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NACIONALISMO
y MÚSICA:
Los HIMNOS
uando hacemos un repaso a la historia musical, denominada coral. También en el Rena-
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de himno nacional, proyectando su importan- Labii realUm
cia al extenderse como símbolo de rebel ión a LA ~
Sancte Joannes
otros lugares y movimientos de signo contesta-
tario. Son numerosas las composiciones esc ri-
tas con motivo de dicha revolución que fueron Himno de San Juan Bautista
intituladas como himnos, y buen ejemplo de ello,
lo constituye el estreno en Viena de la M isa en
re mayor op. 123 de Beethoven, que aparece en
los programas del concierto bajo el nombre de
instancias del poder político, que crea una comi-
Tres grandes himnos.
sión parlamentaria empeñada en recabar el jui-
Con la ex pa nsión del nacionalismo, la mayo-
ría de los países intentarán utilizar los himnos cio de expertos, entendidos, docentes, compo-
como símbolo político que despierta el senti- si tores, pseudo compositores, músicos profe-
miento y el orgullo del pueblo al que pertene- sionales, semi profesionales, advenedizos, sim-
ce: es un instrumento idóneo para cohesiona r patizantes, etc para seleccionar el himno que
a la colectivi dad bajo una misma ideología. El haga mejor región. Y la cuestión es decidir, con
va lor o calidad de la música y la letra suele ser una co nsulta obligada, si se opta por el paso-
secund ario, ya que lo que rea lmente importa es doble del maestro Tarridas, los Cantos Cana-
su capacidad para arrastrar e imponer unas señas rios del compositor Teobaldo Power, o algún
de identidad a toda un a sociedad desde la homo- villancico de reciente creación y machacona
ge neización e idealización patriótica. Como des- divulgación, O se efectúa un encargo a algún
taca Ernest Gellner en su obra dedicada al nacio- músico, compositor, intérprete virtu oso, o per-
nalismo, uno de los principios políticos que defi- sona que reúna todas esas cualidades a la vez,
ne este movimiento consiste en la afirmación
para que basándose en algun a canción popu-
de que la "semejanza cultural es el vínculo social
lar, pueda realizar un himno digno que refleje
básico". Nada mejor que un himno propio para
nuestra cálida identidad. Me temo que, al fi nal,
generar o estimular artificiosamente una conciencia
co mún y compartida, por lo que no es de extra- no sólo tengamos un refrito de las composiciones
ñar que cada gobierno pretenda tener el suyo, citadas o unas variaciones a timple y voz sobre
el más afí n a sus intereses políticos, aunque la farola del mar, sino que, cuando empiece a
siempre por su p uesto, pensado para "desper- hacer mella en algún ingenuus soli, un nuevo
tar" al pueblo. Como botón de muestra, tene- cambio gubernamental 10 sep ulte en el olvido.
mos a nu estra Comunidad Autónoma, que en Pero, desde luego, queda claro que, una vez más,
el año 1984, en los albores de la administración la música sirve como vehículo de expresión para
autonómica, graba y difunde el "Himno a Cana- su infrautilización por el poder político. La
rias" con música del prestigioso y recono cido extempora neidad que sup one implantar en los
compositor Juan José Falcón Sanabria, y letra tiempos que vivimos un himno, no sólo evi-
del esc ritor Fernando García-Ramos, un encar- dencia una precaria convicción cultu ral, empe-
go efectuado directamente por el propio Gobier- queñecimiento ideológico y espiritual, sino que
no de Canari as. si mboliza per se una postura retrógrada que da
Con el tiempo y los sucesivos cambios de gobier-
la espalda hacia un mundo qu e busca la des-
no, nos encontramos actualmente con una pin-
aparición de las fro nteras y la apertura e implan-
toresca propuesta impulsada desde las propias
tación de valores y principios universales.