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El documento describe la evolución de los códigos de ética médica a raíz de los experimentos nazis, incluyendo el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki, los cuales establecieron el consentimiento voluntario como un principio fundamental. También introduce la bioética como un campo más amplio que considera los desafíos éticos emergentes de los avances científicos y tecnológicos.
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Tendencias contemporáneas de la ética en salud.docx
El documento describe la evolución de los códigos de ética médica a raíz de los experimentos nazis, incluyendo el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki, los cuales establecieron el consentimiento voluntario como un principio fundamental. También introduce la bioética como un campo más amplio que considera los desafíos éticos emergentes de los avances científicos y tecnológicos.
El documento describe la evolución de los códigos de ética médica a raíz de los experimentos nazis, incluyendo el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki, los cuales establecieron el consentimiento voluntario como un principio fundamental. También introduce la bioética como un campo más amplio que considera los desafíos éticos emergentes de los avances científicos y tecnológicos.
Las monstruosidades cometidas, en nombre de la ciencia médica, contra las
personas internadas en los campos de concentración nazis que fueron utilizadas como sujetos de experimentación durante la II Guerra Mundial, generaron serios cuestionamientos éticos que encontraron respuesta en el Código de Nüremberg. En él se establecen los principios básicos que deben tenerse en cuenta en la investigación con humanos, a fin de garantizar su protección. Entre ellos se destaca, el referido al carácter absolutamente esencial de la obtención del “consentimiento voluntario” del sujeto humano de experimentación. Como parte del proceso de internacionalización de la Medicina, la recién constituida Asociación Médica Mundial adoptó en 1948 la Declaración de Ginebra y, un año después, promulgó el Código Internacional de Etica Médica, concisos documentos desprovistos de las superfluas exigencias de etiqueta médica que caracterizaron a la deontología precedente y más en consonancia con los principios antes señalados. Más adelante, en 1964, dicha asociación adoptaría la Declaración de Helsinki sobre experimentación médica con seres humanos 8 8 (revisada, enmendada y aprobada en sucesivas asambleas de esta), donde se desarrollarían los principios éticos establecidos en Nüremberg. Los procesos descritos serían expresión de la irrupción en la Deontología Médica de una nueva tendencia que, sin menoscabar su vocación beneficentista, sino más bien reforzándola, al mismo tiempo limitaba su proyección paternalista tradicional, al reconocer la capacidad del sujeto para la toma de decisiones relacionadas con su salud. Este hecho constituyó una importante premisa para la aparición de la Bioética. Bioética Aunque la bioética está muy relacionada con la ética no son lo mismo. En el caso de la medicina, la ética médica no es idéntica a la bioética médica: la ética médica trata los problemas planteados por la práctica de la medicina mientras que la bioética es un tema más amplio que aborda los problemas morales derivados de los avances en las ciencias biológicas en general. La bioética se diferencia de la ética, según algunos autores, en que no necesita la aceptación de ciertos valores tradicionales que son fundamentales para la ética. 12
Problemas éticos derivados de las profesiones sanitarias: transfusiones de
sangre, eutanasia, trasplantes de órganos, reproducción asistida o mediante fertilización in vitro, aborto, todos los asuntos implicados en la relación médico-paciente. Problemas de la investigación científica, en particular la investigación biomédica y biotecnológica, que tanto pueden transformar al hombre: manipulación genética, tecnologías reproductivas como la fecundación in vitro o la (por ahora sólo hipotética) clonaciónhumana, etc. Los problemas ecológicos, del medio ambiente y la biosfera: necesidad de conservación del medio ambiente, como mantener el equilibrio entre las especies y el respeto hacia los animales y la naturaleza, impedir el uso de energía nuclear, controlar el crecimiento de la población mundial y el incremento del hambre en los países pobres, etc. Influencia social y política de las cuestiones anteriores, en cuanto a legislación, educación, políticas sanitarias, religión, etc. Temáticas relativas a la relación entre neurología y ética, que daría lugar a lo que se conoce como neuroética. María Dolores Vila-Coro Barrachina, en su libro La vida humana en la encrucijada, establece una clasificación de la bioética en cuatro aspectos: 13
La bioética teórica, o «meta-bioética», que trata los fundamentos
conceptuales de la bioética en el marco de las teorías morales y la justificación de sus nociones básicas (persona, dignidad, autonomía, etc.). La bioética clínica, referida a las decisiones éticas que se toman en la práctica profesional, vinculada a la deontología médica clásica y que se focaliza en los casos individuales de los pacientes que plantean la resolución de un problema ético. La bioética normativa, conocida también como «bioderecho», en la que tienen una participación directa juristas y autoridades públicas y que se orienta hacia la adopción de reglas generales en la política sanitaria y el sistema jurídico. Centra su interés en la racionalidad de las decisiones colectivas en las áreas donde confluyen la salud pública, los derechos humanos y la regulación de los avances científicos. La bioética cultural, que trata del esfuerzo sistemático en relacionar los nuevos dilemas bioéticos con el contexto histórico y sociocultural en el que se dan. Trata de evitar la imposición de determinadas visiones de la bioética en sociedades que tienen valores distintos.
Biotecnología, Transgénica y Cuestiones Éticas
La biotecnología transgénica presenta un rango excitante de posibilidades,
desde la reducción del hambre hasta la prevención y el tratamiento de enfermedades. Sin embargo, estas promesas también incluyen peligros potenciales. Algunas de las cuestiones que deben ser consideradas son: ¿Estamos borrando o alterando las líneas entre las especies al crear combinaciones transgénicas?
¿Cuáles son los riesgos conocidos asociados a la transgénica?
¿Cuáles son los efectos ambientales a largo plazo cuando los transgénicos son liberados en el medio ambiente?
¿Qué controles y revisiones éticas, sociales y legales deben ser impuestos
sobre este tipo de investigación?
¿Estamos causando dolor y sufrimiento a las criaturas vivientes cuando
creamos ciertos tipos de quimeras? ¿Crearán las intervenciones transgénicas en los humanos características físicas o comportamentales tales que puedan ser o no ser distinguibles de lo que generalmente percibimos como ser “humano?”
¿Si la mezcla de ADN animal y humano resulta, intencionalmente o no,
en entidades quiméricas posesoras de grados de inteligencia o sensitividad nunca vistas en los animales no humanos, deberán darse derechos y protección especial a estas entidades?
¿Cuáles serían las consecuencias personales, sociales y culturales no
intencionales?
¿Redefinirían estas intervenciones lo que conocemos como “normal?”
¿Quién tendrá acceso a estas tecnologías y cómo se distribuirían los
recursos escasos?
La transgénica y la ingeniería genética presentan retos intrigantes y difíciles
a los científicos y para los eticistas del Siglo XXI. Hasta que nosotros como sociedad o como una entidad global podamos estar de acuerdo sobre si los entes humanos o no humanos merecen nuestro respeto y estatus moral y legal, podremos esperar un debate y discusión interdisciplinario intenso, a medida que la ciencia y la medicina continúen creando nueva vida inteligente.