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B. Filosofía del lenguaje (Analítica): todos los problemas se reducían a problemas del lenguaje.
¿Cómo surgen los conceptos? Apel dice que hay 3 respuestas que corresponden a la historia de la
filosofía: a. El ente, es lo que hay frente a mí, es filosofía primera propia de los Griegos (principal
Aristóteles y concluye con Hegel) es una ontología. b. El último punto de referencia es en el ente, lo
importante es la conciencia trascendental, es autoconciencia (Descartes, Kant) queremos que el
pensamiento sea riguroso, que sea absoluto: no depende de nada. El pensamiento se encuentra a
sí mismo. Cuando piensa algún concepto pienso la razón misma, a mí mismo. Del pensar saco cosas,
es una grande deducción, al fin tengo toda la verdad. En Kant hay una subjetividad trascendental,
hay una estructura de la mente, después experiencias, las cuales de por sí no tienen significado, son
puras sensaciones. Los conceptos vienen de aplicar las categorías a las experiencias, el punto de
referencia del concepto es el sujeto. c. Se critica el a-priori de Kant, Las categorías no son innatas
sino culturales, cada cultura tiene sus categorías. Cada la cultura se trasmite por medio del lenguaje,
cuando se aprende una lengua se aprende una cultura. El punto de referencia es el lenguaje. El
concepto de libertad que aprendo es aquel que existe en una cultura, si el lenguaje es el punto de
referencia surge una aporía, no podemos avanzar ¿qué pienso si no hay ontología, y solo tenemos
el lenguaje cultural?
C. Ontología y cultura. El lenguaje juega un papel fundamental en Heidegger al cual define como la
casa del ser, es decir, el acceso al ser ocurre siempre en el lenguaje. La realidad se presenta siempre
con un significado, el ser tiene una connotación histórica. Heidegger afirma que en cada cultura
subyace una metafísica, por lo que la metafísica no nos dice que son las cosas (esto lo dice la ciencia),
el metafísico dice que cosas podemos retener de la realidad. Aparece la actitud de frente al ente y
lo que significa para mí. Por lo que mi concepción metafísica me lleva a comportarme de un
determinado modo. Lo que presupone Heidegger es que el acceso al ser se da en el lenguaje, que
no se reduce a la palabra, sino a la totalidad del lenguaje, el cual es siempre performativo.
Apel nota que en la cultura actual el lenguaje se convierte en punto de referencia. Entonces
aparecen dos referencias bastante significativas. 1. La filosofía analítica o del lenguaje que afirma
que todos los problemas de la filosofía solo son problemas de lenguaje. 2. a pesar de apreciar el
lenguaje, en nuestra preconcepción del mundo ha sido más importante la narración que la lógica.
Lo narrativo más allá del análisis lógico (poesía, cuento). La lógica con su exactitud da seguridad,
pero con la ayuda de la hermenéutica se tiene ideas más claras de cualquier realidad, más o menos
precisa, lo que no podemos es tener ideas mejores: una cultura vale lo que vale otra. La
hermenéutica ayuda a dar sentido al mundo, sin este sentido no se puede actuar, pero solo se puede
entender lo que es abierto, y si el mundo no es abierto no tiene sentido, y el ser se ofrece en el
lenguaje histórico del mundo. La hermenéutica debe ser abierta, que permita hablar con los textos,
solo así es posible el diálogo, permiten discutir nuestra experiencia. La intersubjetividad es muy
importante. Todos tenemos experiencia de una vida mejor que otra, es esto lo que critica Heidegger
a su generación, que pudiendo vivir de otra manera, no lo hacen.
La ciencia y la técnica son importantes pero no se pueden convertir en las explicaciones últimas de
la realidad, ya que se ocupan de los entes concretos, pero no del ente en cuanto ente y mucho
menos del ser. Nos encontramos en un contexto que ha olvidado el ser. Pero cuando se olvida el ser
el hombre no se comprende su ser mortal, al confrontarse con la muerte se desespera, no sabe
vivir, existir. Olvidarse del ser es olvidarse del propio ser, no vive, solo sobrevive. Se cae en una
pobreza intelectual, pobreza existencial, el hombre se descubre como un indigente. Por eso son
importantes los poetas, porque ayudan a volver a la existencia, al sentido de vivir. La cultura, la
historia me ayudan a repensar el ser, ya que mi experiencia no se limita a mi lenguaje.
b. Pregunta sobre Dios. Para Tomás la resolutio puede ser: resolutio intrínseca, se encuentra al
interno del ente, parte del fenómeno hasta llegar a la parte más profunda, es una revelación al
interno del ente. Se necesita una causa externa, un evento extrínseco. Resolutio extrínseca, se
refiere a la causa última, lo que desencadena el resto. A Dios se llega con la resolutio extrínseca
(causa última), se refiere a la causa del ser ente en su ser.
