Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
SALA DE LO PENAL
I. SENTENCIA
1
SP-136-2014
SON PARTES: el abogado JOSÉ OMAR AVILA HERNÁNDEZ defensor público del
acusado JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ; abogado FREDY FUENTES defensor público
del acusado SANTOS ARNULFO PADILLA y el abogado HÉCTOR OMAR DURÁN
MARTÍNEZ apoderado defensor de los acusados GABRIEL DONATILO MARCIA
HERNÁNDEZ y WILSON ROBERTO CÓRDOVA RODRÍGUEZ, todos ellos como
2
SP-136-2014
II. ADMISIÓN
Que el recurso de casación por quebrantamiento de forma reúne los requisitos exigidos por
la ley, por lo que procede su admisibilidad, siendo procedente pronunciarse sobre la
procedencia o improcedencia del mismo.
3
SP-136-2014
los Policías se acercó al vehículo que se conducían los jóvenes, bajando a Rafael Alejandro
Vargas Castellanos, mismo que se encontraba herido, a quien lo introdujo en la parte trasera
de la cabina de la patrulla M1-92, asimismo los otros dos Policías, se introdujeron en el
asiento del conductor del vehículo de las víctimas, para lo cual colocaron a Carlos David
Pineda Rodríguez, en la parte trasera del vehículo Rav4, Marca: Toyota, Modelo: Rav4,
con placa número PAJ6582, Momentos después ambos vehículos salieron con rumbo a la
repostería el Hogar, ubicada en la Colonia América de esta Ciudad, y posteriormente se
dirigieron hacia la carretera del Sur. TERCERO: En la misma fecha en los alrededores del
lugar, los Policías que se conducían en la Patrulla M1-92, se encontraron con la patrulla
Policial MI-30, ya que ésta cubría la zona de Los Robles, América y alrededores, en la cual
se transportaban los Policías Wilson Roberto Córdova (conductor) y Gabriel Donatilo
Marcia Hernández (operador), estos últimos vieron cuando Rafael Alejandro Vargas
Castellanos se encontraba herido y fue trasladado en la patrulla policial MI92, y
posteriormente el joven fue introducido en la parte trasera de la cabina de la patrulla MI30,
en la cual se encontraron elementos pilosos pertenecientes a Rafael Alejandro Vargas
Castellanos. CUARTO: José Rubén Pozo y Santos Arnulfo Padilla, que se conducían a
bordo de la patrulla MI92, realizaron funciones de trasladado y custodia de Rafael
Alejandro Vargas y Carlos David Pineda, hasta el sitio en donde fueron ejecutados por
disparos producidos por sus armas de fuego de reglamento calibre 9mm, recibiendo Rafael
Alejandro Vargas Castellanos, además de la herida de fusil en la espalda, dos heridas, la
primera: en región frontal derecha la segunda: en la región fronto parietal derecha y,
Carlos David Pineda Rodríguez, tenía tres heridas producidas por proyectil de arma de
fuego, dos heridas en el lado izquierdo de la cabeza, y una en el lado izquierdo de la cara.
QUINTO: Los policías Gabriel Donatilo Marcia Hernández y Wilson Roberto
Córdova Rodríguez, de la patrulla MI 30, tuvieron dentro de su patrulla en la parte trasera
a Rafael Alejandro Vargas, sin prestarle auxilio para salvarle la vida ni a Carlos David
Pineda, encontrándose ambos jóvenes sometidos, desarmados e incluso Rafael Alejandro
Vargas, estaba herido, siendo estos policías quienes entregaron a los dos jóvenes, a las
personas que finalmente les dieron muerte. SEXTO: Ese mismo día 22 de octubre del año
2011, en horas de la mañana vecinos de la Aldea Villa Real alertaron a las autoridades
policiales sobre el hallazgo en una hondonada de dos cuerpos sin vida en la calle que
conduce a la Villareal, por tal razón las autoridades Policiales y del Ministerio Público se
desplazaron al lugar, para realizar los respectivos reconocimientos Cadavéricos en la escena
del crimen, cuerpos que fueron identificados por sus familiares y que correspondían a
Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda, asimismo se encontró el
vehículo tipo camioneta Rav4, en el kilómetro 8, desvío a la entrada a la aldea Santa Rosa,
aproximadamente a una cuadra del sitio en donde se encontraban los cuerpos de los
occisos.”.
