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LOGISTICA INTERNACIONAL

EVOLUCION DEL
COMERCIO
INTERNACIONAL

INTEGRANTES:
- BARRIO MEJIA RICHARD
- FARFAN ORTIZ AXEL
- NEIRA FONTANA FELIPE
- NINA CHAVEZ CARLOS
- PINTO RODRIGUEZ
VALENCIA ANTHONY
-
AGRADECIMIENTO
INDICE
INTRODUCCION

No es posible realizar un análisis completo y fructífero de los factores que determinan el comercio internacional
y sus implicaciones para la política comercial sin tener una idea clara
La importancia del buen desempeño de las relaciones internacionales en el desarrollo, político, comercial,
cultural a nivel mundial es primordial hoy día para el logro del desarrollo integral de las naciones.
No hay una sola nación que pueda considerarse autosuficiente asi misma y que no necesite del concurso y
apoyo de los demás países, aun las naciones más ricas necesitan recursos de los cuales carecen y que por medio
de las negociaciones y acuerdos mundiales suplen sus necesidades y carencias en otras zonas. de cómo ha
evolucionado en el tiempo el comportamiento del comercio. En esta parte del informe se analizan las tendencias
pasadas, presentes y futuras del comercio internacional y la actividad económica, comenzando con un análisis
histórico dela evolución del comercio desde la era preindustrial hasta el presente, centrado en el papel
fundamental que desempeñaron en el pasado la tecnología y las instituciones. A continuación, se identifican y
explican las tendencias principales del comercio internacional en los últimos 30 años. Para ello, en esta sección
se indica quiénes son los principales agentes del comercio internacional (países y empresas), qué países
comercian y con quién, y cómo se ha transformado a lo largo del tiempo la naturaleza del comercio. Por último,
se presentan algunas simulaciones que ilustran los posibles escenarios comerciales futuros.

Las condiciones climatológicas propias de cada nación la hacen intercambiar con zonas donde producen bienes
necesarios para la supervivencia y desarrollo de áreas vitales entre naciones. El desarrollo del comercio
internacional hace que los países prosperen, al aprovechar sus activos producen mejor, y luego intercambian
con otros países lo que a su vez ellos producen mejor.
OBJETIVOS DEL COMERCIO INTERNACIONAL

Atender las necesidades del mercado estatal, promoviendo el desarrollo de habilidades empresariales para los
nuevos escenarios comerciales, la adaptación y uso de tecnología para una mejora productiva y como
herramienta indispensable en la búsqueda de oportunidades de realizar negocios; competencias técnicas en
procesos administrativos y operativos, para mayor eficiencia laboral; aprovechamiento y desarrollo de nuevos
productos y servicios con base a los recursos naturales y humanos del estado, y una cultura de sustentabilidad y
respeto a su medio ambiente.
Los factores que mueves el comercio internacional, identificados en esta lectura tiene como objetivo la
expansión de ventas de una empresa dedicada a bienes o servicios. Cuando ya se satura un mercado a nivel
regional es importante moverse y cruzar fronteras para expandir el mismo. Otro objetivo importante lo es la
adquisición de recursos. Cuando no una empresa no tiene en su país de origen el recurso, ya sea primario y/o
secundario para la fabricación de un producto o la materia prima tiene costos más bajos en otro país, entonces se
recurre a la importación. Minimizar los riesgos es el tercer objetivo viable en el comercio global. La mayoría de
las empresas transnacionales recurren a movilizar sus operaciones en distintos países del mundo, ya que
abaratan costos con un riego de inversión bajo. Los gobiernos fomentan el incremento de empleos como política
pública, por consecuencia invitan a empresas internacionales a sus países y la mayoría de la inversión la corre el
gobierno a cambio de la creación de empleos.

Los factores y objetivos que promueve el comercio global van enlazados unos con otros para la función vital de
la operación de negocios internacionales. Las empresas buscan la maximizar sus ganancias como resultado de
sus estrategias de expansión y naturaleza propia del negocio. Las ganancias deben de hacerse con
responsabilidad social y respetando los parámetros políticos, legales, culturales y económicos de cualquier país
del mundo. Es importante conocer a cabalidad el país donde se va realizar un negocio. No existen países con
sistemas políticos y económicos malos ni buenos solo diferentes modelos sociales en donde se hacen negocios.
El mejor mecanismo para la realización de un negocio internacional lo es el respeto y la empatía para con las
demás culturas. Si existe una real y sincera diplomacia de negocios se podrá encontrar el punto equidistante de
similitud idiosincrática. Las empresas con estrategia de expansión global deben establecer el compromiso con la
humanidad y central sus operaciones en el bien común.
LA EVOLUCIÓN DEL COMERCIO INTERNACIONAL EN 1900

