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Capítulo 98

OBESIDAD E HIPERTENSIÓN ARTERIAL


Mónica Graciela Díaz

Palabras clave
Obesidad, hipertensión arterial, sistema nervioso simpático, leptina, compresión renal.

Abreviaturas utilizadas
ANG: angiotensinógeno
DM2: diabetes mellitus de tipo 2
ECV: enfermedad cardiovascular
HTA: hipertensión arterial
HTArO: hipertensión relacionada a la obesidad
IMC: índice de masa corporal
PA: presión arterial
SNS: sistema nervioso simpático
SRAA: sistema renina angiotensina aldosterona
TA: tejido adiposo
TAPV: tejido adiposo perivascular

Síntesis Inicial
La obesidad es considerada hoy en día una epidemia. Está asociada a hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipide-
mias, hipertrofia ventricular izquierda, insuficiencia cardíaca y daño renal. Con un IMC entre 30–35 kg/m², la sobre-
vida media se reduce en 2–4 años, entre 40–45 kg/m² se reduce en 8–10 años. Pese a la estrecha relación entre peso y
presión arterial aún no está claro cuál es el o los mecanismos responsables de la hipertensión relacionada a la obesidad.

OBESIDAD: GENERALIDADES IMC entre 25 y 29,9 kg/m2 y obesidad a partir de 30 kg/m2.


A medida que aumenta el IMC, aumenta la probabilidad de
La obesidad es una enfermedad metabólica crónica, de etio- sufrir complicaciones osteoarticulares, respiratorias, diferentes
logía multifactorial, que afecta a gran número de individuos tipos de cáncer y lo que es de interés en este capítulo: aumen-
de las sociedades occidentales. Está caracterizada por el au- ta la probabilidad de sufrir complicaciones cardiovasculares
mento de los depósitos de TA, resultado del disbalance entre y metabólicas. Sin embargo, el IMC no abarca la compleja
el ingreso y el gasto de energía. Debido al alarmante aumen- biología de la obesidad ni explica la diferencia de riesgo car-
to de su prevalencia en el mundo, la Organización Mundial
de la Salud la ha declarado epidemia. En la Argentina, los
datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 Tabla 98-1
nos muestran una prevalencia de sobrepeso y obesidad del IMC (kg/m2) Clasificación
35,4 y 18%, respectivamente, lo que nos muestra el impacto
<18,5 Bajo peso
de la epidemia en nuestra región.
18,5-24,9 Normal

Clasificación 25-29,9 Sobrepeso


30-34,9 Obesidad grado I
Desde el punto de vista clínico podemos clasificar a la obesi-
35-39,9 Obesidad grado II
dad de acuerdo al IMC (tabla 98-1) que relaciona el peso con
la talla del individuo. Se considera sobrepeso a un valor de ≥40 Obesidad grado III (mórbida)

