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1. INTRODUCCIÓN
En el Perú existen muchas personas mayores de edad que han llegado a la edad límite
para la jubilación sin haber realizado algún proceso de ahorro previsional, ya sea a través
del sistema privado de pensiones por medio de las Administradoras de Fondos de
Pensiones – AFP o a través del sistema público representado por la Oficina de
Normalización Previsional – ONP.
Es por ello que al no poder contar con una pensión que les permita solventar sus gastos
propios, deben recurrir a la manutención a través de ayudas de familiares o también
incrementando sus ingresos a través del arrendamiento de bienes muebles o inmuebles,
en caso que los tengan y puedan cederlos a terceros a cambio de una retribución
económica, lo cual no siempre es seguro y permanente.
El problema que se observaba desde que se aprobó ese beneficio desde hace años
anteriores era que las personas que son propietarias de predios, que son mayores de edad
y que no eran pensionistas no podían acceder a este beneficio, toda vez que no podían
cumplir un requisito primordial, motivo por el cual el pago del Impuesto Predial
representaba para ellos una carga tributaria mayor que reducía sus ingresos.
El uso parcial del inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales,
con aprobación de la Municipalidad respectiva, no afecta la deducción que establece
artículo”.
Como se observa, este texto señalaba un beneficio tributario de deducción de 50 UIT pero
debía cumplirse con algunos requisitos, los cuales se indican a continuación:
Por lo señalado hasta aquí, observamos que la persona que califica como adulto mayor
pero que no tiene la condición de pensionista, se encontraría descartado de poder acceder
a este beneficio, lo cual le generaba un gran perjuicio en su propia sostenibilidad al asumir
un impuesto como el predial sin tener una pensión que pueda contar con algún ingreso
permanente.
Este fue un elemento que estuvo en discusión entre los legisladores durante mucho
tiempo, sobre todo en observar la posibilidad de otorgar el beneficio señalado en el artículo
19° de la Ley de Tributación Municipal tanto a los pensionistas como aquellos que no
tienen esta condición.
Fruto de este mecanismo es que se aprobó la Ley N° 30490, la cual será materia de
análisis a continuación en párrafos posteriores.
“La presente ley tiene por objeto establecer un marco normativo que garantice el
ejercicio de los derechos de la persona adulta mayor, a fin de mejorar su calidad de
vida y propiciar su plena integración al desarrollo social, económico, político y
cultural de la Nación”.
La pregunta inmediata que surge es poder definir ¿quién califica como una persona
adulta mayor?.
Esta norma contiene en todo su estructura disposiciones que están orientadas a proteger
al adulto mayor, dentro de las que se pueden señalar, por ejemplo:
Esta norma contiene una disposición relacionada con el tema tributario. Nos referimos de
manera específica a la primera disposición complementaria modificatoria de la Ley N°
30490, la cual indica lo siguiente:
Incorpórase un cuarto párrafo en el artículo 19° del Decreto Legislativo 776, Ley de
Tributación Municipal, cuyo Texto Único Ordenado fue aprobado por el Decreto
Supremo 156-2004-EF, en los siguientes términos:
“Artículo 19.-
[…]
La inclusión de este párrafo permite apreciar que el legislador ha querido extender los
beneficios contenidos en el artículo 10° de la Ley de Tributación Municipal, a las personas
adultas mayores de sesenta años que no tengan la condición de pensionista.
En este sentido el texto del artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal quedó
redactado del siguiente modo:
Para efecto de este artículo el valor de la UIT será el vigente al 01 de enero de cada
ejercicio gravable.
El uso parcial del inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales,
con aprobación de la Municipalidad respectiva, no afecta la deducción que establece
artículo”.
(PÁRRAFO INCORPORADO)
Lo dispuesto en los párrafos precedentes es de aplicación a la persona adulta mayor
no pensionista propietaria de un sólo predio, a nombre propio o de la sociedad
conyugal, que esté destinado a vivienda de los mismos, y cuyos ingresos brutos no
excedan de una UIT mensual”.
Resulta pertinente desarrollar cada uno de los requisitos que señala este artículo, sobre
todo para observar cómo se aplicará el beneficio tributario allí concedido a favor de las
personas adultas mayores.
En este sentido, considerando que la Ley N° 30490 fue publicada en el Diario oficial El
Peruano el 21 de julio de 2016, su aplicación recién sería efectiva a partir del 1 de enero
del 2017.
“Las leyes relativas a tributos de periodicidad anual rigen a partir del primero de
enero del año siguiente a su promulgación”.
A continuación desarrollaremos los requisitos que el texto del artículo 19° de la Ley de
Tributación Municipal indica, para el otorgamiento de la deducción de las 50 UIT en la base
imponible del Impuesto Predial, sobre todo en el caso de los adultos mayores a raíz de la
modificación realizada por la Ley N° 30490.
Partamos del hecho que el predio puede ser considerado un bien propio o un bien
conyugal. Si se trata de un bien propio el mismo obtiene tal categoría porque fue adquirido
antes de la celebración del matrimonio o fue aportado para la constitución del régimen de
la sociedad de gananciales, tal como lo determina el numeral 1 del artículo 302° del
Código Civil[3] .
