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P arasitología

I D E A B O O K S , S .A
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P arasitología

I D E A B O O K S , S .A
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Título de la colección
ATLAS TEMÁTICOS

Texto e ilustración
© 1996 IDEA BOOKS, S.A.

Redacción/J. Gállego Berenguer.


Catedrático de la Facultad de Farmacia de
Barcelona

Ilustraciones /
Ilustraciones / Montserrat Fabra FHernánd
FHernández,
ez,
Carlos Gutiérrez Marín, Martín Martínez
Navarro, José María Thomas Doménech

Diseño de la cubierta /
cubierta / Lluís Lladó Teixidó
Teixid ó

Printed ¡n Spain by
Emegé, Industria Gráfica, Barcelona

EDICIÓN 1997

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De las distintas modalidades de asociaciones interespecíficas que
 pu eden establecerse entre los seres vivos, el parasitismo, que
constituye un caso extremo de especialización trófica o nutricia,
ofrece un interés científico indudable. Pero la atención que pue-
den despertar los seres parásitos no se reduce a este aspecto pu-
ramente especulativo, puesto que la existencia de un considera-
ble número de especies asociadas de manera parasitaria con el
hombre o con sus animales domésticos tiene una evidente reper-
cusión sanitaria y económ ica.
Esta realidad, universalmente reconocida, ha orientado la redac-
ción de este ATLAS DE PAR ASITOLOG ÍA. Con su publicación se
 pretende llevar a cabo una función divulgadora: la de poner en
manos del joven estudioso, y en las del pú blico general deseoso
de saber, unas nociones básicas, expuestas en la forma más ele-
mental posible, sobre qué son y representan para nosotros los
animales parásitos, cómo logran la invasión de nuestro organis-
mo, y también acerca de las acciones nocivas que pueden desa-
rrollar una vez conseguida esta invasión, y lo relativo a los me-
dios de que disponemos para evitarla o combatirla.
En una primera parte, de carácter general, se exponen las ideas
fundamentales: concepto y extensión del parasitismo, adaptacio-
nes morfológicas y biológicas derivadas del parasitismo e influen-
cias ejercidas por los parásitos sobre los organismos que los al-
bergan.
La segunda parte comprende el estudio monográfico de las prin-
cipales especies parásitas del hombre y de sus animales domésti-
cos. Seleccionadas según su mayor frecuencia e importancia, y
ordenadas de acuerdo con la sistemática zoológica, su estudio se
aborda de una manera principal bajo el aspecto biológicoepide
miológico, y se completa con unas ideas elementales referentes a
su significación patógena. En la parte final se incluyen unas bre-
ves nociones de lucha antiparasitaria, tanto en lo tocante a su fa-
ceta preventiva o profiláctica como a la curativa o terapéutica.
Queremos subrayar y agradecer la eficaz colaboración de José
María Thomas Doménech y de los otros dibujantes que, bajo su
dirección, han logrado plasmar, tan acertada como artísticamen-
te, nuestras ideas sobre la parte iconográfica d e este Atlas; su me-
ritoria labor contribuye, de un modo fundamental, a hacer más
fácil e inteligible nuestra exposición
Si esta obra logra captar el interés del lector y merecer su aproba-
ción, si con ella hemos logrado satisfacer su afán informativo,
nuestra labor quedará cumplidamente recompensada.
E l  a u t o r

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Los parásitos animales


Los parásitos animales
Qué es un animal parásito nos se reducen fundamentalmente a dos mo-
dalidades: ganchos y ventosas.
El  parasitismo  es un tipo de asociación inte- Están presentes, las primeras de estas forma-
respecífica entre dos seres vivos en la que el ciones, en Protozoos (Gregarinas) (fig. 1),
beneficio es exclusivamente unilateral, deno- Monogénidos (disco adhesivo caudal) (fig. 2),
minándose  parásito  al ser que resulta benefi- Cestodos (escólex) (fig. 4 y 5), Acantocéfalos
ciado de esta simbiosis o vida conjunta, y (trompa retráctil) (fig. 6), y asimismo en diver-
huésped  u hospedador   al otro organismo sos grupos de Artrópodos.
afectado por esta vida de asociación. Las ventosas coexisten con los ganchos en
Un animal parásito  (del griego:  pará  = «al los Monogénidos (fig. 2) y los Cestodos (figs.
lado de», sitos =  «alimento») es aquel que 4 y 5), y son los únicos órganos fijadores en
vive a expensas de un individuo de otra es- los Tremátodos (fig. 3). Tampoco falta en los
 pecie , estrecha men te asociados en los as- Artrópodos parásitos (Crustáceos branquiu
 pectos bio ló gic o y ecoló gic o durante una ros, fig. 7), Acaros sarcoptoideos, etc.), e in-
 parte o la totalidad de sus cic lo s vitales. El cluso se hallan formaciones ventosiformes en
 pa rásito utiliza el organismo del huésp ed  algunos Flagelados enteroparásitos (Lamblias)
como biótopo o vivienda y deja para su (fig. 8).
huésped la función de regular, parcial o to- El apéndice fijador de los Lerneidos (fig. 9)
talmente, sus relaciones con el medio am- (Crustáceos copépodos), que les sirve a la
biente. El parásito no sólo se sirve de su vez para succionar la sangre de los peces, sus
huésped como hábitat temporal o perma- huéspedes, constituye uno de los tipos no re-
nente, sino que además lo convierte en ferible a ninguno de los dos principales ya ci-
fuente directa o indirecta de alimentos, ya tados.
utilizando a tal fin los mismos tejidos del Órganos locomotores. — Generalmente atro-
hospedador, ya usufructuando las sustancias fiados en los endoparásitos (gusanos intesti-
que éste prepara para su propia nutrición. nales) y especialmente en los parásitos intra
Esta asociación, sin perjuicio perceptible pa- celulares (Leishmanias, etc.), su reducción,
ra el huésped en ciertos casos, puede ser no- más o menos acentuada, puede también ser
civa en menor o mayor grado para éste en observada en algunos grupos de animales ec
otras ocasiones. Así, el parásito se convierte toparásitos (apterismo parcial o total de algu-
en el agente causal de enfermedades parasi- nos insectos ectoparásitos).
tarias, a veces de carácter grave, pero sólo Aparato digestivo.— Su desarrollo difiere en
excepcionalmente mortales para el huésped distintos grupos de zooparásitos. Gran núme-
en un plazo breve. Al contrario de lo que ro de endoparásitos (Cestodos, Acantocéfa-
ocurre con los animales depredadores,  que los) carecen de él totalmente, y la entrada de
deben matar a las víctimas de que se alimen- los alimentos se efectúa de manera directa a
tan, parece que al parásito le interese conser- través de su tegumento, mientras que en
var la vida de su asociado, cosa comprensi- otros (Nematodos) el tubo digestivo es de
ble, pues la muerte del huésped implica la conformación normal. En algunos ectoparási-
del parásito, por falta de alojamiento y ma- tos hematófagos (ácaros. sanguijuelas) se
nutención. aprecia, en cambio, un hiperdesarrollo del
tubo digestivo que, aparte la notable capaci-
La adaptación a la vida parasitaria dad de dilatación de sus paredes, presenta
La adaptación de los animales a la vida para- divertículos o expansiones ciegas gastrointes-
sitaria se manifiesta fundamentalmente según tinales que aseguran la provisión de una gran
dos tendencias: desarrollo de órganos que masa nutricia; las glándulas con secreciones
aseguran una estable y eficaz fijación en el hemolíticas, en estas formas hematófagas, fa-
organismo de sus huéspedes; reducción de vorecen su peculiar régimen alimenticio.
órganos superfluos y una simplificación ana- Aparato respiratorio.— Puede considerarse
tómica y funcional, que, con frecuencia, se como norma su ausencia en los animales en-
acompaña de la hiperactividad de los órga- doparásitos, adaptados generalmente a un ti-
nos subsistentes, sobre todo los sexuales po de respiración anaerobio. En los ectopará-
Órganos de fijación.— La presencia de órga- sitos este aparato suele presentar un desarro-
nos adhesivos, que aseguran su fijación en el llo similar al de las formas de vida libre con
organismo del huésped, es una de las carac- las que están relacionados.
terísticas más comunes en los animales pará- Aparato excretor.— Salvo en los Nematodos
sitos. A pesar de la extensiva distribución del y Platelmintos parásitos, cuyos conductos ex-
parasitismo en la escala animal, estos órga- cretores suelen alcanzar notable desarrollo,

ATLAS DE PARASITOLOGIA
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árganos
de fijación R/1
árganos
de fijación R/1

Ventosa bucal

Ventosa ventral

Disco adhesivo
y

Fig. 1. Epimeridio con ganchos de


una gregarina. Fig. 2. Monogénido (Polystoma ¡n Fig. 3. Trema todo (Fase¡o la
tegerrimum). hepática).

Trompa retráctil
con
ganchos

Fig. 4. Escólex de cestodo (Taenia). Fig. 6 . Extremo cefálico de un acan


Fig. 5 Escólex de cestodo tetrarrinco.
tocéfalo.

Segundas maxilas
transformadas en
Órganos fijadores
sudores

Saco ovífero

Fig. 9. Lemocera branquial /s


(Crustáceo branquiuro). (Crustácéo copépodo).

LOS PARÁSITOS ANIM ALES


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Generalidades
Generalidades

no existen, puede afirmarse, modificacio- la tenia equinococo, fig. 4; larvas de Tre-


nes notables en el sistema excretor de los mátodos).
parásitos animales. Aunque su función no
es puramente excretora, sino que actúa Acciones nocivas ejercidas por los anima-
más bien como un sistema regulador de la les parásitos
presión osmótica del citoplasma, puede se- Aunque en ciertos casos sólo sea discerni-
ñalarse como regla, sólo no seguida por los óle por métodos experimentales, el perjui-
Ciliados, la ausencia de vacuolas pulsátiles cio que el huésped recibe de sus parásitos
en los Protozoos parásitos. suele ser manifiesto y resultante de la suma
Sistema nervioso y órganos de los senti- de diversos tipos de acciones ejercidas por
dos.— La mayoría de los animales parási- éstos.
tos, y especialmente los endoparásitos, La acción «expoliadora, directa o indirec-
presentan más o menos simplificado su sis- ta», o sea la apropiación y uso como ali-
tema nervioso. El endoparasitismo se mento de la sangre y tejidos del huésped, o
acompaña de la desaparición de los órga- del contenido de su tubo digestivo, o que
nos sensoriales organizados, persistiendo constituye reservas en diversos órganos, es
únicamente algunas terminaciones nervio- característica inherente al parasitismo.
sas sensitivas en el tegumento externo. Muchos parásitos ejercen acciones «mecá-
Organos sexuales y reproducción.— A las nicas», que serán: de tipo «traumático»,
ventajas que ofrece el parasitismo en cuan- cuando se manifiestan por la producción de
to a la supervivencia del individuo (protec- lesiones en los tejidos del huésped (picadu-
ción asegurada y abundancia de alimento) ras de Artrópodos ectoparásitos, lesiones
se oponen serios inconvenientes para la intestinales por órganos lacerantes de gusa-
perdurabilidad de la especie. Su fijación en nos); de tipo «obstructivo», cuando el nú-
el huésped hace difícil el encuentro de los mero o volumen de los parásitos provoca la
parásitos de ambos sexos y la fertilización obturación de un conducto orgánico (el in-
de las hembras. Su dependencia más o me- testino, por madejas de Ascáridos; conduc-
nos estricta de determinados huéspedes, tos linfáticos, por Filarías), y de tipo «com-
hace sólo posible el desarrollo completo presivo», cuando el desarrollo del parásito
de las formas juveniles del parásito que se- determina fenómenos de compresión en los
an capaces de establecer contacto con un órganos y tejidos adyacentes (hidátide o
hospedador idóneo, objetivo que sólo llega forma larvaria de la tenia equinococo).
a alcanzar una proporción muy ínfima de Las acciones «químicas» o «quimiotóxi
aquellas formas. cas» son producidas por la introducción,
No es extraño, pues, que las funciones re- en el huésped, de sustancias irritantes (sali-
productoras sean las dominantes en los va de insectos), hemolíticas (hematozoa
animales parásitos, y numerosas sus adap- rios), necrosantes (amiba disentérica), hi
taciones para salvar los mencionados in- persensibilizantes (hidátide o quiste hidatí
convenientes. dico), etc.
La fertilización es soslayada por los parási- Los parásitos ejercen «acciones infeccio-
tos que se reproducen por partenogénesis, sas» cuando favorecen la penetración de
o es facilitada por la aparición del herma- otros agentes patógenos en sus huéspedes.
froditismo. En otros casos, los machos pre- Es «infecciosa directa» o «inoculadora»
sentan adaptaciones destinadas a asegurar cuando el agente infectocontagioso es in-
la fecundación de la hembra (bolsa copula troducido más o menos activamente por el
triz en Nematodos estrongílidos, figuras 1 y mismo parásito (el bacilo pestoso, por la
2, canal ginecóforo en Tremátodos esquis picadura de pulgas; el hematozoario del
tosómidos, figura 3). paludismo, por la de los mosquitos anofe-
Las enormes pérdidas sufridas en su proge- les), e «infecciosa indirecta» cuando la en-
nie son compensadas mediante otros me- trada, en el organismo, de estos agentes
canismos: enorme desarrollo y capacidad patógenos es facilitada por la existencia de
prol ifera tiva de los ov arios (unos lesiones traumáticas causadas por los pará-
60.000.000 de huevos puestos anualmente sitos.
por un ascárido hembra, fig. 6; repetición Finalmente, los parásitos pueden afectar de
seriada de los órganos genitales: estróbilo manera indirecta a sus huéspedes al provo-
de los Cestodos, fig. 5); multiplicación ve- car en ellos una disminución de la resisten-
getativa de las formas larvarias, originándo- cia frente a la acción patógena provocada
se potencialmente numerosísimas formas por la intervención de otros agentes infec-
adultas a partir de un solo huevo (larvas de ciosos: parásitos, bacterias o virus.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
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Adaptaciones I
Adaptaciones I
repro ducto ras H llliiH

Fig. 1'. Bolsa copu latriz de Fig. 2. Syngamus trachea (Estrongílido):


trachea (Estrongílido):
un d de Estrongílido. d y 9 en cópula permanente.

Fig. 3. Esquistosomas: hembra en el canal ginecóforo del macho.

Fig. 4. Corte de un quiste hidatídico.

Repetición seriada de
órganos
órganos sexuales

Fig. 6 . As
.  Asca
caris
ris lum brico
br ico ides.
id es.
(Desarrollo ovárico uterino).
uterino).

LOS PARÁSITOS ANIMALES


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Generalidades
Generalidades

Tipos de animales parásitos cuando se encuentran en la sangre; entero


 parásit
 par ásitos,
os,   si están en el tubo digestivo; hepa
a) Por su dependencia de la vida parasitaria toparásitos, 
toparásitos,  si habitan en el hígado; etc.
El parasitismo es un fenómeno biológico c) Por su ciclo biológico
multiforme, en el que la dependencia más o
menos estricta de la vida parasitaria permite Son monoxenos cuando
monoxenos cuando completan su evolu-
establecer las siguientes categorías parasita- ción en un solo huésped, aunque puedan
rias: permanecer en el medio ambiente en forma
Parásitos facultativos. — Animales para los enquistada (amibas) (fig. 1), de huevo (Asca
que la vida parasitaria no es ineludible, no ris lumbricoides) o  o  en estado larvario libre
obstante adaptarse a ella con la misma facili- (Ancylostoma duodenalef  (fig.   (fig. 2).
dad que a la vida libre. Podemos señalar en- Son heteroxenos, 
heteroxenos,   si precisan más de un
tre ellos las Lucilia, 
Lucilia,  moscas verdes de la car- huésped para completarla; en este caso es
ne, cuyas larvas se desarrollan tanto en las denominado huésped definitivo
definitivo el  el que alber-
carroñas como en los tejidos de animales vi- ga la forma adulta o sexuada; huésped inter-
vos, siendo causa de unas afecciones parasi- mediario, 
mediario,   el que sirve de alojamiento a las
tarias conocidas con el nombre de «miasis». formas larvarias o asexuadas del parásito.
Parásitos obligados.—
obligados.— Animales parásitos Los segundos se denominan diheteroxenos
propiamente dichos, para los cuales es inelu- cuando precisan tan sólo un huésped inter-
dible la vida parasitaria, por lo menos en al- mediario, además del definitivo; ejemplo, la
guna fase de su ciclo vital. Reciben el nom- Taenia saginata 
saginata  (fig. 3), (h. i., el buey; h. d.,
bre de  pa
 p a rá sito
si to s tem
te m p o ra les
le s  los parásitos el hombre). Se llaman  po  p o lih
li h e to ro xe n o s, si
obligados que sólo establecen contacto con necesitan dos o más diferentes; ejemplo, el
el huésped durante el tiempo necesario para botriocéfalo (fig. 5) (h. i. 1.°: un copépodo;
su nutrición; de este grupo son las chinches, h. i. 2 ° :   un pez; h. d: el hombre).
las pulgas, etc. La penetración es «pasiva» cuando en su en-
Se denominan  pa  p a rá sito
si to s e st a c io n a rio
ri o s   los trada en el huésped, generalmente por vía
obligados que permanecen en el huésped bucal, no interviene voluntariamente el pa-
durante un período prolongado de su vida, rásito (figs. 1, 3 y 5). Es «activa» cuando el
que puede cubrir la totalidad de su ciclo bio- parásito gana acceso al organismo del hués-
lógico. Cuando son parásitos en algunas de ped por su propio esfuerzo (figs. 2 y 4).
sus fases evolutivas, y libres en las otras, se Igual ocurre cuando intervienen huéspedes
conocen como  parásitos
 pará sitos estaci
est aciona
onarios
rios peri
pe rió-ó- intermediarios. Sólo es «activa» cuando és-
dicos; entre
dicos;  entre ellos pueden citarse los Éstridos, tos, denominados en este caso «vectores»,
dípteros parásitos tan sólo en su fase larvaria, introducen de por sí el parásito en el hués-
y el  Ancylo
 Anc ylosto
stoma
ma duode
du odenalnale,e,   nematodo que ped definitivo.
lo es únicamente cuando adulto. Cuando se
encuentran en algún huésped durante todo d) Por su especificidad
su desarrollo, se llaman  parásito  pará sitoss estaci
est aciona
ona--
rios permanentes; la Taenia saginata, o solita- o solita- Son estenoxenos los
estenoxenos  los parásitos que, en alguna
ria inerme, pertenece a esta categoría. de sus fases evolutivas, presentan una espe-
cificidad estricta para el huésped correspon-
b) Por su localización en el huésped diente; los hematozoarios del paludismo hu-
mano son estenoxenos durante su fase ase-
De acuerdo con su localización o hábitat en xuada o esquizogónica, en la que son pará-
el organismo del huésped, los parásitos pue- sitos exclusivamente del hombre.
den dividirse en: Son eurixenos, 
eurixenos,  si su especificidad es muy
Ectoparásitos. — O parásitos externos, cuan- débil y pueden alojarse en muy variados ti-
do viven sobre la piel o las branquias del pos de huéspedes; la tenia equinococo, en
huésped; son ejemplos de este tipo las chin- su fase de larva o «hidátide», parasita al
ches y los piojos, muchos Monogénidos; etc.
Monogénidos; etc. hombre, bovinos, ovinos, équidos, suidos,
Endoparásitos.—
Endoparásitos. — O parásitos internos, si se etc.
localizan en las cavidades internas, en los Son oligoxenos 
oligoxenos  cuando su especificidad es
tejidos o dentro de las células. Son endopa- de un grado intermedio; la tenia antes citada
rásitos típicos: los gusanos intestinales; los lo es durante su fase adulta o intestinal, for-
hematozoarios causantes del paludismo: etc. ma que sólo se halla en carnívoros (perro,
Otros subgrupos pueden indicar el órgano lobo, zorro, chacal, etc.), especies distintas
parasitado: así, se denominan hemoparásitos pero, con todo, próximas entre sí.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
lo
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Ciclos biológicos
Ciclos biológicos
de los animales parásitos

Desenqu
Desen qu i stamiento

Fig. 1. Entamoeba


coli. 
coli.  Monoxeno.
Penetración pasiva.

Quiste
Maduración del quiste Amibas intestinales'
Amiba intestinal
Penetración por la piel.

Migración 'flemática
'flemática
y pulmonar
Fig. 2.  A n cy lo st o m a
duodenale. Monoxeno.
duodenale.  Monoxeno.
Penetración activa.

Huevo
Gusano adulto intestinal Formación y eclosión
eclosi ón de la 1*
1* larva ^ muda larvaria 2a muda larvaria

Cisticerco
Cistic erco enquistadc
enquistadc
en los músculos 7
Ingestión de carne
.con cisticercos
cisticercos
Fig. 3. Taenia sagina
ta. 
ta.  Diheteroxéno. Liberación del embrión
exacanto en el intestino
Transmisión pasiva. del buey

Anillos grávidos Dispersión de los huevos


en los vegetales
Vaso hemático
Trompa

Fig. 4. Wuchéreria


bancrofti (filaría
bancrofti (filaría de
Labio inferior Bancroft).
vdullo en los vasos linfáticos Evolución larvaria en los músculos Diheteroxeno. Trans-
torácicos del mosquito
mosquito misión activa.

larvas plerocercoides de peces infestado'!;

Huevo
Fig. 5. Diphyllobo
thrium (botriocéfalo).
Poliheteroxeno. Paso a larva plerocercoide en peces
Transmisión pasiva. Coracidio libre

Paso a larva procercoide en Cyclops


Cestodo adulto

LOS PARASITAS ANIMALES


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Generalidades
Generalidades

Extensión del parasitismo contiene una representación parasitaria rela-


en el reino animal tivamente escasa.
En los  Asquelmintos  el cuadro es semejante;
Los animales parásitos constituyen un grupo  junto con los Córdidos  y los  Acantocéfalos
de categoría exclusivamente bioecológica, en cuyas especies son parásitas en su totalidad,
ningún modo sistemático. Les caracteriza su agrúpase otra Clase, la de los Nematodos, en
peculiar modo de vida y no su organización, la que las especies libres superan en número
si bien ya hemos visto que ésta puede estar a las de vida parasitaria.
modificada secundariamente por adaptación En cuanto a los restantes grupos de Protosto-
a la vida parasitaria. mas vermiformes no metamerizados, sólo
El parasitismo, como fenómeno biológico, es- hay algunas formas parásitas entre los Ne
tá ampliamente extendido en los animales, mertinos y los Rotíferos.
pero la distribución de las formas parásitas Los Anélidos, o gusanos metaméricos presen-
varía de modo considerable dentro de los tan la totalidad de sus formas con vida pará-
distintos grupos taxonómicos. sita en la Clase de los Mizostómidos,  parási-
Todos los grupos de los Protozoos  incluyen tas en su gran mayoría en los Hirudínidos,
especies parásitas, aunque el parasitismo es mientras que el parasitismo es muy raro en
norma absoluta en sólo tres de ellos:  Api las de los Poliquetos y Oligoquetos.
complexa, Mixozoos y Microsporos.  En los La vida parasitaria está ausente entre los Teo-
tres grupos restantes, Flagelados,  las especies taculados (Briozoos y Braquiópodos),  y den-
de vida libre sobrepasan largamente a las pa- tro de los Moluscos  sólo se observa entre las
rásitas. Clases de los Gasterópodos y los Lamelibran-
Dentro de los Metazoos radiados  faltan por quios.
completo las formas parásitas entre los Porí  Artrópodos  parcialmente adaptados a la vida
feros o Espongiarios, son muy raras en los parásita los tenemos en las Clases de los
Celenterados o Cnidarios  (algunas narcome Crustáceos, Arácnidos e Insectos,  siendo las
dusas de Hidroideo)  y sólo son conocidas Clases restantes de vida libre. Relacionados
por una especie en los Ctenóforos. con los Artrópodos podemos señalar los Pen
Los Metazoos bilaterales protostomas tienen tastómidos,  grupo del que sólo se conocen
numerosos grupos con especies parásitas más formas parásitas.
o menos extensamente representadas en Entre los Metazoos bilaterales deuterostomas,
ellos. conjunto que comprende los Equinodermos y 
Platelmintos  exclusivamente constituidos por los Cordados,  amén de otros grupos meno-
especies parásitas, lo son los de las Clases de res, es curioso señalar la carencia, práctica-
los Monogéríidos, Tremátodos y Cestodos; mente absoluta, de representantes de vida
otra Clase de este grupo, la de los Tubelarios, parasitaria.

(Viene de lámina B/3) laazar», siendo la fiebre, esplenomegalia y


anemia los síntomas mas sobresalientes de
Cuando los diminutos flebótomos pican a un esta afección visceral, actualmente en franca
sujeto enfermo, los amastigotas pasan, en su expansión.
faringe, al estadio móvil de promastigotas Leishmaniosis viscerales graves son causadas
(fig. 7), y allí se multiplican activamente has- en América del Sur por L. chagasi, y en Asia,
ta bloquear esta porción de su tubo digestivo. India y China principalmente, por L. donova
Al picar a otro individuo, la sangre es regur- ni.  Otras especies de Leishmania, L. Trópica
gitada, arrastrando los promastigotas que, en- y L. major, son agentes de afecciones cutáne-
globados por las células fagocitarias, inicia- as en Asia, muy frecuentes en el próximo
rán la invasión del nuevo huésped definitivo. Oriente.
Leishmanis infantum,  de la que el perro es el Bajo el nombre de L. brasiliensia  se agrupa
reservorio en el mar Mediterráneo occiden- un complejo de especies o subespecies res-
tal, causa en el hombre una afección cutánea ponsables de las denominadas Leishmaniosis
leve conocida como «botón de oriente» y cutáneomucosas, afecciones graves y defor-
también puede originar, sobre todo en niños, mantes extendidas por amplias zonas suda-
una grave forma visceral conocida como «ka mericanas.

I ATLAS DE PARASITOLOGÍA
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Extensión del parasitismo


en el reino animal
Extensión del parasitismo
en el reino animal

M ¿imite
(Arácnidos

Aves
Pentastómidoi

¡¿tTclC Merostc

Miriápodos

"Ciclóstomos

ifópodos
Cetálocordados
EnteroDmpstos

Briozoos
Tunicados

ptiuroideos
Poliplacóforos
Braciuióoodos

Rotíferos^
Equinoideos11

Nematodos

'Asteroideos
irokieos

[ L A TE R A L ES D E U T E R O S T O M A S

¿c itozo os

% H i r ud í n id o s

Antozoos
arios

Misostómitios

Nemertinos
Hidrozoos   Moncgmickjs

Tremátodos
RADIADOS
B IL A T ER A L ES P R O K B T O M A S

Rizópodos  jo ro s
Cilióforos
Apicompl;

PROTOZOOS " Flagelados

Se indican, en rojo, los grupos cuyqs representantes son todos parásitos; en violeta, los que MJIU 1U SUN UI Id l

gris azulado, los que carecen de parasitismo.

LOS PARÁSITtjfS AN IMA LES


13
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Protozoos
Protozoos
LOS PROTOZOOS PARÁSITOS El hombre adquiere la infección como con-
Rizópodos secuencia de la ingestión de quistes madu-
ros contenidos en el agua o en alimentos
LOS AMÉBIDOS (verduras, etc.) que han sufrido una conta-
minación fecal. Estos quistes son eliminados
Su cuerpo está formado por una diminuta con las heces, formes o pastosas, de los su-
masa citoplasmática que engloba uno o más  jetos parasitados, muchas veces aparente-
núcleos de estructura vesiculosa. Además mente sanos.
de esta forma trofozoica,  que se mueve y Una vez en el intestino, la acción de la trip-
alimenta gracias a la emisión de seudópo sina provoca el desenquistamiento y libera-
dos, presentan otra fase, la quística,  estadio ción de los trofozoítos metaquísticos. Arras-
quiescente cuya cubierta, relativamente trados por el fiujo intestinal alcanzan el in-
gruesa, permite su supervivencia frente a testino grueso, en cuya luz se multiplican
condiciones ambientales adversas. como trofozoítos de la forma minuta, libe-
rando de cuando en cuando formas quísti
LAS AMIBAS PARÁSITAS HUMANAS cas, únicas que salen al exterior con las he-
«Entamoeba histolytica» ces formes.
La amiba disentérica o histolítica (figs. 1 a El paso de la forma minuta a la tisular o he-
4) es la ún ica especie patógena entre las matófaga es el que originará la aparición de
que alberga el hombre. Durante su ciclo la disentería amibiana, de carácter leve o
evolutivo pasa por los estadios siguientes: severo, según la gravedad de las lesiones,
Trofozoíto, estadio móvil y trófico, en que virulencia del parásito y resistencia del
se multiplica por división binaria. La «forma huésped.
minuta» o de la luz intestinal, de unas 11 a Aparte su parasitismo intestinal, las amibas
15 p de diámetro, se distingue: por su nú- de las úlceras entéricas pueden ser arrastra-
cleo vesiculoso, que posee un pequeño ca das por la corriente sanguínea a otros órga-
riosoma central y una capa periférica de fi- nos, provocando, por estas metástasis, la
nos granulos cromatínicos; por una neta dis- aparición de graves abscesos amibianos,
tinción ectoendoplasmática, y por la forma principalmente hepáticos y pulmonares.
rápida, explosiva, con que emite sus seudó
podos. Mediante la liberación de enzimas Otras amibas parásitas intestinales
proteolíticas lisan las células epiteliales del Otras especies, no patógenas (fig. 5), habi-
intestino grueso y penetran activamente en tan el intestino humano: Entamoeba coli, la
su pared, donde se convierten en «formas t¡ más semejante a la histolítica, pero no he-
sulares» de mayor tamaño, hasta 30 p, que matófaga, y con quistes octonucleados: En
se nutren fagocitando los glóbulos rojos, los dolimax nana,  de pequeñas dimensiones y
cuales aparecen englobados en el citoplas- con quistes ovales y tetranucleados; loda
ma del trofozoíto. En cada lesión así produ- moeba bütschlii,  característica por la gran
cida se establece una colonia, que continúa vacuola yodófila de sus quistes mononucle
su proceso destructivo y origina úlceras san- ados; Dientamoeba fragilis,  con formas ex-
grantes, dilatadas en su parte profunda. clusivamente trofozoicas, se considera ac-
Quiste, forma inmóvil y esferoidal, de 8 a tualmente como un flagelado.
20 p de diámetro, de cubierta relativamente
gruesa y citoplasma condensado. En su inte- Amibas parásitas facultativas
rior, el núcleo sufre dos divisiones sucesivas, Algunas amibas de vida libre y que prospe-
poseyendo cuatro núcleos los quistes madu- ran en aguas cálidas pueden comportarse
ros; en su citoplasma, es frecuente la pre- como parásitos facultativos. Naegleria flo
sencia de unos cuerpos cromidiales. bacili- weri, que además de formas ameboides pre-
formes y de extremos romos, tenidos por senta formas biflageladas, puede invadir el
sustancias de reserva. organismo humano por vía nasal y, siguien-
do los nervios olfatorios, llegar al cerebro y
Disentería amibiana causar graves meningoencefalitis de curso
Es la afección intestinal causada por el para- casi siempre fatal. Otras especies, pertene-
sitismo hístico de E. histolytica  y caracteri- cientes al género  Acanthamoeba (A. caste
zada por frecuentes y dolorosas evacuacio- llani,  etc.), y de carácter menos virulento,
nes de heces diarreicas. mucososanguino pueden también afectar al sistema nervioso
lentas, en las que se descubren las formas central, o bien causar afecciones de la cór-
trofozoicas hematófagas del parásito. nea ocular, vías respiratorias, etc.
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Rizópodos.
Rmébidos parásitos del hombre
Rizópodos.
Rmébidos parásitos del hombre

Fprma lisular

Quiste maduro
Tinción con hematoxilina férrica.

