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LA CONCLUSION ANTICIPADA

III. La Norma. La Ley Nº 281221[3], establece en su artículo 5, que en los casos de


confesión sincera, la Sala o el Juez actuarán conforme a las siguientes reglas:

1). La Sala, después de instalada la audiencia, preguntará al acusado si acepta ser


autor o partícipe del delito materia de la acusación y responsable de la reparación civil.

2). Si se produce la confesión del acusado, el juzgador preguntará al defensor si está


conforme con él. Si la respuesta es afirmativa, se declara la conclusión anticipada del
debate oral. La sentencia se dictará en esa misma sesión o en la siguiente, que no
podrá postergarse por más de 48 horas, bajo sanción de nulidad.

3). Si el defensor expresa su conformidad, pero condicionándola a la oralización de


algún medio probatorio, se atenderá el pedido así como se permitirá argumentaciones
y refutaciones sobre la pena o la reparación civil. Seguidamente, se suspenderá la
sesión para expedir sentencia, la que se dictará ese mismo día, o en la sesión
siguiente, que no podrá postergarse por más de 48 horas, bajo sanción de nulidad.

4). Si son varios los acusados y solamente confiesa una parte de ellos, con respecto a
éstos, se aplicará el trámite previsto y se expedirá sentencia, prosiguiéndose la
audiencia con los no confesos, salvo que la Sala estime que se afectaría el resultado
del debate oral.

IV. La Jurisprudencia. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de


la República respecto al tema bajo comentario ha emitido un precedente vinculante el
21 de setiembre del 2004 (Exp. Nro. 1776-2004)2[4], estableciendo los siguientes
parámetros:

a). La citada Ley N° 28122, más allá de lo limitado y parcial de su denominación oficial,
en puridad de verdad comprende dos institutos procesales penales: i. la conclusión
anticipada de la instrucción judicial (artículos 1 al 4) –a la que hace mención el título de
la ley-; y, ii. la conclusión anticipada del debate oral o juicio oral (artículo 5), que aún
cuando vinculadas al principio de celeridad o aceleramiento de la justicia penal se
diferencian en que éste último supuesto rige básicamente el principio del consenso,
dado que la decisión del imputado y su defensa es determinante para dar inicio al
procedimiento de conclusión anticipada del debate o juicio oral;
b). La conclusión anticipada de la instrucción judicial se circunscribe a determinados
tipos penales y a procesos simples, siempre que se presenten puntuales supuestos
procesales, tales como flagrancia delictiva, investigación preliminar con intervención
fiscal con suficiencia probatoria y confesión sincera;

c). El artículo 5 de la Ley 28122 –precisamente por tratarse de una institución procesal
autónoma y distinta de la conclusión anticipada de la instrucción judicial- no impone
límite alguno en orden al delito objeto de acusación o la complejidad del proceso, ni
remite su aplicación a las exigencias de los artículos 1 y 2;

d). El acto de disposición del imputado y su defensa se circunscribe al reconocimiento


de la responsabilidad penal y civil atribuida, no es un allanamiento a la pena pedida y a
la reparación civil solicitada;

e). El Tribunal está autorizado, al reconocerse los hechos acusados, a recorrer la pena
en toda su extensión, desde la más alta prevista en el tipo penal hasta la mínima
inferida, llegando incluso a la absolución3[5];

f). En la conclusión anticipada del debate oral o juicio oral se da una modalidad
especial de sentencia, que puede denominarse “sentencia anticipada”, producto de
una confesión del acusado, que tiene como efecto procesal concluir el juicio oral, y no
está circunscrita exclusivamente al pedido de pena y reparación civil del fiscal, y en su
caso, de la parte civil, por tanto el Tribunal tiene potestad de fijarlas conforme a lo que
corresponda y con arreglo a los principios de legalidad y proporcionalidad

V. La Doctrina. Las formas de justicia negociada, especialmente las que se


desarrollan en el campo penal, consisten básicamente en solicitar a los imputados,
declaraciones acusatorias ofreciendo a cambio reducciones de penas, o en pactar, en
todo caso, el contenido de sus imputaciones. Son, por tanto, prácticas que buscan dar
salidas rápidas a procesos ya instaurados una vez concluida la fase de investigación,
por la vía, en particular, de la negociación sobre la pena y con el objeto de evitar la
realización del juicio oral4[6].

