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De susurros y susurradores
Mirta Colángelo
Para Dalila, mi bella nieta susurradora
y a todos los que andan regalando susurros por acá y por allá.
Índice
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
De susurros y susurradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
El susurro y la palabra poética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
La novedad del susurro y el plus que aporta
a la mediación de poesía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
El rol de los mediadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
La selección de los textos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
El susurro como una nueva forma de mediar poesía . . . . . . . . 34
El descubrimiento: Les souffleurs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Algunas opiniones acerca de esta práctica . . . . . . . . . . . . . . . .41
Casi un cuaderno de bitácora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Pequeñas crónicas de algunos itinerarios
por los que anduve desde los comienzos . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
La Educación por el Arte, el camino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Jornadas de Educación por el Arte de Laprida . . . . . . . . . . 49
Jornadas de Educación por el Arte de “Galera Sol”,
La Reserva, Campo ubicado en Capilla del Señor,
Provincia de Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Susurros en un cumpleaños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Susurros en la cola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Historias de taxistas (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Historias de taxistas (2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Susurros en otros espacios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
El Día Internacional de la Mujer en el Rosedal . . . . . . . . . . 65
Sembrando susurros en los encuentros
del Programa “Placer de leer” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Susurros colectivos en el Seminario Internacional
de Literatura Infantil y Juvenil “Placer de leer” . . . . . . . . . . 70
Susurros de despedida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74
Alegrías en la Feria Internacional del Libro
de Buenos Aires, abril de 2008 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Susurros por radio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Susurrando por el barrio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
Nanas y susurros:
En un taller de nanas el susurro se hace canción . . . . . . . . 80
❀
Encuentros internacionales de Narración Oral
en la Feria del Libro de Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Una tardecita en el Ferrowhite Museo taller . . . . . . . . . . . 84 Prólogo
Susurrándole al “fugitivo” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Cartografías del susurro. Otros itinerarios . . . . . . . . . . . . . . . .89
Palomar de Eduardo Galeano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Poesía, silencio, complicidad, secreto, escucha, encuentro,
Grupo “Color susurro” de Córdoba . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90 sorpresa, ráfaga. Hallazgo.
Asociación chicos de Rosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Manuel López susurra en Jujuy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Susurrar y ser susurrado: un vínculo sensible sostenido
La grieta, La Plata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 por aire poético en movimiento.
Asociación La vereda, Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . 108 El arte de susurrar por medio de “susurradores” o “rui-
Colegio Sarmiento de Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 señores” (tubos de cartón transmisores de poesía murmu-
Más de Córdoba: Palomar de Cecilia Bettolli (cedilij) . . . 120 rada), un modo de intervención poética nacido en Francia,
El susurro sangriento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
es sin duda una idea para Mirta Colángelo, sutil e intensa
edelij, Mendoza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Susurradores del pago de los Arroyos . . . . . . . . . . . . . . . . 132 educadora por el arte, buscadora original de semillas de
Taller municipal de Coronel Dorrego . . . . . . . . . . . . . . . . 139 redes estéticas. Así lo sintió ni bien lo supo, del deslum-
Tres crónicas breves . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140 bramiento al acto. Pasar ella misma por la experiencia, po-
En el jardín de infantes de Monte Hermoso . . . . . . . . . . . 143 ner el cuerpo y la poesía atesorada en tono de susurro fue
La alquimia del verso seduce a los narradores . . . . . . . . . . 144 y sigue siendo vital para el desparramo fértil que sobrevi-
La poeta Marisa Negri susurra e invita a susurrar . . . . . . . 155
Susurrar en el II Festival de Poesía en la Escuela,
no y no deja de arborecer a la luz de su impulso.
