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Comentario Laudato Sí

Desde que empecé a leer la introducción de la Encíclica pensé en el compromiso que


tenemos los seres humanos con nuestra casa común, con nuestra madre tierra. Me llama
la atención, el numeral 13, donde el Santo Padre nos hace el llamado a construir nuestra
casa común y a protegerla, teniendo en cuenta el desarrollo sostenible e integral. Además,
debemos luchar para resolver las consecuencias de la degradación ambiental en la vida de
las personas de escasos recursos. Es un llamado preocupante, que necesita la unidad y el
entusiasmo de toda la humanidad. Los obispos de Sudáfrica expresan que se necesita “los
talentos y la implicación de todos para repara el daño causado por el abuso humano a la
creación de Dios”. El creador nos ha dado el gran regalo de la naturaleza y los humanos la
explotamos, fomentamos el calentamiento global y desarrollamos prácticas que afectan y
erradican poco a poco la naturaleza.
Por otra parte, el Papa me hizo reflexionar acerca del deterioro de la calidad de la vida
humana y la degradación social. Hoy en día, el desarrollo de las ciudades está dejando de
lado la naturaleza, ya no incluyen en sus planeaciones las zonas verdes, sino que se está
presentando cada vez más las emisiones tóxicas y la contaminación en el aire. Los edificios
o casas ya no cuentan con zonas verdes, la decoración, las canchas de fútbol son
artificiales. El Papa afirma en el numeral 44 que estamos inundados de cemento, asfalto,
vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza. Al igual que están creciendo
las ciudades, cada vez más está creciendo el individualismo de quienes habitan allí. No
queremos que nadie nos incomode, nos pregunte nada o se nos acerque, más bien
creamos distintas formas de violencia y agresividad social, donde se va perdiendo la
identidad, el sentido de pertenencia, el servicio a los demás y el contacto físico con el otro.
Finalmente, el Papa se refiere al tecnocentrismo presente en nuestra sociedad. El manejo
que le hemos dado a la tecnología ha sido para dañar relaciones sociales, la única relación
que se quiere establecer es la de mi celular o computador y yo, nos olvidamos de que existe
un prójimo con el que podemos compartir experiencias, dialogar y hacer negocios;
preferimos las relaciones mediadas por el internet y nos gustan más las emociones
artificiales. Más aun, ya existe el trabajo por internet desde la comodidad de mi casa, donde
se puede estar más pendiente de los hijos, sin embargo, se evaden las relaciones con los
compañeros de trabajo, jefe, etc. El Papa termina esta parte diciendo que los medios
actuales permiten que nos comuniquemos y que compartamos conocimientos y afectos.
Sin embargo, algunas veces nos impiden tomar contacto directo con emociones como la
angustia, el temblor, la alegría del otro y con la complejidad de sus vivencias. Al leer estos
numerales, pensé en los diferentes comportamientos que nosotros los seres humanos
estamos teniendo con la naturaleza, con el otro y con los medios de comunicación, algunos
de estos comportamientos deben cambiar para construir una mejor sociedad y entablar
mejores relaciones primero conmigo mismo, luego con los demás y con la naturaleza.

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