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AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL

DERECHO CIVIL IV

 INTEGRANTES:
- RABANAL CARRILLO, ABEL MARTÍN SEBASTIÁN
- PAREDES PEZO, GIANCARLO
- ALVARADO LEÓN, EDGAR ALEJANDRO
- LOPEZ RUIZ, KATHERIN BEATRIZ
 DOCENTE:
- DR. ARMANDO FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
 FACULTAD:
- DERECHO & CIENCIAS POLÍTICAS
 NIVEL/CICLO:
- III – VI / 2018
 TEMA:
- INDIGNIDAD & DESHEREDACIÓN

SAN JUAN
IQUITOS – PERÚ
2018

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas


INDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 3
CAPITULO I ................................................................................................................................ 5
1. CONCEPTOS....................................................................................................................... 6
1.1. CONCEPTO INDIGNIDAD ........................................................................................... 6
1.2. CONCEPTO DESHEREDACIÓN ................................................................................... 6
1.3. DERECHO COMPARADO ........................................................................................... 7
CAPITULO II ............................................................................................................................... 9
2. INDIGNIDAD .................................................................................................................... 10
2.1. CAUSALES DE INDIGNIDAD ..................................................................................... 10
2.2. EL PERDÓN DE LA INDIGNIDAD. - ........................................................................... 14
CAPITULO III ............................................................................................................................ 15
3. DESHEREDACIÓN ............................................................................................................ 16
3.1. CAUSALES DE DESHEREDACIÓN ............................................................................. 16
CONCLUSIONES: .......................................................................................................................... 20
INTRODUCCIÓN

Dentro del Derecho de sucesiones, es común o muy recurrente, citar la locución jurídica
latina Semel Heres, Semper Heres, la cual, traducida a nuestro idioma, se puede
entender como “Una vez heredero, siempre heredero”, para denotar la importancia de
la aceptación de la herencia. De esta manera, se determinaba la vocación del sucesor
frente a una herencia con llamamiento y ofrecimiento concreto.

Sin embargo, como es sabido, todo principio admite una o varias excepciones, entonces,
naturalmente, las excepciones a esta regla, versan en las figuras jurídicas de la
indignidad, desheredación y renuncia. De esta manera, en un proceso o procedimiento
sucesorio de una persona, se tiene que considerar como herederos a todos los sucesores
legitimarios (con mejor derecho) del causante, salvo que se haya verificado una de las
figuras antes mencionadas.

Es así, que, existiendo estas excepciones, es conveniente desarrollarlas con la finalidad


de poder entender cuando un posible sucesor puede ser susceptible a la exclusión de la
herencia. Por lo tanto, en el presente trabajo, se procederá a desarrollar
particularmente, las figuras de la indignidad y la desheredación, tocando precisamente
los aspectos centrales de cada uno.

En cuanto al tema de indignidad, es correcto afirmar que se trata de una figura del
derecho sucesorio, la cual es considerada con aspectos de valoración objetiva, debido a
que las causales que señala el código civil peruano, en su mayoría refieren a delitos y/o
conductas que pueden ser establecidas evaluando elementos presentes en cada uno
con la finalidad de determinar si es posible recurrir a esta causal y que esta sea válida.
También, se presenta la posibilidad de que, en algunas causales, estas puedan ser
verificadas por la existencia de un proceso judicial previamente llevado y resuelto.

Sin embargo, en el tema de la desheredación, es de manera parcialmente opuesta,


debido a que para los causales que se señala, versan en un aspecto un tanto subjetivo,
debido a que se manifiesta netamente a la voluntad del testador, ya que se exige que
este avoque a las causales en su testamento, por la concurrencia de ciertos hechos o
conductas que serán aludidas por el causante, solo por su simple apreciación.

También, dentro de la indignidad, existen dos aspectos naturalmente resaltables los


cuales son el carácter y los efectos que este genera. De esta manera, el carácter será
referido a la cualidad de la indignidad, de ser personalísimo, de lo cual podemos
entender entonces, que, al ser una persona declarada indigna, esta cualidad netamente
será atribuida solo a esta persona, y a nadie más que esta, por lo tanto, sin afectar a sus
descendientes, abriendo paso a la posibilidad de que sus descendientes puedan heredar
por representación.

