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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS.

UAPA

Estudiante de Derecho.

Asignatura:

Filosofía y Lógica Jurídica.

Actividad II.

Participante:

Steven Raymiel Guzmán Castillo

Matricula:

17-4518

Facilitador:

Miledys Alt. Pérez

Fecha

30-01-2019
Distinguido participante:
Luego consultar la bibliografía básica de la asignatura y complementaria
realizar una lectura comprensiva y estudiar las unidades 3 y 4 del
programa.
1. Realice un INFORME DE LECTURA de cada una, de las unidades
donde se evidencie de forma clara y precisa el contenido del Derecho
Natural y el positivismo Jurídico.

La Unidad III Derecho y Moral

3.1-Concepción filosófica de Moral


La filosofía es una de las ciencias más importantes que muestra la
importancia de la sabiduría primera como medio de reflexión desde distintos
puntos de vista. Existen distintas ramas de la filosofía que tienen un objeto
propio. La filosofía también reflexiona sobre el comportamiento humano, en
concreto, sobre el obrar.

En cuyo caso, la ética o la filosofía moral se convierte en una luz que


permite discernir entre aquello que es correcto y aquello que no lo es desde el
punto de vista ético. Unos valores que no están integrados en el contexto de
una religión concreta sino en el contexto de la ley natural que rige aquello que
es conveniente para el ser humano de acuerdo a su dignidad y a su naturaleza.

3.2-La relación entre el Derecho y la Moral


Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las
cuestiones más importantes y complejas de la Filosofía del Derecho, sobre
todo si se tiene en cuenta que afectan al concepto del Derecho, a su aplicación,
a las relaciones entre legalidad y justicia o al espinoso tema de la obediencia al
Derecho. La Moral y el Derecho hacen referencia a una parte importante del
comportamiento humano y se expresan, en gran medida, con los mismos
términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad). Se puede decir que el
contenido del Derecho tiene una clara dependencia de la moral social vigente,
de la misma forma que toda moral social pretende contar con el refuerzo
coactivo del Derecho para así lograr eficacia social.
Las teorías en relación con la Moral y el Derecho se pueden sintetizar de la
siguiente manera:
Confusión entre ambos conceptos.
Separación tajante, y
Consideración de ambos conceptos como distintos, sin perjuicio de las
conexiones entre ambos.
3.3-Modelos para comprender la relación entre el Derecho y Moral
a).- Primado de la moral sobre el derecho
b).- Irrelevancia del derecho para la moral y de la moral para el derecho
c) Primado del derecho sobre la moral

3.3.1-La moralidad del Derecho


La edad antigua y medieval es claramente aquélla en la cual el derecho
es considerado en función de la moral.
La moralidad y el derecho que tienen un valor práctico inmediato, siempre
han servido de obstáculo a los pensadores que han negado la posibilidad del
conocimiento en la esfera de lo absoluto y fundamental; si el criticismo de Kant
salvó con inconsecuencia o sin ella, que esto no es del caso, las dificultades
que ofrecía la conciencia moral para sus ideas, y la salvó suponiendo el
imperativo categórico de carácter práctico, la ciencia de lo relativo, en nuestros
días, tampoco transige con la admisión de lo absoluto, reconocido en esta
esfera de la moralidad y el derecho, y rompe el nudo atribuyendo un carácter
meramente físico-psicológico a la moralidad como al derecho, que confunde en
lo inmanente y le da en la vida de relación social por fundamento la
convención y costumbre. Todos los elementos fundamentales y característicos
del derecho, son negados o falseados por la filosofía imperante, y con ellos el
derecho mismo tiene que ser desconocido.

