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Instituto Superior del Profesorado Nº 4 “Ángel Cárcano”

Profesorado de Educación Inicial

Curso: 4to

Cátedra: Sexualidad Humana y Educación

Profesora: Silvia Foschiatti

Alumnas: Miño, Gabriela; Serafini, Natalia; Zorat, Micaela

Informe de Avance
1- Idea general:
Estereotipos y cine.
¿Qué son los estereotipos de género? ¿Cuáles serían los estereotipos de género?
¿Cómo se instauran en una sociedad? ¿Cómo son representados en el cine? ¿Qué efecto
tiene en la sociedad los estereotipos representados en las películas animadas? ¿Fue
evolucionando a lo largo del tiempo la representación en el cine de los roles del hombre y
la mujer? ¿Cuáles son los estereotipos más representados en las películas animadas? ¿El
cine puede ser considerado un recurso educativo?

2- Breve síntesis:

El género se refiere a los aspectos socialmente atribuidos según el sexo (características


biológicas) de una persona. Las nociones de masculinidad y feminidad son construcciones
socioculturales a partir de un hecho biológico como el sexo y las personas aprenden a “ser
varón” o “ser mujer” mediante el proceso de socialización. A partir de esto se van a
desprender los estereotipos que serán el conjunto de atributos que supuestamente
caracteriza a los miembros de un grupo. Estos van a mostrar una imagen simplificada de la
realidad, en la que se pasan por alto las diferencias.

3- Problemática:
Las películas animadas infantiles, ¿reproducen los estereotipos de género de la
sociedad?

4- Justificación:
En esta monografía partimos de la idea de que el cine es un poderoso agente
socializador, un medio de comunicación audiovisual que tiene repercusión social en
numerosos ámbitos. A través del mismo no sólo se difunden ideas y conocimientos sino
también nuestra forma de pensar y de entender el mundo que nos rodea, se transmiten los
estereotipos de género que la misma sociedad ha interiorizado a lo largo del tiempo.
Podemos afirmar que a través del lenguaje tanto oral como escrito, gestual o
iconográfico que utilicemos podemos contribuir a la desconstrucción de los estereotipos de
género o por el contrario a que estos sigan siendo transmitidos y perpetuados.
El cine influye en el mundo interno de las personas, ayuda a resolver conflictos,
cambiar actitudes, desarrollar la creatividad y mejora a la comunicación. Por todo ello ha
sido utilizado muchas veces como apoyo pedagógico en las aulas.
Por tal motivo, debemos ser conscientes siempre de los mensajes que estamos
transmitiendo con las películas que seleccionamos antes de llevarla delante de un grupo de
alumnos.

5- Objetivo general:
· Conocer qué estereotipos transmiten las películas animadas vistas por los
niños y niñas.
Objetivos específicos:
· Saber cuáles son las películas animadas más vistas por los niños.
· Analizar los roles de género representados en las películas animadas a lo
largo del tiempo.
Metodología:
· Investigación bibliográfica a través de diferentes fuentes: libros, artículos,
páginas web.
· Trabajo de campo, mixto: cuantitativo (encuestas) y cualitativos
(entrevistas personales y análisis fílmico de las películas seleccionadas.

6- Desarrollo: El desarrollo del trabajo estará dividido en capítulos.

Capítulo 1: Sexualidad y estereotipos de género.

Sexualidad, género y estereotipos.