Cuando el bien forma parte del patrimonio común de los cónyuges ello implica que son
considerados como bienes sociales, tal como lo precisa el texto del artículo 310° del
Código Civil[4].
Cabe indicar que cuando se menciona que el inmueble figure a nombre propio o de la
sociedad conyugal se entiende que alude a la condición de propietario más no a la de
posesionario.
La PROPIEDAD se encuentra regulada en el artículo 923º del Código Civil y se establece
que es aquel poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien.
A diferencia del posesionario, el propietario puede disponer del bien, puede por ejemplo
venderlo, enajenarlo, etc. y si lo pierde puede recuperarlo a través de la acción
reivindicatoria, la cual solo puede ser ejercida por el propietario más no por el poseedor.
Esta RTF menciona lo siguiente: “Se confirma la apelada que declaró improcedente la
solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial. Se
indica que ha quedado acreditado en autos que el recurrente tiene más de un predio,
por cuanto es propietaria de un predio al 100% y copropietaria de otro predio en un
25%, por cuanto a la recurrente no le es aplicable el citado beneficio”.
El propio texto del artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal precisa que se considera
única propiedad, cuando además de la vivienda el pensionista posea otra unidad
inmobiliaria constituida por la Cochera.
Para poder responder esta inquietud resulta pertinente citar la RTF Nº 2534‐7‐2011, según
la cual el sólo hecho que los predios dedicados a casa habitación, azotea, escaleras y
cochera se encuentren registrados de manera independiente, no implica que el recurrente
incumpla el requisito de única propiedad.
Esta RTF precisa lo siguiente: “Se revoca la apelada que declaró improcedente la
solicitud de deducción de 50 UIT, al considerar que el recurrente era propietario de
otra unidad inmobiliaria conformada por la azotea.
Agrega que el sólo hecho que los predios dedicados a casa habitación, azotea,
escaleras y cochera se encuentren registrados de manera independiente tanto en la
base de datos de la municipalidad como en los Registros Públicos, no implica que el
recurrente incumpla el requisito de única propiedad”.
En ese sentido, los pensionistas[6] que poseen sólo el porcentaje o cuota ideal de un
inmueble pueden obtener la deducción de la base imponible, que está constituida por el
porcentaje del autoavalúo que le corresponde.
Asimismo, no basta que el inmueble esté destinado a vivienda es necesario que este se
encuentre efectivamente habitado u ocupado, tal como lo ha establecido la RTF N° 1068-
5-97.
Es pertinente mencionar que la única propiedad es dentro del territorio nacional, sin
embargo existen casos de pensionistas que son propietarios de varios inmuebles en
diferentes provincias del interior del país y en cada una de ellas han buscado obtener el
beneficio de deducción de las 50 UIT, comunicando en cada jurisdicción que solo tienen
una única propiedad, lo cual resulta falso.
En caso que el municipio que haya otorgado el beneficio de la deducción de las 50 UIT se
percate de tal irregularidad puede eliminar el beneficio y proceder a la cobranza del
Impuesto Predial adeudado por los años en los cuales el beneficio no le correspondía[7].
Lo antes señalado encuentra respaldo en la RTF Nº 5811‐7‐2011, cuando precisa que el
beneficio de deducción de 50 UIT resulta aplicable únicamente a aquellos pensionistas
propietarios de un único predio en todo el territorio nacional.
La mencionada RTF precisa que “Se confirma la apelada que declaró improcedente la
solicitud de renovación del beneficio de la deducción de 50 UIT de la base imponible
del Impuesto Predial. Se señala que a efecto de gozar de la deducción a que se
refiere el artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal, dicha norma establece,
entre otros requisitos, que el pensionista sea propietario de un solo predio, el
beneficio resulta aplicable únicamente a aquellos pensionistas propietarios de un
único predio, se entiende, en todo el territorio nacional, por lo que no es posible
hacerlo extensivo a aquellos pensionistas que tengan varios predios, aun cuando
cada uno esté situado en municipalidades distintas, conforme al criterio establecido
por este Tribunal en las Resoluciones Nº 2564‐7‐2008 y Nº 3029‐7‐2008”.
Esta RTF determinó lo siguiente “Se confirma la apelada que declaró improcedente su
solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial del año
2007, debido a que según lo señalado por la recurrente, ésta es condómino de dos
predios, es decir es propietaria de las cuotas ideales de dos predios por lo que no
cumple con el requisito señalado en la norma, en consecuencia procede confirmar la
resolución apelada”.
Conforme se aprecia de la propia legislación, es posible que se permita que una parte del
inmueble sea utilizada con el objeto de generar recursos económicos. Esta modificación
fue introducida por la Ley N° 26952 y en cierta medida contradice la intención original de la
norma que era conceder un beneficio a aquellos pensionistas por constituir este su único
ingreso.
Además, no se establece el significado de “uso parcial del inmueble” por lo que,
bastaría que una porción mínima sea dedicada a vivienda para efectos de la aplicación del
beneficio.