VI. Los Resultados. Según una nota de prensa emitida por el Poder Judicial5[7], los
juicios rápidos ya son una realidad, pues con la aplicación de la Ley de Conclusión
Anticipada los magistrados han logrado descongestionar, reducir la carga procesal y
resolver con prontitud y justicia buena parte de los procesos que tienen a su cargo.
Según dicha información: “Esta herramienta legal permite a los jueces terminar la
etapa de instrucción en una o dos sesiones, y a los vocales el proceso del juicio oral.
En la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, por ejemplo, 253 de las 537 sentencias
que se han dictado en lo que va del año (47%), se dieron bajo esta modalidad, según
informó William Quiroz Salazar, vocal de la Primera Sala Penal de este distrito
judicial”. Por su parte -continúa la nota informativa- Horst Schonbohm, asesor principal
de la Corporación Alemana al Desarrollo (GTZ), remarcó la importancia de la Ley de
Conclusión Anticipada, porque se gana celeridad, ayuda a la descarga procesal en
beneficio no sólo de las partes del proceso sino del Estado, por los recursos que se
ahorra”.

VII. Reflexión Final. Pasado algunos meses desde que se expidió la sentencia en el
caso reseñado en el ítem I, vuelven los autos de la Corte Suprema con la ejecutoria de
fecha 18 de julio del 2006, que declara no haber nulidad en la sentencia recurrida, en
el extremo que condena al primer acusado (padre de la menor victimada) por el delito
de parricidio y en el extremo que condena a los otros tres acusados por delito de
homicidio calificado; haber nulidad en cuanto a la penalidad impuesta, y reformándola
impusieron al primer acusado y a su conviviente, treinta y cinco años de privación de
libertad (superior a la pena solicitada por el Ministerio Público) y a los dos restantes
acusados la pena de treinta años de cárcel, por cuanto “al reconocer los acusados los
hechos incriminados de la forma como se ha expuesto, el órgano jurisdiccional está
autorizado a recorrer la pena en toda su extensión, desde la más alta prevista en el
tipo penal hasta la mínima inferida, fijándola conforme corresponda con arreglo a los
principios de legalidad y proporcionalidad”. En suma, gracias a la existencia de la Ley
N° 28122, que se dio por iniciativa de la Corte Suprema de Justicia de la República, se
ha concluido el caso de manera abreviada, ello es una muestra de que con propuestas
innovadoras el Poder Judicial puede mejorar el servicio de justicia, sin embargo -de
cara al nuevo diseño de la reforma procesal penal- ello aún no es suficiente.

LA CONCLUSIÓN ANTICIPADA ¿LIBERTAD PARA DILINQUIR?

II. DESCRIPCION DEL TRABAJO:

La conclusión anticipada del juicio oral está prevista en el artículo 372º del Código
procesal penal. Su tratamiento es distinto al que se le de a la terminación anticipada
del proceso, siendo de resaltar que: 1) Se lleva a cabo en audiencia pública; 2) Si bien
se permite negociar la pena, no se han dispuesto reducciones a la requerida en la
acusación. Teniendo presente ello, ¿podrá imponerse penas por debajo del mínimo
legal (sin que concurran supuestos determinantes de la pena abstracta en esos
extremos)? No. En ese sentido, mal hizo el Acuerdo Plenario vinculante Nº 5-2008/CJ
(asunto: Nuevos alcances de la conclusión anticipada), del 18 de julio del 2008, en
considerar, análogamente al beneficio premial por terminación anticipada, que en la
conformidad correspondería una reducción de pena menor a un sexto, un séptimo
como máximo

III.JUSTIFICACIÓN-RELEVANCIA

Se justifica desde el punto de vista teórico porque es necesario comprender el nuevo


código procesal penal en la etapa de juzgamiento, que establece la figura de la
conclusión anticipada del proceso. De esta manera los operadores del proceso penal,
podrán tener una visión concreta de un acto procesal que resulta fundamental para el
nuevo modelo.

Desde el punto de vista práctico, el presente trabajo busca proporcionar un


conocimiento básico de una institución procesal que busca dinamizar la administración
de justicia y la labor de los operadores del proceso penal.

INTRODUCCIÓN

En la conclusión anticipada del debate oral o del juicio oral se privilegia la aceptación
de los cargos por parte del imputado y su defensa – ella es la titular de esta institución-
, cuya seguridad – de cara al principio de presunción de inocencia - parte de una
instrucción cumplidamente actuada con sólidos elementos de convicción, y valorada, a
los efectos de una pretensión acusadora, por el Fiscal Superior y, luego, por la
defensa, de suerte que el artículo cinco –precisamente por tratarse de una institución
procesal autónoma y distinta de la anterior - no impone límite alguno en orden al delito
objeto de acusación o a la complejidad del proceso ni remite aplicación a las
exigencias de los artículos 1 y 2 de la Ley 28122.