Tradicionalmente el concepto de sexualidad estaba fuertemente ligado al de genitalidad.
Esto era así, entre otros factores, porque el concepto de sexualidad estaba fuertemente
unido al de genitalidad. Cuestiones vinculadas a la expresión de sentimientos y de afectos,
la promoción de valores relacionados con el amor y la amistad y la reflexión sobre roles y
funciones atribuidos a mujeres y a varones no eran tenidos en cuenta.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud define a la sexualidad como “una
dimensión fundamental del hecho de ser humano. […] Se expresa en forma de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles
y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] En
resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos
y hacemos” Consideramos a la sexualida d como una de las dimensiones constitutivas de
la persona, relevante para su despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca tanto
aspectos biológicos, como psicológicos, socioculturales, afectivos y éticos.
A partir de este concepto se desprenden múltiples dimensiones y conceptos que deben ser
tenidos en cuenta.
Uno de ellos es el de sexo, que hace referencias al conjunto de características biológicas
que determinan lo que es un macho o una hembra en la especie humana. Por otro lado, nos
encontramos también con el concepto de género, que se refiere a los aspectos socialmente
atribuidos según el sexo de una persona (femenino o masculino). Las nociones de
masculinidad o feminidad son construcciones socioculturales a partir de un hecho biológico
como el sexo y las personas aprenden a “ser varón” o “ser mujer” mediante el proceso de
socialización.
Marcela Largade afirma que desde un análisis antropológico de la cultura es importante
reconocer que todas las culturas elaboran cosmovisiones sobre los géneros y, en ese
sentido, cada sociedad, cada pueblo, cada grupo y todas las personas tienen una particular
concepción de género, basada en su propia cultura.
Cada una de las personas aprenden a identificarse con la cosmovisión de género de su
mundo y hasta hay quienes creen que la suya es universal. No obstante, es posible que una
persona a lo largo de su vida modifique su cosmovisión de género simplemente al vivir,
porque cambia la persona, cambia la sociedad y con ella puede transformarse valores,
normas y maneras de juzgar los hechos.
La asignación del género sucede desde el mismo momento del parto, en donde el médico
dice “es niño” o “es niña”. El lenguaje es la marca que da significado al sexo e inaugura el
género. El resto de la vida de la persona se repite el ritual: cada persona reconoce a otra a
través de la mirada de su cuerpo, de la escucha de su voz y constata que es una mujer o un
hombre. Además lo certifica en las acciones, los comportamientos, las actitudes, las
maneras de actuar y de relacionarse, y por el conjunto de cosas que esa persona puede o no
hacer, decir, pensar. Es decir, por los límites impuestos a su ser-en-elmundo por esa
construcción que es el género.
A partir del momento de ser nombrado, el cuerpo recibe una significación sexual que lo
define como referencia normativa inmediata para la construcción en cada sujeto de su
masculinidad o de su feminidad, y perdura como norma permanente en el desarrollo de su
historia personal, que es siempre historia social. El género es una construcción simbólica y
contiene el conjunto de atributos asignados a las personas a partir del sexo. Se trata de
características biológicas, físicas, económicas, sociales, psicológicas, eróticas, jurídicas,
políticas y culturales. El género implica:
 Las actividades y las creaciones del sujeto, el hacer del sujeto en el mundo.
 La intelectualidad y la afectividad, los lenguajes, las concepciones, los valores, el
imaginario y las fantasías, el deseo del sujeto, la subjetividad del sujeto.
 La identidad del sujeto o autoidentidad en tanto ser de género: percepción de sí, de
su corporalidad, de sus acciones, sentido del Yo, sentido de pertenencia, de
semejanza, de diferencia, de unicidad, estado de la existencia en el mundo.
 Los bienes del sujeto: materiales y simbólicos, recursos vitales, espacio y lugar en el
mundo.
 El poder del sujeto (capacidad para vivir, relación con otros, posición jerárquica:
prestigio y estatus), condición política, estado de las relaciones de poder del sujeto,
oportunidades.
 El sentido de la vida y los límites del sujeto.
Teniendo en cuenta esto, podemos afirmar que los estereotipos de género serán aquel
conjunto de atributos o características que supuestamente caracterizan a los varones o
mujeres. sin embargo, estos contribuyen a darnos una imagen simplificada de la realidad ya
que se trata de una generalización que no tiene en cuenta las diferencias y particularidades
de los sujetos.
Los estereotipos basados en las relaciones de género contribuyen en la construcción
simbólica de roles y atributos de las personas a partir del sexo asignado al nacer,
estableciendo una jerarquía en la cual lo masculino es valorado como superior respecto de
lo femenino, y convirtiendo la diferencia sexual en desigualdad social. Los varones y las
mujeres no ocupan el mismo lugar ni son valorados/as de la misma forma; no tienen las
mismas oportunidades ni reciben un trato igualitario.
A partir de la Ley 26.743 de Identidad de Género, las personas tienen derecho a ser tratadas
de acuerdo con su identidad de género y a ser identificadas como se autoperciban.
Entendemos la identidad de género como la vivencia interna e individual del género tal
como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al
momento del nacimiento. En este sentido, la frontera entre sexo y género es difusa, y lo
importante es la vivencia personal, la autopercepción de cada persona que puede diferir con
el sexo que le fue asignado.
Tipos de estereotipos de género y consecuencias