4
SP-136-2014
asoció en varios grupos a testigos que, según él, sus relatos estaban conectados entre sí, en
un primer grupo valora las declaraciones de los testigos protegidos números 1 y 3, de
quienes, en su valoración intelectiva, sostiene que: Es criterio del Tribunal que si bien es
cierto en su relato los testigos solo refirieron características de la patrulla y de la
camioneta Rav4, sin embargo, sus declaraciones son indicios que confirman y que se
enlazan con otros medios de prueba que se valoran más adelante en esta sentencia, que
sindican a José Rubén Pozo López, Santos Arnulfo Padilla Rodríguez, quienes en
compañía de otros imputados no habidos en este proceso, que se conducían a bordo de la
Patrulla Ml-92, salen en tenaz persecución, desde el Centro Comercial Plaza Milenium,
con rumbo hacia el Boulevard Fuerzas Armadas, persecución que le daban al vehículo
tipo jeep, marca Toyota, modelo Rav4, placa PAJ6582, éste conducido por los jóvenes
Rafael Alejandro Castellanos y Carlos David Pineda.- Ambos testimonios no dejan duda
al Tribunal por ser congruentes y creíbles de los hechos que ellos observaron ese día 22
de octubre del 2011, entre 1:45 a 2:00 de la madrugada, por lo que se les otorga pleno
valor probatorio. CUARTO: Es en la transcrita valoración probatoria intelectiva en donde
el Juzgador viola flagrantemente las reglas de la sana crítica en su ley lógica de la
derivación, pues ni el testigo protegido 1 ni el testigo protegido 3, aportan información que
permita la individualización de los vehículos ni la identificación de sus ocupantes, aparte
de que los referidos testigos son los primeros medios de prueba que valora el Tribunal, por
lo que en ese momento de la valoración no existe sustento de las afirmaciones del
Juzgador, ello evidencia la denunciada violación a las reglas de la sana crítica, al extraer
conclusiones que no están contenidas en la prueba que se examina. QUINTO: En un
segundo grupo de deponentes el Tribunal valora las declaraciones de los testigos Carlos
Humberto Pineda Escoto, testigo protegido E, testigo protegido M y testigo protegido 123,
del relato de dichos testigos el Tribunal refiere que el día 22 de octubre del año 2011,
como a la 1:45 de la madrugada y a la altura de la Colonia América, escucharon una
persecución policial y ráfagas de disparos, por lo que concluye que se trata de la misma
persecución que le daba la patrulla Ml-92 al vehículo Rav4 y que, por lo declarado por el
testigo protegido “1” (que aún no ha sido valorado por el Tribunal pero que ya adelanta
conclusiones de su declaración), el vehículo Rav4 se detiene en la colonia 15 de
Septiembre a inmediaciones de la Iglesia Católica entre Farmacia City y Farmacia Vital,
producto que el joven Rafael Alejandro Vargas Castellanos se encontraba herido por
proyectil de arma de fuego que le infirieron los agentes de policía entre ellos José Rubén
Pozo López, pero esos datos que identifican al imputado y a la patrulla MI-92 no están
contenidos en las declaraciones del segundo grupo de testigos, por lo que el Tribunal al
arribar a tal conclusión lo hace en abierta violación a las reglas de la sana crítica en su
ley lógica de la derivación. En este apartado el Tribunal reitera que la identificación del
imputado José Rubén Pozo López y la individualización de la patrulla M1-92 como la
participante en la persecución del vehículo en el que se conducían las víctimas fueron
acreditados con los testimonios de los testigos protegidos 2 y 3, pero, como antes lo
referimos, en tales declaraciones tampoco se aportan datos que permitan tal
individualización. SEXTO: Continúa el Tribunal valorando la prueba testifical de cargo y
en el literal A, numeral VII del apartado VALORACIÓN DE LA PRUEBA del fallo
recurrido analiza el contenido de la declaración rendida por el testigo protegido número
1, de quien dice que su dicho al ser enlazados con la declaración de los testigos Carlos
Humberto Pineda, “E”, “M”, 123, Dictamen Balístico número 2272- 6976-206 (que no
ha valorado aún), así como con la prueba audiovisual (que tampoco ha valorado), son
indicios que confirman la persecución que era objeto el vehículo tipo jeep, marca Toyota,
modelo Rav4, placa PAJ6582, conducido por los jóvenes Rafael Alejandro Castellanos y
Carlos David Pineda, por parte de la patrulla policial Ml-92, en la que se conducían José
Rubén Pozo López y otros, declaración a la que el Tribunal de Sentencia le concede valor
probatorio, conclusión que carece de sustento porque este testigo, como el resto de los
analizados, no ofrece datos que permitan esa identificación que le atribuye el Tribunal, por
lo que en su valoración el Juzgador viola las reglas de la sana crítica. SÉPTIMO: Según
las reglas de la sana crítica la motivación, como garantía de un proceso justo, debe ser
5
SP-136-2014
6
SP-136-2014
7
SP-136-2014
8
SP-136-2014
9
SP-136-2014
con otros medios de prueba para que esta prueba orientativa se convierta en una prueba
concluyente. Aun y cuando una prueba orientativa como lo es al Análisis de Comparación
de Elementos Pilosos para considerarse como prueba concluyente tendrán que realizarse
otros análisis científicos, y aun así esta tendrá que concatenarse con otros elementos de
prueba relacionados al hecho para poder llegar a una conclusión de autoría, a manera de
ejemplo: una mujer que es asesinada, y al practicarle la autopsia correspondiente, se le
encuentran restos de semen que corresponden al ADN de su novio, esta es una prueba
concluyente en el hecho de establecer que dicho fluido pertenece al novio, así mismo éste
será considerado como primer sospechoso; pero se pudo probar con otros elementos
probatorios que al momento de ocurrir el asesinato, él se encontraba laborando, y se
pudo probar que el asesino forzó una puerta, en la que dejó huellas dactilares, dejó
restos de sangre al momento de quebrar un vidrio y se le encontró objetos de valor que
pertenecían a la víctima; por lo que aun y cuando existan pruebas confirmativas como el
ADN, la comparación microscópica balística, estos por si solos no pueden servir como
base única para quebrantar el principio de inocencia de toda persona sometida a un
proceso. Es importante dejar en evidencia la sentencia recurrida, en virtud, que condenó a
58 AÑOS DE PRISION a mis representados, tomando como base para su sentencia el
DICTAMEN DE COMPARACION DE CABELLOS mismo que establecía que los
elementos pilosos encontrados en la patrulla MI-30 presentaban características similares
al cabello de la víctima RAFAEL ALEJANDRO VARGAS CASTELLANOS, lo que no
menciona el Honorable Tribunal de Sentencia es que este mismo dictamen establece que
EN OTRA PATRULLA TAMBIÉN SE ENCONTRARON ELEMENTOS PILOSOS
SIMILARES AL CABELLO DE LA VICTIMA, por lo que entonces partiendo de la
conclusión del Honorable Tribunal de Sentencia, también se debió CONDENAR A LOS
POLICIAS QUE SE TRANSPORTABAN EN ESA SEGUNDA PATRULLA, que
también sería un atropello al Principio de Inocencia, ya que utilizarían únicamente un
medio de prueba orientativo. Ante tal aberración jurídica, llegamos a la conclusión que
jamás se ha quebrantado el principio de inocencia que le asiste a mis patrocinados.
