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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

PROGRAMA DE PSICOLOGIA
BUCARAMANGA
BUCARAMANGA

CASO 1
Shirley MacLaine es una bailarina dotada y una actriz de cine galardonada con el Oscar. Ha publicado una serie de libros
autobiográficos desde 1970 (1970, 1975, 1983, 1985, 1987, 1990, 1992, 1996) que describen su niñez en Virginia y su
relación con sus padres; su matrimonio y su disolución; su hijo y una variedad de romances, como podríamos esperar de
una personalidad de Hollywood. Lo que ha cautivado la atención de los medios y del público son las descripciones vívidas
de sus experiencias paranormales, incluidos la percepción extrasensorial (PES) y el control del clima. Asevera haber tenido
experiencias extracorporales (“proyecciones astrales”) y recordar una diversidad de encarnaciones previas, incluidas una
vida como mujer nómada en el desierto de Gobi, como un hombre inca entrenado para experiencias místicas y como una
cantante japonesa ciega. En muchas de sus vidas anteriores, sostiene que interactuaba con la gente que ha reencarnado
en su vida presente y que sus interacciones actuales están moldeadas por el karma de los asuntos no terminados de sus
vidas pasadas.

CASO 2
Aunque murió en 1962, Marilyn Monroe es la personificación eterna de la femineidad. Representa la belleza sexual; su
fotografía en un calendario nudista fue admirada por muchos hombres y envidiada por muchas mujeres. También tuvo un
lado trágico que despertó la simpatía para la víctima indefensa. Marilyn Monroe tuvo muchos amantes y tres,
posiblemente cuatro, maridos. A pesar de lo mucho que buscó el amor, su matrimonio más largo duró apenas cuatro años
y medio. Amaba a los niños, pero nunca tuvo uno. Concibió muchos, se dice que tuvo más de una docena de abortos.
(Decía que tuvo un hijo ilegítimo cuando era adolescente, pero no queda claro si esto fue real o imaginado.) Cuando la
maternidad era aceptable, como esposa de Arthur Miller, perdió al bebé. Durante su vida adulta, Monroe tomaba dosis
muy altas de barbitúricos e intentó suicidarse en varias ocasiones. Es probable que su muerte fuera un suicidio o una
sobredosis accidental. Las teorías del asesinato son favorecidas por algunos que afirman que el FBI, los Kennedy y la mafia
tenían razones para participar en su muerte. Cualesquiera que hayan sido las circunstancias, su muerte ocurrió en el quinto
aniversario del aborto que más sintió. Marilyn Monroe sentía que no era amada. Gloria Steinem (1986) menciona que
dijo: “Nunca soñé que alguien me amara como vi que otros niños eran amados... Eso era exigirle demasiado a mi
imaginación. Me comprometí soñando que atraía la atención de alguien (además de Dios), de tener quien me mirara y
dijera mi nombre” (pp. 181-182). Esta falta de amor tuvo sus orígenes en la niñez. Monroe, insegura de quién era su padre,
al principio fue criada sólo por su madre. Ésta padecía una depresión grave y fue internada en una institución cuando
Monroe tenía siete años, y a partir de entonces permaneció internada la mayor parte de su vida. Monroe creció entonces
en hogares adoptivos y orfanatos. Como actriz, continuó describiendo la sensación de abandono que vivió cuando niña.

Caso 3
Beverly Sills, ha sido una de las sopranos de la ópera de mayor renombre en Estados Unidos. Nacida en 1929 en Brooklyn,
tercera hija y única niña en una familia judía, fue brillante en la escuela y durante su niñez mostró un sorprendente talento
musical. Su madre se aseguró que tuviera una excelente formación musical. Siendo niña ganó un concurso de talentos y
cantó en la radio por varios años, empezando a los cuatro años. A los 17 obtuvo su primer papel de ópera. La carrera
operística de Sills tuvo un éxito extraordinario. Fue estrella en Estados Unidos y Europa, incluso en la famosa casa de la
ópera en Milán, La Scala. Su compañía, la Ópera de la Ciudad de Nueva York, era menos prestigiosa que la Ópera
Metropolitana, la cual sólo la invitó a actuar después de sus éxitos en Europa. En 1979 se retiró como cantante y asumió
la agotadora función de directora general de su amada Ópera de la Ciudad de Nueva York, que estaba al borde del colapso
financiero. Su marido, hábil en las finanzas, le recomendó que declarara la quiebra de la compañía. En lugar de ello, con
enorme trabajo en el manejo y recaudación de fondos, para 1986 sacó a la compañía de sus deudas. Beverly Sills también
fue esposa, madrastra de tres niños y madre de un hijo y una hija. Sus dos hijos naturales padecen defectos de nacimiento;
su hija es sorda y su hijo es autista y requiere atención institucional. La misma Sills sufrió cáncer de ovarios y cáncer de la
piel, pero se recuperó.

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