Sunteți pe pagina 1din 2

CONCLUSION

A lo largo del trabajo se ha podido apreciar la importancia radical de la filosofía en la psicología en


temas tales como la relación mente cuerpo. Además, hemos visto como la psicología se vale de una
multitud de conceptos pertenecientes a la tradición filosófica que se expresan muchas veces en
expresiones utilizadas en el campo psicológico y son pocas las veces que los psicólogos las advierten.
Según la posición que tomamos la psicología en la relación mente-cuerpo podemos encontrar el
conductismo, que elimina cualquier aspecto mental; el mentalismo que defiende la teoría de la
identidad, manifestando que: cerebro y mente son la misma cosa. Ambas posiciones son
insuficientes y han quedado superadas por sus contradicciones internas. El funcionalismo
computacional se abre paso sobre los dos anteriores superando sus insuficiencias; sin embargo,
también presenta debilidades que hemos analizado. El conexionismo por su parte, se presenta como
la opción más esperanzadora de conseguir un modelo mental del sistema nervioso. También hemos
visto como la psicología, en tanto ciencia, se desarrolló a partir del positivismo de Comte hasta la
actual filosofía de la ciencia, siempre siguiendo, en mayor o menor medida, el paradigma imperante.
Será con Thomas Kuhn y su dura crítica al positivismo lógico cuando se replantee y repiense el papel
de la ciencia y su propia conformación, dado que el mencionado autor realiza una de las críticas más
brillantes, destacando el nacimiento del concepto de paradigma y una nueva visión de la ciencia,
que sigue vigente hasta nuestros días. La psicología cuenta con varios paradigmas en su seno, lo que
hace que se trate de una ciencia multiparadigmática, bien consolidada. La psicología es consciente
del importante papel que juega la filosofía en su seno, y de las diversas formas en que participa en
varias de sus cuestiones y postulados; entonces, a lo largo de todo el trabajo se ha podido analizar
y visualizar la radical importancia de la filosofía dentro de la psicología.

Finalizaremos indicando algunas conclusiones que, a nuestro juicio, se desprenden de este nuevo
rumbo que predomina en la reflexión sobre las relaciones entre Filosofía y Psicología, y que se
refieren a los problemas suscitados en este trabajo:

1) Debe asumirse, por muchas y poderosas razones, que no es posible establecer un telón de acero
o rígido criterio de demarcación entre la ciencia y otras actividades intelectuales como la Filosofía.
Cada vez se hacen más patentes los indisolubles lazos que unen o todos aquellos que optan por la
pluriforme racionalidad como guía en sus explicaciones del mundo y de sí mismos.

2) El nuevo maridaje se ha hecho posible, por un lado, tras reconocerse que el término "ciencia" es
un nombre o rótulo de heterogéneas actividades (las científicas) que ya no persiguen un pseudoideal
reduccionista. Ni son mero resultado de "un'' método, ni están formadas por "un'' tipo exclusivo de
proposiciones. Por otro lado, la Filosofía, o al menos parte de ella, ha renunciado o constituirse en
tribunal y fundamento de las ciencias, sin pretender, especulativa e independientemente alcanzar
conocimientos contrapuestos a los de ellas.

3) La reconciliación, por tanto, entre Psicología y Filosofía se está llevando a cabo entre dos partes
muy diferentes de las que hace más de un siglo se vieron abocadas a separarse. No toma la figura
de un retorno, sino lo de un nuevo encuentro. El que viene exigido por compartir unos problemas,
que no se prestan a dividirse estrictamente en ámbitos disciplinares, y unos procedimientos
racionales de intentar resolverlos que, desde la interpretada observación empírica singular hasta la
especulativa integración de teorías, muestran los rasgos de una gradación en lugar de un cambio de
naturaleza.

4) Tras el reconocimiento de la mutua implicación, es necesario analizar, conjunta y


pormenonizadamente, las diferentes formas en que experiencia y teoría conforman nuestras
ciencias y nuestras concepciones del mundo. La investigación clínica debe perseguir una
autoconciencia de sus supuestos epistemológicos e implicaciones teóricas, del mismo modo que la
filosofía no puede reflexionar honestamente sobre el pensamiento y la acción humana sin integrar
su esfuerzo con el de la Psicología. La formación de ambos requerirá del conocimiento del otro como
requisito del autoconocimiento.

5) En psicoterapia sigue siendo verdadera la afirmación de Kurt Lewin de que nada hay tan práctico
como una buena teoría. Pero, además, debemos añadir que ni siquiera hoy práctica sin teoría, y que
no hoy teoría sin "metafísica''. El hacer requiere conocer y el conocer, pensar. Filósofos de la
Psicología y psicólogos aplicados no somos iguales, pero pertenecemos o una familia que sólo puede
resolver muchos problemas comunes con el trabajo compartido de ambos

S-ar putea să vă placă și