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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE PIURA


PRIMER JUZGADO DE TRABAJO TRANSITORIO DE PIURA

EXPEDIENTE Nº: 02096-2018-0-2001-JR-LA-01

SENTENCIA

RESOLUCIÓN Nº: 09.


Piura, 12 de abril del 2019.

En los seguidos por MIGUEL ANGEL PUESCAS CHUNGA contra SERVICIOS


INTEGRADOS DE LIMPIEZA SA sobre NULIDAD DE DESPIDO FRAUDULENTO
(PRETENSIÓN PRINCIPAL) e INDEMNIZACION POR DAÑOS Y PERJUICIOS
(PRETENSIÓN ACCESORIA); el Juez del Primer Juzgado de Trabajo Transitorio de
Piura, ha resuelto de la siguiente manera:

I. ANTECEDENTES:

1. El demandante, mediante escrito que corre de folios 77 a 95, interpone


demanda de nulidad de despido fraudulento, a fin de que la empresa
demandada cumpla con reponerlo en su cargo de Ingeniero Residente, con el
restablecimiento de todos sus derechos y beneficios que le corresponden
(remuneración, CTS, gratificaciones y otros). Asimismo demanda como
pretensión accesoria el pago de su correspondiente indemnización por daños
y perjuicios (daño emergente, lucro cesante y daño moral); más los intereses
legales, costas y costos del proceso.

2. Por resolución número 01 de folios 96 a 97, se admite a trámite la


demanda, en la vía del proceso ordinario laboral, y corriéndose traslado a la
parte demandada, Servicios Integrados de Limpieza SA es declarada rebelde,
mediante resolución número 02 de folios 100.

3. De folios 137 a 138, obra el Acta de Audiencia Única, en la misma que: a)


Se expide la resolución número 07 que resuelve declarar saneado el proceso
y por válida la relación procesal establecida; b) No se llega a ninguna
conciliación debido a que la parte demandada no ha concurrido a la
audiencia; c) Se fijan los puntos controvertidos; d) Se admiten medios
probatorios; e) Se actúan medios probatorios.

4. Por resolución número 08 de folios 182, se ordena que pasen los autos a
despacho para emitir sentencia.

II. PRETENSIÓN Y ARGUMENTOS EXPUESTOS POR EL DEMANDANTE:

2.1. Pretensión:

El demandante postula como pretensión que la empresa demandada


cumpla con reponerlo en su cargo de Ingeniero Residente, con el
restablecimiento de todos sus derechos y beneficios que le corresponden
(remuneración, CTS, gratificaciones y otros). Asimismo demanda como
pretensión accesoria el pago de su correspondiente indemnización por
daños y perjuicios (daño emergente, lucro cesante y daño moral); más los
intereses legales, costas y costos del proceso.

2.2. Argumentos expuestos por el demandante:


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1. Manifiesta que empezó a laborar para la empresa servicios integrados


de limpieza desde el 02.02.2002 de manera ininterrumpida hasta el
13.04.2018, fecha en la que su ex empleadora le comunica el cese de
su relación laboral.

2. Refiere que durante los meses de agosto de 2017 su ex empleadora el


concurso público para la contratación de servicio público para la
contratación del servicio de mantenimiento de equipo de
electromecánicos en la Red Asistencias Piura; servicio del cual su ex
empleadora estuvo a cargo por 20 años consecutivos, sin embargo; su
ex empleadora SILSA no participo en dicho concurso tal como se puede
apreciar de los diferentes correos que emite la Oficina de
Mantenimiento y Gerencia Comercial, resultando ganador la única
empresa postora Enerelectric Ingenieros SAC y SIMSC SAC.

3. Indica que la empresa de Servicios Integrados de Limpieza SA, ha


incurrido en faltas graves de incumplimiento de las obligaciones de
trabajo que supone el quebrantamiento de la buena fe laboral y la
competencia desleal, toda vez que postulado a otra oferta laboral en la
empresa ENERLETRIC Ingenieros SAC y SIMSC SAC y el hecho de
haber calificado como personal clave en la propuesta realizada por
dicha empresa en el concurso público de la contratación del servicio de
mantenimiento de equipos electromecánicos en la red de asistencia de
Piura, devenía en competencia desleal.

