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El proceso puede concluir, sin declaración sobre el fondo del asunto, o con
declaración de fondo, según lo establecido por el Código Procesal Civil, en sus
artículos 321º y 322º.
En la relación que antecede, tanto del artículo 321º como del artículos 322º,
propuesta por el Código Procesal Civil, se encuentra la sentencia (art. 322º, inciso 1
del C. P. C.), que como se sabe, es la natural conclusión del proceso. Así mismo
pueden ubicarse las que corresponden a las formas especiales de conclusión del
proceso, como se verá más adelante.
2.1. La Sentencia.
1
Sagástegui Urteaga, Pedro y Alfaro Pinillos Roberto: Manual Práctico del Abogado Procesalista.
Gaceta Jurídica Editores S. R. L. Agosto 1998, Lima – Perú, pág. 257. Ver también Cabanellas
Guillermo, Diccionario de Derecho Usual, T. IV, pág. 44.
2
Romero Montes, Francisco Javier: Derecho Procesal del Trabajo. Doctrina, Análisis y
Comentarios de la Ley procesal del Trabajo Nº 26636, Lima 1997, pág. 154 – 155.
jurisdiccional “sobre la cuestión controvertida”, cumpliendo con los requisitos
de precisión y motivación, como una de las garantías constitucionales.
Puede el juez aplicar el principio ultra petita, esto es, disponer el pago de
sumas mayores, si constata que hubo error de cálculo al efectuarse la
liquidación en el monto del petitorio o hubo error en la invocación de las
normas aplicables.
3 La estructura de la sentencia: parte expositiva, parte considerativa y fallo, han tenido como
fuente la “Guía de Pautas Metodológicas para la Elaboración de Sentencias. Comisión Ejecutiva
del Poder Judicial. Secretaría Ejecutiva del Poder Judicial, 2000, Lima – Perú, páginas 17 a 60.
instrumentos jurídicos: La Constitución Política del Perú, los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos, la ley, los que deben ser interpretados y
aplicado (incluye los convenios colectivos) en conformidad con “los
principios y preceptos constitucionales, así como los precedentes vinculantes
del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema de Justicia”.
Se ha dicho que la Constitución tiene una riqueza que va mucho más allá
de su racionalidad jurídica; su origen, concepción y contenidos expresan
aspectos centrales de la vida social de un pueblo, tales como: los derechos
individuales, la condición de las personas y su debida protección, la
organización del Estado, el territorio, la actividad económica y todo el
entramado de las relaciones sociales, tanto a nivel individual, como estatal.
4
Castillo Córdova, Luis: “Procesos Constitucionales y Principios Procesales. En Derecho Procesal
Constitucional, Ius Et Veritas, 2011, Ediciones Legales, Primera Edición, Abril, 2011. p. 107
5
ob. cit. p.108
6
Idem p. 108
realmente tal, ahí donde las disposiciones constitucionales se aparten o
7
contradigan las exigencias de justicia natural que brotan de la Persona .
Estas y no otras serían las razones por lo que se obliga al juez laboral
resolver las causas laborales, de acuerdo con este cuerpo normativo en el
que, que duda cabe, se contienen los derechos fundamentales, así como los
derechos sociales y económicos, dentro de los que se encuentra ubicados
los derechos laborales (ver artículos 22º al 29º, entre otros), cuyo
reconocimiento como derechos humanos es incuestionable, no solamente
por la inclusión que de ellos hace el artículo 3º de la Constitución Política
del Estado, sino fundamentalmente porque en la doctrina y jurisprudencia
hay un reconocimiento expreso de su calidad de derechos humanos y que,
además, sirven para la aplicación de la jerarquía normativa (artículos 51º y
138º CE) y como instrumento de inspiración e interpretación, para el
legislador y el juzgador, respectivamente.
7
Idem p. 108
8
Castillo Córdova, Luis: ob. cit., pp. 107 – 111)
considerados Tratados Internacionales, puede decirse que éstos son normas
producidas por sujetos internacionales que pueden ser los propios Estados
u Organismos Internacionales. En consecuencia, Tratado es el nombre
genérico que se utiliza para designar tanto los acuerdos que en forma
bilateral o multilateral celebran los Estados o las decisiones que adoptan
los Organismos Internacionales.