Si bien es cierto que la finalidad de la conclusión anticipada del juicio tiene que ver con
la reducción de la carga procesal, al agilizar y acelerar el trámite de los procesos
penales; permitiendo la posibilidad de atender rápidamente otros procesos penales
(instrucciones y/o juicios orales) de mayor envergadura o grado de dificultad (ejemplo,
los procesos anticorrupción), vemos que muchos de los que salen en libertad

La Conformidad o Conclusión anticipada del juicio se ha configurado en la justicia


penal como una institución procesal basada en el principio de adhesión; es decir,
como un modo de poner fin al proceso penal, que en el caso peruano, supone la
aceptación por el acusado de los hechos y de la responsabilidad penal y civil.
(Precedente vinculante R.N. Nº 1766-2004).

Sólo se podrá discutir, con exclusión desde luego del núcleo duro de los hechos
glosados en la acusación fiscal, la calificación jurídica –en tanto no importe variar el
objeto procesal- y el monto de la pena y de la reparación civil, con la limitación en este
último caso que no haga falta una actividad probatoria propia.

CAPÍTULO I

NOCIONESCONCEPTUALESBÁSICAS

A. CONCEPTO DE CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL JUICIO

También es conocida como conformidad, constituyendo una institución de naturaleza


compleja, en virtud de la cual la parte pasiva, es decir, tanto el acusado como su
defensor técnico, aceptan o admiten los hechos objeto de imputación materia de la
acusación fiscal y, con ciertos límites, la responsabilidad penal y civil por su comisión;
límites circunscriptos exclusivamente tanto a la calidad y cantidad de pena pedida –
está descontada la necesidad y merecimiento de pena-, como a la cuantía de la
reparación civil. La conformidad nacional no permite discutir, en consecuencia, la
propia imposición de una pena y de la fijación de una reparación civil; se trata,
entonces, de un acto de disposición relativa.

Las reducciones de pena tasadas, aun cuando fueran menores a las que hay en la
terminación anticipada, son una creación pretoriana que terminaría de desnaturalizar
otra institución: la terminación anticipada; pues se incentiva a los procesados a no
negociar sino hasta que vean que es irremediable su condena. Eso fue comprobado y
denunciado por el magistrado de Huaura V. Raúl Reyes Alvarado, quien cuenta de
muchos casos en los que las penas en supuestos similares son menores en la
conclusión anticipada que en la terminación anticipada.

Tal vez todo se origine por no considerar como el criterio rector del acuerdo sobre
penas al reproche penal (de acción y resultado), sino solamente a criterios pseudo
matemáticos.

No se trata sólo de mecanismos de descarga procesal, no es sólo vocación utilitaria.


Se trata de mecanismos procesales más profundos que permiten salvaguardar el
derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas. Obviamente, tienen un resultado
formal; la disminución de la carga procesal. Pero, el resultado material es mucho más
trascendente y descansa en el derecho de toda persona a ser juzgado en un plazo
razonable.

Es uno de los mecanismos alternativos, que debe hacernos olvidar que en la


búsqueda de la justicia como valor supremo, e idea reguladora de todo el proceso
penal, no sólo debe buscar- siendo retribucionistas - la sanción al infractor, ello es
saciar nuestra sed vindicativa, sino que debemos considerar a la víctima y su derecho
a un proceso justo, con suficientes espacios democráticos.

B. BASE LEGAL

El Artículo 372 del Nuevo Código Procesal Penal regula la posición del acusado y
conclusión anticipada del juicio, en tal sentido, contempla los siguientes parágrafos:

1. El Juez, después de haber instruido de sus derechos al acusado, le preguntará si


admite ser autor o partícipe del delito materia de acusación y responsable de la
reparación civil.

2. Si el acusado, previa consulta con su abogado defensor, responde afirmativamente,


el Juez declarará la conclusión del juicio. Antes de responder, el acusado también
podrá solicitar por sí o a través de su abogado conferenciar previamente con el Fiscal
para llegar a un acuerdo sobre la pena para cuyo efecto se suspenderá por breve
término. La sentencia se dictará en esa misma sesión o en la siguiente, que no podrá
postergarse por más de cuarenta y ocho horas, bajo sanción de nulidad del juicio.

3. Si se aceptan los hechos objeto de acusación fiscal, pero se mantiene un


cuestionamiento a la pena y/o la reparación civil, el Juez previo traslado a todas las
partes, siempre que en ese ámbito subsista la contradicción, establecerá la
delimitación del debate a la sola aplicación de la pena y/o a la fijación de la reparación
civil, y determinará los medios de prueba que deberán actuarse.

4. Si son varios los acusados y solamente admiten los cargos una parte de ellos, con
respecto a estos últimos se aplicará el trámite previsto en este artículo y se expedirá
sentencia, continuando el proceso respecto a los no confesos.