La citada RTF determina como argumento el siguiente “Se revoca la apelada que
declaró improcedente la solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del
Impuesto Predial en atención a que está acreditado en autos que el recurrente
destina parcialmente su predio a una actividad comercial, siendo preciso indicar que
aun cuando la mayor parte del área construida del inmueble esté destinada a dicha
actividad, ello no implica el incumplimiento de los requisitos establecidos por el
artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal para gozar de la deducción de 50 UIT
de la base imponible del Impuesto Predial, dado que dicha norma no restringe el
goce del beneficio a un porcentaje máximo de uso parcial del inmueble con fines
productivos, comerciales y/o profesionales, verificándose además, conforme lo
afirma la propia Administración, que el recurrente cuenta con la aprobación de la
municipalidad para el desarrollo de sus actividades, finalmente se indica que, el
hecho que el recurrente haya fijado un domicilio distinto a aquél respecto al cual
solicita el beneficio ante la RENIEC, no acredita que incumpla con el requisito
previsto por la Ley de Tributación Municipal, más aún si la propia Administración ha
reconocido que el recurrente usa parcialmente el predio como vivienda”.
Cabe mencionar que la autorización del negocio que funcione en parte de la vivienda del
pensionista debe contar con autorización de la Municipalidad Distrital donde se encuentre
ubicado el predio, ello puede observarse al revisar la RTF N° 00821-7-2008, según la cual:
1. INTRODUCCIÓN
En el Perú existen muchas personas mayores de edad que han llegado a la edad límite
para la jubilación sin haber realizado algún proceso de ahorro previsional, ya sea a través
del sistema privado de pensiones por medio de las Administradoras de Fondos de
Pensiones – AFP o a través del sistema público representado por la Oficina de
Normalización Previsional – ONP.
Es por ello que al no poder contar con una pensión que les permita solventar sus gastos
propios, deben recurrir a la manutención a través de ayudas de familiares o también
incrementando sus ingresos a través del arrendamiento de bienes muebles o inmuebles,
en caso que los tengan y puedan cederlos a terceros a cambio de una retribución
económica, lo cual no siempre es seguro y permanente.
Para efecto de este artículo el valor de la UIT será el vigente al 01 de enero de cada
ejercicio gravable.
El uso parcial del inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales,
con aprobación de la Municipalidad respectiva, no afecta la deducción que establece
artículo”.
Como se observa, este texto señalaba un beneficio tributario de deducción de 50 UIT pero
debía cumplirse con algunos requisitos, los cuales se indican a continuación:
Por lo señalado hasta aquí, observamos que la persona que califica como adulto mayor
pero que no tiene la condición de pensionista, se encontraría descartado de poder acceder
a este beneficio, lo cual le generaba un gran perjuicio en su propia sostenibilidad al asumir
un impuesto como el predial sin tener una pensión que pueda contar con algún ingreso
permanente.
Este fue un elemento que estuvo en discusión entre los legisladores durante mucho
tiempo, sobre todo en observar la posibilidad de otorgar el beneficio señalado en el artículo
19° de la Ley de Tributación Municipal tanto a los pensionistas como aquellos que no
tienen esta condición.
Fruto de este mecanismo es que se aprobó la Ley N° 30490, la cual será materia de
análisis a continuación en párrafos posteriores.
“La presente ley tiene por objeto establecer un marco normativo que garantice el
ejercicio de los derechos de la persona adulta mayor, a fin de mejorar su calidad de
vida y propiciar su plena integración al desarrollo social, económico, político y
cultural de la Nación”.
La pregunta inmediata que surge es poder definir ¿quién califica como una persona
adulta mayor?.
“Entiéndese por persona adulta mayor a aquella que tiene 60 o más años de edad”.
Esta norma contiene en todo su estructura disposiciones que están orientadas a proteger
al adulto mayor, dentro de las que se pueden señalar, por ejemplo:
Esta norma contiene una disposición relacionada con el tema tributario. Nos referimos de
manera específica a la primera disposición complementaria modificatoria de la Ley N°
30490, la cual indica lo siguiente:
Incorpórase un cuarto párrafo en el artículo 19° del Decreto Legislativo 776, Ley de
Tributación Municipal, cuyo Texto Único Ordenado fue aprobado por el Decreto
Supremo 156-2004-EF, en los siguientes términos:
“Artículo 19.-
[…]
Lo dispuesto en los párrafos precedentes es de aplicación a la persona adulta mayor
no pensionista propietaria de un sólo predio, a nombre propio o de la sociedad
conyugal, que esté destinado a vivienda de los mismos, y cuyos ingresos brutos no
excedan de una UIT mensual”.
La inclusión de este párrafo permite apreciar que el legislador ha querido extender los
beneficios contenidos en el artículo 10° de la Ley de Tributación Municipal, a las personas
adultas mayores de sesenta años que no tengan la condición de pensionista.
En este sentido el texto del artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal quedó
redactado del siguiente modo:
Para efecto de este artículo el valor de la UIT será el vigente al 01 de enero de cada
ejercicio gravable.
El uso parcial del inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales,
con aprobación de la Municipalidad respectiva, no afecta la deducción que establece
artículo”.
