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Asignatura
TEORIA SOCIOLOGICA II
Docente
JUAN EFRAIN HINESTROZA TAPIAS
En el texto parte afirmando que en toda sociedad se puede distinguir el contenido y forma de
aquella, y de que el propio significado de aquella sociedad, es la recíproca interacción de los
individuos, lo que quiere decir de manera sencilla, que una sociedad se forma a través de las
relaciones que existen entre los individuos. Estas relaciones que hay entre los individuos,
nacen por determinados impulsos o bien en función de un fin específico y al final, éstos
forman una unidad, y de forma agrupada una sociedad.
Este ensayo búsqueda de alcanzar y cultivar relaciones dentro de la sociedad todo individuo
va desempeñando funciones diferentes a través de diversas actividades para el bien común;
potencializando éstas, con el fin de lograr beneficios a toda una comunidad o a un colectivo
especifico.
Todo ser humano desarrolla un mundo en sociedad desde la niñez, durante la vida en familia,
al llegar a la escuela, etc., logrando conocer nuevos mundos y darse cuenta de esta forma que
estar en sociedad nos abre espacio para conocer otras opiniones y descubrir conocer a los
demás; porque como individuos debemos ser sociables, lo que podemos definir como
sociabilidad; es decir la vida en sociedad nos enriquece intelectualmente teniendo una mejor
relación.
El autor hace énfasis en contenido vs formas de vida social resultado de situaciones que están
implícitas en el individuo y que han sido adquiridos a lo largo de su vida; tales como impulso,
como interés, finalidad, inclinación, estado psíquico y movimiento; que causan un efecto
sobre otros individuos que es lo que llamo el contenido en cierto modo la materia de la
socialización. La forma de vida social seria el resultado final de los contenidos al interactuar
recíprocamente entre individuos como portadores individuales ejerciendo el mismo efecto
para formar una sociedad.
Según (Simmel G., s.f. pag.78) “Por tanto, la socialización es la forma que se realiza
de incontables maneras diferentes en las que va creciendo la unión de los individuos en
razón de aquellos intereses sensitivos o ideales, momentáneos o duraderos, conscientes o
inconscientes, que empujan causalmente o arrastran teleológicamente y que se realizan
dentro de esta unión”.
“Pero cuando estas formas se convierten en fines en sí mismo y ejercen su efecto por su
propia fortaleza y su propia ley, selectivas y creativas desde ellas misma y no en función de
su entrelazamiento con la vida, entonces ha surgido en arte, por completo separado de la
vida y extrayendo de ésta sólo lo que le sirve y que por medio de él se genera en cierto modo
por segunda vez, aunque las formas en que lo hace y en que consiste, por decirlo asi, se han
generado dentro de las exigencias y dinámicas de la vida” (Simmel G., s.f. pag.80)
Por otro lado la sociabilidad como forma autónoma o forma lúdica de la socialización,
también es el resultado de la separación de lo que Simmel llama el contenido y la forma de
existencia social refiriéndose propiamente a la sociedad; adquiriendo cada una, una vida
propia con libertad.
Desde épocas antiguas y hasta la actualidad la socialización no es más que las distintas formas
de acción recíproca entre los seres humanos y que su rasgo característico es que, a través de
esta, los individuos se agrupan movilizados por determinados intereses u objetivos que se
realizan dentro de esa unión. De esta manera, la interacción funciona como un medio para
alcanzar un objetivo común.
Lo que distingue a la sociabilidad del resto de las formas de socialización es que, en ella, todo
individuo se asocia en comunidad para alcanzar objetivos comunes estando unos con otros. La
pureza de esta relación se debe a que, aquí, la acción recíproca se desprende de los contenidos
asociados a la vida real y se convierte en un fin en sí misma. La acción recíproca de los
individuos que se miran mutuamente, por su parte, sí tiene una materia ligada a la vida real y
es el conocimiento del otro. Sin embargo, se distingue de otras formas de socialización por su
inmediatez, por el hecho de que no engendra ni un contenido ni una forma objetivos.
De acuerdo con Simmel, cabe destacar que los contenidos con que se llena la vida no son
arbitrarios, sino que tienen origen en las situaciones y necesidades que plantea la vida práctica
pero resultan importantes en la sociedad para interactuar con otros y desarrollar buenas
relaciones.
Conclusión
Para concluir el individuo debe vivir en sociedad; sin ahondar en significaciones objetivas que
la personalidad pueda poseer; teniendo como importancia principal el sentido del tacto porque
dirige al individuo en su relación personal con otros. Por otra parte en la sociabilidad no hay
cabida a situaciones que el individuo pueda tener algunos elementos objetivos que puedan
rodear a una persona; debido a que los intereses colectivos son los que priman en la
sociabilización.
Entendiendo la forma como todos funcionamos internamente como los estados de animo, el
entendimiento, el servicio hacia los demás, la aptitud
Bibliografía - Simmel, G., Cuestiones fundamentales de sociología, Gedisa, Barcelona, 2002.