5. La sentencia de conformidad, prevista en el numeral 2) de este artículo, se dictará


aceptando los términos del acuerdo. No obstante, si a partir de la descripción del
hecho aceptado, el Juez estima que no constituye delito o resulta manifiesta la
concurrencia de cualquier causa que exima o atenúa la responsabilidad penal, dictará
sentencia en los términos en que proceda. No vincula al Juez Penal la conformidad
sobre el monto de la reparación civil, siempre que exista actor civil constituido en autos
y hubiera observado expresamente la cuantía fijada por el Fiscal o que ha sido objeto
de conformidad. En este caso, el Juez Penal podrá fijar el monto que corresponde si
su imposición resultare posible o, en todo caso, diferir su determinación con la
sentencia que ponga fin al juicio.

CAPÍTULO II

LEY Nº 28122

A. CONFORMIDAD.

El nuevo CPP regula la Conclusión Anticipada en el Artículo 372 “Posición del acusado
y conclusión anticipada del juicio”. Este artículo es similar en su contenido al artículo 5
de la Ley 28122, requiere la conformidad del acusado con la autoría o participación
con el delito materia de acusación y la reparación civil. Antes de expresar su
conformidad el procesado puede consultar con su abogado y también por su
intermedio o directamente puede llegar a un acuerdo con el Fiscal sobre la pena a
imponerse. Esta posibilidad es permitida en el marco de un nuevo sistema acusatorio y
el Juez controla la legalidad del acuerdo en cuanto a la pena y la reparación civil. En lo
demás es semejante a la regulación actual, será aplicable sólo para los acusados que
la soliciten.

B. EXPERIENCIAS EN OTROS PAÍSES

En los Estados Unidos sólo el 10% de los delitos acaban siendo juzgados en un juicio
oral y público ante un jurado y dictándose seguidamente sentencia por el juez
profesional, el cual debe de partir del veredicto pronunciado por el jurado. Resulta así
que sobre el 90% de los delitos se decide no jurisdiccionalmente , es decir, no
después de un verdadero proceso, sino después de una investigación realizada por la
policía, con la dirección más o menos efectiva del fiscal, y de un “trato” entre el fiscal y
el abogado defensor, abogado que normalmente es un defensor público. Es decir, el
tan voceado “sistema adversarial” modelo del que se aclaman todas las virtudes, se
aplica en la práctica sólo de modo excepcional”.

La simplificación en el código es transversal, así lo demuestra la conclusión anticipada


del juicio por la admisión que hace el acusado de su autoría o participación en el delito
objeto de la pretensión fiscal y de su responsabilidad en materia de reparación civil.

El hecho que el juzgamiento sea la etapa principal del proceso común no implica que
ineluctablemente tenga que recorrerse todas sus estaciones, por esta razón en la fase
inicial del juicio, luego de los alegatos de entrada o preliminares del Fiscal y de la
defensa y de las instrucciones que el Juez le da al imputado sobre sus derechos, le
pregunta si se conforma con lo expuesto por el Fiscal, la respuesta afirmativa, previa
consulta con su defensor, produce la conclusión de la etapa (art. 372) y la expedición
de sentencia. Antes de expresar conformidad es posible que el imputado conferencie
con el Fiscal para intentar un acuerdo sobre la pena, de alcanzarse éste la sentencia
se dicta aceptando lo acordado; sin embargo, cuando se trata de conformidad directa
o negociada, el Juez puede sentenciar absolviendo si de la descripción del hecho
aceptado, estima que no constituye delito o es manifiesta la ocurrencia de alguna
causa que exima de responsabilidad; también puede imponer una pena menor si
concurre de modo evidente alguna causa que atenúa la responsabilidad.
La conformidad también puede ser parcial si se aceptan los hechos acusados pero se
cuestiona la pena y/o la reparación civil, lo que restringe el debate y la actuación de
medios de prueba según estos parámetros. En cuanto a procesos con pluralidad de
acusados, la conformidad singular procede, prosiguiéndose el juzgamiento a los no
conformes.

En la medida que intervenga el actor civil y haya discrepado de la cuantía planteada


por el fiscal, la reparación conformada no vincula al juez, quien puede fijar otro monto
o diferir su determinación con la sentencia que pone fin al juicio.

C. CONFESIÓN Y CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL JUICIO

La confesión en la etapa final del proceso permite la conclusión anticipada del juicio
(art. 372º del CPP), la misma que tiene lugar cuando, el juez después de haberle
instruido de sus derechos, le pregunta si admite ser autor o participe del delito materia
de acusación y responsable de la reparación civil (numeral 1), entonces si el acusado,
previa consulta con su abogado defensor, responde afirmativamente, el juez declarará
la conclusión anticipada del juicio. Antes de responder, el acusado también podrá
solicitar por sí o a través de su abogado conferenciar previamente con el fiscal para
llegar a un acuerdo sobre la pena para cuyo efecto se suspenderá por breve término.
La sentencia de conformidad se dictará en la misma sesión o dentro de las 48 horas
(numeral 2), la misma que aceptará los términos del acuerdo previo análisis de su
legalidad (numeral 5).

