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ANTICONCEPTIVOS

Son los métodos o procedimientos que previenen un embarazo en mujeres sexualmente


activas, ya sean ellas o sus parejas quienes los usen. Pueden ser hormonales o no
hormonales, transitorios o definitivos, basados en tecnología o en conductas[1]. Los
métodos anticonceptivos (MAC) disponibles actualmente en Chile son:

ELECCIÓN DE UN MÉTODO ANTICONCEPTIVO

Cada persona debe elegir su MAC de acuerdo a su propia situación de vida (estilo de vida,
vida sexual, número de hijos que desea tener, número de parejas, valores, situación
socioeconómica, etc.); las características del MAC que sean aceptables para ella y las
condiciones de salud que se puedan ver afectadas por el uso del método (presión alta,
hábito de fumar, enfermedades cardiovasculares, infecciones del tracto reproductivo, etc.).

El papel del/a profesional de salud es informar sobre todas las opciones y verificar los
criterios de elegibilidad, de tal forma que le facilite al usuario/a tomar una decisión propia,
libre e informada. También debe informar y orientar sobre el manejo de los efectos
colaterales, o posibles problemas que surjan, y ofrecer el cambio de MAC si la usuaria así
lo desea. Este proceso de información y orientación debe ser continuo durante el
seguimiento.

¿Cuáles son las características más importantes de los anticonceptivos?

Los métodos anticonceptivos tienen diferentes características en las que hay que fijarse
cuando se elija uno de ellos. Esto es necesario para que el método permita alcanzar las
metas reproductivas en forma efectiva y segura para la salud y de acuerdo a la situación de
vida.

Eficacia:

Representa el riesgo de que una mujer se embarace aunque ella o su pareja estén usando un
método anticonceptivo. La eficacia es mayor cuando el método se usa en forma perfecta y
menor durante el uso típico, ya que algunas personas usan los métodos en forma incorrecta.
Por eso es importante averiguar cómo se usa correctamente el método que se ha elegido y
que su uso sea constante.

Seguridad:

Algunas mujeres presentan condiciones de salud que restringen el uso de algunos métodos
como lo establecen los Criterios Médicos de Elegibilidad para el Uso de Anticonceptivos
de la Organización Mundial de la Salud. En general, las y los jóvenes no tienen problemas
de salud que las/los pongan en riesgo si usan un anticonceptivo. Algunos anticonceptivos
tienen efectos benéficos para la salud de quienes los usan: el uso de condones permite
prevenir infecciones transmisibles por vía sexual, incluyendo la infección por VIH/SIDA,
las pastillas anticonceptivas combinadas disminuyen los síntomas premenstruales y la
anemia y otorgan protección contra ciertos cánceres del aparato reproductor.

Aceptabilidad:

Las características de cada método anticonceptivo, pueden afectar de distinta manera a


diferentes personas. Lo que para algunas personas puede ser una ventaja, para otras puede
ser una desventaja. Cada persona debe poder elegir el más adecuado a sus necesidades.

Facilidad de uso:

Cuando el uso del método es fácil, es más probable poder utilizarlo en forma correcta. Por
eso se debe exigir información clara e indicaciones precisas sobre la forma de uso.

Disponibilidad:

Los métodos anticonceptivos están disponibles gratuitamente en los consultorios de los


servicios de salud, y con distintos precios en las farmacias y en las consultas privadas de los
médicos y matronas. Hay que pensar cuál alternativa conviene más según los recursos
económicos y el tipo de atención que se quiere.

Reversibilidad:

La recuperación de la fertilidad o sea la capacidad de poder embarazarse después de la


suspensión del método es un elemento esencial para las y los jóvenes quienes desean
postergar el primer embarazo.

Costo:

El costo de los anticonceptivos es importante para la gente joven que suele tener recursos
económicos limitados. En los servicios de salud se entregan en forma gratuita. Pero
también hay diferencias entre las marcas. Por ejemplo, el costo de las píldoras
anticonceptivas varía hasta en 10 veces y, para la mayoría de las mujeres, las mejores son
las más baratas (las que contienen estradiol y levonorgestrel)
LA SOCIEDAD Y LA PLANIFICACION FAMILIAR

 Se calcula que en los países en desarrollo unos 214 millones de mujeres en edad
fecunda desean posponer o detener la procreación pero no utilizan ningún método
anticonceptivo moderno.
 Algunos métodos de planificación familiar, como los preservativos, ayudan a
prevenir la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
 La planificación familiar y los anticonceptivos reducen la necesidad de recurrir al
aborto, en especial, al aborto peligroso.
 La planificación familiar refuerza el derecho de las personas a decidir el número de
hijos que desean tener y el intervalo de los embarazos.
 La planificación familiar y el uso de anticonceptivos previenen la muerte de madres
y niños, al evitar los embarazos no deseados.

La planificación familiar permite a las personas tener el número de hijos que desean y
determinar el intervalo entre embarazos. Se logra mediante la aplicación de métodos
anticonceptivos y el tratamiento de la esterilidad (en esta nota se aborda solo la
anticoncepción).

Prevención de los riesgos para la salud relacionados con el embarazo en las mujeres

La capacidad de la mujer para decidir si quiere embarazarse y en qué momento tiene una
repercusión directa en su salud y bienestar. La planificación familiar permite espaciar los
embarazos y puede posponerlos en las jóvenes que tienen mayor riesgo de morir por causa
de la procreación prematura, lo cual disminuye la mortalidad materna. Evita los embarazos
no deseados, incluidos los de mujeres de más edad, para quienes los riesgos ligados al
embarazo son mayores. Permite además que las mujeres decidan el número de hijos que
desean tener. Se ha comprobado que las mujeres que tienen más de cuatro hijos se
enfrentan con un riesgo mayor de muerte materna.