la perspectiva de la historia económica Para entender las fuerzas que determinarán en el futuro el comercio
mundial es necesario comprender primero las fuerzas históricas que dieron lugar al actual sistema mundial de
comercio. El nacimiento de un sistema mundial de comercio, como tantos otros aspectos de la economía
mundial moderna, comenzó en buena medida con la revolución industrial. Los extraordinarios avances
tecnológicos que ocasionó en el transporte y las comunicaciones (desde la navegación a vapor, el ferrocarril y el
telégrafo hasta el automóvil, la aviación e Internet) redujeron de forma sistemática los costos de la circulación
de las mercancías, el capital, la tecnología y las personas en todo el mundo. Esta "muerte de la distancia", por
emplear la metáfora moderna, ha sido una de las fuerzas más importantes que han dado forma al desarrollo
económico mundial desde comienzos del siglo XIX.
El crecimiento de una economía mundial, la difusión de la inversión y la tecnología, el aumento de la
especialización internacional, el ascenso de nuevos poderes económicos y el espectacular incremento del
crecimiento y de la población no habrían sido posibles sin una expansión en gran escala del comercio
internacional durante los últimos 200 años. Al mismo tiempo, la difusión de la industrialización (primero a
Europa, luego a las Américas y posteriormente a Asia, África y otros lugares) impulsó una nueva expansión del
comercio internacional y la integración económica. Desde mediados del siglo XIX, la población mundial se ha
multiplicado aproximadamente por 6, la producción mundial por 60 y el comercio mundial por más de 140. Este
círculo virtuoso de intensificación de la integración y aumento del crecimiento es lo que ahora conocemos como
globalización. Aunque las fuerzas tecnológicas y estructurales son el principal motor de la globalización, las
fuerzas políticas desempeñan una función igualmente esencial, unas veces facilitando y protegiendo el ascenso
de un mercado mundialmente integrado y otras frenándolo o revirtiéndolo. La percepción de Karl Polanyi de
que un mercado mundial libre no sólo es imposible, sino que está condenado a la autodestrucción en ausencia
de una cooperación internacional eficaz parece ser tan válida hoy como lo era cuando la expuso por primera vez
en 1944.
Es difícil imaginar el desarrollo de la globalización durante el siglo XIX sin el patrón oro, la tupida red de
acuerdos comerciales bilaterales y el dominio económico de Gran Bretaña, del mismo modo que es difícil
imaginar la reanudación de la globalización después de 1945 si no se hubieran creado las nuevas instituciones
económicas multilaterales, si no se hubieran puesto en marcha políticas nacionales económicas y sociales más
activas y si los Estados Unidos no hubieran asumido el liderazgo mundial. De hecho, la evolución de la
globalización durante los últimos200 años no ha venido acompañada de la reducción de la intervención estatal,
sino de su constante expansión, tanto en el plano nacional como en el internacional. Sin embargo, en otras
ocasiones, la política ha intervenido, unas veces de forma consciente y otras de forma accidental, para frenar o
incluso revertir las presiones integracionistas de la tecnología y los mercados. Es esta compleja interacción de
las fuerzas estructurales y políticas lo que explica que durante los últimos 200 años se hayan sucedido fases
sucesivas de integración y desintegración económica y, en particular, que el ascenso aparentemente inexorable
de la "primera era de la globalización" en el siglo XIX se interrumpiera abruptamente entre 1914 y 1945 por
efecto de las catástrofes relacionadas de la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión y la Segunda Guerra
Mundial, para dar paso a la "segunda era de la globalización" en la segunda mitaddel siglo XX. Aunque la
tendencia a largo plazo ha sido a la expansión del comercio y la intensificación de la integración, las
perturbaciones geopolíticas imprevistas, y tal vez imprevisibles, han interrumpido o invertido periódicamente
esta tendencia, lo que sugiere la necesidad de proceder con cautela al extrapolar al futuro los hechos
económicos del pasado.
(a) La primera era de la globalización Los primeros años del siglo XIX marcaron un punto de inflexión
importante para el comercio mundial. Aunque en los siglos XVII y XVIII ya se distinguía con claridad el
contorno de una economía mundial, después de que los avances en el diseño de las embarcaciones y en la
navegación hicieran posible el descubrimiento europeo de las Américas, la apertura de nuevas rutas hacia Asia
bordeando África y la circunnavegación de la Tierra por Magallanes (Maddison,2008), fue la llegada de la
revolución industrial, a comienzos del siglo XIX, lo que desencadenó la ingente expansión de las corrientes
comerciales, de capital y tecnológicas, la explosión de la migración y las comunicaciones y la "reducción de las
distancias" en la economía mundial que hoy conocemos como "la primera era de la globalización" (Ikenberry,
2000). En particular, los adelantos en las técnicas de transporte abrieron las economías nacionales al comercio
la inversión de una manera radicalmente diferente a como lo habían estado hasta entonces, minando
incansablemente lo que el historiador económico Geoffrey Blainey ha bautizado como "la tiranía de la
distancia" (Blainey, 1968).El uso de la energía del vapor fue la primera tecnología revolucionaria que
transformó el transporte, empezando por los barcos de vapor. Aunque los primeros barcos de vapor sólo
navegaban por ríos y canales interiores, a finales del decenio de 1830 ya cruzaban regularmente el Atlántico, y
en el decenio de 1850 se inauguró una línea hacia el África Meridional y Occidental. Al principio sólo
transportaban mercancías valiosas, como la correspondencia, pero durante los decenios posteriores una serie de
mejoras tecnológicas graduales (hélices propulsoras, motores compuestos y de turbina, diseño mejorado de los
cascos, puertos más eficientes) hicieron posible la aparición de barcos de vapor más rápidos y de mayor tamaño
que consumían menos combustible, lo que redujo aún más los costos del transporte y abrió a este tipo de
embarcaciones el comercio transoceánico de mercancías a granel, así como el de artículos de lujo (Landes,
1969). La apertura del canal de Suez en 1869 fue otro adelanto transcendental en el transporte transoceánico a
vapor. Hasta entonces, los barcos de vapor no podían portar carbón suficiente para circunnavegar África, de
manera que los 47II B. Tendencias del comercio internacional barcos a vela siguieron ocupando un papel
predominante en las rutas comerciales del Lejano Oriente. El canal de Suez, que abrió una vía
considerablemente más corta entre Europa y Asia, hizo posible que de repente los barcos de vapor fueran
viables y muy rentables en esas rutas, lo que permitió completar su conquista de la navegación transoceánica
antes de que concluyera el siglo XIX.La otra gran innovación de la revolución industrial en el transporte
relacionada con el vapor fueron los ferrocarriles.
Los costos del transporte interior ya habían comenzado a disminuir a finales del siglo XVIII gracias a la
construcción de carreteras y, sobre todo, de canales. Entre 1750 y 1820 se cuadruplicó la red de vías navegables
en el Reino Unido; la construcción de canales también se disparó en Francia, mientras que en los Estados
Unidos el gigantesco canal de Erie, construido entre 1817 y 1825, redujo los costos de transporte entre Buffalo
y Nueva York en un 85% y la duración del trayecto de 21 a 8 días (O'Rourke y Williamson, 1999).
La importancia de la navegación interior pronto fue eclipsada por el auge del ferrocarril. La primera línea
ferroviaria del mundo, entre Stockton y Darlington, se inauguró en 1825, y pronto tuvo imitadores, no sólo en
todo el Reino Unido, sino en Bélgica, Francia, Alemania y el resto de Europa Occidental. La expansión del
ferrocarril fue particularmente notable durante la segunda mitad del siglo XIX en los Estados Unidos, donde las
nuevas redes transcontinentales desempeñarían un papel fundamental no sólo en la colonización del Oeste y la
construcción de una economía nacional, sino también en la conexión de los extensos territorios interiores de
América con los mercados internacionales (O'Rourke y Findlay, 2007). En 1869, una línea transcontinental unió
las costas Este y Oeste de los Estados Unidos; el ferrocarril del Pacífico canadiense se terminó de construir en
1885 y el transiberiano en 1903. El decenio anterior a la Primera Guerra Mundial también contempló el auge de
la construcción de vías férreas en la Argentina, la India, Australia, China y otros países, financiada
principalmente con capital británico. Entre 1826, año en el que las líneas férreas eran prácticamente
inexistentes, y 1913 se construyó casi un millón de kilómetros de vías férreas (Maddison, 2008).
Si el vapor revolucionó el comercio en la primera mitad del siglo XIX, una ola de tecnologías aún más
novedosas (como los barcos refrigerados y los cables telegráficos submarinos) contribuyeron a reducir aún más
los costos del transporte y las comunicaciones y a intensificar la integración mundial en la segunda mitad del
siglo. La refrigeración tuvo repercusiones de primer orden en el comercio.
La refrigeración mecánica, que se ideó en el decenio de 1830 y se perfeccionó durante los dos decenios
siguientes, permitió ya en 1870 exportar carne congelada delos Estados Unidos a Europa; en el decenio de 1880
se exportaban a Europa grandes cantidades de carne procedente de Sudamérica y Australia y mantequilla de
Nueva Zelandia (Mokyr, 1990).
Otro de los acontecimientos transformadores fue la invención en el decenio de 1840 del telégrafo eléctrico, que
inauguró la era moderna de comunicaciones internacionales casi instantáneas. El primer mensaje telegráfico
transatlántico se envió con éxito en agosto de 1858, reduciendo el tiempo de comunicación entre Europa y
América del Norte de 10 días (lo que tardaba en llegar un mensaje en barco) a unos minutos. A finales del siglo
XIX, las compañías de telégrafos de propiedad británica, francesa, alemana y americana conectaron Europa y
América del Norte a través de una sofisticada red de comunicaciones telegráficas.
El comercio internacional aumentó rápidamente después de 1820, impulsado por los costos decrecientes del
transporte y las comunicaciones. Los costos del transporte terrestre disminuyeron más del 90% entre 1800 y
1910 y los del transporte transatlántico alrededor del 60% en los tres decenios que mediaron entre 1870 y 1900
(Lundgren, 1996).
(b) Aumento de la división del trabajo y de las diferencias entre ricos y pobres La enorme expansión del
comercio internacional durante elsiglo XIX permitió a los países especializarse en los productos en los que eran
más eficientes, y ello reforzó y aceleró la división internacional del trabajo. Aunque el comercio también ayudó
a difundir nuevas tecnologías y productos y a reducir las desventajas a las que se habían enfrentado hasta
entonces los países con escasez de recursos naturales, el fenómeno de la industrialización y el desarrollo no fue
igual en todas partes: se manifestó en primer lugar en el Reino Unido, después en Europa Occidental y América
del Norte y, mucho más tarde, en Japón. En consecuencia, a pesar de que la integración económica mundial se
intensificó en el siglo XIX, aumentó la diferencia de ingresos entre los países del Norte, en rápido proceso de
industrialización, y los del Sur, proveedores de materias primas, un proceso que el historiador económico
Kenneth Pomeranz ha denominado "la gran divergencia" (Pomeranz, 2000).
La drástica disminución de los costos de transporte dio lugaral crecimiento del volumen del comercio y a su
diversificación. Antes de la revolución industrial, el transporte a grandes distancias de la inmensa mayoría de
los bienes era demasiado difícil o demasiado caro, y por ello sólo se comerciaba con los productos que
presentaban la relación precio/peso más elevada (especias, metales preciosos, té y café). Sin embargo, cuando
los barcos de vapor sustituyeron a las embarcaciones a vela de madera y los ferrocarriles al transporte por medio
de caballos, los centros industriales de Cuadro B.1: Participación de las exportaciones mundiales en el PIB
mundial, 1870-1998 (Porcentaje)1870 4,6 1913 7,9 1950 5,5 1973 10,5 1998 17,2Informe sobre el comercio
mundial 2013 todos los mundos pudieron acceder, súbitamente, a una mayor variedad de productos básicos, y el
resto del mundo a una gama mucho más amplia de productos manufacturados. A lo largo del siglo XIX se fue
generalizando el comercio transoceánico de cereales, metales, textiles y otras mercancías a granel.
En la segunda mitad del siglo, los agricultores europeos se enfrentaron a una competencia directa creciente de
las extensas y muy productivas explotaciones agrícolas de América y Rusia.2 A pesar del rápido aumento de la
población y de la escasez de tierra cultivable, los precios de los alimentos dejaron de crecer en el Reino Unido
en el decenio de 1840 y comenzaron a disminuir (O'Rourke y Findlay, 2007; O'Rourke y Williamson, 1999).
La disminución de los precios de los alimentos benefició a los trabajadores industriales y a los consumidores
urbanos al estimular el proceso de industrialización y urbanización, pero perjudicó a los terratenientes y a los
trabajadores agrícolas.
Al mismo tiempo, las Américas, Asia y África eran un mercado en expansión para los productos
manufacturados europeos. Del mismo modo que los agricultores de los países industrializados se enfrentaban a
la dura competencia de los productores agrícolas del Nuevo Mundo, muy competitivos, los productores
artesanales de los países en desarrollo se vieron superados y abrumados por productores mejor dotados en
capital y tecnología de los países del Norte, que vivían un proceso acelerado de industrialización (Bairoch y
Kozul-Wright, 1996a). La entrada masiva de productos manufacturados europeos, particularmente textiles y
prendas de vestir, a lo largo del siglo XIX tuvo como consecuencia lo que el historiador económico Paul
Bairoch denomina la "desindustrialización" del mundo en desarrollo, tanto en términos absolutos como
relativos. La destrucción de la industria textil india es un ejemplo destacado, pero China, América Latina y el
Oriente Medio experimentaban un proceso similar de desindustrialización (Bairoch y Kozul-Wright, 1996b).
Entre 1860 y 1913, la participación del mundo en desarrollo en las manufacturas mundiales disminuyó de más
de un tercio a menos de la décima parte (Bairoch, 1982). La disminución de la capacidad industrial del mundo
en desarrollo sólo comenzó a invertirse con el cambio de siglo.

