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Ensayo derivado del discurso de Noam Chomsky: exploraciones biolingüísticas -

diseño, desarrollo y evolución

Camilo Ernesto Navarrete Martínez

Universidad de La Sabana
Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas
Maestría en Lingüística Panhispánica
2017
Ensayo derivado del discurso de Noam Chomsky: exploraciones
biolingüísticas - diseño, desarrollo y evolución

En su conferencia en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en 2006, el profesor


Noam Chomsky mencionó que la mente es un órgano que debe ser considerado
como cualquier otro, con una función específica, la que es la de permitirnos razonar
como especie superior, esta inteligencia humana engendra principios en los que se
basa su conocimiento; agrega que la experiencia humana es un legado genético,
que concede al hombre su concepción actual del mundo, su cosmovisión. Con este
contexto, ¿qué tanto influyen las palabras en esa estructuración de principios
expuesta por el profesor Chomsky? ¿Qué tanto la construcción léxica puede
influenciar la lectura de realidad de un hombre del siglo XXI?

Como parte de su exposición, el profesor Chomsky expone que el lenguaje hace


parte del ‘salto hacia adelante’ en la evolución humana, que hace del hombre un ser
superior, esto porque adquiere la propiedad del lenguaje, que es central en los
procesos de pensamiento del ser humano y es el modo principal en que se
manifiesta el acto mismo del pensamiento, de esta función biológica exclusivamente
humana; Chomsky lo define como una interacción asimétrica entre su lenguaje
interno y su lenguaje externo, es decir entre lo que piensa –lo que habla consigo
mismo, su apreciación de la belleza, su apropiación del mundo– y lo que comparte
con sus semejantes –que es complementario con lo anterior, como manera de
validación de sus ideas personales–. Esto, en otras palabras, aparece en el debate
entre los profesores Raffaele Simone e Ignacio Bosque, convocado por la
Fundación BBVA (2015), en el que el investigador Simone dice que existen varios
usos del lenguaje: el proceso cognitivo, de receptor, que es mental, interno; el uso
de interacción social, pensado en atender problemas relacionales; y el uso
ordenador, que obedece al sistema formal que se instala en la mente del usuario,
dado por la naturaleza –sistema que coincide con la lectura de Chomsky, quien
afirma que, a diferencia de Platón, no procede de afuera, de la sociedad o de la
cultura, sino como consecuencia de los procesos mentales mismos–.

Para aclarar el salto evolutivo expuesto por Chomsky, el etólogo y zoólogo británico
Desmond Morris desarrolló en su libro ‘El mono desnudo’ (1967) una explicación
evolucionista de varios rasgos inherentes al humano en paralelo con otras especies.
Al hablar sobre las condiciones que llevaron al hombre a desarrollar el lenguaje dice
que fueron millones de años de adaptaciones a los cambios del entorno, entre
diferentes condiciones de terreno y competencia contra otras especies predadoras,
los que obligaron al hombre a desarrollar el lenguaje como un sistema avanzado de
interacción social para cooperar como especie y sobrevivir en manada –el que
incluía el lenguaje gestual, como complemento a la verbalización del pensamiento–
, que entrañaba una consecuencia del desarrollo mental obtenido, que le permitió,
además, el desarrollo y uso de herramientas, como extensiones de su pensamiento,
las cuales después también se verían en las varias formas de arte1.

Las palabras hacen parte esencial en este uso del lenguaje, como lo expresa el
profesor Bosque en el debate antes mencionado (2015), las palabras son los
‘ladrillos’ de las construcciones del lenguaje humano, complementado con la
‘arquitectura’, que la da la capacidad de construcción oracional; ambas piezas se
hacen imprescindibles en todo ejercicio activo de la lengua, en el que –siguiendo
con la analogía– la mente es el ‘constructor’ o ‘arquitecto’ de cada ‘edificio’ del
lenguaje.

