me dio una semana de plazo
pensaba que lo podría hacer yo sola, para que le comunicara si quería o no
pero no fue así. seguir un tratamiento para los anti-
Con 25 años, decidí que la droga era cuerpos.
más fuerte que mi amor por él. De esa Fui al albergue pensando que posible-
decisión sí me arrepiento. No sé cómo mente moriría pronto y haciéndome a
hubiéramos terminado, pero lo cierto la idea de que, si tenía que pasar, fa-
es que aquello me condujo a tomar un llecería y se acabó. Me abrió la puerta
camino en el que caí en barrena has- una monja que es un encanto de per-
ta quedar desahuciada a los 30 años. sona, a la que todavía llamo y quiero.
Hasta entonces era capaz de parar al Esperaba que me llegara el momento
verme muy enganchada y, luego, vol- de morir, pero sucedió que empecé a

180 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


mejorar. Aunque en el hospital había dejarme en manos de la Asociación
dicho que no avisaran a mis padres, lo Agiantza, en la que colaboran herma-
hicieron, y mi madre, con quien cho- nas de su orden. Estuve en la Funda-
caba completamente, me llamó por ción Etorkintza y a los seis meses salí
teléfono y me dijo: “A ver, hija, me ha con trabajo de serigrafista a través de
llamado el médico, me ha dicho que te Lanbide. Empecé, entonces, un nuevo
mueres y te pido por favor que ven- ciclo laboral en ese oficio que duró diez
gas aquí; si tiene que pasar, que pase, años.
pero que no sea lejos, porque luego te En 2004 murió mi padre y caí en una
tengo que ir a buscar. Por favor, hija, depresión. Adoraba a mi padre porque
te pido que vengas aquí; no pienses en era cariñoso y jamás me juzgó. Esta-
ti, piensa en mí”. Colgué y me puse a ba ya separado y venía a menudo a
llorar de una manera que me ahogaba mi casa. Al echarle en falta, empecé a
y la monja, que estaba a mi lado, de- beber, conocí a un tío que pasaba ‘ca-
cía: “¡Ay!, por fin hija, has roto, por fin, ballo’ y otra vez me enganché. Cogí la
por fin”. Yo la miré y le dije: “¿Por qué baja un año y dejé de trabajar porque
me dices eso?”; y me contestó: “Hija, ya físicamente tampoco llegaba.
llevas aquí unos días que ni te ríes, ni Fui al módulo de toxicomanías de So-
lloras, que estabas como un tronco lokoetxe, en Santutxu, donde un psi-
y por fin te veo reaccionar”. Al de un quiatra fantástico me recomendó que
rato, cuando me calmé y le dije a la me pusiera en contacto con Zubietxe.
monja que volvía a Bilbao, pero que no Me parece algo grande que no des-
quería regresar a casa. Desde la niñez, carten a nadie por el tipo de depen-
la relación con mi madre había sido dencia que tenga. Estuve ocho meses
tormentosa y todavía no me sentía en el piso de acogida. En Zubietxe he
psicológicamente preparada para su- encontrado, además de orientación y
perarlo. Sabía de antemano que lo que apoyo, amistad. Por ello, soy voluntaria
iba a pasar si regresaba a casa era que del centro y les aporto mi colaboración
discutiría con mi madre y que volvería cuando la requieren. Ahora doy charlas
a irme. a escolares en las que les comparto mi
experiencia.
Recuperación Llevo ocho años tomando metadona y
Los malos augurios que pesaban sobre me ha resultado muy bien, no tengo
mí no se cumplieron. Llegué pensan- tentaciones de tontear con la droga
do en que lo hacía para morir en poco como me sucedía antes. Pienso que
tiempo y me recuperé. La monja me para luchar contra la dependencia ha-
acompañó en el viaje a Bilbao para cen falta soluciones de ese tipo porque,

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 181


sin ellas, el riesgo de recaer es alto.
Soy creyente porque siento que ha
sido un milagro que siga viva pese a las
cosas que me han pasado. Ahora estoy
tranquila por primera vez en mi vida,
me acepto como soy y estoy en paz
conmigo misma. Empleo mi tiempo
libre en voluntariado y en el futuro se-
guiré haciéndolo, también, en recuerdo
a todos los conocidos que ya no están,
que son muchísimos. Pienso que debo
hacer que sirva para algo haber sobre-
vivido.