Tras la Segunda Guerra Mundial


En 1946, entran en vigor las medidas tomadas en los Acuerdos de Bretton Woods. El conjunto ha sido planeado
desde 1944 como una estructura económica internacional para evitar situaciones como las guerras y la que se
conoce como Gran Depresión. En este sistema, se cuenta con instituciones y normas destinadas a impedir que se
den barreras comerciales, al considerar ciertos sectores que la falta de comercio libre ha sido una de las causas
principales de la Segunda Guerra Mundial.
En 1947, 23 gobiernos llevan a cabo el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio para regular el
comercio entre las naciones.
En 1958, se instaura la Comunidad Económica Europea, con una política comercial uniforme.
En 1960, se instaura la Asociación Europea de Libre Comercio.
En 1971, se constituye el Comité Zangger para asesorar sobre los bienes nucleares en relación con el comercio
internacional y con el tratado internacional contra la proliferación de armas nucleares.
El 16 de octubre de 1973, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (O.P.E.P.) incrementa el precio
de exportación del petróleo crudo ligero de Arabia Saudita, y obliga a suprimir la exportación el día siguiente;
por la Guerra de Yom Kipur, decreta además un embargo de las exportaciones de petróleo a las naciones aliadas
con Israel.
En 1974, tras la explosión de un artefacto nuclear en un país que carece de ellos, se forma el Grupo de
Abastecedores Nucleares para regular el comercio internacional en ese campo.
El 1 de enero de 1994 entra en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Mapa de la participación en la Organización Mundial del Comercio.


Verde rayado: Miembros que además pertenecen a la Unión Europea.
Verde continuo: Miembros ajenos a la Unión Europea.
Amarillo: Observadores de próximo ingreso.
Anaranjado: Observadores.
Gris: Ajenos de ingreso pendiente.
Malva: Ajenos.
El 1 de enero de 1995, se instaura la Organización Mundial del Comercio para facilitar el libre comercio,
mediante la obligación de considerar nación más favorecida a cada una de las correspondientes a los gobiernos
firmantes.
CAMBIOS EN EL COMERCIO INTERNACIONAL DEL AÑO 2000 AL 2015
Valor del comercio
Tras mantener un crecimiento constante durante la mayor parte de los dos últimos decenios, el comercio
internacional ha dado recientemente muestras de una debilidad inusual y persistente. Esta desaceleración se
produce tras un largo período de elevado crecimiento, que se detuvo bruscamente a causa de la crisis mundial
de 2008-2009. Impulsado por unas políticas favorables, la innovación tecnológica y modelos económicos que
redujeron los costos de las transacciones transfronterizas, el comercio internacional de bienes y servicios se
incrementó en más de 15 billones de dólares anuales entre 1990 y 2008, pasando de unos 4 billones de dólares
en 1990 a unos 20 billones de dólares en 2008. Esta expansión fue el resultado de una reducción de los costos
de las transacciones transfronterizas causada por los adelantos tecnológicos y las políticas de liberalización, así
como de un crecimiento económico sostenido, sobre todo entre las economías emergentes.
Sin embargo, tras recuperarse de la Gran Recesión de 2008-2009, el comercio internacional ha aumentado a un
ritmo muy lento, que se redujo aún más en 2015. Esta tendencia parece indicar un cambio en la dinámica del
proceso de integración internacional.
La evolución reciente del comercio no solo está en discrepancia con las tendencias precedentes sino también
con el crecimiento económico general. Aunque la economía mundial siguió aumentando en 2015, el comercio
mundial (medido según las exportaciones de bienes y servicios) se redujo alrededor del 10%.
Tipos de bienes
El crecimiento del comercio internacional antes de la Gran Recesión fue el resultado de varios factores, como el
fuerte crecimiento del comercio de servicios (alrededor de un 15% anual) y la subida de los precios de los
productos básicos después de 2003, que hicieron aumentar el valor del comercio de bienes primarios (alrededor
de un 20% anual). El crecimiento del comercio de bienes intermedios y de inversión (por ejemplo, maquinaria)
también contribuyó al aumento general del comercio, pero en menor medida (alrededor de un 12% de
crecimiento anual), mientras que el valor del comercio de bienes de consumo aumentó alrededor de un 10%
anual. El comercio internacional empezó a frenarse gradualmente a partir de 2008 y disminuyó en 2015. La
desaceleración de2012-2014 y el descenso de 2015 afectaron en mayor o menor medida a todo tipo de bienes
(cuadro 1). Una demanda más débil y unos precios más bajos de los productos básicos provocaron un descenso
del valor del comercio de bienes primarios de más de un 30%. También disminuyó la demanda de otros tipos de
bienes, pero en menor medida, alrededor de un 4% los bienes de consumo y de inversión y casi un 10% los
bienes intermedios. En 2015 el valor del comercio de servicios se redujo alrededor de un 8%.
Países en desarrollo
Los buenos resultados del comercio internacional en los decenios de 1990 y 2000 se debieron a la integración
gradual de los países en desarrollo en la economía mundial tras el desastroso decenio de 1980, que suele
conocerse como “el decenio perdido”. Por término medio, de 1990 a 2008 las exportaciones de los países en
desarrollo aumentaron alrededor de un 11% anual. La cifra correspondiente a los países desarrollados fue de
alrededor del 7% anual. En consecuencia, durante la mayor parte de los decenios de 1990 y 2000 los países en
desarrollo consiguieron una mayor participación en el comercio mundial. En lo que respecta a los bienes, la
participación de los países en desarrollo aumentó de menos del 30% en 1990 a casi un 50% en 2015. En cuanto
a los servicios, los países en desarrollo representan ahora alrededor de un tercio del comercio mundial, mientras
que ese porcentaje era inferior al 20% en 1990. Sin embargo, desde 2012 el proceso de convergencia de los
países en desarrollo en lo que respecta al crecimiento de las exportaciones ha quedado en general detenido,
tanto para los bienes como para los servicios. Desde entonces, las pautas del comercio de los países en
desarrollo han seguido una tendencia similar a la de los países desarrollados.