III. ARGUMENTOS EXPUESTOS POR LA DEMANDADA:

1. No señala al haber sido declarada rebelde mediante resolución número 02


de folios 100.

IV. PUNTOS CONTROVERTIDOS:

1. Establecer si el presente caso configura un supuesto de despido fraudulento,


el cual habría ocurrido el día 13 de abril del 2018, que conlleve a ordenar la
reposición del actor a su centro de trabajo como Ingeniero Residente de la
demandada; con el restablecimiento correspondiente de todos los derechos y
beneficios que le corresponden (remuneración, beneficios sociales y otros).

2. Determinar si se dan los presupuestos de la responsabilidad civil para


disponer que se indemnice al demandante por daños y perjuicios como
consecuencia del despido alegado, por los conceptos de daño emerge, lucro
cesante y daño moral, en los montos que se indica en la demanda, más el
pago de intereses legales, costas y costos del proceso.

V. MEDIOS PROBATORIOS:

Del demandante: Los documentos que precisa y recauda a su demanda en el


rubro de medios probatorios y que obran a fojas 03 a 76.

De la demandada: No señala al haber sido declarada rebelde mediante


resolución número 02 de folios 100.

VI. FUNDAMENTOS DE LA DECISIÓN:

1. El Estado garantiza a toda persona sea natural o jurídica, el derecho a


ejercer la tutela jurisdiccional efectiva en defensa de sus derechos, la misma
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que debe ejercitarse con sujeción a un debido proceso de conformidad con lo


establecido en el inciso 3 del Artículo 139º de la Constitución Política del
Estado, en concordancia con el Artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, éste último de aplicación supletoria a estos autos.

2. Que, conforme el inciso 1 y 2 del artículo 27° de la Ley Procesal de Trabajo


corresponde a las partes probar sus afirmaciones y esencialmente, al
trabajador probar la existencia del vínculo laboral y al empleador
demandado probar el cumplimiento de las obligaciones contenidas en las
normas legales, los convenios colectivos, la costumbre, el reglamento interno
y el contrato individual de trabajo, sin embargo, cabe indicarse que la carga
de la prueba atribuida al trabajador no es absoluta, por cuanto teniendo el
proceso laboral un corte social, la ley ha buscado compensar las
desigualdades fácticas de las partes en litigio estableciendo para ello una
desigualdad en el tratamiento de la actividad probatoria, dejando
parcialmente de lado el principio civil mediante el cual se establece que
“quien alega un hecho debe probarlo” para establecer un nuevo principio
consistente en que “la prueba es de quien se encuentra en posibilidad de
producirla o poseerla”.

3. Así pues, el derecho de prueba es un elemento del debido proceso y


comprende el derecho a una valoración conjunta y razonada de la prueba
actuada, esto es conforme a las reglas de la sana critica. En este sentido, el
derecho de prueba no solo comprende derechos sobre la propia prueba, sino
además contra la prueba de la otra parte y aun la actuada de oficio,
asimismo, el derecho a obtener del órgano jurisdiccional una motivación
adecuada. Al respecto, como ya se ha citado, el artículo 25° de Ley Procesal
Laboral N° 26636, prescribe: “Los medios probatorios en el proceso laboral
tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir
certeza en el Juez respecto de los hechos controvertidos y fundamentar sus
decisiones…” De esta forma “no solo al Juez se le reconoce un papel
protagónico para gestionar la prueba que conduzca a conocer la verdad de los
hechos, sino también que es un derecho subjetivo de las partes a intervenir en
la actividad probatoria para demostrar la razón de sus afirmaciones, lo que
constituye el derecho constitucional a probar” (Casación Nº 1426-99 Junín; El
Peruano; 18-12-99; p. 4329).

4. Ahora, a efectos de emitir pronunciamiento respecto del primer punto


controvertido, es necesario valorar en forma conjunta los medios probatorios
aportados al proceso, esto bajo los alcances del principio de Primacía de la
realidad1, en virtud del cual “ante la discordancia de lo que ocurre en la
práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo que
sucede en el terreno de los hechos”; y teniendo en cuenta el artículo 27° de la
Ley N° 26636, que establece que corresponde al trabajador probar la
existencia del vínculo laboral y al empleador -demandado- probar el
cumplimiento de las obligaciones contenidas en las normas legales, los
convenios colectivos, la costumbre, el reglamento interno y el contrato
individual de trabajo.

