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María Florencia Peña Muñiz

DNI Nro. 38.994.826

PRIMER PARCIAL DOMICILIARIO


SOBRE LAS TEORÍAS DE LA PENA

TEORÍA GENERAL DEL DELITO Y SISTEMA DE LA PENA

● Profesores: - Dr. Alejandro Alagia

- Dr. Santiago Zurzolo Suarez

● Comisión: 468

● Aula: 22

● Horario: Lunes y Jueves de 17:00 a 18:30 horas.

● Fecha de entrega: 18 de abril hasta las 24:00 horas.

● Alumna: María Florencia Peña Muñiz

● DNI: 38.994.826
María Florencia Peña Muñiz
DNI Nro. 38.994.826

♦ Analice el considerando cuarto del fallo:

a) Identifique las teorías de la pena aplicadas y explique brevemente en qué


consisten.

b) Señale y explique si son complementarias o contradictorias entre sí, y si


tanto conjunta como separadamente conducen a la conclusión expresada en la
sentencia.

a) Analizando el considerando cuarto del fallo, se logra identificar que se hace


referencia tanto a las teorías positivas absolutas como las teorías positivas relativas de
la pena. Tanto las primeras como las segundas, postulan que cumplen una función de
defensa para la sociedad.

Las teorías positivas absolutas consisten principalmente en el castigo. Esto


significa que se busca aplicar la pena únicamente con el fin de castigar a la persona
que delinquió, teniendo en cuenta que ésta última pudo elegir entre respetar o violar
las normas establecidas en la sociedad. Son teorías deductivas, pero no constituyen
ninguna justificación de la pena en sí misma, sino siempre al servicio de otra cosa, que
es la defensa social. Dentro de estas teorías podemos encontrar a la teoría de la
reparación, que es la que considera que el mal del delito no está en el resultado
externo de la acción realizada, sino en la voluntad misma que decidió realizar dicha
acción delictiva; y la teoría de la retribución, que a diferencia de la anterior, supone
que el mal del delito se encuentra en el resultado externo de la acción. Esta teoría se
basa en la justa retribución, es decir que para determinar el tipo y el grado de castigo
que corresponde, la justicia se va basar en el “Principio de Igualdad”. Esto es, por
ejemplo “… todos los criminales que han cometido el asesinato, o también los que lo
han ordenado o han estado implicados en él, han de sufrir también la muerte; así lo
quiere la justicia como idea del poder judicial, según leyes universales, fundamentadas
a priori.” (Immanuel Kant, “La metafísica de las costumbres”, Capítulo E – El derecho
penal y el derecho de gracia – I, Página 170); o cuando Hegel, al hablar de la violencia
y el delito, hace referencia a que “La exposición real de que la violencia se destruye en
su propio concepto es que la violencia se elimina con la violencia. En cuanto segunda
violencia, que es eliminación de una primera, es por lo tanto justa, no sólo en ciertas
condiciones sino necesariamente.” “(…) el delito debe ser eliminado no como la
producción de un perjuicio, sino como lesión del derecho en cuanto derecho. A partir
de allí se debe averiguar cuál es la existencia que tiene el delito y que debe ser
eliminada. Esta existencia es el verdadero perjuicio que hay que hacer desaparecer, y
determinar dónde se encuentra es el punto esencial.”.

Las teorías positivas relativas se basan en la prevención. A diferencia de las


absolutas, éstas no intentan castigar a la persona que delinquió, sino que buscan
aplicar la pena con un fin más útil, con funciones prácticas y verificables. Esto es
intentando que no se vuelvan a cometer más delitos, ya sea intimidando o disuadiendo
a los posibles delincuentes (población vulnerable) –prevención general negativa-, a
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través de la estabilización social, es decir haciéndole creer a la sociedad que la pena


sirve para bien y de esta forma tranquilizar la opinión pública –prevención general
positiva-, impidiendo que el mismo delincuente reincida, sabiendo que si lo hace se le
aplicará la misma pena que ya sufrió –prevención especial negativa-, o logrando la
resocialización del autor del delito (ideologías “re”) –prevención especial positiva-.