Escuela Especial Portal del Sol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156 En esa apropiación creativa se encontró maravillada con
SusurrArte, La banda del susurro, Bahía Blanca . . . . . . . . 160 un nuevo camino para lo que ella denomina certeramente
Susurros en la Biblioteca Pan y Rosas de Bahía Blanca . . . 165 “mediar poesía”. Mucho de lo sabido, creado y madurado
Susurros en Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168 sobre educación por el arte (poesía mediante) de pronto
Susurrando en Barcelona y en Michigan . . . . . . . . . . . . . . 170
podía pasar a través de un tubo de cartón y renacer multi-
Una selección no excluyente de textos para susurrar . . . . . . . . . . 175
plicado.
Coplas anónimas para susurrar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 “Mediar poesía”, al leer a Mirta en este libro y al ver a
Las coplas copleras de los chicos del taller. Cuentos con sol . . . . 189 los susurradores en acción, es una apertura a nuevos signi-
Bibliografía a modo de consulta y orientación ficados en las prácticas de experiencia y promoción de la
Para seguir leyendo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 lectura refrescando y a la vez profundizando un hacer que
si no se reinventa y se piensa a sí mismo, siempre corre el
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peligro de cristalizarse o acomodarse acríticamente en las la acción de susurrar en un activismo superficial que se re-
buenas intenciones. duce a lo vistoso dejando en un segundo plano la centra-
Las reflexiones sobre la mediación poética en las prácti- lidad de la palabra poética. La alianza de lo lúdico con lo
cas susurrantes que propone Mirta en el inicio de este libro poético no implica alivianar la potencia de lo que está en
revelan múltiples saberes y microdecisiones de los cuerpos juego. De ahí el acento significativo que Mirta pone en la
y las almas que se disponen a ser atravesadas y sorprendi- calidad de la selección poética como nutriente básico de
das por la poesía, tanto desde el que susurra como desde encuentros comprometidos con el otro. Si se quiere más
quien es susurrado. La voz atenuada por las tonalidades evidencia sobre esta convicción, De susurros y susurradores
del susurro vibra en dirección a una escucha que se sor- es también un tapiz de bellos textos poéticos enhebrados
prende mostrando su perfil. Quienes tienen la ocasión de en las reflexiones de la autora y en las narraciones de ex-
ser espectadores de ese secreto de a dos (a veces, muchos periencias susurradoras. El anexo con una selección “no
“dos” conviviendo en un mismo espacio intervenido) se excluyente” de textos para susurrar, planteada como invi-
encuentran con una ocasión singular de vivir el susurro. tación y camino abierto, es otro signo elocuente del lugar
Las fotos con escenas de susurros contenidas generosa- dado al acto de elegir para uno mismo y para otros. En los
mente en este libro son muestra elocuente de esa belleza territorios de la mediación de lecturas, el tiempo y el es-
en voz baja. Mirar la escucha de otros es otra manera de pacio dedicados a buscar, calibrar e intercambiar sobre lo
ser protagonistas de esta celebración poética. hallado constituyen el prólogo necesario para el espesor
La puesta en voz por medio del susurro es, en las pala- de la acción del susurro. Es una de las claves formativas del
bras y en la acción propuestas por Mirta Colángelo, una arte susurrante.
invitación a reencontrarse con la oralización de la poesía, Así como la experiencia de susurrar es un hacer íntimo
gesto que estaba en su origen y que vuelve así al aire, retor- y a la vez social, con hondas implicancias en contextos di-
no a la respiración sonora que espera en las páginas escri- versos, en particular aquellos vulnerados por distintas for-
tas o en los nidos de la memoria. mas de exclusión, este libro es consecuente con el carácter
La sensibilización poética de quienes buscan y deciden colectivo de este modo de mediar. Mirta decide sumar a su
ser mediadores de poesía encuentra en este libro una fun- voz múltiples voces que desde distintos lugares de este país
damentación necesaria y poéticamente dicha. Mirta Co- y de otros testimonian con relatos e imágenes el impacto y
lángelo muestra que es posible transmitir conocimiento las transformaciones vitales y estéticas que conmueven a
con poesía. susurradores y susurrados. Esta apuesta coral del susurro
Que “la poesía es cosa seria” es una afirmación con con- habla de una política de la posibilidad poética en la vida
secuencias si se la lee en su agudo sentido. Actúa como de todos. Aquí destella la veta democratizadora del susu-
alerta ante los peligros de banalización, de conversión de rro como valorador sensible de un tono de habla, el de los
14 | Prólogo | 15
Y el mediador como puente sensible, un invitador a lo Sin duda creo que susurrar inaugura una nueva manera de
desconocido, que selecciona según sus hallazgos, saberes mediar poesía.