La denominación de la institución presenta algunos problemas. El título del art. 5° de la


Ley, reza “confesión sincera”, pero el Decreto Legislativo núm. 959, del 17.8.2004, al
modificar el art. 244°, apartado 1) ACPP, expresamente, siguiendo la doctrina
procesalista española, la denomina “conformidad”. El art. 372° NCPP mantiene la base
institucional de la norma en cuestión y si bien no le acuerda un nombre determinado el
apartado 5) menciona expresamente el vocablo “conformidad” refiriéndose a esta
institución. Por lo demás, la nueva norma desarrolla con más cuidado los supuestos de
conformidad parcial -cuando el imputado y su defensa no están de acuerdo con la
cuantía de la pena o de la reparación civil- y, a su vez, permite una posibilidad
transaccional entre fiscal e imputado respecto a la pena y la reparación civil, que es lo
que se denomina “conformidad negociada”.

D. REGULACIÓN LEGAL: LEY N° 28122 Y NCPP 2004.

El instituto de la “conformidad”, de fuente española, fue recepcionado parcialmente por


el art. 5° de la Ley núm. 28122, del 16.1.2003, -en adelante, la Ley- bajo el equívoco
rótulo de “confesión sincera”, que sin duda se debe al error de sistematización que
sufrió la Lecrim Española (BARONA VILAR, 1994: 286). La fuente nacional más
inmediata es el art. 280° del CPP de 1991, que igualmente hacía mención a la
confesión. La norma vigente, a diferencia del CPP de 1991 –y afiliándose más al
modelo Italiano- trae una novedad o, en todo caso, una regla explícita en caso de
pluralidad de imputados; a diferencia de la fuente española, el apartado 4) de norma
comentada permite el fraccionamiento del enjuiciamiento en caso alguno o algunos de
los acusados no se somete la confesión o conformidad.
La denominación de la institución presenta algunos problemas. El título del art. 5° de la
Ley, reza “confesión sincera”, pero el Decreto Legislativo núm. 959, del 17.8.2004, al
modificar el art. 244°, apartado 1) ACPP, expresamente, siguiendo la doctrina
procesalista española, la denomina “conformidad”. El art. 372° NCPP mantiene la base
institucional de la norma en cuestión y si bien no le acuerda un nombre determinado el
apartado 5) menciona expresamente el vocablo “conformidad” refiriéndose a esta
institución. Por lo demás, la nueva norma desarrolla con más cuidado los supuestos de
conformidad parcial -cuando el imputado y su defensa no están de acuerdo con la
cuantía de la pena o de la reparación civil- y, a su vez, permite una posibilidad
transaccional entre fiscal e imputado respecto a la pena y la reparación civil, que es lo
que se denomina “conformidad negociada”.

E. FUNDAMENTO.

El núcleo del art. 5° de la Ley es la aceptación del imputado, con la expresa


conformidad del defensor, a considerarse “...autor o partícipe del delito materia de la
acusación y responsable de la reparación civil”. La norma sólo permite
“...argumentaciones y refutaciones sobre la pena o la reparación civil”. En este último
punto resulta interesante lo dispuesto por el art. 372° NCPP, que no sólo regula un
trámite de traslado cuando no se está de acuerdo con la cuantía de la pena y/o de la
reparación civil, y en caso de subsistir la contradicción –lo que implica posibilidad que
el Fiscal modifique la cuantía de la pena o de la reparación civil, de suerte que en ese
caso se estaría ante una “conformidad negociada”- el debate se concentrará, a modo
de cesura del juicio oral, sobre esos puntos contradictorios determinando la prueba
que deberá actuarse.