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Respecto del cual el Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia emitida en el
Exp. Nº 1994-2002-AA/TC, que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo
que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en
el terreno de los hechos, al cual debe dársele prioridad pues se trata de un elemento implícito
en nuestro ordenamiento y, concretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de
nuestra Constitución, que consagra al trabajo como un deber y un derecho, base del bienestar
social y medio de la realización de la persona (artículo 22) y, además, como un objetivo de
atención prioritaria del Estado (artículo 23).
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5. Al respecto cabe precisar que si bien la demandada Servicios Integrados de


Limpieza SA, se encuentra en estado de rebeldía, ello no releva al juzgador
de efectuar el análisis de los medios probatorios ofrecidos por la parte
demandante, los que serán valorados y compulsados con sujeción a lo
dispuesto en el artículo 25° de la Ley Procesal de Trabajo 26636; y si bien se
declaró la rebeldía y se efectivizaron los apremios que constituyen actos
formales del proceso, esto no implica que en base a ello se generen a favor
del reclamante derechos no acreditados.

 En cuanto al vínculo laboral:

6. Ahora, es preciso indicar que no existe controversia en cuanto al vínculo


laboral existente entre las partes procesales, por cuanto el mismo se
encuentra acreditado a través de los contratos de trabajo de folios 03 a 06;
memorándums de folios 07 a 08; carta de folios 09 y 10 a 12; informe de
folios 49 a 50; relación de personal de folios 64; boletas de depósito de CTS
de folios 55 a 57, boletas de pago de folios 57 a 61 e informe de folios 62 a
63.

7. Al no existir controversia en cuanto al vínculo del accionante, corresponde


conforme a la fijación de puntos controvertidos determinar “Si el cese de la
relación laboral, que habría ocurrido el 13 de abril del año 2018, se produjo
como consecuencia de un despido fraudulento, el cual conlleve a disponer la
reposición del actor a su centro de trabajo en el puesto que venía
desempeñando (Ingeniero Residente), con el restablecimiento de todos sus
derechos y beneficios que le corresponden”; es decir, sólo queda analizar si el
empleador demandado ha cumplido con su carga procesal probatoria de
acreditar el cumplimiento de las normas procesales de nuestro
ordenamiento jurídico.

8. El Derecho del Trabajo por su carácter tuitivo contiene normas y principios e


instituciones que son protectores de los derechos del trabajador, al que se
estima la parte más débil de la relación laboral, siendo alguna de sus
manifestaciones más importantes la constitucionalización del principio de
irrenunciabilidad de los derechos laborales que recoge el inciso 2) del
artículo 26 de la Constitución, imponiendo el deber de su tutela
jurisdiccional como lo establece el artículo III del Título Preliminar de la Ley
Procesal de Trabajo, y en el ámbito procesal el principio de inversión de la
carga de la prueba, en virtud del cual acreditado el vínculo laboral por el
trabajador recae a su vez, sobre el empleador la carga de la prueba del
cumplimiento de sus obligaciones legales y convencionales entre otras,
conforme a lo dispuesto en el numeral 2) del artículo 27 de la glosada Ley
Procesal de Trabajo Nº 26636.

 En cuanto al despido fraudulento:

9. En atención a lo antes señalado, tratándose de un trabajador sujeto al


régimen laboral de la actividad privada, le es aplicable al demandante las
disposiciones del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el mismo que en su
artículo 22º establece lo relacionado al despido justificado, señalando que:
“Para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la actividad privada,
que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es
indispensable la existencia de causa justa contemplada en la ley y
debidamente comprobada. La causa justa puede estar relacionada con la
capacidad o con la conducta del trabajador. La demostración de la causa
corresponde al empleador dentro del proceso Judicial que el trabajador
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pudiera interponer para impugnar su despido.” En ese sentido, para que un


despido se encuentre dentro del marco legal, este tiene que encontrarse
fundamentado en causas legalmente establecidas y que se encuentren en
relación directa con la conducta o capacidad del trabajador.