En cuanto al segundo aspecto conveniente a desarrollar, están los efectos que esta
genera, de lo que se puede resaltar, de manera precisa, que, al declararse a una persona
indigna, o sea, excluirlo de la posibilidad de heredar, la parte que le correspondería
como herencia, regresará al total de la masa hereditaria.

De esta manera, dentro de esta figura de la Indignidad, restaría desarrollar las causales
por la que se puede recurrir a esta manera de excluir a alguien de la herencia, las cuales
serán posteriormente desarrolladas en los capítulos del presente trabajo. De igual
manera, el tema de la desheredación, sus causales y cada punto que se considere
pertinente para un mejor entendimiento.
CAPITULO I
GENERALIDADES
1. CONCEPTOS
1.1. CONCEPTO INDIGNIDAD

Para la doctrina peruana, es una forma de excluir de la sucesión a los herederos o


legatarios. Sanción legal en virtud de la cual por una causal prevista en la ley se excluye
de la herencia al heredero o legatario, que hubiera incurrido en alguna inconducta
contra los descendientes o cónyuge de su causante y contra éste mismo.

La indignidad es aquel acto que excluye al heredero de la sucesión, ya sea forzoso o no


forzoso, esta figura jurídica, faculta al causante de excluir a sus herederos, pero la
legislación peruana también nos advierte de causales por la cual este puede excluir a un
heredero de la sucesión bajo la figura del indigno.

La indignidad para el derecho civil, establece que quienes cometan actos de particular
gravedad pierden el derecho a heredar, independientemente de que se trate de una
legítima, de una sucesión intestada o testamentaria. Llegando a perder su derecho a la
legítima en el caso de que el ofensor fuera heredero forzoso.

La indignidad es una figura que puede afectar tanto a legatarios como a herederos, y sin
importar que estos últimos hayan sido designados testamentariamente o tengan
vocación legal. En eso es suficientemente explícito el primer párrafo del artículo 667 y
además así conviene que sea por la naturaleza de las cosas.

1.2. CONCEPTO DESHEREDACIÓN

La desheredación consiste en la facultad que tiene solo el testador de separar de la


herencia a un heredero forzoso por alguna de las causales señaladas en la ley, que están
referidas a actos deshonrosos. Así, constituye un castigo a la conducta, no permitiendo
que una persona acrezca su patrimonio con los bienes de otra que no merece, siendo
por ello las reglas que autorizan la desheredación "un estímulo para el cumplimiento de
los deberes familiares existentes de un modo recíproco entre los herederos forzosos."
La desheredación es una consecuencia directa de la legítima. Cuando ésta no existe, por
tener el causante la libre disposición de todos sus bienes, no opera la desheredación.
Los herederos no forzosos pueden ser excluidos sin que el testador exprese causa
alguna; pues, precisamente, en ese caso tendrá el testador la libre disposición de la
totalidad de sus bienes. No obstante, su relación imbricada con la legítima, la
desheredación priva al heredero no solo de ésta sino también de la parte alícuota de la
herencia que le corresponda. Le hace perder el carácter de heredero; es decir, deroga
su vocación hereditaria

Esta institución integra aquellas que conforma la sucesión testamentaria atendiendo a


un criterio didáctico y de unidad práctica se prefiere su tratamiento dentro de un título
genérico de las formas de exclusión.

La desheredación como la indignidad son instituciones del derecho sucesorio que


resuelve la calidad de heredero de una persona y le privan del patrimonio hereditario
que podrá adquirir como consecuencia de los actos inferidos en agravio del causante
ascendiente, descendiente o cónyuge, que para la ley constituye causal de
desheredación.

