Introducción.

La humedad del suelo es un concepto esencial ya sea en cultivos intensivos, extensivos,

huertos ecológicos, las plantas de una casa y todo aquello que tenga que ver con
desarrollo vegetal. Todos nos imaginamos qué es, aunque hoy vamos a profundizar
algo más. Nos metemos en el suelo para ver cómo se comporta el agua en su interior.
Partimos de la ley fundamental de toda vida en el planeta cuya necesidad de agua
es incondicional. Estamos ligados a ella de una forma u otra y las plantas no son una
excepción. Podríamos pensar en los cactus pero necesitan agua como cualquier otra
(en menos cantidad) sólo que estos la almacenan y apenas transpiran para que no
escape. Cómo influye el agua en el crecimiento de las plantas y cómo se debe regar.
Una vez comentada la importancia, el medio habitual de absorción de agua por parte
del reino vegetal, es el suelo. El agua contenida en él. Esto nos lleva al término
humedad del suelo. ¿Qué humedad del suelo debo tener para las plantas? Esta es una
pregunta demasiado amplia y la respuesta como siempre es: depende. Depende de
la especie, las condiciones, el tipo de suelo, su estructura, su composición, pero sobre
todo de lo primero: de la especie. La planta es la que nos determina su tolerancia a
mayor o menor cantidad de agua en el sustrato. Sus raíces son las que se pudren o no,
dependiendo de qué planta hablemos. La Densidad Aparente de un material o un
cuerpo es la relación entre el volumen y el peso seco, incluyendo huecos y poros que
contenga, aparentes o no. Los factores que afectan a la densidad aparente son la
composición y la estructura. Por ejemplo, suelos arenosos tienden a tener densidades
mayores que suelos más finos, al mismo tiempo en suelos bien estructurados los valores
son menores. La densidad aparente del suelo es un buen indicador de importantes
características del suelo, tales como porosidad, grado de aireación y capacidad de
drenaje. En un tipo de suelo los valores bajos de densidad aparente implican suelos
porosos, bien aireados y con buen drenaje. Por otro lado, si los valores son altos, quiere
decir que el suelo es compacto o poco poroso, que tiene poca porosidad en su
composición, que la infiltración del agua es lenta, lo cual puede provocar
anegamientos.
 Objetivo.
El objetivo de esta práctica es analizar la humedad del suelo, conocer el manejo de
las muestras de suelo en el laboratorio, los factores que lo componen y determinar el
porcentaje de porosidad, espacio aéreo y humedad, a partir de los datos de densidad
aparente, así como también varios cálculos que ayudan al estudio del suelo y sus
propiedades. Para esto se tomaran en cuenta los resultados obtenidos de la práctica.
Materiales/herramientas y equipo
utilizado.

Materiales/herramientas:
3 bolsas negras.
2 botellas de agua de 5 L.
Vaso de pp. De 250 ml
Probeta de 100 ml.

Equipo:
Estufa de secado.
Balanza granataria.
Bascula.
Barreta.
Cinta métrica o flexómetro.
 Método: de la excavación.
1. Seleccionar un sitio representativo de la parcela o terreno.

2. Nivelar y limpiar la superficie.

3. Hacer una excavación de aproximadamente 25 cm de diámetro

por 25 cm de profundidad.

4. Depositar todo el suelo del pozo en una bolsa de polietileno,

amarrarla y pesarla.

5. Cubrir el pozo con un plástico transparente delgado.

6. Llenar el pozo de agua hasta la superficie, aforando con las

probetas para cuantificar el volumen de agua utilizado.

7. Tomar una muestra del suelo pesado y depositarla en vaso de 250

ml. Pesarla y meterla a la estufa de secado a 105 grados
centígrados hasta peso constante.

8. Una vez que llego a peso constante tomar el dato del peso de
suelo seco.

9. Realizar los cálculos.

Datos obtenidos.
 Preguntas.
1.- ¿Cuál es el uso importante del % de humedad del
suelo en agronomía?
2.- ¿Qué relación existe entre la densidad aparente, la
labranza, los riegos y la porosidad?
3.- ¿Por qué el suelo tiene dos tipos de densidad; la densidad
aparente y la densidad real?
Anexos.
Cálculos obtenidos.