(PÁRRAFO INCORPORADO)
Resulta pertinente desarrollar cada uno de los requisitos que señala este artículo, sobre
todo para observar cómo se aplicará el beneficio tributario allí concedido a favor de las
personas adultas mayores.
En este sentido, considerando que la Ley N° 30490 fue publicada en el Diario oficial El
Peruano el 21 de julio de 2016, su aplicación recién sería efectiva a partir del 1 de enero
del 2017.
“Las leyes relativas a tributos de periodicidad anual rigen a partir del primero de
enero del año siguiente a su promulgación”.
Ello determina que si el cambio a la Ley de Tributación Municipal se hubiera producido en
cualquier fecha del año 2017, la vigencia de dicho cambio tendría efecto a partir del 1 de
enero del año 2018.
A continuación desarrollaremos los requisitos que el texto del artículo 19° de la Ley de
Tributación Municipal indica, para el otorgamiento de la deducción de las 50 UIT en la base
imponible del Impuesto Predial, sobre todo en el caso de los adultos mayores a raíz de la
modificación realizada por la Ley N° 30490.
Partamos del hecho que el predio puede ser considerado un bien propio o un bien
conyugal. Si se trata de un bien propio el mismo obtiene tal categoría porque fue adquirido
antes de la celebración del matrimonio o fue aportado para la constitución del régimen de
la sociedad de gananciales, tal como lo determina el numeral 1 del artículo 302° del
Código Civil[3] .
Cuando el bien forma parte del patrimonio común de los cónyuges ello implica que son
considerados como bienes sociales, tal como lo precisa el texto del artículo 310° del
Código Civil[4].
Cabe indicar que cuando se menciona que el inmueble figure a nombre propio o de la
sociedad conyugal se entiende que alude a la condición de propietario más no a la de
posesionario.
A diferencia del posesionario, el propietario puede disponer del bien, puede por ejemplo
venderlo, enajenarlo, etc. y si lo pierde puede recuperarlo a través de la acción
reivindicatoria, la cual solo puede ser ejercida por el propietario más no por el poseedor.
Esta RTF menciona lo siguiente: “Se confirma la apelada que declaró improcedente la
solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial. Se
indica que ha quedado acreditado en autos que el recurrente tiene más de un predio,
por cuanto es propietaria de un predio al 100% y copropietaria de otro predio en un
25%, por cuanto a la recurrente no le es aplicable el citado beneficio”.
El propio texto del artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal precisa que se considera
única propiedad, cuando además de la vivienda el pensionista posea otra unidad
inmobiliaria constituida por la Cochera.
El caso se complica aún más si se le agrega el hecho que en algunos edificios aparte del
departamento, el estacionamiento y el depósito, el propietario recibe además un porcentaje
de participación en copropiedad de la azotea en una zona denominada “tendal” donde se
puede utilizar como lavandería o también como local de reuniones sociales o familiares o
utilizarlo como una zona de parrillas.
Para poder responder esta inquietud resulta pertinente citar la RTF Nº 2534‐7‐2011, según
la cual el sólo hecho que los predios dedicados a casa habitación, azotea, escaleras y
cochera se encuentren registrados de manera independiente, no implica que el recurrente
incumpla el requisito de única propiedad.
Esta RTF precisa lo siguiente: “Se revoca la apelada que declaró improcedente la
solicitud de deducción de 50 UIT, al considerar que el recurrente era propietario de
otra unidad inmobiliaria conformada por la azotea.
Agrega que el sólo hecho que los predios dedicados a casa habitación, azotea,
escaleras y cochera se encuentren registrados de manera independiente tanto en la
base de datos de la municipalidad como en los Registros Públicos, no implica que el
recurrente incumpla el requisito de única propiedad”.
En ese sentido, los pensionistas[6] que poseen sólo el porcentaje o cuota ideal de un
inmueble pueden obtener la deducción de la base imponible, que está constituida por el
porcentaje del autoavalúo que le corresponde.
Asimismo, no basta que el inmueble esté destinado a vivienda es necesario que este se
encuentre efectivamente habitado u ocupado, tal como lo ha establecido la RTF N° 1068-
5-97.
Es pertinente mencionar que la única propiedad es dentro del territorio nacional, sin
embargo existen casos de pensionistas que son propietarios de varios inmuebles en
diferentes provincias del interior del país y en cada una de ellas han buscado obtener el
beneficio de deducción de las 50 UIT, comunicando en cada jurisdicción que solo tienen
una única propiedad, lo cual resulta falso.
En caso que el municipio que haya otorgado el beneficio de la deducción de las 50 UIT se
percate de tal irregularidad puede eliminar el beneficio y proceder a la cobranza del
Impuesto Predial adeudado por los años en los cuales el beneficio no le correspondía[7].
La mencionada RTF precisa que “Se confirma la apelada que declaró improcedente la
solicitud de renovación del beneficio de la deducción de 50 UIT de la base imponible
del Impuesto Predial. Se señala que a efecto de gozar de la deducción a que se
refiere el artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal, dicha norma establece,
entre otros requisitos, que el pensionista sea propietario de un solo predio, el
beneficio resulta aplicable únicamente a aquellos pensionistas propietarios de un
único predio, se entiende, en todo el territorio nacional, por lo que no es posible
hacerlo extensivo a aquellos pensionistas que tengan varios predios, aun cuando
cada uno esté situado en municipalidades distintas, conforme al criterio establecido
por este Tribunal en las Resoluciones Nº 2564‐7‐2008 y Nº 3029‐7‐2008”.