Las palabras cumplen con la importante tarea de condensar la cosmovisión y


asumen varias acepciones, que muestran esas variantes en la diversidad de
interpretaciones posibles de la realidad. En su discurso de posesión en la Real
Academia Española, el profesor Manuel Seco (1980) habló sobre los diccionarios y
el papel de los lexicógrafos y al referirse a los diccionarios históricos dijo que los
diccionarios históricos catalogan un léxico con base en la documentación que
abarca toda la historia de una lengua; cada artículo incluido en esta recopilación es
una monografía sobre la evolución en el plano del contenido y en el de la expresión,
refleja cómo varían las acepciones, las comprensiones de una realidad por medio
de los términos en que se sintetiza. También subrayó que esta tarea se ha hecho
con rigor en otras lenguas, siendo una de las tareas urgentes en español, para poder
trazar esta evolución adecuadamente.

Simone (2015), agrega que la gramática cambia muy lentamente y el léxico cambia
rápidamente. Aunque las estructuras de composición se modifiquen muy despacio,
las palabras, desde su sentido hasta su fonética, se van transformando con el paso
de los años, pues reflejan el cambio de lectura de realidad que implica la
transformación misma de la sociedad en el tiempo. Considerando la lectura de
realidad de un hombre del siglo XXI, en que la realidad virtual entra en consideración
junto con la realidad física, Simone (2015) dice que la red es una masa sin control

1 “Los antepasados del otro único superviviente -el mono desnudo- […] salieron de los bosques y se
lanzaron a competir con los ya eficazmente adaptados moradores del suelo. Era una empresa
arriesgada, pero, en términos de resultados evolutivos, rindió buenos dividendos.
[…] Esto nos lleva al último millón de años, poco más o menos, de la historia ancestral del mono
desnudo, y a una serie de acontecimientos catastróficos y cada vez más dramáticos. […] Los monos
terrícolas ancestrales tenían un cerebro grande y ya muy desarrollado, buenos ojos y manos
prensiles y eficientes. Y, como primates que eran, habían alcanzado, inevitablemente, cierto grado
de organización social. Entonces empezaron a producirse cambios vitales, mediante una fuerte
presión para aumentar sus facultades de cazadores. Se volvieron más erectos, más veloces, más
buenos corredores. Sus manos se libraron de las funciones propias de la locomoción, se fortalecieron
y adquirieron eficacia en el manejo de las armas. Su cerebro se hizo más complejo, más lúcido, más
rápido en sus decisiones.
[…] Desde el punto de vista social, el mono cazador tuvo que ver aumentado su impulso de
comunicación y de cooperación con sus compañeros. Las expresiones faciales y la vocalización
tenían que hacerse más complicadas. Con nuevas armas que manejar, tenía que desarrollar
poderosas señales que impidieran los ataques dentro del grupo social. Por otra parte, con un hogar
estable que defender, tenía que conseguir unos medios más poderosos de réplica contra los grupos
rivales”.
en que ya es posible encontrar las formas experimentales, con las que él no está de
acuerdo –definidas por Ignacio Bosque como formas agramaticales–, pues los
usuarios poseen el libre acceso al medio de publicación, sin la censura social que
los limitaba antes, y cuestiona a Bosque si estas participaciones de los usuarios no
forzarán que futuras gramáticas deban reconocer estas formas que ahora son
incorrectas, a lo que Bosque responde que el lingüista es el filtro. Importante
declaración de Bosque, que se refiere al papel de intérprete, no de usos y
variaciones sino de procesos de pensamiento; en coherencia con Chomsky, quien
afirma que lo importante es entender el proceso mental que lleva a las
construcciones por parte del usuario de la lengua.