Diferencias regionales
Aunque hay importantes diferencias en la evolución del comercio en los distintos países en desarrollo, las tasas
nominales de crecimiento del comercio han sido por término medio una fracción de lo que eran en el período
anterior a la crisis (cuadro 2). Entre los países en desarrollo, la desaceleración del comercio afectó a todas las
regiones, incluidas las economías asiáticas y los países del África Subsahariana. Desde la Gran Recesión, las
tasas de crecimiento de las exportaciones han sido próximas a cero en la mayoría de los países de América
Latina, el Asia Meridional y el África Subsahariana. Los países desarrollados y los del Asia Oriental, así como
los países del Asia Occidental y el Norte de África, han registrado unas tasas de crecimiento de las
exportaciones relativamente mejores, pero en cualquier caso muy inferiores a las del período anterior a la crisis
(cuadro 2). De la desaceleración del comercio de después de la crisis se pasó a tasas negativas en 2015 cuando
el valor de las exportaciones se hundió en todas las regiones. Por término medio, el comercio se redujo sobre
todo en las regiones exportadoras de productos básicos, y en menor medida en las regiones con exportaciones
más diversificadas. En particular, las exportaciones del Asia Oriental disminuyeron alrededor de un 3,5%,
mientras que las de los países desarrollados cayeron alrededor de un 11%.