3.3.2-Separación del Derecho y la Moral


En Thomasius primero y luego en Kant, la separación entre derecho y
moral encuentra el apoyo de sistemas especulativos articulados y complejos.
La época del separatismo entre derecho y moral corresponda a la época
histórica en la cual Europa ha construido la imagen moderna de sí misma a
través de un esfuerzo increíble e indispensable de artificialización de la
experiencia social. Es la época en la cual el derecho consuetudinario decae
inevitablemente y adquiere en la conciencia colectiva la imagen de un derecho
arcaico; es la época en la cual surge el moderno derecho procesual, es decir, la
forma más refinada y al mismo tiempo más abstracta y artificial de resolver las
controversias individuales.
La época moderna se cierra en el grandioso proceso de la codificación
del derecho privado y con la proclamación de los l derechos del hombre;
proceso en el cual la razón jurídica demuestra plenamente la capacidad tanto
de saber situarse como sistema integralmente positivo, lógicamente coherente,
fundado iuxta propria principia, como la de saber ocupar todos los espacios
posibles en los cuales la existencia individual adquiere relevancia social.
3.3.3-Primado del Derecho sobre la Moral
Se puede observar que el fenómeno de la positivización integral del
derecho, asociada a la secularización cada vez más difundida y articulada de la
moral cristiana, le ha proporcionado a la opinión pública del siglo XIX, y más
aún del xx, la idea de haber entrado finalmente en posesión de un mínimo ético
real, justamente el transmitido por el derecho, y gracias al cual queda
definitivamente garantizada la coexistencia humana civil (en los países
coloniales, en efecto, el discurso se presenta de manera diversa: el "salvaje",
en la opinión común del siglo pasado, no puede comprender el derecho y sólo
es sensible al uso de la fuerza).

La cultura contemporánea reconoce ciertamente un espacio a la ética,


pero dentro de los límites en que ésta reconoce el primado del derecho y se
atiene a principios jurídicos universalmente aceptados (aunque no siempre
efectivamente operantes); en cambio, en los casos en los que a la ética viene a
faltarle esta comprobación de universalidad jurídica, es abandonada a la
imaginación de los individuos y privada totalmente de legitimación a nivel
colectivo.

3.4-Derecho y Moral: La experiencia contemporánea


Según Adorno, la ética contemporánea está dominada por un nuevo
imperativo categórico: que no se repita Auschwitz, el derecho no debe nunca
jamás dejarse identificar, o por lo menos reducir, a la mera fuerza; nunca jamás
debe hacerse instrumento de la injusticia y de la opresión; en una palabra, de la
deshumanización. La aceptación de que goza hoy entre los juristas la
referencia a la temática de los l derechos del hombre es índice no de particular
sagacidad metodológica, sino de la interiorización de a prioris éticos
específicos. ¿Puede radicar aquí el nuevo modelo posmoderno de relación
entre el derecho y la moral?

Frente a la ética, los ordenamientos jurídicos contemporáneos han


renunciado a su pretendida absolutez, el derecho contemporáneo es un
derecho siempre abierto cada vez más a la integración recíproca entre los
diversos ordenamientos estatales; la función de las grandes organizaciones
internacionales -que tienen como único criterio operativo el del derecho,
aunque estén sujetas a las más fuertes presiones políticas- es ejemplar bajo
este aspecto.

Si tal es la dinámica de las relaciones derecho-moral en los regímenes


occidentales contemporáneos, no por eso se ha de creer que no suscita
problemas también muy relevantes.

la ética utilitarista, nunca desaparecida del todo en la cultura anglosajona, y


que incluso experimenta en los últimos años un nuevo florecimiento, son
particularmente hermosas, porque se presentan como sumamente razonables
cuando se las ejemplifica recurriendo a la dimensión más común, la, por así
decir, cotidiana de la experiencia jurídica (la que es regulada por normas
definibles, usando el léxico de la escolástica tradicional, como mere
poenales); pero que muestran todos sus límites cuando se exige su aplicación
a los casos más difíciles de la coexistencia, a los casos límite.

La cuestión es que la vocación última del derecho en nuestro tiempo no


es la de defender al hombre sólo si así conviene hacerlo para maximizar la
utilidad social, sino defenderlo en todo caso en cuanto hombre. Se lo puede
demostrar recordando que los mismos problemas ético jurídicos más
lacerantes de nuestro tiempo, los que más dividen las conciencias: el aborto y
la eutanasia, característicamente no se plantean casi nunca negando que la
dignidad humana del feto o del enfermo terminal merezcan ser protegidas por
el derecho, sino afirmando que el feto puede ser sacrificado justamente porque
no es todavía persona [/ Interrupción del embarazo] o sosteniendo que la /
eutanasia es en realidad un modo, aunque trágico, de tutelar la dignidad del
moribundo.

Unidad IV Derecho Natural y Positivismo Jurídico.

4.1-Concepto. Función del Derecho Natural.