Esta RTF determinó lo siguiente “Se confirma la apelada que declaró improcedente su
solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial del año
2007, debido a que según lo señalado por la recurrente, ésta es condómino de dos
predios, es decir es propietaria de las cuotas ideales de dos predios por lo que no
cumple con el requisito señalado en la norma, en consecuencia procede confirmar la
resolución apelada”.
Conforme se aprecia de la propia legislación, es posible que se permita que una parte del
inmueble sea utilizada con el objeto de generar recursos económicos. Esta modificación
fue introducida por la Ley N° 26952 y en cierta medida contradice la intención original de la
norma que era conceder un beneficio a aquellos pensionistas por constituir este su único
ingreso.
La citada RTF determina como argumento el siguiente “Se revoca la apelada que
declaró improcedente la solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del
Impuesto Predial en atención a que está acreditado en autos que el recurrente
destina parcialmente su predio a una actividad comercial, siendo preciso indicar que
aun cuando la mayor parte del área construida del inmueble esté destinada a dicha
actividad, ello no implica el incumplimiento de los requisitos establecidos por el
artículo 19° de la Ley de Tributación Municipal para gozar de la deducción de 50 UIT
de la base imponible del Impuesto Predial, dado que dicha norma no restringe el
goce del beneficio a un porcentaje máximo de uso parcial del inmueble con fines
productivos, comerciales y/o profesionales, verificándose además, conforme lo
afirma la propia Administración, que el recurrente cuenta con la aprobación de la
municipalidad para el desarrollo de sus actividades, finalmente se indica que, el
hecho que el recurrente haya fijado un domicilio distinto a aquél respecto al cual
solicita el beneficio ante la RENIEC, no acredita que incumpla con el requisito
previsto por la Ley de Tributación Municipal, más aún si la propia Administración ha
reconocido que el recurrente usa parcialmente el predio como vivienda”.
Cabe mencionar que la autorización del negocio que funcione en parte de la vivienda del
pensionista debe contar con autorización de la Municipalidad Distrital donde se encuentre
ubicado el predio, ello puede observarse al revisar la RTF N° 00821-7-2008, según la cual:
Cuando se habla de pensionista, se incluirá dentro de este concepto a los diferentes tipos
de pensión existente:
Viudez;
Montepíos;
Orfandad:
Invalidez;
Otros tipos de pensiones
En este punto el texto del artículo 19º de la Ley de Tributación Municipal precisa que el
adulto mayor debe contar con un ingreso bruto y que este no exceda de 1 UIT mensual.
En el año 2017 la Unidad Impositiva Tributaria – UIT es de S/ 4,050 Soles, razón por la
cual si el ingreso que el adulto mayor percibe es menor o igual a esa cantidad le
corresponde el beneficio.
Cabe indicar que cuando la norma hace referencia al Ingreso bruto están referidos al
ingreso total menos descuentos.
Este requisito alude al hecho que el inmueble debe ser destinado a la vivienda del adulto
mayor.
Así, podemos citar la RTF N° 12321-11-2010, según la cual se señala que “El hecho de
que el recurrente haya fijado su domicilio fiscal en un lugar distinto al predio
respecto del cual solicita el beneficio materia de autos, no implica que no resida en
este último inmueble”.
Esta RTF considera como argumento lo siguiente: “Se revoca la apelada que declaró
infundada la solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto
Predial. Se señala que el hecho de que la recurrente no se encuentre en el inmueble
cuando se haga la verificación no acredita fehacientemente que el predio no está
destinado a vivienda. Asimismo, se indica que el alquiler parcial del predio no
implica el incumplimiento de los requisitos para gozar del beneficio. También se
señala que el haber fijado el domicilio fiscal en otro lugar no denota que no se use el
predio por el que se solicita el beneficio como casa habitación, ya que el domicilio
fiscal se fija para efectos fiscales y fijarlo no supone que se resida en éste”.
El texto del artículo 1° del Decreto Supremo N° 401-2016-EF precisa que dicha norma
tiene por objeto establecer las disposiciones para la aplicación de la deducción de 50 UIT
de la base imponible del Impuesto Predial en el caso personas adultas mayores no
pensionistas.
a) PERSONA ADULTA MAYOR: Aquella que tiene sesenta (60) o más años de edad, de
conformidad con la Ley N° 30490, Ley de la Persona Adulta Mayor[11].
El Anexo del presente decreto supremo contiene un modelo de declaración jurada que
podrán emplear las Administraciones Tributarias Municipales[12].
Es pertinente indicar que en el caso del año 2017 la unidad Impositiva Tributaria es de S/
4,050 Soles[13].
Lo antes mencionado implica que si una persona que ha cumplido 60 años el día 26 de
abril de 2017, recién podrá solicitar la aplicación del beneficio de la deducción a partir del
próximo año, que sería el 2018, toda vez que al 1 de enero tendría 59 años.
