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RECONSTRUCCION

NACIONAL
La Reconstrucción Nacional fue un
periodo posterior a la Guerra del
Pacífico entre las guerras civiles
de 1884 a 1885 y 1894 a 1895,
donde la República Peruana inicia
su resurgimiento económico,
político y social. Algunos autores lo
ubican de 1883 (firma del Tratado
de Ancón) a 1895 (inicio del
gobierno constitucional de Nicolás de Piérola), que coincide con el periodo del
Segundo Militarismo; otros lo extienden hasta 1919 (inicio del Oncenio de
Leguía). La Reconstrucción Nacional fue un periodo posterior a la Guerra del
Pacífico entre las guerras civiles de 1884 a 1885 y 1894 a 1895, donde la
República Peruana inicia su resurgimiento económico, político y social. Algunos
autores lo ubican de 1883 (firma del Tratado de Ancón) a 1895 (inicio del
gobierno constitucional de Nicolás de Piérola), que coincide con el periodo del
Segundo Militarismo; otros lo extienden hasta 1919 (inicio del Oncenio de
Leguía).La Guerra del Pacífico terminó completando la destrucción que se había
iniciado con la crisis económica de la década de 1870. En 1879, el sistema
bancario peruano estaba quebrado y la agricultura, la minería y el comercio
apenas sobrevivían. Al terminar la pesadilla de la guerra y de la ocupación, el
país seguía viviendo. Pero era un país exangüe, amputado, dolorido. La situación
económica del país luego de la guerra fue bastante precaria: el país sentía la
necesidad de afrontar un futuro de reconstrucción en todos sus aspectos. El Perú
había perdido sus principales recursos naturales, sus principales industrias
productivas, el comercio se había contraído, las principales vías de
comunicación colapsadas o destruidas, una inflación incontenible y sobre todo,
una enorme deuda externa con los acreedores ingleses, la cual sobrepasaba los
cincuenta millones de libras esterlinas, lo que hacía imposible que el Perú
pudiese recibir nuevos créditos internacionales. Sin embargo, en estos años van
a aparecer nuevos recursos económicos que van a permitir acelerar la
recuperación económica del país. Se inició la explotación del caucho en la selva
y el petróleo en la costa norte. La explotación de ambos recursos naturales está
vinculada al fenómeno de la segunda revolución industrial, la cual tuvo en el
boom del automóvil a su máximo exponente. Asimismo, se inició en estos años
el lento resurgimiento de la actividad agroindustrial del azúcar y del algodón en
la costa norte del país.

ASPECTO POLITICO

Tras la catastrófica derrota ante Chile, la persona que contaba con el prestigio y
la autoridad suficientes para restablecer el ordenamiento social y político en el
Perú era el general Andrés A. Cáceres, héroe de la resistencia de la Breña.
Cáceres enfrentó al entonces presidente Miguel Iglesias, quien había firmado el
tratado de paz con Chile con cesión territorial y se había afirmado en el poder
con el apoyo de las armas chilenas. Se desató así una guerra civil. Cáceres
demostró su estrategia militar al poner fuera de juego al ejército principal de
Iglesias en la localidad de Huaripampa (sierra central peruana), acción que se
conoce como la “huaripampeada” (1884). A continuación atacó Lima, donde sus
fuerzas cercaron en el Palacio de Gobierno a Iglesias. Éste renunció a la
presidencia en 1885, siendo sucedido por el gobierno provisional del Consejo de
Ministros (encabezado por Antonio Arenas), el mismo que convocó elecciones
en las que ganó abrumadoramente Cáceres. Durante su primer gobierno
constitucional (1886-1890), Cáceres emprendió la Reconstrucción Nacional.
Fundó su propio partido, el Partido Constitucional o cacerista. Pero su acceso al
control del Estado implicaba el establecimiento de un pacto político con el
civilismo. Fue este consenso lo que permitió que Cáceres y su sucesor, el
entonces coronel Remigio Morales Bermúdez (1890-1894), conservasen el
control político durante casi una década, en medio de una paz pública. Con la
muerte de Morales Bermúdez, a consecuencia de una enfermedad repentina en
abril de 1894, empezó nuevamente la crisis política. Tras un breve periodo de
Justiniano Borgoño, Cáceres volvió a la presidencia en 1894, en unas
cuestionadas elecciones, que provocaron en su contra la formación de la
Coalición Nacional, integrada por los demócratas y civilistas, encabezados por
el caudillo Nicolás de Piérola; se desató una sangrienta guerra civil que culminó
con el asalto de los coaligados a Lima, ante lo cual Cáceres renunció y partió al
exilio, en 1895.
Se estableció el gobierno de una Junta Nacional presidida por Manuel Candamo,
que convocó a elecciones en las que salió elegido Nicolás de Piérola. Este
realizó importantes reformas económicas y logró una estabilidad política en el
país, consolidando el sistema presidencialista. Piérola fue el que consolidó la
Reconstrucción Nacional, inaugurando una nueva etapa llamada la República
Aristocrática (ambos términos acuñados por Basadre), que se prolongaría
durante las dos primeras décadas del siglo XX.

ASPECTO ECONOMICO

Ya desde años antes de estallar la Guerra del Pacífico, la economía peruana


estaba fuertemente golpeada. El guano había dejado de ser la fuente principal
de recursos. El Perú se había declarado en bancarrota en 1876 y al no poder
atender su cuantiosa deuda externa decretó la moratoria. Fue por ello que
descuidó su defensa nacional y no pudo modernizar su escuadra, situación de la
que precisamente Chile se aprovechó para desatar la guerra de 1879. Al
respecto, se dice que por esos años, Chile también pasaba por apuros
económicos, pero a diferencia de Perú, aquel país se había ido armando durante
esos años, adquiriendo los dos poderosos blindados con los que obtuvo la
supremacía naval en el Pacífico. Si ya en los años previos al conflicto, la
economía peruana se hallaba en situación crítica, con el desarrollo de la guerra
quedó prácticamente destruida. Finalizada la guerra con Chile, el Perú debió
encarar una serie de problemas que venían desde antes del estallido del
conflicto. El principal de ellos era precisamente la deuda externa con los
acreedores británicos. Estos, una vez firmada la paz de Ancón, exigieron al
gobierno peruano la cancelación de la deuda. El Perú se hallaba en una
encrucijada: no contaba con los recursos necesarios para hacer ese pago; y al
mismo tiempo, requería urgentemente de capitales para reactivar su economía
de exportación, sin la cual era imposible cumplir con el pago de su deuda. Esta
ascendía a cerca de 37 millones de libras esterlinas, cuya amortización anual
exigía un pago de cerca de dos millones y medio de libras, suma que para el
país era entonces imposible de reunir. Ferrocarril peruano administrado por la
Peruvian Corporation tas la firma del Contrato Grace. De modo que el arreglo de
la deuda revestía un carácter de suma urgencia. Así lo entendió el primer
gobierno de Andrés A. Cáceres, que se abocó de lleno en el asunto, hasta firmar
el contrato Grace, en virtud del cual el Estado peruano cedía a sus acreedores
ingleses el control y la administración de sus principales recursos productivos
(ferrocarriles y guano), a cambio de la extinción completa de su deuda. Cáceres
tuvo necesidad de convocar tres Congresos extraordinarios y expulsar a los
diputados opositores para que el Congreso ratificase el contrato en julio de 1889.
Para una mejor administración de los recursos que recibían, los acreedores
ingleses convirtieron sus bonos de la deuda externa en acciones de la Peruvian
Corporation, la más importante empresa británica que naciera para implementar
los acuerdos de dicho contrato. Arreglada así la cuestión de la deuda externa, la
clase dirigente peruana entendió que el futuro del país dependía del desarrollo
de los recursos naturales para la exportación. Comenzaron así a colocarse las
primeras bases de un sistema de explotación de los recursos y de la fuerza de
trabajo nativa, el cual alcanzaría su más completa consolidación durante la
Primera Guerra Mundial. En su esencia, la nueva organización de la economía
combinaba la monopolización de los recursos, una masiva inyección de capital
extranjero, una capacidad para someter a su servicio a las economías
tradicionales y una profunda y completa subordinación al mercado externo.
Desde 1885 hasta 1895 la plata, el azúcar y el caucho, en este orden, fueron los
principales productos de exportación peruana. Paralelamente se produjo un
significativo desarrollo industrial bajo el impulso del capital nacional, reflejado
inicialmente en el rubro textil.En esta nueva etapa de la economía peruana, que
se prolongaría hasta el crack mundial de 1929, la exportación se mostró más
diversificada. La sierra suministró lana (de ovinos y camélidos) y metales (plata,
oro y cobre), entre otros. La Amazonía aportó con café, coca y caucho. Y la costa
con azúcar y algodón.
LA EMANCIPACIÓN E
INDEPENDENCIA DEL PERÚ
REBELIÓN DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