182 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 183
184 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Ritxar
47 años, Donostia

Después de muchos años


en la droga y la calle,
el programa Hábitat
Bizkaia me ha ayudado a
salir adelante
Empecé desde chaval a buscarme la vida en solitario.
Comencé a desfasarme y a fumar heroína para evadirme.
Con el tiempo, mi dependencia de la droga aumentó.
He llegado a vivir completamente tirado en la calle y he
intentado suicidarme varias veces. Desde hace dos años,
dispongo de un hogar en el que vivo de manera autónoma
y mi vida ha dado un vuelco a mejor.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 185


186 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
S
oy donostiarra, el tercero de estoy en la droga ya no quieres saber
siete hermanos, de tres padres nada de mí”. Me sentí supertraicionado
diferentes, y estoy en Bilbao por mi madre y también por él y decidí
desde el año 2000. Mi madre marcharme de Donosti. Me fui a vivir a
y mi padrastro estaban siempre pe- Asturias con unos chavales que había
leándose y yo no podía estar en casa conocido en la mili. Allí me enganché
porque me ponía malísimo. En la ca- del todo y acabé, con 22 o 23 años, ti-
lle, hacer cuadrilla con los chavales del rado en la calle por completo.
barrio era difícil porque no tenía para Con 25 años volví a entrar en el Ejército
jugar las cosas que ellos tenían. Me y me destinaron seis meses a la Gue-
sentía apartado y empecé a buscarme rra de Bosnia. Allí me desilusioné total-
la vida yo solo. Iba a conciertos de mú- mente porque no tenía nada que ver la
sica punky y comencé a fumar heroína preparación que habíamos recibido en
y a ‘desfasarme’. En ese ambiente me maniobras con lo que hacíamos. Vimos
evadía de la realidad, no pensaba en cosas que no se podían permitir, pero
las cosas de mi casa ni en los chavales no teníamos permiso para intervenir.
que me daban la espalda. Cuando regresé de Bosnia se me acabó
Con 17 años y con consentimiento de el contrato que tenía de dos años y salí
mi madre, me metí en el Ejército por- del Ejército. Seguí mi vida con lo que
que, al no poder aguantar el ambiente conocía: la calle y meterme caña para
de mi casa, andaba siempre vagando evadirme de todo porque estaba muy
por la calle. Allí me junté con chava- quemado.
les que, como yo, no tenían nada que Acabé viniendo a Bilbao porque es-
hacer en la vida y me busqué más mi tuve con una chavalita de Basauri
perdición. Con la inconsciencia de esa y aquí seguí varios años tirado en la
edad, competíamos a ver quién se calle, enganchado, metiéndome una
‘metía’ más. A los tres años me licen- mezcla de cocaína y heroína. Estuve
cié y, cuando volví a casa, me enteré tomando metadona y, aun con ella,
de quién era mi padre. Hasta los 20 seguía consumiendo. Al no cuidarme
años había creído que mi padre era el nada, acabé cogiendo el VIH y la he-
primer marido de mi madre, pero vino patitis. Entré en casi todos los centros
un hombre que resultó ser padre mío de tratamiento de drogodependencias
y también de una de mis hermanas. que hay en Bilbao. Estando en ellos, te
Al ver que fumaba porros y que esta- envían a convivir con otras personas a
ba metido en la droga, no quiso saber pisos de acogida donde nunca he es-
nada de mí. Pensé: “Hijo de puta, vie- tado a gusto porque me encontraba
nes diciendo que eres mi padre y como totalmente limitado. Me solía ocurrir

