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INTRODUCCION
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
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La Misión fundamental de la Universidad Católica Boliviana es la constante búsqueda de
la verdad mediante la investigación, la conservación y la comunicación del saber para el
bien de la sociedad.
Siguiendo la misión de ser portadora de los valores del Evangelio, la Universidad Católica
Boliviana Regional Cochabamba, para las distintas asignaturas de las carreras que oferta,
ha establecido un formato de Plan Global por Competencias que debe ser adoptado por
cada docente de la Universidad al momento de elaborar el Plan Global de su asignatura.
En el modelo de Plan Global establecido, la Universidad Católica Boliviana, sin restarle
la importancia debida a las competencias conceptuales y procedimentales, pone un
especial interés en las competencias relacionadas con el Saber Ser o Saber Actitudinal
pues, es a través de esta competencia que se logra la Misión de la Universidad de formar
profesionales que practiquen los valores del Evangelio, aspecto que distingue y caracteriza
a la Universidad Católica Boliviana, en la formación integral de los estudiantes, frente al
resto de las Universidades privadas y estatales.
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En función al problema precedentemente expuesto: “Determinar el conocimiento que
tienen los docentes respecto de la formulación y ejecución de competencias relacionadas
con el Saber Ser o Saber Actitudinal vinculadas con los valores del Evangelio”, se
formulan los siguientes objetivos para la investigación:
Objetivo general:
Objetivos específicos:
2. Conocer si los docentes saben y/o conocen cómo formular y ejecutar las
competencias del Saber o Saber Actitudinal en los Planes Globales de las
asignaturas a su cargo
La metodología aplicada para el desarrollo del presente artículo, se elaboró sobre la base
de los siguientes elementos:
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La base fundamental para la realización del presente trabajo el Cuadro de
operacionalización de variables que se muestra en los Anexos.
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1. LA EDUCACION SUPERIOR BASADA EN COMPETENCIAS
La competencia debe ser entendida como la capacidad que tiene una persona para integrar
una serie de habilidades, destrezas y actitudes en función de su labor. Dice Lafourcade
(2003): “las competencias aluden a las capacidades adquiridas (conocimientos, actitudes,
aptitudes, perspectivas, habilidades) mediante procesos sistemáticos de aprendizaje. En
este sentido, se puede establecer que, en el proceso de enseñanza aprendizaje, la
competencia puede definirse como una macro habilidad que debe tener el estudiante para
integrar distintos tipos de saberes en la medida en que los adquiere y los aplica; así, el
dominio de estos saberes le hace capaz de actuar con eficiencia en cualquier situación
profesional.
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la construcción de un sujeto multidimensional y un ambiente adecuado para el ejercicio
de su saber y su hacer. El Saber Ser o el Saber Actitudinal está estrechamente relacionado
con la parte de las emociones, encargada del desarrollo humano que el alumno adquiere
durante su formación.
Así, podemos concluir que “La competencia es la capacidad de responder con éxito a las
exigencias personales y que nos plantea una actividad o una tarea cualquiera en el contexto
del ejercicio profesional. Comporta dimensiones tanto de tipo cognitivo como no
cognitivo. Una competencia es un tipo de conocimiento complejo que siempre se ejerce
en un contexto de una manera eficiente. Las tres grandes dimensiones que configuran una
competencia cualquiera son: saber (conocimientos) saber hacer (habilidades) y ser
(actitudes)” (Rué, 2005).
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incorporación de dichos valores en las competencias específicas de las asignaturas
relacionadas con el Saber Ser o Saber Actitudinal pues, estas competencias, se encuentran
estrechamente vinculadas con la fe y las emociones, encargadas del desarrollo humano
que el alumno adquiere durante su formación.
Jesús nos desafía a ir más allá de todas las leyes, reglas, principios, y aún de los diez
mandamientos, a fin de que nos volvamos totalmente responsables de nuestros actos. Jesús
nos desafía a volvernos libres y a juzgar por nosotros mismos lo que es cierto y lo que es
errado. La capacidad de decidir por nosotros mismos cuando es apropiado observar una
ley o una regla, y cuando no lo es requiere de una dosis muy grande de libertad y
responsabilidad personal. Asi, el Evangelio nos presenta directrices y nos presenta aJesús
como modelo de la verdadera libertad y aclara los valores por los cuales el vivió. Podemos
experimentar la libertad del Espíritu aprendiendo a interiorizar esos valores y a vivir,
nosotros mismos, según esos valores.