Existen cuatro tipos básicos de estereotipo de género:

 Rasgos de personalidad: por ejemplo, se espera que las mujeres sean complacientes
y emocionales, y que los hombres sean seguros y agresivos.
 Comportamiento doméstico: por ejemplo, algunas personas esperan que las mujeres
se encarguen de los niños, cocinen y limpien la casa, mientras que los hombres se
encargan de las finanzas, del automóvil y de las reparaciones.
 Ocupaciones: algunas personas asumen rápidamente que quienes se ocupan de la
docencia y la enfermería son mujeres, mientras que quienes se dedican a la
medicina, a la ingeniería o a pilotar aeronaves son hombres.
 Aspecto físico: por ejemplo, se espera que las mujeres sean delgadas y elegantes,
mientras que se espera que los hombres sean altos y musculosos. También se espera
que los hombres y las mujeres se vistan y se arreglen de forma estereotipada según
su género (los hombres con pantalones y pelo corto; las mujeres con vestidos y
maquillaje).

En comparacion con las mujeres, los hombres son considerados:

 El sexo fuerte e importante, y se pretende que lo sean.


 Se les presupone menos emotividad y escasas necesidades afectivas.
 Se les presupone más fuerza y capacidad.
 Se espera más de ellos.
 Se cree que les acecharán más peligros y sufrimientos, pero que deberán afrontar
más retos y desafíos.

En comparación con los hombres las mujeres son consideradas:

 El sexo débil y secundario, y se pretende que lo sean.


 Se les presupone más emotividad e importantes necesidades afectivas.
 Se les presupone menos fuerza y capacidad.
 Se espera menos de ellas.
 Se cree que les acecharán más peligros y sufrimientos.
 No se espera que deban afrontar demasiados retos y desafíos.

Consecuencias a Nivel Psicológico en hombres:


1. Deficit afectivo:
a) Insatisfacción a nivel psicológico.
b) Escasas habilidades sociales
c) Inhibición de sentimientos.
d) Tendencia al aislamiento.
e) Dificultad para pedir ayuda.
f) Desconfianza hacia los demás.
g) Actitudes agresivas.
2. Altos niveles de dependencia y autonomía.
3. Seguridad en sí mismos.
Consecuencias a Nivel Psicológico en mujeres:
A nivel psicológico:
a) Baja autoestima.
b) Inseguridad, miedo y dependencia.
c) Vulnerabilidad.
d) Habilidades sociales y comunicativas.
e) Acusado sentimiento de culpa.

Estereotipos de género en la infancia.

Generalmente, por infancia se entiende al período de la vida en el cual el individuo, dadas