Tema sobre Dios: con referencial al cómo la metafísica puede explicar el tema de Dios, se han dado
tres propuestas distintas: a. el objeto de la metafísica es único, es el ente en cuanto ente. El
problema es que este de Dios no es Divino, con el mismo concepto pienso a Dios y a las otras
realidades, hay univocidad. Ha sido el camino recorrido por Hegel, el cual ha querido eliminar las
diferencias. Aquí se pierde la trascendencia de Dios, se pierde el misterio, y Dios siempre es misterio.
b. el objeto de la metafísica es múltiple. Con un concepto pensamos a Dios y con otro el mundo, es
el camino de la equivocidad. El problema es que no tiene nada de decir de Dios, no tenemos acceso
a Dios porque no es evidente, ya que no es proporcional, no es inmediato, no hay mediación, y lo
que es desproporcional necesita de mediaciones, este es el ámbito de Ockam. No se puede justificar
nada de la moral, se obedece y punto, es fundamentalismo. c. El objeto de la metafísica es único,
pero cuando lo pensamos debemos hacerlo análogamente, un ente no es ente de la misma manera
que los otros entes. El ente es análogo. Dios entra en el estudio de la metafísica no porque sea su
objeto, sino porque es causa de su objeto. Dios está como causa del ente, así se salvaguarda el
contacto trascendente con Dios, del cual es mejor decir que no es, ya que su esencia es
incognoscible. Dios se debe pensar análogamente. Se puede pensar como causa del ente en cuanto
ente, no haciendo parte del ente.
3. b) Del ser finito a Dios. La historia del pensamiento ha sido la pregunta por el ser, algunas veces
se ha detenido en lo accidental (la naturaleza), llegando a absolutizarlo. Otros han hecho la pregunta
por la sustancia, de dónde surge esta. Algunos han preguntado por las causas de las sustancias, por
el ente en cuanto tal ente; otros preguntan por el ser, por la causa del ser. El tema de Dios no es
evidente, un Dios evidente sería poca cosa, está a nuestra altura, proporcional a nuestra capacidad.
Entonces, ¿cómo reconocemos que Dios existe? Porque se llega a una dimensión indisponible, una
dimensión que no se puede reducir a la causalidad natural ni a la técnica. Esta dimensión que no es
evidente, que no es indisponible, siempre es presupuesta. Nosotros siempre tendemos a
conceptualizar ¿qué es esta cosa? Y cuando queremos hacerlo el ser se pierde. En el siglo del
positivismo (siglo XX) aparecen dos figuras que desestabilizan esta seguridad positivista, el padre
pío (la bilocación) y Heidegger (la pregunta por el ser), solo en la medida que el pensamiento se abre
a la verdad del ser se abre al sacro (Heidegger), y solo si nos introducimos en la realidad del sacro
se puede introducir el tema de Dios. El sacro nos habla de nuestra indisponibilidad, se presenta
como algo que no se puede manipular, lo que no se puede manejar con la técnica, una expresión de
querer manipular el sacro es la magia, lo podemos invocar,” manipular”. Tomás de Aquino, delante
a esta temática, presenta indicaciones que permiten reconstruir una vía filosófica para demostrar
que dios existe. Tomás explica que el ser es indisponible, ya que cuando consideramos el dinamismo
tenemos el aspecto inicial, la potencia que pasa al acto. Pasar de la potencia al acto es fruto del
actuar de una causa (hay muchas causas). La causalidad de la naturaleza o de la técnica consiste en
transformar, en el ser no hay ninguna transformación, por lo que hay un originarse que es
completamente radical. Este tipo de causalidad que corresponde al acto tiene necesidad de otro
concepto. Se empieza a comprender el ser cuando se piensa diferente del nada (el creado). Se
necesita un pensamiento deductivo (Descartes). Hegel propone un pensamiento dialéctico. , se
necesita la contradicción (Tesis-antitesis-sintesis), cada paso es un decir no. Tomás no es ni
deductivo, ni dialéctico, sino resolutivo, intelectual. El pensamiento comprende una unidad, es una
comprensión intelectiva. El acto se acoge de la diferencia (Aristóteles).