Poco se sabe de la biografía de Santos, al que


se apunta un posible nacimiento de cuna noble
en Cuzco o Cajamarca hacia 1710, porque no
entraría en la historia hasta 1742, cuando
protagonizó un movimiento contra la Corona que
mantuvo en jaque al ejército del virrey durante
diez años aprovechando las dificultades que
ofrecía el terreno de la parte central de Perú. Es
difícil establecer qué hay de cierto y qué de falso
en ese primer período de su vida, ya que
afirmaba ser descendiente de los incas cuando
en realidad parece que era mestizo y, eso sí,
hablaba quechua. También aseguraba haber viajado por Europa y África con sus
maestros jesuitas, razón por la cual manejaba perfectamente el castellano y el
latín.
El caso es que un par de años antes de organizar su levantamiento trabajó con
los franciscanos en Chanchamayo, una zona de misiones donde la orden
controlaba la explotación de la sal del cerro llamado Gran Pajonal, ya en territorio
selvático.
La mano de obra utilizada en aquella empresa eran los asháninkas, un pueblo
local que trabajaba en unas condiciones de explotación que impresionaron a
Santos. Se desconocen las circunstancias exactas pero estando en Guamanga
(Ayacucho) cometió un asesinato, quizá motivado por algún castigo excesivo, y
tuvo que huir a la vertiente oriental de los Andes, donde las montañas
desembocaban en la selva amazónica. Aquella parte de la región servía de
refugio a numerosos indios y negros cimarrones, que se convertirían en el brazo
armado de la rebelión.
Porque en 1742 Juan Santos dio un paso adelante y, como era típico, se dijo
descendiente de Atahualpa -del que tomó el nombre-, autoproclamándose Sapa
Inca, el máximo cargo en el Tahuantinsuyo pre hispano. El nuevo cabecilla logró
reunir unos dos mil hombres, entre los que se contaban, además de los citados
asháninkas (que ya se habían revelado dos veces con anterioridad), los shipibo-
conibo, yanesha, amages, piros, mochobos y siriminches, haciéndose fácilmente
con el control de aquel rincón de la selva al aprovechar que los españoles nunca
habían destinado demasiadas fuerzas a tan difícil paraje.
Santos aspiraba a expulsar a los invasores, (incluyendo a los negros, a los que
detestaba por considerarlos sus servidores; o eso se dijo luego, ya que su
cuñado era de esa raza y entre sus seguidores parece que había cimarrones) y
a restablecer el modo de vida anterior, atrayéndose a otros pueblos de la sierra
vecina. Para ello aseguraba contar con ayuda británica, algo de lo que no hay
prueba alguna y es probable que simplemente se enterara y aprovechara el paso
por la costa de la escuadra del vicealmirante George Anson unos meses antes.
Curiosamente, Santos era cristiano y ésa fue la religión que reivindicó siempre,
considerándose un enviado de Cristo; de hecho, los testimonios de los
franciscanos que le conocieron dijeron que siempre llevaba una cruz al cuello
sobre la cushma (una especie de camisón de algodón teñido de colores que se
vestía en esa parte de la Amazonía). No obstante, dado que aquel territorio
estaba estructurado en reducciones (asentamientos misioneros que
franciscanos y jesuitas fundaban para mantener a los indios apartados de la
corrupción de las ciudades para su evangelización), el líder rebelde exhortaba a
los indios a volverse contra los religiosos y, en efecto, una treintena de esas
reducciones acabó destruida.

Con el paso del tiempo, Santos fue remodelando su visión cristiana hasta
proclamarse hijo de Cristo y Dios de América, marcando distancias con la
doctrina religiosa oficial y confiriendo a su movimiento un marcado carácter
mesiánico. Al menos ésa es la imagen que nos ha llegado, siempre discutible
porque las fuentes son fundamentalmente franciscanas, víctimas suyas por
tanto.
Con ese preocupante panorama, José Antonio de Mendoza Caamaño y
Sotomayor, virrey del Perú, decidió enviar tropas para poner orden. Una primera
expedición resultó infructuosa porque los sublevados, conscientes de su
inferioridad y de que su punto fuerte era la lucha guerrillera, evitaron el combate
internándose en la selva. El segundo intento acabó en desastre cuando un fuerte
construido en Quimiri fue asaltado al poco, saqueado y muertos sus sesenta
defensores.
A la tercera fue la vencida, al menos parcialmente: el nuevo virrey, José Antonio
Manso de Velasco y Sánchez de Samaniego, era un veterano militar curtido en
montones de campañas (como la Guerra de Sucesión, los sitios de Ceuta y
Gibraltar o la reconquista de Orán, entre otras), habiendo recibido poco antes de
llegar al Perú los cargos de mariscal de campo y teniente general. Así, aunque
los insurrectos aún lograron extender su movimiento y tomar algunas localidades
más, el avance del ejército virreinal les frenó.
A lo largo de la sierra se estableció una línea de posiciones fortificadas
conectadas mediante columnas de caballería para impedir el progreso de los
sublevados y entre eso y el frío clima serrano no hizo falta ninguna batalla: la
rebelión se desintegró sin más hacia 1756 y su cabecilla simplemente
desapareció sin que se volviera a saber de él.
Como cabía esperar, circularon muchas leyendas al respecto, incluida una
insólita sobre su ascensión a los cielos en vida como encarnación del inkarri (una
especie de mesías sincrético que combinaba el poder espiritual cristiano con el
poder terrenal inca), pero lo más probable es que falleciera -pese a que hubo
varios testimonios que aseguraban haberle visto vivo años después-, quizá a
manos de sus propios hombres que se negarían a seguir adelante o quizá por
causas naturales.

REBELIÓN DE TÚPAC AMARU II


La rebelión de Tupac Amaru II, iniciada en 1780, constituyó la expresión de lucha
más alta de las masas indígenas durante la colonia. Esta rebelión tuvo un
carácter antifeudal y anticolonial; por ello resulta injusto señalar a este
movimiento como una acción precursora solamente de la emancipación. Esta
rebelión, volvemos a decir, fue mucho más: apuntó a destruir la feudalidad y la
dominación colonial española; en cambio el proceso emancipador sólo apuntó a
destruir la dominación política colonial y pretendía seguir manteniendo las
estructuras feudales.

1.

ETAPAS DE LA REBELIÓN.
1.1 Primera etapa
Desde el 4 de noviembre de 1780, en que estalla la rebelión, hasta el 18
de mayo de 1781 (ajusticiamiento de José Gabriel, su familia y
colaboradores).
Abarcó lugares como: Cusco, Quispicanchis, Canas, Paruro, Acomayo,
Espinar, Calca, Urubamba, Paucartambo, parte de Arequipa, Azángaro y
Lampa.
Se destruyen los obrajes y invaden las tierras; se dan por abolidas las
mitas, alcabalas, corregimientos, aduanas y repartimientos, así como
también se proclama la libertad de los esclavos.
Se dan las principales batallas, como la de Sangarará (triunfo
tupacamarista), las operaciones en el Collao, la infructuosa toma de la
ciudad del Cusco y la derrota y prisión del gran revolucionario en Langui.
1.2 Segunda etapa
Del 18 de mayo de 1781 a octubre de 1783. Esta segunda etapa estuvo
bajo la dirección de Diego Cristóbal Túpac Amaru, y tuvo su cuartel
general en Azángaro. Tomó por asalto la ciudad de Sorata y se enfrentó
a las tropas realistas en varias batallas como las de Pisac, Chucuito,
Carabaya, La Paz etc. Fue hecho prisionero y condenado a la pena del
“atenaceado”, por la cual las carnes del cuerpo le fueron arrancadas con
tenaza al rojo vivo.
Otros dirigentes de la rebelión tupacamarista fueron: Alejandro Calisaya,
Nina Catari, Melchor Laura, Túpac Catari Tito Atauchi y Pedro Vilcapasa,
este último, se enfrentó a los realistas en las batallas de Condorcuyo,
Puquinacancari, Huaycho Moho. Capturado, fue sentenciado a morir
descuartizado por ocho caballos. Antes de morir dijo: “Por este Sol,
aprended a morir como yo”. Igual suerte corrieron los otros líderes de la
rebelión.

2. CARÁCTER DE LA REBELIÓN.
La Rebelión tupacamarista fue antifeudal y anticolonial. Antifeudal porque
apuntaba hacia la destrucción de las diversas formas de la explotación feudal
(sistema de la gran propiedad de la tierra y el trabajo servil). Este carácter
antifeudal se manifiesta con las invasiones a las tierras y la destrucción de
obrajes y minas por parte de los mitayos, quienes estuvieron hasta el final de la
rebelión. El carácter anticolonial se manifiesta por el separatismo frente a la
metrópoli planteando en el curso de la rebelión.
A todo esto hay que agregar la posición antiesclavista, expresada en su famoso
edicto del 16 de noviembre de 1780, la que declaraba la libertad de los esclavos.
Es admirable, también el inmenso contingente humano que participo,
principalmente indígena. Se calcula aproximadamente en 100 mil el número de
muertos durante los dos periodos de esta rebelión.

INTERVENCIÓN DE LA MUJER EN LA GESTA EMANCIPADORA


La participación de la mujer en el proceso de emancipación peruana fue
admirable y hasta cierto punto decisiva. Las mujeres participaron “de mil formas”:
Unas sirvieron como eficaces portadoras de informaciones (a los patriotas les
informaban sobre el movimiento exacto de
las tropas realistas, en tanto que a éstos le
proporcionaban informaciones falsas); otras,
participaron en la elaboración cotidiana de
los alimentos para la tropa, o en la
preparación de uniformes y diversos
vestidos para los soldados. Fueron muchas
las mujeres que participaban al lado ya sea
de sus hermanos, padres o de sus hijos. Y
no faltaron quienes, demostrando acto de
arrojo y audacia, realizaban actos armados, ya sea para obstaculizar el avance
del enemigo, ya sea para causarle ligeras bajas.
Anotemos a continuación algunos nombres que singularizan la heroica
participación de la mujer:

