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Funcionarios Públicos

Los funcionarios públicos ¿tienen las mismas obligaciones y derechos que cualquier
otro trabajador del país? la respuesta no es tan simple, dado que a quienes trabajan
para el Estado los rigen una serie de normativas y aspectos legales que son
convenientes de conocer, tanto si se es funcionario público, como si se requiere de
alguno de ellos para algún trámite o asistencia.

Cuando preguntamos entonces, quiénes son los trabajadores públicos, queremos


visibilizar la nueva forma que estas asumen, donde encontramos a los Trabajadores
centralizados y descentralizados del Estado, es decir a los que trabajan directamente en
los Ministerios y en las municipalidades.

En cada uno de los aparatos del Estado y sus diferentes niveles, encontramos a
trabajadores de Planta, contrata, honorarios, permanentes, transitorios y los invisibles
subcontratados.

De esta forma, se integran a trabajar en el aparato estatal, cientos de trabajadores que


elaboran, diseñan y ejecutan las políticas públicas, en condiciones de precariedad.

Cabe la pena decir, que para la ejecución del Presupuesto de la Nación, se deja sin
efecto la ley 18.834, que plantea: “El número de funcionarios a contrata de una
institución no podrá exceder de una cantidad equivalente al veinte por ciento del total de
los cargos de la planta de personal de ésta”, Sin embargo, esto no ocurre, y los
trabajadores a contrata superan dicho porcentaje. Pues año tras año, se deja sin
implementar dicha normativa expresada en la ley de presupuesto “no regirá la limitación
establecida en el inciso segundo del artículo 10 de la ley 18.834,…”Esta es la manera
en que el estado chileno ha procedido permanentemente.

La tendencia es el no reconocimiento, por parte del Estado, del vínculo laboral que
establece con estos trabajadores, reduciéndolos a meros prestadores de servicio. Esta
situación se da también a nivel municipal.
La tercerización se hace evidente en la ejecución de todas las políticas públicas. Una
empresa para cada una de ellas. Estos trabajadores públicos subcontratados, son
finalmente los que ejecutan las políticas de este estado neoliberal, para el cual son
invisibles. La maquinaria de mercantilización fue y es impulsada por el Estado, primero
generando la normativa jurídica en que existen, y luego los fondos con que operan (por
ejemplo las Ocas, Organismos Colaboradores del SENAME).

De esta manera, es un desafío para las organizaciones de los trabajadores públicos,


considerar las diversas luchas que implica las formas que asume el trabajo en sus
reparticiones, al parecer las existentes, no están dando cuenta de quiénes son
actualmente. Pensarse más allá de lo jurídico, como lo han hecho hasta ahora, es
abordar la nueva forma que asume el trabajo.
Conversamos sobre los derechos y deberes de los funcionarios públicos en nuestro
país, con el docente ENA Gastón Torrijos. Él es de profesión Abogado, además de
profesor de Derecho Público y Administrativo, especialista en Función Pública y
Magíster en Derecho de la Universidad de Chile.

El Estatuto Administrativo reconoce a los funcionarios públicos derechos derivados de


su calidad de tal, pero también establece a su respecto obligaciones correlativas.

Los derechos se pueden agrupar en los siguientes:

 Derechos derivados de la Carrera Funcionaria: como por ejemplo, la


estabilidad en el empleo, el derecho al ascenso, a permuta, entre otros.

 Derechos de naturaleza Social o de la Familia: por ejemplo, los feriados, los


permisos administrativos, las licencias médicas, o el último mes de
remuneraciones del funcionario para su cónyuge, hijos o padres, en ese orden,
en caso de fallecimiento.

 Derechos de naturaleza Económica: por ejemplo, el derecho a las


remuneraciones, a las asignaciones y bonificaciones legales.

 Derechos de Seguridad Social: como por ejemplo, asignaciones familiares y


maternales, permiso prenatal, post natal y post-parental, acceso a seguro y
subsidio por la Ley de Accidentes del Trabajo, declaración de irrecuperabilidad.