y predilecciones, y como tal, es el responsable de que esa
pérdida no se produzca. La palabra poética
Abierto el tema a otras tantas indagaciones, abordaré
brevemente algunas cuestiones, convencida de que susu- Palabras
rrar es un arte de encantamiento. Un arte que cautiva por Estas palabras quieren ser
dar lugar privilegiado a lo sensible en un gratificante in- un puñado de cerezas,
tercambio donde lo poético tiene preeminencia. un susurro –¿para quién?–
La palabra poética, como verbo en movimiento animán- entre una y otra oscuridad.
dolo, habitándolo y nombrándolo, hace existir al susurro. Sí, un puñado de cerezas,
El susurro, que privilegia el aspecto fónico del lengua- un susurro –¿para quién?–
je, posibilita la emergencia de un mundo enriquecido que entre una y otra oscuridad.
subvierte los ordenamientos. Al susurrar se establece un
pacto de secreto entre lo que se va ofrecer y lo que se acep- Jorge Teillier, Para un pueblo fantasma, Cruz del Sur, 1978
ta, sin saber claramente a priori qué sucederá. Susurrar es
develarse, hacerse transparente ante los ojos de los demás. Inasible, indefinible, la poesía. Sólo se pueden aproximar
La que acciona es la poesía. Ella es la que seduce convir- algunas ideas para decir de ella, algunos arrimos.
tiendo a la palabra en exhibición en pos de la conquista de ¿Acaso se pueden definir el amor, la muerte, la música,
un otro que en el placer de oír se somete voluntariamen- el dolor, el sueño?
te. Hay en esta práctica un pronunciamiento a favor de un ¿No será que se trata nada más que del deseo de apre-
arte que recupere la experiencia sensorial y el lenguaje hender lo inasible, la fantasía de querer abarcar desde lo
como flujo de lo poético. Lo que se trasmite es percibido ínfimo a lo inabarcable presente de todos los modos en la
por el oído, no puede ser leído. Cuando susurramos da- poesía?
mos lugar a una revalorización de la oralidad representada Atrapada, devorada por las voces de los poetas se mez-
en un cuerpo que habla por una voz que brota de él. Lo clan con mi voz las de ellos, que ineludiblemente reclaman
que se transmite por el cuerpo es siempre más fuerte que participar de estas reflexiones. María Negroni, poeta y crí-
lo que se transmite por el intelecto. Y la voz, como un es- tica argentina, se pregunta:
pejo corporal, se proyecta más allá del cuerpo… Susurrar
es hacer posible una especie de deslizamiento hacia el es- ¿Es la poesía, en una civilización tecnológica, un arte
pacio de lo extraordinario, de la perplejidad, del misterio. anacrónico? ¿Está destinada a desaparecer o a caer en
Dos muchachas descubren Es imprescindible considerar asimismo que por ser el len-
el secreto de la vida guaje de todas las excepciones, de todas las transgresiones,
repentinamente en una línea de poesía. la poesía pide una concentración lingüística extrema, por-
Yo que no sé el secreto que hace posible cambiar los límites del lenguaje.
escribí la línea. El poeta chileno Enrique Lihn juega en este poema, de-
Ellas me dijeron senfadado, a pensarla como proceso de creación.