El derecho natural es una doctrina ética y jurídica que postula la
existencia de derechos humanos fundados o determinados en la naturaleza
humana. Propugna la existencia de un conjunto de derechos universales,
anteriores, superiores e independientes al derecho escrito, al derecho positivo y
al derecho consuetudinario.

De todas formas, los propios positivistas jurídicos arremeten contra los


defensores del Derecho Natural:
a. Los partidarios del derecho natural están de acuerdo en cuanto a la
existencia del Derecho Natural pero no en cuanto a su contenido ni al criterio
de su conocimiento. ¿No es eso lo mismo que defender que existe algo que no
se sabe qué es?

b. En la práctica jurídica el Derecho Natural es innecesario (el derecho positivo


es autosuficiente) y fuente de arbitrariedades.

A pesar de todo, los defensores del Derecho Natural, sostienen que su postura
es menos problemática, que la del positivismo jurídico y se preguntan acerca
de la utilidad del Derecho Natural.

¿Para qué sirve el Derecho Natural?

a. Función supletoria de la lagunas de derecho positivo. Es decir, el derecho


positivo no es autosuficiente, necesita de unos principios más allá de él
(metajurídicos). Esos principios son los que constituyen el Derecho Natural.

b. Función universalizadora. Define relaciones jurídicas que trascienden el


ámbito de cada pueblo propio del derecho "positivo", constituyen en el fondo un
auténtico "derecho de gentes".

c. Función "conservadora". Pone en relación el derecho con la tradición de


cada pueblo.

d. Función "progresista". Posibilita los cambios jurídicos y prefigura lo que en el


futuro será derecho positivo pero todavía no lo es.

Te proponemos las principales funciones del Derecho Natural, enlázalas con su


significado correcto.

4.2-La doctrina del Derecho Natural en la tradición filosófica.


El Derecho Natural se basa en la idea fundamental de la existencia de un
derecho anterior a la norma jurídica positiva, y al cual le otorga fundamento,
pues posee una jerarquía o rango superior a ella, de modo que cualquier
normativa humana que fuera contraria al precepto de derecho natural sería
jurídicamente inválida.
La doctrina del derecho natural es la única que consigue dar un
fundamento y una finalidad al orden jurídico. Ese fundamento reside en la
existencia de principios superiores a la voluntad humana, y a las cuales ésta
debe someterse. Hay principios generales que se imponen como una
necesidad racional a las determinaciones de los legisladores, porque derivan
de la naturaleza misma de los seres humanos y de las exigencias de la vida
común, y esos principios son universales e inmutables porque dan las normas
básicas de la convivencia social en todas las épocas y lugares.

4.4.3-Perspectiva del Iusnaturalismo.


Es el conjunto de principios de justicia con validez universal que pueden
ser deducidos racionalmente, pero que, además, confirman que el derecho
positivo que no cumpla con tales principios no puede calificarse derecho”

El Iusnaturalismo, con esta palabra se designa un conjunto de doctrinas


muy variadas, pero que tiene como denominador común la creencia de que el
Derecho "positivo" debe ser objeto de una valoración con arreglo a un sistema
superior de normas o principios que se denominan precisamente: Derecho
natural.