10
SP-136-2014
11
SP-136-2014
el número 6922—2477—2011 BIO: “... Mismo que describe que en la patrulla MI—30
se encontraron cinco (5) elementos pilosos con características físicas — micro y
macroscópicos similares a las de RAFAEL ALEJANDRO VARGAS CASTELLANOS,
conclusión que arriba la perito una vez que se cotejaron con los elemento pilosos
extraídos de la víctima... por lo que el Tribunal al ser una prueba científica irrefutable, y
cumpliendo con todos los estándares para la validez de la misma, el Tribunal le otorgó
valor probatorio ya que no existe otro medio de prueba de igual calidad que la pueda
refutar...”. Por las razones antes expuestas se dice que el Tribunal de Sentencia ha
cometido errores haciendo apreciaciones superficiales al decir que se pudo comprobar que
el cabello recolectado en el vehículo pertenecía a la víctima; pero además comete otro
error al desmentir la versión de los imputados cuestionado que las declaraciones de los
mismos son solo una versión en su descargo y que más bien es un indicio más en su contra,
usando una tergiversación previa; porque sí se puede explicar que un cabello este en un
lugar y otro; en virtud que su poca masa; éstos pueden ser trasladados por el viento y por
transferencia que otra persona al transportarlo en su ropa los mueva de un lugar a otro,
sabemos que los cabellos son volátiles y transferibles; por tanto cualquier afirmación
determinante encaminada a insinuar que la posición espacial de un cabello es inalterable
es una afirmación ARGUMENTATIVA, ESPECULATIVA Y TENDENCIOSA; y no
cumple con el principio de razón suficiente; porque al existir múltiples formas de que un
cabello llegue a un lugar no existe una razón para aceptar una postura lógica humana
rígida como la del Tribunal al decir: “... En caso de WILSON CORDOVA y GRABRIEL
DONATILO MARCIA, si bien es cierto, iban en la patrulla M1—30, estos en un
momento subieron a RAFAEL ALEJANDRO VARGAS, herido a su patrulla, teniendo
en ese momento un total dominio del hecho, y como miembros de la autoridad pudieron
evitar el resultado de muerte al auxiliarlo, la cual esa falta de auxilio concluyo en la
ejecución de los dos jóvenes.”. Para el Tribunal cinco (5) cabellos similares es capaz de
sustentar toda su teoría, hasta el punto de afirmar que mis representados en un momento
subieron a la víctima RAFAEL ALEJANDRO VARGAS a la patrulla en la que se
conducían; para el recurrente este extremo es carente de todo nexo causal no nos
explicamos la relación entre cinco (5) cabellos similares al de una de las víctimas y la
participación de mis representados, el punto de absurdo es tal que no encontramos la
lógica natural, ni humana, de cómo puede inferir el Tribunal, sobre el ánimo de los
imputados como seres humanos y saber su voluntad en un momento dado; al no existir una
derivación lógica en este apartado, nos indica que el Tribunal en su íntima convicción es
capaz de encontrar nexos causales entre cinco (5) cabellos similares al de una de las
víctimas y la suposición de que en algún momento esta fue subida por mis representados a
la patrulla M1—30. Resulta ser que el único objeto de prueba consiste en cinco (5)
cabellos que presentaban características similares con el cabello de una de las víctimas es
para el Tribunal la prueba suficiente y contundente, máxima y absoluta; que a pesar de ser
la única en este juicio del tipo físico y de sus graves deficiencias estima esta parte
recurrente que el Tribunal de Sentencia no se apegó al sistema de valoración de la prueba
bajo las reglas de la sana crítica al irrespetar los principios esenciales de la Lógica
Jurídica y Lógica Formal, ya que no existe un camino serio por medio del cual podamos
arribar a las mismas conclusiones del Tribunal de Sentencia. EL MANUAL DE
TRICOLOGIA FORENSE (ASPECTOS BASICOS PARA LA DESCRIPCION DE
CABELLOS) DEL AUTOR NESSTOR PILCO FERRETO, Bachiller en Ciencias
Biológicas, Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, Oficina de Criminalística
— Arequipa; establece “el examen microscópico comparativo de cabello humano provee
una evidencia de valor asociativo, ésto es, que permite hacer una asociación entre
individuos o entre individuos y objetos. La comparación de cabellos humanos debe ser
usada para la identificación concluyente de un individuo. Por el mismo motivo, la
ausencia de un resultado positivo en el examen comparativo de cabello humano nunca
debe ser usada para excluir concluyentemente una asociación entre personas y objetos
salvo diferencias raciales, etc. Cuando son aplicados apropiadamente en conjunto con
otro tipo de evidencia asociativa, los resultados de la comparación de cabello humano
12
SP-136-2014
13
SP-136-2014
14
SP-136-2014
15
SP-136-2014
año 1973 a partir del 29 de noviembre de 2010. En 2003, demandaron a la ciudad de Ada
y ganaron un acuerdo de 500.000 dólares, y el Estado de Oklahoma también resuelven
fuera de los tribunales por una cantidad no revelada. Muchos de los residentes de Ada
siguieron creyendo que Willlamson y Fritz eran culpables después de que fueron
exonerados. De hecho, tanto los hombres fueron liberados, sintieron la necesidad de
mantener un ojo sobre su hombro después de su liberación, tal era su creencia de que el