Fig. 1. Entamoeba histolytica.

Fig. 2. Trofocito de E. histolyíica ado- Fig. 3. Com ienz o de la lesión. p¡g, 4 .. Lesión ya desarrollada en forma
sado a las células de la mucosa intesti- de "matraz invertido". (Ampliación me-
nal. nor que las anteriores).

Trofozoíto

Trofozoíto

Quiste
Dientamoeba fragilis

Endolimax nana
Quiste

lodamoeha butscbUi

Fig. 5. Otras amibas parásitas del intestino humano (tinción con hematoxilina férrica).

PROTOZOOS
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Protozoos
Protozoos

Flagelados o mastigóforos Dientamoeba fragilis  (véase lám. B/ 1), espe-


Protozoos caracterizados por la presencia cie frecuente y potencialmente patógena pa-
constante de flagelos durante su fase trofozoi ra el hombre, es considerada actualmente
ca. Muchos se han adaptado con éxito a la vi- como un Tricomonádido con gran reduc-
da parásita, y en los animales existen numero- ción de las estructuras quinéticas propias
sas formas parásitas de su tubo digestivo y ví- del grupo. Como ocurre con Histomonas
as genitales, junto a otras especializadas en el meleagridis  (véase más adelante), existen
parasitismo hemático extra o intracelular. fundadas razones para admitir que sus for-
mas trofozoicas podrían ser vehiculadas de
LOS FLAGELADOS PARÁSITOS un sujeto a otro por los huevos de la lom-
INTESTINALES briz intestinal pequeña, o Enterobius vermi
cularis  (véase lám. D/2)
«Giardia intestinalis»
Es el único flagelado (fig. 1) que habita en el LOS FLAGELADOS PARÁSITOS ATRIALES
intestino delgado del hombre, en su tramo
duodenal. El trofozoíto, piriforme y convexo Trichomonas tenax,  más pequeño que el del
dorsalmente, es binucleado y tiene una de- intestino grueso, habita en la cavidad bucal,
presión ventral, con la cual puede adherirse a con mayor frecuencia en los sujetos afectos
las células de la mucosa intestinal. Sus ocho de piorrea.
flagelos le permiten desplazarse activamente, Trichomonas vaginalis  (fig. 2) es frecuente en
siendo fáciles de reconocer al microscopio, las vías genitales de la mujer, fundamental-
aun observadas en vivo, cuando aparecen de mente en la vagina; en el hombre se localiza
perfil durante sus desplazamientos. Como la en la uretra y la glándula prostática. Su presen-
gran mayoría de Flagelados intestinales, po- cia en la vagina está asociada, con frecuencia,
see formas quísticas, ovales y tetranucleadas, a la existencia de vaginitis con descargas de un
encargadas de pasar la infección de un sujeto flujo característico, de aspecto blanco cremoso
a otro cuando son ingeridas con el agua o y carácter ácido. Por carecer de formas quísti-
alimentos contaminados. Presentes en gran cas, sólo es posible el contagio directo.
número, pueden llegar a cubrir amplias áreas
de la mucosa, con lo cual interfieren las fun- FLAGELADOS DE LOS ANIMALES
ciones de absorción, fundamentalmente la de DOMÉSTICOS
las grasas, y es muy probable que la de las vi-
taminas liposolubles. Apenas existe un animal doméstico que no
La mayoría de las infecciones son asintomáti posea una especie propia de  giardia.  Otros
cas, pero en invasiones muy intensas pueden Flagelados parecidos a éstos, las Hexamita,
provocar diarreas recurrentes con gran canti- de cuerpo alargado y sin la depresión vento
dad de grasa y mucosidad amarillenta en las siforme ventral, son frecuentes en algunos;
deposiciones, en las que se ven «nadar» activa- Hexamita meleagridis  (fig. 2), por ejemplo,
mente los parásitos. Como ocurre con los otros causa graves diarreas en los pavipollos o po
Protozoos intestinales, las formas quísticas, eli- lluelos del pavo común.
minadas de modo intermitente, son las únicas Algunas especies de Tricomonádidos  causan
que aparecen en las deposiciones formes. afecciones graves en ellos. Tr. foetus,  respon-
Entre los parásitos del intestino grueso pode- sable de una enfermedad venérea del ganado
mos citar los siguientes: Chilomastix mesnilü bovino, es causa frecuente de esterilidad y
(fig. 2), de aspecto piriforme, que se desplaza abortos. Tr. gallinae,  parásito faríngeo y eso-
mediante tres largos flagelos dirigidos ante- fágico de la paloma y la gallina, puede oca-
riormente y que posee una especie de boca, sionar una afección fatal para los pichones y
el citostoma, rodeada de unas características polluelos.
formaciones labiales. Sus quistes, piriformes, Entre los Tricomonádidos con estructuras qui-
conservan el núcleo y las estructuras labiales néticas reducidas, puede citarse Histomonas
citadas. meleagridis  (fig. 3), parásito cecal y hepático
Pentatrichomonas hominis  (fig. 2) tiene el del pavo común y agente causal de una ente
cuerpo retorzado por un eje de sostén, el rohepatitis grave (fig. 4). A falta de formas
axostilo, que lo atraviesa longitudinalmente; quísticas que aseguren su transmisión, diríase
además de los flagelos anteriores, es caracte- que el parásito ha elegido un curioso vehícu-
rística la existencia de otro flagelo a lo largo lo para conseguirla, y así pasa de un animal a
del cuerpo y que forma el borde de una otro dentro de los huevos de Heterakis galli
membrana ondulante, fácilmente perceptible nae,  nematodo parásito de los ciegos de la
cuando se observa el parásito de perfil. mencionada gallinácea.
At l a s de p a r a s i to lo g ía
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Flagelados intestinales
Flagelados intestinales
 y atrial es

Trotozoíto de frente

Un aspirado de un sondaje duodenal (en fresco). Clardias adosadas a las células del epitelio
Intestinal

Fig. 1. Ciardia intestinalis.

Chilomastix mesnilii
Trichomonas vaginalis Hexamita meleagridis

Fig. 2. Otros Polimastiginos. (Hematoxilina).

PROTOZOOS
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Protozoos
Protozoos

LOS FLAGELADOS PARÁSITOS glios linfáticos y el bazo. Más tarde comienza


HEMOTISULARES la invasión del sistema nervioso, o período
meningoencefalítico, y llega el período final
Pertenecen todos a la Familia de los Tripano de la enfermedad con la aparición de temblo-
sómidos. Flagelados exclusivamente parásitos res en la lengua y los dedos, dificultades en el
y diheteroxenos que presentan un gran poli habla y la deglución, y laxitud y apatía,
formismo en su evolución. Durante su ciclo acompañadas de confusión mental; todo ello
vital, pasan por dos o más de los siguientes conduce a una emaciación intensa y a un le-
estadios evolutivos (fig. 1): targo invencible que termina con la muerte.
Forma tripomastigota,  extracelulares fusifor-
mes, con un flagelo que nace de un kineto Otros Tripanosomas
plasto posnuclear y que forma el borde de Trypanosoma cruzi  (fig. 4) es el causante de la
una membrana ondulante. «enfermedad de Chagas» o tripanosomiasis
Forma epimastigota,  también extracelulares y americana. Su transmisión se realiza por medio
provistas de membrana ondulante, limitada, de los triatomas (fig. 3), Hemípteros alados y de
ésta, a la región prenuclear. gran talla que se infectan al chupar la sangre
Forma  promastigota,  extracelulares como las del enfecrmo. Como tienen el hábito de defe-
anteriores y con el flagelo libre, sin forma- car mientras se alimentan, las formas metacícli
ción de membrana ondulante. cas del parásito, depositadas con las defecacio-
Forma amastigota,  intracelulares ovoideas y nes cerca de la picadura, ganan, a través de és-
sin flagelo libre. ta, fácil acceso al interior del organismo.
A diferencia de otros tripanosomas, no se
LOS TRIPANOSOMAS multiplica durante su fase tripamastigota Fle-
mática, en la que los parásitos se distinguen
«Trypanosoma gambiense» y «T. rhodesiense» por sus afilados extremos, voluminoso kine-
Son los causantes de la enfermedad del sue- toplasto y membrana ondulante apenas ple-
ño o tripanosomiasis africana. Tienen su área gada. Su multiplicación sólo se efectúa en la
de distribución limitada a la de sus vectores, fase amastigota en el interior de las células,
las glosinas o moscas tsetsé, o sea la franja especialmente en el corazón. La muerte suele
ecuatorial comprendida entre 20° lat. N y S. ser por fallo cardíaco, consecuencia de la in-
Los tripomastigotas (fig. 2) únicas formas pa- vasión parasitaria del miocardio.
rásitas en el hombre, tienen de 15 a 30 p de Tr. brucei,  transmitido por glosinas, causa en
largo, pequeño kinetoplasto y membrana on- África una grave enfermedad del ganado de-
dulante muy plegada. Según el período en nominada nagana. Tr. equinum,  vehiculado
que se halla la enfermedad, se encuentran en por tabánidos, es agente etiológico del mal
la sangre, ganglios linfáticos y bazo, o en el de caderas en los équidos sudamericanos. Tr.
sistema nervioso central. equiperdum  es el agente causal de la durina
Realizan la transmisión activa de los parásitos o sífilis caballar   y pasa de un animal a otro
las moscas del género Glosslna,  que los toman en el coito.
de la sangre del hombre enfermo, o de animales
salvajes (antílopes), los cuales actúan como re- LAS LEISHMANIAS
servónos. En las moscas (fig. 5), los tripomastigo-
tas primero se reproducen por división longitu- Su paso al parasitismo intracelular se refleja
dinal en el intestino medio, más tarde se dirigen en la desaparición del flagelo, que sólo con-
a sus glándulas salivares y allí pasan a formas servan en la luz del tubo digestivo de sus
epimastigotas, que vuelven a multiplicarse acti- vectores los Phlebotomus o «beatillas».
vamente; después, a medida que se dirigen ha- Las formas amastigotas (fig. 6), organismos de
cia la trompa vuelven a transformarse en formas forma oval y 3 o 4 p de largo, son las únicas
tripomastigotas cortas, las llamadas «formas me que se encuentran en el hombre. En su orga-
tacíclicas», que las glosinas introducen junto nismo viven dentro de las células del sistema
con su saliva al picar a nuevos individuos. retículoendotelial, en cuyo citoplasma se mul-
tiplican activamente por división binaria; la
La enfermedad del sueño multiplicación continúa hasta que las células,
Cuando la mosca introduce los tripomastigo- repletas de parásitos, estallan y los amastigotas
tas metacíclicos, éstos llegan a la sangre y se liberados son englobados por otras células fa
multiplican en el plasma. Esta parasitemia va gocitarias, en las cuales reanudan el proceso,
acompañada de fiebre intermitente y cefalal- extendiendo así la invasión por el organismo.
gias, como también de erupciones dérmicas
eritematosas. Pronto son invadidos los gan- (Concluye en la lámina A/4)
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Flagelados
hemotisulares
Flagelados
hemotisulares

Forma Iripomastigota
Fig. 1. Formas evolutivas de Tripanosómidos.

Fig. 2 . Trypanosoma gambiense  en


un frotis de sangre. Fig. 4. Trypanosoma cruzi  en
F'g 3. Triatoma.
un frotis de sangre.

Fig. 6 . Leishm anias en un frotis hepático. fig . 7. Promastigotas de Leishmania  en
un cultivo.

PROTOZOOS
itf“
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Protozoos

Los apicomplexa el ciclo esporogónico.  Dos divisiones del z¡


Son protozoos exclusivamente parásitos y típi- goto dan origen a 4 esporoblastos (15), cada
camente intracelulares, caracterizados por la uno de los cuales se rodea de una cubierta in-
posesión de unos complejos orgánulos apica- dividual y se transforma en esporoquiste, en
les (fig. 1), sólo observables al microscopio cuyo interior el esporoblasto se dividirá para
electrónico, de los que se valen para penetrar formar 2 esporozoítos  (16). Este ooquiste ma-
en las células. Su ciclo biológico se caracteri- duro, con 4 esporoquistes de 2 esporozoítos
za por la alternancia de generaciones asexua- cada uno, constituye la forma infestante.
das, esquizogónicas,   destinadas a propagarse No existe un animal doméstico que carezca de
en el organismo del huésped, y otras sexuadas una o más especies coccidianas propias: E. stie
que finalizan en un ciclo esporogónico,  con- dae,  de los conductos biliares del conejo; £ fe
ducente a la formación de los esporozoítos, nella,  parásita de los ciegos de las gallinas; £
formas metacíclicas destinadas a lograr la in- bovis, de bovinos; £ faurei, del cordero; £ canis
vasión de nuevos huéspedes. y £ cati, en perros y gatos respectivamente, etc.
Los grupos de interés relevante se incluyen
dentro de los Coccidios —que agruparemos LAS ISOSPORAS
en Coccidios monoxenos, Coccidios heteroxe
nos y Hemosporidios— y de los Piroplasmeos. Las especies de este grupo se caracterizan por
sus ooquistes biesporoquistados, con 4 esporo-
LOS COCCIDIOS MONOXENOS zoítos por esporoquiste. Con un número de es-
pecies más reducido que el precedente, com-
Son parásitos típicos de células epiteliales del prende algunas propias de aves (I. gallinae) y
intestino u otros conductos y con evolución de mamíferos domésticos (/. suis,  del cerdo), y
directa. también una propia del hombre, I. belli, que si
bien parece ser poco frecuente, excepto en
LAS EIMERIAS países cálidos, ocasiona cuadros diarreicos se-
veros y persistentes en los sujetos parasitados.
Son responsables de importantes enfermeda-
des de aves y mamíferos domésticos. «CRYPTOSPORIDIUM»
Eimeria perforaos,  agente causal de una coc
cidiosis intestinal del conejo, puede servirnos Cryptosporidium  es un género de coccidios
para ¡lustrar el ciclo biológico general de es- cuyas especies son conocidas desde hace mu-
tos protozoos (fig. 3). chos años, si bien su papel patógeno no ha si-
La infección se adquiere por ingestión de oo do reconocido hasta época muy reciente. Dos
quistes  maduros (16). Los esporozoítos  son li- de estas especies, C. muris  y C.  parvum,  pro-
berados del ooquiste en el intestino (1), y pe- pias del ratón, pero consideradas como pará-
netran en las células epiteliales (2), en cuyo in- sitas potenciales de otros roedores y mamífe-
terior tienen lugar los ciclos esquizogónicos (2 ros muy diversos, el hombre entre ellos, son
a 7), que originan numerosos merozoítos  uni las aquí consideradas.
nucleados: éstos, después de abandonar las Sus ooquistes (fig. 2,a), de tan sólo 5 a 7 (i y
células en que se desarrollaron (7), penetrarán con 4 esporozoítos desnudos en su interior,
en otras células (2), en las que repetirán su ci- son infestantes al ser eliminados con las he-
clo multiplicativo, y así, a través de sucesivas ces, por serlo ya maduros.
generaciones asexuadas, extenderán la inva- El desarrollo asexual o esquizogónico, seme-
sión a amplias zonas de la mucosa intestinal.  jante al de otros coccidios, tiene lugar en la
Se inicia entonces el ciclo sexual o ciclo gamo zona superficial de las células epiteliales del
 gónico.  Los merozoítos,  al penetrar en nuevas intestino delgado y, a través de un ciclo ga
células se diferenciarán en elementos sexuados mogónico y formación de los correspondien-
inmaduros o gamontes  (8,8'); el núcleo de los tes gametos y zigotos, ofrece la particularidad
gamontes machos (8), se multiplica (9, 10), y da de originar dos tipos de ooquistes. Uno de
origen a numerosos gametos masculinos, o mi ellos de cubierta fina, es capaz de liberar sus
crogametos, flagelados (11); los gamontes hem- esporozoítos en la luz intestinal y, como con-
bras (8'), después de un notable crecimiento (9', secuencia de la invasión de nuevas células
10'), se transforman en macrogametos o game- epiteliales, dar origen, mediante un proceso
tos femeninos que, después de ser fecundados de autoinfestación endógena, a nuevas gene-
(11'), y rodearse de una cubierta resistente, ori- raciones asexuadas del parásito. Los del otro
ginarán los ooquistes o zigotos enquistados. tipo, de gruesa pared, son eliminados con las
Estos ooquistes son eliminados con las heces
(12), y llegan al suelo (13), donde tendrá lugar (Concluye en la lámina B/6)
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ñpicomplexa.
Coccidios monoxenos
ñpicomplexa.
Coccidios monoxenos

Fig. 1. Zoíto de un  Ap ico mple xa  mostrando sus estruc- Fig. 2. A, estructura del ooquiste de Cryptosporidium; B, ooquis
turas peculiares. C. conoide; Mcr. micronemas; R, Rop tes de Crystosporidium  teñidos con fucsina acida.
trias.

 jpecto de los ooquistes en las heces

Fig. 3. Ciclo biológico de la Eimeria perforans en el conejo.

PROTOZOOS
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Protozoos

LOS COCCIDIOS HETEROXENOS en tejidos muscular y nervioso (9 y 9'), y a cu-


ya pausada multiplicación deben su nombre
Incluimos aquí los coccidios de ciclo indirec- de bradizoítos (de bradys = lento).
to, cuya fase enteroepitelial tiene lugar exclu- Los animales huéspedes intermediarios, el
sivamente en el huésped definitivo y que fina- hombre entre ellos, en los que sólo tiene lugar
liza con la eliminación fecal de los ooquistes, el ciclo extraintestinal, se infectan a través de
en tanto que su parasitismo es siempre paraen 2 vías: comiendo carne infestada con quistes y
térico en el huésped intermediario. bradizoítos (910 y 1012), o por ingestión de
los ooquistes maduros de origen felino (710 y
«SARCOCYSTIS» 711) dispersados en el suelo y vegetales.
Además, y en tanto persiste la fase primaria,
Heteroxenos obligados, su ciclo biológico pre- aguda o proliferativa, de la infección, los acti-
cisa el concurso sucesivo de 2 huéspedes: un vos taquizoítos (11') presentes en una hembra
carnívoro (el h. definitivo), en el que transcu- gestante pueden pasar por vía placentaria al
rre la fase gamogónica del ciclo y que elimina feto que se desarrolla en su útero (11 '12').
ooquistes isosporoides ya maduros (fig. 1); y
un herbívoro, que se infecta al ingerir estos La Toxoplasmosis
ooquistes y en el que se desarrollarán las for- La infección humana, muy frecuente, es favore-
mas asexuadas dentro de unos quistes muscu- cida por el consumo de carnes poco cocidas y
lares (fig. 2) que encierran los zoítos (bradizoí- por la convivencia con gatos. Su frecuencia,
tos) infectivos para el carnívoro. que aumenta con la edad, puede alcanzar hasta
El hombre es huésped definitivo de 2 especies: un 5080 % o más en la población adulta. No
5. hominis y 5. suihominis,  de los que son in- obstante, la casi totalidad de estas toxoplasmo-
termediarios el buey y el cerdo, respectiva- sis adquiridas son asintomáticas, o cursan con
mente. Gatos y perros los son de S. porcifelis y síntomas muy ligeros (astenia, febrículas, infla-
5. ovicanis,  nombres que llevan implícitos los mación ganglionar, etc.). En algunos casos, y
de sus huéspedes. siempre en individuos con una enfermedad de
base, pueden presentarse toxoplasmosis graves.
«TOXOPLASMA GONDII» Las toxoplasmosis congénitas, que pueden
presentarse en 1 de cada 1.000 o 2.000 emba-
Es responsable de una zoonosis de amplia di- razos, son las manifestaciones más dramáticas
fusión mundial. T. gondii  se comporta como de esta protozoosis. Tienen su origen en una
heteroxeno facultativo, siendo el gato su hués- toxoplasmosis materna, por lo general asinto
ped definitivo, en tanto que como intermedia- mática, adquirida durante el embarazo. La
rios se incluyen numerosas especies de mamí- transmisión del toxoplasma de la madre al feto
feros, el hombre entre ellos, y de aves. tiene lugar a expensas de los taquizoítos (11'
12') y por lo tanto únicamente durante la fase
Ciclo evolutivo (fig. 3,1 12') segunda o proliferativa de la infección mater-
El gato se infecta al ingerir los ooquistes que él na, pudiendo ser causa de abortos espontáne-
mismo u otros gatos liminan (7) con los quistes os, o del nacimiento de niños con alteraciones
musculares de sus presas (ratones, por ej.) (1). somáticas graves (micro o macrocefalia, calci-
Al liberarse en su intestino los zoítos (esporo ficaciones cerebrales, lesiones oculares, etc.).
 zoítos  de ooquistes; bradizoítos  de quistes No es infrecuente que estas alteraciones estén
musculares) (2), sufrirán varios ciclos esquizo ausentes en el momento de nacer y que no
gónicos (3) en sus células epiteliales y segui- aparezcan hasta más tarde, pero el riesgo de
damente se iniciarán los procesos gamogóni que se presenten, a veces años después, es al-
cos (4 y 4') que concluirán con la formación to y las secuelas que dejan irreversibles.
de los oosquistes (5 y 6) que, después de ma- Dada la limitación del periodo en el que es po-
durar en el medio ambiente (6'7) encierran 2 sible la infección fetal, el peligro de una toxo-
esporoquistes tetraesporozoíticos. plasmosis congénita no existe cuando la madre
Además de este ciclo enteroepitelial, tiene lu- soporta una toxoplasmosis antigua o crónica
gar una diseminación y multiplicación rápida antes de producirse el embarazo. Estas contin-
del toxoplasma en diversos tipos celulares de gencias pueden ser conocidas, con anteriori-
tejidos extraintestinales (8), formas que por su dad a la concepción, mediante pruebas analíti-
rápido ritmo multiplicativo reciben el nombre cas que en algunos países, como ocurre en
de taquizoítos  (de tachys  = rápido). Con el in- Francia, han adquirido un carácter legal, y que
cremento de la respuesta ¡nmunitaria estas for- permiten prevenir esta afección congénita.
mas desaparecen, quedando tan sólo otras al-
bergadas por quistes,  localizados sobre todo (Concluye en la lámina C/V 
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Esporozoos. 1
Coccidios heteroxenos SUMI
Esporozoos. 1
Coccidios heteroxenos SUMI

     é
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Fig. 3. Cic li bioep¡dem¡ológ¡co de Toxoplasma gondii.


Protozoos

LOS HEMOSPORIDIOS un macrogameto único (11), mientras que en los


Son parásitos de la sangre de vertebrados. Su ci- masculinos se forman varios microgametos flage
clo vital, heteroxeno, se realiza en dos huéspe- liformes (11') La copulación de los gametos (12)
des: uno vertebrado, que alberga las formas evo- va seguida de la formación de un zigoto móvil,
lutivas asexuadas del parásito, y otro invertebra- denominado ooquineto (13). Éste atraviesa la pa-
do, generalmente un artrópodo, en el que se de- red gástrica del mosquito (14) y pasa a enquistar
sarrollan las sexuadas y las esporogónicas. se debajo de la túnica elástica envolvente trans-
formado en un ooquiste (5).
LOS PLASMÓDIDOS Comienza ahora el ciclo esporogónico (15 a 18).
Son hematozoarios parásitos de las aves roedo- En el ooquiste se suceden múltiples divisiones nu-
res, monos y del hombre. Las especies parásitas cleares (16), que originarán miles de esporozoítos.
humanas son: Plasmodium vivax   (fig. 2) y P/. El ooquiste maduro estalla (17), por lo cual estas
ovale,  causantes de las fiebres tercianas benig- formas quedan libres en la cavidad hemocélica
nas; Pl. falciparum,  de las tercianas malignas, y del mosquito; la mayoría se dirigen hacia las glán-
Pl. malariae, de las cuartanas. dulas salivales (18), desde donde, arrastrados por
Ciclo biológico (fig. 1).— Cuando el vector del la saliva, alcanzarán el organismo de un sujeto sa-
paludismo humano, la hembra de un mosquito no al ser éste picado por el mosquito infectado.
del género Anopheles, pica al hombre, le Inyecta
con su saliva los esporozoítos acantonados en sus El paludismo
glándulas salivales (18). Estas formas metacíclicas Es una enfermedad febril y de carácter anemi
pasan rápidamente por la sangre (1) y se dirigen zante, propia de climas cálidos y húmedos, con-
hacia el hígado, en cuyas células tiene efecto un diciones que favorecen la existencia de los vec-
proceso multiplicativo de tipo esqulzogónico (2 a tores de estos parásitos.
5) que, por realizarse fuera de la sangre, se cono- La enfermedad se inicia cuando han transcurrido
ce con el nombre de ciclo esquizogónico exoeri 2 a 4 semanas desde que sobrevino la picadura
trocítico. Los merozoítos resultantes adquieren un infectante. Los accesos febriles, espaciados 48 o
carácter hemotropo e invaden los glóbulos rojos 72 horas según la especie causante, coinciden
de la sangre (6), en los que se efectuará el ciclo con la culminación sincrónica de los ciclos es-
esquizogónico hemático  (6 a 9). Al penetrar en quizogónicos hemáticos y son consecuencia de
un glóbulo rojo, el parásito pasa a la fase de tro la liberación de substancias parasitarias en el
fozoíto,  que tiene forma de anillo cuando es jo- plasma sanguíneo.
ven (6) y que se desarrolla nutriéndose de la he- Las recidivaciones palúdicas  parecen tener su
moglobina, la cual se transforma en un pigmento, origen en nuevas invasiones hemáticas, a partir
que queda depositado en su citoplasma en forma de formas exoeritrocíticas hepáticas latentes, de-
granular (7). Transformado en esquizonte, co- nominadas hipnozoítos.
mienza a dividirse el núcleo del parásito (8) y los
esquizontes maduros (9) dan origen a varios me- LOS PlROPLASMEOS
rozoítos  entre los cuales quedan depositados los Son hemoparásitos altamente patógenos para los
gránulos de pigmento. Estos merozoítos van a in- animales domésticos y cuya vehiculación corre a
vadir nuevos hematíes, repitiéndose los ciclos cargo de los Ixódidos o garrapatas (véase lám.
asexuados y multiplicándose los parásitos de la G/3).
sangre en progresión geométrica. Babesia divergens,  parásita del ganado, y B. mi
Transcurridos varios ciclos esquizogónicos, se croti,  parásita de roedores, son parásitos ocasio-
inicia el ciclo gamogónico  (10 a 15). Los game nales en el hombre.
tocitos (10) no pueden continuar su evolución en Otros Piroplasmeos, incluidos en el género Thei
la sangre, en la cual sólo sobreviven unas dos se- leria, tienen también gran interés veterinario, co-
manas. Cuando el mosquito toma sangre de un mo T. annulata,  agente de la theileriosis bovina
enfermo, los gametocitos femeninos dan origen a mediterránea.

(Viene de la lámina B/4) cambio una acentuada virulencia en sujetos ¡n


deyecciones (fig. 2,b) y serán las formas infestan- munodeprimidos.
tes para los huéspedes receptivos. En estos casos (por ej. en sujetos afectados por
Este coccidio aporta un ejemplo típico de «pará- el SIDA, o síndrome de inmunodeficiencia ad-
sito oportunista», ya que en tanto que su acción quirida), en los que la infección puede extender-
patógena es limitada en sujetos bien nutridos y se a otros epitelios además del intestinal, y en
con sus defensas inalteradas, sin causar síntomas los que el proceso adquiere un carácter crónico,
o con éstos limitados a cuadros diarreicos usual con diarreas fluidas y muy copiosas, el pro-
mente leves y de corta duración, muestra en nóstico es muy grave.

j^ ^ H B |A S IT O L O G ÍA
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flpicomplexa.
Hemosporidios y piroplasmeos
flpicomplexa.
Hemosporidios y piroplasmeos

Fig. 2. Frotis de sangre con Plasmodium vivax. Fig. 3. Frotis de sangre con babesias.

PROTOZOOS
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Protozoos

Mixozoos Cilióforos
Parásitos obligados de vertebrados poiquilo Protozoos de organización compleja y típi-
termos (Peces) y de invertebrados, se carac- cos de las colecciones acuosas y con abun-
terizan por sus formas infestantes, unas espo- dante materia orgánica, pero con algunas es-
ras (fig. 1) protegidas por una cubierta bi o pecies adaptadas a la vida parasitaria.
plurivalvada y provistas de una o más cápsu- El nombre del Tipo alude a los cilios u órga-
las polares en uno o dos extremos, cada una nos locomotores que recubren más o menos
de ellas dotada de un filamento tubular en- completamente su cuerpo. Poseen citosto
rollado en espiral y desenvaginable. ma,  especie de orificio bucal celular que
Algunas especies tienen gran interés econó- permite la ingestión de partículas sólidas, in-
mico por los daños que pueden ocasionar en gestión que es auxiliada por las corrientes
las piscifactorías. Mixobolus pfeifferi  es el provocadas por los cilios peribucales, con
agente causal de la «peste de los barbos», frecuencia más desarrollados que los del res-
distinguiéndose los peces enfermos por las to del cuerpo, los cuales faltan en algunos
voluminosas masas tumorales, repletas de grupos. En su citoplasma se encuentran dos
esporas, que deforman su cuerpo (fig. 2). Mi o más núcleos: un macronúcleo,  de forma
 xo bulus cyprin i  lo es de la «viruela de las variable, estructura maciza y rector de las
carpas», enfermedad caracterizada por la funciones tróficas; uno o varios micronúcle
presencia de manchas cutáneas de color os,  de aspecto vesiculoso, que tienen a su
blanquecino y aspecto papuloso (fig. 3). A4f cargo las reproductoras. No sólo difieren de
 xosoma cerebralis lo es de la «tornada de los los restantes Protozoos por su peculiar dupli-
salmónidos». cidad nuclear, sino también por su particular
método de fecundación, que se efectúa por
Microsporos conjugación.
Grupo próximo al anterior y con especies Su capacidad de enquistarse, que favorece la
también exclusivamente parásitas, pero con supervivencia de las formas de vida libre
esporas (fig. 4) desprovistas de cubiertas val frente a las condiciones adversas del medio,
vadas y de cápsulas polares, aunque poseen permite también la invasión de los nuevos
también un tubo filiforme polar, arrollado al- huéspedes, ya que los quistes son las formas
rededor del núcleo, cuya evaginación facilita dotadas de capacidad infestante en todos los
el paso del esporoplasma a las células que Protozoos enteroparásitos.
parasitan. Balantidium coli  (fig. 5) es la especie más
Su interés reside en su capacidad patógena importante entre las parásitas. De gran tama-
frente a insectos útiles para el hombre: No- ño — hasta 80 p— y aspecto piriforme, se
sema bombicis  es el responsable de la «pe distingue fácilmente por la presencia de dos
brina» de las orugas de la mariposa de la se- vacuolas pulsátiles, un voluminoso macro-
da, que nacen ya infectadas de los huevos y núcleo reniforme y un pequeño micronúcleo
no llegan a formar sus capullos; N. apis lo es vesiculoso, alojado en la escotadura o con-
del «loque» o diarrea de las abejas. cavidad de aquél. Prácticamente inocuo pa-
Otras especies (algunas del género Guglea ra el cerdo, que es su huésped normal, su in-
por ej.) pueden causar epizootias en peces o vasión ulcerativa de la pared del colon hu-
cangrejos y, por lo tanto, son potencialmente mano puede ocasionar una disentería balan
peligrosas en piscicultura. tidiana de carácter grave.