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diometabólico que puede existir entre dos personas con igual entre los individuos obesos que en los de peso normal. Es-
IMC.1 La variación en los depósitos de TA podría ser parte tudios experimentales demostraron que el aumento de peso
de la explicación para el riesgo adicional que existe luego de se acompaña de aumento de las cifras de PA; los estudios
ajustar por IMC y los demás factores de riesgo cardiovascu- clínicos nos muestran que a mayor peso, mayor PA; los es-
lar clásicos. Recurrimos entonces al perímetro de cintura y tudios observacionales nos dicen que el sobrepeso/obesidad
diferenciamos dos tipos de obesidades: obesidad central, son predictores de desarrollo futuro de HTA y, finalmente,
cuando la grasa tiende a depositarse predominantemente en la disminución de peso se acompaña de disminución de la
la zona intraabdominal y obesidad de tipo periférica, cuando PA en la mayoría de los pacientes hipertensos. En resumen,
los depósitos de TA predominan en la zona glúteo-femoral; la gran parte de las personas delgadas tiene su PA normal y la
obesidad de tipo central es la que más correlación tiene con mayoría de los pacientes hipertensos tienen sobrepeso u obe-
la ECV. Sin embargo, la medición del perímetro de cintura sidad. Los datos del estudio Framingham muestran que el
incluye tanto grasa subcutánea como intraabdominal y esto es 78 y 65% de los casos en HTA en el hombre y la mujer, res-
importante para tener en cuenta, ya que el TA intraabdomi- pectivamente, pueden ser atribuidos directamente a la obe-
nal está relacionado más estrechamente con el riesgo cardio- sidad. Esto convierte a “la obesidad en la causa mas frecuente
metabólico, comparado con el subcutáneo. de HTA esencial”. Teniendo en cuenta la actual prevalencia
A pesar de los grandes avances terapéuticos, la ECV sigue de obesidad y su relación tan estrecha con la HTA, se han
siendo la principal causa de muerte en Occidente. Podemos realizado proyecciones estadísticas que predicen para el año
decir que la obesidad, entre otros factores, podría ser una de 2025 un 60% de aumento de los casos de HTA.
las causas. La asociación entre obesidad y ECV ha quedado
claramente demostrada en un estudio colaborativo que in-
cluyó 57 estudios con casi 1 millón de participantes, en el FISIOPATOLOGÍA
que se destaca que:2
A pesar de que está muy bien documentada, en la relación
• El IMC es, por sí mismo, un fuerte predictor de mor- entre obesidad e HTA aún no está claro cuál es la su natura-
talidad por todas las causas, sobre y debajo de un IMC leza exacta. Se observa tanto en animales como en el hom-
óptimo de 22,5-25 kg/m². bre obeso un aumento del sodio corporal, que va mas allá
• El progresivo exceso de mortalidad por encima de estos del explicado por el aumento de TA, y que estaría dado por
valores es debido principalmente a enfermedad vascular, un aumento de la reabsorción renal de sodio. Esto produce
y probablemente la asociación sea causal. aumento del volumen intersticial e intravascular, y un des-
• Con un IMC entre 30-35 kg/m², la sobrevida media se plazamiento de la curva presión/natriuresis. De este modo,
reduce en 2-4 años; entre 40–45 kg/m² se reduce en 8-10 los obesos requieren de valores mayores de PA para intentar
años (lo que es comparable al efecto del tabaco). mantener la homeostasis del sodio. Los probables mecanis-
mos responsables de esta alteración en la curva presión/na-
Podemos citar otro ejemplo muy interesante, como lo triuresis son los siguientes:
son los resultados del estudio Framingham acerca de la rela-
ción existente entre obesidad e insuficiencia cardíaca. Este 1. Estimulación del SNS
estudio muestra la incidencia acumulada de insuficiencia 2. Estimulacion del SRAA
cardíaca en relación al peso a lo largo de 21 años; los autores 3. Cambios renales
concluyen que:3
Estos mecanismos están íntimamente relacionados y po-
• Se observa un gradual aumento del riesgo de presentar
drían ser los responsables del aumento de PA de los obesos;
insuficiencia cardíaca a lo largo de todas las categorías de
por ejemplo, la activación del SNS y la compresión renal
IMC.
pueden causar activación del SRAA. El bloqueo farmaco-
• Aproximadamente el 11% de los casos de insuficiencia lógico del SNS o del SRAA atenúa la HTArO en, por lo
cardíaca entre los hombres y el 14% entre las mujeres es menos, un 50-60%.4
atribuible a la obesidad.
• Por cada incremento de 1 unidad de IMC, y luego de
ajustar por los factores de riesgo cardiovascular clásicos, Sistema Nervioso Simpático
persiste un aumento en el riesgo de sufrir insuficiencia
El SNS se adapta a los cambios de la ingesta calórica: el ayu-
cardíaca del 5% para los hombres y del 7% para las mu-
no y la ingesta disminuyen y estimulan, respectivamente, la
jeres.
actividad simpática. A mediados de los ochenta se postuló
que la sobrealimentación estimula la termogénesis a tra-
HTA RELACIONADA A LA OBESIDAD vés del SNS como intento de estabilizar el peso corporal.
(HTArO) Esta estimulación del SNS para producir termogénesis se ve
acompañada de una estimulación simpática renal (retención
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo establecidos de sodio) y vascular (vasoconstricción) que puede producir
para el desarrollo de HTA, la que es dos veces más frecuente HTA. Más tarde se observó que los obesos hipertensos pre-
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sentan un metabolismo basal incrementado con respecto a que no era así, ya que la obesidad se acompaña de niveles
los obesos normotensos, y mayores niveles plasmáticos de elevados de leptina; se definió entonces como resistencia
catecolaminas, lo que muestra cómo un mecanismo ten- selectiva a la leptina. Es decir, persisten vías de señali-
diente a estabilizar el peso corporal podría ser responsable, zación con sensibilidad normal al mismo tiempo que se
a través de la vasoconstricción y la retención de sodio, del bloquean los efectos de otras vías. Este concepto es im-
incremento de la PA. portante para entender el posible papel de la leptina en
la génesis de la HTA, ya que esta hormona sería capaz de
estimular crónicamente al SNS, a pesar de la existencia de