fiscal BilI Petorson y otros funcionarios de la policía de Ada tratarían de llevarlos a juicio
de nuevo. MUERTE Williamson murió en un asilo de ancianos de la cirrosis cinco años
después. A pesar de que tenía un historial de abuso de drogas y alcohol ilícito, Thorazine y
otras drogas recetadas psicotrópicas potentes pueden haber precipitado la cirrosis. El
novelista de best seller de John Grisham leer El obituario de Williamson en The New York
Times y él y Fritz el tema de su primer libro de no ficción, hizo Asesinato e injusticia en
una ciudad pequeña: El hombre inocente, publicado en 2006. El libro se convirtió en un
éxito de ventas. EL VERDADERO ASESINO Cien Gore, un hombre de Ada que había
testificado en contra de ambos Williamson y Frítz, fue condenado en última instancia por
el asesinato de Debbie Carter. Él fue la última persona vista con Carter, y también se
había visto discutiendo con ella en la noche de su muerte. A pesar de que fue entrevistado
por la policía que no tomaron las huellas digitales, ni tampoco dan muestras de saliva y
pelo. Aunque Williamson y Fritz fueron encarcelados, Core también fue encarcelado en
otra condena los crímenes violentos no relacionado. Una vez que Ron Willíamson y Dennis
Fritz habían sido limpiados del asesinato, Glen Core finalmente llegó a juicio, sobre la
base de las mismas pruebas de ADN que habían limpiado a Fritz y Williamson. Esta
evidencia ha demostrado que es el ADN de Cien Core que fue dejado en la escena. El 24
de junio de 2003, Core fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a
muerte, pero su condena fue anulada en agosto de 2005. Finalmente, fue condenado en su
segundo juicio el 21 de junio de 2006 y condenado por el juez Tom Landríth a cadena
perpetua sin libertad condicional, que fue requerido por la ley debido a un estancamiento
del jurado en la y condenado a muerte, pero su condena fue anulada en agosto de 2005.
Finalmente, fue condenado en su segundo juicio el 21 de junio de 2006 y condenado por el
juez Tom Landrith a cadena perpetua sin libertad condicional, que fue requerido por la ley
debido a un estancamiento del jurado en la sentencia.
4) TERCER MOTIVO DE CASACION POR QUEBRANTAMIEÑTO DE FORMA: El
Honorable Tribunal de Sentencia con Competencia Territorial Nacional en Materia Penal
en el juicio oral y público que se realizó en contra de lo Señores GABRIEL DONATILO
MARCIA HERNANDEZ y WILSON ROBERTO CORDOVA RODRIGUEZ en la causa
que el Ministerio Público les instruyera por suponerlos responsables del delito de
Asesinato en perjuicio de CARLOS DAVID PINEDA RODRIGUEZ y RAFAEL
ALEJANDRO VARGAS CASTELLANOS, emitió en la sentencia recurrida una
declaración que no contiene en sus hechos probados, una motivación fáctica y jurídica,
tornándose imposible evaluar el razonamiento lógico jurídico de los jueces y
específicamente cual es el suceso fáctico juzgado donde conste plenamente establecido el
objeto del proceso, las personas imputadas y los hechos imputables. PRECEPTO
AUTORIZANTE DE ESTE TERCER MOTIVO: El presente motivo de casación se
encuentra establecido en el artículo 362 numeral 3 del Código Procesal Penal: Recurso de
Casación por Quebrantamiento de Forma. El recurso de casación por quebrantamiento
de forma, podrá interponerse cuando la sentencia recurrida adolezca de alguno de los
siguientes vicios: 1)...... 2).... 3) Que carezca de motivaciones fácticas o jurídicas, que
dichas motivaciones sean insuficientes o contradictorias o si en la valoración de la
prueba no se observaron las reglas de la sana crítica. EXPLICACION DEL MOTIVO El
fallo pronunciado por el Tribunal de Sentencia con Competencia Territorial Nacional en
Materia Penal fechado el nueve (9) de diciembre del año 2013, contiene la violación a uno
de los principales requisitos del debido proceso, consistente en que toda sentencia o
resolución que emita un Tribunal de Sentencia será motivada: “... la motivación de la
sentencia se hará de conformidad con lo establecido en el artículo 338 de este cuerpo
legal en sus respectivos casos...” EL PRECEPTO PENAL ADJETIVO QUE SE
16
SP-136-2014
17
SP-136-2014
18
SP-136-2014
19
SP-136-2014
CASACION No. 04—129—07, de fecha doce de febrero del año dos mil ocho
(12.02.2008). De igual manera citamos también otra sentencia de esta Sala de lo Penal en
relación a UN CASO SIMILAR AL QUE NOS OCUPA EN EL PRESENTE RECURSO
en que se plasma lo siguiente: “… Con respecto a la fundamentación del fallo, el jurista
español FERNANDEZ ENTRALGO, reflexiona que esta fundamentación comprende
tres (3) partes: a) La declaración (o fijación) de los hechos probados; b) La valoración de
la prueba (o fundamentación fáctica); y c) La fundamentación jurídica. La motivación
en sentido estricto se des glosa de la motivación fáctica, esto es argumentación de las
razones que avalan la reconstrucción que el Tribunal hace de lo sucedido, expresando
las pruebas en que se funda y las razones de su persuasividad; y la motivación jurídica,
esto es la explicación del razonamiento sobre el que se construye el tratamiento jurídico
del caso o si se prefiere, de las subsunción típica del hecho enjuiciado. Lo anterior, no es
sino la concreción prevista en el párrafo cuarto del artículo 141 CPP, de lo establecido