Ello significa que las diferencias acerca de la pena y la reparación civil exigen actividad
probatoria para ser resueltas por el Tribunal, salvo claro está cuando ésta no es
solicitada o cuando no sea en lo absoluto necesario. Conforme postula MORENO
CATENA, lac o n fo r m i d a d se ha configurado en la justicia penal como una
institución procesal basada en el principio de adhesión; es decir, como un modo de
poner fin al proceso penal (2005: 356), que en el caso peruano supone la aceptación
por el acusado de los hechos y de la responsabilidad penal y civil. Bajo ese entendido
la Ejecutoria Suprema del 26.5.2005, Exp. Núm. 884-2005, declaró la validez de una
sentencia dictada tras un juicio oral porque si bien el Tribunal Superior ilegalmente se
declaró sin efecto la conformidad del imputado y su defensa, el juicio oral se llevó a
cabo con arreglo a sus pasos regulares, lo que por cierto evitó toda posibilidad de
indefensión material; en este último punto, sin embargo, la ausencia de lesión
constitucional a los derechos del imputado se superó porque la Corte Suprema
rechazó la agravante de integración en banda, que el Fiscal no había considerado en
la acusación, aunque luego el Tribunal planteó la tesis [lo que no podía hacerse pues
uno de los efectos de la conformidad es evitar un resultado más grave como
consecuencia del desarrollo del juicio oral.

Sólo se podrá discutir, con exclusión desde luego del núcleo duro de los hechos
glosados en la acusación fiscal, la calificación jurídica –en tanto no importe variar el
objeto procesal- y el monto de la pena y de la reparación civil, con la limitación en este
último caso que no haga falta una actividad probatoria propia, pues sólo se permite
“...oralización de algún medio probatorio”. Es obvio entonces, que si ese medio
probatorio –de naturaleza anticipada o preconstituida- no existe o si el incorporado en
autos resulta notoriamente insuficiente, la conformidad deberá ser rechazada.

En virtud de lo expuesto, podemos definir la conformidad –siguiendo parcialmente a


GÓMEZ COLOMER (2004: 265/266)- como una institución de naturaleza compleja, en
virtud de la cual la parte pasiva, es decir, tanto el acusado como su defensor técnico,
aceptan o admiten los hechos objeto de imputación materia de la acusación fiscal y,
con ciertos límites, la responsabilidad penal y civil por su comisión; límites
circunscriptos exclusivamente tanto a la calidad y cantidad de pena pedida –está
descontada la necesidad y merecimiento de pena-, como a la cuantía de la reparación
civil. La conformidad nacional no permite discutir, en consecuencia, la propia
imposición de una pena y de la fijación de una reparación civil; se trata, entonces, de
un acto de disposición relativa. La conformidad tiene, en consecuencia, una naturaleza
jurídica relativamente dispositiva desde la perspectiva del imputado y su defensa, en
tanto que –como acota BUTRÓN BALIÑA- es posible al Tribunal, en ciertos casos y
con determinadas limitaciones, imponer una pena inferior a la contenida en la
acusación, nunca superior, e incluso pronunciar un fallo absolutorio; lo que, en todo
caso, permite configurarla por sus rasgos singulares como un acto procesal sui
generis, que presenta notas que lo asemejan a determinadas instituciones procesales,
pero que responde a unas señas de identidad propias que le dotan de una peculiar
fisonomía (1997: 162, 181).

La conformidad tiene las siguientes notas esenciales, muchas de la cuales, por


ejemplo, han sido expuestas por la importante Sentencia del Tribunal Supremo
Español del 1.3.1988: a) Es un acto procesal que, en cuanto tal, encierra ante todo
una declaración de voluntad de poner fin a un proceso penal ya iniciado. Además, es
un acto expreso y personalísimo, que exige una categórica manifestación de la misma
por parte del propio imputado –con exclusión de apoderado, mandatario u otra forma
de representación, lo que es una consecuencia del carácter inalienable e intransferible
de la responsabilidad penal- y de su defensor, lo que a su vez significa(2) que es un
acto de doble garantía, en que se exige la concurrencia de las voluntades concordes
del imputado y del defensor –es clarísima al respecto, por ejemplo, la STE 7.11.1990-;
y,(3) obviamente de carácter voluntario, que debe excluirse toda clase de vicios de la
voluntad,(4) a la vez que formal, pues debe reunir todas las solemnidades requeridas
por la ley, que son de estricta observancia.

La declaración de voluntad, ha se consistir en el reconocimiento y voluntad de la