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 187


que, por cualquier discusión tonta con Todo el tiempo que llevo en Bilbao he
otro usuario me acababa yendo por no estado entrando y saliendo de centros
seguir aguantándolo, aunque estuvie- de intervención social al cabo de unos
se llevando bien la estancia, o me aca- meses, de un año… porque no aguan-
baban echando cuando se enteraban taba más. En ellos estaba arropado,
de la movida ya que en esos pisos está pero no encontraba ningún sentido a
prohibida todo tipo de violencia. mi vida. Me he querido suicidar unas
cuantas veces, pero no soy de tirarme
Quemado de la vida en la calle por un puente. Lo que he hecho es to-
En los muchos años que he estado en marme de golpe la metadona de toda
la calle se me ha muerto en las manos una semana y un bote entero de an-
un montón de amigos que se ‘metían’ siolíticos. Luego, al verme en un hos-
droga conmigo y eso se queda muy pital pensaba: “¡Joder, qué putada; me
grabado. Además, durmiendo en la ca- he despertado!”. Lo hice dos veces pero
lle me ha pasado de todo. Un fin de se- no conseguí irme al otro barrio. Estuve
mana me desperté con la boca reven- en coma en el hospital y, cuando salí,
tada por el patadón que me dio un tío me acogieron en el albergue de Eleja-
que iba borracho con sus amigos. Eso barri. Pese a que me arriesgaba a que
no lo puedes entender; dices: “¿Pero… me echaran de allí si no cumplía las
qué mundo es éste?, ¿hasta dónde he- normas de estancia, estaba tan mal
mos llegado?”. Con el tiempo, dejé de que no era consciente de lo que hacía
relacionarme con la gente porque es- ni de dónde estaba: salía del albergue y
taba muy quemado y acabé pidiendo no sabía volver, llegaba a las cuatro de
en la calle con una cajita. Cada vez es- la mañana, meaba en el pasillo...
taba más hundido y no quería comu- Un día vino mi hermana de Madrid a
nicar a nadie lo que sentía porque, en buscarme porque se enteró de que me
la calle, cuanto más te conocen más encontraba muy mal y, después de tra-
daño te hacen. mitar mis papeles con la Diputación,
Tras conocer a la chavala de Basauri, me llevó a su casa. Ella es terapeuta,
vine a Bilbao. Estuve diez años con ella. psicóloga, y, durante cinco meses, me
No se ‘metía’ ni nada y, aunque ya no estuvo ayudando. Recuperé la memo-
la veo, todavía la quiero. No sé cómo ria y llegó un momento en el que deci-
me aguantó tanto, la verdad. Cuando dí volver a Bilbao porque mi hermana
estaba con ella no consumía, pero en tenía su vida y yo tampoco pensaba
cuanto me iba de ella empezaba otra quedarme a vivir con ella.
vez como un loco. Me ayudó mucho a Avisé a la Diputación de que quería vol-
resistir la vida en la calle. ver y mantuve varias entrevistas con