(Viene de la lámina C/2) y del hombre (varios millones afectados) en


el oriente asiático. Diversas especies del gé-
tión de pescados crudos, los segundos hués- nero Echinostoma (E. illocanum, E. revolu
pedes intermediarios del parásito. tum, etc.)  y géneros próximos, parásitos en-
Opistorchis felineus,  especie próxima a la an- téricos de aves acuáticas, se han citado tam-
terior y con ciclo biológico semejante, es fre- bién como parásitos intestinales del hombre.
cuente en el gato y el hombre en Europa cen- Paragonimus westermani  es un parásito de
tral y oriental y en el Sur de Asia. los carnívoros y del hombre, que vive en
Fasciolopsis buski,  de hasta 7 cm de longi- quistes pulmonares, en los cuales se encuen-
tud, y con ciclo semejante al de la fasciola tran dos o más ejemplares del parásito, y las
(metacercarias enquistadas en plantas acuáti- cercarías de Crustáceos decápodos, fuente de
cas) es parásito intestinal frecuente del cerdo la infestación humana.

ATLAS DE PARASITOLOGÍA
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Míhozoos
B/7
Míhozoos,
microsporos y cilióforos B/7

Vista frontal

Núcleos

Núcleos

Vacuola
Fig. 2. Barbo con típicas lesiones tumorales de la "peste de los barbos".

Vista lateral

Fig. 1 Espora de Mixobolus pfeifferi


con dos cápsulas polares. Fig. 3. Carpa con las lesiones típicas de "viruela de las carpas'

vacuola

esporoplasma

núcleo

filamento polar

Fig. 4. A, espora deun Microspórido; B, célula intestinal de gusano de seda con esporas de Nosema b ombicis.

Fig. 5. Balantidium coli. En a, trofozoítos y quiste sin teñir; en b, teñidos por la hematoxilina.

PROTOZOOS
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Platelmintos
Platelmintos
LOS PLATELMINTOS PARÁSITOS ventosas anteriores, logrando avanzar con la
repetición de las citadas maniobras.
Los Platelmintos  (del griego  platys  = «ancho», Su desarrollo directo podemos verlo en Polys
helmins, genitivo inthos = «gusano») son gusa- tomum integerrimum  (figuras 3 a 5), parásito
nos generalmente hermafroditas, con simetría de la vejiga urinaria de la rana cuando adulto,
bilateral y cuerpo deprimido, sin metameriza cuyo ciclo biológico (fig. 6) muestra una nota-
ción. Su cavidad general se encuentra oblitera- ble correlación con el de su huésped.
da por un tejido mesenqulmatoso conjuntivo en Los huevos son eliminados a través de la cloa-
cuyo seno se hallan incluidos el tubo digestivo, ca y, una vez en el agua y en el transcurso de
ciego en aquellos que lo poseen, y los órganos unas semanas, se desarrolla en su interior un
genitales. Interesan las Clases siguientes: embrión ciliado, con un disco caudal armado
Monogénidos.— Casi siempre ectoparásitos, de 16 ganchitos dispuestos circularmente. Al
con el tegumento desnudo; órgano de fijación salir del huevo deben alcanzar la cámara bran-
constituido por un disco adhesivo caudal (el quial de un renacuajo; se fijan en sus bran-
opistohaptor)  provisto de ganchos, ventosas o quias y comienza el desarrollo, en su disco ad-
de ambos tipos de formaciones; ciegos intesti- hesivo, de las ventosas, que irán apareciendo
nales, simples o ramificados; ciclo vital simple dos a dos. Permanecen en la cámara branquial
(de donde el nombre de la clase). un par de meses, hasta que va a producirse la
Tremátodos.— Endoparásltos con tegumento metamorfosis del anfibio; cuando ésta llega a
desnudo; órganos de fijación constituidos ge- su fin, el parásito pasa a la cavidad bucal y si-
neralmente por dos ventosas, en una de las guiendo el tubo digestivo, llega finalmente a la
cuales, la anterior, suele abrirse el orificio bu- cloaca para pasar desde allí a la vejiga urina-
cal; tubo digestivo bifurcado y ciego; ciclo vi- ria; después de fijarse sobre las paredes de és-
tal complicado, con alternancia de generacio- ta, el parásito continúa su desarrollo, el cual
nes (Digénidos). no completa hasta el cabo de unos tres años.
Cestodos.— Endoparásitos con tegumento Gyrodactylus eiegans (fig. 1), cuyo opistohaptor
desnudo y cuerpo segmentado de un modo está únicamente provisto de ganchos, es parási-
peculiar (estrobilado); órgano fijador (el escó to branquial de peces ciprínidos de agua dulce
lex) situado apicalmente y provisto de variadas (carpas, etc.); en invasiones masivas puede inter-
formaciones adhesivas; aparato digestivo au- ferir los mecanismos respiratorios de sus huéspe-
sente; ciclo vital complicado. des, ocasionándoles la muerte por asfixia.
Existe un solo huevo uterino, que, por su esca-
Los Monogénidos so vitelo, se desarrollará intrauterinamente; es,
En su mayoría son ectoparásitos de Peces, en cu- por lo tanto, una especie vivípara, que da na-
yas branquias, aletas y escamas viven adheridos cimiento a individuos ya preadultos. Es muy
gracias a su opistohaptor; algunas especies curioso el hecho de que cuando el embrión se
muestran tendencia hacia el endoparasitismo y encuentra todavía en el útero tiene ya formado
viven en el tramo anterior del tubo digestivo y en en su interior el germen de un segundo em-
la vejiga urinaria de Peces, Anfibios y Reptiles. brión; éste puede contener ya un tercero, y el
Su fijación se realiza por medio del disco ad- tercero puede presentar incluso un cuarto ger-
hesivo caudal u opistohaptor, cuya cara ventral men en su interior (fig. 1, números I a IV).
está dotada de ganchos y ventosas, o de sólo Diplozoon paradoxum (fig. 2) es también pará-
uno de los tipos de formaciones citadas; ade- sito de las branquias de Ciprínidos. Es un caso
más existen ventosas anteriores más rudimen- sumamente curioso porque, ya en su estado lar-
tarias. Sus desplazamientos los realizan en for- vario, los individuos se unen íntimamente dos a
ma similar al modo que las sanguijuelas: el pa- dos, de modo que los adultos presentan sus
rásito fija sus ventosas cefálicas en la superficie cuerpos fusionados  y, al parecer, sólo pueden
del órgano parasitado y, después de despren- sobrevivir así apareados. Este estado de cópula
der el opistohaptor de su soporte, encorvan el permanente es uno de los ejemplos que pueden
cuerpo aproximando ambos extremos; fijan de ilustrar las adaptaciones sexuales al parasitismo,
nuevo el disco caudal y extienden el cuerpo cuando éstas tienen como fin asegurar la fertili-
hacia adelante, para fijarse otra vez con las zación de los óvulos.

(Viene de la lámina B/5) Esporozoos, y presente como comensal ino-


cuo en el árbol respiratorio del hombre y di-
versos animales, puede mostrar gran virulen-
Pneumocystis carini,  protozoo de afinidades cia y ser causa de una grave Neumocitosis en
inciertas pero al parecer relacionado con los sujetos inmunodeprimidos (SIDA, etc.).

ÁTLÁS DEPARASITOLOGÍA
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Monogénidos
Monogénidos

Fig. 1 Gyrodactylus
elegans.

Fig. 2. Diplozoon paradoxum, dos individuos fusionados

Fig. 5. Fases sucesivas del desarrollo del disco adhesivo caudal
(opistohaptor).

Fig. 4. Larva de Polystomum.

Fig. 3. Polystomum


¡ntegerrimum.

Fig. 6 Correlación entre los cic los biológico s del polistoma y de la rana.

PLATELMINTOS
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Platelmintos
Platelmintos

Los Tremátodos o Digénidos ciego intestinal simple; por un proceso análo-


Platelmintos endoparásitos y heteroxenos, de go al del esporocisto, pueden dar origen a una
ciclo biológico complejo, tienen, en su mayo- nueva generación de redias hijas  (6), lo cual
ría, un aspecto foliáceo. Poseen dos ventosas sólo ocurre en invierno, o a unas nuevas lar-
que actúan como órganos adhesivos, en una vas, las cercarías  (7), cuando este desarrollo
de las cuales, la anterior, suele abrirse el orifi- tiene efecto en verano.
cio bucal. Las cercarías, (8), provistas ya de dos ventosas
Su tubo digestivo termina en dos ramas intesti- y de un intestino bifurcado, poseen un apéndi-
nales ciegas, simples o con abundante ramifi- ce caudal gracias al cual pueden nadar activa-
cación secundaria. Hermafroditas, salvo algu- mente al abandonar el cuerpo del molusco,
nas excepciones, sus aparatos genitales están cosa que hacen, en su mayor parte, hacia fines
constituidos por un ovario único, de situación de verano y comienzos de otoño. Se dirigen
y forma variables (oval, lobulado, ramificado, entonces hacia la vegetación de las orillas, so-
etc.), y un número escaso de testículos, dos en bre la cual se enquistan transformadas en me
la mayoría de ellos, cuya forma y situación tacercarias  (9). pequeños cuerpos esféricos de
son asimismo diversos en las distintas espe- sólo 0,25 mm de diámetro.
cies; el útero tubular, comunica directamente Ingeridas con los pastos contaminados, se li-
con el exterior y su poro de puesta sirve a la beran de su cubierta quística al llegar al intes-
vez como vagina o poro genital femenino. tino (10); desde allí, y a través de la cavidad
Comprenden tres grupos: Distómiclos, Anfistó peritoneal, llegan al hígado, penetran en él y
midos y Esquistosómidos. se instalan en los graneles conductos biliares
(1), donde alcanzan la madurez sexual dos o
LOS DISTÓMIDOS O FASCIOLOIDEOS tres meses después.
Esta migración intraperitoneal de las formas
Se caracterizan por su hermafroditismo constante  juveniles podría explicar una posible infección
y la situación muy anterior de su ventosa ventral. intrauterina o prenatal de los huéspedes defi-
nitivos, ya que, atravesando la pared uterina
«Fasciola hepática»; su ciclo biológico de las hembras gestantes, llegan fácilmente al
Es un distoma de cuerpo foliáceo (figura 1) y de organismo del feto y a su glándula hepática.
2 a 5 cm de largo, que termina anteriormente
en una especie de prolongación troncocónica La distomatosis hepática
en cuyo ápice se sitúa la ventosa bucal. Los Es una afección parasitaria que ocasiona un
márgenes corporales presentan una coloración proceso crónico e inflamatorio del hígado,
más intensa, pardorojiza, causada por la sangre acompañado de trastornos digestivos y de la
y la bilis que llenan las ramificaciones laterales nutrición. Sus estragos son en especial mani-
de sus ciegos. Detrás de la ventosa ventral se fiestos en las ovejas, aunque el parásito ataca
aprecia una mancha rosetiforme, amarillopar- también frecuentemente al ganado bovino y
dusca, correspondiente al tubo uterino intensa- otros animales domésticos (cerdo, caballo), e
mente plegado y repleto de grandes huevos incluso al hombre, que lo adquiere como con-
ovales, operculados como en los restantes Dis secuencia de la ingestión de ensaladas de
tómidos, y aún no embrionados (fig. 3). plantas silvestres (berros, etc.) contaminadas
Los adultos (figs. 1, 2 y 4) son parásitos de los con las metacercanas.
conductos hepáticos o biliaresO) y los huevos
(3), puestos en ellos, llegan con la bilis al in- Otros Distómidos
testino a través del colédoco y salen al exterior Otro distómido frecuente en el ganado, co-
con las heces (2). Llegados al agua (3), se de- rrientemente asociado a la fasciola en su para-
sarrolla en su interior un embrión ciliado o mi sitismo hepático, es Dicrocoelium dendriti
racidio,  que eclosiona (4), haciendo saltar la cum  o «duela hepática menor», cuya evolu-
tapadera u opérculo. ción tiene efecto en caracoles terrestres (Heli
El miracidio (4') nada incansablemente hasta cella, etc.) y cuyas cercarías, después de aban-
encontrar un caracol huésped intermediario donar el molusco, son ingeridas por hormigas,
adecuado (Limnaea truncatula),  en el cual pe- en las cuales se enquistan, y que son las que
netra. Allí se desprende de su cubierta ciliada pasan el parásito al ganado cuando éste las
y se convierte en una larva sacciforme, el es traga junto con el forraje.
 porocisto  (5), en cuyo interior se forman unas Clonorchis sinensis  es el distoma hepáti-
agrupaciones celulares, llamadas manchas co del hombre en el Extremo Oriente,
germinativas (m.g.), que originarán un nuevo quien adquiere el parasitismo con la inges
tipo de larvas, denominadas redias  (r.). Estas
larvas (6 y 7)  poseen ya ventosa bucal y un (Concluye en la lámina B/7)
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
10
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Tremátodos.
Distómidos o fascíoloideos
Tremátodos.
Distómidos o fascíoloideos

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Platelmintos
Platelmintos

LOS ESQUISTOSÓMIDOS para ello su espolón apical perforador y las


secreciones histolíticas segregada por unas
Son Tremátodos que difieren de los Distómi glándulas especiales. Después de perder los
dos por comprender especies unisexuales cilios se transforman en esporocistos alarga-
con manifiesto dimorfismo sexual, y cuyos dos (6), que dan origen directamente a los
hábitat, morfología y caracteres bioevoluti esporocistos hijos  (7). Éstos emigran por el
vos son muy peculiares. cuerpo del molusco, fundamentalmente ha-
cia el hepatopáncreas o glándula digestiva;
El Esquistosoma hematobio: en su interior se forman las larvas finales o
su ciclo biológico metacíclicas, las furcocercarias,  llamadas así
Como los restantes Esquistosómidos, Schisto por su apéndice caudal ahorquillado (8), y
soma haematobium  ha perdido la forma fo- originadas en cantidades enormes, con fre-
liácea, típica de los Tremátodos, por adapta- cuencia en número no inferior a las 10.000,
ción a su hábitat vascular. a partir de un solo esporocisto.
El macho (fig. 1), de sólo 1 cm de largo y 1 Las furcocercarias abandonan el caracol y
mm de grueso, adquiere un aspecto cilindrá nadan activamente en el agua, realizando su
ceo, ocasionado por el enrollamiento ventral penetración a través de la piel (9). Siguen
de sus márgenes corporales: el mismo da lu- después los vasos sanguíneos y, por último,
gar a un canal ventral, que, desde el extremo se dirigen hacia los del sistema porta, en cu-
posterior, llega hasta' detras de la ventosa yas venas alcanzan la madurez sexual a las
ventral, y recibe el nombre de canal ginecó pocas semanas de haber penetrado.
foro,  porque en él se aloja la hembra hasta Schistosoma mansoni  es otra especie fre-
que, ya grávida, va a iniciar la ovideposi cuente en el hombre, en el cual habita en
ción. los plexos mesentéricos y cuyos huevos po-
La hembra, más fina que el macho y de una seen el espolón lateral (fig. 3).
longitud que duplica la de éste, es perfecta- Schistosoma japon icum  es otra especie im-
mente cilindrácea; instalada en el canal g¡ portante cuyos huevos, más pequeños, ova-
necóforo, es fácilmente fecundada sin nece- les y de espolón rudimentario, son puestos
sidad de que el macho disponga de órgano por las hembras en plexos sanguíneos del in-
copulador (fig. 1). testino delgado.
Machos y hembras viven en este estado de
cópula permanente en las venas del sistema Las esquistosomiasis o bilharziasis
porta. Al ir a iniciar la puesta, ellas abando- Reciben este nombre graves enfermedades
nan a los machos y fuerzan su entrada en los causadas por estos parásitos. Sch. haemato-
finos vasos sanguíneos de la pared de la veji- bium  ocasiona la bilharziasis vesical exten-
ga urinaria; en éstos van haciendo la puesta dida por el SO de Asia y gran parte de Afri-
de ios huevos, uno a uno, retrocediendo a ca, sobre todo por Egipto, donde, según, se
medida que lo realizan, para penetrar en calcula, lo albergan unos 10.000.000 de
otras venillas en las que repetirán el proceso. personas. Sch. mansoni  es el causante de la
Estos huevos son de gran tamaño, carentes bilharziasis intestinal,  que además de exten-
de opérculo y provistos de un agudo espolón derse por las zonas antes citadas, es frecuen-
polar, y presentan en su interior un embrión te en muchos de los países centro y surame
ya desarrollado (fig. 2).  Gracias a sus espolo- ricanos. Sch. japonicum  es el agente causal
nes, y también a las secreciones histolíticas de la bilharziasis arteriovenosa  en el lejano
eliminadas por el miracidio, que se difunden Oriente.
a través de la cáscara, atraviesan fácilmente En infecciones ligeras, la enfermedad puede
la pared de los vasos y de la vejiga urinaria y cursar asintomáticamente, siendo sólo nota-
caen en la luz de ésta (fig. 4, 3); así son eli- ble la aparición de un poco de sangre en la
minados al exterior durante la micción, orina o en las deposiciones. Con gran fre-
acompañada, al final, de la eliminación de cuencia, sin embargo, aparecen trastornos
un poco de sangre, que procede de lesiones de acentuada gravedad y los parásitos son
originadas por los huevos a su paso a través causa de intensas inflamaciones de las pare-
de los tejidos vesicales. des del intestino grueso y vejiga urinaria.
Al llegar al agua (4), el miracidio eclosiona Las furcocercarias de diversas especies de
al poco tiempo (5). Su vida es limitada, y pe- Esquistosómidos, y en particular las de géne-
rece a menos que encuentre caracoles pul ros que parasitan a aves acuáticas, pueden
monados acuáticos de los géneros Bulinus, ocasionar severas dermatitis cuando pene-
Physopsis,  etc., en los cuales penetra fre- tran accidentalmente a través de la piel hu-
cuentemente por los tentáculos, utilizando mana.
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Tremátodos.
Tremátodos.
Esquistosómidos ItodEJ

Fig. 2. Huevo de Schistosoma haematobium.

Fig.3. Huevo de Schistosoma M ansoni.

Fig. 4. Ciclo biológico de Schistosoma hae-


matobium.

PLATELMINTOS
,1 "
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Platelmintos
Platelmintos

Los Cestodos en situación ventral y dorsal. El estróbilo lle-


Son Platelmintos parásitos intestinales de ga a contar entre 3.000 y 4.000 proglótides,
Vertebrados, cuya estricta adaptación al pa- grávidos en sus dos terceras partes; estos ani-
rasitismo se manifiesta por la completa au- llos, de 4 a 8 mm de longitud y 12 a 15 mm
sencia de aparato digestivo. de anchura (fig. 3), se reconocen externa-
Un Cestodo adulto tiene su cuerpo cintifor mente por presentar en su cara ventral una
me formado por tres regiones: mancha rosetiforme y ambarina, que corres-
El escótex   está adaptado a la fijación del gu- ponde al tubo uterino replegado y repleto de
sano en la mucosa intestinal, bien mediante huevos.
la existencia de ventosas  musculosas, salien- Los adultos viven en el intestino delgado del
tes y cupul¡formes, bien mediante botrios, o hombre (fig. 5,1) y de algunos mamíferos
simples surcos suctoriales; con las ventosas piscívoros, tanto domésticos (gato, perro) co-
suele coexistir un órgano musculoso apical, mo salvajes (oso, foca, etc.). En el intestino
el róstelo,  que ayuda a la fijación con las co- humano puede llegar a una puesta diaria de
ronas de ganchitos que en él se implantan. 1.000.000 de huevos; estos huevos (fig. 4),
El cuello,  región insegmentada, se encuentra amarilloparduscos, ovales operculados y de
a continuación; en su porción distal van for- unas 80 p de largo, salen al exterior con las
mándose los anillos, por un proceso de ge- heces y sin embrionar aún (fig. 5,2).
mación. Unas dos semanas después de su llegada al
El estróbilo  forma lacasi totalidad del cuer- agua, tienen ya desarrollado un embrión he-
po del Cestodo y está constituido por un nú- xacanto, rodeado de una cubierta ciliada y
mero variable de anillos o  proglótides.  Los denominado coracidio:  (3). Forzando el
primeros, cercanos al cuello, son finos y sólo opérculo, queda libre en el agua (4), donde
presentan los rudimentos de los órganos ge- morirá pronto, si no es tragado por un crus-
nitales en desarrollo; hacia la región media táceo Copépodo (Cyclops o Diaptomus); pa-
se encuentran los anillos sexuales,  provistos sa entonces a la cavidad celómica del Copé
de una serie, sencilla o doble, de órganos podo y, dos o tres semanas más tarde, se ha
genitales masculinos y femeninos; al final transformado en una larva  pro ce rcoid e  (5),
del estróbilo se encuentran los anillos grávi- muy diminuta y provista de un disco caudal
dos,  cuyo parénquima aparece ocupado, en en el que persisten los ganchos de la oncos-
mayor o menor parte, por el saco uterino re- fera. Cuando estos Crustáceos son ingeridos
pleto de huevos, ciego en unos Cestodos, por Peces diversos (percas, truchas, salmo-
provisto de un tocostoma o  poro de puesta, nes), el procercoide pasa a invadir sus mús-
en otros. culos, en los que, en unos tres o cuatro me-
Los huevos, indehiscentes en el primer caso, ses, se transforma en larva  plerocercoide (6),
operculados en el segundo, encierran un de color blanquecino y de 1 o 2 cm de lar-
embrión hexacanto u oncosfera  que, en los go, provista ya de escólex y con estrobila
operculados, sólo se forma una vez que los ción incipiente y difusa.
huevos han llegado al medio externo. La Los Peces carnívoros (sollos, etc.) son los
evolución es de tipo heteroxeno, actuando más infectados; al devorar a otros peces, los
animales de los más diversos tipos como plerocercoides pasan a reencapsularse en los
huéspedes intermediarios. músculos de estos depredadores, originán-
dose así infestaciones masivas. Los peces
CESTODOS BOTRIOCEFÁLIDOS que albergan estas larvas llevan el parásito al
hombre al ser comidos crudos o insuficiente-
Son Cestodos poliheteroxenos con el escólex mente cocidos.
provisto de botrios, con útero tubular provis-
to de tocostoma y con los huevos opercula- La botriocefalosis
dos. Es una enfermedad parasitaria propia de las
zonas ribereñas de grandes lagos. El parásito
El Botriocéfalo: su ciclo biológico suele ocasionar trastonos de tipo mecánico a
Diphyllobothrium latum  (fig. 1) es uno de causa del gran volumen que ocupa en la luz
los Cestodos de mayor talla. Su longitud os- del intestino; por ello, el sujeto es incapaz
cila entre los 4 y 10 m, y aun los 15 m en de ingerir una comida abundante y, poco
ocasiones, y su anchura llega a alcanzar 1,5 tiempo después de haber ingerido alimentos,
cm. se siente de nuevo aquejado por la sensa-
El excólex, diminuto y de forma almendrada ción de hambre dolorosa; una cierta propor-
(fig. 2), tiene 2 o 3 mm de largo; a causa de ción de los sujetos parasitados padecen de
una torsión del cuello, los botrios aparecen anemia perniciosa.
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Cestodos. i
Botriocéfalo S^fc#
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Botriocéfalo S^fc#

Fig. 3. Anillo s grávidos


Escólex
Fig. 4 Huevo al salir
con las heces.

Segmentos del
estróbilo

Fig. 1. Botriocéfalo adulto. Fig. 5. Ciclo biológico del botriocéfafo.

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CESTODOS CICLOFILÍDIDOS un perdigón, en cuyo interior se halla ya for-


mado el escólex de la futura tenia (5).
Se caracterizan por su escólex provisto de Cuando el hombre ingiere la carne infestada,
cuatro ventosas, generalmente acompañadas los cisticercos son liberados del tejido mus-
del róstelo. El útero, sin poro de puesta, con- cular envolvente al llegar a su estómago (6);
tiene los huevos, ya embrionados y carentes una vez en el intestino, desenvaginan el es-
de opérculo. cólex (7), se fijan en la mucosa intestinal e
inician seguidamente la formación de ani-
LAS SOLITARIAS ARMADA E INERME llos, y la solitaria (1) alcanza su total desa-
Con estos nombres son designadas corriente- rrollo en 8 a 10 semanas.
mente Taenia solium y Taenia saginata; su-
brayemos que solium  es aquí forma latiniza- «Taenia saginata»: su ciclo biológico
da del árabe sosl,  «cadena», aludiendo al as- Difiere de la anterior por su escólex, pirami-
pecto del estróbilo y no significando «sola»; dal e inerme (fig. 1) con las ventosas en si-
en cuanto al latín saginata,  «gorda», «ceba- tuación apical. Puede medir hasta 12 m, si
da», es alusión a la mayor robustez de esta bien no suele pasar de los 6 u 8; su estróbilo
solitaria. tiene hasta 2.000 anillos y los grávidos, de
hasta dos o más centímetros de longitud, tie-
«Taenia solium»: su ciclo biológico nen el útero con ramificación dicotómica y
Su escólex (fig.1), con cuatro ventosas ecua- más numerosa (fig. 2), conteniendo hasta
toriales y róstelo armado de una doble coro- 100.000 huevos por anillo.
na de ganchos en forma de uña de gato, ca- Los anillos grávidos se desprenden aislada-
racteriza a la solitaria humana armada. Su mente y salvan por sí mismos el esfínter anal
longitud varía entre 2 y 5 m, excepcional- del paciente, sin esperar a ser eliminados
mente hasta los 8 m, y su estróbilo (fig. 3) es- con la defecación, ingeridos los huevos por
tá compuesto por casi un millar de proglóti el buey, tiene efecto en su organismo una
des. Los de la porción final, los grávidos (fig. evolución similar a la señalada en la tenia
2), tienen el útero formado por un eje longi- armada, si bien la larva, Cisticercus bovis,
tudinal, con 8 a 12 ramificaciones dendríti tiene su escólex inerme.
cas a cada lado, y encierran unos 40.000
huevecillos, esferoidales y de cubierta inter- Teniasis y cisticercosis
na (embrióforo)  estriada radialmente (figura El parasitismo humano de T. saginata  es más
4, 4). frecuente que el de T. solium.  Muchas tenia
El hombre suele albergar en su intestino del- sis cursan sin síntomas aparentes y sólo se
gado (fig. 4, 1) un ejemplar único (de donde descubren por la eliminación espontánea de
procede el nombre de «solitaria»), el cual anillos aislados a través del ano (solitaria
puede alcanzar una longevidad de hasta 25 inerme) o en cortas cadenas y en las deposi-
años. Los anillos grávidos se desprenden pe- ciones (solitaria armada). En otros casos son
riódicamente, formando cortas cadenas, que patentes los trastornos digestivos, con diarre-
salen al exterior durante la defecación (2); as y sensación de hambre dolorosa, acompa-
así llegan al suelo (3) y pueden ser ingeridos ñados de pérdida de peso. Los síntomas ner-
por el cerdo, en cuyo estómago quedan los viosos, en ocasiones alarmantes, suelen pre-
huevos libres (4). Ya en el intestino delgado, sentarse casi exclusivamente en los niños.
eclosionan las oncosferas y, ayudadas por Es mucho más peligrosa para el hombre la
sus ganchos, atraviesan la mucosa intestinal cisticercosis, consecuencia de la ingestión
y son arrastradas a la circulación hepática; de huevos de T. solium, o  del desarrollo de
desde el hígado llegan al corazón por vía sus larvas a expensas de los huevos de una
sanguínea, para ser repartidas por todo el or- tenia armada alojada en su propio intestino,
ganismo, y fundamentalmente a los múscu- los cuales pueden ser liberados en la por-
los estriados esqueléticos. ción inicial del mismo; en estos casos el
Llegados a su destino comienzan a crecer, hombre se comporta como un huésped in-
adquieren estructura vesiculosa, y se forma termediario del parásito, y las oncosferas si-
el escólex en la pared interna de la vesícula; guen, en su organismo, una evolución idén-
al cabo de unas 10 semanas han completado tica a la que tiene efecto en el del cerdo, su
su desarrollo y se han transformado en larvas huésped intermediario normal. La gravedad
cisticerco. Cisticercus cellulosae,  como se depende de la intensidad de la invasión y de
denomina esta larva, mide unos 10 mm de los órganos invadidos, siendo excepcional-
largo y unos 5 mm de ancho, y en su pared mente grave, incluso mortal, si es afectado el
se observa una invaginación, del tamaño de cerebro.
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Cestodos.
«Taenia solium» y «Taenia saginata»

T. solium
Fig. 1 Escólex T, soliu m T. saginata
Fig. 2. Anillos grávidos

froblk)" ^e^men,os e5‘ Fig 4. Ciclo bioló gico de la Taenia solium.

