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Usa estas preguntas para evitar contratar empleados tóxicos:

1. ¿Qué cambiarías sobre tu trabajo y empleador anterior?

La respuesta tóxica: Un empleado tóxico se quejaría sobre su antiguo jefe, colaboradores y su trabajo
durante la entrevista. Cualquiera que enumere los defectos de su anterior cargo, también se quejará
estando en el cargo para el cual está optando.

Los empleados tóxicos pueden responder esta pregunta de forma sutil, también; está atento al candidato
que dice haber tenido la 'solución' a los problemas de su trabajo anterior, pero por alguna razón no fue
escuchado. Eso es ser arrogante.

Por otro lado, evita al candidato que afirma que no cambiaría nada sobre su jefe o trabajo anteriores; si
fuese así, ¿Por qué decidió buscar otro trabajo? estos candidatos están mintiendo o quieren aparentar
ser algo que no son.

Lo que debes buscar: A nadie le gustan absolutamente todos los aspectos de su trabajo, y siempre hay
cosas que mejorar en cualquier sitio. Aunque le estás pidiendo a los candidatos que hablen sobre lo
negativo, busca a aquellos que lo hacen sin quejarse.
Hablarán de los problemas de oficina en general, pero no se quejarán. Igualmente, si tienen cualquier
observación la plantearían enfocándose en las mejoras que podrían obtenerse, no en las deficiencias
que podrían corregirse. Verifica que la persona hable en positivo.

2. ¿Qué es lo que más te gusta de tu anterior trabajo?

La respuesta tóxica: Los empleados tóxicos aman los días de vacaciones, la comida gratis y los
sueldos altos. Los empleados pueden disfrutar de los beneficios de su trabajo, pero no debería ser su
principal motivación.

A los empleados tóxicos no les importa su trabajo, y solo lo hacen por la paga; están más concentrados
en la cantidad de trabajo que hacen, que la calidad. Un candidato al que solo le importan los aspectos
superficiales de su trabajo no está comprometido, y no estará motivado para dar lo mejor de sí.

Adicionalmente, está atento a los candidatos que hablan de los premios y reconocimientos que
recibieron durante su tiempo allí. Puede que solo les motiven los premios y no el trabajo en sí.

Qué es lo que debes buscar: Busca a esos candidatos a quienes les apasiona su trabajo; a los que
disfrutan de él por el impacto que tiene en los demás. Estos candidatos hablarán de los retos, de los
resultados y su interés en la industria.
3. Háblame de alguna vez que fracasaste, o que podrías haberlo hecho mejor.

La respuesta tóxica: A los empleados tóxicos se les dificulta reconocer sus fallas y puede que sean
demasiado orgullosos para pedir ayuda cuando realmente la necesitan.

La arrogancia es una señal clásica de los empleados tóxicos, y quienes exhiben este trato no aceptarán
correcciones, consejos o sugerencias de nadie.

Un tip importante es estar atentos a quienes admiten un fracaso pero inmediatamente dirigen la
atención hacia un culpable de lo ocurrido; de la misma forma, está atento a esos candidatos que afirman
haber resuelto un problema solos sin necesidad de ayuda. Ya con eso te demuestran que no la
solicitarán en caso de una emergencia, por lo que es una señal de que no aprecian a su equipo de
trabajo.

Adicionalmente, elimina a los candidatos que consideran no haber fallado nunca o que pudieran haber
mejorado su desempeño. Estos profesionales tienen perecepciones poco realistas sobre sus habilidades
y no reconocen sus propias fallas.

Si no pueden reconocer problemas, no aprenderán de ellos ni crecerán como profesionales.

Qué es lo que debes buscar: Busca a un candidato que comprende sus fuerzas y debilidades y asume
la responsabilidad de sus errores. Estos candidatos reconocen sus fallas y siguen adelante. No ven estas
situaciones como fracasos, sino como experiencias de aprendizaje.

Los buenos candidatos no tienen problema en hablar de cómo sus respectivos equipos les ayudaron a
resolver un problema, o cómo trabajaron juntos para resolver una crisis.

4. ¿Cuál ha sido tu éxito más grande hasta ahora? ¿Cómo lo alcanzaste?

La respuesta tóxica: Los candidatos tóxicos prácticamente saltarán de gusto con esta pregunta. Evita a
todo aquél que alardee de sus habilidades y logros sin reconocer la ayuda que recibieron de otros a lo
largo del camino. Aquellos que describen su éxito en términos de 'yo' y no 'nosotros', puede que no
tengan madera para trabajar en equipo y tratarán de llevarse el crédito por cualquier cosa que haya
logrado el departamento entero.

Adicionalmente, está atento a esos candidatos quienes solo consideran los logros personales como algo
digno de contar. Hablan de sus premios, reconocimientos y ascensos, pero no hablan del trabajo que
debieron hacer para ganarse ese reconocimiento. No les emociona un proyecto o la calidad de su
trabajo, solo están pendientes de los premios.
¿Qué es lo que debes buscar en vez de eso? Los candidatos pueden y deberían emocionarse por sus
logros personales, pero deben estar claros que el éxito no se trata solo de ellos. Reconocen a aquellos
que les ayudaron a alcanzar sus metas y el trabajo duro al que tuvieron que someterse.