188 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


los servicios sociales. Al estar ocupa- y me aburría. Luego, por ocupar el
dos los recursos de la Diputación, entré tiempo, realicé un curso de soldadura
en el programa Hábitat Bizkaia y, a fi- y otro de carretillero de Lanbide. En el
nales de 2016, me pusieron la vivienda centro Zubietxe, que es el que gestiona
donde vivo ahora. Me siento muy bien el programa Hábitat, me recomenda-
en este apartamento y estoy saliendo ron que contactara con el centro Bizi-
adelante como nunca antes lo había tegi. Me informé y empecé a ir por las
hecho. Por primera vez, un recurso me mañanas a hacer diversas actividades
está ayudando de otra forma al per- y estoy muy bien. Me he integrado en
mitirme organizar mi vida yo mismo. su grupo de teatro desde hace tres o
Aquí tengo libertad y no estoy someti- cuatro meses y me está encantando.
do a un régimen de estancia y a unos Hemos actuado en el ‘Homeless Inter-
horarios, aunque debo cumplir ciertas national’ en Bilbao Aretoa y en Donos-
normas como pagarme el alquiler con tia, en Bilborock y en el centro cívico
la ayuda de la RGI, no tener problemas de Otxarkoaga. Siento que el teatro
con los vecinos y mantener la casa lim- me llena porque me da la oportunidad
pia y ordenada. Este programa no con- de representar cosas que he conocido
diciona el uso de la vivienda a no con- o que ha pasado gente cercana. Hay
sumir drogas y, aunque ya no lo hago, cosas que ocurren en la vida pero que
si quisiera, podría hacerlo. Me estoy muchas veces no se conocen y el tea-
manejando bastante bien porque no tro es un medio para comunicarlas.
tengo a nadie que me esté apretando. Además, me tiene bastante ocupado
Tienes libertad para decidir tú mismo porque vamos a tener más funciones
lo que vas a hacer, no te están atan- y estamos ensayando mucho.
do por ningún lado y lo que haces no Ahora estoy viviendo bien, a gusto con-
es por obligación sino porque quieres, migo mismo, y no consumo, solo tomo
que es la mejor manera de aprender metadona. No tiene ningún sentido
a valerte. Aquí tengo toda la libertad colocarme ahora. La verdad es que me
del mundo y esa libertad te hace hacer estoy manejando muy bien. Con lo que
las cosas bien porque son para ti, no cobro de la ayuda de la RGI aguanto el
porque haya normas o tengas que dar mes, un poco apretado, pero lo paso;
cuentas. Es una manera de vivir muy tengo una perrita que saqué de una
diferente. protectora de animales y su compañía
y cariño me ayudan un montón y tengo
A gusto conmigo un sitio como Bizitegi al que me gusta
Al principio, cuando llegué al aparta- acudir. Además del grupo de teatro, en
mento, no hacía actividades externas Bizitegi hacemos trabajos en cuero y,

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 189


cuando hay fiestas o actos en los ba-
rrios, también desarrollamos muchos
trabajos comunitarios. En las fiestas
del barrio de Rekalde, por ejemplo, to-
das las actividades de juegos de niños
de diferentes edades las organizamos
los de Bizitegi. Estoy muy contento con
todas esas actividades que hago.
Recibo en el apartamento una visita
semanal de las monitoras de Zubietxe
y estoy encantado con ellas; más que
educadoras ya las considero amigas.
Pago un dinero por el apartamento,
con la ayuda para el alquiler, y me que-
da libre suficiente para llegar justo a
fin de mes, pero voy tirando. Cuando
no tengo, por ejemplo, para comprar
tabaco, pues no compro; no voy a ro-
bar ni tampoco a pedir. Nunca me he
dedicado a robar. He estado muy liado,
he sido toxicómano muchos años, pero
nunca he sido violento ni me he dedi-
cado a robar.
El programa Hábitat Bizkaia cumple
una gran función para la inclusión so-
cial de usuarios con un perfil como el
mío. Igual otras personas no encajan
en él porque quieren vivir de otra ma-
nera, pero a mí me ha venido de ma-
ravilla. Si no fuera por él, no sabría qué
hacer.

190 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


Yo me quiero reír como se ríe esta gente 191
192 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
Aisa
42 años, Santurtzi

Después de una vida de


droga y robos siempre
queda algo de miedo a
volver a las andadas
Me fui de casa con 18 años porque quería vivir mi
aventura. No tenía problemas familiares ni me drogaba,
pero no quería estudiar. Años después empecé una relación
con un chico que era traficante y me metí en la droga.
Gracias a muchas ayudas me rehabilité y, desde hace cinco
años, vivo de manera independiente con mi hijo.