10. En ese sentido, será considerado un despido como nulo y, por ende, el
trabajador podrá solicitar su reposición o una indemnización, cuando el
despido tenga como razón, causa o motivo, algunos de los siguientes
supuestos: a) La afiliación del trabajador a un sindicato o la participación en
actividades sindicales; b) Ser candidato o representante de los trabajadores
o actuar o haber actuado en esa calidad; c) Presentar una queja o participar
en un proceso contra el empleador ante las autoridades competentes d) la
discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma; e) El
embarazo de la trabajadora; e) si el despido fue por razón de sida; y, f) si el
despido estuvo basado en razones de discapacidad. Es decir, el despido nulo
aparece como consecuencia de la necesidad de proteger, entre otros,
derechos tales como los previstos en el inciso 2 del artículo 2, inciso 1 del
artículo 26 y el inciso1 del artículo 28 de la Constitución.

11. Del texto númerus clausus del artículo citado concluimos pues que sólo los
supuestos mencionados posibilitan la presentación de una demanda por
nulidad de despido, quedando excluidos otros supuestos que podrían
también suponer una lesión de un derecho Constitucional.

12. Por su parte, con respecto al despido fraudulento es de advertir que el


mismo es acogido por nuestro ordenamiento jurídico desde la expedición de
la sentencia dictada en el Exp. 976-2001-AA/TC (Caso Eusebio Llanos
Huasco) así como la sentencia emitida en el Exp. N° 0206-2005-PA/TC (Caso
Baylón Flores) que constituye precedente vinculante, en cuyo fundamento
ocho se señala que “En cuanto al despido fraudulento, esto es, cuando se
imputa al trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios, o
se le atribuye una falta no prevista legalmente, sólo se procederá en la vía de
amparo cuando el demandante acredite fehacientemente e indubitablemente
que existió fraude, pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia
o duda sobre los hechos, corresponderá a la vía ordinaria laboral determinar
la veracidad o falsedad de ellos”. En el caso de autos advertimos que el
demandante ha optado por la vía ordinaria laboral.

13. A su vez, en el fundamento 15 c) de la primera sentencia referida se señala


que el despido fraudulento se produce cuando: “Se despide al trabajador con
ánimo perverso y auspiciado por el engaño, por ende, de manera contraria a
la verdad y la rectitud de las relaciones laborales; aun cuando se cumple con
la imputación de una causal y los cánones procedimentales, como sucede
cuando se imputa al trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o
imaginarios o, asimismo, se le atribuye una falta no prevista legalmente,
vulnerando el principio de tipicidad, como lo ha señalado, en este último caso,
la jurisprudencia de este Tribunal (Exp. N.° 415-987-AA/TC, 555-99-AA/TC y
150-2000-AA/TC); o se produce la extinción de la relación laboral con vicio de
voluntad (Exp. N.° 628-2001-AA/TC) o mediante la “fabricación de pruebas”
(…)”. Por su parte, en el fundamento 7 de la STC 0206-2005-PA/TC, se ha
dispuesto, con carácter vinculante, que es necesario que el demandante
acredite fehaciente e indubitablemente la existencia de un fraude.

14. Efectivamente, la “causa justa” de despido se rige por los principios jurídicos
de legalidad y tipicidad, en virtud a los cuales únicamente se admiten como
causas justificativas del despido a aquellas que expresamente se encuentren
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previamente tipificadas en la ley.

15. De lo anterior se colige que los supuestos de hecho constitutivos de un


despido fraudulento vendrían a ser los siguientes: a) imputar al trabajador
hechos notoriamente inexistentes; b) atribuirle una falta no prevista
legalmente, vulnerando el principio de tipicidad; c) cuando se produce la
extinción de la relación laboral con vicio de la voluntad; d) mediante la
fabricación de pruebas.