9 Válticos, Nicolás: Derecho Internacional del Trabajo, Madrid, Editorial Tecnos S. A., pp. 143-
149, en Derecho Laboral, Materiales de Enseñanza, PUCP, Facultad de Derecho, Javier Neves
Mujica, p. 71
adopción de la Recomendación 198 sobre la Relación de Trabajo OIT
2006 y de la Declaración de la OIT sobre la Justicia Social para una
Globalización Equitativa, del 10 de junio de 2008.
c) La Ley.
10 Ob. cit. p. 47
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
12
Véscovi, Enrique, obra citada, pág. 7. Ver, además artículo III T. P. C. P. C., sobre fines del
proceso.
13
Toyama Miyagusuku, Jorge Luis y Vinatea Recoba, Luis, obra citada, pág. 148
A las formas especiales de conclusión del proceso, se les denomina también
“especiales”, “alternativas”, “excepcionales”, “extraordinarias”, “eventuales” e
14
incluso “anómalas” o “anormales” .
El orden que se seguirá al desarrollar el presente tema, será el mismo que sigue
la Nueva Ley Procesal del Trabajo. Para ello empecemos por la conciliación.
6.1.1. Conciliación.
15
A decir de Monroy Cabra, citado por Hinostroza Minguez, Alberto “La
conciliación puede ser de varias clases: a) Conciliación extrajudicial
voluntaria, b) Conciliación como una etapa previa obligatoria antes de
iniciar un proceso, c) Conciliación como primera etapa obligatoria dentro
del proceso, una vez se haya constituido la relación jurídica procesal, d)
Conciliación como acto bilateral voluntario de las partes durante el curso
del proceso, e) Conciliación para intentar resolver controversias de
carácter interno, y conciliación para facilitar la solución amigable de
desavenencias comerciales internacionales”.
19
La conciliación en los conflictos de trabajo. Guía Práctica OIT, Ginebra 1974, pág. 4, cita de
Romero Montes, Francisco Javier, obra citada, pág. 43.
20
Obra citada, págs. 48 – 49.
amigos, avenir sus voluntades respecto del punto en cuestión en que
estaban en disidencia; ponerlos en paz”.
6.1.2. EL ALLANAMIENTO. –
Son los artículos que van del 330º al 333º, del Código Procesal Civil, que
se refieren al allanamiento, a su oportunidad, improcedencia y efecto. El
demandado puede expresamente allanarse a la demanda, para cuyo efecto
deberá legalizar “su firma ante el Auxiliar Jurisdiccional”, en señal de
conformidad, constituyéndose en un requisito formal para su validez. De
este modo, “acepta la pretensión dirigida contra él” (art. 330º CPC).
En cuanto a los efectos del allanamiento, se dirá que una vez producido,
el proceso queda expedito para la emisión de la correspondiente
sentencia, salvo que el allanamiento “no se refiera a todas las
pretensiones demandadas” (art. 333º CPC).
21 Ob.cit.
22 Obra citada, p. 149
23 en cita que hace Gómez Valdez, Francisco, ob. cit.
demanda, manifiesta estar conforme en que se dicte una sentencia que
24
pidió el actor en su demanda” (Fornaciari) .
24 Gómez Valdez, Francisco: Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497. Editorial San
Marcos. Primera edición 2010, p. 476
reconocer la demanda, cuidando quien lo ejercita efectúe la suma
25
divitio de las mismas” .
6.1.4. Transacción.-
“Por otro lado, continúan diciendo los mismos autores, existe la postura
de definir a la transacción específicamente como un contrato, porque la
transacción no se agota solo en un efecto extintivo sino, como se aprecia
de la lectura del segundo párrafo del artículo 1302 del Código Civil,
también dispone que mediante este negocio jurídico se puede reconocer,
eliminar, modificar o regular derechos u obligaciones, cargas o derechos
potestativos, etc. Así mismo, se observa que un requisito básico de la
transacción es la patrimonialidad de los derechos transigibles, que no
constituye un rasgo de los derechos que surgen de los contratos. En ese
6.1.5. Desistimiento.
36
Eduardo J. Couture, según nos indica Urquizo Pérez, Jorge ,
distingue varias acepciones del término desistimiento: a) Modo
anormal de conclusión del Juicio, en virtud del cual uno de los
litigantes se aparta de él en forma expresa, renunciando a su
demanda o a su oposición, b) Renuncia o abdicación del derecho
material invocado en un proceso, c) renuncia o abdicación de llevar
adelante una instancia promovida mediante el recurso, d) renuncia o
abdicación del derecho a realizar un acto jurídico.