las características del momento del ciclo evolutivo que atraviesa, de mayor vulnerabilidad
biopsicosocial, depende de que los adultos faciliten y posibiliten la satisfacción de sus
necesidades. No obstante, es preciso aceptar que este concepto es una construcción
sociohistórica, que ha cambiado a lo largo del tiempo.
A lo largo de la historia, la infancia ha sido primordialmente una etapa de “espera” para la
vida adulta por lo que se la ha tratado de acortar tanto como sea posible. El objetivo ha sido
convertir al niño en un soldado, artesano, campesino, o bien a la niña en una esposa capaz
de tener hijos, cuidarlos y educarlos, de trabajar en el hogar.
Actualmente comprendemos que los primeros años de vida de una persona son
constitutivos a nivel biológico, cognitivo, social, emocional y psicológico. En esa etapa se
construyen nuestros esquemas y estructuras a través de los cuales miramos el mundo. De
estos esquemas derivan las creencias –atravesadas por las creencias parentales, sociales y
culturales– que nos permiten asignar un significado específico a los acontecimientos que
vivimos.
Como sujetos sociales, estas creencias nos atraviesan y van conformando en nosotros
ciertas miradas con respecto a los estereotipos de género.
Un ejemplo de esta situación que podemos atestiguar habitualmente es la clasificación de
los juguetes. Podemos preguntarnos, ¿todas las niñas quieren jugar con las muñecas y los
niños con autos? No existe nada natural en la elección de una muñeca o un auto o una
pelota de fútbol, muchas veces estamos tan acostumbrados que nos resulta natural, pero es
producto de una construcción social que está muy arraigada. Aquí podemos hablar de
“juguetes sexitas”, haciendo referencia a aquellos juguetes que reproducen los roles de
varón y mujer en nuestra sociedad. Aludimos a que niños y niñas, a través de esos juguetes,
asimilan la discriminación y reproducen los esquemas machistas y
patriarcales que imperan en nuestra sociedad. Estos esquemas van de la mano con la
clasificación de los juegos y juguetes según sexos, creando estereotipos como el del varón
fuerte, poderoso (superhéroe) y la mujer dedicada a la cocina, las actividades de la casa o a
ser “princesa” (linda, sumisa), impidiendo un juego libre que permita desarrollar a cada uno
su potencial.
Sin embargo, los estereotipos de género no son sólo presentados a los niños a través de los
juguetes, sino también en los dibujos animados, la vestimenta y el cine, entre otros.

Capítulo 2: Estereotipos de género en el cine.

El cine como medio de comunicación.

Los medios de comunicación actúan como agentes de socialización ejerciendo una fuerte
influencia en la audiencia, llevándolos a asimilar, reforzar, reproducir y amplificar
actitudes, roles y estereotipos. En la etapa infantil este proceso de asimilación es más
acentuado, los diferentes mensajes e imágenes que transmiten les lleva a crear ideas que
influyen en su percepción del mundo y a adoptar ciertos roles y estereotipos según el
género, relacionados asimismo con la sociedad y cultura de cada época.
Mediante la socialización se adquieren roles y estereotipos que varían según el género del
individuo, así como de su cultura, espacio y ámbito temporal. Hay que considerar la
socialización como un proceso que dura toda la vida y en el cual el comportamiento
humano se ve constantemente configurado por las interacciones sociales. La socialización
primaria ocurre en la etapa de bebé e infancia, siendo éste el período de aprendizaje cultural
más intenso. Es el momento en el que los niños y niñas aprenden a hablar y también las
pautas básicas de comportamiento que constituyen los cimientos del aprendizaje posterior,
incluyendo valores, normas y creencias que componen las pautas de cada cultura.
El cine es considerado como un medio de comunicación porque expresa intenciones,
pensamientos, ideas, puntos de vista, costumbres e información. Y, como agente
socializador, utiliza todos los elementos que lo componen (como los personajes y su
estética, los escenarios donde se desarrolla la escena, hasta la música o tono utilizado) para
crear una historia que a menudo incluye roles y estereotipos de género.
Dentro del circuito de la comunicación tenemos al cineasta (emisor), la película (mensaje
connotado), espectador (receptor) y la sociedad (contexto).
Los medios de comunicación, en los que se incluye al cine, tienen en común que facilitan la
reflexión sobre los estereotipos, pues muestran y difunden los modos socialmente aceptados
y patrones que se consideran invariables.