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LA TENIA EQU INOC OC O nido, comienza en seguida el desarrollo lar-


vario de estos embriones, que, a la vez que
Echinococcus granulosus  es un Cestodo crecen, adquieren una estructura vacuolar,
mucho más pernicioso para el hombre que llenándose los espacios con un líquido
las grandes solitarias intestinales; con todo, amarillento. El crecimiento es lento, si bien
el hombre alberga, de esta tenia, solamente en gran parte dependiente de la especie
la for ma larvaria, larva equinococo^ hidá animal en que se efectúa, y es raro que su
tide,  y es, por lo tanto, huésped intermedia- diámetro sea superior a un centímetro
rio del parásito. cuando han transcurrido ya unos meses de
desarrollo; no obstante, los quistes que lle-
«Echinococcus granulosus»; su ciclo bioló- van varios años de desarrollo pueden alcan-
gico zar hasta 20 cm de diámetro.
El adulto (fig. 1, 1) es uno de los Cestodos A los pocos meses de su desarrollo, la cu-
más pequeños que se conocen, ya que sólo bierta del quiste hidatídico (6") presenta
mide unos 5 o 6 mm de largo. Su diminuto dos capas concéntricas diferenciadas: la ex-
escólex, provisto de cuatro ventosas y de la terna, o membrana cuticular   (b), es blan-
doble corona rostelar de ganchos en forma quecina y opaca, anhista y de estructura la-
de uña de gato, soporta solamente tres pro minar, con tantas más láminas concéntricas
glótides: uno inmaturo, uno sexualmente cuanto más viejo es el quiste; la interna, o
maduro y uno grávido; éste, en gran parte membrana germinativa  (c), contiene, por el
ocupado por un útero lobulado, que encie- contrario, numerosos núcleos. Ambas capas
rra un millar de pequeños huevos esferoida- se encuentran rodeadas por la membrana
les y con el embrióforo estriado radialmen- adventicia  (a), formada por tejido conjunti-
te, como en todos los Ténidos. vo del huésped, y el interior del quiste se
Vive este Cestodo en el intestino delgado encuentra ocupado por un líquido transpa-
del perro, lobo, zorro y chacal. Los anillos rente, el líquido hidatídico.
grávidos, una vez maduros, se desprenden Hasta este momento el quiste es un acefa
del estróbilo y, arrastrados por el flujo intes- loquiste  estéril. Más adelante van formán-
tinal (2), ganan acceso al exterior (3). dose unas evaginaciones de la membrana
Con frecuencia los anillos se desgarran du- germinativa, que adquieren finalmente el
rante su tránsito intestinal o a su paso a tra- aspecto de vesículas pediceladas, llamadas
vés del esfínter anal; los huevos pueden en- vesículas proliferas (d); en su interior se for-
tonces quedar depositados en los pelos de man nuevas yemas que, una vez evolucio-
la región perianal, y de allí pasar al hocico nadas, se transformarán en escólex invagi
de otros animales cuando éstos lamen u nados (6"'), iguales a los de la tenia adulta.
olisquean a sus congéneres parasitados. Además, dentro del quiste pueden originar-
Los huevos (4) son ingeridos por diversos se vesículas hijas  con estructura idéntica a
animales, herbívoros u omnívoros (buey, la del quiste en que han sido engendradas
cordero, cerdo, conejo, etc.), huéspedes in-
termediarios del parásito, junto con los ve- Ingeridos por los carnívoros los hidátides,
getales contaminados; el hombre, que sólo  junto con las visceras que los contienen,
lo es con carácter accidental, se infecta ge- cada uno de estos escólex puede originar
neralmente al acariciar al perro y tragar, de en el intestino de aquéllos una tenia adulta.
manera inadvertida, los huevos que éste
puede llevar en su lengua u hocico. La hidatidosis o equinococosis
Los embriones hexacantos eclosionan al Se denomina así al parasitismo causado por
llegar al intestino delgado (4') y, con la ayu- la fase larvaria de este cestodo (figs. 2 y 3).
da de sus ganchos, que pierden durante el El exagerado crecimiento del quiste puede
proceso, atraviesan la pared intestinal (5) y ocasionar graves trastornos por la intensa
llegan al sistema porta. Así son arrastrados acción compresora ejercida en los órganos
al hígado (6), en donde resultan, en gran en que se desarrolla. Aunque muchos mori-
parte, retenidos por la red capilar hepática; rán durante su desarrollo y serán reabsorbi-
los que la salvan llegan al corazón derecho, dos, un pequeño quiste localizado en un
desde donde serán enviados a los pulmo órgano vital (cerebro, corazón) puede aca-
nesl (6'); salvada la barrera pulmonar, los rrear consecuencias fatales. La ruptura de
que quedan circulando van a parar al cora- un quiste, espontánea o consecutiva a una
zón izquierdo y son finalmente repartidos intervención quirúrgica desafortunada en
por el resto del organismo. este aspecto, puede dar origen a una hidati-
Sea el que sea el órgano donde se han dete- dosis múltiple secundaria.
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Cestodos.
Tenia equinococo
Cestodos.
Tenia equinococo

hifT dd osis™ 0005 co r^ero con 'ntensa Fig. 3. Quiste hidatíríico hepático seccionado (2 vesículas hijas y numerosas
vesículas nietas).

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39
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CESTODOS COMUNES AL HOMBRE contado más de 6.000 ejemplares; su tamaño


Y A ANIMALES puede ser inferior a un centímetro.
Los anillos grávidos, cuyo útero es saccifor
Algunos Cestodos propios de diversos anima- me, se disgregan y liberan sus huevos en la
les, domésticos o no, parasitan también al luz intestinal; estos huevos, muy transparen-
hombre. tes, tienen su embrióforo muy característico,
por presentar unos mamelones polares de los
«Dipylidium caninum» o Tenia canina que parten unos filamentos flageliformes y
Parásito muy frecuente del perro y del gato, refringentes (fig. 1).
su parasitismo humano es de tipo accidental; Su evolución puede ser diheteroxena y mo
el hombre adquiere el parasitismo casi siem- noheteroxena. En su ciclo biológico dihetero
pre en edad infantil, y cuando así ocurre,  xeno  (fig. 1), las larvas cisticercoides, dotadas
suele existir también una estrecha conviven- de un apéndice caudal que conserva los seis
cia con animales infectados. ganchos de la oncosfera, se desarrollan en
El Cestodo adulto (fig. 3, 1) tiene unos 20 a pequeños Coleópteros de la harina y cereales
40 cm de largo. Posee un diminuto escólex (Tribolium, Tenebrio) y la tenia adulta está ya
(fig. 3, 1') cuyo róstelo, cónico y alargado, formada una o dos semanas después de la in-
está armado con cuatro coronas de ganchos gestión de los insectos infestados.
en forma de espina de rosal; el estróbilo, Su ciclo biológico monoxeno es algo excep-
muy fino en su región inicial, tiene los anillos cional en los Cestodos, en este caso, los mú-
sexuales alargados longitudinalmente y pro- ridos y el hombre se comportan a la vez co-
vistos de aparatos y poros genitales duplica- mo huéspedes definitivos e intermediarios,
dos; los anillos grávidos (2) son, en tamaño y corriendo a cargo de las vellosidades del in-
forma, semejantes a los de una pepita de me- testino el segundo de estos papeles. Cuando
lón, de color algo rosado, y el útero está dis- este ciclo directo se realiza por infección
gregado en pequeñas cápsulas uterinas plu exógena,  los huevos ingeridos dejan libres
riovuladas (3). sus oncosferas en la luz del intestino y éstas
Estos proglótides quedan depositados en el penetran en las vellosidades intestinales, en
suelo con los excrementos, y, dotados de cuyo interior se transforman en cisticercoi-
gran contractibilidad y movimientos reptato des, sin cola en este caso, en unos 3 o 4 días;
rios, eliminan al exterior sus cápsulas ovífe salen entonces de la vellosidad, desenvagi
ras. Estas son devoradas por las larvas vermi- nan su escólex y, después de fijados, se desa-
formes de las pulgas (Ctenocephalides canis, rrollan los adultos en unos 8 a 10 días. Existe
 4',  etc.), en las cuales se inicia el desarrollo además la posibilidad de una autoinfestación
de una larva cisticercoide  (4), que será com- endógena (fig. 2), o multiplicación del parási-
pletado (5) cuando estas larvas de las pulgas to sin abandonar el intestino del huésped,
se transformen en insectos adultos (5'). cuando los huevos que van a completar su
Cuando el perro traga estas pulgas, o cuando desarrollo en las vellosidades son los proce-
lo hace inadvertidamente el niño al acariciar dentes de las mismas tenias albergadas en la
a estos animales, el Cestodo alcanza su com- luz intestinal; este ciclo de autoinfestación es
pleto desarrollo en su intestino al cabo de el que, al repetirse, explica la existencia de
dos a tres semanas. las infestaciones masivas y persistentes.
Las invasiones intensas pueden ser, en el
«Hymenolepis nana» o Tenia nana hombre, causa de extensas lesiones de la
Es un parásito humano muy frecuente, alber- mucosa intestinal, con aparición de crisis
gado hasta por el 8 % de la población en al- diarreicas y mareos. Los síntomas nerviosos
gunas zonas. se presentan sobre todo en los niños, los cua-
H. nana,  variedad fraterna,  que es idéntica, les se muestran intranquilos e irritables y
morfológicamente, al parásito humano, es pueden llegar a presentar convulsiones epi
frecuente en los roedores peridoméstidos (ra- leptiformes.
tas y ratones), considerados por algunos co-
mo posibles reservónos de la infestación hu- «Hymenolepis diminuta»
mana. Himenolepídido que, no obstante su califica-
Es un diminuto cestodo (fig. 1,1) cuya longi- tivo, puede medir hasta 40 cm; es frecuente
tud varía en proporción inversa al número de en la rata y raro en el hombre. Su róstelo es
ejemplares presentes en el intestino; cuando rudimentario e inerme, y sus huevos, esferoi-
existen pocos ejemplares pueden alcanzar dales y mayores que en la especie anterior;
hasta unos 6 cm de largo; en invasiones ma- su ciclo biológico, heteroxeno, es similar al
sivas, y en algunos casos humanos se han indicado para H. nana.
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Cestodos. «Hymenolepis nana» M


Cestodos. «Hymenolepis nana» M
 y «Dipylidium caninum» »

Fig. 2. Hyme nolepis nana, ciclo biológico direc-


to o monoxeno (autoinfestación).
Fig. t.
recto o heteroxeno.

Escólex

Anillo
grávido

Fig. 3. Dipylidium caninum, ciclo biológico.

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CESTODOS DE LOS ANIMALES devoran ávidamente y facilitan el desarrollo


DOMÉSTICOS de las larvas cisticercoides en su cavidad ge-
neral.
Cestodos de las aves de corral
Varias especies de Himenolepídidos, 
Himenolepídidos,   Cesto Cestodos de los herbívoros
dos a los cuales pertenecen las especies pa- Pertenecen todos ellos a los An los  Anop
oploc
locef
efál
álid
idos
os,,
rásitas de los Múridos y del hombre que han Cestodos provistos de un voluminoso escólex
sido ya descritas (lám. C/7), ocasionan afec- con robustas ventosas, pero sin róstelo ni
ciones parasitarias de virulencia variable en ganchos.
las Gallináceas y Palmípedas domésticas. Los Rumiantes (buey, cordero y cabra) alber-
Todos estos Himenolepídidos, de tamaño gan las especies de gran talla del Género Mo
mediano o pequeño, se caracterizan por el niezia 
niezia  (fig. 6) (M. expansa, M. benedeni) cu-
aspecto ahorquillado de sus ganchos rostela yo estróbilo, compuesto de numerosos ani-
res, su dotación genital masculina compuesta llos muy cortos y anchos y con aparatos geni-
por sólo tres testículos, y sus huevos, muy se- tales duplicados, pueden llegar a los 10 m de
mejantes, por su aspecto, a los de la tenia na- largo, con una anchura máxima de hasta 2
na del hombre. cm. Los huevos de estas moniezlas (fig. 7)
Hymenolepis carioca y H. cantaniana, 
cantaniana,  de ta- son muy típicos, por adoptar formas de sóli-
maño similar o ligeramente superior al de la dos geométricos, cuboides o tetraédricos, y
tenia nana, son las especies más frecuentes por tener sus oncosferas englobadas en una
en las Gallináceas domésticas (gallina, pavo, formación especial, el llamado aparato piri-
faisán). Las Palmípedas (pato, oca) albergan forme 
forme  (a.p.), que facilita la eclosión del em-
asimismo un gran número de especies, con- brión en los huéspedes intermediarlos, Aca-
tándose entre ellas Hymenolepis anatina y ras Oribátidos 
Oribátidos  (fig. 8), frecuentes en la vege-
Hymenolepis collaris. tación herbácea.
Todas estas especies se desarrollan en Artró- El parasitismo es mucho más frecuente en los
podos diversos durante su fase larvaria cisti pequeños rumiantes, sobre todo en la oveja,
cercoide: Coleópteros coprófagos y coprófi y puede presentarse con carácter epizoótico,
los son los huéspedes intermediarios de las siendo causa de pérdidas muy graves. En las
parásitas de las Gallináceas, mientras que pe- reses vacunas rara vez ocasionan trastornos
queños Crustáceos acuáticos (Copépodos, graves, excepto en el caso de que el parasitis-
Anfípodos, Ostrácodos) desempeñan este pa- mo sea muy intenso.
pel en las especies que parasitan a las Palmí- Los Equidos poseen sus Anoplocefálidos es-
pedas. pecíficos. Éstos pertenecen al género An
género Anoplo
oplo
Entre los Cestodos Davaineidos 
Davaineidos  caracteriza- cephala, 
cephala,  que comprende especies de talla
dos por la forma amartillada de sus ganchos generalmente pequeña. Su voluminoso escó-
rostelares, se encuentran las Raillietina 
Raillietina  (fig. 1 lex presenta las grandes ventosas abiertas en
a 4), cuyo estróbilo está formado por nume- sentido casi apical, su estróbilo ancho, y
rosos anillos y en cuyos anillos grávidos el grueso ventrodorsalmente, tiene los anillos
útero se encuentra dividido en numerosas cabalgando sobre los subsiguientes, con lo
cápsulas ovíferas de gruesa pared. Es también cual aparecen aún más cortos de lo que son
frecuente la presencia de varios círculos de y dan la impresión, a simple vista, de que su
esplnitas en sus ventosas; a este carácter alu- cuerpo sólo se halla estriado en sentido trans-
de el nombre de Raillietina echinobothrida, versal. Su evolución se realiza con el concur-
una de las especies más frecuentes en la ga- so de los mismos huéspedes intermediarios
llina y cuyas larvas cisticercoides se desarro- que para las moniezias.
llan en hormigas.  A. perfolia
perfo liata
ta   (fig. 9), de forma foliácea y con
Davainea proglotina 
proglotina  (fig. 5), otra especie pa- el escólex prolongado posteriormente por
rásita de la gallina, es un cestodo muy dimi- unas formaciones auriculares características
nuto, de sólo unos 4 mm de largo y estróbilo (au), es una de las especies más frecuentes,
compuesto por únicamente 5 a 10 proglóti de una longitud inferior a los 8 cm. De las
des. Las davaineas viven profundamente in- especies propias de los Équidos es ésta la que
troducidas en la mucosa intestinal, de la que desarrolla una mayor acción patógena; en in-
apenas sobresale el último anillo, el mayor vasiones de tipo masivo, en las cuales pue-
de todos. Estos anillos finales se desprenden den contarse hasta 400 o 500 ejemplares,
del estróbilo y son eliminados con las deyec- provoca trastornos digestivos de tipo crónico
ciones; luego reptan activamente sobre las que debilitan en extremo a los animales jóve-
plantas, y así atraen la atención de diversos nes o también a los viejos y agotados, lleván-
Gasterópodos (caracoles y babosas), que los dolos a la muerte en un tiempo muy breve.
■ i— n — M ^ iA s iT n i o r .Í A
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Cestodos.
Cestodos.
Dauaineidos y anoplocefálidos

Fig. 2. Escólex.

Fig. 1 Davaineidos. Fig. 5 Davainea


Raillietina.  proglo
 pro glotina
tina .

Fig. 7 . H uevo de Moniezia.

Fig. 9. An
9.  An op loc e
 phala
 ph ala perfoli
p erfoli ata.

Fig. 6 . Anoplocefálidos. Moniezia expansa. Fig. 8 Acaro Oribátido con cisticercoides


de Anoplocefálido.

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Nematodos
Nematodos
LOS NEMATODOS PARÁSITOS condición precisa para que sean infestantes.
Su ingestión se realiza al llevar a la boca las
Constituyen una Clase de Asquelmintos con manos sucias, al comer crudas las verduras
tubo digestivo completo y con el cuerpo contaminadas o al beber un agua contamina-
usualmente cilindrico, filamentoso o fusifor- da y sin filtrar. En el duodeno tiene efecto la
me. eclosión del embrión (6), pero las larvas que
Junto a Órdenes que sólo agrupan especies han salido de los huevos no se quedan en el
zooparásitas, existen otros que incluyen espe- intestino, sino que se introducen en su pared
cies de vida libre, terrestre o acuática, o espe- y, con la corriente sanguínea, son conducidas
cies fitoparásita
f itoparásitas.
s. al hígado y desde éste, al corazón y los pul-
La pared corporal, musculosocutánea, alber- mones. Abandonando los capilares, estas lar-
ga en su espesor el sistema nervioso y el apa- vas penetran en el parénquima pulmonar (7),
rato excretor y limita una cavidad general seu siendo su presencia origen de un infiltrado
docélica en la que se encuentran los aparatos pulmonar transitorio, intenso si las larvas son
digestivo y reproductor. El tubo digestivo es muy numerosas. Estas larvas, que miden en-
recto y la abertura bucal suele ser terminal, tonces unos 2 mm, son arrastradas por las mu
mientras que el ano tiene situación ventral. El cosidades bronquiales hasta la laringe y, al ser
aparato genital es tubuloso y alcanza un gran deglutidas, reingresan en el intestino, donde,
desarrollo en las formas parásitas de animales transcurridas unas 10 a 12 semanas desde la
en las cuales estos largos tubos se disponen ingestión de los huevos embrionados, alcan-
apelotonados alrededor del intestino, desem- zan el estado adulto (1).
bocando en los machos en una cloaca genital
provista de órganos copuladores denominados Ascaridiosis
espículas. El
espículas.  El dimorfismo sexual suele ser acen- Las perturbaciones causadas por estos parási-
tuado. Su ciclo evolutivo, a veces muy com- tos dependen de la sensibilidad del sujeto pa
plejo, puede ser directo o indirecto. rasitado y del número de gusanos que alberga.
Las invasiones ligeras pueden cursar sin sínto-
LOS ASCAROIDEOS mas aparentes o manifestarse por la aparición
de trastornos digestivos ligeros, tales como
Son de tamaño mediano o grande, cuerpo molestias vagas de la región abdominal o sen-
grueso y boca rodeada por tres labios muy sación de plenitud. No obstante y dados los
prominentes. Su ciclo evolutivo es directo; las espontáneos hábitos migratorios de los gusa-
hembras, ovíparas, con huevos de espesas y nos adultos, incluso un parasitismo ligero pue-
ornamentadas cubiertas. de resultar sumamente molesto (expulsión de
los gusanos por nariz o boca), y hasta peligro-
«Ascaris lumbricoides» so (obstrucciones intestinales, de las vías bilia-
Conocido como «lombriz grande del intesti- res o del conducto pancreático, asfixia por in-
no», es albergado por una cuarta parte de la troducción accidental de parásitos en las vías
población mundial. Su mayor frecuencia se da respiratonas,
respiratonas, etc.).
en las zonas de clima cálido y húmedo; el gra-
do de infestación humana aumenta con la Ascaroideos de los animales domésticos
existencia de condiciones higiénicas
higiénicas y sociales
s ociales Los cerdos son parasitados por A. suis,  suis,  cuya
deficitarias. Su aspecto (fig. 1, 1) es caracterís- fase de invasión pulmonar puede provocar la
tico; las hembras pueden medir entre 20 y 40 muerte de los Iechones. Neoascaris vitulorum
cm y los machos, de cuerpo más fino y extre- es parásito del ganado bovino, y Parascaris
mo caudal incurvado, 15 a 25 centímetros. equorum, lo
equorum, lo es de los Equidos. Toxocara canis
Ciclo evolutivo (fig. 1, 17).—
1 7).— Durante
Durant e los 6 a (fig. 2) y T. felis 
felis  lo son de carnívoros domésti-
10 meses de su vida, una sola hembra puede cos.  Ascaridia
 Asca ridia galli
gall i  es parásito de aves de co-
poner hasta 30.000.000 de huevos, que son rral, y A.
y  A. columba
colu mbae, e, de
 de la paloma.
evacuados con las deyecciones (2). Los hue- Ingeridos accidentalmente por el hombre los
vos fértiles (2') tienen forma ovalredondeada, huevos de T. canis 
canis  del perro, al jugar los niños
cubierta rugosa de color amarillo pardusco y en terrenos contaminados con heces de este
encierran una única célula, esferoidal. Esparci- animal, las larvas que eclosionan en su intestino
dos por el suelo (3), o sobre los vegetales abo- pueden iniciar su típica emigración hígadopul-
nados con excretas humanas (4 y 4'), y si las mónintestino, que no completan. Esta afecta-
condiciones de temperatura y humedad son ción larvaria extraintestinal se conoce con el
las adecuadas, en el transcurso de 2 a 4 sema- nombre de larva migrans visceral, grave
visceral,  grave cuando
nas se desarrolla un embrión en su interior (5), los órganos afectados son el cerebro o el ojo.
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Rscaroideos.
Rscaroideos.
«Hscaris lumbricoides»

ABONO
FECAL

Fig. 1 Cic lo biológico del As ca ris lum brico ide s.

Alas cefálicas

Extremo cefálict

Fig. 2. Ascáridos del perro (Toxocara canis).

NEMATODOS
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Nematodos
Nematodos

LOS OXIURO IDEOS necer viables durante unas tres semanas, si


la humedad relativa del ambiente es eleva-
Al revés que los Ascaroideos, las especies da. La infección se adquiere a través de los
comprendidas en este Orden suelen tener siguientes mecanismos (fig. 3): 1.°, transfe-
un tamaño reducido, con frecuencia de sólo rencia de los huevos a la boca con los ali-
uno o dos centímetros. Son característicos mentos, bebidas, cigarrillos, etc. (a); 2.°, in-
de los Oxiuroideos la terminación de su gestión de los huevos esparcidos por el sue-
esófago en un bulbo esofágico globuloso (fi- lo (b), o deglución de los mismos al Inhalar-
gura 1) y el aspecto de la región caudal de los con el polvo que se levanta en las habi-
las hembras (fig. 1), generalmente larga y taciones (c); 3.°, transporte directo, anobo-
aguzada (oxys, «agudo; oura,  «cola»). ca, de los huevecillos puestos por parásitos
propios y recogidos con las uñas al rascarse
«Enterobius vermicularis» la región anal (d) (reinfección exógena);  4.°
Conocido vulgarmente con las denomina- evolución huevoadulto, sin abandonar el
ciones de «oxiuro», «lombriz intestinal pe- Intestino (e) (reinfección endógena);  5.°, de-
queña» y «lombriz de los niños», es el oxiu sarrollo de adultos a partir de larvas que
roideo que parasita al hombre. Como el ás eclosionaron en las márgenes anales y que
carls, es el oxiuro un parásito cosmopolita penetraron por vía anal (f) (retroinfección).
pero más frecuente en los climas fríos que Los procesos indicados en primero y segun-
en los cálidos y raro en los climas tropica- do lugar explican la infección de los sujetos
les; los niños, sobre todo en edades escola- sanos y la extensión de las infestaciones fa-
res, sufren el parasitismo con más frecuen- miliares, así como en colegios, orfelinatos,
cia que los adultos. etc. Estos mismos procesos, y junto con
Los parásitos adultos (fig. 1), habitantes del ellos los indicados en 3.°, 4.° y 5.°, aclaran
colon, ciego y apéndice vermicular, son la continua reinfección de los sujetos ya pa
muy pequeños; las hembras, de cuerpo rasltados; de no existir ésta, y no superando
blanquecino y fusiforme, miden un centíme- la longevidad de los parásitos los 40 o 50
tro; los machos tienen el extremo caudal ¡n días, no podría explicarse la pertinacia de
curvado y son notablemente más pequeños. esta helmintlasis ni su rebedía a muchos tra-
Ciclo evolutivo.— El útero repleto de hue- tamientos.
vos oprime la región esofágica de las hem-
bras grávidas, perturbando su nutrición y su Oxiuriasis
normal fijación en la mucosa entérica. No es frecuente la aparición de trastornos
Cuando esto ocurre, las hembras se dirigen apreclables en los sujetos infestados. Un pe-
hacia el recto y durante las primeras horas queño porcentaje de los niños oxiuriásticos
de la noche salvan el esfínter anal e inician presenta síntomas patentes, más acentuados
la puesta de los huevos en la mucosa perla en los de temperamento nervioso. Entre los
nal, de donde no es raro que las hembras más frecuentes pueden señalarse las moles-
sean recogidas por el mismo individuo para tias gastrointestinales, el prurito anal y na-
sitado, ya que durante la ovideposición pro- sal, el insomnio y la irritabilidad; el prurito
vocan un intenso prurito anal que permite anal, que es el síntoma más frecuente, se
descubrir su presencia. Cada hembra pone caracteriza por su presentación nocturna,
unos 10.000 huevecillos, incoloros, transpa- durante las primeras horas de sueño. La re-
rentes y marcadamente asimétricos, los cua- lación entre oxiuros y apendicitis no está es-
les en el momento de ser puestos encierran tablecida de un modo indudable.
ya un embrión girlniforme (en forma de re-
nacuajo), que pocas horas después se ha Oxiuroideos de los animales domésticos
transformado en un embrión vermiforme Muchos animales domésticos soportan un
(fig. 2, a, b). Cuando estos huevos infestan- parasitismo oxiuroideo. El ganado equino
tes son ingeridos por el hombre, los embrio- alberga Oxyuris equi,  especie de gran talla,
nes eclosionan al llegar al duodeno (fig. 2, cuyas hembras pueden medir hasta 15 cm.
c) y las formas juveniles se trasladan lenta- Passalurus ambiguus  es parásito del colon
mente hacia el Intestino grueso, donde los del conejo, y Subutura brumpti  lo es de los
gusanos alcanzan su madurez sexual a las ciegos de la gallina y el pavo. Heterakis ga
24 semanas. llinae,  cuya localización es idéntica a la de
Los movimientos del sujeto parasitado, auxi- la especie últimamente citada, es Interesan-
liados por la rascadura anal, favorecen la te por el hecho de que el protozoo Histo
dispersión de los huevos por las ropas y el monas meleagridis  (lám. B/2) es vehiculado
suelo de las habitaciones, pudlendo perma- por los huevos de este nematodo.
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Oxiuroideos.
Oxiuroideos.
«Enterobius uermícuiaris»

Embrión giriniforme
Embrión vermiforme Eclosión de la larva
(en el intestino)

ÍI

Fig. 2 Huevos embrionados de Enterobius vermicularis y larva eclo


sionando del huevo.

Fig. 1. Enterobius vermicularis (oxiuro). Adultos.

Niño parasitado
Niño sano

Fig. 3. Ciclo bioepidemiológico del oxiuro.

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Nematodos
Nematodos

LOS ESTRONGILOIDEOS transforma en larva estrongiloide (5), la cual,


a través de una nueva muda, dará origen a
Se caracterizan por su esófago mazudo, una una segunda larva estrongiloide que conserva,
cápsula bucal casi siempre bien desarrollada a modo de funda o vaina protectora, la cutí-
y provista de órganos lacerantes, y la presen- cula de la larva anterior (6); si la temperatura
cia, en los machos, de una bolsa caudal ambiental es óptima, este proceso exige poco
membranosa (la «bolsa copulatriz»), sostenida más de una semana.
por expansiones musculares dispuestas radial- Estas larvas estrongiloides penetran en el or-
mente. Junto a un escaso número de especies ganismo humano a través de la piel, después
parásitas humanas, forman parte de este gru- de lo cual se introducen en los capilares san-
po un gran número de especies altamente guíneos y, conducidas por los grandes vasos,
perjudiciales para los animales domésticos. llegan al corazón y desde éste a los pulmo-
nes. Una vez en ellos abandonan los capila-
LOS ANQUILOSTÓMIDOS res, caen en la luz de los alvéolos, emigran
hacia la parte superior del árbol respiratorio y,
Estrongiloideos con la boca situada subdorsal al ser deglutidas, pueden alcanzar en el duo-
mente y en cuya cápsula bucal los órganos la- deno su hábitat definitivo. En él sufren una úl-
cerantes tienen forma de colmillos o láminas tima muda, se desarrolla su cápsula bucal y
cortantes. Pertenecen a este grupo el anqui alcanzan el estado adulto 5 o 6 semanas des-
lostoma y el necator, parásitos humanos muy pués de iniciada la invasión del huésped.
importantes y conocidos vulgarmente con los
nombres de «gusanos ganchudos» y «gusanos Anquilostomiasis y necatoriasis
asesinos». Son las infecciones parasitarias causadas por
estos parásitos, los cuales ejercen una intensa
«Ancylostoma duodenale» acción expoliadora sobre sus huéspedes, pu
 y «Necator americanus» diendo llegar hasta 0,3 mi la cantidad de san-
Son especies propiasde climas cálidos. A pe- gre que pasa diariamente a través del intestino
sar de que en algunas zonas coexisten ambas de uno de estos gusanos. Las infestaciones in-
especies, la primera predomina en el área tensas, en las que los gusanos presentes en el
mediterránea, la India, China y Japón, mien- intestino suman a veces varios centenares,
tras que la segunda, originaria de la zona pueden provocar la aparición de graves esta-
ecuatorial africana, continúa dominando en dos anémicos, con disminución de los hema-
la misma y prevalece además en el continente tíes a cifras hasta de sólo 1.000.000 por mrrf
americano, por donde se extendió durante la y un descenso de la hemoglobina a valores
trata de esclavos. hasta un 15 % de la cifra normal. La gravedad
Las hembras (fig. 1), de aspecto fusiforme y de estas afecciones se acentúa en las personas
color rosado, miden entre 1 y 2 cm de largo, desnutridas, en los niños de corta edad y en
siendo inferiores la longitud y el diámetro de las mujeres embarazadas.
los machos (fig. 1). El extremo cefálico se ¡n
curva dorsalmente, más en el necator que en Erupción reptante
el anquilostoma, carácter al cual alude la de- Las larvas infestantes de algunos anquilostó
nominación de «gusanos ganchudos». La cáp- midos del perro y del gato (A. caninum, A.
sula bucal del anquilostoma está armada con brasiliense y Uncinaria stanocephala) pueden
dos pares de dientes en forma de colmillo (fig. penetrar en la piel humana. Sus desplaza-
2), y la del necator por dos placas triangulares mientos a través de la capa profunda de la
y cortantes (fig. 3). epidermis, durante sus abortados esfuerzos
Ciclo evolutivo (fig. 4).— Los adultos, hema- para penetrar más profundamente, son la cau-
tófagos, viven en la primera región del intesti- sa de una afección cutánea pruriginosa cono-
no delgado, con la boca profundamente cla- cida con el nombre de «erupción reptante» o
vada en la mucosa. Una hembra puede poner larva migrans cutánea.
diariamente 10.000 a 20.000 huevos, de for-
ma oval, fina cubierta y conteniendo ya unos Tricostrongilosis humanas
pocos blastómeros cuando son expulsados Algunos Tricostrongílidos de animales domés-
con las heces (1). La multiplicación de los ticos (véase D/4) parasitan también al hom-
blastómeros origina una masa moruloide (2), bre. Este parasitismo intestinal es frecuente en
cuyo desarrollo dará lugar a la formación de algunas zonas rurales del Oriente Medio y de
un embrión rabditoide (3). La larva rabditoide Extremo Oriente, en las que hombres y ani-
que eclosiona del huevo (4), se nutre de la males viven —e incluso duermen— en estre-
flora bacteriana del suelo, y al mudar, se cha asociación.
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Estrongiloideos.
Estrongiloideos.
R nq ui lo st óm id os ■ U H l

Fig. 2. Cápsula bucal de


 Anc ylostoma vista dorsal-
mente.