1.3. DERECHO COMPARADO

Algunos estudiosos son de opinión de que la desheredación y la indignidad deben


fusionarse en un solo régimen legal, aduciendo que son iguales. Este criterio se ha
seguido en Francia, Italia, México y Venezuela, omitiéndose toda referencia a la
desheredación.
Pothier sostenía que la desheredación y la indignidad para suceder debían fundirse,
porque el heredero forzoso o es digno o no para recibir la herencia, y en cualquiera de
los dos casos, sobra la desheredación. En Italia, el Código actual no prevé la
desheredación, habiendo elevado a causas de indignidad las principales causas de la
desheredación y, como dicen Azzariti, Martínez y Azzariti, esta última ha venido a perder
su importancia y su razón de ser. Lo mismo opina Brugi, expresando que al trocar en
causas de indignidad las causas más importantes de desheredación, este instituto perdió
su eficacia y que mantenerlo sería sustituir el poder impersonal de la ley por el poder
armado del padre de familia.

Por otro lado, las causas que afectan a la indignidad son sociales; las que motivan la
desheredación son familiares. A la sociedad no tiene por qué interesarle la descobertura
de las miserias de la familia; más aún, cuando el interesado en expresarlas quiere
perdonarlas. Así, las causales de indignidad resultan objetivas; las de desheredación
tienen un carácter meramente subjetivo desde que solo pueden aducirse por el
testador. Las primeras implican una condena de la sociedad; las segundas pertenecen al
libre albedrío del testador. El argumento más importante para rechazar la refundición
de los institutos es el de posibilitar al testador el ejercicio de una suerte de magistratura
doméstica, permitiéndole castigar la infracción de deberes contrarios al orden de la
familia.

Nuestro Código derogado los trató completamente separados. El actual, si bien sigue el
mismo criterio, trae una innovación muy importante al señalar en su artículo 669 que el
causante puede desheredar por indignidad a su heredero forzoso conforme a las normas
de la desheredación y puede también perdonar al indigno de acuerdo con dichas
normas; y en el artículo 747 bajo comentario preceptúa que el testador puede
fundamentar la desheredación en la causal es de indignidad.

La razón de esta extensión se encuentra en que pudiendo ser la causal es de indignidad


invocadas y hacerse efectivas por algunos sucesores, resultaba injusto que el causante,
que es precisamente el ofendido por los actos delictuosos o vituperables constitutivos
de la indignidad, no pudiera invocarlos para excluir de su herencia al indigno por no ser
causales de desheredación. De esta manera, la voluntad del causante se encuentra
presente en ambos institutos. Conociendo la ofensa, puede sancionarla con mención
expresa (desheredando) o perdonarla (en cuyo caso no cabrá la acción de exclusión por
indignidad).
CAPITULO II
INDIGNIDAD
2. INDIGNIDAD
2.1. CAUSALES DE INDIGNIDAD

Nuestro código civil prevé las causales en su artículo 617 que señala que son excluidos
de la sucesión de determina persona por indignidad como herederos o legatarios:

2.1.1. Los autores y cómplices de homicidio doloso o de su tentativa, cometidos


contra la vida del causante, de sus ascendientes, descendientes o conyugue.
Esta causal de indignidad no desaparece por indulto ni por la prescripción
de la pena

Esta causal comprende los siguientes elementos:

- Autores y cómplices: se refiere a los autores materiales e intelectuales y a los


cómplices en la comisión del delito, que son precisamente las personas
señaladas en la ley penal en el capítulo de autoría y participación en hechos
punibles. El concepto a que se refiere el inciso implica necesariamente un
proceso penal y una condena, el cual es un requisito sine qua non para que pueda
operar esta causal de indignidad.

- Homicidio Doloso: comprendido dentro de ellos los homicidios simples y


calificados, debido a que estos con ejecutados con dolo por el sujeto activo del
delito perseguible.