37
Para Hinostroza Minguez “El vocablo desistimiento significa,
apartamiento o renuncia. Puede ser visto entonces el desistimiento
como una forma de renuncia a algo que hace un determinado sujeto”.
Por su parte, Monroy Gálvez, en cita que hace el mismo Hinostroza,
precisa que “…el desistimiento es un instituto procesal. Siendo así,
38
se presenta únicamente durante el desarrollo del proceso” .
36
Obra citada, pág. 163.
37
Obra citada, pág. 169.
38
Monroy Gálvez, Juan: Temas de Proceso Civil, Librería Studium, Lima Perú, 1987, pág. 163,
citado por Hinostroza Minguez, obra citada pág. 169.
39
Agrega Hinostroza Minguez que “El desistimiento como acto
jurídico procesal representa una manifestación de voluntad unilateral
encaminada a dejar sin efecto algún acto procesal o el proceso o a
renunciar a la pretensión. Advertimos que la declaración de quien se
desiste es de carácter unilateral, presentándose en el desistimiento
una nota de bilateralidad sólo en lo concerniente a su eficacia (como
cuando se exige la conformidad del adversario o, al menos, su
silencio – rebeldía -, tratándose del desistimiento del proceso, o
cuando se requiere que sea convencional el desistimiento de la
pretensión, si se hubiera expedido ya sentencia de primera instancia,
operando esta última forma de desistimiento siempre que tal
resolución no hubiere quedado firme todavía, en razón de la
inmutabilidad derivada del instituto de la cosa juzgada que no puede
ser afectada ni siquiera por acuerdo de las partes)”.
6.1.6. El Abandono. –
39
Obra citada, pág. 169.
40
Pardo, Antonio: “Desistimiento”.En estudio de Derecho. Organo de la Facultad de Derecho y
Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, Medellín Colombia, Volumen XII, Mayo de
1951, Nº 37. p. 311, cita de Hinostroza, obra citada, pág. 170..
41
Prietro Castro y Ferrandiz, Leonardo: Derecho Procesal Civil, Volumen 1, 3ª edición, Editorial
Tecnos Madrid, 1980, pág. 216, cita de Hinostroza, obra citada, pág. 170.
En la doctrina se le conoce también con la denominación “caducidad de
la instancia”, que se produce cuando no se impulsa el proceso, o mejor se
le abandona sin activarlo durante un periodo de tiempo, que en el caso
del proceso laboral, es de cuatro meses, luego de los cuales se tiene
entendido o se presume, que la parte litigante no tiene interés en
continuarlo. El abandono supone que el proceso ha quedado paralizado,
por propia voluntad de las partes.
Dentro de esta misma línea, Juan Morales Godo, citado por Toyama
42
Miyagusuku y Vinatea Recoba , “el abandono es una institución que se
desprende del principio de perención o caducidad de la instancia a través
del cual se decreta la muerte del proceso, o de un determinado recurso,
según sea el caso, ante la inactividad procesal de las partes durante un
plazo determinado”. De este modo, agregan los mismos autores, citando
la Casación 957-96-Lima, El Peruano, 23/.04/97, p. 753, “el abandono
extingue la relación procesal y que se produce después de un periodo de
tiempo en virtud de la inactividad de las partes”.
Los actos válidos para el impulso del proceso sólo serán aquellos que
cumplen esta finalidad, de modo que los actos procesales que no tienen
este destino, no interrumpen el término para la declaración del abandono,
43
Toyama Miyagusuku, Jorge y Vinatea Recoba, Luis: obra citada, pág. 168
44
Idem. P. 168
será el demandante, quien tendrá interés que no se concluya el
proceso, por lo que será él el que solicite la nueva fecha.