Hembra
Fig. 3. Cápsula bucal de
Necator  vista dorsalmente.
Fig. 1 Individuos adultos de
 Ancylostoma.

Segunda larva estrongiloide enquistada

" \ 

^ ) '  1
Huevo con ocho tJfSüífSmeros

HuevcTenmorula Huevo con embrión rabditoide


Fig. 4. Ciclo biológico de  Ancylostoma duodenale .

NI MAIODOS
4 9 ^
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Nematodos
Nematodos

LOS ESTRONG1LOIDEOS DE LOS zar 3 cm de largo: es el «gusano contornea-


ANIMALES DOMÉSTICOS do» del cuajar de los rumiantes domésticos;
su color rojizo hace que resalte claramente
Aunque algunos de ellos sufren el parasitis- sobre la mucosa (fig. 6). Considerada como la
mo por Anquilostómidos (Bunostomum trigo especie más virulenta o patógena del grupo,
nocephalum  en el intestino delgado del cor- es muy raro encontrarla aislada, apareciendo
dero y la cabra, etc.), la mayoría de los pará- normalmente acompañada por otros Tricos-
sitos de los animales domésticos pertenecen trongílidos (especies de Trichostrongylus, Co
a otros grupos de estos Nematodos, a los de operia, Ostertagia,  etc.). La evolución de es-
los Estrongílidos, Tricostrongílidos y Metas tos Nematodos es directa, y aunque las larvas
trongílidos. infestantes de algunos pueden penetrar direc-
tamente a través de la piel, el mecanismo de
LOS ESTRONGÍLIDOS infección suele ser similar al indicado para
los Estrongílidos. El retraso en el desarrollo,
Agrupan especies de cuerpo generalmente ro- acompañado de emaciación y debilidad in-
busto, caracterizadas por orificio bucal situa- tensa, y los estados anémicos acentuados son
do apicalmente y rodeado por una o dos co- las consecuencias más manifiestas en las in-
ronas cuticulares de aspecto laciniado (fig. 2). festaciones graves.
Los «grandes estróngilos», que pueden medir
hasta 5 cm, son Strongylus equinus  (figs. 1 y LOS METASTRONGÍLIDOS
2), S. edentatus  y S. vuigaris,  parásitos del
ciego y colon de los équidos, donde se en- De aspecto filiforme como los anteriores y
cuentran asociados a numerosas especies de cápsula bucal igualmente rudimentaria, son
«pequeños estróngilos» (especies de Tricho parásitos del árbol respiratorio de mamíferos
nema, Triodontoporus,  etc.), cuya longitud o del sistema circulatorio.
suele ser inferior a 1 cm. Las larvas infestan- Dictyocaulus filaría  (fig. 7) se encuentra, for-
tes, que trepan activamente por las hierbas mando intrincadas madejas, en los bronquios
húmedas, suelen penetrar en sus huéspedes del cordero y la cabra (fig. 8) y D. viviparus
por vía bucal, cuando éstos se alimentan en tiene la misma localización en el ganado bo-
los pastos contaminados. Los gusanos adul- vino. En invasiones intensas pueden causar
tos, muchos de ellos hematófagos, se fijan in- neumonías verminosas de desenlace fatal.
tensamente en la mucosa intestinal. El parasi- Algunas especies del género Metastrongylus
tismo afecta de modo más serio a los anima- son agentes causales de bronquitis y neumoní-
les Jóvenes. as verminosas en el cerdo, el cual adquiere la
Chabertia ovina  parasita el colon del cordero infección al comer lombrices de tierra que al-
y la cabra. Diversas especies del género Oe bergan las larvas infestantes de estos parásitos.
sophagostomum  producen afecciones de va-  Angiostrongylus vasorum  habita en el ventrí-
riable gravedad en corderos, bovinos y el cer- culo derecho y la arteria pulmonar del perro.
do. Es un parásito altamente patógeno; el blo-
Es muy característico, por encontrarse ma- queo de las ramas de la arteria pulmonar
chos y hembras en estado de cópula perma- conduce a la aparición de un enfisema pul-
nente, Syngamus trachea  (fig. 3), parásito del monar y éste, en último término, al de una hi-
conducto traqueal de gallinas, pavos y nume- pertrofia e insuficiencia cardíacas de grave
rosas aves silvestres. Las lombrices de tierra pronóstico.
actúan como huéspedes de transporte de las  Angyostrongylus cantonensis y  A. costaricen
larvas infestantes. La infección es grave en los cis,  parásitos del sistema circulatorio de las
animales jóvenes (fig. 4), en los cuales se pro- ratas, el primero en Asia (Thailandia, etc.).
duce un bloqueo del árbol respiratorio, que Madagascar y Oceanía y el segundo en Costa
puede ser fatal para los polluelos. Rica, son también parásitos humanos. Se ad-
quieren a través del consumo de camarones
LOS TRICOSTRONGÍLIDOS crudos o de pequeños caracoles o límacos
que pueden ingerirse inadvertidamente con
De cuerpo muy fino y cápsula bucal rudi- las ensaladas y que albergan las larvas infes-
mentaria, cuerpo más o menos rojizo y esca- tantes. A. cantonensis  causa una grave me
sa longitud, comprenden numerosas especies ningoencefalitis eosinofilica  y una afección
parásitas del tracto digestivo de los herbívo- abdominal menos grave el segundo de ellos.
ros. Es probable que otras especies puedan ser
Haemonchus contortus  (fig. 5) constituye la también agentes potenciales de afecciones
especie de mayor tamaño, que puede alcan- humanas en otras zonas geográficas.
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Estrongiloideos
D/4
Estrongiloideos
de animales domésticos D/4

3. Syngamus trachea.

Fig. 2. Cápsula bucal

Fig. 1. Strongylus equinus.


Fig. 4 Polluelo de gallina afecto de singamosis.

Fig. 7. Dictyocaulus filaría.

Fig. 5. Haemonchus contortus.

cifájt' MadeiaS de Haem° nchus sobre la mu“ “ del Fig. 8  Bronquios de cordero con Dictyocaulus.

NEMATODOS
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Nematodos
Nematodos

LOS RABDITOIDEOS nan de los huevos puestos por estas hembras


(2 bis), pueden originar nuevas formas adul-
Comprende, este Orden, nematodos de ta- tas o pasar a ser larvas filariformes infestan-
maño muy pequeño y, en su mayoría, de vi- tes (5).
da libre. Algunos grupos, no obstante, se han La infestación humana (fig. 2 a) es conse-
adaptado a la vida parasitaria durante una cuencia de la penetración de estas larvas a
parte de su ciclo vital. El género Strongyloi través de su piel, más raramente por vía bu-
des  es peculiar por su ciclo biológico hetero cal. Una vez han penetrado, su sino es simi-
gónlco, caracterizado por la alternancia en- lar al indicado para las de los Anquilostómi
tre generaciones bisexuadas y de vida libre dos (D/3), y las hembras partenogenéticas
(similares por su aspecto a las formas sapro- parásitas se encuentran ya en la mucosa in-
fitas del Género Rhabditis)   y otras de hem- testinal a las dos semanas de ocurrida la in-
bras partenogenéticas, enteroparásitas de vasión larvaria.
mamíferos y aves, cuyo aspecto mofológico Existen además, en el sujeto parasitado, dos
difiere notablemente de las formas sexuadas tipos de reinfestación causantes de la multi-
libres. plicación de los parásitos en su organismo.
En la autoinfestación endógena  (fig. 2, b) es-
«Strongyloides storcoralis» ta multiplicación es debida al hecho de que
Especie cosmopolita y de amplia difusión las larvas rabditoides pasan a filariformes en
mundial (unos 35.000.000 de infestaciones plena mucosa intestinal, y regresan a ella,
en la población del Globo), es particular- para instaurarse como hembras parásitas,
mente frecuente en las zonas tropicales y después de su emigración por la circulación
subtropicales (casi el 2 por 100 de la pobla- pulmonar, árbol respiratorio, esófago y estó-
ción Infestada), dado que el desarrollo de mago. En la autoinfestación exógena   (fig. 2,
sus formas de vida libre, tanto larvarias co- c) la muda de la larva rabditoide en filarifor
mo adultas, es favorecido por el calor y la me tiene efecto en la región perianal, zona
humedad ambientales. de invasión de estas larvas reinfestantes.
Ciclo evolutivo. — Las hembras partenogené-
ticas parásitas (fig. 1,1) viven profundamen- Anguilulosis
te introducidas en la mucosa del intestino La invasión dérmica de las larvas emigrantes
delgado humano. Su cuerpo, de 2 a 3 mm de esta «anguílula intestinal» puede originar
de longitud y de un diámetro finísimo, infe- lesiones del tipo de una «erupción reptante»
rior a las 50 p, presenta 1/4 de su longitud (véase D/3), conocida como larva currens,
ocupado por el largo y subcilíndrico esófa- en los sujetos hipersensibilizados, mientras
go, en tanto que los dos tubos ováricouteri que una intensa invasión broncoalveolar,
nos divergentes ocupan, junto con el Intesti- consecutiva a un estado de ¡nmunodepre
no, el resto de la longitud corporal; estos tu- sión, puede determinar la aparición de sín-
bos uterinos encierran un escaso número de dromes bronquíticos o neumónicos extrema-
huevos de fina cubierta y contenido amari damente graves. El parasitismo intestinal sue-
llentoverdoso, que son puestos en plena le ser benigno y asintomático en las infesta-
mucosa intestinal. ciones ligeras, mientras que es la causa de
De estos huevos eclosionan unas pequeñas intensas inflamaciones intestinales, acompa-
larvas rabditoides (2), que miden 1/4 de mm ñadas de dolores epigástricos y diarreas in-
de largo y que, después de ganar acceso a la termitentes, con las deposiciones a menudo
luz intestinal, salen al exterior con las deyec- sanguinolentas, en las infestaciones intesti-
ciones. Una vez allí, su evolución ulterior nales severas.
puede seguir un «ciclo evolutivo corto o di-
recto», o bien un «ciclo evolutivo indirecto o Anguilulosis de los animales domésticos
completo». Diversas especies del Género Strongyloides
En la evolución directa, las larvas citadas, han sido citadas como parásitas de animales
después de 2 mudas, se transforman en lar- domésticos: 5. catti,   en el gato; S. suis y 5
vas filariformes (5), que miden ya 1/2 mm y ransomi,  en el cerdo; 5.  papilbsu s,   en los
que son las formas infestantes del parásito. Rumiantes; 5. westeri,   en los Équidos, y 5.
Cuando siguen el ciclo largo o completo, las avium,  en gallinas y pavos. Mientras que las
larvas rabditoides se transforman en formas infestaciones ligeras suelen pasar inadverti-
adultas, machos o hembras, de vida libre (3 das, las de tipo severo desencadenan enteri-
y 4), que difieren de las parásitas por el tipo tis graves, acompañadas de estados diarrei
esofágico y por su menor tamaño (ó   0,7 mm cos, así como de debilidad y detención o re-
9 1 mm); las larvas rabditoides que eclosio- traso en el desarrollo.
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Rabditoideos. M H
«S g y lo id e s r c o la r i s» ■ J E S
Rabditoideos. M H
« St ro ng y lo id e s s t er c o la r i s» ■ J E S

Hembra parásita intestinal (1

b: Reinfestación
endógena

Macho de vida libre (3)

c: Reinfestación exógena

Hembra de

a: Infección exógeria
Larva estrongiloide o filariforme (5)

Fig. 1. Ciclo s evolutivos corto (1251) y largo (123 y 42 bis Fig. 2. Modalidades de la infestación humana en la
51) del parásito. anguilulosis.

NEMATODOS
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Nematodos
Nematodos

LOS DR ACUNCULOIDEOS LOS ESPIRUROIDEOS


El nombre de Dracunculus (que significa pe- Nematodos generalmente filiformes, su há-
queño dragón o serpiente) alude a la desco- bitat preferido se encuentra en el espesor de
munal longitud de las hembras de estos Ne- la mucosa esofágica o gástrica de sus hués-
matodos, que pueden exceder de un metro. pedes vertebrados. Las hembras, ovovivípa
ras, ponen huevos de gruesas cubiertas, re
«Dracunculus medinensis» quiriéndose el concurso de huéspedes inter-
Es el único nematodo, comprendido en este mediarios, casi siempre insectos coprófagos,
Orden, que parasita al hombre. Conocido para completar su ciclo evolutivo.
desde tiempos muy remotos, parece plausi- El parasitismo humano por Espirúridos es
ble referir a esta especie las «serpientes de muy raro. Congylonema pulchrum  (figs. 3 a
fuego» que se citan en el Pentateuco. Esta hi- 5), parásito de la mucosa esofágica de mo-
pótesis no es aventurada, si se tiene en cuen- nos, cerdo y rumiantes domésticos, ha sido
ta que el área de distribución geográfica de citado como parásito ocasional del hombre.
este gusano abarca el valle del Nilo y que en Es explicable la rareza de la infestación hu-
algunas aldeas del Alto Nilo se encuentran mana si se tiene en cuenta que la invasión
parasitados hasta el 50 % de sus habitantes. del huésped definitivo es consecuencia de
El parásito se extiende por las regiones cos- la ingestión, voluntaria o accidental, de los
teras de la parte septentrional y occidental insectos huéspedes intermediarios (cucara-
del continente africano, por sus regiones chas). La escasa adaptación del parásito al
centrales, por Arabia y por el sur de Asia. oganismo humano se refleja en el hecho de
Las hembras adultas, cuya extracción ma- no llegar a madurar sexualmente en el mis-
nual (fig. 1), practicada por los indígenas, mo.
aparece ya ilustrada en antiguos grabados, Las especies del Género Habronema,  cuyo
tienen una longitud que oscila entre los 50 y desarrollo larvario se realiza en larvas o
los 120 cm y un diámetro de 1 a 1,5 mm; los cresas de moscas y que son vehiculadas
machos, raramente observados, no rebasan por los insectos adultos, son parásitos gás-
los 4 cm. tricos frecuentes de los Équidos. Spirocerca
Las hembras fecundadas se alojan en el te- lupi,  espirúrido de color rojo sanguíneo
 jido celu la r su bcutáneo , con mayor fre- que parasita al perro, vive en el interior de
cuencia en las extremidades inferiores, en voluminosos nodulos esofágicos, que pue-
donde su presencia se delata por un relieve den alcanzar el volumen de un huevo de
cutáneo que marca su aposentamiento y gallina.
que recuerda una vena varicosa (fig. 1), a Las especies del género  Acuaria,  provistas
lo cual alude el nombre de «venas de Me- de curiosos cordones cuticulares cefálicos,
dina» con que también son conocidos es- se localizan en la molleja de gallinas, pavos
tos gusanos. y faisanes. Las del género Tetrameres,  con
Ciclo biológico (fig. 2).— La secreción de un hembras sacciformes en su región media,
exudado tóxico, eliminado por las hembras intensamente pigmentada en rojo, viven en-
grávidas, da lugar a la aparición de una úl- clavadas en las glándulas del ventrículo sub
cera perforada, que se forma en el punto centuriano de diversas aves (T. confusa en
donde se localiza el extremo cefálico del gu- palomas, pavos y gallinas, T. fisispina en pa-
sano y por la que asoma esta extremidad. tos y gansos). Especies de Thelazia, cuya cu-
Cuando esta región se pone en contacto con tícula presenta unos pliegues que recuerdan
el agua, la pared evaginada del útero estalla la superficie de una lima, son parásitas del
y tiene efecto la descarga de una nube de saco conjuntival de équidos y rumiantes do-
embriones en el agua. Estas larvas nadan ac- mésticos; sus desplazamientos sobre el glo-
tivamente y, cuando son ingeridas por los bo ocular determinan la formación de un te-
Cyclops,  atraviesan su pared intestinal y pa-  jido calloso (queratoconjuntivitis) que redu-
san a su cavidad general, convirtiéndose en ce la visión y puede conducir a la ceguera
larvas infestantes. Cuando el hombre traga de los animales afectados.
estos pequeños crustáceos con el agua sin Cnathostoma spinigerum,  localizado en tu-
filtrar, los parásitos juveniles atraviesan su mores gástricos de gatos y perros, y G. his
pared intestinal. Los machos mueren una vez  pidum,  parásito gástrico del cerdo, caracte-
han fecundado a las jóvenes hembras, y és- rizados por su cuerpo robusto y cutícula
tas, que emigran hacia el tejido conjuntivo densamente espinosa, pueden ocasionar, en
subcutáneo, alcanzan su completo desarro- su fase inmadura, larvas migrans viscerales
llo al cabo de un año. humanas.
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Dracunculoideos
Dracunculoideos
 y espiruroideos U | ¡ ]

Fig. 1 Dracuncú lidos. Filaría de Me-


dina, Dracunculus medinensis. Ex-
tracción del parásito por el método
indígena.

Fig. 2 Gicl o biológico del Dracunculus medinensis.

Fig. 3. Espirúridos. Ejemplares de


Fig. 4. Ejemplar hembra de Fig. 5. Extremo cefálico del
Gongylonema pulchrum en la muco- Gongylonema pulchrum.
sa esofágica. Gongylonema pulchrum.

NEMATODOS
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Nematodos
Nematodos

LOS FILAROIDEOS presencia la inflamación y obstrucción de


los vasos linfáticos, lo cual conduce a un
Este nombre alude al aspecto filamentoso de estancamiento de la linfa, dilatación de los
estos Nematodos, de morfología, hábitat y vasos e hipertrofia y fibrosis de los tejidos
ciclo evolutivo muy peculiares. El dimorfis- de la región afectada. El resultado final
mo sexual es acentuado (fig. 1). Los adultos puede ser la aparición de una elefantiasis,
son parásitos estrictamente tlsulares, habi- en especial de las extremidades, escroto y
tantes del sistema circulatorio, sanguíneo o mamas (fig. 4).
linfático, y del tejido conjuntivo subcutáneo
o de las cavidades corporales. Las hembras, Otras filarías humanas
generalmente vivíparas, ponen unos embrio- Brugia malayi es una especie muy próxima a
nes denominados «microfilarias» (figura 2), la anterior, cuya dispersión se limita al su-
que circulan por los vasos sanguíneos o por deste asiático. La periodicidad de sus micro
el tejido dérmico. Su evolución requiere el fllarias no es estricta ni constante, y la infes-
concurso de huéspedes Intermediarlos, ge- tación humana, transmitida también por
neralmente Insectos u otros artrópodos he- mosquitos, puede ser asimismo causa de ele-
matófagos, cuyos hábitos alimenticios les fa- fantiasis, localizada casi exclusivamente en
cilitan la extracción de las microfilarias y la las extremidades.
posterior inoculación de las larvas metacícli Loa loa, o  «filaría loa», extendida por las re-
cas infestantes. giones centrales y occidentales del África
tropical, se localiza en el tejido conjuntivo
«Wuchereria Bancrofti» subcutáneo, en el que los adultos se encuen-
La «filaría de Bancroft», quizá la más impor- tran en constante migración, dando lugar a
tante de las filarías parásitas del hombre, se la aparición de unos nodulos inflamatorios
extiende por toda la zona tropical del Glo- fugaces («nodulos del Calabar»).
bo. Los adultos (fig. 1), de cuerpo muy fino Durante estas migraciones, no es infrecuente
(hembras, 10 cm x 0,5 mm; machos, 4 cm x que algún adulto pase por el globo ocular
0,1 mm), se alojan en los vasos y ganglios (fig. 5), por los párpados o por el puente na-
linfáticos, mientras que las microfilarias «en- sal. Diversos dípteros tabánicos del Género
vainadas» (fig. 2) circulan por el torrente Chrysops  son los vectores de esta filaría, cu-
sanguíneo, apareciendo sólo durante la no- yas microfilarias, provistas también de vaina,
che en los vasos periféricos y refugiándose tienen periodicidad diurna.
durante el día en los capilares pulmonares y Onchocerca volvulus  es especie centroafri
de otras visceras. Esta curiosa periodicidad cana y centroamericana. Los gusanos adul-
concuerda con los hábitos nocturnos de sus tos viven apelotonados en el interior de no-
vectores, las hembras hematófagas de diver- dulos cutáneos esclerosos y prominentes, lo-
sas especies de Culícidos (mosquitos). calizados en el tronco, cabeza y extremida-
Ciclo evolutivo (fig. 3).— Es similar al de las des (fig. 6). Las microfilarias, desprovistas de
restantes filarías. Cuando los mosquitos re- vaina y localizadas en la dermis, son trans-
ceptivos pican al hombre, ingieren con la mitidas por Dípteros simúlidos. Los efectos
sangre las microfilarias circulantes, las cua- más graves son ocasionados por las microfl
les atraviesan la pared gástrica del mosquito larias, cuya Invasión ocular ocasiona reac-
y emigran hacia su musculatura torácica, ciones Inflamatorias y eventualmente la ce-
donde sufren varias mudas: las últimas for- guera.
mas larvarias, las larvas metacícllcas o infes-  Acanto ch eilonem a perstans y Mansonella
tantes, se dirigen hacia la trompa del mos- ozardi, habitantes de los tejidos del mesente
quito, y la abandonan, quedando deposita- rio o de la cavidad pleural, carecen de signi-
das sobre la piel, cuando el mosquito Infes- ficación patógena.
tado se encuentra ocupado en su alimenta-
ción. Estas larvas utilizan como puerta de Filarias de animales domésticos
entrada la lesión cutánea producida por la Dirofilaria immitls (immitis  = «sin misericor-
picadura del mosquito, hacia la cual son dia») parasita el ventrículo derecho y la arte-
atraídas por la pequeña cantidad de linfa ria pulmonar del perro. Setaria equina causa
que rezuma en este punto; llegadas a los va- una peritonitis fibrosa en el caballo. Diversas
sos linfáticos, alcanzan el estado adulto seis especies de los Géneros Onchocerca y Para
o más meses después de la penetración lar- filaria,  ninguna seriamente patógena, se en-
varia. cuentran en el tejido conectivo subcutáneo e
Solamente los gusanos adultos son patóge- intermuscular o asimismo en los ligamentos
nos para el hombre, provocando con su y tendones, en el ganado bovino.

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Filaroideos
Filaroideos

Fig. 4. Individuos afectos de elefantiasis. Fig. otr as ;,| ari.,. tumor ahierto con
oncocercas.

NEMATODOS
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Nematodos
Nematodos

LOS TRICUROIDEO S metanos y judíos, cuya religión les prohíbe


O TRICOCEFALOIDEOS comer la carne del cerdo, fuente principal de
la infección humana.
El nombre de Tricocefaloideos (zrix   = pelo; Ciclo biológico (fig. 5).— El parásito es fre-
kefaleé   = cabeza) es el que está más de cuente en las ratas, cuyos hábitos caníbales
acuerdo con el aspecto de estos Nematodos, facilitan su difusión; el cerdo, infestado al
cuyo diámetro es siempre capilar en la re- devorar los cadáveres de estos roedores, es el
gión anterior o esofágica. La estructura del que pasa la infección al hombre cuando éste
esófago (fig. 2), que ofrece un aspecto arro come su carne cruda o insuficientemente co-
sariado, es característica del Orden. cida.
Los gusanos adultos, imperceptibles a simple
«Trichuris trichiura» vista, ya que sólo miden 2 a 4 mm de largo y
Su nombre corriente en español, tricocéfalo, 0,05 mm de diámetro, son parásitos intesti-
y el vulgar inglés, whipworm   (= «gusano láti- nales y de relativamente escasa longevidad.
go»), reflejan claramente su conformación Después de la cópula, y mientras que los
(fig. 1). machos son eliminados con las deyecciones,
El tricocéfalo es un parásito cosmopolita, es- las hembras penetran en el espesor de la mu-
pecialmente frecuente en los climas cálidos cosa intestinal (fig. 5, 1), y, durante las pocas
y húmedos y albergado por un sexto de la semanas que sobreviven a sus machos, po-
población mundial. Los adultos, de color nen un millar y medio de embriones (2).
blanco rosado, miden unos cuatro a seis cen- Gracias a sus exiguas dimensiones (0,1 mm
tímetros de largo; la región posterior de las de longitud y diámetro de un glóbulo rojo)
hembras, ocupada en gran parte por el útero, penetran fácilmente en los capilares sanguí-
está ligeramente incurvada, mientras que en neos y linfáticos del intestino (3), ganan ac-
los machos se encuentra arrollada en espiral. ceso a los grandes vasos venosos (4) y al co-
Ciclo evolutivo. — Los adultos son parásitos razón, desde donde, y arrastrados por la cir-
del ciego y del colon, en cuyas mucosas res- culación arterial (5), son distribuidos por to-
pectivas se fijan por la región capilar o cefá- do el organismo.
lica (fig. 1). Las hembras, ovíparas, pueden Los músculos esqueléticos o de fibra estriada
poner hasta 12.000 huevos al día, huevos vienen a ser la estación terminal de estas lar-
que son muy característicos por su forma de vas circulantes, que, después de abandonar
limón y por los tapones refringentes que ob- los capilares, penetran en las células muscu-
turan sus polos (fig. 3). Llegados al suelo con lares, las cuales reaccionan formando una
las deyecciones, su desarrollo exige requisi- cubierta quística aislante. Estos quistes |6),
tos similares a los que condicionan el de los de forma elipsoidal, encierran una larva arro-
huevos del ascárido (véase lámina D/1), llada en forma de sacacorchos, que mide ya
cumpliéndose en unas dos o tres semanas. 1 mm de largo. Cuando un huésped idóneo
Ingeridos por el hombre los huevos embrio ingiere la carne que contiene estas larvas en
nados infestantes, la eclosión larvaria tiene quistadas (7), los procesos digestivos las libe-
efecto en el duodeno; las larvas, a medida ran de sus quistes (8 y 9) y alcanzan su ma-
que van creciendo, se desplazan lentamente durez sexual en el duodeno, donde las hem-
hacia el ciego, y alcanzan la madurez sexual bras inician el parto de las larvas una sema-
a los dos o tres meses. na después de la comida infestante (1).
Tricocefalosis Triquinosis
Las infestaciones ligeras cursan sin sintoma La triquinosis humana puede cursar con sín-
tología manifiesta. Cuando son muy intensas tomas leves, pero si la invasión muscular del
pueden provocar acentuados trastornos intes- cerdo es intensa (1 g de embutido puede
tinales (dolores abdominales, diarreas y vó- contener 3.000 quistes), basta la ingestión de
mitos) y pérdida del apetito, con frecuencia una pequeña cantidad de carne para ocasio-
asociados a síntomas neurotóxicos (irrita- nar al hombre una triquinosis grave.
ción, insomnio, vértigos, etc.). Las formas parásitas intestinales causan
una enteritis catarral febril, con dolores ab-
«Trichinella spiralis» dominales, diarrea, náuseas y vómitos. Las
La triquina es un parásito de amplia difusión larvas emigrantes originan intensas mani-
mundial. Frecuente en América y en algunos festaciones toxémicas, siendo el edema fa-
países europeos, abunda poco en África y en cial y el dolor de cabeza las más manifies-
Asia y es muy raro en Oceanía; el parásito es tas. La invasión muscular, con la consi-
prácticamente desconocido entre los maho- guiente inflamación de los músculos afec
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Tricuroídeos.
Tricocéfalo y triquina
Tricuroídeos.
Tricocéfalo y triquina

Fig. 3 Huev o de Fig. 4 . Huevo de


tricocéfalo. Capillaria sp.
Fig. 1. Tricocéfalos, macho y hembra, fija- Fig. 2. Segmento de la
dos en la mucosa del ciego. región esofágica.

Larvas enquistadas
en los músculos

tuesta de embriones en la
mucosa intestinal.

Fig. 5. Ciclo bioepidemiológico de la triquina.

NEMATODOS
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5'9

ñcantocéíalos
ñcantocéíalos
tados, se evidencia por la aparición de do- chos (acantha  = «espina», «gancho»; kefaleé
lores reumatoides y dificultades respiratorias, = «cabeza»).
masticatorias y de la deglución. La fase final,
la de enquistamiento, puede ser el comienzo «Macracanthorhynchus hirudinaceus»
de una recuperación lenta y progresiva, o de Es un parásito cosmopolita del cerdo. Los
un empeoramiento que conduce a un fatal adultos, de dimensiones relativamente gran-
desenlace. des (10 a 30 cm las hembras y 5 a 12 cm los
machos), se encuentran fijados mediante su
Otros Tricuroideos probóscide en la mucosa del yeyuno (figura
1), y se caracterizan por su cuerpo aplanado
Diversas especies del género Trichuris  son y atenuado en la región caudal, su color gris
parásitos de animales domésticos: T. suis, es- rosado y por presentar la cutícula sembrada
pecie próxima a la del hombre, lo es del cer- de acentuadas arrugas transversales.
do; T. vulpis  del perro; T. ovis y T. globulosa Las hembras realizan una puesta diaria de
se encuentran en corderos, cabras y bovinos. unos 80.000 huevos embrionados (fig. 3), cu-
Otro género, Capillaria,  de cuerpo con as- yo embrión, denominado acantor,  posee una
pecto enteramente capilar, incluye, entre corona de ganchitos en su polo anterior.
otras, especies responsables de graves afec- Cuando son ingeridos por los denominados
ciones gastrointestinales en aves de corral «gusanos blancos» (larvas de Cetonia,  fig. 4,
(por ej. C. annulata y C. caudinflata,  frecuen- Melolontha y otros Escarabeidos), los embrio-
tes en esófago y buche de gallinas, pavos, pa- nes eclosionan y se dirigen a la cavidad gene-
tos y palomas), que se adquieren a través de ral de estas larvas de escarabajos, donde, des-
la ingestión de lombrices de tierra que actúan pués de sufrir una muda, quedará enquistada
como huéspedes intermediarios. la larva metacíclica infestante (cistacanto).
Son también frecuentes las capilariasis en La infestación del cerdo se produce como
mamíferos, tanto domésticos como silvestres, consecuencia de la ingestión de las larvas de
que en algunos casos pueden actuar como escarabeidos infestadas. Los parásitos dan lu-
reservorios de afecciones humanas. C. bovis gar a la aparición de necrosis locales de la
parasita el intestino de bovinos, caprichos, mucosa Intestinal, que pueden ser origen de
venados y antílopes. C. aerophila  se localiza una perforación intestinal y de la subsiguien-
en el árbol respiratorio de perros y gatos, así te peritonitis; los lechones pueden morir sú-
como en carnívoros silvestres, y ha sido cita- bitamente, sin haber mostrado antes ningún
da ocasionalmente en el hombre. C. hepática síntoma. El parasitismo humano, accidental,
(D/8, fig. 4), frecuente en el hígado de ratas, es muy raro.
se halla también en diversos mamíferos, el
hombre entre ellos. C. philipinensls,  cuyo «Moniliformis moniliformis»
huésped reservorio normal se desconoce, es Es parásito intestinal de las ratas y sólo ex-
un parásito intestinal humano altamente pa- cepcionalmente del hombre. Los gusanos
tógeno en el SE asiático. adultos, cuyas dimensiones son similares a
las de la especie anterior, tienen un aspecto
LOS ACANTOCÉFALOS muy característico (fig. 5), al cual alude su
nombre científico (moniliforme = «arrosaria
Forman un grupo muy característico de gusa- do»). El desarrollo larvario se efectúa en di-
nos parásitos intestinales de ciclo evolutivo versas especies de cucarachas (fig. 7).
indirecto; las formas adultas pueden encon-
trarse en el intestino de diversos grupos de Acantocéfalos de los animales domésticos
Vertebrados, mientras que las formas larvarias En Norteamérica el perro es parasitado por
se desarrollan fundamentalmente en Artrópo- Ondeóla canis,  pequeño acantocéfalo que
dos (crustáceos e insectos), que cumplen el infesta con frecuencia al coyote. Polymorphus
papel de huéspedes intermediarios pasivos. boschalls y Filllcolis anatis son especies de ta-
Los Acantocéfalos son gusanos unisexuales, maño inferior a 1 cm que parasitan con cierta
con los machos siempre más pequeños que frecuencia a las palmípedas domésticas (pato,
las hembras y con el cuerpo, ¡nsegmentado, oca y cisne) y salvajes, más raramente a la ga-
de aspecto cilindráceo o algo aplanado. Su llina, y cuyo desarrollo larvario se efectúa en
rasgo más característico es la presencia de pequeños Crustáceos acuáticos (Asellus acua
una probóscide o trompa cefálica (figs. 2 y ticus, Cammarus pulex,  etc.); las infestaciones
6), la cual utilizan como órgano de fijación Intensas pueden llegar a ocasionar una eleva-
y cuya superficie aparece erizada de gan- da mortalidad en las aves parasitadas.