Ahora bien, volviendo al análisis del considerando cuarto del fallo, en el mismo se
puede observar que el Juez, al momento de analizar la pena aplicable, descarta una
parte de las teorías positivas relativas, la prevención especial, al hacer mención que
“(…) largos y exhaustivos estudios psiquiátricos han permitido establecer que la
represión y el encarcelamiento consiguen únicamente un reforzamiento de las
tendencias psicopáticas, es decir sin que se logre beneficio alguno para el individuo
(…) me llevan a la convicción de que ninguno de los tres justiciables puede ser, aún en
una mínima parte readaptable socialmente, lo que hace carente de sentido hablar en el
presente caso de la “prevención especial” como fin de la pena a imponer.” El mismo
considera que de acuerdo a los estudios realizados y analizadas que fueran las
circunstancias, las tres personas que cometieron los delitos investigados no pueden ser
readaptados socialmente bajo ningún punto de vista.

Sin embargo, no descarta las teorías positivas absolutas o la otra parte de las teorías
positivas relativas (prevención general). Trae a colación, la obra del Padre David
Nuñez, llamada “La Pena de Muerte Frente a la Iglesia y al Estado”, en donde se hace
referencia a los fines de la pena, nombrando cada uno de ellos.

En este sentido, el Sr. Juez termina sosteniendo que “para que una pena sea justa se
requiere que sea proporcionada a la gravedad de la culpa impuesta por quien tiene
autoridad y jurisdicción para imponerla. Ello es así pues la autoridad tiene el deber y el
derecho de promover, conservar y restablecer el orden público y también todo el poder
necesario para ello. En consecuencia, si para cumplir ese deber es necesario en algún
caso aplicar la pena de muerte, prevista en la ley, no solo puede sino que debe
imponerla, so pena de faltar a su obligación, pues el bien común de la sociedad vale
más que el bien de un individuo en particular cuando la conducta criminal de estos
impide ese bien común que es la paz y la concordia social. Es justo entonces, quitarle
la vida.”. Aquí es donde se ve reflejada la teoría de la retribución. No se busca
aplicar la pena como una forma de reparar a los individuos que cometieron el delito,
sino que se busca la justa retribución en la justicia. Castigar a aquellas personas que
violaron las normas establecidas en la sociedad y así poder compensar el daño que
estas últimas causaron con su accionar –ley del talión-.

Por otro lado, podríamos pensar también que la pena aplicada serviría para provocar o
sembrar cierto miedo en la sociedad o población más vulnerable, y así lograr que ellos
no cometan esos delitos, haciéndoles creer que si los realizan se les aplicará la pena de
muerte también –prevención general negativa-.

b) Entiendo que las teorías mencionadas en el fallo en cuestión son totalmente


contradictorias entre sí y no pueden ser unidas en una sola teoría, ya que como
mencioné en el punto anterior unas se basan en la justa retribución y otras en la
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prevención. La “retribución” deslegitima a la “prevención”. Si bien ambas se plantean


desde el punto de vista de defender a la sociedad, van por vertientes totalmente
diferentes.

Por otro lado, podría llegar a pensarse que la pena retributiva de Kant llevaría a
determinar que la pena correcta sería la pena de muerte, ya que la misma consiste en
que “el mal inmerecido que ocasionas a otro ciudadano te lo haces a ti mismo… Sólo el
derecho de retribuir con el mismo mal (ius talionis)… puede determinar de forma
concreta la calidad y cantidad de la pena; cualquier otro… no podría contener una
proporción con el juicio de la justicia pura y estricta a causa de otras consideraciones
que se entremezclan”. Llevado al caso en estudio, esto significa que el que asesina se
mata a sí mismo. Por ende, Juan de la Cruz Celis, Washington Rivero y Anacleto
Chavez, se “asesinaron” a ellos mismos, al matar al menor de edad, o al haber
participado en tal delito. Y por eso, es que el Juez sostiene que corresponde aplicar la
pena de muerte.

Sin embargo, creo que en realidad ninguna de las teorías nos llevarían a determinar
que la pena correcta sería la pena de muerte, tal como se concluye en el fallo a
estudio. Analizando lo estudiado a lo largo del considerando cuarto, a los efectos de
poder determinar la pena correspondiente, y sabiendo que se basó específicamente en
la teoría de la retribución, no creo que las muertes de las personas que delinquieron
puedan solucionar lo que provocó la muerte de la persona asesinada y violada o el
asesinato en sí, ya que no existe ninguna equivalencia entre una vida y otra. Todas las
vidas son diferentes y por eso no se estaría cumpliendo con el “Principio de Igualdad”
que debe aplicarse según esta teoría.

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