Al reducir la tasa de embarazos no deseados, la planificación familiar también disminuye la


necesidad de efectuar abortos peligrosos.

Reducción de la mortalidad infantil

La planificación familiar puede evitar los embarazos muy cercanos entre sí y en un


momento inoportuno, que contribuyen a causar algunas de las tasas de mortalidad infantil
más elevadas del mundo. Las criaturas cuya madre muere a causa del parto también tienen
un riesgo mayor de morir o enfermar.

Prevención de la infección por el VIH y el SIDA

La planificación familiar disminuye el riesgo de que las mujeres infectadas por el VIH se
embaracen sin desearlo, lo que da como resultado una disminución del número de criaturas
infectadas y huérfanas. Además, los condones masculinos y femeninos brindan una
protección doble: contra el embarazo no deseado y contra las infecciones de transmisión
sexual, en especial la causada por el VIH.

Reducción de la mortalidad infantil

La planificación familiar puede evitar los embarazos muy cercanos entre sí y en un


momento inoportuno, que contribuyen a causar algunas de las tasas de mortalidad infantil
más elevadas del mundo. Las criaturas cuya madre muere a causa del parto también tienen
un riesgo mayor de morir o enfermar.

Poder de decisión y una mejor educación

La planificación familiar permite que las personas tomen decisiones bien fundamentadas
con relación a su salud sexual y reproductiva. Brinda además la oportunidad de que las
mujeres mejoren su educación y puedan participar más en la vida pública, en especial bajo
la forma de empleo remunerado en empresas que no sean de carácter familiar. Tener una
familia pequeña propicia que los padres dediquen más tiempo a cada hijo. Los niños que
tienen pocos hermanos tienden a permanecer más años en la escuela que los que tienen
muchos.

Disminución del embarazo de adolescentes

Las adolescentes que se embarazan tienen más probabilidades de dar a luz un niño de
pretérmino o con peso bajo al nacer. Los hijos de las adolescentes presentan tasas más
elevadas de mortalidad neonatal. Muchas adolescentes que se embarazan tienen que dejar la
escuela, lo cual tiene consecuencias a largo plazo para ellas personalmente, para sus
familias y para la comunidad.

Menor crecimiento de la población

La planificación familiar es la clave para aminorar el crecimiento insostenible de la


población y los efectos negativos que este acarrea sobre la economía, el medio ambiente y
los esfuerzos nacionales y regionales por alcanzar el desarrollo.
LA BIBLIA Y LA PLANIFICACION FAMILIAR

La planificación familiar es la práctica que regula cuántos niños nacen en una familia,
incluyendo el control del número de años entre los nacimientos, mediante métodos
anticonceptivos artificiales, la esterilización voluntaria, el tratamiento de la infertilidad
involuntaria, la planificación familiar natural (PFN), u otros métodos para impedir o
favorecer el embarazo.

Ya que los métodos modernos de control de la natalidad y fecundidad no estaban


disponibles durante los tiempos bíblicos, la biblia guarda silencio sobre el tema del uso de
estos métodos para prevenir o fomentar el embarazo. La prevención del embarazo para
fines de planificación de la familia, ya sea de forma temporal o permanente, es una acción
neutral y no se considera pecado. Explorar las opciones de tratamiento para la infertilidad
es igualmente una acción neutral y no es pecaminosa. Sin embargo, el marido y la mujer
deben estar de acuerdo en todas las decisiones con respecto a los futuros hijos.

Si bien no hay nada de malo con que una pareja casada planifique para el futuro de su
familia, deben aceptar que la voluntad de Dios no se puede frustrar. No hay nada en la
biblia que sostenga que cada pareja debe tener hijos, aunque la soberanía de Dios usurpará
los planes de una pareja, no importa las precauciones que ellos tomen. Proverbios 16:9
dice, "El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos". Si la
voluntad de Dios es traer un hijo a la vida de una pareja, los esfuerzos anticonceptivos no
impedirán Su propósito. Si una pareja tiene relaciones sexuales, con o sin métodos
anticonceptivos, deben estar preparados para la posibilidad del embarazo.

Si una mujer queda embarazada inesperada o involuntariamente, debe permitirse que ella
dé a luz. El aborto o las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE), no son una forma
aceptable de control de la natalidad, porque el aborto y la píldora del día después funcionan
después de la concepción, dando como resultado la muerte de un ser humano. Dios conoce
a cada persona antes de su creación y amorosamente forma el cuerpo dentro del vientre
(Jeremías 1:5; Salmo 139:13-16). Muchas opciones, incluyendo la adopción, están
disponibles para aquellos que no desean quedarse con el bebé.

Los hijos son un regalo del Señor (Salmo 127:3-4), pero ellos en si traen una gran
responsabilidad para los padres. Si una pareja casada decide que aún no están preparados
para los hijos, o que desean programar los embarazos y que haya unos años de espacio
entre uno y otro, ellos son libres de tomar esa decisión. A través de la oración y de la
comunicación, el esposo y la esposa sabiamente pueden planificar su futuro y el futuro de
los hijos que Dios les va a dar para bendecirlos (Proverbios 16:3; 21:5; Santiago 1:5).
Instituto visión Ministerial
Maestro: Ronaldo Isai Cisneros Mejía

Tarea: Planificación Familiar.

Alumno: Laura Curup Hernández

Clave: 6.4.

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