El cine y la infancia.
De todas las artes reconocidas como tales (pintura, teatro, danza…), el cine es la más
completa, ya que en ella podemos encontrar diferentes expresiones artísticas como la
literatura, la arquitectura, la música y la fotografía.
El Séptimo Arte es el concepto que se utiliza para referirse al cine. Dicho término fue
creado por Riccioto Canudo (1877-1923). Canudo estaba totalmente convencido de la
maravilla que suponía el cine y, por tanto, se apropió del término arte para darle el prestigio
que merecía.
El cine nace con la idea de representar la realidad a un tiempo y a un ritmo determinado; es
el arte de escenificar sobre la pantalla, a través de la fotografía e imágenes en movimiento.
El cine es, en sí, un vehículo que posee la habilidad de transportar al espectador a lugares y
tiempos inimaginados.
Una de las grandes riquezas del cine es que puede presentarse en una variedad de géneros
cinematográficos. Entre éstos se pueden encontrar a los dibujos animados, películas que,
por su temática, van dirigidas a los niños con fines didácticos o de entretenimiento.
Es innegable la influencia que tiene el cine en la vida de los adultos y por lo tanto se puede
decir que esta influencia va creciendo a medida que va descendiendo la edad. Además, se
debe tener en cuenta que los niños nacen en un ambiente fundamentalmente audiovisual,
rodeados de televisores, tablets, videojuegos, entre otras, del que reciben continuamente
información.
A través del cine se pueden presentar valores y contravalores. De un modo totalmente sutil
e inintencionado consigue ser útil para la creación de un clima de convivencia pues, aunque
cada niño lo vea con una óptica o interés diferente, la visión en común de una película
facilita que surjan vivencias comunes que abren paso al diálogo, la imaginación y la
asimilación de información. De igual forma, una mirada hacia atrás nos permite comprobar
cómo este arte fue mostrando los diferentes estereotipos de géneros, plasmado en sus
personajes, situaciones y diálogos.
El hecho de que algunas historias que llegan a través del cine tengan tanto poder e
influencia sobre el público receptor, hace pensar que no se trata solo de un mero
entretenimiento, sino que es necesario tenerlo en cuenta como objeto de estudio académico
por parte de investigadores y docentes. Es un medio capaz de configurar mentalidades e
influir creando paradigmas de actuación, sobre todo en el público infantil, que es el que nos
ocupa. Y su importancia radica en que los mensajes contenidos pueden modificar el
comportamiento de estos receptores de forma positiva o negativa, ya que ejercen un alto
poder de persuasión debido a la escasez de edad del receptor y su falta de madurez
personal.

Capítulo 3: El cine como recurso didáctico.

La realidad en la que viven los niños y las niñas es una realidad compleja, en la cual están
en contacto con diversas formas de organización de la vida familiar, con integrantes que
desarrollan múltiples y variados trabajos y tienen distintos modos de pensar y actuar.Estas
diferentes situaciones de la vida cotidiana no siempre son valoradas de la misma manera y,
en algunos casos, se generan situaciones inequitativas. Tal es el caso del trabajo doméstico,
por lo general realizado por las mujeres y que socialmente no es considerado trabajo.
En el marco de nuestra tarea docente, podemos propiciar un trato más igualitario,ayudando
a que los niños y las niñas comprendan la diversidad del contexto en el que viven. Un
instrumento para ello es tener presentes los derechos humanos, que nos indican que, más
allá de las diferencias de cualquier tipo, debemos dar, a todas y a todos, un trato igualitario,
que haga hincapié en valores como la solidaridad, el respeto y la ayuda mutua.

El cine, empleado como fuente de información, permite adentrarse en el estudio de la


sociedad, conocer culturas diferentes a la propia (interculturalidad), formar visiones en
torno a acontecimientos pasados, presentes y futuros (nos permite juzgar, ponernos en el
papel de los personajes históricos más relevantes y preguntarnos el porqué de sus actos y
del devenir del mundo), entrar en contacto con valores, ideas, pensamientos, actitudes,
normas.

