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Violencia de Género:
el caso Melina Romero
En septiembre de este año se produjo el asesinato de Melina Romero. La víctima fue culpabilizada
por los medios de comunicación por ser mujer y adolescente, por no cumplir con los cánones
de una sociedad acostumbrada a juzgar a partir de una óptica sumamente machista. Desde esta
secuencia proponemos un análisis crítico de cómo los medios cubrieron el tema y trabajamos
contenidos relacionados con la violencia de género y la existencia de estereotipos.
Primera actividad
A continuación leerán una nota que salió en el diario Clarín acerca de Melina Romero, una chica de 17
años que desapareció de su hogar cuando iba a bailar y que se presume que haya sido asesinada. Este
tipo de notas se denomina perfil: se trata de una descripción, en este caso de la víctima.
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Tiza en mano - Violencia de género: el caso Melina Romero
La chica mide 1,72 metro, usa el cabello corto y se hizo cuatro piercings: dos aritos en la nariz, uno
en la lengua y otro arriba del labio superior. En el omóplato derecho se tatuó un corazón con el nombre
de sus padres. A “Meli”, como la llaman sus amigas, le gustan muchos las redes sociales y tiene cinco
perfiles de Facebook.
“Yo choco mucho con mi hermana porque no te cuenta nada. Le pregunto dónde va o con quién sale
y se enoja. Pero yo lo hago porque me preocupo. Nunca te dice en qué anda”, resaltó Gustavo.
El día en que desapareció, Melina estuvo en la plaza de Martín Coronado con sus amigos. “Me dijo
que era su cumpleaños y me invitó a ir a bailar a la noche con unos pibes que yo no conocía. Pero como
el boliche es horrible, yo dije que no quería ir. Entonces se fue sola”, recordó Agustina, una de las amigas
de la adolescente.
La chica también contó que solía ir a bailar a la matiné con Melina pero que luego ella se iba a la
casa y “Meli” iba a otra disco a la noche (donde era tarjetera, para no pagar) y se quedaba hasta la
madrugada. “Cuando se peleaba con su mamá se iba de la casa.
El mes pasado se fue tres días y después volvió. Ella también se junta con otros chicos que son más
grandes, pero no del grupo de la plaza”, dijo Agustina.
1. ¿Por qué te parece que es importante conocer la información que está en el primer párrafo?
2. ¿Por qué creés que quien escribió la nota subrayó que Melina tiene piercings y cinco perfiles
de Facebook?
3. ¿Cuál te parece que es el objetivo de la nota?
4. ¿Qué opinión busca generar en los lectores acerca de la víctima?
5. ¿Quiénes aparecen como culpables?
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Ademys-2014
Segunda actividad
La siguiente nota salió en Página 12 y es una nota de opinión que crítica al perfil sobre Melina Romero
que salió en Clarín.
1. ¿Cuál es la opinión de quién escribió esta nota acerca de la nota que salió en Clarín?
2. ¿Qué argumentos utiliza para defender su postura?
3. ¿Cuál te parece que es el objetivo de la nota?
4. ¿Qué críticas se le hacen desde esta nota a los medios de comunicación?
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Tiza en mano - Violencia de género: el caso Melina Romero
Ahora aparecen algunas reflexiones interesantes. Algunas certezas. Críticas.
“La nota de Clarín era machista” enojada Sharon. “Esta nota critica a la anterior” asevera
Brisa. “Sí, la nota de Clarín le echaba la culpa a los papás y a Melina pero no decía nada
de los que la mataron, ni de la policía que no hacía nada” dice Jordan.
“Igual ustedes antes dijeron lo mismo, que la culpa era de Melina y la Familia. Vos Jordan,
dijiste que la otra nota servía como para que los padres críen bien a sus hijos”, meto un
poco el dedo en la llaga. Luego de un silencio, pregunto: “¿Por qué antes pensaban otras
cosas?”. “Es que a veces nos convencen”, tímida Araceli. “¿Quiénes?” pregunto para que
desarrolle. “Los diarios, es como que mienten” completa. “¿Decía mentiras la otra nota?”
insisto. “Mentiras no, pero dicen las cosas de una forma que te convencen” reconoce Óliver.
Tercera actividad
En medio de las estigmatizaciones y prejuicios que produjo la desaparición de la joven de 17 años, que
había abandonado la Escuela Técnica 2 de Ciudad Jardín, algunos de sus profesores de la secundaria
escribieron una carta donde muestran todo su dolor e indignación ante la impunidad del caso. Algunos
medios eligieron reproducirla. Les proponemos leer un fragmento de la carta para luego discutir acerca
de su contenido.
Desde el 23 de agosto, que Melina Romero se encuentra desaparecida. Ella estudiaba en la Escuela
Técnica 2 de Ciudad Jardín, donde trabajamos. Fuimos profes de ella de taller, de teoría y educación
física, y otros no. Siempre se destacó por tener un carácter decidido, ser muy sociable y extrovertida.
El motivo de esta nota, no es hacer una descripción de cómo era Melina, ya que eso no cambiaría el
hecho de que esté desaparecida ni la responsabilidad de un sistema social causante de su desaparición,
como el de tantas otras mujeres, que hacen las cifras del horror. Como tituló página/12 en mayo de
este año: en el 2013, una mujer es asesinada cada 30 horas, según lo relevado por el CINU (Naciones
Unidas), cifra que aumentó el 16% en relación al año anterior.