defensa de aceptar los cargos y las consecuencias jurídicas que entrañan, lo que
significa que encierra una confesión –sólo en cuanto admisión de los hechos, dado
que, como refiere BARONA VILAR, propiamente la confesión es un medio de prueba
en sí mismo, mientras que la admisión produce no ya la prueba sino la exclusión de la
necesidad de dicha prueba (1994: 292)-, y un allanamiento de la defensa a la
pretensión penal entendida como petición de pena y reparación civil, aunque sobre la
concreta medida de éstas puede ser cuestionada por la parte pasiva y parcialmente
modificada por el Tribunal. Esta idea, en orden al carácter pleno de la admisión de
hechos, ha sido aceptada por la Corte Suprema, en la Ejecutoria del 7.2.2006, Exp.
Núm. 186-2006/Piura, al anular una sentencia conformada o anticipada porque el
imputado no admitió los hechos tal como han sido propuestos por el Fiscal, pues
adicionó un supuesto de confesión sincera no reconocido por el Fiscal e incorporó un
supuesto de error de tipo en orden a la edad de la víctima, variando el relato de los
hechos. No existen confesiones parciales, y cuando se trata de confesiones
calificadas, el hecho que le otorga relevancia jurídico penal ha debido de ser detallado
en la acusación fiscal; de otra forma, debe disponerse la continuación del juicio oral.
La conformidad nacional, entonces, no es absoluta en el sentido que requiera que la
manifestación del imputado recaiga sobre el contenido íntegro de la calificación
acusatoria, sobre todo sus extremos sin limitación de clase alguna. No comprende la
integridad de la configuración jurídica de los hechos ni la pena en su concreta
naturaleza y medida, al igual que la reparación civil. Es un acto procesal puro. No es
viable sujetarla a condición, plazo o término. Ello es así porque la causa del acto
consiste en provocar la sentencia determinando su contenido; y, si por cualquier razón
no se pronunciase la resolución judicial en los términos conformados, es como si el
reconocimiento no se hubiera emitido. Cuando la ley dice que “3) Si el defensor
expresa su conformidad, pero condicionándola a la oralización de algún medio
probatorio ...”, no es que la conformidad no sea pura, sino que es la característica de
una de las clases de conformidad, denominada “relativa”, mediante la cual se
cuestiona la pena concreta o la reparación civil solicitada por el Fiscal

La Corte Suprema, en la Ejecutoria del 3.2.2006, Exp. Núm. 3370- 2005/Lima,


aceptando la unilateralidad y la naturaleza dispositiva del acto de conformidad,
desestimó los agravios hechos valer por un imputado que luego de conformarse con
los cargos objeto de acusación fiscal, posteriormente alegó que sólo intervino
secundariamente en un delito y que no participó en los restantes. Es una
manifestación del principio de adhesión o del consenso, aunque en un nivel muy
limitado, habida cuenta de la presencia del procedimiento de terminación anticipada y
del procedimiento de colaboración eficaz. Su ejercicio por la parte acusada no precisa
de autorización ni de homologación judicial ni jurídicamente queda condicionado al
cumplimiento de prestaciones sociales, sino al efectivo cumplimiento de la pena y al
pago de la reparación civil que en el acto se imponga al acusado.

La sentencia conformada o anticipada, que es consecuencia de un allanamiento-


confesión, pone fin, con todos los efectos de la cosa juzgada, a un proceso penal ya
incoado. Lamentablemente, nuestra legislación no ha incorporado una conformidad
premiada, que permitiría la disminución de la sanción penal por evitar el juicio oral.
Esta sentencia expresa el carácter vinculante de la conformidad, absoluta respecto a
los hechos conformados, y relativa respecto al título de imputación, a la pena solicitada
y a la reparación civil propuesta, que por lo demás nunca podrá modificarse en
perjuiciodelreo
El fundamento o justificación de la conformidad, enseña DE LA OLIVA SANTOS, está
en que implica una admisible renuncia a medios de defensa y puede tomarse como
señal de que la acusación es fundada (fáctica y jurídicamente), todo ello relacionado
con el propósito pragmático de aligerar la carga de trabajo que gravita sobre los
tribunales penales (2002: 36); BARONA VILAR, en esa misma tesitura, afirma que la
institución se justifica en la introducción del principio de celeridad y economía procesal,
consiguiéndose, con ella, el acortamiento.

F. ÁMBITO DE APLICACIÓN.

Inicialmente se produjo un debate en la denominada “jurisprudencia menor” acerca


ámbito de aplicación de la conformidad. Un sector de los Tribunales Superiores
entendía que ésta sólo era aplicable en los supuestos de los arts. 1° y 2° de la Ley –no
incluidos por cierto en el artículo 5°-, que eran los casos de ‘evidencia delictiva’:
flagrancia, confesión y prueba suficiente en sede preliminar, en procesos simples -no
complejos- y sin pluralidad de imputados –más de cuatro o intervención a través de
una organización delictiva-. A esa tesitura contribuyó el título de la ley, que se
circunscribía a la conclusión anticipada de la instrucción judicial. Sin embargo, esas
dudas se disiparon con la Ejecutoria vinculante del 21.9.2004, dictada al amparo del
artículo 301°-A ACPP, introducido por el Decreto Legislativo núm. 959. Dicha
sentencia expresamente desestimó ese criterio restrictivo, entendiendo que la
conformidad es de alcance general y sin limitaciones, y diferenciando la conclusión de
la instrucción de la del juicio oral. Allí se dijo claramente lo siguiente (FJ, 3°):

1° Que la Ley comprende dos institutos procesales penales: la conclusión anticipada


de la instrucción judicial (arts. 1° al 4°) –a la que hace mención el título de la Ley-, y la
conclusión anticipada del debate o del juicio oral (art. 5°), si bien vinculados por el
principio de celeridad o aceleramiento de la justicia penal, en el caso de la conclusión
anticipada del debate oral tiene primacía el principio del consenso.