(a través de una tercera persona)
que la habían encontrado Si se ha de escribir correctamente poesía
pero no cuál era no estaría de más bajar un poco el tono
qué línea era. No dudo sin adoptar por ello un silencio monolítico
ahora, más de una semana más tarde, ni decidirse por la murmuración.
30 | De susurros y susurradores
La selección de los textos mina los signos de puntuación. Su exploración da lugar a
una especie de campos de prueba que los críticos llaman
¿Qué textos? artefactos poéticos y que vale la pena conocer. En sus Re-
flexiones sobre el verso libre, el poeta Eliot dice: “Prescindir
Los textos seleccionados para susurrar son textos breves y de la rima no es un salto hacia la facilidad; por el contrario
de calidad literaria. Una buena selección de coplas, no de exige una tensión mucho más severa”.
forma exclusiva, pero adhiriendo a la idea de recuperar el Cuando de susurrar a los niños se trata no hay que te-
rito, puede ser una de las elecciones. El rito contiene, con- mer incorporar poemas que no respondan a los mandatos
densa lo simbólico. Actualmente los ritos han perdido su escolares de que siempre deban ser poemas escritos para
nexo con lo sagrado, pero la presencia del símbolo sigue niños. Sostiene Marc Soriano: “Además de la buena poe-
viva en las creencias del folklore que muchas veces son nú- sía que les esté destinada los niños pueden y merecen co-
cleos generadores de la creación literaria. nocer la poesía de autores como Walt Whitman, Petofi,
Elegir poemas cortos o fragmentos de autores potentes Camoens, Pessoa, García Lorca, etc., etc.” Ante estas ideas,
sin privilegiar las rimas, poniendo el ojo en los contem- suele objetarse que estos autores no escribieron para niños,
poráneos con los que pueden armarse las antologías para que sus textos suelen ser difíciles, oscuros. Entonces, Marc
distintas ocasiones. Preparar para cada intervención series Soriano nos acerca las palabras de Juan Ramón Jiménez:
distintas de poemas. La poesía remite a un mundo mul-
tívoco. Puede hacer de la lectura una pasión. Demanda Nada importa que el niño no lo entienda, no lo com-
lectores activos que a partir de mirar el mundo desde dis- prenda todo. Basta que tome el sentimiento profundo,
tintas posiciones hagan que los textos funcionen. Convoca que se contagie el acento como se llena de la frescura del
al oyente desde todos los significados posibles: es palabra agua corriente, del calor del sol y de la fragancia de los
viva. Y esta tiene una urgente necesidad creadora. De ahí árboles; árboles, sol y agua que ni el niño ni el hombre
que cuando al seleccionar sugiero desprenderse de la rima ni el poeta mismo entienden en último término lo que
es porque pienso que esta posibilidad implica un ejercicio significan. (La literatura para niños y jóvenes. Guía de ex-
de ampliación de la mirada que enriquece la selección y la ploración de sus grandes temas, Edit. Colihue, 1995)
expande.
El verso libre incorpora una nueva discursividad que, Y si bien lo ideal es susurrar los poemas de memoria, han
entre otras cosas, está expectante ante los pequeños de- surgido en la práctica distintas estrategias para pasar los
talles e imita al lenguaje cotidiano, no incluye recursos textos sin depender o quedar atados a la recuperación de
tradicionales, se cruza con los discursos sociales, cuestio- la memoria. Tener a mano una libreta con los poemas co-
na los límites entre los géneros, desarticula la sintaxis, eli- piados, guardarlos en bolsillos e irlos sacando para leer.
34 | De susurros y susurradores
En ese lugar no situable, intangible en el que se confunde
la sensibilidad con la palabra, quizá habite el susurro; una
estrategia de comunicación que supera la comunicación
simplemente verbal; un encantamiento.
A través de las experiencias realizadas en todo el país
acordamos en que en general se instala en los susurrados
la curiosidad o el deseo de conocer otros poemas de los
autores elegidos. En muchas escuelas los alumnos se con-
vierten en lectores de poesía que seleccionan con fervor
poemas para mediar. Los relatos de los que adhieren a esta
práctica dan cuenta de esto.