 Derechos Gremiales: por ejemplo, el derecho a constituir asociaciones


gremiales, o la afiliación a servicios de bienestar, etcétera.
 Derechos de los funcionarios públicos
 Al decir que un funcionario tiene un derecho decimos que a este le asiste por ley,
o por una norma legítima, la facultad de hacer exigible aquello que se ha
establecido en su favor por la vía de una acción legalmente consagrada, por ello
es que estos derechos que se adquieren al amparo de la legislación no sólo
deben respetarse sino que más aún, no pueden alterarse, modificarse,
restringirse o incluso suprimirse retroactivamente.
 El problema radica en que para poder ejercer sus derechos, el empleado debe
necesariamente desempeñar materialmente su trabajo, es decir, los derechos le
asisten sólo si trabaja, de ahí que en contraposición sea posible concluir que
nadie al servicio del Estado que no trabaje podría pretender el reconocimiento de
aquellos, salvo que se tratara de derechos que precisamente se otorgan para no
trabajar, como por ejemplo, el feriado, los permisos administrativos, o las
licencias médicas.
 En el campo del derecho público administrativo se dice que “no hay derechos
adquiridos”, y por lo tanto siempre será legítimo que la Autoridad, inspirada eso
sí, en razones superiores de interés público, pueda discrecionalmente
concederlos o denegarlos, previa autorización del legislador en la Ley.
 En términos generales podemos ver que el empleado público tiene derecho
a: gozar de estabilidad en el empleo, hacer uso de feriados, permisos y licencias;
recibir asistencia en caso de accidente en actos de servicio o de enfermedad
contraída a consecuencia del desempeño de sus funciones, participar en
acciones de capacitación, gozar de todas las prestaciones y beneficios que
contemplen los sistemas de previsión y bienestar social en conformidad a la ley y
de protección a la maternidad, de acuerdo a las disposiciones del Título II, del
Libro II, del Código del Trabajo, a la defensa ante agresiones, al uso de la
vivienda asignada a la institución, a la permuta, y a las remuneraciones, entre
otros.
 Ante incumplimientos el funcionario puede “Reclamar por Vicio de Legalidad” a la
Contraloría General de la República conforme al artículo 160 del Estatuto
Administrativo.
 ¿Todos quienes se desempeñan en la Administración Pública tienen los
mismos deberes y derechos? ¿Qué pasa con los Contratados a
Honorarios?
 Los derechos de los funcionarios públicos fueron reconocidos en el Estatuto
Administrativo para los funcionarios de Planta, sin embargo, también les son
aplicables, en lo pertinente a los funcionarios a Contrata.
 En el caso de los empleados estatales Contratados a Honorarios debemos
recordar en primer lugar que su “vínculo” es su “respectivo contrato suscrito con
la institución”, el cual, por ser un contrato regido por el Código Civil, tal como lo
señala el artículo 1545 de dicho Código, es una ley para las partes contratantes,
por lo tanto, la normativa aplicable a estos “empleados estatales” y sus derechos,
hay que buscarlos en el contrato suscrito así como también sus obligaciones.
 ¿Por qué se habla de responsabilidad administrativa por mal desempeño y
por mala conducta? ¿Cuáles son las sanciones de una u otra?
 Los funcionarios públicos, como tales, son responsables de lo que se hizo mal -
“acciones”- o de aquello que se dejó de hacer y produjo consecuencias en la
Administración -omisiones-. Sin embargo el grado de responsabilidad es
diferente, según la gravedad de la infracción, y las consecuencias que de ella
deriven, lo cual debe analizarse en un proceso de valoración subjetiva, esto es,
considerando la “motivación” que tiene el sujeto que comete la falta.
 De ahí puede concluirse que si la acción u omisión no tiene que ver con “culpa”
sino más bien con “mal desempeño”, su consecuencia implicará necesariamente
una rebaja en sus calificaciones anuales, o un llamado de atención, para que
enmiende su conducta, por ejemplo, a través de una anotación de demérito.
 Si del referido análisis subjetivo, se concluye que la infracción a los deberes
estatutarios “podría ser culposa”, debe iniciarse en su contra una investigación
sumaria o un sumario administrativo, cuyo resultado podría concluir con la
aplicación de una medida disciplinaria la que incluso podría llegar a la
destitución.
 Si una persona siente que el funcionario no está cumpliendo con su deber
¿dónde puede reclamar? ¿Este reclamo da origen a un proceso?
 Cualquier persona que se encuentre en esta situación, sea un particular o un
funcionario público, puede hacer la denuncia por escrito ante el jefe del servicio
respectivo o ante la Contraloría General de la República, donde se determinará
el curso a seguir, el que incluso podría derivar, según la gravedad de los hechos,
en una investigación sumaria o en un sumario administrativo.
Obligaciones

Obligaciones de Hacer contenidas en el artículo 61 del Estatuto Administrativo, también


llamados “deberes positivos”, como por ejemplo: “ejercer personalmente el cargo de
manera regular y continua”.