4. a) El discurso de la totalidad viene a ser el discurso del ser: actus essendi, el ser finito, el ser de la
naturaleza, de los entes. Los dinamismos causales consisten en una transformación, hay siempre
una instancia pre-existente, esto quiere decir que el ser mismo es siempre presupuesto, y que por
lo tanto indisponible. La naturaleza no se da a sí su ser. Tomás dice que cada dinamismo causal
depende del acto, cada cosa actúa en la medida en que es acto. Cada actuar es siempre limitado, se
actúa según aquello que se es. El actuar es siempre limitado porque cada acto es parcialmente un
acto, y si el ente es parcialmente en acto, la causalidad consiste en un transformar, en una
causalidad que presupone el ser. Tal ente se refiere a una esencia, este ente se refiere a los
accidentes. La causalidad no es la causalidad del ente en cuanto ente, en su ser. El ente finito no
puede alcanzar el ser. Para fundar el ser finito, se necesita un ser infinito, que da el ser a los finitos.
4. Quién es Dios. A esto responde la dogmática, la oración y el culto. Cada discurso moral habla de
una concepción de Dios. En cada culto existe un principio fundamental o la regla de oro de la moral,
esta formulación deriva del mismo Dios. Detrás de cada moral hay una dogmática, no es posible
poner en paréntesis la dogmática cuando se habla de moral. No existe la religión, existen las
religiones en plural, hay multiplicidad. El discurso metafísico no tiene la fuerza del simbolismo
religioso, sin embargo, el discurso filosófico permite identificar criterios de discernimiento de
verdad, no sustituye el lenguaje religioso.
1. Dios se presenta como infinito. El ser es indisponible para el ser finito por su condición finita. El
ser humano es limitado por naturaleza, así lo recibe; el ser de Dios ya que no es recibido no es
limitado, posee en sí la totalidad del ser). Delante a este ser infinito podemos. Cuando se conoce a
Dios, al mismo tiempo reconocemos que no conocemos nada de él (misterio). Con la lógica se
pretende conocer la totalidad de la verdad, conocer a Dios.
2. Dios se presenta como trascendente, se encuentra más allá del límite, más alá del finito, una
trascendencia de carácter lógico, pero hay una trascendencia cognoscitiva, el misterio. Esta
trascendencia ontológica evita el panteísmo y evita el antropomorfismo.
3. Dios es absoluto. Que no tiene nada de dependencia, no depende de nada precisamente porque
es infinito, no está obligado, Dios aparece como acto puro. Este ser absoluto significa que todo su
actuar “ad extra” no es una necesidad. Para entablar una relación con este ser la metafísica usa la
analogía, la cual se aleja de la univocidad y de la equivocidad. La conciencia de Dios es mediata, a
través de algo, lo cual nos permite llegar hasta él. Se le puede conocer por sus acciones, lo que ha
hecho, esta es su mediación. En la univocidad el amor humano es igual al amor divino, hay un solo
concepto para pensar los dos amores. Como consecuencia se tiene la pérdida del amor de Dios,
sería un dios poco divino. En la equivocidad el amor humano no tiene nada que ver con el amor
divino, la consecuencia es que de Dios no sabemos nada. La línea de la analogía significa que el amor
de Dios se puede comprender desde el amor humano. Tomás dice que la analogía tiene tres
momentos: a. vía de la afirmación o de la causalidad (Dios es amor, libertad, inteligencia, la obra
habla de quien la ha hecho). B. vía de la negación, (conocer a Dios es reconocer que no conocemos
nada). c. vía de la eminencia. Es la afirmación del misterio, dirección del pensamiento hacia la
trascendencia, Dios es amor, pero no como el nuestro, Dios es “super-amor” (super es un concepto
abierto, no se cierra nunca) es el camino de la libertad, de la inteligencia, siempre hay algo para
pensar, siempre se puede conocer, el pensamiento no se cierra.