- Tentativa de Homicidio: abarca aquellos actos que no llegan a constituir un


delito consumado, las cuales se desglosan en tres: i) la tentativa acabada e
inacabada (16° CP); ii) aquella que es de imposible consumación por la ineficacia
absoluta del medio empleado o absoluta impropiedad del objeto, la cual es
conocida también como delito imposible (17° CP) y; iii) aquella en la cual el sujeto
activo del delito desiste voluntariamente de proseguir los actos de ejecución del
delito o impide que se produzca el resultado (18° CP). De ellos, nuestro
ordenamiento jurídico sólo castiga el primero como la tentativa pasible de
sanción penal, siendo la única causal por el cual se pudiera declarar la indignidad
del heredero.
- Contra la vida del causante, de sus ascendientes, descendientes o cónyuge: en
este punto no hay mucho que opinar, más que la ley es clara al mencionar que
aquel que atente con la vida del causante, ascendientes, descendientes o
cónyuge como autores o cómplices en los delitos de homicidio doloso o su
tentativa, será pasible de poder ser declarado indigno para heredar, es decir
pasible de poder ser removido de todos sus derechos sucesorios, en su condición
de heredero, sea éste forzoso o legal.

- Esta causal no desaparece por indulto ni por la prescripción de la pena: aquí se


hace referencia a las instituciones del indulto como la una modalidad de derecho
de gracia que puede ser concedido por el Presidente de la República, que es el
perdón de la pena judicialmente impuesta. En el caso de la prescripción de la
pena, opera en relación con la acción y con la pena, y que extingue también el
derecho de ejecución de la pena. Esta causal implica necesariamente un proceso
penal y una condena a los partícipes.

2.1.2. Los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en
agravio del causante o de alguna de las personas a las que se refiere el
artículo anterior.

En esta causal el legislador busca ampliar los delitos dolosos de que pudieran ser
pasibles el causante, sus ascendientes, descendientes o cónyuge, que guarda correlato
con lo anteriormente argumentado, en el sentido que requiere que el indigno haya sido
llevado a un proceso penal y dentro de ella haya sido encontrado responsable del delito
imputado y sancionado y que dicha condena haya sido constituida como cosa juzgada.
A diferencia del anterior inciso, se puede notar en ella que si bien es stricto sensu suele
ser muy general el rango que abarca, sin embargo, vemos que en este caso también sólo
se admite los delitos dolosos y no la tentativa como en el inciso anterior, por lo que por
aquel lado resulta más estrecho el grado de imputación o causa de indignidad.
2.1.3. Los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito
al que la ley sanciona con pena privativa de libertad

Este inciso hace referencia a la denuncia que pudiera realizar el heredero en contra del
causante que sea realizada de manera calumniosa, es decir, a criterio e interpretación
nuestra, debemos decir que, para que opere esta causal de indignidad, la denuncia
realizada en contra del causante, deba determinarse dentro del proceso mismo que lo
imputado sea falso, a fin de que pueda enervar los cargos, y sea declarado inocente.

Sin embargo, también debemos de mencionar, que éste inciso resulta ser impreciso en
su texto, debido a que no determinar en qué casos podría no operar este inciso, en el
sentido que, si por ejemplo, el denunciante que es el heredero del causante, tenga
conocimiento sobre los autores o cómplices de un delito que ha sido cometido, y que
dentro de ellas esté inmerso el causante y como deber social y ciudadano, el heredero
pone de conocimiento sobre ello ante la autoridad competente, ello podría ser
considerado también como causal de indignidad?. Desde nuestra humilde opinión y
criterio, creemos que no debido a que no se estaría infringiendo el deber filial que puede
tener por la relación entre el denunciante y el denunciado, que son el heredero y el
causante. Por lo que resulta, necesario que, ante este punto, la ley pueda ser más
específica en distinguir en qué casos pudiera operar esta causal.

Ahora, si estamos de acuerdo con lo normado respecto a esta causal de indignidad,


debido a que el denunciante estaría buscando poder aprovecharse de la situación
jurídica que pudiera tener el causante para poder sacar provecho sobre los bienes del
mismo, lo cual nos indica un terrible proceder, nos atreveríamos a decir, un actuar
temerario y maquiavélico con el fin de obtener beneficios a raíz de la situación jurídica
del causante.