MICAELA BASTIDAS.- Representada a la mujer revolucionaria, que junto a su


esposo participó en la revolución tupacamarista, antifeudal y anticolonial. Junto
a ella merecen ser anotadas Tomasa Tito Condemayta, Cecilia Escalera Túpac
Amaru, Manuela Tito Condori, Margarita Condori, Ventura Monjarrás, Bartolina
Sisa, Gregoria Apasa, Marcela Castro Puyucagua, Catalina Salas y otras tantas
heroínas tupacamaristas que murieron peleando por la revolución, capturadas
fueron ahorcadas o descuartizadas y otras que murieron misteriosamente en los
navíos que las conducían al destierro en Europa.
JUANA TORIBIA ARA.- Símbolo de la mujer patriota tacneña. Colaboró con el
alzamiento de 1911. En su casa se bendijo la primera bandera de los insurrectos.
LAS MUJERES EN EL LEVANTAMIENTO DEL CUSCO (1814).- En esta
importante lucha, las mujeres, muchas de ellas surgidas de las clases populares
pusieron todo su esfuerzo y entusiasmo en el combate así como también su
aporte económico. Destacan: Josefa Mansaneda, Vicenta Equina, Ramona
Senosaín, Ventura Calamaqui quien lanzó el primer grito de rebeldía en
Huamanga, Asencia Tapia esposa de José Vicente Angulo, y María Ignacia
Loayza esposa de Mateo Pumacahua Chihuantito.
LAS MUJERES Y LAS AYUDAS ECONÓMICAS.- Muchas mujeres patriotas
que gozaban de posibilidades económicas dieron contribuciones pecuniarias,
otras realizaron colecta y muchas obsequiaron ropas y alimentos. Citemos
algunos nombres: Casilda Morales, Fabiana Suárez, Josefa Lozano, Gerónima
Aguirre, Julieta Montero, Estefanía Saavedra, Francisca Aliaga, Juana Miranda
etc.
Las heroínas Toledo. Cleofé de Toledo (madre) y María e Higinia Toledo
(hijas), cuya acción se produjo en el pueblo de Concepción (Junín), consistió en
destruir el puente sobre el río de Mantaro, a fin de obstaculizar el paso de los
realistas que se dirigían a atacar las tropas del patriota Alvares de Arenales. Era
marzo de 1821. Esta operación la realizaron las toledo en medio de una nube de
proyectiles. Cumplida su hazaña huyeron del pueblo con numerosos
campesinos. Se internaron a las montañas por la vía de Comas.
María Andrea Parado de Bellido.- Heroína ayacuchana, colaboraba con las
montoneras mediante informaciones que hacía escribir con otra persona, puesto
que ella era analfabeta. En dichas montoneras tenía a su esposo e hijos.
En una de esas acciones cayó prisionera; fue torturada para que delatara los
nombres de los montoneros pero de sus labios no salió ningún nombre. Ante
esta situación, fue sentenciada a la pena del fusilamiento.
Las mujeres en las montoneras.- Muchas mujeres siguieron la lucha guerrillera
en todo el ámbito del país, citemos algunos nombres:
Petita Chávez natural del pueblo de Changuillo, Ica, activa insurgente, colaboró
con el ejército patriota de Alvares de arenales.
Paula Huamán y Eufracia Ramos, modestas mujeres tarmeñas integrantes de
las guerrillas de Miguel Artica. Fueron fusiladas, cortándoseles antes la lengua.
María Valdizán, mártir de Cerro de Pasco, gran colaboradora de las
montoneras, fue degollada, no sin antes pronunciar: ¡Viva la patria!
Bonifacia Pando (Concepción) y María de Oré (Matahuasi) mujeres
humildísimas, sirvieron de enlace en las comunicaciones entre los guerrilleros
del centro.
Emeteria Ríos de Palomo, símbolo de la mujer patriota canteña, proveyó de
alimentos y ropas a los montoneros y actuó junto a ellos en Obrajillo, Puruchuco
y Huamantanga (Canta).
Anotaremos finalmente a las innumerables colaboradoras anónimas que
“entregaban espontáneamente a los patriotas sus vacas, ovejas, papas, quesos
y todo cuanto tenían para la atención de los soldados”.
EL VIRREYNATO
DEL PERÚ
CREACION.- Durante el gobierno del rey Carlos I (llamado Carlos V en
Alemania) se crea el Virreinato del Perú a través de la Real Cédula de Barcelona
dada el 20 de noviembre de 1542, esto se realizó en el marco de las Nuevas
Leyes de Indias.
CAUSAS.- el excesivo poder que tenían los
encomenderos, las guerras entre los
conquistadores y la resistencia Inca en Vilca
bamba, todo ello no le permitía a la corona
ejercer su poder plenamente y extraer los
recursos de América. El Virreinato Peruano
abarcó inicialmente los territorios
comprendidos entre Panamá y el Río de la
Plata, llegando sus límites orientales hasta la
selva amazónica; la capital de tan vasto
virreinato se estableció en Lima, llamada
durante la colonia "La Ciudad de los Reyes".
Durante las Reformas Borbónicas el
virreinato sufrió una serie de mutilaciones, en
el reinado de Felipe V se pierden los
territorios de Panamá, Colombia y Ecuador
(estos pasaron a formar parte del Virreinato
de la Nueva Granada), posteriormente con el
gobierno de Carlos III se desprenden del
Perú: Puno, Charcas y Buenos Aires (allí se
conformó el Virreinato del Río de la Plata), en 1796 Puno volvió al Perú y a inicios
del siglo XIX el rey Carlos IV devolvió Guayaquil y Maynas al Virreinato Peruano.

ORGANIZACIÓN DEL VIRREYNATO PERUANO

Tras casi 40 años de desorden administrativo, el


virreinato peruano encontró a un eficiente conductor
en Francisco Toledo quien, entre 1569 y 1581, logró
establecer el marco político - administrativo que
regiría por muchos años en el Perú colonial. Apenas
llegado a tierras peruanas, Toledo se informó de todo
cuanto había sucedido en el virreinato y de cuáles
fueron las políticas seguidas hasta ese momento.
Toledo realizó varias visitas generales a distintas
partes del virreinato y, por primera vez, se tuvo
registro de los recursos humanos y naturales del Perú.
Tras saber el número de posibles Virrey Francisco de Toledo tributario estableció
las reducciones (pueblos indígenas). Así se sabía con exactitud la cantidad de
tributo que debían entregar. Toledo impuso también la mita colonial: tributo en el
que los indígenas pagaban con su fuerza de trabajo en las minas, obrajes o
construcciones para el estado (puentes, caminos, etc.). Francisco de Toledo
sentó las bases del virreinato peruano pues logró: la ordenación administrativa y
política de todo el amplio territorio del Perú. A partir de su obra, los virreyes que
siguieron lograron hacer del Perú el más importante virreinato de América.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Organización política colonial del virreinato del Perú:
La organización política colonial de los virreinatos
españoles en general estuvo delineada por la corona
española, el rey implanto una política absolutista y
centralista en sus colonias de ultramar hacia la
metrópoli "España". El virreinato del Perú se estableció
en 1542 mediante una Real Cédula expedida por el
rey Carlos I de España (Carlos V de Alemania) para
ejercer una autoridad y dominio absoluto en las nuevas
tierras americanas, ante el peligro que representaban
las guerras civiles entre los conquistadores, los cuales
disponían de los indígenas y sus tierras.
 AUTORIDADES METROPOLITANAS

 EL REY: Era el máximo representante de poder en esta jerarquía,


ejercía un poder absoluto y supremo en sus reinos y colonias. en
el siglo XVI las monarquías europeas en su mayoría (a excepción
Inglaterra) ejercían una poder ilimitado, por eso fueron llamadas
"Monarquías absolutistas" ya que concentraban todos los poderes
y facultades de gobierno en una persona que era el monarca o Rey,
el cual no daba cuenta de sus actos a ninguna persona o
Institucion, sino solo a Dios, ya que se creían que el poder ilimitado
de los reyes emanaba de un mandato divino.
Dinastías que gobernaron España durante el virreinato del Perú:
1. Dinastía Austriaca o Habsburgo
 Carlos I de España (1516-
1556)
 Felipe II de España (1556-
1598)
 Felipe III de España (1598-
1621)
 Felipe IV de España (1621-
1665)
 Carlos II de España (1665-1700)

2. Dinastía Francesa o Borbon


 Felipe V de España (1700-1746)
 Fernando VI de España (1746-1759)
 Carlos III de España (1759-1788)
 Carlos IV de España (1788-1808) → Se produjo la
invasión napoleónica Fernando VII de España (1814-
1833)

 EL CONSEJO DE INDIAS
Era un organismo creado por el Rey Carlos I de España en 1524,
después de la conquista de México por Hernán Cortez, como
Real y Supremo Consejo de Indias para el gobierno y la
administración de las colonias de la corona española en
Ultramar.}
El consejo de Indias era la máxima institución judicial en las
colonias, se encargaba de nombrar a las autoridades virreinales
(Virreyes, oidores, visitadores, corregidores, etc.) Esta institución
también sancionaba las leyes mediante las reales cédulas y
ordenanzas.

FUNCIONES Y ARBUCIONES DEL CONSEJO DE INDIAS


1. De Gobierno: Preparaban las leyes y otras disposiciones
de materia legal, que debían ser aprobadas por el Rey y
luego aplicadas en las colonias. El consejo de Indias
encargaba por orden del Rey de dirigir el gobierno colonial.
El consejo de Indias proponía al monarca español los
candidatos para los cargos más importantes en las colonias:
Virreyes, corregidores, oidores, capitanes generales,
intendentes (S.XVIII). De igual manera daba su visto bueno
al nombramiento de los funcionarios religiosos.
2. Militares: Se encargaban de la organización militar de los
territorios de ultramar de reino de España
3. Judiciales: El consejo de Indias ejercía la jurisdicción
suprema en los temas judiciales, funcionaba como un
tribunal de última instancia en las colonias hispanas. Las
atribuciones judiciales del Consejo de Indias obligaban a las
más altas autoridades coloniales a someterse a los
denominados Juicios de Residencia, donde eran juzgados
por el gobierno que habían concluido, es decir daban
cuentas de sus actos gubernamentales al concluir su
periodo de función.
4. Financieras: Se encargaban del manejo y fiscalización de
los recursos que llegaban de las colonias españolas, de
origen Ultramar
 AUTORIDADES LOCALES
A. El Virrey
El Virreinato del Perú fue creado por Real Cédula el 20 de
noviembre del 1542, y el primer virrey nombrado por el Rey fue
Blasco Núñez de Vela y el ultimo virrey del Perú fue José de la
Serna que fue derrotado en la Batalla de Ayacucho, donde se firmó
la capitulación de Ayacucho y se consolidaba la independencia del
Perú. En total fueron 40 virreyes o 41 virreyes si se contase a Pio
Tristán que fue designado Virrey luego de que callera prisionero
José de la Serna, el gobierno colonial duro alrededor de casi 300
años donde los pueblos americanos fueron sojuzgados y
sometidos a un rey Tiránico extranjero.
El Virrey era un funcionario nombrado por el Rey de España a
propuesta del consejo de Indias para gobernar territorios
coloniales, en consecuencia el Virrey representaba de forma
personal la autoridad del Rey, ejerciendo autoridad suprema en los
territorios donde era asignado virrey.
El virrey ejercía la autoridad suprema, pero no absoluta, como era
el caso del Rey, sino que era la cabeza del gobierno con una
división de poderes, donde las audiencias ejercían una especie de
contrapeso al poder del virrey.