Busca a candidatos que estén genuinamente emocionados por su trabajo; no importa cuál sea su meta,
debe ser evidente que están más que interesados en dar lo mejor de sí, conscientes del impacto que esa
actitud tiene en su empleador, en su equipo y en la organización.

5. ¿Cómo es tu jornada de trabajo ideal?

La respuesta tóxica: Los empleados tóxicos están en el epicentro del drama laboral y son los primeros
en difundir chismes. Aunque quieres que tu equipo socialice, está atento a los candidatos que le dan
demasiada importancia a charlar con sus colegas.

Los empleados tóxicos se concentrarán en los aspectos sociales de su día a día; no en el trabajo ni sus
labores.

Qué es lo que debes buscar: Las amistades y las buenas relaciones son importantes para el equipo y la
satisfacción laboral, así que busca a esos candidatos que logran socializar sin que eso se convierta en
una distracción.

Estás buscando el equilibrio entre trabajar en equipo y enfocarse individualmente.

Este candidato mencionará el socializar como parte de su día ideal, pero no se concentrará en él.
Destacará la importancia del trabajo en equipo pero también la relevancia de poder trabajar solo.

6. ¿Cuáles valores de tu actual empleador están más alineados con los tuyos?

La respuesta tóxica: Los empleados tóxicos no le dan importancia a los valores, y se les hará harto
difícil exponer los propios. En vez de eso, tratarán de hacer una lista de las reglas con las que están de
acuerdo en la oficina. Y las reglas no son lo mismo que los valores.

Qué es lo que debes buscar: Los profesionales efectivos son impulsados por sus valores, y son
conscientes de los valores de sus empleadores. Busca a esos candidatos que están conectados con la
cultura de su oficina y hablan con pasión de esos principios.
7. ¿Cuál habilidad consideras que te hace falta?

La respuesta tóxica: Los empleados tóxicos creen que lo saben todo, y no están interesados en invertir
su tiempo en aprender cosas nuevas. Está atento a esos candidatos a quienes les cuesta conseguirle una
respuesta a esta pregunta.

Esta pregunta esencialmente le pide a un candidato que revele una debilidad, y los empleados tóxicos
tratarán de llenar esa respuesta con información superficial. Por ejemplo, puede que te digan que
quieren aprender a trabajar menos o ser menos perfeccionistas. Estas respuestas demuestran que el
candidato realmente no está interesado en aprender algo nuevo, y solo está tratando de salir bien parado
en la entrevista.

Qué es lo que debes buscar: Candidatos que tengan un interés genuino en hacer crecer sus habilidades
y aprender cosas nuevas para mejorar continuamente. Estos candidatos reconocerán que carecen de una
herramienta importante que es relevante para su trabajo.

Los profesionales efectivos puede que también estén interesados en aprender una habilidad que no esté
relacionada directamente con su trabajo, como un nuevo idioma o aprender a programar.

Contratar a un empleado tóxico es un error muy costoso. Recuerda que no solo debes hacer las
preguntas correctas; también debes analizar su lenguaje corporal mientras lo haces para poder verificar
que está siendo sincero contigo.
Identifica la toxicidad
Las características definitorias de las personas tóxicas son claras y concretas. No cambian notablemente
con el tiempo, ni se deben a una racha. Son rasgos directamente asociados a su personalidad.
1. Producen emociones negativas en el otro. Es una de las características centrales. Cuando se
mantiene una conversación con ellos, todo gira en torno a sucesos estresantes negativos. Al despedirte,
notas como tu nivel de energía ha bajado y te sientes agotado. Aunque hay momentos positivos, el tono
general es malo.
2. Egocentrismo. Todo gira alrededor de la persona tóxica. Las cosas que tú le cuentas parecen no
interesarles, de hecho, a menudo, no te escuchan. Hablan de lo que les ocurre, de lo que sienten y
zanjan todo aquello que trate de otra persona de forma frívola y cortante.
3. Quejas continuas. Son especialmente negativos. El foco de su atención siempre va a la queja.
Nunca nada está a su gusto. Da igual si se trata de una relación de pareja o la comida en un restaurante:
nada estará a la altura de sus expectativas.
4. Críticas frecuentes. Critican a todo el mundo delante de ti, da igual lo cercana que sea la otra
persona. De hecho, te hacen dudar de si no harán lo mismo cuando tú no estés. Esta forma de anular e
infravalorar a los demás reza a su necesidad de reafirmarse. Hunden a los demás para quedar ellos por
encima.
5. Falta de empatía. Como decíamos, muchas veces no son conscientes del impacto negativo que sus
acciones tienen. Esto se debe a la falta de empatía base. Su egocentrismo les impide ver más allá, lo
que se suma a la necesidad de anular al otro.
6. Victimismo. Esto les permite ser el centro de atención. De esta forma, desvían el foco sobre su
crueldad y falta de empatía. Aunque puedan parecer personas duras y seguras, se esconden
frecuentemente sobre el papel de víctimas.
7. Falta de metas vitales. Se dejan llevar por la inercia de los acontecimientos. No suelen tener planes
de futuro ni decisiones sobre el trabajo o sus carreras. Cuando son conscientes de ello, recurren al papel
de víctimas. Todo va contra ellos y nadie les permite avanzar.
¿Sientes que puedas tener a una persona tóxica en tu vida? Si alguien de tu entorno encaja en este
perfil, seguramente estés viendo cómo influye negativamente en ti. Tienes la decisión de elegir hasta
dónde permites que el otro influya en ti.
Personas rencorosas: 10 rasgos y actitudes que les caracteriza