por el segundo y tercero para todas las resoluciones judiciales. Se establece en esta
misma sentencia que: “A criterio de esa Sala, en el relato fáctico antes expuesto el
juzgador no es claro, ni terminante al describir como cabría esperar, con un mínimo de
precisión y más allá de toda duda razonable, cuáles fueron las acciones y omisiones
desplegadas por los imputados... “Asimismo deja establecido la Sala de lo Penal: “En una
sentencia condenatoria, como en el presente caso es imprescindible que en el fáctum de
la sentencia el juzgador sea claro y terminante, es decir suficientemente explícito,
concluyente y categórico al describir los hechos relevantes atribuidos a los encausados,
lo que por otra parte debe tener correspondencia y por lo tanto ser coherente con la
motivación fáctica y jurídica. Lo que normalmente llamados plena prueba, no es más
que el CONVENCIMIENTO PLENO, mismo que se alcanza cuando juzgador tiene la
sentencia de que los hechos ocurrieron de una forma determinada y no de otra. El
convencimiento pleno puede ser alcanzado mediante prueba directa o prueba indiciaria.
A) LA PRUEBA DIRECTA es aquella que por sí misma y sin necesidad de inferencia,
nos muestra un hecho que debe ser valorado (positiva o negativamente); B) PRUEBA
INDIRECTA O INDICIARIA es un hecho, el cual permanecería desconocido sino es
porque se arriba a la conclusión necesaria después de ser deducida lógicamente de uno o
varios hechos acreditados plenamente. La prueba indiciaria es un hecho antes o en
principio desconocido (conclusión), pero que se alcanza a conocer tras la inferencia
(premisa menor) de un hecho conocido (premisa mayor). De este modo, para que la
prueba indiciaria será eficaz requiere atravesar un procedimiento de cierta complejidad,
cuyos pasos fundamentales son la alegación del hecho básico por la parte interesada
sobre la cual habrá de realizar la correspondiente actividad probatoria directa y también
la alegación del hecho presunto que habrá de quedar fijado como probado en la
sentencia como parte integrante del supuesto de hecho típico de la norma aplicable; la
práctica de la prueba referida al hecho básico, que se realizara valiéndose de cualquiera
de los medios probatorios directos (confesión, testifical, documental, inspección ocular,
etc.) y por último el resultado de las pruebas así practicadas habrá de ser objeto de
valoración judicial a fin de comprobar SI EXISTE UN ENLACE RACIONAL ENTRE
EL HECHO O LOS HECHOS BASICOS Y EL HECHO PRESUNTO. De esta manera,
si existiere prueba indiciaria, el Tribunal de Instancia deberá precisar, en primer lugar,
cuales son los indicios probados y en segundo término, como se deduce de ellos la
participación del o los acusados en el tipo penal, de ahí que la sentencia debe explicar la
conexión existente entre los indicios y el delito que se considera demostrado, es decir, el
razonamiento o inferencia que los une, de tal modo que cualquier otro Tribunal que
intervenga con posterioridad pueda comprender el juicio formulado a partir de tales
indicios. Doctrinariamente se ha hecho una clasificación de los indicios partiendo entre
otros parámetros de su relación temporal con el delito y de la intensidad de su conexión.
Por su relación temporal con el delito se habla entonces de: a) Anteriores al delito: son
generalmente los hechos que sirven de preparación al delito, adquisición del arma,
veneno, manifestación de amenazas, previas a la ejecución del contenido de las
amenazas, etc. b) Concomitantes al delito: Son los hechos que solo pueden producirse en
20
SP-136-2014
el mismo lapso temporal de la ejecución material del delito: presencia en el lugar de los
hechos en la hora de la comisión, rastros de manchas de sangre, semen, etc., del agresor
en el cuerpo de la víctima o a la inversa. c) Posteriores: Son los actos o hechos que
ocurren tras el delito. Pueden ser por ejemplo: darse a la fuga, destrucción de las ropas,
ocultación de los instrumentos delictivos o el botín, amenazas a los testigos, etc. por la
intensidad de su conexión tenemos: a) Próximos: Los indicios que guardan una relación
clara y directa con el delito; b) Remotos: Son meras posibilidades, alejadas del hecho
base, que indican hechos falsamente engañosos. La existencia de indicios puede no ser
suficiente para destruir la presunción de inocencia, a pesar de que se parte de una
actividad probatoria lícita, tanto cuando el hecho base excluye el hecho consecuencia,
como cuando del hecho base acreditado no se infiere de modo inequívoco la conclusión a
la que se llega, es decir, cuando se trata de una inferencia irrazonable o de inferencias
no concluyentes por excesivamente abiertas, débiles o indeterminadas, lo que equivale a
rechazar la conclusión cuando la inferencia sea tan inconcluyente que en su seno quepa
tal pluralidad de conclusiones alternativas que ninguna de ellas pueda darse por
probada. En el presente caso, la motivación fáctica y jurídica del juzgador para arribar a
un veredicto de condena en contra de los dos (2) imputados en virtud de prueba
indiciaria, es insuficiente y además contradictoria con lo consignado en el relato fáctico,
vicio insubsanable que trae como resultado LA NULIDAD DE LA SENTENCIA Y CON
ELLO LA ESTIMACION DEL MOTIVO FORMULADO POR LA DEFENSA.