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«Macracantorhynchus hirudinaceus» I
«Macracantorhynchus hirudinaceus» I
 y «Moniliformis moniliformis» m S M M

Fig. 2. Tompa con ganchos dis- Fig. 3. Huevo embrionado de
puestos en series espirale s de M. M. hirudinaceus.
hirudinaceus.

Fig. 1. Macho y hembra de Macracanthorhynchus hiru-


dinaceus, fijados en el intestino delgado del cerdo. Fig. 4. Larva de Cetonia (gusano blanco).

Fig. 6. Trompa con


Fig. 5 . Aspecto del macho y de la hembra de ganchos dispuestos en
círculos alternos de M. Fig. 7. Periplaneta ame ricana (cu-
Moniliformis m oniliformis. caracha rubia americana).
moniliformis.

ACANTOCÉFALOS
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Pentastómidos
Pentastómidos
GENERALIDADES Únicamente dos especies tienen relación
Forman un pequeño conjunto de Metazoos con el hombre o con los animales domésti-
exclusivamente parásitos. Su asignación siste- cos.
mática no está muy clara; situados por algu-
nos entre los Arácnidos, la tendencia actual «Linguatula serrata»
es la de considerarlos como un tipo indepen- Las formas adultas de este parásito se locali-
diente, con afinidades con los Crustáceos zan en las fosas nasales del perro (fig. 6) y
Branquiuros. del gato, y con menor frecuencia en los se-
Los Pentastómidos (perita  = «cinco»; stoma = nos frontales. Su nombre alude a la forma de
«orificio», «boca») reciben también el nom- lengüeta de este pentastómido y al aspecto
bre de Porocefálidos. Ambas denominaciones aserrado de los bordes de su cuerpo (figuras
aluden a un típico carácter de estos parásitos, 1 y 5). Las hembras, que llegan a medir unos
la presencia de cinco poros u orificios en el 9 o 10 cm, son mucho mayores que los ma-
extremo cefálico (fig. 2), en uno de los cuales, chos, cuya longitud raramente rebasa los 2
el central, se abre la boca, mientras que los cm.
otros cuatro corresponden a unas invagina- Los huevos puestos por la hembra son arras-
ciones cutáneas en las cuales se encuentran trados al exterior con las mucosidades nasa-
unos ganchos que son usados como órganos les y los estornudos y así contaminan la hier-
de fijación. ba y ganan después acceso a los rumiantes
Su cuerpo, vermiforme y desprovisto de seg- domésticos, los cuales adquirirán la infesta-
mentación, presenta un aspecto anillado; en ción larvaria al pacer en los pastos contami-
algunas especies (fig. 1), el cuerpo es deprimi- nados.
do y presenta los anillos cuticulares con el La linguatulosis provocada por los adultos
borde posterior más ancho que el anterior del no suele tener consecuencias graves para los
subsiguiente, por lo cual el cuerpo muestra carnívoros domésticos. En cambio, las for-
un aspecto aserrado; en otras, el cuerpo es ci- mas larvarias del parásito, enquistadas en el
lindrico y está provisto de unos engrasamien- hígado y ganglios linfáticos mesentéricos de
tos anulares que le confieren un aspecto de las vacas, cabras y ovejas, pueden ser causa
tomillo (fig. 7). de trastornos graves en los animales que so-
Su dimorfismo sexual se hace patente por el portan infestaciones intensas.
diferente tamaño de los individuos de uno y
otro sexo. Su ciclo evolutivo, indirecto o hete «Armillifer armillatus»
roxeno, se cumple totalmente en huéspedes Es una especie frecuente en los pulmones y
vertebrados; los adultos habitan en los con- la tráquea de los grandes ofidios africanos.
ductos respiratorios de vertebrados de hábitos De dimensiones similares a las de la linguá
carnívoros, mientras que las formas larvarias tula, su aspecto es muy característico e in-
son alojadas por otros vertebrados de alimen- confundible (fig. 7).
tación herbívora u omnívora que les sirven de Las ninfas de L. serrata  pueden pasar a la re-
huéspedes intermediarios. Durante el transcur- gión rinofaríngea humana al consumir híga-
so de su vida, una hembra pone varios miles o dos poco cocidos de animales parasitados,
cientos de miles de huevos embrionados (fig. ocasionando una afección conocida como
3), que llegan al exterior reunidos en grupos y «halzoun». Las de  A rm illife r   afectan con
arrastrados por las mucosidades que segregan cierta frecuencia a los nativos de ciertas re-
las vías respiratorias. Cuando estos huevos son giones del África Tropical. Esta frecuencia
ingeridos por un huésped adecuado, los em- tiene su explicación en el hecho de que los
briones (fig. 4), provistos de dos pares de indígenas utilizan estas serpientes como ali-
apéndices articulados y armados de dos uñi mento, así como en la manipulación de es-
tas, eclosionan al llegar a su intestino; después tos ofidios en el ritual de algunos cultos indí-
de abandonar el conducto digestivo y de sufrir genas. Las larvas desarrolladas (fig. 8), a las
las correspondientes mudas, las larvas metací que algunos autores dan el nombre de «nin-
clicas o infestantes (figuras 5 y 8) se enquistan fas», se enquistan arrolladas en espiral, en el
en diversas visceras del huésped intermedia- pulmón, hígado y mesenterio de los anima-
rio, esperando a que éste sea devorado por un les que actúan a modo de huéspedes inter-
huésped definitivo para completar en él su de- mediarios, como es el caso, habitualmente,
sarrollo. de los antílopes y de los monos.

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«Linguatula» y
«Linguatula» y
Rrmillifer armillatus»

Fig. 2. Extremo cefálico de L. serrata.

Fig. 4. Embrión de L. serrata al


eclosionar del huevo.

Fig. 5. Larva de Lingua


tula serrata.

Fig. 3. Huevo embrionario de


L. serrata.

Fig. 6 . Linguátulas adultas en la cavidad nasal del perro.

Fig. 1. Hembra de


Linguatula serrata.

Fig. 8 . Larvas de A. armillatus en el hígado.


Fig. 7. Macho y hembra de Armi llifer armillatus.

p e n t a s t | m id o s

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Artrópodos
Artrópodos
LOS ARTRÓPODO S pueden atacar al hombre, fijándose en sus extre-
PARÁSITOS midades interiores, o extendiéndose por todo el
cuerpo, si son muy numerosas: una vez sacia-
El interés parasitológico de los Artrópodos deri- das, se dejan caer al suelo, se entierran para pa-
va del elevado número de especies que viven sar el invierno en fase quiescente, y alcanzan el
como endoparásitos o ectoparásitos permanen- estado adulto al llegar la nueva primavera.
tes o temporales, que actúan como vectores me- Trombicula autumnalis, el «ácaro de la siega»,
cánicos o biológicos de los más diversos agentes es una especie europea que provoca en el
¡nfectocontagiosos, o que sin/en de huéspedes hombre una intolerable erupción cutánea co-
intermediarios pasivos de otros parásitos. nocida con el nombre de «eritema otoñal». T.
Las especies de mayor interés en Parasitología alfreddugesi está ampliamente extendida en el
humana y animal se encuentran entre los  Arác- Nuevo Continente. T. akamushi, especie asiáti-
nidos  y los Insectos.  Los primeros, artrópodos ca, vehicula una grave rickettsiosis denomina-
esencialmente terrestres, quelicerados y traque- da «fiebre fluvial del Japón».
ados, de cuerpo dividido en dos únicas regio-
nes —cefalotórax y abdomen— y con cuatro ÁCAROS MESOSTIGMADOS
pares de patas en su estado adulto, incluyen un LOS DERMANÍSIDOS
solo orden digno de nota bajo el aspecto que
nos ocupa: el de los  Ácaros.  Los segundos, Ácaros de escaso tamaño y finos tegumentos,
también traqueados pero antenados, tienen el provistos de escudos dorsales que sólo cubren
cuerpo dividido en tres regiones —cabeza, tó- la parte central de esta región: sus finos quelí
rax y abdomen— y los adultos poseen tres pa- ceros, a menudo aciculares en las hembras, fa-
res de patas, acompañados de dos pares de cilitan sus hábitos hematófagos.
alas en la mayoría de los Órdenes que com- Dermanyssus gallinae (fig. 5) mide unos 3/4 de
prende la Clase. mm. Vive escondido durante el día en las grie-
tas de los gallineros y sale por las noches, a ve-
Ácaros parásitos ces a miríadas, para saciarse sobre las aves en
ÁCAROS PROSTIGMADOS reposo. Estas acusan la acción expoliatriz e irri-
LOS DEMODÍCIDOS tante que ejercen tales parásitos, por la apari-
ción de estados anémicos (los polluelos pue-
Son los diminutos ácaros de los folículos pilo- den morir exangües) y por la reducción de la
sos, característicos por el peculiar aspecto de puesta. Ornithonyssus bursa, especie propia de
su cuerpo, alargado y anillado en la región ab- los países cálidos, suplanta a la anterior en el
dominal, y con patas reducidas a muñones. Nuevo Continente; común sobre gallinas y pa-
El Demodex folliculorum (fig. 1) vive en los fo- lomas, puede atacar también, aunque sea de
lículos pilosos del hombre (fig. 2), principal- modo ocasional, al hombre.
mente en los pliegues nasales: a pesar de que
su parasitismo es frecuente, éste pasa en gene- ÁCAROS ASTIGMADOS
ral inadvertido, siendo dudoso el papel que al- LOS PIROGLÍFIDOS
gunos le asignan respecto a ciertas afecciones
cutáneas. Son ácaros de vida libre y de tamaño micros-
Otras especies, en cambio (D. canis del perro, cópico (fig. 6). Rostro con quelíceros promi-
D. phylloides  del cerdo, etc.), pueden causar nentes y cuerpo alargado, con la cutícula fina-
graves sarnas demodécicas en los animales do- mente plegada y las estrías interrumpidas por
mésticos, sarnas que se inician con la apari- uno o dos escudos dorsales finamente puntea-
ción de erupciones nodulares depilantes y que dos, y con los tarsos de sus patas provistos de
pueden conducir a un fatal desenlace en las in- una ventosa. Los machos, más pequeños que
vasiones generalizadas. las hembras, presentan usualmente un par de
ventosas adanales.
LOS TROMBICÚLIDOS Se encuentran a veces en nidos de aves y ro-
edores, pero su interés radica, principalmen-
Las formas adultas, depredadoras, resaltan por te, en su presencia en el polvo doméstico,
sus colores vivos y la forma de su cuerpo densa- constituyendo una importante fracción de la
mente piloso (fig. 3). Las larvas hexápodas (fig. fauna acariña presente en el mismo.
4), conocidas en Suramérica con el nombre de Dermatophagoides pteronyssinus, D. fari
«bichos colorados», abundan sobre la vegeta- nae y Euroglyphus maynei  pueden ser muy
ción en algunas zonas, principalmente a fines abundantes en el ambiente doméstico, so-
de verano y en otoño. Las de algunas especies bre todo en dormitorios, ya que se aIi

ATLAS DÉ PARASITOLOGÍA
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Picaros prostigmados,
mesostigmados y astigmados
Picaros prostigmados,
mesostigmados y astigmados

Fig. 1. El Demodex folliculorum, visto por su cara


ventral. (Demodícidos).

Fig. 2. Varios Demodex en los folículos pilosos. (De-


modícidos).

Fig. 3. Trombicula autumnaíis hembra, visto


por su cara dorsal. (Trombicúlidos).

Fig. 4. larva hexápoda de T. autumnaíis, vista


por su cara dorsal. (Trombicúlidos).

Fig. 5. Dermanyssus gallinae hembra, visto Fig. 6 . Dermatophagoides pteronyssinus, hembra, y extremo posterior del
dorsalmente. (Dermanísidos). macho vistos ventralmente. (Piroglífidos).

ARTRÓPODOS
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Artrópodos

mentan con las escamas dérmicas que se des- llo. Cnem idocoptes gallinae   causa la sarna
prenden del cuerpo humano Su presencia está desplumante de las gallinas, y Cnemidocoptes
estrechamente relacionada con las alergias o mutans (fig. 3) produce la sarna de las patas de
atoplas respiratorias, caracterizadas por acce- estos volátiles, en las cuales se forman unas
sos asmáticos, que sufren las personas hiper prominentes costras de estructura esponjosa
senslbil Izadas frente al polvo casero. (fig. 4), en cuyo interior los ácaros pululan en
grandes cantidades.
LOS SARCÓPTIDOS
LOS PSORÓPTlDOS
Son Acaras de tamaño muy pequeño, apenas
perceptibles a simple vista, y de cuerpo vesicu- A diferencia de los Sarcóptidos, los Psorópti
loso y color grisáceo o rosado, con el tegu- dos, de cuerpo oval y largas patas, permane-
mento recorrido por una fina estuación trans- cen sobre la piel de sus huéspedes, realizando
versal que recuerda el dibujo de las huellas di- la puesta de los huevos en los bordes de las le-
gitales Las patas, muy reducidas en algunos siones. Muestran preferencia por las reglones
grupos, están sostenidas por refuerzos cutáneos densamente pilosas; las lesiones, al extender-
(epímeros) y aparecen Implantadas en dos gru- se, provocan la caída ya del pelo, ya de la la-
pos, uno anterior y otro posterior, terminando na, de las regiones afectadas
en ventositas pediceladas o en largas cerdas. Psoroptes equi (fig. 5), con numerosas varieda-
Machos y hembras difieren por el menor tama- des adaptadas a diferentes animales domésti-
ño de los primeros, provistos, en algunos gru- cos, es el causante de las sarnas psorópticas,
pos, de ventosas copuladoras, siendo también de las cuales es especialmente importante la
un carácter distintivo la diferente distribución de las ovejas (fig. 6). Otodectes cynotis  origina
de las ventositas pediceladas en las patas de lesiones purulentas graves en el conducto au-
los Individuos de uno u otro sexo. ditivo del gato y del perro. Diversas especies
Los Sarcóptldos tienen hábitos excavadores, del Género Chorioptes   actúan como agentes
penetrando profundamente en la epidermis. Es- de las sarnas coriópticas, en las que las lesio-
tas actividades minadoras producen una inten- nes se encuentran, de preferencia, en las patas
sa irritación local que, complicada con la infla- y las orejas.
mación provocada por la rascadura, conduce a
la aparición del cuadro típico de las sarnas. LOS ACÁRIDOS
Sarcoptes scabiei (fig. 1) es el «arador de la sar-
na» del hombre, en quien las lesiones asientan Son ácaros pequeños, pero muchos de ellos per-
preferentemente en sitios de piel fina (pliegues ceptibles a simple vista, como puntos blancos,
interdigitales y de la muñeca y los codos, cara nacarados, que se desplazan. Su cuerpo, alarga-
interna del muslo, escroto en el hombre y plie- do y ornado con largos pelos y con patas bien
gue submamario en la mujer). El prurito se acen- desarrolladas y terminadas por una uña y una
túa por la noche, durante la cual transcurren las carúncula adhesiva, termina apicalmente por
horas de máxima actividad de los parásitos. Las unos quelíceros muy desarrollados (fig. 7. q).
hembras ponen los huevos en los túneles exca- Se encuentran frecuentemente sobre alimentos y
vados por ellas y a los pocos días eclosiona la otros productos almacenados.  Acarus syro  prin-
larva hexápoda, la cual pasa a ninfa octópoda cipalmente en cereales y sus derivados (harinas,
en una galería que nace de la materna, o bien etc.); Tyrophagus putrescentiae  y otras especies
sale a la superficie para iniciar la excavación de próximas (T. longior) infestan habitualmente pro-
una galería propia, en donde alcanzará la ma- ductos con alto contenido graso y proteico, co-
durez sexual. Las hembras permanecen siempre mo jamones y quesos, en los que también es
en sus galerías, mientras que los machos salen al frecuente hallar Tyrolichus casei,  conocido co-
exterior para buscarlas y efectuar la cópula. Las mo «ácaro del queso». Otros Acáridos se hallan
formas juveniles (ninfas y hembras inmaduras) con frecuencia asociados a frutos secos, semillas
son las responsables del contagio de la sarna, oleaginosas y harinas de todo tipo.
que se adquiere por contacto directo enfermo Su abundancia, a veces extraordinaria en estos
sano, o por el uso de ropas (pongamos por caso productos almacenados, facilita su paso al
de cama, toallas, etc.) que, poco antes, hubiesen hombre, especialmente a aquellos que los ma-
estado en contacto con un paciente. nejan, ocasionando dermatitis muy prurigino
Otras especies del Género Sarcoptes causan sas, conocidas como «sarnas de los tenderos o
las sarnas sarcópticas de los animales domésti- especieros», que revelan un estado especial de
cos. Notoedres cati  (fig. 2) produce la sarna sensibilización al contacto no sólo de los áca-
notoédrica del gato, en la que las lesiones ros vivos, sino también a sus exuvias y excre-
asientan en las orejas y región dorsal del cue- ciones.

i ATLAS DE PARASITOLOGÍA
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Rcaros astigmados
Rcaros astigmados

Fig. 1. Sarcoptes scabiei. En A, la larva; en B, el macho visto ventralmente; en C, la hembra vista dorsalmente, y en D,
hembra en una galería epidérmica.

Fig. 3. Cnemidocoptes mutans, hem- Fig. 4. Sarna nemidocóptica de las patas
bra. Cara dorsal. de la gallina.
Fig. 2. Notoedres cati, hembra. Cara
dorsal.

Fig. 5. Psoroptes equi, macho, Fig. 6. Sarna psoróptica de la ove ja. Fig. 7. Tytophagus putrescentia* 
cara ventral. hembra. Cara dorsal.

ARTRÓPODOS
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Artrópodos
Artrópodos

ÁCAROS METASTIGMADOS que otras, denominadas «garrapatas de un


huésped», efectúan todas las mudas sin
Son Ácaros que no sólo sobresalen por el ta- abandonar el huésped sobre el cual se nutren
maño relativamente considerable que alcan- las diferentes formas evolutivas.
zan sus especies, sino también por el impor- Son numerosos los Géneros y las especies
tante papel vectorial que llevan a cabo, tan comprendidos en esta Familia. Entre las del
sólo superado por los mosquitos en lo que Género Ixodes  puede citarse el I. ricinus  (figs.
atañe a las enfermedades transmisibles pro- 3 a 5), frecuente en Europa sobre el perro y
pias del hombre, y que ocupa un lugar pree- otros animales domésticos. Rhipicephalus
minente en cuanto a la vehiculación de en- sanguineus  (fig. 6) y otras especies de este gé-
fermedades infecciosas entre los animales nero, así como las de ornados escudos del
domésticos. Género Dermacentor   (figura 7) y las de los
Ectoparásitos hematófagos sin excepción, se Géneros Hyalomma, Amblyomma y Boophi
caracterizan por la conformación de sus pie- lus,  constituyen importantes plagas de los
zas bucales (fig. 1), que comprenden un hi mamíferos domésticos en las regiones cálidas
 postoma   (hip), armado de pequeñas denticu y templadas del Globo.
laciones retrógradas, dos quelíceros   en pinza Su picadura es muy irritante, y la de las hem-
(q) y dos maxilipalpos  (mxp), implantadas to- bras grávidas de algunas especies, en particu-
das ellas en una pequeña pieza móvil, o ca- lar cuando se fijan en la vecindad de las vér-
 pítulo  (cap). La diversa posición del capítulo, tebras cervicales, puede ocasionar, en el
unida a otros caracteres, permite distribuirlos hombre, el perro y el ganado, una grave pa-
en dos Familias, Ixódidos y  Argásidos,  tan d¡ rálisis, debida a la inoculación de toxinas
ferenciables por el aspecto morfológico de neurotrópicas contenidas en su saliva, que
sus especies como por sus caracteres biológi- puede llevar a un fatal desenlace si son afec-
cos y vectoriales. tados los músculos respiratorios. Numerosas
especies pertenecientes a los géneros citados
LOS IXÓD IDOS son responsables de la vehiculación de una
variada gama de agentes patógenos: virus pa-
Son (flgs. 1 a 8) las «garrapatas duras», de ca- rásitos humanos (meningoencefalitis, fiebres
pítulo anteroterminal, visible dorsalmente, y hemorráglcas) y de los animales domésticos
provistas de escudos dorsales, que cubren to- (encefalitis diversas); rickettsiosis humanas
do el dorso en los machos y nada más que la (fiebres Q, botonosa mediterránea, mancha-
parte anterior en las hembras, larvas y ninfas. das de las Montañas Rocosas y de S. Paulo);
Parásitos permanentes, tan sólo abandonan infecciones bacterianas (tularemia, brucelo
sus huéspedes —y no siempre— para mudar, sis, carbunco), y graves hemoprotozoosis de
o para efectuar la puesta. Las hembras grávi- animales domésticos debidas a Piroplásmi
das (fig. 5), de cuerpo enormemente distendi- dos (babesiosis, theileriosis, anaplasmosis).
do, realizan una puesta única, constituida
por varios centenares de huevos, que quedan LOS ARGÁSIDOS
adheridos a su cuerpo (véase fig. 8). Las di-
minutas larvas hexápodas que nacen de ellos Son (figs. 9 a 11) las garrapatas blandas o
ascienden por la vegetación, esperando, en «chinchorros», de capítulo ventral y dorso
una actitud característica (figura 2), el paso desprovisto de escudos esclerificados. Las
de un huésped idóneo sobre el cual fijarse. hembras efectúan múltiples puestas, y las di-
Una vez ahítas, se dejan caer al suelo para versas formas evolutivas, entre las que existen
mudar a ninfas octópodas, las cuales se nutri- varias fases ninfales, tienen hábitos noctur-
rán en un nuevo huésped y, saciadas ya, se nos: salen de noche a picar a sus huéspedes
soltarán a su vez, para realizar la muda que y pasan el día en grietas de muros o enterra-
ha de dar paso a las formas adultas. Los ma- das en el polvo.
chos mueren luego de fecundar a las hem-  Argas perslcus   (fig. 9) es el chinchorro de los
bras y éstas, después de una prolongada nu- gallineros, vector de espiroquetosis aviares.
trición sobre el nuevo huésped, lo abando- Otobius megnini  (fig. 10) vive, causando in-
nan para efectuar la puesta en el suelo, ce- tensas inflamaciones, en el pabellón auditivo
rrándose así su ciclo vital. Este ciclo, esque- del perro, cordero, buey y caballo. Las espe-
matizado en la fig. 8, sería el correspondien- cies del Género Ornithodorus   (figura 11) son
te a una «garrapata de tres huéspedes»; otras vectoras de diversas fiebres recurrentes huma-
especies requieren tan sólo dos huéspedes nas, enfermedades distribuidas por todos los
para completarlo, ya que sus larvas realizan continentes y causadas por distintas especies
la muda en ninfas en el primero, mientras de espiroquétidos del Género Spironema.

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Rcaros metastigmados
Rcaros metastigmados

Fig. 1 Piezas bucales de Fig. 6 . Rhiphicephalus


ixódido (cara ventral). sanguineus.
Fig. 3 . Ixodex ricinus.

ricinus. Fig. 7. Dermacentor 


Fig. 5 . ixodex ricinus,  hembra grávida. andersoni.

Fig. 8 . Ciclo biológico de una garrapata de tres huéspedes.

Fig. 9. Argas p ers icu s. Fig. 10. Otobius megnini. Fig. 11. Ornithodorus erraticus

á fM
ARTRO KJPOS
6”
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Artrópodos
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Insectos parásitos apetito y peso, y flojea la puesta en las aves


LOS ANOPLUROS muy invadidas.
Los  Ambtíceros,  con antenas escondidas en
Son los piojos verdaderos, ectoparásitos he- surcos cefálicos, son parásitos casi exclusivos
matófagos exclusivos de mamíferos y estricta- de aves. Menop on gallinae (fig. 4) es frecuen-
mente estenoxenos. De tamaño reducido y te en las plumas de las aves adultas; Mena
cuerpo deprimido, se caracterizan por su ca- canthus stramineus  vive sobre la piel de los
beza puntiaguda y estrecha, tener fusionados polluelos. Especies de los Géneros Trinoton y
los segmentos torácicos, y robustas uñas Colpocephalum son comunes en palmípedas
prensoras en los tarsos. Su aparato bucal, domésticas.
complejo y retráctil, es de tipo picadorchu- Los Isnóceros,  con antenas bien patentes y
pador. distintas en ambos sexos, comprenden espe-
Depositan sus huevos (liendres) sobre los pe- cies de mamíferos y aves. Bovicola bovis (fig.
los de sus huéspedes —en las fibras de la ro- 5), B. ovis, B. caprae y B. equi  pertenecen al
pa, el piojo humano del cuerpo— , fijándolos primer grupo, así como Thichodectes canis
con un cemento que se seca rápidamente del perro y Felicola subrostrata  del gato. Cu
(fig. 1). Las formas juveniles nacen con un as- clotogaster heterographus y Lipeurus caponis
pecto semejante al de los adultos, estado que viven sobre la gallina, en la cabeza y las alas
alcanzan después de sufrir tres mudas y respectivamente. Chelopistes meleagridis (fig.
transcurridas 23 semanas. La transmisión es 6) es corriente en el pavo,  y Colum bicola co
por contagio directo, favorecido en los ani- lumhae (fig. 7), en la paloma.
males por el hábito de frotarse entre sí.
El piojo del hombre es Pediculus humanus LOS HEMÍPTEROS
(fig. 1). P. h. corporis es la variedad que vive
en las ropas, junto a la piel; P. h. capitis ha Sus formas aladas tienen las alas anteriores
elegido el revestimiento piloso craneal. Una coriáceas en su mitad basal y membranosas,
segunda especie, Phthirus pubis o ladilla (fig en la apical (hemélitros). Su aparato bucal,
3), adaptada a los pelos de la región pubia un pico articulado que se proyecta ventral-
na, se adquiere por contagio venéreo. P. hu- mente desde el extremo anterior de la cabe-
manus,  cuyo parasitismo se asocia a condi- za, completa la caracterización de estos in-
ciones higiénicas deficientes, es vector de sectos, con dos Familias de interés sanitario:
espiroquetas (fiebre recurrente europea) y Cimícidos y Triatómidos.
rickettsias (tifus exantemático y fiebre de las Los Cimícidos, con alas vestigiales, tienen el
trincheras). cuerpo muy deprimido y el abdomen, de con-
Las robustas especies del género Haematopi torno subcircular. Cimex lectularius  (fig. 8, A,
nus incluyen H. suis del cerdo (fig. 2), H. asi B, C) es la chinche doméstica europea de las
ni  de los Équidos y H. eurysternus  del buey, camas; escondida de día en las grietas de mu-
también parasitado por Solenopotes capilla ros y muebles, sólo sale de noche para nutrirse
tus y Linognatus vituli.  Otras especies de Li con la sangre de los durmientes; su picadura
nognatus: L. setosus  (perro), L. ovillus y L. es irritante, pero carecen de papel vectorial.
africanus (cordero). En los trópicos las sustituye el C. hemipterus.
C. columbarius, de las palomas, y algunas es-
LOS MALÓFAGOS pecies americanas de gallinas y pavos (Hae
matosiphon inodora, Ornithocoris toledoi,
Los «piojos masticadores», o Malófagos, se etc.) pueden ocasionarles severas anemias de
diferencian de los Anopluros por su aparato origen expoliatriz.
bucal masticador y cabeza tan ancha como Los Triatómidos,  hemípteros de gran tamaño,
el tórax, o más; sus cortas patas poseen dos alas funcionales y con franjas de colores vi-
uñas en las especies parásitas de aves, y una vos en los segmentos abdominales, son cono-
sola, en las de mamíferos. cidos en Centro y Suramérica con los nom-
Ectoparásitos, se nutren de escamas dérmi- bres de «vinchucas» (Hispanoamérica) y
cas, pelos y barbillas de las plumas; ingieren «barbeiros» (Brasil). A diferencia de las chin-
también la sangre desecada de las heridas, y ches, desempeñan un importante papel vec-
no faltan especies habitualmente hematófa- torial, ya que algunas de sus especies ( Triato
gas. Su presencia en cantidad, igual que su- ma megista,  fig. 9, Rhodnius prolixus,  etc.),
cede en las invasiones con piojos verdaderos, abundantes en algunas zonas rurales, son las
ocasiona una intensa irritación en los anima- que transmiten los tripanosomas causantes de
les infestados; el reposo y la nutrición de és- la llamada «enfermedad de Chagas» o tripa-
tos aparecen perturbados; disminuyen en nosomiasis americana.
JHI^^^ptASITOLOGÍA
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Inse cto s, ñnopluros,


Inse cto s, ñnopluros,
malófagos y hemípteros

Fig. 3 Phthirus pubis, hembra.

Fig. 1. El Pediculus hu


manus, macho.

Lienfre (huevo) fijado sobre


un cabello
Fig. 2. El Hematopinus suis, hembra.

Fig. 7. El Columbicola columbae,


hembra.