Comercio Sur-Sur
Los dos últimos decenios se caracterizan por una creciente interdependencia de las economías de los países en
desarrollo, sobre todo a nivel regional. En 2015, el comercio entre países en desarrollo (comercio Sur-Sur) fue
del orden de los 5 billones de dólares, mientras que en 2003 había sido de menos de 2 billones de dólares. El
comercio Sur-Sur aumentó a tasas sustancialmente más elevadas que el comercio en general durante la mayor
parte de los 15 últimos años, impulsado por dos factores conexos: en primer lugar, la emergencia de grandes
países en desarrollo hizo aumentar la demanda de productos básicos; en segundo lugar, esta mayor demanda se
tradujo en una subida de los precios de los productos básicos (el período 2003-2011 se denomina a menudo el
“superciclo de los productos básicos”), que a su vez potenció la capacidad importadora de los países
exportadores de productos básicos, gracias a una relación de intercambio favorable. A excepción de 2009,
cuando el comercio Sur-Sur se hundió junto con el comercio global, de 2003 a 2011 el comercio Sur-Sur
aumentó a tasas superiores al 20% anual. Sin embargo, desde 2012 el crecimiento del comercio Sur-Sur se ha
frenado considerablemente. En 2014, dicho crecimiento fue prácticamente nulo, mientras que, en 2015, el
comercio se redujo alrededor de un 10%, porcentaje similar al de otros flujos comerciales.
FACTORES Y POLÍTICAS QUE INFLUYEN EN LAS PAUTAS DEL COMERCIO
INTERNACIONAL ENTRE EL 2000 Y 2015
Hay diversos factores que explican los cambios actuales de las pautas del comercio internacional. Aunque es
probable que algunos de estos factores tengan tan solo efectos temporales y un carácter cíclico, otros quizás
sean más duraderos y guarden relación con alteraciones estructurales. Debe establecerse una distinción
importante entre la política comercial y otros factores. Si bien la política comercial es importante, tan solo
explica una parte de la variación que se observa en los flujos comerciales internacionales.
FACTORES AJENOS A LAS POLÍTICAS
Factores cíclicos y macroeconómicos
Entre los factores cíclicos activos, los ciclos macroeconómicos y de los productos básicos han contribuido de
manera sustancial a la reciente debilidad del comercio internacional. Desde 2011, los precios de los productos
básicos han registrado un descenso que ha contribuido a la reducción del comercio en términos nominales, ya
sea directamente, ya sea a causa de las dificultades que los países exportadores experimentaron en la balanza de
pagos. El descenso de la inversión extranjera directa (IED) también tuvo un papel importante en la
desaceleración del comercio. De hecho, parte de la desaceleración de las inversiones puede también atribuirse a
los malos resultados del comercio en general. Por ejemplo, la caída de los precios de los productos básicos
interrumpió bruscamente nuevos proyectos en el sector de la minería y la extracción de petróleo, mientras que
las perspectivas mundiales sombrías hicieron aumentar la percepción del riesgo y desalentaron la inversión en
otras actividades. Los flujos de IED empezaron a caer en 2011 y solo volvieron a aumentar en 2015 para
disminuir de nuevo en 2016.
Con respecto a las pautas del comercio en 2015, la caída de los precios del petróleo y la apreciación del dólar de
los Estados Unidos fueron dos factores importantes que contribuyeron al descenso del comercio mundial en
términos nominales. Los precios del petróleo bajaron de un promedio de más de 100 dólares por barril en 2014
a unos 50 dólares en 2015, nivel que se mantuvo en 2016. El descenso del valor nominal del comercio también
fue debido a la apreciación del dólar con respecto a todas las principales monedas. El índice del dólar de los
Estados Unidos ponderado según el comercio exterior se apreció casi un 15% entre 2014 y 2015. El dólar ha
seguido apreciándose, aunque solo ligeramente en 2016. Esto ha repercutido en el valor del comercio
internacional porque el mismo volumen de bienes puede adquirirse con menos dólares.
Cambio estructural
La caída de los precios de los productos básicos y los factores macroeconómicos explican solo en parte la
debilidad del comercio internacional. Las pautas recientes de dicho comercio son también resultado de los
cambios estructurales más profundos que se han producido en la economía mundial. Un factor importante que
ha influido enormemente en las pautas del comercio internacional de los dos últimos decenios tiene que ver con
las cadenas de valor mundiales. La estructura de producción del pasado, en la que bienes, servicios, personas,
tecnología y capital permanecían dentro de las fronteras nacionales, se internacionalizó a fin de aprovechar
ventajas comparativas, menores costos de producción y economías de escala. Este proceso fue posible gracias a
la reducción de los costos de las transacciones transfronterizas ocasionada por las innovaciones tecnológicas y
unas políticas comerciales más abiertas. Este cambio estructural debe imputarse también a factores no
económicos, como el fin de la guerra fría, que había dividido la economía mundial en dos bloques
contrapuestos. El resultado de este proceso fue la emergencia de grandes países en desarrollo como centros
manufactureros, lo que dio lugar a una expansión constante del comercio durante el decenio de 1990 y los
primeros años del siglo XXI, en particular de bienes intermedios.
Sin embargo, la internacionalización incesante de los procesos de producción empezó a perder fuerza
lentamente después de la Gran Recesión y ahora parece haberse detenido, si no invertido. La explicación es que
los beneficios de las innovaciones en tecnología de la información y las comunicaciones han dejado de surtir
efecto, mientras que la liberalización del comercio y la armonización normativa no han progresado lo suficiente
para ofrecer nuevos incentivos a una mayor deslocalización de las empresas. En la práctica, muchas cadenas de
valor mundiales llegaron al límite de sus posibilidades tras la Gran Recesión y están ahora reconsiderando sus
estrategias de localización. Además, el reciente aumento de los sentimientos nacionalistas, la preocupación por
la inmigración, el empleo y los puestos de trabajo, y los incentivos concomitantes que los Gobiernos han
empezado a ofrecer también contribuyen a aproximar los procesos de producción a los consumidores.
Una tendencia reveladora del proceso de repatriación de la actividad económica es la reducción de la proporción
de importaciones de bienes intermedios en comparación con las exportaciones de bienes manufacturados. Esta
medida da una idea aproximada del contenido importado de las exportaciones. Tras aumentar durante la mayor
parte del período comprendido entre 2000 y 2008, el contenido importado de las exportaciones ha seguido una
tendencia descendente desde la crisis económica de 2008. Para los países en desarrollo, el contenido importado
por unidad de exportación de bienes manufacturados aumentó casi en un 40% entre 2000 y 2008, para luego
volver a los niveles de 2003 en 2015. En el caso de los países desarrollados, esta cifra es menor en 2015 de lo
que era en 2000.
Modelos de crecimiento del Asia Oriental
Un segundo aspecto de las tendencias recientes del comercio es el crecimiento económico más lento de muchas
economías emergentes y el reequilibrio del modelo de crecimiento de las economías del Asia Oriental, en
especial China, que han adoptado políticas que se basan menos en el comercio y más en la demanda interna.
Esta tendencia se pone de manifiesto en la relación entre comercio y PIB, que en el caso de China se redujo de
alrededor del 65% en 2005 a un 35% en 2015. Pueden observarse disminuciones análogas en muchas de las
economías del Asia Oriental.
Dada la importancia del Asia Oriental para el comercio internacional, un crecimiento económico más débil y un
reequilibrio que favorece los bienes intermedios y la demanda final en el plano nacional tienen importantes
repercusiones en el comercio internacional, no solo en los países vecinos sino sobre todo en países de otras
partes del mundo. Este efecto resulta más evidente cuando se examina la caída del comercio de productos
manufacturados en 2015. El valor del comercio mundial de manufacturas disminuyó alrededor de 1 billón de
dólares. Las importaciones de los países del Asia Oriental representaron alrededor de un 25% de este descenso,
una proporción mucho mayor que la cifra correspondiente a las exportaciones (alrededor de un 10%). La