Estos y otros aspectos convierten al cine en un recurso más a disposición no solo del
docente, sino también del currículum, a todos los niveles, aunque nosotros nos centremos
aquí en lo que toca al nivel inicial, sobre todo.
Los medios de comunicación, y en particular el cine, “actúan como educadores
informales”, es decir, tras su dimensión lúdica esconden una faceta formativa, y si se
poseen las herramientas y los criterios adecuados (formación, actitud crítica, predisposición
al aprendizaje…) se pueden concebir desde otras perspectivas más formales y, en
consecuencia, con un objetivo educativo.
Por tanto, el cine puede actuar como instrumento educativo debido a:

– Su capacidad de formar e informar de forma distendida y lúdica. El estudiante no es


consciente de estar siendo educado. Para él, ver cine en clase es una actividad que se escapa
de lo habitual, que le sirve para evadirse de sus tareas normales dentro del aula, lo que
incrementa su interés y participación.

– Ayuda a los alumnos a la resolución de conflictos al presentar a la sociedad (casi) como


es. Les muestra el mundo y les proporciona un ejemplo de las relaciones que en él se
establecen.“Podemos hablar, por tanto, de un cine formativo, el cual tendría como finalidad
principal, la mejora de los conocimientos de los telespectadores”.
Su utilización en el aula puede ser de dos maneras:

– “Como instrumento técnico de trabajo”, es decir, que sirva como elemento o punto de
partida para conocer diversos modos de acceder a la sociedad y describir la realidad.
– Y como “sustento conceptual, ideológico y cultural”, base necesaria para que los
alumnos vayan configurando su personalidad.
Tampoco debemos olvidar las dos posibilidades de tipo psicosocial:

a) “Espejo de la sociedad en la cual se produce, desarrollando los diferentes estereotipos


más habituales”. El cine no es más que la representación de lo que ocurre, ha ocurrido u
ocurrirá en el mundo; se convierte así en un fiel reflejo de la sociedad, con sus tópicos,
costumbres y tradiciones.
b) “Generador de modelos (buenos y malos), tanto referidos a valores e ideologías, como a
las pautas actitudinales”, muy importantes para el ámbito escolar, pues es imprescindible
dotar a los alumnos de un sentido crítico a la par que selectivo, para que puedan desarrollar
su pensamiento propio y elegir por sí mismos.

La escuela debe replantearse sus metas, sus contenidos y su metodología. Debe buscar
soluciones, reflexionar sobre la formación cultural que se quiere potenciar y averiguar
cómo integrar la cultura mediática en las escuelas, cómo transformar los medios de
comunicación en objeto de estudio y análisis y cómo lograr que los estudiantes dirijan este
conocimiento a su vida cotidiana.

Existen varias razones para incorporar al currículum una educación para los medios de
comunicación en general y el cine en particular, pero destacaremos dos:

– Alfabetizar al alumnado en el dominio de códigos y lenguajes expresivos de estos


medios, es decir, que no solo conozcan el lenguaje cinematográfico o televisivo, sino que
también interpreten y lean entre líneas, vean más allá de la información que reciben, la
hagan propia y útil para ellos.

– Formar ciudadanos que sepan desenvolverse inteligentemente en un contexto social


mediático, que no se dejen influir por lo que los medios ofrecen, que desarrollen una actitud
crítica frente a la información que reciben.

Más que transmitir información, la función educativa de la escuela contemporánea debe


orientarse a provocar la organización racional de la información fragmentaria recibida y la
reconstrucción de las preconcepciones acríticas, formadas por la presión reproductora del
contexto social, a través de mecanismos y medios de comunicación cada día más poderosos
y de influencia más sutil.

La función de la escuela supondrá la formación de ciudadanos más cultos, responsables y


críticos, ya que el conocimiento es necesario para el desarrollo de sus capacidades y su
integración plena en la sociedad.

En resumen, en la actualidad debemos hablar de una educación (alfabetización) mediática


como instrumento para potenciar una educación en valores que desarrolle una actitud crítica
en los alumnos en torno al cine y a la información que reciben a través de los medios, que
les permita concebir una escala de valores personal y útil para enfrentarse a la sociedad en
el futuro.