2.1.4. Los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante
que otorgue testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque
total o parcialmente el que hubiera otorgado.

En este caso debemos tener en cuenta que ésta causal tiene un alto relieve subjetivo,
respecto a que al coaccionar al causante para que otorgue testamento o que revoque
total o parcialmente el otorgado, afecta directamente a la voluntad o la facultad de
decisión del causante, dicha coacción puede ser física o moral, comprende la fuerza, la
intimidación la violencia y la influencia indebida.

2.1.5. Los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la


persona de cuya sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de
un testamento falsificado.

Esta causal busca castigar al heredero que trata de desviar la voluntad del causante
respecto al acto testamentario, para que a través de ellas pueda obtener algún
beneficio, sea éste realizada por terceros o por los propios herederos forzosos.

2.1.6. Los que hubieran sido sancionados con sentencia firme en un proceso
de violencia familiar en agravio del causante.

Este inciso fue agregado recientemente a nuestro ordenamiento, concretamente por la


Ley N° 30490, del 21/07/2016; la misma que busca proteger la vida del causante y su
integridad como tal, castigando al indigno con no poder heredar.

2.1.7. Es indigno de suceder al hijo, el progenitor que no lo hubiera reconocido


voluntariamente durante la minoría de edad o que no le haya prestado
alimentos y asistencia conforme a sus posibilidades económicas, aun
cuando haya alcanzado la mayoría de edad, si estuviera imposibilitado
de procurarse sus propios recursos económicos. También es indigno de
suceder al causante el pariente convocación hereditaria o el cónyuge
que no le haya prestado asistencia y alimentos cuando por ley estuviera
obligado a hacerlo y se hubiera planteado como tal en la vía judicial.

Este inciso contiene a la vez dos causales. El primero hace mención a la posibilidad de
heredar el padre por parte del hijo, cuando el padre se haya negado a reconocer a su
hijo de manera voluntaria, cuando éste dentro de la minoría de edad o cuando no le
haya prestado la asistencia y alimentación correspondiente, evadiendo así su obligación
y responsabilidad de padre, y negándole el derecho del menor a su alimentación.

La segunda parte del inciso, hace referencia al pariente con vocación hereditaria o
cónyuge que, aun teniendo el deber de cuidado, asistencia, alimentación a favor del
causante, éste no lo cumple o no realice los actos correspondientes de cuidado del
causante, y sea obligado a nivel judicial a que cumpla con sus obligaciones de cuidado,
asistencia y alimentación, lo que conllevaría a que el heredero o cónyuge, sea obligado
por el juez a que cumpla con este deber. En tanto esto conlleva a que el causante tenga
una buena calidad de vida en el sentido amplio de éste, hasta su muerte, pudiendo los
que salvaguardan el cuidado del causante el derecho y moral necesaria de poder
heredar.

2.2. EL PERDÓN DE LA INDIGNIDAD. -

El perdón de la indignidad puede ser otorgado por el causante o los demás sucesores. El
primero a tenor de lo prescrito en el artículo 669°, que señala que el causante puede
perdonar al indigno de acuerdo a las normas de desheredación. El segundo, cuando los
demás sucesores no ejercitan la acción de exclusión a que se refiere el artículo 668°, con
el objeto de no apartar al indigno. Si la inacción de los sucesores no es deliberada, y
simplemente dejan transcurrir el plazo para interponer la mencionada acción sin el
propósito de perdonar, su abstención tendrá los mismos efectos que el perdón.

El perdón otorgado por el causante puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando lo
manifiesta claramente en el testamento o por escritura pública, en concordancia con lo
dispuesto en los artículos 743° y 753°. Es tácito cuando instituye heredero o legatario al
indigno, en aplicación de las reglas de la desheredación, que, tal como determina el
artículo 669°, le son aplicables. Dicho perdón al sucesor rehabilita íntegramente a éste.

