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Serie: Fe y Milagros

13 de marzo al 8 de abril, 2017

TEMA: TU MILAGRO ESTÁ CERCA (MARCOS 11:24)


Instrucciones Generales:

 RECORDATORIO: Mantengamos el formato de preguntas, respuestas y participación. No nos


demos prisa, más bien, disfrutemos la enseñanza y seamos sensibles al Espíritu. Debemos
detenernos a tiempo para tener la libertad de tomar de 5 a 10 minutos para orar.

 La última semana de abril, del 24 al 30, será la semana de la fe. Tendremos semana de oración
con el objetivo de practicar lo aprendido.

Información Importante:

¿Por qué es importante enseñar la doctrina correcta de los milagros?


Vivimos un tiempo de apostasía* y confusión doctrinal. Estamos expuestos a muchas enseñanzas
falsas sobre los milagros a un nivel desmedido. Esto ha provocado que muchos se sientan
confundidos acerca de esta verdad bíblica mientras que otros, debido a los abusos y excesos que han
sufrido, ya no creen en los milagros. Nuestro deber es enseñar la sana doctrina con respecto a este
tema y mantener un balance saludable.

*La apostasía es el abandono de las creencias y la negación de la fe cristiana.

Repaso:
Para comenzar, recordemos el lema de esta serie “Fe y Milagros” y repasemos lo que vimos en las
semanas anteriores:

“La fe abre la puerta para los milagros. Si buscamos en la Biblia y en la historia, cada
vez que Dios se ha movido o ha hecho algún milagro, es porque alguien le ha creído”.

Hoy aprenderemos 3 verdades:


1. ¿Qué es un milagro?
2. ¿Cómo aprender a creer y qué es tener fe?
3. ¿Cómo orar por un milagro?

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Serie: Fe y Milagros
13 de marzo al 8 de abril, 2017

¿Qué es un milagro?
Un milagro es todo aquello que no podemos obtener o resolver por nosotros mismos y, por tanto,
oramos en fe y dependemos de Dios para recibirlo. Para esto, debemos persistir en oración.

¿CUÁLES SON ALGUNOS TIPOS DE MILAGROS?

Hay personas que necesitan milagros materiales, financieros, de provisión, de salud física y emocional.
También hay otros que necesitan milagros en sus relaciones afectivas, en su familia, en su progreso
espiritual, para romper ataduras y adicciones, para salir del estancamiento, para recibir un avivamiento
personal, ministerial y/o laboral.

¿EXISTE ALGÚN PATRÓN O MODELO PARA LOS MILAGROS?

No, no existe ningún modelo definido. Por ejemplo, hay milagros instantáneos y también hay milagros
progresivos. Estamos propensos a creer que por tratarse de un milagro, éste debe ser instantáneo, pero
en la Biblia, no encontramos dos milagros iguales. Jesús evitó establecer un patrón o modelo, por lo
contrario, utilizó diversas formas para hacer los milagros. Además, debemos entender que Dios también
trabaja en procesos. Cada persona tiene circunstancias únicas y particulares y ninguna es igual a la otra.
Por esta razón, nuestros milagros son personales. Veamos algunos ejemplos:

1. (Lean Juan 9:6-7) El milagro que se menciona en Juan 9:6-7 se trataba de una reconstrucción ocular.
En este caso, Jesús le da una instrucción a la persona que recibió el milagro cuando le dijo: Ve y
lávate…”. En este ejemplo, tenemos un milagro en proceso, el cual inició cuando Jesús hizo lodo
con su saliva. Sin embargo, pasó un tiempo para que el milagro se manifestara completamente.

Ahora mismo, existen personas que tienen un milagro en proceso. ¡Ese milagro ya inició! Al igual
que el ciego de la historia, debemos seguir las instrucciones. Por ejemplo, si esperamos algún
milagro que está en proceso, ya sea de salud, en nuestras finanzas o para nuestra familia, Dios nos
indicará cómo debemos actuar durante el tiempo de espera por el milagro. ¡No permitamos que
nada ni nadie interrumpa nuestro milagro!

2. (Lean Marcos 8:22-25) En este pasaje, la gente esperaba que Jesús sanara al ciego siguiendo algún
patrón para hacerlo, pero no fue así. Jesús lo tomó de la mano, le apartó de todos, le escupió, le
impuso las manos y luego puso sus manos sobre sus ojos. En este ejemplo, el Señor tocó al ciego
dos veces. Podemos ver que Jesús hizo este milagro en fases progresivas.

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¿Cómo aprender a creer y qué es tener fe?


“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán”.
Marcos 11:24 (NVI)

Notemos que el pasaje dice que “lo que estén pidiendo en oración”, debemos creer que lo recibiremos,
es decir, que el milagro viene en camino. ¡Eso es fe! Es como si la respuesta que esperamos ya estuviera
en el correo. Aunque no la hemos recibido, ya Dios envió a su ángel con nuestra respuesta.

El tiempo que existe entre la oración que hacemos a Dios por nuestro milagro y el momento en el que lo
recibimos sirve para ejercer nuestra fe. Entonces, ¿cómo ejercitamos la fe? La ejercitamos cuando
damos gracias a Dios antes de recibir el milagro. Fe es dar gracias antes de verlo cumplido.