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 193


194 Yo me quiero reír como se ríe esta gente
P
rocedo de una familia normal, Cuando tenía 22 o 23 años, empecé
de clase media, en la que no te- una relación con un chico que conocí
níamos problemas pero salí re- en Burgos. Me fui a vendimiar con él
belde y mi vida empezó pronto y luego vivimos juntos en esa ciudad,
a torcerse. En la adolescencia yo an- donde empecé a trabajar en una fran-
daba como una cabra loca de un lado quicia de pizzería. Yo no sabía que él
para otro porque, aunque mis padres estaba entonces metido en las drogas
me habían dado una educación, nun- y que había sido traficante. Yo, hasta
ca quise estudiar ni me gustaba hacer entonces, me había metido algunas
nada. rayas y había fumado porros, pero no
A los 16 años dejé el colegio cuando es- estaba enganchada a las drogas. Él
taba en séptimo de EGB, que ni siquie- apenas pasaba tiempo conmigo por-
ra terminé. Cuando cumplí 18 años que se drogaba. Entonces, sin saber
quería vivir mi aventura y, sin que lo bien en qué mundo me metía, pen-
supieran mis padres, me fui de casa. sé: “Si lo hace él, ¿por qué no lo voy a
Había conocido a una chica, también hacer yo?”. Y así empecé a drogarme,
de Santurce, que la habían echado de primero a sus espaldas pero después,
casa y me fui con ella. cuando se enteró, acabamos drogán-
En esa época no me drogaba, simple- donos juntos.
mente quería conocer experiencias. Mas tarde mi hermano, que también
Estuve viajando por varios sitios de se drogaba, se vino a vivir con nosotros
España. Recuerdo que hacía figuras y la convivencia en aquella casa pasó
con globos por la calle. Tenía un cua- a ser un completo desastre. Así que,
derno con direcciones de albergues y cuando tenía 28 años, dije: “Hasta aquí
de sitios donde te daban comida o te hemos llegado. Me voy a Bilbao”. Me
pagaban billetes para andar de ciudad sentía muy mal por el hecho de que
en ciudad. ya dependía de la droga. Hablé con mi
Cuando te vas de casa de la manera chico y le planteé que, si cambiaba,
que me fui yo, tienes mucho tiempo podríamos hacer una vida normal en
para pensar porque en realidad no ha- Bilbao. Él aceptó y yo pude trasladar
ces nada en todo el día. Al final sueles mi trabajo a la otra pizzería de la mis-
ponerte simplemente a pedir en la ca- ma franquicia en Las Arenas. Al prin-
lle. En los albergues solo te dejan estar cipio, las cosas fueron bien pero, con
tres días y tienes que irte a otro sitio. el tiempo, pasamos a estar cada vez
En ese tiempo tuve que dormir a veces más enganchados. Estábamos vivien-
en la calle, porque hay sitios en los que do en casa de mis padres y, al final, mi
el albergue es solo para hombres. De madre me tuvo que decir: “¡Hija, te vas
todos modos, a pesar de las penurias, a la calle!”. Ahora, echo la vista atrás y
prefería ese tipo de vida porque no veo lógico y normal lo que hizo. Com-
quería estar en casa. prendo que actuara así porque aquello