Primavera de 2007
El correo electrónico de mi amigo, el artista Juan Lima,
decía: “Esto es para vos”, y me remitía a una página de
Internet titulada Les souffleurs. Los sopladores (www.les-
souffleurs.fr). Supe entonces que un grupo de artistas
franceses en el año 2001 decidió hacer algo para desacele-
rar la locura del mundo. Me enteré de que salen con largos
tubos de cartón, de esos que se usan en las sederías para
envolver las telas, a susurrar poemas al oído de la gente. Se
visten de negro, los tubos también lo son, y a veces se ata-
vían con sombreros y esgrimen grandes paraguas debajo
de los cuales susurran a los niños en las calles.
Inicialmente lo hicieron en París, pero después exten-
Pienso en los tubos de los susurradores y creo que ellos Un susurrador es un tubo de
también propician una trémula metamorfosis: la luz de la cartón de dimensión
voz regalando un poema al oído es generadora de placer y, variable, posee dos orificios:
seguro, mitigadora de penas, aventadora de naufragios… por un lado entran palabras,
por el otro sale un poema.
El resultado de ese breve
proceso es una conexión,
ínfima o infinita, entre la
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Barre con el prejuicio de que la creatividad es patrimonio sivas o imprevistas que propician reacciones positivas en
de algunos elegidos o que es sólo el resultado de la inspi- los implicados en el proceso de aprendizaje. Suelen liberar
ración. Valoriza la sensibilidad y la libertad de lenguajes los miedos, las inhibiciones, produciendo goce, bienes-
como posesiones valiosas que merecen ser desarrolladas. tar. La construcción de un espacio confiable es la primera
Su práctica desinhibe los bloqueos y las resistencias expre- construcción necesaria en la Educación por el Arte.
sivas, deconstruye los miedos y propicia ocasiones de en- Un espacio que llegue a ser memorable porque garan-
cuentros inéditos. Hace que los implicados en el proceso tiza que allí todo puede ser dicho, dibujado, pintado, dan-
se sientan en confianza, aunque provengan de contextos zado, musicalizado y tanto más. Y en el que los que par-
sociales desfavorables. Da lugar a la invención libre, azaro- ticipan no teman equivocarse, refutar, hacer el ridículo.
sa, al extrañamiento, al azar. Andando por este camino sigo aprendiendo, sigo buscan-
En la Educación por el Arte, educación provocadora y do, sigo “cambiando figuritas” con los otros.
generadora de placer, se priorizan los procesos sobre los
productos y se incorpora, entre otras estrategias, el juego. • Jornadas de Educación por el Arte de Laprida
Pienso que la metodología va más allá de transitar los ca-
minos del arte, que simplemente es un aprendizaje huma- Octubre de 2007
nizador. Al fomentar la elaboración de sensaciones y per- Como todos los años en plena primavera se realizaron en
cepciones despertando el registro de hechos, situaciones u Laprida, una pequeña ciudad de 10.000 habitantes situada
objetos de la vida cotidiana, conducimos a los implicados en el centro de la Provincia de Buenos Aires, las 19.° Jorna-
a contextualizar las experiencias. das de Educación por el Arte.