Ello determina que en el año 2017 al no cumplir con el requisito de la edad, no podrá
efectuar la deducción de las 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial,
correspondiéndole la cancelación de dicho tributo en su integridad.
Otro dato relevante que se observa en esta regulación es que la persona adulta mayor no
necesariamente debe tener la nacionalidad peruana sino que puede incluirse en este caso
a extranjeros que se encuentren residiendo en el país, por ello es que se menciona el
carné de extranjería o el pasaporte.
Es casi seguro que existirán situaciones en las cuales los criterios jurisprudenciales
emitidos por el Tribunal Fiscal observen esta situación, sobre todo en el caso de los
depósitos, el tendal, los aires de la azotea, entre otras situaciones nuevas.
c) El predio debe estar destinado a vivienda del beneficiario. El uso parcial del
inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales, con aprobación de la
municipalidad respectiva, no afecta la deducción.
En este punto quedarían descartados aquellos predios que tengan un uso distinto al de
vivienda, como es el caso de un terreno agrícola, una oficina, una planta industrial,
A tal efecto, las personas adultas mayores no pensionistas suscribirán una declaración
jurada, de acuerdo a lo establecido en el literal c) del artículo 2 del presente Decreto
Supremo.
Es preciso advertir que en el caso que se presente una declaración falsa por parte de una
persona adulta mayor que no cumplir con la información exigida, habrá incurrido en
el delito de falsa declaración en procedimiento administrativo, el cual se encuentra
contemplado en el texto del artículo 411° del Código Penal[14].
Sobre el tema resulta pertinente hacer una revisión de la Resolución del Tribunal Fiscal
N° 4555-2-2002, se aprecia que se menciona con respecto a la fiscalización lo siguiente:
El Código Tributario en el Capítulo II del Título II del Libro Segundo sobre las
facultades de Determinación y Fiscalización de la Administración Tributaria, se
refiere tácita y en forma no organizada a los actos que constituyen el procedimiento
de fiscalización (…)
(…) no se puede negar que las facultades de fiscalización de la Administración se
ejercen dentro de un procedimiento y los actos que realiza no pueden analizarse de
forma independiente, sino en forma conjunta como parte del Procedimiento
Tributario.”
“(…) puede decirse que la inspección tributaria es aquel procedimiento a través del
cual, en virtud de una serie de actos concatenados, la Administración pública da
efectividad en la fase liquidatoria a las normas que imponen obligaciones tributarias
(sea mediante la comprobación de hechos imponibles declarados, sea mediante la
investigación de los que permanecen ocultos) y tiene informes y datos necesarios
para la adopción fundada de resoluciones que, sin referirse directamente a
operaciones liquidatorias, se producen, no obstante, en el ámbito de aplicación del
tributo”[15].
[3] Para conocer cuáles son los bienes propios que el Código Civil considera
recomendamos la lectura del artículo 302°, el cual precisa que son bienes propios de cada
cónyuge los siguientes:
1.- Los que aporte al iniciarse el régimen de sociedad de gananciales.
2.- Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a título oneroso, cuando la
causa de adquisición ha precedido a aquella.
3.- Los que adquiera durante la vigencia del régimen a título gratuito.
4.- La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de
enfermedades, deducidas las primas pagadas con bienes de la sociedad.
5.- Los derechos de autor e inventor.
6.- Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo, salvo que
sean accesorios de una empresa que no tenga la calidad de bien propio.
7.- Las acciones y las participaciones de sociedades que se distribuyan gratuitamente
entre los socios por revaluación del patrimonio social, cuando esas acciones o
participaciones sean bien propio.
8.- La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la
contraprestación constituye bien propio.
9.- Los vestidos y objetos de uso personal, así como los diplomas, condecoraciones,
correspondencia y recuerdos de familia.
[4] El texto completo del artículo 310° del Código Civil precisa que son bienes sociales
todos los no comprendidos en el artículo 302°, incluso los que cualquiera de los cónyuges
adquiera por su trabajo, industria o profesión; así como los frutos y productos de todos los
bienes propios y de la sociedad y las rentas de los derechos de autor e inventor.
También tienen la calidad de bienes sociales los edificios construidos a costa del caudal
social en suelo propio de uno de los cónyuges, abonándose a este el valor del suelo al
momento del rembolso.
[5] Con los cambios introducidos por la Ley N° 30490 corresponde consideran también al
adulto mayor no pensionista.
[6] Con la modificatoria introducida por la Ley N° 30490 se debería considerar aquí al
adulto mayor que tiene 60 años o más y que no tiene la condición de pensionista.
[7] Siempre surge la duda por parte de la Municipalidad si la propiedad que se está
declarando como única propiedad realmente lo sea, por ello es que algunas solicitan la
entrega del certificado positivo de propiedad emitido por los Registros Públicos, donde se
demuestre que se es propietario de solo el inmueble respecto del cual se solicita el
otorgamiento del beneficio, sin embargo esto tendría cierto nivel de seguridad si es que en
el Perú todos los predios estuvieran registrados, situación que a todos luces no sucede ya
que la inscripción es únicamente para efectos de poder oponer el derecho de propiedad
frente a terceras personas.