2° Que los límites legales a la conclusión anticipada de la instrucción judicial se explica


porque causalmente tiende a limitar los actos de investigación judicial y, por ello,
podría afectar la incorporación de fuentes de prueba y elementos de convicción para
que, en su día, se funde una acusación o se sostenga una defensa razonable. En
cambio, la conclusión anticipada del debate se privilegia la aceptación de cargos,
cuyos elementos de convicción han sido valorados tanto por el fiscal como por el
imputado y su defensa, por lo que es razonable que no esté sometida a los límites
impuestos para la conclusión anticipada de la instrucción judicial.
CONCLUSIONES

1. El NCPP regula la Conclusión Anticipada en el Artículo 372 "Posición del acusado y


conclusión anticipada del juicio". Este artículo es similar en su contenido al artículo 5
de la Ley 28122, requiere la conformidad del acusado con la autoría o participación
con el delito materia de acusación y la reparación civil. Antes de expresar su
conformidad el procesado puede consultar con su abogado y también por su
intermedio o directamente puede llegar a un acuerdo con el Fiscal sobre la pena a
imponerse. Esta posibilidad es permitida en el marco de un nuevo sistema acusatorio y
el Juez controla la legalidad del acuerdo en cuanto.

2. La Conclusión anticipada del juicio oral contemplado en el artículo 372 del NCPP, se
da cuando el acusado, en la fase inicial del juicio admite ser autor o participe del delito
materia de la acusación, deberá dictarse la pertinente sentencia, luego de la
conformidad del representante del Ministerio Público; no se realiza el juzgamiento por
la admisión de cargos. La conformidad no vincularía al Juez por cuanto tendría la
facultad de absolver, si así lo estima.

3. Al inicio de un juicio oral, el Juez instalará la audiencia, enunciará el número del


proceso, la finalidad específica del juicio, el nombre y otros datos del acusado, su
situación jurídica, el delito objeto de la acusación y el nombre del agraviado (Art.
371,1). Seguidamente, el Fiscal expondrá brevemente los hechos objeto de la
acusación, la calificación jurídica y las pruebas que ofreció y fueron admitidas (alegato
de Apertura). Posteriormente, el abogado de la parte civil expresará su pretensión y
las pruebas ofrecidas y admitidas; Finalmente, el defensor expondrá sus argumentos
de defensa y de prueba de descargo ofrecida y admitida (inc. 2). Culminado los
“alegatos preliminares”, el Juez informará de sus derechos al acusado, y le preguntará
si admite ser autor o participe del delito materia de acusación y si es responsable de la
reparación civil (372°, 1°). Si el acusado, previa consulta con su abogado defensor
responde afirmativamente, el Juez declarará la “conclusión del juicio”.

4. Antes de responder, el acusado o su abogado podrá conferenciar con el Fiscal para


llegar a un acuerdo sobre la pena, en cuyo caso, la audiencia se suspenderá por breve
término (Inc. 2°). Si no hay acuerdo sobre la pena y la reparación civil, el Juez, previo
traslado a todas las partes, limitará el debate a la sola aplicación de la pena y la
reparación civil. En este caso, determinará el ámbito de la prueba sólo a esos
aspectos (Inc. 3°, art. 372°). Si son varios los acusados y uno sólo acepta los cargos,
el procedimiento de la Conclusión Anticipada de Juicio, se aplicará sólo para él. Si el
acusado reconoce los hechos, pero el Juez estima que los hechos no constituyen
delito o concurren causas que eximen o atenúan la pena, dictará la sentencia en los
términos que considere. Si el Juez tiene conformidad con la acusación, hay
reconocimiento de los hechos por parte del acusado, el Juez dictará sentencia en esa
misma sesión o en la siguiente, que no se podrá llevar a cabo más allá de 48 horas,
bajo sanción de nulidad del juicio (372°, 2°).

BIBLIOGRAFÍA

* VELEZ FERNÁNDEZ, Giovanna Fabiola “Anotaciones al Nuevo Código Procesal


Penal”. Ediciones Jurídicas. Lima Perú. 2007

* Yolanda y QUISPE FARFAN, Fanny Soledad. El nuevo proceso penal: Estudios


fundamentales. Lima: Palestra, 2005.

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