Estimulación del SRAA resistencia a los efectos de la hormona sobre la ingesta y
Otro de los mecanismos responsables de la retención de sodio saciedad. Según algunos autores podría haber resistencia
es la activación del SRAA. El tejido adiposo expresa varios a las acciones de la leptina, que dependen de la activación
de los componentes del SRAA, incluso produce ANG ava- de receptores localizados en el núcleo arcuato del hipo-
lando la existencia de un sistema local, el cual puede actuar tálamo, con preservación de las acciones que resultan de
en forma autócrina, parácrina o endócrina. Es interesante la activación en otras áreas del hipotálamo. En los obesos
destacar que el TA central segrega más ANG que el subcu- hipertensos se observan mayores niveles de leptina que en
táneo. Conociendo la importancia que tiene el SRAA en la los obesos normotensos. No obstante, aún falta dilucidar
regulación de la PA, la “gran pregunta” es si esta producción el rol de la leptina en la HTArO.
de ANG contribuye al desarrollo de HTA. Lamentablemen- • Tejido adiposo perivascular: la disfunción vascular puede
te, esta pregunta aún no tiene una respuesta concluyente. Se ser un vínculo fisiopatológico entre la HTA y la obesi-
ha observado que en los pacientes obesos la activación del dad. El TAPV rodea la mayoría de las arterias y venas con
SRAA se relaciona estrechamente con el IMC a pesar de la un diámetro superior a 50 micrones. Está compuesto por
gran retención de sodio y agua; también se ha demostrado adipocitos, fibroblastos, células madres y terminales ner-
que la disminución de peso produce disminución de la ac- viosas. Se ha observado aumento del volumen del TAPV
tividad de renina plasmática, de aldosterona, de la enzima en la aorta durante el desarrollo de obesidad, así como
convertidora y de la PA media en series pequeñas de obesos una buena correlación entre el TAPV pericárdico e intra-
hipertensos. Más aún, el uso de inhibidores de la enzima abdominal.7 En animales, se demostró que el TAPV que
convertidora ha demostrado ser una terapia efectiva en el rodea la aorta y las arterias mesentéricas de las ratas ejerce
tratamiento de la HTArO. Sin embargo, por ahora no pode- un efecto vasorelajante directo sobre el músculo liso arte-
mos atribuir al SRAA local la etiopatogenia de la HTArO. rial mediado por uno o más factores relajantes derivados
de la adventicia. Una de esas sustancias ha sido identifica-
Cambios renales da como la angiotensina 1-7; en los humanos, esa acción
estaría a cargo de la adiponectina. El TAPV, tal como lo
Hall y colaboradores proponen que la rigidez de la cápsula re- hace el TA del resto del organismo, tiene capacidad de
nal, el aumento de grasa perirrenal5 y de la presión intraabdo- producir adipoquinas, con diferencias en cuanto al por-
minal elevarían la presión intrarrenal, produciendo un efecto centaje de excreción entre las diferentes localizaciones del
de “compresión renal” que modifica su circulación y resulta en TAPV y también entre éste y otros depósitos de TA. Hoy
una mayor reabsorción de sodio. En un intento compensador, en día, está claro que muchas de estas adipoquinas secre-
inicialmente se produce vasodilatación renal, hiperfiltración tadas por un tejido adiposo disfuncional pueden alterar la
glomerular y aumento de la PA para contrarrestar el aumento normal función de otros órganos o tejidos; lo que no es
de la reabsorción de sodio. Si este mecanismo se perpetúa, tan conocido es que el TAPV también segrega sustancias
puede producir aumento de la presión hidrostática glomerular que contribuyen al funcionamiento de los vasos y que
y daño de este, y llevarlo, si la noxa continúa, a la glomeru- su disfunción puede contribuir a la disfunción del vaso
loesclerosis, con la consecuente pérdida de la unidad funcio- y probablemente al desarrollo de HTA. Otro dato inte-
nal. Resultados del estudio Framingham, utilizando tomogra- resante a tener en cuenta es que se ha demostrado que el
fía para evaluar la cantidad de grasa del seno renal, concluyen TAPV expresa todos los componentes del SRAA, excepto
que el aumento de grasa renal es una condición común en su la renina.8 Finalmente, pese a que existe abundante evi-
población y está asociada con un riesgo mayor de desarrollar dencia que sugiere que el TAPV contribuye a la regula-
HTA y enfermedad renal crónica.6 ción de la función vascular, y subsecuentemente la puede
modificar, aún falta conocer los mecanismos a través del
cual el TAPV modula el tono vascular.
Otros mecanismos involucrados en la
génesis de la HTArO • Polimorfismo de los receptores beta adrenérgicos: los re-
ceptores β juegan un importante rol en la homeosta-
• Leptina: se descubrió en 1994 como una hormona se- sis metabólica y en la función cardiovascular. Yasuda y
gregada por los adipocitos que actúa a nivel central pro- colaboradores9 han demostrado que la expresión de un
duciendo saciedad, y, lógicamente, se supuso que era el polimorfismo consistente en la expresión de un residuo
tratamiento ideal para la obesidad. Pronto se observó arginina en posición 64 del receptor β3 en lugar de un
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residuo triptófano se asocia con una ganancia acelerada CONCLUSIONES


de peso, resistencia a la insulina y desarrollo tempra-
no de DM2. Más tarde se describió en los portadores La obesidad es una epidemia y su estrecha relación con la
de este polimorfismo una mayor sensibilidad al efecto HTA aumentará su prevalencia en forma alarmante. No co-
presor de la noradrenalina y menor sensibilidad a los nocemos los mecanismos fisiopatológicos de esta asociación
agonistas β3, lo que permitiría plantear la hipótesis de y tampoco contamos con fármacos de elección en asta po-
que estos pacientes necesitan mayores niveles de cate- blación. Es de esperar que el continuo avance en el conoci-
colaminas para ejercer un freno a la ganancia de TA a miento de la fisiopatología de la HTArO permita encontrar
expensas de una mayor activación simpática periférica y fármacos específicos para esta patología y se logre un mayor
aumento de la PA. control de la PA en esta población.

TRATAMIENTO DE LA HTArO Bibliografía sugerida


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