Estoy convencida de que la Educación por el Arte am- Estas Jornadas, llevadas a cabo con continuidad como
plía el concepto de educación porque fomenta el derecho único evento de ese tipo en el país, congregaban entre 500
de acceder al dominio de todos los lenguajes de la cultu- y 800 participantes. Se constituyeron en una experiencia
ra; de la propia y de la ajena. Se trata de otra manera de que creció en el tiempo. Imaginadas por Patricia Stokoe y
aprender, de otra manera de enseñar, de transmitir los sa- Sara Quiroga, quienes impulsaron su realización y fueron
beres, en un proceso de construcción en el que se combi- incorporadas al proyecto político de un joven intendente,
nan sensibilización y conocimiento con goce. Sería valioso el arquitecto Alfredo Irigoin.
que las técnicas y las transmisiones educativas formales de Desde el año 1987 la propuesta incluyó talleres de áreas
las artes fueran reemplazadas, aceptando que los procesos artísticas y científicas destinados a personas entre los 10
creativos piden, necesitan espacios no definidos de ante- años y los 90, como decía en la invitación a participar. Yo
mano en los que la transmisión se da muchas veces por coordiné un taller literario desde la quinta Jornada de ma-
vías indirectas. Estas son las que aceptan acciones sorpre- nera ininterrumpida. El lema de las Jornadas era “Regar el
De susurros y susurradores | 51
Municipal de Educación por el Arte), que funciona desde
hace más de 40 años en Avellaneda. Recorremos el país y
el exterior con nuestros talleres, que en muchas oportu-
nidades se dan integrando diversos lenguajes artísticos y
científicos.
El proyecto “Galera sol” es idea de Ana Inés Predan,
quien anteriormente coordinó el área de Expresión Cor-
poral en “La casa del sol albañil”, un espacio de áreas in-
tegradas que fundé en 1986 con Miguel Ángel Carra y
que funcionó durante diez años en Bahía Blanca. Las ac-
tividades incluían, además del área mencionada, Plástica,
Teatro, Música, Literatura y Técnica del Movimiento, y es-
taban destinadas a niños entre 4 y 12 años, adolescentes y
adultos. “La casa del sol albañil”: una casa violeta, con un
patio en el que florecían los jazmines y las lavandas. Un
espacio donde también floreció la lectura. Docentes, bi-
bliotecarios, padres y abuelos recibían orientación biblio-
gráfica y niños y adolescentes participaban de visitas guia-
das, narraciones y actividades de animación. Durante los
años de su funcionamiento se organizaron cursos, talleres,
espectáculos y charlas destinados a docentes y personas
interesadas en la Educación por el Arte, coordinados por
especialistas de nivel nacional. Homenajes a Julio Cortázar
y a Roberto Juarroz, programas radiales para niños y de
poesía para adultos, participación en Jornadas Nacionales
e Internacionales y la realización de las Primeras Jornadas “La casa del Sol Albañil” y sus alquimias
bahienses de Educación por el Arte, se cuentan entre algu-
nas de las actividades que se llevaron a cabo. Disfrutamos
de nutrientes acompañamientos que significaron un apor-
te valioso de capacitación para artistas y docentes de Bahía
Blanca y la zona. Ernesto Camilli, Patricia Stokoe, Graciela
Las detenciones también pueden ser fugas para encontrarse con los otros-
con nosotros.
Respecto al encuentro en el seminario de octubre sin duda
prepararemos los sombreros, la ropa a tono, ¿guantes negros también?
Mil abrazos expandidos hacia todos los puntos cardinales.
Gabriela Pesclevi (La Plata)
Retiro
a la tarde.
Yo, de regreso,
Taracatá en la Feria 1.
Supe que a Aurora, la vecina de enfrente, la habían llevado
Mi querido amigo Julio Calvo me invita a acompañarlo en a un geriátrico.
uno de los programas de Taracatá que se transmitirá por Hacía años que vivía sola, cultivaba rosas y hasta a veces
Radio Nacional en vivo desde la Feria. Comparto el pro- cuidaba el taller mecánico de su hijo. Ahora no puede.
grama contando un cuento y susurrando poemas al aire. Compré un ramo de fresias y me fui a verla, susurrador
Después a mucha gente que había escuchado el programa en mano.
Gracias mil, Mirta, por tu relato, y quieran los dioses y los diablos que
ustedes no se cansen: y si ellos quieren, ustedes no.
Y que sin hacerles caso, sigan.