4.4-Historicidad del Derecho Natural


El derecho natural no solo comprende criterios y principios, sino
también normas cuyos supuestos son precisamente notas esenciales, comunes
a todos los hombres; normas que consagran, desde luego, las prerrogativas de
la persona humana, y que si bien representan conclusiones o aplicaciones de
los primeros principios se imponen casi con la misma evidencia que éstos, y no
requieren formulación expresa en el derecho positivo.
4.5-La doctrina del positivismo jurídico: Concepto
Para averiguar los distintos significados de la expresión
"positivismo jurídico" o bien, para establecer cuáles son las doctrinas centrales
del positivismo jurídico, o sea, las que han recibido mayor adhesión de parte de
los autores calificados normalmente de positivistas, nada mejor, posiblemente,
que recurrir a la obra de autores como Hans Kelsen, Alf Ross, Norberto Bobbio
y Herbert Hart, quienes son considerados comúnmente, en algún sentido, o en
más de algún sentido, "positivistas". Examinaremos también el pensamiento de
Ronald Dworkin sobre el particular, aunque no. desde luego, como otro autor a
quien pueda considerarse propiamente positivista.
4.6-La Justificación de las normas: derechos, reglas y normas
El presente artículo desarrolla el problema de la justificación racional del
derecho en general y de las normas jurídicas en particular, ante las corrientes
de pensamiento denominadas posmodernas que niegan la posibilidad y validez
de tales intentos. El trabajo ofrece una reseña acerca de la justificación racional
de las normas a partir de la novedosa doctrina de Sergio Cotta, quien es uno
de los autores que ha abordado el tema con mayor extensión y consistencia. A
lo largo del artículo, el autor intenta mostrar de qué manera está fundada la
elección de una norma, explica las nociones centrales de la doctrina de Cotta,
identifica sus aciertos, sus debilidades, su conexión con la teoría del
conocimiento práctico y concluye con algunas observaciones al modelo de
justificación propuesto.
La sugerencia de Laudan fue expandida por Ernest Sosa en su ensayo
“The Raft and the Pyramid” (La Balsa y la Pirámide).
De acuerdo a Sosa, podemos determinar que una "creencia es
justificada" dependiendo de ciertas "virtudes epistémicas" de quien las propone.
Es esa virtud epistemica la que da un "derecho" a mantener ciertas creencias.
El derecho en cuestión no es ni político ni moral, sino intelectual. En
cierto sentido cada uno es responsable de lo que cree. Las creencias no se
forman o se adquieren totalmente al azar sino que por el contrario, dependen,
al menos en parte, de nuestras acciones o de experiencias que podemos
procurarnos. Se puede argumentar entonces que, tenemos una
responsabilidad intelectual u obligación deontológica (y desde luego, un interés)
en aceptar la verdad y de rechazar lo que es falso. Parece seguir entonces
que, dependiendo de cuan bien alguien cumpla o no esa obligación
deontológica, llegara a ser parte de esos "jueces calificados" de Hersh, tendrá,
o no, derecho a que sus opiniones sean consideradas "justificadas".
Así, la justificación es un acto normativo, dado que es una noción
relacionada a la evaluación de la validez del conocimiento humano. En concreto,
relacionada a quienes o cuando "se tiene derecho" a sostener alguna creencia
como válida.
4.7-Estructura del ordenamiento jurídico
Este concepto proviene de la integración de las normas en un conjunto o
sistema de normas e instituciones organizado y coherente, de manera que
éstas adquieren relevancia por la posición que ocupan en el mismo. Ramón
SORIANO lo define como «sistema de normas e instituciones jurídicas vigentes
en un grupo social homogéneo y autónomo», destacando como caracteres del
mismo la unidad, la plenitud y la coherencia
.

4.8-Contingencia de las normas y crisis de la idea de justicia. Solución


La historicidad de la política en tanto dispositivo y lenguaje, y su
constitución justamente como dimensiones inseparables, construye una forma
de acercarse a la política. La historicidad no implica señalar que todo discurso
político adquiere validez en un contexto determinado, sino "[...] el intento de
comprender su sentido determinado en razón del modo que tienen de
enlazarse recíprocamente dentro de condiciones teóricas de conjunto, cuya
transformación conlleva también la transformación del significado mismo de los
conceptos y de los términos" (Duso, 1990: 155). Todo lenguaje político se da
en el seno de una realidad política determinada, es inseparable de esta
realidad e interactúa con ella, pero la interacción no es siempre lineal ni
unidireccional. Asumir la historicidad de los lenguajes políticos implica, en
primer lugar, tener una conciencia crítica del origen histórico de los conceptos
que se utilizan y, en segundo lugar, transformar las formas de leer y trabajar
sobre los materiales históricos. El problema es, entonces, cómo pensar la
historicidad de la política, para resolver esto es necesario efectuar un doble
rastreo. Por una parte, mostrar cómo ha cambiado el tratamiento de la política
como fenómeno histórico en el siglo XX. Por otra parte, y a partir de este
desarrollo, indicar dos formas de pensar la historicidad.
La contingencia de la política, expresada, por una parte, en la historicidad
inherente de los lenguajes políticos y, por otra parte, en la ausencia de
fundamentos de lo social, nos ha permitido mostrar ciertos aspectos de la
construcción moderna de la política desde la noción de forma. La cuestión
central es que la política al convertirse en forma niega la posibilidad de pensar
la buena vida. Esta negación supone, a su vez, la eliminación de la
contingencia. Existe una nueva paradoja de la política moderna que organizada
como contrato social reconoce, por un lado, la artificialidad del pacto que
instituye el orden pero, por otro lado, esa misma institución para ser válida
debe negar toda institución futura.
La crisis se agudiza a finales del siglo XX al replegarse sobre sí. Esto
significa, por un lado, la conciencia creciente de la dificultad de los lenguajes
para describir los fenómenos políticos; por otro lado, la imposibilidad de salir de
esa crisis, es decir, la ausencia de una superación y por ello el cuestionamiento
de la misma noción de crisis que tiene como telos intrínseco su resolución. La
crisis con la que finaliza el siglo reitera los dos elementos con los que se
inauguraba, es decir, una crisis conceptual y una crisis del dispositivo político,
pero acentúa sus matices. Los procesos que producen hechos políticamente
significativos no se pueden comprender en tanto que no hay un lenguaje que
dé cuenta de ellos. Así, se trata de una crisis que, ante la dificultad de
encontrar conceptos claros, produce incertidumbre y vacilación. De ahí los
intentos por pensar nuevamente las reglas de la política