16. En el caso de autos, el demandante señala en su escrito de demanda de


folios 77 a 95, lo siguiente: “Servicios Integrados de Limpieza- SILSA
manifiesta que no actuado con la lealtad requerida como colaborador de la
empresa porque no he informado mis intensiones de postular a otra oferta de
trabajo y menos ha pedido autorización o permiso para presentarme a otra
licitación. Debo indicar señor juez que el suscrito ingreso a laborar como
trabajador de la empresa Servicios Integrados de Limpieza- SILSA, desde el
01 de febrero del 2002, siendo que durante ese tiempo he desempeñado mis
funciones de manera eficiente, con responsabilidad y acorde a las
disposiciones contenida en el reglamento interno de trabajo, contando al
momento de su cese con más de 15 años de trabajo para dicha empresa”;
asimismo, continua señalando: “La demandada aduce que debió informar y
pedir permiso o autorización para postular a otras ofertas laborales, sin
embargo precisa que en los contratos realizados entre SILSA y su persona no
existía clausula alguna que le impida postular a otras ofertas laborales;
asimismo, en el reglamento interno de trabajo dentro de sus derechos y
obligaciones de los trabajadores desde le literal “a” al literal “z”, del artículo
37, no se observa clausula alguna que le impida hacer uso de su derecho a la
libertad de trabajo y menos a un no existe entre SILSA y el suscrito un pacto
de competencia y exclusividad y/o permanencia que limiten directamente
dicho ejercicio”; en ese sentido al haber sido declarada rebelde la empresa
demandada mediante resolución numero 02 de folios 100 y, siguiendo lo
preceptuado por el artículo 462° del Código Procesal Civil, aplicable
supletoriamente en caso de autos y siendo así, sobre los hechos alegados
por parte del demandante se tendrá en cuenta la presunción de verdad
relativa de los hechos; por tal motivo corresponde amparar dicha pretensión.

17. Conforme lo antes expuesto a quedado establecido que el demandante ha


sido despedido fraudulentamente, consecuentemente debe ser
reincorporado a su centro de trabajo, en el mismo puesto que venía
desempeñando (Ingeniero Residente), con el restablecimiento de todos sus
derechos y beneficios sociales y laborales que le corresponden
(remuneración, CTS, gratificaciones, vacaciones y otros).

 En cuanto a la indemnización por daños y perjuicios:

18. Ahora, es importante señalar que la pretensión accesoria de estos autos es


una de indemnización por daños y perjuicios, por lo que a falta de categorías
propias en responsabilidad laboral se debe resolver desde el punto de vista
de la responsabilidad contractual civil, ante la existencia de un contrato de
trabajo que vincula a ambas partes. Así, todo incumplimiento por parte del
empleador de las disposiciones y normas laborales, entre las que se
encuentra el contrato de trabajo como fuente normativa, deberá tener como
premisa el verificar que los hechos que sustentan la pretensión se
subsumen en los artículos 1318°, 1319, 1320° y 1321° del Código Civil, a fin
de determinar si corresponde ordenar el pago de una indemnización que
tienda a resarcir los daños alegados por el demandante.
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19. Así, se tiene que el artículo 1321° del Código Civil señala: “Queda sujeto a la
indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por
dolo, culpa inexcusable o culpa leve…” y en los artículos 1330 y 1331 de la
misma norma se dispone además que: “la prueba del dolo o de la culpa
inexcusable corresponde al perjudicado por la inejecución de su obligación…”
y “la prueba de los daños y perjuicios y de su cuantía también corresponden
al perjudicado por la inejecución de la obligación…”; por tanto, de estas tres
normas citadas se concluye que le corresponde a la entidad demandante
haber acreditado en autos, para poder amparar su pretensión de
indemnización por daños y perjuicios: a) que el demandado ha actuado con
dolo o culpa en la inejecución de su prestación; y, b) que esta inejecución le
ha causado daño y perjuicio debidamente acreditados, así como la cuantía
de los mismos.

20. Igualmente debe tenerse en cuenta que doctrinariamente la indemnización


es entendida como “el resarcimiento tendiente a restablecer el patrimonio
perdido o deteriorado del perjudicado a la situación en que se encontraba al
momento en que se produce el hecho dañoso (…) y a pagar el valor de la
utilidad que habría producido ese patrimonio hasta el momento en que se
paga la indemnización”2; por tanto, una persona está obligada a indemnizar
los daños o perjuicios producidos como consecuencia de sus actos dolosos o
culposos, así como que responde solidariamente por el daño causado por la
persona que se encuentra bajo sus órdenes, si ese daño se realizó en el
ejercicio del cargo o en cumplimiento del servicio respectivo.

21. Conforme lo ha establecido la jurisprudencia nacional, en la responsabilidad


civil a fin que proceda la indemnización por daños y perjuicios se requiere la
concurrencia de los siguientes presupuestos: i) antijuricidad, ii) relación
causal, iii) factor de atribución, esto es, la existencia de dolo o culpa, y, iv)
existencia de daños.