Abrazos,
Eduardo
| 89
• Grupo “Color susurro” de Córdoba El Color susurro en una intervención callejera en el centro de Córdoba
Me ha costado expresar lo sucedido. Luego, los susurradores en la calle, caminan como con poemas en los
Pero, en fin, aquí estoy escribiendo eso que ocurrió talones, como con locura en el corazón y como vertiendo amor en cada
Que algunos pudieron verlo, otros escucharlo susurro… así la magia penetra, aunque los corran.
Y otros prohibirlo. Así sucede algo distinto y te llaman por teléfono y llega el gerente y
Es que es tan difícil hacer algo distinto la gente no entiende pero sonríe varios minutos luego de un susurro…
“Fuera de la estructuras” diría el gerente del Hipotecario así sucede algo distinto ¡sí!, en todos lados los susurros fueron quedando,
“Ningún espectáculo”, el policía de Credicoop se metieron, así, sin tiempo a que los eches, hasta la del mostrador, ella
“¡Afuera!”, esa fue la orden escribía en la computadora vaya uno a saber cuánto caos sistemático,
Pero los susurradores no acatan orden atacan cuántos números…
un poema Y el susurrador Valentín la sorprendió con un vuelosusurro y ella
dos, detuvo sus dedos; ella se detuvo, ella no podía seguir con sus datos, ella
tres, estaba siendo susurrada, señores, ella dejó un momento de ser quien
no te diste cuenta es todas las mañanas, ella no conocía a Valentín y Valentín le susurra,
y se te llenó el Banco de susurradores con sombreros señoras, eso es un ataque poético al banco, eso es salir a susurrar con
Agosto de 2010
Doña Mirta, le escribo desde Rosario (Santa Fe). Compartimos con Ud.
un taller de susurros en chicos… El mes que viene estoy viajando a
Jujuy y desde la escuela de arte me están invitando a realizar un taller;
se nos ocurrió que los susurradores nos permitirían abrir el juego hacia la
intervención urbana…
Manuel
Mirta, te cuento que nos fuimos nomás a Jujuy a echar a volar los
susurros, estuvimos con gente de la Escuela de Arte, la profe se llama Olga
Chiabrando, y copamos la plaza frente a la Catedral y la Casa de gobierno.
Entre la palabra y el silencio, los susurradores jujeños
100 | Cartografías del susurro
Te adjunto algunas fotos y te cuento que ellos están pensando hacer una que intenta motivar la formación de un primer grupo de susurradores
intervención en la Semana del arte que tienen en Jujuy a principios de jujeño.
noviembre. Nos susurramos en cualquier momento.
Manuel Testimonio de Olga Chiabrando, profesora de la Escuela
de Arte de Jujuy, que trabajó con Manuel
Fragmento de un reportaje hecho a Manuel López en “La
Gacetilla” Nº 87, San Salvador de Jujuy, noviembre de 2010 Hola Mirta, bueno hoy arrancó… algunos me dijeron “Profe, esto es
adictivo…”
¿El susurrador es una buena propuesta para incluir en organizaciones que Los vi felices, disfrutaron…
trabajan desde el arte la inclusión social? Gracias
En Rosario, por ejemplo, lo trabaja chicos, que es una organización Olga Chiabrando (Jujuy)
que trabaja con niños y niñas en situación de calle. Desde que se creó el
centro siempre mantuvieron en su estructura un taller que tenía que ver • La grieta, La Plata
con la escritura, para revalorizar la palabra, creyendo que desde la palabra
se pueden generar cosas… y fue desde ahí que los pibes comenzaron Concepto Grieta. Mezcla, contrapunteo. Multiplicidad, voces de más.
a producir su propia escritura, pero siempre terminaban compartiéndolo Pasión para pensar. Es posible. Hoy –ahora– no nos quedaríamos sin
entre los pibes. Cuando descubrieron esto, (los susurradores) cuando zapatos en una noche fría en ningún lugar del mundo. Interpelar el arte
conocieron a “la Colange” comenzaron a salir a la calle a susurrar sus del contagio –si es necesario– en función de una vía apasionada. Colectiva.
poemas a la gente… Vamos por el riesgo entonces. El nuestro y el de todos.