FUNCIONES Y ATRIBUCIONES DEL VIRREY


1. Políticas: Era el jefe del gobierno colonial con todos los
derechos y obligaciones, ya que era el representante del
Rey en las colonias.
2. Legislativas: Dictaba leyes y ordenanzas en las colonias,
dando cuenta de ello al Consejo de Indias.
3. Judiciales: Ejercía la presidencia de las Audiencias, votaba
las sentencias y conmutaba penas.
4. Militares: Era el jefe supremo militar (Capitán general) en el
Virreinato.
5. Económicas: Era el encargado de la fiscalización de la
hacienda, controlaba los ingresos (impuestos, tributos,
aportes, etc.) que recibía el Tesoro Real.
6. Religiosas: Ejercía el Vice patronato de la Iglesia Católica,
lo cual lo facultaba a nombrar autoridades eclesiásticas de
menor jerarquía.

B. LAS AUDIENCIAS
Las Reales Audiencias tenían como función principal la
administración de justicia al interior de los virreinatos, pero también
cumplían funciones de gobierno en ausencia del Virrey. Las
Audiencias estaban conformadas por el virrey, el cual presidia la
Audiencia quien tenía voz, pero no voto en los conflictos de
carácter civil y penal; existían varios magistrados denominados
Oidores (los que oían a las partes en conflicto), el cargo de Oidor
era desempeñado por abogados de carrera, pero además las
audiencias se componían de fiscales y alcaldes del crimen.

Las Audiencias según se categoría eran de dos clases:


 Audiencias Virreinales: Las cuales eran presididas por el
mismo virrey, como en el caso de las Audiencias de Lima y
México, estas Reales audiencias eran de mayor rango o
jerarquía.
 Audiencias Ordinarias o Subordinadas: Eran las
Audiencias que estaban sujetas a la autoridad de las
audiencias virreinales.
El virreinato del Perú durante los siglos XVI, XVII y comienzos del
siglo XVIII abarco casi toda América del Sur, con excepción de los
dominios portugueses (Brasil) y la gobernación de Venezuela que
dependía del Virreinato de México (Nueva España).
El virreinato peruano en esos años estaba conformado por las
Reales Audiencias siguientes:
 Audiencia de Lima (creada en 1542)
 Audiencia de Panamá (creada en 1535)
 Audiencia de Santa fe de Bogota (creada en 1549)
 Audiencia de Quito (creada en 1563)
 Audiencia de Charcas (creada en 1559)
 Audiencia de Chile (creada en 1609)
 Audiencia de Buenos Aires (creada en 1661)
Pero luego de las reformas borbónicas iniciada por los reyes de la
dinastía Borbón, de origen francés, el territorio del virreinato
peruano se redujo y solo conservo la audiencia de Lima, pero luego
de la revolución de Tupac Amaru II se creo una Audiencia en la
ciudad de Cusco (creada en 1787).
Las audiencias tuvieron considerable importancia en el gobierno
colonial, ya que controlaban al mismo Virrey y otros funcionarios
coloniales. Las audiencias alejadas del gobierno central asumieron
mayor autonomía, con características nacionalistas e
independistas. Es de saber que las audiencias alejadas del núcleo
central de poder político y militar (Virreinato del Perú en el Siglo
XVIII) fueron el germen de los futuros levantamientos
revolucionarios exitosos que independizaron a la América
española.

C. LOS CORREGIMIENTOS
Los corregimientos abarcaron grandes extensiones de territorio
(provincias). Los corregidores eran nombrados por el Rey ,
mediante el Consejo de Indias, pero también podían ser
designados por el virrey, en tal caso gozaban de un periodo más
corto de gobierno, existían corregimientos de españoles y de
indios.
Los corregidores de indios lograron desplazar a los encomenderos,
pero que eran las encomiendas , las encomiendas fue un derecho
concedido por el Rey de España a ciertas personas por medio del
cual encomendaban , encargaban el cuidado de un determinado
numero de indios que debían educar, vestir, proteger y trasmitirles
la religión católica, y a cambio de ello los indios deberían trabajar
para el encomendero en sus feudos "Tierras". Los corregimientos
al igual que las encomiendas fueron las principales fuente de
explotacion hacia los indios. Las encomiendas fueron suprimidas o
abolidas por el Rey Felipe V en el año 1720.
Los corregidores eran la principal autoridad local dentro del
virreinato, ya que representaban al Rey y virrey , eran los
encargados de la cobranza de los tributos y de corregir los abusos,
arbitrariedades que se cometiesen en contra de los indios, pero sin
embargo los corregidores se convirtieron en los mayores
abusadores y extorsionadores de los indios, mediante el cobro
abusivo de tributos, trabajos forzosos mal remunerados, venta de
objetos innecesarios para endeudarlos "Repartimientos
mercantiles"). fue así como los corregidores lograron acumular
grandes riquezas, pero también se convirtieron en los funcionarios
más odiados, repudiados por los pobladores andinos, lo cual
llevaría a muchas rebeliones que darían origen a la gran
Revolución de Tupac Amaru II, quien ejecutaria al corregidor
Antonio de Arriaga por las explotaciones y crueldades hacia los
indios indefensos.
Los corregimientos fueron suprimidos en 1782 por su descrédito e
impopularidad, fue una consecuencia de la Revolución de Tupac
Amaru II quien hizo temblar los cimientos del imperio español.
D. LAS INTENDENCIAS
Las intendencias son unas circunscripciones territoriales externas
de origen francés que fueron creadas en el año 1785 durante el
reinado de las Dinastía Borbón o Francesa, como reemplazo a los
suprimidos Corregimientos. Las intendencias eran gobernadas por
un funcionario colonial llamado Intendente designado por el Rey,
las Intendencias se subdividian en Partidos a cargo de funcionarios
llamados Subdelegados. En total en el Virreinato del Perú luego de
las Reformas Borbónicas, existieron 8 intendencias con 56
partidos:
 Intendencia de Lima
 Intendencia de Trujillo
 Intendencia de Tarma
 Intendencia de Huamanga
 Intendencia de Huancavelica
 Intendencia de Cusco
 Intendencia de Arequipa
 Intendencia de Puno
El propósito de la implementación de las Intendencias fue la
centralización de la administración para obtener una mayor
eficiencia en la recaudación de los impuestos. Los intendentes a
diferencia de los corregidores demostraron mayor honestidad y
preparación en sus funciones.

Facultades de los Intendentes:


 Políticas: Eran los jefes de gobierno en sus
circunscripciones.
 Judiciales: Administración de la justicia local.
 Económicas: Fiscalización y recaudación de los tributos.
 Militares: Encargados de suministrar abastecimientos a los
contingentes militares alojados en sus territorios.

E. LOS CABILDOS
Los cabildos o ayuntamientos eran instituciones de gobierno de las
ciudades que se encargaban de los aspectos propios de un
municipio actualmente (gobiernos municipales o urbanos). Los
cabildos estaban constituidos por dos alcaldes elegidos
anualmente y varios funcionarios llamados Regidores que ejercían
el cargo inicialmente por nombramiento, pero luego los cargos de
regidor fueron adquiridos por compra y de duración perpetua.
Los Cabildos eran gobernados por una oligarquía de personajes
notables de la ciudad que compraban los cargos, que luego los
heredaban o revendian según sus conveniencias, en desmedro de
los pobladores urbanos de clase media-popular, solamente el
cargo de Alcalde se salvo de ese proceso mercantil, pero los
alcaldes eran elegidos por los miembros del cabildo lo cual
finalmente perpetuaba a una oligarquía corrupta y poco
comprometida con el gobierno municipal.
F. LOS CURACAS
Llamados Caciques por los españoles, eran los descendientes de
la antigua clase dominante del Imperio, Se convirtieron jefes de las
comunidades indígenas.
Los Caciques eran los intermediarios entre los indígenas y la clase
dominante española. Los españoles se valieron de los caciques
para mantener el control y la explotación de los indígenas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL EN EL VIRREINATO
 REPUBLICA DE INDIOS
Los aborígenes del Perú y América fueron agrupados en una comunidad
denominada "República de Indios", estos se encontraban en una situación
de dependencia frente a la república de españoles. Entre los indios
(indígenas) existían diferencias sociales, en el nivel superior se
encontraban los caciques y sus familias, el grupo inferior abarcaba a los
indios del común (Hatunrunas), los yanaconas y otra variante de indios.
Los caciques conformaban la nobleza indígena que apoyaba en el
mantenimiento del orden colonial, por ejemplo colaboraban con el cobro
del tributo y la administración de la mita, por su respaldo los caciques
estaban exonerados de pagar tributo y realizar la mita, además los nobles
indígenas recibían educación, podían desarrollar actividades comerciales
y tener propiedades.
Los indios del común eran los que vivían en las reducciones, estos
realizaban la mita y pagaban tributo, fueron los grandes generadores de
riqueza en la colonia (desde su explotación en las encomiendas) muchos
de ellos prefirieron convertirse en yanaconas (estos se volvían siervos de
una hacienda y gracias a ello no tributaban ni mitaban). Entre otros tipos
de indios tenemos los forasteros, de faltriquera y prósperos. Debemos de
recordar que jurídicamente los indios eran vasallos del Rey de España no
fueron esclavos.

 LA REPUBLICA DE ESPAÑOLES
Fue el sector dominante, dividido de la siguiente manera:
A. La Nobleza
1. Españoles peninsulares (chapetones).- aquellos nacidos
en España y que poseían títulos nobiliarios (descubridores,
invasores, funcionarios administrativos y eclesiásticos
2. Españoles americanos (criollos).- aquellos nacidos en
América, pero de padres españoles (latifundistas, dueños de
minas y obrajes, comerciantes de ultramar).
B. Mestizos.- Es el hijo del español con indígena. Su situación
oscilaba entre la clase media y el pueblo. El mestizo no pago tributo
ni rendía ningún tipo de servicio personal. Entre sus labores estuvo
ser un artesano privilegiado, pintor, escultor, campesino libre y bajo
clero.
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA DEL VIRREINATO
1. LAS MINAS
Las minas más pequeñas, en cambio, fueron explotadas por particulares
con la obligación de pagar como impuesto el Quinto Real, o sea, la quinta
parte de la riqueza obtenida.
Los principales yacimientos mineros fueron:
 Castrovirreyna
 Huancavelica
 Cerro de Pasco
 Cajabamba
 Contumanza
 Carabaya
 Cayllama
 Hualgayoc, todas estas ubicadas
en el actual Perú.
Pero el descubrimiento más grande a
nivel minero fue sin duda el yacimiento
de Potosí, cuya producción se sustentó
en la terrible mita minera. Los métodos
de purificación fueron: Guayra; se
introduce el mineral en grandes hornos donde por el calor separa la plata
de otros minerales. Amalgama: se mezcla el mineral con el
azogue(mercurio) y luego de dejarlo reposar se extrae la plata.