4.9-Diferencia entre Derecho Natural y Positivismo jurídico


En cuanto a la contraposición de derecho natural y positivismo jurídico, se
trata de una contraposición verdaderamente clásica. Ningún manual de filosofía
del derecho excluye este tema, no hay una sola discusión de filosofía del
derecho en la que ya sea como reproche o como sustento argumentativo
enunciados iuspositivistas o iusnaturalistas pudiesen carecer de importancia.
En lo que sigue no deseo resolver este conflicto en modo alguno; solamente se
debe desarrollar en la medida de lo posible una comprensión precisa de qué
posiciones son adecuadamente etiquetadas como iusnaturalistas o como
iuspositivistas y cuáles no. Y aquí se hace manifiesta una gran cantidad de
malentendidos y juicios equivocados, a saber, tanto en relación al positivismo
jurídico como al derecho natural.
2. Elabore un MAPA MENTAL donde se destaque los aspectos
fundamentales que integran el Positivismo Jurídico.

El Positivismo Jurídico

¿Qué es el positivismo El Derecho como hecho y La justificación de las


jurídico? como norma. normas.

El Positivismo es una Algunos pueden pensar que Es la parte de la teoría del


corriente o escuela filosófica el derecho ha estado conocimiento (también llamada a
que afirma que el único siempre ahí, que ha brotado veces epistemología o
conocimiento auténtico es el por generación espontánea, gnoseología) que se ocupa del
conocimiento científico, y muchos no saben las arduas apoyo o respaldo que se avanza
que tal conocimiento negociaciones que tienen a favor de o posee una creencia,
solamente puede surgir de los legisladores hasta para ya sea informal tal como un
la afirmación positiva de las cambiar un punto o una "punto de vista" u opinión o
teorías a través del método coma. formal tal como una proposición
científico. (lógica) o una teoría científica.

GENERALIDADES DE LÓGICA FORMAL Y LAS FORMAS


ELEMENTALES DEL PENSAMIENTO

Concepto de Lógica y su División de la Lógica.


Naturaleza.

La palabra lógica proviene, a La lógica suele dividirse en dos


través del adjetivo lógico(a), partes: lógica formal o pura y
término que Aristóteles comenzó a lógica material o aplicada. La
usar en sentido análogo al actual, primera estudia las leyes que
cuyo amplio significado aseguran la verdad o corrección
comprende la rica gama de formal de nuestras operaciones
acepciones de los términos “razón” intelectuales.
y “palabra”, tomándose, por lo
tanto, también en el sentido de
razonamiento, discurso, estudio,
tratado, teoría, argumento, juicio,
opinión, idea, explicación, etc.
Bibliografía

https://www.definicionabc.com/social/filosofia-moral.php

https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_natural

http://recursostic.educacion.es/bachillerato/proyectofilosofia/web/A15-2g.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_justificaci%C3%B3n#La_jus
tificaci%C3%B3n_como_acto_normativo

La filosofía del derecho por Carl Joachim Friedrich. - Primera edición en


español, 1964

Lógica jurídica- Jorge herrero Pons y Fernando Carbonell lazo

Lógica Jurídica- Florencio Mixan mass

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