Obligaciones de No Hacer contenidas en los artículos 84, 85, y 86 del mismo


Estatuto, denominadas también “prohibiciones” e “incompatibilidades”.

¿Cuáles son los principales deberes que tienen que cumplir los funcionarios públicos en
nuestro país? ¿Qué conductas contravienen el Pricipio de la Probidad Administrativa?

Los principales deberes que tiene un funcionario público dicen relación con la
servicialidad del cargo, la eficiencia y la probidad, este último es un principio de carácter
constitucional, contenido en el artículo 8º inciso 1° de nuestra Constitución Política y
regulado especialmente en el Título III de la Ley 18.575 sobre Bases Generales de la
Administración del Estado, a partir de su artículo 52 en adelante.

Es esta misma norma la que en su artículo 62 contiene un catálogo de nueve conductas


que contravienen la probidad funcionaria destacándose que cuando alguna de estas
contravenciones “es grave” pueden acarrear la destitución del funcionario, previo
procedimiento de Sumario Administrativo.

Estas conductas son:

1. Usar en beneficio propio o de terceros la información reservada o privilegiada a


que se tuviere acceso en razón de la función pública que se desempeña;

2. Hacer valer indebidamente la posición funcionaria para influir sobre una persona
con el objeto de conseguir un beneficio directo o indirecto para sí o para un
tercero;
3. Emplear, bajo cualquier forma, dinero o bienes de la institución, en provecho
propio o de terceros;

4. Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de trabajo o utilizar personal o


recursos del organismo en beneficio propio o para fines ajenos a los
institucionales;

5. Solicitar, hacerse prometer o aceptar, en razón del cargo o función, para sí o


para terceros, donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza.

Exceptúanse de esta prohibición los donativos oficiales y protocolares, y aquellos que


autoriza la costumbre como manifestaciones de cortesía y buena educación.

6. Intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés


personal o en que lo tengan el cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el
tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive.

Asimismo, participar en decisiones en que exista cualquier circunstancia que le reste


imparcialidad.

7. Omitir o eludir la propuesta pública en los casos que la ley la disponga;

8. Contravenir los deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen el


desempeño de los cargos públicos, con grave entorpecimiento del servicio

9. Efectuar denuncias de irregularidades o de faltas al principio de probidad de las


que haya afirmado tener conocimiento, sin fundamento y respecto de las cuales
se constatare su falsedad o el ánimo deliberado de perjudicar al denunciado.

Si analizamos estas conductas descritas, podemos observar que están directamente


relacionadas tanto con los “deberes positivos” como con las “prohibiciones” e
“incompatibilidades” Estatutarias ya reseñadas.
Rol de la Contraloría General de la República

La Contraloría General de la República es el órgano investido por la Ley, entre otras, de


la facultad de velar por la legalidad de los actos de la Administración del Estado y es,
además, el órgano garante de la probidad administrativa.

Comparando los derechos de los trabajadores públicos versus los trabajadores


del sector privado

Durante los últimos años, muchas normas aplicables a los trabajadores del sector
privado se han extendido a los trabajadores del sector público, como la aplicación de la
Ley de Accidentes del Trabajo, la posibilidad de afiliarse a Cajas de Compensación, los
permisos especiales en caso de muerte de parientes directos, el permiso parental, la
regulación sobre actos atentatorios a la dignidad de los trabajadores, como el acoso
sexual y laboral, la Tutela de Derechos Laborales ante los Tribunales del Trabajo, y la
actual discusión referida a permitirles negociar colectivamente y el derecho de huelga.

Todo esto, contribuye cada vez más a la uniformidad de la legislación y ha permitido a


los trabajadores públicos alcanzar beneficios de los que antes no gozaban, haciendo
realidad la garantía constitucional de igualdad ante la ley.

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