2. REGIMEN COMERCIAL
El comercio virreinal estuvo basado en el
monopolio debido al carácter exclusivista y
mercantilista que prevaleció en la
economía. Por efecto del monopolio, solo
España podía comerciar con sus colonias.
Con tal propósito, se creó en Sevilla la
llamada Casa de Contratación de Sevilla
en 1503, organismo encargado de velar
por el cumplimiento del monopolio.
Además, en cada virreinato funcionaba
una institución llamada Tribunal del
Consulado, que controlaba el movimiento comercial e intervenía en todo
lo relacionado a él .
El monopolio no dio resultado para España; en cambio, fomentó el
comercio ilícito, de contrabando, a cargo de ingleses, franceses y
holandeses. Rompieron también el
monopolio comercial los terribles
corsarios (que robaban para beneficiar a
sus propios países o determinada nación
europea), como los feroces piratas (que lo
hacían para su propio provecho). Francis
Drake, famoso Corsario inglés, atacó los
puertos del Virreinato del Perú, sobre todo
el del Callao
Por diversas circunstancias el sistema del
monopolio fue quebrantándose. Así, a la
firma del tratado de Utrecht en 1713,
España concedió a Inglaterra el derecho
de enviar cada año a puertos coloniales
del atlántico, un barco o “navío de
permiso”, con 500 toneladas de
mercaderías. En 1735 la misma España
concedió el “navío de registro“ que, previa
inscripción en los puertos españoles,
llegaba a los puertos del Pacifico con mercaderías para su
comercialización, hasta que el rey Carlos III, en 1778, decretó el libre
comercio, por el cual otros puertos españoles y sudamericanos podían
efectuar esta actividad.

3. IMPUESTOS COLONIALES
Impuestos coloniales La llamada Real hacienda o Caja fiscal del Rey
obtenía recursos directos con el cobro de una serie de impuestos, que
afectaban a las actividades económicas Entre los impuestos, que el
virreinato pagaba a la corona fueron:
 QUINTO REAL: el 20% de la producción minera le pertenecía al
rey
 TRIBUTO: pagado por los indios de manera comunal. Los nativos
tenían esa obligación en su condición de vasallos.
 ALMOJARIFAZGO: era un derecho de aduana, pagaban
impuestos las mercaderías que entraban y salían de los puertos.
 ALCABALA: Impuesto a las transacciones o transferencias de
propiedades (esclavos, tierras, etc)
 ANNATA: impuesto aplicado a las rentas generadas por ocupar
cargos de diversa índole, se calculaba en función de las ganancias
obtenidas en un año.
 DIEZMO: consistía en que el 10% de la producción de la tierra se
dedique a la Iglesia Católica.
 AVERIA: Se cobraba a las mercaderías del atlántico en galeones.
 GABELA: Impuesto municipal.
 PRIMICIAS: impuestos a la ganadería.

4. AGRICULTURA
La agricultura no tuvo un desarrollo importante en el virreinato. Al igual
que en otros lugares conquistados por los españoles, la tenencia de la
tierra se trastocó, así como el usufructo que se hacía de ella. Con la
llegada de los españoles llegaron también productos vegetales, animales
de granja y aves de corral. Desde un inicio los indígenas fueron
empleados en las faenas agrícolas y fue a través de esta práctica que
pudieron pagar sus tributos. Nuevas técnicas como el barbecho, la rosa y
quema así como diferentes instrumentos les fueron dados a los nativos
para que explotaran al máximo la agricultura.

5. PRODUCTOS TRAIDOS POR LOS ESPAÑOLES


 Ganado: Vacuno, lanar, caprino, porcino y equino.
 Cereales: Trigo, cebada y centeno.
 Otros vegetales: Caña de azúcar, lentejas, garbanzos, frijoles,
lechugas, col, espinaca, apio, espárrago, zanahoria, nabo,
betarraga, rábanos, bananas, naranja, limón, etc.
1. EL PERÚ REPUBLICANO EL SIGLO XIX

El siglo XIX fue testigo de dos


momentos dramáticos que marcaron
notablemente el desarrollo histórico
peruano: la Independencia y la
Guerra con Chile. Fueron dos
coyunturas trágicas que sembraron
caos, destrucción material y división
interna. Ambos dejaron muchos odios y tareas por resolver. También es visto
como el siglo de las oportunidades perdidas por la gran riqueza guanera
que multiplicó el derroche y la corrupción hasta colocar al país en bancarrota
hacia los años de 1870. Si consideramos que la independencia se logró en 1824
con la batalla de Ayacucho y que las tropas chilenas abandonaron el Perú en
1884, deducimos que los primeros 60 años de la historia peruana estuvieron
marcados por el fracaso.

Luego de Ayacucho el Perú no pudo escapar al dominio de los caudillos. Estos


personajes, en su mayoría militares, manejaron el poder a su antojo, sembraron
el caos político y, lo más peligroso: su personalismo retrasó el asentamiento del
orden institucional en el país. Luego de la pobreza general dejada por las guerras
independentistas, a partir de 1850 la bonanza guanera les permitió gozar de un
recurso para asegurar su permanencia en el poder. De esta manera el país
experimentó un clima de relativa estabilidad política y pudo ser testigo de algunas
inversiones en obras públicas (educación, servicios urbanos y ferrocarriles).
Ramón Castilla fue el caudillo más afortunado pues sus gobiernos coincidieron
con esta prosperidad falaz, tal como llamó a esta era Jorge Basadre.

Pero en realidad el guano sembró la irresponsabilidad en el manejo del Estado.


Mucho se invirtió en burocracia, en gastos militares y en operaciones oscuras.
Los gastos superaban a los ingresos y muchas veces, para cubrir el déficit, se
recurrió al crédito externo poniendo como garantía las ventas futuras del guano.
En algún momento el sistema tenía que colapsar. Esto sucedió en la década de
1870 cuando el Perú se declaró en bancarrota: tenía la deuda externa más
grande de Latinoamérica y sus ingresos no podían cubrir sus gastos corrientes
y el pago de la deuda. Pero los problemas no quedan allí. La guerra estaba a la
vuelta de la esquina: en 1879 el Perú, unido a Bolivia por un “tratado secreto”,
tuvo que entrar en un conflicto por el control del salitre frente a Chile.

El país no estaba en condiciones económicas, políticas y militares de salir bien


parado de la contienda. El conflicto terminó formalmente en 1883 con el Tratado
de Ancón que sancionó una grave pérdida territorial. Las provincias del sur, ricas
en salitre, fueron el botín del enemigo. La derrota ponía fin a una etapa. Ahora
había que reconstruir el país bajo otros criterios. Los puntos pendientes eran:
erradicar el caudillismo en la política, fomentar el desarrollo de las instituciones,
diversificar las exportaciones para no depender de un solo recurso y hacer un
manejo más técnico de la economía. Los años que vienen son un esfuerzo por
hacer del Perú un país más moderno e integrado para afrontar los desafíos del
siglo XX.

2. LA REPÚBLICA INICIAL (1825-1845)


Luego de la batalla de Ayacucho el Perú quedó con
total libertad de organizarse políticamente. El
problema era que los cambios sociales y económicos
habían sido pocos. Por ello fue que el orden liberal y
republicano que propusieron muchos políticos estaba
divorciado de una realidad todavía muy arcaica y,
ahora, caótica. Durante los siguientes años la
participación política quedó reducida a un pequeño
grupo de la población, es decir, a la élite civil y militar
sin un proyecto nacional claro. Por ello al interior del país surgieron tendencias
regionalistas y por momentos separatistas como en los departamentos de Cuzco
y Arequipa. Allí, como en la mayor parte del país, la presencia del estado era
muy débil luego del desmantelamiento de la administración virreinal. Surgió así
la presencia del gamonal, es decir, el terrateniente que sumó a la propiedad de
la tierra el poder político en su localidad o región.
En este clima las instituciones no funcionaban o eran casi inexistentes, y la falta
de una clase dirigente hizo que los intereses de grupo, las lealtades regionales
o personales fueran la clave de la vida política. El poder terminó cayendo en
manos de los jefes militares vencedores de Ayacucho: los caudillos. Ellos
representaron intereses regionales de gamonales y comerciantes a los que
concedían cargos públicos y tierras. Eran la cabeza de una complicada pirámide
de patrones y clientes. Las figuras de Agustín Gamarra, Felipe Santiago
Salaverry, Andrés de Santa Cruz o Manuel Ignacio de Vivanco, claves en la
política de estos años, corresponden a este primer militarismo, tal como lo definió
Basadre.

3. EL ROSTRO DEL PERÚ

La población, en 1828, fue calculada en 1’279,726 habitantes. El Perú seguía


siendo un país rural. La mayoría eran indios que formaban comunidades
campesinas. Lima era la ciudad más populosa con 54 mil habitantes. Cerca de
la mitad del país estaba compuesto por un territorio desconocido: la Amazonía.
Las fronteras políticas estuvieron poco definidas y fueron causas de conflictos
con Bolivia (1828) la Gran Colombia (1829) y Ecuador (1859).

No hubo esta época un centralismo sino más bien una desarticulación por el
poco efecto concentrador de Lima y, se podrían distinguir, hasta cuatro circuitos
comerciales casi autosuficientes: Lima y la costa central; la costa norte y
Cajamarca; la sierra central; y la sierra sur.

Las comunicaciones eran difíciles puesto que a pesar de contar con cinco
puertos mayores (Paita, Huanchaco, Callao, Islay y Arica), las antiguas rutas que
habían comunicado a Lima con Arequipa, Cuzco y el Alto Perú sufrían un penoso
abandono. Todo esto añadido a la difícil geografía y a la numerosa presencia de
bandidos, viajar se convirtió en una empresa arriesgada. La circulación
monetaria disminuyó y en muchos lugares el comercio sólo pudo efectuarse
mediante el trueque.
Esta situación empezó a cambiar durante la época del guano. A nivel social
surgió una clase “rentista”, es decir, un reducido círculo de familias muy ricas,
amantes del lujo, pero sin vocación empresarial. Su fortuna, proveniente de los
negocios guaneros, se formó sin esfuerzo tecnológico o creativo alguno. No solo
importaron de fuera artículos de lujo, sino también una buena dosis de ideología
liberal y un nuevo estilo de vida a imagen y semejanza de las burguesías
europeas. Ellas se modernizaron, pero no les interesó difundir los nuevos valores
contribuyendo a acentuar su distancia respecto a la mayoría que siguió viviendo
en un mundo arcaico.