4. Dios es único. (monotesimo) un Dios que tiene carácter personal, no es abstracto, neutro.
5. Creación, Orden de causalidad. La creación se caracteriza porque es ex-nihilo, sin presupuestos,
los cuales tienen que ver con el ser, con su novedad. Es una creación para la libertad, por lo tanto
no es pura indiferencia, no es arbitrariedad. El simbolismo se debe apoyar en la analogía, de lo
contrario carece de sentido. Cuando no hay analogía se pierde el símbolo.
5. Teleología de la espera. La metafísica viene denominada filosofía primera, la cual tiene que ver
con los principios, los cuáles se presentan como presupuestos (raíces), si se quitan todo se viene
abajo, cara realidad tiene principios que no se pueden negar. La metafísica es llamada sapienza, que
busca la comprensión de la totalidad, la cual nos debe orientar. Esto permite comprender porque la
metafísica tenga una incidencia existencial, ya que la existencia es un “trabajo” para nuestra
libertad. La existencia consiste en examinarse a sí mismo, a la realización de sí. Nosotros somos,
pero todavía nos debemos convertir en nosotros mismos, esto lo hace un ser teleológico. Para Kant
la persona es un fin en sí mismo, la teleología es intrínseca. La teleología es la vida completa, la cual
se manifiesta como felicidad, la vida buena (metafísica), el problema es indicar donde se encuentra
la felicidad, en qué consiste la vida plena. Las respuestas de Aristóteles serían: La vida virtuosa (que
la cualidad de mi ser); La amistad (medio para alcanzar la plenitud); La contemplación de Dios (ética
a Nicómaco, libro X). Estos son tres elementos de una única respuesta, la virtud me conduce a la
amistad. La virtud no es suficiente, falta la relación con el otro. Pero esta relación con otro ”finito”
no es suficiente, es necesaria la relación con el Otro, con O mayúscula. Esta apertura debe ser libre,
por eso el “yo” permanece en la apertura del “tu”, dicha apertura conduce a una recepción, y se
presenta como un don, no como un resultado. En la relación con los otros, con Dios hay una espera,
recepción de un don, esto no se encuentra en Aristóteles porque este ve la relación interpersonal
como eros, posesión. Dar y recibir, significan que la teleología es donada, hay siempre una
circularidad. La persona se presenta como llamada a realizarse, pero es algo que recibe, las virtudes
ayudan a alcanzar el don, nos ayuda a comprender que mi teleología es donarme. En este don
subyace, o es apoya sobre una metafísica, la metafísica del don.
5. b) La teleología se vive como felicidad, pero ¿dónde está la felicidad? La teleología y el anhelo de
felicidades una experiencia, pero ¿dónde está? ¿en qué consiste la felicidad? Hay varias respuestas:
La fenomenología, es el ejercicio intelectual de ponerse de frente a lo que se manifiesta para
profundizarlo, para no distraerse en lo accidental. Yo puedo tomar una experiencia muy relativa de
amistad, se necesita ir a las cosas mismas, pero las cosas en sí, cosas y experiencia. La fenomenología
se da cuenta de su límite y conduce a la metafísica.
5. c) Muy seguido a la existencia humana tiene que recordar permanentemente la finitud. Por lo
que lleva a preguntas fenomenológicas y metafísicas (sapienciales). Entre fenomenología y
metafísica, hay una circularidad, cuanto mayor es la fenomenología mayor es la metafísica, y cuanto
esta última es mayor, mayor es la concepción de la experiencia que tengo de mí, ilumina mi
existencia. Delante a estas preguntas, la respuesta la encuentro en una palabra que viene de fuera,
que me ilumina, me permite comprender, me ilumina, ayuda a comprenderme. Esta palabra puede
ser una persona (testimonio), un libro, una obra de arte. Ante las preguntas y al discurso metafísico,
aparece la hermenéutica religiosa, la cual me interpela. Encuentra una sintonía dentro de nosotros,
es significativa por la experiencia, es una palabra que hace surgir preguntas nunca contempladas,
pero también ofrece una respuesta. Hay una circularidad, la respuesta a la pregunta me la pueden
ofrecer la fenomenología, la metafísica y la hermenéutica.
5. d) el sentido de la fe. El término fe es análogo, en cada religión hay una fe, la recibo y la puedo
enriquecer. Hay una distinción entre el “tener confianza al testimonio” y la fe en el sentido cristiano.
La fe se encuentra como sentido porque necesita sintonía, ilumina, permite comprender, orientarse,
da vida eterna, entedida esta como vida completa, la fe se enfrenta a la teleología de la espera.