22. Respecto al elemento antijuricidad (es decir aquella conducta que


contraviene tanto una norma prohibitiva como los valores o principios sobre
los cuales ha sido construido el sistema jurídico), debe tenerse en cuenta en
primer lugar que la demandante señala que ha sufrido daños y perjuicios
susceptible de ser indemnizable por parte de la demandada, y lo funda en
que “la presente demanda me está generando un grave perjuicio económico,
ello en vista de que mi persona tiene que efectuar gastos, que pudieron
haberse evitado ante la evidente acreditación de mis derechos conculcados y
peor aun de no saber causando tiempo pasara para que sea reincorporado a
mis labores, generando también con ello una grave afectación a mi estado
emocional, basado en la incertidumbre de la obtención del fallo”.

23. En el caso de autos, se determina en cuanto la demandada ha despedido al


recurrente de manera unilateral de su centro de labores sin causa ni motivo
alguno, por lo que es mediante esta sentencia que se está ordenando su
reposición, en el cual se califica que la demandante mantenía una relación
laboral con la entidad demandada, de modo que no podía ser despedido sino
por causa justa motivada en su conducta o capacidad laboral,
configurándose un despido incausado del cual ha sido objeto la
demandante, contraviniendo con ello la protección constitucional que se
otorga al trabajo y las disposiciones legales que establecen los
procedimientos que deben seguirse para el despido de un trabajador.
2
Véase TORRES VASQUEZ Aníbal, Código Civil, Lima, 2002, sexta edición, editorial IDEMSA,
pág. 752.
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24. El daño queda configurado con el hecho que la demandante fue cesado de
manera irregular desde el 13 de abril del 2018, por una causa inexistente
conforme se determinó en el presente proceso en los considerandos
precedentes. Dicho acto de despido no le permitió percibir en su
oportunidad las remuneraciones, compensación por tiempo de servicios,
gratificaciones anuales y demás beneficios que la ley le acuerda durante el
periodo en que estuvo despedida hasta la fecha que se producirá su efectiva
reposición.

25. En cuanto al elemento nexo causal (es decir la relación jurídica de causa-
efecto adecuada entre la conducta típica o atípica y el daño producido a la
víctima), se fundamenta en cuanto a que la demandada al efectuar el
despido de la demandante (en la medida que se ha determinado ya que hubo
vínculo laboral previo entre los justiciables) ha causado los hechos que la
demandada alega como situaciones dañosas. Ese nexo es indiscutible, por
cuanto el vínculo laboral precedente relaciona sólo a dichas partes; más aún
si se ha evidenciado que no fue otro el motivo del cese en sus labores por
parte de la demandante.

26. Asímismo, el factor de atribución se configura por la actitud de la


demandada, que decide cesar de manera definitiva a la demandante en sus
labores sin tener presente que la Constitución Política del Perú reconoce en
su Artículo 22, la protección y fomento del empleo, al establecer “El trabajo
es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y un medio de
realización de la persona.”, decisión unilateral sin causa ni motivo alguno,
cuando en la realidad de los hechos se trataba de un contrato laboral, tal
como se ha concluido en presente proceso judicial.

27. En lo concerniente al elemento daños, en atención a lo expuesto en los


fundamentos precedentes, corresponde fijar la indemnización debiendo
tenerse en cuenta que si bien es cierto el artículo 1321 del supletorio Código
Civil establece que queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios
quien no ejecuta su obligaciones por culpa inexcusable, resarcimiento que
comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante; también lo es
que, tales daños no pueden presumirse por la sola inejecución de la
obligación, por cuanto el artículo 1331 del mismo texto normativo exige que
el perjudicado debe probar los daños y perjuicios alegados, así como su
cuantía, y en caso que el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en
su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa, de
conformidad con lo prescrito por el artículo 1332 del mismo texto normativo.