El cine ocupa un lugar relevante en la vida personal y social, por lo que es lógico que
preocupe abordar su naturaleza, comprenderlo e interpretarlo. Goza de prestigio como
fuente cultural.

La cultura individual es el sedimento personal de todo cuanto una persona percibe e


interioriza en su entorno por medio de aprendizajes formales o no formales. En una
sociedad como la actual, conviene tener una cultura audiovisual adecuada. Saber ver cine,
que es lo que nos ocupa ahora, lo es, y tener las claves que permiten conocer tanto el
significado como el significante en un relato cinematográfico, nos permitirá el acceso a
mundos desconocidos de forma más accesible, ya que la imagen siempre es la
representación, en general motivada, de una realidad cercana o lejana.

El cine presenta a la sociedad y a los seres que habitan en ella, interaccionando unos con
otros, relacionándose entre sí y protagonizando actividades de la vida cotidiana. Esto es lo
que convierte al cine en un recurso didáctico muy interesante, que nos permite estudiar la
sociedad y las distintas realidades culturales que la integran (familia, grupo de iguales…).

¿Qué se pretende con la introducción del cine en las aulas? ¿Qué beneficios podría
aportar al proceso de enseñanza aprendizaje?

Como en todo acto didáctico, preocupan tanto los procesos como los resultados. Importa,
por tanto, que el alumno desarrolle sus capacidades de investigación, de creación, de
análisis y de síntesis.

 Promoviendo el diálogo entre el alumnado para que pueda expresar sus


sentimientos, emociones, vivencias y opiniones de una manera más sencilla y
clara, favoreciendo un clima de confianza y cercanía entre ellos, propiciando
además el trabajo colaborativo.

 Utilizar la comunicación como elemento principal para la resolución de sus


conflictos diarios.

 Desarrollar el sentido crítico frente a la realidad que rodea al alumno.

Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico:

 Mejorar el conocimiento de los alumnos sobre el mundo y la realidad sociocultural


en la que viven.

 Trabajar el concepto de multiculturalidad conociendo costumbres y tradiciones de


otras culturas.

7- Conclusiones.
Tanto el sexismo como la igualdad se aprenden desde niña/o. Trabajar con la infancia la
perspectiva de género es una invitación a considerar las diferencias entre niños y niñas
como construcciones sociales. En este sentido, será nuestro trabajo visibilizar la temática
con el fin de combatir la discriminación y la estigmatización a través de la educación,
divulgación y toma de conciencia de los estereotipos sobre ser mujer o ser varón, y las
expectativas en relación con el género.
La educación es una de las vías para cuestionar los mandatos sociales y roles de género.
Educar sin estereotipos de género es promover una mirada crítica, enseñar a elegir de
acuerdo a criterios y deseos propios, saber que los medios de comunicación y el mercado
nos van a ofrecer sistemáticamente, de manera dicotómica, productos para niños o niñas,
pero aun así podemos detenernos y pensar en lo que realmente deseamos.
Por supuesto que esta tarea tan difícil no será posible sin docentes, padres, madres,
responsables y amigos/as que acompañen la crianza, teniendo en cuenta una perspectiva de
género.

8- Bibliografía.

 Lagarde, Marcela, “El género”, fragmento literal: ‘La perspectiva de género’, en


Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia, Ed. horas y HORAS,
España, 1996, pp. 13-38.
 https://www.plannedparenthood.org/es/temas-de-salud/orientacion-sexual-y-
genero/genero-e-identidad-de-genero/que-son-los-estereotipos-de-rol-de-genero
 Ministerio de Educación, ESI, Módulo : Material de Estudio. Introducción a los
conceptos de sexualidad y educación sexual.
 ADResearch ESIC (2018) Roles y estereotipos de género en publicidad infantil:
¿Qué ha cambiado en las últimas décadas?
 Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Estereotipos de género en la infancia.
 http://www.ocendi.com/educamedia/la-importancia-del-uso-del-cine-como-medio-
educativo-para-ninos/

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