SENTENCIA DE CASACION No. 65-2010. de fecha dieciocho de octubre del año dos
mil doce (18.10.2012) Por todo lo anteriormente expuesto de manera amplia y clara, se
puede establecer por parte de los honorables Magistrados de esta Sala de lo Penal que en
ningún momento en base al desarrollo de la audiencia de juicio oral y público se pudo
quebrantar la presunción de inocencia que protege a mis representados ante la
participación que se les pretende atribuir en los hechos que son el génesis de este proceso
y cuya sentencia definitiva que emitió el Honorable Tribunal de Sentencia dista mucho de
una sentencia apegada a derecho, lesionando gravemente las garantías y derechos que les
asisten a mis representados los señores WILSON ROBERTO CORDOVA y GABRIEL
DONATILO MARCIA HERNANDEZ.”
V. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA
1) Esta Sala de lo Penal, reitera que todo problema de inobservancia de las normas del
correcto entendimiento humano constituye una violación a las reglas de la sana crítica. Las
reglas a las que nos referimos son las de la experiencia, la psicología y la lógica. Las
máximas de la experiencia se refieren al conocimiento que un hombre común tiene sobre
alguna circunstancia de la vida, para lo cual debe partirse de la condición de hombre común
que tiene el juzgador, por lo que el límite de éstos son los conocimientos técnicos
especializados. Las de la psicología se relacionan con conocimientos básicos y no con las
reglas elaboradas de la ciencia. Las reglas de la lógica exigen que el ejercicio intelectivo
del juzgador debe guardar coherencia (concordancia entre sus elementos) y derivación
(necesidad de una razón y justificación adecuada para pretender ser estatuto de verdad). La
coherencia manda la aplicación de los principios de identidad, contradicción y de tercer
excluido. Asimismo, la derivación, a la obligatoriedad que la sentencia resulte congruente
(las afirmaciones, deducciones y conclusiones deben guardar adecuada correlación entre
ellas), verdadera (el razonamiento debe derivar de elementos auténticos) y suficiente (los
elementos base de las conclusiones valorativas deben ser aptos para producir
21
SP-136-2014
1
LOS PRINCIPIOS LÓGICOS. CAPÍTULO II DE LA LÓGICA, RENE GUENON, CURSO DE FILOSOFÍA, REVISTA SCIENCE
SACRÉE NÚMERO 7, 2005
22
SP-136-2014
del agredido, esto es, la llamada por los clásicos “índole del culpable”…; f) Como datos de
especial relevancia, el tipo de arma utilizada o lo que es igual, la idoneidad del medio
empleado; la parte del cuerpo a que se dirija la agresión; la distancia entre el ofensor y el
ofendido; la gravedad de la lesión ocasionada….; la repetición de los golpes, los que
evidencian la reiteración de la voluntad homicida manifestada en la repetición de los actos
agresivos,….; en fin, a cuantos datos externos rodean el hecho, sin que esos elementos
constituyan un numerus clausus, sino que todos los actos anteriores, coetáneos y posteriores
han de conjugarse para fijar los propósitos o intencionalidades,…. debiendo, en el supuesto
de existir dudas razonables, prevalecer la tesis más favorable al acusado.3”
2) El jurista español José María Luzón Cuesta, respecto a la falta de claridad en los hechos
probados, considera que: “conforme a reiteradísima jurisprudencia, el vicio procesal se origina
exclusivamente cuando la redacción de los hechos probados aparece confusa, dubitativa o
imprecisa, de modo que por su insuficiencia u oscuridad, o por no expresarlos en forma
conclusiva, imperativa, terminante o categórica, sino vacilante o dubitativa, puede conducir a
subsunciones dubitativas alternativas, en definitiva, consecuencia de la ambigüedad del relato.
Así, pues, la falta de claridad puede venir determinada por haber empleado expresiones
ininteligibles u oscuras que hacen difícil la comprensión del relato o cuando incurre en
omisiones que alteran su significado y dejan prácticamente sin contenido específico la
narración de los hechos; se produce, pues, cuando lo narrado es incomprensible, por su mala
redacción, oscuridad, ambigüedad o imprecisión, y también cuando por omisión de elementos
o circunstancias importantes, se impide conocer la verdadera realidad de lo ocurrido, con
lógica consecuencia de que falta base fáctica para determinar si los hechos son o no
constitutivos de infracción penal, la participación concreta de los acusados, la concurrencia de
circunstancias modificativas, o el contenido de los correspondientes pronunciamientos civiles.