28. Ahora bien, respecto a los daños patrimoniales la demandante solicita se le


indemnice el daño emergente, entendiéndose este daño, los gastos o costos
derivados de la conducta generadora del daño, siempre que sean
consecuencia directa del daño causado, como los gastos incurridos por la
víctima como consecuencia del tratamiento del daño. En el caso que nos
ocupa la demandante indica que son los daños sufridos por haber sufrido
intempestivamente la suspensión de su contrato con la empleadora y que
dicha situación acarrea un determinado tiempo para reponerse de la difícil
situación económica y familiar; así mismo indica que el haber incurrido al
órgano jurisdiccional, por un hecho generado única y exclusivamente por la
demandada, cuantificándolo en la suma de S/ 30,000.00 soles

29. Sin embargo, de los medios probatorios presentados por la demandante en


su escrito de demanda se concluye que no ha acreditado con medio
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probatorio idóneo que haya sufrido el alegado daño, siendo que no basta
alegar que ha sufrido daño y que el monto del mismo asciende a la suma de
S/.30,000.00, sino que los mismos deben acreditarse, tanto en su existencia
como en su cuantía como consecuencia de haber sido despedida de manera
incausada; mayor razón si en el caso de este tipo de daño la probanza es
objetiva, es decir que no se puede presumir, sino que debe colegirse de
medios probatorios concretos. Por ello este extremo de la demanda debe ser
desestimado.

30. En cuanto al lucro cesante, este tiene una naturaleza patrimonial,


entendiéndose por lucro cesante la pérdida de la legítima utilidad o ganancia
que la víctima deja de percibir a causa de la conducta generadora del daño;
siendo el objeto de indemnización efectivamente compensatorio, para
reparar en justa medida la pérdida de los ingresos esperados, así en nuestro
sistema de responsabilidad civil rige la regla según el cual el daño es
definido como un menoscabo que sufre el sujeto dentro de su esfera jurídica
patrimonial, por tanto debe ser reparado o indemnizado, en tanto sean
consecuencia inmediata o indirecta de la inejecución.

31. Así, los daños indemnizables por lucro cesante serán aquellos que sean
consecuencia directa del daño, como en el presente caso, que ante el despido
sufrido la demandante dejó de percibir su remuneración a la que tenía
derecho, por lo que teniendo la sentencia en el presente proceso como su
principal efecto el de reponer al trabajador a su puesto de trabajo, se
concluye que el demandante tiene derecho a que se le cancele todo aquello a
lo que legítimamente tenía derecho, como lo es el pago de sus
remuneraciones por el período en que esta despedido hasta su efectiva
reposición; sin embrago, para efectos de liquidar dicho concepto sólo se
considerará hasta la fecha de expedición de la presente resolucion esto es,
12 de abril del 2019, quedando a salvo el periodo por liquidar desde el 13 de
abril del 2019 hasta su efectiva reposición para que se liquide en ejecución
de sentencia.

32. Entonces, por dicho concepto de lucro cesante se tendrá en cuenta la boleta
de pagos del demandante, obrante a folios 61, debido a que aparece la
remuneración percibida antes de haber sido despedido de su labor habitual.
En tal sentido, corresponde que la demandada le cancele a la actora por el
periodo comprendido desde el (13 de abril del 2018 al 12 de abril del 2019)
la suma de S/.45,350.51 Soles, conforme a la liquidación que sigue:

Ingreso Económico – Remuneraciones devengadas:

[(S/.2,805.75X12 meses)]. = S/. 33, 669.00

Además debe cancelársele los siguientes ingresos:

Ingreso Económico – Gratificaciones:

Meses Neto a pagar


Julio S/.935.25
2018
Diciembre S/.2,805.75
2018
abril 2019 S/.1,870.50
Total S/.5,611.50
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Ingreso Económico – Compensación por tiempo de servicios:

Del 13 al 30 de abril del 2018: S/154.57 (S/. 2,805.75+ 1/6 grat. S/.
467.62/360*17).
De mayo a octubre del 2018: S/1,636.68 (S/. 2,805.75+ 1/6 grat. S/.
467.62/2).
De noviembre de 2018 a abril del 2019: S/1,473.01 [(S/. 2,805.75+ 1/6
grat. S/. 467.62/12*05)+ (S/. 2,805.75+ 1/6 grat. S/. 467.62/360*12)].

Sumados los subtotales resulta el monto de S/. 3,264.26.

Ingreso Económico – Vacaciones:

De abril del 2018 a abril del 2019: S/.2,805.75

Sumados los subtotales resulta el monto de S/. 2,805.75.

En consecuencia la demandada deberá abonar a favor del demandante por


concepto de lucro cesante la suma de: S/ 45,350.51.