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 195


era un caos. Mi habitación estaba llena tos que siempre tienes con las compa-
de plantas y de ropa tirada; apenas se ñeras. Después, me enviaron a una co-
podía entrar, era un desastre. munidad terapéutica de la Fundación
Mi pareja y yo nos fuimos a vivir a unos Gizakia, en Gordexola, donde estuve un
chalets abandonados que había en el año.
mismo Santurtzi. Un día hubo una Volví a casa de mis padres y estuve
pelea y subió la Ertzaintza. Como mi acudiendo a reinserción al centro de
pareja tenía una requisitoria por robo Proyecto Hombre. Solicité allí ir a un
se lo llevaron detenido y le mandaron piso de acogida y me enviaron a uno
a prisión. Yo me vi sola. del centro Zubietxe, donde estuve me-
Estando en el chalet también perdí el dio año. Luego ya pasé a un piso de
trabajo porque seguía enganchada, no reinserción en el que eres más autó-
rendía como tenía que rendir y tampo- noma. La verdad es que en todos los
co cumplía los horarios. Yo alternaba centros tienen mucha paciencia; te
el consumo de coca y de heroína. Para van conociendo y creas un vínculo que
pagar la droga, andábamos vendien- al final hace que se queden orgullosas
do y trapicheando. Cuando me quedé de hacer su trabajo cuando, al final,
sola, hice un robo, me pillaron y me terminas el tratamiento. Hay casos
condenaron a dos años y tres meses. de personas que vamos ‘asalvajadas’ y
Como me veía metida ya en un pozo ellos tienen que ver cómo calmarte y
tan profundo, hablé con mi madre que redirigirte en la vida.
me echó una mano y regresé a casa. Durante una semana de vacaciones
Mi padre me daba cada día diez euros que organizaba Zubietxe, conocí a un
hasta que empezara a tomar metado- chico argelino y me quedé embaraza-
na. Como no tenía dinero me metí en da. Sin saberlo, fui al hospital por un
un lío por un préstamo que pedí en la dolor en el pecho y allí me dijeron que
calle y tuve que desaparecer de San- iba a tener un bebé. Me quedé plan-
turtzi porque iban a venir por mí. chada. Lo conté en el centro donde
estaba y permanecí en aquel piso has-
Desenganche ta los ocho meses de embarazo para,
La psicóloga del albergue de Elejaba- después, irme a un piso de alquiler en
rri me propuso que fuera a un centro Basauri con el padre del niño, con el
para desengancharme, le dije que sí que me casé. Nació mi hijo, estuvimos
y me mandó a Proyecto Hombre en viviendo los tres juntos dos años, pero
Deusto. Entonces tenía 32 años. Más en la convivencia no nos entendíamos
tarde entré en un piso de acogida de y, finalmente, nos separamos. Ahora,
Askabide. Lo pase muy mal porque vie- sigo viviendo con mi hijo. Después de
nes de una vida sin normas ni horarios la vida catastrófica que he pasado, de-
y tienes que adaptarte a una rutina y, dicarme a criar y sacar adelante a mi
además, debes hacer frente a conflic- hijo, que ya ha cumplido cinco años, es

196 Yo me quiero reír como se ríe esta gente


lo mejor que me ha pasado en la vida. ra claro cuál es mi tiempo de trabajo
Cobro la RGI y hago una vida normal y y cuál mi tiempo libre para poderme
corriente. Me desenganché de la dro- organizar la vida con los horarios de
ga, dejé también la metadona y ahora colegio de mi hijo, porque estoy vivien-
no tomo tampoco medicación porque, do sola con él. Ahora tengo problemas
afortunadamente, no tengo el hígado normales.
mal.
La relación con mis padres ahora es
muy buena. Siempre han estado apo-
yándome en todos los centros por
los que he pasado. Al principio, no se
creían que pudiera cambiar y hoy es el
día que parece que lo creen un poco
más, pero no están muy conven-
cidos porque después de tener
una vida de droga, de robos
y de mil historias muy poca
gente sale a flote y siempre
queda algo de miedo a vol-
ver a las andadas.
Mi plan perfecto de futuro
sería encontrar un traba-
jo en un comercio. Tengo
bastante experiencia de
atención al público porque
siempre he trabajado cara
al público. En la pizzería
estuve unos cinco años,
también tuve un bar y
he trabajado en ba-
rra. Me gusta el tra-
bajo de cara al pú-
blico, pero teniendo
un hijo pequeño
estás más limitada
de horarios. Mejor que
un trabajo en la hostelería
me vendría bien un em-
pleo en una tienda o en un
supermercado, donde tuvie-

Yo me quiero reír como se ríe esta gente 197


Yo me quiero reír
como se ríe esta
gente
27 historias de personas
usuarias de los servicios
públicos de inclusión de la
Diputación Foral de Bizkaia

198 Yo me quiero reír como se ríe esta gente

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