Fig. 4. El Men opon ga


llinae, macho. Fig. 5 El Bovicola Fig. 6 . E Chelopistes
bovis, hembra. meleagridis,  macho.

Fig. 8. El Cimex lectularius. En A, hembra; en B, huevo, y en C, ninfa. Fig. 9. El Triatoma megista.

ARTRÓPODOS
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Artrópodos
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LOS DÍPTEROS agua, y despliegan su máxima actividad en


los días cálidos y soleados. Son magníficos
El Orden de los Dípteros agrupa a los insec- voladores, de vuelo rápido y zigzagueante,
tos más importantes desde el punto de vista pudiendo competir en velocidad con un ca-
sanitario. Están caracterizados por la presen- ballo lanzado al galope. Sólo las hembras
cia de un par único de alas (dis,  «dos»;  pte son hematófagas, produciendo dolorosas pi-
ron, «ala»), ya que las posteriores se en- caduras, durante las cuales pueden llegar a
cuentran reducidas a unos pequeños talI¡tos extraer un gramo de sangre a sus víctimas.
mazudos, los balancines (fig 1A, b), coordi- Aunque el hombre es atacado con cierta fre-
nadores en el vuelo. cuencia, el ganado es la víctima habitual de
Sus muchas especies se distribuyen en los estos insectos, con intenso desasosiego, que
tres Subórdenes siguientes: se traduce en notable descenso de la pro-
Braquíceros.— Dípteros robustos, con ante- ducción cárnea y láctea, si estos dípteros
nas salientes de 3 artejos (braquíceros, «an- son abundantes y sus ataques continuados.
tenas cortas»); larvas microcéfalas y pupas La nutrición sanguínea es Imprescindible
con aspecto de crisálida, de las que el ¡ma- para que los huevos se desarrollen en los
go eclosiona a través de una hendidura lon- ovarios de las hembras. Estos huevos (fig. 1,
gitudinal. B) son depositados en grupos cerca del
Ciclorrafos.— Las moscas y afines. Adultos, agua, ya sobre el suelo húmedo, ya sobre
con una cicatriz frontal en forma de herra- las partes aéreas de las plantas acuáticas.
dura rodeando las antenas, y éstas con una Las larvas (fig. 1, C), cilindricas y con los
larga cerda (arista) implantada lateralmente segmentos abdominales ornados por círcu-
en el tercer artejo (véase G/6); larvas acéfa- los de tubérculos, son depredadoras y hacen
las, y pupas en forma de tonel, de las que vida acuática. Su desarrollo, lento por cier-
los ¡magos eclosionan haciendo saltar un to, suele durar varios meses, en cuyo trans-
casquete circular (ciclorrafos, «hendidura curso sufren 78 mudas; cuando van a pu
circular»), par, se trasladan a un terreno más seco cer-
Nematóceros.— Mosquitos y afines. Adul- ca de los bordes de las charcas, y allí se
tos, de cuerpo esbelto, finas patas y alas es- transforman en unas pupas (fig. 1, D) que
trechas, con las antenas largas y con nume- recuerdan las crisálidas de mariposas, y de
rosos anillos o artejos (nematóceros, «ante- las que emergen los ¡magos o insectos adul-
nas filiformes») (véase lams. G/9 y 10); lar- tos, a través de una hendedura longitudinal
vas macrocéfalas, y pupas con aspecto de y dorsal de su cutícula.
crisálida; eclosión como en los Braquíceros. El Género Tabanus  se distingue por la pre-
sencia de una prominencia basal en el ter-
DÍPTEROS BRAQUÍCEROS cer arteo antenal y por la tonalidad unifor-
LOS TABÁNIDOS me de sus alas. T. autumnaíis y T. bovinus
(fig. 1) son especies de gran tamaño, fre-
Los Tabánidos son los Braquíceros de mayor cuentes en España.
interés. Son Dípteros de cuerpo grande (1 Los del Género Haematopota,  de cuerpo es-
2,5 cm), robusto y desprovisto de cerdas de- belto, se distinguen por el aspecto jaspeado
sarrolladas. La cabeza, corta, ancha y cón- de sus alas. H. pluvialis,  el «tábano de las
cava posteriormente, está en gran parte ocu- tormentas» (fig. 3), y H. lusitanica  son tam-
pada por los ojos compuestos, brillantes e bién frecuentes en España.
iridiscentes, yuxtapuestos en los machos en Las del Género Chrysops  (fig. 2) presentan
la parte media frontal; la trompa es corta, las alas ornadas con bandas transversas ahu-
gruesa y está provista de prominentes labe madas. C. caecutiens  es el «tábano cega-
las; las antenas, dirigidas hacia delante, es- dor», que pica a los animales en el rabillo
tán formadas por 3 artejos, con el último del ojo. C. dimidiata  y C. silacea  vehiculan
anillado apicalmente. Las patas son fuertes y la filaría loa (África tropical) y C. discalis la
las alas, que están provistas de una comple- tularemia en Centro y Norteamérica.
 ja venac ión, se caracterizan por presentar Diversas especies de Tabánidos pueden ac-
en el centro una celdilla de contorno hexa- tuar como vehiculadores mecánicos de in-
gonal, la llamada «celda discal» (fig. 1, A, c. fecciones bacterianas (carbunco) y viriásicas
d.), y una amplia horquilla, la «horquilla (anemia infecciosa de los caballos), o como
apical» (fig. 1, A, h. ap.), abarcando el ápice vectores biológicos de tripanosomas (T.
alar. evansi,  causante del «surra»; T. equiperdum,
Los adultos abundan durante el verano con agente causal del «mal de caderas» de los
mayor frecuencia en las proximidades del Équidos suramericanos).
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Insectos.
Dípteros braquíceros: tabánidos

Fig. 1. Tabanus bovinus. Fases de su ciclo biológico. En A, hembra; en B, puesta de huevos; en C, larva; en D, pupa.

Fig. 2. Chrysops sp.  p¡g 3 . Haematopota pluvialis.

ARTRÓPODOS
73
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Artrópodos
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DÍPTEROS CICLORRAFOS tas e inmundicias a los alimentos) facilitan


LOS MÚSCIDOS la dispersión de los variados agentes pató-
genos adheridos a la pilosidad que cubre
Son Dípteros muscoideos de tamaño mode- sus patas, acción vehiculadora que queda
rado (0,51,2 cm), arista antenal plumosa y complementada por el hábito que tiene de
color apagado, grisáceo o pardonegruzco. defecar mientras se alimenta y por el ya
El tipo de aparato bucal permite distinguir mencionado vómito alimenticio. Es por to-
dos grupos: con especies de hábito lame- do ello este insecto uno de los más eficien-
dorchupador, de trompa adaptada a la suc- tes y peligrosos diseminadores mecánicos
ción de líquidos o de partículas discretas en de toda suerte de agentes infectocontagio
suspensión; con especies hematófagas, de sos: bacterias de la tifoidea, disentería, có-
trompa rígida y capaz de perforar la piel. lera y tuberculosis; virus de la poliomielitis
y del tracoma; amiba disentérica y restantes
Múscidos chupadores, no hematófagos protozoos enteroparásitos; huevos de ascá
Musca domestica  (fig. 1) es la mosca do- ridos y otros vermes intestinales.
méstica común, especie cosmopolita exten-
dida desde los Trópicos a las regiones sub- Múscidos picadores, hematófagos
polares. Los ¡magos tienen el tórax grisá- Stomoxys calcitrans  (fig 4), la «mosca de los
ceo, ornado con cuatro bandas longitudina- establos», se distingue fácilmente de la do-
les negras, y el abdomen leonado, recorrido méstica por la trompa negra, rigida y pun-
por una banda mediana pardusca. Su apa- zante que sobresale anteriormente de su ca-
rato bucal, membranoso, está profunda- beza y porque suele posarse con ésta dirigi-
mente modificado para la absorción de ali- da hacia arriba y con las alas más abiertas.
mentos líquidos, gracias a los conductos Sus larvas se desarrollan en la paja mezclada
capilares abiertos y dispuestos radialmente con estiércol de las cuadras, y los adultos sa-
(seudotráqueas) que recorren sus prominen- len al exterior durante el verano picando a
tes labelas; ciertos alimentos sólidos pue- las personas, incluso a través de los calceti-
den ser ingeridos, después de ser disueltos, nes, en los tobillos. Muy Irritante para el ga-
mediante la regurgitación de una gotita de nado, vehicula mecánicamente, con su pica-
saliva (vómito alimenticio), en tanto que dura, los agentes patógenos causantes del
otros pueden serlo en estado de suspensión, «surra», el carbunco y la anemia infecciosa
después de raspados con el auxilio de unas del caballo, siendo además vector biológico
denticulaciones situadas en el punto en que de filarías (Setaria equina)  y Espirúridos (Ha
el conducto suctor desemboca en las labe bronema sp.).
las. Glossina palpalis  (fig 5) y sus numerosos
Los adultos viven sólo un mes y las hem- congéneres viven exclusivamente en la zo-
bras realizan varias puestas de 100150 na tropical africana, caracterizándose por
huevos, hasta un total de unos 2.000, que la forma en que disponen sus alas al posar-
depositan en el estiércol fresco de caballo, se, como las hojas cruzadas de unas tijeras.
cerdo y ganado vacuno, excretas humanas Conocidas con el nombre de moscas «tse
y basuras. Las larvas eclosionan a las pocas tsé», presentan un gran interés por ser vec-
horas; son de color blanquecino y forma tores biológicos de numerosos tripanoso
cónica, afiladas en el extremo cefálico, y mas, entre ellos de los causantes de la temi-
miden algo más de 1 cm una vez completa- ble «enfermedad del sueño» y de una grave
do su desarrollo. Las pupas, cuya cubierta afección del ganado conocida con el nom-
está formada por la cutícula larvaria endu- bre de «nagana» (véase lámina B/3).
recida y pigmentada, tienen forma oval
alargada; el ¡mago eclosiona de la pupa ha- LOS FÁN1DOS
ciendo saltar el extremo cefálico, dejando
en ella un orificio circular. El ciclo evoluti- Incluyen las especies del Género Fannia: F.
vo completo, que se prolonga con el des- canicularis o  «mosca doméstica menor»
censo de la temperatura ambiental, puede (fig. 2) y F. scalaris  o «mosca de las letri-
completarse en una semana durante los me- nas», de cuerpo esbelto y arista antenal
ses cálidos del verano, estación en la que desnuda, que se ven volar en el centro de
este insecto se multiplica activamente en las habitaciones a fines de primavera y du-
las regiones templadas. rante el verano. Sus larvas respectivas (fig.
Su predilección por el ambiente doméstico 3) son características por su cuerpo plano
(comedores, cocinas) y sus indiscriminadas no menos que por las excrecencias que or-
apetencias alimenticias (pasando de excre- nan sus segmentos.
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Insectos. I V h!
Dípteros ciclorrafos: múscidos y fánidos
Insectos. I V h!
Dípteros ciclorrafos: múscidos y fánidos

Fig. 4. Stom oxys calcitraras y arista antenal. Fig. 5. Clossina pa lpalisy   arista antenal.

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Hrtrópodos
Hrtrópodos

LOS CALIFÓRIDOS tes y chupar su sangre, y, saciadas, regresan


a sus refugios subterráneos.
Estos Dípteros ciclorrafos suelen caracteri- Las robustas especies del Género Callipho
zarse por sus vivos colores, dotados de re- ra  son los «moscones», azules, de vuelo rá-
flejos metálicos. Son interesantes porque pido y zumbante, que con cierta frecuencia
sus larvas, de aspecto semejante al que pre- penetran en el interior de las viviendas, y
sentan las de los Múscidos, pueden vivir que se ven chocar violentamente sobre los
parasitariamente en el organismo de anima- cristales, en sus repetidos intentos para ha-
les vivos, siendo causa de unas afecciones llar salida al exterior. C. erythrocephala (fig.
conocidas con el nombre de miasis. 2), de tórax gris acerado, abdomen azul
Las especies del Género LuciHa,  de dimen- metálico y mejillas rojizas, es la especie
siones similares a las de una mosca domés- más frecuente en España; sus larvas, que
tica, son de color verde metálico, frecuen- normalmente se nutren en las carroñas, han
temente dotado de refiejos cobrizos. Son sido citadas como causantes de miasis de
atraídas por toda clase de inmundicias, so- heridas y asimismo de miasis intestinales,
bre las cuales efectúan sus puestas; sus lar- tipo de miasis que puede también ser atri-
vas, con estigmas respiratorios característi- buido a las larvas de Musca y Fannia (véase
cos (fig. 4, A) y muy semejantes a los de las H/6). C. vomitoria  es otra especie europea
calíferas, se desarrollan en las deyecciones, frecuente y C. stygia  lo es en Australia,
carroñas y otras materias orgánicas en des- donde sus larvas a menudo son halladas en
composición. L. sericata  (fig. 1) hace fre- las miasis cutáneas de las ovejas.
cuentemente sus puestas bajo la cola de los
corderos, donde la lana está polucionada LOS SARCOFÁGIDOS
con los orines y deyecciones, y sus larvas
son origen de miasis cutáneas del cordero Forman un grupo próximo al anterior. Son
conocidas con el nombre de «gusaneras». las «moscardas» de la carne, de cuerpo lar-
L. cuprina,  especie australiana, tiene cos- go y estrecho y coloración grisácea. De vue-
tumbres similares. Las larvas de L. caesar, lo rápido y zigzagueante, se distinguen por
especie europea, han sido citadas en miasis su excepcional sensibilidad olfativa, que les
humanas de las heridas. impulsa a dirigirse hacia los cadáveres, para
Las especies del Género Cbrysomyia,  de as- poner en ellos sus larvas, inmediatamente
pecto semejante al de las del anterior, se después de ocurrir la muerte; estas moscar-
distinguen por la presencia de una banda das larvíparas depositan también sus larvas
oscura en el borde posterior de los segmen- en las deyecciones y no es infrecuente que
tos abdominales. C. bezziana  (fig. 3), pro- lo hagan sobre animales vivos, dando origen
pia del Viejo Continente, es la especie más a las miasis subsiguientes.
frecuentemente hallada en las miasis de las Del Género Sarcophaga,  cuyas especies
heridas del ganado; sus larvas (figura 4, B), presentan unas bandas longitudinales torá-
provistas de unas prominencias anilladas cicas de color negro y cuyo abdomen está
cubiertas de espinas, tienen un aspecto que adornado por manchas de aspecto tornaso-
recuerda el de un tornillo. lado y cambiante, pueden citarse, como es-
Callitroga americana (= hominivorax),  per- pecies frecuentes, 5. carnaria  (fig. 5) y 5.
teneciente a un Género vecino, es una es- haemorroidalis; sus larvas (fig. 4 D, d), que
pecie americana cuyas larvas (fig. 4, C), pa- tienen los estigmas respiratorios posteriores
rásitas obligadas y de aspecto asimismo al- situados en una profunda depresión de la
go atornillado, causan intensas destruccio- cutícula, pueden ocasionar miasis gastroen
nes en los tejidos invadidos, sin respetar los téricas y de las heridas.
cartilaginosos ni los óseos; cuando la inva- Las especies del Género Wohlfartia,  con
sión se inicia en la cavidad nasal o en el manchas abdominales fijas, ponen larvas
conducto auditivo, las larvas pueden llegar similares a las de las sarcófagas. W. magni-
al cerebro y provocar la muerte del sujeto fica  (fig. 6) es especie parásita obligada, en
afecto de esta miasis. su estado larvario, causando miasis de he-
 Auchmerom ya luteola,  de la zona tropical ridas, vaginales, nasales y oculares en el
centroafricana, es una especie muy curiosa, cordero, habiendo sido también citadas en
por cuanto sus larvas, de manifiesta especi- miasis humanas de idénticas localizacio-
ficidad parasitaria hacia el hombre, viven nes y altamente desfigurativas. W. vigil es
durante el día enterradas en las grietas del otra especie del Género, de hábitos parasi-
suelo de las chozas de los nativos, salen tarios similares, pero propia del Nuevo
por la noche para trepar sobre los durmien- Continente.
atlas de P a r a s i to lo g ía
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Insectos.
Dípteros ciclorrafos: califóridos y sarcofágidos
Insectos.
Dípteros ciclorrafos: califóridos y sarcofágidos

Fig. 2. Calliphora erythrocephala.

Fig. 4 . Larvas de Cal ifóridos y Sarcofágidos. En A, estigmas posteriores de la larva deLucilía;en B, larva de Crysomya; en C, larva
de Callitroga americana; en D, larva de Sarcophaga y sus estigmas posteriores, d).

Fig. 5. Sarcophaga carnaria. Fig. 6. Wohlfartia magnifica.

ARTRÓPODOS
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Artrópodos

LOS ÉSTRIDOS la producción láctea; sus pieles, dañadas


por las perforaciones de salida de las larvas,
Forman un grupo de Ciclorrafos heterogé- pierden en gran parte su valor comercial.
neo, cuyos representantes tienen, no obstan- Oestrus ovis  (fig. 3) es una especie vivípara
te, los siguientes caracteres comunes: au- y casi lampiña, que deposita sus larvas en
sencia de aparato bucal funcional en los los orificios nasales de las ovejas, desde
adultos, cuyos ojos aparecen ampliamente donde se dirigen a los senos nasales y fron-
separados en los individuos de ambos sexos; tales, midiendo casi 2 cm al completar su
cuerpo cubierto por lo comúm de abundan- desarrollo (A). Su parasitismo causa intensa
te pilosidad y obligada vida parasitaria en su irritación en las ovejas, cuyo reposo y nutri-
fase larvaria. ción están profundamente alterados, y, en
Los adultos, incapaces de nutrirse, tienen caso de invasiones intensas, pueden fallecer
una reducida longevidad, en general de por emaciación.
unos pocos días, y se dedican exclusiva- Dermatobia hominis  (fig. 5), especie propia
mente al apareamiento y reproducción, y a de las regiones tropicales de América, es pe-
asegurar un huésped idóneo para el desarro- culiar por el método empleado con miras a
llo de sus larvas, cosa que parecen presentir asegurar los huéspedes para su prole. A fin
los animales domésticos, los cuales intentan de lograrlo, captura otros insectos (por lo
por todos los medios evitar a las moscas general mosquitos), en cuyo abdomen deja
adultas, a pesar de que éstas no pueden pi- fijados sus huevos; cuando estos «recade-
carles. La escasa longevidad de los adultos ros» van a picar a los huéspedes de la der-
contrasta con el dilatado periodo vital de matobia (buey, cordero, cerdo, perro y de
sus larvas, que suelen precisar varios meses manera eventual al hombre), las larvas eclo-
para completar su evolución en los huéspe- sionan rápidamente y se introducen a través
des que las albergan. Casterophilus intesti de la piel, originando unas dolorosas tumo
nalis  (fig. 1), y otras especies del Género, raciones cutáneas en las que las larvas
dejan sus huevos adheridos a los pelos del («bernes» o «gusanos macacos») llegan a su
caballo (fig. 2, A). Cuando el animal se lame total desarrollo a las 510 semanas.
las regiones afectadas, las larvas eclosionan Las larvas de los Éstridos pueden ser agentes
y se fijan sobre su lengua, ganando así acce- causales de miasis humanas, si bien es ex-
so a su cavidad bucal, en cuya mucosa pe- cepcional que lleguen a completar su desa-
netran. Después de labrar un túnel en ésta, rrollo en este hospedador, anormal para
y más tarde en la esofágica, llegan las larvas ellas. Las de Gasterophilus  causan un tipo
finalmente a su estómago (o al intestino las peculiar de miasis, la «miasis rampante»,
de otras especies), y, saliendo a la luz del cuyas lesiones recuerdan las producidas por
órgano, se desarrollan fijadas en la mucosa la invasión cutánea por larvas de Estrongíli
gástrica (fig. 2, B), donde alcanzarán su dos (véase lámina D/3). Las larvas de Hypo-
completa madurez unos 10 meses más tar- derma (H. bovis, H. lineata)  suelen producir
de; luego, ya maduras (figura 2, C), miden «miasis tumorales»; en ciertos casos, en las
1,5 cm de largo y entonces se sueltan es- denominadas «miasis por tumores ambula-
pontáneamente, se dejan arrastrar al exterior torios», se observa una desaparición espon-
y se entierran en el suelo para pupar: los tánea de los tumores, que reaparecen, días
¡magos nacen a las 46 semanas. más tarde, en otros puntos del cuerpo. Las
Hypoderma bovis  (fig. 4) y otras especies del estro de las ovejas suelen localizarse en
afines depositan también sus huevos sobre la conjuntiva ocular, causando una dolorosa
los pelos de sus huéspedes (A), rumiantes en «oftalmomiasis» que afecta de manera prin-
este caso, y las larvas que de ellos nacen cipal a los pastores y otras personas que tie-
penetran directamente, a través de la piel. nen estrecho contacto con el ganado lanar.
Después de una lenta migración a través de
los tejidos de su huésped bovino, las larvas LOS PUPÍPAROS
llegan al tejido subcutáneo de la región me-
diana dorsal, donde dan origen a unas tu Son Dípteros que paren pupas completa-
moraciones, llamadas «barros», en cuyo in- mente desarrolladas. Hippobosca equina
terior se alojan las larvas, que alcanzan (fig. 6), especie alada, es la «mosca borri-
unos 12 mm al acabar su desarrollo (B), y quera», de endurecidos tegumentos y habi-
escapan a través de una perforación cutánea tante en las regiones ventral, inguinal y pe
para pupar en el suelo. rianal de los Equidos. Melophagus ovinus
Los animales intensamente infestados mues- (fig. 7) es una curiosa especie áptera, parási-
tran una notable reducción en el peso y en ta de carneros y ovejas.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
78
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In sect os . M R  
Dípteros ciclorrafos: éstridos y pupíparos
In sect os . M R  
Dípteros ciclorrafos: éstridos y pupíparos

Fig. 2. Casterophilus intestinalis. En A, huevos adheridos a un pelo;


en B, larvas en la mucosa gástrica del caballo, y en C, larva madura.

Fig. 1. Casterophilus in test ina lis, hembra.

Fig. 3. Oestrus ovis, hembra. En A, su larva. Fig. 4. Hypoderma bovis,  hembra. En A, el huevo, y en B, la
larva.

Fig. 5. Dermatobia hominis, hembra. Fig. 6 . Hippobosca equina. Fig. 7. Melophagus ovinus.

ARTRÓPODOS
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Artrópodos
Artrópodos

DÍPTEROS NEMATÓCEROS por otra parte, patógenos para las aves do-
mésticas.
El interés de estos Dípteros, conocidos gené-
ricamente con el nombre de mosquitos, resi- LOS HELEIDOS
de en el importante papel vectorial que tie-
nen a su cargo muchas de sus especies, pa- Son (fig. 2) los más diminutos. Nematóceros
pel que está asociado a los hábitos hemató- de interés sanitario, raramente superiores a los
fagos de las hembras. 2 mm, que en época nupcial vuelan en en-
 jambres sobre charcas y pantanos. Las espe-
LOS SIMÚLIDOS cies de interés pertenecen al Género Culicoi
des,  siendo conocidas como «jejenes» en Su
Son (fig. 1) los Nematóceros de aspecto me- ramérica. Los adultos, con alas en forma de
nos acorde con el concepto vulgar de mos- raqueta y moteadas con manchas pálidas, pi-
quito. Los adultos son pequeños insectos (2 can durante el día, al aire libre, y penetran
5 mm) de color generalmente oscuro, cuerpo por la noche en las casas. Sus larvas acuáticas
robusto y giboso, alas cortas, triangulares e son diminutas criaturas de cuerpo filiforme,
iridiscentes, y antenas también cortas y de que nadan activamente con movimientos on-
aspecto anillado. Activos durante el dia, dulantes semejantes a los de una anguila; las
pueden verse volar cerca de las corrientes de pupas recuerdan las de los Culícidos, pero
aguas limpias y de curso rápido. tienen el cuerpo recto y permanecen immóvi-
Las hembras ponen sus diminutos huevos fi- les en contacto con la superficie del agua.
 jados sobre las piedras y sobre la vegetación, C.  grahami, C. austeni y C. furens  transmiten
inmediatamente por debajo del nivel del dos filarlas parásitas humanas (A. perstans y
agua. Las larvas, que sólo viven en aguas M. ozardi),  en tanto que otras especies vehi-
limpias y bien oxigenadas, donde respiran culan las oncocercas del caballo y otras han
mediante pequeñas branquias anales, tienen sido consideradas responsables de la transmi-
un aspecto fusiforme, cabeza provista de dos sión de virus, tales como el de la «lengua
potentes brochas de pelos, destinadas a re- azul» de los corderos y el de la «viruela
mover el agua y a arrastrar a la boca los mi- aviar» de las gallinas.
croorganismos y partículas orgánicas de que
se nutren, y un apéndice ventral en su región LOS FLEBOTÓMIDOS
torácica, indivisa; su abdomen termina en
una especie de disco adhesivo con el cual se Son (fig. 3) diminutos Nematóceros (23 mm)
fijan en las rocas y otros objetos sumergidos, de largas antenas, color pajizo y cuerpo y alas
evitando así el ser arrastradas por la corrien- enmascarados por abundante pilosidad, que
te. Al ir a transformarse en pupas, tejen un se posan con sus alas lanceoladas divergentes,
capullo en forma de bolsillo sobre las hojas dispuestas formando un ángulo de unos 45°
de las plantas acuáticas sumergidas, en cuyo con el eje corporal. Conocidos en España con
interior se alojarán las pupas, dotadas de el nombre de «beatas», son malos voladores,
branquias de aspecto arborescente; la eclo- que se desplazan sobre los muros volando a
sión de los ¡magos se efectúa en la superficie pequeños saltos ascendentes. Las larvas, que
del agua. viven en lugares umbríos, sobre la materia or-
Como sucede con los restantes Nematóce- gánica en descomposición, semejan pequeñas
ros, sólo las hembras son hematófagas. Ata- orugas y se distinguen por los largos pelos im-
can a los animales domésticos y al hombre, plantados en el último segmento abdominal;
pudiendo causar accidentes, graves cuando las pupas conservan la cutícula o exuvia lar-
lo hacen en enjambres, como sucede en el varia en su extremo abdominal .
área centroeuropea, donde Simulium colum Los adultos, atraídos por la luz eléctrica, pe-
baczense,  que pica al ganado en los con- netran en las habitaciones por la noche, pro-
ductos nasales, puede causar en la mucosa duciendo picaduras dolorosas y muy prurigi
nasal intensas inflamaciones, capaces de ori- nosas. Phlebotomus papatasii  vehicuia el vi-
ginar la muerte de los animales por asfixia. rus de la «fiebre  papataci»  o «de los tres dí-
S. damnosum,  del África tropical, y S. avi as»; P. verrucarum y P. noguchi son los vecto-
dum,  de América, se cuentan entre los vec- res de la «fiebre de Oroya», bartonelosis pro-
tores de la Onchocerca volvulus; otros Simú pia de los valles andinos del Perú; numerosas
Iidos vehiculan, aparte oncocercosis del ga- especies peridomésticas y silvestres de los gé-
nado, diversas especies de Leucocytozoon y neros Phlebotomus y Lutzomyia  son respon-
Haemoproteus,  hematozoarios relacionados sables del contagio de las leishmaniosls cutá-
con los causantes del paludismo humano y, neas y viscerales.

B^*|ASITOLOGÍA
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Inse ctos. Dípteros nemat ócero s:


Inse ctos. Dípteros nemat ócero s:
simúlidos, heleidos y flebotómidos

Fig. 1 Simulium sp. (Simúlidos). Fig. 2. Culicoides sp. (Heleidos).

Fig. 3. Phlebotomus sp. (Flebotómidos).

ARTRÓPODOS
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Artrópodos
Artrópodos

LOS CULÍCIDOS de la masa líquida en que habitan, dispo-


niéndose en posición adecuada (véase en la
Caracteres de los adultos. — Son (figura 1) figura) para que los orificios respiratorios
los mosquitos genuinos, amplio grupo, tanto puedan establecer contacto directo con la
en géneros como en especies, en el que se atmósfera.
incluyen los Dípteros de mayor interés sani- Transcurridos unos días, o unas semanas,
tario. Los adultos, de cuerpo esbelto y alas tiempo que varía según la temperatura del
largas y estrechas, se distinguen de los res- agua y la abundancia de alimentos, las lar-
tantes Nematóceros por su típico aparato vas maduras o de cuarto estado se transfor-
bucal, en forma de fina y recta trompa, de man en pupas activas, de cuerpo encorvado
longitud igual a la de cabeza y tórax reuni- en forma de interrogante, que ascienden
dos; por tener el cuerpo y nerviaciones ala- también periódicamente a la superficie a
res cubiertas por escamas dispuestas tam- respirar el oxígeno atmosférico, tomado a
bién formando una franja en el borde poste- través de una especie de trompetillas sitas
rior alar, y por la forma peculiar en que se en su región torácica, mientras nadan ágil-
posan los adultos durante el reposo, descan- mente gracias a las paletas natatorias im-
sando con los dos pares de patas anteriores, plantadas en el último segmento abdominal.
mientras las del par tercero quedan levanta- Los adultos emergen de estas pupas, una
das a lo largo del abdomen. Los machos tie- vez puestas éstas en contacto con la superfi-
nen antenas plumosas; en las hembras, los cie, por una hendidura longitudinal practi-
verticilos de cerdas antenales son impercep- cada en su región torácica.
tibles a simple vista. Todas las especies de interés sanitario están
El período vital de los adultos, variable se- incluidas en las subfamilias de los Culicinos
gún la especie, las condiciones ambientales (Géneros Culex, Aedes,  etc.) y  Anofe linos
y la aportación nutricia, oscila entre unos (Género  Ano pheles),  cuyos caracteres dife-
pocos días y un mes. A pesar de que vuelan renciales, correspondientes a las diversas fa-
bien, raramente se alejan más allá de 2 o 3 ses evolutivas, pueden apreciarse en las fi-
km de sus lugares de cría, si bien pueden guras de esta lámina G/10.
ser transportados a larga distancia por el Diversas especies de los géneros Culex  y
viento. La mayoría de las especies muestran  Aed es  transmiten virus causantes de encefa-
hábitos nocturnos, siendo especialmente ac- litis humanas. El  Aedes aegypti,  caracteriza-
tivas durante las horas del crepúsculo; algu- do por el dibujo en forma de lira que orna
nas de ellas manifiestan hábitos domésticos, su región torácica (fig. 1, parte inferior), y
penetrando en las habitaciones humanas y cuyas larvas se desarrollan en el agua de to-
en los locales en que se recoge el ganado. da suerte de recipientes artificiales (aljibes,
El apareamiento se efectúa durante el vuelo tinajas, latas, etc.) y en el ambiente domésti-
y las hembras, las únicas hematófagas, pre- co, es el vector de la «fiebre amarilla» en el
cisan la ingestión de sangre para la puesta área urbana; esta misma especie vehicula
de huevos fértiles. también el «dengue», otra virosis propia de
Ciclo biológico.— Los huevos son puestos, los climas tropicales, cuya transmisión en el
aislados o agrupados, sobre la superficie del E y SE asiático corre a cargo del  Anopheles
agua (fig. 2), y la eclosión de las larvas se albopictus,  especie de costumbres igual-
realiza a los pocos dias. Estas larvas, que mente domésticas y cuyas larvas viven en el
muestran en cada especie predilección por agua retenida en los bambúes. Numerosas
un determinado tipo de aguas (charcas, es- especies de los Géneros  Anop heles, Culex  y
tanques lagunas, pantanos; con vegetación  Aedes   intervienen en la vehiculación de la
o sin ella; etc ), tienen un tórax globuloso e filaría de Bancroft (Wuchereria bancrofti) en
indiviso, nueve segmentos abdominales, y las regiones cálidas del Globo. El Género
una cabeza bien diferenciada, provista de  A nophele s  es particularmente interesante
antenas harto desarrolladas y de dos poten- por ser sus especies las únicas capaces de
tes brochas de pelos utilizadas para arrastrar transmitir el paludismo humano:  A. maculi
a la boca las partículas nutricias; el octavo  pennis  (fig. 1), especie cosmopolita, es uno
segmento abdominal lleva los estigmas res- de los más importantes vectores mundiales
piratorios, dispuestos directamente sobre el de esta hemoparasitosis, como lo son  A.
dorso del segmento (Anofelinos), o en el ex-  gambiae y A. funestus,  en África; A. subpic
tremo de un tubo o sifón respiratorio (CuIi tus  y A. culifacies,  en el S de Asia; A. qua
cinos), que utilizan para respirar el oxígeno drlmaculatus,  en la zona meridional de Nor-
atmosférico; para ello, las larvas deben des- teamérica, y A.  pse udopu nctipen nis,  en la
plazarse periódicamente hacia la superficie América Central y en la del Sur.
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Insectos. 6/1 0
Dípteros nematóceros: culícidos ■
Insectos. 6/1 0
Dípteros nematóceros: culícidos ■

Culex, posición de
 An op he les , posiciór
de reposo
Cabeza de Culex 
Cabeza de  An op he les

 A no ph ele s m acu lipenn is

Cabeza de Culex 
Cabeza de  An op he les

Tórax de Ae de s a egy pti

Fig. 1. Diferencias morfológicas entre los Culicinos y Anofelinos adultos.