En la mesa redonda convocada por la Real Academia Española, “Aplicación de las


tecnologías digitales al mundo de los diccionarios”, moderada por Guillermo Rojo
(2014), asistieron los directores de los departamentos de tecnología relacionada con
lexicografía de Google, Microsoft y Telefónica, quienes expusieron el modo en que
se facilita a los usuarios la apropiación de conocimientos que modelan el cambio
social propio de este siglo. María Garaña, de Microsoft, lo expresó diciendo que el
desafío es anticipar las definiciones por contexto, autocompletar los textos de los
usuarios, así como permitirles personalizar los diccionarios, que a su vez sean
adaptables a múltiples dispositivos, portables, pues los usuarios buscan inmediatez.
Su departamento Computational linguistics busca desaparecer las fronteras
idiomáticas, al permitirle la traducción simultánea a los usuarios de Skype en sus
llamadas de voz, asimismo se busca implementar de modo sincrónico el recurso
speech recognition, en máquinas que puedan entender el contexto de usuario en su
comunicación oral y escrita, que sienta que no interactúa con una máquina (human
to machine learning); además, mediante plataformas como el Kinect de X-Box,
buscan que también se traduzca lenguaje por señas en conversaciones por video,
por medio del reconocimiento gestual.

Esto significa un cambio en el paradigma relacional en el contexto de la aldea global,


que se refleja también en el discurso de la representante de Telefónica, Paloma
Barba (2014), al exponer los servicios de entornos de aprendizaje específicos;
expone que deben ajustar sus productos acordes con las necesidades de sus
usuarios, para suscitarles el interés por aprender. Más allá de esto, da una nueva
superficie en que la mente se expresa, quizás en la primera plataforma que le
permite plasmar el pensamiento de modo dinámico –no ya estático, como era
inevitable en las herramientas anteriores–; es pues un escenario no ingenieril sino
lingüístico el que ofrece internet, donde los algoritmos de la mente humana se
relacionan con los algoritmos de los lenguajes de programación.

Como respuesta a la pregunta planteada, las palabras son primordiales en los actos
lingüísticos y el cambio de paradigma que representa internet es solo el de una
nueva herramienta para plasmar el pensamiento. Respecto a esto, el profesor
Ignacio Bosque (2015) resalta la necesidad de formar usuarios de la lengua con la
capacidad de aprender a observar, que sepan sorprenderse, pues lo que se tiene
más cerca es lo más difícil de entender o estudiar; además propone que el
investigador tome distancia interior de estas realidades y las explique a otros para
entenderlas mejor. Resalta que hay que hacer ver a los usuarios de la lengua, que
es algo propio, aunque no sean conscientes de que la usan con tanta naturalidad
como andar o como respirar. Está acá reflejado el verdadero desafío del cambio de
paradigma científico que esboza Chomsky en su conferencia, el de crear conciencia
sobre lo que nos hace especie superior, el órgano mismo que nos permite razonar,
desde la facultad del lenguaje, por medio del cual aprehendemos nuestra realidad.
Bibliografía

Bosque, I.; Simone, R. (2015). Diálogo Fundación BBVA Ignacio Bosque en


conversación con Raffaele Simone [archivo de video]. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=o_hT79GTC-I&t=484s

Chomsky, N. (2006). Noam Chomsky: Exploraciones biolingüísticas - diseño,


desarrollo y evolución [archivo de video]. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=YLscBRhptTI

Rojo, G.; Collado, L.; Garaña, M. y Barba, P. (2014). Aplicación de las tecnologías
digitales al mundo de los diccionarios [archivo de video]. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=iZUPXB_lKmY&list=PLAc67Zs0vjcKTLBhUicD
MqLCovnx61cMk&index=16

Morris, D. (1967). El mono desnudo. Consultado en: 24 de noviembre de 2017.


Recuperado de: http://www.astroscu.unam.mx/~angel/tsb/Desmond-Morris-El-
Mono-Desnudo.pdf

Seco, M. (1980). Las palabras en el tiempo: los diccionarios históricos. Consultado


en: 22 de noviembre de 2017. Recuperado de:
http://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_Ingreso_Manuel_Seco.pdf

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