Por consiguiente no basta para apreciar el defecto procesal que la narración se ofrezca oscura o
ininteligible en alguna de sus partes, o en términos de ambigüedad o imprecisión que haga
difícil su comprensión, sino que es necesario que tales defectuosidades se hallen en conexión
con los condicionamientos determinantes de la calificación penal asignada a los hechos
probados, provocando una laguna o vacío en la descripción histórica de los mismos, que
determina una falta de premisa fáctica para formular la calificación jurídica, de forma que no
puede orientar, dentro del silogismo en que la sentencia queda estructurada, el
pronunciamiento condenatorio o absolutorio”.
3) Esta Sala de lo Penal, considera que el Código Procesal Penal, en la parte conducente del
artículo 362.3, autoriza el recurso de casación por quebrantamiento de forma, cuando la
23
SP-136-2014
VI. RESUMEN
4
“El Recurso de Casación”. Fernando de la Rua. Edición 1968. Página 156
24
SP-136-2014
declaraciones tampoco se aportan datos que permitan tal individualización, sino hasta ser
enlazados con la declaración de los testigos Carlos Humberto Pineda, “E”, “M”, 123,
dictamen balístico número 2272- 6976-206, no valorada aún, así como con la prueba
audiovisual, tampoco valorada, indicios que confirman la persecución que era objeto el
vehículo tipo Jeep, marca Toyota, modelo Rav4, placa PAJ6582, conducido por los jóvenes
Rafael Alejandro Castellanos y Carlos David Pineda, por parte de la patrulla policial Ml-92,
en la que se conducían JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ y otros, declaración a la que el
tribunal de sentencia le concede valor probatorio, conclusión que carece de sustento porque
este testigo, en la persecución por ellos observada, tampoco para individualizar a los
ocupantes de los mismos, por tanto el tribunal al llegar a esa individualización e
identificación evidentemente lo hace violando las reglas de la sana crítica, pues desarrolla
una inducción arbitraria al adelantar resultados de pruebas que, hasta ese momento, no
habían sido valoradas, y evidencia un convencimiento prematuro del A- Quo que lo lleva a
determinar la culpabilidad del señor JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ.
2) Motivo de casación por quebrantamiento de forma por violación, en la valoración de la
prueba, de las reglas de la sana crítica, interpuesto por el abogado FREDY FUENTES,
defensor público del acusado SANTOS ARNULFO PADILLA. Considera el recurrente
que el A Quo incurre en violación de las reglas de la sana crítica al condenar a su
representado por ASESINATO y ABUSO DE AUTORIDAD. Concretamente refiere que
el A Quo al valorar la prueba agregada al juicio, viola la regla de la lógica, constituida por
la ley de la coherencia y de derivación, que exigen que la sentencia resulte provista de
razonamientos provenientes de elementos congruentes, verdaderos y suficientes. Cuestiona
la prueba testifical de cargo evacuada en juicio, pues afirma que ningún testigo identifica al
acusado SANTOS ARNULFO PADILLA como la persona que disparó su arma contra los
ofendidos. Reprocha que en la valoración de dichos testigos el A Quo se apresura a
adelantar juicio contra su representado, porque en su relato los testigos solo refieren
características de la patrulla y de la camioneta Rav4, y no obstante, el juzgador considera
que el acusado SANTOS ARNULFO PADILLA RODRÍGUEZ en compañía de otros
imputados, se conducían a bordo de la Patrulla MI-92, saliendo en tenaz persecución desde
el centro comercial plaza Milenium, con rumbo al Boulevard Fuerzas Armadas,
persecución que le daban al vehículo tipo pick Jeep, marca Toyota, modelo Rav4, placas
PAJ6582 conducido por los jóvenes RAFAEL ALEJANDRO CASTELLANOS Y
CARLOS DAVID PINEDA. Reprocha asimismo, la valoración del juzgador al análisis de
SEROLOGÍA GENÉTICA Y BIOLOGÍA FORENSE, por considerar que no fueron
concluyentes al ser comparados con los elementos pilosos extraídos en las autopsias de los
ofendidos; el ACTA DE DECOMISO de la Patrulla MI192 elaborado por la encargada de
la custodia de esa patrulla estaba en la obligación ineludible de evitar la contaminación de
25
SP-136-2014
26
SP-136-2014
VII. DECISIÓN
27
SP-136-2014
vertidas por el juzgador para dotar de credibilidad a los testigos de cargo: a) Testigo
protegido número 2; b) Testigo protegido número 3; c) Carlos Humberto Pineda Escoto;
testigo protegido “F”; d) Testigo protegido “M”; e) Testigo protegido número 123; y, f)
Testigo protegido número 1, valorados armoniosa y conjuntamente con el resto de la prueba
agregada al juicio, consistente en: 1) Inspección realizada al libro de novedades de la
Dirección General de Policía Preventiva de la Jefatura Metropolitana número uno, del
Distrito Policial 1-6 del Barrio La Granja, que acredita que las fecha 21 y 22 de Octubre el
imputado JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ, junto a otros imputados, se encontraban de
servicio, a bordo de la patrulla MI92, los dictámenes serológicos y de biología forense,
dictamen de intervención telefónica, son indicios suficientes para derivar la participación
culpable del acusado JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ, en los hechos que se le imputan.