Puede verse con claridad que el instituto de la indignidad es de interés privado, pues
depende de la voluntad particular hacerla valer o no y, en consecuencia, perdonarla. No
es institución de orden público.
CAPITULO III
DESHEREDACIÓN
3. DESHEREDACIÓN
3.1. CAUSALES DE DESHEREDACIÓN

3.1.1. DESHEREDACIÓN DE LOS DESCENDIENTES.

a. Haber maltratado de obra o injuriado grave y reiteradamente al ascendiente o


a su cónyuge si este es también ascendiente del ofensor.

Es decir, en el caso del maltrato de obra basta un solo acto para justificar la causal.
Tratándose de la injuria grave deberá probarse que la acción se ha efectuado por lo
menos dos veces para que se dé la causal. La causal no se refiere a los ascendientes en
general, los cuales son padre y madre, abuelo y abuela, etc. Se remite al ascendiente de
cuya herencia se trata y no a los demás. Por eso incluye al cónyuge de este, que también
debe ser ascendiente del ofensor. Por ejemplo, el maltrato o injuria al abuelo no le da
al padre derecho a desheredar al hijo. Tiene que ser el propio ofendido quien deshereda,
o cuando lo es el cónyuge de este, también ascendiente del ofensor. De lo contrario, la
causal se referiría simplemente a los ascendientes. Debe observarse que el maltrato de
obra puede configurar un delito o falta de lesiones según la gravedad del caso, y la injuria
grave es un delito contra el honor. Nuevamente, nos encontramos ante institutos
penales que se aducen para efectos civiles. Nos preguntamos, ¿pueden determinarse
estas figuras en un proceso civil? Nos parece que no. Para la aplicación de la causal, se
requiere de una sentencia penal que condene al desheredado por el delito o falta,
resultando así una causal complicada y de difícil aplicación. Más aún cuando el carácter
reiterativo que exige haría necesarios dos procesos penales.

b. Haberle negado al ascendiente, sin motivo justificado, los alimentos o haberlo


abandonado encontrándose este gravemente enfermo o sin poder valerse por
sí mismo.

La primera parte de esta causal estaba prevista en el ordenamiento derogado, y se


refiere a la obligación legal de los descendientes de prestar alimentos a los ascendientes,
se pregunta si para que se dé esta causal es o no necesario que la negativa de prestar
los alimentos conste en juicio, a lo que responde que no en su opinión, criterio con el
que concordamos. Bastará que en el proceso se pruebe que hubo negación a prestar
alimentos. A la dación del Código español del siglo pasado.
Esta causal resulta en los hechos de difícil aplicación, pues para que opere se requiere
que el ascendiente tenga una situación económica precaria que lo haga necesitar de
alimentos, en cuyo caso no tendrá patrimonio que dejar a sus herederos. Así, la
desheredación resultará poco efectiva.

c. Haber privado de su libertad al ascendiente injustificadamente.

Indicamos que la inclusión de esta causal obedece a que, en algunos casos, se produce
una privación de la libertad en beneficio del ascendiente afectado; quien, por pérdida
de facultades mentales, aunque sea momentánea, puede ser protegido por la familia
recortando su libertad de movimiento.

d. Llevar el descendiente una vida deshonrosa o inmoral.

La causal de prostitución, a que se refería el Código derogado, se ha ampliado por una


más extensa referida a la conducta deshonrosa o inmoral en general entendemos que
la conducta deshonrosa es aquella que daña la reputación e imagen del descendiente,
es aquella que ante los ojos de la sociedad es mal visto y que, a la vista del legislador,
encaja en la causal de desheredación para el heredero.

3.1.2. DESHEREDACIÓN DE LOS ASCENDIENTES


a. Haber negado estos injustificadamente los alimentos a sus descendientes.

Como la obligación de prestarse alimentos entre ascendientes y descendientes es


recíproca (artículo 474) Esta causal contempla la misma situación analizada, a la inversa.
Por lo tanto, al igual que tratándose de la desheredación de los descendientes,
conceptuamos que tampoco es necesario en este caso que se haya seguido un juicio de
alimentos, bastando probar la negativa a prestarlos.
b. Haber incurrido el ascendiente en alguna de las causales por las que se pierde
la patria potestad, o haber sido privado de ella.