W f  |
Larva de An opheles

Pupa de

Larva de Culex 

P u p a d e  An op he les

Fig. 2. Fases del ciclo biológico de los Culícidos, mostrando los caracteres diferenciales entre Culicinos y Anofelinos.

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Artrópodos

LOS SIFONÁPTEROS sa de la sangre indigerida que contienen. La


pupación se efectúa dentro de un capullo
Son las pulgas, Insectos ectoparásltos hema- sedoso tejido por la larva (E) y enmascarado
tófagos caracterizados por su cuerpo com- por partículas de polvo. Los imagos que se
primido, ausencia de alas, y con patas adap- encuentran en ellos precisan un estímulo
tadas al salto, carácter manifiesto por la lon- mecánico (vibración del suelo al paso de los
gitud de las del par posterior, mucho mayor huéspedes) que les impulse a abandonarlos
que en los dos anteriores (fig. 1, A y B). y a iniciar su vida ectoparasitaria hematófa-
La cabeza, trapezoidal, presenta dos ocelos ga de larga duración, de años inclusive. En
pigmentados —si bien no faltan especies ausencia de huéspedes, y siempre que la
ciegas— y dos antenas con la maza antenal temperatura no rebase unos 15° C, son ca-
anillada, que, cuando en reposo, se sitúan paces de sobrevivir casi un año; de este he-
en un surco antenal ánteroposterior y obli- cho se deriva su presencia en viviendas ya
cuo; el aparato bucal, picadorchupador, se deshabitadas.
implanta en la parte ánteroventral. Las pie- Son numerosas las especies que parasitan al
zas de los segmentos torácicos montan sobre hombre y a los animales domésticos:
el borde anterior de las del subsiguiente y las Pulex irritans  (fig. 1), especie desprovista de
de los abdominales, que cabalgan unas so- peines y cuyas larvas se desarrollan en cua-
bre otras, se disponen en una forma similar a dras y porquerizas, frecuente antes en las ca-
la de las tejas de un tejado. Cabeza y seg- sas, va siendo sustituida en las mismas por
mentos corporales poseen numerosas cerdas las especies propias de gatos y perros (véase
dirigidas hacia atrás dispuestas en series li- más adelante).
neales en los citados segmentos; muchas es-  Xenopsylla ch eopis (fig. 2) es la «pulga tropi-
pecies presentan además, unas robustas es- cal de la rata», la principal vehiculadora de
pinas, dispuestas como las púas de un peine, la peste bubónica; es reconocible por la pe-
que forman los llamados ctenidios:  denomi- culiar disposición de las cerdas postantena
nados genales si se implantan en las genas o les y occipitales, pues se obtiene el dibujo
mejillas, y pronotales, cuando lo hacen en el de una V al unir con dos líneas los respecti-
borde posterior del pronoto (fig. 3). vos puntos de implantación. Esta especie,
Los machos (fig. 1 B) se distinguen por su conjuntamente con otras pulgas de roedores
menor tamaño y por tener replegados hacia (X. astia, N. fasciatus),  vehicula también una
arriba los últimos segmentos del abdomen, rickettsiosis humana de carácter benigno, el
que es simétrico en las hembras (fig. 1 A). Su «tifus murino».
potencia en el salto — hasta 15 cm en verti- Ctenocephalides canis y C. felis  (figura 3),
cal y 30 en la horizontal, equivalentes, para pulgas con peines genal y protorácico y cu-
un hombre, a saltos de 70 y 140 m, respecti- yos huéspedes son el perro y el gato, y No
vamente— facilita su tránsito de un huésped sopsyllus fasciatus y Leptopsylla segnis, cu-
a otro, mostrando escasa especificidad en yos huéspedes son las ratas y ratones, actúan
cuanto a la elección de éstos, si bien cada como huéspedes intermediarios pasivos de
especie muestra predilección por alguno de- Cestodos (Dipylidum caninum, Hymenolepis
terminado. Sobre el huésped se desplazan nana y H. diminuta).  En cuanto a Ceratophy
ágilmente entre sus pelos o plumas, lo cual llus gallinae y C. columbae,  parasitan a las
es facilitado por su cuerpo comprimido y aves domésticas a que aluden sus nombres
por la ya indicada posición de las cerdas y específicos.
peines corporales. Pican con frecuencia a Tunga penetrans (fig. 4) es la «nigua» o «pul-
sus huéspedes para nutrirse con su sangre, al ga de la arena» de las zonas tropicales del
tiempo que van eliminando sus deyecciones, Globo. Las hembras jóvenes atacan a los
que abundan en sangre sin digerir y quedan animales y al hombre, principalmente en los
formando costras sobre los animales infesta- pies, y se introducen en la piel, entre los de-
dos. dos o bajo las uñas; diminutas al penetrar en
Ciclo biológico. — Durante el transcurso de el huésped (1 mm), pueden alcanzar el diá-
su dilatada vida, cada hembra pone unos metro de un guisante al dilatarse de manera
centenares de huevos, ovales y blanquecinos monstruosa su abdomen repleto de huevos,
(fig. 1, C). Las larvas, pequeñas, cilindricas, originando unas inflamaciones tumorales
ápodas y ciegas (D), eclosionan a los pocos muy dolorosas, que pueden infectarse se-
días y utilizan su aparato bucal masticador cundariamente y llegar a gangrenarse.
para nutrirse ávidamente con toda suerte de Echidnophaga gallinácea  (fig. 5) es otra es-
partículas orgánicas, mostrando gran apeten- pecie tropical de hábitos afines y propia de
cia por las deyecciones de los adultos a cau- las gallinas.
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Insectos.
Insectos.
Sifonápteros

Fig. 1. Fases del ciclo biológico de Pulex ¡rritans. En A, hembra; en B, macho; en C, huevos; en D, larva, y en E,
pupa separada del capu llo.

Fig. 2 Cab eza de Xenopsylla cheo pis. Fig. 3. Ca beza y pronoto de Ctenocephalides felis.

Fig. 4. Tunga penetran s. En A, hembra joven; en B, hembra grávida, y en Fig. 5. Echidnophaga gallinácea. Cabeza de.
C, niguas fijadas en el dedo gordo del pie. gallina infestada por esta pulga.

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La lucha antiparasitaria
La lucha antiparasitaria
LA LUCHA ANTIPARASITARIA mineros— les predisponga al contagio.
Algunos quistes de protozoos y huevos de
La lucha antiparasitaria se propone interrumpir helmintos (oxiuros) pueden seguir viables en-
o desorganizar el ciclo blológicopropagativo tre el polvo casero, más aún si la atmósfera es
de los parásitos de importancia sanitaria o eco- húmeda: evitar la dispersión y levantamiento
nómica, y con esto, la reducción de la inciden- del polvo contribuye, pues (fig. 6), a evitar la
cia de las enfermedades parasitarias del hombre difusión de estos agentes parasitarios.
y de los animales domésticos, y la limitación o Vimos que algunas helmintiasis subsiguen a
la prevención de las nuevas infestaciones de los la ingestión de pescados (botriocefalosis) o de
huéspedes potenciales todavía sanos. carnes (triquinosis, teniasis) infestados con las
Recursos a tal fin: a,  la destrucción de los pa- formas larvarias metacíclicas. De no existir
rásitos adultos, en el organismo de los hués- absoluta certeza sobre la inocuidad de estos
pedes definitivos; b,  de sus formas evolutivas alimentos, sólo se ingerirán después de per-
de vida libre, o la alteración de las condicio- fectamente cocidos o de haber permanecido
nes ambientales que favorecen su desarrollo y un tiempo suficiente a temperaturas de con-
persistencia; c,  la destrucción de los huéspe- gelación de 20° (figs. 7 y 8).
des intermediarios, o modificación de los fac- Frente a las parasitosis de diseminación debi-
tores ambientales que propician su existencia da a los Artrópodos — principalmente los In-
y multiplicación; d,  la adopción de las medi- sectos— y tanto si la vehiculación es mecáni-
das que impidan el acceso, al organismo del ca (enteroparasitosis varias) como metacíclica
huésped definitivo, de las formas infestantes y activa (paludismo, leihsmaniosis, tripanoso-
parásitas. miasis, etc.), las medidas profilácticas pueden
El recurso a es objeto de la terapéutica antipa- ser de carácter pasivo o activo. De protección
rasitaria;  los restantes b, c y d,  preventivos, pasiva: empleo de mallas metálicas o de plás-
constituyen diferentes facetas o enfoques de tico en puertas, ventanas, etc. (fig. 9), contra
la profilaxis antiparasitaria. la penetración de los insectos vectores en las
viviendas; aislamiento de los alimentos (fig.
Profilaxis antiparasitaria 10) en cuanto a las moscas y otros disemina
PROFILAXIS INDIVIDUAL dores mecánicos (cucarachas, por ejemplo);
O PERSONAL aplicación de productos químicos «repelen-
tes» o «ahuyentadores» (¡ndalona, dimetilfta
Adecuada atención a la higiene personal, idó- lato, etc.) sobre las ropas o la piel para alejar
neo tratamiento del agua de bebida y de cier- a los insectos hematófagos y evitar sus pica-
tos alimentos —fuentes frecuentes del conta- duras. La profilaxis activa se lleva a efecto re-
gio—, tales son las medidas primordiales de curriendo al empleo racional de modernos in-
esta profilaxis individual. El cuidadoso lavado secticidas de contacto (organoclorados, orga
de las manos, sobre todo antes de comer, y el nofosforados, carbamatos y piretroides) (fig.
de las verduras (fig. 3) que se ingieren crudas 11), cuyo poder residual elevado hace que
(ensaladas), o su desinfección, reducirán el sus efectos persistan bastante tiempo en los
riesgo de la ingestión de quistes y huevos de locales o estancias a que fueron aplicados.
protozoos y gusanos enteroparásitos (amibas, Indicaremos, finalmente, la posibilidad de lo-
giardias, ascáridos, tricocéfalos, etc.), que se grar una protección individual mediante la ad-
evita también absteniéndose de beber aguas ministración, con carácter preventivo, de algu-
de origen dudoso que no hayan sido previa- nos fármacos antiparasitarios. Así, la adminis-
mente filtradas o hervidas (fig. 2). Debe deste- tración de cloroquina, cuya toma se inicia an-
rrarse el pernicioso hábito de defecar en cam- tes del desplazamiento a una zona palúdica y
po abierto, origen frecuente de esta polución se finaliza una vez se regresa a la zona de re-
del suelo y del agua, como también el em- sidencia, puede proporcionar una eficaz pro-
pleo de las excretas humanas para el abonado tección frente a una eventual infección.
de hortalizas (fig. 4), que convierte estos ali-
mentos en vehículos de infestaciones parasi- PROFILAXIS GENERAL O PÚBLICA
tarias.
Contra los parásitos cuyas formas metacíclicas La adopción de medidas preventivas generales
infestantes penetran a través de la piel (esquis frente a la difusión de enfermedades parasita-
tosomas, anquilostomas, anguílulas, etc.), la rias en la masa de la población incumbe ex-
protección individual puede lograrse emple- clusivamente a las autoridades sanitarias, y
ando calzado impermeable (fig. 5), sobre todo con frecuencia son llevadas a efecto en estre-
por personas cuya profesión —agricultores, cha cooperación internacional. En colabora

ATLAS DE PARASITOLOGÍA
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Profilaxis
indiuidual H/l
Profilaxis
indiuidual H/l

Fig. 1. Higiene personal. Fig. 2. Filtrar o herv ir el agua de bebida dudosa. Fig. 3. Lavar las verduras consu-
midas crudas.

Fig. 4. Rigurosa abstine ncia de empleo Fig. 5. Protecció n de las piernas en las Fig. 6. Evitar el barrido en seco para no
de aguas residuales. operaciones de cultivo. levantar polvo.

Fig. 7. Cocer bien las carnes o pescados sos- Fig. 8 La congelación, prolongada suficientemente, a 20° C puede causar
pechosos. la muerte de las larvas de helmintos contenidos en carnes y pescados.

Fig 9. Evitar la penetración de los insec Fig. 10. Evitar el contacto de los ali Fig. 11. Uso racional de insecticidas,
tos vectores en las vivie ndas. mentos con los insectos.

LA LUCHA ANTIPARASITARIA
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La lucha antiparasitaria
La lucha antiparasitaria

ción con las rectoras de los servicios públicos, depresión (afectos de SIDA entre ellos). Para
previenen los peligros de contagio de gran nú- combatir las devastadoras coccidiosis de las
mero de enteroparasitosis, asegurando un idó- aves de corral, del conejo y del ganado, ade-
neo suministro de aguas potables y conduc- más de algunos fármacos clásicos (sulfaquino
ción y eliminación adecuadas de las residua-  xalina, nicarbazina,  etc.), se cuenta con una
les; estudian y dirigen el saneamiento de terre- amplia gama de compuestos (amprol, ethoba
nos, modificando las condiciones ambientales te, ¡salocid, monensina, princina, salinomici
frente al desarrollo de numerosos vectores na,  etc.) que, si bien con actividad diversa
(mosquitos, simúlidos, etc.) o de determinados frente a las distintas especies de coccidios res-
huéspedes intermediarios (moluscos acuáticos ponsables de las mismas, aseguran, adiciona-
en que se desarrollan las formas larvarias de dos a los piensos, una quimioprofilaxis efecti-
los esquistosomas y otros tremátodos); pro- va de estas afecciones parasitarias.
mueven las grandes campañas de lucha activa Para el tratamiento de la enfermedad del sue-
(desinsectación masiva, lucha molusquicida), ño, además de la suramina,  introducida ya en
y aseguran una intervención efectiva de los 1920, y de la  pentamidina,  sólo activas antes
alimentos potencialmente peligrosos (profila- de que el tripanosoma haya iniciado la inva-
xis de la triquinosis). sión del sistema nervioso central — la primera
Complemento positivo de estas medidas es la de ellas además con acción quimioprofilácti
propaganda sanitaria educativa (escolar, fami- ca— se cuenta con derivados arsenicales, co-
liar. etc.), ya que el éxito de todos los factores mo el melarsoprol o Mel B,  activos contra las
en juego para mantener a raya estas afeccio- formas neuroinvasoras del parásito. La tera-
nes depende, en gran manera, de una colabo- péutica de la tripanosomiasis americana se ba-
ración activa de la población. sa en el uso de productos (nifurtrimox  y benz
nidazol), activos tanto frente a las formas tripo
Terapéutica antiparasitaria mastigotas hemáticas del parásito como contra
Tan solo mencionaremos —y de un modo par- sus formas amastigotas intracelulares. Además
cial— algunos de los fármacos de reconocida de los citados para la tripanosomiasis africana,
actividad usados en las parasitosis de mayor inte- otros fármacos se emplean con éxito en las tri-
rés y difusión (ver lám. H/2). El carácter tóxico de panosomiasis de los mamíferos domésticos,
algunos, dependiente de las dosis y pauta tera- entre ellas la quinipyramina y el diminazeno.
péutica empleadas, hace imprescindible el con- El  glucantim e y  pentostam  son fármacos de
trol médico o veterinario de todo tratamiento. elección para el tratamiento de las leishmania
sis, quedando como armas de segunda línea la
TERAPÉUTICA DE LAS PROTOZOOSIS  pentamidina, usada en las leishmaniosis viscera-
les recidivantes que no responden a las primera-
El tratamiento de la disentería amibiana se ha mente citadas, y anfotericina B  que, bajo un
simplificado con el uso de los derivados nitroi control muy estricto, se aplica en las formas clí-
midazólicos, metronidazol y tinidazol,  activos nicas muy resistentes a los tratamientos indica-
sobre todo frente a las formas tisulares. intesti- dos o, de forma electiva, en las leishmaniasis cu
nal y hepática, del parásito; para el tratamiento táneomucosas del nuevo mundo.
de los portadores sanos suelen asociarse a La cloroquina sola (P. malariae y falciparum), o
otros compuestos, como el iodoquinol y  paro asociada a la  primaquina  en las formas recidi-
momicina. vantes (P. vivax  y ovale), son los principales anti-
Los nitroimidazólicos citados son también los palúdicos, a sustituir por la quinina o asociacio-
electivos en la terapéutica de la giardiasis, que nes diversas  (proguanil o pirimetamina con sul
raramente deja de responder a una repetición fonamidas, por ej.) en los casos de resistencia a
del tratamiento. Su actividad se extiende a la la medicación que se presentan con frecuencia.
eliminación de los restantes flagelados intesti- Rara el tratamiento de las formas graves de to
nales y son también los fármacos de elección xoplasmosis se utilizan, solos o asociados, tres
para la tricomoniasis vaginal, en tanto que es- productos principales: la spiramicina, la  piri-
te papel es compartido con la tetraciclina en metamina  y la sulfodiazina,  la segunda con-
la balantidiosis. traindicada durante el embarazo por su posi-
Mientras que la coccidiosis humana debida a ble acción teratogénica.
I. belli se trata con éxito con la asociación de Por último, las graves piroplasmosis del ganado
trimetoprima y sulfometoxazol,  no se conoce, cuentan, para su control terapéutico y profilác-
en cambio, una terapéutica eficaz para el tra- tico, con fármacos específicos: por ejemplo
tamiento de la cryptosporidiosis humana y  pentamidina y amicarbalida  en las babesio
animal, coccidiosis de pronóstico muy grave sis, y diminazona  en las theileriosis, entre los
en sujetos afectados por un estado de inmuno principales.
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Terapéutica de las
Terapéutica de las
enfermedades parasitarias

Humanas De animales domésticos


Metronldazol, Tinidazol
AMEBIASIS lodoqulnol, Paromomicina
GIARDIASIS Metronidazol, Tinidazol GIARDIASIS
Sulfoqulnoxallna, Nlcar
Trimetoprlma + bacina, Amprol, Ethoba
COCCIDIOSIS te, Isalocld, Monesina, COCCIDIOSIS
Sulfometoxazol
Princlna, Sallcinomiclna
Gluoantime, Pentostam
LEISHMANIOSIS LEISHMANIOSIS
Pentamidina, Anfotericina B
Suramina las mismas +
TRIPANOSOMIASIS TRIPANOSOMIASIS
Pentamidina Quinipyramina y
AFRICANA DIVERSAS
Melarsoprol Dimlnaceno
TRIPANOSOMIASIS
Nifurtlmox, Benznidatol
AMERICANA
Cloroquina, Prlmaqulna (Quinina,
PALUDISMO Proguani o Pirlmetamina + Sulfonamidas)
TOXOPLASMOSIS Spiramicina, Plrimetamina, Sulfonamidas
Pentamidina
BABESIOSIS Clyndamlclna BABESIOSIS
Amicarbalida
Dimlnazona THEILERIOSIS
FASCIOLOSIS Blthlonol Triclabendazol FASCIOLOSIS
CLONORQUIASIS,
OPISTORQUIASIS Y
DISTOMATOSIS Praziquantel
INTESTINALES Y
PULMONARES
ESQUISTOSOMIASIS Prazlquantel ESQUISTOMATOSIS
Niridazol, Bilharzil

Praziquantel CESTODIASIS
PERRO Y GATO
CESTODIASIS Prazlquantel
Niclosamida Niclosamida CESTODIASIS DE
Albendazol OTR OS ANIMALES
Fenbendazol
ASCARIDIASIS Thiabendazol Thiabendazol
Mebendazol Levamisol
OXIURIASIS Tetramisol
ANKILOSTOMIASIS Albendazol NEMATODIASIS
Pamoato de Fenbendazol
NECATORIASIS Pamoato de morantel GRASTROINTESTI NALES
pyrantel Pamoato de pyrantel
ANGUILULOSIS Thiabendazol Ivermectina
Oxibendazol NEMATODIASIS
Mebendazol Fenbendazol PULMONARES
TRICOCEFALOSIS Levamisol, etc
Pamoato de oxantel Y TISULARES
Ivermectina
FILARIASIS Suramina
Dletllcarbamazina, Ivermectina FILARIASIS
DRANCUNCULOSIS Thiabendazol, Mebendazol
■■LARVAS MIGRANS» Thiabendazol, Mebendazol
TRIQUINOSIS Mebendazol (tase muscular)

LA LUCH A \ \ riPARASITARlA
89
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La lucha antiparasitaría
La lucha antiparasitaría

TERAPÉUTICA diasis y el  pamoato de oxantel  y el meben-


DE LAS HELMINTIASIS dazol lo son en la tricocefalosis.
Los derivados thiabendazólicos citados, utili-
El niridazol  y el metrifonato o bilharcil,  es zados en dosificación fraccionada, son tam-
quistosomicidas particularmente activos en bién muy eficaces para el tratamiento de las
la bilharziosis vesical causada por S. haema nematodiasls intestinales del perro y el gato.
tobium, están siendo desplazados por el  pra Junto a otros derivados próximos, del grupo
 ziquantel,  más inocuo y además eficaz con- de los imidothiazoles, levamisol y tetramisol
tra los diversos esquistosomas humanos y entre ellos, y algunos tetrahidropirimidínicos,
animales. como los  pamoatos de pirantel y de moran-
Este nuevo producto ha revolucionado tam- teI,  constituyen el grupo de uso más común
bién el tratamiento de otras importantes dis en las nematodiasis gastroentéricas de los
tomatosis, intestinales y pulmonares huma- grandes herbívoros domésticos y de las aves
nas y del ganado, mientras que no ocurre así de corral. A estos antihelmínticos, y con el
en las hepáticas, en las que si bien el  prazi mismo campo de aplicaciones, debe añadir-
quantel  parece muy efectivo en las opistor se la ivermectina, primero de una nueva serie
quiasis y clonorquiasis del hombre, continúa y caracterizado por su amplio campo de ac-
usándose preferentemente el bithionol  en los ción y pronunciada actividad.
casos de fasciolosis, en tanto que el trida La terapéutica de las nematodiasis extrain
bendazol,  de reciente aparición, ocuparía un testinales se enfrenta con otros problemas,
lugar preferencial para tratar esta distomato inexistentes en el caso de las gastroentéricas
sis hepática en la oveja y ganado bovino. en las que, una vez la droga ha actuado, la
El  praziquantel,  compitiendo con la niclosa eliminación de los vermes afectados se reali-
mida,  ha ocupado también un primer lugar za sin inconveniente alguno.
entre los cestocidas usados en las teniasis La suramina  es utilizada como filaricida, por
imagínales o intestinales del hombre y de sus su actividad contra las formas adultas, mien-
animales de compañía, perros y gatos. Pero, tras que la dietilcarbamacina  destaca por su
a pesar de su indudable y comprobada efica- actividad contra las microbianas, hemáticas
cia para combatir las teniasis de los herbívo- y dérmicas, aunque la destrucción masiva
ros domésticos y las aves de corral, circuns- de estas larvas en el caso de la oncocercosis
tancias de orden económico han frenado su puede incrementar temporalmente las lesio-
introducción en este campo, en el que otros nes cutáneas y oculares propias de esta fila
tenlcidas, como la niclosamida  en ambos riosis. La ivermectina parece ser una alterna-
grupos y el fenbedazol y albendazol  en el tiva prometedora, ya que las reacciones ad-
primero, son los fármacos de uso actual. versas citadas parecen ser mínimas y su ac-
Algunos de los antihelmínticos ya citados ción complementarse al reducir la produc-
(mebendazol, fenbendazol, albendazol, pra- ción de microfilarias en las hembras. Su em-
 ziqu ante l)  han sido ensayados en el trata- pleo se extiende con éxito a las filariosis de
miento quimioterápico de las cestodiasis lar- los animales.
varias (cisticercosis e hidatidosis) que afec- El thiabendazol  y el mebendazol  se utilizan
tan al hombre, pero se requiere todavía una en la dracunculosis y son también activos en
mayor experiencia para evaluar su eficacia. las larvas migrans cutáneas y viscerales. Es-
Se dispone también de un importante arse- tas drogas, y también otros derivados imida
nal de fármacos para el tratamiento de las zólicos (oxibendazol, fenbendazol, levami-
nematodlasis humanas y animales. sol,  etc.) y la ivermectina,  constituyen una
En el caso de las nematodlasis intestinales, parte importante del arsenal terapéutico usa-
el thiabendazol, mebendazol y albendazol do para combatir las temibles estrongilosis
comparten, con el  pamoato de  pyrantel, la pulmonares de los animales domésticos y
categoría de antihelmínticos electivos en el otras nematodiasis tisulares debidas a dife-
tratamiento de la ascaridiasis, la oxluriasis y rentes espirúridos.
las ankilostomiasis y necatorlasls, habiendo Indicaremos, para terminar, que la sustitución
desplazado a la  piperacina  en la terapéutica del thiabendazol  por el mebendazol  ha su-
de ¡as dos helmintiasis citadas en primer lu- puesto una sustancial mejora en el tratamien-
gar. De las drogas citadas, el thiabendazol to de la fase muscular de la triquinosis, espe-
continúa siendo el tratamiento de carácter rándose todavía el fármaco ideal para comba-
preferente en la anguilulosis o estrongiloi tir esta esporádica pero grave helmintiasis.

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CUADRO
DEM ATERIAS
EÍNDICE

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LOS PARÁSITOS ANIMALES Estrongiloideos de los animales
Qué es un animal parásito. La domésticos............................................................... D/4
adaptación a la vida parasitaria.................... A/1 Rabditoideos........................................................... D/5
Acciones nocivas ejercidas por los Dracunculoideos. Espiruroideos................... D/6
animales parásitos................................................ A/2 Filaroideos................................................................. D/7
Tipos de animales parásitos.............................. A/3 Tricuroideos.............................................................D/8
Extensión del parasitismo en el reino
animal......................................................................... A/4 LOS ACANTOCÉFALOS
Acantocéfalos parásitos del
LOS PROTOZOOS PARÁSITOS hombre y animales domésticos...................... E/1
Las amibas parásitas humanas......................... B/l
Los Flagelados parásitos LOS PENTASTÓMIDOS
intestinales y atóales ............................................ B/2 Porocefálidos parásitos del
Los Flagelados parásitos hemotisulares ....B/3 hombre y animales domésticos...................... F/1
Los Apicomplexa: Esporozoos.
Coccidios monoxenos......................................... B/4 LOS ARTRÓPODOS PARÁSITOS
Esporozoos. Coccidios heteroxenos............ B/5 Ácaros parásitos:
Esporozoos. Hemosporidios............................. B/6 Demodicoideos. Prostigmados.
Mixozoos, Microsporos y Cilióforos ............ B/7 Mesostigmados y Astigmados....................... C/1
Astigmados (continuación).............................. G/2
LOS PLATELMINTOS PARÁSITOS Metastigmados....................................................... G/3
Monogénidos ........................................................... C/1 Insectos parásitos: Anopluros,
Tremátodos. Distómidos................................... C/2 Malófagos y Hemípteros................................... G/4
Tremátodos. Esquistosómidos.......................... C/3 Dípteros braquíceros.......................................... G/5
Cestodos botriocefálidos. Botriocéfalo...... C/4 Dípteros ciclorrafos: Múscidos y
Cestodos ciclofilídidos. Solitarias Antómidos (Fánidos)............................................ G/6
armada e inerme.................................................... C/5 Califóridos y Sarcofágidos............................... G/7
Cestodos. La tenia equinococo ...................... C/6 Éstridos y Pupíparos ............................................ G/8
Cestodos comunes al hombre y a Dípteros nematóceros. Simúlidos,
animales ..................................................................... C/7 Heleidos y Flebotómidos.................................. G/9
Cestodos de los animales domésticos........ C/8 Culícidos .................................................................G/10
Sifonápteros..........................................................G /11
LOS NEMATODOS PARÁSITOS
Ascaroideos .............................................................. D/1 LA LUCHA ANTIPARASITARIA
Oxiuroideos............................................................. D/2 Prolilaxis an tiparasitaria.................................... H/1
Estrongiloideos....................................................... D/3 Terapéutica antiparasitaria................................H/2

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SERIE A D/4.— Nematodos
D/5.—
A/1.— Generalidades D/6,—
A/2.— 0/7 .—
A/3.— D/8.—
A/4.—
SERIE E
SERIE B
E/1.— Acantocéfalos
B/l.— Protozoos
B/2.— SERIE F
B/3.—
B/4.— F/1.— Pentastómidos
B/5.—
B/6.—
B/7.— SERIE G

SERIE C G/1.— Artrópodos


G/2.—
C/1.— Platelmintos G/3.—
02.—  G/4.—
C/3.— G/5.—
C/4.— G/6.—
C/5.— G/7.—
C/6.— G/8.—
C/7.— G/9.—
C/8.— G/10.—
G/11
SERIE D
SERIE H
D/1.— Nematodos
D/2.— H / l.— La lucha antiparasitaria
D/3.— H/2.—

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A T L A S

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