Ello es posible como resultado de la prueba de presunciones o prueba indiciaria, que
consiste en: conclusiones o inferencias lógicas a la que llega el juzgador, como resultado de
su actividad intelectiva o razonamientos, al enlazar los hechos conocidos, debidamente
comprobados con los desconocidos que se tratan de revelar, con fundamento en el nexo
causal y lógico existente entre ellos. En el presente caso, a través de inferencias lógicas el A
Quo logra derivar que el día 22 de octubre del año 2011, como a la 1:45 de la madrugada y
a la altura de la Colonia América, escucharon una persecución policial y ráfagas de
disparos, y que se trata de la persecución que daba la patrulla Ml-92, ocupada entre otros
por el imputado JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ, al vehículo Rav4, Placa PAJ6582,
conducido por los jóvenes RAFAEL ALEJANDRO CASTELLANOS Y CARLOS
DAVID PINEDA. Por lo expuesto, esta Sala declara sin lugar el motivo de casación por
quebrantamiento de forma, invocado por el recurrente.
28
SP-136-2014
29
SP-136-2014
comprensible el relato, sino que por el contrario, son suficientemente claros y precisos y
terminantes, para constituir la base fáctica de la sentencia que en su parte dispositiva condena
a los acusados por los hechos sometidos a juzgamiento. Con respecto al defecto de
contradicción, este ha de tratarse de un defecto intrínseco a los hechos probados, y no de estos
con respecto a algún medio de prueba del juicio. Se trata pues, de un hecho probado que
afirme algo y otro que lo niegue. En el presente caso, el recurrente alega que los hechos
probados son contradictorios con los resultados de la prueba pericial consistente en el
dictamen de comparación de elementos pilosos por considerar que estos solamente puede
establecer si son similares a la víctima o no, son es decir solamente orientativos y no
concluyentes. Esta Sala considera que no se trata pues de una contradicción entre hechos
declarados probados, sino de un ataque recursivo a la valoración de un medio de prueba
pericial, que a entender del censor del fallo no debió producir en el juzgador el grado de
certeza o convencimiento acerca de pertenencia de los elementos pilosos de una de las
víctimas del hecho. Por todo lo expuesto, esta sala declara sin lugar el motivo de casación
invocado por el recurrente. SEGUNDO MOTIVO: El recurrente centra su reproche
recursivo en la violación de las reglas de la sana crítica en la valoración de la prueba, en los
principios de razón suficiente, derivación y causalidad, en la valoración del medio de
prueba pericial consistente en el dictamen de comparación de cinco (5) cabellos, de los que
deriva conclusiones que dicha prueba no le permite extraer, por lo que estima que la
sentencia no cuenta con elementos de prueba suficiente para llegar a semejantes
deducciones, conclusiones y desvanecer el estado de inocencia, de los acusados, extrayendo
de la prueba conclusiones que eran imposibles de extraer y conectando elementos de forma
arbitraria para establecer que los elementos pilosos pertenecen al señor RAFAEL
ALEJANDRO VARGAS CASTELLANOS. Esta Sala considera que las razones vertidas
por el A Quo para dotar de credibilidad al medio de prueba pericial consistente en el
dictamen de comparación de cinco (5) cabellos, encontrados en las patrulla M1-30,
valorados armoniosa y conjuntamente con el resto de la prueba agregada al juicio,
consistente en las declaraciones de los testigos de cargo, las actas de inspección practicadas
al libro de novedades de la Jefatura Metropolitana del Distrito Central, 1-6 del Barrio La
Granja, en donde consta que ambos encausados se encontraban en servicio, los videos de
las cámaras de seguridad de la empresa el Cortijo y de la Gasolinera Puma, constituyen
indicios suficientes para derivar la participación culpable de los acusados GABRIEL
DONATILO MARCIA HERNÁNDEZ y WILSON ROBERTO CÓRDOVA
RODRÍGUEZ, en los hechos que se le imputan, como resultado de la utilización por parte
del juzgador de la prueba de presunciones o prueba indiciaria, con la que concluye a través
de inferencias lógicas los acusados también han tenido participación en los hechos
sometidos a juzgamiento. Por lo expuesto, esta Sala declara sin lugar el motivo de casación
30
SP-136-2014
VIII. RESOLUCIÓN
POR TANTO: La Corte Suprema de Justicia, en nombre del Estado de Honduras, por
UNANIMIDAD DE VOTOS DE LA SALA DE LO PENAL y en aplicación de los
artículos 303, 304, 313 atribución 5, de la Constitución de la República; 1 de la Ley de
Organización y Atribuciones de los Tribunales y 362.3 del Código Procesal Penal,
FALLA: 1) Declarar SIN LUGAR el recurso de casación por quebrantamiento de forma,
en su único motivo, interpuesto por el abogado JOSÉ OMAR ÁVILA HERNÁNDEZ, en
su condición de defensor público del acusado JOSÉ RUBÉN POZO LÓPEZ; 2) Declarar
SIN LUGAR el recurso de casación por quebrantamiento de forma, en su único motivo,
interpuesto por el abogado FREDY FUENTES, defensor público del acusado SANTOS
ARNULFO PADILLA y 3) Declarar SIN LUGAR el recurso de casación por
quebrantamiento de forma, en sus tres motivos, interpuesto por el abogado HÉCTOR
OMAR DURÁN MARTÍNEZ, apoderado defensor de los acusados GABRIEL
DONATILO MARCIA HERNÁNDEZ y WILSON ROBERTO CÓRDOVA
RODRÍGUEZ, todos los recursos interpuestos contra la sentencia de fecha nueve de
diciembre del año dos mil trece, dictada por el Tribunal de Sentencia con Competencia
31
SP-136-2014
Territorial Nacional en Materia Penal.- Y MANDA: Que con certificación del presente
fallo, se remitan las presentes diligencias al tribunal de origen, para que proceda conforme a
derecho.- NOTIFÍQUESE.-
32