Errare humanum est

La invención de uno de los avances tecnológicos más importantes, como lo es el horno

microondas, nació gracias a un accidente o serendipia , debido a que el ingeniero de Raytheon
Corporation Percy Spencer durante su trabajo en un generador de frecuencias, notó que la
barra de chocolate que llevaba en su bolsillo comenzó a derretirse al ver esto decidió probar
si era una casualidad al repetir lo vivido, ubicando unos granos de maíz y un huevo cerca al
generador, los resultados fueron unas palomitas de maíz y un huevo frito, marcando el inicio
de las investigaciones para llegar al horno microondas que conocemos hoy en día.
En la ingeniería, y en especial los ingenieros, no se pueden permitir dichos errores o
accidentes, y por ende se estudia al máximo para evitar que estos sucedan, pero ellos son
humanos y equivocarse está en su naturaleza. Un error en un simple cálculo o un descuido
en la planificación de un proyecto puede resultar catastrófico, siendo un ejemplo claro lo
sucedido en el edifico Space en Medellín donde “las columnas no tenían el grosor suficiente
para soportar su propio peso. Además, encontró que había 5.500 transgresiones a la norma
de sismorresistencia en todo el conjunto residencial [1]” lo cual llevó a la pérdida de doce
vidas y la posterior demolición de las torres conjuntas; aunque no todas las veces dichos
errores son fatales, como lo es la torre de Pisa uno de los iconos de Italia, donde un error al
analizar el suelo, llevó a su sedimentación, ya que este no aguantaba el peso de la torre, lo
que supuso su inclinación.
Errores fatales y errores beneficiosos, al fin y al cabo, son errores
El edificio Space era una obra de arquitectura ante el ojo humano, cada apartamento era un
espacio digno de admirar para los propietarios y visitantes que se dejaron llevar por los que
sus ojos veían, pero lastimosamente, en un proyecto de esta índole, la perfección
arquitectónica no lo es todo y pasa a un plano menor comparado con lo estructural, y ahí fue
donde el Space falló, ya que no cumplía con varios ítems básicos de la norma NSR-
98(Normas Colombianas de Diseño y Construcción. Sismo Resistente), donde una de las
principales causas del colapso era la falta de capacidad estructural de las columnas de 8 cm
para sostener las cargas de la estructura como las de servicio. Esto acarreó a que una columna
llegara a su punto crítico y fallara; sumado a esto, la gran luz que había entre ellas hacía
ineficiente la redistribución de cargas, sometiendo cada vez más a que otras llegaran a su
punto crítico y su posterior falla.
De lo anterior se puede entender como un grave error que conllevó al colapso inminente del
complejo de apartamentos, costando la vida de 12 personas, donde la mayoría realizaba
trabajos de intervención a la estructura y la posterior demolición de las torres conjuntas
debido a inconvenientes similares, pudiendo ser una catástrofe mayor si el edifico no hubiera
sido evacuado por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres
(DAGRD), el cual tomó dicha decisión al observar los primeros problemas estructurales.
Por otro lado, hay errores menos fatales y que resultan siendo beneficiosos para todos, como
el caso de la torre de Pisa, principal sitio turístico de la ciudad de Pisa, Italia. Su construcción
empezó en 1774 siendo atribuida por el historiador Aretine Giorgio Vasari al arquitecto
[1] L. Cano (2017, my.) “Edificio Space tendría más de 5.500 fallas de sismorresistencia”, El TIEMPO
(internet). Disponible en https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/informe-dice-que-
edificio-space-tenia-mas-de-5-500-fallas-de-sismorresistencia-89762
Bonanno Pisano, aunque su verdadero autor todavía es un misterio. Al poco tiempo de haber
empezado la construcción de la edificación tuvo que ser parada, ya que no se analizó
debidamente el suelo que era de cimientos débiles y al construirse los tres primeros pisos
empezó a inclinarse hacia el norte. Cien años más tarde Giovanni di Simone continuó la obra
con cuatro pisos más, para contrarrestar la inclinación decidió construir estos pisos
enderezándolos hacia la vertical, el resultado no fue el esperado y la torre empezó a inclinarse
esta vez hacia el sur. Otros 100 años después, la torre seguía inclinándose, pero esto no fue
un detenimiento y se le agregó el campanario para su inauguración en 1372,
El gobierno italiano ha tratado de frenar esta inclinación progresiva de distintas formas como
lo son: la colocación de plomo para contrarrestar el desnivel, inyección de nitrógeno líquido
para reforzar el terreno en el lado hundido, etc. Pero la solución definitiva fue la extracción
controlada de parte del subsuelo en el lado norte (lado contrario a la inclinación) lo que llevo
a una disminución de la pendiente de 40 cm y permitiera su reapertura al público en 2001,
luego de haber sido cerrado en 1990.
De lo anterior, se puede concluir que la ingeniería perfecta es una utopía donde muchas veces se
queda en lo planificado, por una simple razón: esta es llevada a cabo por humanos y está en su
naturaleza errar; ahora bien, si se analiza la naturaleza del error este puede llegar a ser uno de los
pocos errores beneficiosos para la población, como lo fue la torre inclinada de Pisa, uno de los
millones de errores fatales (en perdida de vidas humanos o exuberantes cantidades de dinero) como
lo fue el edificio Space, o simplemente sea un error tan mínimo que pase desapercibido, pero sin
importar esto, siguen siendo errores.

Bibliografía

https://civil.uniandes.edu.co/Boletin/index.php/k2/item/33-conceptouniandes

http://www.vivetoscana.com/la-torre-de-pisa-historia-y-curiosidades-de-uno-de-los-
monumentos-mas-famosos-de-toscana/

[1] L. Cano (2017, my.) “Edificio Space tendría más de 5.500 fallas de sismorresistencia”, El TIEMPO
(internet). Disponible en https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/informe-dice-que-
edificio-space-tenia-mas-de-5-500-fallas-de-sismorresistencia-89762