resiliencia de las exportaciones del Asia Oriental quizás no resulte sorprendente, ya que los exportadores de
manufacturas de esa región son muy competitivos y por tanto más capaces de hacer frente a una demanda más
débil y a un entorno comercial generalmente desfavorable. Esto hace pensar que los sectores manufactureros del
Asia Oriental se están consolidando y dependen cada vez más de unos proveedores regionales y nacionales
eficientes, y menos de proveedores de otras partes del mundo.
POLÍTICAS GUBERNAMENTALES
Proteccionismo y aranceles
Las pautas del comercio internacional se ven claramente afectadas por las intervenciones gubernamentales. De
hecho, existe cierta preocupación de que la lentitud del crecimiento junto con el reciente auge del populismo y
los sentimientos nacionalistas podría dar lugar a medidas proteccionistas, lo que tendría graves repercusiones en
el comercio internacional y la integración económica. Sin embargo, de momento hay pocos indicios de que los
Gobiernos estén aplicando políticas que se aparten decididamente de una economía abierta. La aplicación de
políticas proteccionistas —al menos en su sentido tradicional— no ha sido muy diferente de lo habitual ni se ha
propagado tanto como para debilitar el comercio de manera sustancial.
Al mismo tiempo, también es cierto que en los últimos años se han logrado pocos progresos en la liberalización
del comercio, sobre todo en la liberalización arancelaria en el marco de las negociaciones del Programa de Doha
de la Organización Mundial del Comercio (OMC). De hecho, aunque se lograron progresos sustanciales entre
1995 y 2015, desde entonces han sido insignificantes. Con todo, se espera que la aplicación del Acuerdo sobre
Facilitación del Comercio reduzca de manera sustancial los costos comerciales no arancelarios.
Medidas no arancelarias
Con unos niveles arancelarios generalmente bajos, durante el último decenio se ha producido un rápido aumento
del número de políticas que, si bien no van dirigidas directamente al comercio, tienen importantes repercusiones
en el comercio internacional. Por ejemplo, en los años posteriores a la crisis han ido aumentando las
subvenciones a las industrias nacionales y otras medidas para limitar la deslocalización de puestos de trabajo.
Es probable que estas políticas tengan efectos negativos sobre el comercio.
En general, el comercio internacional está cada vez más regulado por un amplio despliegue de medidas no
arancelarias (por ejemplo, normas sanitarias y fitosanitarias, barreras técnicas al comercio, contingentes y
medidas de emergencia). Es probable que tales medidas, aunque sin finalidad proteccionista, tengan importantes
repercusiones en el comercio internacional en lo que respecta tanto al aumento de los costos comerciales como
a los efectos de desviación del comercio. Aunque cabe debatir hasta qué punto las medidas no arancelarias
contribuyeron a la desaceleración del comercio, constituyen sin duda alguna un obstáculo para muchas
pequeñas y medianas empresas que quieren diversificarse fuera de su mercado nacional y explorar
oportunidades de exportación. Teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas de países en desarrollo son
pequeñas en comparación con las de otros países, las medidas no arancelarias estrictas imponen una mayor
carga a los países en desarrollo que desean diversificar las exportaciones. Además, la multiplicación creciente
de normas voluntarias privadas sobre productos y los sistemas de certificación con normas de trazabilidad
establecidos en respuesta a las preocupaciones de los consumidores y las exigencias de responsabilidad social y
ambiental de las empresas afectan cada vez más a la entrada de bienes en los mercados. Es preciso evaluar a
fondo las diversas medidas de política comercial de carácter no arancelario y sus repercusiones en el acceso a
los mercados.
Medidas como las descritas hacen aumentar los costos del comercio. En muchos casos estos costos son
asimétricos, ya que los países en desarrollo deben sufragar a menudo mayores costos del cumplimiento de
normas. A este respecto, se han lanzado recientemente varias iniciativas para reducir el costo de las
transacciones transfronterizas a nivel bilateral y multilateral. En particular, el Acuerdo sobre Facilitación del
Comercio contiene disposiciones encaminadas a acelerar el movimiento, el despacho y la puesta en circulación
de mercancías. Cuando se aplique plenamente, con la prestación de la asistencia financiera y técnica necesaria a
los países en desarrollo para que adquieran la capacidad que precisan, se espera que el Acuerdo reduzca
sustancialmente los costos del comercio. Además, el Acuerdo ofrece una buena oportunidad para fomentar la
participación de los países en desarrollo, en particular de los países de bajos ingresos, en la economía mundial.
Acuerdos comerciales regionales
En muchos de los nuevos acuerdos comerciales regionales también hay disposiciones encaminadas a reducir los
costos del comercio entre países miembros. De hecho, en el último decenio ha habido un constante aumento de
acuerdos comerciales que van más allá de las concesiones arancelarias recíprocas. Estos se conocen como
acuerdos comerciales profundos. Desde 2015, casi la mitad del comercio mundial se ha efectuado en el marco
de sistemas de aranceles preferenciales, y una tercera parte se rige por reglas y normas que no se limitan a
concesiones arancelarias. El comercio efectuado en el marco de acuerdos comerciales profundos ha mostrado
mayor resiliencia durante los últimos años. Mientras que el comercio que no se rige por acuerdos o que
simplemente se beneficia de concesiones arancelarias ha quedado estancado desde 2012, el comercio en el
marco de acuerdos profundos siguió aumentando en 2013 y 2014. En 2015, mientras que el crecimiento del
comercio regido por acuerdos profundos de comercio preferencial fue nulo, el comercio sin acuerdos o con
acceso preferencial disminuyó más del 15%. Es probable que el comercio regido por acuerdos profundos haya
sido más resiliente porque en un contexto económico recesionario esos acuerdos dan a los socios comerciales
ventajas competitivas frente a la competencia extranjera, dado que abarcan no solo los aranceles sino también
otros costos (medidas no arancelarias).
El bilateralismo —acuerdos comerciales entre dos países— ha ocupado cada vez más espacio en la agenda del
comercio internacional durante los dos últimos decenios. Desde 1995 se ha notificado a la OMC el
establecimiento de más de 600 acuerdos comerciales regionales (bilaterales y plurilaterales). Esta tendencia se
intensificó bruscamente tras la Gran Recesión (gráfico 10). Mientras que en 1990 había tan solo 5 acuerdos
bilaterales en vigor, en comparación con 28 acuerdos regionales, en 2015 las cifras correspondientes eran 156 y
109, respectivamente. Las principales naciones comerciales han abanderado la tendencia a concertar acuerdos
regionales bilaterales y regionales, convirtiendo sus acuerdos de comercio preferencial con países en desarrollo
en acuerdos comerciales recíprocos.
Los acuerdos bilaterales, regionales, megarregionales y multilaterales han formado parte del comercio
internacional desde la fundación del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio en 1947. Sin
embargo, la nueva oleada de bilateralismo observada recientemente puede crear más distorsiones comerciales
que actividad comercial si se trata de un bilateralismo cerrado. Esta tendencia puede aumentar la protección y la
fragmentación del sistema de comercio multilateral, marginando aún más a los PMA.
Se ha sostenido que las grandes naciones comerciales tienen ventaja en las negociaciones comerciales
bilaterales, ya que pueden aprovechar el peso de sus grandes economías para llegar a acuerdos comerciales que
respondan a sus intereses comerciales y económicos. Los países más pequeños, en particular los de bajos
ingresos, están en peores condiciones para defender sus intereses comerciales, económicos y de desarrollo. Pero
sin los progresos logrados en las negociaciones del Programa de Doha de la OMC, los pequeños países en
desarrollo no tendrían otra opción que concertar acuerdos comerciales bilaterales con las principales naciones
comerciales, si estas se lo pedían. En la actualidad, los principales mercados de exportación de muchos países
de bajos ingresos son los mayores países desarrollados; de ahí la necesidad de seguir comerciando con ellos
siguiendo reglas comerciales multilaterales justas, transparentes y previsibles.