Pocas épocas en el Perú dieron lugar a tanto lujo y ostentación. Luego del
empobrecimiento sufrido tras la independencia, la élite tuvo dinero suficiente
para gastar. El culto a los artículos importados hizo rico a más de un comerciante
que estableció su tienda en las calles del centro de Lima. Sumas enormes de
dinero fueron derrochadas en una desmedida importación de artículos de lujo.
En Chorrillos, el balneario de moda, los nuevos ricos se dedicaban al juego y
llevaban un estilo de vida opulento.

Hacia 1870, año en que se derrumbaron sus murallas, Lima contaba con poco
más de 100 mil habitantes. Comenzaba por el norte con el Convento de los
Descalzos y terminaba por el sur en la Portada de Guadalupe, muy cerca de la
actual Plaza Grau. En el lugar que ocupaban las murallas se trazaron, a la
manera francesa, avenidas en forma de boulevard que rodearon a la
ciudad formando un cinturón de calles amplias y arboladas.

Además, se diseñaron parques decorativos con quioscos afrancesados como el


Parque de la Exposición inaugurado por el presidente Balta en 1872. Pero la
influencia francesa no sólo se hacía sentir en el diseño urbano. La moda de París
entusiasmaba a las mujeres y desplazaba a las tapadas. La gente de entonces
también utilizaba su tiempo libre para hacer deporte al fundarse, por ejemplo, el
"Club Regatas Lima". Asimismo, apareció el tranvía remolcado por caballos y se
construyó el teatro Politeama con capacidad para 2 mil personas.
Por último, a partir de 1850, llegaron trabajadores chinos para reemplazar a los
esclavos negros en las haciendas de la costa. Los beneficios del trabajo de los
culíes lo percibieron de inmediato los terratenientes. Con el conocimiento
ancestral que tenían del trabajo agrícola y con su esfuerzo físico permitieron el
notable incremento en la producción de caña y algodón. Los chinos también
fueron empleados en la extracción del guano de las islas y en el servicio
doméstico. La llegada de los coolies fue continua y creciente: entre 1849 y 1874
arribaron casi 90 mil. Lo censurable fue que su trabajo se realizó en condiciones
de semi-esclavitud. Los malos tratos se iniciaban en el viaje desde la colonia
portuguesa de Macao hasta su llegada al Callao. La penuria continuaba en el
Perú. El trato de los hacendados fue muy duro. El uso de cadenas, látigos y la
exigencia del cumplimiento del horario fue algo cotidiano.

4. ESTRUCTURA DE LA REPUBLICA PERUANA

4.1. POLITICA
Al iniciarse la república los militares asaltaron el poder en el perú, no
le importaban las elecciones, ni el voto popular, lo único real era tomar
el poder para beneficio personal y de su grupo

El Perú se caracterizó políticamente por la presencia fuerte de militares


en el gobierno. Recordemos que los primeros gobernantes fueron:

 Don José de San Martín: militar argentino.


 José de la Riva Agüero: militar peruano.
 Don Simón Bolívar: militar venezolano.
 José de la Mar: militar colombiano.
 Agustín Gamarra: militar peruano.
 Andrés de Santa Cruz: militar boliviano.

En pocas palabras, los militares convirtieron al Estado del Perú en su


propiedad personal. Por lo que el poder para los civiles estuvo negado.
Recién en 1872 un civil ocupará el sillón presidencial.

Estos gobiernos militares se caracterizaron por:


 La falta de respeto a la Constitución Política del Perú.
 Los constantes golpes de Estado.
 Las guerras permanentes con otras naciones, por temas limítrofes
o de injerencia política.
 Pésimo manejo fiscal.
 La falta de un plan para desarrollar el país.
 Cada gobierno beneficiaba a su grupo político, pero no
construyeron un proyecto político nacional.

De ser la joya de la corona española y dominar los mares del Sur, al


iniciarse la República, el Perú políticamente perdió la importancia y el
poder de épocas anteriores sobre el eje sudamericano. Países como
Colombia, Argentina y Chile empezaron a crecer, mientras que el Perú
entraba en un proceso de involución.
4.2. ECONÓMICA
Las guerras de independencia hicieron
estragos en la economía del país, se produjo
un empobrecimiento, fuga de capitales y el
aumento desmesurado del contrabando que
no aportaba impuestos al estado del Perú
Tomemos como fuente los Informes de los
Cónsules Británicos realizado por Heraclio
Bonilla para entender la situación del Perú al
iniciarse la República:

4.2.1. INICIO DE LA POBREZA EN EL PERÚ


Las desastrosas guerras han contribuido a una mayor disminución
de la ya escaza población; y la minería, que mostraba algún
progreso industrial, fue obstaculizada en sus operaciones. La
ruina de muchas familias ricas, la emigración de otras, y los largos
sufrimientos del pueblo, debido a las continuas guerras, han
originado tal pobreza y tan extensa desolación en el país.

4.2.2. DESCAPITALIZACIÓN
Existió en Lima entre 1700 y 1800 un capital comercial que
excedía los 15 millones de dólares. Mientras que para 1820 es
inferior a 1 millón.
14 millones de dólares fueron retirados del Perú al iniciarse la
república. es decir el Perú se descapitalizó, perdiendo el capital
necesario para el despegue de las distintas actividades
productivas
La descapitalización del Perú al iniciarse la República es uno de
los aspectos más negativos, se debe entender que el capital es
el dinero con el cual se pueden invertir en múltiples actividades
económicas lo cual repercute en el bienestar de la nación.
Se podría decir que en la época colonial el Perú tenía 15 veces
mayor capacidad de inversión que al iniciar la República. Sin
capacidad de inversión el país estaba al borde del fracaso. De
nada vale tener recursos naturales, si no existe el capital para
ponerlos en valor y comerciarlos. Ahora ¿qué ocurrió con toda la
riqueza que existía en el Perú en la época colonial? La respuesta
estaría que muchos magnates emigraron del país llevándose
consigo su riqueza, lo cual fue dañino para la economía nacional.
Algunas personas desconocedoras de la economía exigen que
se vayan los ricos del país, exactamente eso ocurrió al iniciar la
República, la consecuencia fue que tuvieron que pasar varias
décadas de pobreza y podredumbre generalizada para que
grupos de poder puedan capitalizarse y realizar las inversiones
que el Perú necesitaba.

4.2.3. EL TRIBUTO INDÍGENA


En el año 1821 Don José de San Martín eliminó el tributo
indígena, sin embargo, Simón Bolívar tendrá que reinstaurarlo
posteriormente, debido a la falta de ingresos económicos al
Estado del Perú. De esta manera los ingresos económicos del
Estado del Perú eran por los siguientes rubros:

a.- Tributo indígena 31%


b.- Tributo de castas 13 %
c.- Casa de Moneda 36%
d.- Otros 20%
Esto significa que, al iniciarse la República, la economía del Perú
continuó siendo dependiente de los aportes obligatorios de la
masa indígena. Se supone que uno de los objetivos de la
independencia era la eliminación de ese rubro, sin embargo, la
realidad hacía que ese impuesto continuase.
4.2.4. INICIO DE LA DEUDA EXTERNA
La misión García del Río, obtuvo un préstamo del Reino Unido por
la cantidad de 1, 200, 000 libras esterlinas, de las cuales el Perú
recibió sólo 800,000. Así en 1821 se iniciaba la deuda externa en
el Perú.

4.3. SOCIAL
El elemento criollo asumió el poder al iniciarse la república, en forma
general preferían vivir de las rentas y mantener cautivo al mercado
peruano. poco propensos a las exportaciones y al libre mercado no
lograron desarrollar un sistema capitalista poderoso en el Perú.
Según el registro de 1812, el virreinato del Perú estaba compuesto por:

Población Total: 1 ´509, 551 habitantes.