La diferencia entre rencor y venganza

El rencor es un tipo de daño moral, por el que nos sentimos ofendidos y queremos venganza. Surgen
emociones como el odio, la ira y las ganas de hacerle pagar a la otra persona lo que nos ha hecho (o
creemos que nos ha hecho).

¿Pero es lo mismo rencor y venganza? Podríamos decir que el rencor es el sentimiento de que nos
han hecho daño, pero la venganza es cuando nos comportamos de manera hostil y queremos que la otra
persona sufra las consecuencias de habernos hecho daño. Rencor y venganza suelen ir de la mano,
aunque no siempre se materializa esta última.

Características de las personas rencorosas

¿Pero qué caracteriza a una persona rencorosa? ¿Cómo podemos reconocer a este tipo de individuos?
Estos son los 10 rasgos o actitudes que caracterizan a las personas rencorosas.

1. Ni perdonan ni olvidan

Las personas rencorosas suelen decir que perdonan... pero no olvidan. En realidad, ni perdonan ni
olvidan, porque si realmente perdonaran, olvidarían. El hecho de no perdonar significa que lo ocurrido
sigue presente y por eso se sienten de esa manera. La mejor manera de olvidarse de algo es
perdonando. Y el perdón, aunque a veces nos cueste verlo, es necesario para mantener el equilibrio
emocional.

2. No aprenden del pasado


Las personas rencorosas no aprenden del pasado y se quedan estancadas en los hechos que les
han ocurrido. En vez de ver las malas experiencias como oportunidades para crecer, se toman todo
como algo personal, lo que les imposibilita poder avanzar.

3. Piensan que ellos nunca se equivocan

Este tipo de individuos piensan que son perfectos y que ellos no cometen fallos. Son poco tolerantes
y demasiado rígidos y cuando alguien no actúa como ellos quieren, suelen ser muy duros con los
demás. Todos tenemos derecho a equivocarnos, es parte de la vida.

4. Todo es blanco o negro

Estos individuos se mueven en los extremos: o todo es blanco o todo es negro. En otras palabras, no
hay término medio. El bueno-malo no siempre no siempre explica lo que sucede en las relaciones
interpersonales, porque influyen muchas variables en nuestro comportamiento.

5. Son muy orgullosos

Como son personas intransigentes, las personas rencorosas son orgullosas también. A la mínima se lo
toman como algo personal y piensan que les están atancando. Eso hace que se pongan a la defensiva e
intenten mostrarse fuertes. Lo cierto es que ser un individuo orgulloso no tiene porque ser un indicador
de ser una persona mentalmente fuerte, sino que es un síntoma de debilidad.

6. Siempre desean tener el control

Las personas rencorosas suelen ser personas que quieren tenerlo todo bajo control. No se sienten
cómodas dialogando y no aceptan que los demás tengan su opinión y un gusto diferente. Como se ha
dicho antes, son intransigentes y todo ha de encajar en su percepción de mundo perfecto.

7. Se ofenden con facilidad


Y claro, cuando esto no ocurre se ofenden con facilidad. En el fondo, el rencor es una forma de no
aceptar las cosas y, de hecho, puede que incluso enmascare las propias inseguridades. El rencor no es
bueno puesto que mantiene la herida abierta durante mucho tiempo. Lo mejor es aceptar y pasar página.

8. Siempre quieren tener la razón

Pero la inseguridad también va ligada al deseo tenerlo todo bajo control y de querer tener siempre
la razón. Las personas inseguras temen las opiniones de los demás y no se sienten cómodas cuando son
puestas a prueba por los demás. Siempre quieren tener la razón y cuando esto no ocurre no lo aceptan.

9. La vida es un drama para ellos

Cuando guardamos el rencor en el corazón la vida no es un lugar agradable, porque recuerdas


constantemente lo que te han hecho y, en vez de superarlo, te recreas en ello. Las personas
rencorosas suelen ser rencorosas con más de una persona y, por tanto, convierten su vida en un
drama.

10. Se creen mejores que los demás

Como ya se ha dicho, el rencor puede entenderse como la no aceptación de lo ocurrido y el sentimiento


de que nos han hecho daño. Pero no deja de ser la percepción sobre cómo nos han tratado. Si le
quitamos hierro al asunto, difícilmente nos va a afectar. Ahora bien, si nos creemos mejor que los
demás y pensamos que solo ellos hacen mal las cosas, le vamos a dar más valor del que tiene a lo que
ocurrió.

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