[8] El criterio aplicable a los pensionistas puede también resultar aplicable al adulto mayor.
[10] Con mayor detalle se puede revisar en un trabajo anterior la información vinculada con
la calidad de pensionista. Para ello se debe acceder a la siguiente dirección
web: http://blog.pucp.edu.pe/blog/blogdemarioalva/2012/07/01/el-beneficio-de-deducci-n-
de-las-50-uit-para-los-pensionistas-con-respecto-al-impuesto-predial/ (consultado el 20 de
Febrero de 2017).
[11] Aquí observamos una situación un poco extraña, toda vez que el adulto mayor
adquiere la condición como tal por el simple hecho de cumplir sesenta (60) años y no ser
pensionista. Mientras que en el caso de aquella persona que adquiere la condición de
pensionista por jubilación, recién se logra cuando éste cumpla los sesenta y cinco (65)
años.
[12] De manera genérica éste formato puede ser utilizado por las Municipalidades
Distritales como las Municipalidades Provinciales.
[15] SAINZ DE BUJANDA, Fernando. La inspección tributaria. En: Revista del Instituto
para el desarrollo técnico de las haciendas públicas. Año 14.Númnero 42. Guadalajara.
Abril – Junio de 1993. Página 13.
Viudez;
.Montepíos;
Orfandad:
Invalidez;
Otros tipos de pensiones
En este punto el texto del artículo 19º de la Ley de Tributación Municipal precisa que el
adulto mayor debe contar con un ingreso bruto y que este no exceda de 1 UIT mensual.
En el año 2017 la Unidad Impositiva Tributaria – UIT es de S/ 4,050 Soles, razón por la
cual si el ingreso que el adulto mayor percibe es menor o igual a esa cantidad le
corresponde el beneficio.
Cabe indicar que cuando la norma hace referencia al Ingreso bruto están referidos al
ingreso total menos descuentos.
Este requisito alude al hecho que el inmueble debe ser destinado a la vivienda del adulto
mayor.
Así, podemos citar la RTF N° 12321-11-2010, según la cual se señala que “El hecho de
que el recurrente haya fijado su domicilio fiscal en un lugar distinto al predio
respecto del cual solicita el beneficio materia de autos, no implica que no resida en
este último inmueble”.
Esta RTF considera como argumento lo siguiente: “Se revoca la apelada que declaró
infundada la solicitud de deducción de 50 UIT de la base imponible del Impuesto
Predial. Se señala que el hecho de que la recurrente no se encuentre en el inmueble
cuando se haga la verificación no acredita fehacientemente que el predio no está
destinado a vivienda. Asimismo, se indica que el alquiler parcial del predio no
implica el incumplimiento de los requisitos para gozar del beneficio. También se
señala que el haber fijado el domicilio fiscal en otro lugar no denota que no se use el
predio por el que se solicita el beneficio como casa habitación, ya que el domicilio
fiscal se fija para efectos fiscales y fijarlo no supone que se resida en éste”.
El texto del artículo 1° del Decreto Supremo N° 401-2016-EF precisa que dicha norma
tiene por objeto establecer las disposiciones para la aplicación de la deducción de 50 UIT
de la base imponible del Impuesto Predial en el caso personas adultas mayores no
pensionistas.
a) PERSONA ADULTA MAYOR: Aquella que tiene sesenta (60) o más años de edad, de
conformidad con la Ley N° 30490, Ley de la Persona Adulta Mayor[11].
El Anexo del presente decreto supremo contiene un modelo de declaración jurada que
podrán emplear las Administraciones Tributarias Municipales[12].
Es pertinente indicar que en el caso del año 2017 la unidad Impositiva Tributaria es de S/
4,050 Soles[13].
Lo antes mencionado implica que si una persona que ha cumplido 60 años el día 26 de
abril de 2017, recién podrá solicitar la aplicación del beneficio de la deducción a partir del
próximo año, que sería el 2018, toda vez que al 1 de enero tendría 59 años.
Ello determina que en el año 2017 al no cumplir con el requisito de la edad, no podrá
efectuar la deducción de las 50 UIT de la base imponible del Impuesto Predial,
correspondiéndole la cancelación de dicho tributo en su integridad.
Otro dato relevante que se observa en esta regulación es que la persona adulta mayor no
necesariamente debe tener la nacionalidad peruana sino que puede incluirse en este caso
a extranjeros que se encuentren residiendo en el país, por ello es que se menciona el
carné de extranjería o el pasaporte.
Es casi seguro que existirán situaciones en las cuales los criterios jurisprudenciales
emitidos por el Tribunal Fiscal observen esta situación, sobre todo en el caso de los
depósitos, el tendal, los aires de la azotea, entre otras situaciones nuevas.
c) El predio debe estar destinado a vivienda del beneficiario. El uso parcial del
inmueble con fines productivos, comerciales y/o profesionales, con aprobación de la
municipalidad respectiva, no afecta la deducción.