 954, 799 indios.
 287, 486 mestizos.
 178,025 españoles.
 89, 241 esclavos.
LA ERA DEL GUANO Y DEL SALITRE Y
LA GUERRA CON CHILE
LA ERA DEL GUANO
El Estado peruano era el dueño de depósitos de guano de las islas del litoral y
el primer interesado en sacarle provecho a este recurso natural. Para lograr este
objetivo buscó asociarse con el capital privado, peruano y extranjero. De esta
manera, el Estado aportaba el recurso y los empresarios privados el capital
necesario.
Fue el comerciante peruano Francisco Quirós el primero en asociarse con el
Estado. En 1841 firmó un contrato de arrendamiento por el que tenía los
derechos de explotación a cambio de pagar tan sólo 10 mil pesos anuales
durante 6 años. El Estado se benefició al principio, pues esta cantidad de dinero
era importante para incrementar su presupuesto y la primera plata que ingresaba
por la venta de este recurso. Sin embargo, el incremento del precio que los
agricultores ingleses estaban dispuestos a pagar ocurrió en pocos meses y
pronto fue evidente que el Estado había subvaluado el recurso. Aparecieron las
voces críticas para señalar que Quirós estaba haciendo un negocio redondo a
costa del Estado.
El Estado respondió a las críticas recibidas cancelando su contrato de
arrendamiento en 1842 para firmar con empresarios privados nacionales y
extranjeros los contratos bajo la modalidad de la venta directa. Durante cinco
años se celebraron distintos contratos de venta directa con peruanos como el
propio Francisco Quirós y firmas comerciales extranjeras como la inglesa de
Anthony Gibbs. En estos años se exportaron alrededor de 300 mil toneladas de
guano. El margen de ganancia para el estado fue de un 30% del valor de lo
vendido. Si bien no representaba un ingreso importante, fue suficiente para que
el Perú sea un país elegible para créditos y préstamos del exterior.
El Estado, a lo largo del periodo 1840 a 1875, siguió buscando obtener una
proporción mayor del valor total del guano vendido y decidió cambiar de sistema
de explotación por segunda vez. El sistema de venta que mayor tiempo
permaneció activo (1847 a 1869) fue el de consignaciones. Este sistema era un
acuerdo entre el Estado y empresarios peruanos como Francisco Quirós o
Manuel Pardo y extranjeros como los británicos Gibbs o Grace. En este sistema
se les otorgaba la explotación del guano durante un tiempo a cambio de un
porcentaje que variaba entre el 35 y el 45 %. El consignatario se encargaba de
todo el proceso de explotación, exportación y venta del guano. El Estado recibía
una porción del ingreso líquido después de producida la venta. El problema era
que el Estado necesitaba efectivo y no podía esperar hasta el reparto de
ingresos. Por esta razón los consignatarios se convirtieron en los mayores
prestamistas del Estado cobrándole entre el 4 y 13% de interés.
Perú se convirtió en el primer exportador mundial de guano. Entre 1840 y 1880,
el nivel de las exportaciones alcanzó los 11 millones de toneladas, que fueron
vendidos en Europa y Norteamérica por un estimado de 750 millones de pesos.
Los ingresos generados por la venta del guano se convirtieron en la principal
fuente de ingresos fiscales, los cuales aumentaron considerablemente.
Entre 1845 y 1868, el Estado dispuso de abundantes recursos económicos
gracias al guano. Fue un período de relativa prosperidad y mayor estabilidad
política, especialmente durante los dos gobiernos de Ramón Castilla (1845-1851
y 1855-1862)
En 1847, Castilla introdujo el sistema de las consignaciones: el estado peruano
encargaba a particulares la explotación del producto, a cambio de lo cual los
empresarios consignatarios se quedaban con un porcentaje de las ganancias
(5%).
Es sólo con la segunda elección de Ramón Castilla en 1854 que la República
Peruana encuentra una relativa paz interior y puede organizar su vida política y
económica. Castilla abolió definitivamente la esclavitud y la pena de muerte y
estableció políticas de promoción de extracción y exportación de fertilizantes
naturales (guano de islas) que inician una era de prosperidad en el país. Los
primeros ferrocarriles y el alumbrado a gas llegan al Perú en este período.
Durante un intermedio José Rufino Echenique fue presidente del Perú. Durante
el segundo gobierno de Castilla se promulgaron las Constituciones de 1856
(Liberal) y la Constitución de 1860 (Conservadora) y reorganizaron los servicios
postales y la carrera pública. En 1862, Castilla entregó el grueso las
consignaciones a un grupo de empresarios peruanos. Gracias a esto, muchos
empresarios se enriquecieron de una manera relativamente rápida.
 GUERRA CON ESPAÑA: En 1864 una expedición española ocupó las
Islas Chincha (productoras de guano) y desató un incidente internacional
de grandes consecuencias en la política interna peruana, que llevó a un
golpe de estado contra el presidente Juan Antonio Pezet, el gobierno de
Mariano Ignacio Prado y la declaratoria de guerra a España. Tras el
combate del Callao (2 de mayo de 1866), la armada española se retiró de
las costas del Perú.
 EL CONTRATO DREYFUS: El gobierno del coronel José Balta (1868-
1872) fue pródigo en obras de infraestructura (construcción del Ferrocarril
Central), aunque en él se perciben ya las primeras muestras de exceso
de gastos del gobierno. En las postrimerías de su gobierno, la elección,
por primera vez, de un presidente civil, Manuel Pardo y Lavalle, llevó a
una insurrección militar que terminó en el asesinato de Balta y la furibunda
reacción de la población de Lima (que ejecutó a los usurpadores). Así
termina lo que Jorge Basadre llamó Primer Militarismo. Pardo implementó
importantes reformas de tipo liberal en la organización del estado. Sin
embargo la principal fuente de recursos del estado, el guano,
sobrexplotado, se empezó a agotar y resultó inevitable una crisis
económica que el sucesor de Pardo, el ya anciano Mariano Ignacio Prado
tuvo que afrontar, en medio de una virtual bancarrota del Estado.
En 1869, el Estado peruano puso fin al sistema de los consignatarios y, a pesar
de las protestas de los empresarios nacionales (los "hijos del país"), le entregó
todo el negocio a la casa comercial del empresario francés Auguste Dreyfus
mediante el Contrato Dreyfus cuyo artífice fue el ministro de Hacienda Nicolás
de Piérola. Este último tipo de contrato de explotación guanera era el monopolio
del guano mediante el cual Dreyfus tendría los derechos sobre toda exportación
guanera a los principales mercados a cambio de pagos por adelantado al Estado.
Se fijó un precio referencial y una cantidad de guano a ser exportada por año
para saber cuánto pagaría el empresario. Si bien este contrato tuvo la ventaja de
darle mucho efectivo por adelantado a la economía del Estado, tuvo la
desventaja de la dependencia del Estado frente a un solo operador. Cuando en
1872 el precio empieza a caer, Dreyfus dejará de pagarle al Estado las
cuantiosas sumas de los primeros años y cuando en 1875 el empresario decide
dejar el negocio, el Estado se quedará sin ingresos de un momento a otro y su
crisis será dramática.
A lo largo de los años 1840 a 1872, el Estado peruano obtuvo ingresos crecientes
gracias a la explotación del guano hecha por sus socios privados. En total, se
calcula que no menos de 65 de cada 100 libras esterlinas generadas por la venta
del guano fueron para el Estado. Sin embargo, muy poco de este dinero fue
invertido para el desarrollo del país y la mayor parte se gastó sin tomar en cuenta
que algún día se podía terminar este negocio.
ANTECEDENTES:
 La exportación de este excelente fertilizante se hizo posible porque
Norteamérica y Europa sufrían las consecuencias de una explosión
demográfica en pleno siglo de la Revolución Industrial.
 El resultado, sin embargo, no fue tan alentador. El dinero generado por el
guano fue gastado en rubros casi improductivos: crecimiento de la
burocracia, campañas militares, abolición del tributo indígena y de la
esclavitud, pago de la deuda interna y saneamiento de la deuda externa.
Solo la construcción de los ferrocarriles y algunas inversiones en la
agricultura costeña escaparon a este desperdicio financiero.
 Hacia 1870, las reservas del guano se habían agotado y el Perú no estaba
preparado para este colapso, cargado como estaba con la deuda externa
más grande de América Latina en el mercado de Londres. Fue entonces
que el país volvió a pasar de millonario a mendigo, sin nada que demostrar
en términos de un progreso económico. El Perú no había podido
convertirse en un país moderno con instituciones civiles sólidas.
 Durante la década de los 70 que comienza a tener gran demanda mundial
un recurso que se constituye en una importante fuente de riqueza: EL
SALITRE. El Perú posee una de las regiones más productivas del
preciado mineral. Bolivia también tiene ingentes yacimientos salitreros en
su provincia litoral de Atacama
 Chile se hallaba en una grave situación económica y al carecer de
recursos naturales para emprender su desarrollo, se verá en la necesidad
de emprender una empresa de conquista ya
que cuenta con el respaldo político, económico
y militar de la burguesía británica, la principal
interesada en obtener el control monopólico del
estratégico recurso.
 La aventura expansionista chilena requiere de
una sólida base militar cuando en 1874 y 1875
adquieren de Inglaterra los poderosos
acorazados “Blanco Encalada” y Cochrane”,
además de adquirir letales cañones Krupp y
Armstrong de tecnología alemana, con lo cual
rompen el equilibrio militar en la región.
 Para paliar la grave situación económica en que se hallaba el Perú, el
régimen civilista de Pardo decretó:
 La estatización del salitre de Tarapacá. Medida que provocó la protesta
unánime de la burguesía chilena y británica
 Creación nuevos impuestos
 Austeridad en el gasto público.
 Disminución del gasto público en defensa, lo cual era un craso error dada
la coyuntura armamentista chilena.
 En estas circunstancias es que estalla la guerra con Chile a causa de la
aplicación por parte del gobierno boliviano de Hilarión Daza de un
“impuesto de 10 centavos” por cada quintal de salitre explotado en su
territorio. Esto provoca la indignación de la Compañía salitrera de
Antofagasta de capitales chileno-británico, alegando que Bolivia estaba
violando un decreto emitido en 1874 donde se comprometía a no gravar
con ningún impuesto a las empresas anglo-chilenas por un lapso de 25
años.
 En respuesta a ello, Chile invade militarmente el puerto boliviano de
Antofagasta el 14 de febrero de 1879, este hecho que origina que Bolivia
le declare la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879.
LA MISIÓN LAVALLE
₪ Frente a la tensa situación en el sur el gobierno peruano de Mariano
Ignacio Prado envía a su Ministro de Relaciones Exteriores para lograr un
arreglo pacífico y amistoso entre ambas naciones.
₪ Lavalle propone la administración protectoral de Chile, Perú y Bolivia en
la zona en conflicto propuesta que fue rechazada por Chile.
₪ El Perú decidió respetar su compromiso defensivo con Bolivia Chile nos
declara la guerra el 5 de abril de 1879.