El morado
Es en aras de la rima
que en la mente del poeta
es el morado
el oscuro enamorado
de un pálido violeta
Un objeto extraño
La función del reciclado guarda cada día más interés para nosotros. Los
deambuladores. Quienes creemos que la calle es una fuente de sorpresas.
Vida ésta.
Dura poco
pero cuesta.
¿Viste?
Con florcitas
No es tan triste.
Río herido
Ya tengo el río en esta noche pura
junto a una compañía que no pierdo.
Ya siento su murmullo cauto y lerdo,
aguas debajo de la orilla dura.
Astul Urquiaga
Destino
Este es el mate, el mate que venía
amoroso en su mano compañera,
donde dejó su ausencia la quimera
de saber que la quise y me quería.
Astul Urquiaga
El jilguero
Negro y oro, blanco y gris
pájaro alegre y pequeño,
padre amante, dulce dueño,
es el jilguero cantor
que oficia de tejedor
y canta mientras trabaja,
construyendo paja a paja,
un nido para su amor.
Pedro Pablo Bisogni
La luna en casa
La luna, la luna tiene
Amanda Paccotti, discípula de Leticia Cossettini,
136 | Cartografías del susurro y los susurradores de San Nicolás
miedo de caer al río,
• Taller municipal de Coronel Dorrego
parece, en el caserío,
que alguien, de atrás, la sostiene.
Niños susurradores por las calles de Coronel Dorrego,
Horacio Rega Molina primera salida
Y el 3 de noviembre Marcos me contó sobre las experien- Acude Paul Zumthor a la tradición histórica para demos-
cias de “Los susurros del Juglar”: trar que fue originariamente la canción la forma por ex-
celencia del discurso de arte verbal: la mayoría de las per-
Mirta, ¿cómo va? formances poéticas han sido cantadas, siendo en la voz
Nuestro grupo se llama Susurros del Juglar. cantada donde el lenguaje exalta su potencia, donde la
Surgió como un juego entre docentes y estudiantes de Musicoterapia palabra se encuentra magnificada, aunque sea al precio de
en la Universidad del Salvador, a partir de un comentario al pasar de una cierto oscurecimiento del sentido, de cierta opacidad del
narradora-susurradora (DT), y de un llamado desde Internet al descubrir a discurso.
“les souffleurs” franceses… Marcos Vidret es Licenciado en musicoterapia, profesor
El desafío: poner en voces y orejas algo de la magia que sostiene las universitario. Dirige El Coral del Aire, un coro para perso-
experiencias musicales de los que cantamos desde nuestras pasiones y nas con capacidades cognitivas diferentes.
quienes nos escuchan, y de quienes nos cantan y escuchamos deleitados.
Creemos en eso, en la magia del canto, en donde la música encarna en • La poeta Marisa Negri susurra e invita a susurrar
su acústica los misterios del que hizo la canción, del que la está haciendo
vibrar y del que la recibe y se transforma… Pequeñas postales susurradas
Los Susurros del juglar es un grupo incipiente, en desarrollo, en donde Feria del libro independiente de Bahía Blanca, 2009
las canciones son elegidas por las personas en el momento, para el
momento y desde la conmoción de la situación que se hace canción ahí,
Hermandad de la palabra · Mirta me enseñó que hay que susurrarle poemas a todo ser
humano: al taxista preocupado, al paseante distraído, pedir
La voz, el poema y el tubo permiso a la oreja, detenerse unos instantes y regalar el poema
como instrumento de amor, de paz, de encuentro.
No quise
No quise decirte nada
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban
No quise.
No quise decirte nada.
Federico García Lorca
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