En este punto quedarían descartados aquellos predios que tengan un uso distinto al de
vivienda, como es el caso de un terreno agrícola, una oficina, una planta industrial,
A tal efecto, las personas adultas mayores no pensionistas suscribirán una declaración
jurada, de acuerdo a lo establecido en el literal c) del artículo 2 del presente Decreto
Supremo.
Es preciso advertir que en el caso que se presente una declaración falsa por parte de una
persona adulta mayor que no cumplir con la información exigida, habrá incurrido en
el delito de falsa declaración en procedimiento administrativo, el cual se encuentra
contemplado en el texto del artículo 411° del Código Penal[14].
Sobre el tema resulta pertinente hacer una revisión de la Resolución del Tribunal Fiscal
N° 4555-2-2002, se aprecia que se menciona con respecto a la fiscalización lo siguiente:
El Código Tributario en el Capítulo II del Título II del Libro Segundo sobre las
facultades de Determinación y Fiscalización de la Administración Tributaria, se
refiere tácita y en forma no organizada a los actos que constituyen el procedimiento
de fiscalización (…)
“(…) puede decirse que la inspección tributaria es aquel procedimiento a través del
cual, en virtud de una serie de actos concatenados, la Administración pública da
efectividad en la fase liquidatoria a las normas que imponen obligaciones tributarias
(sea mediante la comprobación de hechos imponibles declarados, sea mediante la
investigación de los que permanecen ocultos) y tiene informes y datos necesarios
para la adopción fundada de resoluciones que, sin referirse directamente a
operaciones liquidatorias, se producen, no obstante, en el ámbito de aplicación del
tributo”[15].
[3] Para conocer cuáles son los bienes propios que el Código Civil considera
recomendamos la lectura del artículo 302°, el cual precisa que son bienes propios de cada
cónyuge los siguientes:
1.- Los que aporte al iniciarse el régimen de sociedad de gananciales.
2.- Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a título oneroso, cuando la
causa de adquisición ha precedido a aquella.
3.- Los que adquiera durante la vigencia del régimen a título gratuito.
4.- La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de
enfermedades, deducidas las primas pagadas con bienes de la sociedad.
5.- Los derechos de autor e inventor.
6.- Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo, salvo que
sean accesorios de una empresa que no tenga la calidad de bien propio.
7.- Las acciones y las participaciones de sociedades que se distribuyan gratuitamente
entre los socios por revaluación del patrimonio social, cuando esas acciones o
participaciones sean bien propio.
8.- La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la
contraprestación constituye bien propio.
9.- Los vestidos y objetos de uso personal, así como los diplomas, condecoraciones,
correspondencia y recuerdos de familia.
[4] El texto completo del artículo 310° del Código Civil precisa que son bienes sociales
todos los no comprendidos en el artículo 302°, incluso los que cualquiera de los cónyuges
adquiera por su trabajo, industria o profesión; así como los frutos y productos de todos los
bienes propios y de la sociedad y las rentas de los derechos de autor e inventor.
También tienen la calidad de bienes sociales los edificios construidos a costa del caudal
social en suelo propio de uno de los cónyuges, abonándose a este el valor del suelo al
momento del rembolso.
[5] Con los cambios introducidos por la Ley N° 30490 corresponde consideran también al
adulto mayor no pensionista.
[6] Con la modificatoria introducida por la Ley N° 30490 se debería considerar aquí al
adulto mayor que tiene 60 años o más y que no tiene la condición de pensionista.
[7] Siempre surge la duda por parte de la Municipalidad si la propiedad que se está
declarando como única propiedad realmente lo sea, por ello es que algunas solicitan la
entrega del certificado positivo de propiedad emitido por los Registros Públicos, donde se
demuestre que se es propietario de solo el inmueble respecto del cual se solicita el
otorgamiento del beneficio, sin embargo esto tendría cierto nivel de seguridad si es que en
el Perú todos los predios estuvieran registrados, situación que a todos luces no sucede ya
que la inscripción es únicamente para efectos de poder oponer el derecho de propiedad
frente a terceras personas.
[8] El criterio aplicable a los pensionistas puede también resultar aplicable al adulto mayor.
[10] Con mayor detalle se puede revisar en un trabajo anterior la información vinculada con
la calidad de pensionista. Para ello se debe acceder a la siguiente dirección
web: http://blog.pucp.edu.pe/blog/blogdemarioalva/2012/07/01/el-beneficio-de-deducci-n-
de-las-50-uit-para-los-pensionistas-con-respecto-al-impuesto-predial/ (consultado el 20 de
Febrero de 2017).
[11] Aquí observamos una situación un poco extraña, toda vez que el adulto mayor
adquiere la condición como tal por el simple hecho de cumplir sesenta (60) años y no ser
pensionista. Mientras que en el caso de aquella persona que adquiere la condición de
pensionista por jubilación, recién se logra cuando éste cumpla los sesenta y cinco (65)
años.
[12] De manera genérica éste formato puede ser utilizado por las Municipalidades
Distritales como las Municipalidades Provinciales.
[15] SAINZ DE BUJANDA, Fernando. La inspección tributaria. En: Revista del Instituto
para el desarrollo técnico de las haciendas públicas. Año 14.Númnero 42. Guadalajara.
Abril – Junio de 1993. Página 13.