33. Finalmente, con respecto al daño moral (que doctrinariamente es entendido


como la lesión a cualquier sentimiento de la víctima considerado socialmente
legítimo, es decir la lesión que produce un gran dolor o aflicción en la
víctima y que es socialmente digna y legítima, aprobada por la conciencia
social), es de destacar que si bien es cierto este aspecto adolece siempre de
dificultad probatoria debido a que su acreditación tiene el carácter de
subjetiva, sin embargo su determinación debe concluirse según las
circunstancias de cada caso. Al efecto debe tenerse en cuenta que el actor
primero ha sufrido la comprensible angustia por no poder disponer del
dinero que venía percibiendo cuando laboraba, que de por sí es relevante,
pues es sencillo concluir por sentido común que en la realidad apremiante
en que vivimos el quedar imposibilitado de realizar labores que permitan
obtener medios económicos para hacer frente a los gastos personales o del
hogar, genera una preocupación a veces devastadora; y a ello hay que
agregar la incomodidad causada al accionante a raíz de que ha tenido que
iniciar el presente proceso para que le sean reconocidos el resarcimiento
correspondiente, todo lo cual no hubiera ocurrido si el empleador no hubiese
efectuado el despido y hubiese cancelado sus remuneraciones en el tiempo
oportuno.

34. En tal sentido, al ser comprensible la aflicción sufrida por el demandante, es


decir que estamos ante un supuesto de sufrimiento socialmente legítimo, y
si bien es cierto la demandante reclama por este concepto la cantidad de S/
50,000.00 por daño moral, debe fijarse de manera prudencial un monto por
este concepto, el mismo que atendiendo a las circunstancias particulares
referidas (existencia aparente de un contrato laboral) lo establecemos en la
suma de S/ 10,000.00 Soles.

35. Finalmente, en cuanto a los intereses legales, es preciso señalar que al


haberse amparado la pretensión principal en parte, debe ampararse también
la pretensión accesoria de pago de intereses legales, de conformidad con los
artículos 1 y 3 de la Ley 25920, que establece el pago de intereses legales
por adeudos de carácter laboral, debiendo liquidarse los mismos en
ejecución de sentencia. Con respecto a los costos del proceso, de
conformidad con el artículo 48 inciso 4 de la Ley 26636, Ley Procesal del
Trabajo, corresponde en este caso que la demandada abone dicho concepto
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al demandante, el que debe calcularse en ejecución de sentencia; no


correspondiéndole el concepto de costas procesales, por habérsele
concedido auxilio judicial, por ende se le exoneró del pago de aranceles y
tasas judiciales.

VII. DECISIÓN:

Por estas consideraciones, de conformidad con lo prescrito por los artículos 138
y 143 de la Constitución Política del Estado y lo prescrito por el artículo 48 de la
Ley N° 26636, administrando Justicia a Nombre de la Nación, RESUELVO:

1. DECLARO FUNDADA EN PARTE la demanda presentada por MIGUEL


ANGEL PUESCAS CHUNGA contra SERVICIOS INTEGRADOS DE
LIMPIEZA SA sobre NULIDAD DE DESPIDO FRAUDULENTO
(PRETENSIÓN PRINCIPAL) e INDEMNIZACION POR DAÑOS Y
PERJUICIOS (PRETENSIÓN ACCESORIA).

2. Consecuentemente, DISPONGO que la demandada reponga al demandante


en el puesto de trabajo que venía desempeñando anterior al despido
fraudulento, es decir como “Ingeniero Residente”, con el restablecimiento de
todos sus derechos y beneficios sociales y laborales que le corresponden
(remuneración, CTS, gratificaciones, vacaciones y otros).

3. Asimismo, DISPONGO que la demandada pague a la accionante la cantidad


de S/ 55,350.51 (CINCUENTA Y CINCO MIL TRES CIENTOS CINCUENTA
CON 51/100 SOLES), monto que le corresponde a razón S/ 45,350.51 por
lucro cesante y S/ 10,000.00 por daño moral; más los intereses legales del
proceso, los que serán liquidados en ejecución de sentencia.

4. DECLARO INFUNDADO el extremo de la demanda referida al pago de daño


emergente.

5. Con costos.

6. Sin intereses legales, ni costas del proceso.

Consentida o confirmada que sea la presente, cúmplase.------------------------

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