La patria potestad está sujeta a acabamiento (artículo 461°), pérdida (artículo 462°),
privación (artículo 463°) y suspensión (artículo 466°). La causal de desheredación se
refiere solo a la pérdida y a la privación.
De acuerdo al artículo 462°, la patria potestad se pierde por condena a pena que la
produzca o por abandonar al hijo durante seis meses continuos o cuando la duración
sumada del abandono exceda de este plazo.

La privación de la patria potestad, conforme al artículo 463°, procede en los siguientes


casos:
- Por dar órdenes, consejos, ejemplos corruptos o dedicar a la mendicidad a sus
hijos.
- Por tratarlos con dureza excesiva.
- Por negarse a prestarles alimentos.

Obsérvese que el inciso trata en forma distinta los casos de pérdida y privación de patria
potestad, señalando, en el primer caso, que la causal de desheredación opera no solo
en virtud de una resolución judicial que declare la pérdida, sino que basta que se pruebe
que se incurrió en alguna de las causales para ello. En el segundo caso, debe mediar
necesariamente una resolución judicial que haya declarado la privación de la patria
potestad para que sea de aplicación la causal de desheredación.

3.1.3. DESHEREDACIÓN DEL CONYUGUE

Son causales de desheredación del cónyuge las previstas en el artículo 333°, incisos 1 a
6, que son:

a. El adulterio.
b. La violencia física o psicológica, que el juez apreciara, según las circunstancias.
c. El atentado contra la vida del cónyuge.
d. La injuria grave.
e. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o
cuando la duración sumada de los periodos de abandono exceda a este plazo.
f. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común.
CONCLUSIONES:
Podemos concluir del presente trabajo que las instituciones de la desheredación e
indignidad, buscan sancionar a aquel que atente contra un causante o testador o en
contra de sus ascendientes, descendientes o cónyuges, quitándoles derecho que por su
misma condición de sucesor es inherentes a cada uno.
Sin embargo, nuestra normatividad no sólo ha intervenido jurídicamente en estos actos
jurídicos, sino que contiene argumentos subjetivos que permite incluso el perdón de
aquel que pueda ser declarado indigno o desheredado, por parte del causante, testador
o los mismos herederos.
Se podría decir, además, que esto busca de alguna manera proteger, defender y
sustentar al causante en vida y post morten en algunos casos, asegurando también a sus
descendientes, ascendientes, inclusive a su cónyuge.
Que la desheredación constituye un acto jurídico, mediante el cual se modifica una
situación jurídica anterior, la única fuente donde radica la desheredación es un
testamento válido. La desheredación debe sustentarse en actos cometidos por el
excluido considerados como causales en la Ley, este requisito es de carácter público e
impide al testador alegar causa ilegitima por la que se pretenda privar al heredero del
derecho a la herencia.
La desheredación debe hacerse contra un heredero capaz consiguientemente el
causante no puede desheredar a un incapaz.
La desheredación debe ser un acto jurídico puro, simple, total, puesto que no debe estar
sujeto a modalidad alguna, ni tampoco la desheredación puede ser parcial.
Aunque, las causales de desheredación sean basadas en percepciones subjetivas en las
que puede concluir el testador, sobre las cuales no estamos de acuerdo, ello podría
recaer en un acto contrario al derecho, que podría buscar el favorecimiento de otro
heredero forzoso.
Por otro lado, la indignidad, a criterio del grupo tiene un basamento más objetivo, ya
que para poder determinarse necesita prueba sine qua non, que existe prueba
sustentatoria de la causal como por ejemplo la sentencia del condenado que atentó
contra la vida del causante; el cual si tiene una sustentación material de la causal de ser
declarado indigno.
Entonces, estás instituciones tienen carácter subjetivo (desheredación) y objetivo
(indignidad), por lo cuales se sanciona al sucesor por diversos caracteres.

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