La relevancia del caso de Melina, tiene que ver con que es Mujer y encima de una familia humilde. Se
la condena por ello. La nota misógina, machista y miserable que sale en Clarín “Una fanática de los
boliches que abandonó la secundaria”, da cuenta de lo que decimos más arriba. De la misma manera la
consideran los medios que se rasgan las vestiduras de ser “objetivos y afectos a la ley” como el oficialista
C5N. El silencio objetivista y para nada condenatorio de parte la TV Pública, dejan que ese “sentido
común” crezca, y se vea como normal que las mujeres desaparezcan, o las maten. Y más normal, si
es humilde. Es que todos intentan tapar la responsabilidad que tienen los dirigentes políticos que
sostienen este sistema donde, las mujeres tienen que ser “Educadas, limpias y afectas a la familia y su
casa. Que cuiden a los niños, cocinen, laven la ropa, y tengan la casa siempre lista para el sacrificado
hombre”. Mujeres que, “se visten de forma provocativa, y que por eso les pasa lo que les pasa”.
Mujeres que “no son como las de antes”. Mujeres que “les gusta la joda, la noche, el caño, y aparecer
en Tinelli -como máximo- y si no, estar en la bailanta”. Mujeres que no tendrían más derechos que los
que esta sociedad les “otorga” como doble opresión. Es decir, una visión nefastamente machista que
cosifica a la mujer. Y en el caso de Melina, además, la condenan por ser joven.
No sabemos cómo se finalizará este caso. Sabemos que Melina, como miles, están condenadas por
esta sociedad patriarcal, que cada vez menos tiene para ofrecer. Por esto creemos que no tenemos que
dejar solos a los que están exigiendo justicia y exigir su aparición con vida ya. La decisión es política, si
se quiere, se puede controlar hasta cuantos besos se dió Melina con otra persona. Insistimos, porque es
mujer, es pobre y joven, no se hace.
FIRMAN: Facundo, Lucas, Laura, Valeria, Bibi C, Bibi B, Seba, Gabi, German P
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Ademys-2014
Cuarta actividad
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Luego de la tercera y cuarta actividad aparecen algunas reflexiones acerca de los estereotipos
que existen en nuestra sociedad:
“Parece que si la mujer no es así está mal”; “El hombre tiene que trabajar, la mujer
esperarlo con la comida en casa. Llevar a los niños a la escuela”; “La mujer tiene que lavar,
cocinar”; “La mujer rebelde y sin obligaciones no tiene futuro”. “La mujer debe servirle al
hombre”; “La mujer debe ser obediente”; “Si la mujer no cumple sería una mala madre.
Dirían malas palabras de ella”. “Si el hombre hace las tareas del hogar lo tratan de afinado,
de gay, de dominado”. “Los otros hombres se burlan, creen que es menos hombre”.
“¿Qué pasa si el hombre es muy machista y la mujer decide revelarse o empezar a querer
cambiar las cosas?”, pregunto. “No puede” responde tímida Lara. “Ahí hay violencia, ¿no?”
pregunta Iván. Hablamos un poco sobre el tema de la violencia de género.
“Pasó con mi mamá, profe. Pero ella se animó igual: lo denunció a mi padrastro”, se anima
Sharon. “¿Pero esto desde cuándo es así profe?”, se enoja Candela. Comento que desde
hace mucho, que antes era peor aún, que muchas mujeres pelearon mucho para cambiar
las cosas, que antes ni podían votar, “Ni ser presidentas”, interrumpe Iván. “Ni ser
presidentas” repito sus palabras.
Quinta actividad
Lean el siguiente fragmento de una nota de opinión sobre el caso de Melina.
La vida de Melina y el periodismo sin rumbo
(...)A Melina, contó uno de los pibes detenidos, le propusieron tener sexo grupal. Ella no aceptó. Y
dijo que no. Al decir que no, tuvo que enfrentarse solita al peor rostro del varón criado y enseñado
para imponerse sobre la mujer. A ese que, cuando una mina le dice no, le tiemblan sus cimientos.
Tiene miedo. No puede aceptar ese no. Menos cuando cerca hay otros como él, mirando, estudiando,
midiendo y hasta calificando. Sí, la hombría puesta en juego. El no que arremete una vez. El no que
sale nuevamente de las tripas de Melina, acorralada. El no valiente, a pesar de la indefensión. El no en
nombre de otras como ella. No, no y no. Y el terror ante la trolita, la putita, la buscona, que nos dice no.
Que se planta, ahí, entre machazos. Nada de fragilidad. ¿Cómo que no? No existe el no, ni para mí, ni
para nosotros. Para vos no hay no. Para vos no hay posibilidad de no. Para vos hay un golpe, un insulto,
otro golpe, y otro y otro y otro. ¿Entendés, puta? Vos decís no, y chau, morís. No podés estar, vivir,
crecer, si nos decís que no. Se acabó.
Por Maximiliano F. Montenegro. - 18 de Septiembre de 2014
1. ¿Cómo se relaciona este fragmento que leyeron con las publicidades que vieron y con los
estereotipos de hombre y de mujer que existen en nuestra sociedad?
2. Escriban alguna conclusión sobre el caso y sobre el tratamiento de los medios.
Las palabras crudas de la nota, la palabra “puta”, la palabra “trolita” dicha en clase. Sí,
leída por el maestro. Sí, el maestro tan correcto siempre dice “trolita” y ahora no genera
risas por lo bajo, como hubiese pasado un mes atrás. Los chicos levantan la mano, opinan,
tejen lazos. Los chistes machistas, los estereotipos, la violencia de género, ahora todo tiene
conexión. “Pobre Melina” suspira Nico. “Sí, pobres todas las Melinas”. La discusión sigue.