LA GUERRA CON CHILE


También denominada guerra del Salitre, fue un conflicto armado acontecido
entre 1879 y 1883 que enfrentó a Chile contra los aliados Bolivia y Perú. La
guerra se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las
serranías y valles peruanos.
En febrero de 1878, Bolivia estableció un nuevo impuesto a la empresa chilena
Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA), en violación del
tratado de límites de 1874 que prohibía nuevos impuestos o el aumento de estos.
Chile protestó y solicitó someter el pleito a un arbitraje, pero el Gobierno
boliviano, presidido por Hilarión Daza, consideraba el asunto como interno y
sujeto a la jurisdicción de las cortes bolivianas. Chile insistió y advirtió al
Gobierno boliviano que Chile no se consideraría ligado al tratado limítrofe de
1874 si Bolivia no suspendía el impuesto. Por el contrario, el Gobierno boliviano
rescindió la licencia a la compañía chilena, embargó sus bienes y los puso a
remate. El día del remate, el 14 de febrero de 1879, las fuerzas militares chilenas
ocuparon la población boliviana de Antofagasta sin resistencia, una ciudad
mayoritariamente habitada por chilenos, y avanzaron en pocos días hasta el
paralelo 23°S. La zona entre el río Loa y el paralelo 23°S permaneció bajo
soberanía boliviana.
El Perú, que había firmado con Bolivia un Tratado de alianza defensiva de
carácter secreto, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente envió
un diplomático a Chile para mediar. Ante el avance chileno en territorio
disputado, el 1 de marzo, Bolivia se declaró en estado de guerra contra Chile.
Cuando Perú se negó a permanecer neutral, Chile declaró la guerra a ambos
aliados el 5 de abril de 1879. El 6 de abril, el Perú declaró el casus foederis, es
decir, la entrada en vigor de la alianza secreta con Bolivia.
Aunque el impuesto de los diez centavos y el tratado de 1873 aparecen a primera
vista como los detonantes del conflicto, las causas fundamentales de la guerra
fueron profundas y complejas. Entre ellas los historiadores señalan la vaguedad
de las fronteras coloniales, el interés por el negocio del salitre y la tensión
producida por las diferencias entre el progreso de Chile y la inestabilidad política
y económica de los aliados. A ello se añade la competencia entre Perú y Chile
por la hegemonía regional que incluía una alianza con Bolivia como aliado
menor.
Los territorios disputados, así como las zonas aledañas, se ubican en el desierto
de Atacama, y en aquel tiempo tenían acceso expedito solo por mar. En los
primeros seis meses, Chile logró la supremacía naval, indispensable para
conquistar las zonas costeras del desierto. Antes de fines de 1879 ocupó la
provincia peruana de Tarapacá y, a comienzos de 1880, la zona de Tacna y
Arica, tras lo cual Bolivia abandonó militarmente la guerra. Luego, en enero de
1881, tras vencer en las batallas de Chorrillos y Miraflores al ejército peruano,
las fuerzas chilenas ocuparon Lima. Después de estas campañas, la guerra entre
Chile y Perú continuó por dos años más entre los remanentes del ejército,
guerrillas y montoneros peruanos contra las fuerzas chilenas de ocupación,
hasta la firma del Tratado de Ancón en 1883, en la que Perú, entre otras cosas,
cedió el Departamento de Tarapacá y le fueron retenidas las provincias de Arica
y Tacna.
Al año siguiente se firmó el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884, que
puso fin al estado de guerra entre ambos países. Por su omisión en el tratado,
Bolivia aceptó la anexión chilena de la franja 23°S-24°S. Bolivia aceptó la
ocupación militar chilena de la zona entre el río Loa y el paralelo 23°S, pero su
soberanía quedó en disputa y fue resuelta a favor de Chile en el Tratado de 1904
entre Chile y Bolivia. En el Tratado de Lima de 1929 Chile devolvió Tacna al Perú
y Arica fue cedida a Chile.
CAMPAÑAS MARITIMAS: La situación claramente desfavorecía a nuestro país,
sobre todo en el ámbito naval. Pero, a pesar de ello, los estrategas chilenos
tenían claro que el dominio del mar era una ventaja inmejorable en cualquier
conflicto armado y se lanzaron a la conquista del océano Pacífico. Se iniciaron
así las campañas marítimas, cuya primera acción fue el bloqueo del puerto de
Iquique.
La guerra se desarrolló en varias etapas, siendo la primera la campaña marítima,
en la que se produjo el famoso Combate Naval de Iquique.
El Huáscar hundió a la corbeta chilena Esmeralda en el Combate Naval de
Iquique en mayo de 1879. Luego persiguió naves chilenas hasta su captura en
la batalla de Angamos, hito que finalizó la campaña marítima de la Guerra del
Pacífico.
El frente marítimo fue fundamental para el transporte de tropas e insumos de
guerra chilenos. Antofagasta se convirtió así en el centro de operaciones navales
y terrestres de Chile.
₪ COMBATE NAVAL DE IQUIQUE (21 de mayo de 1879)
En un intento por dominar la vía marítima, la escuadra
chilena -al mando del contralmirante Juan Williams
Rebolledo- bloqueó Iquique, principal puerto salitrero del
Perú. Poco después se dirigió al puerto de Callao para
sorprender a la escuadra peruana. En Iquique quedaron
dos barcos de madera, bastante viejos, para sostener el
bloqueo: la Esmeralda y la Covadonga. La primera
estaba al mando de Arturo Prat y la segunda, de Carlos
Condell.
En la mañana del 21 de mayo de 1879, la Esmeralda y la
Covadonga fueron sorprendidas por dos enormes embarcaciones peruanas, sus
buques más poderosos: el Huáscar, al mando de Miguel Grau, y la
Independencia, comandada por Juan Guillermo Moore.
Al ver el desamparo en que se encontraban las naves chilenas, y después de un
nutrido intercambio de cañonazos, Miguel Grau lanzó al Huáscar sobre la
Esmeralda, espoloneándola. Al grito de “¡Al abordaje!, muchachos”, Prat saltó
sobre la cubierta del buque adversario. Solo alcanzaron a seguirlo el sargento
Juan de Dios Aldea y otro soldado no identificado, quienes, junto con Prat,
murieron sobre la cubierta del monitor peruano. Minutos más tarde, el teniente
Ignacio Serrano, sucesor de Prat, saltó con 10 ó 12 marinos, muriendo todos
ellos.
Después de cuatro horas de lucha, la Esmeralda se hundió y desapareció en el
mar, dejando a 120 de sus defensores en el recuerdo y solo a 60 sobrevivientes.
Luego del hundimiento de la Esmeralda, la Covadonga derrotó en Punta Gruesa
a la Independencia. Esto salvó, sin duda, a muchos puertos chilenos.
₪ COMBATE DE ANGAMOS (8 de octubre de 1879)
Sin embargo, el Huáscar incursionó en aguas del norte y atacó los puertos de
Antofagasta, Caldera, Coquimbo, Taltal y Tocopilla. Una de las acciones más
importantes fue la captura del transporte chileno Rímac, el 23 de julio de 1879,
que llevaba material de guerra y 240 carabineros pertenecientes al regimiento
de caballería de Yungay.
Esto no hizo más que confirmar las grandes habilidades de Miguel Grau. Ante
esto, la ciudadanía comenzó a protestar y exigió un cambio en la dirección de la
guerra. Galvarino Riveros fue nombrado jefe de la escuadra, y Juan José Latorre
tomó el mando del Cochrane, reparado en Valparaíso.
Ante la imposibilidad de comenzar una campaña terrestre e invadir el sur de
Perú, se llegó a la conclusión de que la única forma de lograrlo era hundiendo al
Huáscar.
En la mañana del 8 de octubre, las naves peruanas fueron avistadas desde
Antofagasta; frente a Angamos, en Mejillones, se toparon con una división de la
escuadra chilena. Luego, el Huáscar quedó entregado al ataque del Cochrane;
Latorre le disparó sin parar y Grau cayó en uno de los primeros tiros. Lo mismo
ocurrió con los jefes que lo suceden en el mando.
El Huáscar, reparado en Valparaíso, pasó a ser una de las naves más poderosas
de la escuadra chilena
CAMPAÑA MARÍTIMA EN ANTOFAGASTA: LAS "CORRERÍAS DEL
HUÁSCAR"
El Huáscar hundió a la corbeta chilena Esmeralda en el Combate Naval de
Iquique en mayo de 1879. Luego persiguió naves chilenas hasta su captura en
la batalla de Angamos, hito que finalizó la campaña marítima de la Guerra del
Pacífico.
El frente marítimo fue fundamental para el transporte de tropas e insumos de
guerra chilenos. Antofagasta se convirtió así en el centro de operaciones navales
y terrestres de Chile.
La guerra en el mar se inició más al norte. El 21 de mayo de 1879 se libró el
Combate Naval de Iquique. En el conflicto, el monitor peruano Huáscar hundió a
la corbeta chilena Esmeralda, y Perú perdió el buque Independencia, que encalló
y se rindió en Punta Gruesa, bajo el fuego de la Covadonga.
Después de esta batalla, el Huáscar comenzó su travesía por las costas del norte
para buscar naves chilenas y bloquear puertos. Siguió así a la Covadonga, pero
ésta logró escapar, pese a los daños que sufrió en la batalla de Iquique.
La Covadonga atracó en Tocopilla para ser reparada. Frente a Mejillones, el
trasporte Rimac la remolcó. Se unió a ellos el buque chileno Itata. Las naves
llegaron a Antofagasta el 25 de mayo, seguidas de cerca por el Huáscar.
El monitor peruano entró a Antofagasta al día siguiente, y atacó la Compañía de
Salitre y Ferrocarril, pues en ese establecimiento estaba la máquina destiladora
que surtía de agua a la ciudad y a las tropas nacionales, pero los daños a la
planta abastecedora de agua fueron menores.
Las fuerzas chilenas repelieron con fuego de artillería desde los tres fuertes
instalados en la ciudad, mientras que el Rimac y el Itata zarparon y huyeron,
pues se encontraban sin artillería.
El Huáscar fue detrás de ellos. La Covadonga intervino lanzando dos cañonazos
que obligaron al monitor a detenerse y luego tomar rumbo al norte. Este
enfrentamiento se conoce como Combate del 26 de mayo.
EL HUÁSCAR CAPTURA EL RÍMAC
Después de ser reparado en el Callao, el Huáscar emprendió otra vez rumbo al
sur a principios de julio.
El 16 de ese mes, la armada chilena bombardeó Iquique. En respuesta de ello,
el Presidente de Perú Mariano Prado Ochoa ordenó que el Huáscar y la Unión
bombardearan Antofagasta y los puertos situados al norte de Caldera.
No obstante, los barcos fueron vistos en Mejillones, por lo que el comandante
peruano Miguel Grau, tuvo que cambiar de plan y dirigirse más al sur. En
Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco se ocupó de destruir las
embarcaciones menores que hacían el servicio de esos puertos.
El 20 de julio los transportes Rímac y el Paquete del Maule embarcaron con
destino a Antofagasta, llevando al escuadrón Carabineros de Yungay, e insumos
para el ejército del norte. En su desembarco, ambas embarcaciones debían ser
auxiliadas por la fragata Cochrane, pero ésta no se presentó.
En la mañana del 23 el Rímac se acercó a las costas de Antofagasta, sin saber
que los buques peruanos lo estaban acechando. Luego de una persecución de
4 horas, el transporte chileno se rindió, y fue
llevado a Arica.
Este hecho provocó la indignación de la
opinión pública y del gobierno chileno. Hubo
cambio de gabinete, renunció el comandante
general de Marina, y el intendente general del
Ejército y Armada de Chile.

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