LA EVOLUCIÓN DEL COMERCIO INTERNACIONAL EN EL 2010 - PRESENTE

En 2011, en EE.UU., las ventas de los comerciantes que operan exclusivamente en línea, o “e-retailers”,
superaron por primera vez las ventas de las cadenas tradicionales con tiendas físicas, según un reporte de
comScore. Esta brecha siguió profundizándose con las ventas de los e-retailers aumentando mucho más
rápidamente que los sitios web de las tiendas tradicionales. Se espera que las ventas del comercio en línea
alcancen más de US$ 400 mil millones durante los próximos años: Forrester Research proyecta ventas de US$
414 mil millones y eMarketer estima ventas de unos US$ 491, 5 mil millones.
Sin embargo, una nueva contra-tendencia ya empieza a ocurrir en la que los vendedores web comienzan a lanzar
tiendas físicas para satisfacer el deseo de los consumidores de ver, probar y tocar los artículos antes de
comprarlos. NastyGal, Warby Parker y Bonobos se cuentan entre los vendedores online que han logrado la
incorporación del comercio físico a su modelo de negocio. De hecho, un estudio de Accenture en 2013 indicaba
que un 65% de los compradores en línea planificaban primero investigar los productos en línea y luego ir a una
tienda física para comprarlos. El deseo de evitar los costos del envío (47%) y de poder tocar los productos
(46%) son las razones más comunes de los consumidores para comprar en una tienda física. Por supuesto, existe
también la tendencia contraria. Muchos consumidores visitan las tiendas físicas para tocar y examinar los
productos, y luego buscan los mejores precios en línea.
El mayor cambio que se está dando hoy en día es el comercio on line con dispositivos móviles. Según
comScore, en 2014 se produjo un punto de inflexión, y la mayoría de las interacciones con los sitios web del
comercio minorista ahora ocurre en los equipos móviles. Esto no significa que la mayoría de los clientes ya
están comprando a través de los equipos móviles – todavía – pero sí indica que están investigando, buscando y
comparando precios desde el móvil.
Estas tendencias hacen necesaria una optimización de todos los canales de acceso que tienen las empresas para
sus clientes.