Mientras que dar gracias a Dios después de haber recibido el milagro es gratitud, dar gracias antes de
recibirlo se llama fe.

Ahora, los ejemplos bíblicos nos ayudan a entender las verdades espirituales. Una forma de aprender
a tener fe y a orar de forma efectiva es estudiar las oraciones que algunas personas hicieron en la Biblia
y que fueron contestadas.

Veamos un ejemplo clásico de oración por un milagro que nos sirve para aprender cómo tener fe y
cómo orar (Lean 2 Crónicas 20:1-30). Entendamos primero el contexto de la historia. ¿Qué sucedió?

 V. 20:3 – El rey Josafat recibió una noticia terrible: los ejércitos que lo amenazaban eran mucho
más poderosos que las fuerzas del pueblo de Israel y no tenían cómo enfrentarlos. Eso les
produjo temor. No dejemos que las situaciones difíciles o que parezcan imposibles nos intimiden.
¿Cuáles son nuestros miedos? ¿Cuáles son nuestros temores?
 V. 20:3 – La reacción inmediata del rey Josafat fue orar. Perfectamente, él pudo haber salido
corriendo a contar las armas que tenía, los soldados con los que contaba, etc. Sin embargo,
prefirió orar de inmediato. La oración no debe posponerse nunca. Es lo primero que debemos
hacer.
 V. 20:4 – El rey Josafat convocó a todo el pueblo para presentarse ante el Señor. Debemos
entender que hay momentos para orar junto con otras personas, todos en un mismo acuerdo.
 V. 20:13 – Finalmente, el pueblo entero se puso de pie y esperó. Esta escena es desgarradora:
todas las familias completas estaban de pie esperando en Dios. A simple vista, esto parece fácil,
pero para muchos de nosotros no lo es. A veces lo mejor que podemos hacer es no hacer nada y
seguir la instrucción que encontramos en Salmos 46:10: “Estad quietos y conoced que yo soy
Dios” (RVR1960).

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¿Cómo orar por un milagro?

De esta oración aprendemos 7 principios de fe:

1. El rey Josafat se concentró en Dios, no en el problema (v. 20:6). Comenzó su oración


glorificando a Dios y proclamando sus atributos. Recordemos la grandeza y el poder de Dios son
ilimitados (20:7) y también recordemos las obras que Dios ha hecho en el pasado y cómo nos ha
librado.
2. Josafat le recordó a Dios Sus promesas (v. 20:7-9). En la Biblia, hay cientos de promesas de
Dios, las cuales alientan nuestra fe.

NOTA: Para ayudarles a orar, pondremos a su disposición un resumen de las promesas de


Dios que encontramos en la Biblia en el sitio web www.ciudaddedios.com.

3. Josafat reconoció su incapacidad total y su dependencia de Dios (V. 20:12). ¡Oh, Dios no puedo!
¡No entiendo! ¡No soy capaz! La oración por un milagro se da cuando existe algo que no
podemos controlar. Por ejemplo, podemos orar diciendo: “Dios, no puedo cambiar esto en mi
vida. Me siento indefenso, sin fuerzas y no sé que hacer. Sin ti estoy perdido”. Admitamos que
somos incapaces. No caigamos en el error de tener un “ataque de sinceridad” donde
comencemos a prometerle a Dios cosas que no podremos cumplirle después.
4. Josafat escuchó lo que Dios dijo. La Biblia es la voz de Dios. En los versículos 20:15-17, Dios le
habló al pueblo de Israel por medio de un profeta. Les dijo: “Esta es mi batalla. Yo me encargo.
No tengan miedo. No se desanimen. Ustedes no pelearán”. Debemos relajarnos para que
veamos la salvación de Dios. No intentemos ayudarle y no echemos a perder lo que Dios está
haciendo. Es muy difícil quedarnos quietos y esperar, para eso, necesitamos fe y valor.
No nos apoyemos en nada aparte de Dios. No confiemos en los objetos mágicos o “de
bendición” que los profetas de la prosperidad venden. Ellos nos manipulan para que quitemos
nuestra fe en el Señor y la pongamos en otros asuntos. Esperemos y veamos lo que Dios hará.
5. Josafat y todo el pueblo reaccionaron ante la voz de Dios postrándose y adorándole (v. 20:18).
Debemos glorificar a Dios de antemano. Dar gracias adelantadas a Dios por la respuesta es
poner la fe en práctica (v. 20:19). En aquel momento, hubo una explosión de alabanza porque
el milagro ya había comenzado.
6. Esta es la batalla más extraña de la historia: Josafat colocó al coro primero y luego al ejército (v.
20:20.21) y cantaban: “Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre” (v. 20:21).
La alabanza y la acción de gracias anticipadas son una estrategia de batalla (v. 20:22). ¿Qué
sucedió después de esto? Los enemigos se confundieron y se mataron entre ellos.
7. El valle de la angustia se convirtió en el valle de la bendición (Beraca, v. 20:25-26). Ese es
nuestro milagro también. Después de recibir el milagro, también alabaron a Dios (v. 20:27-28).
Esto es agradecimiento. Esta fue una victoria completa. La fe pone la alabanza y la acción de
gracias antes que los esfuerzos humanos porque sabe que el milagro está cerca (20:29-30).

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