El comercio electrónico en 2019


Es habitual ver a personas pegadas a un Smartphone. De modo que los mercados tienen que responder a las
necesidades actuales. Según un estudio, el 83% de los españoles y el 75% de los europeos ha utilizado
aplicaciones de compra para su comercio móvil el año anterior.
Si nos vamos al caso español, un 66% afirmó que usa de dos a cinco aplicaciones. Mientras tanto, un 20%
admitió que usa más de seis. Además, se ha podido ver un incremento del número de españoles que utiliza
Internet para sus compras, siendo un 12,5% respecto al 2010.
Se pueden ver que hay cinco tendencias principales en cuanto a las conductas de consumo de los usuarios:
El Smartphone como líder. Al principio del e-commerce se usaba únicamente el ordenador. Pero ahora se han
sumado los teléfonos y las tablets.
Uso más rápido de la logística. El tiempo de entrega de una compra ha sido una de las preocupaciones de los
españoles. Ese junto a la posibilidad de hacer un seguimiento del pedido, los gastos de envío, etc. De modo que
cada vez hay mejoras en logística que permiten el envío en un día, una tendencia más habitual.
El auge de los Marketplace. Antes los lugares donde se anunciaban los productos eran las propias páginas web
de las empresas. Ahora, sin embargo, los Marketplace son los más elegidos por los españoles. En 2019 habrá
una consolidación de esta tendencia.
La financiación de las compras. Aunque se ha visto una disminución de los gastos durante 2018 (1.903 euros
de media), la financiación sí ha aumentado.
La Inteligencia Artificial. Este sector, junto con el Machine Learning y el Big Data se han convertido en una
tendencia a incluir en 2019.
CONCLUSIONES GENERALES
El tener conocimiento de lo que es el comercio, de su utilidad, de sus beneficios y de las partes que lo
conforman, es necesario para tener una perspectiva de lo que acontece el comercio internacional, ya que las
transacciones son la base de la economía, y la estabilidad de la economía representa la estabilidad de una
empresa
Las preferencias del comercio han cambiado drástica-mente esto como consecuencia de la evolución del
Internet y su impacto en el comercio. Poco a poco hemos visto como las personas han aceptado esta modalidad
del comercio electrónico dejando a un lado la inseguridad por temor al robo de información. Cuando se evalúan
los pro y contra del comercio electrónico podemos darnos cuenta de primera instancia que son más los
beneficios que se obtienen que los inconvenientes. Lo importante a la hora de realizar transacciones
electrónicas es que debemos asegurarnos que estemos utilizando las páginas correctas, y que estas estén
certificadas.
La evolución de los indicadores de comercio exterior en los últimos años destaca un importante crecimiento de
las exportaciones en el período que va desde el 2002 hasta el 2006, en términos constantes, permitiendo así, una
reducción del déficit de la balanza comercial. Sin embargo, este crecimiento no logró superar las importaciones
y por lo tanto tener una balanza positiva. A precios corrientes, el crecimiento de las exportaciones se da en el
período 2002 al 2007 y en porcentajes menores que a precios constantes y, tampoco logra superar a las
importaciones en términos corrientes.
Sin embargo, en último análisis la liberalización global del comercio es de interés para todos los países,
incluidos los países en desarrollo que actualmente gozan de preferencias comerciales. Aunque puedan haber
pérdidas a corto plazo a causa de la reducción de las preferencias, hay ventajas a largo plazo que se traducirán
en un acceso mejor a los mercados para todos los productos. Esta también es la razón por la cual la forma más
conveniente de indemnización por la reducción de las preferencias sea probablemente la de una ulterior
reducción de los aranceles aplicados a los productos de cuya exportación reviste especial interés para los países
en desarrollo.
En transcurso de esta investigación nos dimos cuenta que es de suma importancia mantener una estrecha
relación en el ámbito del comercio con los países de todo el mundo ya que muchos de ellos están en vía de
desarrollo y eso podría resultar benéfico para nuestro país.
También es buena la investigación para darse cuenta que es necesario saber la exportación e importación, así
como los medios de transporte que se utilizan para el comercio internacional, los canales de distribución y los
tratados que existen para realizar un comercio excelente y no equivocarnos al momento de realizarlo.
Cada punto que utilizamos para realizar esta investigación nos puede ayudar a comprender más acerca del
comercio internacional y así nosotros poder contribuir a un mejoramiento económico de las empresas y de
nuestro país principalmente.
BIBLIOGRAFIA
Intal (2019). Conexión Intal. Obtenido de https://conexionintal.iadb.org/2017/03/06/la-evolucion-del-comercio-
del-trueque-al-movil/
Aula Fcil (2015). La evolución del comercio Internacional. Obtenido por
https://www.aulafacil.com/cursos/marketing/internacional/la-evolucion-del-comercio-internacional-l21454
Anrev02 (2018). Evolución del Comercio Mundial. Obtenido por
https://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/anrep_s/anrep02_chp2_s.pdf
Para un análisis detallado véase UNCTAD, 2017a, Key Statistics and Trends in International Trade 2016 – A
Bad Year for World Trade? (Publicación de las Naciones Unidas, Ginebra).
https://unctad.org/meetings/es/SessionalDocuments/tdb64d5_es.pdf

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